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ME OBLIGARON A
Proyecto Final para optar al título de Maestro en Arte con énfasis en
Medios Electrónicos y Artes del Tiempo
Bogotá
Facultad de Arte y Humanidades
Universidad de los Andes
2015
ME OBLIGARON A
Proyecto Final para optar al título de Maestro en Arte con énfasis en
Medios Electrónicos y Artes del Tiempo
July Fajardo Castro
ASESORES:
Rodrigo Facundo
Carmen Gil Vrolijck
Bogotá
Facultad de Arte y Humanidades
Universidad de los Andes
2015
Muchas filosofías, religiones y literaturas han fomentado
la sumisión ciega al poder externo como el mayor de los bienes,
condenando la maldad relacionada con la desobediencia. Esto
puede explicar en parte por qué muchas personas piensan hoy en día
que la culpa que llevan emparejada ciertos actos inicuos disminuye
si se hacen cumpliendo órdenes de algún otro.
Schatzman - El asesinato del alma
INTRODUCCIÓN
A lo largo de nuestra vida en la construcción de nuestra imagen buscamos una
posición que pueda encajar en el supuesto de lo socialmente aceptado, esa misma imagen
termina siendo una máscara que nos obliga a pensar que tenemos libertades que nos
otorgan un poder absoluto.
Toda esta sed de poder no es más que una estrategia para mantener el orden y
status quo en una sociedad y el conjunto de éstas estrategias ha logrado que diversos
grupos de personas se conviertan en adeptos con el fin de seguir un ideal.
“…Controle las opciones: haga que otros jueguen con las
cartas que usted reparte. El mejor engaño es aquel que
aparenta ofrecer opciones al otro: sus víctimas sienten que
controlan la situación. Pero en realidad no son sino títeres en
sus hábiles manos. Oblíguelos a optar entre el menor de dos
males y logre que cualquiera de las dos elecciones resulte a
favor de usted. Haga que cualquier alternativa por la que se
decidan sus rivales, los perjudique a ellos y lo beneficie a
usted.”
Ley número 31 de “las 48 leyes del poder”
Robert Greene1
1 Greene Robert. Fragmento Las 48 leyes del poder. 1998.
Cuando empecé el planteamiento de lo que sería mi proyecto de grado, me
obsesioné con la idea de cómo las personas pueden directa o indirectamente ejercer poder
sobre los otros y de cómo yo sentía que en mis 20 años no había sido poseedora de ese
privilegio. Mientras repasaba las muchas situaciones olvidadas en las que indudablemente
sí había sido manipuladora de éste, me di cuenta de que mi espectro de poder no era más
que un disfraz de sumisión.
Fue por éste disfraz que identifiqué que algunas personas al igual que yo estamos
en una constante búsqueda por conseguir reconocimiento y posición frente a nuestros
semejantes actuando, fingiendo o demostrando que nosotros tenemos el poder. Podría
decirse que nos encanta tener control y autoridad sobre los demás, buscamos herramientas
que disimulen o escondan esos aires de superioridad y jugamos entre la ficción y la realidad
a la hora de ordenar u obligar a alguien a hacer algo. Dentro de ese interés por esconder la
realidad bajo la ficción encontramos nociones de poder reales detrás de reglas y
condiciones ficticias.
A UD A QUÉ LO HAN OBLIGADO
A través de una sencilla pregunta – ¿A Ud. a qué lo han obligado? - he notado que
algunas veces el acceder a la obligación es un modelo de decisión para no tener que
escoger por voluntad propia, algo que (desde mi experiencia, considero una decisión en si
misma masoquista). Es decir, prefiero que alguien imponga una situación en mi vida y de
ese modo me ayude a facilitar la toma de decisiones en cambio de gastar tiempo pensando
en otra opción; es sorprendente ver como ese patrón no sólo es familiar para mí, sino que
también ha hecho parte del comportamiento de muchas personas.
“Entre cada punto del cuerpo social, entre un hombre y una mujer, en una familia,
entre un maestro y su alumno, entre el que sabe y el que no sabe, pasan relaciones de
poder que no son la proyección pura y simple del gran poder del soberano sobre los
individuos; son más bien el suelo movedizo y concreto sobre el que ese poder se
incardina, las condiciones de posibilidad de su funcionamiento.”
Michel Foucault2
2 La Crisis de la Representación en la Era Postmoderna. El caso de Jean Baudrillard. Xavier Puig Peñalosa. Quito, Ecuador. 2000, pág 102. Capítulo 2 Olvidar a Foucault. 1 Poder y Verdad.
INVESTIGACIÓN
En el proceso de recolección de material encontré diferencias en las obligaciones
de cada persona desde su edad, su raza, su ideología política, religiosa, cultural o social. A
través de la pregunta - ¿A Ud. a que lo han obligado? - indago el porque del miedo, el no
poder decir que no, las posibilidades que tuvieron o no al momento de cumplir con la
obligación y las condiciones de su decisión, lo que no pretendo encontrar o entender son
las consecuencias por haber acatado la orden, por no haber decidido, por cumplir con la
obligación.
Mi interés por el concepto de autoridad y poder se basa entonces en la idea de que
todos estamos empoderados de cierta forma. El poder es jerárquico pero la vida contempla
la posibilidad de democratización de la autoridad dando similares posibilidades para actuar,
posibilidades que se pierden cuando somos obligados a actuar, bien sea por una orden de
nuestros padres, profesores, jefes, dioses o incluso por nosotros mismos.
Lo que está en discusión en la transformación revolucionaria del
mundo no es de quién es el poder sino la existencia misma del poder. Lo
que está en discusión no es quién ejerce el poder sino cómo crear un
mundo basado en el mutuo reconocimiento de la dignidad humana, en la
construcción de relaciones sociales que no sean relaciones de poder.
John Holloway3
3 Holloway, Jhon. Cómo cambiar el mundo sin tomar el poder.
REFERENTES
PERFORMANCE Y OBLIGACIÓN
El Arte como encargo ha estado presente principalmente dentro del contexto del
mecenazgo desarrollado desde la época del renacentismo en el siglo XV. El artista vivía
bajo las comodidades de duques, reyes o clerecía si a cambio cumplía su cuota de
representación de motivos e imágenes mandadas a hacer, la libertad de mensaje o
concepto del artista era prácticamente nula y el arte
cobraba un sentido político o social dependiendo del
pensamiento del mecenas. Está práctica cambio a lo
largo de los años pero solo de nombre más no dejo de
existir. Actualmente el artista es obligado a decir lo que
le interesa a unos cuantos incluso cuando pretende decir algo propio, esto sigue siendo una
representación de los ideales de otros.
El arte contemporáneo impulsado por las grandes industrias a través de la
publicidad, es esclavo de ese mecenazgo indirecto. Vemos artistas como Marina Abramovic
quien en su más reciente proceso de popularización decidió ser parte de la industria
capitalista a la que tanto criticaba, el discurso se pierde en la carrera por obtener
reconocimiento y las disciplinas como el diseño, la moda o la publicidad lideran el mensaje.
La obligación en el arte nace como intento análogo de lograr interacción con el
público, antes de que el performance fuese denominado como arte de acción las obras de
teatro o el circo de calle persuadían a su público pidiendo voluntarios para realizar sus
acciones, el performance al ser un arte de museo es intocable y esa interacción en principio
es nula.
Fue por eso que los arriesgados y vanguardistas artistas performers decidieron
involucrar a su público en sus performances obligándolos indirectamente a ser parte de sus
acciones corporales. Marina y Ulay en el año 1970 obligan a su espectador con su obra
imporderabilia a atravesar en medio de dos cuerpos desnudos para llegar a la siguiente
habitación. A su vez el artista plástico Ives Klant decidió traspasar el espectro de
bidimensionalidad con cuerpos humanos usados como pinceles tridimensionales en su obra
antropometría.
De por si el performance obliga al espectador a responder, a actuar a involucrarse de alguna
manera, el sentimiento de interferir te obliga a intentar quitarle un diamante real de la boca
a María José Arjona como hizo el público asistente a su obra Vires pero también te obliga
a no interferir cuando vez que un estudiante se está asfixiando con una bolsa plástica como
en aquella trágica ocasión en la Universidad del Bosque.
El arte te obliga a ver y a apreciar de modos prágmaticos y disciplinados lo que se
supone que deberías ver desde el punto de vista que quieras, hay teorías y estudios que
aseguran el modo correcto de apreciar una obra de arte, el comportamiento en un museo
o la estigmatizacion de cierto artista según su contexto. El arte ya no es libre, está lleno de
significados, de referencias, de juegos de status entre la eterna trinidad, el artisa, la obra y
el espectador; ahora el arte está lleno de obligaciones, obligaciones que han sido
permeadas a este mundo ficticio por culpa del mundo real al cual pertenecemos todos los
días.
INHALA, EXHALA, EXPLOTA
Es interesante para mí trabajar con un objeto que simultáneamente puede tener dos
connotaciones tan opuestas. La bomba nos recuerda las fiestas de cumpleaños, los
corazones con mensajes de amor, la herramienta de Foley en el cine, las celebraciones y
ferias, el payaso que te hace figuras mientras habla con un pito entre sus dientes, el festival
de Cantoya en México, el festival del farol en China, las comparsas barranquilleras o el
desfile de acción de gracias de Macy’s, los rituales japoneses, los juegos infantiles y su
más reciente uso como elemento interactivo en una buena cantidad de obras de Arte
contemporáneo.
Por otro lado el uso del globo puede ser tomado como arma inminente, elemento de
guerra, globos de aire caliente usados como transporte de explosivos aéreos para ataques
en Japón, reconocimiento y vigilancia en estrategias militares, controladores de guerra en
Francia a mediados de 1700, dirigibles metálicos, globos inflamables chinos entre otros.
Igualmente las bombas y explosiones en el arte son un cliché que se puede analizar
desde la pintura hasta el Arte de Acción.
Desde las excéntricas bombas de Yayoi Kusama (cuya estética es copeada unos
años después por Louis Vuitton), hasta las explosiones de color patrocinadas por Jackson
Pollock en su estudio a mediados de los 70´s. Cada vez son más comunes las instalaciones
interactivas donde el espectador debe abrirse paso entre un sinfín de bombas de diferentes
formas infladas, todas siempre en masa y con motivos que suponen criticar algún aspecto
de la sociedad en la que vivimos, casi como si fuese una obra de Warhol donde la serie y
la exagerada repetición es lo que fundamenta la instalación.
Bombas como objeto tridimensional interesante para mappear como en el caso del
grupo de White Void con su exposición Atom o como instalación familiar para acercar a un
público alejado de los conceptos del arte contemporáneo a interactuar en una pieza urbana
como las que se ven comúnmente en las noches de blanco en nuestra ciudad.
Todas estas bombas estáticas juegan con el espacio construyendo un nuevo
ambiente interactivo pero que pasa cuando ese lugar es además interrumpido por una
explosión, explosiones en el arte también ha habido muchas.
La idea de la explosión puede ser tomada desde un punto de vista culminante, la
expresión plástica de una explosión es el final de una acumulación, el final de un concepto
en sí mismo. Cornelia Parker en su obra Cold Dark Matter: An Exploded View recoge fragmentos
de una explosión de una cabaña y con estos forma una composición suspendida en el aire
que inmortalizan ese instante de dispersión de partículas ocurridas tras una explosión.
Fabián Burgy y su serie de instalaciones violentas es otro punto de vista explosivo pero a
partir de instante decisivos congelados que juegan con el espacio creando narrativas
alternas en el mismo.
Es está variedad de connotaciones lo que me llevó a escoger la bomba por encima
de las otras 15 clichesudas escenas que desarrollé en este período de creación, es
fundamental saber que July desmembrando una cebolla por capas, o quitándose la ropa, o
destruyendo a punta de martillazos cuanto objeto se encontrará en frente, o prendiendo
fósforos al mejor estilo de Yoko Ono o hasta el ridículo acto de ser mujer estatua y moverme
solo cuando alguien ponía una moneda en la alcancía no era suficiente ni concreto como
mi escogida explosión. Incluso mi favorito a mí no me han obligado a “nada” no era tan
fuerte como la compilación de la gente a la que han obligado a “todo”
¿Y A Mí A QUE ME HAN OBLIGADO?
No me parece justo hablar de terceras personas sin hablar de mí, por lo que me
gustaría compartir dos pequeñas anécdotas en las que me han obligado a hacer algo.
Esta historia se llama De July a Julo a Julia.
Ocurrió cuando tenía 13 años de edad, a causa de mi mal comportamiento en el colegio,
por sugerencia de las directivas de mi colegio me cortaron el cabello hasta la nuca, ellas
aseguraban que yo sería una niña excelente si no fuera porque gastaba mucho tiempo
arreglando mi cabello.
La segunda anécdota se llama: Le dejé las maletas donde mi suegra.
Ocurrió varias veces durante mi infancia, la empresa de mi papá me llevaba en vacaciones
a diferentes lugares recreativos durante una semana, al llegar en la tarde de vuelta a la
oficina mi padre me obligaba a saludar y a compartir tiempo con su amante, luego antes de
llegar a casa me prohibía que le contará a mi mamá sobre lo ocurrido para evitar una
discusión.
Aunque las dos son historias muy inocentes, reflejan problemas que pueden ser
llamados por algunos como “de primer mundo”, en el momento en el que sucedieron fueron
importantes y trascendentales para mí, y aunque las consecuencias de estos no son
mencionadas aquí, debo asegurar que éstas fueron fundamentales en el desarrollo de mi
personalidad, e incluso son parte de las motivaciones que me han llevado a escoger el arte
como profesión.
¿Y YO A QUE HE OBLIGADO A LOS DEMÁS?
Al principio del texto mencioné que una de mis preocupaciones al realizar este
proyecto, era mi queja por no haber sido poseedora del poder y mi posterior aceptación de
lo contrario; ésta anécdota da fe de éste punto claramente.
Voy a titular esta historia: La niña de los caracoles.
Recuerdo con mucha gracia está inocente experiencia en la que le hice matoneo a
una niña de mi salón cuando tenía tan solo 6 años. Mi colegio, aunque privado, tenía un
orfanato en sus instalaciones, cuando entré a estudiar nunca nos dejaban entrar al orfanato,
así que no conocíamos a las niñas que estaban allí. Al llegar a primero de primaria
cambiaron las reglas y mezclaron el orfanato con las estudiantes “normales”. La idea del
colegio era hacer un plan de madrinas con las niñas más juiciosas de cada curso, para que
le enseñaran a las huérfanas y las acompañaran en su alfabetización. A mí me asignaron
a una chica y al principio cumplí con mi tarea a la perfección. Con el tiempo las otras niñas
del salón se empezaron a burlar de ellas y por ende de mí por ser su amiga; me dejaron
claro que si no estaba de su lado yo iba a ser víctima de sus burlas también. Fue así como
pase de ser estudiante estrella a líder de historias de terror. Mi objetivo era contarles éste
tipo de historias sobre el colegio, para que no pudieran dormir, también les decía que
estaban obligadas a darnos sus onces si no querían ser mordidas por los monstruos – que
claramente éramos nosotras mismas, mientras alguna les tapaba los ojos-; ellas con sus
brazos llenos de mordiscos y lágrimas en los ojos accedían a cualquier petición. Un día
cuando una nos amenazó con contarle a las monjas sobre lo que ocurría, le dijimos que las
monjas ya sabían y que nos habían dicho que si se quejaban les podíamos poner caracoles
en la cara. Fue tanto el pánico que no nos delataron, pero por si acaso cumplimos con
nuestra amenaza y las llenamos de caracoles babosos durante el recreo. Como era de
esperarse nos descubrieron por los gritos y las lágrimas y el castigo no podía ser otro
diferente a la “ley del Talión” ojo por ojo, caracol por caracol.
Definitivamente no es una historia de la que me sienta orgullosa pero siento que ese
período era necesario para aprender una valiosa lección que ninguna clase en el colegio
pudo enseñarme mejor.
ME OBLIGARON A HACER UN PROYECTO DE GRADO
Y así, después de estas pequeñas anécdotas llegamos a la actualidad, donde mis
papás, la universidad y mi terquedad me obligaron a hacer un proyecto de grado.
El proyecto consiste en la recopilación de una serie de testimonios que no atienden
a una población específica. Busque personas de todas las edades, religiones, sexo, países,
ningún encasillamiento hizo parte de la escogencia de los relatos. Mi intención era
preguntarle a todos a qué los habían obligado en la vida.
Empecé a trabajar a partir de patrones que encontré en los testimonios de las personas,
hice un filtro de que era lo que me interesaba, básicamente era que sus historias pudiesen
ser entendidas sin necesidad de decir quién lo obligo y porqué lo hizo o porqué aceptó y de
ese montón de posibilidades. Así llegué a varias conclusiones:
1. Que lo importante para mí no son las obligaciones indirectas, es decir, obligaciones
que tenemos como personas pero que no son necesariamente impuestas por un
tercero. -mi obligación es pagar los servicios, mi obligación es educar a mis hijos.
etc
2. Lo que si me interesa son las obligaciones que no tuvieron una oportunidad de
elección, obligaciones impuestas por terceros, que por X o Y motivo, no permitieron
a los obligados tomar una decisión en ese momento.
3. Que los testimonios que tengo en cuenta, (aunque sea obvio), están en pasado o a
veces en presente, nunca en futuro.
4. El sentimiento común de todas los testimonios sea cual sea su índole es de
nostalgia, De por sí, el hecho de haber sido obligado connota un sentimiento
negativo en las personas, incluso si el resultado de su obligación fue algo positivo.
5. Que tampoco quiero trabajar con las “auto-obligaciones”. Porque éstas igualmente
pueden cambiar en el momento en el que la persona decida no llevarlas a cabo.
6. Que no voy a clasificar los testimonios por la gravedad o simpleza que demuestran,
si fue lo que pensaron al momento de escuchar la pregunta es porque debe ser
importante para ellos, partiendo de eso considero que para mí es igual de
importante la chica que fue obligada a abortar como el chico que fue obligado a ser
tenista.
7. Que tristemente considero que las obligaciones son necesarias. Es difícil este punto
porque yo puedo justificar que obliguen a las personas a tomarse la sopa, gracias a
eso ese día no pasaron hambre; pero cómo justificar lo necesario en historias
atroces, como al que obligan a asesinar a su hermano para poder salvarse?
8. Que me parece muy interesante el patrón de “A mí no me han obligado a nada” en
principio porque no les creo.
9. Que lo que me inspiró de todo esto fue que empecé a encontrar alegorías y
metáforas que desarrollé, pensando en que yo soy ese instrumento que le va a dar
voz a todos y cada uno de esos testimonios.
10. Algunas de las personas a las que les pregunté a qué los habían obligado,
coincidían en que habían acatado la orden por mantener una mascara. Algunas de
esas máscaras los encasillaron por años y en el momento en el que decidieron
dejarlas, se adaptaron a una nueva construcción impuesta por ellos mismos.
“Me obligaron a usar ropa adecuada para una niña” – Chica de 21 años que se viste
como un hombre.
“Me obligaron a no llorar en público” – Hombre de 65 años, retirado de la policía.
“Me obligaron a tener medidas perfectas” – Modelo retirada de 35 años.
11. Que cada una de las obligaciones es como una gota que llena la copa hasta que
se riega, en mi caso, mi bomba se llena de bocanadas de aire con cada obligación
hasta que explota.
12. Que el espectador decidirá si quiere o no quiere ser obligado a ser parte de la
pieza. La inmersión del mismo dependerá si se siente cómodo de ser o no ser una
marioneta más.
EL RESULTADO
Un universo, un planeta, un mundo, un país, una ciudad, una universidad, una facultad, un
departamento, un salón, un espacio, una esquina, un piso, un techo, unas paredes, un
video beam, una conexión, una extensión, un computador, un adaptador, una pieza
audiovisual, un reproductor de vídeo, un botón, una cámara, una cámara lenta, un vídeo,
unos 8 minutos, un loop, una instalación, una bomba, una bomba negra, unas bombas,
una voz, una voz en off, una historia, unas doscientas historias, un poco de aire, un
respiro, y suspiro, una inhalación, una exhalación, un performance, un pedazo de látex,
una cicatriz en el pómulo, un ruido ensordecedor, una casa tía, un lugar empolvado, unos
parches en la pared, una alegoría, una metáfora, unas cuantas marionetas, unos
problemas, una que otra solución…
una explosión.
ANEXOS
A ellos los obligaron a:
1. Me obligaron a tener sexo a la fuerza.
2. Me obligaron a masturbarme durante muchos años.
3. Me obligaron a casarme con un hombre que tiene 52 años más que yo.
4. Me obligaban a ir a los ensayos de la Orquesta.
5. Me obligaban a comer carne a pesar de que era vegetariana.
6. Me obligaron a casarme con 13 años y tuve un hijo a los 15”
7. Me obligaron a la ablación.
8. Me obligaron a dar datos falsos para no morir.
9. Me obligaron a firmar un escrito en el que me despojaban de mis tierras.
10. Me obligaron en la última semana antes de echarme a escribir lo que ellos querían
que escribiera.
11. Me obligaron a robar
12. Me obligaron a jugar en un equipo que yo no quería,
13. Me obligaron a hacer la primera comunión y la confirmación.
14. Me obligaron a los 12 años a irme con mi tío a las FARC
15. Me obligaron a votar
16. Facebook me obliga a aceptar sus políticas de privacidad
17. Me obligaron a declararme culpable de asesinato y violación.
18. Me obligaron a ponerme el velo.
19. Me obligaron a declararme culpable por el asesinato de mi novia.
20. Me obligaron a inhalar amoniaco.
21. Me obligaron a rasurarme para mi próximo papel
22. Me obligaron a tener relaciones con un enano”
23. Me obligaron a hackear la wifi del aeropuerto.
24. Me obligaron a desnudarme y latigarme a mí misma.
25. Me obligaron a desnudarme para demostrar que no era un hombre.
26. Me obligan a usar pañal a mis 17 años porque aún me hago pipí en la cama.
27. Me obligaban desde los 9 años ha desvestirme para demostrar que aún era virgen.
28. Me obligaron a abortar cuando tenía 19 años.
29. Me obligaron a unirme a las FARC cuando tenía 7 años
30. Me obligaron a matar a mi mejor amiga porque quedó embarazada
31. Me obligaban a usar ropa de niña desde el día en que me descubrieron probándome
unos tacones
32. Me obligaron a permitir que abusarán de mi hija de 17 meses.
33. Me obligaron a hacer un desnudo en mi trabajo.
34. Me obligaron a abortar y aunque lo sacaron vivo me lo asesinaron”
35. Me obligaron a tener sexo con muchos hombres en una supuesta entrevista de
trabajo
36. Me obligaron a comer y después a reposar una hora para evitar que vomitara
37. Me obligaron a bailar mientras me amenazaban con un cuchillo.
38. Me obligaban a cortarme el cabello todos los meses”
39. Me obligaron a violar a una de las turistas Francesas. Luego las asesinaron”.
40. Me obligaron a cubrirme con una ridícula capa mientras lactaba.
41. me obligaron a jugar baloncesto
42. me obligaron a entrar en el ejercito
43. “Me obligaron a salir.
44. me obligaron a prostituirme.
45. Me obligaron a estudiar en un colegio femenino, vestirme como niña y fingir voz
aguda para que no noten que soy un niño
46. me obligaron a estudiar Administración para seguir con el negocio de la familia, a
pesar de que yo quería ser músico.
47. “Me obligaron a renunciar “porque deben tener a alguien más dócil”.
48. “Me obligaron a poner más sexo en mi video
49. “Me obligaron a llevar un collar de explosivos
50. me obligaron a ser corrupto
51. “Me obligaron a someterme a la prueba del polígono en mi empresa.
52. me obligaron a violarla y lo hice porque tenía mucho miedo,
53. “me obligaron a asesinar a 33 personas
54. "Me obligaron a tener un romance en el reality"
55. “Me obligaron a ser una niña, tuve una operación de cambio de sexo a los 22 meses
de nacido”.
56. “Me obligaron a mentir a cambio de salvar mi vida, tuve que decir que fue un
accidente cuando en realidad fue un atentado”
57. me obligaron a abandonar la escuela cuando dejé de comer
58. me obligaron a casarme por dejar embarazada a mi novia.
59. “Me obligaron a ir al funeral de mi mamá.
60. me obligaron a dejar a mi novio por mi problema de ludopatía.
61. “Me obligaron a pagar 300 euros al mes por dejarme vivir.
62. “Me obligaron contar en público que orinaba sentado.
63. me obligo a subir al ring a pesar de mi lesión en el hombro.
64. me obligaron a tener sexo con 1800 hombres desde los 11 hasta los 17 años para
poder solventar una iglesia satánica
65. "Me obligaron a jugar tenis.
66. Me obligaron a ser la hermana de mi propio hijo.
67. Me obligaron a ser la enfermera de mi suegro, mis tareas iban desde bañarlo y darle
de comer hasta masturbarlo".
68. Me obligaron a estar encerrada durante 6 años en un basurero por terminar con mi
novio”.
69. Me obligaron a permanecer de pie por largos períodos de tiempo.
70. Me obligaron a masturbarme delante de todos sobre una foto de calendario.
71. Me obligaron a hacer la fila en los supermercados mientras "iban a buscar una cosita
que se les olvido", dos personas antes de empezar a pasar los productos.
72. Me obligaban a llamar los domicilios (lo odiaba, alabado sea el internet)
73. Me obligan a limpiar mi cuarto
74. A mi nadie me obliga a nada
75. Me obligaron a tener a santos como presidente
76. Me obligaron a dar la silla a alguien mayor.
77. Me obligaron a meterme con un hombre solo por su dinero.
78. Me obligan a comer verduras.
79. Me Obligaron A Votar Por Uribe
80. Me obligaron a ir al gym en vacaciones
81. Me obligaron a tomarme las 4K's. A verme una maratón del señor de los anillos y
avenida Brasil.
82. Me obligaron a comerme las sobras de los demás.
83. Me obligaron a cortarme mi melena del medioevo.
84. Me obligaron a asistir a los miércoles de ceniza.
85. Me obligaron a tener buenos modales
86. Me obligaron a tomar gasolina
87. Me obligaron a golpear a mis hijos
88. Me obligaron a limpiar los graffitis de la calle
89. Me obligaron a comer del piso
90. Me obligaron a meter mis manos en aceite caliente.
91. Me obligaron a regalar mi ropa a los pobres
92. Me obligaron a caminar sobre piedras puntudas
93. Me obligaron a firmar papeles ilegales
94. Me obligaron a esconder mi dinero para que no me mataran.
95. Me obligaron a nadar más de 10 km en mar abierto.
96. Me obligaron a romper mis imágenes del Divino niño.
97. Me obligaron a vivir un mes igual que las personas de esa comunidad indígena.
98. Me obligaron comer mierda.
99. Me obligaron a introducir una vara por mi vagina.
100. Me obligaron a quemar las fotos de mi familia.
101. Me obligaron a dormir en una habitación sin ventanas en noches lluviosas.
102. Me obligaron a ocultar a la novia de mi hermano a quien buscaban por
asesinato.
103. Me obligaban a cargar todos los días baldes llenos de agua durante 5 horas.
104. Me obligaban a persignarme al entrar a una iglesia.
105. Me obligaban a terminar mis relaciones si veían que era feliz.
106. Me obligaban a comer cosas frías.
107. Me obligaban a consumir alcohol.
108. Me obligaron a regalarle el grado a una estudiante.
109. Me obligaban a comulgar.
110. Me obligaban a decir mentiras.
111. Me obligaron a ser mula, 100 pepas de heroína.
112. Me obligaron a viajar con mi padrastro.
113. Me obligaron a comer ahuyama.
114. Me obligaron a estudiar.
115. Me obligaron a devolver algo que me robe.
116. Me obligaron a falsificar mis documentos de identidad.
117. Me obligaron a ir al odontólogo.
118. Me obligaron a planificar.
119. Me obligaban a lavarme las manos al salir del baño.
120. Me obligaban a doblar las bolsas plásticas y clasificarlas por colores.
121. Me obligaban a ordeñar vacas.
122. Me obligaron a trabajar 12 horas diarias aunque solo me pagaban 8.
123. Me obligaban a ver el noticiero todos los días.
124. Me obligo a suplicarle de rodillas por la vida de mi hijo.
125. Me obligaban a hacer las tareas.
126. Me obligaban a usar un tanque de oxígeno.
127. Me obligaban a leer la biblia.
128. Me obligaban a cambiarle los pañales a mi hermano menor.
129. Me obligaron a sustituir a una mujer.
130. Me obligaron a rechazar un premio millonario.
131. Me obligaron a no denunciar un ataque terrorista.
132. Me obligaron a meterme al mar.
133. Me obligaron a cantar en el karaoke.
134. Me obligaron a enterrar vivo a mi padre.
135. Me obligaban a llevar a mi hermana al colegio.
136. Me obligaban a tinturarme el cabello.
137. Me obligaron a orinar en la calle.
138. Me obligaron a calvearme.
139. Me obligaron a tatuarme
140. Me obligaron a depilarme las axilas
141. Me obligaron a tener una mascota.
142. Me obligaban a decir siempre la verdad.
143. Me obligaban a persignarme al pasar por un cementerio.
144. Me obligaron a subirme a una montaña rusa.
145. Me obligaron a drogarme.
146. Me obligaban a tomar agua no potable.
147. Me obligaron a creer.
148. Me obligaron a fingir que estaba embarazada.
149. Me obligaron a apuñalear a una señora.
150. Me obligaron a asustar a un niño pequeño.
151. Me obligaron a vender mis propiedades.
152. Me obligaron a estafar.
153. Me obligaron a espiar a mi jefe.
154. Me obligaron a callar.
155. Me obligaron a vender a mi hijo.
156. Me obligaban a cortarme los brazos.
157. Me obligaron a vender un riñón.
158. Me obligaban a maquillarme.
159. Me obligaban a tocar la cera caliente y quemarme.
160. Me obligaban a compartir mis juguetes.
161. Me obligaron a exponer.
162. Me obligaron a saltar de un bungee jumping.
163. Me obligaron a dormir en la calle.
164. Me obligaron a quitarme un dedo.
165. Me obligaron a que me lean el tarot.
166. Me obligaron a usar un condón
167. Me obligaban a usar corbata.
168. Me obligaron a darle leche materna a mi bebé.
169. Me obligaron a hacerme una cirugía.
170. Me obligaron a comer.
171. Me obligaron a hacer brujería.
172. Me obligaban a no prestar mis colores.
173. Me obligaron a tomar cursos de defensa personal.
174. Me obligaron a madurar biche
175. Me obligaron a sacarle los piojos a los niños pobres.
176. Me obligaban a reposar el almuerzo para meterme a la piscina.
177. Me obligaban a jugar con mis primos.
178. Me obligaron a vivir sin Padre.
179. Me obligaron a estudiar en un Internado.
180. Me obligaron a comer de todo cuando era niño y me volví obeso
181. Me obligaron a trabajar de pequeño y no pude estudiar.
182. Me obligaron a manejar un bus de pasajeros.
183. Me obligaron a ser monja.
184. Me obligaron a comer fritanga.
185. Me obligaban a acostarme temprano.
186. Me obligaban a ver sábados Felices.
187. Me obligaban a madrugar.
188. Me obligaron a cambiarme el nombre.
189. Me obligaron a comer ají.
190. Me obligaron a lavar la loza.
191. Me obligaron a tener braquetes.
192. Me obligaron a vender dulces.
193. Me obligaban a hacer dieta.
194. Me obligaban a
195. Me obligaron a coger insectos.
196. Me obligaban a rezar el rosario.
197. Me obligaron a tener una cuenta bancaria.
198. Me obligaron a jurar en vano.
199. Me obligaron a aprender a disparar.
200. Me obligaron a ponerme caracoles en la cara.
¿Y A UD. A QUÉ LO OBLIGARON?