MURALLAS CON ADARVES Y MERLONES Y MURALLAS DESMOCHADAS EN LA ARQUITECTURA
MILITAR DE Al-ANDALUS Y DEL NORTE DE ÁFRICA. (ASPECTOS CONSTRUCTIVOS, FORMALES Y
FUNCIONALES). PRIMERA PARTE: LO OMEYA EN LAS MARCAS MEDIA Y SUPERIOR.
MATIZACIONES Y CONNOTACIONES
Basilio Pavón Maldonado
Resumen: Estudio exclusivamente referido a las fábricas empleadas en murallas, torres y puertas de ciudades y
fortalezas de las marcas Media y Superior en la etapa omeya. Este trabajo es complemento de mis dos artículos
publicados en mi página Personal de Internet
(www.basiliopavonmaldonado.es) titulados “Murallas de sillares de ciudades y
fortalezas ibero musulmanas (siglos VIII-X)” y “Murallas de tapial,
mampostería, sillarejo y ladrillo en el Islam Occidental.
Abstract: Study exclusively referring to constructions used in walls,
towers and gates of the cities and fortress in the Middle and Upper region
in the Umayyad period. This work is complementary to my two articles
published in my personal web www.basiliopavonmaldonado.es with the
titles: “Walls of stone blocks in cities and fortress Ibero Muslim (VIII-X Centuries)and “Walls of mud, masonry, stone
blocks and bricks in Western Islam
INTRODUCCIÓN
Este tema tan complejo en la literatura artística, arquitectónica y arqueológica en el nivel
pedagógico y científico tiene por cabecera los estudios de L. Torres Balbas1, sus Ciudades
hispanomusulmanas2, enriquecidas con el paso del tiempo con novedosa planimetría y
aumentos de investigadores, historiadores del arte, arquitectos y arqueólogos que irán
apareciendo a lo largo de estas páginas 3. Respecto a las ilustraciones ahora muchos trabajados
apelan a la infografía, básicamente arquitectos y arqueólogos, entrelazándose a veces realidad
y ficción. De entrada Torres Balbás ya dijo que se ignoraban o se marginaban nuestros
castillos y fortalezas medievales, aunque en el nivel local, provincial o autonómico se ha
prosperado bastante en los últimos años, básicamente en la Marca Superior, la Media, Sevilla,
Granada, Sharq al-Andalus. No es mi propósito ahora dar un relato especializado de las
fuentes árabes referidas a ciudades y fortalezas hispanomusulmanas harto conocidas a través
de los escritos de Torres Balbas4, también Azuar Ruiz adelanta bibliografía muy arabista en su
Castellología medieval alicantina: Área meridional 5, igual ocurre con algunos trabajos de
Sergio Martínez Lillo centrados en Toledo6. En esta línea escuetamente arabista los textos de
imprescindibles trabajos de J. Vallvé Bermejo7 y M. J. Viguera 8 con generosas citas de
ciudades y fortalezas de todo género, aunque sin abordar para nada los aspectos
constructivos, formales y funcionales que retomamos ahora aquí y en otros trabajos míos de la
página personal de Internet. Ni que decir tiene el valor inestimable del crono consignado en las
crónicas árabes, a partir de los siglos VIII, IX, X y siguientes, con el que encabezamos todos
nuestros distintos apartados de este artículo.
Es poco habitual que los estudios de nuestras fortalezas incluyan los precedentes de las
Antigüedad, los ejemplos de Roma y Bizancio, e incluso de la Baja Antigüedad, Asiria, Persia,
ciudades hititas, verdaderas cunas de la arquitectura castrense de la Edad Media europea. Y un
Imagen de guerrero árabe en un plato
del siglo X de Madinat al-Zahra
apunte más. En nuestros estudios medievalistas, vertiente islámica, se habla de prospecciones
o intervenciones arqueológicas de esta o aquella ciudad o fortaleza, infravalorándose las
intervenciones históricas, arquitectónicas o artísticas, las que por lo general se adelantan
abriendo paso a aquéllas. Un autor arqueólogo, en estudio revisionista de las fortalezas
islámicas en general de Oriente y Occidente da bibliografía en la que figuran solo las
intervenciones arqueológicas, y cita de soslayo un libro sobre ciudades hispanomusulmanas,
mis Ciudades hispanomusulmana (1992), repleto de planimetría novedosa con extensas
leyendas (74 plantas nuevas), “aunque no precedido de intervenciones arqueológicas”, dice el
arqueólogo. También algunos tratadistas de la materia que nos ocupa expresan que no es lo
suyo establecer comparaciones entre nuestras fortalezas y sus fábricas edilicias como medio
aproximativo de alcanzar cronologías ajustadas, de no hacerse así qué otra vía existe tan
socorrida para la historia del arte como los paralelismos. Y una matización de mayor calado.
Nuestros libros especializados en temas árabes, los de la historia del arte, callan temas básicos
como puentes, baños, aljibes, castillos, alcazabas, ciudades con sus murallas, torres y puertas.
Tales obras por tan importantes ausencias deberían ser echados en la montanera de libros
lastrados: en ellos figuran tan sólo mezquitas y palacios y un largo etcétera de decorados
monumentales, ni las más mínimas alusiones a planimetría de ciudades y fortalezas. Por ello
Torres Balbás decía lo de nuestra ignorancia en materia utilitaria y militar medievalista que
desde hace algunos años quieren arrogarse en exclusividad los arqueólogos, no se sabe el
porqué: siempre “arte” y “arqueología”en materia islámica han ido juntos en una misma línea
a nivel institucional. Lo de ahora es cosas de arqueólogos díscolos o especialistas en grado
sumo: presumen de arqueólogos pero hacen historia de arte sin darse cuenta. Afloran ahora
de parte de éstos trabajos historiográficos o lecciones magistrales sobre la arquitectura omeya
de al-Andalus sin ilustraciones conocidas o desconocidas para las que remiten a la bibliografía
selectiva en la que brilla por su ausencia, salvo el caso del arqueólogo M. A. Tabales Rodriguez
o el granadino M. López López, el nuevo material ilustrativo, arquitectónico y arqueológico,
que ciertos arqueólogos llaman “estampitas” atesorado a lo largo de un cuarto de siglo largo,
bajo la tutela del CSIC, en mi Tratado de arquitectura hispanomusulmana, ¡, II (1990-1999).
Sobre lo de si el término “hispanomusulmán” o “luso-musulmán” deba ser sustituido por
“andalusí”, viene a ser lo mismo, allá cada cual con sus preferencias o formación.
Las otras partes de este trabajo de seguimiento y sistematización de fortalezas que se
anuncian en el título son: segunda, murallas de Extremadura (incluidas murallas de sillares de
Mérida, Trujillo, Medellín), y Portugal, Córdoba y Norte de África. Tercera parte: ciudades y
fortalezas de las provincias de Cádiz, Jaén, Almería, Huelva, Sevilla. Cuarta parte: Málaga,
Granada, Sharq al-Andalus, lo mudéjar, corachas y murallas y antemurallas en las ciudades
hispanomusulmanas.
1. ROMA-BIZANCIO
Figura 1. Murallas Aurelianas de Roma (1) (2)9, merlonados los muros y torres, éstas de gran
altura, dos pisos, con pasadizos cubierto hacia el interior de los adarves, bastantes merlones
desmochados. Puertas, la de Appia y Nomentana de dicha muralla (3): entre dos torres
redondas con ventanas en el segundo piso acordes con las sobrepuertas al vano central de la
entrada, pasillo de adarve que continúa por el túnel de las torres en el que había escalera de
subida a la terraza (3-1); parapeto con merlones cuadrados en el frente exterior sin tejadillo
piramidal o albardilla.
Las murallas romanas de Lugo (4): torres semicirculares, el adarve con parapeto corrido
crecido interior y exterior, de mayor grosor el parapeto primero. De Tarragona sus murallas
romanas con almohadillado (figura 2, 1) y dos lienzos añadidos islámicos (2). Muralla de época
bizantina de Nicea, figura 1 (6) (7) (8)10: una de sus puertas, torre de sillares recrecida, algunas
piezas de acarreo, con ladrillos la parte superior del merlornado del adarve un tanto
desmochado, sin remates piramidales y planta de la ciudad bizantina. El esquema de puerta
con arco central y los nichos superpuestos laterales apto para ser comparado con la Puerta de
San Esteban de la mezquita aljama de Córdoba del siglo IX. Muralla con antemuralla en todo el
recorrido mural con torres rectangulares y algunas redondas. Destruido el adarve que pasaba
por debajo de la fábrica torreada, habitaciones abovedadas con ingeniosas trompas (5) y
escaleras de acceso a la terraza. Nicea es un ejemplo claro de murallas y torres medievales
tempranas desmochadas o semidesmochadas.
La figura 2 insiste en el almohadillado de la muralla romana de Tarragona (1)11 seguida en mi
criterio de lienzos de muralla se sillares árabes, a veces con material de acarreo (2)12.
Recreación de arquitectura militar de época hititia en ciudad antigua de Turquía (2-1): muralla
torreada y antemuralla con almenas de dientes agudos en los adarves, posiblemente entrada
franqueada por dos torres a modo de albarranas. Muralla bizantina de Constantinopla (3) (4):
fábrica mixta de sillares y verdugadas altas de ladrillo13, al estilo del acueducto romano de
Mérida, adarves de distinto nivel con distintas escaleras de obra de acceso al adarve y a la
terraza de las torres, desmochadas las albardillas de dos vertientes. La muralla bizantina de
Cartagena tenía escaleras según excavaciones recientes (5)14. Figura 2-1, las torres romanas Figura 1. Murallas romanas, 1, 2, 3, 4; murallas bizantinas, 5, 6, 6,7, 8
Figura 2. 1, muralla romana de Tarragona; 2, continuación de la misma de obra de mano islámica; 2-1 restitución de murallas
hititas en ciudad de Turquía; 3, 4, muralla bizantina de Constantinopla; 5, escalera de muralla bizantina de Cartagena.
Figura 2-1. Abajo. 1, 2, Muralla romana de Zaragoza; 4, muralla romana con almohadillado de la Puerta de Sevilla, Carmona; 5,
muralla romana de Lugo (obsérvese que este tipo de fábrica de sillares podría pasar como islámica.
de sillería de la muralla romana de Zaragoza, 1, 2.3, con material heterogéneo de acarreo
entre los paramentos de sillares, distintas zarpas en la base, generalizado el sillar cuadrado
que veremos en ejemplos islámicos nuestros, el de la ciudad-fortaleza de Vascos como
ejemplo; 4, muralla romana de sillares almohadillados del Alcázar de Sevilla en Carmona; 5,
lienzo de muralla romana de Lugo con aparejo de sillares muy similar al de las primeras
murallas omeyas de al-Andalus15.
Figura 3. Más de murallas bizantinas de Constantinopla, (1) (2) (3) (4): muralla y antemuralla
amerlonadas con tejadillos de doble vertiente, algunas torres pentagonales, otras redondas de
la barbacana, en las torres habitaciones abovedadas con minúsculas ventanas al exterior;
fábricas de sillarejos apaisados con
verdugadas de ladrillo (3), según foto
de Cyril Mango16. Aún no está claro el
tipo de almenas de forma de T de
ciudades hispanorromanas según un
mosaico de Itálica (5) y moneda
romana de Mérida (7)17 (Museo
Nacional de Arte romano, según J. M.
Alvárez), los tres arcos de la puerta
reiterados en puerta tripartita de
sillares romanos del Norte de África
(8). Por último una imagen de puerta
honorifica omeya del Qasr al-Hayr al
Gharbi, según reconstrucción de
Berlín (9)18: esta vez los adarves de
las dos torres redondas protegidos
por merlones o almenas de dientes
agudos de tradición asiria y persa,
cada almena con su correspondiente
ranura o aspillera.
Figura 3. Murallas bizantinas de Constantinopla, 1, 2, 3, 4; muralla bizantina de Nicea, 5;
puerta de muralla romana, mosaicos de Itálica y de moneda romana de Mérida, 6, 7;
puerta de ciudad antigua del Norte de África, 8; puerta oemeya del Qasr al-Gharbi,
almenas de dientes agudos.
Figuras 4, monográfica de almenas de dientes agudos inexistentes en Roma o Bizancio.
Bandeja de plata de estilo asirio con torre grande o fortaleza de dos pisos con almenas de
dientes agudos con ranura, según reproducción de David Talbot Rice (I1)19. No se trata de
almenas decorativas como a primera vista pudiera pensarse (1) (2), reconstrucción de la
editorial Labor). (A): 1, asirias y aqueménidas; 2, 3, sasánidas; 4, omeyas de Khirbat al-Mafjar,
según Hamilton20; 8, almenillas abbasíes de explanada de Samarra, según Creswell21: 4,
almena de mosaico bizantino del Museo del Bardo22; la (3) trazado de almena califal de
Madinat al-Zahra23; 5, 6, almenas de la mezquita aljama de Madinat al-Zahra, según B. Pavón24;
(7) uso y abuso de almenas de dientes agudos con ranuras decorativas en la mezquita de Ibn
Tulún de el Cairo.
Figuras 5 y 5-1. Monográfica de almenas de dientes agudos. 2, 3, restitución de muralla y
torres de ciudades asirias en base a los relieves de este estilo con murallas torreadas (1). En la
vertiente hispanomusulmana, aparte de las almenas de dientes agudos califales de mezquitas
de Córdoba que luego veremos, hay ejemplo de este tipo de merlones en el castillo de
Belmonte (Cuenca) (4) (5). En la Alhambra portaditas de estuco del siglo XIV (6) (7). Del siglo
XVII-XVIII torres de fortalezas de Tetuán (8)25. Figura 5-1. Detalle de matacán de la Puerta de
Sevilla en Carmona (3). En el norte de África dos ejemplos de arquitectura militar con almenas
de dientes agudos: 1, 2, del interior del ribat de Monastir de Túnez; 4, portada interior de la
puerta principal de la Chella de Rabat26.
2. LAS MEZQUITAS ALJAMAS DE MADINAT AL-ZAHRA Y DE CÓRDOBA CON ALMENAS DE
DIENTES AGUDOS ¿MEZQUITAS-FORTALEZAS? (Figuras 6, 7, 8, 9, 10)
Justifican la interrogación el diseño de mezquita rectangular con contrafuertes espaciados,
verdaderas torres macizas, entre las que se abren puertas honoríficas en los costados derecho
e izquierdo (3, según Ewert)27; (A), según Torres Balbás)28. Antecedentes de estas plantas:
mezquita abbasi de Abu Dulaf (1, Creswell) 29y la aljama de Qayrawan del siglo IX 30 (2, Lézine);
4, mezquita de al-Zahra, según B.
Pavón31. Los dos ejemplos primeros (1)
(2) sin almenas originales vistas,
exceptuados los dos cuerpos del alminar
de la africana, almenas con ranuras
(figura 7, 4). Diferencias en las dos
mezquitas cordobesas mencionadas: la
de Córdoba sólo enseña torres en el
oratorio techado, mientras en la de al-
Zahra las torres afectan también al patio.
Incuestionablemente los dos santuarios
hispanos van repletos de almenas de
dientes agudos sin ranuras en los muros
exteriores y en los patios (figura 7, 1, 2,
de al-Zahra). 6 de la figura anterior,
detalle de muro y torre de la mezquita
aljama de Córdoba con almenas de
Figura 4. Bandeja de plata supuestamente sasánida con fortaleza coronada de almenas de dientes agudos y dibujo de la misma, según
Labor, 1, 2; dibujos de almenas denticuladas preislámicas y almena omeya de Jirbat al - Mafyar; traza de almena de dientes agudos
de Madinat al-Zahra, 3; almenas de la mezquita aljama de Madinat al-Zahra, 5, 6; Almenas dentadas del patio, mezquita de Ibn Tulun
de el Cairo, 7; almenas de construcciones de la gran explanada, Samarra, según Creswell. Figura 5. Relieve asirio con almenas
dentadas, 1; reconstrucción de ciudad asiria, 2, 3; almenas de dientes agudos del castillo de Belmonte (cuenca), 4, 5; almenas
dentadas de la Alhambra, siglo XIV, 6, 7; torre con almenas dentaddas de Tetuán, s, XVI-XVII. Figura 6. Abajo. Fachada interior de las
murallas con almenas dentadas, ribat de Monastir (Túnez), 1, 2; matacán de la Puerta de Sevilla, Carmona, 3; portada interior de la
puerta principal de la Chellah, Rabat, 4; abajo exterior post-almohade de la mezquita de Mértola (Portugal).
Figura 6. Mezquita aljamas de Córdoba y Madinat al-Zahra
provistas de almenas dentadas tipo oriental, 3, A, 4, 6; mezquita
de Samarra y Gran Mezquita de Qayrawan, 1, 2
A, fachada exterior con almenas
dentadas, mezquita-iglesia de Silves
(Portugal); B. muralla bizantina de
Gerasa, con escalera de doble
vertiente adosada, modelo de
murallas hispanomusulmanas.
dientes agudos, a modo de muralla antigua oriental fortificada.
El aspecto de la mezquita cordobesa (figura 7, 5) francamente es de fortaleza, con o sin
almenas: las dimensiones de la torres, macizas, son las mismas de las de las torres de la
alcazaba de Mérida (6) (7) (8), según Félix Hernández y B. Pavón32, obra de Muhammad II,
siglo IX, quien junto con su padre Abd al-Rahman II llevó a cabo la primera ampliación de la
mezquita cordobesa. Véase las imágenes 8 y 9, 10, 11 de la figura 8: alcazaba de Mérida,
mezquita de Córdoba y mezquita aljama almohade de Sevilla. Hay que pensar que en el caso
de la Gran Mezquita de Qayrawan los llamados contrafuertes o torrecillas no son equiparables
a las torres de más aspecto militar del haram de Córdoba ya que como han advertido Golvin y
Lézine en el caso africano se trata de meros refuerzos de los muros sensiblemente débiles por
sus fábricas básicamente de ladrillo33. Otros aspecto de atributos castrenses o de arquitectura
civil de la mezquita metropolitana, por ejemplo los falsos vanos de la puerta de San Esteban
(12), un esquema de los mismos (13); 14, postigos del castillo califal de Gormaz; y el paralelo
de puertas: 16, mezquita califal de Santa Clara de Córdoba y 17, puerta de la ciudad-fortaleza
omeya de Vascos (Toledo)33; además, puerta principal de ingreso directo del castillo citado
(15) como réplica de las puertas de la mezquita cordobesa del siglo X34. Es cierto que en este
punto el paralelo o juego mezquita y fortaleza es más bien de orden estilístico.
Nuevo aspecto de la puerta de San Esteban es la visera o friso destacado en el nivel más
superior , con modillones de rollos y almenas denticuladas propias exclusivamente referido al
arco de la entrada (figuras 8, A y 9, 1, 2) que puede llevarnos a estos paralelos: figura 10, 1,
portada omeya de Qars al-Hayr al-Sharqi35, 4, friso de matacanes de la puerta del alcázar de
Marchena, Carmona; 5, sobre todo Bab Futuh de El Cairo, puerta fatimí36; 6, puerta de la
mezquita de al-Mansura de Tremecen, siglo XIV, además de portada mudéjat de la iglesia de
San Miguel de Córdoba. Y sobre la incuestionable influencia de la Antigüedad y Bizancio en el
esquema tripartito de la Puerta de San Esteban (figura 9, 1, 2), siguiendo a Torres Balbás37,
arcos de triunfo romanos, el palacio de Split (6), también puerta bizantina comentada de
Nicea (7)38 con el añadido de puerta del ribat de Monastir (figura 10, 2). Respecto a portaditas
con arco o arcos con remate de almenillas denticuladas: 3, de la puerta de San Esteban vista
Figuras 7 y 8. Sobre el porte militar de la mezquita aljama de Córdoba.
por dentro; 4, de códice mozárabe; 5, portadita de supuesto mihrab de la Gran Mezquita de
Qayrawan39, con influencia cordobesa, según Velázquez Bosco40.
Como conclusión no olvidar ejemplos constatados por las fuentes árabes referidos a como en
caso de extremo peligro parte de la población se refugiaba en la mezquita aljama, lo mismo en
al-Andalus que en oratorio del Norte de África. Según al-Bakri mezquitas que ejercían como
ribats o recintos fortificados destinados a los soldados de la fe islámica, en Tánger y Susa, y en
Túnez la Zaytuna aún enseña muros torreados (torres redondas) (figura 10, 3) cual si se tratara
ribat-s vecinos, los merlones con sus saeteras en este caso plenamente justificadas no así las
almenas del alminar visto de la Gran Mezquita de Qayrawan (figura 7, 4), en el que según
Lézine sólo hay almenas en tres de sus frentes41. En esta línea hay que caer en la cuenta que
existen alminares en los que las ventanas normales son sustituidas por saeteras, caso del
alminar sevillano de Cuatrohabitas. Las engañosas estampas que ofrecen determinadas torres
militares , la almohade Torre del Oro, la de Espantaperros de Badajoz o torre de la alcazaba de
Guadix, diseñadas con dos cuerpos de diferente base, tipo alminar, permiten conjugar en un
mismo edificio funciones diferentes o cómo las torres militares urbanas se dejaban seducir
por las siluetas urbanas de los alminares .
Por más explicaciones tal como está
concebida la mezquita aljama de Susa en
planta y alzados nadie diría que se trata
enteramente de una mezquita o casa de
la oración, basta ver sus torres macizas de
ángulo redondas anteriormente aludidas.
Figura 9. Puerta de San Esteban de la mezquita aljama de Córdoba, 1, 2; portadas con remate de almenas
dentadas: fachada interior, Córdoba, portadita mozárabe, portada de supuesto mihrab del siglo VIII, Gran
mezquita de Qayrawan, 3, 4, 5; fachada del palacio-fortaleza de Split, 6; restitución de una de las puertas de la
muralla de Nicea. Figura 10. Fachadas con alerillo o matacanes sobre puertas en la arquitectura islámica: Qasr
al-Hayr al-Sharqi (1), puerta de Marchena en Carmona (4), Bab Futuh de El Cairo (5), portada mezquita merini
de Tremecén.
3. PINTURAS MEDIEVALES Y RELIEVES DEL SIGLO XVI CON MURALLAS (Figuras 11, 12)
Figura 11, 3, murallas de Toledo, según el códice mozárabe Virgiliano42: en el adarve y las
torres tres tipos de merlones, triangulares, forma de U invertida y arriba merlones
rectangulares con remate piramidal; 1. Ilustración de ciudad de la Cantigas de Alfonso X el
Sabio: murallas superpuestas, tal vez muralla y antemuralla con merlones de remate piramidal
y saetera; 2, escena de batalla de pintura fatimí del siglo XIII, de El Cairo: nuevamente muralla
y antemuralla con merlones de remare bulboso. La popularidad de la imagen de fortaleza de
dos murallas de diferente escala pasa a castillo heráldico de yesería de las Huelgas de Burgos
(4) o pintura medieval del siglo XIII de la catedral de Salamanca (5). Nuevamente las dos
murallas en pintura de la conquista de Mallorca del Museo de Arte de Catalunya (figura 12, 1)
o pintura mural del castillo de Alcañiz (2). Las dobles murallas de relieves de Vigarny del coro
de la catedral toledana (3) (4). (6) la vista de Sevilla del retablo de la catedral de Sevilla, 1482-
1526, el dibujo de la misma, según Javier Alés (5). Hay que advertir que para el preriodo
omeya no existe la dualidad muralla y antemural.
4. ALGUNOS EJEMPLOS DE MURALLAS DE
EGIPTO Y MURALLA PALATINA ABBASI
(figura 13)
Murallas fatimíes de El Cairo (1) (3) y
aspectos del palacio fortificado de la etapa
abbasi de Ujaydir (4)43.
Figuras 11 y 12, Representación de fortalezas en miniaturas, pinturas murales y relieves de coros españoles.
Figura 13. Murallas fatimíes de El Cairo, 1,
3; palacio -fortaleza abbasi de Uhaydir, 2,
4.
5. MURALLAS HISPANOMUSULMANAS, ÉPOCA OMEYA, SIGLO X. MARCA MEDIA
Como denominador común murallas
desmochadas con claras excepciones en
el castillo de Gormaz y en el de Baños
de la Encina. Fábrica generalizada de
sillares con la excepción de la alcazaba
de Guadalajara y castillo de Baños de la
Encina, muy parcialmente en Calatrava
la Vieja.
Aparejo de sillares perfectamente
trabados y alineados, al uso de la
Antigüedad y Bizancio y relleno de
piedras, encofrados o trozos de sillares
sin trabazón, figura 14: A, ciudad-
fortaleza de Vascos; B, ejemplo de
fortaleza bizantina de Tignica, Túnez; C,
muralla emiral de la alcazaba de
Mérida; D, muralla del castillo de
Trujillo; E, excepcionalmente restos de
adarve o parapetos de la ciudad-
fortaleza de Vascos, según Miguel Ángel
Bru Castro44; F, muralla restos de
muralla islámica que separaba el al-
Hizam omeya de la plaza de Zocodover
de la madina, J. Carrobles Santos45.
Figura 14. Rellenos del núcleo, enplecton, de murallas de la
Antigüedad tardía y omeyas de distintas ciudades: Vascos (A),
Tignica (B), Mérida (C), muralla omeya del al-Hizam de Toledo (F).
A, murallas romanas de Córdoba; B, murallas omeyas de
Córdoba de la parte del río Guadalquivir (según A. Montejo y
J.A. Garriguet), ambas sin núcleo diferencial de material de
acarreo, cual si se tratara de los muros de Madinat al-Zahra.
A. Defensas de la línea fronteriza en la Marca Media creada por Muhammad I y reforzada por
Abd al-Rahman III. Zorita de los Canes. Madrid. Talamanca, Cuenca. Huete, Peñafora.
Figura 15. Ejemplos de murallas califales desmochadas en la Marca Media. Ciudad-fortaleza de
Zorita de los Canes (Guadalajara), plaza reiteradamente mencionada en el Muqtabis V de Ibn
Hayyan46, 1, 2, 3, A: murallas de núcleo heterogéneo con revestido de paramentos de sillarejos
bien escuadrado con tendencia a reiterar hiladas de solo tizones, lienzos y torres de la muralla
de la madina, en el castillo o alcazaba también restos de la puerta califal con arco de herradura
enjarjado (1)47. Se advierte que los paramentos interiores que miran a la población son de
facturas bastantes groseras. La muralla del siglo X de Madrid, según las crónicas árabes48(4) ,
también da dos tipos de fábricas en el exterior y el interior, en
aquél fábrica muy cuidada, preferentemente dos tizones por
cada soga vista en Córdoba, Almería, alcazaba de Málaga y
castillo de Gormaz. Respecto a murallas mixtas o paramentos
distintos sobrepuestos, al parecer muy del estilo de Vascos,
un ejemplo bizantino del yacimiento de Mila (Argelia) (6) con
saeteras un tanto improvisadas de ladrillo en la fábrica de
mampuesto superior. Todavía cabe mencionar las murallas de
Talamanca (Madrid), plaza ya mencionada en el siglo IX49;
conserva viejos lienzo entre tapial y sillares cual es el ejemplo
de la torre (5).
La figura 16 enseña una torre arcaica conservada en el castillo madrileño de Manzanares 50
(A) planta de la torre con el número 1, 2, 3. Tiene abajo doble zarpa con hiladas atizonadas, en
el restos de los paramentos sillares esquinados y mampuesto de correcta fábrica, las llagas
A) base con zarpas de una torre de
Madrid; B, base de torre de la Puerta
Alcántara de Toledo.
Figuras 15 y 16. Ejemplos más sobresalientes de fortalezas de época omeya de la Marca Media.
protegidas por estuco con trozos de escoria incrustados (3) siguiendo técnica muy del siglo X
(ver figura 22). Otras plazas mencionadas en las crónicas árabes, Cuenca51 y Huete52 (C) (B). en
la primera la torre del Alcázar, estudiada por A. Almagro (5) 53 y el largo muro del frente del rio
Júcar hasta la Torre Mangana (4)54; de la muralla de la alcazaba de Huete los aparejos de (6).
Con estas fortalezas comentadas entre otras más quedaba fuertemente reforzada la línea
fronteriza destinada a contener el avance cristiano hasta la misma Toledo, capital de la Marca
Media. Esta línea fortificada comenzaba en el castillo de Alija, en el término de Talavera la
Vieja, Azután, Talavera, Maqueda, Alamín, Calatalifa, Atienza, Guadalajara, alcolea, Esteras de
Medinacel y Medinaceli, y otras más desconocidas, según el arabista Joaquín Vallvé
Figura 16-2. Por encima de la línea fortificada referida estaba como avanzadilla la madina y
alcazaba de Ágreda (Soria) del siglo X55, la parte
Figura 15, Zorita de los Canes1, 2, 3, A; Madrid, 4;
Talamanca, 5; ejemplo de muralla antigua de Argelina
Figura 16. Torre antigua del castillo de Manzanares el Real (Madrid),
1, 2, 3; Cuenca, C, 4, 5; Huete, B, 6.
Figura 16-1. Talamanca de Muhammad I, otra imagen de muralla de tapial con paramento de mampostería, 1; Peñafora
(Guadalajara), con Madrid y Talamanca fundación del mencionado emir, 2, 3, 4: recinto interior sin torres y muralla al borde del rio
Sorbe; el aparejo de canto y ladrillos puestos en horizontal y en vertical de recinto superior; la muralla junto al rio es de diferente
fábrica, 1, hiladas atizonadas de sillares cuadrados y estrechos; 2, paramento de registros de canto de río. El atizonado habitual en
tierras de Guadalajara, empezando por Beleña (3), muros tipo beréber. En el norte de África muro de fábrica semejante, siglo X-XI,
publicado por Cressier, 4.
Figura 16-2. Murallas y puertas de Ágreda. Figura 16-3. Las murallas romana-árabes de Coria.
oscurecida del plano, además de otras fortalezas de sillares omeyas que jalonaban los
caminos de las tierras sorianas56: (2) (3) (4) puerta de ingreso directo con arco de herradura
enjarjado en el frente exterior remontado por arco de medio punto visto reflejo de la bóveda
de medio cañón del pasadizo; de la alcazaba propiamente dicha es otra puerta de planta
acodada y arco ultrapasado (5) con larga muralla de sillares de sogas y tizones recalzadas con
hiladas sillarejos apaisados, La medina seguía con su murallas de entre sillarejos y
mampostería de más liviana fábrica.
Ya en tierras de Extremadura, al norte de la provincia cacereña, la ciudad de Coria, capital de
Tagr al- Yawf, de fundación romana57 (A), figura 16-3, 1, 2, 2-1: perfecta sillería con aparejo de
sogas alternando hasta con cuatro tizones preferentemente cuadrados que fácilmente se
puede confundir con los muros rehechos en el siglo X por mano de obra árabe (3) (4)58. El mu-
(2-1) con cimientos de escoria, según M. A. Muñoz García y M. E. Gutierrez Millán. La trabazón
de sillares de torre y sillares del muro (1) como si fuera un calco por ejemplo de murallas
bizantinas de Nicea (5). En (6) distintos aparejos con redientes romanos y piedras trapezoidales
directas e invertidas de la Antigüedad.
B. Castillo de Gormaz. Figuras 17 y 18. Castillo califal de Gormaz (Soria), imagen señera de las
tierras sorianas, atribuido al califa al-Hakam II de Córdoba59. Extensa planta alargada de
fortaleza (1) (2) que ha llegado desprovista de adarves y merlones aunque vestigio de ellos se
aprecia en algunos trozos murados del poniente. La cronología omeya avalada por la fábrica de
hiladas de sogas y tizones (3) (5) (figura 18, 3), predominio de éstos conforme se avanza en
altura sobre todo en los paramentos de las torres las que enseñan en la base múltiples zarpas
(5) y (figura 18, 1), reiteradas en las torretas apaisadas de la puerta principal de la fortaleza (A),
torres apaisadas huecas por dentro como las de las restantes torres de la fortaleza (6); en esta
última imagen se aprecia la obra interna a veces de mampostería con cantos alineados en re-
Figuras 17 y 18. El castillo califal de Gormaz.
La puerta principal de castillo de Gormaz
antes de la restauración del arco
enjarjado interior.
gistros superpuestos de escasa altura a diferencia de la sillería formal de refuerzo de
paramentos exteriores. La puerta con la novedad de presencia de buhedera o buhera
delantera (4) de posible influencia ifriqí (ribat-s de Susa y Monastir); su arco de herradura (A):
trasdós descentrado, de la más rigurosa traza califal, arropado por el alfiz de calles anchas
según dictamen de puertas de la mezquita aljama de Córdoba de al-Hakam II. La fortaleza
conserva algunos postigos de falso arco escalonado por dentro y vano adintelado por fuera (7)
(figura 18, 2). Torres Balbás publico estelillas decoradas pre árabes aprovechadas en los
paramentos exteriores (figura 18, A)60. En (B) ejemplos de muros árabes con zarpas en diversas
fortalezas del siglo X en adelante.
Figuras 17 y 18. Castillo califal de Gormaz (Soria).
Nuevos aspectos del castillo de Gormaz. 1. Arco de la puerta principal visto por dentro: al fondo la rosca de la buhedera y arco del primer
término de herradura enjarjada, rehecho, restos de merlones con saetera en el parapeto; 2. paramento de la muralla vista por el interior con una
torre hueca provista de saetera la segunda planta. La repisa del adarve es bastante estrecha. La fábrica de sillarejos y cantos por sus registros
estrechos recuerda el tipo de muralla visto en Beleña y en Peñafora; 3. muralla con adarve escalonado y merlones en parapeto en tramos
descendentes; 4. vista de la muralla por el exterior, en primer término torre rectangular con almenaje restituido y tres zarpas en la base. Está
asentada en plataforma a modo de barbacana repisa que veremos en el castillo leridano de Balaguer y en la alcazaba de Antequera (Málaga), No
queda probada la teoría de A. Almagro: primitiva muralla de tapial, ya desaparecida, con el refuerzo de lienzos de mampostería al exterior
vigente. El refuerzo califal de sillería añadido en la segunda mitad del siglo X. El tema de muralla de mampostería como refuerzo de tapial del
paramento interior fue habitual en Andalus, visto ya en las murallas de Pla d´Almata y castillos medievales de las marcas media e inferior.
C. Ciudad- Fortaleza de Vascos (Toledo)
Figuras 19, 20, 21, 22. Muy discutida su
identidad cronológica dentro de la
arquitectura militar omeya, el topónimo
Vasco muy posiblemente identificado con
el lugar llamado Bask o Basku citado por el
cronista árabe Ibn Galib61. Gran recinto
murado con torres rectangulares macizas
hasta los adarves con parapetos corridos
al parecer (1) (A); bien reconocidas hasta
once de ellas, a parte de las gemelas de las
dos de ingreso directo con sólo un par de
Figura 19. Vista general de la madina y de la
alcazaba. La torre (4) de la fortaleza
cacereña de Castros. Véase el esquema en
planta de la puerta (2): entre dos torres el
espacio sencillo con dos mochetas, como en
Gormas, Ágreda, Zorita, Maqueda y puerta
de la alcazaba de Mérida
Aspecto de la muralla exterior y
antemural de la alcazaba, a
diferencia de las murallas de
sillería de la población se
impone fábrica de sillarejo en
registros estrechos, reforzada
por los sillares de las esquinas,
las llagas con enfoscado de
mezcla blanca marcando en las
torres dos parte en altura. La
muralla que precede y defiende
la entrada a manera de
barbacana cabe compararla con
la del castillo almorávide de
Amergó (Marruecos).
Paralelos. A) Paramento de hiladas de
solo tizones de la torre principal del
castillo de Alponte (Valencia). En la parte
inferior dos hiladas de sogas entre dos o
tres tizones. El paramento al parecer tiene
las hiladas vistas sobre otras ocultas tal
vez del mismo crono. Arriba se ven dos
hiladas de sillares estrechos apaisados a
modo de cintas niveladoras también
vistas en las murallas de Ágreda. B)
muralla de la alcazaba de Mérida que mira
al Guadiana, con seis zarpas escalonadas
en la base sobre la obra romana
mochetas (2), como en Gormaz, según modalidad emiral; conserva su castillo principal o
alcazaba (3), la primera reconocida en la arquitectura hispanomusulmana, su muralla interior
con hasta doce torres incluida las dos gemelas de la entrada protegida por especie de
barbacana o antemural muy derruido de fábrica diferente con ejemplo repetido en el castilo
almorávide de Amergo (Marruecos). Con la fábrica de algunas partes de la muralla de Vascos
se relaciona el castillo cacereño de Castros (4)62 y con el de Alija también como fábrica
omeya63.
Figura 20. Sillería de lienzos y torres, de factura muy cuidada con tendencia a recalcar el
formato cuadrado, de tradición romana, por sustitución de la alternancia clásica califal de
sogas y tizones prácticamente inédita aquí, aunque sí se dejan ver en la base hiladas de solo
tizones. Se dan casos de dos y hasta tres zarpas en la base, casi siempre sillería a hueso, a
veces en muros de mampuesto llagas de estuco con cantillo rehundido siguiendo moda muy
del siglo X (figura 22, 6, 7).
En la trabazón se recalcan tipos
redientes de sillares como solución de
continuidad de hiladas de sillares de
Figuras 20 y 21. Diferentes aspectos de la muralla de sillares de la medina. En
la figura 20, postigo (2) y puerta vista por el interior (1) (3), al lado modelo de
puerta califal de Córdoba. Mezquita de Santa Clara El aparejo empleado en
Vascos es el isódomo romano. Abajo a la derecha muralla con zarpa e hiladas
de sólo tizones según tipo califal cordobés (mezquita aljama de Córdoba de
de Almanzor, murallas de las calles de Feria y de Cairauan de Córdoba y
castillo de Gormaz.
Dos tipos de fábricas en el castillo omeya
de Alija (Cáceres).
distinta altura, se dan los modelos registrados en los dibujos (3) de la figura 20), aunque la
generalidad de hiladas son las reguladas recogidas en los dibujos A, B, D, E de la figura 21. En
esta misma figura se recogen tres datos singulares de las murallas que nos ocupan. Primero,
una de las puertas (1) vista por el interior, su restitución parcial en (3): puesta de doble
mocheta, al exterior vano adintelado, pasadizo con bóveda de medio cañón, cara interior, el
dintel restituido cobijado por arco de herradura relabrado en los sillares, por tanto sin dovelas
reconocidas64 , según se da ya en una de las puertas de la mezquita cordobesa de santa Clara
(A)65, de la segunda mitad del siglo X, data que se puede aplicar a la fundación de Vascos,
probablemente dentro del califato de Al-Hakam II, además aquí aparece cerámica califal.
Segundo, presencia de un postigo adintelado (2) semejante a otro de murallas califales de
Talavera de la Reina. Se dan desagües como los de las imágenes (6) y (7); en la muralla (6)
fábrica mixta, gran zócalo de sillares soportando registros estrechos regula-rizados de cantos
lo que pudiera tener doble interpretación, muralla mixta de la misma cronología debido al
excesivo gasto que supone el uso de sillares en extensa zona a proteger o muralla califal de
sillares recrecida con posterioridad al siglo X como lo indican los muros (6) y (7) de la figura
22. Abundando en esta misma figura vemos en ella distintos muros con sillares, sillarejos o
piedra de mampuesto con llagas de estuco y piedrecillas
rehundidas: 1, torre albarrana de la Puerta de Sevilla de
córdoba; 2, muralla del castillo de Tarifa; 3, 9, muralla del
castillo del siglo X de Trujillo; del castillo de Medellín; 5,
muralla del sector de la Puerta de Alcántara de Toledo; 6,
7, Vascos; 8, murallas árabes de Coria; 10, castillo de
Zafra (Guadalajara); 11, torre arcaica del castillo de
Manzanares el Real; 12, muralla de la fortaleza califal de
Huete. Algunos autores al parecer vieron en determinada
parte de la muralla merlones con saeteras.
Figura 22. Sillería y mampostería con las llagas
cubiertas con yeso y piedrecillas rehundidas en
murallas hispanomusulmanas a partir del siglo X.
Figuras 23 y 24. Imágenes de las murallas califales de Talavera de la Reina. Abajo tipos de mampostería con verdugadas sencillas de
ladrillo: A-1, Roma; A-2, Talavera; B, torre de muralla del castillo toledano de Oreja, fabrica también vista en torres albarranas mudéjares
de Talavera; C, del primer recinto de la fortaleza de Peñafora, D, fábrica mudéjar toledana del siglo XIII; E, tipo bizantino.
D, Talavera de la Reina
Figuras 23 y 24. Talavera de la Reina (Toledo) según las
crónicas árabes reconstruida en el califato de Abd al-
Rahman III para contener el avance de los cristianos del
norte66. Lo ratifican sus murallas de la alcazaba, figura 23, 1
en el plano 2, de M. Terrasse67 y del resto de la medina: 1, 3,
5 y el postigo (4) ocultado por una de las torres, todas
desmochadas o desprovistas de adarves y merlones, a veces
sustituidos por recrecimientos de mampostería grosera con
improvisadas saeteras cual ocurre en una torre redonda de
la cerca (8) de la figura 2468, en ésta varios aspectos de las
murallas talaveranas del siglo X. En algunos lienzos se dan
sillares o piedras romanas punteadas reutilizadas (1). La
fábrica del núcleo sin los sillares de paramentos según
tradición romana vista en Mérida es una argamasa por lechadas en la que se rehúnden los
tizones paramentales (2); la regularidad de sillería en (3) , el aspecto de redientes de trabazón,
algunos vistos en Vascos, en (4), ambas modalidades de herencia romana o bizantina. En torre
de ángulo de la alcazaba (6) registro superior se da especie de rehundido cuadrado a
semejanza de otro de la parte superior de la torre de los Abades de Toledo (7): otro se ve en
una de las puertas del interior del castillo de Buitrago y en una torre del castillo Oreja
(Toledo)69. En la misma torre de ángulo se ve recrecido de paramento (5) con pilares de piedra
en el centro y en las esquinas entre los cuales se acoplan fajas estrechas de mampuesto con
verdugada sencilla de ladrillos, en realidad se trata de una muestra del “opus africanum” (A)
reflejado también en la torre aludida de los Abades de las murallas árabes de Toledo. En suma
vascos y Talavera dan murallas muy romanizadas en los niveles constructivos sin duda por
contagio de la arquitectura militar de Mérida, Coria, Cáceres y tal vez en construcciones
romanas de la misma Talavera, a
diferencia de Gormaz de casi completa
impronta califal de Córdoba. No se
registran indicios de fábricas atribuibles
a los siglos VIII y IX.
E. Maqueda (Toledo) (figura 25)
Era otra fortaleza fronteriza de primer
orden de la Marca Media, atribuible a
Almanzor que la reconstruiría en base a
texto de Ibn Baskuwal70. Nos llega tan
sólo el doble arco de la entrada del
recinto del siglo X, muy semejante a
Figura 25. 2, 3, puerta de la fortaleza omeya de Maqueda; 1, en el
plano; las murallas y torres con fábrica mudéjar generalizada.
Tipo de dovelas de puentes
omeyas cordobeses.
arcos de puentes omeyas de Córdoba: arco de piedra de herradura con dovelaje completo,
dovelas enteras y partidas, encima enrasando con estas dovelas otro arco prominente por
trasdós, de mayor tamaño de la dovela clave. La puerta tiene cuatro mochetas, las dos
interiores medio aprovechadas por el añadido cristiano con rastrillo (2). Se trata de tipo de
puerta omeya entre dos torres avanzada y gemelas vista en Gormaz, Alcalá la Vieja (Alcalá de
Henares), Zorita de los Canes, Vascos, Talavera, Toledo, Baños de la Encina, Tarifa, Calatrava la
Vieja y largo etc. en los siglos XI y XII. Todo el recinto omeya sustituido por murallas y torres
mudéjares del siglo XIII en adelante.
F. Toledo (figuras 26, 26-1, 27, 27-1, 28, 28-1, 28-2)
Figura 26. Toledo. Las murallas del al-Hizam califal, de las murallas de Zocodiover a la puerta de Alcántara,
A partir de texto del Muqtabis V de Ibn
Hayyan, del siglo X, sabemos que Abd al-
Rahman III fundo el llamado al-Hizam-
cinto- o especie de corraliza o alcazaba
como medida de seguridad de la
guarnición militar del gobernador del
lugar, entre la plaza de Zocodover y la
muralla del puente de Alcántara (1)71. En
ella estaba el alcázar o palacio del
gobernador, hoy Alcázar del siglo XVI
(1)72. El texto árabe de Ibn Hayyan, dice:
“An- Nasir inició inmediatamente el alcázar toledano y el al-Hizam – cinto-sobre el río y
uniendo la puerta del Alcázar con la del puente Alcántara”. Ello independientemente de que
otras fuentes estudiadas por Jaime Oliver Asin nos hablen de la primera fundación en el siglo
VIII del alcázar de la ciudad por ´Amrus ben Yusuf, el fundador de Tudela en el año 797, que
debió estar en el lugar que hoy ocupa el Alcázar de Carlos V73. De la parte de Zocodover la
muralla califal era doble (5) 74 no se sabe si con tramos abovedados al modo del paseo de
ronda entre murallas que protegía la terraza del Salón Rico de Madinat al-Zahra75, como quiera
que fuere es evidente el paralelo, dentro de los mismos años, de la muralla toledana y la de al-
Zahra. No creo yo ahora que esa muralla o doble muralla fuera una coracha como se viene
sosteniendo desde que lo dijera González Simancas76 por comparación con la doble muralla
que une la alcazaba de Málaga y la fortaleza de Gibralfaro. Documentos del siglos XVI hablan
de muralla y puerta de la “coracha”77, pero en mi criterio porque el al-Hizam islámico era
entonces, en época moderna, conocido por el término “coracha” o espacio apéndice o añadido
a la madina, a veces los textos cristianos lo tratan como lugar de “abajo”78. El historiador
toledano Alcocer habla del muro que iba de un alcázar (de los palacios de al-Mamun) a otro
llamado nuevo del siglo XIII (en la cima del monte ocupado por el Alcázar de Carlos). El aspecto
de la ciudad en todo este sector debió ser el de la imagen restituida (2-1): arriba las doble
murallas consignada (A), cada muro de 2,60 de grosor, más abajo
supuesta muralla transversal (B) cerrando el espacio del al-Hizam y
palacio gubernamental y más cerca del rio Tajo la actual muralla (C) de
la Puerta de Alcántara a la que pertenecen la torre (7 de la figura 7-1)
junto a la muy restaurada puerta o postigo de Doce Cantos y el trozo
(8) de hiladas de sillares de perfecta traza califal con abuso de tizones
en esta ocasión . Entre la llamada puerta de Alcántara (figura 27, 4-1 y
5) y la torre del puente se añadió en fecha incierta espacio fortificado o
corraliza con puertas propias (figura 26, 6, 7)79.
La muralla C de toda la parte de Bab al-Qantara da las siguientes imágenes de la figura 27: (1)
(2) (2) (6), las piedras con punto rehundidos romanas de acarreo; en algunos lienzo se ven las
llagas con estuco y cantillos rehundidos (3) vistas en Vascos, Trujillo y otras murallas omeyas
de la Marca Media. La puerta de Alcántara (4-1) (5) entre dos torres gemelas y planta acodada,
Figura 26-1 Murallas paralelas en negro de los caminos de
ronda militar de la terraza del “Salón Rico” de Madinat
al-Zahra.
Parte inferior de muralla a
soga y tizón de Zocodover,
codo topográfico emulando otro del castillo de Gormaz. En la figura 27-1 las caras de la torre
omeya junto a la Puerta o postigo de Doce Cantos en la que son reconocibles sillares romanos
reutiliza-dos, el baluarte omeya de mayor altura conocido en esta parte de la ciudad (¡) (2).
Trasladándonos a las murallas de la medina, sector entre la Puerta de Bisagra Vieja y la puerta
del Cambrón se dan las torres gemelas del siglo X de la misma puerta de Bisagra (figura 27-1, 3,
4, 5)80, que veremos en otro apartado de este estudio, y la torre de los Abades (figura 27-2, 1,
A, B) con sillares y sillarejos la mayoría material pre islámico aprovechado; en el paramento
frontal externo se da cadeneta vertical de sillares formada por sillares en horizontal y sillares
en vertical de tradición romana (A), “0pus africanum”81. En el mismo frente arriba pequeño
rectángulo rehundido entre piedras romanas reutilizadas (1), rehundido simbólico ya visto en
Talavera de la Reina si no se trata de hueco para inscripción fundacional. En realidad esta
torre por su excesiva longitud puede clasificarse como torre albarrana, la única junto con la de
la Puerta de Sevilla de Córdoba y la de Calatayud del periodo omeya. No acabo de creer en
presencia de torre o torres albarranas emirales en el llamado alcázar de Calatrava la vieja
excavado por Retuerce Velasco79. No deja de ser interesante traer aquí una torre -bizantina
del fuerte de Tignica (Túnez) con mucho material romano de acarreo (2). Volviendo a la figura
26, 3, en la muralla (D) del sector del al-Hizam se dan trozos de muralla con buena sillería
califal y sillares de acarreo reutilizados (figura 27, 8). Tampoco en Toledo han llegado muros
con adarves y merlones salvo los de las murallas mudéjares del sector de la Puerta de
Alcántara (figura 26, 6, 7) y Puerta de Bisagra Vieja.
Figura 27. Muralla de la Puerta de Alcántara de
Toledo, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y muro de debajo de
este pìe de leyenda con hiladas de sogas y
tizones tipo omeya. La planta de la puerta en
recodo topográfico tiene por entrada entre dos
torres gemelas pasadizo de cuatro novedosas
mochetas, como en Alcalá la Vieja, puerta de
Bisagra Vieja y castillo de Tarifa. La piedra
visigoda (4) aprovechada en los muros árabes
del interior de la puerta con fábrica de
mampostería (7) tipo Beleña y muralla interior
de Gormaz. La muralla que sube al miradero
(8) señalada con la letra (D) de la figura 26
fraguada con sillares romanos reutilizados.
Sobre las murallas de dos fábricas diferentes superpuestas en Toledo y sus puertas.
Figura 27-1. Torre junto al postigo de Doce Cantos,
arranque de la muralla C, 1, 2 y foto del ángulo inferior
izquierdo; aspectos de la Puerta de Bisagra Vieja, 3, 4,
5. Figura 27-2. Muralla de la madina a partir de Bisagra
Vieja, torre de los Abades, 1, A, B; aspecto de muralla
tardorromana o bizantina de Dugga (Túnez), 2; puerta o
Bab al-Mardum, 4, 5, con arcos de medio punto
enjarjado, con modelo en Dugga, reiterados en puertas
del castillo califal de Tarifa; torre de la muralla adjunta
de Bab al-Msrdum, 3.
Bab al-Mardum. Exceptuada la Puerta Bisagra Vieja, su parte
mudéjar del interior, la del Vado y la Puerta del Sol de la ciudad,
la de la imagen es la única de época árabe en toda la Marca
Media que tiene en su interior puerta con escalera de acceso al
adarve de la muralla. Semejante modalidad de escalera en el
lugar indicado es reconocida en determinadas puertas
almorávides y almohades del Norte de África, concretamente
puertas marroquíes de la ciudad-fortaleza de Zagora, la de
Dechira y la de del ribat de Tit, las tres puertas de ingreso en
codo. Un caso excepcional es el de la puerta de la Torre de Belén
de Córdoba (s. XIII-XIV). Tal como está planteada la puerta
toledana, largo pasadizo entre cuatro mochetas con rastrillo en
medio, cabe compararla con las puertas romanas de Coria y la
árabe de Santa Margarita de Mallorca (ver apéndice II).
Este tema lo vimos iniciado en torre de ángulo de la alcazaba de Talavera de la Reina, en parte
también hemos visto doble fábrica en Vascos. Recurriendo al norte de África las murallas mixta
de la madina y la alcazaba de Susa de entre el siglo IX y el X (figura 28, 1)82. Y en el castillo de
Orihuela sendas torres, básicamente una de ellas (2, 3, 4), con recio zócalo de sillarejos
apaisados bien trabajados, sobre todo en las esquinas, con las juntas o llagas protegidas de
estuco con piedrecillas incrustadas que vimos en la figura 22. Azuar Ruiz83 arriba por dentro de
una de las torres vio agujeros inclinados como apoyo de maderos tenantes de adarves
improvisados de madera de uso antiquísimo. Concretamente las crónicas árabes citan el
castillo de Orihuela en el siglo X lo que como dice Azuar se pudiera apuntar como fábrica pre-
califal84. De Toledo sólo nos constan las torres gemelas de las puertas de Alcántara (figura 27,
4-1, 5) y de Bisagra Vieja figura 27-1, 3, 4, 5), además de torre exterior junto Bab al-Mardum
(figura 27-2, 3). Para qué decir que la fábrica superior de esas torres de fajas estrechas de
mampostería con verdugadas sencillas de ladrillo está presente en toda la mezquita del Cristo
de la Luz de la ciudad del año 999. En el caso de Alcántara, existen fotografías de las torres
recrecidas de principios del siglo XX que vemos en la imagen comentada. En Bisagra Vieja los
aspectos de la puerta (3) (4) (5) de la figura 27-1 son elocuentes: en la planta muro y torres de
tramas, del siglo X; en (4) las torres sólo con los sillares del siglo X en bajo, el resto blanco por
cubrir con sillares o mampostería encintada, como vemos en la imagen actual (5) con revestido
de mampuesto todo el frente incluido el arco de herradura de la buhedera, en mi criterio así
dibujado entre el siglo X, el XI largo el XII. Últimamente F. Valdés Fernández, seguido de
Carrobles Santos, ha fechado el arco árabe de herradura exterior en el reinado de Alfonso VIII
aunque las pruebas aportadas son poco convincentes84 bis.
Volviendo a la torre de Bab al-
Mardum, la puerta propiamente
dicha con arco de medio punto
enjarjado, no de herradura, en la
fachada exterior y la interior (figura
27-2, 4, 5)85, con modelo por
ejemplo en puertas de Cartago y de
las ruinas romanas de Dugga (Túnez)
(D), otro ejemplo en la romana
Mérida (C). La torre (3) de Bab al-
Mardum de sillería con la parte
superior de fajas estrechas de
mampuesto con cintas simples de
ladrillo.
El tema del puente Alcántara (figura 28-1)
Muy relacionado con las murallas urbanas por misma fábrica de sillares. Sobre este tema
escribí en mi artículo titulado “En torno al acueducto y la rueda hidráulica árabe de Toledo
según Idrisi” 86 y en mi Tratado II 87. Consta la presencia de este viaducto en el Bayan II (año
797) y (835), puente minado en 858-59, reconstrucción del emir Muhammad I y alusión a la
Figura 28. Murallas con fábrica mixta. Muralla del siglo IX de
Susa (Túnez), 1; una de las torres del castillo de Orihuela.
(Alicante), 2, 3, 4.
Puerta del puente (930)88. En el Muqtabis V de Ibn Hayyan el puente es llamado yisr o puente
de madera, leyéndose que las murallas y el puente datan de la Antigüedad y que Abd al-
Rahman III mando reconstruir el puente cuando este mandatario asedió la ciudad en los años
treinta del siglo X89. Así el puente en su mayor parte y el al-Hizam eran prácticamente obra de
ese califa, aunque más las riadas del río que las guerras dañaron seriamente el viaducto que
Almanzor hubo de construir parcialmente, según se hace saber en una lápida o epígrafe de la
puerta interior del puente, puerta mudéjar, hacia el año 997. Torres Balbás y otros piensan que
sería reconstrucción90. Dicha lápida reproduce en castellano el epígrafe árabe desaparecido.
También como vimos Ibn Baskuwal atribuye a Almanzor construcción o reconstrucción del
castillo de Maqueda. Ya al-Razi decía que el puente de Toledo de un solo ojo no tenía otro
paralelo en España91.
Las partes del puente (6) básicamente árabes que nos han llegado y que concuerdan con las
murallas urbanas estudiadas son las de los pilares de jambas y tajamar de aguas abajo (5),
aparejo de sogas y tizones bastante disciplinado, la rosca del gran arco con ceja prominente
por trasdós, al estilo de puentes omeyas de Córdoba y arco visto de la puerta de la fortaleza de
Maqueda; derruido el arco en tiempo incierto se levanto la enorme rosca con la ceja antigua
respetados también los pilares o baquetones verticales (7) que la cortejaban en tiempo árabe,
reiterados para más seguridad en arco de aliviadero del puente califal de Guadalajara (8)92. En
estas últimas imágenes obsérvese el aparejo califal de sogas y tizones como restaurados en
tiempo incierto. Se conserva la parte inferior de la torre de la puerta exterior del viaducto
(1)93, de excelente sillería; en esa misma parte el aliviadero o arco de pasadizo interior su
rosca de herradura enjarjada (4) por las dos caras del pasadizo (3). Todo ello reflejado en el
extremo derecho del puente, pues la torre-puerta del extremo que da a la ciudad es obra
mudéjar del siglo XIV. Referente a piedra o inscripciones de acarreo empleadas en la edilicia
del puente, se dejan ver aún piezas romanas y godas, de antiguo se vieron inscripciones latinas
referidas por Amador de los Ríos, también vistas por Ponz y González Simancas, al parecer
descubiertas por Palomares94. Allí
mismo vi en años del siglo pasado
piedra escrituada ya de ilegible
lectura. Respecto a los tajamares lo
habitual en la Antigüedad y lo islámico
era obra de sillería con núcleo de obra
o “0pus calmenticium” (9). Una piedra
con decorado visigodo reutilizada en el
interior de la puerta de Alcántara95
(figura 27, 14).
Interesante detalle del puente se deja
ver en la fotografía (2) de la figura 28-
1, arco más interior del viaducto
tabicado en su mitad inferior, aunque
debió serlo por entero en tiempos
tardomedievales. Si nos fijamos que
cerca del puente aguas abajo (figura
26, 2-1) hay muro avanzado con torre
Figura 28-1. El puente Alcántara sobre el río Tajo en Toledo.
Aspectos de sus restauraciones.
terminal junto al agua del rio tendríamos un espacio urbano apéndice entre dicho muro y el
tabicado referido del puente habilitado para tomas de agua a cubos sin ser hostigados en caso
de asedio. Es el mismo caso visto en la misma Toledo aguas abajo del puente de San Martín:
muralla mudéjar96 descendente hasta el rio llamada coracha muy cerca del viaducto cuyo ojo
más interior debió ser también tabicado con el fin de facilitar captura de agua a mano en
campo protegido.
G. Castillo-alcazaba de Guadalajara (figuras 29, 30)
Murallas desmochadas. En mi libro Guadalajara medieval. Arte y arqueología árabe y
mudéjar97 publico plano de esta ciudad (figura 29, 1), el castillo de planta cuadrangular
marcado con el número 1, seguido a noroeste del espacio
llamado Alcallería que llega hasta el puente califal aún en pie
sobre el rio Henares, la fábrica de este viaducto de excelente
aparejo de sogas y tizones propias del siglo X98. El castillo (2)
permite distinguir muros y torres de tapial o mampostería
cerrando el espacio cuadrado y dentro otro espacio acotado
por muralla de mampostería cristiana con puerta rectangular
acodada. Señalé en negro hipotéticas partes árabes de la
Figura 29 y 30. Guadalajara y su alcazaba de tapiales omeyas y mudéjares.
Arco aliviadero. Puente califal de
Guadalajara.
fortaleza (2). Las dos torre de (4) en el lienzo que mira al río Henares y en el lienzo suroeste de
la ciudad el lienzo de torre (3) de la figura 30 de tapial muy endeble. La (X) de mi planta
señalando dos torrecillas de buen tapial muy consistente (3) sobre el que se hizo descansar
otra fábrica más frágil de época mudéjar. Dicho tapial a los pocos años de fotografiarle fue
ocultado por capa de cemento en un intento de restaurar esta parte de la murallas del castillo.
Tapial hormigonado o encofrado con mechinales igual de resistente que los recios tapiales
Baño de la Encina, un trozo conservado del castillo de Oropesa (Toledo) (figur35) y otro
salvado de la primitiva fortaleza de Quesada (Jaén) (2). Volviendo a mi planta (2) de la alcazaba
guadalajareña a continuación de las dos torrecillas omeyas en negro dibujé otras de seguido
supuestamente omeyas. Ahora la fortaleza ha sido objeto de estudio a cargo del arqueólogo
Julio Navarro secundado por A. Almagro99 quienes dentro descubren y dibujan planta de
palacio de época mudéjar con patio central con estanque en medio, a juicio de Almagro con
hipotética presencia de Qubba regia
embutida en la torre grande que da a la
Alcallería. Por lo visto les ha desconcertado
el tema de las dos torrecillas mías en negro
que piensan se trataba de puerta acodada
(1), puro invento puesto que no se acierta a
hilvanar esta estructura con ninguna
muralla tangible exterior de la fortaleza del
recinto más exterior. Hay otro dibujo nuevo
(A) que utiliza las dos torrecillas como
entrada de pasadizo directo de la fortaleza
islámica. En la tierra guadalajareña di a
conocer una torre omeya de la localidad de
Bujarrabal (figura 30, 4)100 con núcleo de
recia obra de hormigón con revestido de
sillares trabados al uso omeya vistos en esta
tierra sólo en el puente de Guadalajara
capital, por el contrario en tierras sorianas
abundan ejemplos de ese aparejo:
Mezquitillas torre de Soliedra, entre otros
lugares.
ALCALÁ LA VIEJA (MADRID) (figura 30-1)
Las crónicas árabes se refieren a esta
fortaleza de la siguiente manera: Bayan, II,
año 920, el término empleado es al-qulay´a (o
castillo pequeño); en el Muqtabis, hisn que
estaba cerca de Guadalajara, 910; antes, 825,
El puente califal de Guadalajara.
Figura 30-1. Castillo de Alcalá la Vieja.
Fábricas de muralla y torres más antiguas.
conquista de hisn al-Qulay´a por Farad, señor de Guadalajara, fecha que efectivamente llevaría
la fundación de la fortaleza al siglo IX; nos dice también Ibn Idari que Ab d al-Rahman II fue
quien funda la plaza o el hisn de Madrid 101. Una moneda árabe aparecida en las afueras del
castillo tiene por fecha el año 825102, dentro por tanto del emirato consignado. En el siglo XI la
plaza era llamada Qal´at Abd Salam103. La conquista cristiana de Alcalá acaeció sucesivamente
en los años 1086, 1095, 1109, 1195 y definitivamente en 1118 por el arzobispo de Toledo Don
Raimundo104. El estudio de Torres Balbás105, el mío a continuación105 bis, de Alcalá la Vieja,
muy anteriores a las ultimas excavaciones oficiales, publicamos sendos planos, (1) el mío con la
cerca de siete torres rectangulares más una albarrana añadida en el siglo XIV (2), extensión
territorial de entorno a las dos hectáreas. Una puerta primitiva estaría junto a grueso torreón
(1) con escasos restos (4), algunas piedras o sillares y obra de ladrillo. El torreón, de 8 metros
de latitud, es de tapias con mechinales con paramento de mampostería de argamasa muy
dura con canto de rio y cimientos de sillería (2) (3), fábrica que recuerda la muralla del castillo
Ayyub, de Calatayud, también los tapiales y paramentos de mampuesto fajeados de Calatrava
la vieja, fábricas todas ellas en mi criterio del siglo IX que se vienen atribuyendo inicialmente al
emir Muhammad I. La fortaleza de Alcalá ya en el siglo X y hasta el siglo XI es remodelada a
gran escala, la muralla esta vez paramentada con sillarejos y sillares de acarreo de la vecina
Complutum, no muy formalizado el aparejo califal de sogas y tizones; por delante junto a la
torre albarrana mudéjar (2) apareció la puerta de excelente sillería, con dos torres cuadradas
gemelas avanzadas, a la entrada y salida arcos de herradura, todo imitando las puertas
toledanas de Alcántara, Bisagra Vieja y la de Cambrón. El núcleo de muros y torres relleno de
piedras, ladrillo incluso teja y tierra apisonada, en realidad esto mismo por continuación de las
murallas de las otras dos Alcalá emirales, incluidas las murallas de Toledo, Vascos y Talavera de
la Reina.
I. CALATRAVA LA VIEJA (CIUDAD REAL) (figura 30-2, 30-3)
Las excavaciones realizadas en la plaza en los primeros años de nuestro siglo a cargo de
Retuerce Velasco 106 bis dieron por fruto una novedosa planta de la fortaleza (1) (año 2001): en
un extremo el llamado alcázar de extensión una hectárea y la amplia madina protegida por
muros de torres macizas y huecas, en la cerca del norte torres rectangulares; de la parte del
río Guadiana avanzan hasta el agua dos recios muros tenidos por corachas por su contacto
con el agua, con ingeniosos artificios de captura del líquido elemento, pero ello no descarta
que los dos muros que acotan el espacio del río sirvieran de protección a quienes quisieran
tomar el liquido elemento en tiempos de asedio de la plaza, el mismo caso repetido en Toledo
y en la alcazaba de Badajoz. Los arqueólogos establecen en esta plaza tres jornadas o etapas
cronológicas: etapa anterior al año 853, otra etapa posterior a 854, con reconstrucción en
regla de Muhammad I, que incluiría puerta en codo con dos grandes torres, torres albarranas,
dos torres pentagonales con punta de proa y las corachas, la de la madina con cinco torretas
macizas de contención en la parte exterior. Tercera etapa islámica de incierta cronología, la
A partir de nuevas excavaciones oficiales
aspectos de la Qal´a entre los siglos X y XI. 1, 2,
3. nueva puerta oficial junto a la torre albarrana
mudéjar: dos torres avanzadas con obra de
sillares y macizadas con relleno de cantos, tierra
y cal, sendos arcos de herradura a la entrada y
la salida con sus correspondientes mochetas,
arco sin jarjas más propio del siglo X; 4, 6,
paramentos con aparejo de sillares romanos de
acarreo de la romana Complutum, trabadas las
hiladas con redientes tipos Coria, Vascos y
Talavera de la Reina, s. X; 7, otro tipo de
muralla de piedra, el material romano entero o
fragmentado alternando con sillarejos; 5, torre
albarrana mudéjar del siglo XIV.
La puerta de las dos torres descrita por Araceli Turina106
pone de manifiesto: una de las torres, la oriental, al parecer era hueca cuyo interior
“presenta un sistema de escalonamiento formado por piedras irregulares que formarían seguramente la base de una escalera por la que se
accedía al adarve”. Ello sería una novedad al desconocerse semejante tipo de escalera en el lugar indicado de una puerta árabe. Hasta la fecha
creo que no se han detectado escaleras vistas de subida a los adarves de murallas omeyas.
Figura 30-2. Ciudad-fortaleza de Calatrava la Vieja, según Retuerce.
última o últimas etapas ya cristianas. Dice Juan Zozaya que la puerta en codo, otra de la
muralla sur de la medina, son las primeras de la arquitectura hispanomusulmanas, lo mismo
para las torres albarranas, es decir, del siglo IX, “nacidas en el mismo yacimiento calatravo”.
No hay que olvidar que la fortaleza es citada ya en 785. En mi criterio tanto la torre albarrana
como las torres pentagonales en proa (“torres de las cinco esquinas”) de la parte sur del
alcázar son obra de los tiempos cristianos, completamente desconocidas las de cinco lados en
tiempo árabe e incluso en la Antigüedad y Bizancio. Surgen en España en fortalezas mudéjares
entre los siglos XIV y XV, Toledo, muralla de Guadalajara, Cazorla, puerta de la fortaleza de
Buitrago, muralla de Madrigal de las Altas Torres y una torre del castillo de Zafra
(Guadalajara). Respecto a la torre albarrana su misma fábrica de sillarejo habla de fábrica
medieval cristiana más que árabe, tal vez de época almohade. Hay que tener presente que
según Zozaya las albarranas del castillo de Trujillo son almohades, en mi criterio cristianas, las
de la alcazaba de Mérida califales, en mi criterio almohade. Respecto a puertas en codo: una
del castillo de Gormaz y la de Alcántara
en Toledo, las dos por imposición
topográfica, ya en pleno llano puerta
principal de Madinat al-Zahra. En el
Norte de África la paternidad recae en
puerta del fuerte bizantino de Tignica
(Túnez), la más antigua del Islam
occidental: árabe añadida a fuerte
bizantino según Creswell, en el criterio
de Torres Balbás, bizantina lo que pude
probar en uno de mis libros107-.
Dejando aparte la presencia de sillares
de aparejo omeya relacionados con las
corachas las fábricas más generalizadas
en distintos puntos de la fortaleza de
Calatrava son los eternos tapiales con o
sin paramentos de mampostería o
sillarejos del tipo visto en Calatayud y
Alcalá la Vieja. Lo de sillares en la base
de construcciones castrenses de tapial o
mampostería generalizada en al-
Andalus desde el siglo IX con
protagonismo en el X a nivel urbano y
en los husun provincianos.
Diferentes fábricas empleadas en Calatrava, sillares, sillarejos sobre los que montan tapiales, tapiales paramentados con piedra,
amurallas mixtas, distintos tipos de mampuestos en registros estrechos con o sin participación de hiladas sencillas de ladrillo. La
torre 10 es del vecino castillo de Salvatierra, tapial sillarejos apaisados.
Sobre los dos muros de las corachas. El caso de Calatrava la Vieja reiterado en
el castillo de Berat según M. Kiel (Ottoman architecture), Coimbra y Tánger
(Civitatis de Braun) (1) (2). A la derecha sobre torres albarranas: la alcazaba de
Mérida, las albarranas añadidas en época almohade, sillares romanos
reutilizados, con participación de ladrillo (1) (2) (3) (4); el ladrillo visto también
en las dovelas de arco interior de la puerta almohade del Capitel de la alcazaba
de Badajoz (6). Albarrana de la fortaleza de Gafiq, Córdoba, siglo XII (5). No
está probado aún lo de torres albarranas de Calatrava la Vieja de los siglos IX y
X en base a las fábricas constructivas.
Cuatro aspectos de las fortalezas de Calatrava la Vieja. 1, 2, coracha, torres pentagonales y albarrana de la alcazaba; 3, 4,
las albarranas de distintas fábricas.
J. MURALLAS DE LA MARCA SUPERIOR
Esta marca la más septentrional de las dependientes del poder omeya de Córdoba, ubicada en
el valle del rio Ebro con Zaragoza como capital a partir de los primeros años del siglo VIII en
que el territorio gozó de plena autonomía. En él había ciudades perdidas para siempre y las
repescadas o resucitadas en la etapa omeya, renacidas quizás al calor de las viejas sedes
episcopales, Tarazona , Zaragoza, Huesca – Urbs Victrix Osczona-, Borja- Bursao-, Barbastro,
Calahorra-Calagurri-, y Pamplona. Tarragona permaneció casi intacta dando cobijo a los árabes
quienes añaden a los romanos nuevos muros de paramentos exteriores de sillería. Calahorra
destruida por Abd al-Rahman III en 924, igual que Tarazona, aunque de manera parcial en el
último tercio del siglo IX, ambas sin testigos claros arqueológicos de impronta árabe. Lérida
surgiría sobre los restos de la romana Ilerda - al igual que Ejea y Borja-, reconstruida en 884.
Borja, también en parte destruida en el siglo IX, experimenta un ligero desplazamiento dentro
de una misma territoriedad. Sobre Tortosa al-Himyari dice que la fundó “Abd al-Rahman Ibn
an-Nazzam “ sobre un recinto hoy con vestigios que no van más allá de la segunda mitad del
siglo X. Zaragoza con plano propio de campamento romano recordando, dice al-Udri, a
Astorga , también a Cáceres. Al compás de la presión in crescendo cristiana fueron surgiendo
fortalezas y ciudades en la frontera superior entre los siglos VIII y X: la muy avanzada Ager,
Barbastro, Balaguer, Tudela, Calatayud y Daroca, estas dos últimas restauradas, ampliadas o
reconstruidas en 862 por el emir de Córdoba Muhammad I, Fraga, Amposta del distrito de
Tortosa y la plaza oscense de Bolea105. Entre los gobiernos de Abd al-Rahman III y al-Hakam II
surgirían ciudades campamentos: en las puertas de Balaguer, Pla d´Almatá, fortalezas de
Alberuela del Tubo e Iglesieta, Alguaire y Olite, esta última plaza de sospechoso silencio en las
crónicas del primer califa y de casi imposible identificación con otro lugar de la toponimia
navarra lo que lleva a atribuírsela a al-Hakam II. Toda esta Marca -Tagt al-“Ala – era
básicamente fronteriza y de campamentos omeyas - al-Askar- desde los primeros tiempos
con ampliaciones y actualizaciones del sistema en la segunda mitad del siglo X. Todas ellas
capitalizarían junto a las ciudades renacidas amplias tierras en pie de guerra en que los
Sobre la puerta de ingreso en codo de
la fortaleza bizantina de Tignica
(Túnez). La tesis de Torres Balbás que
yo pude probar en directo en años
pasados con las presentes imágines, es
que esta entrada es bizantina, mientras
Creswell la veía como un añadido
árabe. La primera tesis bien probada
por la perfecta trabazón de sillares de
la muralla y de la torreta de la entrada.
Estas entradas en codo reiteradas en
época árabe en el ribat de Monastir y
alcazaba de Susa, siglo IX-X.
husun morfológicamente devastados hoy, al igual que otros territorios de al-Andalus, ejercían
de refugios temporales en zonas rurales.
Figura 31. Fortaleza de Balaguer (Lérida)108, 1, 2, A, recias y excelentes sillerías con o sin
almohadillado, característica de todas las fortalezas de la Tagr, de murallas y torres gruesas
con pendiente escalonada en la base de ángulo del frente principal de la entrada que se ve
precedida de especie de barbacana repisa, sin muro de merlones a la vista, recordando las
repisas de la alcazaba de Antequera y de Marchena en Carmona, en todo caso recuerdan las
andanadas exteriores de las mezquitas
aljamas de Córdoba y Sevilla; 2, castillo
navarro de Sádaba, radicalmente restaurado,
pero con sillería escalonada omeya en la base
de las torres y lienzos de muralla, la puerta
entre dos torres una de ángulo, como en el
castillo de Trujillo y muralla del alcázar omeya
de Sevilla, sin duda respetado el diseño de
planta de la fortaleza árabe. En la ciudad-
fortaleza de Pla d´Almatà109 recias murallas de
fábricas mixtas, tapial y sillería con zarpas y
almohadillado por refuerzo (4), otros lienzos
lucen exclusivamente tapiales con sus
mechinales, las tapias de algo más de un
metro de altura (3), ello aproximadamente
reiterado en las murallas de la alcazaba de
Calatayud. Las murallas de piedra con la
espalda de tapial muy vistas en fortalezas de
la Marca Media árabes y tardomedivales.
Figuras 32 y 33. Los castillos de Calatayud en número de cinco. Fueron objeto de estudios del
arabista J. A. Souto110 quien atribuye sus torreones y lienzos a pocos años después de la
fundación por Muhammad I de la portada de San Esteban de la mezquita aljama de Córdoba,
en la segunda mitad del siglo IX, aunque sin pruebas arqueológicas que lo certifiquen. El
mismo autor a partir de noticia de al-Udri111 defiende el año 862 si bien ese cronista árabe del
siglo XI habla de restauración o reconstrucción, no de construcción.
De otra parte algunos autores, que como Souto desestiman la
tradicional data del año 716 a cargo de Ayyub Habib al-Lajmi, piensan
que no hay dato que confirme la construcción en el siglo IX de la
alcazaba y la mayor parte del conjunto arquitectónico de la madina
árabe (Sanmiguel Mateo). La presencia de los ejércitos de abd al-
Rahman III en la plaza la fecha el Muqtabis V de Ibn Hayyan en el año
937112 con motivo del asedio y toma de Calatayud debió ser un hito
impactante en la historia de las murallas. La arqueología no ha
Figura 31. Castillo de Balaguer, 1, A; castillo navarro de
Sádaba y sillares árabes en las hilada inferiores, 2; muralla
de Pla d´Almata, 3; el 4 tapial de la misma plaza.
Muralla de tapial reforzada por sillería con o sin
almohadillado de Pla d´Almata, primer ejemplo
conocido de esta modalidad mixta de muralla en al-
Andalus.
probado aún que es lo que había en la plaza antes de que fuera madina, tal vez un qal´a en
donde se levanta el castillo principal llamado Ayyub construido, como las lienzos de murallas
de separación de las cinco fortalezas, con recias tapias de tierra, mucho canto y yeso de no
más de un metro de alto. Para Sanmiguel el primitivo castillo era el de Doña Martina, pero
faltan pruebas.
Souto se empeña en establecer sin éxito por épocas sucesivas dos tipos de tapias en base a su
alturas, de 0.90 a 1 o algo más metros de altura. Podría ser justificable recurrir en este punto
a paralelos en fortalezas de las marcas inferior y media, el abuso de tapiales con encostrados
paramentos de las plazas fundadas en el siglo IX por el emir Muhammad I en toda la Marca
media o central ya estudiadas.
Figura 32. Calatayud. Sus cinco fortalezas o castillos. Castillo de Ayyub, 1, 2, 4; torre albarrana (1,1), 3; puerta emiral u
omeya entre el castillo de Ayyub y la puerta de Soria, A; plano de la ciudad, 1-1; torre atalaya del albacar 12, 6.
Recorrido de la muralla, figura 32, plano 1-1: 13, albacara occidental; 1, castillo principal Ayyub
(4) con su albacar y aljibes, larga entrada acodada en el frente meridional: tres torres de
planta poligonal abovedadas, cúpula de media naranja cubriendo habitación redonda y
bóvedas de medio cañón. Entre el castillo y la torre albarrana (A) del plano, de seis metros de
separación (3), según Sanmiguel, las torres (2) y (1) de la figura 33, una con refuerzo de talud,
al estilo africano. El adarve (5) con ligero indicio de parapeto sin merlones continúa hasta la
puerta árabe, siglo IX, 2 (A), según A. Almagro, con arco de herradura enjarjado de traza
omeya seguida de pasadizo con bóveda de medio cañón 113, muy en paralelo con la traza de la
puerta de la medina califal de Agreda. Siguiendo con el plano en (3), puerta moderna de Soria;
12, albacara oriental con la denominada Torremocha en el saliente más superior (6) de la
figura 32; en 14, ruinas del castillo de la Peña; 4, castillo de Doña Martina o de Don Álvaro
(figura 33, 2, 3, 3-1): en uno de los frentes esbeltas torres de escaso saliente de mampostería
con fajillas horizontales superpuestas de maderos ennegrecidos en la parte superior, evocando
las cintas rehundidas de fortaleza preislámica de Ullastres (Gerona) (4) y de muralla del castillo
omeya de Castros (Cáceres) (B). Por motivos técnicos de ajuste de la obra o contraste
climático maderos se incrustaron en partes de la mezquita aljama de Córdoba del sigo X y en
la mezquita del Cristo de la Luz de Toledo. Otro paño de Doña Martina (2) torreado con
sillarejos bien cortados simulando sillares en registros estrechos, y nuevo costado en donde
los sillares de la parte baja tienen mejor factura (3-1), isodomo con sucesión de sogas, la
parte superior de grosera fábrica de piedra pizarrosa, evocando ejemplos de fábricas mixtas
de fortalezas de la Marca Inferior, el caso de Belalcázar o Gafiq de Córdoba114. Estos paños de
muros en realidad son de masa hormigonada con revestido de sillares, modalidad de fábrica
vista en Plá d´Almatà, los sillarejos irreconocible en los muros del castillo de Ayyub
exceptuadas las lajas con que se confeccionaron las bóvedas de sus tres torres principales.
Por último en (5) del plano castillo del Reloj
con restos de tapiería muy en la base. En
suma, Calatayud nacería como plaza de
control entre Toledo, Guadalajara y
Zaragoza, su antigüedad tal vez de finales
del siglo VIII y principios del IX avalada por
Figura 33. Torre con talud cerca del castillo de Ayyub, 1; tres tipos de muralla del castillo de Doña Martina, 2, 3 y foto de
color; modelos de muralla con fajillas horizontales significadas, A, B, C (torre de Talavera, castillo cacereño de Castros y
torre albarrana mudéjar de Alcalá la Vieja). El tipo (3-1) de Doña Martina, tapiería hormigonada sobre zócalos de sillares
antiguos reutilizados, compárese con otra muralla de Gafiq (Córdoba), 5 de las imágenes de abajo.
las rusticas y pobres fábricas de encofrados con mechinales o sin ellos que siguieron en uso
en la plaza en los siguientes siglos, exceptuada la puerta árabe de mayor prestigio
arquitectónico reservado también para bóvedas y puertas del fuerte o castillo de ayyub así
como en los paramentos de sillares y sillarejos del castillo de Doña Martina ya más en
consonancia con lo que se venía haciendo en otras importantes ciudades de la Marca
superior, como Tudela y la misma Olite. Por lo del tapial hormigonado o encofrado Calatayud
se relaciona con el mismo tipo arcaizante de fábrica de Alcalá la Vieja, Calatrava la Vieja,
Gafiq, y alcazaba de Guadalajara. En honor a estas recurrentes fábricas de arraigo local
preárabe tal vez no haya que desestimar su presencia en el viejo alcázar omeya de Toledo
fundado por `Amrus a finales del siglo VIII con encofrados que pudieron ser los mismos vistos
hasta ahora en el castillo o alcazaba Calatayud.
Nuevos aspectos de las murallas de Calatayud. 1, Puerta de torre con adarve, castillo de Ayyub; 2, vista del mismo castillo con su
albacar, aljibe y torres huecas; 3, una de las habitaciones con bóveda de cañón de torre del castillo; 4, muro del castillo desplomado
donde ser advierte de la naturaleza de los tapiales hormigonados con mucho canto de las murallas y torres de la fortaleza; 5, muralla
de sillares y encima mampostería o escorias de la fortaleza de Gafiq (Belalcázar), Córdoba, siglo X al XII: el mismo tipo de una de las
murallas del castillo de Doña Martina (figura 33, 3-1), en ambos casos con material romano reaprovechado, un recurso muy habitual en
la época que nos ocupa allí donde hubiere una yacimiento romano próximo, en el caso de Calatayud Bilbilis, según J. Zozaya..
A, planta octogonal de la torre principal del
castillo de Ayyub y planta circular en el
interior cubierta con una media naranja sin
trompas, (esquema de Sanmiguel), según
tipo visto en el ribat de Monastir de Túnez
(B) y en una torre interior del castillo de
Cogolludo (Guadalajara). En (C) madero
incrustado en el muro del ribat mencionado;
de Tozeur el muro (D) y en el castillo
almorávide de Amergó el ejemplo (E).
Nuevos aspectos de Calatayud. 1, la fortaleza- atalaya- de Torre Mocha rodeada de muralla de
tapial hormigonado de protección, con entrada en alto y un aljibe en la planta inferior, por
todos estos conceptos construcción militar muy habitual en la arquitectura hispanomusulmana,
ejemplos en la Marca Media, concretamente tierras de Soria, y Marca Inferior; 2, restos de
nuevo tapial hormigonado del Castillo del Reloj; 3, únicos restos de torre islámica en el castillo
de Daroca con la misma fábrica generalizada en Calatayud, la plaza de Daroca junto con
Calatayud dominada por los Tuyibíes a lo largo de los siglos IX y X.
Castillo de Daroca, el torreón en
negro dentro del recinto interior
A) Cinco nuevos aspectos del castillo de Ayyub de Calatayud visto desde el exterior: 4, bóveda de medio cañón de una de las torres
hexagonales; 5, la clave de la bóveda baída de la torre principal octogonal. B) cuatro vistas de la torre octogonal, la planta inferior con
la bóveda 5 de la figura A). Se aprecia en los muros un revestido de yeso como refuerzo del tapial hormigonado con mechinales.
Respecto a estas torres octogonales ya figuraban en la muralla bizantina de Constantinopla, dando de lado su presencia hasta la
llegada de almorávides y almohade a al-Andalus y el Norte de África. Lo mismo podría decirse de las dos torres hexagonales del castillo
con cubierta de medio cañón bien vigentes en el siglo XII almohade y el XIII y XIV marini: torre y puerta Arisa de Marrakech, puerta del
ribat de Monastir (Túnez), torres de Bab Had de Rabat, torres de la puerta principal de la Chella de Rabat, torre de muralla de Fez Yadi
y torre de delante de la entrada del castillo de Gibralfaro de Málaga. Esta profusión de estructuras militares de estilo almohade
permiten abrir la puerta a una probable influencia antigua bereber en las tierras dominadas por los tuyibies. No debe olvidarse que
algunas de las torre de la muralla general tiene talud bien visible o acentuado (figura 33, 1), generalizado en Rabat, Sfax y Túnez.
A) Cinco aspectos de la torre albarrana próxima al castillo de Ayyub en los que se sigue apreciando el enfoscado de yeso
protector del tapial hormigonado con mechinales. En realidad la tal torre es accidentalmente exterior o albarrana por
imposición topográfica del terreno sustentante de la muralla. Como quiera que fuere, esta torre y la de Abades de Toledo
son las únicas que presumen ser dentro del periodo omeya albarranas, adelantándose a las almohades con puente del siglo
XII. B) La Torre Mocha o atalaya de planta octogonal del recinto o albacar 12 del plano; la muralla de tapial hormigonado
del recinto seriamente castigado su paramento exterior por el impacto del tiempo o de las guerras de la época omeya.
Figura 33-1. La plaza fortificada de Olite (Navarra). Fuentes antiguas apuntan que Olite-
Oligitus- fue fortificada por Suintila en el siglo VII sobre muros romanos de época imperial
temprana; otros autores la hacen árabe con muros sobre los romanos subsistentes a la llegada
del Islam, pero la plaza no figura en las campañas de castigo de esta tierra navarra orquestadas
por Abd al-Ramán III en el año 924, por lo que es probable sea fundación o refundación militar
de al-Hakam II115. El mismo planteamiento vimos en la ciudad-fortaleza de Vascos de la Marca
Media. Se conserva la vieja alcazaba torreada o sudda (1) de 23,70 ms. en los lados mayores y
el resto de muros de la ciudad medieval (A), torres rectangulares de 7, 36 ms de frente y 3, 43
de saliente, 12 torres en la muralla de la ciudad, todas rectangulares y huecas por dentro que
vimos en el castillo de Gormaz, igual saliente por fuera que por dentro con lo que los muros
tocaban por en medio de los frentes laterales (1) (3-1) (4), al uso bizantino, atravesadas por el
adarve que ofrecería aspecto semejante al visto en el interior de las murallas califales de
Gormaz y de Baños de la Encina. Ratifican sobre todo la atribución califal propuesta los sillares
almohadillados a la rústica en juego de alternancia de sogas y tizones con alineado de más
Figura 33-1. Ciudad-fortaleza de Olite (Navarra), del 1 al 4 y plano A; sillares con almohadillado de la muralla árabe de Tudela, 5;
almohadillado de hiladas inferiores de la muralla de la Aljafería de Zaragoza, 5-1; murallas con saliente al exterior y en el interior de
fortalezas árabes-cristianas de Huelva, 6, 7, 8.
Figura 34. Torre de la muralla de Olite, 1; dos ejemplos de murallas bizantinas con torres salientes al exterior y al interior: 3, plano
de la ciudad de Cenobia (3) y muralla de Antioquia según grabado del siglo XIX (2).
La puerta árabe con arco de herradura enjarjado y sus paralelos en las fortalezas hispanomusulmanas. A) la puerta por el exterior y
el interior, 2, 3; el primer arco de herradura enjarjado de la mezquita aljama de Córdoba de Muhammad I, 1; dibujo de la puerta
según A. Almagro, 4, 5 (vista exterior), planta de arco y bóveda con dos mochetas en la entrada, según tipo omeya localizado en el
castillo de Gormaz, Vascos, Ágreda, Mérida y Zorita de los Canes.
B) Interior de la puerta de Calatayud antes de la restauración. Arcos de herradura enjarjados hispanomusulmanes: 1, 2, de puerta de
la medina de Ágreda; 3, Bab al-Mardum de Toledo; 4, Puerta de Bisagra Vieja de Toledo; 5, aliviadero del puente Alcántara de
Toledo; 6, arco del Alcázar árabe de Toledo; 7, arco de la mezquita de Santas Justa y Rufina de Toledo; 8, arco de aliviadero del
puente árabe de Guadalajara; 9, tipo arco de medio punto enjarjado bizantino del Norte de África; 10, tipo arco de herradura
enjarjado de una de las puertas vista por el interior de la mezquita aljama de Córdoba.
números de éstos (2) (3) y figura 34, 1, tipo de construcción generalizado en las plazas
militares de la Tagr que nos ocupa, entre ellas la misma Tudela (5) y mucho más adelante las
torres de la Aljaferia (5-1). Las torres destacadas por dentro y por fuera de los muros, de
mayor efecto militar que las destacadas sólo al exterior, al parecer muy habituales en la Marca
Inferior, castillos de la parte de Huelva (6) (7) (8). Inicialmente murallas bizantinas de la plaza
de Cenobia, siglos IV-VI, según Cyril
Mango116 (figura 34, 3) o el caso de las
murallas de Antioquía del siglo XI, según
grabado del siglo XIX (2). Los autores que
iniciaron la atribución árabe de Olite han
sido hasta el presente Bernabé Cabañero
Subiza seguido de Luis Zueco117. Por último
las fábricas de almohadillado de Bolea y
Amposta, 1, 2 de la figura 34-1; en (3) puente
sobre el río Llobregat en Cairat, Barcelona,
con muy cuidado aparejo omeya califal como
forro del núcleo de “opus calmenticium”118.
En tierras leridanas destaca el castillo o
Qal´at al-Amir, con muralla de aparejo
omeya arcaico, siglo VIII y IX, y otro de soga
por varios tizones corridos, según estudio de
P. Bolaña (2002).
Las torres huecas (figuras 35, 36, 37)
Las torres huecas desde la base en al-Andalus.
Inicialmente fortalezas bizantinas del norte de
Túnez, como la de Tignica que por más señas tiene
una de las puertas en recodo más antiguas del
Tudela, ciudad islámica fundada entre finales del siglo VIII y primera
década del IX por ´Amrus ben Yusuf, gobernador de Toledo, Talavera y
la propia Tudela en el emirato de al-Hakam I. Como ha escrito Jaime
Oliver120
personaje de gran capacidad en la construcción o reformas
de ciudades y fortalezas, levantó el alcázar toledano y delinearía el
recinto contiguo llamado al-Hizam desde el siglo X. En su tiempo
debieron estar muy vigentes los muros y torre de tapial reforzado o
no por mamposterías. Nada de sillería del siglo IX nos ha llegado de
sus mandatos, aunque las murallas de Tudela de momento lo
desdicen. Es probable que los muros de esta ciudad inicialmente
fueran de tapial hormigonado, luego entre finales del siglo IX y
primera mitad del X revestido con los sillares almohadillados o labrado
rústico generalizados en las plazas militares de la Marca Superior, por
ejemplo la vecina Olite. Las murallas aparecidas donde se indica con
una flecha en el plano urbano aparecieron en los años 80 del pasado
siglo, inicialmente se pensó que eran muros romanos, yo los publique
en 1986 como obra árabe, tal vez de las primeras de la Marca Superior
con sillares. Que Tudela fuera en parte remodelada en el siglo X lo
pregonan los aleros de piedra decorados de la mezquita aljama.
Figura 34-1. Aparejos omeyas de Bolea, Amposta, puente sobre
el Llobregat (4) y atalaya de Tornos (Huesca)
Núcleo de muralla del castillo de Tudela.
Las torres huecas de las fortalezas del Islam Occidental
. Las torres huecas del fortín tunecino (2) (2-1) (3) (4) con tipo de fábrica de sillares en (7) y (8),
concretamente la torre hueca (6). Figura 36. Torres huecas del castillo califal de Baños de la
encina (A) (1) (2) (3) (A), los paramentos interiores escalonados para sostén de las planchas de
madera del suelo de las habitaciones, modalidad muy empleada en torres de vigilancia de la
parte de Jaén, concretamente de Segura de la Sierra (B). Las torres huecas del castillo de
Gormaz (4); torres del lienzo de muralla del siglo XI de la Hoya de Almería, fortaleza del siglo
XII de Dechira, Marruecos (6), de Rabat el tipo de torre (9) y (10), de Tremecén torre (7), otra
de la alcazaba de Mérida, siglo IX-XII colmatada con posterioridad (8), y en el Afrag de Ceuta o
campamento meriní las torre de las murallas y las gemela de la puerta principal (C). Vimos
torres huecas en el lienzo de muralla norte de la madina de Calatrava la Vieja. El acceso a las
distintas habitaciones se verificaba bien por escalera de madera bien por escalera de obra
según figura en una de las torres de castillo de Sharq al-Andalus (figura 37, 1). Volviendo a la
Marca Superior, en Huesca supuesta torre hueca de sillares completamente desmochada (2).
Se debe tener en cuenta que a veces las torre huecas terminaban macizándose sobre todo con
tierra prensada: en torres mudéjares de la zona de Alcalá de Henares al hacer obra en una de
ellas el pico hizo un gran agujero por el que empezó a salir tierra a raudales; el mismo caso se
da a veces en torres de tapial de Sharq al-Andalus con duros costrones de argamasa por
paramentos.
Figura 35. La fortaleza tardorromana o bizantina de Tignica
(Túnez) con torres huecas (6).
Figura 36. Ejemplos de torres huecas hispanomusulmanas y del
Norte de África.
-
_____________________________________________________________________________
APÉNDICE I. Ejemplo de distintos tipos de murallas árabes en una ciudad-fortaleza de la Marca
Inferior, siglo X, Gafiq –Belalcázar (Córdoba)121.
Figura 37. , Torres huecas. Supuesta torre
hueca desde la base de la muralla árabe
de Huesca, 2, para esta ciudad ver Esco
Samperiz, J. C., “La muralla islámica de
Huesca”, Actas del II Congreso de
Arqueología Medieval Española, Madrid,
1987. Una torre hueca con escalera de
obra dentro de Sharq al-Andalus, 1.
APÉNDICE II. Sobre las puertas de ingreso directo, buhardas y rastrillos (Pavón Maldonado,
“Las puertas de ingreso directo en la arquitectura hispanomusulmanas”, Al-Andalus, VIII, 1987;
Tratado, II).
Vimos que las puertas de las fortalezas referidas de los siglos IX y X en planta eran muy
simples, pasadizo con sólo dos mochetas (Vascos, Calatayud, Ágreda, castillo de Gormaz) a
diferencia de puertas de cuatro
mochetas califales, alcazaba de Almería
(A- 1), castillo de Tarifa (A-2) y alcazaba
de Talavera, aunque de codo topográfico
la puerta toledana de Alcántara, muy
reconstruida, da también cuatro
mochetas en el tramo exterior y en el
interior (A-3). Las cuatro mochetas ya
estaban implantadas en Madinat al-
Zahra y en la mezquita aljama de
Córdoba del siglo X., desde el siglo IX en
la mezquita mayor de Susa, también una
puerta de Volúbilis, la NE. de Divitia y
puerta principal griega de Olbia. Según
Blavatsky (Tratado, II).
En la figura (B) seguimos viendo lo de las cuatro mochetas aunque con ciertos reparos
referidos sobre todo a las puertas toledanas del Cambrón (2), Bab al-Mardum (3) y puerta de
Bisagra Vieja (4), además de la
puerta de Maqueda (5). En la
primera cuesta trabajo aceptar el
corralón entre la puerta exterior
con torreones y la interior que da
a la ciudad; la del Mayordomo
tiene rastrillo añadido, Bisagra
con pasadizo profundo entre la
entrada y la salida de cuatro
mochetas con rastrillo intercalado
por obra cristiana o mudéjar; lo
mismo ocurre en Maqueda.
Incluyo también el caso de
entrada del castillo cacereño de
Trujillo (6): cuatro mochetas
ajustadas entre dos sobresaliente
torres y pasadizo amplio con caja
de rastrillo de ladrillo hasta llegar
al arco de la entrada directa al
castillo, restaurado al completo.
Figura B. Puertas con cuatro u ocho
mochetas .
Figura A. Puertas con cuatro mochetas.
Por lo que se refiere a la profundidad entre la entrada exterior y la interior correspondiéndose
una a continuación de otra hasta el punto de dejar espacio capaz para pequeña guarnición o
cuerpo de guardia que se advierte en todas ellas añadimos como pieza ejemplar la puerta del
Alcázar de Sevilla en Carmona (1) con las siguiente sucesión de tramos espaciales: las partes
árabes señaladas en negro, tramo delantero de buharda precedido de matacán, siglo XI-XII,
luego rastrillo y pasadizo de media cañón romanos seguido de corralón a cielo descubierto,
el tramo siguiente formado por arco árabe y pasadizo de medio cañón terminado en arco de
medio punto monumental romano (1-1). Efectivamente, aquí vemos como ejemplar primerizo
de puertas dobles con espacio vacío habitable a discreción.
A propósito de ello nos viene bien la Crónica anónima de ´Abd al-Rahman III en la que se lee:
“An-Nasir mandó construir en las puertas de la medina de Córdoba puertas interiores
correspondiéndose o correspondientes con las exteriores que se encargaban de defender los
porteros. Es caso que no se había hecho antes y que fue una excelente innovación” (Una
crónica anónima de ´Abd al-Rahman III an-Nasir, edic. y trad. con introd., notas e índices por
E. Lévi-Provençal y R, García Gómez, Madrid, 1950, p. 113 de la trad.). Teniendo por delante
este texto cada cual puede hacer sus interpretaciones de todas las puertas islámica
representadas en la figura (B), entre las que cabe añadir la puerta principal de cuatro
mochetas distanciadas de Alcalá la Vieja así descrita por Araceli Tunina: puerta de época emiral
que tendría un solo arco y dos torres en paralelo con la Puerta de la Vega de Madrid, luego se
añadió otro arco de puerta correspondiéndose con el primero, según lo descrito de la Crónica
anónima (“El castillo de Alcalá de Henares”, Madrid del siglo IX al XI). Sobre esta puerta
volveré más adelante. La puerta de la Crónica anónima pudo derivar de puertas bizantinas
norteafricanas como la de la fortaleza de Madauros, o tal vez de las fortalezas árabes de
Oriente, la de Atshan y de Ujaydir (Creswell, Early Muslim architecture, II, figura 199), en la
puerta de Kharput de Amida se deja ver también amplio espacio con cuatro mochetas para
dos hojas de puertas (Amida, por Van Berchem y Josef Strzggowski, 1910, p. 29).
Sobre puertas con antecuerpo a cielo raso llamado buharda o buhedera, innovadora táctica de
tiro vertical cual es el caso de la puerta principal del castillo de Gormaz, aquí por primera vez
presente en al-Andalus, tal vez seguida de la puerta toledana de Bisagra Vieja que la
adoptaría entre el siglo X y el XI. Antes entre el siglo VIII y el IX la buharda triple de la puerta
del ribat de Susa (figuras C y D) junto con la puerta en codo del ribat y alcazaba de Monastir
del siglo X (figura D, 2) (Lézine, A., Le ribat de Sousse suivi de notes sur le ribat de Monastir,
1956, y Sousse, ses monuments musulmans). Es probable su presencia en Roma y en Bizancio
Figuras C y D.. buharda y rastrillo de los ribat-s de Susa y
Monastir.
el segundo caso justificado por las puertas de fortalezas de la Cilicia armenia, curiosamente
en una de ellas, la de Payas, se detecta antefachada de buharda pero sin espacio rasgado o a
cielo raso.
El rastrillo o puerta levadiza entre dos arcos. Torres Balbás pensaba que los
hispanomusulmanes se desentendieron de él que tanto Roma como Bizancio antepusieron a
sus entradas de ciudades y fortalezas. Ejemplos romanos en Coria (figura E, 1, 2) y en la puerta
de Sevilla de Carmona (figura F); en el Norte de África fortalezas bizantinas (Pingle, D., The
defence of Byzantine Africa from Justinian to the Arab Conquest, 1981). Los árabes de Oriente
si utilizaron el rastrillo, fortalezas de Atshan y Ujaydir (Creswell. A short account of early
Muslim architecture, 1958). En la puerta del ribat de Susa el rastrillo detrás de las tres
rasgaduras de la buharda (figura D). El problema de si existieron en al-Andalus puertas con
rastrillo se centra en la desaparecida puerta de Santa Margarita de Palma de Mallorca de la
que se conserva dibujo de planta muy a la romana (figura E, 3): entrada entre dos torres, tras
el primer pasadizo la caja del rastrillo con arco doble de medio punto, el que a juzgar por la
fotografía tenia aparejo de sillarejo a lo cordobés del siglo X, según Gómez-Moreno del siglo XI
(Ars Hispaniae, III). Otro caso de rastrillo en la parte más interior de la granadina Puerta de
Elvira que da a la calle de ese nombre, según Gómez-Moreno y Henriquez Jorquera.
Habría que reflexionar si el rastrillo de la mitad de pasadizo de Bab al-Mardum de Toledo
(figura B, 3) es árabe o cristiano. A propósito de esta puerta en el primer tramo del pasadizo
según se entra en la ciudad se ve la puerta adintelada de escalera que ascendería al adarve o
terraza de la puerta (ver figura de la página 22). Esto plantea el problema de las puertas
hispanomusulmanas con escalera o sin escalera. Sobre este tema pasamos de la puerta
toledana a la árabe de Hernán Román de la alcazaba del albaicín de Granada, siglo VIII-IX
(figura G, 1) en ella bien visible la escalera instalada en el torreón de la derecha, tema
decididamente interesante, pues no se le puede arrimar a la puerta granadina ningún otro
ejemplo convincente de escalera; el caso de la puerta de Bisagra vieja se explicaría por las
Figuras E y F. Rastrillos
Rastrillo de la puerta
de Elvira de Granada.
Restitución.
reformas cristianas o mudéjares, siguiendo el ejemplo de la también toledana Puerta del Sol de
la misma ciudad (siglo XIV. Es curioso que para volver a saber algo de esas escaleras hay que
esperar a la arquitectura militar hispanomusulmana del siglo XII, a partir de puerta del castillo
almorávide de Tasgimut (figura G,2) estudiado por H. Terrasse, J. Meunié y G. Marçais
(Marçais, La architecture musulmane d´Occident, 1954). Tal vez algunas de las puertas de
fortalezas estudiadas de la Marca Media pudieran verse favorecidas por escalera o escaleras
de acceso directo a los adarves. Es el caso de la puerta principal ya estudiada de Alcala la Vieja
sobre la cual Araceli Turina ha escrito: “En el lado oriental hay otra torre, similar a la anterior,
también adosada al lienzo de la muralla. La diferencia entre ambas estriba en el hecho de que
en esta última se ha encontrado el umbral de ingreso a su interior. Este ingreso está
delimitado por dos sillares de granito que distan entre sí 94 centímetros. A un nivel
ligeramente más bajo hay una quicialera, por el lado interior de la puerta. El interior de esta
torre presenta un sistema de escalonamiento formado por piedras irregulares que formarían
seguramente la base de una escalera por la que se accedía al adarve. Se trata pues de una
torre que no es maciza, al contrario de lo que sucede en el resto de las que forman la
fortaleza”.
BIBLIOGRAFIA
1. Torres Balbás, L., La obra integra de este historiador del arte, arqueólogo, arquitecto y arabista se
puede encontrar en Cervera Vera, L., “Torres Balbás y su aportación a la historiografía arquitectónica
española”, Cuadernos de la Alhambra, 25, 1989, pp-65-104.
2. Torres Balbás, L., Las ciudades hispanomusulmanas, 1972 (Esta obra póstuma fue publicada en el
Instituto Hispano-Árabe de Cultura, Ministerio de Asuntos Exteriores, (Seminario de Arte y Arqueología).
El manuscrito original estaba en el Instituto Miguel Asín del Patronato Menéndez y Pelayo. Consejo
superior de Investigaciones Científicas. Jaime Oliver Asín lo cedió al instituto Hispano-Árabe para su
publicación de la que me hice cargo a lo largo de todo el año 1971-1972 en que vio la luz el libro. El
manuscrito original fue devuelto al Departamento de Estudios Árabes del Instituto de Filología del
C.S.I.C.
Figura G. puerta de Hernán
Román de Granada y puerta
del castillo de Tasgimut.
3. Obras generales por orden cronológico y de producción Pavón Maldonado (incluidos artículos inéditos
sobre murallas islámicas de sillería, tapial, mampostería y ladrillo publicados en la Página Personal del
autor, www.basiliopavonmaldonado.es), Zozaya, J., Almagro Gorbea, A., Gurriaran Deza, P., Saez
Rodríguez, A. J.
4. Todos los escritos de arqueología y arquitectura de este autor referidos a ciudades y fortalezas
hispanomusulmanas contaron con el asesoramiento de fuentes árabes suministradas por prestigiosos
arabistas del instituto o Escuela Miguel Asín: García Gómez, E., Oliver Asín, J., Terés Sadaba, E., Fernando
de la Granja.
5. Azuar Ruiz, Castellología medieval alicantina; Área meridional ,1981.
6. Martínez Lillo, S., entre otros trabajos “Un ribat interior en la Marca Media. El caso de Talavera”,
CuPAUAM, 21, 1994, y su tesis doctoral sobre Talavera.
7. Vallvé Bermejo, J., La división administrativa de la España musulmana, 1986; para Toledo, “Las
fronteras de Toledo en el siglo X”, Simposio Toledo hispanoárabe. Colegio Universitario de Toledo.
8. Ibn Hayyan, de Córdoba: Crónica del califa ´Abd al-Rahman III an-Nasir entre los años 912 y 942 (al
Muqtabis V), introducción, notas e índices por Mª Jesús Viguera y Federico Corriente, Zaragoza, 1981.
9. García y Bellido, A., Arte romano, C.S.I.C., 1972.
10. Semavi Eyice, (Nicea) Iznik, Istambul, 1991.
11. Pavón Maldonado, B., Tratado de arquitectura hispanomusulmana, II. Ciudades y fortalezas, Madrid,
1999.
12. Ibidem.
13. Cyril Mango, Arquitectura bizantina, Aguilar, 1980.
14. Vizcaíno Sánchez, J., La presencia bizantina en Hispania (siglos VI-VII). La documentación
arqueológica, Murcia, 2007.
15. Pavón Maldonado, op. cit..
16. Cyril Mango, op. cit..
17. Alvárez, J. M. La ciudad romana de Mérida, Cuadernos de Arte Español, 16.
18, Creswell, K.A.C., A short account early Muslim architecture, Baltimore, 1958.
19. Talbot Rice, D., Islamic art , 1964 (figura 47).
20. Hamilton, Khirbat al-Mafjar: an Arabian mansion in the Jordan Valley, Oxford, 1959,
21. Creswell, op. cit..
22. Pavón Maldonado, España y Túnez. Arte y arqueología islámica, Madrid, 1996 (p. 83).
23. Pavón Maldonado, Las almenas decorativas hispanomusulmanas, Madrid, 1986.
24. Pavón Maldonado, B, Memoria de la excavación de la mezquita aljama de Madinat al-Zahra, Madrid,
1966.
25. Pavón Maldonado, B., “Arte hispanomusulmán en Ceuta y Tetuán”, Cuadernos de la Alhambra, 6,
1970.
26, Pavón Maldonado, Las almenas decorativas hispanomusulmanas.
27. Ewert, Chr., “Tipología de la mezquita de Occidente, de los omeyas a los almohades”, Arqueología
Medieval Española, II Congreso, Madrid, 1987.
28. Torres Balbás, L. “El arte hispanomusulmán hasta la caída del Califato de Córdoba”, Historia de
España. Espasa Calpe, R. Menéndez Pidal, t. V, 1957.
29. Creswell, op. cit..
30. Lézine, A., Architecture d´Ifriqiya. Recherches sur les monuments aghablides, Paris, 1966.
31. Pavón Maldonado, Memoria…
32. Hernández Giménez, F., “The alcazaba of Mérida”, Early Muslim architecture, II, de Creswell, 1979;
Pavón Maldonado, Tratado, II.
33. Pavón Maldonado, Tratado, II.
34. Ibidem. Y Almagro Gorbea, A., “La puerta califal del castillo de Gormaz”, Arqueología de la
arquitectura, 5, 2008.
35. Creswell, A short account…
36. Creswell, The Muslim architecture of Egypt, I, 939-1171, Oxford, , 1952.
37. Torres Balbás, ·” El arte hispanomusulman….”
38. Pavón Maldonado, Tratado de arquitectura hispanomusulmana, IV, Mezquitas, 2009.
39. Lézine, A., Architecture de l´Ifriqiya…
40. Velázquez Bosco, R., Medina Azzahra y Alamiriya, Madrid, 1912 (este tema tratado detenidamente
en Pavón Maldonado, “Las analogías entre el arte califal de Córdoba y la mezquita mayor de Kairuan en
el siglo XI”, Cuadernos de la Alhambra, 4, 1968.
41. Lézine, A., Architecture de l´Ifriqiya…
42. Miniatura códice Virgiliano. Nada de esta estampa polícroma se ajusta a la realidad arquitectónica
islámica de Toledo, sólo los arcos de herradura de las ventas de las torretas. Lo de la dos puertas de
abajo puede venir de puertas romanas de doble entrada como ejemplo la que existió en Mérida (7 de
la figura 3).
43. John D. Hoag, Arquitectura islámica, 1976, con detallada bibliografia.
44. Bru Castro, M. A., “Aproximación a las defensas medievales de al-Andalus entre los siglos IX y X a
partir de los datos de la fortificación de Vascos (Navalmolejo, Toledo)” , IV Congreso de Castellología,
2012.
45. Carrobles Santos, J., Fortificaciones de Toledo. Las corachas del Alficén, Toledo , 2009.
46. Pavón Maldonado, Guadalajara medieval. Arte y arqueología árabe y mudéjar, Madrid, 1984.
47. ibídem.
48. Pavón Maldonado, “Arqueología y urbanismo medieval en Madrid. De la Almudayna a la torre
mudéjar de San Nicolás”, Awraq, 7-8, 1984-85. Retuerce Velasco, M., Ponce de León, P., “La muralla
islámica de Madrid”, Madrid del siglo IX al XI, 1990.
49. Torres Balbás, l., “Talamanca y la ruta olvidada del Jarama”, Bol. de la Real Academia de la Historia ,
CXLVI, 1960.
50. Pavón Maldonado, “Manzanares el Real. Villa, sierra, puerto y rio de Madrid. Aproximación a su
origen árabe”, Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 1996.
51. Idrisí, Description de l´Afrique et de l´Espagne, R. Dozy y M. J. de Goeje, Leiden,1968, p. 237.
52. Jiménez Esteban, J., “El castillo y la muralla musulmana de Huete”, Castillos Españoles, 92, 1986;
Pavón Maldonado, Tratado, II.
53. Almagro Gorbea, A., “Restos musulmanes en las murallas de Cuenca”, Cuadernos de la alhambra,
15-17, 1981.
54. Pavón Maldonado, “Arte islámico y mudéjar en Cuenca”, Al-Qantara, IV, 1983.
55. Gaya Nuño, J. A., “La Muela de Ágreda. Los restos de la almedina fortificada y de la aljama hebrea”,
Bol. Real academia de la historia, CVI, 1935.
56. Gaya Nuño, J. A., “La torre árabe de Norvierca (Soria), Archivo Español de Arte y Arqueología, 1932;
“Restos de construcciones de Mezquitillas y Fuentearmegil”, Al-Andalus, III, 1935; Iñiguez Almech, “La
torre de doña Urraca en Covarrubias”, Anuario del Cuerpo facultativo de Archivos, bibliotecarios y
Arqueólogos, I, 1934. Pavón Maldonado, Tratado, II. Zozaya, J., tiene un artículo sobre los “Recientes
estudios de la arqueología andalusí en la Frontera Media”: introduce novedades de no fácil encaje en la
arquitectura militar tangible, como la afirmación de que el término Qal´a se refiere más bien a una
institución que a una forma determinada de construcción, igual para el término hisn, Según Acién.
Habla de torres atalayas o vigías de planta circular por tierras sorianas del siglo IX (¿) y de torres de
guarnición (tipo qubba y bury) de planta cuadrangular. No se entiende bien el siguiente párrafo: “con
cúpula como debía ser la de Cogolludo-en Guadalajara- erróneamente interpretada por Pavón (1984)
como más tardío”. Se trata de torre del castillo con cúpula no trasdosada sobre planta circular, como en
la torre principal del castillo de Calatayud. Su fábrica exterior de fajas estrechas de mampostería con
cintas sencillas de ladrillo tiene todo el aspecto de las primeras construcciones mudéjares del territorio
Diferentes tipos de fábrica de construcciones militares de la Marca
Media: atalaya de La Toba (Guadalajara), según Pavón Maldonado,
1; atalaya de Los Casares, Ribas de Saelices (Gudalajara), según
Almagro Gorbea y Pavón Maldonado, 2; torre de Mezquitilla
(Soria), según Pavón Maldonado, 3; torre de Soliedra (Soria), según
Pavón Maldonado, 4; torre atalaya de Saviñán (Guadalajara), 5,
según Pavón Maldonado; Torre de Bujarralbal (Guadalajara), según
Pavón Maldonado 6, y torre Barbatona (Guadalajara) del mismo
estilo; arcos de herradura de las torres árabes de Norvierca y de
Covarrubias, 7
toledano. No acabo de comprender que el término árabe qubba (cúpula) sea aplicado a construcciones
militares sorianas como Cubo de la Solana, Alcoba de la Torre o el diminutivo alcubilla, vocablos muy
abundantes a lo largo y ancho de toda la Marca Media, pero son términos aplicados a torrecillas de
agua que se cuentan por centenares.
57. Díaz Martos, A., “Las murallas de Coria”, revista de Estudios Extremeños, 1-4, 1956; Martínez Lillo,
S., “Arquitectura militar de ámbito rural de la Marca Media (al-Tgar al-Yawf). Antecedentes y evolución”,
Boletín de Arqueología Medieval, 4; Pavón Maldonado, Tratado, II; Muñoz García, M. A., Gutiérrez
Millán, M. E., Medina Cauria. Análisis de las defensas de una medina avanzada de la Marca Media,
2011.
58. Pavón Maldonado, Tratado, II.
59. Gaya Nuño, “Gormaz. Castillo califal”, Al-Andalus, VIII, 1943; Banks, P., Zozaya, J-. “Excavations in
the caliphal Fortress of Gormaz (Soria)”, 1979.1981; Pavón Maldonado, Tratado, II; Almagro Gorbea, A.,
“La puerta califal del Castillo de Gormaz”, Arqueología de la Arquitectura, 5, 2008.
60. Torres Balbás, “El arte hispanomusulmán…”.
61. El tema de la ciudad fortaleza de Vascos tiene ya una larga experiencia bibliográfica. Por ella pasaron
El Conde de Cedillo (1926), Gómez-Moreno (a jugar por la cerámica rastreada en la plaza ésta era
definitivamente árabe de época omeya), Jiménez de Gregorio (1949), Giménez Hernández F. (identifico
la plaza con el lugar de Nafza aludida por las fuentes árabes), Torres Balbás (publica plano de la ciudad
de Prieto Vives y Alvárez Redondo y presenta las fábrica de sillares de las murallas y sus torres), se
sorprende de que no figure Vascos en la Crónicas de la época árabe y la cristiana , por tanto una ciudad
sin nombre, una ciudad así llamada de estos parajes es atribuida al califa al-Hakam II. Izquierdo Benito
excava en distintas jornadas dentro de la ciudad (“Excavaciones en la ciudad hispanomusulmana de
Vascos”, Noticiario Arqueológico Hispánico, 7, 1979) haciéndose eco ya de texto del siglo XII de Ibn
Galib publicado por Vallvé Bermejo (“Una descripción de España de Ibn al-Galib”, Anuario de Filología ,
1975) en el que figura como distrito de Talavera el de Vascos, basak o bask. En el año 1982 publico mi
artículo “Arte islámico y mudéjar en Toledo. Hacia unas fronteras arqueológicas”, Al-Qantara, III, en el
que trato ese Bask como el nombre árabe de Vascos; Vallvé y yo verbalmente nos pusimos de acuerdo
en esa identificación y así cada cual lo reflejamos en nuestros respectivos artículos aludidos. Por
último un anónimo dice haber visto en las murallas de Vascos adarve con merlones con saeteras (¿).
62. Jiménez de Gregorio, F., “Las fortalezas musulmanas en la línea del Tajo”, Al-Andalus, XXXV, 1954.
63. Ibidem, y Pavón Maldonado, Tratad0, II.
64. Pavón Maldonado, “Arte islámico y mudéjar en Toledo…” y Tratado, II.
65, Ibidem.
66. Terrasse, M., “Talavera de la Reina. Historia musulmana”, Melanges de la Casa Velázquez, V, 1969.
Martínez Lillo, S., “Un ribat interior en la Marca Media, el caso de Talavera”. Y “Algunos aspectos
inéditos de la fortificación musulmana de Talavera de la Reina “, II Congreso de Arqueología Medieval
Española, Madrid, q1987.
67. Plano de M. Terrasse.
68. Sobre torres redondas, Pavón Maldonado, Tratado, II.
69. Ver el rectángulo o cuadrado rehundido en fortalezas de Talavera, torre de los Abades de Toledo,
castillo de Oreja y puerta interior del castillo de Buitrago: Pavón Maldonado, Tratado, II.
70. Ibn Baskuwal, Sila, según Vallvé Bermejo, “La frontera de Toledo en el siglo X”, Toledo
hispanoárabe. Colegio Universitario de Toledo.
71. Ibn Hayyan de Córdoba, Al-Muqtabis V, trad. Viguera- Corriente.
72. Para la obra del alcázar árabe toledano y su ubicación desde el siglo VIII ver Oliver Asín, J. “Los
orígenes de Tudela”, 1971.
73. En el Bayam II de ibn Idari figura que Al-Hakam I envía ejército a la Frontera Central para sofocar
rebelión en Toledo llegando hasta Talavera y ordena levantar la fortaleza de aquélla que según Lévi-
Provençal sería de tierra o tapial, año 797, tesis compartida por Jaime Oliver, pero no nos han llegado
indicios de ese tipo de fábrica en la ciudad atribuible a los siglos VIII y IX; parece extraña en una ciudad
en que todo lo árabe es de sillares romanos de acarreo con asomos reiterados de mamposterías y
ladrillo.
74 Román Martínez, P., “La muralla de Zocodover”, Boletín de la R. A, B, A, C. de Toledo, LIX, 1944,
pp.1-6.
75. Planimetría palatina última de Madinat-Zahra en Vallejo Triano, A., La Ciudad califal de Madinat al-
Zahra, 1910.
76. González Simancas , M., Toledo, sus monumentos y arte ornamental, 1929, p., 28. Para el tema
corachas, Pavón Maldonado, “corachas hispanomusulmanas. Ensayo semántico arqueológico”, Al-
Qantara, VIII, 1986.
77. Pavón Maldonado, “Corachas hispanomusulmanas”; y Carrobles Santos, J., Fortificaciones de
Toledo. Las corachas del Alficén, 2009; Pavón Maldonado, Corachas y agua en las edades media y
moderna. España, Portugal y Norte de África (artículo 23 de www.basiliopavonmaldonado.es).
78. Porres Martín-Cleto, J., “La iglesia mozárabe de Santa María de Alficén “, Historia mozárabe, 1978,
p. 33.
79. En esta corraliza estaba la Puerta de San Ildefonso, desaparecida (Pavón Maldonado, “Las puertas de
ingreso directo en la arquitectura hispanomusulmana”, Al-Qantara, VIII, 1987). Sobre toda esta parte de
la muralla opinó Hernández Giménez, F., dándola como del siglo IX, “The Citadel an Walls of Toledo”, en
Crewell, Early Muslim architecture, t. II
80. Pavón Maldonado, Tratado II, y “Puerta de Bisagra Vieja de Toledo. Nuevas orientaciones sobre la
arquitectura medieval toledana”, Boletín R. A. B. A. C, H. de Toledo, 32.
81. Pavón Maldonado, Tratado, II.
82. Lézine, A´, Siusse. Ses monuments historiques, Túnez, 1967.
83. Sobre este tema de superposición de fábricas en una muralla ver Pavón Maldonado, “Arte islámico y
mudéjar en Toledo. Continuación”.
84. Azuar Ruiz, Castellologia medieval alicantina.
.84 bis. La fecha dentro del siglo X, tal vez inicio del XI, de la puerta toledana
de Bisagra Vieja la apuntaló muy acertadamente Torres Balbás (“El arte
Puerta de Bisagra Vieja de Toledo. Vista
desde el arco interior, al fondo arco
árabe, en el centro puerta de la escalera y
rastrillo.
hispanomusulmán…”, pp. 635, 346; Ciudades hispanomusulmanas, I, p. 263), en base a texto árabe de
Sila de Ibn Bashkuwal (p. 23) con ratificación de Gómez Moreno en su Ars Hispaniae, III (p. 200). Otra
cuestión es toda la parte superior de mampostería encintada en registros estrechos, ya presentes en
Toledo en los últimos años del siglo X (mezquita del Cristo de la Luz), incluido el arco de la buhedera,
probablemente mudéjar de finales del siglo XI o del XII cuando Alfonso VIII según las crónicas fortaleció
la ciudad. Las sugerencias de Valdés según él arqueológicas de la de siempre puerta árabe de Bisagra
no ganan ni pierden nada con la aparición de la Puerta de Vado, evidentemente
mudéjar, del arrabal toledano. En materia medieval islámica hay que saber
anteponer la cautela a la arqueología. Las opiniones de Valdés sobre Bisagra
suenan a algo así como si decimos que el gran arco de la buhedera del castillo de
Gormaz es de Alfonso VIII y no de Al-Hakam II. Una vida entera dedicada al arte
y la arqueología hispanomusulmana no es suficiente para juzgar con acierto una
obra arquitectónica en particular si se trata del arte toledano. Quien más año de
dedicación tenga más cerca estará de la realidad. En esto Gómez-Moreno y
Torres Balbás nos dieron lección a todos.
85. Pavón Maldonado, Tratado, II.
86, Pavón Maldonado, “En torno al acueducto y la rueda hidráulica árabe de Toledo según Idrisi”, Al-
Andalus. Magreb, V, 1997.
87. Pavón Maldonado, Tratado de arquitectura hispanomusulmana, I. Agua, Madrid, 1990.
88. Citas de las fuentes árabes del puente toledano en “En torno al acueducto…”
89 Ibn Hayyan de Córdoba, Muqtabis V, trad. Viguera-Corriente.
90. Torres Balbás, “El arte hispanomusulmán…”; Pavón Maldonado, “En torno al acueducto…”.
91. “En torno al acueducto…”.
Arco de piedra exterior árabe, siglo X de
Bisagra Vieja.
Buhedera de Bisagra
Vieja.
Definición de arco de herradura enjarjado y de piedra
hispanomusulmán desde el siglo IX, la dovela clave piedra visigoda
reutilizada. puerta de Bisagra Vieja. Estas características rezan con
los siguientes arcos árabes toledanos ya vistos: aliviadero del
puente Alcántara, arco del alcázar, puerta de Santa Justa y Rufina y
arcos de Bab al-Mardum, aunque la rosca de éstos, como en el
castillo de Tarifa, es de medio punto.
92. Pavón Maldonado, Guadalajara medieval.
93. Pavón Maldonado, “Arte islámico y mudéjar….”.
94. Ibidem.
95. Ibidem.
96. Pavón Maldonado. “Corachas hispanomusulmanas”.
97. Guadalajara medieval.
98. Pavón Maldonado, Tratado, I ,
99. Navarro Palazón, j., “El Alcázar de Gaudalajara. Noticias de las excavaciones realizadas durante el
año 2005, III Congreso de Castellologia Ibérica, Apéndice, 141, 2006.
100. Guadalajara medieval.
101. Para las fuentes árabes, Torres Balbás,“Complutum. Qalat Abd al-Salam y Alcalá de Henares”, Bol.
de la Real Academia de la Historia, CXLIV, 1954; Pavón Maldonado, Alcalá de Henares medieval. Arte
islámico y mudéjar. Madrid, 1982.
102. Alcalá de Henares medieval.
103. Lévi-Provençal, E., España musulmana hasta la caída del califato de Córdoba, en Historia de
España, dirigida por Ramón Menéndez Pidal, t. IV, 1957; y al-Jatib, A´mal al-a´lam, edic. Lévi-Provençal,
1934, p. 241 (cita de Torres Balbás en Complutum…)
104. Pavón Maldonado, Alcalá de Henares medieval…
105. Torres Balbás, “Complutum…”
105 bis. Pavón Maldonado, Alcalá de Henares medieval.
106. Turina, Araceli, “El castillo de Alcalá de Henares”, Madrid del siglo IX al XI, 1990.
106 bis. Retuerce Velasco, M., Calatrava la Vieja. Diez años de investigación arqueológica, 1994. Hervás
Herrera, M. A., Retuerce Velasco, Calatrava la vieja. Capital islámica en la región.
107. Sobre las puertas en recodo: Diehl, ch. L´Afrique byzantine, Paris, 1896; Pringle, D., The byzantine
Africa from Justian to the arab conquest, I-II, 1981. Torres Balbás, “Las puertas en recodo en la
arquitectura militar hispanomusulmana”, Al-Andalus, XXV, 1960; Creswell, Early muslim architecture,
Oxford, 1940; Pavón Maldonado, España y Túnez. Arte y arqueología islámica, y “Planimetría de
ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”,
Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, 1996..
108. Diez Coronel,, L., “La alcazaba de Balaguer y su palacio árabe del siglo XI”, Ilerda, XXIX, 1969; Giralt
i Balaguero, Fortificaciones andalusíes a la Marca superior: el cas de Balaguer”, Semana de Arqueología
Medieval, Lleida, 1988.
109. Pita Merce, r., “Las obras de fortificación en Almata, 1966.
110. Guitard, C., “El conjunto defensivo de Calatayud”, Boletín Asociación de Amigos de los Castillos, VII,
1959; Souto Lasala, J. A. “Estudio histórico arqueológico de Calatayud (Zaragoza). Objetivos,
metodología y primeros resultados, 1983; “Fortificaciones islámicas en Aragón”, Atlas de Historia de
Aragón, Zaragoza, 1993; López Asensio, A., “Caracteres constructivos en las fortalezas musulmanas de
la zona de Calatayud”, Papeles Bilbilitanos, 1989.
111. De la Granja, F., La Marca Superior en la obra de al-Udri. Estudios de la Edad Media de la Corona de
Aragón, VIII, 1967.
112. Ibn Hayyan de Córdoba, Muqtabis V, trad. Viguera-Corriente (ver índice geográfico) (268). Dice el
texto: “An-Nasir (Abd al-Rahman III) rodea Calatayud y el castillo (937) en poder del rebelde Mutarrif
b. Mundir al-Tuyibi”, con este motivo el texto distingue ente Calatayud (se entiende madina), castillo y
alcazaba. La toma de Calatayud al igual que la de la ciudad de Toledo por el mismo tiempo tuvo una gran
resonancia. Es de creer que al igual que Abd al-Rahman III tras ganar la plaza de Toledo se dedica a
reconstruir sus fortalezas y murallas, incluido el puente, hicieran algo parecido en Calatayud seriamente
dañada por los rebeldes.
113. Almagro Gorbea, A. , “La puerta emiral de Calatayud”, Homenaje al profesor Martín Almagro
Basch, IV, 1983.
114. Pavón Maldonado, “Dos ciudades fortalezas islámicas un tanto olvidadas: Tarifa y Gafiq o
Belalcázar”, Al-Qantara, X, 1989..
115. Sobre la ciudad de Olite en principio Júsue Simonena, “Recinto amurallado de la ciudad de Olite”.
Trabajos de Arqueología Navarra, 4, 1985; Cabañero Subiza, B., “La medina islámica de Olite (Navarra).
Claves para el estudio de su conjunto amurallado”, Simposio internacional sobre la ciudad islámica,
Zaragoza, 1986; Juaregui Virto, M., “Evolución urbanística de Olite, de la ciudad de godos a Fuero de
Francos, 2003; Zueco, L., “Fortificaciones andalusíes de sillería en la Marca Superior de al-Andalus (s.
IX-XI)”, IV Congreso de Castellología, Madrid, 7, 8, 9, 2012.
116. Cyril Mango, Arquitectura bizantina (obsérvese en el plano 3 la diferencia mínima entre las torres
y sus adarves bizantinas y la torre mudéjar de Alcalá de Henares (A).
117. Cabañero, “La medina islámica…”; Zueco, “Fortificaciones andalusíes…”.
118. Hernán Navarro, A., “Un puente andalusí sobre el rio Llobregat”, Anaquel de Estudios Árabes, 18,
2007.
119. Castillo de Castelldans identificado con Qal´at al-Amir, en Bolaña, P., 2002
120. Sobre Tudela islámica. Gómez-Moreno, M., “La mezquita mayor de Tudela”, Príncipe de Viana,
XVIII, 1945; Oliver Asín, j., “Los orígenes de Tudela”, Homenaje a D. José Esteban Uranga, 1971; Pavón
Maldonado, Tudela, ciudad medieval. Arte islámico y mudéjar, Madrid, 1978, y “La muralla primitiva
árabe de Tudela”, Anuario de Estudios Medievales, 16, 1986.
121. Pavón Maldonado, “Dos ciudades fortalezas islámicas…”.