Vol.2 nº4, otoño 2014 SOCIEDAD DE ENFERMERÍA DE ATENCIÓN PRIMARIA DE ASTURIAS
sum
ario
Original
Las enfermeras comunitarias ante el derecho a
morir dignamente 6
Técnica inhalatoria en el
paciente con
enfermedad pulmonar
obstructiva crónica 21
Beneficios del ejercicio
físico en el adulto 28
Actualización de un
protocolo de actuación para
el diagnóstico y tratamiento
de la faringoamigdalitis
estreptocócica 38
Cuidados
Atención de Enfermería a
Pacientes con Cáncer de mama
y en riesgo de desarrollar
Linfedema 57
Entrevista
Entrevista a Fernando Alonso
(Decano de la Facultad de
Enfermería de Gijón) 77
Colaboración
Original
Imagen de Zambia. Cedida por: M. José Espinosa Alonso (C.S.Santa Eulalia de Morcín)
Revisión
Yo decido. Por la libertad de
las mujeres 50
Entidad editora:
SEAPA (Sociedad de Enfermería de Atención
Primaria de Asturias)
Directora:
Carmen Santano Vilchez SUAP. Centro de Salud El Quirinal (Avilés)
Comité Editorial:
Fernanda del Castillo Arévalo
Centro de Salud de Contrueces (Gijón)
Ana González Pisano Centro de Salud de Vallobín – La Florida (Oviedo)
Carmen Santano Vilchez SUAP. Centro de Salud El Quirinal (Avilés)
Mª Ángeles González Fernández Subdirectora de Enfermería de Atención Primaria
del área del Bierzo (León)
Susana Navalpotro
Enfermera de UVI Móvil del SUMMA 112 (Madrid)
Rosendo Argüelles Barbón
Coordinador de Continuidad de Cuidados (Gijón)
Francisco Javier Izurubieta Barragán
Escuela Universitaria de Enfermería. Servicio Riojano
de Salud/Universidad de La Rioja (Logroño)
Sheila Sánchez Gómez
Centro de Salud Zaramaga. Presidenta de la
Subcomisión de Enfermería de la Unidad Docente de
Álava (Álava)
Manuel Rich Ruíz Vicedecano de Coordinación Académica y Extensión
Universitaria. Facultad de Medicina y Enfermería.
Universidad de Córdoba (Córdoba)
Laura Albornos Muñoz
Unidad de Investigación en Cuidados de la Salud del
Instituto de Salud Carlos III (Madrid)
Cristina González Aller Centro de Salud de Llanera (Oviedo)
Comité de Redacción:
Fernanda del Castillo Arévalo Centro de Salud de Contrueces (Gijón)
Ana González Pisano Centro de Salud de Vallobín – La Florida (Oviedo)
Santiago González Sánchez Centro de Salud El Llano (Gijón)
Carmen Santano Vilchez SUAP. Centro de Salud El Quirinal (Avilés)
Marta Pisano González Centro de Salud de Ujo (Figaredo)
Enrique Oltra Rodríguez Escuela Universitaria de Enfermería de Gijón
(Gijón)
Carmen Teresa Velasco González Jefa del Sección del Servicio de Calidad de la
D.G. de Innovación Sanitaria. Consejería de
Salud de Asturias (Oviedo)
Rosario Riestra Rodríguez Escuela Universitaria de Enfermería de Gijón
(Gijón)
Fernando Alonso Pérez Escuela Universitaria de Enfermería de Gijón (Gijón)
Emilio Velasco Castañón Centro de Salud Llano Ponte (Avilés)
Dolores Mirón Ortega Centro de Salud de Mieres Sur (Mieres)
Rubén Martín Payo Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.
Universidad de Oviedo (Oviedo)
Emilia Romero de San Pio UCI. Hospital Universitario Central de Asturias
(Oviedo)
Sofía Osorio Álvarez Hospital de Cabueñes (Gijón)
Rosendo Argüelles Barbón Coordinador de Continuidad de Cuidados (Gijón)
Cristina González Aller Centro de Salud de Llanera (Oviedo)
ISSN: 2254-8270
Título Clave: Revista (SEAPA. Internet)
Depósito Legal: AS 2340-2002
Periodicidad: Trimestral
EDITA: SEAPA
Dirección: C/ Víctor Sáenz 5, bajo-33012 (Oviedo)
Teléfono: 615 761 501
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Web: www.seapaonline.org
Maqueta: Javier González Pisano
María Rodríguez Fernández
com
ités
Comité Científico:
Santiago González Sánchez Centro de Salud El Llano (Gijón)
Berna García Menéndez Centro de Salud de Sama de Langreo (Sama)
Belén Fernández Suárez Servicio de Planificación, Calidad y Aseguramiento.
D.G. de Innovación Sanitaria. Consejería de Salud
(Oviedo)
Raquel Pérez Otero SESPA, Área I. (Jarrio)
Marta Pisano González
Centro de Salud de Ujo (Figaredo)
Enrique Oltra Rodríguez Escuela Universitaria de Enfermería de Gijón
(Gijón)
Rosario Riestra Rodríguez Escuela Universitaria de Enfermería de Gijón
(Gijón)
Emilia Romero de San Pio UCI. Hospital Universitario Central de Asturias
(Oviedo)
Fernando Alonso Pérez Escuela Universitaria de Enfermería de Gijón
(Gijón)
Carmen Teresa Velasco González Jefa del Sección del Servicio de Calidad de la D.G. de
Calidad e Innovación en los servicios de salud de la
Consejería de Salud de Asturias (Oviedo)
Emilio Velasco Castañón Centro de Salud Llano Ponte (Avilés)
Dolores Mirón Ortega Centro de Salud de Mieres Sur (Mieres)
Rubén Martín Payo Escuela Universitaria de Enfermería de Oviedo
(Oviedo)
Sofía Osorio Álvarez Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón)
Margarita Fernandez Garcia UGC de Sotrondio (Sotrondio)
Charo Gª-Cañedo Fernández
Centro de Salud Otero (Oviedo)
Mª Ángeles González Fernández Subdirectora de Enfermería de Atención Primaria
del área del Bierzo (León)
Susana Navalpotro
Enfermera de UVI Móvil del SUMMA 112 (Madrid)
Francisco Javier Izurubieta Barragán Escuela Universitaria de Enfermería. Servicio
Riojano de Salud/Universidad de La Rioja (Logroño)
Sheila Sánchez Gómez Centro de Salud Zaramaga. Presidenta de la
Subcomisión de Enfermería de la Unidad Docente
de Álava (Álava)
Manuel Rich Ruíz Vicedecano de Coordinación Académica y Extensión
Universitaria. Facultad de Medicina y Enfermería.
Universidad de Córdoba (Córdoba)
Laura Albornos Muñoz Unidad de Investigación en Cuidados de la Salud
del Instituto de Salud Carlos III (Madrid)
Lo que se esconde detrás de la
bata
onsiderada hoy como profesión, la enfermería se define como una disciplina que
cuenta con un conocimiento abstracto además de una pericia específica. No
obstante, no siempre fue así. En sus inicios se trató de un oficio, una ocupación
meramente técnica, que fue evolucionando y avanzando inmerso en un proceso
histórico dialéctico: el de la profesionalización. Por lo tanto, no podríamos atribuir a la enfermería
un carácter, una identidad o unos valores estáticos, sino que ha sido cambiante y dinámica,
influenciada y determinada por el contexto.
La profesionalización de la enfermería comenzó allá por los años 1550-1650 en España, motivada
por la insistencia y necesidad de definir su naturaleza. Desde entonces no son pocos los aspectos y
ámbitos que han sufrido cambios.
La primera regulación legal se formula en la Ley de Instrucción Pública de 1857 con la titulación de
“practicantes”, desarrollándose en 1888 sus competencias profesionales. Es en 1915 cuando es
reconocida como profesión sanitaria, como elemento indispensable dentro de los servicios
sanitarios. A partir de la Constitución Española y la Ley General de Sanidad de 1986, ya aparece
formando parte de los equipos directivos, abarcando la promoción de la salud, la prevención de la
enfermedad, el tratamiento correspondiente y la rehabilitación del sujeto de cuidado.
Su entrada en la universidad en 1977, le permite la participación en la enseñanza, hasta entonces
en manos de otros profesionales sanitarios. Ésta será determinante para una formación más
centrada en su papel autónomo, dejando atrás el dominio hegemónico del modelo “biologista”. A
las funciones asistenciales y administrativas, reconocidas desde antaño, se les suman ahora la
investigadora y la docente. Se consigue una praxis con cientificidad, competencia, habilidades cada
vez más especializadas, para tomar decisiones y hacer juicios clínicos.
Sin embargo, en términos de autonomía no sólo ha habido avances sino también retrocesos. Así, la
enfermería ha quedado relegada a un segundo plano en los dos últimos siglos, que es cuando su
dependencia de la medicina ha sido más clara. Ello, probablemente se haya debido al desarrollo
científico con el que la medicina adquirió un mayor protagonismo y un mayor control sobre el
campo de la salud.
En su afán de disminuir esta dependencia histórica y reforzar su independencia, la enfermería ha
buscado incesantemente un marco teórico propio que fundamentara la identidad de la disciplina y
que sirviese como sustento a la práctica. Aun siendo conscientes de que una caracterización
acontextualizada y generalizada ofrece grandes limitaciones al tratarse de una práctica social, la
falta de una base conceptual autóctona ha hecho que ésta se sustente en modelos anglosajones.
Aunque la enfermería ha avanzado notablemente en los niveles académicos, este avance no se ha
visto correspondido con una evolución paralela del trabajo desempeñado, repercutiendo esto en el
reconocimiento y el prestigio social de la profesión. En cuanto a la utilidad o la función de la
enfermería, la sociedad ha sabido relacionarla con los cuidados, con sus destrezas técnicas y su
faceta humanitaria. Por contra, su prestigio social es bajo, menor a su utilidad, en términos de
reputación o grado de aceptación.
editorial
“C
Las organizaciones profesionales han actuado como agentes clave teniendo, indiscutiblemente, una
gran repercusión en esta historia. Entre ellas, cabe resaltar la labor de los Colegios Oficiales,
instituidos en 1944 con la finalidad de ordenar el ejercicio de la profesión y representarla,
defendiendo sus intereses. A su vez, el Consejo General es el responsable de la elaboración del
Código de Ética que ha hecho posible la autorregulación.
Ante la necesidad de una mayor clarificación en unas áreas y otras con un desarrollo insuficiente,
podríamos afirmar que la enfermería está creciendo como disciplina, encontrándose en una fase de
consolidación profesional, aunque hoy por hoy son muchos los logros alcanzados aún queda camino
por recorrer.
Edurne Mezquita Yarza
EIR de Enfermería Familiar y Comunitaria
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 6
Las enfermeras comunitarias ante el derecho a
morir dignamente
Community nurses with the right to die with dignity
Carmen Cornejo Sánchez, Pablo Fernández Prieto, Patricia Gómez Fernández, Mercedes
García García, Ada Losada García, Fernanda del Castillo Arévalo
C.S Contrueces (Gijón)
Manuscrito recibido: 06-10-2014
Manuscrito aceptado: 23-10-2014
Cómo citar este documento
Cornejo Sánchez C, Fernández Prieto P, Gómez Fernández P, García García M, Losada García A, Del
Castillo Arévalo F. Las enfermeras comunitarias ante el derecho a morir dignamente. RqR Enfermería
Comunitaria (Revista SEAPA). 2014 Nov; 2 (4): 6-20
Resumen
Introducción
Se entiende por “muerte digna” el derecho a morir sin el empleo de medios
desproporcionados para el mantenimiento de la vida. Las enfermeras como responsables de
los cuidados, tienen un papel fundamental en la provisión del derecho a morir con dignidad.
Objetivo
Conocer la opinión y actitud de las enfermeras de Atención Primaria de Asturias sobre
diversos problemas éticos alrededor de la muerte.
Métodos
Estudio descriptivo transversal. Dirigido a enfermeras de AP de Asturias, mediante un
cuestionario autocumplimentado durante mayo-junio de 2014.
Resultados
Se enviaron 646 encuestas y se recibieron 514. El 95% están de acuerdo en que las
personas tengan acceso a una muerte sin dolor y 70% en que cada persona es dueña de su
vida y de elegir cuándo y cómo quiere morir.
Al situarse como paciente (P) o como profesional (E) están bastante o totalmente de acuerdo
en: Son contrarios a prolongar la vida artificialmente cuando no hay esperanza P 91%, E
86%. Administrar medicación para aliviar el sufrimiento aunque acelere la muerte P 94%, E
93%. Ayudar a morir para evitar sufrimientos P 81%, E 75%. Interrumpir un tratamiento
que prolongue el sufrimiento cuando queda poco de vida P 82,5%, E 81%.
Opinan que se debería legislar la eutanasia el 63% y el suicidio asistido el 34% y 28% creen
que sí pero sin seguridad.
Conclusión
Las enfermeras aprueban una muerte digna para ellas y para sus pacientes. Opinan que
debería legislarse la eutanasia y el suicidio asistido, aunque para éste presenten más dudas.
Origin
al
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 7
Palabras Clave
Enfermeras de salud comunitaria, Derecho a morir, Eutanasia, Suicidio asistido, Atención
Primaria de Salud
Abstract
Introduction
"To die with dignity" means having the right to die without the use of disproportionate
actions for the maintenance of life. Nurses as responsible for the care, play a key role in
providing the right to die with dignity.
Objective
Get to know the opinions and attitudes of nurses in primary care Asturias on various death-
related ethical issues.
Methods
Descriptive cross-sectional study. Aimed at community nurses in Asturias, by a self-
completed questionnaire during May-June 2014.
Results
The survey was sent to 646 nurses from whom we received 514 back. 95% of the
participants agreed that people should have access to a painless death and 70% agreed that
each person determines his own life and has the right to choose when and how to die.
When changing roles to patient (P) or professional (E) they agreed or strongly agreed in the
following: They are opposed to artificial life extension when there is no hope P 91 %, E 86
%. Treat the patients with drugs in order to relieve them from suffering even if it hastens
death P 94 %, E 93 %. Helping the patients to die with the objective of preventing them
from suffering P 81%, E 75 %. Stop treatment that prolongs suffering at the very end of life
P 82.5 %, E 81 %.
63% of the participants think that euthanasia should be legislated, 34% of the participants
think that assisted suicide should be legislated and 28% thought so but without security.
Conclusion
Most nurses are in favor of a dignified death both for themselves and their patients. They
believe euthanasia and assisted suicide should be legislated.
Keywords
Nurses community health, Right to Die, Euthanasia, Suicide, Assisted, Primary Health Care
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 8
Introducción
El concepto de “muerte digna” no está recogido en la RAE, pero según Maciá Gómez, “la
muerte digna es la muerte que, deseada por una persona, se produce asistida de todos los
alivios y cuidados paliativos médicos adecuados, así como con todos los consuelos humanos
posibles. En otras palabras; una muerte digna es el hecho y el derecho a finalizar la vida
voluntariamente sin sufrimiento, propio o ajeno, cuando la ciencia médica nada puede hacer
para la curación de una enfermedad mortal”1.
Existe mucha confusión, incluso inquietud y pudor, en el empleo de las palabras usadas
alrededor de la muerte digna y sería necesario establecer un consenso en torno al uso de
cada una de ellas, tal como se plantea en el artículo de Simón Lorda2. Este concepto genera
muchos debates, ya que parece implicar que existen otras formas de morir que se pueden
considerar poco dignas. El desagrado por el término lleva a emplear otros, como “muerte
apropiada”, “bien morir”, “muerte dulce”, etc. Iona Heath en su libro “Ayudar a morir”3
equipara la buena muerte con “aquella en la que el moribundo puede controlar el proceso y
morir con tal dignidad y calma que todos los que lo rodean se sienten privilegiados y
enriquecidos por la vivencia”, destacando el importante papel que desempeña el médico
generalista en relación con la muerte, haciéndolo extensivo a las enfermeras y señalando
como algunos médicos y enfermeras logran transmitir su presencia a los pacientes en esta
situación.
En la LEY 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de
derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, se recoge en
distintos artículos el derecho del paciente a decidir libremente y negarse a recibir
tratamiento4. Andalucía es la primera Comunidad que en su regulación hace referencia
explícita, a lo largo del texto, a la muerte digna5.
Las enfermeras tienen un papel destacado en instruir a la población que atienden sobre este
derecho. Virginia Henderson define la función de las enfermeras como “Ayudar al individuo
sano o enfermo en la realización de actividades que contribuyan a su salud, recuperación o a
lograr una muerte digna….”6. Por ello se puede decir que las enfermeras tienen un papel
importante a desarrollar en la provisión del derecho a morir con dignidad, son las que tienen
la responsabilidad de los cuidados de la persona, incluyendo aquellos en final de vida.
Diversas entidades representativas de las enfermeras como el Consejo Internacional de la
Enfermería CIE7, el código ético y deontológico de la Enfermería Europea8, la organización
colegial de la enfermería en España9, manifiestan el derecho de los pacientes a morir con
dignidad y el compromiso de las enfermeras para proporcionárselo, es decir para proveer
una muerte digna al paciente.
Las taxonomías enfermeras comúnmente usadas en nuestro país también contemplan estos
aspectos10, así para el diagnóstico NANDA 00147 - Ansiedad ante la muerte, se identifican
dos resultados esperados (NOC) principales, el NOC 1307: Muerte digna y el NOC 2007
Muerte confortable
En nuestro país existen varios estudios 11-14 que abordan el conocimiento y la opinión de los
profesionales sanitarios sobre las voluntades anticipadas, pero son menos los que abordan
aspectos relativos a la muerte digna 15, algunos versan sobre la limitación del esfuerzo
terapéutico, suelen estar realizados en el contexto de cuidados intensivos16, en pocos de
ellos se incluyen términos como eutanasia 17.
En la sociedad española se está produciendo un cambio en la opinión de la población con
respecto a aspectos relacionados con la muerte digna, la eutanasia y el suicidio asistido. No
son abundantes los estudios sociológicos realizados en los que se haya tratado esta
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 9
problemática. Uno de los principales es una encuesta poblacional realizada por el CIS en
mayo de 2009 con el nombre de “Atención a pacientes con enfermedades en fase terminal”
a petición del Ministerio de Sanidad y Política Social18. De los resultados de la encuesta se
observa que existe bastante consenso ético sobre los derechos en relación a la dignidad de
las personas ante el proceso de la muerte; sin embargo existe un menor consenso en
determinadas situaciones, como la de ayudar a otra persona a terminar con su vida. Así
mismo el CIS en 2002 realizó una encuesta a médicos, titulada “Actitudes y Opiniones de los
médicos ante la eutanasia19. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por su
parte, en el año 2000 realizó una encuesta a 2.500 personas, entre ellas 477 médicos, 63
enfermeras y 961 familiares de pacientes fallecidos de cáncer20.
Sólo hemos encontrado un estudio en nuestro país en el que se utilicen palabras directas
como eutanasia o suicido asistido y cuyo objeto de estudio fueran enfermeras, el cual fue
realizado en Andalucía en 201021. En Asturias no conocemos ningún trabajo similar, por lo
que nos planteamos conocer lo que piensan las enfermeras en nuestro medio sobre los
derechos de las personas alrededor de la muerte.
Objetivos
Conocer la opinión y actitud de las enfermeras de Atención Primaria de Asturias sobre
diversos problemas éticos alrededor de la muerte y los derechos de las personas.
Material y metodos
Estudio descriptivo transversal
Población a estudio: Todas las enfermeras de Atención Primaria (AP) de Asturias que
trabajan en Centros de Salud.
Criterios de exclusión: personal de los Servicios de Atención Continuada y de Urgencias de
AP
Recogida de datos: a través de un cuestionario anónimo autocumplimentado, tomando como
referencia el citado del CIS y preguntas de elaboración propia, intentando la mayor
neutralidad posible, evitando la sensación de respuestas correctas o incorrectas.
Se realizó un pilotaje de la encuesta que condujo a la modificación de algunas preguntas.
Las variables independientes son: edad, sexo y creencias religiosas.
Hay variables dicotómicas y otras que son medidas mediante escalas Likert de cuatro puntos.
Para asegurar una buena tasa de respuesta, se realizó contacto previo con una persona de
referencia de cada Centro de Salud explicando el objetivo del estudio y solicitando
colaboración para la cumplimentación de las encuestas.
La recogida de datos se realizó durante los meses de mayo y junio de 2014.
En el análisis descriptivo, las variables se expresaron como números absolutos y porcentajes.
En el análisis bivariante, la comparación entre variables cualitativas se realizó mediante la
prueba de x2.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 10
Resultados
Se enviaron 646 encuestas y se recibieron 514 lo que supone una tasa de respuesta del
79,5%. De ellos eran Hombres 99 (19,26%) y mujeres 408 (79,38%).
Por grupos de edad: <30: 21 (4.09%), entre 30-39: 64 (12.45%), entre 40-49: 117
(22.76%), entre 50-59: 218 (42.41%) y con 60 y más 88: (17.12%).
Las creencias religiosas son: Católicos practicantes 69 (13,42%), no practicantes 243
(47.28%), el total de católicos 312 (60.70%), no creyentes 164 (31.91%) y de otras
religiones 16 (3.11%) (Ver Figura 1).
Figura 1: Variables independientes
Están totalmente de acuerdo en que todas las personas deben tener acceso a la asistencia
sanitaria necesaria para una muerte sin dolor ni sufrimiento 490 (95,33%) y bastante de
acuerdo 11 (2.14%), lo que sumado supone 501 (97,47%)
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 11
Del total de encuestados, 360 personas (70.04%) estaban totalmente de acuerdo en que
cada persona es dueña de su propia vida y de elegir cuándo y cómo quiere morir y bastante
de acuerdo 93 (18.09%), sumando ambos 453 (88,13%). Nada de acuerdo 15 (2.92%) y
poco de acuerdo 23 (4.47%), sumándolas 38 (7.39%). (Ver Figura 2)
Figura 2
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 12
Ante unas situaciones planteadas por duplicado desde la perspectiva de paciente terminal (P)
y de profesional de enfermería (E), los resultados encontrados fueron: son contrarios a
prolongar la vida artificialmente cuando no hay esperanza P 91%, E 86%; piden administrar
medicación para aliviar el sufrimiento aunque acelere la muerte P 94%, E 93%; están de
acuerdo con ayudar a morir para evitar sufrimientos P 81%, E 75%; desearían interrumpir
un tratamiento que prolongue el sufrimiento cuando queda poco de vida P 82,5%, E 81%.
(Ver Tablas 1 y 2)
Tabla 1: Como paciente: grado de acuerdo si estuviera en situación de enfermedad terminal
Nada de
acuerdo
Poco de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
No
responden TOTAL
Darle todos los
calmantes
necesarios para
controlar el dolor
1
(0,19%)
2
(0,39%)
11
(2,14%)
477
(92,8%)
23
(4,47%)
514
(100%)
Prolongarle la vida
de forma artificial
cuando no exista
esperanza alguna
de curación
432
(84,05%)
39
(7,59%)
8
(1,56%)
4
(0,78%)
31
(6,03%)
514
(100%)
Dejar que la
enfermedad
evolucione de
manera natural,
sin tratamientos
210
(40,86%)
104
(20,23%)
88
(17,12%)
78
(15,18%)
34
(6,61%)
514
(100%)
Administrarle la
medicación
necesaria para
aliviar su
sufrimiento
aunque acelere su
muerte
5
(0,97%)
10
(1,95%)
73
(14,2%)
409
(79,57%)
17
(3,31%)
514
(100%)
Interrumpir un
tratamiento que
prolongue su
sufrimiento
cuando le queda
poco tiempo de
vida
45
(8,75%)
15
(2,92%)
54
(10,51%)
370
(71,98%)
30
(5,84%)
514
(100%)
Ayudarle a morir
para evitar su
sufrimiento
43
(8,37%)
26
(5,06%)
85
(16,54%)
331
(64,4%)
29
(5,64%)
514
(100%)
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 13
Tabla 2. Como profesional: grado de acuerdo con actuaciones ante un paciente en situación de enfermedad terminal
Nada de
acuerdo
Poco de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Totalmente
de acuerdo
No
responden TOTAL
Darle todos los
calmantes
necesarios para
controlar el dolor
2
(0,39%)
2
(0,39%)
17
(3,31%)
467
(90,86%)
26
(5,06%)
514
(100%)
Prolongarle la vida
de forma artificial
cuando no exista
esperanza alguna
de curación
361
(70,23%)
80
(15,56%)
16
(3,11%)
17
(3,31%)
40
(7,78%)
514
(100%)
Dejar que la
enfermedad
evolucione de
manera natural,
sin tratamientos
172
(33,46%)
115
(22,37%)
89
(17,32%)
96
(18,68%)
42
(8,17%)
514
(100%)
Administrarle la
medicación
necesaria para
aliviar su
sufrimiento
aunque acelere su
muerte
6
(1,17%)
12
(2,33%)
85
(16,54%)
392
(76,26%)
19
(3,70%)
514
(100%)
Interrumpir un
tratamiento que
prolongue su
sufrimiento cuando
le queda poco
tiempo de vida
40
(7,78%)
24
(4,67%)
72
(14,01%)
346
(67,32%)
32
(6,23%)
514
(100%)
Ayudarle a morir
para evitar su
sufrimiento
49
(9,53%)
41
(7,98%)
96
(18,68%)
288
(56,03%)
40
(7,78%)
514
(100%)
Acerca de si están de acuerdo en que la Ley permita que los profesionales sanitarios puedan
poner fin a la vida, en caso de sufrimiento, a una persona en fase terminal, si así lo solicita,
responden Sí con toda seguridad 233 (45,33 %), Creo que sí, no estoy seguro 178 (34,63
%), sumados 79,96%, Creo que no, no estoy seguro 41 (7,98%) y No con toda seguridad 51
(9,92%)
Si esta pregunta se realiza de forma directa preguntando si creen que debería regularse por
ley la eutanasia, responden: Si, con toda seguridad 322 (62,65%), Creo que sí no estoy
seguro 129 (25,10%), sumados son (87,64%), Creo que no, no estoy seguro 25 (4,86%) y
No con toda seguridad 33 (6,42%)
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 14
Sobre que la ley permita, a los profesionales sanitarios, proporcionar a la persona, que así lo
solicite, los medios necesarios para terminar con su vida, responden: Sí con toda seguridad
177 (34,44 %), Creo que sí, no estoy seguro 182 (35,41 %), sumados 69,84%, Creo que
no, no estoy seguro 57 (11,09%) y No con toda seguridad 81 (15,76%)
Si se pregunta si piensan que debería estar regulado por ley el suicidio asistido responden:
Si, con toda seguridad 176 (34,24%), Creo que sí, no estoy seguro 143 (27,82%), sumados
62,06%, Creo que no, no estoy seguro 94 (18,29%) y No con toda seguridad 87 (16,93%),
sumados 35,22%. (Ver Tabla 3)
Tabla 3: opiniones personales acerca de si estos aspectos deberían estar regulados por Ley.
Si, con
toda
seguridad
Creo que
sí, no
estoy
seguro
Creo que
no, no
estoy
seguro
No, con
toda
seguridad
No
contesta
TOTAL
¿Cree usted que la
Ley debería
permitir que los
profesionales
sanitarios pudieran
poner fin a la vida y
sufrimiento, en
caso de que una
persona padezca
una enfermedad en
fase terminal, si lo
solicita libremente?
233
(45,33%)
178
(34,63%)
41
(7,98%)
51
(9,92%)
11
(2,14%)
514
(100%)
¿Cree usted que la
Ley debería
permitir que los
profesionales
sanitarios
proporcionasen los
medios necesarios
para que la persona
pudiera terminar
con su vida si lo
solicita?
177
(34,44%)
182
(35,41%)
57
(11,09%)
81
(15,76%)
17
(3,31%)
514
(100%)
¿Cree usted que en
España debería
regularse por Ley la
eutanasia?
322
(62,65%)
129
(25,1%)
25
(4,86%)
33
(6,42%)
5
(0,97%)
514
(100%)
¿Y el suicidio
medicamente
asistido, debería
regularse por Ley
en España?
176
(34,24%)
143
(27,82%)
94
(18,29%)
87
(16,93%)
14
(2,72%)
514
(100%)
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 15
En el análisis bivariante: Se observan diferencias significativas en relación con el sexo en que
las mujeres son más creyentes que los hombres (p 0,046) y que los hombres se muestran
más partidarios de legislar la eutanasia y el suicidio asistido (p 0,050) y (p 0,035)
respectivamente
A mayor edad aumenta el acuerdo desde el punto de vista profesional en dejar que la
enfermedad evolucione de manera natural sin tratamientos (p 0,002), administrar la
medicación necesaria para aliviar su sufrimiento aunque acelere su muerte (p 0,011),
interrumpir un tratamiento que prolongue su sufrimiento cuando le queda poco tiempo de
vida (p 0,001) y ayudarle a morir para aliviar su sufrimiento (p 0,001).
Las creencias religiosas influyen en todas las cuestiones planteadas con p < 0,001.
Discusión
La alta tasa de respuesta obtenida, 514 (79,5%) permite generalizar los resultados a la
población estudiada, en este caso las enfermeras de AP de Asturias.
Llama la atención en las preguntas de carácter más general, relacionadas con la ley de
autonomía del paciente, el altísimo porcentaje de encuestados que están Totalmente de
acuerdo, en que todas las personas deben tener acceso a la asistencia sanitaria necesaria
para una muerte sin dolor ni sufrimiento y que 7 de cada 10 enfermeras opinen que cada
persona es dueña de su propia vida y de elegir cuándo y cómo quiere morir.
En las cuestiones planteadas por duplicado, hay pocas diferencias al situarse el encuestado
como paciente en situación terminal o como profesional sanitario, a la hora de abordar
diferentes cuestiones relativas a una muerte digna.
Comparando con otros trabajos que abordan temas similares, se observa en el de Muñoz
Camargo17 de 2012, sobre la opinión de los profesionales ante la limitación del esfuerzo
terapéutico, que el 54,3% de los encuestados expresó su deseo de no recibir medidas
extraordinarias en caso de sufrir una enfermedad terminal y ante el paciente agónico, con
enfermedad irreversible, el 79,9% de los encuestados está a favor de la eutanasia, un 92,6%
a favor de no aplicar resucitación, un 99,5% a favor de la ortotanasia (muerte digna) y el
93,6% de los encuestados está en contra de la distanasia o encarnizamiento terapéutico.
Aunque sean contextos diferentes y las preguntas no estén elaboradas de la misma manera,
puede observarse una similitud en los resultados con respecto a nuestro estudio. También en
el contexto de una UCI y en relación a la “Limitación del esfuerzo terapéutico” en el estudio
de Santana16, el 69,2% de los encuestados afirmaron que, en su práctica habitual, se deben
proporcionar todos los tratamientos, retirándose si la situación es irreversible.
Estos datos son de los pocos que se disponen en nuestro país, en relación a conocer lo que
opinan los profesionales sanitarios sobre algunos aspectos relacionados con la muerte digna.
Al ser contextos muy diferentes, una unidad de cuidados intensivos de la Atención Primaria,
no se puede establecer una buena comparación con el presente trabajo, pero en cualquier
caso, queda de manifiesto la importancia que dan las enfermeras, tanto en este estudio
como en los citados, a aspectos relativos a morir con dignidad.
Las enfermeras de Atención Primaria mantienen una relación cercana con los pacientes y sus
familias, que se prolongan a lo largo de todas las etapas de su vida y por tanto también en la
próxima a la muerte; tienen pues, un papel fundamental en favorecer las circunstancias
para que las personas tengan una muerte digna, debiendo en esta etapa ser capaces de
ofrecer una atención integral que incluya no sólo los aspectos físicos sino también
habilidades de comunicación que permitan acompañar en estos momentos a los pacientes y
sus familiares, respetar sus decisiones y su derecho a morir con dignidad.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 16
Eutanasia y Suicidio asistido: Para conocer la opinión de las enfermeras sobre la legislación
de la eutanasia y el suicidio asistido se plantearon dos preguntas para cada cuestión, en una
primera atendiendo al concepto, es decir planteando la pregunta según el significado, y en
otra nombrando la palabra, por si hubiera connotaciones negativas en el uso de los términos
que pudieran producir un sesgo en las respuestas.
Ante las preguntas de si creen que en España debería regularse por ley la eutanasia o si
creen que la ley debería permitir que los profesionales sanitarios pudieran poner fin a la vida
y sufrimiento, en caso de que una persona padezca una enfermedad en fase terminal si así lo
solicita libremente, no se observa una connotación negativa con el uso del término
“eutanasia”, es más, los profesionales se muestran más a favor ante la pregunta directa, que
cuando se plantea mediante su definición.
En cuanto al suicidio asistido, primero se pregunta si creen que la ley debería permitir que
los profesionales sanitarios proporcionasen los medios necesarios para que la persona
pudiera terminar con su vida si así lo solicita, y posteriormente si piensan que debería estar
regulado por ley el suicidio asistido, en este caso, los porcentajes de personas que están a
favor, disminuye algo cuando se habla directamente de suicidio asistido; esto puede hacer
pensar que existan más prejuicios a la hora de hablar de suicidio asistido que de eutanasia, o
bien que ésta ha ido incorporándose de forma más natural en la sociedad española.
Son datos similares al único estudio español realizado con enfermeras19, en el que
participaron 390 personas, encontrando que el 70% eran partidarias de la legalización de la
eutanasia y un 65% del suicidio asistido y en caso de que ambos estuvieran legalizados, un
54% manifestaba predisposición a llevar a cabo la eutanasia y un 47,3% en ayuda al suicidio
asistido; una vez más se comprueba que es mayor la aceptación de la eutanasia que del
suicidio asistido.
Existen muy pocos estudios poblacionales relacionados con esta problemática realizados en
España. En el anteriormente citado estudio del CIS18 de 2009 se realizan 2.481 entrevistas a
ciudadanos, las preguntas se plantean de diferentes maneras para abordar los mismos
temas, encontrando unas respuestas diferentes según se enunciara de una u otra manera la
pregunta, pero los resultados globales dicen que alrededor del 74% de los encuestados
(58,4% Con toda seguridad y 15,2% Creen que sí, pero no están totalmente seguros)
aprobarían la legalización de la eutanasia disminuyendo a alrededor del 53% (38,9% y
13,8%) cuando se pregunta por el suicidio asistido.
Hay otras dos encuestas anteriores que han tratado de recabar la opinión de la ciudadanía
sobre la eutanasia: una de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) del año
200019 y otra del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del año 2002 dirigida a
médicos20, en la primera encontraron que tres de cada 4 personas encuestadas estaban a
favor de una legalización que permita solicitar la eutanasia en caso de enfermedad dolorosa
y en situación próxima a la muerte y en la segunda, el 59,9% de los médicos encuestados
están de acuerdo con la despenalización de la eutanasia y la ayuda al suicidio en
determinados supuestos.
En un estudio de la Fundación BBVA del año 2004 sobre las percepciones de los jóvenes, son
encuestados 3.000 universitarios sobre diversas cuestiones, presentando la eutanasia una
valoración de 7,5 de una escala que va de 0 (nunca se puede justificar) a 10 (siempre es
justificable).22
En otro estudio con jóvenes entre 15 y 24 años, realizado en septiembre de 2013 y
recientemente publicado23 se obtiene que el 59,9% de los encuestados admiten plenamente
“que se ayude a morir a los enfermos graves que lo pidan”, el 17,8 % la asume con un grado
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 17
medio de admisibilidad y el 22,3% tiene
una admisibilidad baja; el suicidio en
cambio tiene una admisibilidad baja para el
66,5% de los encuestados.
En un estudio Delphy realizado en Alicante
con 5 médicos, 3 enfermeras, 1 abogada, 1
sacerdote, 2 filósofas y 2 antropólogas en
200224, hay muchas cuestiones en las que
no logran consenso total según manifiestan
los autores, ya que para algunos de los
participantes la palabra eutanasia la asocian con matar y por tanto se manifiestan en contra,
mientras que otros la defienden porque la equiparan a muerte digna. En su informe final, los
autores concluyen que la legalización de la eutanasia supondría debates sociales a favor y en
contra y podría ocasionar conflictos sociales, pero afirman que todos opinan que es
importante que la eutanasia se controle a través de su legalización, proponiendo que se cree
un Comité Médico-Legal para su control y también para evitar el encarnizamiento
terapéutico.
Como se ha visto en todos los estudios comentados y también en el nuestro, de forma
mayoritaria, aunque en distintos porcentajes, los sujetos de estudio se manifiestan
claramente por la legalización de la eutanasia.
Llama la atención que en todos los estudios reseñados sea mayor la aceptación para la
eutanasia que para el suicidio asistido, siendo éste, como es, un acto propio en el que el
propio enfermo es quien se causa la muerte, aunque con ayuda de otra persona.
Como se refleja en algún trabajo, el suicidio desde la antigüedad ha tenido una condena
social y ha sido considerado un pecado o un crimen, en la actualidad es considerado como
un problema de salud pública, una psicopatología y se ha medicalizado. Pero no todos los
suicidios son un problema mental. También existe su consideración como un dilema bioético,
en el que habría que reconocer y aceptar que existen personas que quieren tener el derecho
a decidir hasta “dónde quieren llegar” y defienden hasta las últimas consecuencias los
principios de libertad y autonomía en relación a su propia existencia. Dice el autor A. Alonso:
“Se debe reconocer que vivimos en una sociedad laica y pluralista y las personas que no
estén de acuerdo con la opción de adelantar la propia muerte, deben aceptar que otras
personas sí lo están y que lo realmente importante es garantizar que se respete la voluntad
de unas y otras”25. En nuestro trabajo hay una pregunta directa que plantea el grado de
acuerdo con la afirmación de que “Cada persona es dueña de su propia vida y de elegir
cuándo y cómo quiere morir” y como hemos visto el 70% está totalmente de acuerdo y un
18% bastante de acuerdo, con esa afirmación, lo que resulta algo contradictorio con las
respuestas posteriores relativas al suicidio asistido.
En el Informe del comité de Bioética de Cataluña sobre la eutanasia y la ayuda al suicidio22,
se reseña que “Si el suicidio está despenalizado, es lógico que el Código penal acabe
permitiendo también la ayuda al mismo en casos razonables, como sería la de un enfermo
terminal o que sufre una enfermedad incurable en una situación para él insoportable y sin
posibilidad de mejora. Sería una manera no hipócrita de ayudar a ejercer un derecho ya
legitimado, y hacerlo de una manera digna, con medios seguros y poco traumáticos”.
En cualquier caso, vivimos en una sociedad democrática a la que no se debería hurtar estos
debates y se debería respetar la opinión de una mayoría de la población a la hora de plantear
reformas legislativas.
“De forma mayoritaria, aunque
en distintos porcentajes, los
sujetos de estudio se
manfieiestan claramente por la
legalización de la eutanasia”
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 18
Las diferencias encontradas en relación al género, en cuanto que los hombres se muestran
más partidarios de modificar la legislación en los dos supuestos, puede estar relacionada
con, lo también obtenido en nuestro estudio, de que hay más mujeres que hombres
creyentes entre los encuestados y la influencia observada que tienen las creencias religiosas
en todas las cuestiones planteadas. Esta influencia de las creencias religiosas también se ha
observado en los estudios citados anteriormente.
Llama la atención las diferencias encontradas en relación con la edad, en cuanto que a
mayor edad y desde la perspectiva de situarse como profesional, aumenta el acuerdo en
varios de los puntos planteados, incluidos los de interrumpir un tratamiento que prolongue
su sufrimiento cuando le queda poco tiempo de vida y ayudarle a morir para aliviar su
sufrimiento; no sabemos interpretarlo y creemos que puede ser objeto de otro tipo de
estudio, tal vez con técnicas cualitativas.
Conclusión
Las enfermeras asturianas de AP, mayoritariamente suscriben una muerte digna tanto para
ellas si estuvieran en situación de enfermedad terminal, como para los pacientes si se sitúan
como profesionales sanitarios. Opinan que debería legislarse la eutanasia y el suicidio
asistido, aunque para éste último disminuya el consenso y presenten más dudas. Existe una
clara relación con las creencias religiosas, estando más de acuerdo a favor de la legislación
los no creyentes.
NOTA: El presente trabajo forma parte de un estudio más amplio y ha sido presentado como
comunicación en las VII Jornadas de SEAPA, celebradas el 3 de octubre de 2014 en Gijón.
Agradecimientos
A Patricio Suárez Gil, técnico de salud del Área Sanitaria V de Asturias y a todas las
enfermeras que cumplimentaron la encuesta e hicieron posible este trabajo.
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RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 21
Técnica inhalatoria en el paciente con enfermedad
pulmonar obstructiva crónica
Inhalation technique in patients with chronic obstructive
pulmonary disease
Francisco Jesús Represas Carrera
Centro de Atención Primaria Antón Borja de Rubí (Barcelona). Consorcio Sanitario de
Terrassa
Manuscrito recibido: 04-04-2014
Manuscrito aceptado: 18-09-2014
Cómo citar este documento
Represas Carrera FJ. Técnica inhalatoria en el paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
RqR Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2014 Nov; 2 (4):21-27
Resumen
Objetivo: Determinar el porcentaje de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva
crónica que realizan de forma incorrecta la técnica inhaladora.
Método: Es un estudio descriptivo de tipo transversal, realizado en el centro de Atención
Primaria Antón de Borja de Rubí (Barcelona). Se estudió una muestra de 200 pacientes a los
cuales se les realizó una entrevista personal y se evaluó la técnica inhalatoria mediante una
hoja de registro.
Resultados: El 43% de los pacientes estudiados realizan de forma incorrecta la técnica
inhalatoria. El porcentaje del uso inadecuado de los inhaladores de polvo seco fue del 26%,
de los de cartucho presurizado un 38% y de la cámara de inhalación un 10%.
Conclusiones: Un porcentaje elevado de pacientes no realizan correctamente la técnica
inhalatoria. Este estudio demuestra la necesidad que existe en aplicar medidas que
favorezcan el uso adecuado de los inhaladores.
Palabras clave
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, Administración por Inhalación, Nebulizadores y
Vaporizadores, Enfermería en Salud Comunitaria
Origin
al
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 22
Abstract
Objective: Determine the percentage of patients with chronic obstructive pulmonary disease
that perform incorrectly the inhalation technique.
Methods: A descriptive cross-sectional study, conducted at the primary care center Anton
Borja of Rubí (Barcelona). A sample of 200 patients who underwent a personal interview and
the inhalation technique was assessed using a log sheet was studied.
Results: 43% of the patients studied performed incorrectly inhalation technique. The
percentage of inappropriate use of dry powder inhalers was 26%, of the pressurized
cartridge and 38% of the inhalation chamber 10%.
Conclusions: A large percentage of patients do not realize the inhalation technique correctly.
This study demonstrates the need in implementing measures to promote the proper use of
inhalers.
Keywords
Chronic Obstructive Pulmonary Disease, Inhalation Administration, Nebulizers and
Vaporizers, Community Health Nursing.
Introducción
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) (COPD - chronic obstructive pulmonary
disease) es un trastorno pulmonar que se caracteriza por la existencia de una obstrucción de
las vías aéreas generalmente progresiva y no reversible, en la actualidad está considerada la
cuarta causa de muerte a nivel mundial 1. En España el último estudio sobre la prevalencia la
sitúa en un 10,9% 2, siendo más frecuente en hombres 15,1% que en mujeres 5,7% 2;
habiendo todavía un alto grado de infradiagnóstico de la EPOC 3.
Entre las causas que pueden originar la enfermedad se encuentra el humo del tabaco que
produce una disminución de la capacidad respiratoria, que avanza lentamente con el paso de
los años y ocasiona un deterioro considerable de la calidad de vida en las personas afectadas
y una muerte prematura 4.
La terapia inhalada es la base del tratamiento de la EPOC, tiene como principales ventajas la
liberación del medicamento en el sitio de acción requiriendo menores dosis y favoreciendo un
inicio de acción más rápido, además de disminuir los efectos adversos sistémicos 5, 6. Sin
embargo en diversos estudios los pacientes cometen errores en la técnica inhalatoria lo que
tiene un impacto negativo desde el punto de vista clínico y económico 6 - 8.
En el presente estudio buscamos determinar la prevalencia de pacientes con enfermedad
pulmonar obstructiva crónica que utilizan de forma incorrecta los inhaladores. La enfermería
familiar y comunitaria tiene un papel fundamental en la evaluación de las barreras
potenciales para el éxito del aprendizaje por parte del paciente y la mejora de la técnica de
inhalación y de administración de medicamentos. También puede facilitar el éxito de los
medicamentos inhalados, proporcionando educación actualizada del uso del inhalador a otros
miembros del equipo para que puedan actuar también como educadores de los pacientes.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 23
Pregunta de investigación
¿Cuál es la prevalencia del uso inadecuado de inhaladores en pacientes con EPOC que
pertenecen al centro de atención primaria Antón Borja de Rubí (Barcelona)?
Objetivo
El objetivo principal de este estudio es determinar la prevalencia del uso inadecuado de la
técnica inhaladora en pacientes con EPOC. Como objetivo secundario determinaremos las
prevalencias del uso inadecuado de la técnica inhaladora para los diferentes dispositivos de
inhalación (cartucho presurizado, polvo seco y cámara de inhalación).
Material y métodos
1. Diseño
Estudio descriptivo de tipo transversal.
2. Población
Pacientes pertenecientes al centro de atención primaria Antón Borja de Rubí (Barcelona),
diagnosticados de EPOC con una espirometría realizada y con prescripción de tratamiento
inhalador.
2.1. Criterios de inclusión
Pacientes mayores de 18 años pertenecientes al centro de atención primaria
Antón Borja.
Diagnóstico previo de EPOC registrado en la historia clínica hasta la fecha del
31/12/12.
Espirometría registrada en la historia clínica hasta la fecha del 31/12/12.
Pacientes con tratamiento inhalatorio mediante cualquier sistema comercial
de administración.
Aportación del consentimiento informado.
2.2. Criterios de exclusión
Pacientes menores de 18 años pertenecientes al centro de atención primaria
Antón Borja.
Pacientes sin consentimiento informado.
Pacientes con alteraciones físicas o mentales que los incapaciten en el
manejo adecuado de los inhaladores.
Pacientes que se le haya cambiado o añadido algún dispositivo inhalador en
el último mes.
Pacientes con enfermedad terminal.
Pacientes domiciliarios que no pueden acceder por su propia autonomía al
centro de salud.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 24
3. Muestra y muestreo
Este estudio cuenta con una población diana de 24.618 personas, de las cuales 269 cumplen
los criterios de inclusión. El registro de datos fue llevado a cabo desde el mes de Mayo a
Diciembre de 2013, con una muestra representativa de 200 pacientes. Esta muestra fue
calculada con P=50%, E=7% y un IC 95% mediante estratificación aleatoria por unidades
básicas asistenciales (UBAs) del centro. La muestra representativa fue calculada con un error
maestral del 7% dado que al analizar el total de la población con EPOC había sujetos que no
tenían una espirometría registrada en la historia clínica, por tanto no se podían incluir en el
estudio al ser un criterio de inclusión.
4. Métodos
El registro de los datos se realizó mediante la revisión de historia clínica y una entrevista
presencial del paciente con el enfermero responsable del estudio. Se obtuvieron datos de las
siguientes variables: sexo, edad, nivel educativo, grado de EPOC, grado de disnea, uso de
O2 domiciliario, profesional referente en el seguimiento del EPOC y el número y tipo de
inhalador utilizado por el paciente. En esta entrevista se le explicaba al paciente el estudio en
el que iba a participar y, si estaba de acuerdo, se procedía a firmar el consentimiento
informado.
Para evaluar la técnica inhaladora se indicó al paciente que realizase una demostración del
uso de los inhaladores que tiene prescritos, de la misma forma que lo hacía habitualmente,
utilizando para ello los sistemas de inhalación correspondientes cargados de placebo. Se
procedió a registrar, el tipo de error cometido para cada sistema de inhalación, y el número
total de errores por paciente según las recomendaciones del Consenso Multidisciplinar sobre
Terapia Inhalada 3. La tasa de éxito del uso de los diferentes tipos de inhaladores y cámara
espaciadora se clasificará en 3: (Tabla1).
Tabla 1: Clasificación de la tasa de éxito del uso de los diferentes tipos de inhaladores y cámara espaciadora
Presurizado Polvo Seco Cámara
Perfecto Cumple todos los
pasos
Cumple todos los
pasos
Cumple todos los
pasos
Adecuado Cumple 8 pasos
incluidos los 3
mínimos
Cumple 6 pasos
incluidos los 3
mínimos
Cumple 8 pasos
incluidos los 3
mínimos
Aceptable Cumple al menos los
3 pasos mínimos
Cumple al menos los
3 pasos mínimos
Cumple al menos los
3 pasos mínimos
Inadecuado No cumple los 3
pasos mínimos
No cumple los 3
pasos mínimos
No cumple los 3
pasos mínimos
Fuente: Plaza V, Calle M, Molina J, Quirce S, Sanchis J, Viejo JL, et al. Validación externa de las
recomendaciones del Consenso multidisciplinar sobre Terapia Inhalada. Arch Bronconeumol.
2012;48:189-96
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 25
Pasos mínimos del inhalador tipo cartucho presurizado:
o Colocar la boquilla del inhalador dentro de la boca cerrando los labios a su
alrededor, paso número cinco.
o Una vez iniciada la inspiración, presionar el inhalador (una sola vez) y seguir
tomando aire lenta y profundamente hasta llenar totalmente los pulmones, paso
número siete.
o Mantener la respiración durante 5 – 10 segundos y después expulsar el aire, paso
número nueve.
Pasos mínimos del inhalador de polvo seco:
o Realizar el procedimiento indicado para la activación del inhalador, paso número
dos.
o Mantener la respiración durante 10 segundos y después expulsar el aire, paso
número cuatro.
o Colocar la boquilla del inhalador dentro de la boca cerrando los labios a su
alrededor, paso número siete.
Pasos mínimos de la cámara espaciadora:
o Insertar la cámara de inhalación entre los labios, paso número cinco.
o Inspirar de forma lenta y profunda hasta el máximo posible, paso número siete.
o Aguantar la respiración durante 5 - 10 segundos, paso número nueve.
Resultados
1. Características socio-demográficas
En el periodo comprendido entre Mayo y Diciembre de 2013 se entrevistaron a 200 pacientes
de los que hubo 5 pérdidas; 3 pacientes no quisieron participar en el estudio y 2 fueron
exitus.
La distribución de edad de las personas a estudio, la media de edad fue 70 años estando
comprendida entre 39 y 95 años con una desviación estándar de ±10.4.
La distribución de la muestra por género fue del 89% hombres y un 11% mujeres.
En cuanto al nivel educativo un 28% de los pacientes no posee ningún tipo de estudio, un
64% posee estudios primarios y un 8% estudios secundarios.
Los pacientes diagnosticados de EPOC incluidos en el estudio presentan mayoritariamente un
grado de patrón obstructivo II-Moderado en un 58% junto a un grado de disnea I en el 57%
de los casos con el uso de inhaladores. El 2% de los pacientes utilizaban O2 domiciliario de
los 195 pacientes a estudio.
El 73% de los pacientes estudiados tienen como profesional de referencia en el seguimiento
de la patología del EPOC a su Médico de Familia y el restante 27% al Neumólogo.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 26
2. Tipos de inhaladores y duración del tratamiento
El 58% de los pacientes utilizan inhaladores de polvo seco, el 36% utilizan inhaladores de
cartucho presurizado y un 6% dijo utilizaban cámara de inhalación.
El 90% de los pacientes llevan utilizando inhaladores más de 13 meses, el 9% entre 7 y 12
meses y el 1% entre 3 y 6 meses.
El 82% de los pacientes ≥ 65 años que tienen prescrito un ICP no lo realizan acompañado de
la cámara de inhalación.
3. Evaluación de la técnica inhalatoria
Se evaluaron 307 técnicas inhaladoras en 195 pacientes con unas proporciones del 58% de
técnicas para inhaladores de polvo seco, 36% de técnicas para inhaladores de cartucho
presurizado y el 6% de técnicas para cámaras de inhalación.
En total, de los 195 pacientes entrevistados el 57% realizan una buena técnica inhalatoria
mientras que el restante 43% realizan una técnica incorrecta.
El 74% de pacientes que tienen prescrito un inhalador de polvo seco lo realizan de forma
correcta, mientras que el 26% restante lo realizan de forma incorrecta. El 62% de pacientes
que tienen prescrito un inhalador de cartucho presurizado lo realizan de forma correcta,
mientras que el 38% restante lo realizan de forma incorrecta. El 90% de pacientes que
tienen prescrito una cámara de inhalación la realiza de forma correcta, mientras que el 10%
restante la realizan de forma incorrecta.
Es este estudio se podría describir que los pacientes que realizan inadecuadamente la técnica
inhaladora presentaron un mayor número de ingresos y consultas a urgencias, pero esto no
se puede atribuir exclusivamente a la mala realización de la técnica inhaladora dado que
pueden influir más variables no tenidas en cuenta en el presente estudio.
Discusión
Los datos encontrados con referencia a las características socio-demográficas de la población
a estudio reflejan que la mayoría de la población pertenece a la tercera edad con una media
de edad de 70 años. Destaca que el 28% de la población a estudio es analfabeta, esto podría
ser un motivo que dificulta el aprendizaje de una correcta técnica inhaladora.
Según la evidencia científica, la prevalencia de EPOC aumenta con la edad 1 - 3. Los
resultados deben alertar a los profesionales de enfermería familiar y comunitaria dado que
hay un 43% de pacientes que utiliza de forma inadecuada los inhaladores, lo que tiene un
impacto negativo desde el punto de vista clínico y económico. Este hecho cobra especial
relevancia ya que son precisamente los fármacos más utilizados para el tratamiento de la
EPOC.
En cuanto al uso de inhaladores de
polvo seco el porcentaje de éxito del
74% fue similar a los resultados
obtenidos en otros estudios 5. En los
inhaladores de cartucho presurizado
el porcentaje de éxito del 62% fue
similar al obtenido en otros estudios 5, pero este resultado supera al
estudio de Khassawneh et al 8.
“La utilización de la cámara de
inhalación facilita el uso de los
inhaladores de cartucho presurizado
al disminuir la necesidad de
coordinación entre la respiración y la
activación del inhalador’”
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 27
Se ha descrito que la utilización de la cámara de inhalación facilita el uso de los inhaladores
de cartucho presurizado (ICP) al disminuir la necesidad de coordinación entre la respiración y
la activación del inhalador 6. En el estudio se encontró un porcentaje de éxito del 90%, el
cual es más alto que en el de los ICP sin cámara. Este resultado vuelve a evidenciar la
importancia de realizar los ICP con la cámara de inhalación para aumentar su tasa de éxito.
El 6% de los pacientes incluidos en este estudio utilizan cámara de inhalación en la que el
porcentaje de éxito de la técnica inhaladora se sitúa en un 90%. Por lo tanto, la prescripción
de ICP tendría que complementarse con una cámara de inhalación para así garantizar una
adecuada técnica inhaladora en la mayoría de los pacientes portadores de ICP.
Conclusiones
En este estudio se ha evidenciado que el 43% de los pacientes no realizan correctamente la
técnica inhaladora, señalando el uso poco frecuente que se realiza de la cámara de
inhalación a pesar de su demostrada eficacia y el elevado número de pacientes con
inhaladores de cartucho presurizado.
Existe la necesidad de aplicar medidas que favorezcan el uso adecuado de los inhaladores,
tales como: sensibilizar al personal sanitario y especialmente al personal de enfermería
familiar y comunitaria sobre la importancia de explicar la técnica de inhalación de los
diferentes dispositivos a sus pacientes, cuidadores y familiares más próximos. Así podremos
mejorar significativamente los beneficios derivados de la terapia inhalada.
Bibliografía
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Diagnosis, Management, and Prevention of Chronic Obstructive Pulmonary Disease.
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dry powder inhalers. Respiratory care. 2008; 53(3):324-8.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 28
Beneficios del ejercicio físico en el adulto
Benefits of exercise in adults
Erika Bonilla Arena, María Eva Sáez Torralba
C.S Buenavista (Toledo)
Manuscrito recibido: 04-08-2014
Manuscrito aceptado: 16-09-2014
Cómo citar este documento
Bonilla Arena E, Sáez Torralba ME. Beneficios del ejercicio físico en el adulto. RqR Enfermería Comunitaria (Revista de
SEAPA). 2014 Nov; 2 (4):28-37
Resumen
Objetivo: Conocer los efectos beneficiosos del ejercicio físico en el adulto con Síndrome
Metabólico.
Método: Estudio descriptivo longitudinal prospectivo en personas entre 18 y 64 años con
Síndrome Metabólico tras prescripción de un programa de ejercicio físico durante seis meses.
Resultados: Se observa una mejoría en los parámetros de salud tras la revisión semestral:
peso corporal, presión arterial (PA), glucemia basal (GB) y trigliricéridos (TG).
Conclusiones: la prescripción de ejercicio físico es últil para prevenir la mortalidad prematura
de cualquier causa. Para obtener estos beneficios, es necesario una correcta estructuración.
La intervención de promoción y/o consejo de actividad física puede incrementar los niveles
de actividad física y es coste-eficiente.
Palabras Clave
Ejercicio físico, beneficios, salud, Atención Primaria.
Abstract
Objective: To determine the beneficial effects of exercise in adults with Metabolic Syndrome.
Methods: A prospective longitudinal descriptive study in people between 18 and 64 with
metabolic syndrome after prescription of an exercise program for six months.
Results: Body weight, blood pressure (BP), fasting glucose (GB), and trigliricéridos:
improved health parameters after half-yearly review is noted.
Conclusions: Prescription of physical exercise is últil to prevent premature death from any
cause. To obtain these benefits, proper structuring necessary. Promotion intervention and /
or advice of physical activity can increase levels of physical activity and is cost-efficient.
Keywords
Exercise, benefits, health, Primary Care.
Origin
al
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 29
Introducción
La inactividad física (sedentarismo), es el 4º factor de riesgo de mortalidad más importante
en todo el mundo (6% de defunciones a nivel anual). Dada su prevalencia, influye
considerablemente en el número de enfermedades no transmisibles y en la salud general de
la población mundial, sólo la superan la hipertensión (13 %), el consumo de tabaco ( 9%) y
el exceso de glucosa (6 %). El sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad
mundial ¹.
La prevalencia de estilos de vida sedentarios sigue aumentando de la siguiente manera: en
los jóvenes el deporte compite con otro tipo de ocio más sedentario, como el ocio digital ; en
la mediana edad, las responsabilidades laborales y familiares pueden dejar poco espacio para
la práctica deportiva y la exigencia física del trabajo cada vez es menor, así como la
disponibilidad de los medios de locomoción; tras la jubilación, aunque el tiempo libre
aumente significativamente, las generaciones no han sido educadas en el deporte como
hábito ².
Según la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012, cuatro de cada 10 personas (41,3%) se
declara sedentaria (no realiza actividad física alguna en su tiempo libre), uno de cada tres
hombres (35,9%) y casi una de cada dos mujeres (46,6%) ³.
Considerando tanto la actividad principal como el tiempo libre, el 40,9% de los adultos (15-
69 años) realiza actividad física intensa o moderada, 49,4% de los hombres y 32,4% de las
mujeres ³.
En las últimas tres décadas se han realizado numerosos estudios epidemiológicos sobre los
efectos saludables de la práctica habitual de ejercicio. La Organización Mundial de la Salud
(OMS), en su ‘’Informe sobre la salud en el mundo 2002’’ estima que los estilos de vida
sedentarios son una de las 10 causas fundamentales de mortalidad y discapacidad en el
mundo 4, 5
El Día Mundial de la Salud 2002, estuvo dedicado a la promoción de la actividad física en
toda la población mundial, bajo el lema “Por tu salud, muévete” 4, 5, 6.
También podemos tener en cuenta que entre los objetivos de “Salud para todos 2010”, la
OMS incluye reducir la prevalencia de sobrepeso y obesidad y aumentar el número de
individuos que realicen actividad física de forma regular 7.
Por último, en un informe conjunto con la Organización para la Agricultura y la Alimentación
(FAO), la OMS insiste en la necesidad de realizar cambios en los estilos de vida como medida
preventiva para disminuir la carga global de enfermedad 8.
Los estudios encontrados, describen la existencia de diferentes tipos de beneficios del
ejercicio físico:
Fisiológicos
Psicológicos
Sociales
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 30
1. Beneficios fisiológicos
Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares:
Considerando como “Grupo Activo” aquél que realiza 30 minutos diarios de actividad física
moderada, reduce el riesgo de Cardiopatía Isquémica en un 33%, Hipertensión Arterial (HTA)
en un 32% y de Accidentes Cerebrovasculares (ACV) en un 31% 2 .
El ejercicio físico aumenta el nivel de HDL- Colesterol y disminuye el del LDL-Colesterol y
Colesterol total 2, 5.
Ayuda a mantener el peso ideal y ocupa un papel primordial en el descenso de la
masa grasa (hasta un 50%) y aumento de la masa magra o muscular ( hasta un
23%) 2.
Pequeños cambios en los niveles de actividad física suponen grandes disminuciones en la
prevalencia de obesidad y en el mantenimiento del peso corporal 2.
Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de Cáncer:
Una revisión sistemática mostró una reducción de la incidencia de Cáncer de colon en un
33% y de Cáncer de mama en un 20-40% 2.
Mejora la regulación de la glucemia:
Disminuye el riesgo de padecer Diabetes Mellitus (DM), con un descenso significativo de la
Hemoglobina Glicosilada (HbA1C).
Aumenta la sensibilidad a la insulina y disminuye las concentraciones basales y
postprandiales, contribuyendo a un mejor control metabólico a largo plazo 9, 10.
A nivel del aparato locomotor:
o Previene la aparición de osteoporosis: la actividad física produce un
efecto osteogénico que frena la pérdida de masa ósea. Favorece el
fortalecimiento de estructuras articulares (huesos, cartílago, ligamentos y
tendones).
o Mejora la capacidad de hacer esfuerzo sin fatiga.
o Previene la atrofia muscular.
o Disminuye las caídas en ancianos, por tanto disminuyen las lesiones y
fracturas y mejora la calidad de vida 2, 5.
Mejora la respuesta inmunológica ante infecciones.
Aumenta la capacidad de aprovechamiento de oxígeno.
Facilita la digestión, favorece el tránsito intestinal y regula hábitos de
evacuación, previniendo el estreñimiento 2, 5.
2. Beneficios psicológicos
Disminuye el estrés mental, gracias a la liberación de endorfinas que producen
bienestar psíquico.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 31
Mejora la capacidad psicomotora del individuo, aumentando la autonomía
personal.
La evidencia apoya el efecto terapéutico del ejercicio físico en el tratamiento de la depresión
clínica y subclínica y en los estados de ansiedad, aumentando el optimismo.
Existen evidencias que apuntan a que el ejercicio físico puede mejorar las funciones
cognitivas y disminuir el riesgo de padecer algunos tipos de demencia.
Mejora la apariencia física, contribuyendo a una relación positiva con el propio
cuerpo.
Mejora la calidad del sueño y disminuye el insomnio 2, 5.
3. Beneficios sociales
Fomenta la sociabilidad.
Aumenta la autonomía y la integración social, que son importantes en los casos
de discapacidad física o psíquica.
Ayuda a afrontar problemas y conseguir retos.
Distrae de problemas diarios 2, 5.
Según las Recomendaciones Mundiales sobre la actividad física para la salud (OMS, 2010),
para obtener beneficios en un grupo de edad comprendido entre 18- 64 años, es necesario
un programa de ejercicio de 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada en
sesiones de 10 minutos como mínimo y realizar ejercicios de fortalecimiento muscular de los
grandes grupos musculares dos o más días a la semana 1.
Las principales causas de mortalidad en España, según las últimas estadísticas del Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad son el cáncer, las enfermedades del corazón y las
enfermedades cerebrovasculares 11.
En el ámbito sanitario, fundamentalmente Atención
Primaria, la intervención de promoción y/o consejo de
actividad física puede incrementar los niveles de
actividad física y es coste-eficiente 12.
Objetivo
Principal: Conocer los efectos beneficiosos del ejercicio
físico en el adulto, centrándose en las principales
causas de mortalidad en países desarrollados,
concretamente, en adultos con Síndrome Metabólico.
Específico: Estudiar la modificación de parámetros de
salud tras la prescripción de ejercicio físico.
“El estudio se centra en
las principales causas de
mortalidad en países
desarrollados,
concretamente en adultos
con Síndrome
Metabólico’”
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 32
Metodología
Estudio descriptivo longitudinal prospectivo en personas entre 18 y 64 años con Síndrome
Metabólico, según la definición de la Federación Internacional de la Diabetes (IDF) en el
Centro de Salud de Buenavista( Toledo) (Ver Anexo 1).
La captación de los sujetos de estudio se realizó mediante reclutamiento no probabilístico. Se
realizó un estudio de campo de la población general del Centro de Salud en relación a
aquellas personas que tenían un Síndrome Metabólico, determinándose una media muestral
típica de 10 pacientes.
Los profesionales de Enfermería de la consulta de Atención Primaria, prescriben un programa
de ejercicio físico que consta de 30 minutos de actividad física moderada durante 5 días/
semana y ejercicios de fuerza 2 días no consecutivos/ semana. Dada la finalidad del estudio,
la intervención se centra en la prescripción de ejercicio, manteniendo los hábitos de
alimentación y medicación previos al estudio.
Los mismos profesionales, recogen los datos sobre los parámetros de salud: peso corporal,
presión arterial (PA), glucemia basal (GB), trigliricéridos (TG), al inicio del estudio y tras una
revisión semestral.
Se calcula el porcentaje de variación de dichos parámetros en cada uno de los pacientes, y
posteriormente, se obtiene la media aritmética de variación de todos ellos.
Para realizar el estudio, se siguieron los Principios Éticos de Beneficiencia y No Maleficiencia
del Informe Belmont, según el cual toda actuación debe aportar beneficios y no hacer daño
intencionadamente.
Se les explicó vía oral la finalidad del estudio, la posibilidad de abandonar el estudio en
cualquier momento, y que los datos serían protegidos según marca la Ley Orgánica
15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.
Todo ello tal y como preceptúa la actual Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, por lo
cual, aceptan los anteriores puntos acerca del Consentimiento Informado.
Resultados
Los resultados obtenidos fueron una mejoría en los parámetros de salud tras la revisión
semestral.
Se observó una disminución de la media de peso corporal en un 5-7%, niveles de glucemia
basal en un 5%, trigliricéridos en 2,5%, y Colesterol LDL en 3,6%.
En el caso de la PA, no se obtuvieron cambios significativos.
(Ver Anexo 2)
Conclusiones
Múltiples estudios evidencian que la prescripción de ejercicio físico es últil para prevenir la
mortalidad prematura de cualquier causa, la Cardiopatía Isquémica, la Enfermedad
Cerebrovascular, la Hipertensión Arterial, el Cáncer de Colon y Mama, la Diabetes tipo 2, el
Síndrome Metabólico, la Obesidad, la Osteoporosis, la Sarcopenia, la Dependencia Funcional,
las caídas en ancianos, el Deterioro Cognitivo, la ansiedad y la depresión.
En nuestra muestra, un programa estructurado según las recomendaciones de la OMS
durante seis meses, obtuvo como resultado una mejoría en factores de riesgo cardiovascular
objetivables.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 33
Para obtener estos beneficios, es necesario una correcta estructuración, mediante un
programa de 30 minutos como mínimo de ejercicio aeróbico moderado 5 días por semana o
ejercicio intenso durante un mínimo de 20 minutos 3 días por semana combinados con un
mínimo de 2 días no consecutivos a la semana de 8-10 ejercicios que desarrollen la fuerza de
la mayor parte de grupos musculares.
En la bibliografía consultada, los beneficios se obtienen tras una revisión anual, con lo cual,
el hecho de que no se hayan obtenido cambios en la PA, nos hace pensar que se pudieran
objetivar cambios significativos tras una revisión anual.
La intervención de promoción y /o consejo de actividad física en Atención Primaria puede
incrementar los niveles de actividad física y es coste-eficiente.
Este trabajo ha sido presentado como comunicación oral en el VIII Curso de Medicina y
Traumatología en el deporte celebrado en Toledo los días 18 y 19 de Enero de 2013.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 34
ANEXOS
ANEXO 1. Síndrome metabólico según la IDF 13.
Lahera V, Millán J, Vázquez M. Consenso sobre el diagnóstico de síndrome metabólico para su uso
diagnóstico. Clin Invest Arterioscl. 2010; 22(2):70–71.
Obesidad central: Perímetro abdominal:
≥ 94 cm (hombre)
≥ 80 cm (mujer)
+ 2 DE CUALQUIERA DE LOS FACTORES:
TG: ≥ 150 mg/dl
Colesterol HDL:
< 40 mg/dl (hombre)
< 50 mg/dl (mujer)
PA: ≥ 130/85 mmHg o tratamiento específico.
GB: ≥ 100 mg/dl o diagnóstico previo de DM2.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 35
ANEXO 2
2.1. Parámetros de salud al inicio del estudio.
Nº PACIENTE TG
Mg/dL
PA
Mm/HG
GB
Mg/dL
PESO
Kg
PACIENTE 1 170 149/89 115 95
PACIENTE 2 155 142/88 118 83,6
PACIENTE 3 167 135/85 118 84,1
PACIENTE 4 169 143/89 116 79
PACIENTE 5 171 143/87 120 79,1
PACIENTE 6 182 134/86 118 78,9
PACIENTE 7 190 131/85 116 75
PACIENTE 8 158 134/86 112 76
PACIENTE 9 161 136/86 114 77
PACIENTE 10 159 137/86 123 77
2.2. Parámetros de salud tras revisión semestral.
Nº PACIENTE TG
Mg/dL
PA
Mm/HG
GB
Mg/dL
PESO
Kg
PACIENTE 1 166 144/85 110 89,9
PACIENTE 2 151 140/87 112 77,7
PACIENTE 3 162 137/82 111 79,1
PACIENTE 4 164 142/89 110 74,1
PACIENTE 5 166 141/85 114 74,7
PACIENTE 6 178 134/84 112 74,7
PACIENTE 7 186 133/86 110 71,1
PACIENTE 8 154 132/87 106 71,8
PACIENTE 9 156 135/86 108 72,3
PACIENTE 10 155 135/86 117 71,6
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 36
2.3. Media de variación de los parámetros de salud estudiados (%).
TG 2,5
PA Sin cambios significativos
GB 5
PESO 5-7
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 37
Bibliografía
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Departamento de Sanidad y Consumo. [Acceso Junio 2012 18]. Disponible en:
http://www.osakidetza.euskadi.net/r85-
pkactv01/es/contenidos/informacion/consejo_actividad_fisica/es_fisica/adjuntos/consejo
_actividad_fisica.pdf
14. Lahera V, Millán J, Vázquez M. Consenso sobre el diagnóstico de síndrome metabólico
para su uso diagnóstico. Clin Invest Arterioscl. 2010; 22(2):70–71.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 38
Actualización de un protocolo de actuación para el
diagnóstico y tratamiento de la faringoamigdalitis
estreptocócica
Upgrade of a protocol for diagnosis and treatment of streptococcal
tonsillopharyngitis
Jessica González Fanjul, Iván Marcos González, María Teresa Ramiro Calzada, María Teresa
Quinteiro Dopazo
C.S. El Llano
Manuscrito recibido: 02-08-2014
Manuscrito aceptado: 08-08-2014
Cómo citar este documento
González Fanjul J, Marcos González I, Ramiro Calzada MT, Quinteiro Dopazo MT. Actualización de un
protocolo de actuación para el diagnóstico y tratamiento de la faringoamigdalitis estreptocócica. RqR
Enfermería Comunitaria (Revista SEAPA). 2014 Nov; 2 (4):38-49
Resumen
En nuestro trabajo diario nos encontramos con que cada vez es más frecuente la realización
de pruebas de detección rápida del antígeno del estreptococo beta hemolítico del grupo A
(EBHGA) para establecer la causa de la faringoamigdalitis aguda.
Es por ello que el objetivo de este artículo es conocer las indicaciones del test de detección
rápida del antígeno del EBHGA y realizar correctamente la técnica de dicho test, así como
adecuar el tratamiento antibiótico y / o sintomático de la faringoamigdalitis aguda.
Debemos ser responsables por el coste que ello supone, basándonos en los criterios Centor
para su realización. Además se debe evitar el uso indiscriminado de antibióticos, siendo
pautados en caso de un test de detección rápida del EBHGA positivo.
Palabras Clave
Faringitis, amigdalitis, Streptococcus Pyogenes, antibióticos
Abstract
In our daily work, we find that it’s very frequent to do the Streptococcus pyogenes’ rapid
antigen detection test to determine the cause of acute tonsillopharyngitis.
Therefore, the educational purpose of this article is to know the indications of Streptococcus
pyogenes’ rapid antigen detection test and the correct realization of this technique and
adapt the antibiotic and / or symptomatic treatment of acute tonsillopharyngitis.
We must be responsible, because of the cost of doing so, based on Centor criteria for its
realization. Also we must avoid the indiscriminate use of antibiotics, being prescribed in case
of a positive Streptococcus pyogenes’ rapid antigen detection test.
Keywords
Pharyngitis, tonsillitis, Streptococcus pyogenes, anti-bacterial agents.
Cuid
ados
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 39
Introducción
La faringoamigdalitis aguda es una causa de consulta muy frecuente en nuestro medio. Se
trata de una inflamación de la mucosa de la faringe y/o amígdalas faríngeas, en la que
pueden observarse otros síntomas como fiebre, eritema, edema, exudado, úlceras, vesículas,
odinofagia, adenopatías, etc. 1
En la mayoría de las ocasiones su origen es vírico, sobre todo en menores de 3 años. Entre
las causas bacterianas, el principal agente responsable es el Streptococcus pyogenes o
estreptococo beta hemolítico del grupo A (EBHGA), que en la práctica médica es el que más
nos preocupa debido a las complicaciones que puede acarrear.
Dichas complicaciones podemos clasificarlas en supurativas y no supurativas.
Las supurativas son consecuencia de la extensión de la infección a áreas adyacentes (otitis
media, sinusitis, absceso periamigdalino, etc.), que se suelen resolver sin incidencias con el
tratamiento antibiótico adecuado.
Las no supurativas, como la fiebre reumática y la glomerulonefritis postestreptocócica, son
las de mayor trascendencia y pueden aparecer tras un periodo de latencia de 1 a 3 semanas
tras la faringoamigdalitis aguda.2 La prevención de estas complicaciones se basa en el
tratamiento antibiótico adecuado, cuya finalidad es la erradicación del EBHGA.
El uso de pruebas de detección rápida del antígeno del EBHGA mejora la adecuación del
tratamiento antibiótico si lo comparamos con la sospecha clínica como único criterio
diagnóstico, lo que podría compensar el coste económico que suponen los test de detección
rápida. En el caso de los test que utilizamos en nuestro centro de salud, cada unidad tiene
un precio aproximado de 2.50 euros, siendo por lo tanto el importe de una caja de 50
unidades de 125 euros.
Del mismo modo, se contribuye a controlar otro gran problema del uso inadecuado de los
antibióticos como son las resistencias bacterianas, considerado por la OMS como un reto
para la salud pública.
Dado que percibimos una alta demanda de consultas por faringoamigdalitis aguda en nuestro
centro de salud y que consideramos importante su correcto tratamiento para evitar
resistencias a antibióticos y complicaciones tardías relacionadas con el EBHGA, hemos
estudiado la bibliografía disponible, con el fin de actualizar el protocolo de actuación para el
diagnóstico y tratamiento de la faringoamigdalitis estreptocócica en nuestro centro de salud.
Objetivos docentes
Conocer las indicaciones del test de detección rápida del antígeno del estreptococo
beta hemolítico del grupo A.
Realizar correctamente la técnica del test de detección rápida del antígeno del
estreptococo beta hemolítico del grupo A.
Adecuar el tratamiento sintomático y/o antibiótico de la faringoamigdalitis aguda.
Desarrollo
Basándonos en la bibliografía consultada y en nuestra experiencia profesional, describimos a
continuación el diagnóstico y tratamiento de la faringoamigdalitis aguda, haciendo especial
hincapié en el test de detección rápida antigénica o Strep A, que incluye material, método,
interpretación de resultados y controles de calidad de dicho test.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 40
1. Diagnóstico
Los únicos métodos de diagnóstico de una faringoamigdalitis estreptocócica son los test de
detección antigénica rápida (TDR) y el cultivo de exudado faríngeo, siendo este último la
prueba de referencia para el diagnóstico definitivo.
Debemos tener en cuenta que ninguna de ellas va a distinguir de forma definitiva entre el
paciente portador de EBHGA con una infección vírica, del que padece una faringoamigdalitis
aguda por EBHGA.
Para ayudarnos en el diagnóstico disponemos de dos escalas muy conocidas: los criterios de
Centor y los criterios de McIsaac.
Los primeros tienen en consideración a la hora de estimar la probabilidad de una causa
estreptocócica los siguientes ítems:
1) Presencia de temperatura >38ºC
2) Exudado faringoamigdalar
3) Ausencia de tos
4) Adenopatía laterocervical anterior dolorosa
Si estimamos el riesgo según criterios McIsaac, habría que añadir un quinto punto basado en
la edad. 1
No obstante, los criterios de Centor son los más aceptados, utilizados y recomendados por la
mayoría de guías de práctica clínica. 3
En pacientes de 4 años o más, en los que la faringoamigdalitis se acompaña de tos,
rinorrea, afonía… y/o la presencia de 1 o ninguno de los criterios Centor, no sería preciso
realizar el test de detección rápida antigénica (TDR o Strep A). En el caso de que presenten 2
o más criterios Centor, sí estaría indicada la realización del TDR ya que podrían tener una
infección bacteriana. Si el test fuera positivo, se procedería a tratar con antibiótico:
penicilina V. Si fuese negativo, el tratamiento sería sintomático.
Según sea el estudio consultado, nos encontramos con la recomendación de realizar o no,
cultivo de exudado faríngeo ante un TDR negativo y alta sospecha de infección por EBHGA.
En población pediátrica, sí estaría indicado realizar el cultivo ante TDR negativo. Sin
embargo, en adultos, debido a la alta sensibilidad de los test rápidos disponibles en nuestro
medio y al bajo riesgo de presentar fiebre reumática, podría obviarse la realización del
cultivo ante un TDR negativo. 4
En menores de 4 años, es muy frecuente la etiología viral. Como hemos dicho anteriormente,
la presencia de rinorrea, tos, conjuntivitis o afonía nos orientan a un origen vírico. Además,
la prevalencia de portadores de estreptococo en menores de 4 años es alta, por lo que no
estaría indicado el TDR, salvo que el niño presentase alguno de los siguientes criterios
suplementarios:
Streptococcus pyogenes en el medio ambiente
Paroniquia
Impétigo
Lengua en frambuesa
Rash escarlatiniforme 5
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Fig. 1: Resumen del tratamiento
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 42
Consideramos necesario explicar en qué otras ocasiones no sería necesario realizar un TDR:
Paciente con antibioterapia en el último mes por riesgo de falso positivo.
Paciente inmunodeprimido, ya que siempre es necesario el tratamiento.
Paciente con historia de fiebre reumática o en la situación de brote comunitario,
debido a que en ambos casos se necesita tratamiento.
2. Test de detección rápida antigénica ó strep a
El cultivo de exudado faríngeo es el método de certeza para el diagnóstico de
faringoamigdalitis estreptocócica, pero comporta una serie de desventajas, como el retraso
en el diagnóstico y, por consecuencia, en el tratamiento, ya que no dispondremos de los
resultados hasta pasadas 24-48 horas. Además, si tenemos en cuenta que en las zonas
rurales no hay recogida de muestras a diario, la demora sería aún mayor.
Para solventar estos inconvenientes podemos realizar el test de detección rápida antigénica o
Strep A en consulta, obteniendo resultados en apenas unos minutos.
En función de la marca comercial podemos encontrar diferentes formatos del TDR: tiras,
tarjetas, extracción en línea... pero en todos ellos el procedimiento es el mismo. En todo
caso, debemos leer las instrucciones del fabricante.
La realización de la técnica no requiere aparataje especial ni personal experto, siendo el
entrenamiento necesario mínimo. 6
Para detallar el procedimiento, nos basaremos en el OSOM® Strep A Test (Leti Diagnósticos),
que es el utilizado en nuestro centro de salud. Se basa en una detección cualitativa del
antígeno del Estreptococo del grupo A, procedente del exudado faríngeo.
2.1. Material
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Guantes
1 tubo de ensayo
1 hisopo estéril
3 gotas del reactivo nº1 (nitrato sódico 2M)
3 gotas del reactivo nº2 (ácido acético 0.3M)
1 tira reactiva
1 contenedor para productos biológicos.
1 depresor lingual
2.2. Método 7
1. Explicar al paciente el procedimiento y su finalidad, para que nos dé su
consentimiento y colabore en la recogida del frotis faringoamigdalar,
indicándole que no es doloroso y que sólo nos llevará unos segundos.
2. Previamente a la manipulación de los reactivos y la toma de muestras, se
deben poner guantes desechables.
3. A continuación, poner en el tubo de ensayo 3 gotas de los reactivos 1 y 2,
observando cómo el color del líquido cambia de rosa a amarillo claro al añadir
el reactivo nº 2 al nº 1, lo que constituye el primer control de calidad del
test.
4. Después de esto, recoger la muestra de las amígdalas o fondo de garganta
del paciente con el hisopo estéril, ayudándonos si fuera preciso de un
depresor lingual. Prestar especial cuidado en evitar las superficies de dientes,
encías, lengua o mejilla, para evitar posibles contaminaciones de la misma
con la flora de la cavidad oral.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 44
5. Seguidamente, introducir el hisopo en el tubo de ensayo que contiene los
reactivos, girándolo con energía contra el lateral del tubo al menos 10 veces
y dejarlo reposar un minuto.
6. Transcurrido ese tiempo, extraer el hisopo del tubo, presionándolo entre los
laterales del mismo, para exprimir la mayor cantidad de la solución
impregnada en el hisopo.
7. Desechar el hisopo en un contenedor para productos biológicos.
8. Coger una tira reactiva del recipiente, asegurándonos que quede bien
cerrado. Colocar la tira en el tubo de ensayo con las flechas hacia abajo y
esperar 5 minutos.
9. Entonces, leer los resultados. Utilizar un contenedor de productos biológicos
para desechar el tubo de ensayo y la tira reactiva que hemos usado.
“En la última fase de desechará el tubo de
ensayo y la tira reactiva en un contenedor de
productos biológicos’”
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2.3. Interpretación de resultados
Resultado negativo: visualizaremos una única línea de color rojo. Esta línea
constituye otro de los controles del procedimiento, ya que siempre debe aparecer. En
caso contrario la prueba no sería válida.
Resultado positivo: visualizaremos una línea de color azul y otra de control de color
rojo. La línea azul puede variar en intensidad.
Resultado no válido: Si no aparece línea de control rojo o si el fondo de la tira no es
incoloro e imposibilita la lectura del resultado, ya que supone el tercer control interno
del procedimiento.
2.4. Controles de calidad del test
El Osom® Strep A proporciona tanto controles internos como controles externos de calidad.
Los primeros los hemos ido describiendo a medida que los encontramos en el transcurso del
proceso, pero se pueden resumir en:
- Cambio de color de rosa a amarillo claro al añadir el reactivo nº 2 al reactivo nº 1.
- Visualización de línea roja de control en la tira reactiva al introducirla en el tubo de
ensayo.
- Fondo claro de la tira reactiva que no interfiera en el resultado de la prueba.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 46
Para el control externo de calidad existen dos reactivos que están incluidos en el kit,
rotulados como control positivo y control negativo. El fabricante recomienda realizar este
control con cada lote nuevo y cuando vaya a realizar la prueba una persona sin experiencia
en la misma.
El procedimiento para llevar a cabo este control consiste en, una vez vertidas las 3 gotas de
cada reactivo en el tubo de ensayo, añadir una gota de la solución de control (positivo o
negativo), previamente agitada. Posteriormente, introducir un hisopo limpio en el tubo y
continuar la técnica como se ha explicado en el apartado de “MÉTODO”.
2.5. Tratamiento
Según la Guía Terapéutica en Atención Primaria8, desarrollada por la SEMFYC, el tratamiento
de elección de la faringoamigdalitis estreptocócica se basa en antibioterapia oral con
fenoximetilpenicilina o penicilina V 500 mg cada 12 horas si el paciente es mayor de 12 años
o pesa más de 27 kg. En menores de esa edad y peso, el tratamiento se realiza con el mismo
antibiótico, pero a una dosis de 250 mg cada 12 horas. La duración del mismo sería de 8 a
10 días. Se administrará antes de las comidas. Si existe intolerancia oral a dicho
medicamento o incumplimiento del régimen terapéutico, se puede pautar penicilina
benzatina intramuscular en dosis única (en personas con peso mayor a 25 kg 1.200.000 UI,
mientras que por debajo de ese peso la dosis es de 600.000 UI).
Ante personas con alergia a las penicilinas, tenemos la opción de tratar la enfermedad con
claritromicina oral, a una dosis de 250-500 mg cada 12 horas en el adulto y 15 mg/kg/día
(en dos tomas) en los niños, durante 10 días. Otra opción, sería tratarla con clindamicina
oral, cuya dosis sería 150-300 mg cada 8 horas en el adulto y 15-25 mg/kg/día (en tres
tomas) en los niños, durante 10 días.
Para la faringitis estreptocócica de repetición (al menos cinco episodios en un año o un
segundo episodio con cultivo positivo tras completar el tratamiento) se puede mantener la
misma pauta antibiótica o usar penicilina G benzatina si sospechamos de una baja
adherencia al tratamiento. Otra alternativa es pautar un antibiótico diferente, como
amoxicilina y ácido clavulánico; porque en ocasiones, aunque dicha bacteria es sensible a la
penicilina, la razón de las posibles recaídas es la lactamasa que producen los saprofitos de la
boca, cefalosporinas de espectro estrecho, la clindamicina, la eritromicina u otro macrólido.
Como fármacos para paliar síntomas como la fiebre y el dolor, nos encontramos con
paracetamol o ibuprofeno por vía oral. La dosis del paracetamol sería 0,5–1 g. cada 4-6
horas, cuya dosis máxima es de 4 g al día, con especial atención en ancianos e insuficiencia
renal grave (cuya dosis máxima es de 3 g al día), y en insuficiencia hepática (que presenta
una dosis máxima de 2 g al día). La dosificación pediátrica, tanto oral como rectal, es de 10-
15 mg/kg cada 4-6 horas, con una dosis máxima de 60-80 mg/kg/día. El ibuprofeno tiene
como dosis estándar 400-600 mg cada 6-8 horas en el adulto, con una dosis máxima de
2.400 mg al día (1.200 mg al día si hay gran riesgo cardiovascular). La dosis pediátrica es de
5-10 mg/kg/4-6 horas, con dosis máxima de 40 mg/kg al día).
Además del tratamiento farmacológico, tomaremos una serie de medidas no farmacológicas.
Recomendaremos la ingesta hídrica, la humidificación del ambiente, lavados nasales y reposo
relativo.
En caso de la faringoamigdalitis recurrente (siete episodios en un año, cinco episodios por
año durante dos años o tres episodios por año durante tres años seguidos), en el absceso
periamigdalino recurrente, en la infección focal (glomerulonefritis o fiebre reumática), y en la
sepsis de origen amigdalino, está indicada la amigdalectomía, aunque no hay acuerdo entre
autores.
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Tabla 1: Resumen del tratamiento
CONDICIÓN FÁRMACO DOSIS VÍA DURACIÓN
Fármaco de
elección
Penicilina V /
Fenoximetilpenicilina
Persona mayor de 12 años o
con peso mayor de 27 kg.:
500 mg cada 12 horas.
En menores de esa edad y
peso: 250 mg cada 12
horas.
Oral 8 a 10 días
Si intolerancia o
incumplimiento
de la
prescripción
Penicilina benzatina
Peso mayor de 25 kg:
1.200.000 ui
Por debajo de ese peso:
600.000 ui
IM Dosis única
Si alergia a
penicilinas
Claritromicina
Adulto: 250-500 mg cada 12
horas
Niño: 15 mg/kg/día en dos
tomas
Oral 10 días
Clindamicina
Adultos: 150-300 mg cada 8
horas
Niños: 15-25 mg/kg/día en
tres tomas
Oral 10 días
Si fiebre o dolor
Paracetamol
0,5-1 g cada 4-6 horas
(dosis máxima: 4 g. al día;
cuidado en insuficiencia
hepática- dosis máxima de 2
g. al día-, renal y ancianos –
dosis máxima de 3 g. al día)
Niños: 10-15 mg/kg cada 4-
6 horas, con dosis máxima
de 60-80 mg/kg.
Oral
Niños:
Oral/
rectal
Ibuprofeno
Adulto: 400-600 mg cada 6-
8 horas, con dosis máxima
de 2.400 mg al día (1.200 si
riesgo cardiovascular)
Niños: 5-10 mg/kg. cada 4-6
horas, con dosis máxima de
40 mg/kg al día)
Oral
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Conclusiones
Tenemos a nuestra disposición criterios ampliamente utilizados, como son los criterios
Centor, que pueden ayudarnos al correcto diagnóstico y por consecuencia, al tratamiento
adecuado de la faringoamigdalitis aguda. Con ello, podríamos evitar el uso abusivo de
antibióticos en afecciones de origen viral, lo que contribuye a prevenir las resistencias
bacterianas. Del mismo modo, se tratarían adecuadamente aquellas faringoamigdalitis
causadas por el EBHGA, con lo que se evitarían complicaciones posteriores.
Un dato que también consideramos importante es el correcto registro del resultado del TDR
en la historia clínica electrónica del paciente, ya que al revisar los datos registrados en el
programa informático de nuestra Comunidad Autónoma (OMI-AP), se ha observado un
infrarregistro del mismo si lo comparamos con la cantidad de unidades de TDR consumidas.
Posiblemente esto sea debido a que los profesionales que realizan la técnica registran el
procedimiento como texto libre, sin asociarlo a ningún protocolo de actuación.
El hecho de que el registro sea adecuado es interesante porque es lo que nos va a permitir
exportar datos para cuantificar el número de pruebas realizadas y el resultado de las
mismas, favoreciendo así actividades de investigación.
Nota de agradecimiento
Queremos dar las gracias por la colaboración prestada a la Dra. Marta Eugenia González
García, al pediatra D. Venancio Martínez Suárez, a los enfermeros D. Santiago González
Sánchez y Dña. Rosa Mayordomo Mendo, y a la administrativa Dña. Marta Rodríguez
Fernández. Todos ellos son personal del Centro de Salud El Llano (Área V- Gijón).
Bibliografía
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2. Álvez González F, Sánchez Lastres JM. Faringoamigdalitis aguda. Protocolos de la
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Disponible en: http://zl.elsevier.es/es/revista/atencion-primaria-27/hay-que-pedir-
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RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 49
5. Guías para el diagnóstico y tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio en
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(Consultado el 05/05/2014)
6. Llor Vilà C. Uso adecuado de... Un test rápido de detección de antígenos del
estreptococo β-hemolítico del grupo A (Strep A). AMF 2010; 6(8):429-433.
7. Catálogo de instrucciones del Osom® Strep A Test. Disponible en:
http://diagnosticos.leti.com/ft-osom-strep-a-idu-insert_666.pdf. (Consultado el
05/05/2014)
8. SEMFYC. Guía terapéutica en Atención Primaria. 2014. Disponible en:
http://www.guiaterapeutica.net/5edicion/index.php. (Consultado el 19/05/2014)
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 50
Yo decido. Por la libertad de las mujeres
Marián Uría Urraza
Socióloga
Instituto Asturiano de la Mujer (Oviedo)
Manuscrito recibido: 19-10-2014
Manuscrito aceptado: 22-10-2014
Cómo citar este documento
Uría Urraza M. Yo decido. Por la libertad de las mujeres. RqR Enfermería Comunitaria (Revista de
SEAPA), 2014 Nov; 2 (4): 50-56
Resumen
El Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y los derechos
de la mujer embarazada supuso una seria amenaza para los derechos de las mujeres en
España; obteniendo una importante respuesta ciudadana, tanto desde las organizaciones de
mujeres de nuestro país y otros de nuestro entorno, como de multitud de sociedades
profesionales, entre ellas SEAPA y FAECAP. Su retirada ha sido un motivo de enorme
satisfacción para todos y todas.
En el presente artículo, Marian Uría, del Instituto Asturiano de la Mujer, a petición del comité
editorial de RqR Enfermería Comunitaria, expone la situación actual de la legislación en
materia del aborto y salud sexual y reproductiva, su desarrollo en nuestra Comunidad
Autónoma, la evolución de las tasas de abortos realizados en Asturias desde 1996 a la
actualidad y las actividades que se están realizando en el marco del Programa de educación
afectivo-sexual, desarrolladas en gran parte por enfermeras, para la promoción de una
sexualidad saludable.
Palabras Clave
Salud sexual, salud reproductiva, aborto legal.
Cola
bora
ció
n
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 51
Desarrollo
1. Una ley que reconoce los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
La aprobación en 2010 de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción
voluntaria del embarazo1 hizo posible que las mujeres pudieran ejercitar el derecho a la
maternidad libremente decidida, ya que, en las primeras 14 semanas de gestación, pueden
interrumpir su embarazo a petición propia, sin tener que aducir motivos.
Tras este periodo son necesarias las indicaciones médicas: hasta las 22 semanas de
gestación, cuando exista grave riesgo para la vida o salud de la embarazada o riesgo de
graves anomalías en el feto; y, posteriormente, en casos de anomalías fetales incompatibles
con la vida o cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave o
incurable.
Pero la ley va más allá de posibilitar el acceso al aborto, pues su objetivo es garantizar los
derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, y establece la
obligación de los poderes públicos de poner en marcha las políticas necesarias para hacerlos
efectivos. Y las medidas que se deben desarrollar no solo afectan al ámbito sanitario, sino
también, y de forma muy especial, al ámbito educativo.
En el ámbito sanitario señala que se deberá garantizar la calidad de los servicios de atención
a la salud sexual integral, el acceso universal a prácticas efectivas de planificación de la
reproducción, la provisión de servicios de calidad para la atención a las mujeres y a las
parejas durante el embarazo, parto y puerperio, asegurando la accesibilidad de las personas
con discapacidad, y la atención perinatal centrada en la familia y en el desarrollo saludable.
Asimismo plantea la formación de profesionales de la salud desde una perspectiva de género,
incorporando la salud sexual y reproductiva a los programas curriculares, incluyendo la
práctica de la interrupción del embarazo. Igualmente se debe garantizar la formación
continuada a lo largo de la carrera profesional.
En el ámbito educativo, se deberá contemplar la salud sexual y reproductiva como parte del
desarrollo integral de la personalidad y de la formación en valores, para contribuir a: la
promoción de una visión de la sexualidad en términos de igualdad y corresponsabilidad, con
especial atención a la prevención de la violencia de género y los abusos sexuales, el
reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual, el desarrollo armónico de la sexualidad,
y la prevención de infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados.
2. El acceso al aborto bajo una ley de plazos.
En Asturias, tras la aprobación de la Ley de 19852 ya se venían practicando interrupciones
voluntarias del embarazo (IVE), tanto en la red sanitaria pública como en clínicas
acreditadas, llevándose a cabo en estas últimas un altísimo porcentaje del total de IVEs:
97% en 2009 según datos de Ministerio de Sanidad y Consumo3.
Tras la aprobación de la nueva ley, la Consejería de Sanidad puso en marcha los mecanismos
para hacer efectivo el acceso a la IVE bajo las nuevas circunstancias: organizó reuniones con
personal sanitario y de otras entidades y se elaboraron materiales informativos, que se
enviaron a centros de salud y hospitales (Servicio de Atención al Paciente), así como a
asociaciones de mujeres y otros recursos como los Centros Asesores de la Mujer. Se nombró
también el Comité clínico que debe confirmar los diagnósticos que permitan la realización de
las IVE a partir de las 22 semanas de gestación.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 52
En la página web del Instituto Asturiano de la Mujer se incorporó toda la información
necesaria para asesorar a las mujeres sobre las características de la nueva ley y el acceso a
los recursos4, al igual que se hace en el Portal de salud del Principado de Asturias,
Astursalud5.
Desde julio de 2010, las IVEs dentro de las primeras 14 semanas de gestación, están siendo
realizadas gratuitamente en las clínicas privadas concertadas, tras un convenio del SESPA
con estos centros. Solo es necesaria la presentación de la tarjeta sanitaria por parte de las
mujeres.
Las IVEs de más semanas de gestación se realizan en le red sanitaria pública y, en algunos
casos, ante problemas de objeción de conciencia por los que no se resuelve la intervención
en hospitales del SESPA, se deriva a las mujeres a centros concertados fuera de Asturias.
En el momento de la solicitud de la IVE, tanto en centros públicos como privados, las
mujeres reciben un sobre con información sobre recursos para la maternidad y para
personas con discapacidad, y la intervención se podrá realizar después de 3 días en el mismo
centro, tal como marca la ley.
3. Algunos datos en torno a la práctica de las IVEs
Según datos de 2012, último año para el que el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e
Igualdad (MSSSI) ha publicado información6, se realizaron 2.750 IVEs a mujeres asturianas,
de las cuales 276 correspondieron a menores de 20 años. Del total de intervenciones, 47
(1,7%) fueron practicadas en hospitales de la red pública y 19 más en hospitales privados,
fuera de Asturias. Así pues, 2.684 IVEs (98%) se realizaron en las clínicas concertadas. Esta
cifra coincide prácticamente con las 2.678 interrupciones cuyo motivo fue la “petición de la
mujer” dentro de las primeras 14 semanas de gestación. El “riesgo para la salud o la vida de
la embarazada” fue la causa de 25 IVEs y el “riesgo de graves anomalías en el feto” de 42
más. Solo se realizaron 5 IVEs por “anomalías fetales incompatibles con la vida o una
enfermedad extremadamente grave o incurable en el feto”.
Las mujeres, una vez que han tomado la decisión de interrumpir su embarazo, acuden
normalmente con prontitud a los centros; así el 72% de las IVEs se practicó en las primeras
8 semanas de gestación, y un 21% más entre las 9 y las 12 semanas. Solo 14 IVEs fueron
practicadas después de las 21 semanas de gestación.
Las tasas asturianas de IVE que elabora el MSSI (abortos por cada 1.000 mujeres entre 15 y
44 años) presentaron un descenso desde 1996 y se mantuvieron estables hasta 2009. Sin
embargo, desde 2010 se ha observado un incremento en las mismas y a partir de 2011 se
ha superado la media estatal. En 2012 la tasa de Asturias ascendía a 14,34, frente a 12,01
que es la media española y que desde hace años venía presentando una tendencia
ascendente con fluctuaciones. Otras 6 CCAA tienen también tasas más altas que la media.
Este ascenso de las tasas de aborto ha coincidido con el descenso de las tasas de
fecundidad, cuestión que está ocurriendo también en el conjunto del país y que no parece
extrañar en el contexto de la actual situación de crisis. Asturias presentó en 1998 su menor
tasa de fecundidad desde la legalización de los anticonceptivos y, a partir de ese año, se
observó un incremento continuo de la misma hasta 20097. En 2010 se produjo un descenso,
aunque ha vuelto a subir ligeramente en 2011 y 2012, estando ahora en torno a 32 criaturas
por cada 1.000 mujeres en edad fértil. Desde hace décadas, Asturias tiene la tasa de
fecundidad más baja de todo el país.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 53
Antes de la aprobación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva había en Asturias un buen
acceso geográfico a la IVE, pues las clínicas que ahora tienen concierto con el SESPA ya
venían funcionando, pero las mujeres tenían que abonar esta prestación. Desde el
establecimiento de la gratuidad, la accesibilidad está garantizada, aunque es posible que
algunas mujeres, a pesar de la divulgación, no accedan o lo hagan tardíamente. El acceso a
las prestaciones sanitarias para la población inmigrante en situación irregular está
garantizado en Asturias en las mismas condiciones que el resto de la población, según
información de la Consejería de Sanidad y confirmación de un informe de Médicos del
Mundo8 sobre atención a inmigrantes.
4. Aparece la amenaza de una vuelta atrás en el derecho a decidir
El 20 de diciembre de 2013, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Justicia,
aprobó el Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y los
derechos de la mujer embarazada. Esta aprobación puso inmediatamente en guardia al
movimiento de mujeres de toda España y también de varios países europeos, que
organizaron manifestaciones, marchas, encierros, etc. en una movilización que ha durado
meses, hasta la retirada del anteproyecto por parte del Gobierno, el pasado mes de
septiembre, que dio lugar a la dimisión del Ministro de Justicia.
Y, durante este tiempo, han sido muchas las organizaciones profesionales del ámbito
sanitario las que se han posicionado respecto a este anteproyecto, denunciando el retroceso
que este suponía en el derecho a una maternidad deseada, los riesgos en el acceso a la
interrupción del embarazo en condiciones seguras, así como la eliminación del supuesto por
malformaciones congénitas. Igualmente han denunciado la situación de inseguridad en la
que colocaba al personal sanitario.
Así mismo, las instituciones que defienden los derechos de las mujeres, comenzaron a
realizar distintas actuaciones. El Instituto Asturiano de la Mujer, tras conocer el contenido de
dicho anteproyecto de Ley, realizó una serie de actividades en el ámbito de sus
competencias. El 14 de enero de 2014 reunió al Consejo Asturiano de la Mujer, que es un
órgano consultor y asesor del IAM e integra a más de treinta asociaciones de mujeres, que
aprobó una resolución9, señalando que el anteproyecto representaba “un inadmisible
retroceso normativo, social e ideológico y vuelve a situar a las mujeres como menores de
edad, cuando no en la clandestinidad… suprimiendo su derecho a decidir responsable,
consciente y libremente sobre su sexualidad y maternidad y afectando negativamente a su
seguridad jurídica y a la de las y los profesionales de nuestro sistema de salud, así como a la
garantía en el acceso a las correspondientes prestaciones sanitarias”. Por ello, instaba al
gobierno a retirar inmediatamente el anteproyecto.
El Instituto Asturiano de la Mujer enfocó la campaña del 8 de Marzo, día Internacional de las
Mujeres, con el lema “Yo decido. Por la libertad de las mujeres” organizando los distintos
actos en torno a este tema, entre ellos un debate con profesionales y mujeres de distintas
asociaciones, en el que se rememoraron las movilizaciones del movimiento de mujeres, hace
ya más de 30 años, reclamando el mismo derecho a una maternidad libremente decidida.
El 15 de febrero, el Gobierno del Principado de Asturias, aprobó un informe10 sobre el
mencionado anteproyecto, presentado por la Consejería de Presidencia de la que depende el
IAM, que fue enviado al Secretario de Estado de Justicia, solicitando la convocatoria urgente
de la Conferencia Sectorial de Justicia. El documento defendía la normativa vigente y
expresaba su rechazo a una reforma que, lejos de ampliar y respetar los derechos de la
mujer, vulneraba su capacidad de decisión y coartaba su salud sexual y reproductiva.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 54
Para la elaboración de este documento el Instituto Asturiano de la Mujer solicitó a la
Dirección General de Salud Pública un informe en el que se plasmara el impacto del
anteproyecto de ley sobre la Salud Pública, especificando los riesgos para la salud de las
mujeres y las criaturas que nazcan con malformaciones congénitas, al prohibir dicho
supuesto la ley que se pretendía aprobar. El informe que la DGSP elaboró planteaba que no
existen evidencias de que ni la prohibición ni la regulación incidan en la cantidad de
interrupciones del embarazo que se practican y que una normativa restrictiva solo genera
desigualdades, reduciendo el acceso a una intervención segura a las mujeres pobres, a las
inmigrantes y a las jóvenes, lo que puede poner en riesgo su salud y sus vidas.
Y, ante la prohibición del aborto por malformaciones congénitas, señalaba que solo
incrementa el sufrimiento de las mujeres y provoca repercusiones psicológicas, económicas y
sociales, tanto en ellas como en sus familias. Dado que los defectos congénitos suponen una
de las causas más importantes de morbilidad, discapacidad y mortalidad infantil, su impacto
en la salud pública es notable. Por ello, señalaba que es necesario permitir a las mujeres
decidir si continuar o no con su embarazo en caso de afectación fetal y garantizar el acceso
gratuito a la intervención en el sistema sanitario.
El documento aprobado por el Gobierno asturiano señalaba también que la derogación de la
actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva de 2010, supondría la desaparición de todas las
medidas que esta incluye con relación a la promoción de la salud sexual y reproductiva, que
en Asturias se están desarrollando en el ámbito educativo con el apoyo del sistema sanitario,
con un Programa de educación afectivo-sexual.
5. La promoción de una sexualidad saludable, igualitaria y respetuosa con las
diversas opciones.
La educación sexual se ha venido desarrollando desde hace varias décadas en el sistema
educativo asturiano, promovida por la Consejería de Educación y la Consejería de Sanidad y
el SESPA y, de forma estructurada, como Programa de educación afectivo-sexual desde el
curso 2001-02, con la incorporación del Instituto Asturiano de la Mujer al diseño e
implantación del programa. Los objetivos del programa coinciden plenamente con los que
ahora plantea la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.
Actualmente este programa, conocido como “Ni ogros ni princesas”11, se desarrolla en el
53% de los Institutos de Educación Secundaria, participando un elevado número de
profesorado y alumnado. Y la labor del profesorado está complementada por talleres que son
impartidos, tanto por alumnado formado para la mediación con iguales, como por
profesionales de salud y distintas entidades del ámbito de la igualdad entre mujeres y
hombres, la defensa de los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) y
la sexología.
La colaboración del personal sanitario,
fundamentalmente de enfermería, tanto de
los Centros de Orientación Familiar como de
Atención Primaria, viene siendo habitual
desde comienzos de la educación sexual en
la enseñanza en Asturias. Actualmente el
personal de enfermería está recibiendo
formación, que se oferta periódicamente
organizada por la Consejería de Sanidad y el
SESPA, para realizar los talleres del
programa con el alumnado y también con el
“La colaboración del personal
sanitario, fundamentalmente de
enfermería, viene siendo
habitual desde comienzos de la
educación sexual en la
enseñanza en Asturias”
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 55
profesorado y las familias y que se centran sobretodo en el tema de la anticoncepción. Y
cada vez aumenta el número de profesionales que se incorporan a esta tarea.
Así pues, siguiendo los objetivos de “Ni ogros ni princesas”, se debe seguir trabajando en el
fomento de la autoestima y la autonomía y en la libertad de elección, para promover unas
relaciones afectivas igualitarias, en las que no se produzca violencia contra las mujeres ni
contra quienes tengan diferentes opciones sexuales, y en las que los hombres se hagan
corresponsables de la prevención de embarazos no deseados y de ITS.
A pesar de la celebrada retirada del citado anteproyecto de Ley por parte del Gobierno, aún
está pendiente que el Tribunal Constitucional dicte sentencia sobre dos recursos interpuestos
en 2010 sobre la actual ley, por tanto, habrá que estar alerta para seguir defendiendo el
derecho de las mujeres a decidir.
Bibliografía
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RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 56
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consejo-asturiano-de-la-mujer-sobre-la-reforma-de-la-ley-del-aborto/
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Sectorial de Justicia. Enero de 2014 [acceso el 21 de octubre de 2014]. Disponible en:
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2300030/?vgnextoid=bfc53742cf593410VgnVCM10000098030a0aRCRD
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la Salud. Programa “Ni ogros ni princesas” 2014-2015. Actualizado el 24 de septiembre
de 2014 [acceso el 21 de octubre de 2014]. Disponible en:
http://www.educastur.es/index.php?option=com_content&task=view&id=6027&Itemid=
237
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 57
Atención de Enfermería a Pacientes con Cáncer de
Mama y en riesgo de desarrollar Linfedema
Nursing care for patients with Breast Cancer and at risk of
developing Lymphedema
Luis Argüelles Otero, Teresa Fernández Prieto
C.S. Contrueces (Gijón)
Manuscrito recibido: 09-06-2014
Manuscrito aceptado: 03-09-2014
Cómo citar este documento
Argüelles Otero L, Fernández Prieto T. Atención de Enfermería a Pacientes con Cáncer de Mama y en
riesgo de desarrollar Linfedema. RqR Enfermería Comunitaria (Revista SEAPA). 2014 Nov; 2(4):57-76
Resumen
El Cáncer de Mama es el tumor más frecuente en mujeres españolas.
Una de cada cuatro mujeres puede desarrollar linfedema secundario a linfadenectomía o
radioterapia axilar.
Desde Atención Primaria (AP) tenemos que prevenir su aparición, puesto que una vez
instaurado se convierte en un problema crónico. Enfermería de AP es considerada la figura
central en la prevención y manejo del linfedema, dado que mantiene un contacto más
estrecho y frecuente con los pacientes, dentro de un equipo multidisciplinar.
Este trabajo trata de actualizar los conocimientos sobre su prevención y tratamiento.
Palabras clave
Cáncer de Mama, Linfedema, Atención Primaria, Enfermería de Atención Primaria.
Abstract
Breast Cancer is the most common neoplasm in spanish women.
One in four women may develop secondary lymphedema due to lymphadenectomy or axillary
radiotherapy.
In Primary Health Care we must anticipate its appearance, as once it is stablished, it turns
into a chronic problem. Primary Care Nursing is considered the central figure in prevention
and management of lymphedema, given that she keeps a closer and more frequent contact
with the patients, within a multidisciplinary team.
This work tries to update the knowledgment about its prevention and treatment.
Keywords
Breast Neoplasms, Lymphedema, Primary Health Care, Primary Care Nursing.
Revis
ión
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 58
Introducción
En España se diagnostican alrededor de 22.000 nuevos casos de cáncer de mama al año,
representando el 30% de todos los cánceres en la mujer. No es una condición exclusiva de la
mujer, puesto que los hombres también pueden desarrollarla, siendo su prevalencia menor
del 1%1.
Una de las complicaciones más frecuentes del abordaje terapéutico del cáncer de mama es el
linfedema. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, hasta el 30% de los
supervivientes de cáncer de mama que sufren vaciamiento axilar desarrollarán linfedema2,
siendo esta cifra más alta si se asocia radioterapia axilar1.
Antiguamente, el linfedema ha sido considerado como un pequeño precio a pagar por ser
“curada” de cáncer3. Una vez que el linfedema aparece, se convierte en un problema de
salud crónico para el resto de la vida. Por eso es tan importante la Prevención Primaria en el
manejo de la paciente mastectomizada3.
Se trata de un problema de salud y como tal debe ser abordado por un profesional sanitario
capacitado, siendo el personal de enfermería y Atención Primaria (AP) el nivel asistencial
más cercano a este tipo de pacientes.
Objetivos
Actualizar los conocimientos del personal de Enfermería de AP sobre prevención y
tratamiento del linfedema secundario a cáncer de mama.
Desarrollo
1. Definición
El Cáncer de Mama es el tumor más frecuente en mujeres de países desarrollados10. Para su
abordaje terapéutico se suele recurrir a la cirugía (pudiendo en algunos casos someterse a
disección ganglionar) y a la radioterapia, riesgos estos dos de formación de linfedema
secundario. El linfedema también puede desarrollarse en pacientes con cáncer de mama
como resultado de la fibrosis inducida por infección o cirugía cerca de las vías linfáticas y por
un tumor metastásico que obstruya el flujo linfático4.
El linfedema es un acúmulo de líquido rico en proteínas en los tejidos blandos, como
resultado de la interrupción de dicho flujo4 (Figura 1).
Existen dos formas de presentación del linfedema postmastectomía9:
Linfedema precoz o inicial: ocurre hasta los 2 meses posteriores a la cirugía y suele
ser transitorio.
Linfedema tardío: ocurre en cualquier momento después de los 6 meses del
tratamiento inicial y a menudo es progresivo.
Lo más frecuente es que el 75% de los casos de linfedema aparezcan durante el primer año
de la cirugía, aunque el tiempo de aparición varía entre semanas y años1,5.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 59
Fig. 1: Linfedema Fuente: ClinicalKey, Macleod’s Clinical Examination
2. Signos y síntomas
El linfedema no suele desarrollarse de forma brusca7. Los primeros síntomas pueden ser la
sensación de pesadez en el brazo, endurecimiento de algunas zonas del mismo
(especialmente aquellas que soportan presión como la cara anterior del brazo y la región del
codo), y pérdida de sensibilidad1. La piel engrosada es una característica más del linfedema y
se asemeja a la piel de una naranja.
Posteriormente, se aprecia aumento del diámetro del brazo y, en ocasiones, dolor y dificultad
en la movilización.
Pueden formarse surcos y grietas, apareciendo linforrea (derrame profuso de linfa por rotura
o sección de un vaso linfático) en la superficie de la piel que es muy cáustica y actúa como
puerta de entrada de infecciones.
Una complicación frecuente del linfedema es la infección del mismo, llamada linfangitis. Los
síntomas de esta afección son enrojecimiento de la piel, dolor intenso, incremento del edema
y fiebre.
La complicación más grave del linfedema de larga evolución es la degeneración hacia un
linfangiosarcoma (síndrome de Steward-Treves).16 Pude tardar más de una década en
desarrollarse y la media de supervivencia es de 19 meses4.
Según la Sociedad Internacional de Linfología (2009), podemos clasificar el linfedema en 4
estadíos. Tabla 1 6,7,8,10,11.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 60
Tabla 1: Etapas o estadíos del Linfedema y sus características principales. Clasificación de la Sociedad Internacional de Linfología6,7,8,10,11.
ESTADÍOS CARACTERÍSTICAS
ESTADÍO 0 Asintomático o sensación de pesadez. Edema no evidente.
ESTADÍO 1
Edema reversible que mejora con la elevación de la extremidad superior en
menos de 24 h. Edema con fóvea.
No existe fibrosis dérmica
ESTADÍO 2
Edema irreversible que no mejora tras la elevación de la extremidad superior
en 24 h. Edema no deja fóvea.
Existe fibrosis dérmica marcada.
ESTADÍO 3 Elefantiasis linfostática,
Cambios tróficos (depósitos de grasa, acantosis y crecimientos verrugosos).
Fuente: Elaboración propia
Estadío 0
Condición subclínica donde la inflamación no es evidente a pesar del deterioro en el
transporte de la linfa. Pueden pasar meses o años hasta que el edema se manifieste.
Estadío 1
Acumulación de líquido rico en proteínas. El edema es reversible, suele mejorar con la
elevación del miembro afectado y descanso en cama durante 24 horas. Pueden producirse
pequeñas vesículas y existe edema con fóvea (al hacer una presión fuerte con la yema del
dedo sobre el edema se produce un hundimiento de la piel y una pérdida de la coloración
alrededor). No existe fibrosis dérmica.
Estadío 2
Edema con fibrosis moderada (con consistencia esponjosa), no deja fóvea a la presión digital
y no mejora con la elevación del brazo. En algunas publicaciones se le llama linfedema
irreversible.
Estadío 3
Se produce fibrosis subcutánea severa y elefantiasis linfostática en la extremidad afectada.
En el examen, la piel de naranja está ausente y aparece gruesa, con depósitos de grasa y
cambios tróficos. Puede haber exudación vesicular y marcada alteración funcional. También
aparece el signo de Stemmer (incapacidad para pellizcar un pliegue de piel en la raíz de los
dedos).12
Otra forma de clasificación del linfedema, propuesta por la Sociedad Americana de
Fisioterapia, se basa en la valoración del aumento del perímetro del brazo afectado posterior
a la Cirugía12,19:
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 61
Linfedema leve: aumento de 3 cm del perímetro de la extremidad.
Linfedema moderado: aumento de 3 a 5 cm del perímetro de la extremidad.
Linfedema severo: aumento del perímetro de la extremidad > 5 cm.
3. Diagnóstico de linfedema
La orientación diagnóstica se puede llevar a cabo mediante una adecuada anamnesis y
exploración física. Las exploraciones complementarias se deberían reservar para situaciones
en que con las dos anteriores técnicas no se pueda llegar a un diagnóstico claro.
3.1. Anamnesis12
Se deben de analizar las siguientes condiciones:
1. Tiempo de inicio.
2. Área afectada.
3. Síntomas asociados (dolor, cambios de coloración y textura de la piel) y progresión
de los mismos.
4. Fármacos que consume la paciente. Aunque ninguno está directamente asociado con
un mayor riesgo de linfedema, algunos están asociados con estados edematosos (por
ejemplo, agentes antiinflamatorios no esteroideos, bloqueadotes de canales del
calcio, glitazonas).
5. Antecedentes patológicos, incluyendo las condiciones médicas asociadas con el
linfedema, infecciones, cirugía, radioterapia (Figura 2).
6. Antecedentes familiares.
7. Tratamientos previos realizados.
Fig. 2: Mastectomía radical, factor de riesgo de Linfedema. Fuente: Inmagine
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 62
3.2. Exploración física12
1. Perímetro de la extremidad.
2. Suavidad de la piel.
3. Presencia de fóvea a la palpación.
4. Palpación de adenomegalias.
5. Valoración del sistema vascular.
El método más utilizado para realizar el diagnóstico de linfedema es la medida en varios
puntos de la circunferencia del brazo con una cinta métrica (cintometría)4,7,17.
Enfermería de Atención Hospitalaria debe obtener una medida basal de la circunferencia del
brazo afecto antes de someterse a cirugía, para así hacer comparaciones posteriores, y
también antes de ser dado de alta del Hospital5.
Las medidas perimetrales del brazo se deben tomar en 4 puntos4,6,7,17: las articulaciones
metacarpo-falángicas, las muñecas, a 10 cm. distales de los epicóndilos laterales del húmero
(parte externa del codo) y a 15 cm. proximales de los epicóndilos laterales (Figura 3).
Fig. 3: Zonas anatómicas de medición perimetral en brazo y antebrazo para Diagnóstico de Linfedema
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 63
Diferencias mayores a 2 cm en cualquier punto de los mencionados anteriormente entre el
brazo afecto y el brazo contralateral, se consideran clínicamente relevantes 6,7,17.
Debido a que el edema postquirúrgico puede acontecer de forma natural, enfermería debe
esperar al menos 6 semanas para determinar si existe linfedema5.
Otros métodos utilizados para evaluar el linfedema son 4,6:
3.3. Técnica de desplazamiento del agua
Es el método usado en los ensayos clínicos para medir el linfedema; consiste en un
receptáculo construido a la medida del miembro que se quiere valorar. La introducción del
brazo dentro de dicho receptáculo produce un desplazamiento de agua que puede ser
medido. En el caso de las extremidades superiores, se considera diagnóstico de linfedema si
existe un incremento de 200 ml en el brazo afectado12.
3.4. Técnicas de imagen
Se emplean la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), Tomografía Axial Computerizada
(TAC)6,12.
3.5. Linfocintigrafía
Es una técnica que utiliza trazadores radioactivos subcutáneos o intradérmicos para dibujar
la dirección del drenaje linfático12.
4. Educación para la Salud (EpS): base de la prevención
El autocuidado constituye un enfoque particular para la práctica clínica porque pone énfasis
en la capacidad de las personas para promover, mantener y recuperar la salud desde una
perspectiva global del individuo15.
Enfermería de AP debe de potenciar la educación a las mujeres con cáncer de mama antes
de someterse a cirugía o radioterapia y continuar esta labor a lo largo de las visitas de
seguimiento. Se debe enseñar a los pacientes a reconocer los síntomas tempranos de edema
porque los resultados del tratamiento pueden mejorar de manera significativa si el problema
se detecta de forma temprana17.
La información que reciben las mujeres mastectomizadas sobre el riesgo de desarrollar
linfedema y su prevención a lo largo del proceso de tratamiento es escasa y el contenido de
la misma es pobre e inespecífico.
Un estudio realizado en el año 2008 por Fu y colegas, revela que el 57% de las mujeres
participantes que sobrevivieron a un cáncer de mama, recibieron información sobre los
síntomas y pautas para prevenir el desarrollo del linfedema2.
En la Tabla 2 se recogen recomendaciones que deben ser la base de la educación sanitaria
para la mujer mastectomizada y sus familiares, con el objetivo de prevenir y evitar un
desarrollo mayor del linfedema.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 64
Tabla 2. Campos educativos a tratar con mujeres mastectomizadas y conductas a seguir para prevención del linfedema 1,5,6,16,17,19.
CAMPO EDUCATIVO CONDUCTAS SALUDABLES
Vestimenta-Ropa
- No colocar el bolso en el hombro afecto.
- Evitar llevar reloj, pulseras, anillos que puedan presionar la muñeca
o el antebrazo afectado.
- Evitar utilizar ropa interior que comprima el pecho o los hombros.
- El sujetador debe tener tirantes anchos y acolchados para evitar
comprimir la zona del hombro, sin aro que comprima.
- Evitar camisas con puños apretados o elásticos, que impidan el
retorno de la circulación.
Aseo personal-
Cuidados
- Extremar el cuidado de la piel, lavándose con jabones neutros y con
suavidad; secar minuciosamente la piel, pliegues y entre los dedos
para evitar infecciones.
- Crema hidratante para mantener la piel nutrida.
- Cortar las uñas con cortaúñas. No tijeras. No cortar las cutículas.
- No morderse las uñas ni arrancarse los padrastros.
- Rasurar la axila con máquina eléctrica en vez de con cuchillas o cera
(caliente o fría).
- Evitar la sauna y baños de sol. En la piscina o en la playa hay que
ponerse una camisa ligera que cubra el pecho y el brazo. Ponerse
protección solar alta y evitar las horas de máximo sol (12h a 16 h).
- En la peluquería, proteger del calor los hombros y brazos del casco
del secador.
Alimentación
- Evitar el sobrepeso. Dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y
legumbres.
- Evitar el alcohol y tabaco.
- Evitar el exceso de sal.
Trabajo y tareas
domésticas
- No cargar peso con el brazo afecto. Utilizar un carro con ruedas para
hacer la compra.
- No lavar ni fregar los utensilios de cocina con agua muy caliente.
- Utilizar guantes para manipular el horno, sartenes y otros trabajos
de cocina.
- Utilizar dedal para coser.
- Evitar permanecer mucho tiempo con el brazo levantado (tender la
ropa, limpiar ventanas).
Actividad física, ocio - La actividad física es importante, pero hay que evitar sobreesfuerzos
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 65
y aquellos deportes que utilizan excesivamente los brazos (golf, tenis,
esquí). La natación puede ser un buen ejercicio.
- Si se practica la jardinería, utilizar guantes para evitar heridas.
Animales
domésticos
- Evitar las mordeduras, arañazos y picaduras de insectos en el brazo
afecto. Se puede recurrir a insecticidas.
Procedimientos
sanitarios
- Evitar tomar la tensión arterial en el brazo afecto.
- Evitar las punciones en este brazo: inyecciones, extracciones de
sangre, agujas de acupuntura, vacunas...
- En el caso de padecer Diabetes Mellitus, no realizar glucemia capilar
en los pulpejos de los dedos del brazo afecto.
- Ante cualquier herida, lavar con agua y jabón y desinfectarla con un
antiséptico.
Sueño
- Dormir con el brazo por encima del nivel del corazón. Para ello una
forma apropiada sería dormir con almohadas debajo del brazo afecto,
de manera que la parte más distal esté más alta que la parte
proximal.
Viajes en avión
- Se han asociado con la aparición de linfedema debido a la disminu-
ción de la presión en cabina. Las pacientes deben llevar una venda de
compresión cuando vuelan, incluso cuando no tengan linfedema.
Fuente: Elaboración propia
5. Ejercicios de prevención del Linfedema
Se debe enfatizar la importancia de un programa de ejercicios que ayude a desarrollar la
circulación linfática colateral, basándose en ejercicios limitados, centrados en la mano y
antebrazo, que comiencen el primer día del postoperatorio1.
En la Tabla 3, se recoge un ejemplo de Ejercicio Programado paras las mujeres
mastectomizadas18.
Características:
- Frecuencia: mínimo 1 vez al día, muy recomendable que sean 2.
- Número de series: 3 series consecutivas de la Tabla de ejercicios.
- Número de repeticiones: No hace falta llegar al máximo de repeticiones de cada
ejercicio. Mínimo 4, máximo 15 veces de cada ejercicio.
- Duración: 20 - 30 minutos.
- Fuerza: no deben ser vigorosos.
- Forma de realización: sentada; si se realizan de pie existe más probabilidad de
provocar daños en la espalda.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 66
Tabla 3. Tabla de ejercicios preventivos de linfedema para mujeres mastectomizadas y descripción de cómo realizarlos18.
TIPO DE EJERCICIO DESCRIPCIÓN
Ejercicios de cuello
Girar la cabeza hacia la derecha, a continuación mirar al frente,
después girar la cabeza hacia la izquierda.
Flexionar la cabeza intentando llevar la barbilla al pecho, volver a
levantar la cabeza mirando al frente con el cuello recto. NO
extender la cabeza hacia atrás.
Ejercicios de hombros
Apoyar las manos en las piernas, subir y bajar los hombros.
Apoyar las manos en las piernas, realizar movimientos circulares
con los hombros hacia delante y hacia atrás.
Ejercicios de muñeca
y manos
Flexionar y extender las muñecas.
Abrir y cerrar los puños despacio pero con firmeza.
Tocar con el pulgar el resto de los dedos de la mano
Con las manos hacia arriba y los codos flexionados a la altura de
los hombros, girar las muñecas hacia un lado y después hacia otro.
Hacer círculos con las manos hacia adentro y después hacia fuera.
Ejercicios de brazos
Flexionar los codos cerrando las manos y llevarlas hasta los
hombros, después extenderlas hacia el frente abriendo la mano.
Sentada con el tronco recto, colocar las manos entrecruzadas en la
nuca, juntar los codos delante y después separalos al máximo sin
soltar las manos.
Con las manos entrecruzadas en la espalda lo más alto que se
pueda, llevar los brazos hacia atrás.
Ejercicios con barra
(de 70 cm. y peso
ligero)
Sujetar la barra por los extremos y apoyarla en las rodillas.
A continuación, subirla en horizontal hasta detrás del cuello,
pasándola por encima de la cabeza. Volver a la posición original.
Sujetar la barra en horizontal por detrás de la espalda y
subirla/bajarla.
Sujetar la barra en horizontal por detrás de la espalda y desplazarla
hacia la izquierda y derecha alternativamente.
Fuente: Elaboración propia
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 67
6. Tratamiento del Linfedema
La Sociedad Internacional de Linfología expone que el único tratamiento que ha demostrado
ser eficaz en la reducción y control del linfedema es el tratamiento físico, es decir, el
fisioterapéutico1.
Sin embargo, existen otros tratamientos alternativos utilizados para el control del linfedema.
6.1. Tratamiento mecánico
Existen diferentes técnicas físicas, que a su vez pueden realizarse con modificaciones o
incluso alguna de ellas combinándose con otras:
6.1.1. Elevación del miembro afectado
Sólo es efectiva en las primeras etapas del desarrollo del linfedema. Consiste en la elevación
de la extremidad para reducir la presión hidrostática intravascular y, así, disminuir la
producción de líquido linfático.
El seguimiento de este tratamiento durante el día interfiere con el funcionalismo de los
pacientes por lo que, cuando se prescribe, debe hacerse por la noche durante las horas de
sueño.
Aunque la elevación puede ser útil, reduciendo el linfedema a través del principio de la
gravedad, muchas veces resulta ser poco práctica e incómoda7. La articulación de la muñeca
debe de quedar por encima de la articulación del codo, y ésta a su vez más alta que el
hombro.
6.1.2. Presoterapia
Consiste en la utilización de compresión externa para el drenaje de fluidos, se puede realizar
mediante:
Prendas (mallas) de compresión
Los rehabilitadores deben animar a las mujeres con linfedema a usar de forma continuada
estas prendas.
Proporcionan presiones de 20 a 60 mm Hg y se deben utilizar como terapia de
elección.6,7,10,11 Algunos clínicos recomiendan el uso de las prendas de compresión durante
las 24 horas del día, mientras que otros sólo recomiendan su uso durante las horas de vigilia
o durante el ejercicio6. También previenen de daños como quemaduras, heridas y picaduras
de insectos.
Las prendas de compresión deben ser de buena calidad y pueden ser prefabricadas o
confeccionadas a medida11; lo recomendable es que sean adaptadas por personal entrenado.
Existen prendas que van desde la muñeca hasta la parte superior del brazo, otras incorporan
el hombro y se ajustan con una cinta alrededor de la parte superior del torso. Si es necesario
se puede incorporar un guante independiente de la manga que sea removible para permitir
lavarse las manos sin quitar la manga entera.
La duración estimada de las prendas de compresión para su reemplazo por otras nuevas está
entre los 4 y los 6 meses, o bien cuando empiecen a perder elasticidad6.
La paciente debe estar advertida que estas mangas tienen algunos inconvenientes, entre
ellos, son poco elegantes, producen las molestias propias de una compresión, son
relativamente difíciles de ponérselas y, por último, son caras10.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 68
Vendaje compresivo
Suele ser la primera terapia que se utiliza para reducir el edema11. Se basa en un vendaje
multicapa, en el que se superponen varios vendajes.
Las vendas se instalan desde las yemas de los dedos hasta la axila con mayor presión distal
y menos presión proximal.
Se usan varias capas de vendas de algodón con poca elasticidad bajo las cuales se insertan
capas de poliuretano para asegurar una distribución de presión uniforme o aumentar presión
en áreas que son particularmente fibróticas. Proporcionan una compresión suave en el
descanso y mejoran el efecto de la actividad muscular para el aclaramiento del fluido linfático
del miembro afectado.
Los vendajes compresivos se deben realizar con
movimientos en espiral y de forma oblicua y sin
superar los 2/3 de la extremidad afecta. En
linfedemas estadío III, es recomendable el vendaje
en espiga.
Bombas neumáticas de compresión
Existe una amplia variedad de modelos, pero
básicamente se tratan de dos tipos, unos que
utilizan cámara única (unicameral) y otros más
modernos que poseen cámaras múltiples
(multicameral) 9,10,11.
Las bombas unicamerales proporcionan compresión intermitente no segmentada a lo largo
de todo el brazo tratado; sin embargo, también pueden ocasionar flujo retrógrado de la linfa
que puede causar un aumento del linfedema en el extremo distal del brazo.
Las bombas multicamerales proporcionan compresión secuencial de distal a proximal,
impulsando el líquido hacia delante de su compresión.
La presión ejercida debe ser adaptada al individuo, no superando los 30-40 mmHg.
Es difícil comparar la eficacia de ambos métodos ya que no existe consenso respecto a la
presión óptima de la bomba, su duración y frecuencia de las sesiones.
La mayoría de las bombas utilizadas por los terapeutas y por los propios enfermos son
complejas y caras. La terapia de bombeo está contraindicada si existe una infección activa o
trombosis venosa profunda en el miembro afectado.
6.1.3. Drenaje Linfático Manual (DLM)
Es una técnica de masaje, realizada por un fisioterapeuta especializado, que estimula los
vasos linfáticos para conseguir que se contraigan con mayor frecuencia, siguiendo
anatómicamente los trayectos linfáticos del cuerpo18.
Se trata de maniobras muy suaves, cortas y repetidas que se realizan en la piel de forma
muy superficial. Las vías linfáticas se recorren desde un sentido proximal a distal. Los
masajes se inician centralmente en el cuello y en el tronco con el objeto de vaciar las vías
linfáticas principales, y de esa forma facilitar el drenaje de la linfa acumulada en el miembro
superior afectado; finalizando en la mano y dedos 6,11.
Es considerado el único tratamiento que drena el fluido acumulado en la zona más alta del
brazo y hombro que se acumula por encima de la manga o vendaje compresivo11.
“La presoterapia se
puede realizar mediante
mallas de compresión,
vendaje compresivo o
bombas neumáticas de
compresión”
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 69
Las sesiones duran entre 40-60 minutos, y para que sean efectivas deben realizarse 5 días
semanales, durante 3-4 semanas19. En algunos estudios se sugiere una sesión de
seguimiento mensual, aunque existe poca evidencia12.
Por sí solo es insuficiente y, por ello, se aplica en el contexto de una fisioterapia combinada9.
6.1.4. Fisioterapia Descongestiva Compleja (FDC)
Esta terapia considera que el linfedema compromete un cuadrante completo del cuerpo,
aunque sus efectos son más relevantes en el brazo y mano.
Consiste en la combinación de varias técnicas como son: educación sanitaria al paciente,
cuidados de la piel, drenaje linfático manual, vendajes compresivos y ejercicios terapéuticos 6,11,12
.
Se suele aplicar en dos fases11
:
En la primera fase, el objetivo es movilizar el líquido del edema e iniciar la regresión de las
alteraciones fibroescleróticas de los tejidos.
En la segunda fase, se intenta prevenir la reacumulación de líquido y se continúa evitando la
formación de cicatrices tisulares.
Debe ser realizada por terapeutas especializados y especialmente entrenados.
6.2. Tratamiento farmacológico
6.2.1. Analgésicos
El dolor y malestar asociados al linfedema son frecuentes y se deben controlar previamente
al manejo del linfedema.
Existe una relación directa entre linfedema doloroso y menor capacidad funcional, más
síntomas psíquicos, más pensamientos intrusivos y evitativos, mayor distorsión de la imagen
corporal y disminución de la libido, que en mujeres con linfedema no doloroso.
El dolor refractario se puede controlar con analgésicos opiáceos o no opiáceos y
medicamentos adyuvantes (antidepresivos tricíclicos, anticonvulsionantes, corticoides…)6.
6.2.2. Diuréticos
Pueden movilizar el agua temporalmente11, pero debido a la alta concentración de proteínas
en el fluido linfático, la presión oncótica intersticial se elevará, propiciando rápidamente la
recurrencia del edema.
Como efectos colaterales adversos destacan la deshidratación, hipotensión y desequilibrio
electrolítico11.
Se recomienda una tiazida combinada con un ahorrador del potasio 3-4 días a la semana6.
6.2.3. Benzopyronas
Promueven la proteólisis y la actividad macrófaga, produciendo péptidos de cadena más
corta y aminoácidos que pueden difundir al torrente venoso local. No se recomienda su uso
prolongado6.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 70
7. Diagnósticos de Enfermería, Intervenciones y Resultados
Los datos de la valoración enfermera se recogen de la historia clínica, de la observación y
exploración física, y, principalmente, de la entrevista clínica que mantiene la enfermera con
la paciente.
La atención profesional de enfermería está concebida actualmente como un proceso
dinámico, flexible, continuo y considerando a la mujer como un ser bio-psico-social único e
irrepetible. No es suficiente una atención técnicamente especializada, debemos identificar
sus necesidades específicas y en base a ellas, brindarle los cuidados necesarios14. Debido a
esto, Enfermería de Atención Primaria es el eje central de dicha valoración y cuidados.
Los datos recogidos se agrupan y se registran siguiendo la estructura por patrones
funcionales de Marjory Gordon:
1. Patrón percepción/manejo de la salud.
2. Patrón nutricional/metabólico.
3. Patrón eliminación.
4. Patrón actividad/ejercicio.
5. Patrón sueño/descanso.
6. Patrón cognitivo/perceptivo.
7. Patrón autoconcepto/autopercepción.
8. Patrón rol/relaciones.
9. Patrón sexualidad/reproducción.
10. Patrón adaptación/tolerancia al estrés.
11. Patrón valores/creencias.
Posteriormente se analizan los datos obtenidos, se plantean diagnósticos de enfermería con
sus respectivas intervenciones (NIC), actividades enfermeras y resultados (NOC) 20,21,22 y se
crea un Plan de Cuidados individualizado (Tabla 4).
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 71
Tabla 4. Plan de Cuidados. Diagnósticos de Enfermería, Intervenciones, Actividades y Resultados en una mujer mastectomizada y/o sometida a tratamiento radioterápico con
linfedema secundario 20,21,22
Diagnóstico de
Enfermería
Intervenciones de
Enfermería Actividades de Enfermería
Resultados de
Enfermería
00126
Conocimientos
deficientes
5520 Facilitar el
aprendizaje
5540
Potenciación de
la disposición de
aprendizaje
1. Proporcionar información
adecuada al nivel de desarrollo.
2. Adaptar la información para que
se cumpla con el estilo de
vida/rutina de la paciente.
3. Ayudar a la paciente a conseguir
la capacidad de controlar la
progresión de la enfermedad.
1803
Conocimiento:
proceso de la
enfermedad
1824
Conocimientos:
cuidados en la
enfermedad
00085
Deterioro de la
movilidad física
1400 Manejo del
dolor
5612 Enseñanza:
actividad
/ejercicio
prescrito
1803 Ayuda con
los autocuidados:
alimentación
0221 Terapia de
ejercicios:
deambulación
1. Ayudar a la mujer a desarrollar
un programa de ejercicios adecuado
a sus capacidades.
2. Enseñar al paciente y/o a la
familia a realizar la actividad
deseada o prescrita.
3. Animar al paciente a realizar las
actividades normales de la vida
diaria.
0208 Nivel de
movilidad
1811
Conocimiento:
actividad
prescrita
00108
Déficit de
autocuidados:
baño/higiene
1801/1802 Ayuda
con los
autocuidados:
baño/higiene
1. Colocar toallas, jabón, y demás
accesorios necesarios a pie de cama
o en el baño.
2. Proporcionar los objetos
personales deseados (desodorante,
cepillo de dientes, jabón de baño).
3. Acompañar a la paciente durante
las actividades de baño/higiene.
4. Disponer intimidad durante la
eliminación.
5. Facilitar la higiene de aseo
después de terminar con la
eliminación.
0301/0310
Autocuidados:
baño/uso del
inodoro
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 72
00109
Déficit de
autocuidados:
vestido/acicala
miento
1802 Ayuda con
los autocuidados:
vestir/arreglo
personal
1. Ayudar con los cordones, botones
y cremalleras, si es necesario.
2. Facilitar el peinado de la cabeza
de la paciente, si es el caso.
3. Proporcionar las prendas
personales, si es oportuno.
4. Mantener la intimidad mientras la
paciente se viste.
0302
Autocuidado:
vestir
00153
Riesgo de baja
autoestima
5440
Potenciación de
la autoestima.
Aumentar los
sistemas de
apoyo
1. Mostrar confianza en la capacidad
de la paciente para controlar una
situación.
2. Ayudar a establecer objetivos
realistas para conseguir una
autoestima más alta.
3. Animar a la paciente a que
acepte nuevos desafíos.
1205
Autoestima
1302
Superación de
problemas
000146
Ansiedad
5270 Apoyo
emocional
5820 Disminución
de la ansiedad
1. Establecer una relación
terapéutica basada en la confianza y
el respeto.
2. Disponer la intimidad para
asegurar la confidencialidad.
3. Ayudar a la paciente a identificar
el problema o la situación causante
del trastorno.
4. Desaconsejar la toma de
decisiones cuando la paciente se
encuentre bajo estrés severo.
5. Remitir a un grupo de autoayuda,
si se considera oportuno.
6. Implicar a la familia/seres
queridos/amigos en los cuidados y
la planificación.
1402
Autocontrol de
la ansiedad
000148
Temor
5240
Asesoramiento
5380
Potenciación de
la seguridad
4920 Escucha
activa
1. Mostrar calma. Pasar tiempo con
la paciente; escuchar los miedos de
la paciente/familia.
2. Permanecer con la paciente para
promover la seguridad y reducir el
miedo.
3. Escuchar con atención.
1401 Nivel de
miedo
00069 5230 Aumentar 1. Valorar la comprensión de la
paciente del proceso de
1302
Afrontamiento
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 73
Afrontamiento
inefectivo
el afrontamiento
5270 Apoyo
emocional
enfermedad.
2. Ayudar a la paciente a desarrollar
una valoración objetiva del
acontecimiento.
3. Favorecer situaciones que
fomenten la autonomía de la
paciente.
de problemas
00133
Dolor crónico
1400 Manejo del
dolor
2210
Administración de
analgésicos
2380 Manejo de
la medicación
1. Observar claves no verbales de
molestias, especialmente en las que
no puedan comunicarse eficaz-
mente.
2. Proporcionar a la persona un
alivio del dolor óptimo mediante
analgésicos prescritos.
3. Utilizar medidas de control del
dolor antes de que éste sea severo.
4. Evaluar la eficacia de las medidas
de alivio del dolor a través de una
valoración continua de la expe-
riencia dolorosa.
5. Instaurar y modificar las medidas
de control del dolor en función de la
respuesta de la paciente.
1605 Control
del dolor
2100 Nivel de
comodidad
0004
Riesgo de
infección
6540 Control de
infección
6650 vigilancia
3440 cuidados
del sitio de
incisión
1. Vigilar signos vitales, si procede.
2. Inspeccionar el sitio de incisión
por si hubiera enrojecimiento,
inflamación o signos de infección.
3. Limpiar la zona que rodea la
incisión con una solución antiséptica
apropiada.
4. Limpiar desde la zona más limpia
hacia la zona menos limpia.
5. Observar si hay signos y
síntomas de infección en la incisión.
6. Enseñar a la paciente y/o a la
familia a cuidar la incisión,
incluyendo signos y síntomas de
infección.
1091 Control
del riesgo
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 74
00118
Trastorno de la
imagen
corporal
5220
Potenciación de
la imagen
corporal
1. Determinar las expectativas
sobre la imagen corporal de la
paciente.
2. Ayudar a separar el aspecto físico
de los sentimientos de valía
personal.
3. Determinar la influencia de los
grupos a los que pertenece la
paciente.
4. Valorar impacto emocional que
producen los cambios físicos en la
paciente.
5. Proporcionar información y
refuerzo positivo.
1305
Adaptación
psicosocial:
cambio de vida
1200 Imagen
corporal
00059
Disfunción
sexual
5248
Asesoramiento
sexual
4356 Manejo de
la conducta:
sexual
5820 Disminución
de la ansiedad
1. Animar a la paciente
mastectomizada a manifestar
verbalmente los miedos y a hacer
preguntas.
2. Proporcionar intimidad y asegurar
la confidencialidad.
3. Incluir al esposo y/o compañero
sexual en el asesoramiento lo
máximo posible, si procede.
4. Discutir la necesidad de
modificaciones de la actividad
sexual, si procede.
5. Discutir acerca de formas
alternativas de expresión sexual que
sean aceptables para la paciente, si
procede.
6. Disponer de derivación a otros
miembros del equipo de cuidados, si
procede
0119
Funcionamiento
sexual
1308
Adaptación a la
discapacidad
física
Fuente: Elaboración propia
Conclusión
El linfedema es una complicación del tratamiento del Cáncer de Mama. Este trabajo
contribuye a la actualización de conocimientos sobre su abordaje preventivo, diagnóstico y
terapéutico. Es esencial, desde las consultas de AP, abordar a la mujer mastectomizada y a
sus familiares desde un punto de vista holístico y ofrecer un cuidado profesional basado en
evidencia científica.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 75
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RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 77
Entrevista a Fernando Alonso. Decano de la Facultad
de Enfermería de Gijón
En primer lugar felicitarte por el nuevo puesto de trabajo y tu trayectoria profesional, como
está pendiente de publicación y en función continúa como Directora Cristina Fernández
Álvarez, aprovechamos para saludar y desearle mucha suerte en esta nueva etapa.
¿Nos podrías indicar cuáles son las diferencias entre las Escuelas de
Enfermería de cada Comunidad Autónoma, las de la Universidad y las
Facultades de Enfermería?
En primer lugar, hay que decir que en
Asturias se estudia un único grado de
enfermería, que es el grado de enfermería
de la Universidad de Oviedo. La
singularidad es que estos estudios se están
impartiendo en dos centros diferenciados:
la Facultad de Medicina y Ciencias de la
Salud y la Facultad de Enfermería de Gijón.
Académicamente, ambos dependemos de la
Universidad de Oviedo y estamos sujetos al
mismo programa formativo. Lo que nos
diferencia es la titularidad de los centros.
Nuestra facultad, aun siendo pública, es
un centro dependiente orgánicamente del
Servicio de Salud del Principado de
Asturias, está gobernada por una Junta de
Patronato y adscrita a la Universidad de
Oviedo.
Por lo demás, nuestros profesores deben
reunir los requisitos marcados por la ANECA
y precisan la correspondiente venia
docendi para impartir docencia en el grado;
y los estudiantes de la facultad de
Enfermería de Gijón se gradúan con una
titulación idéntica a los que cursan sus
estudios en la Facultad de Medicina y
Ciencias de la Salud de Oviedo.
Entr
evis
ta
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 78
¿Desde cuándo y porqué la Escuela de Enfermería de Gijón ha pasado a ser
Facultad de Enfermería?
Oficialmente, desde el día 8 de agosto de 2014 en que entra en vigor el decreto 75/2014, de
30 de julio del gobierno del Principado de Asturias. Este acuerdo cambia la denominación de
algunos centros de la Universidad de Oviedo en cumplimiento de un decreto anterior del año
2009, que establece que la denominación de Escuelas sólo corresponderá a los centros que
impartan mayoritariamente enseñanzas de Grado vinculadas a la rama del conocimiento de
Ingeniería y Arquitectura. Ese es el motivo del cambio de denominación que, aparte de dar
cumplimiento a un imperativo legal, no deja de tener también un su simbolismo y de generar
ciertas expectativas de cambio.
¿Qué ha pasado con otras Escuelas, como la de Burgos? ¿Podría pasar lo
mismo en Asturias, La Rioja…u otras CCAA que todavía tienen centros
dependiendo de los Servicios de Salud territorial?
Es verdad que en los últimos años se ha producido la desaparición de algunos centros
adscritos, dependientes de los servicios de salud. Eran escuelas de enfermería que, en
algunos casos, fueron cesando su actividad de manera progresiva y planificada, y, en otros,
de forma más abrupta y traumática, como ha ocurrido con las Escuelas de Badajoz y más
recientemente de Burgos. No sé lo que pasará con el resto de los centros adscritos en otras
comunidades autónomas. En lo que se refiere a nuestra facultad, me consta que el gobierno
regional no tiene intención de reducir la oferta de plazas para los estudios del grado de
enfermería (y tampoco de medicina) en Asturias, y que tanto el Servicio de Salud como la
Consejería de Sanidad se han comprometido a consolidar y potenciar la facultad de
enfermería de Gijón, realizando los esfuerzos necesarios para dar respuesta a las
necesidades estructurales de la Facultad y satisfacer las exigencias de la ANECA.
Por tanto, en este momento, está garantizada la supervivencia de la Facultad de Enfermería
de Gijón, que seguirá ofertando una enseñanza de calidad, acorde a las exigencias del plan
Bolonia.
¿Qué particularidades aporta el Plan de Bolonia al aprendizaje del Grado en
Enfermería, y qué aporta en particular la Facultad de Gijón?
La adaptación al plan Bolonia ha supuesto, en primer lugar, la ampliación en un año de los
estudios de enfermería y el correspondiente incremento en el número de créditos y de horas
de formación teórica y práctica; pero sobre todo, para las enfermeras ha supuesto la
oportunidad de alcanzar una titulación equivalente a la de cualquier otro graduado
universitario y la posibilidad de acceder al doctorado. Además, desde el punto de vista del
desarrollo de las enseñanzas, el proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación
Superior implica cambios sustanciales en los modelos pedagógicos, afectando a múltiples
esferas de la docencia (la planificación de la enseñanza, el enfoque metodológico, el diseño
de las actividades, los sistemas de evaluación, la atención tutorial etc.).
En ese sentido, la Escuela de Enfermería de Gijón – el conjunto de su comunidad educativa -
ha tenido que realizar un esfuerzo importante para hacer frente a estos nuevos
requerimientos. Y lo ha hecho sin renunciar a su identidad, de centro integrado en el propio
sistema sanitario, lo que le permite mantener una estrecha relación con los distintos
dispositivos asistenciales y un mejor conocimiento de sus necesidades. Ahora mismo, la
Facultad de Enfermería de Gijón tiene un potencial enorme para ofrecer a los alumnos una
formación de calidad, que les capacite para el desempeño de la profesión de enfermero o
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 79
enfermera, y para orientar las inquietudes de aquellos que desean iniciar una carrera
docente e investigadora. Ya lo viene haciendo desde hace tiempo; como ejemplo, el número
de diplomados y graduados en esta facultad que actualmente están realizando una
especialidad de Enfermería o los que han iniciado sus proyectos de investigación de
doctorado, algunos de ellos dirigidos desde esta facultad.
¿Tienes pensado algún cambio para el futuro de la Facultad?
Bueno, como se suele decir, la maleta siempre debe estar repleta de ideas. A corto plazo
tenemos un objetivo muy claro que es conseguir la acreditación definitiva por la ANECA, en
la auditoría a la que seremos sometidos el próximo año. Para ello ya hemos empezado a
trabajar en algunas acciones de mejora, relacionadas con la estructura y la organización
interna y la coordinación docente con los estudios que se imparten en Oviedo. En el campo
de los recursos humanos, por ejemplo, a la reposición de todas las vacantes que se están
produciendo por jubilaciones de profesores, se suma un incremento de plantilla aprobado por
el SESPA, que va a contribuir a la consolidación de la estructura, necesaria para continuar
con nuestra misión principal, que es la de formar profesionales para el sistema sanitario.
Sobre la base de esta estructura, tenemos que empezar a construir un modelo de facultad,
moderna e innovadora, especialmente vinculada a Gijón y al Área V, aunque abierta a todo el
Servicio de Salud. Para ello, queremos mejorar algunos procesos docentes y administrativos,
potenciar la investigación, fomentar la movilidad de estudiantes y profesores y tener una
mayor presencia en la formación de pos grado.
¿Qué piensas sobre que las prácticas de los alumnos en Atención Primaria
(AP) hayan disminuido?
Creo que es una situación que se debería revisar, aunque no es del todo cierto para algunos
estudiantes, al menos en nuestra facultad. Me refiero a los alumnos que eligen como
rotación opcional del practicum VI la AP, que al finalizar sus estudios habrán rotado por un
centro de salud el mismo periodo de tiempo o incluso un poco más, que los antiguos
diplomados. No obstante, incluso dándose esa circunstancia, me parece insuficiente el peso
que en nuestro grado tiene, en general, la atención comunitaria.
Por lo que respecta a las prácticas clínicas, además de su extensión, tenemos que revisar
otros aspectos que contribuyan, entre otras cosas, a mejorar la planificación y la evaluación
de las mismas y a motivar a los profesionales que, en algunos equipos, se muestran reacios
a tutorizar alumnos de grado.
¿Qué ha supuesto para ti el cambio de la asistencia a la docencia?
La verdad es que ha sido un cambio que he vivido de manera bastante natural, quizá porque
no es la primera vez que paso de la asistencia a otra función dentro del sistema sanitario, y
también porque ya estaba vinculado desde hace años a la universidad, a través del
Departamento de Psicología y de la propia Escuela de Enfermería de Gijón. Quizá lo más
extraño en este momento es esta nueva y recién estrenada responsabilidad de gestión
universitaria, que asumo con la inquietud de un recién llegado, pero también como un reto
ilusionante, compartido con otras personas que que me acompañarán en esta nueva
aventura.
RqR – Vol. 2 Nº4, Otoño 2014 80