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Revista Estudiantil Facultad de Comunicación Social para la paz - Edicion Nº 1 Digital - 2ª semestre 2009
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EDITORIALUn animal sedicioso
A los jóvenes nos asola la muerte, el sexo, la droga, y la farra, somos un criatura inexperta atravesando una selva de estímulos, mi papa siempre dice “Los pelados de hoy, ¡como son de traumatizados!” Tener 20 años no es fácil, el mundo espera mucho de usted y usted no sabe que esperar de un mundo contaminado por el poder y el dinero.
Para poder sobrevivir un joven debe creer en algo, en lo que sea; en la Literatura, en la ciencia, en la anarquía, en el comunismo, en Dios, en Buda, en Ala, en la moda de Chavéz, en la moda de Uribe o en la nada, como una deliciosa sugerencia; cada uno tiene que encontrar su propósito, para recorrer con valentía interna este mar de preguntas sin resolver, de normas sociales impuestas, de superficies impolutas, perfectas y fondos podridos, sucios, depravados.
Parte de estar de estar en esta etapa lozana es derribar todos los ídolos de los padres, “quemar” las viejas creencias y reinventar el mundo, reescribir con esa premura cotidiana tan nuestra, la cultura urbana, los imaginarios sociales, las tendencias políticas y religiosas.
En esta jungla en la que vivimos llena de fieras salvajes, insectos atrevidos, serpientes rastreras, y enfermedades pandémicas, la juventud se camufla como un animal Anfibio, confundido entre la hierba y el agua como la posibilidad utópica de que todo puede ser cambiado. No estamos hablando de un ser inocente por el contrario, es sedicioso, rebelde, turbulento, tiene un espíritu inquebrantable y altanero.
Es de esta criatura amorfa y voluble de donde nace ANFIBIA, que más que una revista es un escenario, un espacio de controversia, un pedazo de tierra para poder expresar las tribulaciones y pensamientos que se llevan dentro. Aquí hay un poco de todo, este medio es un viaje a través de los escritos de los autores, una aventura ilusoria, una realidad sicodélica.
En primer lugar esta “La haban en
ANFIBIA - PERIODISMO Y LITERATURAEDICION N° 1
Segundo Semestre 2009
DIRECTORDiego Vargas
JEFE DE MEDIOSSandra Riaño
CONSEJO EDITORIALPublicaciones
Universidad Santo Tomàs
COMITÈ ORGANIZACIONALPaola Forero
COMITÈ ORGANIZACIONALLaura Cortez
Camila LizarazuMarcela Acosta
COMITÈ DISEÑO Y DIAGRAMACIÓNAndres Cardona
Juan Pablo Burgos
COMITÈ ASESORAna Maria Castiblanco
Martha CaroConstanza Lizcano
SUGERENCIAS, RECLAMOS Y [email protected]
Todo lo expresado dentro de esta revista es responsabilidad de los autores, no expresa la ideologia
de la revista.
Prohibida su repoduccion parcial o total.
Todos los derechos reservados.Bogotá - Colombia
2009
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bicicleta” un escrito delicioso que se suscribe en lo que los expertos llaman crónicas de viaje, el malecom y la atmosfera salina acompañan el relato de una aventurera clandestina. Como es necesario ponerle sabor y fantasía, el cuento “El ángel” mezcla un poco de ingredientes que dejan varios sabores en la boca, “El botadero de Doña Juana” es un artículo donde se cuenta de manera fétida y repugnante el camino al basurero más famoso de Bogotá.
Dentro de Anfibia hay un espacio de opinión llamado controversia donde dos escritores argumentan un mismo tema, con una postura distinta, en esta primera edición la cuestión fue el gobierno de Álvaro Uribe, criticado a través del escrito “Una marcha sin fundamento” y apoyado por el artículo “Seguridad Democratica; victoria, derrota” desde la revista se c r e e q u e
cualquiera p u e d e p u b l i c a r desde que halla p o t e n c i a argumentativa y convicción en lo que se dice.
La “crónica del profesor Súper O” narra los intrincados caminos que tuvo que pasar una estudiante de periodismo para encontrar a su héroe, en medio de toda
la parafernalia salida de la cabeza de un genio.
Para los integrantes del comité editorial es fundamental el papel social que el medio tiene que cumplir, motivo por el cual el artículo “La muralla es más que el papel
del Canalla” visibiliza y reivindica a aquellos actores sociales, escondidos
por la exclusión, personas que solo son conocidas por los vestigios
expuestos en las construcciones de ladrillo.
La poesía acompaña este recorrido literario
como una dulce melodía dentro de la premura cotidiana, una cubana deleita al lector con “ESPPERAN” mientras que un intelectual enseña cual debe ser “LA TAREA DEL AMANTE”, este es solo el abrebocas de un lugar en construcción, e l cual esperamos tenga muchos colaboradores a futuro
Anfibia es una búsqueda de identidad constante muy propia de la etapa juvenil, es la oportunidad de construir a partir de la diferencia, de la inteligencia, del goce por escribir, por pensar diferente. Es también una invitación para erigir nuestra armadura a partir de letras y palabras para enfrentar este mundo desde la versatilidad y la pluralidad características propias de las criaturas que se desempeñan en la tierra y en el agua.
Por: Anamaría Castiblanco Durán
El tiempo se ha detenido. Las majestuosas casonas que
hoy añoran los años cincuenta se esfuerzan por continuar
erguidas y por ser un vivo testimonio del lugar de la
resistencia. Con cada pedalazo que doy me sumerjo un poco
más en el centro histórico, en el punto donde todo empezó.
La Habana Vieja es un conglomerado de construcciones
desvencijadas y otras restauradas, donde cientos de turistas
admiran encantados la materialización del paso del tiempo,
pues aquí cinco décadas han tomado forma de ventanales y
puertas que con orgullo exhiben el óxido y el desgaste.
La Habana Vieja es el paraíso de los turistas, pues todo
está pensado para su deleite y asombro. Decenas de cafés
ofrecen las mejores delicias cubanas: ron añejo, puros
cargados, ropa vieja, el mejor son del mundo y, tristemente,
hermosas jineteras. Es de mañana, y muy despacio recorro
cada una de las calles y sin asombrarme veo cómo una
repite a la otra, es un bello laberinto que invita a perderse
de los afanes y angustias del mundo acelerado y cambiante.
Pronto encuentro la salida de aquel laberinto. Frente a
mí, imponente y glorioso, se despliega el mar Caribe y
sin dudarlo, me dirijo a la pequeña muralla que bordea
el azul del agua; estoy en el Malecón de La Habana, un
lugar descrito por literatos y románticos, que lo evocan
LA HABANA EN BICICLETA
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como el límite entre lo posible y lo onírico, pues aquí los sueños
se materializan y los hombres lo dan todo por nunca dejarlos ir.
Éste es el punto de reunión de ancianos, adultos y niños cubanos; aquí
todos disfrutan, en medio de la algarabía, de las inclemencias del sol y de las bondades del mar.
De repente, veo a lo lejos el faro y me quedo maravillada. Me detengo, apoyo mi bicicleta en
el gran muro y una fuerte voz femenina me trae de regreso al mundo real: “Lo que
está detrás del faro es la fortaleza”. Una matrona mulata se ha percatado que
yo no soy de acá, la volteo a mirar y sin importarle mi asombro, continúa
diciendo: “Allá es la oficina del Ché, debería ir... y no se pierda el cañonazo
de las nueve”. La mujer se va con sus nietos, sin antes explicarme que
cada noche, desde la fortaleza, a las nueve de la noche arrojan un
cañonazo al mar.
Es medio día y el sol se toma por completo la isla. Con dificultad, me
alejo del Malecón y me pierdo por las calles de un tradicional y popular
barrio caribeño. Los ancianos juegan en las esquinas dominó, al son de salsa
y al calor de unos buenos rones; las mujeres ven televisión o se pintan la uñas,
mientras me ven pasar a través de sus ventanas; y los niños corren y compiten
en un improvisado campo de Béisbol. Sin bajarme de la bicicleta me detengo,
pues quiero observar con más detalle el resultado de la revolución: una cultura
digna e intacta. Me doy cuenta de que los niños están en clase, pues un maestro los
hace formar y una sonrisa de complicidad se me escapa cuando los oigo decir al unísono:
“Seremos como el Ché”. Ellos son los pioneritos de la revolución.
Disfrutando de una tarde habanera, continúo con mi recorrido, pero me doy
cuenta de que he perdido el sentido de la ubicación y me veo forzada a pedirle
a un niño alguna pista que me oriente. Me llama la atención su recto perfil
y el contraste entre sus ojos verdes y su piel morena; no cabe duda de que
él es un buen ejemplo del mestizaje caribeño. Con facilidad me indica una
ruta, y antes de irme me detiene, pues quiere pedirme algo. Rápido pienso
que no tengo dinero cubano, sólo divisa, y me angustio. Sin embargo, al
oír sus palabras me tranquilizo y me lleno de vergüenza: “¿Me regalas un
bolígrafo?”. Yo busco en mi maleta y encuentro un lápiz viejo y mordido, él lo
coge y muy tranquilo se va.
Sigo la ruta que el niño me indicó y llegó a Vedado, un barrio concurrido, donde están
los cinemas, las discotecas y el Habana Libre, el único centro comercial de la ciudad. Decido
comer una pizzeta de queso con Bucanero, la cerveza cubana. Me siento en una esquina y quedo
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perpleja al ver como la gente se apretuja dentro de los buses o guaguas, como aquí los llaman.
Está anocheciendo y me entero por voz de un joven con pinta de rapero que “X Alfonso” se presentará en Don Cangrejo,
una de las mejores y más famosas discotecas de La Habana, pues es al aire libre, tiene una piscina desocupada en la
mitad, que hace de las veces de pista de baile y además ofrece una hermosa vista al mar. Así que no lo dudo ni un
minuto, montó mi bicicleta y me voy a toda para Don Cangrejo,
La noche llega, me encuentro con otros estudiantes extranjeros y yo doy terminado mi día, mientras canto: Es tu
alma y soledad, la voz, la voz de esta nación cansada… solos tú y yo en la ciudad dormida…
... ”La Habana Vieja es el paraíso de los turistas, pues todo está pensado para su deleite y asombro ”...
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Por: Gisela Nataly Álvarez Sandoval
Éste es un viaje por la descomposición, la cual lleva
entre sus adentros la pobreza y la tristeza de una
población, que está sometida a vivir en la crueldad de
lo fétido, como su lugar de encuentro, como su rincón,
el cual es inhumano, puesto que es vivir en medio de
la basura, en medio de miles de papeles que significan
descuido, desapego y olvido, el mismo olvido que nos
lleva a descubrir el olor del mal, como instrumento de
enfermedad y muerte.
Olor a viejo, a amargo, el desagradable olor de la
plata, de la ambición y del poder que desorienta a
los gobernantes y los envuelve dentro de la misma
basura, dentro de la misma descomposición de la
cual son víctimas seres indelebles e inocentes. Seres
somnolientos, que se dejan llevar por las palabras de
seres que ambicionan lo poco que se tiene, lo mucho
que implica en una sociedad vacía de amor por el otro,
de ser grande a través de la suciedad que esto implica.
Paisajes viejos y solitarios que evocan la nostalgia por
la pérdida del antepasado, por instantes de alegrías,
por poder correr bajo la lluvia y mirar el sol cuando
se esconde y comienza la noche; la misma melancolía
que nos lleva por un recorrido de una infancia perdida
en los tenebrosos pantanos de los cuentos de hadas;
hadas que se convierten en brujas, las mismas que
devienen en un sufrimiento constante e
imparable.
Estamos en un mundo donde
la opulencia hace parte de
la fantasía, de mundos mágicos y maravillosos en la
mente de estos seres indefensos, quienes se han visto
obligados a vivir en la indignidad de la pobreza, que
llegan forzados a comer los desperdicios que dejan
unos entes inalcanzables que sacian su poder con el
hambre y la sed del que vive en medio de las sobras,
del que muere cada vez más lento, porque habita en un
universo paralelo donde la transparencia y la sombra
son su única compañía.
Si escarbamos nuestros recuerdos. Encontramos el
aroma en nuestra memoria, de un pino seco y de la
hierba mala que mata y envejece el alma, de senderos
llenos de barros por los cuales les toca correr, evadiendo
una realidad que cada día los hace más resentidos en
contra de aquéllos que un día les prometieron paz y
sosiego para ellos y sus hijos.
En lo profundo de nuestra memoria se evoca una gama
de olores, la cual nos lleva a una situación en la que no
sabemos si estamos soñando o viviendo el pasado, que
está enmarcado en el olor de la tierra y del trigo. Los
olores se asimilan a los sonidos musicales; son raros
porque son la añoranza de un futuro sin olvido, sin
memoria sin basura.
Tu olor dormirá en mi corazón y en mi memoria hasta el
final, hasta que haya justicia divina, porque la terrena
no es más que una utopía.
Descripción del olorque se produce en el
Botadero
Respira...
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Por: Paola Castillo
Él y yo coincidimos en el mismo tiempo y espacio; esa
tarde bajo la sombra de aquella edificación llamada
el Mariscón. Allí empezó mi vertiginoso periplo por
el mundo de este gran hombre; y lo guiare a usted,
querido lector, por este enigmático universo. Hasta
hace pocos días me encontraba en un agujero negro
casi al término nebuloso y le voy a contar por qué. Yo,
una persona enérgica, pensadora y, sobre todo, mujer
quería luchar por nuestro queridísimo español, aquél que
muchos maltratamos, pero pocos defendemos. Educar
a la población infantil y adulta para el debido uso del
lenguaje. XComo mi apreciado periodista chiapaneco,
Miguel González Alonso, quien propuso en la Habana
(Cuba) un comité de defensa del idioma español. Sentí
en mi cuerpo una vibración y mi voz interna que es buena
en pilotarme me susurro, “Tú también puedes colaborar”,
pero, me di cuenta de que la Habana era muy lejos y por
ahora no deseaba irme del país.
Fue con la voz de una canción de Mercedes Sosa y un café
bien caliente que empezó mi búsqueda sobre alguien
que tuviera una iniciativa establecida o que estuviera
haciendo algo, aunque pequeño, pero que lo hiciera.
Busqué entre mis compañeros de estudio, nadie sabía,
pregunte a algunos profesores y lo pensaron demasiado,
hasta que un amigo, muy filósofo y apasionado, me dio
las alas para poder realizar lo que yo deseaba; me dio un
datico; ¡eficiente el muchacho! Pero el agujero empieza
allí: era un súper héroe no muy famoso, pero sí bastante
conocido. ¿Cómo yo, ina mujer del común, una estudiante
perdida en esta gran metrópolis podía contactar a este
justiciero idiomático? Pues les cuento, me toco empacar
maletas y coger el Bocachico-capsula Espacial, para que
me llevara directo al planeta Mojarra con Plátano.
Sin pensarlo dos veces atravesé junglas, puertos, valles,
pero, eso sí, en el camino conocí a varios admiradores y
ellos me hablaron sobre algunas cosas de este personaje.
Su nombre de pila es Charles Ocoró, un chocoano que
de niño sufrió un accidente: le cayeron encima
dos toneladas de camarones mientras
visitaba a su abuelo Secundino, un
educador. Ese día, la vida del
profe cambió para siempre.
Al morirse, su abuelo le
transmitió toda su energía
y, desde entonces,
adquirió poderes
sobrenaturales con el fin
de combatir la ignorancia
idiomática.
Con mucho entusiasmo, a
pesar de esto nadie me daba razón
de aquel equipo, cómo contactarlo, más
ocupados que el propio presidente. Fueron
días largos repletos de diferentes sentimientos:
furia, miedo y, les confieso, con bastante preocupación.
No sabía qué hacer, tenía que conseguir algo, yo quería
verlo, saber quién es, cómo es , cuál es su pensamiento. Yo
tenía un gran deseo de ayudarle, pero de repente me llené
de una incertidumbre que me recorrió de pies a cabeza,
ya que no tendría cupo en el súper grupo ajustador,
aunque soy delgada y pequeña en el chanchomóvil o en
el Sancochoptero no cabríamos. También, tuve la idea de
ser el reemplazo de la Cevichica, pero no me considero
tan mala como para quitarle el trabajo a una heroína y,
sin más angustias, concluí que tenía que hacer algo que
Crónica:El Profe Super Ó
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no deseaba y era faltarle al respecto a nuestro idioma y
caer en los índices de ignorancia para que el equipo de
trabajo de nuestro superhéroe me identificaran como
una de los desaguisados idiomáticos, a quienes cazan en
cualquier parte de Colombia y el mundo. Me preguntaba
cómo podía hacer tantas actividades a la vez, bueno, esa
incógnita la contestaría yo misma y no porque no haya
hablado con este hombre tan peculiar, por el contrario,
al estar conversando frente a frente me di cuenta de su
pasión de sus buenas intenciones por ayudar a exterminar
al villano, como él lo dice, más atrevido de la humanidad:
la ignorancia.
Muy amablemente la persona que me
había atendido en el mariscón con
una espectacular sonrisa era el
mismo profesor superÒ. No lo
podía creer había descubierto
su identidad secreta, me vio
tan sorprendida que me invito
en el Mango viche-Movil con la
frase célebre ¡con prontitud!,
mientras la cevichica le avisaba
por la Raya pantalla sobre el
próximo destino, me comentó
que él había tenido muchas ayudas de
Martín de Francisco y de Antonio Guerra,
quienes le ayudaban con su vestimenta: los
Pantu-Flippers y alguno que otro guión. Claro, él no
podía hacerlo todo. Han pasado cuatro desde su inicio
por esta gran lucha que lo motiva y con orgullo me mostró
la estatuilla que gaóo en el Festival de Cine de Cartagena
en 2007, en el que decidieron darle al profe una estatuilla
que lo catalogó como el Mejor Nuevo Formato de ese
año, educando y formando y no encontrando culpables
como muchos villanos quieren.
La idea surgió debido a que la gente comete muchos
errores al hablar. Con base en esto el equipo de realización
mancomunadamente y la productora de animaciones
Conexión Creativa,
con Hernán Zajec y
Maribel Echeverri
–quienes ya
tenía experiencia
en el tema de
las animaciones y la
comedia– decidieron mostrar
al mundo las actividades que hacían para no salir después
investigados como muchos de los que luchan por el bien
ajeno, afirmo este héroe de tantos ciudadanos del común.
Martín de Francisco y Antonio Guerra son los creadores
de este personaje el cual surgió en una charla de amigos.
El proyecto cogió fuerza cuando estos dos genios
decidieron utilizar toda la cultura chocoana para ilustrar
la serie animada, junto con la gastronomía y costumbres
colombianas. El profe super O no solamente busca
mejorar el uso del idioma español, sino que también hace
una crítica social por medio de las tramas, los personjes
y los escenarios que maneja, los cuales muchas veces se
acercan a difíciles realidades socio-políticas del contexto
nacional.
Esta travesía me enseño que aunque no podía trabajar
con él, sí podía ayudar a los de mi alrededor a ser mejores
y a utilizar mejor nuestro idioma; al mismo tiempo, mi
héroe, sin llegar al fanatismo, me dejó varias reflexiones
personales, sobre todo, una muy bonita que quisiera
compartir y que recuerdo en mi viaje de regreso en el
chontaduroptero: “Ojo, tenga cuidado el Ignoraciometro,
la cevichica y
jamilsón los
e s t a r e m o s
vigilando”.
Crónica:El Profe Super Ó
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Por: Alejandra Patricia Serrano Guzmán
En época de elecciones, con el cosquilleo que
provoca la duda y la desesperación de quienes
aspiran a suceder al presidente Álvaro Uribe Vélez en
su mandato, se ha escuchado en repetidas ocasiones
que muchos de ellos quieren continuar su Política
de Seguridad Democrática. Con base en esto me
encantaría conocer por qué este planteamiento se
ha convertido en el “gancho” de la política nacional.
Desde el principio, la Seguridad Democrática ha sido
el nombre con el cual el presidente Uribe encasilló
sus propuestas, las cuales están relacionadas con
el fortalecimiento social, político, económico y
territorial, a través de la lucha contra el terrorismo
y el narcotráfico. Además, tiene una característica,
que es quizás la más importante de todas y que es
fundamental en las elecciones del año 2010. Los
precandidatos presidenciales como Noemí Sanín,
Andrés Felipe Arias –ambos del Partido Conservador–,
Germán Vargas Lleras, y hasta el mismo Gustavo Petro
–opositor y ahora candidato único por el Partido Polo
Democrático Alternativo– han aceptado que es “un
acierto” aunque “debe fortalecerse en temas como
el respeto a los Derechos Humanos” tal y como lo
publico Caracol Radio en su página de internet, el 5
de Junio de este año.
Vuelvo y me pregunto ¿Además de lo ya evidente,
qué tiene esta política para hacerla la más codiciada?
Muchos de los colombianos se quejan de la labor
que ha realizado el presidente y bien… ¿No fue ésta
la política que propuso desde un primer momento?
¿No era efectivamente terminar con la burla en la que
se había convertido el Gobierno y el país en general
para los grupos al margen de la ley, especialmente
para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC)?
Aunque un gran porcentaje de colombianos que han
sido encuestados, dicen apoyar a Uribe y al Ministro
de Defensa del momento, Juan Manuel Santos, en
la incursión realizada al campamento de alias Raúl
Reyes sobre territorio ecuatoriano, otros critican la
decisión. Entonces, vuelvo a preguntar por qué la
crítica, si al fin y al cabo, eso estaba dicho desde que
él llegó a ocupar el cargo como Jefe de Estado.
Desde un primer momento quedó estipulado en
la carta que realiza Casa de Nariño al comenzar
el periodo presidencial, que para “derrotar el
terrorismo no hay soberanía de naciones sino
soberanía democrática”.
Álvaro Uribe Vélez ha sido un mandatario que
ha demostrado cumplir lo que promete, aunque
algunas de las propuestas parezcan quedar en el
olvido. En este periodo ha sido vital, cumpliéndose
casi 8 años, lo que ha logrado con las FARC y las AUC
–de primerazo, sin entrar a indagar más a fondo
sobre este tema porque notablemente existen
varias irregularidades en este campo–. También ha
sido fundamental la presencia de un mandatario
que no se deja abatir, que le da seguridad al pueblo
colombiano; el representante de u n a
Nación que frente a los ojos de
millones, sale victorioso; aquel
Política de
Seguridad
Democrática:
victoria, derrota
y esperanza
9
Por: Andrés Paipa
Es desconcertante saber que una marcha que se supone
es para alimentar el orgullo y el patriotismo de los
colombianos y que está en contra de las desafiantes y
groseras palabras del presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, sea ultrajada por líderes que se alían con subgrupos
radicales que tanto mal le han hecho a una república;
estos subgrupos están contaminados de pensamientos
drásticos, que no tienen una labor social e histórica
nacional; por el contrario, se enfocan en problemas
externos de guerras anteriores, especialmente en la
Segunda Guerra Mundial, para seguir a un comandante
asesino de judíos, quien quiso apoderarse del mundo,
pero que la gente por su ignorancia y su terquedad de
no comprometerse de lleno con la verdadera realidad de
nuestra patria, actúa con ellos sin darse cuenta, exaltando
un nacionalismo que no es nuestro, si no de Europa y a la
vez dejándose lavar los cerebros con arengas y canticos
incitando a una revolución de mano dura contra Chávez.
Expresar estos argumentos en contra de estas marchas no
es decir que se le esté dando la razón a Chávez ni nada
por el estilo, porque también soy un defensor a capa y
espada de la querida tierra indígena que nos dio el placer
de nacer entre selvas feroces, eternas primaveras, y con
ese sabor a papa, plátano, yuca, ajiaco y bandeja paisa. Yo
también amo y daría mi vida por la patria, respetándola
hasta el final y brindándole mi cooperación en cualquier
momento, pero no por este hecho saldré a las calles a
c a n t a r hasta que se me apague la voz: “Uribe
amigo, el pueblo esta contigo”, porque
Uribe no es mi amigo y no creo
que yo lo sea para nuestro querido mandatario; segundo,
que el pueblo esté con él tampoco es para creerlo en su
totalidad. Pues el verdadero pueblo, el sobrevive con
un salario mínimo en cualquier momento lo pueden
ajusticiar por ser guerrilleros para cubrir a los “paras”
o al narcotráfico, la “yidis política” o la “parapolitica” o,
porque no, a los mismo hijos del presidente; Es algo que
se debería reevaluar y de verdad tomar conciencia del
país que queremos para las futuras generaciones, aunque
como va habría que poner en duda si van a existir futuras
generaciones.
Si la reelección fue un error para el país me pongo a
imaginar cómo será con un tercer mandato, es decir, ya
no se debería hablar de democracia si no hay, para qué
hablar de voto popular si no hay; todo está manejado por
la oligarquía que penetra en las mentes de la sociedad
y las maneja a su antojo. Para qué vivir en un país,
exponiéndose a que lo maten por pensar de una forma
coherente y no irracional.
Gestos, como la marcha mundial contra Chávez, son un
error que no se puede volver a cometer. No se pueden
hacer marchas que involucran a todo un pueblo para
hacerle propaganda aun presidente que nos ha dejado en
la ruina institucional, constitucional y social; además, nos
dejó en circunstancias no muy favorables con los otrora
países hermanos y a eso hay que sumarle la aprobación
de aceptar la participación de grupos neonazis como
entes políticos y civiles me parece una desfachatez total,
sin decir que es una ridiculez de tamaño descomunal.
Banderas colombianas con la cruz esvástica empuñadas
por jóvenes pertenecientes a este movimiento fascista,
concepciones de perfección en un país de imperfección
y la sociedad riendo y tomándole fotos a esta mentira.
Me parece lo más deplorable que uno puede ver en una
marcha… ¿Dónde quedó ese arraigo por un país libre?, ¿
Realidad de
una marcha sin
fundamento
10
hombre que no ambién habían sido expuestos con
esta política. El respeto a los Derechos humanos e
igualdad entre ciudadanos es uno de estos baches
mentales; seguir impulsando la “revolución en
educación” que tenía como meta obtener más
de 1.500.000 cupos escolares, que realmente me
encantaría saber dónde están, es otro ejemplo de
falta de memoria por parte del Gobierno; avanzar en
la posibilidad de que el estrato 3 no desaparezca y el
empleo aumente considerablemente, trabajos que
han de ser formales, seguros, manejando un contrato
definido; no uno informal, inestable y temporal.
Por eso es sencillo concluir. Sí, la labor de U r i b e
es coherente con su política inicial. Sí h a
sido un mandatario fuerte ante l o s
vecinos opositores que han
generado la turbulencia; sí es
una persona con mando que no
cuándo vamos a luchar por la verdadera lucha?, ¿quién va
a ser la persona que nos haga despertar
de tanta falsedad?, ¿por qué
actuamos como extranjeros
sabiendo que tenemos un país que
sacar adelante?
Sólo se necesita reaccionar y clavar los ojos en el enemigo,
en el verdadero enemigo que va desde la guerrilla,
la cual está desvinculada totalmente con la fuerza
revolucionaria, pasando por partidos de pacotilla hasta
llegar a los altos dirigentes, porque desafortunadamente
no tenemos quien nos proteja, pero eso no puede ser
el impedimento para abandonar la lucha. El pueblo
como pueblo está unido en las buenas y en las malas, y
combatirá para que nuestra constitución sea respetada,
se deja opacar y que cada vez parece hacerse más
fuerte frente a quienes no lo apoyan tanto en el país
como en el exterior. Pero, a su vez, ya es suficiente,
es hora de hacer un cambio y poner en manos de
una persona igualmente capacitada, para darle un
mejor futuro a los pobres, a los menos favorecidos, a
la clase media... a todos. Es hora de dar un giro.
Lo que sí es seguro es que con sólo proponer algo
ya implantado, esa llamada “Política de Seguridad
Democrática” no van a ganar nada. Los colombianos
necesitamos más que eso, porque si no es así ¿para
qué cambiar? Así, podemos quedarnos con su
fundador y continuar en una guerra insaciable que
evidentemente trae resultados, pero que, a este
paso, se seguirá olvidando del hambre y las urgentes
necesidades de su gente.
porque nuestros hijos puedan estudiar y porque nuestros
abuelos no se mueran en las calles de pobreza. Debemos
tener la frente en alto por una sociedad democrática
libre de radicalismos políticos que tanto nos han afectado
desde que somos república independientes, empezando
por el tan nombrado Simón Bolívar, quien fue el primero
en apoderarse de una tierra que tampoco era de él, pero
que entre sus anhelos quería robarla para hacer de ella
su república.
Comprendiendo la historia podremos revivir esas
quimeras durmientes, la social democracia es un método
efectivo para lograr la libertad y unión de un pueblo
agobiado de tanta sangre y de tantos hermanos muertos
por la misma causa.
11
Por: Breyner Alexis Peña.
La expresión política en los sujetos sociales es innegable;
está en el individuo inmanentemente y no se puede
soslayar la queja o el reclamo político, pues éstos hacen
parte de la pronunciación de las discrepancias que cada
sujeto tiene en contra del orden social. Es necesario que
las voces inmersas en el anonimato surjan desde los
suburbios urbanos para subvertir el orden social y hacer
un cambio político desde la otra mirada, la nueva forma
de hacer política, y así llevarla a la praxis ya no se efectúa
por vías parlamentarias, sino, por el contrario, se hace
realidad en la calle.
Las paredes, como todo bien material que, en algunos
casos, no se podría calificar entre lo p ú b l i c o
y lo privado, casi que es u n
naufragio ideológico entre lo que
puede ser la apropiación del espacio
público y la defensa del sistema capitalista
y la propiedad privada; dicha confusión no
permite que las expresiones “canallas” sean la
sustancia que se le puede añadir al “caldo criollo” de la
nueva política. Bien hizo Jesús Martín-Babero1 cuando
vaticinó la crisis del espacio público y la privatización de la
vida. Para el caso de América Latina, los vientos de cambio
de la Modernidad se traducen en un huracán apocalíptico
que dejaría sus más profundos estigmas en una sociedad
subdesarrollada y asustada, al ver las grandes fauces del
neoliberalismo hecho realidad.
La expresión rebelde del vulgo moderno se hace ahora
realidad en las calles y simbólicamente a través de las
paredes, el hacer de las nuevas formas políticas. La
expresión pictórica ahora huele a aerosol y hiede a
marginalidad colectiva; todo con la finalidad de combatir
las ideas de la política hecha desde la burocracia y su
sórdida organización. La nueva forma de sentir lo público
es hacer aprehensión total de lo que se establece como
1 MARTÍN BARBERO, Jesús. La ciudad: entre la reivindicación del espacio público y la privatización de la vida, Art. Disponible en: http://www.revistateina.com/teina/web/Teina4/dossierespaciopubli-co.htm
11
La pared y la
muralla son “más”
que el papel del
canalla
12
público: las plazas,
las calles, los
parques, las avenidas,
los cafés, los clubes
y los teatros. Desde
estos nuevos escenarios
públicos se hace política
por medio de edictos que
se plasman y se adhieren
en la forma del grafiti o
el esténcil, expresiones
que encuentran en la
marginalidad y la ilegalidad
la quintaesencia en su
expresión más pura.
Los museos tienen que ser
el escenario actual donde lo
público se refleje como privado
y lo privado como público. Ya
no puede haber distinción entre
la calle y el museo; el acceso al
arte ya no puede ser una forma de
incrementar la lucha de clases a través
del consumo de éste; por el contrario,
debe ser la nueva forma de hacer de lo
marginal y lo público el arte en sí, lo callejero
puede ser expuesto en un museo sin hacer
transgresiones al la moral estética y pragmática.
Ahora las calles son museos y los museos son las
calles donde convergen los saberes populares y el
imaginario de toda una cultura “canalla”.
El arte ahora ha encontrado una nueva forma de
mostrarse sin los cánones estéticos establecidos. Se
podría decir que en el actual siglo la forma de expresión a
través del arte ha tomado nuevas formas de vanguardia.
Las paredes de la ciudad y su periferia han dejado de ser
“tabula rasa” para convertirse en el lienzo de los excluidos
por el mercantilismo, el consumo y la reproducción en
masa de la obra de arte.
Quienes hacen los trazos
en el lienzo, performances
e instalaciones en el
museo, ahora se trasladan
y se apropian del espacio
público que tantas veces ha
sido parcelado.
Las consignas de los nuevos
movimientos sociales, surgidos
en América Latina desde la década
del setenta, encuentran ahora en la
muralla la hoja de cemento dónde
plasmar sus consignas políticas y los
comunicados de las congregaciones.
Ahora, los jóvenes que se anuncian como
el resultado de un abismo generacional del
consumo se establecen gracias a la urbe en
una nueva perspectiva cultural: las nacientes
tribus urbanas, en conexión constante con
los saberes populares e incluso los foráneos
que convergen en la música, en la ideología, en
la misma calle, que los adopta en sus muros como
un collage al estilo barroco. Así es como el nuevo
hacer del arte se convierte en el uso cotidiano de lo
que se ve desde el autobús en la acera, y en la acera
la muralla y de allí, al trazo de lo real.
Parafraseando de nuevo a Barbero, bastante
influenciado por Néstor García Canclini, se
establecen algunos interrogantes, que para el
presente caso resultan ser de pertinencia. El
primero de ellos, dice Barbero2, es ¿qué usos
del espacio predominan? Seguidamente,
¿qué dicen éstos de las relaciones sociales,
del poder, de sus intenciones?, y ¿dónde
reside? Estos interrogantes permiten
esbozar ahora la relación espacial de los
2 Ibid.,13
sujetos y las conexiones que establecen dentro de los espacios. La calles son ahora un espacio donde las relaciones
sociales se logran a partir de la carga ideológica plasmada en las paredes; de un graffiti puede emerger una relación
profunda entre los individuos que se sienten identificados con lo que allí se expresa, lo cual prueba la necesaria
existencia de este tipo de arte, ya que genera y prolonga las relaciones entre los actores sociales, además de visibilizar
la opinión de los ignorados.
El calificativo “Canalla” es propio del arte subversivo, de las expresiones culturales que no se acoplan a una lógica
burguesa, ni defienden un discurso oficial; por el contrario pretenden cambiar las estructuras existentes a través de
constructos sociales e imaginarios urbanos.
La instauración de un nuevo arte, en los museos permite, como decía Marcel Duchamp, hacer visibles a los objetos
cotidianos que son invisibles, no porque no existan en la realidad, sino porque como siempre están allí en lo público
pasan desapercibidos. Es la hora de hacer que esos objetos o esas expresiones no pasen desapercibidas en su forma y
contenido, y por supuesto, que se logre reconocer a estas nuevas expresiones como arte legítimo de la posmodernidad,
con toda la propuesta estética que los artistas postulan.
“El calificativo “Canalla” es
propio del arte subversivo,
de las expresiones
culturales que no se
acoplan a una lógica
burguesa”
14
lguna vez existió un hombre; desde que era muy pequeño sentía que no
pertenecía a la Tierra, sentía que tenía una misión, una razón de ser, una
razón de existir. A medida que crecía se sentía más y más conectado con los
ángeles, siempre ayudaba a la gente y sus actos le generaban placer, pero
no un placer como el que produce un orgasmo o la heroína. Era un placer diferente, era
un calor suave en su estómago y una extraña sensación de felicidad y satisfacción. Nunca
se lo dijo a nadie, tenía temor de que lo trataran de loco, aun así, siempre tenía en su
mente que él pertenecía a otro lugar.
Era un ángel caído, nunca supo por qué estaba en la Tierra. Su memoria había sido
borrada y extrañamente su actuar normal era sorprendente para las personas que
siempre lo rodeaban. Ellos decían que él era muy buena persona, algunos lo acusaban
de huevón, otros de bondadoso, y alguna vez una mujer le dijo que su rostro le inspiraba
paz.
Este ser en apariencia era normal, no más de 1 metro 70 centímetros, cabello negro, piel
blanca y ojos cafés. Podría ser fácilmente la descripción de cualquier hombre promedio, al
menos acá en Colombia. Pero así era él, casual.
Muchas veces entraba en terribles depresiones, porque no sabía cómo actuar; muchas veces
se sentía tan diferente que le daba rabia ser tan bueno con la gente. Desafortunadamente,
muchos se aprovecharon de eso; era un ser incapaz de hacer el mal, pero no era un santo. Mentía
algunas veces, mentiras que no dañaban a nadie, era a veces perezoso, y otras veces apasionado,
le gustaba la música antigua y música celta proveniente de los países nórdicos; detallaba mucho a
las personas, se tomaba el tiempo para observar detenidamente los rasgos de individuos desconocidos.
Siempre se preguntaba si él era el único que sentía eso; sentía también una extraña fuerza interior y una
obligación por no dejarse llevar nunca del mal genio, temía dejar salir un monstruo desde lo más profundo de su
ser.
No le temía a la muerte, y siempre se vio atraído por la magia, lo inexplicable, la vida en otros planetas, las constelaciones,
las estrellas, la luna, su signo zodiacal, el sol, las montañas, el cigarrillo, el calor, el frío y, en especial, amaba abrazar
fuertemente las cobijas antes de levantarse.
A
EL ÁNGEL
15
Por: Edwin Ándres Gutierrez
Era un
ser muy sensible,
tanto así que los perros callejeros le producían dolor de
estómago y tan sólo una imagen de uno de estos pobres
animales le dañaban el rato por un buen tiempo.
Luego de muchos años de dudas e incertidumbres, se
enamoró,
creó una
familia, tuvo dos
hijos, fue abuelo, contó
historias a sus nietos cada ocho
días en una finca cerca a la ciudad; siempre
acompañado de un vaso de whiskey y un cigarrillo en la
otra mano, sus hijos siempre le decían que en vez de loción
siempre olía a hierba fresca de campo.
16
Una noche, luego de haber leído el último capítulo, cuyo
título era La vida en el más allá se acostó junto a su esposa,
quien ya se encontraba dormida. Sostuvo su mano como si
tuvieran 20 años y fuera la primera vez que se acercara a
ella; le dio un beso en la mejilla, y antes de retirar su rostro
al oído le dijo:“Gracias por ayudarme a completar el ciclo
que todo hombre debe cumplir”. Se volteó y, mirando la
luna llena que se asomaba a lo lejos por la ventana, cerró
los ojos tranquilamente. Fue la última vez que los cerró,
porque después de un dolor agudo que se anclaba en su
corazón le robaba el último suspiro.
Sintió que flotaba y que extrañamente volvía a casa, un
olor a caramelo envolvía la atmósfera, sentía un viento
cálido en su rostro, se sentía fuerte y rejuvenecido. Había
recuperado sus alas y escuchó una voz que le decía: “Si
abres los ojos jamás los volverás a cerrar”. “¿Por qué?”,
se pregunto él, y la voz le respondió: “Porque los ángeles
deben tener los ojos bien abiertos. En cada parpadeo, el
hombre durante pierde, en apariencia, insignificantes
momentos de belleza. Los ángeles pueden admirar por
la eternidad lo que deseen”. En ese momento el hombre
abrió los ojos.
Vio una ciudad con rascacielos y pintada de color blanco,
que brillaba de lo impecable que era. El olor a caramelo y
el viento cálido siempre golpeaba en la misma dirección
el rostro del hombre, ahora ángel. Mientras que él iba
avanzando una montaña se alcanzaba a ver a lo lejos, era
verde, era enorme y el olor a menta que bajaba desde la
cima se mezclaba con el olor caramelo penetrante que
había en cada rincón de la glamurosa ciudad.
Las calles y aceras estaban llenas de una multitud de
ángeles, todos con trajes blancos al extremo. Parecían
haber sido parte de un carnaval de negros y
blancos, como si la harina hubiera
reinado en este lugar; era como si todos
anduvieran descalzos, pero antes de salir
de casa se aplicaran talco en los pies. Todo era
blanco, todo excepto los hidrantes que eran dorados y la
montaña verde que se veía al fondo.
Todos los otros ángeles que iban por la calles viendo vitrinas
llevaban bolsas, parecían estar de compras; algunos otros
sólo reían. De repente, el ángel que había dejado de ser
mortal se alarmó por unos gritos que venían de otra callé,
así que corrió para ver de qué se trataba.
El escándalo se había dado por un diablito que se había
escapado del infierno, dos ángeles, aparentemente policías,
grandes y fuertes lo llevaban con esposas doradas hacia
una carroza blanca halada por un par de unicornios.
El ángel estaba anonadado con todo lo que veía, pues todo
era hermoso, inclusive, las angelitas, mujeres hermosas con
piel delicada y ojos un poco rasgados de color negro. Entro
a un sitio que decía bar; dentro, en vez de cerveza, había
leche, ya no le estaba gustando mucho el cielo a nuestro
ángel, y pensó: “Bueno, no todo puede ser tan perfecto”.
Sí que no lo era, pues al
intentarse acercar
a una angelita
que se
encontraba
en ese lugar,
la mujer le sonreía,
le hablaba, rieron por mucho
tiempo recordando sus vidas en la tierra, pero
paso algo que le hizo detenerse y huir del bar. Cuando
estaban hablando de las reglas del cielo, la angelita le dijo
que estaba prohibido tocar a los otros ángeles y, aunque
se proclamaba el amor en la tierra, en el cielo, acá en el
paraíso nunca se podrá enamorar de nadie. El ángel con los
ojos más abiertos que nunca salió despavorido intentando
explicarse cómo algo tan enternecedor y delicioso como el
amor no se podía dar en el paraíso. Evidentemente, era una
17
emoción mortal y no había cabida para esos sentimientos
en el cielo, pues el amor que sintieran los ángeles sólo podía
ser dirigido a Dios.
El ángel, que no había olvidado, a pesar de su muerte, el
sentimiento que da calor a sus entrañas y pone sudorosas
las manos se fue volando a toda velocidad hacia lo alto de
la montaña, necesitaba un respiro, necesitaba saber que
esa pasión que sentía por alguna otra persona tendría que
negada y reducida a un prohibido y rotundo no.
Estando en lo alto de la montaña se dio cuanta de que justo
en la punta había un barranco y abajo muy lejos, o mejor,
a muchos kilómetros de distancia
u n leve olor a azufre se
paseaba por su
nariz, llamas,
g e m i d o s
y gritos
p ro v e n í a n
de lo lejos
y un llanto
desgarrador le
erizó la piel.
El ángel tenía que buscar la forma de regresar a la
mortalidad, pero sabía que tal vez podía reencarnar en
algún animal en la tierra, lo cual no era muy conveniente,
ya que la reencarnación era al azar.
La angustia era tanta que el corazón se le encogía de dolor
y perdiendo el equilibrio por el latigazo en su pecho cayó
de espaldas al vacío. A medida que iba cayendo, sus alas
se iban quemando, pero el dolor en su pecho, a su vez, iba
desapareciendo también. De repente, sintió que una llama
abrasadora lo envolvió haciéndole perder la conciencia
y quemando sus ojos que tenía bien abiertos. En ese
momento la oscuridad lo invadió por segunda vez.
El que alguna vez fue ángel nunca más volvió a ver y esta
vez tampoco se podía mover, sin embargo, sentía una brisa
con olor a campo que atravesaba por medio de sus brazos,
no tenía sólo dos, tenía cientos de ellos, los mortales le
llaman ramas.
Luego de su suicidio había reencarnado en un árbol y en
el tronco, donde él aseguraba que quedaba su corazón,
había quedado una marca, eran unas alas, la marca divina,
esa marca que todos deseamos tener alguna vez y era ese
deseo por llegar a la plenitud sin perder la sensación de
poder amar. Y en las noches, cuando el viento soplaba con
todas sus fuerzas, las hojas caían y flotaban escribiendo en
el cielo los pensamientos del árbol.
En algunos casos pensaba el hombre que fue ángel y ahora
árbol... Es mejor olvidar para poder volver a vivir.
18
Esperan:Por: Ekaterina Gomez
Entre el haz de luz
Que cuelga por la ventana,
Allí cuando todo adormece;
Ellos esperan.
Aun cuando el cierzo glacial
No ha dejado caer una gota
Ellos esperan.
Afuera el viento crispa las hojas,
Barriendo insectos, pavimentando la tierra.
Allí cuando todo es tranquilo
Ellos esperan.
Lo sienten, pero no se atreven.
Vuelcan imágenes entre vallas a tientas,
Sintiendo el calor de los cobertores no abandonados.
Un lejano perfil de mujer
Aparece entre la palidez clorótica de la niebla.
Allí agazapado yace su instinto de bestia,
Romper con sus deseos
La inmensidad inaccesible
Porque es terrible sentirla y no estar con ella.
Atraparla entre sus brazos fornidos
Y amarla con tanto ahínco,
Verter su cuerpo en el de ella
Y escudriñar cada centímetro.
Tan blanca, tan suave
Ella espera, dominando pequeños gemidos
Y entrecortados lamentos.
Gimoteando entre las sabanas
Ella piensa.
Piensa en salir de puntillas hasta llegar a la puerta
Donde el desvestirá su traje de doncella.
Jugueteando con las sombras
Ellos todavía esperan.
Cada minuto que pasa es una vida que corre
Y se les va por la ventana
Entre el haz de luz que cuelga.
El deseo los estrangula con manos incandescentes
Y saltan como dos cocuyos a flotar por la planicie
Sin querer dar media vuelta.
Pero ellos esperan
Ella no salió a visitarlo
Y él no se volvió para verla.
19
Despedida:Por: Ekaterina Gomez
La alborada saturada de heladas cuchillas
Es ablandada por los últimos abrazos calientes.
Las lágrimas corren como el reloj sobresaltado
Por los gritos y chirridos del vagón.
El humo nubla la vista al largo camino de separación.
La mente agoniza al reconocer que ya es hora.
Ya marcho sobre aquel tonel de hierro andante,
Ellos nos siguen con la última mueca indefinida.
El amargor que se escurre sobre el anhelo,
El peso de un regreso incógnito. Ya nada oigo, ya está lejos,
Ahora diminutos, ya no les veo.
20
Deseos Furtivos:
Por: Ekaterina Gomez
No me beses la mejilla.
Vete, pero vete deprisa,
Creyéndote despreciado
De esta mujer que no te merece.
Que yo me quedare la esencia
De tus labios, en un llanto cálido
Que destiñe mi risa.
¿y tú?
Te nacerán por cada paso
Los deseos de aquel beso perdido.
21
En un claro oscuro está el espectáculo.
Las sombras brillantes vienen y van. Algunas se quedan
desde el atardecer. Otras se van al amanecer.
Pero los matices carmines destellan sobre el herido
suelo.
Rojo es el guía de quienes suspiran por no ser siluetas
niqueladas.
En la penumbra nunca. Hay un encuentro fortuito.
En la ceguera es siempre posible encontrar una rosa sin
otro compromiso que ser hermosa.
Entre las luces danzantes no hay más compañía que el
calor de un corazón.
22
El oscuro claro
Por: Andres Cardona
La tarea del amante
Por: Andres Cardona
No todas las mujeres merecen ser llamadas mujeres,
No todos loas abrazos merecen ser llamados abrazos.
No todos los besos merecen caricias. La tarea del amante consiste
en lograr que cada acto tenga un nombre.
23
Artista
Por: Andres Cardona
Un par de hocicos, algunos favores se ven mejor en
amarillo, tres caricias...
La saliva, el color rojo se mezcla con el blanco para esperar
la ternura, el lienzo se estremece, no sabe por qué, si fuera simple aun
así no lo entendería.
Las brochas y las gamas se convierten, no en suplemento del alma, sino en
complemento del cuerpo, dos corazones laten dentro del artista, se mueve
frenéticamente gracias al compás del vivir; la melodía del alma es acompañada
por el baile de la lucidez, el artista vive para el momento. Extasiado,
suministra pinceladas para dilatar el instante, todo acabara algún día,
él lo sabe, desde la luz de su vela hasta la milagrosa tintura, mas
no piensa en ello, eso sería condenar el momento al dolor, el
miedo reside en la fugacidad, ceñiría el tiempo al malestar.
Sabe que no es una tragedia, sólo otro instante de una
brocha.
La tinta es más substancial que las memorias.
La vida se vive en nombre de la belleza.
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