El Reino de Dios está cercaLucas 21, 25-36
¿Qué tal si intenta que este Adviento sea completamente diferente?
Esta es una época del año muy atareada. Hay que hacer compras; hornear; cumplir compromisos sociales en el trabajo, con familiares y con amigos; decorar; asistir a eventos especiales...; pero, como Jesús nos lo recuerda en el Evangelio de esta semana, va a llegar el Hijo del Hombre. Y no existe fecha grabada a fuego ni recordatorio del calendario de Google que anuncie la Segunda Venida. Debemos vivir todo el tiempo como si estuviésemos preparados para hacerlo. “Cuiden de ustedes mismos, no sea que ... las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso” (v. 34).
Entre los compromisos y las obligaciones, no queda mucho espacio para el gozo, la alabanza, la paz y la oración. Entonces, en este Adviento, comience a planifi car de cero. ¿Llegará la Navidad aun si no intercambia regalos con sus hermanos? ¿Quién dice que debe tener un árbol? ¿Qué es para usted lo imprescindible del Adviento?
Luego, con toda intención, escriba solo las actividades y tradiciones que son más preciadas, las cosas que le llenan el corazón del amor a Dios y a su prójimo. Haga únicamente estas cosas y hágalas con alegría. Durante el Adviento, viva como si fuera a encontrarse con Jesús todos y cada uno de los días.
Meditaciones para el Adviento
El primer domingo
“Te estuve esperando
todo el día”. — Salmo 25, 5
Amado Señor, te ruego que me colmes
con tu paz para que cuando esté rodeado
de las ocupaciones del tiempo de Navidad, pueda permanecer
preparado para encontrarme contigo.
Amén.
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Permitido su uso solo en versión impresa. Copyright © de Our Sunday Visitor, Inc. Níhil Óbstat: Mons. Michael Heintz, Ph.D., Censor Librorum, Imprimátur ✠ Kevin C. Rhoades, Obispo de Fort Wayne-South Bend.
Tradicionalmente, el Adviento comienza el primero de los cuatro domingos anteriores a Navidad, encendiendo una vela morada de una corona y acompañándose con oraciones y, a veces, canciones. El Segundo Domingo de Adviento, se encienden dos velas moradas. El Tercer Domingo de Adviento, se encienden dos velas moradas y una rosada. Y el cuarto domingo, arden todas las velas.
Dedique tiempo cada día del Adviento a encender la(s) vela(s) correspondiente(s) de la semana. Deténgase a meditar y a rezar sobre el próximo día o el día anterior. Mientras mira fl amear y danzar la llama, refl exione si vive como una luz en el mundo, haciendo brillar el radiante y permanente amor de Jesús sobre el desorden y el consumismo.
INSPIRACIÓNPAR A EL TIEMPO
ENFOQUE FAMILIAR
Encender una luz para Cristo
Enlace con el CATECISMO“El Reino de Cristo, presente
ya en su Iglesia, sin embargo, no está todavía acabado ‘con gran poder y gloria’ con el advenimiento del Rey a la tierra”.
— Catecismo de la Iglesia Católica, 671
Si Jesús llegara hoy, ¿vería nuestras acciones y diría “Bien hecho”? ¿Qué hemos hecho por nuestros hermanos y hermanas más pequeños y, por lo tanto, por Él?
PARA LA REFLEXIÓN:
Vida DIARIA “Ha llegado el Adviento. ¡Qué buen tiempo para
remozar el deseo, la añoranza, las ansias sinceras por la venida de Cristo!, ¡por su venida cotidiana a tu alma en la Eucaristía! —‘Ecce veniet!’ —¡que está al llegar!, nos anima la Iglesia”.
— San Josemaría Escrivá
San Nicolás – 6 de diciembre
El San Nicolás real fue obispo durante la primera mitad del siglo en la que hoy es Turquía. Era conocido por su bondad y generosidad con los necesitados. La leyenda dice que una noche arrojó una bolsa con monedas de oro por la ventana de la casa de un comerciante pobre para que su hija mayor tuviera una dote y pudiera casarse. Hizo lo mismo al año siguiente para la segunda hija y al otro año para la hija menor. En la actualidad, muchas familias celebran el día festivo de San Nicolás el 6 de diciembre. Los niños ponen los zapatos la noche anterior, esperando encontrarlos llenos de monedas (o de monedas de chocolate envueltas en papel dorado).
ORACIÓN de la corona de Adviento
Rece esta oración cada vez que encienda la corona de Adviento
durante el tiempo.
Cólmanos contu amor.
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Señor, permanece con nosotros
mientras vivimos este tiempo de
espera del Adviento.Te damos gracias
por las innumerables bendiciones de nuestra vida y, con expectativa,
preparación y esperanza, aguardamos ansiosamente la llegada de tu Hijo, Jesús, la Luz
del Mundo.Amén.
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Preparen el camino del SeñorLucas 3, 1-6
¿Se unirían a Juan Bautista para recorrer el país hablando sobre el arrepentimiento? Es difícil de imaginar: pedir a las personas que refl exionen sobre los errores que han cometido, expresen remordimiento y prometan actuar de manera diferente.
Sin embargo, el mensaje es fundamental para nuestra salvación. En esta lectura de los Evangelios, Juan sale a predicar justo antes de que Jesús empiece su ministerio, preparando el camino para que el Hijo del Hombre desafíe las ideas más comunes sobre el bien y el mal.
Durante el Adviento, nos preparamos no solo para el nacimiento de Jesús en Navidad, sino también para la Segunda Venida de Cristo. Es nuestro llamado hacerlo de corazón, en nuestra familia, en nuestra comunidad y en nuestro mundo.
¿Cómo lo hará usted? Quizá su llamado no sea viajar y predicar. Quizá su manera de preparar el camino es dando tiempo o dinero, participando en actividades, meditando y rezando en la Misa diaria, cultivando la fe de sus niños o de los niños de un refugio para desamparados de la zona, cambiando principios generales o desarrollando una relación con alguien que necesita enmendar su corazón.
Meditaciones para el Adviento
El segundo domingo
¿Se unirían a Juan Bautista para recorrer el país hablando sobre el arrepentimiento? Es
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Esfuércese para que la preparación del camino del Señor sea tangible para todos los miembros de su familia. Arme un Nacimiento, o pesebre, en un lugar destacado de la casa. Cada día, durante la cena o la meditación de la corona de Adviento, conversen sobre las maneras en que cada uno hizo la obra de Dios en el mundo ese día. Estas podrían ser acciones
excelentes dirigidas a la comunidad, o pequeños gestos de bondad excepcional o, incluso, actos de oración interior. Por cada manera en que se hayan preparado para la venida de Cristo, pida a los niños que agreguen un trozo de paja al
pesebre. De este modo, crearán una cama mullida para la llegada del Niño Jesús así como la profunda fe que trae el ministerio de Jesús al mundo.
ENFOQUE FAMILIARUn pesebre revestido de amor
Enlace con el CATECISMO
El enfoque central del tiempo es la venida del Señor. La palabra Adviento proviene del latín adventus, que signifi ca “venida” o “llegada.” El Catecismo de la Iglesia Católica enfatiza este signifi cado de manera doble: “Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fi eles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida” (524).
Vida DIARIA “La espera es un período de aprendizaje.
Cuanto más esperamos, más sabemos de Él, del que estamos esperando”.
— Henri Nouwen
San PabloLa segunda lectura de este fi n
de semana es de Filipenses y fue escrita para los cristianos de la ciudad de Filipos por San Pablo mientras estaba en prisión por predicar el Evangelio.
Si usted no sabe mucho sobre San Pablo, es una persona que, con toda seguridad, querrá conocer. Comenzó persiguiendo a los cristianos y era experto en ello. Pero, con su famosa conversión (quedó ciego mientras se dirigía a Damasco), se volvió uno de los defensores más fervientes del cristianismo.
San Pablo era un escritor talentoso y, mientras viajaba por la región o estaba en prisión, escribió mensaje tras mensaje a las Iglesias primitivas para alentar e inspirar a los cristianos. Sus cartas conforman una gran parte del Nuevo Testamento y nos sirven hoy de inspiración no solo por sus palabras, sino también por su propia capacidad de arrepentimiento y de convertirse en una de las radiantes luces de Dios en el mundo.
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¿Qué debo dejar ir o abandonar este tiempo de Adviento?
PARA LA REFLEXIÓN:
ESPERAR, OBSERVAR y admirar
Observe a su alrededor cada día las señales de Jesús. Observe a alguien que le sostiene la puerta a la persona que viene detrás, palea la nieve del camino del vecino o ayuda a cargar algo pesado. Aproveche las oportunidades de saludar a alguien que se ve solo, de animar a un niño que llora o de ordenar algo que usted no desordenó. Ofrezca estos momentos a Jesús en oración silenciosa. Observe la primera estrella en un atardecer y luego lea en la Biblia el relato de la estrella que anunció el nacimiento de Jesús, en Lucas 2, 1-20.
INSPIRACIÓNPAR A EL TIEMPO
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¿Qué debemos hacer?Lucas 3, 7-18
Dios, te doy gracias por todas tus bendiciones, en especial por las personas en
mi vida.Por favor, ayúdame a seguir el camino del
Adviento y a mantener el corazón centrado en Cristo para todo lo que
digo y hago mientras me preparo para su sagrado nacimiento en Navidad.
Amén.
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Había grandes expectativas por la venida del Mesías; de hecho, muchos le preguntaban a Juan Bautista si él era el Mesías. Pero, como él les explicaba a las multitudes que se reunían, su agua no se comparaba con el fuego del Espíritu Santo que vendría.
Sin embargo, Juan les hizo una advertencia: “todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego” (v. 9). Esto provocó que los preocupados oyentes le preguntaran: “¿Qué debemos hacer?”.
Aunque las instrucciones de Juan eran específi cas, el signifi cado es pertinente hoy: compartir con el que no tiene nada; tomar solo la porción justa; estar satisfecho, ser justo y honesto. Debemos prepararnos para el Señor creando “buenos frutos” de todo lo que Él nos ha dado.
• ¿Refl ejo las enseñanzas de Jesús en mis interacciones con mis niños, mis familiares, mis amigos y mis vecinos?
• ¿Vivo con la integridad de un seguidor de Cristo?
• ¿Estoy preparando mi corazón para el nacimiento de Jesús?
En su oración de Adviento, pregúntese: “¿Qué debo hacer?”. Si actúa con la intención de prepararse para el Mesías, los frutos que podría dar son infi nitos. ¡Con Dios, nada es imposible!
Meditaciones para el Adviento
El tercer domingo
Había grandes expectativas por la venida del Mesías; de hecho, muchos le preguntaban a
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Con sus niños, haga etiquetas de regalo usando tarjetas de Navidad viejas. Recorte la contratapa de las tarjetas y haga un agujero en una esquina. (Si las tarjetas son grandes, puede recortar varias más pequeñas). ¡Ate un trozo de
cinta o estambre por el agujero y habrá improvisado una etiqueta de regalo! Coloque seis etiquetas en una bolsita de plástico para dárselas a miembros de su comunidad y que las usen en la parroquia local o en una colecta de juguetes.
ENFOQUE FAMILIAR
Reciclar tarjetas de Navidad
Enlace con el CATECISMO“Se alegre el corazón de los
que buscan a Dios” (Sal 105, 3). Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha…
— Catecismo de la Iglesia Católica, 30
¿Cómo podría vivir más gozosamente estos tiempos de Adviento y de Navidad?
PARA LA REFLEXIÓN:
Vida DIARIA “Es Navidad cada vez que permitimos que
Dios ame a los demás por medio de nosotros”.— Madre Teresa de Calcuta
Domingo de GaudeteEste domingo, el Tercer Domingo
de Adviento, se conoce como Domingo de Gaudete o Domingo de Regocijo. ¿Cuál es su importancia? Es un recordatorio de que nuestra preparación, aunque exige arrepentimiento y empeño para dar frutos, es un esfuerzo que brinda felicidad. ¡Nuestro Señor viene!
El Primer Domingo de Adviento, se nos alienta a vivir de modo que las preocupaciones de este mundo no nos agobien o “vuelvan interiormente torpes”. La primera lectura de hoy, de Sofonías, es un recordatorio para celebrar. ¡Dios otorga bondad y salvación! Con la vela rosada que encendemos esta semana durante la meditación para el Adviento, vemos que la hora se acerca. La luz está volviendo al mundo. ¡Cuánta alegría podemos disfrutar mientras enderezamos los caminos! Podemos llenarnos de gozo sabiendo que, cuando el Mesías venga, celebraremos con Él.
PARA conversar:
Mientras están creando esta manualidad, pregunte a los niños: “¿Por qué celebramos el nacimiento de Jesús cada
Navidad? ¿Por qué creen que esta es una
‘Buena Nueva’?”.
SÍMBOLOS del tiempo
El Adviento es rico en símbolos sagrados. Las Sagradas Escrituras están llenas de imágenes de luz y oscuridad, cacofonía y silencio, espera y cumplimiento. El color de este tiempo es el morado oscuro, que refl eja la naturaleza penitencial y refl exiva del tiempo. Esté atento a estos símbolos:• Luz de velas: Cristo es la luz del mundo• Hojas perennes: En Jesús, recibimos el don de la
vida eterna• Agua: Recordamos nuestro bautismo y nacemos
de nuevo en Jesús• Cántico: Esperamos el nacimiento del niño en
el pesebre• Ángeles: Son testigos de la Buena Nueva• Estrella: Una señal cósmica de que el Rey de
Reyes ha nacido
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“Proclama mi alma la grandeza del Señor”Lucas 1, 39-55
Cuando María visitó a Isabel, esta exclamó: “¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!” (v. 45). Dichosa fue María por su esperanza y su fe. ¡Dichosos somos nosotros de tener esta misma esperanza y fe en el cumplimiento de la promesa de Dios a sus seguidores!
La manera en que la fe de María se cumplió fue asombrosa. No fue exactamente el nacimiento que uno esperaría para el Rey de Reyes. En cambio, fue todo lo contrario. Como indica el Catecismo de la Iglesia Católica, “En esta pobreza se manifi esta la gloria del cielo” (525, cf. Lucas 2, 8-20).
Esto lo hace pensar, ¿verdad? Quizá su fe se debilite cuando las cosas no parecen desarrollarse de acuerdo con lo planeado. La situación del nacimiento del Señor, ciertamente, no coincidiría con las esperanzas de la mayoría de los padres. Pero Dios tiene un plan y Él nunca fracasa. ¡Y cuánta alegría brinda! Aun en la oscuridad del invierno o en la oscuridad de un invierno espiritual, podemos encontrar gozo en el cumplimiento de nuestra esperanza y fe. Nuestra alma puede proclamar la grandeza del Señor: ¡Él viene!
¡Señor Dios, te damos gracias por la esperanza y el gozo
que nos brindas! “Hoy la Virgen da a luz
al Transcendente.Y la tierra ofrece una cueva al Inaccesible.
Los Magos caminan con la estrella:
Porque ha nacido por nosotros,
Niño pequeñitoEl Dios de antes
de los siglos”.— San Romano Melodo,
Kontakion, (CIC, 525)
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Meditaciones para el Adviento
El cuarto domingo
“Proclama mi alma la grandeza del Señor” Oraciónde
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Esta semana, además de encender la cuarta vela de la corona de Adviento, encienda una vela para María para celebrar su constante fe y esperanza durante la oscuridad. Incluso puede decorarla. Elija una base blanca y colóquela en un candelero de vidrio. Si tiene tiempo, recorte y pegue una imagen de María por fuera del vidrio. (Puede hallar una imagen de María para imprimir en osvparish.com/ResourceLibrary/LiturgicalYear/Advent.aspx). ¡Los niños pueden agregar cuentas, fi guras autoadhesivas y otras decoraciones para que la vela transmita tanta felicidad como sintieron Isabel y María cuando se encontraron! Tradicionalmente, se asocian las rosas con María. La estrella sobre el pesebre es un símbolo del nacimiento de Jesús en ese lugar. Y la túnica de María suele ser azul. Ayude a sus niños a rezar juntos el Ave María mientras decoran.
ENFOQUE FAMILIARCelebrar la esperanza de María
Enlace con el CATECISMOEl Adviento nos enseña que la espera gozosa se desarrolla en el presente, minuto a
minuto. Nuestra oración litúrgica nos enseña que el Espíritu de Cristo se nos ofrece en todas las épocas. Sin embargo, el encuentro solo puede suceder en el presente: “lo encontramos en el presente, ni ayer ni mañana, sino hoy”.
— Catecismo de la Iglesia Católica, 2659
Vida DIARIA “Cuanto más se ama a Dios, más razón hay para tener
esperanza en Él. Esta esperanza provoca en los santos una paz indescriptible, que conservan aun en la adversidad, porque aman a Dios y saben qué precioso es para quienes lo aman; ellos depositan toda su confi anza y encuentran todo su reposo en Él solamente”.
— San Alfonso Ligorio, Doctor de la Iglesia
San JoséSi alguien confi aba en el
sentimiento de que las cosas resultarían bien, ese era San José. Tomó a María poniendo en riesgo su reputación y aceptando una responsabilidad que, al principio, no comprendía. Pero tenía esperanza y fe, y siguió adelante para servir como padre y protector del Salvador.
Se requirió la confi anza de San José otra vez cuando Jesús era un bebé. Se le apareció un ángel en un sueño y le dijo que llevara a María y a Jesús a Egipto para escapar del rey Herodes, que quería matar al rey recién nacido (ver Mateo 2, 13-18). José no buscó a sus amigos de Jerusalén para verifi carlo ni buscó en Google los lugares para vivir en Egipto. Huyó con fe, con la creencia de que su deseo —de seguridad para su familia— se cumpliría.
Como San José, nosotros podemos proceder con la serena confi anza que él tan bien exhibió en su extraordinaria labor.
Shutterstock, foto de archivo de OSV/Jim Olvera
¿Qué nos enseña el tiempo de Adviento sobre la confi anza en Dios?
PARA LA REFLEXIÓN:
PARA conversar:¿Cómo puede María
ayudar a nuestra familia a encontrar la fe y la
esperanza?
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