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Repensando el género
María Eugenia Cárdenas
Universidad Anáhuac México, CAEM CS
Resumen
A través de un recorrido histórico de las diferentes definiciones que se han dado
del término género me propongo respensar el concepto en su relación con el dato
empírico. Entre las distintas teorías de la relación sexo/género se propone un
concepto más allá de la limitante naturalista o puramente cultural que las posturas
extremistas tienden a promover. Una teoría que reconozca la interdependencia y
la corresponsabilidad, la integración no el descarte de la dimensión corporea
sexuada ni de la dimensión cultural. En lugar de la disociación, se apuesta por la
unidad en la persona. El dialogo entre las diversas posturas puede aportar una
visión que reconozca los aportes y la necesaria integración de la cultura y de la
sexualidad para promover un avance en la situación de la mujer.
Orígenes y auge del término
Cuando en la Cuarta Conferencia Internacional de la Mujer organizada en 1995
por la Organización de las Naciones Unidas surgió la Declaración y la Plataforma
de Acción de Beijing1, el término “género” causó controversia. La reacción fue
múltiple, confusa, e incluso adversa por el significado que se le podía dar al
concepto. La palabra género se repetía en el documento 233 veces. Se sugirió
que quedara encorchetada debido a las múltiples interpretaciones. Algunos
delegados la entendían como un sinónimo de sexo2, otros como reemplazo de la
1 Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. www.unwomen.org/es/digital-
library/publications/2015/01/beijing-declaration consultado el 4 de febrero de 2017. 2 Mercedes Wilson, delegada de Guatemala preguntó a la mesa directiva si el género debía entenderse como mujer y hombre, los dos sexos del ser humano. En este mismo sentido, coincidían Honduras, Malta, Benin y la Santa sede.
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palabra mujer, otros como la construcción cultural3 que se elabora sobre el dato
biológico. El documento original se redactó en inglés y la traducción al español
presentó muchas objeciones4. Ante las inquietudes de algunos delegados la
directiva de la Conferencia declaró que “el género se había utilizado e
interpretado comunmente en su acepción ordinaria y generalmente aceptada en
mucho foros y conferencias de las Naciones Unidas”. Sin embargo en las
reunionies preparatorias habían circulado la siguiente definición: “Se refiere a las
relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que
se asignan a uno u otro sexo”5. Lo que es un hecho es que, a pesar de la falta de
consenso sobre su significado, se estableció como estrategia principal para
avanzar en la igualdad y el desarrollo de la mujer. La Organización de las
Naciones Unidas se comprometió a incorporar la perspectiva de género en todas
las políticas y programas del sistema, así como ayudar a los países en este mismo
sentido6. Cada año, la ONU dedica dos semanas al año, en la reunión llamada
Comisión Jurídica y Social de la Mujer,7 para revisar con los Estados Miembros y
cientos de organizaciones de la sociedad civil los avances, dificultades y desafíos
para el cumplimiento de lo que se acordó en septiembre de 1995 en Beijing. Como
puede observarse, la discusión meramente teórica dio paso a las políticas públicas
de diversos estados firmantes integrantes de la ONU. La conjunción entre teoría y
praxis guían el contenido de este texto.
3 Bella Azbug integrante de la delegación de Estados Unidos afirmó en la conferencia “No se nos forzará a retroceder al concepto ‘biología es destino’, que busca definir, confinar y reducir a la mujer a sus características sexuales físicas… el sentido del término género es construcción sociales sujetas a cambio. 4 “En español según los diccionarios género se entendía como grupo de seres que tienen características en común, en sentido gramatical, es la forma que reciben las palabras para indicar el sexo de los seres animados.” Conde, Mujer Nueva, 2000, p.63 5 Selma Ashipala de Namibia, Relatora de la Conferencia leyó esta definición, como Nota de la Secretaría por la que se transmite el informe del grupo de contacto oficioso sobre cuestiones relativas al género (A/conf.177/L.2) y está registrada en el Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer Beijing 1995, pág. 162 y 238 6 cfr. 1996 en virtud de la resolución 1996/6 del Consejo Eonómico y Social También resulta claro en Gender Concepts in Development Plannig: Basic Approach, INSTRAW, 1995, p. 11 7 La CSW (por sus siglas en inglés) es una comisión orgánica del Consejo Económico y Social de la ONU, creado el 21 de junio de 1946 con la resolución 11 del Consejo. En próximo marzo se llevará a cabo la sesión número 61 en Nueva York.
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Las raíces del término género no son tan claras. Los artículos apuntan a usos
médicos y psicológicos a mediados del siglo XX, personas que acudieron a pedir
ayuda porque no se identificaban con el sexo con el que habían nacido. El término
género fue ganando terreno en las ciencias sociales, especialmente en la
sociología y los estudios feministas en la década de los 80, y a partir de la
Conferencia de la ONU en 1995 entró de lleno en el campo de la política, en lo
que se convirtió en una herramienta de lucha.
Buscando las primeras apariciones del término “género” en sentido no gramatical8
sino psicosocial, se encuentran entre los nombres más citados John Money,
Robert Stoller, Ann Oakley, Joan Scott y Christina Hoff Sommers.
John Money fue un psicólogo de Nueva Zelanda que llegó a los Estados Unidos
después de la Segunda Guerra Mundial. En su libro Hermaphroditism, gender and
precocity in hyperadrenocorticism: Psychologic findings9, de 1955, se refiere a los
comportamientos asociados a la identidad masculina y femenina de las personas,
donde intervienen factores sociobiológicos que distingue del sexo. Desarrolla el
concepto de rol de género y enfrenta naturaleza y cultura, lo dado y lo adquirido, lo
fisiológico contra lo psicológico. Fue precusor de los tratamientos hormonales y
quirúrgicos en transexuales, incluso en niños. El doctor Milton Oiamond10,
documenta el famoso caso de los gemelos recién nacidos Bruce y Brian Reimer
en los que experimentó el Doctor Money sus teorías de reasignación de sexo. El
gemelo educado como mujer (a Brian le cambiaron el nombre a Brenda) nunca se
adaptó a su educación femenina, a los catorce años sus padres le contaron la
verdad, decidió vivir como varón, llamarse David, recibió ayuda psicológica,
padeció una cirugía reconstructiva pero terminó suicidándose, desafiando, con la
práctica la teoría sostenida por Money. John Money creía que los bebés nacían
8 En sentido gramatical se entiende como grupo de seres que comparten características en común, o en relación a los sustantivos o pronombres pueden ser desde el punto de vista lingüístico: masculino, femenino o neutro. 9 John Money et al. Hermaphroditism, gender and precocity in hyperadrenocorticism: Psychologic findings.
Bull Johns Hopkins Hosp. (1955): 253-26
10Milton Oiamond and H.K. Sigmundson, Sex Reassigment at Birth: A Long Term Review and Clinical implications, Archives of Pediatrics n. 151, marzo 1997, pp. 298-304.
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psicosexualmente neutros y que la cultura les asignaba los comportamientos
esperados. El Dr, Oaimond no aceptó el planteamiento de que la socialización
prevalece sobre la identidad biológica.
Robert Stoller, psicólogo, introduce en 1963, en el XXIII Congreso Psicoanalítico
Internacional de Estocolmo, la diferencia entre sexo y género11, hablando sobre
las personas que aún con cuerpo de hombre se sentían mujeres, o con cuerpo de
mujer se sentían hombre. Para Stoller no había dependencia necesaria, ni
unívoca, entre identidad de género e identidad sexual, el género era una
construcción cultural, no biológica.
Las feministas encontraron en el término una herramienta útil para visibilizar la
discriminación de la mujer y poder combatirla. Ann Oakley, socióloga feminista,
escribió en 1972, Sexo, género y sociedad12 en el cuál explica:
“Sexo es un término de la biología, gender se emplea en psicología y con
relación a procesos culturales. Se podría pensar que estas palabras son
simplemente dos maneras de considerar la misma diferencia; y que si, por
ejemplo, una persona es de sexo femenino, pertenece automáticamente al
género correspondiente… De hecho, no es así. Ser hombre o mujer, niño o
niña, es tanto la manera de vestirse, gestos, actividad, red social y
personalidad como los órganos genitales que uno tiene”.
El término ganaba aceptación pero aún había mucha controversia incluso entre las
académicas feministas. Entre diversas teorías y debates, en 1986 Joan W. Scott
publicó en Estados Unidos Gender: A Useful Category of Historical Analysis13,
trabajo que marcó una pauta importante constituyendo una referencia recurrente y
que influyó en los estudios posteriores sobre el movimiento de mujeres, el
feminismo y el género. Para la académica, el género es más un proceso que un
vocablo estático. Son relaciones sociales basadas en las diferencias que
11 Robert Stoller, Sex and Gender On the Development of Masculinity and Feminity New York: Hogarth Press and Institute of Psychoanalysis London, 1968, p.10. 12 Ann Oakley, Sex, gender and society. New York, Harper and Row, 1972, p.158 13 Existe una traducción al español El Género: una categoría útil para el análisis histórico, en Lamas Marta, Compiladora,. El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. PUEG México 1996 265-302
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distinguen los sexos por medio del cual se articula el poder. Se integra por cuatro
elementos interrelacionados: los símbolos culturales, los conceptos normativos
que aseguran la interpretación aceptada sobre esos símbolos, las relaciones
sociales (familia, economía y política) y la identidad subjetiva. Agradece las
aportaciones del feminismo pero critica lo que ve como problemas a las teorías del
patriarcado, las socialistas feministas y al psicoanálisis.
Scott unió a muchas feministas pero no a todas. También tuvo detractores que se
opusieron a su teoría. Por ejemplo, el término "feministas del género" se le
atribuye a Christina Hoff Sommers en su libro Who Stole Feminism?14 distingue el
feminismo de ideología radical surgido hacia fines de los ´60, del anterior
movimiento feminista de equidad. Este libro critica con fuerza el feminismo de
género basado, según la autora, en una interpretación socio histórica
fundamentada en un heteropatriarcado. Entendido así, la mujer sufre una
constante condición de inferioridad a la que la historia y la cultura la han sometido,
por lo que se busca la deconstrucción de la cultura actual y de toda aquella
institución que refuerce los estereotipos. Afirma Sommers:
“El feminismo de equidad es sencillamente la creencia en la igualdad legal y
moral de los sexos. Una feminista de equidad quiere para la mujer lo que
quiere para todos: tratamiento justo, ausencia de discriminación. Por el
contrario, el feminismo del ´género´ es una ideología que pretende
abarcarlo todo, según la cual la mujer norteamericana está presa en un
sistema patriarcal opresivo. La feminista de equidad opina que las cosas
han mejorado mucho para la mujer; la feminista del ´género´ a menudo
piensa que han empeorado. Ven señales de patriarcado por dondequiera y
piensan que la situación se pondrá peor. Pero esto carece de base en la
realidad norteamericana. Las cosas nunca han estado mejores para la
14 Christina Hoff Sommers, Who Stole Feminism, (New York: Simon&Schuster, 1994)
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mujer que hoy conforma 55% del estudiantado universitario, mientras que la
brecha salarial continúa cerrándose”.15
Los orígenes filosóficos de la perspectiva de género conducen a Marx, Engels,
Marcuse, Reich, Simone de Beauvoir, Nietzche, Foucault, Derrida, Deleuze, Lacan
y Butler entre otros. La mezcla del marxismo con el feminismo encontró un
enemigo a vencer: la hegemonía patriarcal. La lucha de clases se convirtió en
lucha de sexos. “El primer antagonismo de clase de la historia coincide con el
desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en el ámbito del matrimonio
monogámico y la primera opresión de clase con la del sexo femenino por parte del
masculino.”16 Shulamit reinterpreta la lucha de clases en calve de género y afirma:
“Asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase
subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de
la reproducción; que se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios
cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana,
incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones
sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la
revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase
económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta
definitiva de la revolución feminista debe ser, a diferencia del primer
movimiento feminista, no simplemente acabar con el privilegio masculino,
sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los
seres humanos ya no importarían culturalmente”17
Para los ochenta y con mayor fuerza en los noventa, desde la perspectiva de
muchas feministas, “género” es una construcción cultural, “se refiere a los roles y
relaciones entre la mujer y el hombre determinados no biológicamente sino por el
15 Entrevista a Christina Hoff Sommers, en Faith and Freedom (1994) p.2. 16 Friederich Engels. El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado. (New York: International Publishers, 1972). El original apareció en 1884, p..65. 17 Shulamit, Firestone. The Dialectics of Sex. New York: Bantam Books, 1970, p.12.
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contexto social, político y económico”18 Es un principio de organización que afecta
a las mujeres. Esto fue inventado para marginar a las mujeres a características
biológicas, las cuales no deben determinar a la mujer (v.gr. su aparato
reproductivo no la determina a ser madre). Según Naila Kabeer19:
“Género es el proceso por el cual los individuos que han nacido en
categorías biológicas de macho o hembra, adoptan las categorías sociales
de varón y mujer mediante la adquisición de atributos definidos de
masculinidad y feminidad, o sea, papeles definidos socialmente”20
Sin embargo, no todas las feministas coincidían con esta visión, según Judith
Butler, el género visto así plantea problemas y tendría que ir más allá;
considerando que no sólo el género es cultural, también el sexo, por lo que
propone deconstruir el pensamiento binario y definido de género que limita por una
teoría más fluida.
“El género es una construcción cultural; por consiguiente no es
resultado causal del sexo ni tan aparentemente fijo como el sexo[…] Al
teorizar que el género es una construcción radicalmente independiente del
sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras; en
consecuencia hombre y masculino podrían significar tanto un cuerpo
femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo
masculino como uno femenino”21
El auge del término género, aún en medio del debate por su significado, en el
ámbito político y legal produjo todo un cambio cultural en los distintos países. En
estos años ha cambiado el lenguaje, los discursos políticos, los libros de texto, las
18 ONU Gender Concepts in Development Planning, 1995). 19 Naila Kabeer es economista, profesora de género y desarrollo en el Gender Institute en London School of Economics and Political Science. 20 Conde, Mujer Nueva, Trillas, México, 2000, p.64. 21 Judith Butler, Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity. New York-London: Routledge 1990 p.6
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leyes y la visión en relación a todo tema al que busca dárlsele una perspectiva de
género.22
Aún con la pluralidad de diagnósticos y percepciones, las propuestas específicas
de las feministas de género coincidían y buscaron la implementación de las
siguientes medidas:
1. Eliminar toda forma de violencia contra la mujer (sexual, física,
psicológica, económica). V.gr. A nivel internacional se firmó en 1994 la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer, “Convención de Belem Do Para”23. A nivel
nacional, en 2012 se expide la Ley General para la Prevención Social de la
Violencia.24
2. Reconocer los derechos sexuales y reproductivos25 legalmente y
hacer que se respeten.
22 Óscar Alzamora. Ideología de género sus peligros y alcance. (Madrid: Palabra, 2004) p. 595 Alzamora señala cómo las feministas de género en foros internacionales defienden y difunden las siguientes definiciones: Hegemonía o hegemónico: ideas o conceptos aceptados universalmente como naturales, pero que en realidad son construcciones sociales. Desconstrucción: la tarea de denunciar las ideas y el lenguaje hegemónico (es decir aceptados universalmente como naturales), con el fin de persuadir a la gente para creer que sus percepciones de la realidad son construcciones sociales. Patriarcado, Patriarcal: institucionalización del control masculino sobre la mujer, los hijos y la sociedad, que perpetúa la posición subordinada de la mujer. Perversidad polimorfa, sexualmente polimorfo: los hombres y las mujeres no sienten atracción por personas del sexo opuesto por naturaleza, sino más bien por un condicionamiento de la sociedad. Así, el deseo sexual puede dirigirse a cualquiera. Heterosexualidad obligatoria: se fuerza a las personas a pensar que el mundo está dividido en dos sexos que se atraen sexualmente uno al otro. Preferencia u orientación sexual: existen diversas formas de sexualidad -incluyendo homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y trasvestis- como equivalentes a la heterosexualidad. Homofobia: temor a relaciones con personas del mismo sexo; personas prejuiciadas en contra de los homosexuales. 23 El 9 de Junio de 1994 la Asamblea General de la OEA aprobó la Convención de Belem do Para, hasta ahora 32 Estados miembros de la OEA han adoptado y ratificado esta convención. México entre ellos. http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/D9.pdf Consultado el 15 de Enero de 2017. 24 Cfr. Cámara de diputados, Ley General para la Prevención Social de la Violencia, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de enero de 2012, aplicación a nivel nacional. http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGPSVD.pdf Consultado el 15 de enero de 2017. 25 “La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y
9
3. Reconocer el derecho al aborto, garantizar el mismo y la maternidad sin
riesgo. Un ejemplo: en la Ciudad de México las mujeres pueden abortar
sin causal alguna durante los primeros tres meses.26
4. Promover la anticoncepción universal y confidencial. Un caso: en la
CEPAL en la XIII Conferencia Regional de la Mujer en Montevideo, este
rubro fue señalado como uno de los puntos estratégicos principales para
conseguir la autonomía física de las mujeres. México, a través de
Marcela Eternod presentó los esfuerzos nacionales para abastecer a
toda la población de anticonceptivos, doce tipos, incluyendo los métodos
reversibles de acción prolongada.27
5. Introducir cuotas de género28 en todas las áreas de la vida social. Un
esfuerzo constante del movimiento de mujeres desde principios del
S.XX ha sido el aumento de la representación de las mujeres en el
ámbito público. El primer paso fue lograr el sufragio, ahora el tema ha
sido aumentar la participación de mujeres en los cargos de elección
popular y en los distintos niveles de la administración pública.. Ante las
resistencias tradicionales, se han establecido legalmente cuotas para
asegurar al menos un porcentaje de participación. Es un hecho que la
procesos. La salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. El hombre y la mujer tienen derecho a obtener información y acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables de su elección para la regulación de la fecundidad, así como el derecho a recibir servicios adecuados de atención a la salud que permitan los embarazos y los partos sin riesgos” (Programa de Acción de la ICPD, International Conference on Population and Development, El Cairo, 1994). 26 El 26 de abril de 2007 fue publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el decreto de reformas a los artículos 144 a 147 del Código Penal del Distrito Federal, y de reforma y adiciones de la Ley de Salud artículos 16 Bis 6, tercer párrafo, y 16 Bis 8, último párrafo, para el Distrito Federal para despenalizar el aborto las primeras doce semanas. Se promovió una acción de inconstitucionalidad, número 146/2007 por parte de la CNDH y la Procuraduría General de la República. La Corte reconoció la constitucionalidad de la reforma pero resolvió dejar a las legislaturas locales la decisión sobre la despenalización del aborto. Por lo que algunas entidades federativas modificaron su Constitución para proteger al individuo no nacido desde la concepción. 27 Cfr. Cepal XIII Conferencia Regional de las Mujeres de América Latina y el Caribe. Panel 3 Autonomía física, derechos sexuales y reproductivos. Marcela Eternod, Secretaría Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres. Montevideo, Uruguay. Octubre 2016. 28 Significa un porcentaje forzoso de mujeres y de personas con distinta orientación sexual.
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mayoría de los países ya tienen cuotas de género para candidaturas a
diputados o senadores. En México al menos el 40% de los candidatos
propietarios debe corresponder a un género.29 Lo cual es curioso porque
en realidad se refieren a su sexualidad y no al género.
6. Aceptar otros tipos de familia, matrimonios de homosexuales,
legalización de adopciones para este tipo de uniones. En este renglón,
hoy más de veinticinco países reconocen legalmente el matrimonio entre
personas del mismo sexo. En la Ciudad de México es un hecho
reconocido incluso por la Suprema Corte de Justicia, mediante
jurisprudencia constitucional, Número de registro: 2009406.
7. Difundir la idea de que la mujer siempre y en todo lugar ha vivido
oprimida por el varón y motivarla a liberarse30.
8. Exigir que el varón realice la mitad del trabajo en el hogar. O al menos
que el trabajo en el hogar se reconozca como un modo de producción
público y no como un aporte privado a la familia. Los avances se han
dado más en el campo de la visibilización a través de indicadores de uso
de tiempo. El objetivo ahora, es el cambio de políticas públicas que
aporten en este sentido.31
El dato empírico cuenta con numerosas teorías interpretativas
29 Cfr. COFIPE 2008, Artículo 219: “De la totalidad de solicitudes de registro, tanto de las candidaturas a diputados como de senadores que presenten los partidos políticos o las coaliciones ante el Instituto Federal Electoral, deberán integrarse con al menos el cuarenta por ciento de candidatos propietarios de un mismo género, procurando llegar a la paridad.” 30 ¿De verdad siempre la mujer ha vivido oprimida? No basta una versión de los hechos. Para analizar el tema es necesario recurrir no sólo a los grandes momentos históricos, sino adentrarse también en la petite histoire, o también llamada intrahistoria, la vida de tantos hombres y mujeres no famosos. 31 Cfr. La sentencia de la Suprema Corte resolvió que en cualquier divorcio, el cónyuge que se haya dedicado al trabajo del hogar y al cuidado de los hijos, deberá ser compensado hasta con la mitad de los bienes que el matrimonio haya adquirido. Tesis jurisprudencial 1a./J. 54/2012 (10a.) En 2008 entró en vigor una reforma al Código Civil del Distrito Federal, que establece el reparto de bienes cuando uno de los cónyuges sólo se haya dedicado al trabajo doméstico, fracción VI del artículo 267.
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La perspectiva de género tiene representantes muy activos y también detractores
decididos. Rodrigo Guerra expone en Persona sexo y género32 la importancia de
reconocer el género como hecho empírico y la capacidad heurística que posee al
usarlo como categoría de análisis. El género en los hechos existe como realidad
configuradora del mundo. Explica la dificultad que algunas teorías de género
(interpretaciones del hecho empírico) poseen para articularlo con la identidad
sexual y los efectos nocivos del uso ideológico del género. Así mismo, intenta
mostrar la capacidad que posee una comprensión personalista sobre la sexualidad
y el cuerpo para interpretar la propia identidad sexual y la identidad de género. En
palabras de Rodrigo Guerra:
“Dicho de otro modo, el género en el escenario político deviene en «uso
ideológico del género» al grado que detractores y defensores suelen hablar
de él como si fuese una realidad monolítica, única, homogénea y
perfectamente identificable… En el terreno de los detractores no es extraño
encontrar proposiciones universales del tipo: ‘la ideología de género es...x’,
‘la teoría de género es...y’, ‘los generistas son...z’, como si se tratase de un
grupo compacto con una doctrina precisa en la que no existen diferentes
escuelas y enfoques. En otras palabras, quienes rechazan y critican la
categoría ‘género’, la ideologizan al simplificarla e interpretarla
políticamente. Desde este punto de vista, el concepto ‘ideología de género’
es un constructo ideológico que busca crear un enemigo a vencer para
eficientar una determinada lucha político-cultural. Dentro de este mundo se
tiende a negar la importancia del ‘género’ al momento de interpretar a la
persona humana como ser sexuado y sus diversas modalidades de
expresión. Podríamos decir que esta postura padece una suerte de gender
blindness en el sentido de que niega la relevancia de la dimensión cultural
de la sexualidad y la dimensión heurística que la categoría ‘género’
posee”33.
32 Rodrigo Guerra, Persona, sexo y género. Los significados de la categoría género y el Sistema sexo/género según Karol Wojtyla. México Cisav: 2015 33 Ibidem p.147.
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Las exigencias de género han sido ocasión de una batalla campal en las últimas
décadas. Por un lado, a todo crítico de las pretensiones o postulados del género
se le llama fundamentalista, dogmático e ignorante. Se señala a la Iglesia Católica
y al Islam como corrientes que quieren mantener a la mujer en el status quo.34
Todo juicio negativo se etiqueta cómo conservador. En el otro extremo, hay
numerosas denuncias que señalan toda mención al género como peligrosa,
antinatural y un “caballo de troya semántico”35 que busca deconstruir la
sociedad36.
En medio de posiciones extremas y descalificaciones se encuentran algunos
académicos que logran presentar una visión matizada del asunto. Por ejemplo,
Jutta Burggraf defiende la perspectiva de género que reconoce y defiende la
diferencia entre hombres y mujeres y promueve la complementariedad y la
corresponsabilidad en el trabajo y en la familia, y al mismo tiempo advierte que no
debe confundirse con el planteamiento radical, la ideología de género que ignora y
aplasta la diversidad natural de los sexos37 .
También destaca Karen Offen, en su estudio Definir el feminismo: un análisis
histórico comparativo38, en donde expone que aunque se han desarrollado
muchos feminismos (liberal, socialista, de equidad, radical, de la diferencia,
posmoderno, postcolonial) todos se pueden agrupar en dos categorías, un camino
relacional y otro individualista. En el fondo el relacional se basa en las diferencias
de género existentes, entiende el pasado y busca liberar el presente sin pretender
prescindir de los roles de esposa y madre, es en suma, solidaria con los hombres.
Por otro lado, el camino individualista busca la autonomía, la libertad y su
34 Ludolfo Paramio. Veinte años después de Beijing: avances y contratiempos. Tiempos de paz, (2015): 12 35 Cristina Palomar, Veinte años de pensar el género. Debate feminista 2016,45 36 “La mal llamada ‘teoría’ –‘enfoque’, ‘mirada’, etc.– de ‘género’ es, en realidad una ideología. Probablemente la ideología más radical de la historia, puesto que –de imponerse–, destruiría al ser humano en su núcleo más íntimo y, simultáneamente acabaría con la sociedad” (Scala 2010, 9). 37 Cfr. Jutta Burgraff, Género (gender). Lexicón Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas. Madrid: Palabra, 2004, pp. 524-525. 38 Karen Offen, Definir el feminismo: un análisis histórico comparativo. Fundación Instituto de Historia Social. No.9, 1991, pp.103-135.
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solidaridad sería con las mujeres, no con los hombres, de los cuales busca
librarse; busca la competencia sobre la colaboración, la producción sobre la
reproducción, desprecia la maternidad y todo aquello que se considerara roles
femeninos.
Cada enfoque feminista mantiene una visión diferente sobre la persona humana,
el género, el sexo y las relaciones sociales. El pluralismo se explica por las
distintas antropologías de referencia sobre las que se fundamentan. Hay posturas
disociativas que rompen a la persona en cultura y natura, otras buscan afirmar la
unidad de la persona. Estas visiones se traducen en estrategias concretas que
impactan la vida diaria. Por esto, unas feministas combaten como prioridad al
patriarcado, otras el capitalismo, otras la reforma legal y educativa, etc.
Cabe destacar la visión de María Elósegui39 y Ángela Aparisi40. De acuerdo a la
relación sexo género identifican tres enfoques, el de identidad, el de
independencia y el de interdependencia.
No da igual qué enfoque se utilice. El primer modelo de relación sexo/género,
llamado de identidad que promueve la superioridad social o natural de los
hombres y soporta la discriminación de la mujer, está superado al menos en el
nivel jurídico, legal. Lamentablemente en la cultura todavía está arraigado en las
creencias de hombres y mujeres de algunas regiones, pero poco a poco esto ha
ido cambiando. Una cosa es la realidad jurídica y otra la histórica social. Un
39 María Elósegui, . «Educar en la corresponsabilidad entre hombres y mujeres. La igualdad necesaria.» Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado 20. Universidad de Zaragoza, (2009): 1-28. Y Diez Temas de Género: hombre y mujer ante los derechos productivos y reproductivos. Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid (2002). 40 Aparisi-Miralles, Ángela. Modelos de relación sexo-género: de la “ideología de género” al Modelo de la complementariedad varón-mujer. Madrid: Díkaion 21, nº 2357-384 (2012).
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ejemplo es el testimonio de Malala41, que se resistió a la visión de los líderes en
Pakistán que prohíben la educación a las mujeres.
41 Yousafzai, Malala, Christina Lamb, and Julia Fernandez. Yo soy Malala: la joven que defendio el derecho a la educacion y fue tiroteada por los talibanes. Madrid: Alianza, 2015.
RELACIÓN SEXO -
GÉNERO
IDENTIDAD INDEPENDENCIA INTERDEPENDENCIA Y
CORRESPONSABILIDAD
Tesis Sexo = género Sexo ≠ género Sexo ≈ género
Relación hombre -
mujer
H / M
Diferencia sin
igualdad
M =a H; M ≠a H
Igualdad sin diferencia
M = y ≠ H
Igualdad en la diferencia
Roles
Intransferibles
por biología
Intercambiables por
cultura
Muchos roles son
intercambiables, no todos
(biología + cultura)
Lugar de la mujer Mundo privado Mundo público Mundo privado y público
Funciones Reproductivas Productivas Reproductivas y productivas
Etiqueta coloquial Machismo Feminismo o género
radical
Género moderado o nuevo
feminismo
Elaboración propia con base en el libro: Diez Temas de Género,
hombre y mujer ante los derechos productivos y reproductivos.
María Elósegui.
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El segundo modelo, el de independencia, está en boga. Considera que la
sexualidad no tiene relación alguna con el género, en todo caso la relación es
artificial, precaria y contingente. Elimina cualquier atribución a naturaleza, esencia,
condición humana o similares, referidos a la persona humana. Contrapone historia
y cultura a naturaleza y biología. Separa la unidad substancial de la psique,
espíritu (entendido como inteligencia y voluntad), del cuerpo. Para esta teoría lo
único importante es la decisión autónoma del sujeto. El principio es la libertad y la
autorrealización, el único límite desde el subjetivismo epistemológico y ético es la
imaginación.
Beatriz Suárez43 y Judith Butler,44 llevando a las últimas consecuencias el modelo
de total independencia sexo/género, presentan el enfoque queer, (teoría que
representa toda sexualidad no heterosexual, no monogámica) que permite que la
persona se transforme de acuerdo a su imaginación simbólica en distintos
“performance”, incluso cuestiona lo gay o lésbico por permitir que se encierren en
identidades estáticas. Lo paradójico es que incluso lo queer termina siendo
categoría estática. Los estudios queer rechazan toda categoría universal que
etiquete y reste libertad, optan por la deconstrucción de las identidades sexuales.
Butler pretende eliminar la esencia tanto del sexo como del género, rompiendo los
esquemas existentes en su momento.
El Estado de Nueva York hoy reconoce 31 géneros45. Algunas feministas46 han
declarado que los cromosomas XX y XY son un modelo teórico del siglo XX para
43 Suárez, Beatriz. Feminismos lesbianos y queer. Representación, visibilidad y políticas. (Madrid: Plaza y Valdés, 2014). 44 Judith Butler. Gender Trouble: Feminsim and the Subversion of Identity. (New York: Routledge 1990) 45 La Comisión de Derechos Humanos de Nueva York publicó una lista de 31 géneros que las empresas, los lugares públicos y las viviendas tienen que reconocer sino quieren ser multados. En Mayo de 2016 la Comisión señaló que la lista no es exhaustiva y que gran parte de las definiciones han sido tomadas de la Universidad de Wisconsin y Berkley. Consultado en NYC Just Released a List of Officially Recognized Genders y en www.ejce.berkley.edu
16
intentar entender una estructura biológica y nada más. Esta teoría en un adulto
puede experimentarse de modo más o menos favorable (desde su subjetividad).
Es su responsabilidad, pero es de llamar la atención, los tratamientos hormonales
que se están dando a menores de edad en algunos países. ¿Tienen la madurez
suficiente para decidir algo tan importante? En Inglaterra un menor de 14 años no
puede conducir un automóvil, ni beber alcohol, ni fumar, pero sí puede (y en
ocasiones es alentado) a pedir tratamiento para cambiar su identidad de género.
Es sintomático el caso de la serie Just A Girl CBBC una serie de la cadena BBC
transmitida en Inglaterra, recomendada para niños desde los seis años, que narra
la historia de transexualidad de su protagonista de once años que de niño se
convierte en niña.47
National Geographic le dedica una edición especial en enero de 2017: Género La
Revolución48. En la portada ya no aparecen los cinco géneros de los que se
hablaba en 1995, se presentan un intersexo no binario, una mujer transegénero,
un bigénero, un hombre transgénero, un andrógino y un hombre. National
Geographic presenta los testimonios de varios menores de edad cambiando de
identidad sexual y/o de género. Por ejemplo Oti, de nueve años es activista
transgénero; Emmie a los 17 pasó por una cirugía para cambiar de hombre a
mujer; Ray Craig es un “chico trans” en secundaria que busca bloqueadores
hormonales para inhibir la pubertad; Sandy y Mandy de 12 y 10 años
respectivamente se presentan como faáfafines, género distinto del de niño o niña.
Henry se declara: “creativo de género”, “por definir”. Según esta revista en una
“encuesta hecha a 1000 millennials la mitad de ellos piensa en el género como un
intervalo y algunas personas caen fuera de las categorías convencionales”49. ¿No
es extremo inyectarles hormonas y permitir que tomen decisiones sobre su
46 La sexualidad es como las lenguas. Todos podemos aprender varias, Entrevista a Beatriz Preciado. Consulado el 26 de Enero de 2017 en www.esposiblelaesperanza.com 47 Consultado el 23 de Noviembre de 2016 en http://www.radiotimes.com/news/2016-10-30/bbc-defend-cbbcs-just-a-girl-following-claim-that-transgender-series-is-inappropriate-for-young-audience 48 National Geografic. Edición Especial. El Panorama cambiante del Género. Género La Revolución. Enero de 2017. 49 Ibidem, p.35.
17
biografía tan temprano? En la revista, un niño decide ser niña a los cuatro años.
¿Es oportuno? ¿Es razonable? ¿Se han pensado las consecuencias a largo
plazo?
Desde el personalismo de Lucas Lucas50, Mauricio Beuchot51 o de Elio Sgreccia52,
es necesario aclarar que somos cuerpo, no tenemos cuerpo. Corporeidad y
sexualidad no se identifican totalmente. Si bien es evidente que todo cuerpo es
sexuado, la sexualidad no se limita a la dimensión física sino que permea a toda la
persona. El ser sexuado permea toda la realidad del sujeto, no sólo la dimensión
física. La sexualidad es una dimensión de la totalidad de la persona humana. La
orientación sexual o el deseo no modifican el “modo de ser” de la persona en lo
más profundo, una esencia dinámica, que si bien está en movimiento no renuncia
a un modo de ser particular, único e irrepetible que hace que esa persona sea ella
y no otra, que permanece y no cambia en el tiempo, por eso sigue siendo ella o él
mismo, aunque cambie de preferencias.
Ya en la filosofía antigua Platón y Aristóteles debatían “el lugar” del cuerpo en
relación a otras dimensiones de la persona humana. Para el primero, el cuerpo era
de menor valor que el alma, incluso lo menospreciaba ya que lo consideraba como
la prisión, la cárcel del alma. Para Aristóteles, esa visión no era apropiada ni justa,
presenta la unión substancial del espíritu y del cuerpo superando la visión
espiritualista. La separación implica un cambio substancial en el ente, que lleva a
la persona a convertirse en otro ente. El cuerpo no es un instrumento de la
persona, sino que es ella misma. Expresiones como espíritu encarnado, hacen
referencia a la unidad que el cuerpo tiene con el espíritu. La persona es, “no sólo
por su autoconciencia y autodeterminación, sino también por su propio cuerpo […]
La unidad entre espíritu y cuerpo es tal que no existen actos humanos que puedan
50 Ramón Lucas Lucas, Explícame la Persona, Editorial Art, Italia, 2010 p.170-194. 51 Mauricio Beuchot. Antropología filosófica: hacia un personalismo analógico-icónico. Anáhuac México Sur. México 2015 52 Elio Sgreccia. Manual de Bioética. Diana, México, 1999.
18
realizarse independientemente sólo en el cuerpo o sólo en el espíritu”53. Ahora
bien, la unidad no niega una tensión y dualidad.
Desde esta perpectiva, el tercer modelo parece el más conveniente de acuerdo al
modo de ser del ser humano. Colaboración, no competencia o confrontación.
Aceptar las diferencia sobre la igualdad de dignidad y construir más que
deconstruir. Sgreccia, dejando a un lado el personalismo relacional y el
hermeneútico, se centra en el personalismo ontológico realista para “subrayar que
el fundamento de la misma subjetividad estriba en una existencia y una esencia
constituida en la unidad cuerpo-espíritu.”54 Beuchot, afirma la unidad y también
salva la aparente contraposición entre esencia e historia, no se resigna ni a una
visión historicista, ni a una visión tan abstracta que resulta lejana e irreal. Explica
la esencia dinamica o historizada del hombre:
“Hay, pues, un sentido válido en el que podemos hablar de la esencia o
naturaleza humana, y este es el de iconicidad. La esencia se da en la
existencia, lo universal se da en lo particular, la substancia se revela en lo
accidental y lo necesario se incardina en lo contingente. Por eso esencia
humana e historia no están contrapuestas, se reclaman la una a la otra,
como lo universal de suyo no existe, y sólo se da fragmentado o
parcializado en lo particular, en lo individual”.55
Hay muchas deudas pendientes que las feministas han visibilizado y tenemos
mucho trabajo por delante: la educación de las niñas y mujeres, la inconveniencia
del matrimonio prematuro, la lucha contra la discriminación, la violencia, etc. Es
sorprendente que todavía en el siglo XXI millones de niñas y mujeres sufran
mutilación genital, no tengan acceso al crédito o a trabajos dignos bien
remunerados. Esta tarea nos compete a todos, hombres y mujeres y no puede
relegarse a un solo género.
53 Ramón Lucas Lucas, El hombre, espíritu encarnado: compendio de filosofía del hombre (Madrid: Sociedad de Educación Atenas, 1995)., 209 54 Sgreccia. Elio, Manual de bioética (México, D.F.: Editorial Diana, 1996), 73. 55 Mauricio Beuchot, Antropología filosófica: hacia un personalismo analógico-icónico (Madrid: Fundación Emmanuel Mounier, 2004), 53.
19
Reconocer la complementariedad entre hombre y mujer no devalúa a nadie sino
que enriquece a los sujetos. Rodrigo Guerra56, en un Foro en la Universidad
Pontificia de México el 26 de septiembre de 2016, afirmó:
“Naturaleza y cultura se entrelazan en una esencia dinámica en la
producción de un sujeto humano sexuado que ningún discurso, por bien
armado que esté, puede eliminar. Construir negando la realidad es una
apuesta desafortunada. Para descubrir la experiencia humana fundamental
es necesario no caer en reduccionismos ajenos a la realidad. La persona
posee una estructura propia, precisa. Es importante en la búsqueda del
¿quién soy? Reconocer que “soy un yo”, sujeto único, irrepetible, racional y
relacional. La conciencia del yo no es el yo. La sexualidad es perfección
transversal de la persona y el género es la dimensión sociocultural de la
sexualidad. La identidad sexual está radicada en el orden óntico, la
identidad de género está radicada en el orden psico-socio-cultural. Ambas
identidades están articuladas en la persona y requieren la integración
adecuada”.
Más de veinte años después
Han pasado más de dos décadas desde Beijing y la cultura ha cambiado mucho.
Los estudios de género se han multiplicado, la expresión género se usa de modo
cotidiano, sumada a diversos apellidos, v.gr. “perspectiva de género", "equidad de
género”, “violencia de género”, “ideología de género”, entre otros. Sin embargo su
uso es variado y errático.
En Google, al buscar el término en español, aparecen cerca de 44,900,000
resultados; en inglés los sitios se multiplican a más de 794,000,000 de sitios. Los
diccionarios ya lo definen, después de una larga batalla57.
56 http://pontificia.edu.mx/index.php/extension/noticias-academicas/637-matrimonio-y-familia-ante-la-
ideologia-de-genero Consultado el 19 de enero de 2017
20
El lenguaje cambia, y los diccionarios se han visto en la necesidad de ampliar o
modificar su vocabulario. Hoy la Real Academia ya incluye la definición psico-
social del término a la que se referían los estudios feministas. A partir de octubre
de 2014 aparece en su tercera opción definido el género como: “Grupo al que
pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de
vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico”. Es una categoría
sociológica y no biológica que pretende visibilizar las desigualdades sociales
construidas artificialmente a partir de la diferencia sexual. Para algunas feministas
como Facia, Lerner y Urrutia el problema es que la cultura intelectual, lejos de ser
neutral, es androcéntrica. Por esta mirada parcial, sesgo epistemológico los
diccionarios, el derecho, la familia y todo lo que se produce (investigaciones,
instituciones, análisis, etc.) responde a intereses y necesidades de supremacía
masculina. Esta perspectiva que consideran falsa, parcial y violenta contra media
humanidad, se defiende de los estudios feministas para no perder privilegios.
El Instituto Nacional de las Mujeres a raíz de los distintos usos e interpretaciones
que surgían alrededor del concepto, y preocupado por las implicaciones sociales y
políticas, publicó un Glosario de Género en 2007 para tratar de aclarar y precisar
el término y otros relacionados con el mismo. Define género como:
Categoría que analiza cómo se definen, representan y simbolizan las
diferencias sexuales en una determinada sociedad. Pero ¿por qué la
diferencia sexual implica desigualdad social?58 Una respuesta se encuentra
en Scott, quien define el género como “un elemento constitutivo de las
relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y el
57. La Dra. Ibarra narra un poco de esta historia:“En el español la discusión había quedado zanjada hasta que el 13 de mayo de 2004 se mandó una propuesta a la Real Academia de la Lengua Española para que incluyera el término género en su acepción de comportamiento sociosexual con motivo de la Ley contra la violencia de género. La Real Academia contestó que el nombre de la ley debería ser: ‘Ley integral contra la violencia doméstica o por razón de sexo’. Días más tarde la Academia da a conocer un documento titulado: ‘Informe de la Real Academia Española sobre la expresión violencia de género’, aclarando la cuestión donde afirma que «en el idioma español no existe tradición de uso de la palabra género como sinónimo de sexo» y que atribuye el origen de la palabra inglesa ‘gender’ como sinónimo de ‘sex’ inicialmente por un motivo puritano del lenguaje y posteriormente como bandera feminista5 de la década de los 60’s en el siglo XX” 58 Lamas, El género, la construcción cultural de la diferencia sexual, 2003, p.13.
21
género, es una forma primaria de relaciones significantes de poder”59. Este
concepto alude a las formas históricas y socioculturales en que mujeres y
hombres construyen su identidad, interactúan y organizan su participación
en la sociedad. Formas que varían de una cultura a otra y se transforman a
través del tiempo60.
¿Significante vacío?
El término género se utiliza en planes y políticas públicas, incluso tienen
presupuesto etiquetado. Lo curioso es que el significado del término continua
ambiguo, obscuro e incierto. Después de años de experiencia y trabajo en el
ámbito académico en los estudios de género, Cristina Palomar comparte sus
conclusiones en un artículo. Resulta muy interesante su intento de rastrear el
verdadero significado del término género para explicar lo que ha llegado a ser en
nuestros días: un “comodín lingüístico impreciso conceptualmente”61
“El término género hizo su entrada en el campo de los estudios feministas
con un sentido aparentemente claro y como un concepto poderoso para
explicar la desigualdad social derivada de la diferencia sexual, el proceso
de su utilización ambigua e insidiosamente confusa, desde ese punto hasta
nuestros días, ha hecho de dicho concepto no solamente un significante
vacío con el cual se pretende nombrar algo a la vez imposible y necesario,
pero también lo ha convertido en un botín discursivo del que cualquier actor
o sujeto se apropia en la lucha por participar en el espacio público.”62
Para Palomar uno de los grandes problemas ha sido asumir que lo biológico es
“real” o “natural”. La investigadora considera que es “una dimensión siempre
procesada y comprendida a través de esquemas previamente incorporados; por lo
tanto, es cultural”. Según este enfoque todo se reduce a un ejercicio de la
imaginación que simboliza incontables efectos culturales.
59 Ibidem, p. 17. 60 INMUJERES, Glosario de género, 2007, p. 73. 61 Cristina Palomar, Veinte años de pensar el género. Debate feminista 2016, 44. 62 Ibidem, 36.
22
“Las categorías “hombre”, “mujer”, “gay” o cualquier otra son imaginarias
sin referencia alguna a lo real o a un tipo de persona. “Al asumirse como
evidente en sí mismo, el sexo, en su materialidad biológica – que suele
diferenciarse de manera demasiado fácil de la dimensión simbólica – es no
obstante también un fenómeno que aprehendemos a través de las previas
estructuras mentales (la cultura) y, por lo tanto, el sexo también es
cultural.”63
La identidad o la esencia son vistas como una ideología que atrapa y lleva a un
callejón sin salida. Se critica la función opresiva de las identidades. La expresión
género ya no se limita a hablar de mujeres y hombres, ahora se utiliza en relación
a la diversidad de prácticas sexuales que empiezan a multiplicarse de acuerdo a la
creatividad del momento. Butler lo había pronosticado años atrás, criticando el
feminismo de género que se conformaba con la seguridad que aporta la identidad
renunciando al potencial liberador de renunciar a esencia alguna impidiendo la
subjetivación. Ahora, como la portada de National Geographic lo muestra,
emergen múltiples identidades, dispersas, dinámicas que fluyen y cambian sin
encajonarse en sistemas binarios. Esta teoría ha llegado a tal extremo que
algunas consideran la homosexualidad como una opción sexual que forma parte
del statu quo de género. Palomar defiende el género como un equívoco
disimulado, un significante vacío, al que le es imposible significar la diferencia
sexual. La investigadora propone no intentar descifrar el verdadero significado de
la expresión género sino defender su vacío simbólico de modo que pueda ser lo
que cada quien construya.
Alda Facio y Lorena Fries también afirman que el sexo no es natural, sino cultural;
“El problema fue que al desarrollar las teorías sobre el sistema de sexo-
género, se obvió el hecho de que lo que se entiende por sexo también es
culturalmente construido, del mismo modo que en la mayoría de nuestras
culturas sólo se reconocen dos sexos… También se le criticó su
direccionalidad: descansa en una matriz que va de lo biológico a lo social,
63 Ibidem, 39-40.
23
del sexo al género. Posteriores desarrollos han demostrado que para
explicar la subordinación de las mujeres se debe partir de lo social a lo
biológico. En otras palabras, la cultura no sólo atribuye y construye el
género, sino que ¡crea e inventa el sexo!”64
Para MacKinnon65 la sexualidad no es natural, sino un dispositivo a través del
cual el cuerpo social es gobernado. Los hombres imponen a las mujeres sus
deseos. Foucault66 coincide en considerar la sexualidad como un dispositivo para
gobernar pero disiente de verlo como una imposición, para él es un dispositivo
eficiente porque induce deseos, promete placeres y produce discursos.
Una vez más se niega toda esencia al concepto género para resaltar su carácter
histórico y cambiante. En este mismo tenor se encuentran Gayle Rubin67 y
Heleieth Saffioti68 entre otros.
Epílogo: ¿De aquí para dónde?
Entre las consecuencias podemos destacar, la normalización del discurso de
género bajo la categoría de dignidad humana en política, leyes, educación y
medios de comunicación (aunque al término se le den significados distintos). Un
cambio de estereotipos y roles sobre la mujer y quizá también sobre el hombre
que han hecho visible a la mujer en la sociedad, asi como han expuesto sus
dificultades y logros, lo que debe promover su adelanto y la lucha contra la
violencia. Numerosos e importantes cambios de leyes, que impactan a todo ser
humano y cambian la cultura.
Por otro lado, el enfrentamiento crítico entre las distintas posturas en relación al
género en organismos internacionales, entre los políticos de los distintos países y
64 Facio Alda y Fries Lorena. Feminismo, género y patriarcado. Academia Revista sobre Enseñanza del Derecho de Buenos Aires. Año3, número 6, (2005): 259-294. 65 Makinnon . Toward a feminist theory of the State. USA: Harvard University Press. 1987 66 Micheal –Focault. Historia de la sexualidad. La voluntad de saber. Buenos Aires: Siglo XXI, 2002. 67 Rubin, Gayle. El tráfico de mujeres: Notas sobre la economía política del sexo (México: Nueva Antropología, 1986) Rubin acuñó el concepto sexo/género para describir los mecanismos sociales por los que las mujeres son relegadas y discriminadas por una justificación biológica. 68 Heleieth Saffioti. Rearticulando gênero e clase social. (Sao Paulo: Costa A. O. Bruschini C. 1992)
24
al interior de las universidades no es de menor importancia. Un dialogo sincero
puede contrbuir a la búsqueda del verdadero avance de las mujeres y a la
profundización de la perspectiva de género.
Quizá alguno de los temas que requieren mayor análisis, reflexión y una respuesta
pertinente son el tema de la identidad y el de la construcción social del sexo pero
atendiendo antes el asunto del método adecuado. Se necesita honestidad y
apertura metodológica, epistemológica y antropológica para evitar los juicios a
priori que seleccionan y aplauden las experiencias e información que apoyan la
propia teoría e ignoran toda información que la cuestiona. Como lo expone Guerra,
no es conveniente negar la experiencia como fuente de conocimiento y resignarse
a reduccionismos o caricaturas de la realidad. La identidad sexual se encuentra
participada en la identidad de género y la identidad de género incide de modo real
en la identidad narrativa del yo. Se requiere de una hermenéutica adecuada del yo
para precisar si la identidad de género está realizada de un modo adecuado en el
sujeto personal en cuestión.
Existe en ciertos ambientes académicos una especie de alergia a lo que suene
como identidad y esencia por considerarlo fundamentalista, estático, dogmático.
Más allá de adjetivos calificativos, ¿el rechazo a la identidad y a toda esencia en
relación al género es razonable? ¿No lo vacía de contenido? “La identidad es
clave a la hora de hacer reivindicaciones, debido a que sólo en nombre de una
identidad discernible se pueden reclamar derechos”69. En el intento de Butler y
Foucault de abrir espacio a múltiples posibilidades culturales, ¿no se están
disolviendo dichas posibilidades en la contingencia y la irrelevancia? ¿A dónde
conduce la multiplicación infinita de los géneros? “La conciencia no es una total
transparencia respecto de lo que somos sino que rebasa lo que lentamente se va
descubriendo a nivel consciente”70.
El tema de la construcción cultural del sexo. Evidentemente el discurso sobre la
69 Alexander Hincapíe Revisiones críticas al concepto de género. apuntes para la teoría social contemporánea. Universitas Humanistica 79 (79) (2015): 15-40. 70 Rodrigo Guerra. Persona, sexo y género. Los significados de la categoría género y el Sistema sexo/género según Karol Wojtyla. México Cisav: 2015, 157.
25
sexualidad es cultural, pero existe una base empírica, real, no dada o elegida por
el ser humano. ¿Es legítimo, válido negar el dato biológico del sexo? ¿No hay un
término medio entre los extremos naturalistas – culturalistas? No toda teoría tiene
que ser construccionismo o todo esencialismo. La diferencia sexual se descubre
no sólo se elabora dependiendo de la imaginación del sujeto. Y si el sujeto tiene
problemas mentales, ¿ya no hay sexualidad? ¿No hay verdad en la diferencia
sexual? Al respecto Guerra advierte las consecuencias para las personas reales
que estas teorías pueden acarrear:
“Cuando el sexo es irrelevante por haber sido absorbido o negado por un
discurso de género unilateral, quien termina pagando las consecuencias no
es el «sexo» o el «género» sino las personas reales en las que ambas
dimensiones conviven en unidad y con una articulación antropológica
precisa… Lo dado es más que biología. Lo dado es mi biología inmersa en
mi biografía. Mi biografía, mi identidad narrativa, no se construye sino a
partir de la plataforma que es brindada por una identidad óntica fundante
con consistencia definida.”71
Las teorías sobre la relación sexo/género, y la identidad, son desafíos
fundamentales en la construcción de la cultura actual. Las ideas que se tengan se
levantan sobre diversas bases antropológicas, cimientos sobre los que se
construyen las políticas públicas que pretenden el avance de la mujer. No bastan
las buenas intenciones, se requiere un método adecuado para lograr un auténtico
avance y no resignarse a ficciones.
71 Ibidem, 150 y 162.
26
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