INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS
SUPERIORES DE OCCIDENTE
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios de Nivel Superior según Acuerdo Secretarial
15018, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de noviembre de 1976
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA Y LA CULTURA
Constricción del sentido público de las obras en el marco del programa: Redes Temáticas CONACyT
Tesis que para obtener el grado de
Maestro en Comunicación de la Ciencia y la Cultura
Presenta:
Lic. Alan Gabriel Telpalo Lozano
Director de tesis
Dr. Raúl Fuentes Navarro
Tlaquepaque, Jalisco, noviembre de 2016
1
Índice de ContenidoÍndice de Contenido..............................................................................................................................................2
Introducción....................................................................................................................................................4
CAPITÚLO 1. Planteamiento de la investigación......................................................................................5
1.2 Problema................................................................................................................................................12
1.3 Pregunta de investigación....................................................................................................................17
1.4 Hipótesis de trabajo..............................................................................................................................18
1.5. Justificación desde una perspectiva sociocultural..........................................................................19
CAPITULO 2. Estado de la cuestión.........................................................................................................23
CAPÍTULO 3 Desarrollo del campo científico mexicano.......................................................................35
3.1 Campo Científico: el caso mexicano.................................................................................................35
3.2 Ciencia y el proyecto de modernidad.................................................................................................35
3.3 Ciencia Moderna en México: momentos Amateur, académico y profesional..............................39
Capítulo 4 De la sociedad y los científicos..............................................................................................45
CAPITULO 5.................................................................................................................................................57
5.1 Marco teórico.........................................................................................................................................57
6. Enfoque metodológico............................................................................................................................68
6.1 Criterios de selección.......................................................................................................................73
6.2 Caracterización de los sujetos de estudio.....................................................................................80
CAPÍTULO 7. Capítulo analítico (Nivel preliminar).............................................................................81
7.1 Acercamiento con sujetos clave..........................................................................................................82
7.2 Producción de conocimiento..............................................................................................................84
7.3 Traducción de mensajes.....................................................................................................................85
7.4 Canales de comunicación....................................................................................................................85
7.5 Evaluación..............................................................................................................................................86
8. Construcción del sentido público de las obras....................................................................................89
9. Referencias..............................................................................................................................................90
2
Resumen:
El momento histórico en que se encuentra la sociedad occidental, plantea nuevos
panoramas y cambios significativos en la forma en que las relaciones entre los
individuos, las estructuras sociales y sus acciones se transforman; podría decirse que
durante el siglo XX las organizaciones sociales se encontraban fuertemente
determinadas por la tensión con las estructuras, en especial la económica –a la manera
marxista-, en donde el Estado se constituía como el referente máximo de las
relaciones. Hoy en día, los referentes, relaciones, productos y significaciones, se ven
mediados por la multiplicación de referentes culturales que influyen en la construcción
de sentidos. La producción académica no es ajena a esta transformación y las
diferentes irritaciones del mundo social, influyen de forma determinante, en los
resultados, productos y dinámicas de investigación. Una de estas influencias
relacionada con el sistema económico actual, se ve marcada en el aspecto de utilidad
material de las investigaciones, idea que para los académicos de las Ciencias Sociales
supone cuando menos, un elemento fuera de la idea tradicional en que se produce el
conocimiento.
Palabras clave: construcción social, sentido, sentido público de una obra, campo
académico, capital simbólico.
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Introducción
El ejercicio científico vive un periodo de transformación en que las influencias del
mercado económico ponen a discusión su pertinencia social, que puede traducirse
como la búsqueda de utilidad en términos materiales, es decir, las disciplinas científicas
cobran valor social en el marco del sistema económico actual en tanto que son capaces
de producir artefactos útiles para la sociedad; ésta idea pone en encrucijada a las
Ciencias Sociales, puesto que no es un fin común la producción de aparatos sino la
producción de conocimiento reflexivo que permita comprender mejor los procesos
sociales; sin embargo las tensiones con el sistema económico permean las
orientaciones de investigación sobre todo cuando los apoyos a la investigación se ven
condicionados por éstas características. Algunas de las respuestas que los científicos
de las disciplinas Sociales han encontrado, son aquellas que buscan conectar los
objetivos de investigación con las prioridades sociales, sobre todo a partir de diferentes
crisis en que el conocimiento desde lo Social cobra trascendencia más allá de sus
barreras disciplinares, trasladando entonces el fin de generar máquinas hacia la
generación de conocimientos socialmente utilizables.
En este marco, es que aparecen diferentes planes y estrategias que promueven el
encuentro entre el ejercicio académico y la sociedad no especializada. Este proyecto
de investigación supone que existe interés genuino en los académicos -altruista, quizá-
por generar puentes a partir del conocimiento académico e incidir en el mundo social
como interlocutores con otros campos sociales, sin embargo, también supone que hay
otras interacciones que abonan a que cada vez más ejercicios relacionados con la 4
socialización del conocimiento aparezcan, sobre todo desde lo mencionado con la ya
enunciada tensión con el campo económico, éstas interacciones generan, significan,
edifican; construyen sentido, tanto para quienes la producen como para el público al
que van dirigidos.
Un ejemplo de éstas orientaciones en México, es el Programa Redes Temáticas, que
es un tipo de apoyo impulsado por CONACyT a partir de 2010 que nace con el objetivo
de “Conectar grupos de investigación con intereses comunes para la resolución de
problemas de gran dificultad” (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2014) para el
desarrollo de productos académicos que aporten soluciones a problemáticas sociales
focalizadas.
Se parte entonces desde el interés por conocer la construcción del sentido de ejercicios
de investigación con referencia a la vinculación con el público no especializado, por lo
que fue necesario retomar el concepto de sentido público de una obra, concepto de
Pierre Bourdieu que permite reconocer cómo se construye el sentido y su referencia
hacia las diferentes tensiones al interior del campo social y hacia el exterior del mismo.
Así pues, esta investigación busca analizar cómo se construye el sentido público de las
investigaciones de académicos participantes del programa enunciado, a partir
conceptos del teórico del francés Pierre Bourdieu.
CAPITÚLO 1. Planteamiento de la investigación
Pensar en términos de la utilidad social en la investigación académica, sugiere un
amplio abanico de posibilidades para el análisis; por ello y de acuerdo a lo planteado en
la introducción, es necesario posicionarse en la relación que indica que el sistema
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económico de producción y la dinámica científica se encuentran afines; relación que
suele ilustrarse con la correspondencia entre la inversión promedio que los países más
desarrollados realizan -invierten en promedio 2% del PIB en ciencia y tecnología- con
sus índices de desarrollo social; hay entonces lugar para afirmar que el contexto en
que las políticas científicas se articulan es ese: la inversión en apoyos a la investigación
científica tiene como consecuencia el incremento en la calidad de vida de los
ciudadanos, ya sea en forma de artefactos útiles o de alguna otra forma de
comprensión visible en la cotidianidad de las personas.
Sin embargo y como podrá observarse en apartados siguientes, la sociedad no
especializada suele tener una sensación de lejanía con el campo social de la ciencia
que supone el primer obstáculo de éstas metas; en principio por el desconocimiento de
la actividad real de quienes se dedican de forma profesional a ésta actividad, y en
segundo plano, por la nebulosa contribución social -desde la percepción de los
públicos- sobre los derivados de la producción académica en México. A la vez, puede
apuntarse que la emergencia por la socialización de conocimientos en Latinoamérica y
en particular en México, aparece también ante contextos sociales donde las diferentes
brechas y problemáticas sociales han llevado a reflexionar a los académicos sobre una
mayor implicación social en sus investigaciones, en particular para aquellos cuyos
intereses se suscriben a las Ciencias Sociales.
En México, gran parte de la inversión en Ciencia y Tecnología es pública (más de 92
mil millones de pesos para el ejercicio de 2016 de acuerdo a información contenida en
el presupuesto federal); ya sea vía municipal o estatal y la proporción más alta es a
partir de recursos federales canalizados por una entidad nacional, el Consejo Nacional 6
de Ciencia y Tecnología (CONACyT) que de acuerdo al sitio oficial en internet tiene
como meta principal el siguiente texto:
Consolidar un Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología que responda a las demandas prioritarias del país, que dé solución a problemas y necesidades específicas, y que contribuya a elevar el nivel de vida y el bienestar de la población. (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
2014)
Asimismo, la visión general del CONACyT se refiere a:
La contribución conjunta con otras dependencias y entidades del Gobierno
Federal, así como del sector productivo para que México tenga una mayor
participación en la generación, adquisición y difusión del conocimiento a nivel
internacional, y a que la sociedad aumente considerablemente su cultura científica y tecnológica, disfrutando de los beneficios derivados de ésta (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2014)
Estas dos ideas resumen a grandes rasgos no sólo las directrices nacionales, sino que
pueden ser tomadas como ejemplo de cualquier política científica en el mundo1 y de la
1 En Argentina el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva se presenta así “El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva fue creado con el fin de incorporar la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo económico y social del país”
En Brasil el Conselho Nacional de Desenvolvimiento Científico e Tecnológico afirma que “Desempeña un papel vital en la formulación y aplicación de políticas de ciencia, tecnología e innovación. Sus operaciones contribuyen al desarrollo nacional y el reconocimiento de los investigadores brasileños y la investigación por las instituciones de la comunidad científica internacional”.
En España la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (SEIDI) es el departamento de la Administración General del Estado encargado de la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de investigación científica y tecnológica, del desarrollo e innovación en todos los sectores, así como la coordinación de los organismos públicos de investigación de titularidad estatal y de asegurar la coherencia y la coordinación del fomento de la I+D+I en el territorio de España. (Por citar algunos ejemplos sobre los objetivos y misiones de los organismos encargados de realizar y ejecutar políticas científicas públicas en Ciencia y Tecnología)
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materialización del paradigma que indica que invertir en Ciencia y Tecnología –CyT-
genera beneficios sociales.
Los tópicos que una política de inversión en CyT abarca, son variados y responden a
diferentes factores relacionados, en este contexto, es que la emergencia por la
socialización del conocimiento anida planes y programas dirigidos a proporcionar
respuestas y/o soluciones a problemáticas sociales. En el caso de CONACYT, como
organismo articulador de los esfuerzos científicos del país, estos temas se agrupan en
la agenda de problemas nacionales, que son siete categorías definidas por el
organismo para la resolución de las temáticas nacionales más importantes a través del
conocimiento.
Participar de éste tipo de programas, permite el acceso a los académicos a una serie
de beneficios que son elementos constituyentes de los diferentes tipos de capitales
sociales en que se desenvuelven, sin embargo, no todos los apoyos de CONACyT
tienen por objetivo concreto la influencia social de sus productos; ya sea por la
naturaleza de las convocatorias o por la disciplina a la que están dirigidas.
Como puede verse en el siguiente listado (que son las convocatorias vigentes para el
año 2015, periodo en que se sitúa esta investigación), algunas están dirigidas a
investigadores y su formación nacional o internacional; así como apoyos de corte
individual, como aquellos dirigidos a madres de familia. De los 44 programas listados,
sólo ocho están dirigidos o referidos a la vinculación ciencia- sociedad y de ellos, la
convocatoria a la conformación de Redes Temáticas, es la que enuncia con claridad el
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planteamiento en sus objetivos, la necesidad de relacionar los productos científicos y
su incidencia social.
PROGRAMAS1. Convocatoria de Cooperación Científica con Francia (ECOS NORD 2016)2. Convocatorias Apoyo a Madres Jefas de Familia3. Convocatorias Apoyos Infraestructura Científica4. Convocatorias Becas al Extranjero5. Convocatorias Becas Nacionales6. Convocatorias Centros de Investigación CONACyT7. Convocatorias CIBIOGEM8. Convocatorias Comunicación9. Convocatorias Cátedras CONACyT para Jóvenes Investigado-res10. Convocatorias de Atención a Problemas Nacionales11. Convocatorias de Estancias Pos doctorales al Extranjero12. Convocatorias de Estancias Sabáticas13. Convocatorias de Investigación en Fronteras de la Ciencia14. Convocatorias del Fondo de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología del CONACyT (FONCICYT)15. Convocatorias Dirección Adjunta de Planeación y Evaluación16. Convocatorias Emitidas por Otras Instituciones17. Convocatorias Estancias para extranjeros en México18. Convocatorias Estancias Posdoctorales Nacionales19. Convocatorias Estancias Técnicas en el Extranjero20. Convocatorias Ex becarios21. Convocatorias Fondo CIBIOGEM22. Convocatorias Fondos Mixtos Constituidos23. Convocatorias Fondos Sectoriales Constituidos24. Convocatorias FORDECyT25. Convocatorias Formación para la Administración Pública26. Convocatorias Jóvenes Talentos27. Convocatorias Oportunidades de Cooperación Internacional28. Convocatorias para la Consolidación Institucional: Repatriacio-nes y Retenciones29. Convocatorias PNPC30. Convocatorias PRODECYT31. Convocatorias Programa de apoyos para las actividades cien-tíficas, tecnológicas y de innovación32. Convocatorias Programa de Cooperación al Posgrado33. Convocatorias Programa de Cooperación Internacional Bilate-rales
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34. Convocatorias Programa de Cooperación Internacional Multila-teral35. Convocatorias Programa de Estímulos a la Innovación36. Convocatorias Programa de Incorporación de Maestros y Doc-tores en la Industria 201637. Convocatorias Programa de Laboratorios Nacionales38. Convocatorias Programas de Fortalecimiento Académico para Indígenas39. Convocatorias proyectos de investigación y estancias posdoc-torales entre el CONACYT y la Universidad de Arizona40. Convocatorias Redes Temáticas de Investigación41. Convocatorias Sistema de Clasificación de Revistas Mexica-nas de Ciencia y Tecnología42. Convocatorias Sistema Nacional de Evaluación Científica y Tecnológica43. Convocatorias Sistema Nacional de Investigadores SNI44. Premio México de Ciencia y Tecnología
Cuadro 1. Apoyos para la investigación en el periodo 2015
Así las cosas, el desarrollo de las investigaciones auspiciadas en el cobijo de esta
convocatoria permite el estudio de ésta vinculación entre ciencia y sociedad desde las
prácticas sociales en los grupos de investigación (no confundir con prácticas sociales
de investigación). De entrada, se presume que la vinculación a la que hago referencia
es observable en la construcción de sentido, elemento que permite unir las condiciones
con las que conviven los académicos como parte del sistema social de la ciencia, así
como los elementos contextuales que también influyen en la significación de sus
productos académicos.
La orientación por estudiar la construcción de sentido en prácticas sociales de
investigación, parte de las bases teórico conceptuales del francés, Pierre Bourdieu en
su rama estructural- constructivista, abordaje que, como se advierte en el párrafo
anterior, implica la inclusión de las estructuraciones propias de los sistemas sociales
así como las dinámicas estructurantes en que ocurren tales prácticas, es dotarle 10
entonces, del matiz sociocultural a la intención original del proyecto que fue planteado
desde la idea de buscar conocer cómo y de qué forma se impacta socialmente desde
los productos de investigación, se reorienta entonces del estudio correlacional de cifras
hacia el matiz que ahonda en las prácticas, hábitos y demás propiedades de la
agencia, es decir “Preguntarse quién juzga y quién consagra, cómo se opera la
selección que, en el caso indiferenciado e indefinido de las obras producidas e incluso
publicadas, discierne las obras dignas de ser amadas y admiradas, conservadas y
consagradas” (Bourdieu,2002,p.25) , es decir, el sentido público de una obra.
Los programas de fomento a la investigación forman parte del campo social de la
ciencia como parte de su estructura organizativa, que de acuerdo a Pierre Bourdieu ha
sido construida de esa manera “por estar situadas social e históricamente”, es decir,
como “parte del sistema de posiciones sociales que se definen en relación con otras”,
por lo cual, la investigación con relación a lo social no sólo respondería al interés
altruista de quienes participan de ella, sino también a las tensiones entre los elementos
estructurales y las subjetividades de los académicos, dicho fenómeno es lo que
construye el sentido de sus prácticas sociales, por lo cual los sujetos de interés en éste
documento son los investigadores y como se agencian de las condiciones que el
contexto del sistema científico mexicano provee.
Se eligió la noción de sentido público de una obra porque en opinión del autor de este
texto y conforme a lo que Bourdieu plantea en Campo intelectual, abordar el sentido de
las prácticas sociales desde esta noción, significa ahondar en la relación del autor de
las obras -académicas en este caso- y como este se define “sólo en y a través de todo
el sistema de relaciones sociales que el creador sostiene con el conjunto de agentes 11
que constituyen el campo intelectual en un momento dado del tiempo” así como las
tensiones contextuales que conforman la valoración final; es necesaria la noción de
sentido público de una obra en tanto que permite expandir la relación del autor y su
obra con el entorno exterior en que se desarrolla y para el fin del programa
seleccionado -Redes temáticas- es de suma importancia el vínculo ciencia-sociedad.
Este fin -la consolidación de la relación ciencia- sociedad- tiene como punto articulador
la inversión de gasto público en Ciencia y Tecnología y su aparente influencia en el
desarrollo social ya que suele reconocerse que una de las claves del crecimiento
económico de las naciones está directamente relacionada con el volumen de
producción científica que se logre articular, por lo que la meta que busca conectar los
programas y apoyos de las estructuras reguladoras del campo científico con el impacto
en la calidad de vida de los ciudadanos2 es prioritaria para los gobiernos y académicos.
1.2 Problema
Las prácticas de investigación académica son por sí mismas un tema tan variado como
los individuos que las realizan, puesto que no pueden reducirse a un número las formas
de plantear los problemas de investigación, así también los distintos sentidos o
significados que de éstas interacciones pudieran surgir; también al interior de ésta
diversidad pueden encontrarse los diferentes matices individuales, inclinaciones
teóricas y objetivos al interior del campo social en que se desarrollan, así como las
posibles salidas sociales que dichos productos de investigación pudieran tener, por ello
es que en reconocimiento de este panorama inicial fue necesario decantar las
2 Tomado de misión y visión de CONACyT12
condiciones que permitiesen estudiar y analizar las prácticas sociales que construyen el
sentido de las diferentes producciones académicas, es decir reconocer los puntos de
encuentro en que se desarrollan las prácticas de investigación.
El elemento estructurante en el campo social de la ciencia y por tanto uno de los puntos
de encuentro que se considera en esta investigación, está materializado en sus
instituciones que regulan, promueven y ejecutan los programas de fomento y apoyo a
la investigación científica; en el caso mexicano, existen una serie de consejos de
ciencia y tecnología estatales, así como comisiones municipales e incluso regionales,
sin embargo el principal órgano vinculado a la promoción de investigación científica es
el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, entidad descentralizada que a través de
diferentes acciones como becas, apoyos, subsidios y acuerdos con entidades privadas,
tiene como principal objetivo el incremento del capital social del campo científico
mexicano.
Como se muestra en el cuadro 1, hay una cantidad importante de programas de
fomento a la investigación por parte de éste órgano, sin embargo no todos tienen en su
reglamento interno ni sus reglas de operación la obligación por vincularse con la
sociedad, que es el segundo punto de encuentro por el que transita esta investigación;
las razones son variadas: se encuentran por ejemplo programas de desarrollo
tecnológico que si bien a largo plazo su aplicación pudiera incorporarse a la vida
cotidiana del mexicano, el vínculo no es directo, se encuentra mediado por una serie de
condiciones materiales y sociales que permiten obviar la relación con la sociedad no
especializada; así también algunos programas dirigidos en concreto a la investigación
básica, cuyos productos de investigación que pudieran tener impacto social a partir de 13
planteamientos que permiten entender el mundo físico, químico o biológico pero
tampoco encuentran vínculo en la vida cotidiana con la sociedad; así pues, también hay
programas que buscan relacionarse con la vida cotidiana de la sociedad y de los
programas revisados; el denominado “Redes Temáticas CONACYT” es el que se ajusta
a las condiciones que permiten analizar prácticas sociales ya que de entrada proveen
un entorno común a las investigaciones que es el programa por sí mismo, también la
posibilidad de estudiar más allá de los campos disciplinares así como los productos y
orientaciones a las que pertenece cada red; por último, es el programa que tiene como
objetivo claro y prioritario la vinculación de los productos científicos con la sociedad no
especializada.
Una vez que se determinaron los puntos de encuentro para el análisis (explicados a
detalle en el marco metodológico) el siguiente paso a tomar fue el reflexionar los
porqués y los qués, del planteamiento de investigación; desde el ingreso a la Maestría,
el principal foco ha estado centrado en ahondar en la relación entre científicos y
sociedad, pero este último elemento no necesariamente es un problema de
investigación como sí puede afirmarse que es un problema social; se tuvo entonces
que preguntar, ¿Qué se quiere estudiar de las relaciones ciencia sociedad? ¿Por qué?
¿Por qué las prácticas sociales? Las respuesta a esas primeras cuestiones podrían
dilucidarse en dos caminos: el primero que sugería tomar una ruta cuantitativa y que
relacionara las mediciones numéricas desde el área de la bibliometría y cienciometría
con los diferentes indicadores de desarrollo social y económico del país, tomar aquel
camino que plantea que el éxito de las políticas y planes de Ciencia y Tecnología está
presente en términos de la eficiencia en su relación con su producción cuantificable y
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tangible desde una idea economista del impacto del ejercicio científico, esto es, desde
la lógica inversión-ganancia.
Otro de los caminos, sugería un camino de corte cualitativo, es decir, no descartar el
uso de cifras relacionales pero utilizarlas sólo como referencia contextual del marco en
que se desarrollan las investigaciones, una apuesta por un enfoque cualitativo
fundamentada en la intención de profundizar en una reflexión que tuviera como centro
a los individuos encargados de investigar y vinculase socialmente siendo la producción
de sentido el elemento mediador y articulador de dicha relación, esta noción coincide
con algunas preposiciones que autores como Weiss y Lindquist (2015) enuncian en
diferentes reflexiones en que la principal contribución de la investigación científica
tendría que referirse a:
Adquirir nuevo conocimiento y comprensión de los fenómenos, superando con ello
viejos mitos y ganando nuevas perspectivas sobre los problemas de una
sociedad. Este proceso ayuda principalmente a cambiar prioridades de políticas
públicas y a construir capacidades en los países, a través de procesos
participativos que involucran tanto a la sociedad civil como a las autoridades
públicas en la toma de decisiones.
Para quienes toman como refrente el camino cuantitativo de análisis, se encuentran
enfoques como el de Benjamín Scharifker (1996) que proponen explicar el nexo entre
producción científica y desarrollo económico a partir de la detección del crecimiento del
PIB y número de publicaciones científicas; Scharifker explica que:
La generación de riqueza se puede medir por el producto interno bruto (PIB).
La generación de conocimientos por la publicación de trabajos científicos en
revistas especializadas. La figura muestra esta correlación obtenida con datos 15
correspondientes a más de cien países. En un extremo tenemos a los
Estados Unidos, que produjo en 1992 más de 2x105 artículos científicos y un
PIB de casi $ 1013. En el otro extremo de esta correlación tenemos a algunos
países de África, con tan solo una publicación (cinco órdenes de magnitud
menos que EUA) y también cinco órdenes de magnitud menor PIB.
Venezuela, con 549 publicaciones científicas, está muy bien ubicada dentro
de la correlación (s2 = 0.85) y alejada de ambos extremos.
Fuente: Scharifker (1996)
Sin embargo un enfoque como el anterior a pesar de apostar por combinar mediciones
de corte económico y cienciometrico el resultado de las investigaciones se plantea
desde la línea economicista que no toma en cuenta las condiciones sociales de
producción.
De acuerdo a lo planteado por autores como Fernández Polcouch (2001), cuando se
plantea un tema que vincula el ejercicio con la sociedad, es necesario reconocer y
tener presente que la ciencia, en sí misma es una actividad social (Fernández,2008;
p.3), por lo que si bien no se pueden descartar las propuestas correlacionales, resultó
interesante para el autor de esta investigación, el planteamiento de incorporar
16
elementos que den cuenta del proceso social que significa la producción de sentido por
quienes realizan las investigaciones; al respecto Kostoff (1998), es uno de los autores
que señala como clave en este tipo de abordajes “el cambio efectuado en la sociedad
debido al proceso de investigación”, el tema entonces es cómo analizar ese cambio al
que Kostoff entre otros piensan y que presumo, no es posible conocer desde las
estadísticas, ese cambio o influencia que es la producción de sentido.
Analizar la producción de sentido público de las obras académicas, se convierte
entonces en tierra de fértil de propuestas por lo abarcador del término; desde una
perspectiva cualitativa, puede ser estudiado de diferentes maneras, teniendo en cuenta
sobre todo que tal empresa involucra toda clase de expresiones de conocimiento
científico producidas, tangibles desde lo cuantificable y estudiable desde las prácticas
sociales. El problema es entonces, analizar la producción de sentido desde una
perspectiva sociocultural; planteando que son las prácticas sociales la puerta de
entrada para realizarlo.
1.3 Pregunta de investigación
A partir de lo expuesto, considero pertinente preguntar ¿Cómo se construye el sentido
público de las obras de académicos en el marco del Programa Redes Temáticas
CONACYT?
1.4 Hipótesis de trabajo
A partir de la revisión documental llevada a cabo en la construcción inicial del proyecto
de investigación, pareciera que no hay propuestas que tomen en cuenta a los actores -
17
académicos- que llevan a cabo el proceso de vinculación científica y que permitan
conocer cómo es que los productos emanados de este tipo de esfuerzos se reflejan en
la calidad de vida de las personas a las que están dirigidos desde la perspectiva de los
agentes; es decir, no hay mecanismos que permitan conocer la influencia de los
productos académicos y cómo éstos abonan a la resolución de problemáticas sociales3,
por ello es que se plantea que el estudio desde la construcción de sentidos podría
brindar luz a tal cuestionamiento, se presume que las tensiones con las estructuras
externas al campo social generan contradicciones en la forma en que los planes y
políticas en materia de Ciencia y Tecnología alientan un trabajo medible por cantidad
quedando fuera factores no medibles: como las características propias de las
disciplinas, relaciones sociales, conformación de campos por área o tema de estudio,
entre otros.
Lo que estaría en juego entonces, no sólo es la posibilidad de apropiarse del poder
social que constituye al campo social de la ciencia, sino que también está en juego la
transformación de significados, prácticas y estilos, mediados o condicionados por
irritaciones externas; de esta manera, se abre la puerta a la dimensión cultural por la
disputa de éstos elementos.
1.5. Justificación desde una perspectiva sociocultural.
Como se ha sostenido a lo largo del documento y de acuerdo a Estébanez (2000) la
socialización de conocimientos es el fundamento último de toda acción política que se
ejerce en el campo de la ciencia y la tecnología. Adoptar una postura crítica con
3 Para una definición más clara de lo que institucionalmente se reconoce como problemáticas sociales, visitar http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5299465&fecha=20/05/2013
18
respecto a los enfoques cuantitativos, es asumir la posición que indica que aquellas
propuestas de análisis suelen dejar de lado o al menos no quedan explícitos temas
como la relevancia social de las investigaciones y sus productos (amén de las
diferentes disputas por el capital simbólico que representa aparecer en tales índices o
numeraciones), es decir: el factor social4, en favor de los productivos o medibles.
Polcouch (2008; p. 5) observa que “Hay una suerte de ingenuidad y de mistificación –
ilusión cientificista- que consiste en creer que los problemas de la salud y el
ambiente, podrían resolverse en proporción a las inversiones de investigación científica
consagradas a su solución”. En consonancia Olivé (2009, p.32) apuntala que
“Fortalecer la ciencia y tecnología no es suficiente para el desarrollo social, es
necesario articular estos sistemas con el resto de la sociedad, de manera que los
diferentes grupos se apropien críticamente del conocimiento y lo utilicen en su beneficio
por medio de diversas prácticas”, de ahí que apoyos a la investigación como el
programa Redes Temáticas CONACTYT sea un buen elemento de muestra de lo que
Olivé señala.
El obstáculo que supone la medición desde indicadores numéricos es que invisibiliza
las prácticas sociales propias de cada campo por ello es que la propuesta por abordar
éste objeto desde un enfoque desde lo socio- cultural permitiría ahondar en una en las
prácticas sociales que permitan conocer en voz de los agentes productores cómo es
que su actividad profesional en el contexto de una red de trabajo se construye con
relación a la estructura institucional que respalda este trabajo así como el contexto
social en que se inserta. En esta propuesta de investigación no se descarta las formas
4 Por factor social se entiende que es la manifestación tangible del comportamiento en sociedad 19
cuantitativas de medición, lo que se busca es trazar acaso una ruta complementaria a
tales enfoques.
Como se ha mencionado en párrafos anteriores, la orientación de esta investigación es
de carácter cualitativo, es decir, se analizará desde el lente de lo sociocultural que
como Reguillo (2000) menciona, una aproximación desde lo sociocultural, permite
hacer visibles las relaciones entre estructuras y sujetos, es decir, aquellos elementos
que permanecen invisibles en los indicadores numéricos. “El enfoque sociocultural
implica, entonces, historicidad, es decir miradas de largo plazo y, necesariamente, una
problematización que atienda lo instituyente, lo instituido y el movimiento” (Reguillo,
2000, p.3). Asimismo de Stuart Hall puede retomarse su visión particular sobre lo que
significa estudiar desde esta perspectiva: “Es la articulación entre el pensamiento y la
realidad histórica, reflejada en las categorías sociales del pensamiento mismo, y la
continua dialéctica entre conocimiento y poder, la que da sentido al registro de tales
rupturas.”(Hall, 2007, p.5)
El origen de la perspectiva sociocultural descansa en dos corrientes que Stuart Hall
detecta en el texto Estudios Culturales: dos paradigmas a partir de los años cincuenta5;
la idea de cultura que permea la primer época de los estudios Cultura y Sociedad se
refiere la vinculación de la cultura “con la suma de todas las descripciones disponibles
a través de las cuales las sociedades confieren sentido a, y reflexionan sobre, sus
experiencias comunes”, esta afirmación será discutida, modificada y cuestionada en el
trayecto de conformación del nuevo campo de estudios sobre la cultura, sin embargo
5 Hall detecta que los textos Uses of Literacy de Richard Hoggart y Culture and Society de Raymond Williams son fundamentales en la solidificación de estos estudios
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significa uno los puntales más importantes en los estudios desde éstos abordajes, es
decir pasar a un segundo plano a las estructuras (económicas, principalmente) como
las determinantes del mundo social, para asumirlas como un componente más de las
relaciones sociales a la par del arte, la política, la ciencia, -entre otras- pero ninguna de
ellas entendida como ente autónoma sino con profundo impacto sobre las otras.
La primera es la visión naturalista que se caracterizará por “el intento de descubrir la
naturaleza de la organización que es el complejo de estas relaciones”. Lo que tendría
como consecuencia natural la detección de las regularidades propias de tales
interacciones “no serán descubiertos en el arte, la producción, el comercio, la política, o
la crianza de familias tratados como entidades separadas, sino mediante el estudio de
una organización general en un ejemplo particular” (Hall, 2007, p. 61). La apuesta
analítica entonces busca estudiar las relaciones entre éstos elementos experimentados
como totalidad, Hall llama a esta conjunción de elementos estructura de sentimiento.
Un aspecto de suma importancia que el naturalismo aportó a éstos estudio, es el de
desmontar la concepción de la Alta Cultura como la única posible por conocer/estudiar
y asume que todas las expresiones derivadas y construidas en un espacio social
también corresponden al estudio desde lo socio cultural, que significo la ampliación del
espectro de estudio en cuanto a significados y representaciones.
Ya no consiste en la suma de “lo mejor que ha sido pensado y dicho”, considerado
como cúspide de una civilización lograda, aquel ideal de perfección al que, en
anteriores usos, todos aspiraban. Hasta el arte, que en el anterior contexto tenía
asignada una posición de privilegio, como piedra de toque de los más altos valores de
la civilización, ahora es redefinido sólo como una forma, especial, de un proceso
social general (Hall, 2007,p. 90)
21
Este elemento será de vital importancia ya que permite entrar con diferentes
herramientas analíticas a expresiones que tradicionalmente fueron pensadas como
fuera de su contexto, pero que a día de hoy son enfoques que prevalecen en visiones
de corte cuantitativo; para la investigación que se encuentra en el presente documento,
asumir que el ejercicio científico y en particular el de la vinculación social se encuentra
permeado de tensiones objetivas, pero también subjetivas- contextuales, es
fundamental en tanto que permite entonces, conocer prácticas más allá de su mera
relación con las estructuras, para llevarla al estudio en sus dimensiones más amplias.
Por su parte y siguiendo la ruta histórica que Hall traza, el estructuralismo irrumpe en el
enfoque de los estudios socioculturales tomando elementos de Althusser y Levi
Strauss, Hall encuentra una de las primeras diferencias conceptuales a partir del
término ideología, que en el enfoque naturalista es importante pero no central; para los
estructuralistas gran parte de la articulación cultura- sociedad está mediada por este
elemento retomado principalmente desde el marxismo de Gramschi. Para Levi- Strauss
retomado por Hall (2007) la cultura es definida como “las categorías y los marcos de
referencia del pensamiento y el lenguaje a través de los cuales las diversas sociedades
hacen la clasificación de sus condiciones de existencia”.
Un punto de referencia importante para diferenciar estos enfoques es el de la
experiencia, que para los estructuralistas esta no podía ser, por definición, terreno
vacío, “ya que uno sólo puede vivir y experimentar las propias condiciones en y a
través de las categorías, las clasificaciones y los marcos de referencia de la cultura” por
el contrario en el naturalismo la experiencia fue el terreno en “donde se intersectan
conciencia y condiciones”.22
El problema entonces queda conformado en dos ideas que desde la Sociología de
Pierre Bourdieu es analizable, por un lado los elementos objetivos que se refieren a la
relación de los agentes con las estructuras sociales en forma de hábitos y prácticas de
vinculación académica, y lo subjetivo que se encuentra en las interpretaciones
simbólicas, internalización de roles y formación de identidades individuales.
CAPITULO 2. Estado de la cuestión.
En este apartado se presenta el estado de la revisión bibliográfica que tiene como fin
identificar las diferentes líneas de abordaje que se han desarrollado para explicar el
tema la relación: Ciencia, Tecnología y Sociedad, también de esta revisión surgen las
orientaciones sobre la construcción de sentido, sin embargo este tópico se aborda en el
marco teórico de la investigación. El proceso de revisión de textos se realizó a partir de
varios textos contenidos en diferentes bases de datos y bibliotecas como la Red de
Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal –REDALYC 6-,
Scientific Electronic Library Online -SCIELO7 -, la base de datos EBSCO8 y los recursos
institucionales de ITESO, Documentación en Ciencias de la Comunicación -CC-DOC9 -
–REI10 - así como textos físicos referidos por especialistas en el tema; en particular a la
Organización de Estados Iberoamericanos11 -OEI- ya sean textos propios o derivados
de las observaciones de este grupo de académicos. El cruce que se realizó en los
6 www.redalyc.org
7 www.scielo.org
8 www.ebscohost.com
9 ccdoc.iteso.mx
10 rei.iteso.mx
11 http://www.oei.es/index.php23
diferentes recursos es a partir de las palabras clave: Ciencia, sociedad y socialización
del conocimiento y construcción de sentido, incorporándose después nociones sobre el
trabajo en red y su diferencia con otras formas de colaboración -por ejemplo los grupos
de investigación o cuerpos académicos-; de modo que los resultados que la conexión
entre estos términos, es la base inicial en la búsqueda de textos para el proyecto de
investigación y en segundo lugar, los autores referidos que los propios textos aluden.
Para abordar las temáticas referentes a la relación entre ciencia y sociedad se
reconocen dos subcampos que son: la comprensión pública de la ciencia- CPC- y los
estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad –CTS-. Cabe señalar que tales campos
toman el referente teórico del Programa Fuerte de la Sociología del Conocimiento
iniciado por los autores identificados con la llamada “Escuela de Edimburgo”, que en el
apartado teórico se retomarán desde la genealogía del trayecto teórico en la figura de
Pierre Bourdieu a aquellas apuestas teóricas a las que se refirieron en su tiempo
quienes se adscribieron a esa corriente de pensamiento.
Las dos áreas de estudio –CPC y CTS- surgen a partir de mediados del siglo XX y en
la época posterior a la II Guerra Mundial y es en el marco de la Guerra Fría que
comienza a notarse la necesidad de mostrar al público no especialista los avances
científicos con el afán de contribuir al desarrollo social y se consolida en el Reino Unido
a partir de los años ochenta ya como campo formal, a través de una iniciativa
patrocinada por la Royal Society de Londres para que los científicos se dedicaran
también a estudiar los aspectos sociales de las ciencias naturales. “En un primer
momento, y según el espíritu que imprimió la Royal Society, se quería que, “además de
24
la visión de los sociólogos sobre el quehacer científico, también los licenciados en
ciencias naturales se dedicaran a profundizar es estos aspectos” (Elías, 2012, p. 4)
A partir de estos esfuerzos es que comienza a pensarse en la necesidad de la
socialización del conocimiento, no sólo ya en la visión de transmisión de información
sino de posibilitar la aprehensión de temas científicos para la sociedad y como
elemento necesario en la búsqueda del desarrollo social. Como bien lo resumen
(Villarroel, Valenzuela, Vergara, & Sepúlveda, 2013), “el paradigma de la ciencia como
elemento del desarrollo social se encuentra presente en diversos autores como
Feyerabend, (1992); Giddens, (1993); Ziman, (2003); Beck, (2002)” quienes confirman
la relevancia de la producción del conocimiento científico para la sociedad; de acuerdo
con estos autores “La ciencia como institución y el conocimiento científico como
producto forman parte integral de los fundamentos de la era moderna desde sus inicios
y han ido cobrando una relevancia social creciente desde entonces” (Villarroel,
Valenzuela, Vergara, & Sepúlveda, 2013), o al menos ese es el discurso que permea
en la institucionalización de la producción del conocimiento científico.
Para Villarroel y otros (2013) la forma de ilustrar que el tema de la relevancia social de
la Ciencia cobra cada vez más ascendencia en las políticas públicas se manifiesta en la
importancia que otorgan los Estados modernos, en especial los más desarrollados a
recursos humanos y económicos. La preeminencia social de este tema se manifiesta
“Ya sea como sustento de la formación académico-profesional y de la competitividad
económica de los países, o como criterio de base en los procesos de toma de
decisiones en la gestión pública “(Villarroel, et al, 2013)
25
Paralela a esta afirmación, la relevancia social de la ciencia se expresa también, según
Villarroel (2013) en la importancia que han adquirido en los últimos sesenta años los
sistemas terno-científicos de los países, que se constituyen como organismos cuyo
principal objetivo es promover el desarrollo científico-tecnológico y la valoración social
del mismo. Estos sistemas, cada vez más sofisticados y complejos en su operación se
han trasformado además en un elemento constitutivo del capital simbólico de la Ciencia
definido por Bourdieu en el libro El oficio del científico.
La Comprensión Pública de la Ciencia -CPC- surge como área de estudio tiene como
sus bases fundacionales el modelo de intervención de déficit, en donde el público no
especializado es concebido como carente de conocimientos científicos que debería
poseer. La determinación de lo que el público necesita saber es externa –del campo
científico y los medios principalmente-, y la comunicación de la ciencia se concibe
como la herramienta capaz de rellenar los vacíos cognitivos en temas científicos.
Existen algunos elementos clave en el estudio e intervención a partir de esta disciplina;
la divulgación de la ciencia –museos, ferias científicas, publicaciones, etc.- y el
periodismo científico, en periódicos impresos por lo general.
Peters (2008) señala un tópico interesante a discutir; el rol de los públicos en la
discusión sobre Ciencia y Tecnología, es decir en su relación con la Sociedad a partir
de sus productos. De acuerdo con el autor12 las problemáticas sociales actuales
requieren de un trabajo colegiado y auto- regulatorio que se nutra de los actores
sociales afectados por algún tema específico. El papel del científico no se asume por el
12 La ciencia posnormal tiene un enfoque metodológico centrado en la calidad de la información y en las estrategias de resolución de problemas (Funtowicz & Ravetz, 2000)
26
hecho de serlo, sino que este es llevado un paso más allá al obligarle al diálogo con el
público.
El ejercicio de poder se manifiesta en las reflexiones de quienes toman a la ciencia
como objeto de estudio en tanto la definición de lo que los científicos y los organismos
encargados de la promoción de la Ciencia más allá de los campos especializados
entienden como Científico; por su parte Jane (1998) habla de la existencia de
documentos que dan cuenta de propuestas sobre terminologías y saberes mínimos que
quienes no se dediquen profesionalmente a la producción de conocimiento deberían
conocer; la preocupación del gobierno Norteamericano por dar a conocer lo que sus
científicos estaban produciendo, no surgió de un interés altruista, sino en la
competencia que la Guerra Fría generó para/con los soviéticos, de forma que
apostándole al conocimiento público se legitimarán las grandes cantidades de dinero
que se invirtieron en la producción desarrollo científico, idea que hasta nuestros días
persiste no sólo en Estados Unidos sino en la mayoría de los países que apuestan por
el crecimiento económico a partir de la inversión en Ciencia y Tecnología.
Como se mencionó, el periodismo científico es fundamental en la relación Ciencia-
sociedad , Dunwoody (2008) da cuenta de ello reconociendo que a finales del siglo XIX
comienza a existir una emergencia e interés por parte de los científicos por socializar el
conocimiento que producían; sin embargo en los albores del siglo XX y por la dinámica
de especialización de las ciencias en general es que comienza a existir una separación
entre la sociedad y los científicos en cuanto al intercambio de información. De acuerdo
al Dunwoody (2008), el hueco dejado por los científicos es llenado por los periodistas
quienes en principio tratan la información científica como cualquier otro ámbito de 27
información aunque paulatinamente se van especializado en temáticas científicas de la
mano de la propia lógica del periodismo, de esta forma, la información que llega a los
públicos es procesa diferente a como se produjo en la esfera del ejercicio científico.
Dunwoody (2008) detecta que los contenidos por los que los periodistas se deciden a
escribir y por tanto divulgar tienen una aplicación práctica en la vida cotidiana, por lo
que es más fácil encontrar en los análisis a los medios notas sobre ingenierías o
cuestiones biológicas pero adaptadas a situaciones cotidianas, lo cual da luz para
entender qué tipo de temáticas y situaciones son las que mejor son comunicadas.
El segundo enfoque, estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad –CTS- provienen
del mismo origen pero con matices puntuales en forma de abordaje; en los estudios de
este tipo la característica principal es la condición crítica de la imagen esencialista de la
ciencia y tecnología, asimismo, quienes se adscriben a esta forma de pensamiento
provienen de disciplinas como la filosofía, historia de la ciencia y la tecnología,
sociología del conocimiento científica y la economía del cambio técnico.
Una orientación clave en éstos estudios, es el cuestionamiento a la relación lineal entre
Ciencia, Tecnología y Sociedad, fórmula socialmente aceptada como el camino hacia el
progreso de las naciones, asumir tal relación lineal como lo deseable o lo común en el
desarrollo evita pensar los tres términos como categorías de análisis separadas, por
ello, se propone decantar y cuestionar cada uno a fin de reflexionar sobre la relación
entre ellos. Puede afirmarse con certeza, que los Estudios sobre Ciencia, Tecnología y
Sociedad han adoptado un papel crítico en aras de conocer las consecuencias de la
interacción de éstos tres elementos en la sociedad, cuestionado y buscando situar cada
28
término en espacio y tiempo con la finalidad de cuestionar la visión más extendida
sobre la importancia de la ciencia que versa sobre como el conocimiento adaptado por
las tecnologías genera artefactos útiles para la vida cotidiana y que se manifiestan en el
desarrollo social e individual de las personas, nombrado por estudiosos de este campo
como la visión esencialista.
La OEI (Organización de Estados Iberoamericanos, 2015) define a los estudios sobre
ciencia tecnología y sociedad como aquellos que “tratan de entender los aspectos
sociales del fenómeno científico-tecnológico, tanto en lo que respecta a sus
condicionantes sociales como en lo que atañe a sus consecuencias sociales y
ambientales” y como menciona López Cerezo (1999) sus comienzos se produjeron a
partir de las lecturas hechas por este grupo de académicos del programa fuerte de la
sociología del conocimiento científico –SCC- que propusieron y desarrollaron autores
como Barry Barnes y David Bloor en la Universidad de Edimburgo durante los años 70.
éstos autores posicionan su pensamiento con respecto los productos científicos y su
relación con el público como “un conocimiento que ha asentado su posición mediante el
desarrollo y la consolidación de unas estrechas relaciones de interdependencia con las
instituciones sociales más importantes, en el campo de la tecnología, en la economía,
en el contexto militar, en el gobierno y en la esfera política”, pensamiento que permite
situar la actividad social de ciencia en su función social y a su vez reflexionar sobre el
nivel de estima que goza con el público no especializado. El planteamiento del
programa fuerte puede ser entendido como una extensión de la clásica sociología del
conocimiento, y sobre la base de una lectura radical de la obra de Thomas Kuhn, la
SCC, apunta Barnes (1985) “presenta una imagen del conocimiento científico del todo
29
distinta e incompatible con la tradicional visión esencialista y triunfalista de la ciencia”.
Estas lecturas, permitieron separar los conceptos y realizar la genealogía del término a
partir de su historia social.
En la década de los sesenta, en particular en los últimos años -1968- suele ser
reconocido como el periodo en que se da el punto de quiebre en la aceptación de la
lógica lineal de financiación- desarrollo, es decir, aquella que dicta que la inversión en
Ciencia y Tecnología tiene como consecuencia lógica, la mejora en la calidad de vida
de la población; de acuerdo a García Palacios, y otros, (2001), en esa época
comienzan a existir críticas y reflexiones con respecto al papel determinante de la
tecnología en las relaciones sociales y esa prevalencia también estaba dejando de lado
factores sociales al momento de las decisiones en inversión en Ciencia y Tecnología, y
es que se comienza a pensar en el papel intervencionista de la ciencia, dónde los
poderes públicos desarrollan y aplican una serie de instrumentos que permitan el
seguimiento de las actividades científicas no sólo en términos económicos sino también
en su impacto a los estratos sociales a los que se dirigen las diferentes políticas en
forma de planes y productos.
A la par de la constitución de los sub campos y campo mencionados, se detectaron los
planteamientos teóricos más relevantes en el tema enmarcado en los estudios sobre
sociología del conocimiento; ya mencionados en párrafos anteriores, Feyerabend,
Giddens, Beck, Latour, Ziman, y Bourdieu.
En Paul Feyerabend en particular en el texto Tratado contra el método (1986), el
académico austriaco reconoce como característica fundamental en la actividad del
30
científico su condición de caótica e imprevisible, lo que la que la constituye como una
forma de proceder definible como anarquista; es decir, reivindica en los científicos
irritaciones del mundo social, más allá del propio campo y que influyen de forma
determinante en los temas prioritarios y formas de abordarlos; este planteamiento
puede ser entendido también como una crítica a los procedimientos de reproducción
del conocimiento científico y a su posición hegemónica en las sociedades
contemporáneas. “La ciencia, posee una doble autoridad, por un lado autoridad
teórica, y por otra autoridad social” (2002, p47) Por lo que Feyerabend propone -entre
otras cosas- retomar reflexiones sobre el papel social de la ciencia en su relación con la
sociedad en que es producida, argumento que coincide con lo que la Sociología del
Conocimiento comenzaba a plantear; desmitifica el conocimiento científico para
estudiarlo como práctica social, no mejor ni peor sino un sistema de significados
relacionados o con valor en referentes culturales particulares; el fondo de ambas
críticas parece dirigirse al esencialismo de la ciencia, es decir, en disconformidad por
quienes buscan leyes en el mundo natural y social, apelando a métodos únicamente
racionales para llegar a ellos, en Feyerabend se encuentra pues, la invitación a
explorar formas de construir y analizar el conocimiento, incluso fuera de los límites
aparentes de las disciplinas y con todo ello, abonando al progreso científico.
Anthony Giddens, en la propuesta teórica de la estructuración, apunta a nociones sobre
cómo entender el doble papel de la producción de conocimiento sobre las principales
tareas de la teoría social con relación a la sociedad; cabe apuntar que los intereses del
autor inglés no son precisamente sobre la Sociología de la Ciencia, pero los tópicos
que se han señalados como a tomar en cuenta sobre la función de la Sociología para
31
con la sociedad retomados por el campo de CTS es la posibilidad de habilitar el análisis
de elementos objetivos (en consonancia con apuntes de Bourdieu) que constituyen a
los sistemas sociales que se encuentran ya estructurados en su relación con los
agentes sociales y cómo interpretan ciertos roles y que en definitiva se objetivan en las
prácticas sociales, se puede entender entonces, que para los académicos de CTS
pensar al científico como un sujeto estructurado y estructurante representa un enfoque
importe para el campo. Como afirma Dos Santos (2000), en la concepción de Giddens,
además de producir explicaciones abarcativas de la sociedad, una de las principales
tareas de la teoría social es:
Proveer concepciones de la naturaleza de la actividad social humana y del agente
humano que puedan ser puestas al servicio del trabajo empírico. La principal
preocupación de la teoría social es idéntica a la de las ciencias sociales en general:
la elucidación de los procesos concretos de la vida social
Continuando con la explicación que Dos Santos (2000) provee de la teoría de Giddens,
se aborda cómo es que Giddens analiza algunas investigaciones realizadas por
estudiosos de diversas áreas, buscando develar sus aspectos positivos y negativos
para delinear, a través de un análisis comparativo, los fundamentos teórico-analíticos
que deben orientar las investigaciones de los científicos sociales. Tales fundamentos
sirven para que Giddens comienza a plantear la necesidad de “establecer un amplio
diálogo e interconexión entre las diversas ciencias sociales, dado que la retracción de
cada una de ellas a sus especialidades dificulta mucho (para no decir que imposibilita)
develar efectivamente los rasgos esenciales de las prácticas (re)productivas
individuales y colectivas de la vida humana”. (Dos Santos, 2000, p.23). Por lo cual se
32
advierte que para el autor inglés, los estudios sobre la ciencia disciplinar sin el matiz
social, son insuficientes, dada la magnitud que los problemas sociales alcanzan, por lo
cual quizá convenga pensar en las formas que éstas interactúan a partir de la
transdisciplina.
Por el lado de las reflexiones de Ulrick Beck, este autor señala la condición del riesgo
en las sociedades tecno- científicas, sobre todo a partir de la tragedia de Chernóbil.
Beck argumenta que, en la modernidad avanzada, la producción social de riqueza va
acompañada sistemáticamente por la producción social de riesgos, por lo cual desde
esta perspectiva, de acuerdo a Gutiérrez (2001) se afirma que en algunas ocasiones
las situaciones sociales de peligro están estrechamente vinculadas a la desigualdad de
las situaciones de clase y de capas:
Las sociedades del riesgo hacen valer una lógica de reparto esencialmente
diferente: los riesgos de la modernización afectan más tarde o más temprano
también a quienes los producen o se benefician de ellos. Contienen un efecto
bumerán que hace saltar por los aires el esquema de clases.” (Beck, 1986: 29).
El sociólogo alemán detecta la necesidad de socializar el conocimiento en aras de
reducir la brecha social que produce la desigualdad en la repartición del conocimiento
en sus diferentes aristas; desde el momento en que el conocimiento científico se
constituye como un factor decisivo para la producción de bienestar, la distribución de
este conocimiento se torna cada vez más desigual. De acuerdo a Gutiérrez
En la actualidad, lo que distingue a los pobres de los ricos (sean personas o
países) no es solamente la inaccesibilidad a los bienes sino también al
conocimiento. En el mundo de hoy existen grandes masas de la población excluidas
de la producción de conocimiento científico-tecnológico, pero también de la
apropiación de los beneficios producidos por la ciencia y la tecnología. 33
Bruno Latour (1987) es uno de los exponentes más importantes con el trabajo Ciencia
en acción, que se presenta como un texto clave en el campo ya que, entre otras cosas,
ahonda en los orígenes de la teoría de la red de actores y su intento de superar las
dicotomías del mundo moderno -naturaleza/sociedad o sujeto/objeto- en el estudio de
los condicionantes de la dinámica del conocimiento científico. Cabe señalar que el
propio Latour es uno de los pioneros en realizar estudios antropológicos en laboratorios
buscando entender cómo se produce el conocimiento desde las entrañas. Los
científicos según Latour no construyen realidades, ni son capaces de encontrar
problemas sociales que simplemente estén ahí, expectantes en el mundo social. Lo
que sí hacen es crear sistemas de referencias o representaciones “que permiten
referirse a un fenómeno generando un esquema descriptivo” (2001). Estas
descripciones, consolidadas por su interacción con otras representaciones es lo que
permite la explicación de los fenómenos sociales además de permitir esquemas
futuros, este elemento es parte fundamental del campo de operación de las disciplinas
y lo que se advierte de la teoría Acción Red es la posibilidad de incorporar al estudio de
la producción científica actores más allá del interior de los campos; para Latour un actor
social es equiparable con uno tecnológico -por citar un ejemplo-, lo cual constituye una
red de explicación del mundo tecno científico.
CAPÍTULO 3 Desarrollo del campo científico mexicano.
3.1 Campo Científico: el caso mexicano
34
En la historia previa de México como país, se pueden encontrar diversas
manifestaciones de lo que constituye hasta nuestros días, la conformación del campo
académico más allá de sus instituciones, es decir, el origen de las estructuras que
estructuran; en el presente apartado se busca partir de dos puntos para caracterizar el
campo científico mexicano: el primero es el ubicarlo como parte del proyecto de
modernidad (en particular a partir de la Revolución Industrial) consecuencia de las
influencias como parte de imperio de la Nueva España y posterior al México
Independiente; el segundo, busca trazar esbozos a partir de lo denominado como
ciencia normal, lo que se persigue es puntualizar más que hacer un análisis
historiográfico a fin de encontrar puntos para el análisis posterior.
3.2 Ciencia y el proyecto de modernidad
De acuerdo a Enrique Dussel (1993), la modernidad en realidad se dividió en dos
etapas “Un primer concepto de la modernidad sería el eurocéntrico, provinciano,
regional (…) los acontecimientos históricos claves para la implantación del principio de
la subjetividad (moderna) son la Reforma, La Ilustración y la Revolución Francesa"
(Dussell: 1993:45)." lo que describe el autor argentino es entonces, un proceso
histórico que se cumpliría en Europa como centro principalmente en el siglo XVIII y lo
que se vive en actualidad es la segunda modernidad que es aquella que a partir de la
tecnificación y especialización del mundo industrializado, inserta formas de dominación
diferentes a la del primer momento, caracterizadas sobre todo por la coerción física;
con ello, lo que se pretende argumentar es que la convivencia espacial y temporal de
35
los sujetos occidentales, pero también de los no-occidentales configura también las
experiencias del mundo moderno.
En la segunda modernidad es donde se viven los procesos de independencia de las
colonias francesas, españolas y británicas principalmente; sin embargo, para el filósofo
argentino el proceso de des colonización no tendría que ser sólo geográfico, sino
también en ideas, de modo que se inaugure con ello el revisitamiento de la historia de
los pueblos modernos para su re colocación discursiva.
La des- colonización física del mundo moderno en el siglo XX produjo no sólo países
independientes y nuevos límites geográficos, des- colonización también comenzó a
significar un proyecto intelectual que busca reflexionar sobre las prácticas y efectos que
se asocian con la larga experiencia colonial; es decir, quienes comenzaron a
adscribirse a esta corriente de pensamiento buscaron dotar de una nueva reflexión
histórica a los procesos que la modernidad estaba teniendo sobre sus lugares de
origen. A grandes rasgos, se caracterizó la crítica pos colonial por cuestionar la
relevancia política, cultural, pero sobre todo moral del pensamiento occidental europeo,
poniendo especial atención en las prácticas discursivas que distintos actores enuncian;
para el caso de la presente investigación, especial atención al mundo intelectual y su
relación con el no-occidente.
De acuerdo a Santiago Castro-Gómez (2005), el proyecto de la ciencia moderna,
pertenece a una pretensión de gramática general que, entre otras cosas, pudiera
nombrar los fenómenos sociales y naturales desde una óptica neutra, las diferentes
disciplinas científicas que con el periodo de Ilustración en Francia vieron su
36
florecimiento, partieron del supuesto fundamental de objetividad para observar el
mundo, por ello disciplinas como la Física se posicionan en un estatus particular ya que
ofrece la posibilidad de observar y descubrir al mundo en su esencia, sin el
inconveniente de condiciones contextuales que pudieran afectar la interpretación. La
apuesta por un lenguaje de esas características supondría entonces la posibilidad de
diálogo y enseñanza universal, sin embargo, una óptica como la de Castro-Gómez
apunta a darle una visión diferente al punto cero de observación científica, a ese punto,
qué entre otras cosas perfila lo que Fernández (2008) denomina como ilusión
cientificista.
Desde las ciencias de lo social, apostar por la construcción de una física social que se
proponía encontrar los elementos fundamentales y más básicos, la esencia pues de la
interacción social, fue una idea que sirvió como punta de lanza en la consolidación de
los campos académicos, no es de extrañar que los primeros grandes trabajos tuvieran
como característica el estudio de formas básicas y primarias de interacción, el punto no
es resaltar el fin, sino el espacio en que se proponía realizar tal empresa, tales medios,
por lo general, buscaron objetivar grupos en automático asumidos como subalternos e
iniciar el proceso de caracterización desde una visión, la occidental, posicionando
entonces ideas como: vida primitiva, natural, silvestre, precolombinas, entre otras.
Como ejemplo, el trabajo de Emile Durkheim en Las formas elementales de la vida
religiosa (1968) quien en la introducción al texto señala como objetivo: “entender la
naturaleza religiosa del ser humano a partir del análisis de las concepciones religiosas
más primitivas en las diferentes sociedades alrededor del mundo” (Durkheim: 1968:
p14). Sobra decir que el texto referido es una de las obras más importantes en la 37
constitución de la Sociología como disciplina y cuyo aporte metodológico también sirvió
a otras como la antropología en su solidificación. El ejemplo del pensador alemán es
traído a colación por la intención de re situar el pensamiento, no con ello descartando el
importante aporte al campo de estudios. Con el fragmento del texto, Durkheim propone
encontrar elementos básicos y naturales en términos religiosos, en poblaciones que
aún no se encuentran contaminadas por el auge del industrialismo europeo, que entre
otras cosas, siguiendo a Durkheim, opacan éstas formas elementales de interacción. El
enfoque fue en su tiempo innovador y fue junto con Max Weber y Karl Marx quienes
establecieron los cimientos de las Ciencias Sociales, en particular de la Sociología al
introducir éstos elementos a la discusión académica, lo que se pretende es que al
insertar la óptica de lo pos colonial no se obvie la manera en que se sitúa el observador
y cómo es que éste enuncia sus hallazgos, situar pues, el origen de la constitución del
campo mexicano,
Continuando con el ejemplo Durkhemiano, si bien el abordaje metodológico significó
todo un inicio en perspectivas etnográficas, lo que quedó de lado, por no decir obviado,
es el lugar de enunciación del investigador; al asumir que los sujetos con quienes
realizaría sus observaciones pertenecen a un grado primitivo de interacciones sociales,
en automático se asume que quien lee y observa no pertenece a esa clasificación y ello
rompe entonces con el mito de observación desde lo neutro, ya que pareciera
entonces, no tomarse en cuenta que la interacción se da en dos sentidos y afecta a
ambos por igual. Se debe reconocer por supuesto, que el texto del autor francés fue
escrito en el siglo XIX y no se pretende hace una crítica más de cien años después
38
desconociendo lo que sucedió en medio de todo ello sino ilustrar los elementos que los
estudios pos coloniales, en particular la visión de Castro-Gómez resaltan.
3.3 Ciencia Moderna en México: momentos Amateur, académico y profesional
Como se puede ilustrar en el texto de Ruy Pérez Tamayo Historia de la Ciencia en
México (2010), en México la introducción del pensamiento científico para estudiar los
fenómenos que ocurrían alrededor de los habitantes de aquella época; el territorio
prehispánico ya contaba con una larga data de observaciones con riguroso carácter
científico en campos como la astronomía y la botánica, la primera en particular por la
nación maya y sus reconocidos científicos que hicieron mediciones a partir de sus
observaciones. En el campo de la botánica como menciona Trabulse (2010) es quizá el
campo que mayor repercusión causo al México colonial e independiente gracias a los
trabajos de algunos divulgadores de la época como Fray Bartolomé de las Casas,
quien se preocupó por conservar y aprovechar los conocimientos de los nativos hacía
en Nuevo Imperio.
El territorio previo al México Independiente denominado “Nueva España”, fue uno de
los principales benefactores de la hibridación cultural que supuso la conquista; ya que
los exploradores que llegaron al Nuevo Mundo encontraron en éstos territorios un lugar
fértil para sus exploraciones y comparaciones con elementos del Viejo Mundo; Trabulse
(2010) afirma que campos como la Geografía, Marítima y Biología se vieron
beneficiados de tales cambios, al momento de configurar los nuevos mapas y
39
características de la Nueva España; por otro lado, la explotación de recursos naturales
propulsó disciplinas hasta entonces desconocidas en el nuevo territorio y que
significaron la punta de lanza económica de la colonia; en particular el campo de la
minería.
En México la historia de la ciencia y tecnología está de la mano con la minería, plata en
particular y los métodos para eficientar su extracción, asimismo en materia biológica
por la cantidad de especímenes de flora y fauna en obras como la de Humboldt.
La superioridad de las tecnologías modernas respecto de las antiguas, abría la
posibilidad de caracterizar la historia de la ciencia y la técnica como una marcha
progresiva y ascendente, estrechamente vinculada a la evolución de la humanidad
Trabulse (2010)
A partir del pensamiento pos colonial la idea del progreso y evolución de la sociedad
SE relacionó con el avance de la técnica a partir de la ciencia; las observaciones en
áreas de las llamadas Ciencias Duras son las que prevalecen y son de las más
reconocidas en la colonia; sin embargo a la par de la consolidación del campo
académico también comienzan a aparecer medios tempranos de divulgación en este
periodo; son destacables la Gaceta General y el Diario de México. Asimismo
divulgadores mencionados por Trabulse como: Bartolache, Alzate, Guadalajara, Tello,
Barquera, Barreda que tenían por intención “Transformar su realidad por medio de las
ciencias”
Puede afirmarse que la tradición científica de la ciencia mexicana se encuentra en la
colonia a partir del proceso de hibridación de saberes locales con los europeos, eso sí,
en una relación asimétrica ya que el pensamiento eurocentrista es lo que prevaleció en
40
consonancia a lo que sucedía en el resto del mundo. En este periodo no podría
hablarse de un surgimiento de las Ciencias Sociales como importantes (salvo quizá las
económicas) ya que los precursores de disciplinas como la Sociología aún no
caracterizaban los límites de está y en particular en el territorio mexicano las disciplinas
teóricas vieron reducido su alcance al estar relacionadas a la escolástica y la religión,
los enfoques desde lo social son propios del México Independiente y de los diferentes
procesos para constituirse como nación.
Del origen de la Ciencia Moderna en México es que puede afirmarse que el campo
mexicano a pesar de lo peculiar de su combinación de saberes indígenas y españoles,
fue fiel reflejo de las ideas que prevalecían en la época, que es el pensar el desarrollo
científico en su nivel práctico- industrial más allá del reflexivo, ya que aquellas
reflexiones de largo alcance le correspondían a los ministros de la religión católica y su
enseñanza en centros auspiciados por las diferentes órdenes religiosas de la época.
Continuando con la línea de lo que se expone en el texto compilado por Pérez Tamayo
realizan la disección de la ciencia mexicana en el periodo posterior a la guerra de
independencia, en él, los autores señalan las características más importantes en el
desarrollo de la ciencia mexicana; a diferencia del periodo colonial, en donde se
observa cierta continuidad en ideas y proyectos, seguramente por ser parte de un
periodo más o menos estable en cuanto al régimen que gobernó durante casi tres
siglos bajo la corona española, sin embargo, en el periodo posterior a la guerra de
independencia y previo a la Revolución Mexicana ya en el siglo XX, el país se
encontraba en plena conformación como país, y se señala cómo es que el papel de la
ciencia y la educación son fundamentales en la constitución de la identidad nacional, en 41
el siglo XIX no puede hablarse de la estabilidad de proyecto que se vivió en la colonia,
cómo se recordará, tal periodo estuvo caracterizado por las tensiones de poder entre
grupos antagónicos en formas de gobierno, filosofías y proyectos de crecimiento;
pasando por monarquías, presidencias simultaneas e ideologías contrarias, lo cual
quedó evidenciado en los golpes de dirección que se observaron en los distintos
momentos de la constitución de la ciencia del México Independiente.
Ya en el siglo XIX era patente la idea de la ciencia y su utilidad mediante la creación de
grupos orientados a promover conocimientos útiles, los más destacados en
Guadalajara, Ciudad Real y México a la par de la popularización de la introducción de
las imprentas en el país. El primer volumen de este tipo para las Ciencias Sociales de
acuerdo al Pérez Tamayo es la obra Economía política en 1822 por José María Luis
Mora, que fue un compendio que buscó acercar los temas que se estaban discutiendo
en ese rubro en Europa y acercarlos al contexto local. Por su parte, Lucas Alamán, es
de los intelectuales que comienzan a pensar en el paradigma de la educación como
principio de prosperidad del país, afirmando que sin educación no es posible la libertad
por lo que se comienza a luchar por la institucionalización de tales ideas filosóficas y es
entonces que los primeros liceos de enseñanza, aparecen en el país.
A partir de la consolidación del proyecto independentista a lo largo del siglo XIX y a la
luz de las disputas entre grupos políticos y a partir del paradigma positivista que en
Europa introdujo Augusto Comnte, en donde el conocimiento pasa a tener un lugar
trascendente sobre las formas religiosas de explicación del mundo, en esta lógica, para
el francés “el conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal
conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las hipótesis a través del 42
método científico”, por lo que en México tal idea comienza a ser importante y significa
entonces la llave al progreso del país, pero ya a un nivel programático, algo que quizá
en las épocas anteriormente señaladas, quizá no quedó de manifiesto. De acuerdo a lo
que Pérez Tamayo refiere, es en el gobierno de Benito Juárez y en su posterior
consolidación con Porfirio Díaz, es que dicha corriente filosófica cobra fuerza como
elemento fundamental para el país. No es de extrañar entonces que bajo la tutela de
Porfirio Díaz, el país gozó de cierto grado de actualización en términos arquitectónicos,
políticos, ideológicos y sobre todo científico- tecnológicos más acordes a los europeos.
De la mano de intelectuales como Gabino Barreda, José Vasconcelos y Justo Sierra es
que de acuerdo la idea positivista de instrucción se instala en las diferentes esferas de
la vida social del país y como uno de los instrumentos para alcanzar consensos sobre
el momento político de la época; la labor en especial de Vasconcelos, traslada la idea
del progreso del país anclado al desarrollo científico en diferentes áreas, principalmente
en la educación, en donde la Escuela Nacional Preparatoria ve su nacimiento así como
el fortalecimiento de instituciones autónomas de enseñanza como la Universidad
Nacional y algunas locales, todo ello, desde el entendimiento que suponía un esfuerzo
por modernizar la ciencia mexicana.
A lo largo del siglo XX es que la idea se consolida, y de parte institucional hay apoyos
al impulso de las disciplinas – sobre todo de Ciencias Duras- se encontraban a la
vanguardia mundial, sin embargo y a pesar de ya ser una realidad la
institucionalización de tales prácticas, es hasta 1971 que se decide crear el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología -aunque ya existían instituciones de promoción y
apoyo al desarrollo científico- con una visión y misión muy similares a la actuales, esto 43
es, la búsqueda “por el aprovechamiento de los recursos naturales y sociales para el
beneficio público”, (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2016) permitiendo con
ello, aglutinar o al menos generar un impulso central a los esfuerzos de investigación
del país. El CONACyT no ha sido el único organismo de académicos en la historia del
país, ya que como se mencionó, varias ligas y sociedades civiles se preocuparon por
agrupar a los más destacados intelectuales con el fin altruista de un mejor país; sin
embargo, la particularidad del CONACyT es que dicho agrupamiento provenía ya
desde el estado, en forma de organismo, de políticas públicas, de programas y distintas
clases de apoyo para los académicos nacionales, siendo el más importante el Sistema
Nacional de Investigadores -SNI- creado en 1984 bajo la presidencia de Miguel de la
Madrid y a iniciativa de Jesús Reyes Heroles, Jorge Flores, Salvador Malo and José
Sarukhán, quienes ante la situación de crisis en la época, deciden crear un apoyo
extraordinario a las labores de investigación de quienes profesionalmente ya se
dedicaban a la ciencia mexicana. Cabe señalar que dicho apoyo, fue pensado en inicio
como la solución del estado ante la constante fuga de cerebros, por ello es que una de
las claves fundacionales de tal proyecto fueron los incentivos económicos que
apoyaran la estancia en el país de dichos académicos.
Otra de las particularidades de dicho programa es que se encontraba -hasta la fecha-
regulado y evaluado por los propios académicos, siendo este uno de los pocos
programas que no tienen techo presupuestal, ya que la lógica de desarrollo científico =
al desarrollo social permanece intacta y consolidada por este tipo de programas,
asimismo, podría decirse que esas dos fechas (1971 y 1984) suponen la consolidación
del momento profesional de la ciencia mexicana, ya como forma de vida para quienes
44
participaban de ella, pero también instrumentada en políticas públicas más claras,
programas de desarrollo específicos y orientaciones productivas más claras que lo que
la historia había marcado, quizá, por primera vez existe un periodo de cierta estabilidad
del campo científico a partir de la obtención de recursos económicos individuales y
colectivos, lo que supone, un nivel de autonomía que permite el desarrollo de las
diferentes temáticas y disciplinas hacia el final del siglo XX y principios del actual.
Capítulo 4 De la sociedad y los científicos.
A partir de los datos de la Encuesta Nacional sobre Percepción Pública de la Ciencia –
ENPECyT en adelante- es que se pueden encontrar una referencia clara sobre el
estado que guarda la relación Ciencia- Sociedad en México desde la visión de los
agentes receptores. Este instrumento ha sido aplicado por CONACyT desde 1997 y a
partir de 2003 se lleva a cabo cada dos años con apoyo del INEGI -la versión de 2011
es la más reciente y fue publicada en 2013- , el instrumento de recolección de datos
surge de un esfuerzo emanado del Simposio sobre Comprensión Pública de la Ciencia
y Tecnología realizado en 1996 en Tokio, Japón que entre otras cosas propuso indagar
sobre las actitudes públicas ante la ciencia y tecnología así como su comprensión por
parte del público no especializado.
La calificación que la población encuestada otorga a los científicos en términos de
respetabilidad es de 9 en una escala de 1 al 10, lo cual da a entender que existe una
sensación más que aceptable al ejercicio científico y los sujetos que la realizan; a su
vez los científicos son considerados en un nivel muy confiable en la escala de
confianza que la encuesta contempla.
45
Gráfica 1.
Fuente: ENPECyT 2011 (CONACyT – INEGI)
Gráfica 2
Fuente: ENPECyT 2011 (CONACyT – INEGI)
46
El alejamiento que existe entre la población y los profesionales de la ciencia es
atribuible a la especialización de las disciplinas científicas13, ya que entre otras cosas,
la excesiva polarización en el lenguaje especializado con el no especializado produce
desinterés. Como bien puede observarse en los datos que la ENPECyT ofrece, una
gran parte del público encuestado se considera ajeno al ejercicio de construcción de
conocimiento institucionalizado; además, considera que la Ciencia y la Tecnología no
tienen como objetivo la solución de problemas sociales. En la pregunta sobre si se
considera que la Ciencia erradicará la pobreza y hambruna en el futuro 47.9% de los
encuestados está en desacuerdo. No se busca que estos datos sirvan para condenar
la aparente desconexión entre ciencia- sociedad y se busque establecer forzados
juicios de valor; sino esbozar el estado actual como punto de partida de la investigación
ya que el campo científico y las diferentes formas de legitimación social, se encuentran
como esferas relacionadas pero no dialógicas en la Sociedad y la propuesta de
establecer campos temáticos supondría el punto medio de los costados.
John Ziman (1998) encuentra en la educación y el campo epistémico, el puente que
subsana el alejamiento de las prácticas científicas hacia la sociedad; para este autor,
la desconexión no es total y desde el campo educativo es deseable que los docentes e
investigadores viren sus objetivos hacia productos aplicados “incluso en campos tan
abstractos como la economía, la matemática, la química y la física teórica” (Ziman,
1998, p. 62). Del lado epistémico, es salvable a partir del archivo14, es decir, requiere
13 En consonancia con John Ziman
14 O producto académico47
que los científicos faciliten el proceso de socialización publicando los resultados de sus
procesos de investigación de una forma rápida, completa y libre (Ziman, 1998, p. 63).
Este elemento será parte de un apartado ético que la investigación le debe a la
sociedad, que tampoco significa una puerta de entrada hacia el campo científico,
porque también ni siquiera es la intención; la meta es que se pueda saber en qué
medida el ejercicio científico afecta a la sociedad en términos cualitativos, pero no que
la segunda influya en la forma ni objetivos de conocimiento.
La ENPECyT se aplicó en una muestra de 3200 viviendas en un periodo de 4 semanas
que consiste en un cuestionario que permite evaluar los conocimientos científicos y
tecnológicos básicos y de actualidad que tienen los individuos, sus actitudes ante los
cambios derivados del desarrollo de estos conocimientos, así como el perfil socio
económico de los encuestados. Cabe la aclaración que los encuestados son mayores
de edad.
La metodología que se usó en esta encuesta se encuentra explicitada de la siguiente
forma: “El marco de muestreo que se empleó para la ENPECyT es el Marco Nacional
de Viviendas 2002 de INEGI, construido a partir de información cartográfica y
demográfica que se obtuvo del XII Censo General de Población y Vivienda 2000”
(INEGI, 2007). La información recabada pretende medir:
El conocimiento de las personas sobre conceptos básicos de
ciencia y tecnología, así como de planteamientos de procesos
científicos y tecnológicos.
48
El interés de la sociedad y su entendimiento por la ciencia y la
tecnología.
Actitudes ante el avance científico y tecnológico.
La disposición social para apoyar el gasto gubernamental en ciencia
y tecnología.
Consumo de medios.
Conocimiento e imagen del CONACyT.
El perfil socio económico de las personas participantes y su relación
con los anteriores indicadores.
Cuadro 1: Distribución de la muestra
Fuente: ENEPECYT 2011
Los primeros datos que arroja la encuesta tienen que ver con el grado de conocimiento
que las personas encuestadas tienen con ciertos temas de interés público, que no
necesariamente responden únicamente a temas científicos, pero otorgan un panorama 49
sobre el tipo de información que la población muestreada consume y le interesa, así
como los medios en que se informan.
Resulta llamativo que los encuestados consideren que los temas de Deportes y
Espectáculos despierten más interés que los concernientes en Ciencia y Tecnología,
que además coinciden en la formas de apropiación de acceso a la información que los
individuos tienen –por lo general la televisión-En el aspecto complementario, la
ENEPECYT aporta datos que acompañan a los anteriores con datos sobre las
motivaciones de quienes dijeron tener un Nulo interés en temas relacionados con
Nuevos inventos y tecnología y Nuevos descubrimientos científicos que señalaron que
el principal motivo es porque el No los entienden (37.0% ) En contraste, quienes
manifiestan interés por temas científicos tienen especial atención en tópicos Medio
ambiente (15.7%) como el más mencionado así como el que menos interés genera fue
el de Astronomía y viajes espaciales (5.4%).
Gráfica 3
50
Fuente: ENEPECYT 2011
Como complemento a los temas que generan interés al público encuestado, estos
tópicos de relevancia pueden explicarse a partir de las principales fuentes de
información que los individuos consideran; la televisión resulta ser el medio principal
que proporciona información, pero también en particular sobre la comunicación de
información sobre desarrollos científicos. De acuerdo a la opinión del 30.2% de los
entrevistados es ese aparato en el que se condensa la información relevante en
términos de divulgación científica. Internet ocupa el segundo lugar (27%) como fuente
primaria de información entre los entrevistados.
Entre los medios caracterizados como menos importantes en cuanto a divulgación de
información científica los informantes posicionaron en primer lugar a las Revistas
académicas (29.9%), dato que quizá no sirva más que para mantener la idea que
estas publicaciones son para y por científicos. Lo que no queda claro en el cuestionario
aplicado es ¿Qué entiende la población encuestada por este tipo de publicaciones, es
decir por Revista Científica? En segundo lugar de las preferencias negativas está la
Escuela/Universidad (22.9%) que podría estar relacionado con la brecha en el acceso a
la educación superior en México.
Gráfica 4
51
Fuente: ENEPECYT 2011
De acuerdo a los parámetros enunciados por la UNESCO (2005) como ideales hacia
las Sociedades del Conocimiento, el acceso a las tecnologías es un componente
básico en el camino hacia las sociedades del Conocimiento, conforme a la siguiente
gráfica, es destacable que el acceso a internet esté relacionado directamente con el
nivel de instrucción escolar; se observa que quienes cuentan con un nivel de
instrucción básica les es más difícil el uso y acceso del internet y por otro lado que los
encuestados con Educación Superior son quienes tienen mayor conocimiento sobre el
uso de esta herramienta; tópicos como las brechas digitales y cognitivas pueden ser
ilustradas con este punto; para lograr el cometido que la UNESCO impulsa es
necesario articular políticas y programas que permitan el acceso a la educación a más
personas, de modo que sean capaces de aprender y aprehender información que a su
alrededor se encuentra.
52
Gráfica 5
Fuente: ENEPECYT 2011
La idea que el campo científico mexicano se encuentra en poco contacto con el público
no especializado se materializa en la siguiente gráfica -en consonancia con los datos
de la gráfica 1- ya que por un lado existe un sesgo en cuanto a la información científica
que los encuestados conocen pero a la vez 46.4% de las personas entrevistadas
consideran al CONACyT como una institución Muy confiable, es decir, existe
reconocimiento social hacia el ejercicio científico a pesar de no estar seguros del todo
qué se hace en México y cómo las acciones que CONACyT lleva a cabo repercuten
desde la distribución de recursos públicos en diferentes programas.
Gráfica 6
53
Fuente: ENEPECYT 2011
Cabe destacar que para los encuestados, el Conocimiento Científico se refiere en su
mayoría a las disciplinas que provienen de las Ciencias Naturales, en la gráfica que
refiere a la consideración que los encuestados tienen a ciertas disciplinas se encuentra
que las que la población en general considera con grado Muy científico son la
Medicina, las Matemáticas y la Física (52.0%, 41.4% y 37.8% respectivamente) ,
asimismo las que se consideran Científicas están la Biología (56.6%) y la Astronomía
(49.2%). Del lado no científico resulta llamativo que la única Ciencia Social –Economía-
es considerada en este rubro con 22.1% a la par de pseudociencias como la
Astrología (horóscopos, tarot, etc.) 26.3%.
Gráfica 7
54
Fuente: ENEPECYT 2011
De acuerdo a lo propuesto por la UNESCO (2005) como las cuatro condiciones para
alcanzar las Sociedades del Conocimiento y en el cruce con lo que la ENEPECYT
arroja, se puede hacer un primer acercamiento sobre cuál es el estado que guarda ese
transitar en México y que sirve como base para entender el escenario en que se
presenta el proyecto de investigación.
En la primera condición que se refiere a la “promoción del acceso libre y universal a la
información como dominio público con fines de promover la educación, la ciencia y la
cultura” (UNESCO, 2008), se observa que hay una desconexión entre lo que la
sociedad entiende por el ejercicio científico, la producción de conocimiento y los
canales de divulgación científica, por lo cual es necesaria la articulación de
programas que promuevan un piso mínimo de conceptos que permitan tener un
55
consenso común sobre lo que es y lo que no la ciencia, programas como las Redes
temáticas CONACyT es un ejercicio para subsanar tal emergencia
El conocimiento no es entendido como un bien público común sino que para los
encuestados es un bien simbólico (capital simbólico) que pertenece en exclusiva a los
profesionales del conocimiento científico y que para el público no especializado, no le
es fácil el acceso para apropiar tal producción, de modo que tampoco existe
aprovechamiento compartido del conocimiento, sino una vez más, se observa el
alejamiento entre éstos dos campos sociales y aún no se puede afirmar que el
conocimiento se establece como el punto nodal entre las prácticas y valores que han
de estar en la médula de las sociedades del conocimiento.
La idea que el conocimiento es una de las claves del desarrollo económico y que
además contribuye al desarrollo humano y la autonomía de los individuos es algo que
en el contexto mexicano se encuentra difuso y poco claro de cualificar ya que si bien
hay esfuerzos para vincular la sociedad y la ciencia, estos no parecen ser suficientes y
es necesario que sean instrumentados desde apoyos y proyectos en áreas
problemáticas específicas.
CAPITULO 5
5.1 Marco teórico.
En ese apartado se detallan los elementos que se retomaron para analizar cómo se
construye el sentido público de las obras en el marco del Programa Redes CONACyT;
tal y como se ha planteado a lo largo del presente documento, el concepto de
56
construcción de sentido es la noción orientadora, por ello, el camino lógico sugiere
adentrarse en el marco de las explicaciones constructivistas, en particular la que refiere
a Pierre Bourdieu.
En principio, se piensa posible el uso de la visión del autor francés Pierre Bourdieu
porque ésta propuesta analítica fue construida para buscar explicar aquellos
fenómenos sociales ligados a los distintos ámbitos de producción y consumo de bienes
simbólicos, tal y como se enuncia en La construcción social del gusto, ésta relación
entre los ámbitos de producción y el consumo de ellos, parte de que es observable en
las prácticas en el marco de un campo social, definido en su estructura y reglas, de
modo que la forma de entender el entramado de relaciones sociales que supone el
ejercicio científico se refiere entre otras cosas a la institucionalización de producción de
conocimiento en forma de prácticas sociales que implican las condiciones constitutivas
del capital simbólico de la ciencia, definidas por Bourdieu en el libro El oficio del
científico (2002):
El capital simbólico es un conjunto de propiedades distintivas que existen en y
mediante la percepción de agentes dotados de las categorías de percepción
adecuados, categorías que se adquieren especialmente a través de la
experiencia de la estructura de la distribución de ese capital en el interior del
espacio social o de un microcosmos social concreto, como el campo
científico.
Siguiendo tal lógica, se piensa que el principal capital que se pone en juego en el
campo social de la ciencia es la autonomía, que le significa a quienes son parte de él,
libertad de acción, adhesiones y fuerzas de negociación con otros campos sociales. El
campo, como se puntualiza en La construcción social del gusto debe ser entendido
57
como “un sistema de posiciones y de sus relaciones objetivas, el campo, en sentido
general, asume también una existencia temporal, lo que implica introducir la dimensión
histórica en el modo de pensamiento relacional y con ello tomar distancias respecto de
la tradición estructuralista y conformar una perspectiva analítica auto definida como
“estructuralismo constructivista”, (Bourdieu,2002, p.56) por lo cual, al buscar un análisis
en tales parámetros, situar el objeto históricamente es necesario para rastrear cómo es
que se ha construido.
Es pertinente recordar, para los fines contextuales que se mencionan, que el proyecto
de modernidad impulsado a partir de la ilustración europea está estrechamente
relacionado con el aprendizaje y transmisión de saberes como parte esencial del
programa económico de cada país; de acuerdo a la definición de la primer modernidad
de Enrique Dussell (1993) “los acontecimientos históricos claves para la implantación
del principio de la subjetividad (moderna) son la Reforma, La Ilustración y la Revolución
Francesa", todos ellos relacionados directamente con el establecimiento de una idea
sobre la producción de conocimientos; en dicho proyecto, el establecimiento de una
ciencia moderna o académica como Thomas Kuhn (2004) le llama, es fundamental
para el desarrollo de las naciones y entonces es que la ecuación inversión+ desarrollo
científico = a desarrollo social, comienza a instalarse como paradigma de lo válido, lo
deseable, al punto de ser una idea poco cuestionada por gobiernos y sociedad no
especializada; a día de hoy, pensar en no invertir o los recortes presupuestales cada
vez más frecuentes en los organismos científicos, son condenados socialmente a
través de los medios masivos de comunicación, aludiendo a que esto -entre otras
cosas- representa un atentado directo al crecimiento y bienestar de un país.
58
La propuesta teórica de Pierre Bourdieu proviene del constructivismo- estructuralismo
(enunciado por el propio Bourdieu y rescatado por Giménez, 2002) y puede ser
entendida como la búsqueda de mediación de dos grandes bloques de ideas. El
primero referirá la adscripción a las ideas de la Sociología del Conocimiento propuesta
por autores principalmente a la Escuela de Edimburgo, en Escocia, quienes en
términos generales, proponen pensar las acciones de los científicos como acciones
sociales. A partir de los esbozos teóricos enunciados en apartados anteriores es
necesario ahondar en cómo se ha construido el trayecto analítico de tales propuestas,
buscando trazar la genealogía de los estudios sobre la construcción de sentido.
El primer rescate de ideas para el análisis, obliga a llegar a las tradiciones clásicas de
la Sociología. El constructivismo que Bourdieu propone tiene la intención de
reconciliación o mediación entre posturas en apariencia polares por medio del concepto
habitus. Por un lado, se asume con la ascendencia del pensamiento de Emile Durkheim
(2001) en tanto tratar a los hechos sociales como cosas, en consonancia a los
supuestos de la Sociología del Conocimiento, aspecto que a lo largo de su teoría queda
de manifiesto e incluso es llevado más allá para proponer cómo se estudia la
producción social de sentido a partir de la idea de los campos. Desde ésta proposición,
lo que se toma para el estudio constructivista, es el empirismo que permite generar
observables de investigación verificables por el método científico, en el caso de la
Sociología del Conocimiento, a partir de los postulados de Robert Merton en 1973.
Tratar a los hechos sociales como cosas, es una proposición que puede considerarse
como un planteamiento de corte metodológico básico para el estudio de los fenómenos
sociales y en particular en el análisis de la construcción de sentido, en tanto que es una 59
postura que invita a alejarse de la manera más aséptica posible del objeto de estudio,
es plantearse la posibilidad para el analista de apartarse de la realidad social, o al
menos del fenómeno de interés, es una invitación a situar una barrera con los sujetos
informantes. Este último aspecto del rescate genealógico, fue puesto a discusión por el
autor en la construcción de la presente investigación, puesto que un análisis desde lo
socio cultural, invariablemente sugiere implicación con los sujetos, sin embargo, en
aras de la mayor claridad posible si fue necesario pensar que los problemas sociales,
que al final se constituyen como la meta última del Programa Estudiado, no son el foco
de interés por emergentes o efervescentes que fueran en su momento.
En el otro costado de la ecuación, se encuentra la corriente propuesta por Max Weber y
las ideas sobre las acciones referidas a otros, no sólo individuos sino con referencia a
valores, objetivos, etc. En Economía y Sociedad (1977) Max Weber propuso una
Sociología de la interpretación, es decir, una ciencia de lo social que se encargara de
interpretar la acción social, entendida como cada acción que tenga un sentido para
quienes la realizan, en el caso del ejercicio académico éstos podrían ser los propios
científicos, afectando la conducta de otros, esta afirmación de Weber referida hacia los
significados subjetivos de la acción, implica afirmar que la realidad es incomprensible
en su totalidad para el entendimiento humano, dado que cualquier aproximación teórica
sólo incorpora la realidad de la cual forma parte, de ahí que en esta investigación se
retomara el lugar del campo científico mexicano o al menos el contexto de su
conformación para el análisis, continuando con dicha idea, el autor alemán piensa en el
individuo como inseparable de la sociedad y lo contrario también es cierto. De acuerdo
a Mardones y Ursúa (1980) estas ideas son lo que dan paso a una postura que
60
incorpora posteriormente trabajos como el de Karl Popper y el paradigma científico de
Kuhn.
Estos dos grandes antecedentes teóricos fueron las primeras en abordar diferentes
tópicos sobre la construcción de sentido.
Autores de las Ciencias Sociales que continuaron con los trabajos de éstos dos
grandes bloques de ideas, buscaron -sobre todo a lo largo del siglo XX- una postura
intermedia o de conciliación que tuvo como resultado diversos esfuerzos integradores,
uno de ellos
Es el constructivismo social, que revisa las enunciaciones fundamentales de las ya
señaladas posturas de Weber y Durkheim postulando que quizá no sean mutuamente
excluyentes y que por el contrario se puedan utilizar como complementarias. Las dos
perspectivas mencionadas, son reconocidas en el proceso de instrucción a la
Sociología, sino como rivales, al menos con un componente antagónico, de ahí que la
importancia de esta propuesta por reconciliar éstas visiones desde la revisión de
elementos que de acuerdo a éstos autores no es contraria ni incompatible.
Estos elementos de conciliación se ven reflejados en el constructivismo en la idea de
legitimación en los campos que Bourdieu introduce en sus estudios, ya que lo que se
propone como idea fundamental, es que el valor de las proposiciones científicas no se
encuentra en los contenidos (a pesar de la rigurosidad del método de extracción de
datos o el análisis al que sean sometidos), sino que la comunidad académica juega un
papel fundamental en el proceso de validación de conocimiento, es decir en la
consecución del capital simbólico como bien se explica en El oficio del científico (2002)
61
Con la pretensión del rescate y revisión de los fundadores de la disciplina, el
pensamiento de Karl Marx también influye en la manera en que el constructivista
piensa la realidad en su símil con la conciencia Marxista; ambas determinadas por el
lugar social del sujeto y relacionadas a su actividad humana. El pensamiento Marxista
no podría tomarse como antecedente o como fundamento del constructivismo, pero sin
duda, ejerce su influencia desde esta postura que considero, es política
La obra de Thomas Kuhn es un elemento articulador de la Sociología del Conocimiento
a partir de la publicación del libro La estructura de las revoluciones científicas (1962),
en donde se propone la noción de paradigma como un tipo de ideal (a la forma
weberiana), un paradigma funciona como faro conductor de las disciplinas científicas.
Este modelo propone que en la historia de la construcción del conocimiento científico,
las disciplinas científicas son reconocibles desde sus principios fundacionales: los
paradigmas, que funcionan como elementos que articulan la orientación metodológica
pero también de trayectoria social del conocimiento científico. “Considero a éstos como
realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo,
proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”. Kuhn
(2004; p13). El cambio o transformación de paradigmas se da cada cierto tiempo a
partir de cismas y rupturas que significan a la disciplina el proceso de reflexividad que
el programa fuerte de la Sociología de la Ciencia en conceptos de David Bloor (1998)
propone. La noción de paradigma en Kuhn no sólo atañe a reflexiones etimológicas o
teóricas de la producción de saberes sino que también se relaciona con las formas de
producir y comunicar el conocimiento, aspecto que en Bourdieu se refleja en el
concepto de habitus.62
Bloor (1998) y Barry Barnes (1985), postulan las cuatro condiciones para el estudio de
la producción social del conocimiento, que son: causalidad, imparcialidad, simetría y
reflexividad. En la obra de Bourdieu, estos elementos están latentes a pesar de no ser
mencionados de forma explícita. El principio de causalidad, que se refiere a las
condiciones sociales en que se produce el conocimiento, refiere directamente a la
intención de los autores por revisar qué de lo social se encuentra en la producción
académica. La imparcialidad en el análisis sociológico busca estudiar por igual a los
principios científicos identificando los falsos y verdaderos por igual. El principio
simétrico es nodal en el entendimiento de este enfoque, la simetría en el análisis de la
construcción social del conocimiento propone que el mismo tipo de explicaciones
funciona para las asunciones falsas y las verdaderas. En la propuesta constructivista,
este elemento es el que más polémica ha causado en las Ciencias Naturales, ya que
causa cierta incomodidad que los productos de éstas disciplinas se vean igual de
influidas por lo social que las ciencias blandas. Por último, el tema reflexivo trazado
desde Kuhn, es quizá el que queda al frente de las ideas del constructivismo, en tanto
que la propia Sociología debe poder aplicársele éstos elementos de crítica.
Para Bourdieu (2002), la realidad logra su establecimiento en la sociedad (y en
consecuencia en lo individuos) mediante un proceso dialógico entre elementos
objetivos y subjetivos. Los elementos objetivos son observables en forma de hábitos,
prácticas, relaciones y estructuras sociales: lo subjetivo se encuentra en las
interpretaciones simbólicas, internalización de roles y formación de identidades
individuales. La forma de entender la realidad, entonces, es la síntesis de estos
elementos en y para el individuo a través del conocimiento, esta síntesis, es llamada
63
habitus. La síntesis de estos elementos de la realidad social está delineada por la
conjunción de relaciones de fuerza históricamente estructuradas, por un lado; y por un
conjunto de relaciones de sentido que configuran el plano de la reproducción social de
la dominación, por el otro.
Estructura estructurante, que organiza las prácticas y la percepción de las
prácticas [...] es también estructura estructurada: el principio del mundo social
es a su vez producto de la incorporación de la división de clases sociales. [...]
Sistema de esquemas generadores de prácticas que expresa de forma
sistémica la necesidad y las libertades inherentes a la condición de clase y la
diferencia constitutiva de la posición, el habitus aprehende las diferencias de
condición, que retiene bajo la forma de diferencias entre unas prácticas
enclasadas y enclasantes (como productos del habitus), según unos
principios de diferenciación que, al ser a su vez producto de estas diferencias,
son objetivamente atribuidos a éstas y tienden por consiguiente a percibirlas
como naturales (2002; p.170-171).
El objetivismo y el subjetivismo son reconocidos como un par de estadios analíticos en
donde el primero, refiere a la instancia en la que el investigador reconstruye la
estructura de relaciones externas e independientes de la conciencia y la voluntad de los
agentes; y el segundo, al intento por captar las representaciones y vivencias de los
protagonistas de las prácticas.
Partiendo de la premisa que afirma que la realidad se construye socialmente, para el
autor francés, la Sociología del Conocimiento es la que deberá hacerse cargo de
analizar los procesos por los cuales se produce. En este punto, es pertinente reconocer
que los intercambios entre las nociones objetivas y las subjetivas, son analizados en el
marco del concepto de campos sociales:
64
Los campos sociales son espacios de juego relativamente autónomos: son
campos de fuerzas pero también campos de luchas para transformar o
conservar estos campos de fuerzas. Sólo pueden funcionar con los agentes
que invierten en él, en los diferentes significados del término, que se juegan
en él sus recursos (capitales), en pugna por ganar, contribuyendo así, por su
propio antagonismo, a la conservación de su estructura o, en condiciones
determinadas, a su transformación que se refiere a los lugares/momentos
específicos en los que se articulan las relaciones ya sea de orden económico,
político, etc. (todas ellas simbólicas), que posicionan a los agentes que
participan, voluntaria o involuntariamente, de una red de juegos configurada
por intereses particulares, determinados por la división del trabajo y las
posiciones de clase que generan, condiciones de exclusión-reciprocidad, que
abren nuevas contradicciones en el campo específico de mediación y,
finalmente, en la estructura social. (Bourdieu, 2002, p.123)
Quienes realizan las operaciones al interior del campo social son llamados por
Bourdieu como agentes¸ cabe señalar que a pesar que una de las premisas
fundamentales del constructivismo se refiere a que lo social determina o influye de
manera sustancial en el comportamiento del individuo en sociedad, con el concepto de
Bourdieu se concede la posibilidad de apropiación y manejo de las reglas del campo en
favor de la consecución del capital simbólico, esta capacidad, es llamada, agencia.
El capital simbólico que se ha mencionado en párrafos anteriores, es el premio en la
lucha entre agentes al interior del campo social; con la analogía de la lucha o el juego,
se propone que para el establecimiento y manutención del campo, es necesario el algo
que funcione como recompensa en la búsqueda de posiciones; el capital entonces es
definido por Bourdieu (2002) como aquel valor que sólo es eficaz en un campo social
determinado, es entendido a modo de arma pero también como articulador de la
batalla; permite a los agentes disponer de influencia en el campo. El capital económico,
65
político y cultural, y el capital simbólico brindan a sus agentes, poder, prestigio, estatus
etc.
Todos esos capitales, son transformables en capital económico, y viceversa, por ende,
es relevante estudiar en cada caso qué estrategias son conformadas por los agentes.
Un elemento importante en el proyecto aquí presentado se refiere a las estrategias de
los científicos en el campo de la comunicación científica, por ello es necesario
considerar que las estrategias se refieren a los elementos enunciados en La distinción
(2002): La posición, distribución de capital específico y la percepción que tengan dentro
del campo.
En Pierre Bourdieu se busca también ahondar en la idea de las prácticas sociales de
Comunicación del campo interdisciplinar o temático; para el francés, el ejercicio
científico es entendido como el campo social en que existe un espacio de posiciones y
tomas de decisión. “La ciencia se propone establecer el estado del mundo y, al mismo
tiempo, las tendencias inmanentes de ese mundo, el futuro probable de ese mundo, lo
que no puede suceder (lo imposible) o lo que tiene algunas posibilidades, más o menos
considerables, de suceder (lo probable)” (Bourdieu, 2001, p.107). A partir de esta idea,
la ciencia como campo social se autorregula y genera sus propias condiciones
permitiendo a los científicos un código común de acuerdo a su disciplina de adscripción
y este código como el elemento mediador denominado capital simbólico del que
dispone la ciencia que permite la preservación del campo y su diferenciación con la
producción tradicional de conocimientos, lo que en definitiva significa su solidez hacia
el interior, pero también con respecto al público no científico.
66
Los elementos entonces que se retoman en Bourdieu quedarían representados de la
siguiente forma:
PRÁCTICAS SOCIALES= CAMPO + CAPITAL
HABITUS
6.
Enfoque metodológico
La investigación aquí planteada, tal y como se planteó desde inicios del documento, se
propone en ahondar en la construcción de sentido de académicos participantes del
Programa Redes Temáticas CONACYT, proponiendo sean las prácticas sociales de
éstos la puerta de entrada hacia la vinculación ciencia- sociedad.
A partir de las entrevistas que detallan las prácticas sociales en el marco del programa
mencionado se busca conocer las formas en que construyen sentido los académicos
La idea de apostar por académicos en su fase de comunicadores y no públicos se
sustenta en dos momentos. El primero tiene que ver con la revisión del estado de la
67
Capital Cultural
Capital cultural incorporado
Percepción de otros actoresCapital cultural objetivado Capital simbólico
Capital Social
Capital Económico
Narrativas con referencia a cualidades cognitivas
Análisis de la encuesta Nacional
de Percepción Pública de la
Ciencia
Narrativas referidas a bienes culturales
(títulos, instituciones,
nombramientos)Poder Social (Autonomía)
Narrativas con referencia a la
construcción de colectivos
Narrativas con referencia a la obtención de
recursos
cuestión y la búsqueda de elementos conceptuales para el análisis que sugería los
distintos caminos metodológicos que el tema tiene y que fueron mencionados en la
primera parte del texto (sobre todo los elementos relacionales provenientes de la
estadística); el segundo se relaciona con el enfoque cualitativo que sugiere el
acercamiento con los individuos, es decir, buscar internarse en sus subjetividad.
En el proceso de revisión de autores para la construcción del proyecto de investigación
se consideraron dos orientaciones que tradicionalmente se reconocen como puntales
en el estudio de la construcción de sentido pertenecientes a las tradiciones de estudio
constructivista, por las cuales podría ser posible abordar el tema propuesto, toda vez
que la óptica relacional desde los números quedó descartada; por un lado se
encontraron los enfoques que apuestan por el regreso a los sujetos y conocer sus
prácticas sociales, retomando la noción de construcción pública de la obra en Bourdieu;
el otro enfoque, el análisis en quienes en efecto son receptores de los productos
comunicativos en forma de talleres, libros, artículos o algún otro elemento producido en
el campo académico con intención de vinculación social.
Tales orientaciones son provenientes de la Sociología del Conocimiento, como
corriente epistemológica , en donde se reconoce que autores como Peter Berger y
Thomas Luckman en La construcción social de la realidad (2003), proponen una tesis
paralela a la de Bourdieu sobre el conocimiento como producción social pero como el
matiz fenomenológico de Alfred Shutz; la diferencia en las propuestas se caracteriza
por el acercamiento empírico en ambos enfoques; adoptar el lente de Berger y
Luckman significaba apostar por el estudio de los públicos, es decir, cómo es que
ciertas prácticas construyen sentido en la vida cotidiana de los individuos no 68
especializados, colocar pues, al centro a los receptores y no productores. Hago
mención sobre la posibilidad de analizar los públicos porque en definitiva a ellos
concierne ser receptor final de tales esfuerzos y sin duda tienen una visión privilegiada
sobre el éxito de tales ejercicios.
Como acotación cabe destacar que un estudio integral contemplaría ambas visiones,
sin embargo, como obstáculo metodológico se presenta que un análisis de productores
y receptores es excesivamente exhaustivo y quizá tal esfuerzo no se tradujera en un
análisis realmente efectivo; a la par, la segmentación de sujetos clave no se
correspondía en ambos lados. Estudiar el universo de académicos mexicanos en sus
actividades de vinculación social exige buscar puntos comunes que permitieran agrupar
a quienes serían entrevistados, tarea que es posible porque el campo académico
mexicano, como en cualquier parte del mundo, se encuentra estructurado en sus reglas
y organización; se encuentra ya segmentado de una u otra manera, el punto fino sería
encontrar los puntos comunes que permitieran extraer información representativa y que
explicase de acuerdo a los objetivos planteados.
Se optó también, por descartar criterios de división vertical, es decir, que asumieran de
inicio condiciones jerárquicas como: universidad de adscripción, disciplina o algún socio
demográfico, ya que siendo los campos en Bourdieu el referente teórico tendrían que
ser en otro sentido, más horizontales, abiertos a la participación de otros factores
estructurante, por ello la elección a partir de programas emanados de políticas públicas
que permitiera abarcar de forma más precisa lo que se consideró más pertinente.
69
Por su parte, el estudio de púbicos significaría estudiar a una población -que ya de
entrada significaba un ejercicio extenso- a la que se hubiese dirigido algún esfuerzo de
una red particular, pero entonces no se podría haber estudiado más expresiones
académicas; es decir, por un lado, por parte de los académicos productores se tenía un
crisol de disciplinas, enfoques y orientaciones variadas unidas por un mismo programa
de fomento, pero esto no era posible en los públicos; no sólo por la imposibilidad de
unir en un sólo criterio tan variados receptores, sino porque éstos, son una proporción
mucho mayor a los académicos; me parece que de igual manera habría que empezar a
planear estudios de este tipo, pero considero que si esto sucediese tendría que ser
como parte de un programa formal de investigación o de organismos tipo observatorio
dedicados, en particular desde la visión de la divulgación académica como sucede en
Argentina donde -entre otros- el Centro Redes con apoyo de CONICET desarrollan
reflexiones desde hace más de veinte años con resultados como publicaciones y un
trabajo cercano con las entidades en la toma de decisiones en el ámbito de políticas
científicas.
Una vez decidida la población de la cual se extraería la información, fue necesario
revisitar el análisis a partir de la noción de campos sociales, el acercamiento que Pierre
Bourdieu propone se relaciona con el estudio de las prácticas sociales desde la noción
de habitus y campo social. Para ello se propuso un abordaje cuya fuente principal de
información fuese la entrevista semiestructurada.
La técnica entrevista semiestructurada, es pertinente en cuanto a los objetivos de este
proyecto ya que como lo menciona Flick (2007), es más probable que los sujetos
entrevistados expresen su punto de vista y por tanto sus prácticas en una situación de 70
entrevista diseñada de manera relativamente abierta a diferencia de las entrevistas
estandarizadas, cuestionarios o encuestas asimismo el carácter exploratorio del
abordaje teórico también indica la forma de plantear la guía de entrevista.
La intención del instrumento está basada en las ideas de Scheele y Groeben (1988)
retomadas en Flick (2007) en tanto la importancia de delinear una guía de cuestionario
que reconstruya teorías subjetivas15. De acuerdo con estos autores, el entrevistado
debe contar con apoyos metodológicos que permitan desdoblar los supuestos
explícitos e inmediatos en dos vías: desde preguntas abiertas que permitan
expresiones espontáneas y a su vez materiales como representaciones gráficas –
datos- que ayuden a reconstruir de modo que se logre validar16 en términos
comunicativos la entrevista. Este enfoque de acuerdo a Flick (2007) surge como un
elemento de contrapeso para derrumbar ciertos estereotipos que no necesariamente se
encuentran visibles en la realidad social y por el otro lado, atienden a la necesidad de
construir una imagen más fidedigna de elementos. Como se ha venido señalando, la
apuesta metodológica refiere a visibilizar aquellas relaciones que se encuentran ocultas
en los análisis relacionales propios de la estadística, es entonces, la entrevista
semiestructurada, la herramienta que posibilita el análisis sociocultural.
Durante el trayecto de obtención de datos, se observó la pertinencia de la técnica por la
confluencia de dos factores que considero importante mencionar: Si bien el criterio del
programa de redes temáticas fue utilizado para delimitar la población de estudio, al
momento de realizar las entrevistas, la referencia al programa también posibilitó un faro
15 La expresión se refiere al hecho que el entrevistado tiene un caudal complejo de conocimientos sobre el asunto en estudio.
16 A partir de la representación gráfica llamada “técnica de generación de estructura”71
común a los entrevistados, es decir, las teorías subjetivas a las que Scheele y Groeben
(1988) aluden, fueron posibles de obtener por tener los entrevistados un marco común
al cual del cuál referir; en un primer nivel el programa y a nivel estructural del
CONACyT. Por otra parte, la característica semiestructurada de las entrevistas,
posibilitaron cierta apertura en las respuestas que los informadores proporcionaron,
abriendo la posibilidad a temas que de inicio no se encontraban en el cuestionario
inicial, pero que después quedaron manifestados en las distintas entrevistas realizadas.
Como técnica complementaria se contempló el análisis documental de los productos de
investigación de las redes temáticas que se seleccionarán para el análisis; dado que la
mayoría de las redes produjeron materiales de distinta índole; el objetivo de
complementar a partir de esta técnica fue el conocer con mayor profundidad el
funcionamiento de las redes en su fracción formal para identificar elementos que
puedan interpretarse como parte de una estrategia de comunicación. Sin embargo, esta
idea se abandonó a la luz de la información que las entrevistas proveyeron, es decir,
desde el principio quedó claro que existía una diferencia entre lo que el programa
pide/permite y lo que los agentes realizan, entonces ceñir el análisis a los productos no
permitía más que la referencia tangible, sin embargo, las prácticas de comunicación se
encontraban en lugares – físicos y simbólicos- diferentes a lo producido, por lo cual, a
pesar de existir la revisión documental, su participación se redujo al entendimiento del
programa, sus reglas y posibilidades y poco más.
72
6.1 Criterios de selección
Se partió del supuesto que los procesos comunicacionales en este programa son
diferentes a los de otros programas y apoyos del propio CONACyT dada la naturaleza
objetiva de incidir en la resolución de problemáticas sociales específicas y si bien
ello se cumple, es necesario recordar que el programa sólo es una referencia que
permitió generar un grupo más preciso de informadores.
A principios del año 2015 es que comienza a realizarse el rastreo de grupos de
investigación sin distinción en México, todo ello con el afán de realizar un primer mapeo
del estado del trabajo de este tipo en el país, localizando la variedad de tipos de grupos
de investigación con diferentes niveles con relación al ámbito institucional.
Como ejemplo del tipo de redes en la primer búsqueda se encuentran tipos como la
Red en Defensa del Maíz, que es una red que se caracteriza por su activismo político y
su interrelación con productores y sociedad en general a partir de un tema de interés
nacional y con gran presencia a nivel local; asimismo otras conformadas en apoyo a
proyectos políticos como el liderado por el colectivo Wikipolítica en la figura de Pedro
Kumamoto, que en las elecciones de 2015 fue actor preponderante en las elecciones
locales en Jalisco y en la que no sólo participan agentes académicos. Otro ejemplo
más con un perfil académico, podrían ser las sociedades de académicos que suelen
ser las más añejas y que están agrupadas en torno a un objeto de estudio, disciplina o
temática en particular; como ejemplo se encuentra la AMIC (Asociación Mexicana de
Investigadores de la Comunicación; la SOMEE (Sociedad Mexicana de Estudios
Electorales o la Sociedad Astronómica de México -entre otras- , todas ellas
73
caracterizadas por una variedad de productos académicos (encuentros, revistas, libros,
conferencias, talleres, etc.), pero sin la claridad de una apuesta por la difusión de
conocimientos y características comunes que permitieran agruparlas para el estudio
propuesto y sobre todo sin necesariamente compartir características en su
conformación y dinámicas regulares, además de ser compuestas por miembros de las
mismas disciplinas. Asimismo en un primer mapeo de tales sociedades, se observó que
el papel que juegan en todo caso es de retro alimentación de los propios campos
académicos tradicionales, por lo que la interacción hacia el exterior es escasa o nula.
Como segundo criterio de búsqueda; grupos que contaran con algún proyecto con
respaldo de recursos públicos, en particular CONACyT y que favorecieran la
conformación y mantenimiento de redes de investigación, y de ellos el programa Redes
Temáticas de investigación, un apoyo relativamente nuevo, pero que contaba (al
menos en papel) el objetivo claro en el impacto de los productos académicos en
problemas sociales.
El caso de estudio, programa Redes temáticas de investigación es un tipo de apoyo
que CONACyT impulsa a partir de 2010 –programa aprobado en 2008- que busca
“conectar grupos de investigación con intereses comunes para la resolución de
problemas de gran dificultad” (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2014), la idea
del fomento de grupos de investigación temáticos son parte de un grupo de esfuerzos
enmarcados en los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Los objetivos
particulares del programa se refieren a la creación de grupos de investigación
74
específicos que desarrollen productos académicos que aporten soluciones a
problemáticas sociales focalizadas17.
De acuerdo a la página oficial del micro sitio18 en el portal de CONACyT la concepción
del programa se refiere a un área enfocada en apoyar, promover, articular y consolidar
esfuerzos en el desarrollo de la ciencia “con el fin de dotar de infraestructura, contribuir
a la formación de recursos humanos y al desarrollo de capacidades técnicas a las
instituciones en áreas estratégicas para el desarrollo del país.” (Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología, 2014). Dentro de su visión se busca “promover y fortalecer la
construcción y desarrollo de redes científicas nacionales en temas estratégicos que
respondan a problemas (científicos, tecnológicos y sociales) y procuren la vinculación
entre la academia, el gobierno y la sociedad.”
De acuerdo al sitio oficial de CONACyT las áreas prioritarias para el desarrollo son:
Las tecnologías de información y las comunicaciones,
La biotecnología,
Los materiales avanzados,
El diseño y los procesos de manufactura,
La infraestructura y el desarrollo urbano y rural, incluyendo sus
aspectos sociales y económicos.
17 Objetivo principal tomado de la página del programa alojado en el sitio oficial de CONACyT
18 http://www.conacyt.gob.mx/index.php/el-conacyt/desarrollo-cientifico/redes-tematicas-de-investigacion
75
A su vez, para el programa se consideran como temas, a las diferentes problemáticas
que pueden ser atendidas por las Redes de manera multi, inter o transdisciplinaria y
que estén dentro de las áreas de los temas prioritarios considerados en el PECiTI19:
Ambiente
Conocimiento del Universo
Desarrollo Sustentable
Desarrollo Tecnológico
Energía
Salud
Sociedad
Además se añade que “Las innovaciones en estas áreas se orientarán a atender a la
población menos favorecida. Recibirán también especial atención las acciones
relacionadas con la atención a mujeres, personas con discapacidad, grupos indígenas
y migrantes”.
En un ejercicio exploratorio que se llevó a cabo durante el período -abril- septiembre
2015, se estableció contacto con los coordinadores de algunas de estas redes y se
identificó como diagnóstico primario que no hay criterios homogéneos en cuanto a la
medición del éxito o fracaso de este tipo de proyectos desde el área institucional más
allá del propio cumplimiento de la entrega formal de documentación y plazos, ya que en
apariencia la evaluación de las redes se realiza previamente, es decir antes de la
inclusión al padrón del programa, sin embargo después no parece existir rastro de
algún tipo de seguimiento institucional del programa, razón que consolidó la idea de
19 Programa especial de Ciencia Tecnología e Innovación 2014-201876
apostar por los sujetos productores. Como complemento de este diagnóstico y a partir
de un análisis de la Auditoría Superior de la Federación en 2013 con respecto a los
criterios de evaluación, se encuentra que no existen antecedentes de revisiones ni
evaluaciones de ningún tipo. Se establece que:
Se carece de procedimientos aprobados; de criterios específicos de
evaluación de los proyectos; de indicadores para la evaluación del
desempeño, así como de mecanismos de control que eviten duplicidad de
apoyos, lo cual propicia la discrecionalidad en el otorgamiento de apoyos.
(Auditoria Superior de la Federación, 2012)
No obstante, otro de los hallazgos interesantes en el ejercicio de exploración es que los
académicos argumentaron que sí hay formas de conocer cómo es que las actividades
de difusión del conocimiento en éstas redes influye socialmente más allá del llenado de
formatos o el cumplimiento de indicadores, esto es entonces ahondando en el trabajo
particular de cada red ,entonces habría que recurrir a un enfoque cualitativo (que se
detalla en el apartado metodológico) que ahondara en el habitus de académicos en el
marco de un programa de fomento a grupos de investigación con intención de impactar
socialmente.
Una vez detectado el programa como primer filtro en tanto objeto empírico, la siguiente
tarea se referiría a qué académicos entrevistar en el marco de tales grupos de
investigación, es decir la detección de agentes; se debe mencionar que en la mayoría
de éstas redes participan un número considerable de personas tomando en cuenta a
académicos y estudiantes de nivel superior o posgrados e incluso en algunas personas
de la sociedad civil, por lo cual fue necesario establecer filtros a fin de proporcionar un
77
grupo uniforme de sujetos clave a entrevistar; para ello la selección se realizó en 3
fases:
Detección del padrón total de Redes en activo
Revisión y selección de redes con productos y proyectos de difusión específicos
Selección de redes con énfasis en temas de relevancia específicos
Contacto con encargados del área de difusión/ divulgación / vinculación o algún
término relacionado
Como se mencionó, en el padrón oficial del programa en CONACyT es en que se
encuentra la lista de redes activas y que existen para el año 2015, cabe destacar que
no se propone un espacio temporal de estudio por dos razones: el programa fue
implementado en 2010 y en 2012-2014 el apoyo había sido suspendido, sin embargo,
eso no significa que las redes hayan dejado de trabajar, sólo dejaron de recibir ese
apoyo. Por otro lado, las redes que se encuentran activas en 2015 (nuevas o que se
caracterizan por su permanencia) cuentan con productos y actividades comprobables
en el sitio oficial de cada red.
El sitio oficial aporta la información de las 42 redes para el ejercicio 2015 y a partir de
éstos datos es que se realizó la búsqueda en internet de cada sitio; algunos se
encuentran no disponibles, suspendidos o con poca información que permita saber el
funcionamiento de la red, por lo cual esta condición es lo que emergió como primer
filtro de descarte en tanto que ilustra la propia forma de comunicación hacia el exterior
de éstas redes; el siguiente criterio fue el detectar proyectos de divulgación académica
al interior, siendo 19 proyectos como resultado del segundo criterio. Como tercer 78
criterio, se seleccionaron las redes cuyos productos además de ser enunciados como
divulgación también lo son en la práctica; es decir, algunos sitios enunciaban un área
de divulgación pero al momento de revisarlos o no se encontraron o no son de
divulgación (por los canales, tipo de lenguaje y manejo de temas), de éste criterio son
10 las redes que cumplieron dichos elementos.
El último criterio se relacionó con aquellos proyectos que además de explicitar y cumplir
con éstas condiciones se relacionan con los temas prioritarios en términos de
problemáticas sociales urgentes a atender por parte del programa -mujeres: personas
con discapacidad, grupos indígenas y migrantes- además que enuncian a los
responsables de coordinar cada esfuerzo, así como la posibilidad de acceder a los
productos tangibles de cada red; siendo ellos los sujetos clave a entrevistar como
principales coordinadores y productores de los esfuerzos de Comunicación científica.
Como elemento complementario, se buscó entrevistar a funcionarios encargados del
problema con la intención de contrastar la visión institucional más allá de los
documentos o sitios en internet. El criterio último de selección tuvo como resultado la
detección de al menos ocho sujetos clave, con quienes se ha inició contacto y se
entrevistó a partir de diciembre de 2015.
42 redes activas
19 enuncian divulgación
10 proyectos activos
6 proyectos sólidos y acorde a los criterios propuestos
79
6.2 Caracterización de los sujetos de estudio
Cuando se hace referencia a los grupos profesionales de investigación, aludimos a
individuos con intereses comunes; disciplinares, de constitución del campo, -entre
otros-, por lo cual caracterizarlos como una unidad común, arriesgaría las
características particulares y sus relaciones con otros miembros y con el campo. Las
formas de ver y asumir el campo, se entrelazan y significan de distintas maneras;
podemos reconocer relaciones de solidaridad y las diferentes reglas que norman las
acciones que emprenden. Delgado (2005), propone entonces entender a las
organizaciones sociales –grupos profesionales de investigación- como “comunidades
generadoras de sentido, que a partir de un conjunto de prácticas sociales compartidas,
logran la producción colectiva de creencias y significados a partir de una relación
interactiva con la realidad para orientar y justificar sus actuaciones pasadas, presentes
y futuras”.
Esta clasificación permite situar a los académicos como parte de un escenario social
simultaneo: como parte de un campo social y como parte de un contexto político, social
80
42 redes activas
19 enuncian divulgación
10 proyectos activos
6 proyectos sólidos y productos estudiables
y económico, como individuos activos pero no dependientes, es decir capaces de
agenciarse de las condiciones sociales que se les presenta.
CAPÍTULO 7. Capítulo analítico (Nivel preliminar)
El trabajo de campo para esta investigación comenzó a partir de diciembre de 2015
dado que se apostó por la afinación del aparato conceptual que soporta el análisis y
planteamientos del protocolo original de investigación, además se optó también por
iniciar una fase de entrevistas exploratorias previas al inicio formal de entrevistas de
campo, esto con el objeto de conocer elementos que habían quedado fuera de los
supuestos iniciales e incorporarlos a la guía de entrevista, por otro lado, se
complementó información a partir de los meses de septiembre y octubre de 2016. A
continuación se presenta la guía de cuestionario exploratorio y sus posteriores
resultados.
81
7.1 Acercamiento con sujetos clave
Se realizó contacto vía electrónica con los responsables de cada red de investigación
estudiada, en este punto cabe aclarar que por petición de los propios miembros de las
redes temáticas, pidieron hacer explícito en este trabajo su identidad, puesto que se
encontraban en fase de evaluación con CONACYT y –a juicio de ellos- podría invalidar
ciertas cláusulas del apoyo mencionado. El contacto con los entrevistados se realizó a
82
CONCEPTOS CATEGORÍAS ORIENTACIONES
CAMPO ¿Cómo se genera el conocimiento?
HABITUS ¿Dónde se genera?
¿Cómo se organiza el trabajo?
Temáticas¿Cómo se decide qué investigar?
¿Cómo se decide qué divulgar?
Organización disciplinar ¿Cómo es la división disciplinar de la red?
Resultados y beneficiarios
¿Se cumplen entonces los objetivos del programa?
Control de calidad
Relaciones con el entorno
¿Cómo es la relación de la red con la sociedad?
Generadores deConocimientoCAPITAL
SIMBÓLICO
¿Qué valoración le darías al programa tomando en cuenta su objetivo principal? (el de socializar el conocimiento para resolver problemáticas sociales)
¿Existía interés por medir el impacto social de sus investigaciones?
¿se tenía como objetivo la socialización de productos en la resolución de problemáticas sociales?
¿Consideras que los productos impactan en la forma de vida de las personas?
finales de 2015 y a partir de enero de 2016 y hasta abril del mismo año concluyeron
tales entrevistas, complementando información en los meses de septiembre y octubre
del mismo, todas ellas presenciales y alguna con complementos electrónicos a
sugerencias de los propios entrevistados. A continuación se presenta una base de
preguntas que sirvió de base para la obtención de información; cabe aclarar que se
buscó un cuestionario corto con preguntas lo suficientemente abiertas que permitiese la
expansión hacia otros temas del campo científico que cuestionados directamente quizá
no hubiese podido acceder, por ejemplo, ahondar en la pregunta R1 y R2 no sólo me
permitió conocer las razones llanas sobre el porqué participar en el programa de redes
temáticas, sino que abrió la posibilidad a la mención por parte de los entrevistados, de
lo importante que es para la consolidación de los campos de estudio de cada red el
financiamiento público como señal de autonomía.
83
PREGUNTA Clave
1R
2R ¿Qué productos de investigación se generaron mientras funcionó la red? 3R
4R5R
¿Cuáles son tus líneas de investigación? 6R ¿En qué medios estás considerando difundirlo? 7R
8R
9R
10
,¿ las políticas, programas están diseñados para influir en tal relación? 11
12
¿De qué formas intangibles es estudiable el impacto del conocimiento? 13
14
¿De dónde surge la idea o la inquietud de participar en el programa?, es decir, ¿fue una inquietud individual de algún investigador llevada a lo institucional; fue un exhorto por
parte de tu institución o propio del grupo de investigación?
¿Por qué era importante participar de esta iniciativa? Sobre todo en términos del trabajo del grupo de investigación. ¿Les aportaba de alguna forma a su ejercicio de investigación?
Desde la concepción de la red de investigación, ¿se tenía como objetivo la socialización de productos en la resolución de problemáticas sociales?
¿Existía interés por medir el impacto social de sus investigaciones?
¿Consideras maneras en que este/éstos proyectos puedan tener un impacto social más allá del académico? P1
¿Además de los que mencionas específicos para los temas que desarrollas, conoces o consideras otros? P2
¿El sistema científico conacyt, la universidad promueven un acercamiento con la sociedad para la promoción en desarrollo social?
¿Existe interés por medir el impacto social de sus investigaciones? Por parte de las intituciones
¿Puedes compartirme algun anécdota a propósito de tu trabajo de investigación en donde haya existido algún proceso de movilidad de conocimiento?
Desde la idea de los campos sociales, en particular el campo científico este se
encuentra acotado por sus propias condiciones:
La compleja trama de la realidad y los retos que implica para el conocimiento la
resolución de sus diversas problemáticas están presionando a las universidades y a
los centros de investigación a salir del círculo cerrado de las disciplinas, para
aceptar, con humildad, que ningún fenómeno, ningún acontecimiento, ningún
problema, es reducible al saber de una sola disciplina” (Vilar, 1997)
Es así que, pensar desde lo interdisciplinar les significa a los académicos el reconocer
que la complejización de las problemáticas sociales requiere de distintas miradas y
enfoques focalizados con herramientas de áreas diversas pero comunes. Si bien el
ejercicio científico se ha construido en comunidades de pares, éstas parecieran ya no
ser suficientes en tanto que el avance en cuánto a diagnósticos científicos de eventos
políticos (por citar un ejemplo) también tienen aristas medioambientales, biológicas,
sociológicas, perspectivas de género, entre otras. En esta investigación no se
considera que el ejercicio científico se encuentre en un punto de quiebre que termine
por derrumbar las barreras entre disciplinas, por el contrario, se encuentra un estadio
paradójico en dónde cada ciencia vive procesos de alta especialización y a su vez el
contacto entre ellas se da desde éstos parámetros. También debe tomarse en cuenta
que la alta especialización responde a dinámicas de mercado que exigen ejercicios de
productividad en cada ámbito de la vida social, sin que la academia quede fuera de
ello.
7.2 Producción de conocimiento
84
7.3 Traducción de mensajes
Como parte de los objetivos tanto de proyecto como de académicos, existe el interés
por comunicar a públicos no especializados, por lo cual, a partir del proceso de
construcción de conocimiento, surge de manera casi automática el proceso de
traducción es decir, llevar los conceptos y resultados de investigación hacia conceptos
entendibles para quienes están dirigidos tales esfuerzos, durante las entrevistas resultó
interesante como el contexto de aplicación de las investigaciones, vuelve a ser
fundamental toda vez que las investigaciones se encuentran avanzadas, así que, tal
elemento, se encuentra relacionado con las alternativas y herramientas tecnológicas
disponibles.
7.4 Canales de comunicación
Tanto la traducción de trabajos como los canales de comunicación, se encuentran
estrechamente relacionados, decido separarlo para hacer mención que son procesos
hermanados pero separados e incluso con una secuencia lógica, ya que después del
proceso de traducción, hay interés de los académicos por encontrar canales fuera de la
academia que sean congruentes a la idea de impactar socialmente que se persigue en
la aplicación de proyectos, es de suma importancia seleccionar las plataformas en las
cuales se depositan los productos en formas que la Comunicación Pública de la
Ciencia permite; es de llamar la atención que la apuesta natural de éstos esfuerzos
sean las que ofrecen herramientas como redes sociales y plataformas de audio o video,
sin embargo, todos los actores señalaron la necesidad de profesionalizar tales
85
ejercicios, ya que los productos producidos, fueron realizados de acuerdo a la poca
instrucción en producción y documentación de tales elementos o en todo caso, a partir
de contrataciones a empresas externas que realicen los productos. Como el aspecto de
divulgación comienza a ser un tema importante, comienza a existir la intención y
petición de algunos académicos y sus instituciones por instrumentar cursos y
herramientas que permitan comunicar de una mejor forma.
7.5 Evaluación
Como se ha visto a lo largo del documento, el tema de la evaluación de impactos es un
apartado que se posiciona en el centro de las discusiones sobre productos de
Comunicación Pública de la Ciencia, ello significa entonces que desde la visión de los
agentes productores, el impacto social de los productos de investigación en el marco,
sucede, pero no es estudiable desde estadísticas oficiales o procesos de correlación
con otras cifras, puesto que éste es palpable en el contexto de aplicación de tales
esfuerzos, es reconocible, por tanto, siendo la evaluación de impactos de éstos
esfuerzos el último paso como parte de las herramientas de comunicación, surge en
éstos grupos de investigación la inquietud por saber el éxito de sus proyectos a la luz
de lo que ellos mismos observan y que consideran, los marcos institucionales no
contemplan, así que, como se ha señalado, si busca cumplirse con los objetivos
trazados tanto por el proyecto redes a nivel particular, como de la institución a nivel
estructural, es necesario plantear que las evaluaciones a este tipo de programas,
deben incluir necesariamente impactos de tipo cualitativo, que de acuerdo a los
agentes productores, éstos son observables en forma de la mejora tangible de la
86
calidad de vida de las personas a quienes van dirigidos tales esfuerzos, observables en
las relaciones sociales a nivel -quizá- micro sociológico, pero del que de todos modos,
los agentes productores tienen una visión privilegiada.
Es posible entonces encontrar algunos puntos específicos sobre cómo es que los
académicos vinculan sus producciones académicas con la sociedad. Como es de
suponerse, para cada uno de los entrevistados, las formas disciplinares de producción,
son la las directrices sobre su ejercicio profesional; el haber tenido la oportunidad de
entrevistar académicos de distintas áreas permitió clarificar cómo es que de inicio, las
llamadas Ciencias Duras encuentran posibilidades de conexión con la sociedad
vinculado a productos tangibles, en particular los que refieren a la tecnología; por parte
de quienes se relacionan a las Ciencias Sociales el tema no se resuelve con productos
tangibles como sí con formas de intervención social que en algunos casos se
denominan como movilidad de conocimientos es decir, la apropiación por parte de los
públicos de los conceptos y proyectos emanados de la producción científica, traducidos
a un lenguaje cotidiano, ya en un apartado interior señalé la necesidad de plantear el
impacto desde los públicos, y desde las ideas que las disciplinas sociales proveen, me
parece altamente pertinente pensarlos de esa manera.
Ahora bien, esa primera separación, obvia quizá, se relaciona con otro elemento que
de inicio no se encontraba presente en el planteamiento inicial, y el cual se refiere a las
salidas institucionales que el tema de divulgación científica encuentra por vía de
programas y evaluaciones, es decir, que bajo los criterios de evaluación que programas
de estímulos de CONACyT como el SNI, el rubro de vinculación, extensión o
divulgación -relacionados entre sí- no es parte sustancial del currículo del investigador, 87
por lo que la realización de ejercicios de éste tipo, queda constreñida a una labor
altruista, lo cual supone entonces, que de inicio, hay una incongruencia entre los
programático y lo operativo, es decir, dentro de las metas y objetivos que CONACyT y
en particular el programa Redes Temáticas sostienen, hay una clara preocupación por
incidir socialmente, sin embargo, no hay relación con los incentivos individuales que
orienten a los académicos en esa dirección o incorporándola como una de sus
habilidades. Esta relación también fue parte de algunos de los comentarios recabados
en Argentina, en donde si bien hay un área más trabajada en ese rubro, sigue sin
existir una valoración real del trabajo de vinculación social más allá de esfuerzos
aislados sin conexiones a largo plazo, por lo cual puede empezar a pensarse en la
necesidad de consolidad a la divulgación o vinculación como un elemento esencial en
las valoraciones científicas.
La reflexión anterior también está acompañada de la relación de académicos con lo
que la condición de transdisciplina les supone, ya que en algunos académicos de las
Ciencias Duras, al no ser disciplinas cercanas con temática sociales, por instrucción y
adhesiones previas al campo, no se pensaba en tal elemento como importante para el
investigador; sin embargo, al participar de colaboraciones entre varias disciplinas,
emerge un deseo por comunicar más allá de las fronteras disciplinares, por convertirse
pues, en un agente divulgador.
Como parte fundamental de las estrategias de comunicación, el aspecto tecnológico
provee de herramientas con las que antes no se contaban, en entrevista con
académicos con más de 30 años de trayectoria profesional, se señalaba que ciertas
inquietudes de vinculación siempre han sido parte del campo académico, pero la 88
especialización de cada disciplina clausura entradas de otras herramientas cuando
estás no son cercanas al objeto de estudio de cada una; la oportunidad desde ya hace
algunos años de comunicar desde redes sociales y plataformas que no requieren de un
conocimiento demasiado especializado, han contribuido a la emergencia de la actitud
que supone vinculación social.
8. Construcción del sentido público de las obras.
Los académicos, de acuerdo a lo que el autor francés Bourdieu propone y de lo
expuesto, son reconocidos como mecanismos sociales que producen significados,
estos se ven condicionados por las condiciones estructurales pero también por las
motivaciones internas. Como se muestra en el cuadro que se propone para el análisis,
en las narrativas con referencia a las cualidades cognitivas, constituyentes del capital
cultural, en su dimensión de capital cultural incorporado, surge una paradoja
interesante que sin duda tiene que ver con las intenciones por participar en un
programa de esta naturaleza; al pertenecer los académicos a disciplinas de las
Ciencias Sociales, existe la sensación de menosprecio con respecto a los pares de las
disciplinas duras, son los propios académicos quienes ponen en duda la pertinencia del
ejercicio tradicional de sus investigaciones al tiempo que reconocen el esfuerzo que les
supone la consecución de una trayectoria académica destacable.
Al respecto de la construcción de colectivos, los académicos señalan la importancia de
construir redes de trabajo que consagren sus trabajos al interior y al exterior de las
disciplinas, se ha hablado a lo largo del documento la palpable tensión entre aportar
hacia el interior del campo y a su vez vincularse socialmente, de acuerdo a tales
89
testimonios, puede decirse que la creación de comunidades temáticas abona al capital
social de los académicos que a su vez permite mantener cierto estatus con respecto a
la sociedad.
El tema económico es un tópico recurrente en las entrevistas, el capital económico,
representa una condición de autonomía en las investigaciones más allá de lo material,
para los académicos representa la posibilidad de escoger sus propios objetos de
estudio sin despegarse de las nociones más urgentes a nivel nacional, al cuestionarles
las razones por participar en este programa de fomento a la investigación es
mencionado constantemente que la adscripción a este programa provee libertades y
significaciones que abonan al capital simbólico de cada red.
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