La Brega Ó rgano de difusio n del Cí rculo “Solidaridad Obrera y Campesina
Guillermo Ascanio”
Contenido
Homenaje a Norman Bethu-ne………………………………………. 1
En nuestra imborrable memo-ria ……………….. …….………….... 2
Mao Tse-tung: “En memoria de Norman Bethune” ……….. 3
Datos sobre el aumento de la explotación de la clase obrera en el Estado español …………. 4
Sobre la sublevación cantonal de 1873 en Cartagena ……..… 7
Aprendiendo de la experiencia
de la revolución cantonalista
en el Estado español …………. 8
El caciquismo en Galicia: o cómo entender el problema de la droga y el imperio Indi-tex …………………………………… 12
Guillermo Ascanio: “Política nacional” ………….….……..…. 15
Efemérides proletarias…..... 16
Homenaje a Norman Bethune: un ejemplo de internacionalismo proletario
Del 17 de enero al 2 de abril de 2017 se cele-
bra en Madrid (Centro Cultural Conde Duque) la ex-
posición titulada “La huella solidaria: el legado del
doctor Bethune y la ayuda de los voluntarios cana-
dienses a la Segunda República”. Como pequeño ho-
menaje al doctor Bethune acercamos algunas de sus
reflexiones sobre el mundo que le tocó vivir y del im-
pacto que la Guerra Civil española causó en él.
He aquí algunas de las palabras escritas del
doctor Bethune:
- “Madrid es el centro de gravedad del mundo, y no me gustaría estar ahora
en otro sitio. Es en España donde los verdaderos problemas de nuestro tiempo
van a dilucidarse. Será en España donde la democracia muera o sobreviva.”
- “Me niego a vivir sin rebelarme con un mundo que engendra crimen y co-
rrupción. Me niego a cerrar los ojos por pasividad o por negligencia ante las
guerras que hombres codiciosos desencadenan contra otros hombres.”
- “¿Así es que la guerra, la agresión, las guerras de conquista coloniales son
simplemente grandes negocios? Sí, eso es, aunque los perpetradores de tales
crímenes intentan camuflar el verdadero objetivo bajo el estandarte de altiso-
nantes abstracciones e ideales. Se inventan la guerra para captar mercados
por medio del asesinato, materias primas por medio de la violación…”
- “¿Cómo son los enemigos de la raza humana? ¿Llevan quizás una señal en
la frente que los identifique como contaminados o los condene como crimina-
les? No. Todo lo contrario. Son personas dignas de respeto. Son quienes reci-
ben los honores. Se denominan y son denominados caballeros. Son los pilares
del estado, de la iglesia, de la sociedad.”
- “La democracia se debate entre la vida y la muerte. Comenzaron en Alema-
nia, en Japón, ahora en España, y después en todas partes. Si no lo detenemos
en España, ahora que aún podemos hacerlo, convertirán el mundo en un ma-
tadero.”
En 1938, Bethune se fue a China para ayudar como médico a las tro-
pas de Mao Tse-Tung en su lucha contra la invasión de los japoneses. Ense-
guida le encomendaron la Jefatura de los Servicios Médicos del Ejército Rojo.
A finales de octubre de 1939 se cortó un dedo durante una operación
de urgencia. Su condición física era ya delicada, y la herida se infectó. Ense-
guida la infección se propagó por todo el cuerpo. Murió el 12 de noviembre de
1939.
En China la figura de Bethune ha alcanzado dimensiones de mito y se
ha convertido en uno de los personajes más heroicos de la Revolución.
nº 6 1º trimestre, 2017
EN NUESTRA IMBORRABLE MEMORIA:
Nicomedes y Benito eran hermanos de
Hipólita. El primero fue asesinado en la
localidad sevillana de El Álamo un día des-
pués de entregarse al mando en 1938 pa-
ra evitar las represalias a sus hermanas
por su condición de sindicalista de la CNT.
Benito había muerto dos años antes tiro-
teado en la Sierra de Nerva (Sevilla), don-
de se refugió tras el golpe. Cuando Hipóli-
ta estaba en el lecho de muerte, su hijo
Santiago le prometió que los encontraría.
Todo lo que se sabía es que Nicomedes
estaba enterrado en una cuneta de El Ála-
mo y Benito en algún lugar de la sierra. El
21 de noviembre de 2011 el equipo de la
Asociación para la Recuperación de la Me-
moria Histórica empezó los trabajos en El
Álamo. Esa misma mañana, tras las catas
y las zanjas, los familiares se fueron a co-
mer. A la vuelta ya aparecieron los restos.
Bastaron cuatro días para desenterrar a
Nicomedes, junto a cuyo cuerpo se encon-
tró el de otro cenetista, José María Martín
García. (FUENTE: http://www.20minutos.es/)
Norman Bethune:
“España y China están comprometidos en la mis-
ma lucha. Me voy a China porque creo que es allí
donde las necesidades son más urgentes y donde
yo puedo ser más útil.”
“España es un herida en mi corazón. Una herida
que nunca cicatrizará. El dolor permanecerá con-
migo, recordándome siempre las cosas que he
visto.”
“Movido por un sentimiento de solidaridad hacia
los más desvalidos, y haciendo honor al juramen-
to hipocrático de los médicos, allí se encontraba
con su destartalada furgoneta, y con escasos me-
dios el doctor canadiense Norman Bethune. El
doctor Bethune, protagonista de la exposición
“La Huella solidaria”, fue testigo directo de la
tragedia que tuvo lugar en esta carretera
[Carretera de Málaga-Almería, por las que en
febrero de 1937 huían más de 150.000 personas,
la mayoría civiles, perseguidos y bombardeados
por tierra, mar y aire por las tropas fascistas,
siendo uno de los sucesos más sangrientos de la
Guerra Civil española], tratando de ayudar a los
ciudadanos españoles hasta el límite de lo imposi-
ble. Había llegado a España en diciembre de
1936 y participado a través del Instituto Cana-
diense de Transfusión de Sangre (que él había
creado) en la defensa de Madrid frente a las tro-
pas rebeldes que querían tomar la capital. Su es-
pecialidad en medicina torácica quedó relegada
por la urgencia en salvar vidas de aquellos solda-
dos que se desangraban por las heridas sufridas
en el frente de Madrid. En aquellas circunstan-
cias, las transfusiones de sangre eran cruciales.
Las bajas eran muy numerosas debido al tiempo
que se tardaba en llevar a los heridos a las unida-
des médicas, más retiradas de las trincheras. El
tiempo era decisivo y el servicio móvil de transfu-
sión del doctor canadiense, instalado en sencillas
camionetas, le permitirá trabajar cerca de las
líneas del frente y por lo tanto ayudó a salvar mu-
chas vidas” (Libro Catálogo de la exposición
“La Huella Solidaria”).
2
Portada del libro del Catálogo de la Exposición
“La Huella Solidaria”
Mao Tse-tung: “En memoria de Norman Bethune
El camarada Bethune era miembro del Partido Comunista del Canadá. Tenía unos cincuenta
años cuando, enviado por los Partidos Comunistas del Canadá y los Estados Unidos, vino a China, reco-
rriendo miles de kilómetros, para ayudarnos en nuestra Guerra de Resistencia contra el Japón. Llegó a
Yenán en la primavera del año pasado; luego fue a trabajar en las montañas Wutai y, para aflicción
nuestra, ofrendó la vida en su puesto de trabajo. ¿Qué espíritu impulsa a un extranjero a entregarse sin
ningún móvil personal a la causa de la liberación del pueblo chino como a la suya propia? El espíritu
del internacionalismo, el espíritu del comunismo, que todos los comunistas chinos debemos asimilar. El
leninismo enseña que la revolución mundial sólo puede triunfar si el proletariado de los países capitalis-
tas apoya la lucha liberadora de los pueblos coloniales y semicoloniales, y si el proletariado de las colo-
nias y semicolonias apoya la lucha liberadora del proletariado de los países capitalistas. El camarada
Bethune puso en práctica esta línea leninista. Los comunistas chinos también debemos atenernos a ella
en nuestra práctica. Debemos unirnos con el proletariado de todos los países capitalistas, con el proleta-
riado del Japón, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Italia y demás países capitalistas; sólo así se
podrá derrocar al imperialismo y alcanzar la liberación de nuestra nación y nuestro pueblo y de las
otras naciones y pueblos del mundo. Este es nuestro internacionalismo, el internacionalismo que opone-
mos al nacionalismo y al patriotismo estrechos.
El espíritu del camarada Bethune de total dedicación a los
demás sin la menor preocupación por sí mismo, se expresaba en su
infinito sentido de responsabilidad en el trabajo y en su infinito ca-
riño por los camaradas y el pueblo. Todo comunista debe seguir su
ejemplo. No pocas personas se muestran irresponsables en su tra-
bajo, prefieren lo liviano a lo pesado, dejan las cargas pesadas a
otros y escogen para sí las livianas. En cada ocasión, piensan en sí
mismas antes que en los demás. Cuando hacen alguna pequeña
contribución, se hinchan de orgullo y la pregonan temiendo que
alguien quede sin saberlo. No sienten cariño por los camaradas y el
pueblo, y los tratan con frialdad, indiferencia y apatía. En realidad,
esas personas no son comunistas o, al menos, no pueden ser consi-
deradas como verdaderos comunistas. De todos aquellos que regre-
saban del frente, no había ninguno que, al hablar de Bethune, deja-
ra de expresar su admiración por él y de mostrarse conmovido por
su espíritu. En la Región Fronteriza de Shansí-Chajar-Jopei, todos
los militares o civiles que fueron atendidos por el Dr. Bethune o que
lo vieron trabajar, se sentían conmovidos. Todos los comunistas deben aprender de este auténtico espíri-
tu comunista del camarada Bethune.
El camarada Bethune era médico. Dedicado al arte de curar, perfeccionaba constantemente su
técnica; se distinguía por su maestría en el servicio médico del VIII Ejército. Esto constituye una exce-
lente lección para aquellos que quieren cambiar de trabajo apenas ven otro nuevo, y para quienes me-
nosprecian el trabajo técnico considerándolo sin importancia ni futuro.
El camarada Bethune y yo nos vimos una sola vez. Posteriormente, me escribió muchas veces.
Pero como yo estaba muy ocupado, sólo le escribí una carta y no sé si la recibió. Me siento profunda-
mente apenado por su desaparición. El homenaje que todos rendimos a su memoria demuestra cuán hon-
damente su espíritu inspira a cada uno de nosotros. Todos debemos aprender de su desinterés absoluto.
Quien posea este espíritu puede ser muy útil al pueblo. La capacidad de un hombre puede ser grande o
pequeña, pero basta con que tenga este espíritu para que sea hombre de elevados sentimientos, hombre
íntegro y virtuoso, hombre exento de intereses triviales, hombre de provecho para el pueblo.
(Obras Escogidas de Mao Tse-tung , Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1976, Tomo II, págs. 349-51)
3
Encuentro del Presidente Mao con
Norman Bethune
El FMI señala en su “Informe anual sobre la eco-
nomía española” que el 20% más rico de España gana 7
veces más que el 20% más pobre, colocándose así como
el tercer país de Europa en la desigualdad entre ricos y
pobres. Además, como resultado de la crisis, todos los
indicadores sociales se han deteriorado, es decir se ha
acentuado las desigualdades entre ricos y pobres. El FMI
dice que con la crisis el riesgo de pobreza o exclusión
social se disparó más de un 23% entre 2007 y 2015, afec-
tando principalmente a los trabajadores sin formación, a
los jóvenes e inmigrantes. Pero, como buenos emplea-
dos a sueldo de la burguesía, el FMI señala que este au-
mento de la desigualdad se corresponde más con la mala
situación de los de abajo y no tanto con un aumento de
las rentas de los grupos con más ingresos. Los voceros de
la burguesía, en su intento de ocultar las contradicciones
del sistema capitalista, sólo se ocupan de una de las par-
tes de la contradicción –la clase obrera, de la que dicen
que está en una mala situación- para luego afirmar que
lo que se necesita es seguir con el proceso de reformas
del mercado laboral (entiéndase aumentar la precarie-
dad laboral: bajar los salarios, facilitar los despidos, erra-
dicar los derechos laborales conseguidos por luchas de
décadas de los trabajadores, etc.). Es evidente que al
acrecentarse el desempleo se produce un menor ingreso
en la clase obrera, pero también es cierto que los de arri-
ba han tenido ganancias extraordinarias en España. Va-
mos a intentar valorar como en la actual crisis los ricos se
han hecho más ricos a costa del empobrecimiento de los
más pobres, una ley que desde que Marx la descubriera
no ha hecho más que cumplirse de forma acelerada en el
capitalismo imperialista. En el Estado español todavía
más si cabe debido a la dictadura aplastante de la oligar-
quía financiera en la base económica y en el aparato del
Estado.
Marx, en el Tomo III de su obra El Capital
(Sección Séptima, Las Rentas y sus Fuentes, Capítulo
XLVIII, La Fórmula Trinitaria) escribe: “Capital–ganancia
(beneficio del empresario más interés); tierra–renta del
suelo; trabajo–salario: he aquí la fórmula trinitaria que
engloba todos los secretos del proceso social de produc-
ción”. Capital, tierra y trabajo son pues las pretendidas
fuentes de la riqueza anual disponible… según la econo-
mía vulgar y los propios agentes que intervienen en el
proceso de producción:
“No obstante, incluso sus mejores portavoces, como
no podía ser de otra manera desde el punto de vista
burgués, siguen siendo prisioneros, en mayor o me-
nor medida del mundo de la apariencia críticamen-
te disuelto por ellos, y por ende todos incurren más
o menos en inconsecuencias, semiverdades y con-
tradicciones no resueltas. Por otro lado, en cambio,
es asimismo natural que los agentes reales de la
producción se sientan por entero a sus anchas en
estas formas enajenadas e irracionales de capital-
interés, suelo-renta, trabajo-salario, pues son preci-
samente las configuraciones de la apariencia en
que se mueven y con las cuales tienen que vérselas
todos los días. Por eso es asimismo natural que la
economía vulgar, que es nada más que una traduc-
ción didáctica, más o menos doctrinaria, de las re-
presentaciones corrientes de los agentes reales de
la producción, entre las cuales introduce cierto or-
den inteligible, encuentre precisamente en esa trini-
dad, donde está extinguida toda la conexión inter-
na, la base natural, y puesta al abrigo de toda du-
da, de sus triviales jactancias. Esa fórmula corres-
ponde al mismo tiempo al interés de las clases do-
minantes, puesto que proclama la necesidad natu-
ral y la legitimación eterna de las fuentes de sus
entradas, elevándolas a la calidad de dogma.”
Pero Marx advierte que estas pretendidas fuen-
tes de la riqueza anual disponible corresponden a esferas
completamente distintas. En realidad el capital es una
relación económica y social cuya puesta en funciona-
miento es lo que determina tanto la renta de la tierra
(los propietarios de la tierra) como la mercancía fuerza
de trabajo (que es vendida por la clase obrera).
continúa pg. 5
4
Algunos datos sobre el aumento de la explotación de la clase
obrera en el Estado español durante la crisis actual
Aun así, vamos a creer que la fórmula trini-
taria representan las fuentes de la riqueza anual de
un país como el Estado español. Es decir que bur-
gueses, terratenientes y obreros son los que generan
la riqueza, riqueza que podemos imaginarnos en el
indicador Producto Interior Bruto (PIB: conjunto de
los bienes y servicios producidos en un país durante
un espacio de tiempo, generalmente un año). Tam-
bién vamos a imaginarnos, como lo hace la econo-
mía vulgar y las clases dominantes, que lo que gene-
ra cada clase social va a parar a sus bolsillos.
¿Cómo ha evolucionado el PIB de España en
los años de crisis? El PIB creció un 3,2% en el pasa-
do año 2016, encadenando el tercer año consecutivo
de crecimiento. Recupera así en esos tres años en
torno a un 80% de todo lo perdido con la crisis en
términos reales con respecto a 2008 (año record, en
el inicio de la crisis). Pero si se tiene en cuenta la
evolución de los precios y por lo tanto se descuenta
la inflación, el PIB ha recuperado prácticamente el
100% con las previsiones de inflación con las que
cerró 2016. Hasta el propio ministro de Economía,
Luis de Guindos, ya adelantó que a mediados de
2017 se alcanzará el PIB de 2008. Por lo tanto el PIB
de 2008 es igual al PIB de 2016; sin embargo ahora
esa riqueza la producen sólo 18,5 millones de activos
(fundamentalmente clase obrera), mientras que en
2007 esa misma riqueza la producían 20,7 millones.
Es decir que, con la crisis económica, los capitalistas
han logrado producir la misma riqueza en 2016 que
en 2007, pero sin tener que emplear a 2,2 millones
de trabajadores (diferencia de la población empleada
en 2007 con respecto a 2016) (ver cuadro).
Ahora se explica mejor lo acontecido a nivel
del Estado. La teoría marxista del valor nos dice que
el valor de una mercancía es igual a la suma del ca-
pital constante (Cc: máquinas y materias primas, del
capital variable (Cv: salarios obtenidos por la clase
obrera) y de la plusvalía (p: trabajo no pagado al
obrero que pasa a manos del capitalista: valor = Cc +
Cv + p. Si asimilamos el valor de las mercancías
totales producidas en un año al PIB del país, que es
como debería contabilizarse la riqueza generada en
un año, veríamos lo que ha supuesto la crisis para la
clase obrera:
1º) La explotación del conjunto de la clase
obrera ha aumentado con la crisis, ya que para pro-
ducir la misma riqueza (el mismo valor) hoy se re-
quieren 2,2 millones menos de empleos (10,6% de
empleados menos). Esto quiere decir que la clase
capitalista se apropia de la misma riqueza pero no
tiene que desembolsar los salarios de 2,2 millones de
obreros.
2º) El grado de explotación de la clase obre-
ra (la tasa de plusvalía: relación entre el trabajo ex-
cedente y el trabajo necesario, entre la plusvalía y el
capital variable, entre el número de horas no pagadas
a la clase obrera (que se apropia el capitalista) y el
número de horas pagadas) ha crecido ya que se em-
plean menos horas de trabajo para conseguir la mis-
ma riqueza
3º) Además, los costes laborales, los salarios
de los trabajadores se han reducido más de un 5%
entre una fecha y otra con los que los costes del capi-
tal variable son menores hoy (tanto a causa de la in-
flación como por las políticas de reforma del merca-
do laboral aplicadas en estos años).
4º) Y claro, es esa relación entre la creación
de riqueza en la crisis y la precaria situación econó-
mica de la clase obrera es la que permite entender la
expansión de la pobreza. Los últimos datos de Eu-
rostat son elocuentes: entre 2008 y 2014 el porcenta-
je de personas en riesgo de pobreza o exclusión so-
cial subió, en España, 5,7 puntos, hasta situarse en el
29,2% de la población (13,5 millones de personas).
La pobreza severa alcanzó, en 2014, al 6,85% de la
población (3,2 millones). Con esas cifras, España se
sitúa en el grupo de países europeos con mayores
niveles de pobreza.
5º) Ahora se entiende mejor por qué se ha
producido el aumento de las desigualdades socioeco-
nómicas en el Estado español con la crisis que se
desarrolla entre 2007 y 2016: los ricos son más ricos
a costa del aumento del grado de explotación de la
clase obrera que ahora crea la misma riqueza que en
2007, pero con menos trabajadores, con más tasa de
plusvalía y con menores costes laborales, y su coro-
lario el aumento de la pobreza.
continúa pg. 6
5
2016 2007 Diferencia 2016-2007
Desempleados 4.237.800 1.941.953 + 2.295.847
Empleados 18.508.100 20.717.947 - 2.209.874
Población Activa 22.745.900 22.659.900 + 86.000
Hoy en el
Estado español si-
gue funcionando
esta ley que opera
en el régimen de
producción capita-
lista, tal y como ya
la descubrió Marx
al en el siglo XIX
(El Capital, Capítu-
lo XXIII: LA LEY
GENERAL DE LA
ACUMULACION
CAPITALISTA):
“En la sección
cuarta, cuando
analizábamos la
producción del
plusvalor relativo,
veíamos que dentro
del sistema capitalista todos los métodos para acre-
centar la fuerza productiva social del trabajo se apli-
can a expensas del obrero individual; todos los méto-
dos para desarrollar la producción se trastruecan en
medios de dominación y explotación del productor,
mutilan al obrero convirtiéndolo en un hombre frac-
cionado, lo degradan a la condición de apéndice de
la máquina, mediante la tortura del trabajo aniqui-
lan el contenido de éste, le enajenan al obrero las
potencias espirituales del proceso laboral en la mis-
ma medida en que a dicho proceso se incorpora la
ciencia como potencia autónoma, vuelven constante-
mente anormales las condiciones bajo las cuales tra-
baja, lo someten durante el proceso de trabajo al
más mezquino y odioso de los despotismos, transfor-
man el tiempo
de su vida en
tiempo de traba-
jo, arrojan su
mujer y su prole
bajo la rueda de
Zhaganat del
capital. Pero
todos los méto-
dos para la pro-
ducción del
plusvalor son a
la vez métodos
de la acumula-
ción, y toda ex-
pansión de ésta
se convierte, a
su vez, en medio
para el desarro-
llo de aquellos métodos. De esto se sigue que a medi-
da que se acumula el capital, empeora la situación
del obrero, sea cual fuere su remuneración. La ley,
finalmente, que mantiene un equilibrio constante en-
tre la sobrepoblación relativa o ejército industrial de
reserva y el volumen e intensidad de la acumulación,
encadena el obrero al capital con grillos más firmes
que las cuñas con que Hefesto aseguró a Prometeo
en la roca. Esta ley produce una acumulación de mi-
seria proporcionada a la acumulación de capital. La
acumulación de riqueza en un polo es al propio tiem-
po, pues, acumulación de miseria, tormentos de tra-
bajo, esclavitud, ignorancia, embrutecimiento y de-
gradación moral en el polo opuesto, esto es, donde
se halla la clase que produce su propio producto co-
mo capital.”
6
Roque Barcia escribió dos cartas: una de ellas
dirigida al presidente Ulysses S. Grant a través del emba-
jador norteamericano en Madrid, Daniel Edgar Sickles, y
otra al presidente del Gobierno de España en el mismo
sentido. El autor de ambas misivas no fue otro que el ex-
travagante político Roque Barcia, líder significativo de
este movimiento, escritor y político. Nacido en Sevilla en
1823, adquirió una gran popularidad por sus escritos pu-
blicados en el diario que fundó con Emilio Castelar, 'La
Democracia'. Hubo de exiliarse a Portugal en 1866 con
motivo de la represión por los sucesos revolucionarios del
22 de junio. Regresó en 1868, al triunfar la revolución,
continuando su propaganda republicana en la Federación
Española. Fue diputado varias veces, trasladándose a
Cartagena como uno de los líderes del movimiento canto-
nal, del cual era el verbo y el alma.
La carta enviada a Madrid dice así:
«Gobierno centralista que, si en el término de veinticuatro
horas no se suspende el bombardeo que está asesinado a
un pueblo inocente en nuestros castillos, en nuestros baluartes, y nuestros buques, enarbolaremos la bandera an-
gloamericana. Si el matar silenciosamente a la mujer y al niño se llama derecho; si está en esta barbarie el dere-
cho patrio, Cartagena maldice a la patria. Elija el Gobierno de Madrid: o dejamos de ser tratados como tigres o
pediremos ser criaturas humanas en el seno de un pueblo libre, digno, trabajador y honrado». La carta al embajador Sickles dice lo siguiente:
«Sr Embajador: suplicamos a V. Se sirva transmitir a su Gobierno las siguientes palabras de un pueblo héroe, de
un pueblo mártir, de un pueblo fuerte, de un pueblo invencible. Hace veinte y un día veinte y una noche que están
vomitando sobre nosotros el hierro de la muerte, como si fuéramos fieras del bosque o perros rabiosos. Ninguna
autoridad ha dado aviso a los niños a las mujeres a los enfermos y a los ancianos (...).
Sépalo la América, sépalo la Europa, sépalo el mundo, aquí se comete un atentado horrible contra el de-
recho de familia, de la patria, de la civilización, del cristianismo, del ser humano; y en nombre del ser humano,
del cristianismo, de la civilización, de la patria y de la familia; en nombre del pueblo y de Dios preguntamos a la
gran República americana si nos autoriza en un caso extremo, como medio último de salvación enarbolar en
nuestros buques, en nuestros castillos, en nuestros baluartes un pendón federal glorioso y acatado en todo Norte
América. El pendón que ondeara en Filadelfia, aquel Congreso que supo dar un día generoso, un día infinito, un
día sacrosanto a las nacientes libertades americanas...
continua pg. 8
7
Sobre la sublevación cantonal de 1873 en Cartagena: el dirigente can-
tonal Roque Barcia solicitó la adhesión de Cartagena a los Estados Uni-
dos de Norteamérica
Caricatura de la revista satírica La Flaca en la que apa-
rece Pi y Margall desbordado por el federalismo, re-
presentado en figuras infantiles ataviadas con los dis-
tintos trajes regionales
Cabecera del periódico El Cantón Murciano, edi-
tado en Cartagena en 1873
Tenemos una gloria in-
mensa en ser españoles, raza de
héroes, genio de gigantes. Tene-
mos una gloria inmensa en here-
dar el nombre y las cenizas de
nuestros mayores: más si España
consiente estos sacrificios genti-
les, esta crueldad desconocida,
esta crueldad inmolada en los
Kalmukos de la Siberia, aprenda
España que hay en el mundo una
criatura más grande que ella, la
Humanidad. Delibere la Unión del
Norte sobre estas maldades de
Occidente y hagamos saber su
resolución con la calma del justo. Si, con calma, pue-
blo americano, porque Cartage-
na tiene que ser como la roca de
los mares que ni se rompe, ni se
rinde ni tiembla. Cartagena a 16
de diciembre de 1873».
La Salida de Roque Bar-
cia de Cartagena no estuvo exen-
ta de polémica al renegar de todo
lo ocurrido en esta plaza durante
la sublevación cantonal. Tras
años de exilio, se apartó definiti-
vamente de la política.
(Información recogida de: http://
www.laverdad.es/murcia/
cartagena/201412/27/cuando-cartagena-quiso-
norteamericana-20141227010711-v.html)
8
Escudo del Cantón Federal de Valencia
Aprendiendo de la experiencia de la revolución cantonalista en el
Estado español: los escritos de Engels
En 1894 Engels escribió sobre el levantamiento cantonal en España para poner en evidencia las causas
del fracaso del mismo debido a la actitud de los bakuninistas, quienes eran mayoritarios dentro del conjunto de
la Sección española de la Primera Internacional. Aquí reproducimos la parte dedicada a Cartagena y el informe
de la Nueva Federación Madrileña, que sintetiza todo el proceso cantonalista, señalando como una de sus con-
secuencias más inmediatas la imposible reorganización del proletariado español por muchos años.
F. Engels “Los bakuninistas en acción. Memoria sobre el levantamiento en España en el verano de
1873” (escrito a comienzos de enero de 1894. Publicado en el libro de Engels, Internacionales aus dem
"Volkstaat" (1871-1875), Berlín, 1894):
“Para facilitar la comprensión de la siguiente Memoria, consignaremos aquí unos cuantos datos cronoló-
gicos.
El 9 de febrero de 1873, el rey Amadeo, harto ya de la corona de España, abdicó. Fue el primer rey huel-
guista. El 12 fue proclamada la República. Inmediatamente, estalló en las Provincias Vascongadas un
nuevo levantamiento carlista.
El 10 de abril fue elegida una Asamblea Constituyente, que se reunió a comienzos de junio, y el 8 de este
mes fue proclamada la República federal. El 11 se constituyó un nuevo ministerio bajo la presidencia de
Pi y Margall. Al mismo tiempo, se eligió una comisión encargada de redactar el proyecto de la nueva
Constitución, pero fueron excluidos de ella los republicanos extremistas, los llamados intransigentes.
Cuando, el 3 de julio, se proclamó la nueva Constitución, ésta no iba tan lejos como los intransigentes
pretendían en cuanto a la desmembración de España en «cantones independientes». Así, pues, los intran-
sigentes organizaron al punto alzamientos en provincias. Del 5 al 11 de julio, los intransigentes triunfa-
ron en Sevilla, Córdoba, Granada, Málaga, Cádiz, Alcoy, Murcia, Cartagena, Valencia, etc., e instaura-
ron en cada una de estas ciudades un gobierno cantonal independiente. El 18 de julio dimitió Pi y Mar-
gall y fue sustituido por Salmerón, quien inmediatamente lanzó a las tropas contra los insurrectos. Éstos
fueron vencidos a los pocos días, tras ligera resistencia; ya el 26 de julio, con la caída de Cádiz, quedó
restaurado el poder del Gobierno en toda Andalucía y, casi al mismo tiempo, fueron sometidas Murcia y
Valencia; únicamente Valencia luchó con alguna energía.
continua pg. 9
Y sólo Cartagena resistió. Ese puerto militar, el
mayor de España, que había caído en poder de los
insurrectos junto con la Marina de Guerra, estaba
defendido por tierra, además de por la muralla, por
trece fortines destacados y no era, por tanto, fácil
de tomar. Y, como el Gobierno se guardaba muy
mucho de destruir su propia base naval, el «Cantón
soberano de Cartagena» vivió hasta el 11 de enero
de 1874, día en que por fin capituló, porque, en
realidad, no tenía en el mundo nada mejor que ha-
cer.
De esta ignominiosa insurrección, lo único que
nos interesa son las hazañas todavía más ignomi-
niosas de los anarquistas bakuninistas; únicas que
relatamos aquí con cierto detalle, para prevenir con
este ejemplo al
mundo contempo-
ráneo.
…
En la provin-
cia de Murcia,
las tropas ocupa-
ron sin resisten-
cia la capital, del
mismo nombre.
Después de tomar
Valencia, Martí-
nez Campos mar-
chó sobre Carta-
gena, una de las
fortalezas mejor
defendidas de
España, protegi-
da por tierra por
una muralla y
una serie de forti-
nes destacados en
las alturas dominantes. Los 3.000 soldados del Go-
bierno, privados de artillería de sitio, eran, natural-
mente, impotentes, con sus cañones ligeros, contra
la artillería pesada de los fuertes y tuvieron que li-
mitarse a poner cerco a la ciudad por el lado de
tierra; pero esto no significaba gran cosa, mientras
los cartageneros dominasen el mar con los barcos
de guerra apresados por ellos en el puerto. Los su-
blevados, que, mientras se luchaba en Valencia y
Andalucía, sólo se habían ocupado de ellos mismos,
empezaron a pensar en el mundo exterior después
de estar reprimidas las demás sublevaciones, cuan-
do empezaron a escasearles a ellos el dinero y los
víveres. Entonces, hicieron primero una tentativa de
marchar sobre Madrid, ¡que distaba de Cartagena,
por lo menos, 60 millas alemanas, más del doble
que, por ejemplo, Valencia o Granada!
La expedición tuvo un fin lamentable no lejos de
Cartagena; y el cerco cortó el paso a otro intento de
salida por tierra. Se lanzaron, pues, a hacer salidas
con la flota. ¡Y qué salidas! No podía ni hablarse de
volver a sublevar, con los barcos de guerra cartage-
neros, los puertos de mar que acababan de ser so-
metidos. Por tanto, la marina de guerra del Cantón
soberano de Cartagena se limitó a amenazar con
que bombardearía a las demás ciudades del litoral
marítimo desde Valencia hasta Málaga -también
soberanas, según la teoría cartagenera-, y en caso
necesario, a
bombardearlas
real y efectiva-
mente, si no
traían a bordo de
sus buques los
víveres exigidos
y una contribu-
ción de guerra
en moneda con-
tante y sonante.
Mientras estas
ciudades habían
estado levanta-
das en armas
contra el Go-
bierno como can-
tones soberanos,
en Cartagena
regía el principio
de «¡cada cual
para sí!» Ahora,
que estaban derrotadas, tenía que regir el principio
de «¡todos para Cartagena!» Así entendían los in-
transigentes de Cartagena y sus secuaces bakuninis-
tas el federalismo de los cantones soberanos.
Para reforzar las filas de los combatientes de la
libertad, el gobierno de Cartagena dio suelta a los
1.800 reclusos del penal de aquella ciudad, los peo-
res ladrones y asesinos de toda España. Que esta
medida revolucionaria le fue sugerida por los ba-
kuninistas es cosa que no admite duda después de
las revelaciones del informe sobre la «Alianza».
continua pg. 10
9
Focos de la rebelión cantonal durante la Primera República española
En él se demuestra cómo Bakunin se entu-
siasmaba ante el «desencadenamiento de todas las
malas pasiones» y cómo proclamaba al bandolero
ruso modelo de verdaderos revolucionarios. Lo que
vale para los rusos, debe valer también para los es-
pañoles. Por tanto, el gobierno cartagenero se ajus-
taba por completo al espíritu de Bakunin cuando
desencadenó las «malas pasiones» de los 1.800 ma-
tones embotellados, llevando con ellos hasta el extre-
mo la desmoralización entre
sus tropas. Y cuando el Go-
bierno español, en vez de
deshacer a cañonazos sus
propias fortificaciones, espe-
raba la sumisión de Cartage-
na de la descomposición inte-
rior de sus defensores, seguía
una política totalmente acer-
tada.
…
Escuchemos ahora el in-
forme de la Nueva Federa-
ción Madrileña acerca de
todo este movimiento.
Al Congreso que debía celebrarse en Valencia el
segundo domingo de agosto estaba encomendada,
como se ve, la importante misión de determinar la
actitud de la federación española ante los graves
acontecimientos políticos que se vienen desenvol-
viendo en España desde el 11 de febrero último, día
de la proclamación de la República; pero la desca-
bellada sublevación cantonal, abortada miserable-
mente y en la cual tomaron una parte activa los in-
ternacionales de casi todas las provincias subleva-
das, ha venido, no sólo a paralizar la acción del
Consejo federal, diseminando a la mayor parte de
sus miembros, sino que ha desorganizado casi por
completo las federaciones locales, echando sobre sus
individuos -que es lo más triste- todo el peso de la
odiosidad, todas las persecuciones que trae siempre
consigo una insurrección fracasada y torpemente
urdida.
Al estallar el movimiento cantonal, al constituirse
las juntas, o sea, los gobiernos de los cantones,
aquellos mismos (los bakuninistas) que tanto vocife-
raban contra el Poder político, que tan violentamen-
te nos acusaban de autoritarios, se apresuraron a
ingresar en aquellos gobiernos; y en ciudades tan
importantes como Sevilla, Cádiz, Sanlúcar de Barra-
meda, Granada y Valencia, muchos internacionales
de los que se titulan antiautoritarios, formaban parte
de las juntas cantonales, sin otra bandera que la de
la autonomía de la provincia o cantón. Así consta
oficialmente en las proclamas y demás documentos
publicados por las referidas juntas, donde interna-
cionales muy conocidos estamparon sus nombres.
Tanta contradicción entre la teoría y la práctica,
entre la propaganda y el hecho significaría muy po-
co si de semejante conducta re-
sultara o hubiera podido resul-
tar alguna ventaja para nuestra
Asociación, algún progreso en el
camino de la organización de
nuestras fuerzas, algún paso
dado hacia el cumplimiento de
nuestra aspiración fundamental,
la emancipación de la clase tra-
bajadora. Pero ha sucedido todo
lo contrario, como no podía me-
nos de suceder. Faltando la ac-
ción colectiva del proletariado
español, tan fácil si se hubiera
obrado en nombre de la Interna-
cional, faltando el acuerdo de las federaciones loca-
les y quedando por consecuencia abandonado el mo-
vimiento a la iniciativa individual o de localidad ais-
lada, sin más dirección que la que pudiera imprimir-
le la misteriosa Alianza, que por desgracia impera
todavía en nuestra región, y sin otro programa que
el de nuestros naturales enemigos los republicanos
burgueses, el alzamiento cantonal sucumbió de una
manera vergonzosa, casi sin resistencia, arrastrando
en su caída el prestigio y la organización de la Inter-
nacional en España.
No hay exceso, crimen ni violencia que los repu-
blicanos de hoy no atribuyan a la Internacional, ha-
biéndose dado el caso, según se nos asegura, de que
en Sevilla, durante el combate, los mismos intransi-
gentes hacían fuego a sus aliados los internacionales
(bakuninistas). La reacción, aprovechándose hábil-
mente de nuestras torpezas, incita a los republicanos
a que nos persigan sublevando al mismo tiempo a los
indiferentes contra nosotros, y lo que no pudieron
lograr en tiempo de Sagasta lo consiguen ahora: hoy
día en España el nombre de la Internacional es un
nombre aborrecido hasta para la generalidad de los
obreros. continúa pg. 11
10
Hasta aquí, el informe de Madrid. Como vemos, coincide en un todo con el relato histórico hecho en
las páginas anteriores.
Examinemos, pues, el resultado de toda nuestra investigación:
1. En cuanto se enfrentaron con una situación revolucionaria seria, los bakuninistas se vieron obliga-
dos a echar por la borda todo el programa que hasta entonces habían mantenido. En primer lugar, sacri-
ficaron su dogma del abstencionismo político y, sobre todo, del abstencionismo electoral. Luego, le llegó
el turno a la anarquía, a la abolición del Estado; en vez de abolir el Estado, lo que hicieron fue intentar
erigir una serie de pequeños Estados nuevos. A continuación, abandonaron su principio de que los obre-
ros no debían participar en ninguna revolución que no persiguiese la inmediata y completa emancipación
del proletariado, y participaron en un movimiento cuyo carácter puramente burgués era evidente. Final-
mente, pisotearon el principio que acababan de proclamar ellos mismos, principio según el cual la instau-
ración de un gobierno revolucionario no es más que un nuevo engaño y una nueva traición a la clase
obrera, instalándose cómodamente en las juntas gubernamentales de las distintas ciudades, y además casi
siempre como una minoría impotente, neutralizada y políticamente explotada por los burgueses.
2. Al renegar de los principios que habían venido predicando siempre, lo hicieron de la manera más
cobarde y más embustera y bajo la presión de una conciencia culpable, sin que los propios bakuninistas
ni las masas acaudilladas por ellos se lanzasen al movimiento con ningún programa ni supiesen remota-
mente lo que querían. ¿Cuál fue la consecuencia natural de esto? Que los bakuninistas entorpeciesen to-
do movimiento, como en Barcelona, o se viesen arrastrados a levantamientos aislados, irreflexivos y estú-
pidos, como en Alcoy y Sanlúcar de Barrameda, o bien que la dirección de la insurrección cayera en ma-
nos de los burgueses intransigentes, como ocurrió en la mayoría de los casos. Así, pues, al pasar a los
hechos, los gritos ultrarrevolucionarios de los bakuninistas se tradujeron en medidas para calmar los
ánimos, en levantamientos condenados de antemano al fracaso o en la adhesión a un partido burgués,
que, además de explotar ignominiosamente a los obreros para sus fines políticos, los trataba a patadas.
3. Lo único que ha quedado en pie de los llamados principios de la anarquía, de la federación libre de
grupos independientes, etc., ha sido la dispersión sin tasa y sin sentido de los medios revolucionarios de
lucha, que permitió al Gobierno dominar una ciudad tras otra con un puñado de tropas y sin encontrar
apenas resistencia.
4. Fin de fiesta: No sólo la Sección española de la Internacional -lo mismo la falsa que la auténtica- se
ha visto envuelta en el derrumbamiento de los intransigentes, y hoy esta Sección -en tiempos numerosa y
bien organizada- está de hecho disuelta, sino que, además, se le atribuye todo el cúmulo de excesos ima-
ginarios sin el cual los filisteos de todos los países no pueden concebir un levantamiento obrero; con lo
que se ha hecho imposible, acaso por muchos años, la reorganización internacional del proletariado es-
pañol.
5. En una palabra, los bakuninistas españoles nos han dado un ejemplo insuperable de cómo no debe
hacerse una revolución.”
11
Calles de Cartagena durante los
bombardeos de principios de
1874
12
El problema de la tierra nunca solventado en la historia moderna y contemporánea de Galiza tiene su corolario en la pervivencia del caciquismo. Un mayoritario campesinado pobre y minifundista ha representado y representa un caldo de cultivo ideal para el crimen organizado y para la aparición de imperios empresariales. Como queremos dar luz a este proceso de una manera sencilla y amena, pre-sentamos a continuación dos pequeños artículos del blog txikiterosindignados.blogspot.com.es/ en los que se expresa 1) la indesligable relación entre las mafias de la droga y el poder político y 2) entre el nacimiento del imperio Inditex y ese mismo poder político. Caciquismo, por arriba, y superexplotación (y muerte) en las familias campesinas pobres del campo y la ciudad, por abajo. Hasta que no se extir-pe ese caciquismo que dura siglos Galiza no será libre. El caciquismo en Galicia, primera parte
“Hoy vamos a hablar de Galicia. Vamos a tocar dos temas que son extrapolables a muchas otras zonas de la península como Alicante, Bizkaia o Cádiz, como son el caciquismo y las actividades ilegales. El artículo se basa en hechos reales, y se-guramente muchos de los que lo lean se sientan identificados y lo puedan corroborar, pero como para escribirlo nos hemos basado en testimonios de amigos que nos lo han contado en confianza, no va-mos a dar ni nom-bres ni datos, sim-plemente vamos a relatar una reali-dad que se ha vivido en Galicia y en otras comu-nidades. ‘Un caci-que es aquel que ejerce una actitud comprensiva fren-te a activida-des ilegales genera-lizadas, que reparte riqueza procedente de esas actividades, y se mantiene en el poder por el miedo de la gente a perder esa protección’.
En los años 80 resultaba muy fácil descar-gar planeadoras y pequeños pesqueros en zonas semisalvajes de Illa de Arousa y cercanías con pa-quetes cargados de tabaco de contrabando. Este tabaco burlaba la agencia tributaria y el volumen del contrabando era tal que en toda España era habitual pedir en los bares Winston o Marlboro "americano" que se distinguía del nacional por la ausencia del sello impositivo. Es cierto que sabía distinto, pero no solía ser por la calidad del tabaco, sino al contrario, por las deficientes condiciones de almacenamiento y transporte unidos al envejecimiento del tabaco, que le daba un sabor distinto. En la zona se empezó a mover mucho dine-ro, que era necesario blanquear, poner en circula-ción. La economía bullía con la complicidad de las autoridades locales y regionales, que ayudaban al blanqueo ya que permitía un crecimiento económi-co importante. Los contrabandistas al principio se dedica-ban a gastar y un importante negocio de vehículos y viviendas de lujo, con sus piscinas y la utilización de los mejores materiales en su construcción se creó en la zona. Y los contrabandistas dieron el salto a la "legalidad" comprando pazos en ruinas y convir-
tiéndolos en hoteles y en bodegas de albariño. Ad-quirían coce-deros de ma-risco, conser-veras, que con fuertes inyecciones de dinero provenientes del contra-bando ense-guida conse-guían creci-
mientos impor-tantes.
continúa pg. 13
El caciquismo en Galicia: o cómo entender el problema de la droga y el imperio Inditex
Pintadas y una embarcación abandonada en Vilagarcía, zona cero del
comercio de la droga en la década de los 90
¿Y las autoridades locales? Ayudaban en ese
blanqueo, e incluso otorgaban subvenciones a deter-
minadas actuaciones, como polideportivos que en
parte se subvencionaban con dinero público, en parte
con donaciones que luego no pagaban impuestos.
Los contrabandistas eran vistos como una
especie de héroes que estaban trayendo riqueza al
pueblo, y se dieron las condiciones básicas para el
caciquismo: vótame a mí, que si vienen los otros van
a acabar con el contrabando y se te va a acabar el
tener polideportivos y demás. El cacique hace la vista
gorda ante la ilegalidad, se comporta de forma pater-
nalista y "comprende" esas ilegalidades que tampoco
hacen daño a nadie.
Pero en un ambiente tan protegido el contra-
bandista enseguida se crece, y pasa del tabaco al ha-
chís, que tampoco es tan mal visto, ya que "esos cha-
vales que se fumen unos porros tampoco hacen daño
a nadie". Empieza la época dorada de los contraban-
distas, ya convertidos en traficantes.
La convivencia entre ambos, traficantes y
políticos, es tal que incluso en catástrofes marítimas
como el Casón los contrabandistas ofrecen sus pla-
neadoras para ayudar. Es la época en la que "ese
chaval que trabaja en correos se le ve que tiene futu-
ro" como en su día dijo Marcial Dorado de un joven-
císimo Nuñez Feijoo que veraneaba, junto con diri-
gentes sindicalistas, en su yate.
Galicia y sobre todo Arousa era un coto ce-
rrado, con su propia ley, donde se generaba mucha
riqueza y donde nadie iba a dejar que "esos de Ma-
drid" vinieran a romper su nivel de vida, y para con-
seguir eso era preciso que los políticos locales y re-
gionales hicieran de barrera contra esas injerencias
de fuera, fomentando un caciquismo que se extendía
a nivel regional.
Pero la avaricia de los traficantes fue a más
y por Arousa empezaron a entrar otro tipo de drogas,
heroína y cocaína principalmente, y eso fue el princi-
pio del fin. Una cosa era no pagar impuestos o los
chavalitos que se fumaban sus porros, ya que al fin y
al cabo se debatía en Europa la legalización de las
drogas blandas, y otra muy distinta la muerte por
sobredosis y la tragedia de las drogas duras destru-
yendo la juventud, y con madres de luto saliendo a
pedir justicia.
Se llegó a un acuerdo, y quien estaba "legal"
siguió legal consolidando la riqueza que se había
creado, y quien prefirió seguir con la droga, los cla-
nes de los Charlines y otros, fueron rápidamente de-
capitados por la justicia al desaparecer el apoyo lo-
cal.
El caciquismo en Galicia, segunda parte
Es sorprendente que el sector textil en Gali-
cia haya alcanzado las cotas de producción y de
creación de riqueza de la actualidad compitiendo con
países con unas condiciones de trabajo muy deficien-
tes tanto en salarios como en condiciones laborales,
lo que se traduce en unos costes salariales bajísimos.
Pero es que el sector textil en esa comunidad
ha gozado de unas prebendas que han reducido enor-
memente esos costes de mano de obra, ya que se traba-
jaba sin pagar ningún tipo de seguro social ni impues-
to.
Las fábricas oficiales de las grandes marcas
gallegas en gran parte se dedicaban a "blanquear" la
ropa que se cosía en otras condiciones.
Inicialmente sólo se trataba de coser. Furgone-
tas sin ningún tipo de marcas recorrían el interior de
Galicia, y no tan interior, como la zona de Redondela
con una doble función.
Una de sus funciones era entregar en las casas
donde "las mujeres" cosían las telas y los patrones, y la
otra, aprovechando el viaje, recoger el producto termi-
nado, listo para enviar a la fábrica a pasar el control
de calidad y embalar.
En cientos de casas esta actividad era la entra-
da principal de dinero. Era una tarea de la que se en-
cargaban las mujeres, en jornadas de 10 horas o más,
sin ningún tipo de seguro social, sin cotizar a la seguri-
dad social, sin derecho a paro o pensión, mientras que
el marido, que trabajaba en el campo o en alguna fá-
brica era el que cotizaba y por tanto "legalizaba" a la
familia.
Era una actividad conocida por todos, y que el
cacique local protegía, ya que era un fuente de dinero
para las familias. El cacique local además de permitir
la actividad, alertaba a sus conciudadanos de que en
caso de que votaran en las elecciones a otro que no
fuera él, lo más seguro es que esa actividad se acabara.
continúa pg. 14
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14
Y además, era un bienhechor, ya que construía residencias para la tercera edad y se ocupaba de la educación
de los jóvenes, con dinero obtenido de las donaciones hechas por esas empresas de ropa.
Tenemos todos los ingredientes que forman parte del caciquismo: una zona rural semiolvidada, una
actividad ilegal, donaciones, y la complicidad del cacique con sus "súbditos" en esa actividad, retroalimentada
por el miedo de que otro quizá no hiciera la vista gorda.
Pero la avaricia rompe el saco,
y las señoras dejaron de coser en casa
sustituidas por talleres ilegales, mucho
más rentables, en los que se trabajaba
en condiciones de semiesclavitud, pero
esa avaricia fue su final, ya que se rom-
pió la complicidad con los caciques lo-
cales, y salió a la luz esa actividad.
Y claro está, las empresas texti-
les por supuesto legalizaron su situa-
ción... deslocalizándose a Bangladesh e
India, donde podían hacer de forma
legal lo que en Galicia era ilegal.
Hemos comentado dos ejemplos
clásicos de caciquismo que ha existido
en una Galicia donde su caudillo Ma-
nuel Fraga ordenaba y mandaba y sólo se hacía su voluntad, y donde los caciques locales sabían a qué árbol
político tenían que arrimarse para obtener la protección que necesitaban, pero esto no es endémico de Galicia
ni mucho menos. No toda Galicia ha funcionado así ni sólo se ha dado en Galicia.
La industria del mueble en las Encartaciones de Bizkaia, la del calzado y del juguete en Alicante o el
contrabando de tabaco y de hachís en zonas de Andalucía son otros ejemplos sangrantes del funcionamiento del
caciquismo en España, un caciquismo propio de una España decimonónica pero que en épocas de crisis como
la actual está presente y se acepta como mal menor para mantener fuentes de ingresos a las familias azotadas
por el paro.
15
ESPAÑA SIGLO XXI: LOS MISMOS PROBLEMAS DEL XX GUILLERMO ASCANIO: “Política Nacional (Periódico Altavoz, nº 13, noviembre de 1930)
Como era lógico suponer, las pasadas huelgas generales de Madrid, Barcelona,
Alicante, etc., han exacerbado a la opinión reaccionaria española, cuyos periódicos re-
presentativos van cubriendo con sus biliosas elucubraciones a todos los sectores espa-
ñoles que cometen el horroroso delito de pensar sin el correspondiente permiso jesuíti-
co. Nadie escapa a su “concienzuda” labor revisora. A Franco, porque encuentra más
aceptables los aires de la calle que los de las prisiones militares y levanta el vuelo sin
previo anuncio del itinerario, se le califica de 100 maneras diferentes, a la cual más
agradable al oído púdico de los lectores de esta “bendita” prensa. Los pobres ateneístas
madrileños, “pseudo-intelectuales”, “desconceptuados por toda la opinión” son ya,
además, “el desprestigio de nuestra nación”. Si el Ateneo de Madrid es la deshonra de
España, ¿en qué círculos estará el tan cacareado honor nacional que según esta “gente”
hay que salvar a toda costa? Porque ahora resulta que ya los problemas españoles no
son de índole política y social. ¡Quia! Ahora lo que nos hace falta es
“patriotismo” (patriotería); desatan un “chauvinismo” rabioso que nos preserve del
“peligro rojo”. Mientras gobiernen al Estado español, “ el peligro rojo” les servirá a
manera de “coco” que asuste a los pobres de espíritu. El patriotismo, de velo que encu-
bra todos sus desafueros.
Los estudiantes de la F.U.E., con Sbert a la cabeza, van apareciendo en esa panta-
lla como “afeminados gandules”, “cobardes” y con “ridículos” afanes de notoriedad a
costa de la sangre del pueblo español. Bien. No puede ello causar a nadie extrañeza, ni
mucho menos servir de base para un comentario. Después de tener en las manos estos
periódicos lo más plausible no es comentar. Es desinfectarse. Ahora bien, al examinar
las modificaciones que el término de dichas huelgas y la subsiguiente reacción hayan
introducido en la actual situación política, no creemos que favorezcan excesivamente
la trayectoria gubernamental. Aquí, en Barcelona, después de la referida huelga, los
elementos del orden público “cosechan” fuertes pitorreos del público neutro, allí donde
se presentan. Y este no es un síntoma muy alentador. Pero, además, la estabilización
del gabinete Berenguer y la solución dada a la pasada crisis habrán de concitarse la
enemiga de los liberales monárquicos y de muchos elementos indecisos. De los prime-
ros, por el chasco que se han llevado en su afán de subir al poder. De los restantes, por-
que el paso de Matos a Gobernación, como “técnico electoral”, hará ver a los más mio-
pes lo que éstas serán.
De los elementos de las izquierdas revolucionarias, si bien en el desarrollo de las
huelgas hicieron gala los Sindicatos de sus fuertes posibilidades de acción, no es me-
nos cierto que todo el movimiento obrero español peca de una indeterminación política
que malogra la consecución de muchos de sus objetivos. Los republicanos verán refor-
zadas sus posiciones con el “vuelo” de Franco e inmediato pase a sus fuerzas dirigen-
tes de elementos no despreciables.
80º aniversario de la Batalla del Jarama: un ejemplo de internacionalismo proletario
La batalla del Jarama fue un importante encuentro militar de la Guerra Civil Española, que se
desarrolló entre el 6 y el 27 de febrero de 1937.
La ofensiva la inició el ejército sublevado con la intención de cortar las comunicaciones de
Madrid. Para algunos historiadores, esta ofensiva entra dentro de la batalla de Madrid. El diseño de la
operación inicial era una acción de gran envergadura por el este de Madrid, que incluía la toma de
Arganda del Rey, cortando las comunicaciones hacia Valencia y subir hasta Alcalá de Henares para
alcanzar la carretera de Barcelona. La batalla toma el nombre de las primeras operaciones con la
conquista en poco más de cuatro días de la zona del río Jarama. Las unidades republicanas, dispersas en
el inicio de la ofensiva, se agruparon al mando del general José Miaja el 15 de febrero, conformando en
total cuatro Divisiones o Agrupaciones que consiguen evitar el avance hacia Arganda. El ejército
republicano contó entre los combatientes con las
Brigadas Internacionales, en concreto las brigadas XI,
XII, XIV y XV, que combatieron entre el Jarama y
Morata de Tajuña.
La defensa republicana retrasó los planes de
los sublevados para cercar Madrid hasta el final de la
guerra.
Las Brigadas Internacionales compusieron y entonaron después una canción, Jarama Valley, tras forjarse su leyenda en la batalla, compuesta originalmente en inglés y cuya traducción es:
Fue en España en el valle del Jarama lugar que nunca podré olvidar pues allí cayeron camaradas jóvenes que fueron a luchar. Nuestro batallón era el Lincoln luchando por defender Madrid con el pueblo hermanados peleamos los de la Quince Brigada allí. Lejos ya de ese valle de lágrimas su recuerdo nadie borrará Y así antes de despedirnos recordemos quién murió allá.
¡LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS DEL ESTADO ESPAÑOL!
¡LIBERTAD PARA ANDRÉS BÓDALO!
EFEMÉRIDES PROLETARIAS (ENERO-MARZO)