Download - las murallas
1.1. Reseña histórica.
Úbeda es una ciudad de la provincia de Jaén (España), situada en la
comarca jiennense de la Loma y las Villas. Fue declarada, junto con Baeza,
Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO el 3 de julio de 2003.
El término municipal de Úbeda comprende 402 km², con una población de
33.993 habitantes (INE 2005). Comprenden el municipio 7 núcleos de
población, además del principal: Santa Eulalia, El Donadío, San Miguel, Solana
de Torralba, Veracruz y San Bartolomé.
Su término municipal está dedicado en su mayor parte a la agricultura,
sobre todo olivar. Sin embargo, también hay zonas declaradas paraje natural,
como es el caso de los Embalses del alto Guadalquivir, los embalses de Doña
Aldonza, Pedro Marín y Puente de la Cerrada.
La documentación arqueológica nos informa de que los primeros
asentamientos en Úbeda se remontan a la Edad del Cobre, en el actual Cerro
del Alcázar. La buena situación geoestratégica de la ciudad hizo que desde al
menos, la primera mitad del III Milenio a.n.e., Úbeda estuviese ocupada. Este
espacio es el actual límite sur del casco urbano.
La ciudad como tal es fundada a mediados del Siglo IX, aprovechando las
fortificaciones de épocas precedentes, la trama urbana islámica diferencia
varios núcleos; la medina con la mezquita, en la actual colegiata de Santa
Maria; el zoco, en la plaza del mercado; un recinto fortificado; y los arrabales de
extramuros. El trazado viario se define por una serie de ejes radiales que
conectan la medina con las puertas de acceso.
1.2. La muralla de Úbeda en las fuentes.
No se conoce en momento preciso de la fundación de la cerca, lo que si
es claro es que se trata de un esfuerzo realizado durante los primeros
momentos de la ocupación islámica, Tras la conquista del año 711 comienzan
a fortificar la población. Posiblemente el primer recinto amurallado se limitaría
al Cero del Alcázar, en una segundo momento se fortificarían los arrabales
surgidos entorno a este primer núcleo.
En las fuentes documentales se menciona constantemente el recinto
amurallado, bien sea para dejar constancia de un ataque o de la necesidad de
ser reparado.
Durante el año 1091 el rey de Toledo, Al-Amún, lucha contra la rebelión
de los moros de Andalucía siendo Úbeda rendida por la fuerza a manos de
Alfonso VI. Las murallas no se mencionan expresamente pero debieron de
tener un importante papel
La primera vez que se menciona la cerca de Úbeda en fuentes
documentales es con motivo de la batalla de Navas de Tolosa. Cuando los
moradores de Baeza ante la cercanía de los ejércitos cristianos se refugian en
la mezquita de Úbeda al amparo de sus murallas. Dos años más tarde la
ciudad fue recuperada por el Islam, no existe fecha exacta para la conquista
definitiva de la ciudad pero la mayoría de los historiadores coinciden en que es
posible que sea el 29 de Septiembre del año 1234, durante las campañas de
Fernando III no en vano el patrón es San Miguel Arcángel. A partir de este año
las murallas se refuerzan por la cercanía con el mundo musulmán.
En 1269 Alfonso X ordena reparar la cerca:
“Por espacio de diez años se paguen en cada uno, para
dicha labor, un maravedí los caballeros, medio los pecheros que
tuviesen diez, un cuarto de maravedí los que tuviesen cinco, dos
sueldos lo que no gozasen de esta cuantía, nada los que nada
pudiesen satisfacer, pero siendo obligados a trabajar en la obra
un día al año”.
De nuevo en 1294 el rey Sancho IV manda reparar las murallas. Cada
reparación de la muralla corre a cargo de la corona, en una carta de Felipe III al
concejo de Úbeda se dice:
“[…] y por que las dichas murallas no heran de la dicha
ciudad sino nuestras porque se avian fabricado con hacienda
nuestra y de los caballeros de las ordenes militares cuyas armas
están en ellas, y así no teniades poder de lo que no será vuestro
[…]”.
En tiempos de Fernando IV se concede el cobro de las penas de juego
para la reparación de la muralla, más tarde, en 1305, a causa de los destrozos
causados por los temporales se repara de nuevo con dinero proveniente de
mercedes reales.
A lo algo del tiempo los reyes castellanos, en previsión de que se trata de
una zona fronteriza van otorgando diversas mercedes reales con el objeto que
la ciudad no descuide sus defensas.
Pero no todas los obras llevadas a cabo se refieren a labores de
consolidación, si no también a destrucción de la cerca, sobre todo las llevadas
a cabo durante el siglo pasado para dar cabida al trafico rodado.
1.3. El tramo de San Lorenzo.
La siguiente nota, dada por el ayuntamiento, el 22 de Junio de 1616,
suponemos que se refiere al mirador de San Lorenzo:
“La ciudad acuerda que los caballeros comisarios de obras
vean y sesgan reparar como cosa necesaria la muralla del
mirador y los adarves”.
En 1733 los muros, debido a su estado de deterioro, ponen en peligro la
propia parroquia:
“Viose un memorial del Sr. Francisco Ydelfonso de Lomas,
Prior de la Parroquia de Señor San Lorenzo por el que se hace
presente como por la esquina de la muralla que linde por un lado
con parte de Guerto de D. de Zambrana ynmediato a la sacristía
de dicha iglesia, se a quebrado el citado muro de dicha muralla la
que se alla pendiente sobre una piedra en la que descansa dicha
esquina y que esta amenazando ruina a la sacristía y Capilla
Mayor de dicha Iglesia, por lo que pidio que se diera pronta
probidencia para que se remedie tan notoria perjuicio. Que visto
por la ciudad se realicen los reparos que necesita dicha esquina
declarando lo que se necesita para su remedio”.
Apartir de 1792 tenemos varia actas capitulares en años sucesivos que
prentende el cierre de la Ronda de San Lorenzo, desde el Arco de San
Francisco hasta los adarves, el motivo que alegan es siempre el mismo “[…]
Dañoso por las graves ofensas que en el se están cometiendo al todopoderoso
y ser sitio ser sitio por su soledad a que sucedan muertes violentas y otras
desgracias de magnitud […]”; mas tarde, “[…] ser perjudicial por su soledad y
serbir solo de deposito de inmundicias […]”.
1.4. La puerta de San Lorenzo.
Se conserva una carta de venta del 3 de mayo de 1354 en la que se
menciona; se trataba de un acceso fácil para los campesinos de la collación de
San Llorente. De nuevo con motivo de la peste se menciona documentalmente
la Puerta de San Lorenzo:
“Que se tapie la primera puerta de Granada abriendo la de
San Lorenzo”
En 1856 se deja constancia de su mal estado de conservación, cuando el
cabildo decide empedrar la plaza de la Puerta de Ganada hasta el Arco de San
Lorenzo, en 1870 el arco aun se conserva en pie a partir de ese momento no
se encuentran menciones documentales, por lo que consideramos que el arco
desaparece de mancera natural debido al abandono.
LA ARQUITECTURA MEDIEVAL Y RENACENTISTA.
PUERTAS Y MURALLAS
Los árabes, a partir del siglo IX, amurallaron y encastillaron Úbeda. La mezquita aljama se construyó en el solar que hoy ocupa la colegiata de Santa María: el zoco, en la plaza del Mercado: sus arrabales más característicos eran los actuales barrios de San Millán, San Pablo y Santo Tomás. Su trazado viario se definía por grandes ejes radiales que comunicaban la medina con las puertas de acceso a la ciudad. Las calles y adarves eran de trazado irregular, las casas se apiñaban, las murallas no eran muy elevadas pero estaban defendidas por torreones macizos y, en el casco histórico, se emplazaba un sólido alcázar dotado de mezquita mayor y palacio para el gobernador.
Las murallas árabes fueron debastadas por Alfonso VIII quien, tras la victoria de las Navas de Tolosa, cercó y tomó la ciudad; los almohades reconstruyeron las defensas recreciendo torres y muros que más tarde serían de nuevo restauradas por la nobleza cristiana en su estrategia de dominar el territorio comprendido entre el Guadalimar y el Guadalquivir y controlar las accesos a Sierra Morena y Levante.
El recinto murado estaba vertebrado por impresionantes puertas que abrían o cerraban el paso a otras ciudades. Entre ellas se cuentan la Puerta de Quesada o Arco de Santa Lucía, que conserva el aparejo de la época califal; la Puerta de Granada, con elegante arco de doble punto con dovelas: la más monumental, la Puerta de Sabiote, también llamada del Losal, de origen almohade aunque reeconstruida en el siglo XIV en estilo mudéjar, con doble arco de herradura apuntado de grandes dovelas que apoya sobre columnas octogonales y enmarca un amplío alfiz; la Puerta de Toledo, con doble acceso y fuertes muros coronados de almenas; y, defendiéndola, la Torre del Reloj, originada del siglo XIII aunque reformada en el XVI, dotada de campanario para anunciar grandes eventos; la Torre Octogonal, la única albarrana del recinto murado, levantada por los musulmanes y remodelada en el siglo XV; el Torreón del Santo Cristo, de grandes dimensiones y planta cuadrada; la Puerta de Bahud, junto a la Fuente de la Saludeja; la Puerta de la Cava, la de la Calancha...
Al finalizar la Reconquista, el recinto fortificado perdió su originaria función castrense y se inicio su abandono y deterioro. Durante el reinado de los Reyes Católicos se demolió el alcázar árabe. Los peores daños vendrían ocasionados por el ejército invasor de Napoleón y las necesidades expansivas derivadas del crecimiento demográfico y urbano del siglo XIX. El Plan Especial de 1.986 incluye la recuperación del viejo recinto medieval de murallas y torres.