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  • PSICOLOGIA SOCIAL

    Temas, teoras y compromiso

    Oscar Eduardo Navarro Carrascal

    (Compilador y editor)

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    Tabla de Contenido

    Presentacin

    Oscar Eduardo Navarro Carrascal

    Primera parte:

    APORTES A UNA FUNDAMENTACION TEORICA Y EPISTEMOLOGICA

    PSICOLOGA Y GENEALOGA (Individuo y cultura)

    Orlando Arroyave lvarez.

    LA INTELIGENCIA SOCIAL Y SUS IMPLICACIONES EN LA EVOLUCIN DE LA

    MENTE

    Liliana Chaves Castao

    INVERSIN PARENTAL: UNA LECTURA DESDE LA PSICOLOGA

    EVOLUCIONISTA

    Eduardo Aguirre Dvila

    DE LA COGNICIN AL PENSAMIENTO SOCIAL: EL ROL DE LO SOCIAL EN

    LA GENERACIN DEL CONOCIMIENTO

    Oscar Eduardo Navarro Carrascal

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    Segunda parte:

    HACIA UNA PSICOLOGIA SOCIAL APLICADA Y COMPROMETIDA

    HISTORIA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA EN COLOMBIA

    Carlos Arango Clad

    PSICOLOGA SOCIAL-COMUNITARIA Y PSICOLOGA POLTICA: ENCUENTROS

    Y DESENCUENTROS

    lvaro Daz Gmez

    PERSPECTIVAS EN PSICOLOGA POLTICA, SU SIGNIFICADO EN LA

    FORMACIN, LA INVESTIGACIN Y LA INTERVENCIN

    Olga Lucia Obando Salazar

    PASIVIDAD Y DELEGACION; ESTABILIDAD Y TRANSFORMACION. DOS

    PARADOJAS ACTIVAS EN EL CONFLICTO. A propsito de la comunidad en medio de

    las balas.

    Nelson Molina Valencia

    PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGIA SOCIAL AMBIENTAL

    Oscar Eduardo Navarro Carrascal

    DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD: CICLO DE VIDA, DESARROLLO

    INFANTIL E INEQUIDAD.

    Julio Cesar Cardona Silgado.

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    Autores:

    Eduardo Aguirre Dvila. Psiclogo y magster en psicologa comunitaria. Profesor

    Facultad de Psicologa, Universidad Nacional de Colombia.

    Carlos Arango Clad. Doctor en psicologa social y de las organizaciones, Universidad de

    Valencia. Psiclogo y magster en psicologa comunitaria. Profesor Instituto de Psicologa,

    Universidad del Valle.

    Orlando Arroyave lvarez. Psiclogo y magster en filosofa. Profesor del Departamento

    de Psicologa, Universidad de Antioquia.

    Julio Cesar Cardona Silgado. Psiclogo, especialista en psicologa de nios. Profesor del

    Departamento de Psicologa, Universidad de Antioquia.

    Liliana Chaves Castao. Psicloga y magster en psicologa. Profesora del Departamento

    de Psicologa, Universidad de Antioquia.

    lvaro Daz Gmez. Psiclogo, magster en psicologa comunitaria y filosofa. Profesor

    Universidad Tecnolgica de Pereira y Universidad de Manizales.

    Nelson Molina Valencia. Doctor en psicologa social, Universidad Autnoma de

    Barcelona. Profesor Facultad de Psicologa Universidad Pontificia Bolivariana,

    Bucaramanga.

    Oscar Eduardo Navarro Carrascal. Doctor en psicologa social y ambiental, Universidad

    de Paris Descartes. Psiclogo y magster en desarrollo social. Profesor del Departamento de

    Psicologa, Universidad de Antioquia.

    Olga Lucia Obando Salazar. PhD. Universidad de Berln. Psicloga profesora del

    Instituto de Psicologa Universidad del Valle.

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    PRESENTACIN

    Segn Matalon (1999), la psicologa social siempre ha tenido dificultades para definir su

    objeto de estudio. Su posicin intermedia entre la psicologa y la sociologa marca la

    complejidad de esta situacin. De manera general, la visin que apareci con la emergencia

    de las ciencias sociales y humanas durante el siglo XIX, El hombre es un animal social ,

    da lugar a lo social como una realidad externa a nosotros pero tambin como una

    realidad interiorizada en el sujeto. Es decir que comenzamos a ver hasta que punto se

    mezclan en el seno de lo social, lo individual y lo colectivo. La psicologa social es una

    disciplina que naci al principio del siglo pasado y que se interesa en los diversos aspectos

    de la vida social y de nuestras relaciones con los dems. Tradicionalmente ha sido

    reconocida como un campo de investigacin importante en las ciencias sociales. Se form a

    partir de la problemtica concerniente a la relacin existente entre el individuo y la

    sociedad, lo que constituy la doble va de sus investigaciones: por un lado, ella busca

    aprehender los fenmenos sociales a partir de las conductas individuales, y por otro lado,

    busca situar los comportamientos al interior del contexto social en el cual estos se expresan.

    En este sentido, la relacin entre lo individual y lo colectivo constituye no solamente un

    nivel de anlisis, sino el objeto mismo de la investigacin. Lo que es necesario definir es el

    carcter de interpretacin dado a la palabra relacin (transaccin, interfase o

    dependencia?). Encontramos entonces dos grandes tendencias que han marcado el

    desarrollo de la disciplina: por un lado, una tendencia hacia lo individual, cercana a la

    psicologa. Nos encontramos por ejemplo con una de las primeras nociones tratadas en

    psicologa social que es la nocin de actitud, propuesta en 1918 por Znaniecki y Thomas en

    su estudio sobre los inmigrantes poloneses en Estados Unidos. Posteriormente, Gordon

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    Allport retoma el estudio de este concepto definindolo como una disposicin mental y

    nerviosa hacia los objetos, es decir, centrada esencialmente sobre el individuo y sus

    reacciones al medio fsico y social. Por otro lado, existe una perspectiva social que surge

    con la emergencia del concepto de normas sociales propuesto por el psiclogo social turco

    emigrado a los Estados Unidos Muzafer Sherif en 1936, poniendo en evidencia el hecho de

    que los juicios que los individuos hacen de la realidad dan lugar a la creacin de normas, lo

    que desplaza el inters sobre el individuo hacia las interacciones y las situaciones sociales.

    Esta preocupacin de la psicologa social por los fenmenos individuales y colectivos la ha

    llevado a definir diversos objetos de estudio a lo largo de su historia, con el objetivo de

    explicar dichos fenmenos.

    Paralelo al estudio de los grupos, encontramos desde los aos 50, investigaciones sobre

    diversos fenmenos como la influencia social, fundamentalmente bajo la direccin del

    psiclogo social polaco Salomn Asch en 1951, quien se interesaba fundamentalmente en

    los fenmenos de conformidad social. As mismo, la psicologa social se interes desde

    muy temprano en los procesos llamados mentales , conocidos hoy da bajo el nombre de

    procesos cognitivos, y que estudian la manera como los individuos aprehenden los eventos

    sociales. La teora de la atribucin causal nace como una de las primeras teoras en este

    campo, buscando la comprensin de los procesos empleados por los individuos para

    explicar los fenmenos sociales. Heider los defina como procesos mentales que establecen

    relaciones causales con el fin de explicar las situaciones, teniendo por objetivo encontrar

    una estructura estable que permita controlar la realidad. As mismo, la teora de la

    disonancia cognitiva de Festinger expone, dentro de la misma perspectiva, la tendencia del

    ser humano a buscar reducir las tensiones interiores producidas por los choques entre las

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    experiencias personales y el medio social. Otra corriente terica en esta perspectiva naci

    en Francia en la dcada de los 60s llamada la teora de las representaciones sociales.

    Despus del trabajo fundador de Serge Moscovici que dio las bases tericas, asistimos a un

    importante crecimiento de trabajos y debates en psicologa social que ocupan una posicin

    central en el desarrollo de las ciencias humanas. Esta nocin define un tipo de saber

    compartido socialmente y elaborado en el transcurso de intercambios sociales, lo que

    establece una importante diferencia con la teora de la cognicin social. Esta ltima, segn

    Moscovici, reduce la cognicin a un puro tratamiento de informacin de parte de los

    individuos sobre los aspectos sociales. La nocin de representacin social se va a

    generalizar en las investigaciones sobre diversas temticas como la del grupo o como

    aqulla dirigida a la identidad social e incluso la memoria social, lo que muestra su amplia

    capacidad de aplicacin.

    Esta diversidad de objetos y tendencias, aunque solo hemos mencionado algunas, las ms

    clsicas posiblemente, no solo han marcado la dificultad en la definicin del objeto de

    estudio de la disciplina, sino que constituyen la riqueza conceptual y emprica de la misma.

    Esta rpida mirada histrica nos permite ver el desarrollo de la psicologa social en funcin

    de su objeto de estudio fundamental: la relacin entre lo individual y lo colectivo o, como

    lo expresa el psiclogo social Suizo Wilhem Doise, entre lo psicolgico y lo social. Este

    autor propone cuatro niveles de anlisis o de explicacin utilizados por la psicologa social

    que establecen cuatro niveles de operacionalizacin y explicacin de las relaciones sociales

    (Bougnet, 1998; Baggio, 2006):

    Un nivel intra-individual que se interesa en el estudio de los mecanismos que le permiten al individuo organizar sus experiencias. El anlisis est dirigido hacia los

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    procesos internos del individuo, considerado como un organismo aislable

    (percepcin, evaluacin, organizacin del comportamiento en contexto social).

    Un nivel inter-individual o situacional que tiene en cuenta las interacciones que el sujeto establece en su historia o en situaciones precisas. El anlisis tiene un carcter

    micro-social y toma en cuenta las caractersticas sociales del sujeto como el estatus,

    el rol, la posicin social, etc. (procesos de influencia social).

    Un nivel posicional que toma en cuenta las diferencias de posiciones sociales en las relaciones entre individuos. El sujeto es concebido como un agente social

    caracterizado por su pertenencia a una categora social (Ej. Teoras de la

    categorizacin social y de la identidad social).

    Finalmente tenemos un nivel ideolgico que toma en cuenta los sistemas culturales de creencias, de representaciones y de normas sociales que dan un sentido a los

    comportamientos de los individuos socialmente posicionados. Ellos mantienen un

    cierto orden en las relaciones sociales (Ej. Creencias, ideologas).

    El inters por la aplicacin en psicologa social es relativamente reciente. Si bien esta

    disciplina a logrado inspirar las clsicas formas de aplicacin de la psicologa en general

    (comunitaria, educativa, organizacional, clnica), es evidente que la investigacin y la

    teorizacin en psicologa social, se produjo con una preferencia por el mtodo

    experimental, es decir, a travs de tcnicas sofisticadas de laboratorio alejadas de la

    realidad social o ms bien de los problemas sociales. Es lo que gener las crisis de la

    disciplina, especialmente aquella motivada por los movimientos sociales de mayo del 68 y

    en general todos aquellos cambios culturales, sociales y polticos de las dcadas de las 60 y

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    70. A la disciplina se le reproch no ser capaz de responder a la solucin de problemas

    sociales e institucionales concretos como la liberacin de la mujer y los movimientos

    estudiantiles. Adems se le cuestion la validez de sus explicaciones salidas

    principalmente, como lo mencionamos anteriormente, de los laboratorios. Adems, en

    contextos sociales marcados por la pobreza, el abuso institucional, la desigualdad y la falta

    de libertades, a la psicologa social se le cuestion su incapacidad para enfrentar estas

    realidades. En consecuencia surgieron movimientos acadmicos como la psicologa critica,

    en Latinoamrica se desarroll una psicologa comunitaria que se distanciaba de su

    predecesora norteamericana. En general una psicologa social reaccionaria y comprometida

    socialmente se opone a aquella disciplina indiferente y pasiva que responda solamente a

    intereses institucionales.

    Este texto pretende dar cuenta de la diversidad y el rigor con el cual psiclogos sociales

    colombianos entienden y desarrollan la psicologa social. En una primera parte

    presentaremos algunos aportes a los fundamentos tericos y epistemolgicos para la

    comprensin de nuestro objeto de estudio. En primer lugar el profesor Arroyave propone

    abordar la reflexin sobre la experiencia humana desde una psicologa entendida como

    genealoga. Seguidamente los profesores Chaves y Aguirre abordan, desde las teoras

    evolucionistas, el objeto de estudio de nuestra disciplina. La primera se interesa en

    argumentar como la inteligencia social contribuy a la evolucin de la mente y el segundo

    en articular los aportes de la teora evolucionista a la explicacin del comportamiento

    humano, abordado desde la perspectiva de la crianza. Esta primera parte la terminamos con

    un capitulo del profesor Navarro que aborda el debate sobre la relacin entre la condicin

    social del ser humano y su carcter cognitivo. All se revisan los conceptos clsicos de la

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    teora cognitivista social a la luz de la perspectiva integradora que replantea el estatus de lo

    social en la formacin del conocimiento llamado pensamiento social.

    La segunda parte del libro se interesa por aspectos de aplicacin de la psicologa social y su

    compromiso con los temas y problemas sociales. En un primer momento el profesor

    Arango nos presenta una minuciosa y necesaria revisin de la historia de la psicologa

    comunitaria en Colombia. Seguidamente el profesor Daz se lanza al anlisis comparativo

    entre la psicologa comunitaria y la psicologa poltica. El profesor Molina desde una

    perspectiva de la existencia de paradojas nos presenta sus reflexiones, desde la psicologa

    social, a propsito del conflicto poltico-armado colombiano y el rol de las comunidades en

    l. Seguidamente el profesor Navarro presenta las perspectivas actuales de la psicologa

    social ambiental, la definicin de su campo de estudio, especficamente su compromiso y

    retos en torno a la crisis ecolgica que vivimos actualmente. Finalmente el profesor

    Cardona nos propone una reflexin acerca de los determinantes sociales en la salud,

    especficamente en el desarrollo infantil. Este abanico de posibilidades de comprensin,

    incluyente en su diversidad conceptual y crtico con respecto al rol social que condensamos

    en este libro, es una iniciativa inspirada en la experiencia de construccin de la Red de

    investigadores en psicologa, especficamente la red de investigadores en psicologa social

    y critica que se adelanta en Colombia. Desde esta experiencia organizativa se pretende

    promover el dialogo y la accin conjunta entre los que nos interesamos en la psicologa

    social como una forma de responder a los problemas sociales de nuestro tiempo. No me

    queda sino agradecer a los autores que aceptaron el reto, a los colegas de la red que nos

    apoyan con sus comentarios y vigilancia y a la Universidad de Antioquia, especialmente a

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    su Departamento de Psicologa que nos ha acogido y aceptado como suyos estos desafos

    que sobrepasan las fronteras institucionales.

    Referencias bibliogrficas

    Baggio, S. (2006). Psychologie sociale. Pars: De Boeck.

    Baugnet, L. (1998). Lidentit sociale. Paris: Dunod

    Matalon, B. (1999). Lindividuel et le social: quelques rflexions sur la porte et les limites

    de la psychologie sociale. Psychologie Franaise, N 44-3, 221-226.

    Oscar Eduardo Navarro Carrascal

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    Primera parte:

    APORTES A UNA FUNDAMENTACION TEORICA Y EPISTEMOLOGICA

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    PSICOLOGA Y GENEALOGA

    (Individuo y cultura)

    Orlando Arroyave lvarez

    Universidad de Antioquia

    Uno transmite un imposible: la experiencia; pero quiz lo importante es que uno

    contribuye, aunque modestamente, a inventar nuevas experiencias, esto es, nuevas formas

    de percibir la existencia propia, la de los otros y la de la cultura. En otras palabras, producir

    efectos de poder. Mas esto ltimo lo abordar al final, por ahora quiero jugar a la conjetura

    o a la especulacin de construir una psicologa genealgica; no olvidar sealar algunos de

    sus peligros y su imposibilidad en apariencia prctica as como sus lmites.

    Ms, qu entendemos por genealoga? Aunque quiz sea pertinente esclarecer, primero,

    como incitacin al debate, qu entendemos por psicologa. No quiero marcar la historia de

    un concepto o recurrir a su etimologa, sino indicar algunas nociones de lo qu es la

    psicologa hoy. Primeramente, la concebimos como una disciplina cientfica, muchas veces

    incierta, pero que ha alcanzado una fuerza conceptual y poltica de gran relevancia social.

    La psicologa, como disciplina cientfica, se ha metamorfoseado desde el libro un tanto

    esquemtico de Skinner y su Ms all de la dignidad y la libertad, hasta alcanzar teoras de

    gran importancia explicativa como los ltimos debates de la ciencia cognitiva, que no

    excluyen la herencia cultural (esto es, autores como Pinker, Nicholas Humphrey, Steven

    Mithen, entre otros, quienes han logrado conjeturar el funcionamiento de ciertos procesos

    de la mente desde la perspectiva de la evolucin). Persiste con un xito sorprendente un

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    neopositivismo que consiste en un metodologismo cuantitativo y que se toma a s mismo

    como el paradigma de la cientificidad. Las psicologas que se autonombran como

    experimentales seran las formas ms radicales de ese instrumentalismo riguroso.

    Hay, a su vez, en el marco de la epistemologa de la psicologa una corriente ms difusa

    que engloba Mario Bunge con la palabra la psicologa del hombre de la calles (la

    psicologa humanista, esto es, para Bunge psicoanlisis, la psicologa dinmica, la

    psicologa cognitiva como terapia y, por su supuesto, la psicologa humanista). Esta

    psicologa ha construido teoras en el marco de la ciencia, buscando articular y sistematizar

    experiencias que engloba en conceptos como ideas irracionales, complejo de Edipo,

    etc. Esta psicologa propende por una hermenutica que toma sus rasgos de los mitos

    populares pero hoy revestidos de la palabra cientificidad, segn podemos inferir del anlisis

    de Bunge. As como existe un radicalismo de cientificidad en la psicologa nombrada como

    cientfica, el psicoanlisis ha asumido que es la nica disciplina (con aspiracin de ciencia,

    a pesar de sus parodias y rechazos a la ciencia) que aborda con rigor la subjetividad.

    Mas la psicologa no es slo una disciplina cientfica de quiz intiles eficacias

    cuantificables o labernticos de smbolos enfrentados a dilemas incestuosos y parricidas;

    la psicologa es a su vez una profesin o, para utilizar las palabras habituales, una prctica

    profesional. La proliferacin de universidades que ofrecen programas de psicologa

    muestra la ilusin colectiva de aprender un saber sobre los otros y unos instrumentos para

    intervenirlos. Una prctica profesional que se agota en el bien hacer. Los objetivos, en

    esta prctica, suelen ser ms claros que los propios de la epistemologa de la psicologa. La

    universidad ofrecera las condiciones para apropiarse de unos conocimientos y unas

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    tcnicas (incluso se le propone una actitud) para luego ser aplicados a un individuo o un

    colectivo de acuerdo a los intereses de uno y otro.

    La tercera concepcin, y que podramos vacilar en llamar tercera concepcin, es la

    psicologa como una palabra que engloba una experiencia que podemos llamar subjetiva y

    que podemos denominar curiosidad con sus respectivas conjeturas por las intenciones,

    las motivaciones, las imgenes y las reacciones comportamentales y subjetivas de los otros

    y la propia.

    Una curiosidad por las experiencias de los otros y la propia, ms all quiz de una

    psicologa como campo cientfico o profesional o gremial que utiliza conceptos como

    comportamiento y las cogniciones-emociones, con sus respectivos elementos inconscientes,

    etc. Ese saber sobre los otros, y un poco menos sobre s, quiz puede encontrarse no slo en

    las grandes ciudades o en pequeas tribus chamnicas sino, a su vez, para que no olvidemos

    de nuestra parentela, en las reacciones de algunos chimpanc o de quiz de todos los

    mamferos, de acuerdo a Kondad Lorenz.

    En otras palabras, el psiclogo es el nombre genrico del individuo humano que siente una

    curiosidad de aprender de las experiencias de los otros y de s. Podemos tomar esto como

    una estrategia esencial de supervivencia, mas podemos aadir. La psicologa as entendida

    es una experiencia (que algunos denominan subjetiva), no slo un instrumento tcnico,

    cientfico o profesional de efectos sociales, en que los hombres somos partcipes

    interesados, conjeturando respuestas parciales sobre los otros y, con mayor torpeza quiz,

    sobre nosotros mismos. Algunos aman el alejamiento, la distancia con el otro. Mas otros

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    aguzan o refinan esa habilidad. Si he de ser franco, no creo que la universidad contribuya

    muchas veces a potenciar esa habilidad, a lo sumo la adoctrina e instrumentaliza sin ms

    pretensin. Lo que no significa que no se produzcan efectos de poder. Ya estamos

    nuevamente en las relaciones de poder, pero subrayemos por el momento ese efecto que

    produce en nosotros el encuentro con un saber, con dolor, una doctrina, una tirana El

    otro y sus efectos; mi cuerpo y mis palabras en los otros.

    Sin querer nos hemos extendido demasiado cuando lo que prometimos, sin poder cumplir,

    eran unas lneas puntuales sobre qu entendemos por psicologa. Pasemos entonces a la

    genealoga, sin olvidar por el momento que la genealoga que a continuacin indicar

    qu esse puede aplicar a cada una de estas tres concepciones de la psicologa (disciplina

    cientfica, profesin y saber sobre los otros, colectivo e individual)

    Y qu entendemos por genealoga? Primero, debemos sealar nuestra eleccin. La

    genealoga puede ser nietzscheana, deleuziana, incluso freudiana, si potenciamos

    principalmente su poder crtico y autocrtico y examinamos los atavismos propios del

    bio-poder que sobreviven en el psicoanlisis. Nosotros hemos tomado para esta reflexin la

    genealoga foucaultiana que tiene como musa o inspiracin a la genealoga nietzscheana.

    En primer trmino, podemos tomar la genealoga como un mtodo o un arma crtica de

    combate. Como instrumento de indagacin recurre a la historia (fragmentada, risuea, no

    exenta de rigor) para minar nuestros hbitos de pensamiento; nuestras aspiraciones a un

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    monotesmo1. Mas no basta tener estos conocimientos histricos-crticos de su disciplina; la

    genealoga foucaultiana, si podemos tomar como tal el examen que hace este pensador de la

    genealoga nietzscheana en su ensayo Nietzsche, la genealoga, la historia (Foucault, ?),

    esta genealoga la podemos caracterizar como una empresa guerra contra la metafsica

    (quiz intil)2. El genealogista tiene una tarea: disolver nuestras aspiraciones metafsicas,

    propias y ajenas. El genealogista arroja la sospecha a esa verdad inalterada y firme,

    apoyndose en la historia; conjura la ilusin de una verdad permanente. En palabras de

    Foucault: El genealogista necesita de la historia para conjurar la quimera del origen, un

    poco como el buen filsofo tiene necesidad del mdico para conjurar la sombra del alma

    (Foucault, ? P. 11).

    La historia en su devenir no es la confirmacin de una verdad ltima, es la destruccin de

    sta; en sus furores, en sus discontinuidades, en sus verdades mviles destruye toda

    metafsica. La genealoga en oposicin a la historia clsica, se ocupa de los olvidos, de los

    pequeos olvidos; en otras palabras, en lo que subyace en la historia que nos determina,

    pero que hemos olvidado. Foucault, continuando la labor de Nietzsche, postula una historia

    de lo vital y lo menudo, ajena a la metafsica y la continuidad sin sobresaltos, no intentando

    atrapar a una verdad que palpita sin sombras a travs de una historia presa del progreso y el

    continuum. La genealoga, a contramano de la historia clsica, tiene como objetivo:

    1 Ocupmonos, solo de paso, de un slo concepto de la psicologa pero podemos tomar alma, identidad, subjetividad, sexualidad, cognicin, etc. ; por ejemplo tomemos las pruebas objetivas que miden el C.I. Su historia es contada por Stephen Jay Gould, bilogo estadstico, en forma crtica en su libro La falsa medida del hombre. No es slo un instrumento de medicin propios de los diseados por la ciencia y extraer algo de ese mundo; son instrumentos polticos. Su relato crtico abarca desde el apstol de la cuantificacin, Francis Galton hasta el libro racista The Bell Curve, La curva de campana. 2 Lo que se expone a continuacin sobre la genealoga, con algunas modificaciones, pertenece a la investigacin La modernidad: exclusin o emancipacin? (El lugar de las alteridades no reconocidas en el proyecto de la modernidad. El debate entre Michel Foucault y Jrgen Habermas). Orlando Arroyave A. (2001).

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    (...) percibir los accidentes, las desviaciones nfimas (...), los errores, los fallos

    de apreciacin (...), es descubrir que en la raz de lo que conocemos y de lo que

    somos no estn en absoluto la verdad ni el ser, sino la exterioridad del

    accidente (Ibd. p. 13).

    Esta tarea -crtica, demoledora, si se quiere blica- tiene como objetivo socavar la ilusin de

    una verdad absoluta que dormita en el seno de la historia y que slo requiere de la luz

    serena de la ciencia para hacerla surgir de sus escondrijos insospechados. Tarea que no

    aboga por un irracionalismo, sino por un pluralismo racional, que muestra lo

    indispensable de la racionalidad, pero tambin los peligros intrnsecos que conlleva una

    racionalidad nica y absoluta. La historia genealgica se opone a la historia de anticuario,

    como la nombra Nietzsche, pues no tiene como finalidad

    [] reconstruir el centro nico de lo que provenimos, esa primera patria

    donde los metafsicos nos prometen que volveremos; intenta (por el contrario)

    hacer aparecer todas las discontinuidades que nos atraviesan (Ibd. p. 27).

    Pero esta tarea crtica no debe escamotear la vida, sacrificndola como la vieja historia,

    por la preocupacin de la verdad, debe, desligndose de esta empresa fallida, tener en

    cuenta la articulacin de la historia y el cuerpo, ya que la genealoga debe mostrar al

    cuerpo impregnado de historia, y a la historia como destructor del cuerpo (Ibd. p. 15).

    Foucault nos llevar a la prctica este proyecto nietzscheano, y lo aplicar a la modernidad,

    develando sus ilusiones metafsicas y contando sus desviaciones, accidentes, sus

    pequeas historias -y aqu cabe el adjetivo -inconscientes, que no nombra pero que nos

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    determinan. La modernidad promete emancipacin, pero queda encadenada de una

    metafsica que toma las formas de constreimiento, dominacin y totalitarismo; en nombre

    de la verdad acalla; admite la diversidad pero patologizndola, jerarquizndola en nombre

    de una verdad:

    Sin esta genealoga de la moral las promesas de emancipacin del espritu

    moderno permanecen encadenadas, o a las verdades de la metafsica, o a la

    metafsica de la verdad (es decir al Logos, a la mirada nica, a la jerarqua de

    lo irrefutable). Por qu sin ser cristianos ni platnicos seguimos atrapados en

    las distinciones entre esencia y apariencia, entre culpa y redencin?

    (Hopenhayn, 1997, p. 31).

    La genealoga, en breve, es una metodologa (aunque preferimos nombrarla como una

    actitud) que interroga a la modernidad en su fe ciega por unos presupuestos que considera

    inamovibles, y que recupera para la modernidad (as se dirija contra s) el lado mas crtico

    de la Ilustracin, como lo nombra el Vsquez Garca, compendiador de Foucault, si bien

    renunciando a una universalidad o a unos principios bsicos de regulacin racional.

    El genealogista aprende algo:

    Que detrs de las cosas existe algo muy distinto: en absoluto su secreto

    esencial y sin fechas, sino el secreto de que ellas estn sin esencia, o que

    su esencia fue construida pieza por pieza a partir de figuras que le eran

    extraas. La razn? Pero sta naci de un modo perfectamente

    razonable, del azar (Foucault, ? P. 10).

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    Pasamos entonces a la aplicacin de la genealoga a la psicologa en las tres formas que

    propusimos. Tomemos un concepto que no es ajeno a nuestras psicologas: el de la

    diferenciacin sexual. Thomas Laqueur (1990) ha escrito su historia

    Parece absolutamente obvio que la biologa define los sexos. Qu ms

    podra significar el sexo? []. Con inesperada conclusin de que siempre

    se haba dispuesto de un modelo de un sexo y otro de dos sexos para

    quienes consideraban la diferencia, y que no haba forma cientfica de

    elegir entre ellos. En realidad el primero pudo ser preferido durante la

    Ilustracin, pero el sexo nico no desapareci. De hecho, cuanto ms

    profundizaba en los documentos histricos, menos clara resultaba la

    divisin sexual; cuanto ms se forzaba al cuerpo para que sirviera como

    fundamento del sexo, menos slidos resultaban los lmites. El proceso

    alcanza con Freud su indeterminacin ms meridiana (Laqueur, 1990 p.

    11).

    No quiero examinar las consecuencias que puede traer para un saber y para un individuo

    mismo este trabajo de Laqueur. Con este ejemplo slo queremos indicar que los efectos de

    posibles sobre los conceptos fundamentales de la psicologa. Con una psicologa

    genealgica podemos explorar crticamente los ejes epistemolgicos de la psicologa: sus

    fundamentos filosficos, cientficos e ideolgicos; la construccin y los avatares del objeto

    propio de la psicologa (el psiquismo, la mente, etc.); la historia de sus mtodos y tcnicas;

    sus teoras y objetos conceptuales ms conspicuos (sexualidad, identidad, yo, cognicin,

  • 21

    amor, etc.); sus parmetros siempre frgiles por establecer lo normal, lo anormal, lo

    patolgico, lo sano; las consecuencias sociales y subjetivas de una profesin que engloba

    diversas prcticas denominadas psicolgicas. Cada uno de estos temas ameritara la

    aplicacin de la genealoga a nuestro saber y a nuestro entorno:

    No ir tan lejos como Herman Hess que afirmaba que slo es fecunda la

    referencia constante a la historia, al pasado y a la antigedad, pero la

    experiencia me ha enseado que la historia de las diversas formas de

    racionalidad consigue mucho mejor romper nuestras certezas y nuestro

    dogmatismo que una crtica abstracta (Foucault, 1990).

    Esta afirmacin condensa en parte el recurso de Foucault a la historia: es un instrumento de

    develamiento a nuestras ms amadas certezas, es una rompeolas en que se estrella la

    metafsica, disolvindola. Su poder, concreto, si se quiere vital, es ms fuerte que cualquier

    crtica abstracta, por bien fundamentada que sta sea.

    He nombrado algunas de las posibilidades de una psicologa genealgica; debo nombrar sus

    peligros. As entendida, la psicologa genealgica puede ayudar a interrogar muchas de las

    concepciones propias de la psicologa que parecen inamovibles, mas no debe ser ella un

    saber que se convierta en juez de todas las prcticas. Sus indagaciones son puntuales y

    modestas. Ella misma es limitada. Es una perspectiva crtica que busca pluralizar y

    dinamizar nuestras concepciones aparentemente ms slidas. La psicologa genealgica no

    propende por un conjunto de doctrinas, si no un instrumento crtico que se apoya en

    referencias puntuales de la historia para interrogar nuestras certezas presentes. En suma,

  • 22

    tiene consecuencias polticas, esto es, interroga tanto las prcticas de dominacin como las

    relaciones de poder.

    Dentro de la analtica del poder, esa doctrina mvil, entre poder y saber hay inmanencia,

    como es enunciada por Edgar Garavito: Sin una relacin de poder, las formas del saber

    quedaran vacas, no se veran actualizadas. Inversamente, sin las formas del saber, las

    fuerzas del poder seran inestables y evanescentes (Garavito, 1999).

    Y otro prrafo del mismo ensayo afirma:

    Un saber como el de las ciencias humanas se actualiza gracias al ejercicio

    del poder, y a su vez el poder se estabiliza gracias al alcance del saber. []

    De esta manera, las llamadas ciencias humanas no pueden ser separadas de un

    humanismo poltico que se plante la vez como modelo de dominacin e

    instancia de redencin. [][la] la psicologa [por ejemplo] luch desde su

    constitucin, a comienzos del siglo XIX, por destituir los aparatos clsicos de

    tortura contra los alienados, buscando al mismo tiempo que fuera el propio

    alienado quien ejerciera la sujecin de su cuerpo y sus pasiones( Ibd. p. 121-

    122).

    Ese modelo con doble faz, propia de las ciencias sociales y humanas, a la vez como

    modelo de dominacin e instancia de redencin, o mejor, todo saber-poder en la episteme

    moderna entraa prcticas de dominacin y tambin prcticas de libertad. Esto es, la

    psicologa sea como disciplina cientfica, profesional o experiencia, tiene una concepcin

  • 23

    del hombre y la sociedad, que no puede ser resumida en una teora cientfica, prctica o

    subjetiva.

    Ahora bien, al principio de la charla nombrbamos que uno modestamente contribuye a

    inventar nuevas experiencias, esto es, producir efectos de poder. Una psicologa

    genealgica tiene en cuenta esos efectos de poder, no slo como empresa social sino, ante

    todo, poltica. Una psicologa de estas pretensiones puede tomar (lo que no significa que

    una sustituya a la otra) la forma de un decir-verdad (la parrhesia), y provocar efectos

    capaces de afectar la existencia tanto de quien dice verdad como de quien la escucha [o la

    lee] , como escribe Edgar Garavito.

    No podemos desconocer las estrategias, pero lo que est en juego en el parresiasts es poder

    nombrar la verdad que implique la muerte. O sin dramatismo, un decir (que puede ser un

    escribir) que bordea los lmites, los riesgos de mis seguridades. As entendida la psicologa

    genealgica (o su posibilidad utpica) transforma a quien la emprende como tarea creadora.

    En palabras de Rdiger Safranski, resumiendo la concepcin de acto creador de Nietzsche,

    ese sabio dionisiaco: [] la figura estentrea en la cama es el tiempo personificado, que

    con su muerte arroja de nuevo al individuo haca s mismo. No es el tiempo, sino la propia

    voluntad creadora la que transforma y desarrolla la persona. No podemos confiarnos al

    tiempo objetivo, el trabajo de configuracin de la propia mismidad tiene que llevarlo a cabo

    uno mismo (Safranski, 2004).

    He nombrado uno de los riesgos propios de la psicologa genealgica, y es que ella se tome

    a s mismo no como una perspectiva sino como el nico punto de vista. A continuacin

  • 24

    quiero sealar uno segundo: lo que Giorgio Agamben denuncia como hombre

    contemporneo se le ha expropiado su experiencia. La guerra, por ejemplo, no es una

    experiencia: la gente regresaba enmudecida no ms rica, sino ms pobre en experiencia

    compartibles Hay un anonadamiento experiencial individual y colectivo que es

    sofocado por prcticas de dominacin. Pues aun lo que podramos llamar el alma cultural

    de un pueblo, es decir, hbitos lingsticos y representacionales, tambin se empobrece. La

    genealoga puede contribuir a sealar esas estrategias de poder conducentes a despojar la

    experiencia de su carcter perturbador.

    Referencias bibliogrficas

    Arroyave, O. (2001). La modernidad: exclusin o emancipacin, el lugar de las alteridades

    no reconocidas en el proyecto de modernidad. Debate Foucault Habermas. Tesis

    de Maestra no publicada. Instituto de Filosofa, Universidad de Antioquia.

    Foucault, M. (1990). La vida de los hombres infames. Madrid: La Piqueta.

    Foucault, M. (1992). Microfsica del poder. Espaa: La Piqueta.

    Garavito, E. (1999). Escritos escogidos. Medelln: Universidad Nacional de Colombia.

    Hopenhayn, M. (1997). Despus del nihilismo, de Nietzsche a Foucault. Barcelona: Andrs

    Bello.

  • 25

    Laqueur, T (1990). La construccin del sexo. Madrid: Ediciones Ctedra.

    Rdiger, S. (2004). Nietzsche. Barcelona: Tusquets Editores.

  • 26

    LA INTELIGENCIA SOCIAL Y SUS IMPLICACIONES EN LA EVOLUCIN DE

    LA MENTE

    Liliana Chaves Castao

    Universidad de Antioquia

    INTRODUCCIN

    Los estudios sobre la mente han tenido como propsito el diseo de modelos tericos que

    permitan una comprensin sobre su funcionamiento, organizacin, desarrollo y origen. Para

    tal fin, se han retomado complejos anlisis observacionales o experimentales de personas

    con o sin alteraciones, para posteriormente realizar inferencias sobre la mente y el

    comportamiento. Tambin las observaciones se han extendido hacia primates no humanos y

    otros mamferos cuyos resultados ofrecen el enriquecimiento de los modelos sobre teoras

    mentalistas y avances en las hiptesis sobre la evolucin de la mente. De igual modo,

    existen estudios con nfasis paleoantropolgico que buscan (a travs de vestigios como

    herramientas, tiles lticos, ornamentacin y dems artefactos asociados a las vivencias del

    grupo) inferir el estado de creencias, prcticas y relaciones establecidas con la direccin de

    una mente cazadora-recolectora. No es posible dejar de lado los progresos de la inteligencia

    artificial en los que se ofrece la posibilidad de probar los modelos tericos de diversos

    procesos psicolgicos por medio de los computadores o bien, vislumbrar la cercana

    emergencia de mentes artificiales complejas, autnomas y flexibles.

  • 27

    Los reportes de investigacin y numerosos textos plantean no solo complejos modelos

    explicativos de la mente, sino polmicas sobre los mismos, algunas centradas en la

    continuidad o discontinuidad de la evolucin de la mente, en el realismo que subyace a las

    explicaciones evolucionistas, en la ruptura entre biologa y cultura o su mutua extensin, en

    la posibilidad de establecer comparaciones entre la cognicin de primates no humanos y

    humanos, etc. Estos debates enriquecen consistentemente las metodologas, los enfoques

    epistemolgicos y los constructos tericos, establecen nuevas lneas de investigacin en el

    tema e invitan a los interesados en el tema a mantenerse activos en la produccin de

    conocimiento.

    Una de las lneas de investigacin que se ha delimitado como un enfoque en los estudios de

    la mente, tiene que ver con la psicologa evolucionista. Para este enfoque las capacidades

    cognitivas -la mente en sentido amplio- son un rasgo adaptativo del proceso de seleccin

    natural. Los cambios climticos y las condiciones ambientales adversas produjeron no solo

    la extincin de muchas especies, sino que impulsaron a otras a mejorar sus competencias

    genticas expresadas en diseos corporales y mentales ms sofisticados, ms eficaces para

    adaptarse y sobrevivir. En el caso de la evolucin de las competencias mentales, se parte de

    la premisa de que algunas de sus funciones fue conocer el entorno, localizar en l lo que se

    necesitaba para sobrevivir, predecir los cambios, memorizar lugares o rutas migratorias, en

    otras palabras, generar conocimientos que aumentaran la eficacia biolgica. As, mientras

    ms correspondencia existiera entre los conocimientos del mundo y el hbitat que ocupaban

    nuestros antepasados, mayores probabilidades de xito tendran en las cuestiones que

    ataen a la supervivencia. Sobre este punto existe evidencia proveniente de la

    paleoantropologa, la biologa evolutiva y la psicologa cognitiva con sus estudios sobre el

  • 28

    aumento del tamao cerebral, el consumo de carne, los progresos en la utilizacin y

    fabricacin de herramientas y la complejidad organizativa de los grupos sociales (Dawkins,

    1993; Mithen, 1998; Gould, 1999; Boyd & Silk, 2001; Diguez, 2002, 2005). Si bien este

    enfoque ha sido cuestionado, en tanto que se piensa que las capacidades cognitivas son un

    producto pasivo del entorno, se aclara que tales capacidades tambin implican una gran

    eficiencia para modificarlo, el control del entorno est en directa relacin con la

    supervivencia, vase por ejemplo, el propsito que tiene la construccin de herramientas,

    pues no se trata de defenderse, sino de anticipar movimientos de otros animales,

    desestabilizar su organizacin y finalmente cazarlos.

    Ahora bien, el conocimiento del entorno o la imagen que se construye del mismo ha sido

    considerado un xito evolutivo en diferentes especies, pero no constituye un principio

    explicativo de la mente humana, capaz no solo de sobrevivir en ambientes de gran

    variabilidad, sino de desarrollar estrategias de solucin de problemas, lenguaje, smbolos,

    escritura, economa, discursos, etc. Es bajo esta condicin que la inteligencia social ha sido

    un eje temtico que permite la comprensin de la mente del Homo Sapiens Sapiens

    (Humphrey, 1987, 1998, 2002; Seyfarth & Cheney, 1992; Mithen, 1998). En estas posturas

    el nfasis que se propone para explicar la evolucin de la mente humana se dirige hacia la

    inteligencia social, a los acontecimientos que se vivan al interior de grupos cada vez ms

    complejos y numerosos, los cuales exigan adaptar los comportamientos a las jerarquas

    establecidas por los lderes, al desarrollo de estrategias cognitivas para reconocer las

    relaciones de dominio, al aprendizaje eficaz de las reglas en el uso del territorio, el orden

    establecido para la alimentacin o la reproduccin y lo que sera ms exigente, en el hecho

  • 29

    de establecer alianzas con otros para poder alcanzar cambios en las organizaciones

    escalonadas de un grupo (Humphrey, 1987, 1998, 2002; Cheney & Seyfarth, 2005).

    La inteligencia social se configura entonces como una hiptesis para entender la evolucin

    de la mente humana, en palabras de Humphrey (1987, p. 14) La inteligencia social exigi

    desde el principio el desarrollo de ciertas capacidades intelectuales abstractas. Si los

    hombres queran orientarse en el laberinto de interacciones sociales, era esencial que

    fueran capaces de una ndole especial de planeacin anticipada. Haban de volverse seres

    calculadores, capaces de mirar hacia adelante, a posibilidades an no realizadas, y de

    planear, contraplanear y enfrentar su ingenio contra compaeros del grupo, sin duda no

    menos sagaces que ellos mismos.

    DESARROLLO DEL TEMA

    Pensar la inteligencia desde todos los matices posibles que inundan el pensamiento de

    diversos autores sobre el tema sobrepasa los lmites de este escrito, puesto que la fructfera

    produccin sobre la inteligencia y las capacidades cognitivas que la integran, han dado

    lugar a discusiones que an no se cristalizan en teoras unificadoras (si es que a alguien an

    le interesa la unificacin). As, plantear la inteligencia como nica (factor G) o mltiple,

    con predominio gentico o producto de la estimulacin ambiental, introducirse en la

    inteligencia como capacidad de adaptacin, solucin de problemas o adquisicin de

    conocimiento, verificar si la inteligencia es modificable aumentando su rendimiento, etc. ha

    configurado el esfuerzo de muchos investigadores que proponen la inteligencia como una

    temtica inagotable de produccin acadmica.

  • 30

    En aras de tener una delimitacin conceptual de la inteligencia, puede decirse que

    desarrollar nuevas formas de solucionar problemas sin tener que acudir a ensayos repetidos

    e infructuosos, formular nuevas preguntas que abran vas innovadoras de acercarse al

    conocimiento, comprender situaciones, razonar e implementar estrategias para modificar

    los contextos en que se vive, configuran las competencias cognitivas denominadas

    inteligencia. La inteligencia no es exclusiva de los seres humanos, pues formas de vida

    aparentemente simples dan muestras de comportamientos inteligentes, pero lo que llama la

    atencin es cmo en los hombres, estas capacidades se relacionan consistentemente con la

    conciencia y la reflexin, con el desarrollo de sistemas lingsticos implicados en la

    comunicacin, en la representacin y en la inferencia mentalista (Calvin, 1990; Yela, 1996;

    Gibson, 2002).

    Las caractersticas que rodean a la inteligencia se centran en su flexibilidad, su fluidez,

    haciendo que los comportamientos no estn ligados a las demandas inmediatas del

    ambiente, sino que se construyan espacios y tiempos en los que la anticipacin de la

    variabilidad constituyen un logro relevante en la supervivencia y en la creacin de nuevas

    formas de habitar el mundo, dotndolo de significados, creencias, prcticas y rituales, que a

    su vez nutren la produccin de nuevos discursos que se repliegan entre s, para aumentar la

    dotacin de sentidos a las complejas formas de establecer relaciones los hombres y el

    mundo. As, la expansin de la inteligencia y la cognicin, ha dado lugar a que la incesante

    reflexin construya teoras, modelos explicativos o comprensivos sobre el origen y

    evolucin de los macro o microuniversos.

  • 31

    Entre esas teoras la pregunta sobre la mente, su origen, su evolucin y organizacin remite

    entre otros aspectos a la inteligencia. Al respecto Yela (1996, p. 273) plantea que:

    ... surge as y se complica y enriquece en carcter progresivamente inteligente de la

    conducta, desde el mero trasiego bioqumico entre el ser vivo elemental y su entorno

    inmediato, a la captacin, registro y procesamiento de la informacin respecto a un medio

    cada vez ms amplio, distanciado y objetivo, y a la accin biolgicamente significativa,

    primero, y personalmente asumida, despus, referida a objetos y situaciones diversas y

    gobernadas por patrones de actividad cada vez ms flexibles, generalizables e

    innovadores: taxias, tropismos, actos reflejos, comportamientos instintivos, aprendizajes

    asociativos y condicionados, estrategias sensomotoras de solucin de problemas,

    elaboracin cognoscitiva y, en el caso del hombre, conciencia reflexiva, pensamiento

    abstracto, razonamiento lgico, lenguaje, imaginacin creadora, e iniciacin y desarrollo

    del progreso cultural y la conducta responsable y personalizada.

    En este recuento de replegamientos, la mente se observa compleja y abarcadora, con

    capacidades para adentrarse en temas-problemas que la ligan al universo de significados y a

    la imperante necesidad de comprenderse a s misma. En este intento por dilucidar los

    acontecimientos internos y externos que rodean el desarrollo de la mente, se abren nuevas

    perspectivas que dan lugar a una prolfera interdiscursividad. La mirada desde las ciencias

    cognitivas es una de las propuestas que se abordan en este escrito, que a manera de sntesis

    expone una de las hiptesis sobre el origen y evolucin de la mente: la inteligencia social.

    El creciente inters de la psicologa evolucionista, la paleoantropologa cognitiva, la

    ecologa cognitiva, la etologa cognitiva, la ecologa del comportamiento, la

  • 32

    paleoneurologa, etc., por encontrar argumentos basados en la inferencia, en la

    experimentacin o en el anlisis de datos que permitan el diseo de modelos sobre la

    mente, ha generado hiptesis sobre los factores que han intervenido para dar lugar a su

    desarrollo. Existe una primera hiptesis segn la cual las capacidades cognitivas de la

    mente se alcanzaron debido a procesos de adaptacin a medios fsicos altamente variables y

    de creciente complejidad (Milton, 1988 citado en Byrne & Whiten, 1988). Para la

    obtencin del alimento los antepasados deban desarrollar tareas de localizacin,

    memorizacin y procesamiento de informacin til, que les permitiera no solo conseguir

    (cazar o recolectar) sus fuentes de alimentacin, sino protegerlas de otros animales con

    dietas similares. Adems, los abruptos cambios climticos aadieron mayores dificultades

    en estas tareas cazadoras-recolectoras, que en aras de la supervivencia, habran exigido no

    solo rapidez y eficiencia en la implementacin de diversas estrategias de solucin de

    problemas, sino que deba emerger una caracterstica relevante tal como la flexibilidad

    cognitiva que culminara en un proceso de adaptacin (Mithen, 1998).

    El desarrollo de capacidades cognitivas propias de la inteligencia humana como el diseo y

    fabricacin de herramientas, la utilizacin de tecnologas cada vez ms refinadas, la

    simbolizacin y el lenguaje que describen o re-crean continuamente el mundo, la

    organizacin de grupos que jerrquicamente organizados maximizan el control de los

    entornos inmediatos o distantes, la creacin de una cultura que contiene civilizaciones

    simbolizadas, entre otras, son desde esta hiptesis, el fruto de las adaptaciones que

    realizaron los antepasados para enfrentar un ambiente circundante oscilante. Sin embargo,

    plantear que cada capacidad cognitiva o rasgo humano proviene de la eficacia biolgica que

    supone la adaptacin, configura una postura extremista, en tanto que existen una gran

  • 33

    variedad de competencias y rasgos humanos que si bien concurren, su desarrollo no se debe

    a procesos adaptativos sino a exaptaciones (Godfrey-Smith, 2002), es decir, dotaciones que

    han evolucionado para usos diferentes a los que desempea actualmente o para ningn uso.

    La exaptacin entonces es una extensin no funcional de un rasgo que ha sido funcional.

    Teniendo en cuenta el concepto de exaptacin y sin llegar a excesos interpretativos sobre la

    funcionalidad de la adaptacin y la eficacia biolgica, la hiptesis de que la mente se

    origina y desarrolla bajo presiones del medio circundante tiene tambin puntos de

    discusin. Uno de ellos es lograr explicar qu aspectos influyeron para marcar la diferencia

    entre los seres humanos y otras especies, puesto que se trataba de las mismas variaciones

    climticas y por lo general, de la utilizacin de los mismos recursos para la localizacin-

    almacenaje del alimento, memorizacin de los lugares en que era accesible o se haba

    guardado (Boyd y Silk, 2001). Al respecto Calvin (1996, 2004) propone que fue el

    movimiento intencional de la mano lo que introdujo la diferenciacin de la capacidad

    cerebral y cognitiva. Se argumenta entonces que las zonas de la corteza cerebral implicadas

    en la audicin del lenguaje hablado controlan adems los movimientos de la mano y la

    boca. En esta misma lnea, Luria (1980) plantea que los cambios cognitivos que se

    evidencian entre la utilizacin de herramientas y la construccin de las mismas, remite

    necesariamente a un anlisis detallado. La utilizacin de herramientas bien para cazar u

    obtener alimento como para optimizar la defensa de peligros inminentes, muestra un

    comportamiento inteligente que se vale de recursos con mayor posibilidad de xito y

    eficacia, pero no introducen la mediatizacin de la cognicin humana; en cambio, la

    construccin de herramientas implica que los antepasados anticipen la utilizacin futura de

    la herramienta y de forma intencional la moldeen para que cumpla el propsito esperado.

  • 34

    As, si el hombre primitivo dedicaba gran parte de su tiempo para construir un hacha de

    mano en la cual la piedra tuviera la propiedad de herir mortalmente a un animal, se supone

    que estaba pensando en el fin ulterior que le dara a este artefacto, es decir, planea en el

    tiempo lo que har y se distancia de las necesidades inmediatas convocadas para la

    supervivencia. Se habla entonces de conceptos como futuro, planeacin y mediatizacin

    cognitiva, elementos diferenciales de la mente humana con otros mamferos superiores.

    No obstante, Luria (1980) no enfatiz en la estrecha relacin que seala Calvin (1996) con

    respecto a la organizacin neurofisiolgica entre la mano, la audicin y la boca. Estas

    relaciones acompaadas probablemente del aumento del tamao cerebral de los homnidos,

    los cambios climticos y la dificultad para obtener alimento ofrecen convergencias

    interesantes para proponer su influencia en el desarrollo de la mente. Segn Diguez (2005,

    p. 19): el aumento del tamao de dicha zona propiciado por la presin selectiva para

    controlar cada vez movimientos balsticos ms complejos (como los de arrojar una lanza

    durante la caza o golpear una piedra con otra para dar lugar a bordes cortantes,

    habilidades exclusivamente humanas) habra tenido como beneficio indirecto y no buscado

    el desarrollo de un lenguaje articulado y complejo. La estrecha relacin entre la mano, la

    audicin y la boca y el producto de tal maduracin (en las vas neurofisiolgicas): el

    lenguaje, abren caminos comprensivos sobre cmo este desarrollo cambia notablemente la

    dimensin psicolgica, social y cultural entre los Homo Sapiens Sapiens.

    Esta hiptesis donde la mente se desarrolla a partir de su interaccin con el mundo fsico

    encuentra una contraparte que enfatiza en la adaptacin al entorno social (Humphrey, 1987,

    1998, 2002; Byrne & Whiten, 1988). Para Humphrey (1987) en la organizacin social de

    los grupos humanos existen complejos sistemas de relacin, y si bien la especie Homo

  • 35

    deba desarrollar estrategias para sobrevivir en un ambiente fsico variable, tambin estaba

    obligada a permanecer en grupos buscando continuamente comportamientos que no

    alteraran la organizacin establecida. De esta manera, la mente y sus habilidades

    extraordinarias son el producto del desarrollo de complejos sistemas cognitivos que

    facilitan la comprensin de su misma especie. Se diferencia entonces desde la perspectiva

    de Humphrey (1987) el Homo Habilis del Homo Sapiens y bajo su denominacin emerge el

    Homo Psychologicus, este cambio semntico enfatiza en habilidades como la lectura de

    gestos, seales sutiles o ausencia de las mismas, anticipacin e inferencia de los estados

    mentales de los otros, implementacin de estrategias de engao tctico, conformacin de

    alianzas, comprensin de jerarquas acompaadas de rivalidades que necesariamente exigen

    planeacin, etc. La mente pensada de esta manera, surge debido a la interaccin con el

    sistema social de los grupos humanos cuya complejidad es ms elevada y exige mayores

    refinamientos que el entorno ambiental.

    La sutileza que requiere la interaccin social refina con mayor precisin la lectura de

    signos, unas tonalidades que no son extremas, son de grado, de matices suaves, pero pueden

    anticipar un precipitado grupo de reacciones que ponen en peligro la estabilidad o

    permanencia de alguien en una comunidad. Puede pensarse por un momento no en las

    condiciones evolucionistas de la mente, sino en las condiciones evolutivas de nios

    pequeos: ellos estn ms atentos a tonos de voz, miradas, gestos o ademanes y por lo

    general organizan su comportamiento bajo estas seales que son capaces de leer, y donde el

    ambiente circundante solo ofrece un marco contextual que adorna la interaccin de mentes

    adultas y mentes infantiles en pleno desarrollo. Cuando el nio no conoce el significado de

    las palabras, son las expresiones motrices las responsables de la comprensin de

  • 36

    intenciones o marcos de referencia relacionales. Estas observaciones de la psicologa

    infantil son un punto de apoyo a la hiptesis de la inteligencia social, pues la tendencia de

    los nios a preferir la interaccin con los otros seres humanos ms que con el contexto

    fsico, evidencia un sistema cognitivo organizado interpersonalmente3.

    Volviendo a las hiptesis atentas a la evolucin de la mente, se retoma el argumento sobre

    el tamao de los grupos. El tamao est relacionado con el aumento de la complejidad de

    las interacciones y mayor competencia por la supervivencia y la reproduccin, por esta

    razn la inteligencia social se asocia con el desarrollo de mayores recursos mentalistas para

    poder continuar con la adherencia a las organizaciones sociales, de lo contrario un hombre

    no podra sobrevivir solo. Pero para mantenerse all, tambin se requieren estrategias

    cognitivas que pueden oscilar entre la cooperacin y la competencia. Para ambas

    modalidades de interaccin resulta esencial reconocer los lderes y los aliados, los

    comportamientos aceptados o rechazados, las reacciones que tendran los otros ante el

    quebrantamiento de alguna norma consensuada, la conformacin de relaciones cercanas

    con aquellos que pueden promover un aumento de la jerarqua y con ella mayores

    beneficios.

    Sin embargo, para poder plantear que la inteligencia social posibilitara este bing bang de la

    mente, habra que atribuirle una capacidad sustancial, la cual ha sido identificada como la

    fluidez ante la variabilidad de los cambios, bien sea ambientales o grupales. Godfrey-Smith

    (2002) plantea que las pautas de comportamiento genticamente programadas son tiles en

    ambientes estables y aseguran la supervivencia en tanto que disminuyen la probabilidad de 3 Vase teora de la mente en los trabajos de ngel Rivire.

  • 37

    error. Sin embargo, a medida que aumenta la escala evolutiva, el aprendizaje se extiende y

    consecuentemente disminuye la utilizacin de pautas programadas de comportamiento. El

    aprendizaje es especialmente til cuando los cambios ambientales son particularmente

    rpidos y no dan espera para que los organismos se adapten a ellos de forma gentica.

    Aprender requiere nuevas formas de procesar la informacin, con el fin de que las

    experiencias pasadas sean ventajosas y emerja cada vez ms una independencia entre el

    hombre y el entorno, es decir, el aprendizaje sera otra forma de transmisin de

    informacin, pero no necesariamente ligada a la supervivencia.

    De otro lado, el aprendizaje tambin se asocia con la convivencia en grupos humanos, bien

    sea de la madre, padre o de los congneres, una cra aprende un amplio repertorio de

    estrategias cognitivas y de comportamientos para hacer frente a problemas variables, que si

    bien se dirigen hacia la obtencin de alimento, tambin estn inscritas en la interaccin y el

    intercambio con su grupo de pares. Bajo esta perspectiva, es pertinente pensar que en la

    mente de un cazador-recolector los procesos mentales (percepcin, atencin, memoria)

    podran estar guiados bajo la necesidad imperante de alimentacin y reproduccin, pero

    evolutivamente, la inteligencia y las capacidades mentalistas tambin sirvieron para pensar

    sobre el mundo y crear teoras sobre l. Desde esta perspectiva, se retorna al concepto de

    exaptacin presentado anteriormente, la inteligencia en s misma no sera una exaptacin,

    pero las funciones que ahora desempea si lo seran. Resulta obvio que nada tiene que ver

    con la supervivencia o la reproduccin el leer un libro, escribir un artculo, desarrollar

    complejas recetas de cocina que amplifican el sabor de los alimentos, etc., pero el sustrato

    bsico: la inteligencia que permiti tal desarrollo, seguira principios adaptacionistas

    ligados a la seleccin natural.

  • 38

    Los cambios entre una mente organizada para seguir principios naturales o una mente que

    se prepara para la reflexin sobre s, sobre otros o el mundo, pueden tener diferentes

    acercamientos explicativos. Para algunos la segunda mente, aquella que es producto de

    exaptaciones, ha logrado la organizacin que tiene gracias al efecto del lenguaje, es decir,

    la adquisicin de esta capacidad mediatiza las relaciones entre el hombre y la naturaleza,

    crea un distanciamiento entre el dato que se percibe directamente y la reaccin inmediata

    programada genticamente (Luria, 1980), un espacio que da lugar a la asignacin de

    contenidos alternativos o marcos interpretativos que proliferan hacia otro tipo de discursos

    elaborados con mayores niveles de complejidad, as, los logros de un lenguaje humano

    capaz de facilitar reflexiones y elucubraciones de carcter cientfico, filosfico, religioso,

    etc., se encuentran en la va de la posibilidad de retornar sobre la naturaleza, pero de otro

    modo, ya no se trata de la respuesta en el contexto de una situacin inmediata y contingente

    (como que se acaba de decir), es ms bien el logro de un lenguaje que, en la distancia, es

    capaz de retornar sobre la naturaleza misma para descifrar sus cdigos. Esta mente de

    lenguaje ya no est centrada en la funcionalidad y el servicio prestado por las condiciones

    naturales, esto es, ya no se trata de lo que ofrecen los rboles, los animales, el clima, etc.,

    por el contrario, en el horizonte de sus actividades existe un ms all, un inters mucho ms

    penetrante, volver sobre la naturaleza para explicar su origen, su evolucin, en fin, las

    relaciones entre las diferentes dimensiones que constituyen la vida propiamente dicha.

    Sobre el origen del lenguaje existen posturas que plantean que esta dotacin no est ligada

    a la seleccin natural, sino que responde a una caracterstica propiamente humana

    (Chomsky, 1992), pero los detractores de esta posicin como Pinker (1994) y Deacon

    (1997), argumentan que el lenguaje sigue tambin principios evolucionistas ligados a la

  • 39

    seleccin natural. El smbolo como categora amplia que utiliza el lenguaje como una de

    otras tantas estrategias para externalizar su contenido, surge en los homnidos como un

    incremento en la eficacia de transmisin de informacin entre los adultos y la cra; expresar

    la experiencia, los trucos de caza o la acumulacin de aprendizajes relativos a la vida

    mantienen su funcionalidad en una memoria organizada lingsticamente (Deacon, 1997).

    Si bien el lenguaje de los antepasados probablemente no se guiaba por las mismas reglas

    sintctico-gramaticales que tiene en la actualidad, el protolenguaje existente en la poca

    tomara la forma de sonidos asociados a determinadas caractersticas del ambiente o el

    contexto social de los grupos humanos. Es decir, seran modalidades comunicativas que

    alertaran sobre predacin, alimentacin, reglas, entres otras. Pero para que la

    comunicacin tuviera un patrn estable de contenidos tambin era necesaria la presencia de

    la abstraccin, capacidad necesaria para la formacin de conceptos no verbales. Bajo esta

    perspectiva, se seala que la responsabilidad del desarrollo del lenguaje son los sistemas de

    representacin conceptual que a su vez se comparten con algunos primates (chimpancs y

    orangutanes preferiblemente) (Castro y Toro, 2002). El origen del lenguaje tiene tambin

    otras teoras que amplan las formas de comprensin de la mente (Pinker, 1994, Dunbar,

    1996, Tomasello, 1999), pero hace parte de un cuerpo terico que excedera los lmites de

    este escrito.

    Pero aunque se prefiera otorgar al lenguaje por principios de conviccin en la psicologa y

    otros discursos afines, la capacidad de dar unos rdenes a la mente que nos introducen en la

    cultura, en las creencias y prcticas religiosas, polticas o acadmicas, es necesario apuntar

    a otros desarrollos tericos que no centran al lenguaje en estos avances evolucionistas, sino

    que son otros agentes los responsables de la exaptacin mentalista. Para Previc (1999) los

  • 40

    sistemas dopaminrgicos de los homnidos produjeron el incremento de la estatura,

    aumento del tamao cerebral, su lateralizacin y la ampliacin del crtex de asociacin.

    As, la inteligencia y las capacidades mentales no son el resultado de la expansin y

    organizacin del cerebro, sino que los sistemas dopaminrgicos seran el efecto de la

    presin selectiva para mantener la regulacin de la temperatura del cerebro en situaciones

    como por ejemplo, la caza en la sabana africana. Si bien la dopamina es un termorregulador

    del crtex cerebral, tambin est implicada en la regulacin de la actividad cognitiva

    (razonamiento abstracto y planificacin motora). Igualmente, al incremento del tamao

    cerebral se le asocian factores como la dieta protenica y el ejercicio fsico relacionado con

    la caza (Diguez, 2002).

    Aunque en el momento actual exista una diversidad de posturas y discusiones sobre el

    origen de la mente humana, algunas centradas en la fisiologa, otras en los correlatos

    descubiertos por la paleoantropologa, algunos de ellos centrados en la tradicin del

    enfrentamiento que la especie Homo realiz para aumentar la eficacia adaptativa en un

    contexto hostil, etc., la inteligencia social sigue ocupando un papel relevante en aquellos

    factores implicados en la evolucin de la mente. Se trata de no dejar pasar por alto que el

    hombre de antes (y el de ahora) tena un grupo como referente, un grupo que con facilidad

    puede pasar de la proteccin a la exterminacin y una forma de hacer parte de este continuo

    movimiento es desatar reacciones inmediatas, pero tambin numerosas estrategias

    planificadoras, que anticipan los movimientos de los contendores. El engao, el

    contrengao, las alianzas silenciosas son otros recursos ms que se le aaden a la mente

    para dotarla de fuentes inagotables de conocimiento y estrategia.

  • 41

    Pasar como dice Mithen (1998) de una inteligencia general a una inteligencia modular que

    por su especializacin remite a conjeturas e hiptesis evolucionistas, no es un asunto de un

    solo discurso, los hallazgos provenientes desde diferentes disciplinas robustecen el cuerpo

    terico que nutre continuamente a aquellos que se interesan por el tema: la mente, su

    origen, expansin, organizacin y desarrollo.

    CONCLUSIONES

    Hace 35 millones de aos los Aegyptopithecus mostraron tener una mente dotada de

    mdulos de inteligencia general y un rea especializada de inteligencia social (Mithen,

    1998). Este giro evolutivo, el tener una mente modular se conserva en la actualidad

    manteniendo como trazo diferencial que los individuos busquen y obtengan mayores

    muestras de inteligencia entre sus semejantes. La evolucin continu y se sabe de ello por

    las muestras diferenciales de la estructura corporal, vestigios de tiles lticos,

    ornamentacin, vestuario y dieta de muchos antepasados. As como los tiles lticos

    mostraron mayor dedicacin y refinamiento en cada etapa de sucesos evolutivos, la

    inteligencia y la mente tambin ocupaban un lugar en esa cadena discontinua, solo una

    mente que avanzaba poda mostrar tambin sus progresos en aquello que le era cotidiano.

    Es por esta razn que hace 100.000 - 60.000 aos los restos fsiles del homo sapiens

    sapiens dan cuenta de una mente especializada que no solo utiliza tiles lticos de piedra y

    madera, sino de hueso y entierra con ornamentos a sus muertos (Mithen, 1998). En pocos

    aos -relativamente hablando- este homo realiza viajes en embarcaciones que l mismo

    construye, vive en casas, elabora artefactos con una variada gama de materiales, hace

    pinturas a las que denominamos rupestres, deja estatuillas de marfil y su cuerpo tiene

  • 42

    vestidos. El paleoltico superior se propone como el momento en que la mente tambin

    hace cultura, las creencias son la manera que el hombre tiene para relacionarse con el

    mundo, para explicarlo e intentar ejercer control sobre l. El enfrentamiento del entorno

    fsico dota al Homo de capacidades para construir herramientas, el Homo sapiens establece

    adems, organizaciones sociales, la inteligencia est de un lado y del otro, maximizando

    con su plasticidad la eficacia en la solucin de problemas, bien sea al servicio de la

    supervivencia o de los rdenes establecidos por los cohabitantes de un territorio.

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  • 46

    INVERSIN PARENTAL: UNA LECTURA DESDE LA PSICOLOGA

    EVOLUCIONISTA

    Eduardo Aguirre Dvila

    Universidad Nacional de Colombia

    Hasta ahora, las ciencias sociales han sido enseadas como si Darwin nunca hubiera existido

    Richard Dawkins

    INTRODUCCIN

    Algo que es muy evidente cuando se revisa el desarrollo de las explicaciones cientficas del

    comportamiento humano, es que stas no siempre han tenido en cuenta la teora de la

    evolucin, propuesta hecha hace ya ms de un siglo por Darwin. Este hecho ha significado

    que campos del conocimiento tan importantes como la Biologa y las Ciencias Sociales se

    hayan desarrollado casi en forma independiente, postergando con esto la posibilidad de

    influirse mutuamente. Pero este estado de cosas ha venido cambiando muy rpidamente

    desde la segunda mitad del siglo XX, principalmente, gracias a los progresos realizados en

    la ciencia biolgica y al creciente inters de otros cientficos por las bases biolgicas de la

    vida social de los seres humanos, motivo por el cual se muestran ms dispuestos a

    incorporar en el cuerpo de sus teoras los desarrollos alcanzados por la Biologa.

    En el caso de la Psicologa, despus de la revolucin cognitiva acaecida hacia los aos

    cincuenta, ha tenido que enfrentar otro ajuste importante en sus concepciones tericas en

  • 47

    torno a la explicacin del comportamiento humano, y esta vez por cuenta de la teora de la

    evolucin. Ahora no solo se le plantean retos importantes por la apertura de la caja negra

    y el resurgimiento de la vida mental, sino tambin por la necesidad de incorporar otro factor

    ms como lo es el desarrollo filogentico, que determina todas las acciones de los hombres.

    Esta introduccin de las ideas darwinianas ha dado origen a una nueva disciplina, la

    Psicologa Evolucionista, la cual orienta su labor investigativa bajo la sombra de la

    pregunta qu relacin existe entre la conducta humana y la herencia biolgica? La

    respuesta dada a este interrogante es que la evolucin ha dejado profundas huellas en la

    cognicin y el comportamiento de los hombres, y que es necesario sacarlas a la luz pblica

    para mejorar nuestra comprensin del ser humano.

    El objetivo de este artculo es presentar algunas contribuciones de la teora de la evolucin

    al estudio de la crianza, para lo cual se tom como eje central la teora de la inversin

    parental y su papel en el cuidado, proteccin y orientacin del desarrollo de los nios. Para

    abordar el tema, primero se presentarn los aspectos ms caractersticos de la teora de la

    evolucin que dan las bases a la Psicologa Evolucionista, y con las que intenta explicar los

    orgenes de los mecanismos psicolgicos que actan en las diferentes esferas del

    funcionamiento psquico. Posteriormente se centrar la atencin en la teora de la inversin

    parental y su relacin con la crianza, resaltando sus estrechos nexos con la seleccin sexual

    y la adaptacin inclusiva (inclusive-fitness).

  • 48

    PSICOLOGA EVOLUCIONISTA

    La Psicologa Evolucionista es otro campo disciplinar de la Psicologa, cuyo surgimiento,

    relativamente reciente, ha permitido reintroducir las preguntas por el componente biolgico

    del comportamiento humano. Su desarrollo ha despertado mucho inters no solo en la

    Psicologa sino tambin en las diferentes Ciencias Sociales, especialmente porque permite

    analizar la relacin que existe entre naturaleza y cultural, desde la ptica de los nuevos

    hallazgos en gentica, gentica poblacional, embriologa, biologa molecular,

    paleontologa, etologa, entre muchos otros campos asociados con los avances de la

    Biologa. Esta nueva informacin permite que la comprensin de la vida humana sea ms

    integral y ecolgica.

    La Psicologa Evolucionista orienta su trabajo terico e investigativo desarrollando y

    poniendo a prueba los aportes darwinianos. Sostiene que no slo las manifestaciones fsicas

    o fisiolgicas de los seres humanos son producto de la evolucin, sino que tambin lo es su

    comportamiento.

    Recordemos que Darwin concibe la evolucin de las especies como el resultado de la

    seleccin natural y sexual. En el caso de la seleccin natural, el concepto hace refiere al

    proceso por medio del cual los organismos tienden a conservar, a travs de sus

    descendientes, aquellas caractersticas que les permite prosperar y reproducirse en un

    determinado entorno, y a no transmitir aquellos rasgos que no favorecen las posibilidades

    de reproduccin. Esta idea, que en general es bastante simple y de gran repercusin

    cientfica y social, fue muy polmica en la poca de Darwin (y an lo es para muchas

  • 49

    personas en la actualidad) puesto que cuestionaba interpretaciones tradicionales sobre la

    naturaleza humana, de inspiracin inequvocamente religiosa, que haban estado

    profundamente enraizadas en la cosmovisin de la sociedad occidental. La teora

    evolucionista, al reconocer tambin su aplicabilidad a los orgenes del ser humano,

    amenaz con poner al Homo Sapiens al mismo nivel que otros organismos vivos en el

    firmamento de la naturaleza. (Hernndez-Blazi, Bering & Bjorklun, 2003, p. 268)

    En trminos generales y siguiendo la teora de la evolucin, la Psicologa Evolucionista

    sostiene que el ser humano es producto de una lenta pero continua transformacin de

    carcter filogentico, proceso que tomo miles de aos. Su evolucin expresa el conjunto de

    soluciones dadas, tanto en forma anatmica como psicolgica, a los problemas generados

    por el medio en el que habitaron los primeros homnidos, y que se manifiestan en rasgos

    como la posicin erguida y bpeda, el volumen del cerebro y en la produccin de diferentes

    instrumentos y utensilios para enfrentarse a la naturaleza. En otras palabras, el proceso de

    seleccin acto favoreciendo la reproduccin de las caractersticas que permitan una mejor

    adaptacin de los seres humanos a su entorno.

    El proceso de seleccin natural es un fenmeno que presiona fuertemente la diferenciacin

    de los individuos en el curso de muchas generaciones, y esta variacin est estrechamente

    relacionada con los cambios que se suscitan en el medio habitado por los organismos, el

    cual puede determinar cambios fenotpicos importantes que a largo plazo afectarn a la

    especie. A este respecto Geary (2002a) cita un ejemplo tomado de Reznick & Endler

    (1982), quienes sostienen que si la edad de maduracin es heredada y que si bajo

    determinadas condiciones ambientales los individuos maduran tempranamente, es muy

  • 50

    probable que con el tiempo este rasgo sea ms exitoso que la maduracin tarda, por lo que

    el promedio de edad de maduracin puede cambiar despus de muchas generaciones, con

    una fuerte tendencia hacia la maduracin temprana. Este ejemplo nos indica que la

    adaptacin de los seres vivos como respuesta a las nuevas exigencias heredadas y

    medioambientales, es un fenmeno altamente flexible y que no tiene un curso rgidamente

    predeterminado.

    En este sentido, es necesario aclarar que la seleccin natural no tiene que ver con la

    supervivencia del individuo ms fuerte, sino del mejor adaptado, esto quiere decir, que en

    la seleccin sobreviven los individuos que dieron respuestas ms adaptativas a los cambios

    genticos y a las exigencias del medio; los organismos mejor adaptados a sus entornos

    sobreviven y transmiten los rasgos que han facilitado su adaptacin a sus descendientes

    (Hernandez-Blazi, Bering & Bjorklun, 2003, p. 268).

    Respecto a la seleccin sexual, sta tiene que ver con la eleccin de pareja que realizan los

    individuos, en donde la decisin se toma buscando influir en la conservacin de los rasgos

    ms adaptativos en las generaciones venideras. Darwin describi este fenmeno en su texto

    The descent of man, and selection in relation to sex (1871), y como nos dice Geary (2002a,

    2002b), en l se refiri a la competencia por la pareja entre los miembros del mismo sexo y

    la misma especie (competencia intrasexual), y a la eleccin de pareja (competencia

    intersexual). En este sentido, Geary sostiene que la seleccin sexual se puede dar,

    dependiendo de la dinmica reproductiva y social, en trminos de competencia macho-

    macho para acceder a la hembra, o hembra-hembra para elegir al macho.

  • 51

    Por otro lado, debe resaltarse que la seleccin sexual se relaciona con el cuidado y la

    crianza de la progenie, dado que una forma de garantizar la supervivencia de los individuos

    y por ende de la especie, es controlando las caractersticas ptimas de la pareja para

    engendrar individuos capaces de adaptarse al medio que los rodea. Este fenmeno se

    abordar con un mayor detenimiento ms adelante, por el momento solo valga resaltar que

    en todos los mamferos se ha podido constar las diferentes maneras como las hembras y los

    machos invierten en su progenie, lo cual determina tanto la relacin de la pareja como el

    tipo de vnculo con la progenie.

    En sntesis, se puede decir que la teora darwiniana explica tres procesos fundamentales

    implicados en la evolucin de las especies: la variacin, la herencia gentica y la seleccin.

    La teora de la evolucin da razn de la transformacin y supervivencia de las especies por

    el mecanismo de la reproduccin, el cual permite que la descendencia presente una

    variacin gradual que los habilita para enfrentar diferentes condiciones de oportunidad

    ambiental, y que a largo plazo se concreta en la seleccin de los individuos (Snchez,

    2001).

    El desarrollo de la teora de la evolucin ha permitido comprender mejor la relacin que

    existe entre los determinantes genticos y los del medio. Bajo este nuevo enfoque, la

    evidencia acumulada por las investigaciones empricas nos muestra que la combinacin de

    teoras (teora de la seleccin, teora gentica y teora ecolgica), se constituye en el mejor

    medio para explicar cmo la evolucin acta tanto sobre los genes como sobre los

    ambientes en los que habitan los organismos. Buss (1995) afirma que los diferentes

    problemas adaptativos que los humanos tenan que resolver en su ambiente de adaptacin

  • 52

    evolutivo fueron muy complejos, y diferentes uno de otros Diferentes problemas

    tpicamente adaptativos seleccionan diferentes soluciones adaptativas (p. 7).

    En el caso del ser humano, la seleccin ha dado origen a su gran flexibilidad adaptativa,

    proceso que se dio a lo largo de millones de aos, desde los primeros homnidos como el

    Australopitecus Anamensi, que vivi aproximadamente hace unos 4,5 millones de aos,

    hasta el Homo Sapiens que probablemente apareci hace unos 100.000 aos. Esta gran

    flexibilidad se manifiesta principalmente en su verstil capacidad cognitiva y de interaccin

    con sus congneres, lo cual capacita a los hombres para afrontar de una manera ms

    adaptativa las exigencias del ambiente fsico y social que los rodea.

    Todo parece indicar que en el camino a convertirse en Homo Sapiens, los hombres debieron

    resolver los problemas de su entorno en forma progresivamente ms cooperativa, lo cual les

    debi dar una mayor ventaja comparativa frente a sus ms cercanos competidores. As

    mismo, esta forma de enfrentar los retos de la naturaleza los coloc ante nuevos y muy

    singulares problemas, como es el de la convivencia entre congneres, que pasa por la

    eleccin de pareja, el cuidado de la progenie y la organizacin social para la supervivencia.

    En este contexto, el cerebro se vio estimulado, no solo por las nuevas formas de nutricin

    protenica, sino tambin por la necesidad de dar respuestas cualitativamente distintas a este

    tipo de problemas, lo cual gener diferentes y complejas estrategias cognitivas involucradas

    en los ms diversos comportamientos humanos, como por ejemplo en la comunicacin, en

    el desarrollo de dispositivos reguladores de las interacciones humanas, o en la creacin de

    utensilios propicios para asegurar la supervivencia del grupo.

  • 53

    En resumen, la Psicologa Evolucionista, partiendo de los supuestos de la teora

    darwiniana, se propone descubrir y describir la evolucin de los mecanismos psicolgicos

    responsables del comportamiento humano, fraguados a travs de miles de generaciones por

    la seleccin natural y sexual, dado que en todas las formas vivientes, la primera razn

    de existencia es el perpetuar los genes propios (Dawkins 1976). Una implicacin de esta

    suposicin es que todo la conducta social est relacionada a la reproduccin (Gannon,

    2002, p. 174). En el caso de los mecanismos psicolgicos, stos han evolucionado como

    mdulos cognitivos altamente especializados, cuya funcin es orientar el comportamiento

    de los individuos, y que fueron seleccionados por el xito que tuvieron en reforzar la

    reproduccin.

    Por otro lado, hoy en da existe suficiente evidencia en el campo de la Psicologa

    Evolucionista como para saber que la influencia gentica no se manifiesta de una manera

    nica y lineal, sino que se da en el marco de un conjunto de interrelaciones entre el

    componente gentico, la vida orgnica y el medio en el que habita el organismo. Al

    respecto y haciendo referencia a la concepcin del desarrollo infantil, pero que puede

    extrapolarse a otros dominios, Lickliter & Honeycutt (2003) sostienen, citando a Lewontin

    (2000), Los programas genticos, sin embargo, no determinan el desarrollo individual.

    All existe un cuerpo de evidencia grande y creciente que demuestra que el desarrollo de

    cualquier organismo individual es consecuencia de una nica red de interacciones entre los

    genes que lleva; las complejas, multideterminadas interacciones moleculares dentro y entre

    las clulas individuales; y la naturaleza y sucesin de los ambientes fsicos, biolgicos y

    sociales a travs de los cuales pasan durante el desarrollo (p. 820).

  • 54

    Estudios llevados a cabo en embriologa, ya en los aos 30 dieron las pistas para

    comprender que la evolucin no es un fenmeno simple y lineal sino que se encuentra en

    ntima relacin con las condiciones medio ambientales. Se propone que el control del

    cambio no es ejercido slo por los genes e indirectamente por el medio, sino que existe una

    interrelacin estrecha entre ambos.

    Un ejemplo de lo mencionado anteriormente lo encontramos en los trabajos de Kuo (1930,

    1939, 1967, citados por Cairns, 1998), quien pudo observar que los estmulos fsicos sobre

    embriones de aves y mamferos podan alterar el curso preestablecido por los genes, lo cual

    indica que las caractersticas filogenticas se ajustan a las nuevas condiciones del desarrollo

    ontogentico que los organismos deben enfrentar, y que en el transcurso del tiempo se

    incorporan en las nuevas generaciones. Con esto solo se quiere enfatizar el hecho de que la

    informacin gentica, como se mencion ms arriba, es uno ms de los componentes de la

    evolucin y que otros aspectos del organismo, como la fisiologa, la estructura anatmica,

    el comportamiento, las relaciones sociales o el medio en el que habita


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