PENSAR LA DANZA, CREAR POLÍTICA
Aportes para la construcción de políticas públicas en el contexto uruguayo
2015
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ÍNDICE PÁG.
Resumen 4
Introducción 5
Capítulo 1 / ¿Por qué crear políticas públicas para la danza en Uruguay? 7
1.1 - Políticas culturales en Uruguay 8
1.2 - El estado de la danza y la Danza en el Estado 13
1.3 - Construcción de políticas públicas 19
Capítulo 2 / Una mirada a la región iberoamericana 23
2.1 - Instituciones y planes de danza existentes 24
2.2 - Cooperación regional: acciones, objetivos y resultados 36
2.3 - Desafíos en los procesos de cooperación 44
Capitulo 3 / ¿Cómo crear políticas públicas para la danza en Uruguay? 46
3.1 - Metodología de trabajo 47
3.2 - Sustentabilidad de los procesos colaborativos 50
3.3 - Fases del proceso de construcción: Jornadas de Danza, Investigación de
Campo y Escritura del Plan 55
Conclusiones 66
Referencias 70
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RESUMEN
El propósito de esta investigación es generar aportes metodológicos a la construcción de
políticas públicas para la danza en el Uruguay. Se plantea así analizar el contexto y
proponer un proceso que permita, de manera colectiva, inclusiva y colaborativa, la
construcción de un plan nacional de desarrollo para el sector de la danza uruguaya en
diálogo con sus contextos locales y regionales. La propuesta de pensar la danza y crear
política invita a comprender la acción desde una perspectiva en movimiento, enfocando
al espacio compartido entre arte y organización social y colocando en valor la
integración de aportes provenientes del estado, organizaciones de gestión mixta,
universidad y sociedad civil. Poniendo en práctica modos de trabajar transversales al
territorio, los lenguajes disciplinares, las competencias profesionales y la fragmentación
institucional, busca una concepción expandida de los problemas sectoriales, proponiendo
soluciones exponenciales, implícitas en marcos complejos de interdependencias varias.
Este proceso de facilitar la creación de políticas sectoriales para la danza sin
antecedentes en el Uruguay, pretende favorecer el diálogo entre teoría y práctica, arte y
ciencias, participación y política, cultura y desarrollo, en la confianza de que su
relevancia se encuentra no sólo en el impacto de su resultado, sino en el sentido de las
relaciones que coloca en tensión y el valor del tejido que genera en su trayecto.
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INTRODUCCIÓN
El desarrollo de esta investigación está guiado en primer término por el cuestionamiento
sobre la necesidad de crear políticas públicas para la danza en el Uruguay, generando un
diagnóstico preliminar del sector y un análisis de contexto. Mediante datos provenientes
del marco institucional de la cultura y la mirada crítica de las organizaciones implicadas
se recopilan enfoques, objetivos y resultados de las políticas culturales, se examinan los
marcos informales de trabajo y los recursos involucrados. Se observan las operaciones
que involucra la construcción de políticas públicas, las metodologías posibles, las
hipótesis que suponen, los actores comprendidos y la tensión entre sus dependencias.
Con el objetivo de expandir la mirada se abarca el entorno regional y las acciones de
cooperación en marcha, examinando las negociaciones comprendidas entre Estado y
sociedad civil, los acuerdos, planes y estrategias resultantes, los desafíos y compromisos
planteados a futuro. Se profundiza en los procesos colaborativos existentes que la danza
viene sosteniendo en el territorio sudamericano y en Uruguay en particular, describiendo
los principios y valores que guían los modos de producir y considerar lo producido.
Siguiendo las necesidades del proceso y los acuerdos alcanzados durante las prácticas de
construcción política se indaga en las fases, acciones y socios comprendidos en la
elaboración de un Plan Nacional de Danza (PND), abarcando sus componentes y
arriesgando como cierre una proyección a futuro.
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Las razones que subyacen a este trabajo se relacionan con el camino recorrido por mi
persona como artista y mediadora cultural en el trayecto que significó el desarrollo del
Plan Nacional de Danza desde febrero del 2014 hasta la fecha. Desde los inicios del
proceso he venido acompañando todas las etapas de trabajo, con la responsabilidad de
diseñar, facilitar y multiplicar una metodología de trabajo que tenga como elemento
central la participación colectiva. Este ejercicio no me es ajeno debido a la experiencia
de trabajo realizada con la Red Sudamericana de Danza, organización que fundamos
junto a colegas de la danza en enero de 2001, en la ciudad de Santiago de Chile. En esta
red, hemos venido realizando de manera permanente y en diferentes formatos prácticas
sociales diferenciadas, creando escenarios de diálogo donde actores diversos puedan
converger y articularse de forma colectiva y horizontal para la creación de políticas,
estrategias de desarrollo, solución de problemas y producción de conocimiento.
Quisiera entonces, a través de la descripción del trayecto realizado y la presentación de
documentos y conclusiones sobre el proceso que he co-gestionado y redactado durante
estos dos años, aportar con una mirada analítica y reflexiva, resultado de esta
convivencia con procesos colectivos. Todo este material se debe reconocer como fruto
del proceso de concertación alrededor del plan nacional de danza y de los procesos
regionales de cooperación en curso, en el intento de llevar la creatividad a todas las
etapas de desarrollo del área y de expandir el campo de la danza a las transformaciones
sociales contemporáneas que la atraviesan.
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CAPÍTULO 1 / ¿POR QUÉ CREAR POLÍTICAS PÚBLICAS PARA LA DANZA EN URUGUAY?
La respuesta a esta pregunta, si se hace a los actores del sector de la danza sería simple:
porque no las hay. Y si se hace esta misma pregunta a representantes públicos del
ámbito de la cultura, dirán que hay políticas para la cultura que se ocupan de la danza y
que éstas han crecido mucho en los últimos diez años. Esta percepción tan distante entre
sociedad civil y actores del estado, se debe a que no ha habido hasta el momento un
espacio decisional en las estructuras de la función pública creadas especialmente para
pensar políticas para la danza como sector, así como tampoco ha habido un espacio de
co-gestión con el sector para la concepción de las mismas. Es decir, no se ha entendido a
la danza como campo de producción de bienes culturales que necesita, al igual que otras
disciplinas artísticas, políticas específicas de amparo y desarrollo. Y es por eso que los
espacios para la danza dependientes del Estado que sí existen, como las Escuelas de
Formación Artística, la Compañía Nacional de Ballet, y la categoría Danza en los fondos
de estímulo para las artes, no son suficientes para dar respuesta al desarrollo que
demuestra y demanda el crecimiento del área. Para entender mejor cómo es que dialogan
estas realidades en búsqueda de mejores equilibrios, es necesario analizar el proceso de
construcción de políticas públicas para la cultura que viene emprendiendo Uruguay y el
proceso de validación institucional que se viene construyendo desde la danza.
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1.1 - POLÍTICAS CULTURALES EN URUGUAY
En el año 2005 asume por primera vez en el Uruguay el Frente Amplio, coalición de
partidos progresistas que plantean en el ámbito de la cultura cambios sustanciales,
incluyendo en esto la dinamización de la Dirección Nacional de Cultura (DNC) del
Ministerio de Educación y Cultura (MEC.). Con la finalidad de garantizar lo que se
considera un derecho, surgen importantes debates como el de actualizar una
Institucionalidad Cultural que responda a las necesidades y demandas del área. Con este
motivo la DNC discute en el 2006 "cuál debía ser el papel del Estado dentro del
quehacer cultural del país. La referencia fue el modo de hacer (o de no hacer) del Estado
para con la cultura, así como el diseño institucional más adecuado para garantizar los
derechos culturales de la ciudadanía y los agentes culturales" (Robaina, 2009, p.8).
Las propuestas que comenzaron en esa etapa comprendieron la reforma del diseño
organizacional, la generación de espacios para la participación de los actores culturales,
la creación de nuevos instrumentos jurídicos, la implementación de políticas de fomento
de las artes, el patrimonio y la educación artística, entre otras. En el contexto de esta
investigación (MEC, s.f.) cabe destacar aquellos programas de mayor interés para las
Artes Escénicas, por su perfil transdisciplinar o multidisciplinar, siendo éstos:
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- la creación de los Fondos de Fomento (Fondos Concursables para la Cultura, Fondos
de Estímulo para la Creación y la Formación Artística, Fondos para el Desarrollo de
Infraestructuras Culturales en el Interior del País y los Fondos de Incentivo Fiscal).
- la creación de espacios educativos y culturales en todos los departamentos del territorio
llamados Centros MEC, dedicados a facilitar el acceso a la educación digital y a los
bienes y servicios culturales.
- la creación del Área de Ciudadanía y Territorio con programas de inclusión socio-
cultural y proyectos como Urbano, Usinas Culturales y Fábricas de la Cultura.
- la generación de eventos dedicados a sensibilizar audiencias como el Mes de la Mujer,
Museos en la Noche y el Encuentro Arte y Juventud, dedicado a estimular la libre
creación e innovación de los jóvenes en las expresiones artísticas.
- la creación de espacios culturales como ser el Espacio de Arte Contemporáneo y Punto
de Encuentro, o la revitalización del Museo Nacional de Artes Visuales donde se han
realizado performances y conferencias vinculadas a las artes del movimiento.
- la elaboración del Mapa Cultural como forma de mapeo geo-referencial sobre
personas, programas y proyectos en todo el territorio nacional.
- el apoyo a la movilidad regional mediante la participación en el fondo Iberescena y el
cierre de acuerdos de cooperación con OEI, SEGIB, MERCOSUR, UNASUR, etc.
Todos estos programas aquí mencionados, que forman parte de un programa mayor de
desarrollo cultural, se han ido incrementando y en la actualidad constituyen importantes
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herramientas de gestión, así como también se han ido acrecentando sus presupuestos e
inversiones, generando un impacto considerable (DNC, 2014, p.17).
Un avance relevante fue haber creado además de las asesorías ya existentes (Letras,
Artes Visuales, Música), la de Industrias Creativas y la de Artes Escénicas en el 2008,
transformando ésta última en el 2012 en el Instituto Nacional de Artes Escénicas
(INAE), con sede propia: "Desde su creación, los objetivos del Instituto son la
promoción, protección, fortalecimiento, producción, investigación y difusión de las artes
escénicas, así como la formulación de políticas pública de fomento al teatro, la danza,
los títeres y el circo, tanto en el país, como su proyección internacional" (INAE s.f.).
Esta es la primera vez en la historia del Uruguay que la danza tiene dentro del estado un
espacio y un equipo, que si bien es compartido con otras artes, tiene el objetivo de
pensar entre otras cosas sus políticas de desarrollo.
En el informe de gestión 2010 - 2014 la DNC aclara: "Es fundamental destacar que entre
los cometidos de la DNC están los de establecer los criterios, los conceptos y los ejes de
las políticas públicas en cultura, pero a la vez, dada la estructura existente en el MEC
hay áreas muy importantes de la labor cultural del Estado que no dependen de dicha
dirección. Por ejemplo, una institución como el SODRE" (DNC, 2014, p.15). Justamente
del SODRE (Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos), es que
dependen las Escuelas de Formacion Artística y el Ballet Nacional, experimentado
también trasnformaciones positivas de desarrollo como la creación de la Escuela de
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Danza Contemporánea que se sumó a las ya existentes de Folklore y Danza Clásica, mas
una dinamización de la Compañía Nacional de Ballet, otorgándole un presupuesto digno
y una adecuada dirección.
Otras políticas relevantes son las de los gobiernos locales: Uruguay se divide en
diecinueve departamentos, cada uno gobernado por un Intendente y cada intendencia
conteniendo una Dirección de Cultura. Éstas conforman en el 2012 la Red de
Direcciones de Cultura Departamentales de Uruguay, constituyendo una herramienta
fundamental para el trabajo y la coordinación de políticas culturales a nivel territorial
junto con el MEC (Mercociudades, s.f.). En el caso de Montevideo, que concentra la
mitad de la población del Uruguay, su Departamento de Cultura es de peso a la hora de
incidir en la producción y distribución de las actividades artísticas, fomentando fondos
importantes como el Programa de Fortalecimiento de las Artes, proyectos de formación
barrial como las Esquinas Culturales, y el sustento de numerosas salas de teatro donde se
realizan importantes festivales internacionales y diversos ciclos de difusión de artistas
nacionales.
Todo esto indica la explosión de un área que estaba latente y que comenzó, a medida que
se coordinaron políticas y presupuestos, un desarrollo vertiginoso que sigue superando a
su crecimiento institucional. Cada vez más la ciudadanía y sus cultores producen y
quieren más cultura, profesionalizando lo que era un incipiente sector y creando un
mercado que aún no se sabe como abordar, medir y valorar en su complejidad. Aparecen
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nuevas concepciones que superan la idea de considerar la cultura como bien suntuario
para constituirla como derecho y reconocerlo, en algunos sectores de la población, como
una necesidad insatisfecha. Aparece la necesidad de legislar, de transformar políticas de
gobierno en políticas de Estado, y es ahí donde surge el Plan Nacional de Cultura, idea
iniciada en el período 2010- 2014 y que promete en este período 2015-2020 convertirse
en un proceso de intercambio a nivel nacional para definir las grandes líneas de acción
en cultura; proceso que se quiere finalizar con la elaboración de una Ley Nacional de
Cultura (DNC, 2016).
Y es en paralelo a este proceso que a la danza le sucede algo similar, confirmando con
estas coincidencias que los recorridos no están diseñados por iniciativas aisladas y brotes
de originalidad, sino que responden a flujos de pensamiento y creación que permean
discursos, instituciones, campos de conocimiento, movimientos sociales y obras de arte.
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1.2 - EL ESTADO DE LA DANZA Y LA DANZA EN EL ESTADO
Si se observa la situación de la danza en el Uruguay durante el período que
referenciábamos de reforma institucional en la cultura, se ven avances importantes en su
cadena de valor1, así como también una complejidad creciente en sus modos de
organización y acción social. Sin embargo, aún existen incongruencias graves en la
relación de deberes y derechos del sector.
En el ámbito de la educación pública primaria, el proceso en cuestión viene siendo el
de armonizar lógicas e ir generando transformaciones para que en los programas exista
una cohesión con las artes y la cultura como formación integral del ser humano. Esto
es aún un gran reto y compromiso, y la co-responsabilidad de la danza será necesaria en
todo momento. Si bien anteriormente al 2008 existían algunas horas de danza folklórica
en los programas, se ha comenzado a integrar la expresión corporal y algunas
propuestas de otros lenguajes, aunque aún de forma incipiente.
En cuanto a la educación secundaria se agrega en el 2007, junto a la ya existente
orientación Científica, Biológica o Humanística, la posibilidad de escoger el
Bachillerato en Arte y Expresión donde la danza tiene lugar. Como resultado, la
demanda ha sido tal que se ha expandido la oferta a varios liceos además de formalizar
1 El término describe el desarrollo de actividades propias al proceso de creación, producción, distribución y valoración de los bienes y servicios generados en la danza.
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por consecuencia la carrera de formación docente, lo que llevó a repensar cómo hacer
la acreditación de saberes para un campo que se manejaba informalmente.
En cuanto a la formación profesional, Uruguay cuenta como ya fue mencionado con las
escuelas de formación artística en danza clásica, contemporánea y folklórica, donde
también se han ido agregando algunos géneros populares en las asignaturas como el
candombe y el tango. Estas escuelas forman intérpretes y se está trabajando para que su
título sea acreditado como formación técnica.
No así ha sido la suerte que corrieron los estudios superiores, siendo ya más de diez
años de trabajo los que suman para conformar la Licenciatura en Danza en la
Universidad de la República, fracasando una y otra vez por razones de burocracia,
presupuesto y ante todo, falta de visión y compromiso por parte de las direcciones de
las carreras que deberían constituir la Facultad de Artes junto con la danza, como son
Bellas Artes y Música.
Como resultante, no hay un ámbito para la investigación y sistematización del
conocimiento, generando algunos vacíos importantes como la falta de estímulo a la
investigación coreográfica de las danzas folklóricas, el tango y el candombe, parte
sustancial de la identidad cultural uruguaya. En la danza contemporánea, el INAE y los
espacios independientes de formación han intentado subsanar este aspecto cumpliendo
un rol fundamental en el desarrollo de muchos creadores uruguayos, aunque no llegan a
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alcanzar una incidencia territorial relevante. A este factor se debe también la migración
de profesionales a Europa, E.E.U.U. y países de América Latina como Argentina,
Brasil, Colombia, Chile y México, que sí cuentan con formación terciaria y apoyo a la
investigación.
En el aspecto de la creación coreográfica se suman también dificultades en las
condiciones de trabajo, a veces en atributos que serían simples de resolver como la
infraestructura, otras en aspectos más complejos como los presupuestos y los marcos
legales de derecho laboral. A nivel nacional, el único apoyo para creación es el los
Fondos Concursables, que otorga una cifra a la creación muy por debajo de lo necesario
para sostener una producción nacional significativa y condiciones dignas de trabajo. Se
habla aquí de una producción nacional numerosa, que implica una diversidad de
lenguajes, públicos y contextos.
Está claro entonces que un gran porcentaje de la creación anual está subsidiada por los
propios artistas, que han construido modos de producción y distribución de los más
innovadores, dignos de estudiar y potenciar, así como estrategias para la distribución de
obras y producción de talleres, seminarios, publicaciones, ciclos, festivales, eventos,
residencias y todo tipo de formatos que han proliferado en la década pasada. Otra
consecuencia positiva es la conformación e integración de creadores y gestores
uruguayos a redes y colectivos internacionales, proyectos de cooperación y co-
producciones, viendo en esta estrategia una posibilidad concreta de subsistencia.
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Respecto a la producción y gestión de todos estos bienes, recién hace un año y medio
que con el objetivo de responder a la demanda y actualizar la oferta académica, la
universidad pública abre su primer Diploma en Gestión Cultural. Esto brinda la
posibilidad de profesionalizar una actividad que había tenido hasta el momento la
escuela autodidacta de la práctica o en el mejor de los casos, la formación privada del
CLAEH o de la Fundación Itaú, quedando pendiente aún, un espacio para la formación
de curadores y críticos. Cabe agregar que la mayor parte de oferta de formación se
encuentra centralizada en Montevideo, lo que ha tornado los programas del MEC de
descentralización y de fondos concursables en herramientas importantes, algunas veces
forzadas a contextos que necesitan políticas específicas pensadas desde las propias
localidades.
En cuanto a la apropiación de la danza, no se ha pensando en algunas cuestiones básicas
para hacer que esto suceda, como la infraestructura y la sustentabilidad de los espacios
donde la gente va a disfrutar de estas expresiones. A modo de ejemplo, la UNESCO ha
declarado al Tango como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y sin
embargo, los espacios donde la gente lo baila cierran por falta de permisos y planes
sostenibles de desarrollo. Rara vez se ven milongas con música en vivo, escenarios que
promuevan la difusión coreográfica, espectáculos de tango que salgan de gira por el
mundo, etc. Respecto a la danza y su visibilidad en las salas principales, no se les
concede aún los días de mayor público y no se tienen políticas diferenciales para hacer
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que este público crezca y que los creadores puedan mostrar sus obras durante ciclos
permanentes.
Todos estos factores indican que es necesario entonces pensar políticas para la danza
desde el territorio, desde los lenguajes y la cadena de valor. Es necesario, por la pujanza
y complejidad de desarrollo que viene planteando el sector, dar organicidad a las
diferentes iniciativas provenientes del Estado y la sociedad civil. Esto permitiría
reorganizar y optimizar los recursos existentes, crear lineamientos políticos que permitan
vínculos con la región en sintonía de objetivos, tener programas coherentes con
dinámicas contemporáneas de creación, producción, distribución y finalmente, tener una
mirada sistémica sobre todo lo que genera la danza. Sin embargo, para que existan
políticas de desarrollo para un sector tiene que saberse con rigor el significado y valor de
ese sector: quiénes son, qué hacen, qué producen, cómo impactan, qué recursos mueven
y cómo los relacionan. La danza uruguaya debe trabajar su visibilidad a la par que
trabaja su desarrollo, porque lo que se conoce es insuficiente:
- se sabe que genera trabajo, pero en un mercado informal que evade aportes estatales
- genera capital, pero no se sabe cuánto ni en qué ramos
- involucra buena parte de la población, pero no se estudia de qué forma
- es relevante en la formación del individuo, pero se incluye débilmente en la formación
- produce investigaciones, pero no se sistematizan ni se publican
Investigar y revelar será en este caso una estrategia clave del proceso.
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Desde el sector de la danza se están pensando políticas de desarrollo porque se quiere ser
reconocido como campo de conocimiento, producción simbólica y capital de trabajo. Se
quiere que toda la sociedad y el Estado la reconozca como tal porque si la danza no es
visible en su complejidad o no lo suficiente no se podrá medir, mucho menos distribuir y
en consecuencia, valorar. La danza se encuentra en un momento de inflexión, donde ha
puesto un pie en el ámbito institucional ya no sólo para crear intérpretes escénicos, sino
para crear pensamiento alrededor de toda su actividad, que es más amplia y profunda.
El proceso de construcción de políticas públicas en la danza es inminente y ya no hay
vuelta atrás, pero puede hacerse de varias maneras diferentes y éstas determinan
beneficios y hallazgos distintos mas allá de los resultados finales. Es por esta razón que
vale la pena entender cuáles son las opciones para lograr un consenso como sector,
comprender qué se está hipotecando en cada elección del proceso, cómo se quiere
constituir el sector y dónde se quiere estar al culminar.
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1.3 - CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS
Para el Estado, la DNC es la responsable "del desarrollo cultural en todo el territorio
nacional, promoviendo la ciudadanía cultural y los derechos culturales de los ciudadanos
[...] orientando y planificando la política pública en cultura; articulando los servicios
estatales, municipales y locales; generando los mecanismos para la interacción entre
públicos y privados; creando diferentes mecanismos para la capacitación, la
investigación y el estímulo a la creación en el sector artístico-cultural así como la
difusión e investigación del patrimonio cultural uruguayo." (DNC s.f.). Lo dicho define
su misión y lo define como actor clave para mediar la creación de políticas culturales
entre el ministerio y la sociedad civil.
En este marco y con apenas un año de existencia, el Instituto Nacional de Artes
Escénicas dependiente del la DNC decide en febrero del 2014 convocar a diversas
organizaciones para pensar y producir conjuntamente las Jornadas de Trabajo para la
Danza Uruguaya. Éstas se plantean servir como plataforma de encuentro entre todos los
actores del sector para evaluar el estado de la Danza y los programas institucionales
involucrados, además de favorecer un proceso de construcción de políticas públicas
incorporando como elemento central la participación social. Para generar los contenidos
de las jornadas, los organizadores dialogaron con las instituciones y los actores que
estaban implicados de alguna manera con la danza.
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En este proceso fue clave la relación con el Área de Ciudadanía y Territorio y los
Centros MEC, observando experiencias de construcción y gestión en las políticas
públicas:
Se podría sostener que las acciones o decisiones asumidas por una organización que
desarrolla una política pública, se encontrarían necesariamente implicadas con la forma
que asume la intervención a través de la teoría de cambio social promovida. De este
modo, estudiar una política pública es descubrir su hipótesis de cambio social, es decir,
sus objetivos últimos, a la vez que la manera en que se propone operar sobre la realidad.
Esta concepción comprende entonces lo teórico y lo práctico, y permite conjugar en una
misma expresión, la política y la gestión. (Caldes, L. y Ríos, N. p.2)
Esta reflexión indica la envergadura en cuanto a la relaciones que se establecen en el
proceso de mediación entre Estado y sociedad civil, y entre los diferentes grupos que
operan en ambas esferas que también son diversos, en un ejercicio permanente de
negociación colectiva. Si bien las políticas culturales como políticas públicas son parte
de las obligaciones del Estado para con los ciudadanos, estas no se producen hasta que no
se genera una sinergia de objetivos desde ambas partes, implicando sus empatías y
traducciones correspondientes.
Asimismo encontramos otros factores que complejizan estas negociaciones, tal como lo
señalaba Torres durante el Seminario de Institucionalidad Cultural: "las prácticas
colectivas no están generalmente ausentes de conflicto porque nuestras prácticas forman
parte de la cultura en la que estamos inmersos, y esa cultura es siempre una mezcla,
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generalmente conflictiva, no sólo de intereses, sino de tradición, y de innovación" (2009,
p.179).
Partiendo de estas consideraciones, la confianza será entonces un recurso importante
para tratar los conflictos que pueden aparecer en el recorrido: confianza en la agenda, en
los actores del escenario social y en los valores democráticos, y para esto se tiene que
asegurar una clara y consensuada metodología de trabajo que implique la gobernabilidad
del proceso, la validación de sus actores y la transparencia de todo aquello que es
producido y distribuido en el colectivo.
Es importante entender que un plan de desarrollo, tal como lo define la integrante de las
Comisiones de Cultura del parlamento capitalino Margarita Percovich, "constituye un
conjunto ordenado de estrategias y programas" (INAE, 2015), y esto es una gran
oportunidad para generar sentido entre las macro y micro políticas que se plantean desde
el arte. Percovich afirma, refiriéndose a la formulación del diseño de una política
pública, la importancia de algunas cuestiones que como sector es importante
preguntarse: "¿se está de acuerdo con el objetivo estratégico que se quiere lograr?, ¿se
quiere visibilizar al sector como un interlocutor válido para negociar política pública?,
¿se tiene toda la información de por qué surgen los problemas que se enumeran?, ¿se
pueden incluir todos los problemas en la planificación o se debe priorizar?, ¿el grupo se
define como un actor social que controla un recurso y conoce su capacidad de incidir?"
(INAE, 2015).
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Pero, ¿cómo hacer esto?, ¿y cómo pensar además esta política sectorial en consonancia
con el resto de las políticas culturales, con un proyecto país y con la región? Todas estas
preguntas y observaciones llevan a reconocer la necesidad de procesos de investigación
que no están hechos, lo cual determina que en el caso de Uruguay, una metodología de
construcción acertada deberá tener tres vías paralelas en constante interacción:
diagnóstico, diálogo y negociación, atravesados en forma permanente por la dimensión
territorial. Dimensión que tal como definen Caldes y Ríos (2015), refiere a un territorio
que es complejo y diverso, que no se conoce a sí mismo y que reconoce en ese hecho
una distancia simbólica que define otros territorios.
En conclusión, se trata entonces de crear las condiciones para el desarrollo de un arte y a
la vez modificar los contextos donde ese arte está operando, en un ejercicio permanente
de profundización democrática. Es conveniente por lo tanto, como en todo camino
incipiente, ver quiénes ya tienen avances en esos trechos, tarea que lleva a desarrollar los
próximos dos capítulos.
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CAPÍTULO 2 / UNA MIRADA A LA REGIÓN IBEROAMERICANA
Las políticas públicas tienen base en circunstancias locales, pero no se puede dejar de
considerar que esas circunstancias están en interdependencia de manera diversa y
compleja con múltiples circunstancias transnacionales. Estas conexiones no se dan sólo
en un plano económico sino también medioambiental, social y cultural, lo cual nos
coloca frente al desafío de pensar construcciones nacionales que sean capaces de
atravesar diferentes escalas, de forma simultánea.
Al pensar políticas públicas para la danza a nivel nacional es necesario entonces
considerar qué es lo que sucede en la región iberoamericana, sobre todo porque muchas
lógicas de políticas educativas y culturales están construidas considerando esta
dimensión: la Organización de Estados Iberoamericanos, los Fondos Iberescena,
Ibermedia, Ibermuseos, el Observatorio Cultural Iberoamericano, entre otros.
A continuación se observan las instituciones y los planes de desarrollo específicamente
creados para la danza, cómo éstos vienen integrándose a procesos regionales de
cooperación, cómo impactan nuevamente en proyectos de escala local y finalmente, qué
desafíos promueven.
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2.1 - INSTITUCIONES Y PLANES DE DANZA EXISTENTES
Algunos países de la región iberoamericana como Paraguay, Bolivia, Ecuador, Perú y
Uruguay, incluyen la danza dentro de las políticas culturales dedicadas a la educación o
al desarrollo cultural y artístico en general, pero no cuentan con lineamientos específicos
para la misma. Esta precariedad institucional es bastante coincidente con el proceso de
desarrollo del sector, aunque en la última década se vienen haciendo avances
significativos que sin duda implicarán progresos, e incluso progresos coordinados.
Otro caso es el de Argentina que se encuentra en plena reforma institucional y política,
con un Ministerio de Cultura recién creado en el 2014, resolviendo el destino de la
antigua Dirección de Teatro y Danza creada en 1983 que dependía de Secretaría de
Cultura de la Nación, y con un proceso en paralelo fuertemente impulsado desde la
sociedad civil para la construcción de la Ley Nacional de Danza2, aún por aprobar.
Encontramos por otro lado estructuras institucionales como la de Venezuela y España,
ambas similares en la existencia de un Instituto para las Artes Escénicas y Musicales
donde la danza es parte. En el caso de Venezuela este modelo es efectivo desde el 2006
y está adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, trazando y ejecutando las
políticas del Estado venezolano en materia de danza, música, teatro y circo, coordinando 2 El proyecto de ley y su estado de aprobación se encuentra en www.leynacionaldedanza.com
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la Plataforma de las Artes Escénicas y Musicales, la Fundación Teatro Teresa Carreño,
la Fundación Casa del Artista, la Compañía Nacional de Danza y el Instituto
Universitario de Danza, entre otros (IAEM, s.f.). En el caso de España el INAEM es el
organismo de la Secretaría de Estado de Cultura, del Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte, ocupándose de articular y desarrollar los programas relacionados con el teatro,
la danza, la música y el circo, concertar la comunicación entre las Comunidades
Autónomas, coordinar los premios, publicaciones, el portal Danza.es, centros de
producción, exhibición, distribución y formación artística, entre otros (INAEM, s.f.).
El caso de México constituye la institucionalidad cultural más consolidada del
continente, contando con un Instituto Nacional de Bellas Artes fundado en 1946 que
depende ahora de la Secretaría de Cultura, que cuenta con una Dirección de Danza que
data de 1957, que pasa a ser la Coordinación Nacional de Danza en 1992. Ésta
contribuye a la articulación de esfuerzos y recursos de las instituciones de los tres
órdenes de gobierno y de la sociedad, llevando adelante entre otras acciones la
coordinación de la Red de Festivales de Danza (que integra cuarenta y siete
organizaciones a lo largo de todo su territorio), la sistematización de información del
sector (comprendiendo catálogos, publicaciones y convocatorias), y la formación de
públicos, entre otros (INBA, s.f.).
Por último, encontramos países que cuentan con representaciones institucionales de
danza como Chile, Brasil y Colombia, que al igual que España pasaron en la última
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década por procesos de construcción de políticas específicas en forma de planes de
danza y que han sido tomadas por esta investigación como elementos comparativos.
Algunos de estos planes están en marcha, otros en espera de aprobación parlamentaria y
otros en reformulación, pero en el interés de analizar su proceso y estructura, todos
revelan en sus componentes (diagnósticos, estadísticas, enfoques, objetivos, estrategias y
líneas de fomento), prioridades similares que responden al esfuerzo de desarrollar un
sector de forma sistémica. Es importante decir que en Chile el Área de Danza depende
del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, en Brasil se llama Coordinación de
Danza y depende de la Fundación Nacional de Artes que es parte del Ministerio de
Cultura, y en Colombia se llama Área de Danza y depende de la Dirección de Artes del
Ministerio de Cultura.
- Plan General de la Danza de España (2010-2014)
En julio de 2008 el INAEM convoca al Foro Estatal de la Danza en Tenerife para
constituir una comisión de trabajo, con la función de elaborar un documento con un
análisis situacional de la danza en España así como objetivos, líneas estratégicas y
medidas para el desarrollo del sector. Este documento es aprobado en la siguiente
reunión del foro en 2009, conformando así el Plan General de la Danza que se presentó
al Ministerio de Cultura, para lograr la posterior coordinación con las comunidades
autónomas (INAEM, 2010). Resumiendo este documento se destacan en sus retos:
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- La recuperación, conservación y difusión del patrimonio histórico y contemporáneo.
- La definición de un modelo global de desarrollo de la danza que permita coordinar la
acción de las distintas Administraciones del Estado de acuerdo con sus competencias.
- El incremento de estabilidad de los procesos de creación, producción y exhibición por
la mayor disposición de recursos públicos y privados.
- La mayor presencia de la danza en el sistema educativo obligatorio.
- La participación satisfactoria de la danza en las programaciones estables.
- La mayor presencia de la danza en los medios de comunicación social.
- El incremento y desarrollo de públicos que permitan el sostenimiento del sector.
- La mejora de las condiciones para la inserción profesional de los creadores y demás
profesionales de la danza.
- El desarrollo de estructuras de producción y distribución con capacidad de operar de
forma competitiva en los diversos mercados.
- La capacidad de vertebración y de interlocución colectiva como sector.
- La existencia de un sistema de información sistemática sobre la actividad del sector.
(INAEM, 2010).
Las líneas estratégicas planteadas (que se acompañan en el documento por unas serie de
medidas concretas por línea) son:
1 Definir y aplicar un sistema de financiación a las distintas necesidades del sector. [...]
2 Promover la formación de públicos incrementando la presencia de la danza en todo el
sistema educativo, en las programaciones culturales, en los medios de comunicación y
en el desarrollo comunitario. [...]
28
3 Impulsar y afianzar la vertebración del sector. [...]
4 Promover el talento, la creatividad y la capacidad de innovación. [...]
5 Promover la formación profesional y la inserción laboral [...]
6 Desarrollar un sistema de producción y distribución sostenible y de calidad.
(INAEM, 2010)
Con el objetivo de dar un seguimiento al desarrollo de las medidas propuestas se
constituye una Comisión de Seguimiento y se promueve la cooperación institucional
de ámbito estatal, autonómico y local.
- Plan Sectorial de Danza de Brasil (2010-2020)
El Plan Nacional de Danza de Brasil es parte del Plan Nacional de Cultura, que tiene
como objetivo promover la planificación e implementación de políticas culturales para la
protección y promoción de la diversidad cultural brasilera a través del Sistema Nacional
de Cultura. El PND de Brasil se construye atendiendo la diversidad de contextos
territoriales, sociales, económicos, políticos y artísticos. Surge a partir de los resultados
obtenidos de la 1era Conferencia Nacional de Cultura y de los trabajos realizados por la
Cámara Sectorial de Danza (que consta de representantes por estado y de especialistas
por cadena productiva). Luego de varias video-conferencias realizadas en el 2005 y 2006
se llega a un primer borrador en el año 2009 que se presenta al Consejo Nacional de
Políticas Culturales. En el 2010, con la Cámara convertida en Consejo Sectorial de la
29
Danza, fue aprobada una versión final durante su 5ta. Reunión. Consta de cinco ejes
basados en los ejes del Plan Nacional de Cultura (MINC, 2010), siendo éstos:
1 Sobre el Estado: fortalecer la acción del Estado en el planeamiento, ejecución,
evaluación y continuidad en las políticas públicas para la danza; desarrollar procesos
colaborativos entre las instancias federales, distritales, estatales y municipales para la
adopción de políticas complementarias; consolidación de gestión y cargos relacionados
con el área de danza. [...]
2 Sobre la Diversidad: Creación de políticas direccionadas al registro y preservación de
la memoria y de la multifacética producción artística y cultural de danza en Brasil;
creación de políticas que incentiven, estructuren y consoliden la conjugación de la
diversidad cultural y artística. [...]
3 Sobre el Acceso: promoción del acceso a la enseñanza de la danza como lenguaje
artístico en la educación básica, y consolidación del área en la enseñanza superior en
articulación con el Ministerio de Educación; incentivar la enseñanza de la danza en
ámbitos no formales como lenguaje artístico y forma de conocimiento, manifestación de
la cultura y del campo de acción sociocultural; creación de políticas direccionadas a la
investigación, creación y producción, asegurando la diversidad artística y cultural de la
danza en Brasil; promocionar la integración entre las instituciones educacionales y
culturales; adopción de estrategias de formación de público. [...]
4 Sobre Desarrollo Sustentable: implementación de programas para el desarrollo de la
investigación, creación, producción y manutención de artistas, grupos y compañías de
danza; realización de un relevamiento del área de la danza; creación y ampliación de
programas de fomento para la danza; construcción de canales institucionales en el
30
ámbito federal para discutir la legislación que dispone la estructura tributaria para la
producción artística y sobre la reglamentación de la profesión del artista. [...]
5 Sobre la participación Social: consolidación de los sistemas de participación social en
la gestión de políticas culturales para la danza. (MINC 2010).
Cada uno de estos puntos contiene puntos más específicos confirmando líneas de
acciones concretas. Algunas de ellas han sido actualizados a lo largo de este período.
- Política de Fomento de la Danza en Chile (2010-2015)
El proceso de este plan comienza con la invitación al diálogo del Área de Danza del
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes con el sector, para incluir su mirada en la
construcción de una política de fomento de la danza. Se realiza una revisión del estado
de la danza y de la situación de agentes y contextos, lo cual permite reconocer las
principales problemáticas y necesidades que afectan el desarrollo del área, identificando
soluciones a través de estrategias, mecanismos e instrumentos de fomento y estímulo. En
el año 2006, se constituye la primera comisión de trabajo que dio como fruto el primer
borrador de la Política de Fomento de la Danza a comienzos de 2007. Luego se convoca
al Primer Encuentro Nacional de Socialización de la Política de la Danza, realizado en
Santiago en septiembre de 2007 con representación de todas las regiones del país, donde
se trabaja en comisiones por ámbitos estratégicos y se arriba a un segundo documento de
trabajo. En el año 2008 se convoca en cada Dirección Regional del CNCA a las Mesas
Artísticas Regionales, obteniendo como resultado propuestas de todas las regiones y
31
para finalizar, se realizan entrevistas con profesionales estratégicos sirviendo de apoyo a
la labor de la Unidad de Estudios y Documentación y el Área de Danza del CNCA, que
termina por elaborar la Política de Fomento de la Danza con un horizonte a cinco años.
Ésta se sustenta en los lineamientos estratégicos de la política nacional Chile quiere más
Cultura, siendo éstos Creación artística, Promoción y comercialización, Participación,
acceso y formación de audiencias, Patrimonio cultural e Institucionalidad (CNCA,
2010).
Los objetivos fundamentales que se definen para la danza son:
- El desarrollo de un medio diverso, creativo y estable, con capacidad de crecimiento,
proyección y sustentabilidad.
- La generación de estrategias y espacios de circulación para la danza.
- La promoción del valor de la danza en todas sus expresiones.
- La protección, el rescate y la conservación del patrimonio de la danza.
- La coordinación y articulación de acciones entre el CNCA y otros organismos del
Estado que fomenten el desarrollo y promoción de la danza. (CNCA, 2010).
Asimismo, el plan presenta cinco lineamientos estratégicos, acompañados cada uno de
un análisis situacional y propuestas específicas de acciones prioritarias a desarrollar:
"Creación artística; Promoción y comercialización; Participación, acceso y formación de
audiencias; Patrimonio cultural; e Institucionalidad" (CNCA, 2010). En este momento se
trabaja en la creación de la Ley de Artes Escénicas, que iría a conformar una política de
Estado respecto al área. El reto para la danza será cómo negocia su especificidad
32
respecto al teatro y las otras artes a la vez que es capaz de asociarse en los objetivos
compartidos .
- Plan Nacional de Danza de Colombia (2010-2020)
El PND de Colombia es el plan que sirve de modelo para el futuro PND de Uruguay, por
ser muy claro y específico en la manera de construir sus metodologías de investigación
en cuanto al relacionamiento con el sector, el territorio y los lenguajes artísticos, las
agendas intersectoriales, los presupuestos de inversión, el diagnóstico del área, los
vínculos institucionales y las líneas de fomento. Este plan viene a potenciar las acciones
ya desarrolladas por el Consejo de la Danza que en 2002 había formulado un documento
de fomento para el área. En el 2006, con la creación del Plan Nacional para las Artes
2006-2010 (a su vez parte del Sistema Nacional de Cultura), el Consejo de la Danza
vuelve a presentar un documento específico para el sector llamado Plan Nacional de
Danza para la convivencia y para la danza, insistiendo en la necesidad de políticas
enfocadas en el área.
Es en el 2008 que el Ministerio de Cultura decide emprender la construcción de un plan
convocando a un proceso de participación y concertación del sector en el 2009 llamado
Diálogos de la Danza. El plan habla del enfoque de la política basado en el
reconocimiento de la identidad, la diversidad y la dimensión cultural y artística de la
danza. Como objetivos, asume la formación artística como garantía y eje fundamental
33
para la democratización de las prácticas y el fomento a su competitividad, así como el
fortalecimiento de las organizaciones y agentes del sector. Con el fin de orientar sus
acciones se reconoce a la danza como una práctica que genera conocimiento, cultura,
tejido social y memoria, como disciplina del arte y profesión, como práctica social, de
construcción de comunidad viva que participa en el desarrollo social, político y
económico del país (MINCULTURA, 2010).
En el plan también se explicitan las bases legales en las cuales se ampara y se visualizan
los antecedentes. Se presenta el diagnóstico preliminar que incluye las inversiones del
Ministerio de Cultura en el Área de Danza 2006-2009 de la Dirección de Artes, el
Programa Nacional de Concertación y el Programa Nacional de Estímulos, así como la
información del sector detectada en los Diálogos de la Danza que constituyen
estadísticas y necesidades de toda la cadena de valor. El PND presenta su objetivo
general como “el de valorizar y fortalecer la producción del campo artístico en todo el
país, como modo de conocimiento, creación y producción tanto simbólica como
económica, articulando la creación con procesos de investigación, formación,
circulación y apropiación en un marco de pluralismo, inclusión y diálogo cultural. Con
ello se aspira consolidar valores de convivencia y democracia e impulsar la preservación
y renovación de la diversidad y el desarrollo sostenible de la sociedad colombiana”
(MINCULTURA, 2010).
34
Como objetivos específicos define consolidar el conocimiento sobre el sector de la
danza, promover la valoración de la educación corporal y la formación en danza,
fortalecer el desarrollo de acciones en diferentes áreas institucionales, fomentar la
articulación y la cultura del emprendimiento, promover y fortalecer la circulación de
artistas y agrupaciones de danza, aportar a la apropiación de la danza, fomentar la
adecuación y construcción de infraestructura (MINCULTURA, 2010).
Como retos el plan define abordar el concepto danza en su diversidad, contribuir al
arraigo y construcción de las identidades, impulsar el desarrollo sostenible de la práctica,
posicionar el valor del arte y la danza en el imaginario social, fortalecer las
organizaciones, impulsar la autonomía de sus agentes, potenciar las capacidades,
construir líneas de apoyo para infraestructura, impulsar la realización de productos
artísticos, reforzar la relación existente entre la institucionalidad cultural, el sector y los
espacios de participación, favorecer la interacción entre la danza y la tecnología,
promover la articulación entre los programas del Ministerio de Cultura y contribuir a la
formación de públicos. Por último, se listan los programas y proyectos que confirman la
prospectiva del plan, señalando la consolidación de la información sobre el campo de la
danza, el fomento a la formación y profesionalización, la infraestructura cultural, la
creación y producción sostenible en el área, la circulación y apropiación de la danza , la
gestión institucional, sectorial y comunitaria (MINCULTURA, 2010).
35
Comparando estos cuatro planes se puede afirmar que todos ellos han tenido una
construcción consultiva y participativa y han fundamentado su análisis en un diagnóstico
preliminar basado en la diversidad de géneros y expresiones. En mayor o menor escala
de proyección y profundización de ejes, objetivos y estrategias, comparten el
crecimiento y la expansión de la cadena de valor, sustento sobre el cual se afirma el
desarrollo creativo, sustentable y democrático del sector. Todos concuerdan en
reconocer la danza como patrimonio intangible, práctica social y disciplina artística
profesional. Coinciden también en que es necesario como consecuencia, tener políticas,
presupuestos y representantes en el estado, que salvaguarden este derecho.
36
2.2 - COOPERACIÓN REGIONAL: ACCIONES, OBJETIVOS Y RESULTADOS
A finales del 2013, la Red Sudamericana de Danza (RSD) propone a las
representaciones gubernamentales responsables de desarrollar políticas públicas para la
danza en los países de la región, iniciar un proceso de coordinación y cooperación
continuo y visible, con el objetivo de compartir conocimiento, potenciar recursos y
fomentar proyectos conjuntos. La RSD, existente desde el 2001, es una iniciativa de
colaboración entre diversos actores de la danza y la cultura pertenecientes a los países de
América del Sur. El objetivo principal de esta red es contribuir al enriquecimiento de las
relaciones latinoamericanas proyectando espacios de diálogo, favoreciendo
capacitaciones, movilidad y sistematización de saberes, promoviendo herramientas,
modalidades y espacios asociativos de trabajo (RSD, 2014).
Es importante entender entonces que es un colectivo de danza organizado que toma la
iniciativa de promover la articulación entre sus representantes públicos y que esta
propuesta es tomada en cuenta y llevada adelante en buen diálogo, lo cual es
significativo de buenas prácticas democráticas y denota un compromiso desde el ámbito
político involucrado con la danza. Teniendo como socio co-organizador al Instituto
Nacional de Artes Escénicas de la Dirección Nacional de Cultura de Uruguay, mas el
apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Centro Cultural de España, se
coordina la realización de la primera Reunión Regional de Políticas Públicas para la
Danza, del 2 al 4 de mayo 2014 en la ciudad de Montevideo. En esta reunión participan
37
diversas representaciones gubernamentales y se ratifica la relevancia de este proceso,
estableciendo una agenda de trabajo conjunta y afirmando el compromiso de
continuidad. Durante este encuentro se realiza una sesión abierta al público donde cada
país presenta sus marcos legales, diagnósticos, programas, líneas de financiamiento,
herramientas de construcción, monitoreo y evaluación. Los temas prioritarios sobre los
que se abre debate son:
- Movilidad: se presentan los programas llamados Ventanillas Abiertas, encargados de
apoyar la circulación y residencia de artistas. Se debate sobre el concepto de movilidad y
la necesidad de entenderlo en forma expandida, comprendiendo no sólo la circulación de
obras y artistas sino de docentes, gestores, curadores y mediadores. Se reconoce a su vez
la necesidad de apoyar la investigación, sistematización y distribución del conocimiento
generado en la danza en forma de publicaciones.
- Desarrollo de competencias: se presentan los programas de residencias y becas para
artistas y gestores (públicos e independientes) en territorio iberoamericano. También se
habla aquí de la necesidad de ampliarlo a todos los agentes del sector.
- Coordinación y cooperación de agendas: se plantea la relevancia de producir
encuentros anuales rotativos, integrando la participación de la sociedad civil organizada.
- Visibilidad de la producción iberoamericana: se detecta la invisibilidad del sector en
38
contraste con su capacidad de creación e innovación, reflexionando sobre las
capacidades de fomentar estrategias de sensibilización e impacto social mediante la
promoción de premios, co-producciones y circuitos de distribución iberoamericanos.
Los invitados que asisten desde ocho países de la región componen un diverso panel
institucional lo cual genera un interesante mosaico de prácticas, modelos y herramientas,
así como de posibilidades de convenios y acuerdos de cooperación:
A. Dotta, Centro Nal. de Danza, Ministerio del Poder Popular para la Cultura Venezuela
A. Beltrán, Coordinadora Grupo de Danza, Ministerio de Cultura, Colombia
C. Casadesús, Mercat de les Flors, Pte. de la Red Europea de Casas de Danza, España
F. Carneiro, Coordenador de Dança, FUNARTE, Ministerio da Cultura, Brasil
V. Andrade, Subsecretaría de Artes, Ministerio de Cultura y Patrimonio, Ecuador
S. Turenne, INAE, Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay
C. Saraiva, Co-directora del Festival Panorama, Brasil
C. Alonso, Directora del Graner, Mercat de les Flors, España
I. Sánchez, Co-director del Festival Danzalborde, Chile
P. Giuria, Directora del FIDCU Uruguay
M. Ruggeri y E. Schwarzman, Ley de Danza, Argentina
N. Melo, L. Naser y M. Moreno, por RSD.
Durante tres días instituciones y sociedad civil dialogan definiendo como resultados:
39
1 - reconocer la necesidad de conformar una plataforma como espacio de diálogo y
herramienta para socializar información, identificar desafíos, potenciar agendas
regionales y proponer proyectos de cooperación.
2 - acordar una segunda reunión anual de formato reducido en el 2014, potenciando la
presencia de gestores claves de Iberoamérica en Río de Janeiro durante el encuentro
organizado por la Coordinación de Danza de FUNARTE.
3 - ratificar la intención de colaboración desde cada país en esta plataforma mediante la
participación de un representante en las reuniones anuales y el seguimiento de los
acuerdos alcanzados.
4 - difundir en las instituciones culturales correspondientes de cada país esta iniciativa
de cooperación regional.
5 - proponer el intercambio de buenas prácticas y saberes respecto a la construcción e
implementación de políticas públicas para la danza, mediante la socialización de
información y la facilitación de asesoramientos y pasantías comprendidas en convenios
marco entre países.
6 - sostener herramientas de comunicación virtual que posibiliten un intercambio
continuo y accesible. Se recomiendan los mapeos geo-referenciales existentes en
algunos de los países. Se manifiesta especial prioridad en la difusión de artistas, grupos
y colectivos, así como festivales, muestras, circuitos, teatros y espacios diversos de
distribución.
7 - visualizar los lineamientos en materia de políticas públicas para la danza desde cada
país al resto de la región, así como las líneas de cooperación iberoamericana.
40
8 - fortalecer líneas de publicaciones iberoamericanas y apoyar la circulación de obras,
artistas, gestores, curadores, mediadores e investigadores de danza.
9 - apoyar el desarrollo de competencias mediante residencias y encuentros regionales.
Ese mismo año, el 14, 15 y 16 de agosto, la Coordinación de Danza de FUNARTE del
Ministerio de Cultura de Brasil realiza en la ciudad de Río de Janeiro el Encontro Rede
Funarte Ibero-Americana de Dança, articulando gestores y creadores de todo su
territorio con representantes claves de Iberoamérica, adicionando una segunda instancia
de encuentro regional que sumó nuevos países al proceso. En esa ocasión también se
trabaja con artistas locales y participantes institucionales de diez países iberoamericanos:
Fabiano Carneiro, Coordinación de Danza de FUNARTE, Ministerio de Cultura, Brasil;
Cuauhtemoc Nájera, Coordinación Nacional de Danza, INBA, México
Graciela Cornejo, Área de Danza, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Chile
Santiago Turenne, INAE, Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay
Luz Fabiola Cárdenas, Dirección de Artes, Ministerio de Cultura del Perú
Omar Orozco, Dirección Nacional de Danza, Ministerio del Poder Popular para la
Cultura, Venezuela
Adrián Figueroa, Dirección Nacional de Danza, Teatro Melico Salazar, Costa Rica
Fernando García del Centro Cultural Martadero, Bolivia
Alejandra Díaz Lanz de Crear en Libertad, Paraguay
Marc Olivé del Mercat de las Flors, España
41
Guillermo Heras de IBERESCENA, España
Natacha Melo, de la Red Sudamericana de Danza
En este encuentro de FUNARTE se levantó un diagnóstico general sobre la situación
actual del sector en países iberoamericanos construido a través del relato de
experiencias, proyectos y acciones. Artistas independientes, grupos y colectivos
presentaron soluciones, estrategias y caminos encontrados para sostener su labor,
reflexionando sobre medios de sustentabilidad posibles en cada contexto. Se presentaron
relatos sobre redes, programas de intercambio y corredores de circulación de la danza
entre los países de América Latina. Se expusieron posibilidades y alternativas de
financiamiento público y privado para el intercambio, difusión y práctica de la danza en
la región. Se realizó un análisis de los diferentes espacios de circulación de la danza a
través de programas y proyectos realizados y se reflexionó sobre la formación de
audiencias. Se generaron nuevas alianzas de trabajo entre artistas, gestores y
productores de los países iberoamericanos.
En la reunión específica sobre políticas públicas se acordó avanzar sobre los
compromisos asumidos en Montevideo, incentivar la adhesión de nuevos países de la
región, trabajar con las comunidades locales de danza los contenidos de la agenda
regional y acordar el país donde realizar la próxima reunión.
42
En 2015, es el Área de Danza del Ministerio de Cultura de Colombia que con el apoyo
de la Bienal Internacional de Danza de Cali hospeda la 3er Reunión Regional de
Políticas Públicas, del 9 al 11 de noviembre. En esta reunión participan:
Ángela Beltrán, Coordinadora Grupo de Danza, Ministerio de Cultura, Colombia
Elena Díaz, Directora General de Acción Cultural Española, España
Fabiano Carneiro, Coordenador de Dança, FUNARTE, Ministerio da Cultura, Brasil
Juan Carlos Adrianzén, Director del Teatro Nacional, Ministerio de Cultura del Perú
Natacha Melo, Asesora del INAE, Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay
T. Guayasamin, Dir. de Artes Escénicas, Ministerio de Cultura y Patrimonio, Ecuador
Milka Galeia, Representante por el MOVS, Chile
Como focos principales se exponen los marcos legales, programas, planes, líneas de
financiamiento, herramientas y contextos institucionales de las políticas en desarrollo.
Se intercambia especialmente información sobre el monitoreo de las políticas, la
participación de la sociedad civil, las metodologías de trabajo posibles de sostener desde
cada país en esta plataforma regional, las herramientas existentes para desarrollar
actividades en cuanto a fondos iberoamericanos y convenios bilaterales, los desafíos de
la agenda asumida en Montevideo y Río de Janeiro sobre cooperación, movilidad y
visibilidad de la producción iberoamericana. Como resultados de esta reunión se
prioriza:
43
- dar visibilidad a la Plataforma Iberoamericana de Danza, creada y conformada por
representantes institucionales ministeriales con el objetivo de sostener un espacio de
diálogo y constituir una herramienta para socializar información, identificar desafíos,
potenciar agendas y proponer proyectos de cooperación regional.
- crear un portal donde publicar y difundir la información recopilada en el proceso de
cooperación de esta plataforma, que sea de interés público y que conduzca a los sitios
nacionales relevantes, comprendiendo festivales internacionales, centros de creación y
residencias, teatros con proyección internacional, publicaciones y estudios de interés en
el área de políticas públicas para la danza.
- establecer como países anfitriones para las próximas reuniones regionales a España
(2016) y Ecuador (2017), asegurando una continuidad en el proceso, entendiéndolo
como clave para incentivar y promover nuevos horizontes de integración y desarrollo de
la danza Iberoamericana.
Cabe decir que tanto las agendas como la metodología de trabajo en las reuniones fueron
construcción colectiva de todos los participantes involucrados.
44
2.3 - DESAFÍOS EN LOS PROCESOS DE COOPERACIÓN
Los procesos regionales provocan en las realidades locales una perspectiva y
legitimización que es importante remarcar. Un buen ejemplo de esto es como la
existencia del Plan Nacional de Danza de Colombia y esta Plataforma iberoamericana de
Danza fueron la base para motivar y asesorar la existencia del proceso uruguayo de
construcción del Plan Nacional de Danza. También son una base para optimizar
recursos: Uruguay ha podido contar con la asesoría, los documentos y el seguimiento del
Área de Danza del Ministerio de Cultura de Colombia utilizando como escenario las
reuniones anuales de coordinación, sin generar costos extras.
Las buenas prácticas así como los errores de un proceso se convierten entonces en
experiencias de trabajo valiosas para acompañar iniciativas similares. Si además se
trabaja con una visión de que acordar entre dos partes puede albergar el compromiso de
colaborar con una tercera y así sucesivamente, se establece una generosa y efectiva
cadena de aportes con utilización potencial de recursos tangibles e intangibles. Esto
significa que dos años más tarde de comenzada la colaboración Colombia-Uruguay, todo
lo producido desde el proceso uruguayo está sirviendo de apoyo a nuevos procesos
sectoriales y políticos en Ecuador y Perú, en espera de que se consoliden en estos países
planes similares, y luego se continúen en otros países.
45
Esto afirma el valor de pensar metodologías replicables y en paralelo la idea de formar
continuamente multiplicadores o mejor dicho, la idea de que cada agente puede ser un
potencial multiplicador de los procesos. Por esta razón es importante vincular teoría y
práctica, asegurar que todos los espacios de producción contengan elementos de
capacitación y hacer que esto constituya una estrategia de sustentabilidad, un término
metodológico y una práctica cultural. Cabe agregar que en un escenario regional donde
es ésta la naturaleza que rige las relaciones, ya no importa quien tiene más o quien está
más avanzado en el trayecto, sino qué otras lógicas pueden comenzar a operar. Por
ejemplo, cómo se valora el conocimiento que genera cada experiencia en particular, la
lucidez con la que esta experiencia es observada y la creatividad para sistematizarla, los
modos de compartir tecnologías, la capacidad de provocar y sostener procesos, la
habilidad de provocar transformaciones en los contextos, la destreza para convertir la
letra inerte de los acuerdos en acciones plenas de sentido.
Como consecuencia estas nuevas lógicas producen en lugar de competitividad relaciones
de cuidado, motivando las capacidades de respuesta e innovación, generando elementos
claves a la hora de construir identidad como región. La identidad pasa de ser la suma de
las partes a incluir también los vínculos que esas partes son capaces de generar, creando
en ese desplazamiento empatía y confianza, elementos que levantan las bases necesarias
para sostener y dar sentido a la cooperación y al desarrollo conjunto. Tal vez podría ser
éste el aporte más relevante que puede generar la cultura respecto al diseño de políticas
de desarrollo.
46
CAPITULO 3 /¿COMO CREAR POLÍTICAS PÚBLICAS PARA LA DANZA EN URUGUAY?
Como ya se había mencionado en el primer capítulo, cuando el Instituto Nacional de
Artes Escénicas (INAE) convoca a diversas organizaciones para pensar y producir
conjuntamente las Jornadas de Trabajo para la Danza Uruguaya, se piensa en cómo
favorecer un proceso de análisis y una posible construcción de políticas sectoriales de
forma participativa. Una de las organizaciones convocadas fue la RSD con la cual el
INAE ya venía trabajando en la construcción de la plataforma regional de danza, por lo
cual la colaboración en la elaboración de una metodología de trabajo para esta instancia
fue colindante. A esta contribución se suman más de diez organizaciones del sector con
las que se termina de diseñar la metodología de trabajo.
Asimismo, en el afán de vincular los procesos colaborativos en red con la economía
creativa e investigar sobre la sustentabilidad del sector, se convoca a Lala Deheinzelin,
gestora cultural de Brasil que colabora con conceptos claves para guiar el proceso.
Por último, se elabora entre toda la comunidad de la danza el diseño de acciones y fases
de trabajo a ser llevadas a cabo en 2016-2017, decidiendo como principal foco del
proceso darle visibilidad a la danza e investigar el impacto y relevancia que ésta genera
en la vida de los uruguayos.
47
3.1 - METODOLOGÍA DE TRABAJO
La propuesta metodológica desarrollada en esta investigación se basa en buena medida
en la experiencia generada por la Red Sudamericana de Danza (RSD), organización que
ha desarrollado en los últimos quince años tecnologías de colaboración aplicadas al
desarrollo de las relaciones entre profesionales del sector en la región. A su vez, las
metodologías de trabajo de la RSD recibieron aportes significativos entre el 2003 y el
2010 del Programa de Planificación Participativa y Gestión Asociada de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), de Argentina. Este programa propone
escenarios multi-actorales de trabajo colaborativo que, asociando gobierno y sociedad
civil, conducen a prácticas decisionales ampliadas en política pública (FLACSO, s.f.)
Estos modos generaron un fuerte perfil dentro de la red, que investigó de qué manera
estas ideas podían adaptarse y aplicarse al contexto de la danza sudamericana y a las
características de su sector organizado, sostenedor de la labor de la red.
Otros elementos metodológicos relevantes vienen de las experiencias de la región
sudamericana en la construcción de sus políticas, mediante el proceso de articulación
iniciado con países que comparten preocupaciones afines de construcción institucional y
sobre todo a través de la asesoría del Área de Danza de Colombia y su Plan Nacional de
Danza.
48
Se propone también una alianza con la Universidad de la República de Uruguay
(UDELAR) en las áreas de Economía, Humanidades y Ciencias, Ciencias Sociales y
Derecho, para recibir apoyos y asesorías puntuales en temas como sustentabilidad,
diagnóstico, facilitación metodológica y redacción de proyectos de ley, respectivamente.
Se plantea la coordinación con diversas instituciones en diferentes etapas del proceso
(ver cuadro debajo con organigrama), con el objetivo de lograr aportes desde organismos
del Poder Ejecutivo (Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Ministerios varios,
Empresas Públicas) así como de las instancias gubernamentales departamentales como
es la Red de Direcciones de Cultura, e instancias del Poder Legislativo como la
Comisión de Educación y Cultura del Parlamento.
1.Organigrama del Estado, Formulación de políticas, M. Percovich, Jornadas de Danza, 2015
PODER&EJECUTIVO&
PODER&JUDICIAL&
PODER&LEGISLATIVO&
PRES.& MINIST.& Org.&Desc.&Bancos&E.&Emp.&Púb.&Org.&Cont.&
GOBIERNOS&DEPARTAMENTALES&
MDN,&MIDES,&MEF,&MEC,&MGAP,&MIEM,&MI,&
MRREE,&MSP,&MTSS,&MTOP,&MTD,&
MVOTMA!!
OPP&
CÁMARA&DE&SENADORES&
CÁMARA&DE&DIPUTADOS&
Intendencias& Juntas&Departamentales&
Municipios&
SOCIEDAD(CIVIL(
49
Se toman en cuenta para el análisis de problemáticas, así como para la elaboración de
lineamientos estratégicos y programas, las siguientes dimensiones:
- la dimensión social de la danza, que comprende su ámbito cultural (el acceso,
apropiación y disfrute de la danza, que atañe a toda la población del Uruguay) y su
ámbito artístico (tiene que ver con la vocación, talento, profesión de sus agentes, y atañe
al sector profesional de la danza).
- la dimensión territorial, comprendiendo la escala local, departamental, regional,
nacional e internacional.
- la dimensión disciplinar, incluyendo la danza clásica, contemporánea, el folklore,
tango, candombe, danzas urbanas, danzas populares, danzas integradoras, etc.
- la dimensión por cadena de valor: investigación, formación, creación, producción,
organización, gestión y mediación, promoción y difusión, distribución y movilidad.
Se procura que de manera transversal al proceso de construcción subyazcan elementos
de capacitación de los agentes, comprendiendo en primer término una nivelación de la
información en todo el sector y en segundo, una mejor comprensión de los problemas y
desafíos que se tienen por delante. Para concluir, se valora la participación de todas las
formas posibles de organización de la danza (colectivos, gremios, asociaciones),
entendiendo esto como una complejidad inherente a la realidad social. El proceso de
trabajo se piensa abierto e inclusivo, con toma de decisiones por consenso y en fases de
trabajo, promoviendo la co-responsabilidad de los resultados.
50
3.2 SUSTENTABILIDAD DE LOS PROCESOS COLABORATIVOS
La sustentabilidad de los procesos colaborativos es transversal a la hora de pensar
metodologías de trabajo y la sustentabilidad del sector en un tema sustancial a la hora de
pensar el desarrollo de la danza. Este es además un asunto escasamente investigado en
América del Sur, siendo esto en sí mismo un dato que devela el incipiente cruce en el
continente de la danza con la economía. Uruguay acompaña esta ausencia y es por esta
razón que se invitó a la artista, productora, consultora y movilizadora socio-cultural Lala
Deheinzelin (Brasil), a dar una conferencia en las primeras Jornadas de Trabajo para la
Danza. Lo que planteaba entonces y lo que interesa analizar acá es el vínculo que ella
genera entre sustentabilidad y procesos colaborativos, colocando como centro de esta
idea la valoración de los recursos intangibles a la par de los tangibles.
Esto es muy importante para el sector de la cultura porque buena parte de su experiencia
y su producción resulta en recursos intangibles. Por lo tanto, si no se reconoce la
importancia de los mismos, no se estaría reconociendo buena parte de su legado. Ya no
se trata de intentar traducir la danza a lógicas que le son extrañas (por ejemplo lógicas de
la industria y la cuantificación), sino de crear nuevos escenarios de conocimiento donde
diversas lógicas converjan y se pueda observar y valorar desde ahí, su producción.
Para pensar entonces en un desarrollo sostenible se tiene que pensar qué tipo de recursos
se ponen en juego, qué proyección de desarrollo se vislumbra, de dónde van a venir esos
51
recursos, cómo circulan, cómo son valorados y si se multiplican o son finitos.
Deheinzelin plantea lo siguiente al respecto:
¿Por qué no vivimos una situación de abundancia y sí de escasez? ¿Por qué nuestra
economía se trata básicamente de gestionar la escasez? ¿Cómo transformar la gestión de
los recursos escasos en la gestión de la abundancia? Estamos saliendo de siglos donde
toda la vida y la sociedad se organizaba alrededor de recursos tangibles (tierra, agua,
oro, petróleo, cosas) pero las cosas son escasas y se consumen con el uso, además de ser
de naturaleza lineal. La economía alrededor de los recursos tangibles genera una
economía de la escasez y un modelo de competición [...]. Se está entrando en un
momento donde lo intangible está tomando relevancia y esto sería cultura, conocimiento,
creatividad, experiencia, valores, es decir, todo lo que tiene que ver con la valoración de
procesos colaborativos y en red. Lo intangible es al revés, en lugar de consumirse se
multiplica con el uso y es por su naturaleza exponencial que se convierte en la llave de la
abundancia. Hasta ahora se ha considerado la riqueza como sinónimo de desarrollo y
calidad de vida a través del acceso a los recursos tangibles por consumo, pero el próximo
desafío que tiene la sociedad y la economía es cambiar el consumo por el cuidado.
¿Cuáles son las actividades del cuidado?: las artes, la salud, la educación, la
organización social, entre otras (Deheinzelin, 2014).
Decir entonces que lo que la danza necesita son más recursos ya se había visto
complejizado al observar los programas del Estado y constatar que en la mayoría de los
casos lo que se precisa es optimizar la distribución de los recursos ya dados.
52
Este contacto con la economía creativa complejiza aún más el panorama colocando un
lente (que además no es ajeno a las artes) para mirar de modo diferente estos recursos y
resultados, implicados en un proceso. ¿Cómo aplicamos estas ideas a la construcción de
políticas públicas? Si se observa lo que Deheinzelin llama el ciclo exponencial de la
abundancia se puede luego traducir al proceso que nos ocupa:
Existen cuatro vectores de prosperidad que tienen una naturaleza infinita, una dinámica
exponencial y la capacidad de activar el siguiente vector.
1 / los recursos intangibles que tienen que ver con cultura, conocimiento, valores,
experiencias) y que implican las acciones de conocer y comunicar. [...]
2 / las nuevas tecnologías de comunicación e información que nos permiten mapear e
implican las acciones de conectar y compartir. [...]
3 / los procesos colaborativos y en red, que tienen que ver con la manera y el modelo de
organizar las cosas (sin jerarquías, con menos control y más posibilidades de
distribución de roles y tareas) e implican las acciones de colaborar y celebrar. [...]
4 / las formas de medir recursos y resultados donde se suman valores monetarios,
recursos naturales, infraestructuras, equipamientos, recursos intangibles y recursos
sociales (grupos, colectivos, políticas, formas de representación e instituciones) e
implican las acciones de valorar y circular, cerrando el ciclo y activando el ecosistema.
(Deheinzelin, 2014).
Aplicado al proceso que la danza quiere lograr las acciones serían:
53
1 / Reconocer el gran recurso intangible compartido (la danza) y la causa común
(desarrollar mejores condiciones para el sector). Se comparte también la manera de vivir
en un territorio, un futuro deseado (más inclusivo y equitativo), un tema para trabajar
como grupo (la construcción participativa de políticas públicas). Esto constituye de
partida una gran base y fortaleza, implica conocerse (diagnosticar, dialogar) y comunicar
(lo que se hace y quiere hacer) para sensibilizar y lograr empatía en el proceso.
2 / Utilizar proyectos de mapeo de libre acceso desarrollados en el ámbito de la cultura y
también valerse de todas las redes sociales que cada integrante o institución tiene,
multiplicando así las posibilidades de convocar e integrar nuevos socios y recursos al
proceso. Replicar las instancias de encuentro en diversas escalas territoriales
multiplicando el conocimiento generado, lo capacidad de los agentes, las posibilidades
de diagnosticar, conectar y compartir. Servirse de las tecnologías y los mapeos para
resolver recursos necesarios para otras etapas del proceso (por ejemplo, resolver los
costos de movilidad mediante el mapeo y la construcción de una red de alojamiento
solidario, o compartir los datos que se desprenden de experiencias artísticas realizadas
en territorio y las soluciones encontradas, etc).
3 / Trabajar de forma colaborativa estimulando vínculos presenciales y virtuales,
aplicando metodologías coherentes a formas de organización descentralizadas,
conformando grupos de trabajo abiertos con roles y responsabilidades dinámicas,
cultivando la capacidad que tiene la danza de sensibilizar, celebrar y motivar de forma
creativa, el contexto en el cual opera. Practicar el funcionamiento de escenarios multi-
actorales donde participen estado y sociedad civil, empresas, instituciones, etc.
54
4 / Capitalizar los aportes personales y el trabajo voluntario, visibilizar esos valores,
evaluar las redes solidarias que moviliza la danza para conseguir infraestructuras,
equipamientos y materiales, estimar los trueques, valorar el conocimiento, la
experiencia, la capacidad de organización de grupos y colectivos, las diversas formas de
representación, la innovación que proponen, etc. Es también la debida valoración del
impacto financiero que produce, la búsqueda de equilibrio entre lo que da y lo que
recibe, la apuesta a su desarrollo mediante inversiones, créditos, estímulos y circulación
de valores varios. Todas estas acciones lo que hacen es activar y movilizar el ciclo
anterior, logrando que se genere un proceso sostenible, un circuito colaborativo.
Deheinzelin resume declarando que "trabajar exponencialmente es pensar en procesos de
organización, en la cadena de valor con todos sus elementos, en políticas para el sector
con visiones sistémicas, en capacitaciones que beneficien a todos y se multipliquen, en
la creación de productos que sean visibles, puedan expandirse y distribuirse, en realizar
acciones que vinculen a todos los actores" (2014). Aplicar este modo de concebir y
valorar los procesos de trabajo puede traer más beneficios para la danza porque se estará
optimizando el uso de lo que existe, validando un modo de operar propio a las artes,
expandiendo el grupo involucrado, suscitando más sinergia y confianza entre las
acciones y generando un proceso que no sólo provoca resultados financieros, sino que
trasciende y se expande en efectos y afectos sociales y culturales.
55
3.3 - FASES DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN: JORNADAS DE DANZA, INVESTIGACIÓN DE CAMPO Y ESCRITURA DEL PLAN
En las primeras Jornadas para la Danza Uruguaya (abril 2014) se proyectan siete mesas
de diálogo y doce mesas de trabajo, considerando el tema políticas públicas y
sustentabilidad como ejes fundamentales para la creación de propuestas concretas para
toda la cadena de valor de la danza. Se convoca con el apoyo de los Centros MEC a
participantes de todo el territorio nacional con el objetivo de lograr una representatividad
departamental, logrando una convocatoria de más de un centenar de actores del sector de
diversas generaciones. Las organizaciones colaboradoras fueron el Consejo de
Formación en Educación, la Coordinación de Artes Escénicas y Audiovisuales -CES,
ProArte, la Escuela Nacional de Danza, la Red Sudamericana de Danza - RSD, el
Diplomado de Gestión Cultural-UDELAR, Grupo Danza en la UDELAR, Enredanza-
CUTDIJ y los Centros MEC. (INAE 2014).
Uno de los principales logros es reconocer la necesidad de crear un Plan Nacional de
Danza (PND), es decir, políticas públicas específicas para el sector con un perfil
participativo en tanto a la construcción, articulación y monitoreo, incluyendo un trabajo
territorial descentralizado y la producción de un diagnóstico de campo. En ese momento
se anuncia también la construcción de un Plan Nacional de Cultura de la mano de la Red
de Direcciones de Cultura Departamentales y se alienta al sector a la participación en el
mismo, a través del Plan Nacional de Danza a construir.
56
Se trabaja sobre los términos de referencia, es decir, valores transversales a sostener
durante el proceso de construcción acordando la inclusión, participación, visibilidad,
descentralización y horizontalidad como principales claves a contemplar. Los acuerdos
producidos fueron:
- reconocer la danza como campo de conocimiento trascendiendo la visión de la
disciplina únicamente como campo de producción artística, reconociéndola como
derecho y práctica cultural, forma de interacción simbólica, herramienta de inclusión
social y parte de la formación integral de los seres humanos. En consecuencia con su
relevancia, se trabajará para su incorporación en todos los niveles educativos.
- velar por la profesionalización y desarrollo del sector, así como fomentar el acceso
inclusivo a todos los fenómenos de disfrute y apropiación.
- formar un equipo multidisciplinario e interinstitucional con coordinación del MEC para
trabajar el Plan Nacional de Danza, con participación de la comunidad.
- concebir la representatividad del área desde los diversos actores (instituciones, gremios
y múltiples colectivos organizados).
- generar un acuerdo entre el MEC y el Ministerio de Cultura de Colombia para
efectivizar una asesoría presencial y a distancia en referencia a la construcción,
ejecución e implementación del Plan Nacional de Danza de Colombia.
- realizar un diagnóstico nacional que incluya datos desde la creación, producción,
distribución, formación, organización e infraestructura de la danza.
57
- crear una plataforma virtual que integre y comunique tanto actores como proyectos
nacionales, integrando todo el territorio.
- promover una regularización de los espacios de formación por parte del MEC
- fomentar encuentros a nivel nacional que potencien la visualización, el relacionamiento
y la colaboración alrededor de la creación simbólica.
En noviembre 2015 el INAE convoca a la realización de las 2das Jornadas de Danza,
incluyendo a todo el sector del territorio nacional y los posibles socios institucionales.
Se planifica en base a lo acordado en las 1eras Jornadas las acciones a encaminar en el
2016, se proyectan lo que serían los equipos de trabajo consultivos y ejecutivos, el
listado de recursos institucionales y un calendario de actividades, entregando este
material a la Dirección Nacional de Cultura del MEC en diciembre 2015 para ajustar y
coordinar su ejecución junto al desarrollo del Plan Nacional de Cultura. La convocatoria
estuvo abierta a todos los interesados, teniendo en cuenta los ejes básicos del PND:
descentralización territorial (se trabajó con el apoyo de los Centros MEC para difundir y
lograr participación nacional), diversidad disciplinar (se convocaron participantes
provenientes del ballet, folklore, tango, candombe, danza contemporánea, urbana, etc.) y
por cadena de valor (se invitó a estudiantes, intérpretes, docentes, creadores,
productores, gestores y mediadores de danza). Las acciones a realizar convenidas
fueron:
58
1 - diagnosticar el campo de la danza, las políticas que impactan en su desarrollo y los
marcos legales existentes
2 - convocar a lo que en Colombia se llamó los Diálogos de la Danza: mesas de trabajo
en todo el país que incluyen elementos de capacitación, reflexión, recopilación de datos
para el diagnóstico y propuestas para conformar los lineamientos estratégicos para el
PND. Estas mesas serían planteadas a nivel departamental y nacional, y luego por
lenguajes artísticos y cadena de valor.
3 - cruzar y ponderar los insumos generados en el Diagnóstico y los Diálogos de la
Danza para realizar la redacción del PND, que incluye fases de aprobación colectiva.
4 - visibilizar el impacto de la danza y la construcción del PND mediante una estrategia
de comunicación colaborativa, creada y sostenida durante todo el proceso.
Todas estas tareas demandan equipos de trabajo que deben considerar coordinar sus
acciones en estrecha colaboración con la construcción del Plan Nacional de Cultura y
con los acuerdos iberoamericanos de cooperación que están en proceso, involucrando
además a las instituciones y programas desarrollados en cultura así como a otros sectores
artísticos y campos del conocimiento.
Las instituciones sugeridas por los grupos de trabajo para integrar en diferentes fases
son: Comisión de Cultura del Parlamento, diversos Ministerios (Educación y Cultura,
Economía y Finanzas, Trabajo y Seguridad social, Relaciones Exteriores, Desarrollo
Social, Salud Pública, Turismo), Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Observatorio
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de Políticas Culturales, Universidad de la República, Red de Directores de Cultura de los
Gobiernos Municipales, Administración Nacional de Educación Pública, Instituto
Nacional de Artes Escénicas, Instituto Nacional de la Juventud, Centros MEC, Escuelas
de Formación en Danza del SODRE, Ballet Nacional, Plan CEIBAL, Administración
Nacional de Telecomunicaciones, Comisiones de Género, Televisión Nacional, Medios
públicos y privados, Teatros, Asociaciones Civiles de Danza, Diplomados de Gestión
Cultural.
Se propone conformar cuatro equipos ampliados de trabajo, interinstitucionales y con
integrantes de la sociedad civil organizada. Esto implicaría generar acuerdos con las
instituciones claves mencionadas para aunar los recursos que se requieren (capacidades,
tecnologías, recursos humanos, infraestructura, servicios). Se recomienda que estos
equipos investiguen en paralelo y en coordinación permanente, conformando luego con
un representante por equipo un grupo menor encargado de la redacción final del PND.
1 / Equipo de Diagnóstico: tiene el objetivo de generar un estado de situación de la
danza en el Uruguay, permitiendo en el proceso de construcción del PND definir
problemas con rigor, identificar interlocutores válidos, hacer visibles los agentes
multiplicadores, entender qué falta investigar y cuál es la relevancia de la danza en la
sociedad uruguaya. Se menciona la necesidad de incluir datos cuantitativos y
cualitativos por género, edad, territorio y disciplina. Se recomienda para la fase futura de
ejecución del PND, sostener el diagnóstico de forma permanente y construir
60
herramientas de evaluación y monitoreo que estén en lo posible en diálogo con las de
otros campos. Las acciones comprendidas son:
- Relevar y sistematizar (por territorio y disciplina) el marco legal, las inversiones del
Estado en el sector, las inversiones del sector privado y las del propio sector de la danza.
- Relevar y sistematizar información sobre la apropiación de la danza en sus múltiples
expresiones y sobre el sector profesional, incluyendo bailarines, coreógrafos, docentes,
investigadores, productores, gestores, organizaciones, colectivos, instituciones, espacios
de exhibición y disfrute, de formación (públicos y privados), de encuentro y distribución
(festivales, ciclos, espectáculos), de producción e investigación.
2 / Equipo de producción para los Diálogos de la Danza: tiene como objetivo establecer
un marco dialógico entre los actores de la danza a nivel nacional para una construcción
participativa y colaborativa del PND, así como identificar e involucrar socios
estratégicos y colaborar con el diagnóstico relevando fortalezas, debilidades y
propuestas por territorio, disciplina y cadena de valor.
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Ejemplo de cuadro a utilizar:
problemas propuestas danza clásica contemporánea urbana popular folklórica candombe tango integradora danza en
gral.
investigación
formación profesional
creación
producción
organización
gestión y mediación
promoción y difusión
distribución -‐ movilidad
infraestructura
danza en la educación
apropiación de la danza
2. Cuadro de relaciones problemas-propuestas, por lenguajes y cadena de valor. N. Melo, 2015
Las acciones implicarán la producción de los Diálogos por regiones y departamentos, en
sintonía con la regionalización elaborada por la Universidad de la República y la DNC :
62
3 Regionalización Cultural, F. Arocena, UDELAR y Dirección Nacional de Cultura, 2011
3 / Equipo para el Cruce de Datos: tiene como objetivos articular durante todo el año la
información y los contenidos proveniente del Diagnóstico y los Diálogos para generar
nuevos insumos y retroalimentación, así como la creación de gráficas de desarrollo,
estadísticas, mapas de problemáticas y prioridades por territorio, lenguajes artísticos y
cadena de valor, cuadros comparativos (coincidencias, especificidades, prioridades) e
informes que aporten a la creación de contenidos del PND.
63
4 / Equipo de Comunicación y Visibilidad: tiene como objetivo generar una identidad
del proceso de construcción del PND, difundir sus actores, actividades y objetivos;
sensibilizar a la sociedad en su conjunto mediante acciones mediáticas respecto al
impacto cultural de la danza en diversos ámbitos (salud, economía, educación, cultura,
turismo, desarrollo social, etc), la necesidad de construcción de políticas públicas para su
desarrollo y los beneficios que supone.
Finalmente, la escritura del PND se proyecta con un grupo reducido de técnicos
provenientes de los equipos mencionados y estará acompañada de correcciones
colectivas luego de un primer borrador y sobre la escritura final, donde participarán los
socios del PND y los participantes del proceso. Los elementos desarrollados responden a
la investigación que se desprende de todas las acciones de construcción del PND:
1 - Lineamientos de política para el fomento de la danza
1.1 - Enfoques, Objetivos, Bases legales, Diagnóstico preliminar, Estadísticas
1.2 - Inversión del Ministerio de Cultura 2010 - 2015
1.3 - Necesidades identificadas en los Diálogos de la Danza por territorio, disciplinas y
cadena de valor
2 - Plan Nacional de Danza
2.1 - Introducción
2.1.1 - Desde el cuerpo: dimensión cultural y artística de la danza
2.1.2 - La danza en el Uruguay: antecedentes, géneros e impactos
2.1.3 - Relación con otros sectores y campos del conocimiento
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2.1.4 - Sustentabilidad
2.1.5 - Objetivos, metas, retos y estrategias
2.2 - Componentes
2.2.1 - Prospectiva del Plan, programas y proyectos de fomento y desarrollo: formación,
investigación y profesionalización, creación, producción y mediación, movilidad y
apropiación, infraestructura y gestión institucional, sectorial y comunitaria.
2.2 - Diagnóstico permanente del sector
2.3 - Socios institucionales y actores sociales: aportes y co-gestión
2.4 - Equipos técnicos
2.5 - Presupuesto
2.6 - Indicadores, índices y herramientas de monitoreo y evaluación
Una vez escrito el PND es importante que se presente y se difunda durante el 2017 en
fechas y lugares estratégicos del país y la región sudamericana, en vínculo con acciones
artísticas, comunitarias e institucionales, a modo de tener visibilidad en múltiples
agendas culturales, económicas y políticas, involucrando socios y compromisos para la
siguiente fase que implicará:
- acordar los recursos para las acciones de fomento así como sus equipos de trabajo
- elaborar junto al Plan Nacional de Cultura la Ley Nacional de Cultura, donde se verá
de qué manera queda incluido el contenido del PND y cómo se traduce a acciones
concretas.
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Cronograma propuesto por tareas:
2016 Diagnóstico Diálogos Cruce de datos Comunicación
febrero Conformación de equipos
Conformación de equipos
Conformación de equipos
Conformación de equipos. Gestión socios y recursos
marzo Gestión de socios y recursos
Gestión de socios y recursos
Gestión de socios y recursos
Lanzamiento de los canales de comunicación
abril Diagnóstico por departamentos y marco legal
Diálogos por departamento
Sistematización de Diálogos y Diangóstico
Difusión PND en el Día Int. de la Danza.
mayo Diagnóstico por departamentos e inversiones
Diálogos por departamento
Sistematización de Diálogos y Diangóstico
Difusión y documentación de actividades.
junio Diagnóstico de departamentos e instituciones
Diálogos por departamento
Sistematización de Diálogos y Diangóstico
Difusión y documentación de actividades.
julio Diagnóstico por departamentos y orgs. de danza
Diálogos por departamento
Sistematización de Diálogos y Diangóstico
Difusión y documentación de actividades.
agosto Sistematización de datos de educación
Diálogos por disciplina y cadena de valor
Sistematización de Diálogos y Diangóstico
Difusión y documentación de actividades.
setiembre
Sistematización de datos de teatros, festivales y públicos
Diálogos por disciplina y cadena de valor
Cruce de datos Difusión y documentación de actividades.
octubre Cierre del diagnóstico Redacción del PND
Difusión de actividades, Dia del Patrimonio
noviembre Construcción de gráficas y estadísticas
Presentación de borrador
Difusión del PND en el sector para aprobación final
diciembre Elaboración del diagnóstico 2017
Cierre del PND Presentación
4 Cronograma por tareas para la construcción del Plan Nacional de Danza, N. Melo, 2015
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CONCLUSIONES
Los aportes a la construcción de políticas públicas resultantes de esta investigación
tienen el valor de haber contribuido a prácticas concretas de trabajo que ya han dado
resultados y están operando en el presente. Esto viene favoreciendo el desarrollo y la
visibilidad de la danza uruguaya, conformando las bases para continuar la planificación
de actividades y sostener un proceso colaborativo a escala nacional y regional.
Estas etapas a realizar en el 2016 implican algunos desafíos, sobre todo porque suponen
en su mayoría acciones donde no hay habilidades y ensayos previos, de ahí que sea tan
importante la experiencia y colaboración de otros países a pesar de que siempre suponga
una traducción local. Es necesario por lo tanto visualizar algunos aspectos menos
resueltos y desarrollar un recuento crítico y reflexivo de las tareas pendientes.
Una de las dificultades es la conformación de equipos involucrando socios complejos,
disciplinas varias e instituciones que no necesariamente reconocen a la danza como un
par o como campo de conocimiento, punto que habrá que deconstruir para volver a
configurar. La ventaja de esta acción será la de crear nuevas formas de conocimiento y
acción, posibilitando influencias en ambas direcciones y generando una distribución más
equilibrada de responsabilidades.
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Otro punto delicado es la gestión de recursos para algo que constituye un proceso (que
siempre es más difícil de valorar que un resultado), donde no se cuenta con ejemplos de
éxito (salvo en otros países) y que está básicamente sostenido por hipótesis en lugar de
afirmaciones. Será necesario encontrar instituciones con una visión de cooperación y ser
muy creativos con los recursos que ya existen, además de aportar recursos propios. El
beneficio de esta acción es que luego quedarán hallazgos y antecedentes para nuevos
proyectos, vinculando ojalá de manera novedosa recursos con actores.
Habrá que conjugar diversas escalas decisionales para producir los Diálogos de la Danza
(locales, departamentales, y nacionales), no necesariamente alineadas en un mismo
proyecto político y una misma percepción global del proyecto, pero en esta función se
generarán redes, se identificarán los actores interesados en crear políticas de Estado y se
estarán ejercitando prácticas democráticas.
Se precisará diagnosticar los valores intangibles del sector, algo que la danza no ha
hecho nunca así como tampoco el Observatorio Universitario de Políticas Culturales,
que se ha dedicado más al Consumo y los Comportamientos Culturales (MEC, 2009).
Esto significará la fortaleza del campo, por lo que hay que prestar una importante
dedicación a crear cruces de información y lecturas innovadoras.
En cuanto a la comunicación, se podrán hacer interesantes alianzas con el sector
audiovisual uruguayo que ya tiene experiencia en visibilizar su impacto (ICAU, s.f.), al
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igual que colectivos vinculados a la cultura digital, afines a los valores que impulsa el
proyecto y expertos en generar actividades de alto impacto y bajo costo.
Debido a todos estos desafíos se tendrá que ser flexible con los tiempos de planificación,
que pueden variar sensiblemente. Una vez finalizado el cronograma y redactado el Plan
Nacional de Danza viene otra etapa, cuyo reto será lograr que ese conjunto de estrategias
sostenidas por una red activa de actores persista en otros ámbitos de negociación. Ya no
se tratará de construcción participativa, sino de traducir estos resultados a comisiones
parlamentarias, lógicas presupuestales, marcos legales, escenarios todos bastante
inexplorados por la artes y la cultura uruguaya.
Esta nueva etapa requerirá de una nueva investigación y en buena medida, dependerá del
terreno preparado en el primer tramo, en materia de asociaciones con otros campos de
actuación. Es fundamental que el PND ya esté en los oídos de diversos actores y sobre
todo en sus empatías. Es importante que esté en la mira social para que pueda existir en
la mira política. Así mismo, es imprescindible que las propuestas tengan una base
presupuestal viable, razonable, acorde al gasto y a las inversiones que el país proyecta.
Por otra parte, es primordial que la danza haya asumido y sepa definir cuál es el aporte
que la distingue y qué es lo que va a transformar en específico con ese aporte, en un
ámbito mayor a su disciplina.
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No se debe olvidar que este plan se inscribe en un Plan Nacional de Cultura donde en
primer término hay que negociar con otras artes y manifestaciones culturales. Luego, en
otras esferas de decisiones y voluntades, habrá que ver cómo trabaja este plan y cuáles
son las prioridades de Uruguay, qué importancia entenderá que hay que darle a la cultura
y cómo dialoga en un marco regional políticamente complejo.
Por todo esto es esencial que se trabaje con una visión expandida desde el inicio, ya que
todos estos ensayos de acción comunitaria desde la danza conforman en definitiva la
definición de su futuro y su posibilidad de transformación. Y es por esta razón que la
investigación ha buscado enfocar modos de considerar y poner en relación procesos,
escenarios, actores y recursos, generando resultados y beneficios que puedan impactar
en otras áreas.
En el entendimiento de que las transformaciones sociales no suceden de manera aislada
sino en profunda conexión con múltiples y complejas realidades, se ha pretendido
colaborar con un proceso de desarrollo que tiene amplias posibilidades de incidir,
conectarse y multiplicarse, en un marco mayor de conocimiento y práctica. Que así sea.
70
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