"Oré por fe y pensé que ella vendría y me alcanzaría como unrayo. Pero la fe no vino. Un día yo
leí que la fe viene porel oír la Palabra de Dios.
Cerré mi Biblia y oré nuevamente por fe.
Torné a abrir la Biblia y comencé a estudiar con
determinación lo que en ella está escrito.
"Así que la fe es por el oír, y el oír, la palabra de Dios" (Romanos 10:17).
Y Mi fe empezó a crecer desde aquel momento."
(Dwight L. Moody)
La fe no es como la gasolina que acaba después que nosotros
la usamos, es como un músculo que se fortalece a la medida
que lo ejercitamos. Cuanto más demostramos actitudes de fe,
más aumenta y más fuerte espiritualmente nos tornamos.
Hay personas que dicen no necesitar fe, les basta la razón y
el intelecto.
Creo que un corazón sin fe es vacío y sin perspectivas.
La fe nos hace escalar montañas de objetivos,
nos hace atravesar ríos de dificultades, nos hace corrermaratones de sueños, nos
motiva, nos levanta cuando elfracaso insiste en derribarnos,
nos calienta cuando el fríode los chascos encoge nuestros
ideales, nos hace sonreírcuando el dolor de las desilusiones hieren,
como espinas,a nuestras almas.
Sí, la fe es el fortificante de nuestras vidas y, por el
estudio de la Palabra de Dios, ella nos sostiene en toda y
cualquiera situación. Una dosis diaria de lectura essuficiente para que nuestra vida
espiritual crezca como unárbol frondoso,
produciendo frutos para bendecir a todos los que llegan hasta
nosotros.
"Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a
lo que está delante" (Filipenses 3:13)
Deja atrás, juntamente con el pasado, todas las
tristezas, dudas, frustraciones. Mira a Jesús y recibe todo lo bueno que Él
te ha preparado.
Que este en este día y en adelante experimentes la abundancia de todas
lasbendiciones que Dios ha dispuesto
para tu vida.
Paulo BarbosaCon cariño,
Betty