Download - Nueva criatura, nuevos vestidos
Jaime R. Gutiérrez Rodríguez 23 de mayo de 2016
Bosquejo Sermón Temático
Título: Nueva Vida, Nuevos Vestidos
Texto: Efesios 4:24
Tema: Dios nos invita a cambiar nuestro comportamiento para poder ser un testimonio
vivo de la fe en Jesús.
Área: Desafío Profético
Propósito: Exhortar a los creyentes a adoptar nuevas conductas que reflejen su nueva
vida en Cristo.
Diseño: Temático
Lógica: Inductiva
Versículo clave:
“y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
Efesios 4:24
I. Introducción
Pablo escribe a los Efesios acerca de cómo un cristiano debe andar según la fe
en Cristo. Según Matthew Henry los feligreses de la iglesia de Éfeso estaban teniendo
dificultad con la práctica del evangelio ya que habían sido gente muy secular. Al
parecer los efesios fueron idólatras en su vida pasada y Pablo quiere asegurarse que
no se tornen atrás.
Les dedica un segmento completo de la epístola a ese asunto. “En cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre.” Efesios 4:22. Ese capítulo 4
refuerza fuertemente el concepto de esa nueva vida y describe unos conceptos
prácticos. Tanto así que el teólogo Girolamo Zanchi considera esta epístola una que
presenta el compendio de toda la doctrina cristiana.
En su presentación Pablo comienza a describir las ideas de la conducta de los
creyentes con el vestir. Me hice la pregunta, ¿de dónde Pablo saca esta idea de
comparar nuestras acciones con los vestidos? Encontramos que esta no es una idea
nueva. Vayamos a ver como el Antiguo Testamento trata el tema de esos “vestidos”
internos.
A. Referencias a vestidos metafóricos en el Antiguo Testamento
Desde el Antiguo Testamento, los escritores nos han dado algunos ejemplos de cómo
se puede comparar un concepto abstracto o un sentimiento con las vestiduras. Utilizan
el vestido para describir nuestro ser interior que no podemos ver. Esto nos ayuda a
imaginarnos cómo nuestro ser invisible debe vestir para poder ser un seguidor del
Señor Jesucristo.
1. Salmos 132:9,16 - Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y regocíjense
tus santos; 16 - Asimismo vestiré a sus sacerdotes de salud, Y sus santos darán
voces de júbilo.
El salmista en esta ocasión nos pinta una imagen de sus
sacerdotes. Los sacerdotes de Dios estaban encargados de las tareas
más importantes de la adoración y aunque vemos que desde el éxodo
ellos tenían unos requisitos estrictos de vestimenta para llevar a cabo su
tarea aquí no es la vestimenta externa que es importante sino la
vestimenta interior.
¿Con qué tela se podrá crear un vestido de justicia? La justicia no es algo que
se puede palpar pero sí es un requisito para el sacerdote y su trabajo. ¿Podrá el
sacerdote hacer bien su tarea sino se viste de justicia? ¿Con qué tela creará Dios un
vestido de salud? La salud también es un estado del cuerpo que necesita el sacerdote
para realizar sus tareas.
Dios se encarga de arropar y proteger a sus sacerdotes de salud y bienestar.
2. Así mismo hay varios ejemplos en el AT donde el vestido es
comparado con una característica de una persona o de un pueblo. Lo vemos en
Isaías 49:18 “Alza tus ojos alrededor, y mira: todos estos se han reunido, han
venido a ti. Vivo yo, dice Jehová, que de todos, como de vestidura de honra,
serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia.” En esta ocasión el
comentarista, Matthew Henry señala, es el pueblo que se viste de honra,
comparando el vestido con el número de personas que serán añadidos al reino
de Dios.
Veremos ahora tres cambios que nos requiere el Señor Jesucristo para que nuestro
andar como creyente le represente.
Así que Pablo (o el Espíritu Santo) viendo este concepto entiende que nuestros
vestidos espirituales son esenciales para vivir una vida recta delante de Dios y del
mundo. Entonces, ¿qué vestidos debemos tener para conducirnos como cristianos
verdaderos?
II. Tres Vestidos de la Nueva Criatura
Conductas que tienen que cambiar cuando venimos a Cristo.
A. La forma de actuar
Nuestra forma de actuar debe ser la primera señal, el primer vestido, de que
hemos aceptado a Cristo como Salvador y Señor.
1. Romanos 13:13-14 “Andemos como de día, honestamente; no en
glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
a. Pablo les dice a los romanos que no se deben parecer a aquellos que se
conducen en la noche. En la oscuridad. Durante la noche es que las personas suelen
llevar a cabo la mayoría de los actos delictivos. La noche presenta un escondite
perfecto para las personas que quieren ocultar sus malas conductas. Pero los
creyentes tenemos que vivir a luz de Cristo. Nuestros actos están siempre a la luz,
visibles para que todos puedan ver nuestras acciones. Vestidos del Señor Jesucristo.
¡Qué clase de uniforme! Andar vestido del Señor Jesús. Si estamos vestidos de Cristo
¿a quién verán las personas? Se supone que puedan ver a Cristo en ti.
2. 1 Pedro 5:5 “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos,
sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da
gracia a los humildes.”
a. El apóstol Pedro, da énfasis a que nuestra conducta se torne una conducta de
humildad y sometimiento a la autoridad. En el mundo hacíamos lo que queríamos hacer
sin rendirle cuentas a nadie, pero en Cristo es importante que tengamos a quien darle
cuentas. Dios no quiere unos llaneros solitarios. Personas como los superhéroes que
hacen lo que quieren cuando quieren a nombre de una causa personal e individual.
Cristo nos llama: “Cuerpo” y cómo cuerpo tenemos que trabajar. Nuestra labor tiene
que ser colaborativa. No esperando el éxito de uno sólo, sino entendiendo que el éxito
del cuerpo entero es más importante.
B. La forma de hablar
Además de nuestra forma de actuar, otro de los vestidos que tenemos que
adquirir es una nueva forma de hablar.
1. Colosenses 3:12-15 “ Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y
amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a
otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó,
así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que
es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que
asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.”
a. Es cierto, y bastante obvio, que si venimos a los pies de Cristo las
palabras soeces que decíamos ya no las pronunciamos más. El cristiano debe
hacer su mayor esfuerzo por hablar como es digno de una nueva criatura en
Cristo.
Pero ocurre en nuestras congregaciones que a pesar de que las personas no
utilizan palabras “malas” para comunicarse, sus expresiones suelen ser bastantes
ásperas. Eso es un indicador de que no se han despojado de su vieja criatura. El viejo
refrán dice: “no es lo que digas, sino cómo lo digas”. De eso sufrimos muchos como
creyentes. Pablo sigue haciendo hincapié a que debemos vestirnos de amor, para que
nuestras comunicaciones sean efectivas y no para herirnos.
Reflexione. Aún siendo nosotros desobedientes Dios nos habla con amor,
mansedumbre y ternura. Aún cuando estoy siendo un testarudo, Dios me habla con
respeto. ¿Por qué no hacemos nosotros igual?
2. Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que
sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
a. El creyente ahora se expresa con prudencia y para edificar. Dios
conoce el impacto que tienen las palabras. A Dios le interesa todo lo que
hablamos y nos pide que si vamos a hablar que lo hagamos para edificar. Pablo
en otra ocasión le dice a los corintios que “las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres.” 1 Corintios 15:33
C. La forma de pensar
Ya vimos que cuando venimos a Cristo tenemos que vestirnos con una nueva
forma de actuar y hablar. Pero falta un vestido más. Nuestra forma de pensar tiene que
también ser cambiado.
1. 1 Tesalonicenses 5:8 “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios,
habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación
como yelmo.”
a. Pablo nos dice que “seamos sobrios.” En el griego la palabra sobrios es
nepho que significa autocontrol y claridad mental. ¿De dónde mana el auto control? De
nuestra mente. Ninguna palabra ni acción pueden manifestarse sin que se origine
primero en la mente.
b. Nuestra mente tiene que estar clara. Así mismo menciona nuevamente que
somos del día. Con nuestra razón podemos tomar las decisiones correctas según el
conocimiento de la Palabra de Dios.
c. Miremos ahora lo que menciona al final de este verso. La esperanza de
salvación como yelmo. ¿Qué es un yelmo? Es un casco. ¿Qué protege el casco? Tu
cabeza. Tu mente. Tus pensamientos. Tenemos que guardar nuestra mente. Esa es
nuestro campo de batalla principal. Efesios 6:11 “Vestíos de toda la armadura de Dios,
para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
III. Conclusión:
Para concluir debemos buscar ser renovados diariamente. Revestidos.
Colosenses 3:10 “y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo
creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.”
1. Para ser renovados debemos adoptar estos tres nuevos vestidos. Una nueva
forma de actuar, nueva forma de hablar y una nueva forma de pensar. Ese armario
espiritual tiene que tener esa ropa lista para vestir todos los días de nuestra vida en
Cristo. Tenemos que despojarnos de esa ropa de la vieja criatura. Que tal vez no la
usamos a menudo pero está en un gancho al final de ese closet espiritual. Tomar esa
ropa y botarla. Que nunca más podamos retomar esas vestiduras de pecado y maldad.
Vivir todos los días como una novia con sus vestidos blancos y resplandecientes
esperando a su novio, Cristo.
En esta noche Dios nos invita a cambiar nuestro comportamiento para poder ser
un testimonio vivo de la fe en Jesús.