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Lección 1: Promesa garan1zada Jeremías 30.1-‐3, 18-‐22
«Porque vienen días, dice Jehová́, en que haré volver a los cau8vos de mi pueblo de Israel y de Judá́, ha dicho Jehová́, y los traeré́ a la 8erra que di a sus padres, y la disfrutarán».
— Jeremías 30.3
Propósito El propósito de la lección es reafirmar que somos pueblo de Dios en medio de las crisis, sabiendo que Dios cumple plenamente su promesa de jus8cia y liberación. Estas dos dimensiones son esenciales para los profetas de Israel y Jeremías las incorpora como eje fundamental de sus oráculos, este texto en par8cular lo subraya con mucha vehemencia. Alimentar nuestra esperanza con esas certezas es un aliciente para mirar hacia el futuro.
Bosquejo de la lección I. Dios confirma las palabras de su promesa (Jeremías 30.1-‐3, 18-‐22). II. Dios promete liberar al pueblo del cau8verio (vv. 2-‐3). III. La promesa se concreta en la edificación de la ciudad y la nación (vv. 18-‐20). IV. El gobernante dirigirá́ al pueblo hacia Dios en un acercamiento temeroso y confiado (v. 21). V. Dios confirma su pacto con el pueblo (v. 22).
Vocabulario bíblico «PROMESA Y CUMPLIMIENTO»: Son dos principios fundamentales en la historia de la salvación. Dios constantemente promete al pueblo un horizonte liberador en las circunstancias más opresivas desde el éxodo en Egipto pasando por el desierto en peregrinaje hacia la 8erra prome8da. Esa promesa se garan8za con un pacto inviolable de parte de Dios, aunque el pueblo prevarique y peque, rompa el acuerdo, prac8que la idolatría y se aparte de su ley violando los mandamientos de vida (Ex 20), que aseguran los principios morales de convivencia humana y la é8ca como búsqueda de la jus8cia en paz y dignidad (Miq 6.8). Aún en condiciones del exilio y cau8verio Dios renueva su promesa de llevar al pueblo a lugares de bienestar y espacios prósperos y ú8les. Los 8empos de Dios se cumplen plenamente en la promesa mesiánica a través de Jesucristo (Lc 1.20).
Jeremías 30.1-‐3
RVR 1 Palabra de Jehová́ que vino a Jeremías, diciendo: 2 «Así habló Jehová́, Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que te he hablado. 3 Porque vienen días, dice Jehová́, en que haré volver a los cau8vos de mi pueblo de Israel y de Judá́, ha dicho Jehová́, y los traeré́ a la 8erra que di a sus padres, y la disfrutarán».
VP 1 Éste es el mensaje que el Señor dirigió́ a Jeremías. Le dijo: 2 «El Señor, el Dios de Israel, dice: Escribe en un libro todo lo que te he dicho, 3 porque viene el día en que cambiaré la suerte de mi pueblo Israel y Judá́. Yo, el Señor, lo afirmo. Yo los haré volver a la 8erra que di a sus padres como su propiedad».
Jeremías 30.18-‐19
RVR 18 Así ha dicho Jehová́: «He aquí yo hago volver a los cau8vos de las 8endas de Jacob, y de sus 8endas tendré́ misericordia; la ciudad será́ edificada sobre su colina, y el palacio será́ asentado en su lugar. 19 Saldrá́ de ellos acción de gracias y voz de nación que está en regocijo. Los mul8plicaré y no serán disminuidos; los mul8plicaré y no serán menoscabados.
VP 18 El Señor dice: «Cambiaré la suerte de la nación de Jacob, tendré́ compasión de su país; las ciudades se reconstruirán sobre sus ruinas y los palacios en su debido lugar. 19 De ellos saldrán cantos de gra8tud y risas de alegría. No disminuirán, pues yo haré que aumenten. No los despreciarán, porque yo los honraré.
Jeremías 30.20-‐22
RVR 20 Serán sus hijos como antes, y su congregación delante de mí será́ confirmada. Yo cas8garé a todos sus opresores. 21 De ella saldrá́ su soberano, y de en medio de ella saldrá́ su gobernante. Lo haré acercarse y él se acercará a mí, porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a mí?, dice Jehová́. 22 Entonces vosotros seréis mi pueblo y yo seré́ vuestro Dios.
VP 20 Los israelitas serán como antes; su pueblo estará́ firme en mi presencia, y yo cas8garé a sus opresores. 21 De entre ellos saldrá́ su jefe: un gobernante saldrá́ de entre ellos mismos. Haré que se acerque a mí, pues, ¿quién se atrevería a acercárseme? 22 Ellos serán mi pueblo y yo seré́ su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo».
Resumen -‐ 1 • Por un lado, resignarnos a ser «muchachos o muchachas» como
nos sugiere el texto (1.6) que inicialmente fue la respuesta de Jeremías. La duda humana y la tentación a la inmovilidad que nos asecha, nos desanimaría.
• Por el otro lado, otra posibilidad sería detenernos e intentar oír la voz de Dios, para discernir qué camino seguir, como hizo Jeremías. El texto de Jeremías 30 plantea algunas situaciones que exigen decisión, juicio, alimentar la esperanza y aguardar ese horizonte novedoso que nos abre una nueva realidad. Para el pueblo de Israel fue salir del des8erro hacia una nueva 8erra donde edificar ciudades seguras y adecuadas. Además, nos advierte el texto sobre la necesidad de que los gobernantes obren con jus8cia, temor de Dios y en servicio al pueblo.
Resumen -‐ 2 • El texto afirma que por encima de todo y sobre todo Dios es
creador, redentor y sustentador de su pueblo. Siempre cumple lo que promete. Y no cesa en su propuesta de un pacto de gracia en fidelidad y amor, exigiendo como respuesta la gra8tud en alabanza.
Oración Oh, Dios, por tu inmensa fidelidad, manifestada en múl6ples bendiciones, te damos gracias. En días de incer6dumbre tu amor nos vuelve la mirada hacia Ti. Cuando las fuerzas nos fallan y el desánimo nos domina, confiamos en la esperanza futura que nos alienta a seguir pensando que por encima de todo y a pesar de nuestros pecados y desaciertos, Tú nos llevas a lugares seguros. Amén.