Revistade
Ciencias Económicas
PUBI.,ICACION MENSUAL DEI.,
'(Centro Estudíantes de Ciencias Económicas", "Colegio dedoctores en Ciencias Económicas y Contadores Públicos
Nacionales"
Directctr:
JOSÉ H. PORTO
Su b·Dlrector:
MIGUEL PESCUMA
Administrador:
Bernardo J. MattaSecretario de Redacción:
Enrique A. Siewerssub·Ad m in iatrador;
Arturo R. ·Giannattasio,
Redactores;
Félix Genta ... Emilio B. Bottini ... Raúl Prebisch .. ManuelClauso· Egidio Trevisán - Dr. Julio N. Bastiani -JacoboWainer - Dr. Mauricio Greffier - Dr. Argentino Acerbo-:ai Guillermo J. Watson ... Luis Moreno.
Afio IX Febrero-Marzo-Abril de" 1921
DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
CHARO.AS 1835BUENOS AIRES
1
Las doce virtudes de la Cooperación
Un día un inglés hizo la apuesta de que se colocaría enel Puente Nuevo de París, de ocho de la mañana a medio día,ofreciendo cambiar luises de oro por monedas de un sueldo yque nadie los aceptaría.
En efecto, .cada transeunte, a quien les ofrecía sus monedas de oro por un sueldo, alzaba los hombros diciendo: "espreciso tomarme por un tonto para pensar que me voy a dejaragarrar de este modo !" Algunos le amenazaron hacerlo prender por cuentero. En realidad, el inglés iba a ganar la 'apuesta,'porque se aproximaba medio día, cuando, por desgracia, unaniñera vino a pasar con un niño, que 'a -Ia vista de las monedas de oro, se 'puso a gritar que las quería. La niñera tratóde consolarlo, pero el niño gritó tan fuerte, que concluyó porceder, diciendo que después de todo no era más que un sueldo"de pérdida! --
Lectores, esa es la historia de la cooperación. Cambiarlas· miserias de la organización social actual por la organizacióncooperativa, es cambiar un sueldo por una moneda de oro ~
Para el público, para '105 consumidores, todo seria ganancia,y ¿qué habría que perder? Nada, absolutamente nada.Pero id a decir esto a los transeuntes !Se os reirán en vuestra"cara y os preguntarán si los tornáis por imbéciles ; mas aún,.algunos os tratarán de explotadores.
Lectores de este .pequeño artículo, no hagáis como lostranseuntes del Puente Nuevo, que perdieron una buena ocasión por creerse demasiado astutos. Sed más bien como elniño que tuvo por sí solo más espíritu. que todos los otros:creyó en lo que le decían, gritó hasta que obtuvo la moneda ..-Critad también hasta que tengáis la cooperación.
Vamos a enumerar sus virtudes, no contamos más que
LAS DOCE VIRTUDES DE LA COOPERACIÓN 97
doce porque no hay más que doce meses en el año, pero, bus-cando mejor, se encontrarán tantas COll10 días tiene el calen- \
-c-, dario.
l.-Vive mejor
Si pongo esta ventaja en primer lugar, no es porque seala más importante, sino porque ante todo, es necesar-io comenzar a vivir, y si se puede, por vivir bien. El obrero particularmente, que tiene una tarea física que llenar, tiene necesidadde" sostener sus fuerzas por uria buena alimentación, 111ás queel rentista y aún el intelectual. Luego, "preCisan1ente, es él,-que forzado a comprar en los pequeños' negocios que le ven-den a crédito, está reducido a consumir 'todos los productos
"averiados e innumerables que hacen la gloria y la fortuna del-comercio de n,uestro tiempo. Vinos adulterados, café de garbanzos, manteca de lnargarina,> azúcar. de sacarina, pimienta.de polvo de barrido, aguardientes venenosos. todo 10 que cae enla .gran boca del pueblo en detrimento de la capacidad detrabajo.
y bien! la sociedad cooperativa de COnSU1110S nos aseguralos alimentos de perfecta calidad, d.el mejor origen. Es porqueella es más honesta! Es posible, pero esto es ante todo porqueno tiene interés en engañar, dado que se vende a sí misma ,Aun sin hablar de las sociedades inglesas, que por intermediodel Wholessale, envían a buscar directamente, en sus propios
/ navíos, la manteca de Norrnandia y el te de la China. podernoscitar varias sociedades de París, que en lugar del vino detestable que se despacha en las tabernas, sirven a sus asociadosun excelente vino comprado directamente, por 30.000 hectólitros de una vez, a 'los propietarios de Languedoc. Aun cuando las s~c{edades cooperativas no son suficientemente ricas para comprar directamente en el lugar de producción, puedenpor Jo menos, comprando al 'por mayor, y si es necesario, haciendo hacer análisis, rlar a los obreros una seguridad quesería imposible conseguir de otro modo . '
Ellas le procuran igualmente cosas confortables, 10 queconstituye una de las más esenciales del bienestar material ymoral. Las casas? Perfectamente l Varias sociedades cooperativas inglesas tienen en sus almacenes una sección para lascasas, COll10 hay una para los sombreros o el calzado (I).
(1) En 1914 las sociedades de C0l1SUll10 inglesas habian construído
98 REVISTA DE CIENCIAS ECONÓMICAS
II.-P~gar al contado
¿ Cómo veis en esto una ventaja? Probablemente diréis:pagar al contado es en general desagradable y no es siempreposible. Bueno para el rico que no tiene más que' poner lamano en el bolsillo para 'tomar el dinero l, pero para el obrero,es cerrarle la puerta del negocio.
Error, funesto error! Todo al contrario, es el rico quienpuede permitirse sin peligro comprar a crédito; el pobre debehuirle como del fuego. La compra a crédito, para él, es laservidumbre frente al comerciante que 10 tiene, que no le dejamás y aprovecha para deslizarse sus m·ercaderías averiadas.Es la "cuenta que corre", como se dice, oh!, como corre, enefecto, y con una tal rapidez que nunca se le podrá agarrar!Es la tentación por los gastos inútiles a IQs que se les dejacómodamente andar cuando el comerciante no reclama el dinero y se concreta a agregar 'una línea o dos en la cuenta. Es'la necesidad de aceptar todos los desperdicios de su almacén,
..¡~porque no se atreve a quejarse _ni a irse. El hombre que estáencadenado pertenece a sus acreedores. El hombre que comepan que se le ha fiad? y lleva sobre su cuerpo ropa 'que noha pagado, asemeja al hqmbreque vive de la caridad: llevauna cadena al cuello:
Es bien pronto, cuando el conlerciante comienza a enojarse, la vida vergonzosa, las' desviaciones furtivas en la callepara no pasar delante del almacén, y el día en que la deudase hace apremiante es la mudanza oculta: el deudor deja elbarrio o la ciudad, se salva sin gritar: cuidado l, como un ladrón, y loes en efecto. He ahí un hombre moralmente degradado: un hombre al agua.'
El peligro es urgente, a causa de que un crecido númerode comerciantes, actualmente explotan odiosamente al obreropor la venta a crédito, particularmente ,en las campañas. Disimulan enormes aumentos del precio, bajo la forma de pequeñas cuotas por descuentos escalonados en varios años. Sellama esto "venta por suscripción" o venta a plazos. Vieneun momento en que el obrero no puede pagar el vencimiento.
35.000 casas para sus socios; la de Woolwich - sola, había iniciado laconstrucción de 4.000 casas. y, 110 hablamos más que de casas cons- .truidas por las sociedades de consumo: las construidas por las sociedades cooperativas de construcción (building societes) se cuentan porcentenares de miles.
LAS DOCE VIRTUDES DE LA COOPERACIÓN 99
Entonces se le embarga y todo 10 dado a cuenta es perdido .Pagando, es la libertad y la independencia: "Aquí tenéis
vuestra mercancía, ahí está vuestro dinero",Mano a mano [ Nada de deuda: porque la deuda, como
he dicho, es una" de' las formas de esclavitud. El obrero nopuede siempre pagar al contado, se dice,cuando no es pagadomás que a la quincena. Se. puede ayudarle, en caso de necesidad, prestándole una quincena adelantada. Pero es precisa-
_ mente uno de los excelentes efectos de las sociedades cooperativas, por esta presión que ejercen sobre sus miembros y 'elejemplo de sus coasociados, hacerle tomar esta saludable yviril práctica de no comprar nada sin tener con qué pagar.
III.-Ahorrar sin esfuerzo
¿ Quien dice ahorro, no parece que dice privación? ¿ noson sinónimas las palabras y las dos icleas inseparables? ¿ Quiénpuede ahorrar sin privarse de algo? No, aún mismo el rico:bien, menos el pobre. Todavía, para el rico el ahorro no esmás que la privación de lo superfluo; pero para el pobre, estono es la supresión de alguna necesidad, una verdadera y dolorosa amputación?
Por consiguiente, la asociación cooperativa ha .resuelto este insondable problerna l ; ha encontrado el medio de crear el.ahorro sin dolor, sin esfuerzo ; aun más, sin que el mismo quebeneficia del ahorro lo sienta.
Veamos cómo. Cada vez que el asociado hace una compra, el beneficio que uncon1erciante cualquiera habría realizado sobre esta compra, sea el JO por ciento, por ejemplo, esinscripto a su nombre y sobre su 'libreta j y al fin del año odel semestre, cuando se liquidan las cuentas, la sociedad le di-ce: "Habeis comprado 700 francos de mercaderías en nuestrosalmacenes. I-Ie realizado sobre éstos 70 francos de ganancia,que habeis pagado de más, que os pertenecen y yo os los restituyo". Y he aquí nuestros asociados convertidos al fin deaño en un pequeño capitalista, y al cabo de treinta años probablemente, si deja acumular sus pequeños ahorros sobre sulibreta, gran capitalista.
- ¿ Ha reducido por esto sus consumos? Df ninguna manera. Cuando más ha gastado, cosa maravillosa, encuentra haber economizado más! De modo que se ha podido decir enuna fórmula pintoresca (que naturalmente no se deberá tomar
10~ REVISTA D~ CIENCIAS ECONÓI\IICAS
al pie de la letra) : la cooperación trae el' ahorro por el gasto ..En varios' países, en Inglaterra o en los Estados Unidos,
uno de los empleos preferidos de los beneficios de los sociosprovenientes de los almacenes, es la construcción o la adquisición de una casa por pequeñas anualidades. Hay en Filadelfia decenas de miles construidas en esta forma. De estemodo, al cabo de 15 años, por ejemplo, el consumidor se encuentra propietario de una casa construída. .. ¿ Con qué? ¿conel producto de sus econornias P N o! sino con el producto desus gastos! Ha construído comiendo! (1).
IV.-Simplificar los engranajes
Nuestra organización -s, social es una máquina extraordinariamente complicada. Es permitido admirarla, como se admiran esos relojes que marcan,' no sólo el día y la hora, sinotambién el día del mes, las faces de la luna, los días de fiestay los años bisiestos ¡ Pero estos relojes cuestan muy caros yse descomponen con facilidad, prefiriendo cada uno para suvida diaria un -reloj simple. Exactamente 10 mismo pasa conel mecanismo social: cuesta 111U)' caro Y se descompone constantemente. Por consiguiente sería n1UY útil simplificarlo.
¿ Queréis la prueba? Observad por cuántas manos, porejemplo, pasa una botella de vino ordinario antes de llegar alsótano del consumidor. El propietario del medio día 10 vende,por medio del corredor, a un comerciante de vinos de Nimes,
(1) Es solo como instrumento de ahorro que la cooperación erapreconizada por los economistas, y es casi la única virtud que le reconocían.
León Say en la reunión de la Sociedad de Economía Política deN oviembre de 1886, definía la sociedad cooperativa: "una caj a de ahorros perfeccionada cuyos fondos son empleados por y para los depositantes" .
Si se trata de una sociedad de consurnovernplea, dice, el ahorro desus miembros piara crear un almacén que tendrá por clie¡ltes a sus pro-·pios depositarios. Sociedad cooperativa de producción, emplea el ahorro de ciertos socios en préstamos a otros, Sociedad cooperativa de construcción emplea los ahorros de sus. miembros en construir casas quesus d.epositarios llegarán a ser. locatarios. Igual tesis era la de LeónWahas y de Duval ,
León Say previendo que este fin parecería dentro de poco tiempodemasiado" "burgués" y que la cooperación aumentaría sus ambiciones(la la liberación de los trabaj adores", respondía "que esta ....liberaciónde los traba] adores sería justamente la consecuencia necesaria de la cons-
LAS DOCE VIR'rUDES DE LA COOPERACIÓN 101
Bexiers o Montpellier, el que 10 vende por medio de otro corredor a un comerciante medianorrnayorista, el. que 10 'vendeal tabernero, el que a su vez le vende al consumidor, probablemente bajo el nombre de "petit Macon". El consumidor le'pagará 60, 70 u 80 centavos el litro y luego verá que su dinero, realizará el mismo camino, pero en sentido inverso, remontando del tabernero 'al tercer comerciante, después al segundo,al primero, para llegar al propietario, que sólo percibirá 15céntimos, 'el resto quedará en el camino. Habéis. visto en un·incendio en una aldea formar la cadena? -El balde pasa demano en mano, pero C01no en cada mano porque pasa pierdeun poco de agua, cuando ,llega a .las manos del último que debearrojar el agua al fuego, está casi vacío! El mecanismo comercial es tan atrasado C01no el sistema de la cadena de incendio; desperdicia las tres cuartas partes del valor de lascosas y arruina a su vez al consumidor haciendo comprar ll1UY
caro y al productor haciendo vender demasiado barato, sin ha-.blar dé intermediarios que, ellos también, son a menudo reducidos a la bancarrota .precisarnente porque son muy numerosos.
La asociación cooperativa suprime todos estos engranajes inútiles, hará llegar por caminos más directos, la riquezade manos del productor a las manos del 'consunlidor, el dinero,de regreso de manos del consumidor al productor; sea que bajola forma de sociedades de consumo, los 'consumidores comprandirectamente sus vinos 'a los propietarios, sea que, bajo la forma de sindicatos agrícolas, los propietarios venden directan1ente su vino al público,
, y lo mismo para todos los otros productos. Los órganos de trasmisión deben ser reducidos al' .minimun, porquépor el frotamiento, quitan inútilmente la fuerza viva. Este esun principio de mecánica : 10' es igualmente un principio de economia politica .
'T.-Combatir los despachos, de bebidas
En todos los lugares de nuestras ciudades donde se construye un I barrio nuevo, se puede estar seguro que aún antes
titución de los ahorros entre las manos de los miS1TIOS que se quierenliberar. .. Es el ahorro el comienzo y el fin de todo. Si el movimientocooperativo es moralizador, lo es por la acción moralizadora del ahorro".
Actualmente no apreciamos menos el poder de consumos corno instrumento de ahorro, pero más como ahorro colectivo que ahorro individual.
102 REVISTA DE CIENCIAS ECONÓMICAS
que las casas estén terminadas, se verán instalados, en la esquina 'más visible, bajo la mejor fachada, en el puesto de honor, uno, dos o tres despachos de bebidas, tantos como quepan. Se verá en letras de oro resplandecientes: Bar de la Patria} Bar de la República,! con los colores nacionales! Un intendente de Burdeos, Baejss había prohibido a los comerciantes de vino tornar como divisa la bandera' de la Francia: leha dado mal resultado, puesto que no ha sido reelegido. Son,en efecto, las potencias que despachan ; no es solamente quedespachen las bebidas peligrosas -con que haremos, dentro depoco tiempo, las generaciones de epilépticos y de idiotas; esallí también donde el pueblo se reune, y recibe la palabra deorden los días de huelgas y los días de elecciones; es alli,sobre el mostrador, entre los vapores del alcohol y los del ajenjo, que se eligen los representantes del pueblo y se hacen des-hacer los gobiernos. Hay más de 400.000 de estos despachosen Francia ; en ciertas ciudades del Norte y de la N ormandíase cuenta uno por cada diez habitantes adultos.
Se hacen actualmente bars automáticos, corno los que seencuentran en las estaciones, que despachan tabletas de chocolate. Deslizais una pieza de dos sueldos en 'Una abertura y obtendréis vuestro vaso: Ía Have se abre, el (vaso se llena de'ajenjo y podéis continuar indefinidamente. Es el alcoholismo'a 1~ mecánica, os ah~rra la vergüenza de enrojecer delante delmozo.
Por desgracia no se ven con tanta frecuencia los letrerosde las sociedades cooperativas! No son 400.000, apenas si alcanzan a 1.000, más que todo no ocupan los lugares de honor:no brillan en letra de oro, sino se disimulan pobremente en lascalles modestas.
Por consiguiente, contra la multiplicación de los despachos de bebidas, la multiplicación de las sociedades de consumo, sería el mejor antídoto. Este matará a aquel, si se quiere,El obrero que está "afiliado .a una sociedad de consumos cesade ser nn cliente para el comerciante de vino, y la mejor prue-.ba, es que estos nos destestan, van a comprar su litro de vino.cidra o cerveza, al almacén y 10 lleva a su casa para beberlo-en familia. La sociedad cooperativa también con frecuencia,abre una sala de reuniones, un salón, un pequeño jardín, donde puede consumir con los suyos o con sus amigos ; allí sabeque no corre el riesgo de ser envenenado, sabe que no se leincitará a beber y sabe que ganará por 10 menos un sueldo
LAS DOCE VIRTUDES DE LA COOPERACIÓN 103
por cada taza de café que bebe. En Suecia y en Noruega sonlas sociedades filantrópicas las únicas que tienen despachosde bebidas alcohó.1icas y se arreglan de modo de desagradar10 más posible a los clientes. Cuándo será el hermoso día parala Francia en que las sociedades cooperativas jugarán el mis.mo papel! En Bélgica toman ya la regla de conducta: no vender más alcohol.
\
VI.-Conquistar las mujeres a las cuestiones sociales
Las mujeres, salvo notables excepciones, no se interesanmucho sobre las cuestiones sociales. Socialismo, comunismo,internacionalismo, o aún derecho al trabajo, solidaridad, emancipación "de la muj er, todas "estas abstracciones, no le dicennada claro, nada de bueno. Una" mujer ama a sus hijos, su.marido, su menaje, sus muebles, y busca la felicidad, y laencuentra a veces en el seno de este horizonte que se tocacon la mano. -
La sociedad cooperativa no es una abstracción, tambiénse toca con la mano y entra en este círculo de ocupaciones dela mujer. Sin embargo no es de imaginarse que las mujeresvayan a ser conquistadas en seguida a Ia cooperación. Semuestran, al·contrario, por 10 menos al principio, generalmen-
;te hostiles a los almacenes cooperativos. Estos establecimientos'que de común no tienen ninguna apa.riencia que los obligana menudo a hacer un viaje demasiado largo de su- casa, y lenel que es necesario todavía perder tiempo en esperar su turnopara ser servida, donde no se puedé regatear y tener la dulceilusión que se ha puesto al almacenero adentro y donde no.se tiene tiempo de hacer con él un rato de charla o un pocode galanteo;. todo esto le desagrada mucho.
Muchas sociedades cooperativas han fracasado nada másque por la hostilidad de las mujeres. Y sin embargo, de ellasdepende el desarrollo o el fracaso de la cooperación. No hablo,es cierto, más que de la cooperación de consumos. ¿ Y porqué? Al causa de que es la mujer la que hace las compras,sea ella si su marido es un obrero, sea por "intermedío de su'cocinera, si su marido es burgués o empleado.
Es entonces su buena voluntad y de su puntualidad enservirse del almacén cooperativo que depende únicamente 'eléxito de éste. .
Pero, paciencia! Pero ellas se convierten desde el día
104 REvIs~rA DE CIE~CI:\S ~CO:~Ó~IICAS
en que han comprendido que este almacén es diferente de losotros sin que los beneficios, en vez de pertenecer al comerciante, ·pertenecen al comprador. Y si el almacén se transforma, cornoIo helTIOS visto en Marsella, en sala de fiestas y
- reuniones, de baile y concierto, donde puede pasar a la nocheun rato con su marido y sus hijos, la mujer comprende perfectamente que hay allí un hogar que sin suprimir el de, l-a
.familia, puede completarlo. Y si' la sociedad tuviera la buena. idea, 111UY pocas la- han tenido, hay que decirlo, de nombrarmujeres en su consejo de administración y confiarle una par-te en la dirección y vigilancia del almacén, se encontrarían ala.s 'mil maravillas y el "derecho de la mujer" podría ejercersede una manera más útil que en el consejo municipal o en laCámara de diputados .
.En resumen, es preciso no olvidar que la primera asociación cooperativa que ha existido en 'el mundo, ha sido el menaqe, y qUé a pesar de algunos resabios, las mujeres no hantriunfado demasiado mal. Han sabido tornar en el hecho, yaque no en derecho, una influencia considerable y en muchascircunstancias preponderantes.
Es quizás porque han triunfado 111Uy bien que no hanquerido salir más ' .Pero su actividad debe dividirse fuera deesta pequeña asociación de dos para ejercerse con el mismoéxito en la cooperativa, porque este es el menage agrandado (I).
'TII.-Emancipar al pueblo por la educación
Si el pueblo quiere llegar al rol que aspira, es decir dereemplazar las clases dirigentes, la primera condición a llenares adquirir los conocimientos indispensables para poder t0111arel gobierno económico. Es nlUY bonito decir que el propietario, el -capitalista y el patrón, no son más que parásitos, dudarque el día en que todos desaparecieran de golpe, la máquina
.económica sería singularmente descalabrada. Cuando se repiteque así corno la burguesía ha hecho la revolución en 1789~ 10
(1) En 1887 fué fundada en Inglaterra la "Liga de muj eres" para la propaganda de la educación cooperativa, que cuenta actualmenteJ5.ooo miembros, habiendo tomado una importante participación enel movimiento cooperativo inglés.
U na liga similar ha sido constituída en 1900 en Holanda; y unatambién en Francia en 1903, pero que no tienen ~nlás que una existencia nominal.
LAS DOCE VIRTUDES D~~ LA COOPERACIÓN 105
-mismo el pueblo debe hacer la suya a fin de este siglo. Seolvidan que la burguesía en 1789 estaba tlladura desde hacíamucho tiempo para reemplazar a la nobleza, había puesto cinco·siglos después de las C01TIUnaS, en hacer .su educación, mientras que actualmente, el pueblo no ..está listo para reemplazara la burguesía.
Sevé con ~atisfacción que en todos los programas revo-,lucionarios se haga figurar la "instrucción integral", que nadie la posee ni la poseerá jamás. No es necesario, para queel pueblo ejerzael gobierno económico, el cálculo integralo la paleografía; pero es necesario que conozca el manejo. delcapital, el papel del dinero, el poder y los peligros del crédito,~s necesario que conozca' la práctica de los negocios y el conocimiento de los hombres. Donde se ·pondrá aprender mejortodas estas cosas es en las sociedades cooperativas, que soncomo "lecciones de cosas" de la democracia.
Desde luego, educación econámica propiamente dicha: fundar .empresas, hacerlas vivir, buscar salidas, preveer el porvenir, encontrar hombres capaces y, habiéndolos encontrados,obedecerles, apreciar el poder de la riqueza adquirida, aprender el orden y la' economia, cerrar un presupuesto! Despuéseducación moral: aceptar sin murmurar los malos trances, estrechar las filas en la adversidad, tener fe en su causa, reaccionar 'contra el individualismo que nos agota, habituarse a ocuparse no sólo de sus propios intereses sino de los demás, desterrar la mentira en forma de los abusos y de los fraudes bajoforma de falsificación "de los consumos, de peso falso, de hue-sos dados con la 'carne bajo el nombre de "regalo", o agua _bajo forma de pan mal cocido, adquirir el sentimiento del honor' comercial que no es otro que el de atenerse a la palabraprometida: he ahí lo menos que pueden adquirir los miembros-de toda asociación cooperativa que triunfa, ;y no triunfa hastaque ellos no la hayan adquirido.
La cooperación es también poderosamente educadora ymoralizadora, por el esfuerzo que exige de nosotros. Es la realización del dicho que afirma : "nunca se está mejor servidoque por sí mismo". Es preciso confesar que la división deltrabajo, como se ha practicado en las sociedades modernases hasta cierto punto. una escuela de pereza. Fuera de duda,si. es agradable encontrar cada mañana, al saltar de la cama,al desdoblar la servilleta, un pequeño pan caliente, y, abriendonuestro diario, nuestra opinión hecha, .sininquietarnos de quié-
106 REVISTA DE CIENCIAS ECONÓMICAS
nes han cocido el pan, ni de los que han hecho "la política. Es .por cierto, cómodo .tener hombres que gobiernan por nosotros,hombres que se baten por nosotros, hombres que ruegan aDios o hacen penitencia por nosotros, 10 mismo que es muycómodo tener un numeroso personal de servicio. Pero por unjusto retorno de las cosas de aquí, nuestros sirvientes se convierten en nuestros amos, los sastres, nos imponen sus filadas,los panaderos nos engañan en el peso del pan, los fonderosnos envenenan, los periodistas nos mienten y también nos. envenenan, todos los productores materiales o inmateriales explotan al consumidor, que por una larga costumbre de la división del trabajo, ha perdido ·el uso de sus órganos y se hahecho incapaz de volver a tomar su verdadero papel, papelmarcado por· la expresión tan significativa, aunque hoy díaparezca irónica de: "hacer, los pedidos" .
No volverá- a tomar esta alta función más que a condiciónde preocuparse de sus necesidades y de los medios de proveery de organizarse a este fin. Es por allí que la cooperaciónes verdaderamente un acto de emancipación: porque es el mejor medio para los hombres de aprender a gobernarse a símismos, es el de comerciar para aprender a servirse a símismos.
y aún esta educación industrial y la cultura general delcuerpo y del espiritu no hacen falta en las sociedades cooperativas dignas de este nombre. Es de regla para todas lasque son fundadas sobre el modelo de Rochdale, tomar 2 o 3por ciento sobre los beneficios para constituir un fondo de educación ; estos fondos sirven para organizar conferencias, verdaderos cursos, a veces exámenes, y siempre, salas de lectura,dibujo, música, gimnasia, todo lo que pueda formar hombres,y para ':qué puede servir toda reforma social si ante todo noforma hombres?
.VIII.-Hacer la propiedad accesible a todos
Es una gran satisfacción para el "mi" casa, "mi" jardín,"mis" títulos de renta, goce que no es del todo porporcionada,como se cree, de la extensión de tierra, a las dimensiones deljardín o de la casa, a la cifra de las rentas, satisfacción per- .fectamente legítima desde luego, cuando tiene por objeto bienes ganados por el trabajo, goce que responde sin duda a losinstintos más profundos de nuestra naturaleza, ha probado
LAS DOCE VIR1'UDES DE LA COOPERACIÓN 107
los esfuerzos que han hecho los hombres de todas las épocaspara procurársela.
Sin embargo, los colectivistas quieren suprimirle. este elemento de felicidad que tiene un lugar tan grande en la existencia humana. En el régimen que desean, no habrá más propietarios de tierras o de casas, ni capitalistas grandes o pequeños. ¿ Y por qué? La propiedad individual, es, se dice, unaforma de monopolio, un medio de explotación. Quizás sea ne-cesario corregirlo, pero no suprimirlo. El objeto de las reformas sociales no debe ser aumentada, en vez de disminuir lasuma de felicidad que puede existir al presente en este mundo?
No hay ya tanta!Esta es precisamente la ventaja 'de lo cooperación. Tiene'
" por objeto no suprin1ir la propiedad individual} sino hacerlaaccesible a todos} sino -bajo [orma de propiedad puramente indiuidual, por lo menos bajo forma de' copropiedad. Por la sociedad de producción, se tiende hacer a los obreros copropietarios de sus talleres, maquinarias e instrumentos de producción. Por la sociedad de construcción, se tiende a hacer los.obreros copropietarios de sus casas. Por la sociedad de crédito,hacer de los obreros sus propios banqueros. Y por la sociedad de consumos, no sólo hace al obrero copropietario de losalmacenes, sino eventualmente copropietarios de las fábricasfundadas por estos almacenes y granjas compradas {)u:i ellospara sus propias necesidades. '
Entonces ·los hombres dirán: "nuestra" casa, "nuestro"almacén, "nuestra" fábrica, y podrán sentir el luismo goce, alemplear el pronombre posesivo colectivo que antes sentían alemplear el pronombre posesivo personal "mi" tierra, "mi" casa, etc., y bien, esto sólo indicará que' un gran progreso moralse ha realizado.
Además, al generalizar de este modo la propiedad, lacooperación espera que, conservando sus beneficios, atenuarásus enojosos efectos. El día en que esta República cooperativa, que se sueña, fuera realizada por completo, se vería lasgrandes, compañíasde minas o de seguros, los grandes bancos,los grandes almacenes, las grandes fábricas, quizás tambiénlas grandes explotaciones agrícolas, en una palabra, todo loque en el régimen actual, tiende a tomar la forma cooperativa ..
,Esto no impedirá hacer la gran producción, pero ésta, envez de estar en mano de los grandes propietarios o grandes ca-o
108 REVISTA DE CIeNCIAS ECONÓIvIICAS
'pitalistas, estará entre los de los' pequeños propietarios y delos pequeños capitalistas asociados.
Resultará 10 siguiente: que esta propiedad, en un estado social, donde la cooperación sería la única forma industrial, no podría presentar más las desigualdades tan enormescomo las de hoy día. ¿ Por qué? Porque actualtnente toda riqueza nueva' siendo atribuída a título de dividendo, al capitalpreexistente, la riqueza hace como la bola de nieve. Pero enlas sociedades cooperativas, que sean de consumo, de producción o de crédito, los .beneficios no son devueltos al prorrateodel trabajo o de los gastos. Un millonario soltero, si formaseparte de una sociedad de consumos, no' percibiría 111il veces
, más bonos que un socio ogrero padre de familia.
IX.-Reconstruir una .propiedad colectiva
Acabamos de decir que una de las ventajas de la cooperación e screar una multitud de pequeños propietarios y peque-
_ños capitalistas. Entonces, si se multiplica la propiedad individual, ¿ cómo crearía una propiedad colectiva? Los dos finesparecen contradictorios? De ninguna manera, Desde luego,terminamos de decir que se trata sobre todo de la propiedad.individual asociada, pero además hay también en las cooperativas que miran más alto, un fondo impersonal individible. No
~ es imposible, es aún deseable que el patrimonio colectivo seagrande al mismo tiempo que el patrimonio individual.
X.-Establecer el precio justo
Para los economistas no hay precio justo ni injusto; elprecio de las cosas está determinado por la ley de la oferta yde la demanda, y en un todo, esto es 10 que debe ser.
Pero la conciencia nos dice que hay un precio justo delas cosas: es decir, que remunera suficientemente el trabajoconsagrado a producirlas, el que permite al trabajador vivirde su trabajo y hacer vivir su familia. .
¿ N o sería justo que el trabajador tuviera también su parte de superfluo como los otros? Indudablemente, pero ~s jus-tamente la cooperación la que pretende darle este superfluo,además de su justo salario, bajo forma de bonificaciones.
Ahora bien; la organización económica actual nos asegura lo
L,AS DOCE VIRTUDES DE LA COOPERACIÓN· 109
este precio justo. De una parte vemos una multitud de artículos vendidos a precios escandalosamente superiores de su valor real, el beneficio recogido por el intermediario representando a' menudo cinco o seis veces el· valor pagado por el trabajo del productor. De otra parte vemos gran número de artículos vendidos a un precio de una baratura tal que no pueden dejar al trabajador de qué vivir. He visto -en la época delas primeras comuniones, tiendas que vendían al precio de diezfrancos el traje completo: pollera, bata, cinturón, velo, guantes, zapatos; y muchos otros artículos de ropa blanca vendersea precios análogos. Ji:1 cliente que los, compra se frota las lna,..nos diciendo: ¡ he hecho un buen negocio! Pero la desgraciada obrera que trabajando catorce o quince horas por día paraconfeccionarlas a un precio ridículo, dejando sus ojos y suspulmones, ¡ no ha hecho un buen negocio!
Es evidente de que si los clientes tuvieran conciencia desus deberes sociales y tuvieran suficientes conocimientos paraapreciar el valor justo de las cosas, deberían negarse a comprar artículos que representan la carne y la sangre de criaturashumanas.
Muchos consumidores, no sólo. de -la clase burguesa, sinode la clase obrera, de este modo, se hacen moralmente responsables de la explotación de sus hermanos y hermanas.
'¡ y bien! las sociedades cooperativas de consumo haránlo que los consumidores actualmente no saben o no pueden l1acero No buscarán, como las grandes tiendas de hoy día, únicamente la baratura. No aceptarán y no venderán más que artículos cuyo valor bastará a remunerar al obrero que 10 ha con ...feccionado. Esto les será mucho más fácil el día en que habrán tornado suficiente desarrollo para producir por sí mismas, en sus propios talleres y por sus propios.medios, la mej oi"'parte de los artículos que ponen en venta. Serían entonces.inexcusables de no darse cuenta de la cantidad de trabajo em·4
pleado en la producción de estos artículos y del precio justoen que pueden ser puestos en venta.
XI.-Suprimir la preocupación de la ganancia
Es la ganancia, el único resorte de la producción, en nuestra organización económica. Se trata de emprender una obracualquiera, de roturar tierras incultas, de ensayar nuevas in.dustrias, de construir casas, de abrir un canal o un ferrocarril,