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Planes divinosDios no improvisa, debemos estar conscientes de eso; no hay nada que se le salga de las manos, por lotanto, tiene total control de tu vida. Talvez en algn momento, frente a alguna situacin, pensamos:Qu sucede, acaso esto es un blooper de Dios?, pero no temas, todo tiene un propsito y locomprendemos en la medida que caminamos junto a l y lo buscamos para que nos revele Sus planes.Podemos ver la Biblia como un libro de planes que Dios hizo y cumpli. Por ejemplo, la vida de Jessestaba planificada desde siempre. En diferentes libros vemos que se revelan hechos de Su venida. EnIsaas dice que nacer de una virgen. En Miqueas dice que nacer en Beln y en el libro de Zacarasincluso dice que cabalgar sobre un burrito. En la Biblia tambin vemos planes sobre construcciones,sobre relaciones de padres e hijos, sobre cmo sembrar y cosechar, cmo se debe realizar una boda ycmo se debe tratar a una mujer; tambin hay planes de gobierno, as que es el mejor libro paraplanificar el liderazgo. Incluso hay un plan para el diablo, y nosotros ya sabemos qu le ocurrir. De estaforma podemos comprender que todos somos nicos y que ningn plan de vida es igual.

Imitar a nuestro Padre y planificar es vital, pero no solamente debemos hacer planes, sino que debemoshacerlos con l, pidindole que nos dirija[1]. Nuestro rumbo debe venir del cielo. Los planes nos ayudana ver claramente hacia dnde queremos ir y qu deseamos lograr, de lo contrario vivimos a la deriva, sinobjetivos. As que debemos ser especficos, saber qu es lo que deseamos, lo que soamos, lo que sedebe cumplir porque Dios ya prometi que lo recibiremos.

Las promesas de nuestro Padre son preciosas y grandes, tanto que tienen la capacidad de hacernosparticipantes de la naturaleza divina, es decir de hacernos personas que planifican, diligentes, fuertes ennuestra fe, virtuosas y con conocimiento[2]. Por eso es tan importante conocer esa promesas, porque silas ignoramos, cmo daremos rumbo a nuestra vida y lograremos esa participacin en la naturalezadivina? Por lo tanto, lo primero es buscar la cercana de nuestro Padre para que nos revele Sus planes,Sus promesas para nuestra vida, y luego, planificar tomndolas como fundamento. Entonces, vers quetus planes no son naturales sino que son divinos, son invitaciones a ver milagros, prodigios, cosas que nohas visto ni odo. Lo que planifiques con base en las promesas de Dios ser algo tan grande que nopodrs lograrlo solo con tus fuerzas, ya que necesitars asociarte con l para lograrlo.

Busca al Seor, tmate el tiempo para escucharlo, para que te revele lo que desea hacer contigo y atravs de ti. l, por medio del Espritu Santo[3], te dir qu es lo que debes planificar, cules sern tusmetas. Luego, tendrs tiempo para pensar el cmo y el cundo de todo, pero lo primero es descubrir esequ sobrenatural que Dios te presenta como las promesas que tiene para ti. Escrbelas, dibjalas,familiarzate con ellas porque sern tus objetivos a lograr. Toma papel y lpiz, Dios estar all, en mediode estos, para ayudarte a escribir tus planes.

La revelacin vendr a ti a travs de la lectura de Su Palabra, a travs de visiones, profticas, de sueosde bendicin. Ya no tendrs ms pesadillas sobre persecuciones o muerte porque incluso dormidorecibirs promesas del Seor. Tmalas y esfurzate porque se cumplan. Cuando ya sepas el qu, esdecir, lo que logrars, entonces enfcate en el cmo. Por ejemplo, si sabemos que deseamos ir aAntigua Guatemala, si ese es nuestro qu, podemos decidir que iremos en carro, en camioneta oincluso caminando, pero lo primero es saber a dnde voy.

Dios dice que derramar Su Espritu sobre toda carne, los hijos vern visiones, los ancianos soarnsueos[4]. Es tiempo de noches de visiones, de sueos! Prepara tu almohada y dile: Hoy me hablarDios. El Seor muestra Sus promesas y planes para tu vida. Pdele que te los revele con claridad, ascomo le revel a Abram que le dara tierra, descendencia, larga vida y buena vejez. Sin duda, nuestroPadre ser nuestro escudo y recibiremos grande galardn por escucharlo y obedecerlo[5].

Las promesas del Seor tienen la capacidad de provocar que los gigantes se vean enanos. Sicaminamos segn lo que Dios nos ha revelado, las dificultades vendrn, pero se vern pequeitas al ladode nuestra fuerza sobrenatural. Con David sucedi as; todos escucharon la promesa de Sal deriquezas, la mano de su hija en matrimonio y liberar de tributos a la familia del que venciera a Goliat[6],pero nadie lo crey y se anim a pelear. Solo David, impulsado por la voluntad de Dios. Las promesas

del Seor son tan bellas que nos invitan a luchar hasta obtenerlas! l siempre ha tenido leche y miel paraSus hijos, siempre ha buscado rodearnos de favor y gracia, por lo tanto, confa, bscalo para que tecomparta las bendiciones que tiene para ti y planifica para alcanzarlas. Junto a l tienes garanta devictoria y de xito.

VersculosdeReferencia:

[1]Proverbios 16:9 (NBD) asegura: El corazn del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige elSeor.

[2] 2 Pedro 1:4-5 dice: Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandsimas promesas, para quepor ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hay enel mundo a causa de la concupiscencia; vosotros tambin, poniendo toda diligencia por esto mismo,aadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;

[3] Juan 14:26 promete: Mas el Consolador, el Espritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, los ensear todas las cosas, y os recordar todo lo que yo os he dicho.

[4] Hechos 2:16-17 explica: Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: y en los postreros das, dice Dios,derramar de mi Espritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarn; vuestrosjvenes vern visiones, y vuestros ancianos soarn sueos;

[5] Gnesis 15:1 comparte: Despus de estas cosas vino la palabra de Jehov a Abram en visin,diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardn ser sobremanera grande.

[6] 1 Samuel 17:25 relata: Y cada uno de los de Israel deca: No habis visto aquel hombre que hasalido? El se adelanta para provocar a Israel. Al que le venciere, el rey le enriquecer con grandesriquezas, y le dar su hija, y eximir de tributos a la casa de su padre en Israel.