Peculiaridades:cualidades intrínsecas de los objetos
Boris Ivelic K.
Peculiaridades:
cualidades intrínsecas de los objetos
© Boris Ivelic K.
Nº Registro: solicitado
ISBN: 978-956-17-0793-1
.:Tig:.
Taller de Investigaciones Gráficas
Ediciones e[ad]
Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV
EUV
Ediciones Universitarias de Valparaíso
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Serie Arbitrada 2016
Calle 12 de Febrero 21
Casilla 1415
Valparaíso - Chile
Fono: (56-32) 227 39 02
www.euv.cl
Libro cofinanciado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Pontificia Universidad Católica de Chile
Impresión: Salesianos S.A.
HECHO EN CHILE
ESTE LIBRO HA SIDO EDITADO POR LA
VICERRECTORíA ACADémICA DE LA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATóLICA DE VALPARAíSO
BAjO UN COmITé DE EVALUADORES ExTERNOS DEL
CONCURSO DE PUBLICACIONES PUCV, SERIE
ARBITRADA.
Peculiaridades:cualidades intrínsecas de los objetos
Índice Presentaciones
Introducción
Planteamiento teórico
Capítulo 1 Plegabilidad
Introducción de la plegabilidad
Posición de los objetos al desplegarlos en el espacio
Modo de desplegamiento del objeto
Objetos que se despliegan por grados de movilidad
Análisis de objetos de la plegabilidad
Conclusiones de la plegabilidad
Selección de obras de la plegabilidad
Obras de la plegabilidad en el ámbito de la e[ad]
Obras de la plegabilidad en la embarcación Amereida
Obras de la plegabilidad en el ámbito externo
Capítulo 2 Abrir y cerrar
Introducción del abrir y cerrar
El abrir y cerrar en la escala de los objetos
El abrir y cerrar en la escala de los vehículos
El abrir y cerrar en la escala del habitar
El abrir y cerrar en la escala de los espacios públicos
Análisis de objetos del abrir y cerrar
Conclusiones del abrir y cerrar
Selección de obras del abrir y cerrar
Obras del abrir y cerrar en el ámbito de la e[ad]
Obras del abrir y cerrar en la embarcación Amereida
Obras del abrir y cerrar en el ámbito externo
Capítulo 3 Adosabilidad
Introducción de la adosabilidad
Adosabilidad planar
Adosabilidad por apilamiento
Desarmabilidad
Análisis de objetos de la adosabilidad
Conclusiones de la adosabilidad
Selección de obras de la adosabilidad
Obras de la adosabilidad en el ámbito de la e[ad]
Obras de la adosabilidad en la embarcación Amereida
Capítulo 4 Polifuncionalidad
Introducción de la polifuncionalidad
Objetos convertibles
Objetos múltiples
Análisis de objetos de la polifuncionalidad
Conclusiones de la polifuncionalidad
Selección de obras de la polifuncionalidad
Obras de la polifuncionalidad en el ámbito de la e[ad]
Obras de la polifuncionalidad en la embarcación Amereida
Capítulo 5 Tridimensionalidad
Introducción de la tridimensionalidad
Objetos en la escala menor
Objetos en la escala mayor
Análisis de objetos de la tridimensionalidad
Conclusiones de la tridimensionalidad
Selección de obras de la tridimensionalidad
Obras de la tridimensionalidad en el ámbito de la e[ad]
Obras de la tridimensionalidad en la embarcación Amereida
Obras de la tridimensionalidad en el ámbito externo
Otros conceptos
Bibliografía y otras fuentes
9
15
23
51
53
55
57
59
80
81
82
86
88
93
96
97
99
100
101
117
119
120
124
125
129
132
133
134
135
150
151
152
153
163
166
167
169
180
181
182
184
189
193
194
195
206
207
208
214
215
217
221
9
Constituye un gran honor para la Facultad de Arquitectura, Diseño
y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile,
apoyar este esfuerzo editorial que encabeza el académico, arqui-
tecto y diseñador, profesor Boris Ivelic Kusanovic. Docente de dilatada
trayectoria en la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Univer-
sidad Católica de Valparaíso. Lo hacemos conscientes de ese recorrido en
docencia e investigación, que se distingue por estar inserto, con rigurosa
persistencia, en la relación teórica y proyectual entre Arquitectura y Diseño,
abordándola desde un enfoque interdisciplinario, siempre ligado al ejercicio
creador, al resultado materializado concretamente en obra, aportando
al proyecto los principios propios de ambos campos. Por ello destaco,
como uno de los tópicos tratados en este libro, cuando las virtudes de la
técnica se hacen presente diáfana y bellamente en la forma construida.
Este libro representa una delicada síntesis de observación, experimen-
tación y creación de años. Es un extraordinario instrumento de estudio,
para comprender la relevancia del proyecto de diseño, sus principios rec-
tores, sus virtuosas propiedades y sus fundamentos teórico-proyectuales.
Desde un punto de vista académico estamos ante un texto funda-
mental, pues permite al lector, al diseñador, al arquitecto; pero principal-
mente al estudiante de estas nobles disciplinas, reflexionar con profunda
certeza proyectual sobre dichas propiedades que permiten entender las
condiciones formales y técnicas que definen el buen desempeño de un
producto, desde su proceso de ideación, los aspectos materiales, cons-
tructivos y sus cualidades funcionales, sin duda elogiando a los objetos de
diseño a través del hecho insólito que dichos productos producen cuando
se pliegan, despliegan, se descomponen en partes, se abren o cierran, se
adosan con precisión y ejemplar hechura, en una especie de asombroso
aparecer y desaparecer de la forma.
Sin duda es primordial enseñar sobre la belleza y la justeza de las
formas, conmueve la precisión de un movimiento cuando se desarrolla
en una morfología compleja y geométricamente sublime, efectivamente
estimula el apetito creador ver como la realidad se tensiona ante las
maravillas que hoy pueden materializar las tecnologías constructivas. Por
ello un texto que explica estos fenómenos y los sistematiza es esencial,
más aún cuando se hace a través del dibujo como herramienta que cele-
bra la capacidad de esas formas y las representa con absoluta claridad.
Texto, croquis e imágenes, son sin duda contenido extraordinario, de justa
complementariedad, pero para el caso del diseño de objetos es también
coherencia en lo referido a dicho contenido, pues el dibujo en todas sus
formas, es irrenunciablemente un instrumento vital en la gestación de
todo lo diseñado. Es la primera idea.
Presentaciones
PrESEnTACIOnES
11peculiaridades 10
Reitero lo importante que es considerar este libro como una oportu-
nidad única, para que nuestros estudiantes posean una guía, una aguda y
sugestiva ayuda al momento de enfrentar el proceso proyectual, desde
la observación hasta la fabricación y el uso. Efectivamente puede ser una
verdadera contribución a la reflexión detenida sobre las cualidades que
deben tener los objetos cuando son diseñados con seriedad y detención.
En lo personal, agradezco a Boris y equipo, la confianza depositada
en nosotros. manifiesto con sincero orgullo y satisfacción que estos
esfuerzos conjuntos entre ambas facultades contribuyen al progreso y
fortalecimiento de nuestras instituciones y de alguna manera reconocen
que la colaboración supone el más sincero de los gestos, donde se superan
diferencias y distancias, colocando por sobre ello el desvelo fino y justo
por el porvenir de nuestras disciplinas. Al final lo más importante.
Mario Ubilla S.
Decano
Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos
Pontificia Universidad Católica de Chile
Coincidimos con Boris Ivelic como profesores en los primeros años
de la carrera de Diseño de Objetos en la Escuela de Arquitectu-
ra de la Universidad Católica de Valparaíso. Ya nos unía cierta
amistad como compañeros de curso en los primeros años de la Escuela
de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago, donde Boris se
distinguía por su capacidad de fundamentación y de diseño. Boris luego
dejaría la escuela de Santiago para continuar sus estudios en Valparaíso.
En esos primeros años, junto a Fabio Cruz nos tocó dar forma a esta
carrera naciente, compañera de ruta del oficio de la Arquitectura. El libro
que Boris nos presenta hace un recorrido que comienza en esos años de
formación de la carrera.
Celebro la construcción de este libro, bien digo construcción, ya que
está construido como una obra de arquitectura: ladrillo a ladrillo, parte
por parte, hasta llegar a generar un espacio que acoge en este caso la
reflexión sobre el oficio del diseño de objetos.
Boris hace un análisis extenso, ordenado y fundamentado de las partes
de esta construcción y entrega un texto de gran valor para diseñadores
y estudiantes de diseño.
Oficio este, del diseño de objetos, que se encarga nada menos que
de los objetos útiles, aquellos que cobrando distintas formas y usos, nos
acompañan desde que el hombre es hombre. Y que además de ser útiles,
cohabitan nuestro espacio de vida, la mayor parte del tiempo sin ser
usados, solo presentes.
El diseño cuestiona entonces no solo el modo como estos objetos
funcionan sino también el modo de estar presentes. Creo que un modo
adecuado de estar presente es la elegancia. Un término usado por las
matemáticas y las ciencias para manifestar el asombro ante soluciones
que reúnen gran eficacia y simpleza. Que emplean un mínimo de recursos
para llegar a un resultado brillante.
Este libro contribuye a la producción de objetos útiles elegantes, que
acompañen con gracia al hombre en su habitar.
Juan Ignacio Baixas F.
Profesor Titular
Escuela de Arquitectura
Pontificia Universidad Católica de Chile
PrESEnTACIOnES
13peculiaridades 12
Imaginemos un mar tempestuoso en el sur de Chile. Es el mes de sep-
tiembre a mediados de la década del 90 y estamos en el fiordo Comau,
en la desembocadura del río Huinay donde viven unas 40 personas, es
decir, unas ocho familias perdidas y aisladas en los canales patagónicos.
Hace dos años entré a estudiar la carrera de Diseño en la Universidad
Católica de Valparaíso y, ahora con 22 años, visto un traje de plástico
amarillo con cinta de embalaje en los puños para que no entre el agua,
sin ver a mi familia hace 30 días, cepillo unas gigantescas cuadernas de
ulmo que hemos ido a buscar al bosque al otro lado del fiordo junto a los
compañeros de faena y al maestro carpintero de orilla. Nuestra tarea
es avanzar lo que más podamos en la construcción de una embarcación
chilota de 20 metros de eslora. Somos 10 estudiantes y estamos felices
a pesar del frío, de la lluvia y del aislamiento. Son las siete de la tarde y
el camino que conduce del taller de trabajo al comedor es una profunda
senda de barro y troncos podridos, a esta hora está oscuro y tenemos
que usar linternas para cruzar la espesura entre los árboles. Solo cuando
la marea está baja podemos saltar de roca en roca por la orilla del mar,
aunque en estos confines todo tiene su costo, y los musgos resbalosos
de la roca muchas veces nos han costado una caída dolorosa. Pero a
esta altura el dolor casi no importa, lo importante es llegar al único lugar
interior que nos brinda comida y un poco de calor antes de dormir.
Antes de entrar nos quedamos un instante afuera bajo el alero de la
puerta que nos protege de la lluvia, para sacarnos los trajes de plástico y
sacudirlos del agua. Estando en ese umbral miramos por la ventana hacia
el interior iluminado por el suave brillo de una vela: un hombre sentado
a la mesa dibuja en un cuaderno de tapas verdes cubiertas de plástico,
mientras espera a que lleguemos. Algunas veces hemos husmeado en ese
cuaderno y lo que vemos ahí es la insistencia de la forma: variaciones de
los objetos, medidas, cálculos de la embarcación que nos espera afuera,
ejemplos de los elementos que le darán vida, relaciones del cuerpo con
los diferentes espacios que la constituyen, anotaciones de los detalles
constructivos arrancados a los maestros que nos guían. Ese hombre es
Boris Ivelic y nosotros somos sus alumnos, es por eso que estamos allí,
es por él que estamos allí.
Estamos aprendiendo diseño, construyendo una embarcación, vamos
al bosque, cruzamos el fiordo a elegir la madera que nos sirve para su
realización (en realidad acompañamos al que la elige, pero entre tanto
aprendemos): ese es el método que nos propone esta escuela y nuestro
profesor y nosotros creemos ser fieles a él. Nos encontramos con las anti-
guas herramientas olvidadas para trabajar la madera y el hierro: muchos
de nosotros no habíamos tomado nunca un hacha entre las manos, no
sabíamos que era necesario variar la trayectoria del mango en el vuelo
hacia el tronco para que la hoja de acero se insertara de manera eficaz
en la veta, no sabíamos cómo se utilizaba una garlopa, no sabíamos lo
que era un spauser ni lo que era una azuela, no teníamos idea de que
todas ellas eran herramientas a las cuales hay que sacar filo cada cierto
tiempo para cuidarlas; no sabíamos que había que respetarlas y amarlas,
y menos aun que cada vez que las usábamos nos pertenecían. Todo era
nuevo y maravilloso: conocimos la diferencia entre un ulmo, un roble y un
ciprés. En esos tres años que nos tocó ir y volver a ese fiordo escondido,
aprendimos más que en toda nuestra vida hasta ese momento. Supimos
deslizar las yemas de nuestros dedos por la superficie plana que dejaba
un cepillo manual sobre una tabla de alerce y en esa sensibilidad logra-
mos entender la materia. Supimos orientarnos en el fiordo de noche,
sintiendo el frío del viento golpeando solo un lado de nuestro rostro. Esa
fue la gran enseñanza que nos entregó ese tiempo de descubrimientos:
el comprender y vislumbrar las posibilidades que nos permitía el mate-
rial. Somos diseñadores gracias a la lluvia, al viento gélido, las piedras, al
bosque, al musgo resbaloso que maldijimos al caer, y yo creo que esta
recopilación de ejemplos de diseño expuestos en este libro, solo pudo ser
vislumbrada a la luz de una vela sobre una mesa blanca con un poema
esculpido en su canto.
Quizás este prólogo tuvo que estar en el libro anterior de Boris sobre
la embarcación Amereida y, sin embargo, está aquí porque era necesaria
una reflexión más larga de lo que significó la construcción de ese barco
para varias generaciones de alumnos de la Escuela.
Hoy, ese barco no existe; fue devorado por el lugar donde nació. Pero
eso no importa porque entendimos que en ese lugar donde no había ninguna
señal externa –más que la de una radio que entregaba mensajes en un
solo sentido– se concentraban nuestros pensamientos y la experiencia de
lo que vimos, quedando plasmados en nuestros cuadernos enmohesidos:
las diferentes formas de los árboles, de las nubes, de los cerros y rocas,
el secreto de la forma de una cáscara de nuez o las posturas y modos de
dormir de nuestros compañeros. Es allí donde se origina este libro, no en
otro lugar, no en otro tiempo.
Marcelo Araya A.
Profesor
Escuela de Arquitectura y Diseño
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
PrESEnTACIOnES
15
El tema de esta investigación coincide con la fundación del Diseño
de Objetos en nuestra Escuela, el año 1970. En ese momento nos
preguntamos por sus orígenes, su fundamento, puesto que hasta
entonces, este oficio era desconocido en Chile (solo una escuela lo había
impartido por tiempo limitado). Nos dimos cuenta de que existía muy
poca investigación teórica al respecto, contrariamente a lo que pasaba
en arquitectura, ámbito de donde procedemos los que iniciamos el diseño
en la e[ad]. Ambos oficios han estado siempre muy ligados, por tanto,
partimos reflexionando sobre sus semejanzas y distingos.
La primera década, que se inicia con la fundación, culmina en el año
1983, con una retrospectiva del trabajo realizado a través de una exposición
en el museo Nacional de Bellas Artes. Varias de las obras examinadas en
esta investigación provienen de ese período, en que se han incubado las
primeras hipótesis que originan la presente tesis.1
En la exposición de 1983, junto a los profesores Fabio Cruz y juan
Baixas, declaramos:
La arquitectura contiene la extensión orientada que da cabida a los oficios
y artes humanos.
Es justamente a partir de éstos que nosotros comprendemos lo peculiar
de los útiles, y decimos que ellos vienen a ser entidades que posibilitan y
abren el quehacer de los hombres a una nueva realidad artificial –vale decir
propiamente humana. Ellos son generadores en la urgencia interior de los
oficios y a su vez ellos son generadores de oficio. Los objetos útiles, son
entonces, tan antiguos como el hombre mismo.
Tales obras podríamos designarlas como “atavío” o “atuendo” y aún en su
sentido –profundo– como “máscara” eficaz de nuestras acciones; y así bajo
esta luz, rever por ejemplo la silla, la mitra, el planeador.
Esta relación peculiar de los objetos útiles con el cuerpo, no debe inducirnos
a pensar que ellos se asemejen a él o lo imitan; la abstracción que ineludible-
mente se interpone entre la comprensión (visión) de la necesidad y la obra
que le da curso, hace que ésta se distancie radicalmente de todo lo “natural”,
se centre sobre sí misma y adquiera una existencia propia e impredecible.
Los objetos-útiles entonces, son albergados por la arquitectura juntamente
con nuestros cuerpos; ellos no tienen la orientación inmóvil y el género
de autonomía de la obra arquitectónica, sino que depender del cuerpo en
oficio o cuerpo oficiante.
Y cuando decimos cuerpo, no nos referimos tan solo a sus propiedades
biológicas y métricas, sino a toda la complejidad indicativa y sensible que
éste implica en el hombre.
Introducción
1. Esta exposición fue publicada en la revista
CA (47) del Colegio de Arquitectos, en
marzo de 1987.
InTrODUCCIón
17peculiaridades 16
En tanto la obra de arquitectura se instala y se constituye siempre como
un vacío u oquedad que nos acoge libre, distante y desprendida, el útil nos
distiende, nos abre activamente; no está propiamente hablando ante o frente
a nosotros, sino con nosotros. En este sentido no debiéramos designarlos
como “objetos” útiles sino como “co-jetos” útiles.
Traemos estos pensamientos y trabajos del origen, no como nostalgias
del pasado, sino por el contrario, para reoriginar siempre el presente con
la luz de la fundación.
En 1984, la Escuela da un giro en sus planes de estudio e incorpora
el taller de América al taller arquitectónico, a través de travesías anuales
al continente. Uno de sus talleres las inicia y prosigue por varios años
viajando a la Patagonia Occidental: Cabo Froward, marín Balmaceda,
Fiordo Largo, San Ignacio de Huinay, Puerto Bonito, Puerto montt. En
esta región de aguas y climas difíciles, se nos aparece el requerimiento
de una embarcación, único medio y modo de adentrarnos plenamente
desde el diseño en esta región. mediante dos proyectos Fondecyt y casi
una década de trabajo, construimos la Embarcación Amereida.
De los resultados de estas investigaciones aparece una primera tesis
sobre las peculiaridades.
Es precisamente la realidad de una embarcación, lo que nos conmina
y extrema en la búsqueda de las peculiaridades, ya que en un barco esta-
mos constreñidos a un espacio reducido y deben aflorar estas cualidades
para la habitabilidad y plenitud de la embarcación. Los objetos y muebles
construyen el acontecer del barco, tanto en el día como en la noche, en el
ir como en el estar, en el trabajar como en el descansar. Luego los objetos
deben aparecer y desaparecer, transformarse de una función en otra.2
En la primera parte de esta tesis, exponemos el planteamiento teó-
rico, partiendo por la etimología y significado de las palabras utilizadas.
Queremos que los términos empleados para nombrar los conceptos, per-
tenezcan al lenguaje cotidiano y sean fieles a la definición del diccionario
oficial de nuestra lengua. También se definen los alcances utilizados por
la palabra poética en términos como: “peculiar”, “intrínseco”, “desapare-
cimiento”, “aparecimiento”, “resplandecer”.
Las peculiaridades de los objetos, se han originado en el desarrollo
histórico del hombre, desde que necesitó de ellos para desarrollar su
existencia. Cualidades que han adoptado los diseñadores para realizar sus
obras y que los distingue de otros oficios o artes. Es lo peculiar o intrínseco
que los singulariza y que les da autonomía en su obrar. No se confunde
2. Experiencias publicadas en las revistas
ARQ (29) de 1995 y ARQ (49) del 2001.
También en la revista 2G (8), Barcelona,
1999. Finalmente se publica el libro
Embarcación Amereida y la épica de
fundar el mar patagónico (EUV, 2005).
con otras disciplinas, que suplantan el sentido o trascendencia de la obra:
“esculturizar” el objeto, “arquitectonizarlo”, “picturizarlo”.
Concluimos con la presentación de la hipótesis central de la tesis.
Se trata de desvelar estas peculariedades y analizarlas desde distintos
puntos de vista. Todas ellas tienen un común denominador: la tendencia al
desaparecimiento del objeto. Aparecen en su requerimiento, desaparecen
al dejar de ser necesitados.
Los objetos trascienden su función, en la medida que hacen aparecer
y resplandecer su propia peculiaridad, cada vez, en cada caso.
En la segunda parte, se entra a un análisis metodológico para demostrar
la tendencia al desaparecimiento de cada una de las peculiaridades. Se
observan y analizan 93 objetos, conocidos y probados de la vida cotidia-
na, se dibujan, se desglosan en su geométrica de movimientos, vínculos y
transformaciones. Se examina la relación con el espacio arquitectónico,
la vinculación cuerpo-objeto y la construcción de sus algoritmos.
Culmina con la presentación de 36 obras seleccionadas de cada
peculiaridad, realizadas en el ámbito de la Escuela, de la Ciudad Abierta,
de la embarcación y de obras del ámbito externo.
A partir del 2006, se fundan los estudios de postgrado en la Escuela,
con la primera mención Náutico y marítimo (N&m), abierto a diseñadores,
arquitectos y oficios afines.
Es el Océano Pacífico y sus carencias, uno de los grandes desconoci-
dos que abre Amereida sobre nuestro continente americano. El profesor
josé Vial, en 1973, presenta un voto al Senado Académico de nuestra
universidad, para intentar salir de la crisis del país:3
Construir abriendo opciones desde nuestro mar, el actual destino del país
en el concierto actual del mundo. La transformación social de Chile, que la
gran mayoría, en cierto modo acepta, cobraría solamente realidad a la luz
de este salto cualitativo: un Chile para el Océano Pacífico.
Incluimos algunos trabajos y experiencias de este llamado, a través
de las obras y tesis N&m que se vinculan con las peculiaridades analizadas.
En la tercera parte, se presentan nuevos conceptos, originados en
los escritos y pensamientos de nuestros maestros, sobre los que hemos
trabajado en las obras seleccionadas y que complementan el fundamento
de ellas.
Este trabajo es de abertura hacia una teoría que puede seguir en
desarrollo y que está lejos de su finiquito, es por tanto, una invitación a
quienes se interesen en el tema, para continuar esta búsqueda. 3. Voto de la Escuela de Arquitectura y del
movimiento 15 de junio presentado al
Senado Académico el día 28 de junio de
1973.
4. Ricardo Lang V., Diseño, acto y
celebración, Valparaíso: EUV, 2008
(primera edición).
InTrODUCCIón
19peculiaridades 18
Hemos planteado, como complemento, la abertura de dos estudios,
en los cuales estamos trabajando actualmente: uno histórico del origen
de las peculiaridades; cuándo y en qué circunstancias aparecen y qué
desarrollos alcanzan en el tiempo.
Otro, sobre su relación con la naturaleza: el hombre al observarla, ve
cualidades en los animales de las cuales carece: el vuelo, mayor velocidad
y fuerza, ver de noche, permanecer bajo el agua mayor tiempo. Sin esperar
que la evolución se las provea en su cuerpo, él mismo se las ha procurado
a través de la invención de sus objetos.
Hoy, la ciencia continua investigando secretos no resueltos en animales
y vegetales. Campos que están lejos de ser agotados y que le amplían al
diseñador las posibilidades de observar, descubrir e inventar objetos, que
le otorguen nuevas capacidades al cuerpo humano.
De las peculiaridades que aquí presentamos, hay una sexta que solo
nombramos, pues es una de las líneas de investigación del profesor Ricardo
Lang de nuestra Escuela y se refiere a los objetos efímeros o desechables.
Precisamente, es en esta condición que desaparecen cuando han cumpli-
do con el objetivo para los cuales fueron creados. Lang, dando un giro a
este concepto, trabaja en lo que denomina: Diseño Acto y Celebración4.
En esta peculiaridad tiene autoridad y maestría, por lo que le dejamos
la palabra a él.
Queremos agradecer a quienes han cooperado y participado en este
libro. En primer lugar a Diego Rodríguez y Sebastián Gamboa, quienes
participaron del segundo proyecto Fondecyt en lo que podríamos llamar
el primer borrador de esta tesis. A los alumnos de pregrado y de titulación,
que trabajaron aplicando esta teoría en sus proyectos y en el desarrollo
de algunas de las peculiaridades aquí presentadas. A Valentina muñoz y
marcos Rojas, dibujando y analizando los objetos; a Catalina Porzio, bus-
cando la mejor expresión gráfica de esta edición; a manuel Sanfuentes e
Iván Ivelic, por las gestiones realizadas para el logro de este libro.
Finalmente a mario Ubilla, Decano de la Facultad de Arquitectura
de la Pontificia Universidad Católica de Chile, por haber hecho posible
esta edición.
Exposición ”10 años de Diseño de Objetos”, museo Nacional de
Bellas Artes, 1983, Santiago de Chile.
InTrODUCCIón
21peculiaridades 20
Exposición realizada en la Sala Chile del mNBA. Desde su interior, y en la trayectoria del eje
de las láminas hacia el acceso, surge una pasarela suspendida sobre el vacío del hall central.
Allí se exhiben objetos ligados con los fluidos (agua, aire): aviones, lanchas, arpa eólica.
InTrODUCCIón
23
Para la cabal comprensión del planteamiento teórico de esta in-
vestigación, nos ha parecido conveniente declarar el significado y
sentido exacto de algunos conceptos y del lenguaje utilizado en el
desarrollo de las hipótesis del presente trabajo. Los términos y conceptos
que se explicitan son:
• Relación entre Arquitectura y Diseño de Objetos
• Distingo entre hueco y vacío
• macro y microhabitabilidad
• De lo peculiar e intrínseco de los objetos
• Aparecer y desaparecer
Estos términos y conceptos se aclaran en este planteamiento teórico,
presentando la tesis general de las peculiaridades.
Se incluyen notas aclaratorias respecto de ciertas afirmaciones y
conceptos:
• Nota 1: La condición humana es poética
• Nota 2: Coraje de hacer mundo
• Nota 3: Los cuatro modos del hacer aparecer
• Nota 4: La observación
Esta investigación tiene un primer resultado a través del proyecto
Fondecyt 193043, publicado en la revista ARQ en abril de 1995 y corres-
ponde a una mbarcación experimental para la Patagonia y a una primera
versión de la Teoría de las Peculiaridades. Por tanto, traemos una síntesis
de los fundamentos ligados a la embarcación en el contexto de:
• Los grandes objetos que nos permiten habitar y desplazarnos en el
agua, en el aire y en la tierra.
• Los objetos en relación directa con la arquitectura.
• Los espacios efímeros, ligados con la arquitectura y el diseño, que
permanecen temporalmente y luego desaparecen.
relación entre Arquitectura y Diseño de Objetos
Vemos un barco como un gran objeto, así también todo lo que tenga
movimiento propio: aviones, trenes, buses, casas rodantes, que podrían
ser materia de la Arquitectura, pues habita interiores, sin embargo, en
nuestras tesis de trabajo hemos establecido los siguientes distingos:
Planteamiento
teórico
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
25peculiaridades 24
• El espacio de la Arquitectura es en un lugar, ella abre los lugares
singularmente, en cada circunstancia en que hemos denominado su
“aquí y ahora”, destinándolos.
• La Arquitectura es estática, su movimiento es la luz que va transfor-
mando su espacio.
• Los objetos de diseño van con el cuerpo y en muchos casos se des-
plazan con él. Los objetos normalmente ocupan múltiples lugares,
se trasladan. El cuerpo habita con ellos.
• El cuerpo habitando, queda inmerso en el espacio de la Arquitectu-
ra, rodeado por ésta. Los objetos quedan delante, con el cuerpo, se
reviste con ellos. Los objetos nos dicen de una temporalidad y de un
acontecer.
En un automóvil, en un tren, en un bus, en un avión, en un barco, su
espacio interior es concebido como un hueco, rodeado de objetos que lo
hacen habitable. Aquí el hueco no es concebido como un vacío arquitec-
tónico, sino como espacio utilizable en la mayor justeza posible para dar
cabida al cuerpo, casi en una posición: sentado o semiacostado. Su función
básica es el ir. De allí, que el hueco queda definido desde el exterior por
la aerodinámica: en el caso de un avión, es en el fuselaje cilíndrico donde
se habita, adecuándolo al cuerpo. Asimismo, es la hidrodinámica la que
define la forma de un barco, en ese interior se habita.
Distingo entre hueco y vacío
Enfatizando lo que hemos definido como hueco en el caso de objetos que
se desplazan: el hueco se origina del perímetro exterior; su forma, es el
resultado de ofrecer la menor resistencia al viento o al agua en su despla-
zamiento, figura que responde a la aerodinámica o a la hidrodinámica. A
mayor velocidad, mayor es la resistencia que tiene que soportar el objeto.
En cambio, en la arquitectura la forma se origina en busca del pe-
rímetro, desde el interior al exterior y cuando se concibe el espacio, por
ejemplo en una catedral, le llamamos “vacío”, pues lo utilizable por el cuerpo
es solo el suelo, dejando un enorme espacio sin utilizar. Así, se construye
una magnitud arquitectónica que da cabida, pues el hombre no puede
habitar solo de necesidades. Sin embargo, en una embarcación, en un
trasatlántico, dadas las cualidades de la flotabilidad, se dispone de mayor
capacidad en la magnitud de los huecos, al contrario de la aerodinámica.
Podemos ver en un barco de pasajeros, salones y comedores de grandes
magnitudes. Pero no son concebidos como “vacíos”, sino como imitación
de estilos arquitectónicos de tierra, a bordo se pierde la noción de estar
en un barco. Le Corbusier, comenta que se marea en un dormitorio de
estilo en un barco, pues se mueve. En cambio, en un barco que revela su
forma, no se marea. Son huecos escenográficos, nostalgia de tierra; hoy
los cruceros se asemejan a un mall o a un casino.
En nuestro caso, queremos dar cabida a una dimensión arquitec-
tónica, concibiendo los huecos como “vacío”. Esto lo explicaremos más
adelante, pues es necesario aclarar cómo el Diseño de Objetos concibe
una embarcación o cualquier elemento móvil.
El Diseño de Objetos y los espacios móviles
Ya nos hemos referido a la concepción de una embarcación como un gran
objeto. Hemos definido el Diseño como “entidades que posibilitan y abren
el quehacer de los hombres a una nueva realidad artificial, vale decir, pro-
piamente humana. Ellos son generados en la urgencia interior de los oficios
y a su vez ellos son generadores de oficios. Los objetos son tan antiguos
como el hombre mismo” (Cruz, F. (1987)). También hemos dicho que son
guías o extensiones de nuestro propio cuerpo. Y cuando decimos cuerpo,
no nos referimos tan solo a sus propiedades biológicas o métricas, sino a
toda la complejidad indicativa y sensible que éste implica en el hombre.
Por ello, en el caso de la embarcación y cualquier objeto móvil, se
quiere abrir una nueva realidad de habitabilidad, concebirla en una doble
instancia: la del “ir” y la del “estar”, esto por la capacidad de transformación
de los objetos a partir de sus peculiaridades. En el caso del barco, éste
opera en una región en que el agua es el único plano horizontal, por ello
queremos concebir una plataforma habitable para nuestro quehacer. En
este caso, el diseño dando cabida a la arquitectura. Como lo planteamos
anteriormente, queremos concebir el hueco como un vacío del casco. En
una de las hospederías de la Ciudad Abierta, constituida por un espacio
rectangular, los muros son curvos, creando una distancia con los objetos
inmediatos, dando una profundidad que construye su propio vacío.
Hemos planteado a los arquitectos navales e ingenieros, una suerte
de “planta libre”, es decir, un espacio prácticamente sin subdivisiones,
salvo la sala de máquinas, a fin de que tenga presencia esta extensión
y se pueda constituir como espacio. Para solucionar los problemas de
seguridad, hemos diseñado elementos con capacidad estanca.
Los objetos, pueden ser transformables, según la misión de la embar-
cación y han de cuidar esta distancia a las paredes del casco, desvelando
la continuidad formal del mismo. El principio de estabilidad de un casco es
el de la simetría, condición esencial para la navegación. Sin embargo, al
transformar la embarcación en plataforma-taller, rompemos la simetría
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
27peculiaridades 26
del barco, y rompemos su perímetro, por una suerte de giro de la plata-
forma en su diagonal. De manera que ampliando la cubierta aparezcan
dimensiones inesperadas, sorpresivas para habitar en el agua. junto a
constituir este “vacío”, la membrana que lo envuelve, debe responder a
las solicitaciones aerodinámicas, evitando ser arrastrado por el viento.
Es la conjunción entre la voluntad de construir “vacío”, y una envolvente
aerodinámica.
Macro y microhabitabilidad
Podemos distinguir la macrohabitabilidad, esto es la concepción del barco
como un gran objeto habitable, de otra que podríamos llamar microhabi-
tabilidad, los objetos más pequeños, próximos al cuerpo, que se insertan
con la macrohabitabilidad, fundiéndose en un solo gran elemento. Hay
objetos que permiten misiones específicas a realizar: investigar, realizar
obras, hacer diagnósticos, realizar extensión, y aquellos para la vida: comer,
dormir, recrearse. Objetos que destinan los espacios en una temporalidad
y en un acontecer.
Queremos que la microhabitabilidad (objetos) esté en una íntima
relación con la macrohabitabilidad, es decir, el espacio como “vacío”, por
tanto, como espacio arquitectónico, en que objeto y espacio no se anulen
ni confundan, sino que mantengan equidistancia y exalten, el uno al otro,
sus propias cualidades.
Se trata de preservar el vacío, esto es continuidad y presencia de un
gran espacio. Asimismo, como lo hemos explicado, la presencia y conti-
nuidad de las paredes del casco para crear esta distancia al objeto, de
manera que éste lo revele. Este es el objetivo fundamental de la embar-
cación, ello, no obstante, y dado que se trata de dar la mayor flexibilidad
de uso, es que el diseño de los objetos debe afinar sus “peculiaridades”
para ampliar las posibilidades de la embarcación.
junto a utilizarse como taller, comedor, sala de clases en Travesía,
podría dar cabida a exposiciones o conciertos itinerantes. Eventualmente,
y según requerimientos de la región, el barco podría prestar servicios a
la comunidad: policlínico, oficina para algún servicio público (lugar de
votación, por ejemplo), mercado de abastecimiento, biblioteca. Esto a
partir de las cualidades peculiares de sus objetos.
Hemos querido sintetizar los fundamentos de la embarcación para
exponer los objetivos de la microhabitabilidad y las exigencias a las que
son sometidos al llevarlos al límite. Esto nos ha permitido reflexionar y
teorizar sobre el diseño. El objeto debe transformar la embarcación tanto
en el “ir” como en el “estar”, en la “noche” como en el “día”, pues estamos
en un espacio constreñido. Es precisamente en los trenes, en los aviones,
en los yates, en los buses, en las casas rodantes, donde los diseñadores
han extremado sus recursos.
Macro y microhabitabilidad en espacios efímeros
Lo que aquí planteamos respecto a una vida nómade, no solo se da en los
espacios móviles, sino también en los espacios efímeros. Son los espacios
que dan lugar a algún evento de cierta magnitud, o a una emergencia,
pero siempre por un tiempo acotado.
Hoy, gracias a la técnica, es posible generar grandes espacios a
través de estructuras tensadas, armables y desarmables. Se dispone de
formidables grúas y andamiajes hidráulicos. Son espacios de macro y
microhabitabilidad, que tienen en común el desaparecimiento.
las travesías a la Patagonia Occidental
Para nosotros, los espacios efímeros son los que nos permiten instalar
campamentos y el chantier para realizar la obra de Travesía. Tratándose
de regiones de climas extremos y despoblados, llevamos a cuesta nuestra
micro y macrohabitabilidad. Esta última, con estructuras tensadas de
polietileno y malla raschel, para cien personas, resistentes a vientos de
100 km, soplando muchas veces en forma ininterrumpida. La microhabi-
tabilidad la forman: cocinas-fogones con pantallas plegables antiviento,
horno de bandejas apilables, mesas y bancas de múltiples combinatorias,
luminarias individuales parabólicas, lavatorios de higiene personal, kayak y
catamarán inflable con motor fuera de borda, plegadora de metal portátil
y sistemas de cajas ordenadoras de herramientas. Objetos plegables,
desarmables, adosables, polifuncionales.
Los padecimientos en Travesía, nos han permitido verificar acuciosa-
mente los objetos diseñados y desarrollar la teoría de las peculiaridades
aquí presentadas. Todos los objetos que deben ser transportados por
buses, embarcaciones y por nosotros mismos. Por tanto el requerimiento
de su desaparecimiento mientras se está en viaje, resulta crucial.
Nuestra permanencia de ejecución en travesía, no debe deja huellas,
debe desaparecer, solo permanece la obra que se erige en el lugar.
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
29peculiaridades 28
Macro y microhabitabilidad en Arquitectura: breve reseña histórica
Con el advenimiento tecnológico del siglo xx y el desarrollo masivo de
las energías, surge una proliferación de objetos en la vida cotidiana. La
invención de la cañería permite introducir el agua a las habitaciones, como
también su extracción; el baño y la cocina son parte del espacio interior
de casas, hoteles, edificios. Los objetos de baño y cocina son módulos o
parte integrante de muros y suelos, es un mobiliario fijo. La introducción
de la electricidad, una energía invisible, generada en grandes centrales
fuera del espacio urbano, tecnologiza la vivienda. La casa se convierte
en una pequeña industria, se mecaniza, se busca simplificar o ahorrar el
esfuerzo doméstico y traer confort: iluminación, calefacción, aire acon-
dicionado, con solo prender y apagar un interruptor. Refrigeración de
alimentos para su conservación, microondas, juguera, batidora, lavadora,
plancha, aspiradora, secador de pelo, afeitadora. El gas (licuado, cañería)
introduce la energía térmica: calefacción central, radiante, agua caliente
en gran magnitud.
Se introducen talleres domésticos y artesanales en la vivienda al dis-
poner de herramientas especializadas: taladro eléctrico, sierra eléctrica,
cepilladora eléctrica, tupí, máquina de coser, máquina de cortar tela, etc.
El descubrimiento de las ondas electromagnéticas permite la voz y
la imagen inalambricante al interior de la habitación; a través de la radio
y la TV, entra a la habitación el cine, el estadio, el circo, el espectáculo,
el periódico.
El computador permite trabajar en casa y reemplazar la oficina y
la secretaria. Los espacios se vuelven “inteligentes” con la digitalización.
Sigfried Giedion nos plantea:
Con el aparecimiento del Arquitecto y del Diseñador Industrial, las formas
mecanizadas construidas por el ingeniero, reoriginan la forma del mobilia-
rio y la arquitectura, despojándola de toda ornamentación y decoración
apareciendo traslúcida y liviana en el nuevo espacio de la arquitectura.
(Giedion, S. (1978) La mecanización toma el mando).
Analiza el aparecimiento de las cualidades que los diseñadores han
introducido en los objetos: plegabilidad, portabilidad, compactibilidad,
convertibilidad, reclinabilidad, desmontabilidad, capacidad telescópica,
capacidad giratoria.
Así, la casa, los edificios, se han llenado de objetos, y, paradojalmente,
la necesidad habitacional ha reducido la magnitud de los espacios.
jean Baudrillard, refiriéndose a la misma problemática:
Al mismo tiempo que cambian las relaciones del individuo con la familia
y con la sociedad, cambia el estilo de los objetos mobiliarios. Sofá-cama,
cama de rincón, mesas bajas, estanterías. Son elementos que sustituyen al
antiguo repertorio de muebles. La organización cambia también: la cama se
convierte en sofá-cama, el aparador y los roperos en alacenas ocultables.
Las cosas se repliegan y despliegan, desaparecen, entran en escena en el
momento deseado. No cabe duda que estas innovaciones no constituyen
de ninguna manera una improvisación libre: la mayor de las veces, esta
mayor movilidad, conmutabilidad y oportunidad no es sino el resultado de
una adaptación forzosa a la falta de espacio. (…) Hoy en día, por último los
objetos dejan traslucir claramente que es aquello para lo cual sirven. Así,
pues, son libres como objetos de función. (…) No hay relación entre ellas
mientras no sirven más que para lo que sirven, sin relación no hay espacio,
pues el espacio no existe sino abierto, suscitado, ritmado, ampliado por una
correlación de los objetos y un rebasamiento de su función en esta nueva
estructura. El espacio es de alguna manera, la libertad real del objeto; su
función no es más que su libertad formal.
(Baudrillard, j. (2009) El sistema de los objetos).
Le Corbusier, nos plantea:
La aportación de la técnica moderna al mobiliario, introduce conceptos
de standarización e industrialización. Los muebles modernos reducen el
mobiliario al estado de casilleros constituyendo el muro de la habitación.
Los grandes muebles, comprensibles en tiempos de los castillos, son de-
sastrosos en los hogares. La casa ha vaciado sus muebles y el espacio y
la luz son abundantes. Cuando el objeto ya no realiza una función, se ha
convertido en un parásito, hay que encontrar una estética que nos convenga
(Le Corbusier (2009) Precisiones).
Al proliferar los objetos, se busca su “desaparición”. Los objetos se
achican, se compactan (mini componentes). Los muebles se vuelven li-
vianos, traslúcidos, desarmables, plegables, de doble función. Los clósets
aumentan en la vivienda, desaparece el ropero, la cómoda. El objeto deja
de ser un elemento decorativo, empieza a cobrar valor intrínseco (por sí
mismo). La arquitectura hace aparecer el espacio, se despoja de lo su-
perfluo, de lo decorativo. Los objetos ya no “tapan” ni “llenan” el espacio.
Los arquitectos-maestros de principios del siglo xx intervienen en el
mobiliario y los objetos de acuerdo a los postulados de la modernidad:
Le Corbusier, Van der Rohe, Alvar Aalto, Rietveld, la Bauhaus con Gropius
y Breuer a la cabeza.
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
31peculiaridades 30
El objeto se hace más leve y elegante, tiene valor propio. Ya no in-
terviene negativamente en el espacio arquitectónico. Por el contrario, se
complementa a él.
Herbert Read, sostiene:
Una teoría falsa afirma que si el objeto en cuestión cumple su función
con toda la eficacia posible, poseerá “ipso facto” las cualidades estéticas
necesarias. A este argumento hemos de responder diciendo que un objeto
que funciona perfectamente puede poseer cualidades estéticas (y proba-
blemente las tendrá), pero que no se trata de una relación necesaria. Los
valores estéticos son valores absolutos o universales a los que un objeto,
restringido por su función o una forma particular, puede acercarse; pero
que, en razón precisamente de su particularidad, no puede asumir inevita-
blemente. En otras palabras, que el arte implica valores más diversos que
los determinados por la necesidad práctica.
(Read, H. (1961). Arte e industria: principios de diseño industrial).
Wassily Kandinsky observa que:
(…) en la práctica a veces la forma exterior nos incita a la compra, pero las
partes invisibles son también absolutamente bellas, superando así el fin
práctico. Por tanto es interesante tratar de contestar a este interrogante:
¿Por qué hallamos una forma técnica satisfactoria? No porque sea funcional
(algo que a menudo ni siquiera podemos juzgar), sino porque presenta una
construcción clara y estética (…) ¿En qué consiste esta claridad y precisión?
Elementos (simples) + construcción. Por otra parte, si la técnica logra un
resultado estético, las artes pueden tener un fin práctico que vincule su
forma a una función: Lo práctico-útil, la función, conciernen tanto a la vida
interior como a la vida exterior del hombre (…) Función y forma, base de la
concepción de la Bauhaus, coinciden.
Por otra parte, en la técnica observamos a menudo formas exteriores y
un acabado interior perfectamente bellos, como ya hemos visto, que van
más allá del fin práctico. Pero la belleza de la forma funcional está más
vinculada a la época y pierde su valor con el paso del tiempo, cuando la
función ha caducado, mientras que el arte conserva intacta su fuerza de
expresión, que es su fin.
Evolución de las formas exteriores (…) la idea precede, pero la antigua forma
convencional perdura.
El desarrollo es muy largo. La evolución tiende hacia lo “bello” funcional,
eliminando lo “feo” = inadecuado.
(Kandinsky, W. (2007) Cursos de la Bauhaus).
En definitiva, Kandinsky cree que en todas las actividades del hombre
hay una tendencia a la búsqueda de lo no-útil, exteriormente vanas, pero
interiormente estimulantes, “una voluntad de superar sus Iímites”.
A la luz de estos planteamientos pretendemos, más adelante, dar
una visión de cómo el objeto trasciende su función. La búsqueda de su
no-utilidad, su gratuidad, su sentido.
De lo peculiar o intrínseco de los objetos
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
(RAE), así se definen los siguientes términos:
Peculiar (Del lat. peculiāris): Propio o privativo a cada persona o cosa.
Intrínseco (Del lat. Intrinsěcus, interiormente): íntimo, esencial.
De acuerdo al Diccionario de uso del español maría moliner:
Peculiar: Propio y característico de la cosa de que se trata.
Intrínseco: Propio de la cosa por sí misma y no le viene de afuera.
Según el Diccionario de Sinónimos de F. C. Sainz De Robles:
Peculiar: Característico, original, privativo, singular, específico, propio,
exclusivo, sui generis.
Intrínseco: íntimo, interior, interno, propio, esencial.
Lo propio, en este caso de los objetos, es aquello que se ha acuñado
en el desarrollo histórico, desde que el hombre necesitó de ellos para
desarrollar su existencia cotidiana. Lo que a este oficio le es propio e
inconfundible con otras disciplinas u oficios. Todo oficio o disciplina tiene
su propia peculiaridad, su materia propia.
Sobre el cine, nos dice Fellini:
El cine es imagen, antes y por sobre todo. El cine es suplantado hoy por
el guión, por el argumento, yo realizo un cine que parte por la imagen. Se
construye a partir de la imagen. No una imagen que ilustra un guión, sino
la plenitud de la imagen.
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
33peculiaridades 32
El poeta Godofredo lommi nos plantea:
La poesía es la palabra por la palabra misma. Es antes que nada mostrarse
en su ser palabra.
Esto peculiar singulariza el oficio, le da autonomía en su obrar. No
es confundible con otras disciplinas, no ha de interferir otros oficios que
suplanten su sentido o trascendencia: “esculturizar” el objeto, “arquitec-
tonizarlo”, “picturizarlo”.
El diseño, como todo oficio, establece relaciones con otras disciplinas,
hemos hablado de la relación con el espacio arquitectónico. El diseño en
el hecho concibe objetos para que otras disciplinas ejerzan su oficio, para
que el hombre realice su vida cotidiana, por tanto, abierto a un diálogo
permanente con todos los quehaceres del hombre.
El término “peculiar” lo tomamos de los fundamentos de la Escuela de
Arquitectura, desarrollados a lo largo de 65 años. Uno de sus momentos,
es la exposición del año 1982 en el museo Nacional de Bellas Artes:
Nos parece que la condición humana es poética (Nota 1).
Vale decir que por ella el hombre vive libremente y sin cesar en la vigilia y
coraje de hacer un mundo.
Ese coraje o virtud, además de extender un campo donde se suscitan los
oficios, pide desde lo más propio de sí mismo.
Ser manifestado como trazo, como virtud o coraje creador, pide resplan-
decer como tal (Nota 2).
Cuando así resplandece decimos que es un arte. En consecuencia creemos
que todos los oficios son un arte cuando hacen resplandecer ese coraje
conjuntamente con aquello que le es peculiar (ciencia, técnica, filosofías, etc.)
(Cruz, A. (1999) Un trazo de veinte años).
La peculiaridad ha de ser “evidenciada” por el objeto, ha de “mostrar-
se”, ha de “resplandecer”.
De acuerdo a la RAE:
resplandecer (Del lat. resplendescěre): Despedir rayos de luz una cosa. //
Sobresalir, aventajarse a otra cosa. // Lucimiento, gloria, lustre, nobleza.
Según el Diccionario maría moliner:
resplandecer: Brillar, lucir, relumbrar. Sobresalir en cierta cosa.
Y en el Diccionario de Sinónimos:
resplandecer: Iluminar, dar luz, esclarecer, destellar, lucir, resaltar, sobre-
salir, destacarse, aventajar.
A propósito de la utilidad o finalidad práctica, Romano Guardini nos
señala:
Llamaremos finalidad práctica el principio de orden que subordina ciertos
objetos y ciertos actos a otros objetos y otros actos, que hace que un
objeto se dirija a otro, el cual se constituye en su razón de ser. El principio
subordinado, el medio, no tiene valor más que en la medida en que se revele
apto para servir los intereses del principio sobreordenado del fin. El ser que
actúa no se detiene, no permanece allí; esa etapa no es a su parecer más
que un pasaje, un camino hacia el fin, único que le dará el reposo. El criterio
del medio mirado desde este ángulo será su aptitud para conseguir el fin.
Cuanto no conduce directamente a él, cuanto es superfluo, será sacrifi-
cado despiadadamente. En esta empresa crudamente objetiva actuará el
principio económico de la ley del menor esfuerzo, del menor consumo de
tiempo y de materia…
(…) Ahora bien, cada objeto es, a la vez que corresponde a un fin, igualmente
algo que reposa en sí mismo, que es en sí mismo su propio fin.
muchos objetos no son casi más que eso. Haremos mejor empleando aquí
la palabra sentido (sinn)…
(…) La utilidad es el blanco del esfuerzo, del trabajo, el sentido es el con-
tenido de la vida, de la vida en flor y en manifestación. Si los dos polos del
Ser son: Utilidad y Sentido, Esfuerzo y Crecimiento, Trabajo y Producción,
Orden y Creación.
(Guardini, R. (2001) El espíritu de la Liturgia).
Por tanto, la obra saca a la necesidad de su mera utilidad.
martin Heidegger, en Ciencia y Técnica, nos trae a presencia los cuatro
modos del hacer aparecer; las cuatro causas para que algo, un objeto por
ejemplo, exista. Causas que se remontan al pensar griego, a Aristóteles:
• Causa material: la materia de un objeto.
• Causa formal: la forma, la figura en la que introduce la materia.
• Causa eficiente: que produce el efecto, el objeto realizado.
• Causa final: el fin del objeto, su sentido (Nota 3).
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
35peculiaridades 34
No hay dicotomía entre eficiencia y sentido. La obra sin sentido es
meramente una herramienta, un medio para otro fin; cumplido ese fin
deja de tener existencia propia, como nos lo plantea Guardini. La obra sin
eficiencia o utilidad se vuelve un objeto superfluo, decorativo.
Revisemos las peculiaridades que hemos distinguido (hipótesis) en
los objetos y veamos en ellas ejemplos de obras que clarifiquen lo que
antes hemos afirmado:
Plegabilidad
La capacidad de un objeto de aumentar o disminuir su dimensión, que
hace que un objeto aparezca y desaparezca según sus requerimientos. Por
ejemplo, un paraguas, un abanico, los coches de guagua, la silla de playa,
las persianas. Por un solo gesto de la mano o del cuerpo y manipulando
de extremos, esos objetos se pliegan o despliegan. Esta cualidad de la
plegabilidad dada por un dominio geométrico, de partes móviles y fijas.
Experiencia realizada: diseñamos para la ventana de una hospedería
una persiana que se despliega tridimensionalmente, como el ala de un
pájaro. La persiana al desplegarse no tiene tan solo dos estados, sino
situaciones intermedias que matizan la luz en el transcurrir solar. La per-
siana desvela el acontecer creando un grosor luminoso.
Abrir y cerrar
La capacidad de un objeto –al igual que la plegabilidad– de hacer aparecer
o desaparecer, de hermetizar y deshermetizar. Por ejemplo, las puertas,
las puede abrir un niño; ello por el dominio sobre el peso de los objetos
que tiene un diseñador y que los hace maniobrables. Las cajas de pesca,
al abrirse presentan los objetos clasificados y ordenados y al cerrarse
dejan protegido su contenido. El transbordador “El Colono” abre su proa
(puerta), y crea un pórtico rompiendo la simetría del casco.
Cuando el Papa accede a su automóvil, no solo le abren la puerta, sino
al mismo tiempo el techo. Así, el Papa no se agacha al entrar y sentarse.
El hombre, a diferencia de los animales, anda erguido; esta es su conquista,
este es su gesto humano, y los objetos se lo procuran.
Experiencia realizada: diseñamos un cobertor de automóviles que se
abre por su diagonal, dejando la mitad del auto libre al acceder. El cobertor
al abrirse rompe su forma simétrica, apareciendo una forma inesperada,
que desvela el gesto de quien la abre.
Adosabilidad
Capacidad de los objetos de unirse unos a otros y construir totalidades
(la parte y el total); desaparece la unidad y aparece el total o viceversa.
Por ejemplo, los muebles modulares, los andamios, los carros de super-
mercado que al adosarse disminuyen su extensión, al igual que los objetos
que se apilan (sillas, platos, vasos cónicos, etc.).
Experiencia realizada: diseñamos unos asientos para las estaciones
del metro: unidades fisiológicas, separadas por unas ranuras. Se les agre-
gó otra ranura al medio, la unidad fisiológica se rompió y apareció una
continuidad horizontal. Así, estos asientos son una especie de “escaños
de plaza”, en que el cuerpo tiene libertad de gestos.
Dentro de las maneras de adosabilidad, podemos distinguir también
los objetos desarmables. Al igual que la plegabilidad, es la capacidad de
disminuir el volumen de un objeto para potenciar su capacidad de tras-
lado. Son unidades y totalidad (unidad y la parte) en que unir y desunir
es un gesto rápido y elemental. Por ejemplo, los andamios, los juegos de
construcción (tipo mecano o Lego), el bote Kepler de lona, las carpas, etc.
Experiencia realizada: en las travesías, por razones de traslado, lle-
vamos nuestro equipamiento desarmado. Las mesas, al armarse pueden
formar múltiples figuras: unidades continuas o discontinuas, anchas o
angostas, formando rectas o curvas, etc. Así, cada vez, las mesas crean
una forma distinta de juntar y relacionar los cuerpos.
Polifuncionalidad
Capacidad de los objetos de cumplir dos o más funciones. Podemos dis-
tinguir en ellos dos familias:
• Objetos convertibles: En ellos se produce una transformación al ser
accionados por el cuerpo. Por ejemplo, el piso-escalera, el sofá-cama,
la cartera-bolso, etc.
• Objetos múltiples: No hay transformación en ellos, sino que cumplen
dos o más funciones sin transformar su forma. Por ejemplo, la silla
universitaria (asiento y escritorio), el cortaplumas, etc.
Experiencia realizada: para las aulas de nuestra universidad diseña-
mos una silla universitaria en base a un tubo continuo con dobleces. El
cuerpo adopta una gestualidad en continuidad fundiéndose con la forma
que lo acoge.
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
37peculiaridades 36
Son estos distingos, los que nos permiten plantear conceptualmente
esta doble cualidad.
Tridimensionalidad
Capacidad de un objeto de ocupar las tres dimensiones del espacio a
partir de su vinculación a algún plano rígido. Por ejemplo, las lámparas de
tablero de dibujo, las escaleras telescópicas de bomberos, la antena de
un televisor, la grúa canastillo, etc. El objeto se transforma de su máxima
extensión a su mínima extensión, para también desaparecer.
Experiencia realizada: se diseñaron unas lámparas para el Taller de
Diseño de Objetos. Las lámparas, para extenderse en su mayor radio de
acción, incorporan unos soportes estructurales del techo. Con sus soportes,
barras y tensores, construyen, en la suma visual, una geometría aleatoria
de elementos del cielo del taller. Ello es parte del fundamento arquitec-
tónico. El diseño resuena con la arquitectura, sin dejar de ser él mismo.
Aparecer y desaparecer
De acuerdo a la RAE:
Aparecer. (del lat. apparescěre): manifestarse, dejarse ver, por lo común,
causando sorpresa , admiración u otro movimiento del ánimo // Dicho
de una cosa que estaba perdida u oculta: Encontrarse, hallarse // Cobrar
existencia o darse a conocer.
Desaparecer. (de des- y aparecer): Dejar de estar a la vista o en un lugar
// Ocultar quitar de delante con presteza una cosa // Ocultarse, quitarse
de la vista una persona o cosa, por lo común con rapidez.
Realicemos un breve análisis de estas peculiaridades, buscando algo
en común a todas ellas:
• Plegabilidad: Aumento o disminución de su dimensión. Capacidad de
un objeto de aparecer y desaparecer.
• Abrir y cerrar: Hermetizar y deshermetizar, hacer aparecer y desa-
parecer el objeto allí guardado o las personas allí protegidas.
• Adosabilidad: Capacidad de los objetos de unirse unos a otros. Des-
aparecen al apilarse tanto en horizontal como en vertical y también
al desarmarse.
• Polifuncionalidad: El objeto asume una doble función. Ante el reque-
rimiento de una de las funciones, ésta aparece y la otra desaparece.
• Tridimensionalidad: Al ocupar cualquier punto en el espacio en su
máxima extensión, al no estar en uso alcanza la mínima extensión
o desaparición.
Anteriormente analizamos, en torno a la relación con el espacio
arquitectónico y la evolución tecnológica, esta realidad y tendencia de
los objetos a su compactación o a su doble estado de aparecer y desa-
parecer. Asimismo, la vida en el ir, ya sea en automóvil, tren, barco, avión,
o la vida nómade del camping, son formas que propician la tendencia del
objeto a su doble cualidad. En los deportes, el windsurf o el velero láser, no
requieren del Club de Yates, ya que se portan en la parrilla del automóvil.
Los kayaks son desarmables. El ala delta y el parapente ya no necesitan
cancha de aterrizaje. Son objetos que se desplazan con el cuerpo.
Podríamos decir, peculiaridades surgidas de su funcionalidad, de su
utilidad, de la realidad del mundo moderno. Pero como ya lo afirmamos,
se requiere que esta realidad tenga sentido.
Tomemos una indicación de Godofredo Iommi:
mas ¿qué nos dice mundo? Latamente, el mero juego de aparición y desa-
parición. Solo en la latitud de tal juego el mundo se hace a sí mismo mundo;
aparece como tal, dígase estante o cambiante. Aparece-desaparece-soñando,
imaginando, recordando, olvidando, viendo, tocando, etc., etc. (quiérase ya
subjetiva u objetivamente, no interesa este punto). Ese juego de aparecer y
desaparecer, ineludible, tiene como fondo el desaparecimiento mismo. La
aparición se decide como aparecer solo por el desaparecimiento, de suerte
que la desaparición es propia de la aparición. En el paso de la aparición desde
el desaparecimiento se abre la poesía misma (Banquete, Platón). Tal juego
es el juego del mundo, de suyo y por ende, siempre poético…
(…) ¿mas qué es hacer poesía sino traer a la aparición o aparecimiento, en el
juego mismo del desaparecimiento o fundamento poético mismo, ese hecho
de juego-mundo o, sencillamente, poesía? Hacer poesía es hacer aparecer la
poesía como tal. Es decir, mostrarla de suerte que comparezca diciéndose
a sí misma poesía. Expliquemos: en el juego de apariciones-desapariciones
en el que somos y estamos, la aparición propia de la poesía se distingue
de no importa cuál otra aparición de suyo virtualmente poéticas porque
mediante su distinción aquella nos señala precisamente la condición poé-
tica de cualquiera apariciones. Es decir: la poesía muestra, simplemente la
realidad poética del mundo en cuanto poética. “Hacer poesía” es, pues, una
aparición peculiar entre las apariciones, cuya nota indica que ella señala
no importa cuál aparición, precisamente, como poética.
(Iommi, G. (1984) Segunda carta sobre la Phálene)
PlAnTEAMIEnTO TEórICO
39peculiaridades 38
juego recíproco, el uno aparece por el otro, el otro aparece por el
uno. Ley de contraste. En lo cotidiano algo aparece desde su ausencia o
desaparición, ahí reparamos en su existencia. Cuando un ser querido no
está se lo “echa de menos”, se lo tiene presente por su no presencia. En
los espacios de la arquitectura algo aparece, por su contraste: aparece
la gran magnitud de un espacio, viniendo de uno constreñido. Aparece
la luz matizada, filtrada en una catedral, cuando se accede desde la luz
desnuda de un exterior.
Las peculiaridades a que nos referimos, son de dos momentos: en este
juego de plegabilidad-desplegabilidad, abertura-cierre, armado-desarmado,
adosado-separado, extendido-reducido, ha de aparecer la peculiaridad,
mostrándose en su aparecimiento-desaparecimiento.
Tomemos otro modo de desaparecimiento, al que Alberto Cruz llama
“la forma de la ausencia”. Para el proyecto de una Iglesia, hace la siguiente
observación: (Nota 4).
Iglesia de las formas de la ausencia: esa era la tarea.
Ahora no me sentía tan desnudo.
Fue precisamente antes de recibir el encargo para realizar la capilla que
participé en una misa recordatoria en la casa del fundo Los Pajaritos. Las
ventanas se entornaron para quitar el paisaje del living y transformarlo en
un oratorio.
Suavísima, delicadísima, luminosa penumbra surgió.
Una luz que hacía mirar al espacio, solo al espacio.
Ningún muro, ninguna pared (el living era un living normal: lleno de com-
plicaciones, se entiende).
La luz me dije.
La luz circunstancia exterior, posición espacial del orar.
La luz es la arena para estar junto al mar de nuestro orar.
Hoy no comparece nada más que luz.
Hoy al ojo llega solo la luz.
Lo demás no importa, no interesa nada, puede ser lo que se quiera…
(…) ¿Cómo decir, solo entonces, la luz y lo demás no me importa nada?
Por esto: hace algún tiempo estaba arreglando apresuradamente la casa
para un amigo y la cubierta de la mesa la pintamos en diversos rectángulos
coloreados.
Era la técnica de la pintura concreta.
Era un ensayo, abría camino, me decía, y era un mundo de las posibilidades
en el que yo vivía.
Algún tiempo después, con una placa de contraplacado y unos caballetes
armé una mesa en el comedor de mi casa y la mandé a un garage a pintar
blanca para después pintarle las superficies coloreadas.
Pero cuando llegó creó en la casa una espacialidad tan viva que me pareció
un verdadero crimen tocarla.
Y en el blanco, relucen los platos, el vino, los guisos.
Y los codos y las manos en las conversaciones.
Un género de vida ha creado este blanco que ya no es un color, sino una
calidad del espacio.
(Cruz, A. (1971) Fundamentos de la Escuela de Arquitectura).
Forma de la ausencia, precisamente para que aparezca en el caso de la
capilla el espacio de la oración. En el caso de la mesa, el desaparecimiento
de la mesa para que aparezcan los comensales, la comida. Observación
para la Arquitectura y para el Diseño de Objetos.
Veamos otras observaciones en torno a lo mismo:
• Un zapato es bueno cuando no lo sentimos, cuando no nos molesta,
se hace parte de nuestro pie. Pero al mismo tiempo nos protege,
nos sentimos cómodos, nos da seguridad. Le confiere al cuerpo más
libertad que al estar descalzos. El zapato, sin embargo, resalta la
figura y gestos del cuerpo, como la zapatilla de ballet o el taco alto
de la mujer.
• Una silla es buena en la medida que permita distintas posturas del
cuerpo, que no la sintamos táctilmente, que desaparezca en el gesto
de nuestro cuerpo sentado. Por el ojo reparamos que nos vestimos
con la silla, es un atuendo, se hace parte nuestra.
• Podemos afirmar que la verdadera libertad de un objeto, es que éste
mantenga un cierto retiro, para que la figura humana aparezca y es-
plenda. El cuerpo no le acepta a los objetos ninguna condicionante,
ningún movimiento forzado, ninguna acción violenta. Los objetos nos
vienen en una confiada distracción. Son dóciles. El protagonista es el
gesto humano que co-participa con el objeto.
• Chaplin, se mofa constantemente de los objetos, cuando el hombre
queda ridiculizado por un mal accionamiento de algún artefacto;
recordemos la escena de las puertas giratorias y la mesa extensible,
cuando llega borracho a su casa.
Mecanismos y algoritmos de las peculiaridades
Ya vimos que los objetos de diseño son móviles, tienen libertad de movi-
miento. Para que ellos puedan funcionar requieren de algún mecanismo
y de un algoritmo.
PlAnTEAMIEnTO TEórICO