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Las largas trompetas
de los Andes
Edgardo Civallero
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Las largas trompetas
de los Andes
Una breve introduccin
2 edicin
Edgardo Civallero
2014
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Edgardo Civallero (Buenos Aires, 1973) es bibliotecario, msico,
investigador y escritor. Estudi Bibliotecologa y Documentacin en la
Universidad Nacional de Crdoba (Argentina), as como Historia
(especialidad Antropologa y Arqueologa). Ha publicado trabajos
acadmicos relacionados con su especialidad (tradicin oral y
conocimiento indgena) y ha incursionado en sus otras pasiones: la
msica tradicional sudamericana y el diseo grfico. Actualmente
edita la revista digital "Tierra de vientos" sobre msica y cultura
andina.
Imagen de portada: Erque, corneta o caa (Argentina). Fotografa del
autor.
Civallero, Edgardo
Las largas trompetas de los Andes : una breve introduccin / Edgardo
Civallero. 2.ed. Madrid : Edgardo Civallero, 2014.
68 p. : il..
1. Msica. 2. Aerfonos. 3. Trompetas naturales. 4. Caa. 5. Bocina. 6.
Clarn. I. Civallero, Edgardo. II. Ttulo.
Edgardo Civallero, 2014
de la presente edicin digital, 2014, Edgardo Civallero
Diseo de portada e interior: Edgardo Civallero
Las largas trompetas de los Andes se distribuye bajo una licencia
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El presente texto est basado en el artculo "Las largas
trompetas de los Andes" de E. Civallero, incluido en el
nmero 5 (noviembre 2013, pp. 514) de la revista porto-
rriquea Miradero, publicacin dedicada al folklore y la
tradicin oral.
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Es el suyo un grito explosivo, ronco, que revienta el aire y
provoca ecos lejanos. Su potente sonido suele escucharse
slo en determinadas pocas del ao; en algunas regiones
de la extensa columna vertebral de Sudamrica se cree
que si se las toca fuera de esos periodos, pueden provocar
la helada y el granizo, verdaderas catstrofes meteorolgi-
cas para las sociedades andinas, eminentemente agrco-
las.
Desde Otavalo, en Ecuador, hasta la Patagonia argentino-
chilena, son numerosas sus variantes. Reciben tantos nom-
bres como pueblos distintos las construyen y las emplean.
Pero sus fisonomas y sus materiales son similares, tanto
como el timbre de sus voces. Gritan a Ngenechen, el crea-
dor de los Mapuche, en la ceremonia patagnica del ngi-
llatun, y convocan a las mscaras Aa en el arete del pue-
blo Ava, en el boscoso Chaco. Acompaan los misachicos
de las procesiones en el altiplano y las quebradas del nor-
oeste argentino, y ponen color a las fiestas de los chapa-
cos. Sea en donde sea, manos de arcilla las alzan al cielo o
las asientan contra la tierra y labios apretados insuflan en
sus vientres de caa el aire que les permitir vibrar y con-
vocar a hombres y espritus por igual.
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1. Introduccin
Las trompetas naturales (423.1 en la clasificacin de Horn-
bostel y Sachs) son instrumentos de estructura sencilla: un
cuerpo principal, que contiene el aire que el soplo vibrante
del msico pone en movimiento; una boquilla o emboca-
dura que permite tal soplo; y un pabelln de resonancia,
cuya funcin es amplificar el sonido resultante. A diferen-
cia de las trompetas cromticas, las naturales no poseen
mecanismos para alterar la altura del sonido (p.e. orificios
o llaves).
Las trompetas tubulares (423.12) son una de las categoras
ms importantes de trompetas naturales. Como su nom-
bre sugiere, poseen un cuerpo alargado y ligeramente cni-
co, recto o curvado. Pueden ser interpretadas en posicin
frontal (423.121) o lateral (423.122); pueden ser simples
(el pabelln de resonancia forma parte del cuerpo) o com-
puestas (cuerpo y pabelln son elementos independien-
Imagen 1.
Caa argentina.
[Foto: E. Civallero].
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Figura A
Distribucin geogrfica actual de las trompetas naturales largas
de los Andes. Las reas marcadas corresponden, grosso modo, a
la bocina ecuatoriana (1), el clarn de Cajamarca (2), el yungor, el
huarajo y otras trompetas de los Andes centrales peruanos (3), el
tira tira (4), la caa chapaca (5), el wakaranti (6), el clarn ataca-
meo (7), la corneta o erque (8), y la trutruka y el olki (9).
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tes); y pueden o no tener contar con una boquilla separada
en la cual se ubique la embocadura.
Gracias a su forma y a sus proporciones, las trompetas
naturales de mayor longitud son capaces de producir
hasta una docena de sobretonos parciales de la nota fun-
damental (que se aproximan a los grados de la serie natu-
ral de armnicos); sin embargo, dado que no cuentan con
mecanismos para alterar la altura del sonido, las variacio-
nes tonales que se pueden lograr con ellas dependen de
las tcnicas de interpretacin, sobre todo de la modula-
cin de la tensin de los labios y de la fuerza del soplo. Por
una mera cuestin de facilidad, las notas ms empleadas
al interpretar estos aerfonos se acercan a los seis prime-
ros elementos de la serie armnica (bsicamente, terce-
ras, quintas y octavas); de ah que, al hablar de la msica
producida por esos instrumentos, se use la etiqueta "trit-
nica".
En la Amrica andina, este tipo de instrumento se caracte-
riza por alcanzar grandes dimensiones (hasta 6-7 mts.).
Sus distintas variantes son conocidas como "trompetas
largas", especialmente para distinguirlas de las "bocinas"
o "trompetas cortas", un tipo de instrumento idntico en
estructura y funcionamiento e igualmente habitual, pero
de menores dimensiones (inferior a un metro de largo) y
que, debido a su talla, produce una serie muy reducida de
sonidos (en ocasiones, uno solo).
Al referirnos a "Amrica andina", estamos considerando la
totalidad del territorio atravesado por la cordillera de los
Andes, desde Tierra del Fuego a Venezuela, y no solo el
"rea cultural andina", que suele circunscribirse a la zona
de influencia cultural del antiguo Tawantinsuyu o "Imperio
Inca" (Ecuador, Per, Bolivia y norte de Argentina y Chile).
Aunque en las siguientes pginas solo nos vamos a ocupar
de las largas trompetas de los Andes (con la excepcin del
wakaranti de los Ava, una sociedad fuertemente andiniza-
da), es importante sealar la presencia de aerfonos simi-
lares en las tierras bajas sudamericanas (Orinoquia, Ama-
zonia, Chaco) y en Amrica Central (p.e. las largas trompe-
tas de quiotl de los Maya de Yucatn), as como en Europa
(neverlur o nverlur de Escandinavia, taure de Letonia,
daudyt de Lituania, karjapasun de Estonia, borija de Croa-
cia, alpenhorn y bchel de Suiza, ligawka de Polonia,
bucium de Rumania), Asia (dung chen de Tibet, kombu,
buguri, chank y phuppu de India) y frica (arupepe y olwet
de Uganda, icilongo de los Zulu, molimo de Congo, antsiva
de Madagascar) (Montagu, 2014).
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Figura B
Esquema comparativo de dimensiones, formas y
proporciones aproximadas de las trompetas natura-
les largas de los Andes, en relacin con un intrprete.
De arriba a abajo, y de izquierda a derecha: trutruka
recta, corneta o erque, clarn de Cajamarca, caa
chapaca, trutruka (enrollada), olki, clarn ataca-
meo, tira tira, yungor y bocina recta.
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Los instrumentos que se researn en este texto pertene-
cen, originalmente, al acervo cultural de alguna sociedad
indgena en particular; no obstante, en la actualidad
muchos de ellos han pasado a formar parte (tambin) de la
cultura mestiza.
En los Andes, las trompetas naturales suelen ser instru-
mentos de ejecucin exclusivamente masculina. En el rea
central (meseta del Collao y zonas circundantes) su
empleo est sujeto a tabes que reducen su utilizacin a
periodos temporales determinados por el calendario agr-
cola. Aparecen en festejos religiosos y ceremoniales, pero
tambin en celebraciones profanas populares. El limitado
rango de notas que producen no impide que acompaen
danzas y cantos, generalmente junto a instrumentos de
percusin (bombo, caja, tinya, kultrun), as como a alguno
de cuerda (violn) o de viento (flauta de tres agujeros, waq-
raphuku).
Su sonido es profundo, grave y vibrante, en ocasiones bron-
co y spero, aunque pueden alcanzar notas agudas y muy
brillantes, similares a las de la trompa europea. El timbre
especial de las trompetas andinas viene dado por los mate-
riales que se emplean comnmente en su construccin:
caa o madera para el cuerpo, y asta, cuero o calabaza
para el pabelln. El plstico y la hojalata sustituyen, cada
vez con ms frecuencia, a estos elementos naturales. Estos
enormes aerfonos tienen un origen definitivamente
prehispnico; si bien no han sobrevivido ejemplares
arqueolgicos de grandes dimensiones (debido a la natu-
raleza de los materiales empleados), s lo han hecho nume-
rossimas trompetas cortas elaboradas en hueso, metal o
cermica, sobre todo de embocadura frontal. La emboca-
dura lateral no se encuentra entre los instrumentos ibri-
cos llegados a Amrica durante el periodo colonial, de
modo que debe suponerse un origen local. Si bien algunos
de los materiales usados actualmente en la construccin
de estos instrumentos (cuerno, tripa y cuero de res) impli-
can un importante grado de aculturacin, estaran sustitu-
yendo a otros materiales usados antiguamente (calabaza,
caparazones de armadillo, huesos, tripas y cueros de otros
mamferos).
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2. Bocina
Las sociedades indgenas quechua-hablantes de la Sierra
de Ecuador cuentan, dentro de su acervo organolgico,
con dos tipos de trompetas naturales denominadas bocina
o, a veces, clarn o quepa (Mullo Sandoval, 2007; Ecuador.
Ministerio de Cultura, 2013).
Una de ellas, empleada sobre todo por los Kaari (provin-
cia de Caar) y los Salasaca (provincia de Tungurahua), es
una trompeta corta: un cuerpo hecho de varias secciones
de cuerno vacuno unidas entre s formando una media cir-
cunferencia, y un largo y grueso pabelln de caa guadua
(Guadua angustifolia).
El nombre bocina se aplica igualmente a una trompeta
larga entre los Kaari, los Salasaca y los Puruh (provincia
de Bolvar). Se trata de un instrumento de embocadura
frontal (o, en ocasiones, lateral), de 1,50-2 mts. de longi-
tud, y que puede ser simple o compuesto. La variedad ms
Imagen 2.
Bocina ecuatoriana.
[Foto: E. Civallero].
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Imagen 3.
Bocinero.
[Ilustracin: J. A. Guerrero, Quito, s. XIX].
Imgenes 4 y 5.
Bocinas de huarumbo de los Caari y de tubo plstico.
[Fotos: Origen no registrado].
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comn es la bocina simple, realizada a partir de una rama
de yarumo o guarumo (Cecropia peltata) o de un chaguar-
quero, tallo florfero de una variedad del penco o cabuyo
azul (Furcraea andina). Por su parte, para elaborar las
trompetas compuestas se utiliza un tubo de caa (p.e. tun-
da, una gruesa bambuscea ecuatoriana, Rhipidocladum
harmonicum) en cuyo extremo se coloca un cuerno de
vaca como amplificador.
Esta ltima variedad a menudo presenta una versin ms
barata y fcil de construir, compuesta por un tubo de pls-
tico enrollado al cual se agrega una boquilla de caa, made-
ra o metal y el consabido pabelln de asta. Por su sencillez,
esta versin ha sido adoptada por otros grupos indgenas
de la Sierra (p.e. los Otavalo, los Cotacahi y los Saraguro) y
por las comunidades mestizas, no solo campesinas, sino
tambin urbanas.
Existen, por ltimo, variantes mucho ms elaboradas, rea-
lizadas en madera, con una boquilla separable y sin pabe-
lln de asta.
Ms que un papel musical, las bocinas juegan un rol de
comunicacin y convocatoria. Aparecen, entre otras oca-
siones, en el jahuay (ceremonia de siega, cantones de Alau-
s, Guamote, Colta, Tixn y Cacha, provincia de Chimbora-
zo), la "toma de la plaza" (Inti Raymi, comunidad de Cota-
cachi, provincia de Imbabura), la "entrada de la rama"
(fiesta de San Juan, comunidad de Zuleta, provincia de
Imbabura), y la "fiesta de los caporales Salasaca" (provin-
cia de Tungurahua).
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3. Clarn de Cajamarca
Entre las ms de 1400 acuarelas incluidas por el Obispo de
Trujillo, Baltasar Jaime Martnez Compan, en el Cdice
que hoy lleva su nombre (1782-1785), se encuentra una
escena de siega que pint durante una visita a Cajamarca,
al norte de Per. Esa ilustracin es una de las evidencias
documentales ms tempranas del uso del clarn cajamar-
quino.
El clarn (tambin llamado kepa en ocasiones) es una trom-
peta natural compuesta que, por lo general, alcanza los
3,50 mts. de longitud, aunque existen ejemplares de
mayor tamao (las llamadas "roncadoras") que llegan a los
5 mts. Actualmente se lo emplea en localidades como
Pampa de Cajamarca, Baos del Inca, Chetilla y Porcn
(provincia y departamento de Cajamarca).
Generalmente, cada clarinero es quien escoge los mate-
riales y elabora su propio instrumento, respetando una
Imagen 6.
Clarn de Cajamarca.
[Foto: http://imagenescajamarca.blogspot.com.es/].
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Imgenes 7, 8 y 9.
Intrpretes de clarn de Cajamarca.
[Fotos: Origen no registrado].
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determinada mstica y estableciendo una relacin especial
con su clarn. El cuerpo se elabora a partir de una pieza
entera de caa de Castilla (carrizo, suqcha o succha, Arun-
do donax) de 3 mts. de largo y unos 3 cms. de dimetro. Se
prefieren los ejemplares crecidos en reas de clima tem-
plado y en zonas en donde el agua no se encharque, pues
all la fibra de la planta es ms compacta; la caa se corta
en una poca determinada del ao para que dure ms y no
se raje, y se la almacena hasta que est completamente
seca (Bolaos et al., 1978; Kuss, 2004; Olsen & Sheehy,
2007; Ravines, 2009; Zamora Castro, 2011).
El proceso de construccin suele ser largo y requerir de
mucha paciencia. En primer lugar, la caa se perfora con
un largo hierro, eliminando cuidadosamente los nudos o
tabiques interiores. Despus se la pule, tanto interna
como externamente, con ramas de zarzamora, y se asegu-
ran ambos extremos con hilo de algodn encerado.
Este cuerpo principal puede reforzarse con tripas o nervios
de res, o bien con cuerda de fibra de pitera (Agave ameri-
cana).
En el extremo proximal del tubo, el ms estrecho, se coloca
la mama boquilla, una pieza de 10 cms. de longitud elabo-
rada a partir de la misma caa, hueca y reforzada con cor-
del. A continuacin se inserta la boquilla, de unos 12 cms.
de largo, a la que se ha practicado una abertura lateral de
forma ovalada y unos 2,5 cms. de largo a 1 cm. del nudo
que tapona uno de sus extremos. Por cuestiones de tama-
o y sonido, las "roncadoras" suelen tener una boquilla de
una sola pieza.
En el otro extremo de la caa, el ms ancho, se coloca el
pabelln o bocina, hecho de calabaza, porongo o mate (La-
genaria siceraria), de unos 15 cms de longitud y distintas
anchuras. Existen asimismo pabellones hechos de lata.
El aerfono posee embocadura lateral, y se toca alzado en
diagonal, elevndolo con la mano derecha y haciendo cier-
to contrapeso con la izquierda, que se ubica a la altura de la
boquilla para asegurar su posicin junto a la boca. Los cla-
rineros suelen "emborrachar" la caa rociando su interior
con chicha o caazo antes de tocar, y hay algunos que se
frotan un poco de aj rocoto en los labios para que se les
hinchen y as el clarn "suene mejor".
El resultado de la interpretacin de esta trompeta caja-
marquina cambia de lugar en lugar: el sonido es ms grave,
lgubre o melanclico en tierras de Chetilla, mientras que
en Porcn y Pampa de Cajamarca es ms agudo, brillante y
alegre.
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Imagen 10.
Clarn de Cajamarca, con caja y flauta.
[Foto: http://www.fotothing.com/].
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Se usa es fiestas comunitarias, faenas agrcolas y ceremo-
nias religiosas, y siempre va acompaado por la caja (un
tamboril de doble parche, colgado de la mueca izquierda
y percutido con la mano derecha) y por la flauta de tres agu-
jeros (digitada con la mano izquierda), ambas interpreta-
das por una nica persona. La caja es la que da el ritmo (los
campesinos dicen que clarn y caja "dialogan"), y a l se
unen el sonido de la flauta y el del canto de las mujeres.
Durante las mingas suele marcar las distintas secciones (el
alabado o anuncio, la llamada, el trabajo y la despedida) y
marcar el ritmo de las distintas tareas.
El Instituto Nacional de Cultura (INC) del Per declar al
clarn Patrimonio Cultural de la Nacin el 12 de junio de
2008.
Imgenes 11 y 12.
Intrpretes de clarn de Cajamarca y flautas.
[Fotos: Origen no registrado].
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4. Huarajos y otras trompetas
En Huamanga (departamento de Ayacucho) y en varios
puntos del departamento de Huancavelica (p.e. Santiago
de Chocorvos, provincia de Huaytars) se toca el huarajo,
huaraqo, barajo, huaracco, badajo o huirajo, de 3 mts. de
largo, con un pabelln de calabaza, cuerpo de caa o tubo
de metal y boquilla de caa o metal; muy similar al clarn
cajamarquino, el huarajo aparece en Carnavales, herran-
zas y otros festejos y se interpreta de manera frontal, ele-
vando el instrumento prcticamente en vertical (Bolaos
et al., 1978).
Por su parte, en las provincias de Andahuaylas (departa-
mento de Apurmac), Vctor Fajardo (departamento de
Ayacucho), Huancavelica (departamento de Huancaveli-
ca) y Concepcin (departamento de Junn) se toca la
pampa corneta, corneta o corneta mamac de 3 mts.,
hecha de caa con pabelln de calabaza (Kuss, 2004; Olsen
Imagen 13.
Huarajos de Santiago de Chocorvos.
[Foto: YouTube]
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& Sheehy, 2007). Dado que se tocan prcticamente en la
misma rea y para las mismas celebraciones, el instrumen-
to suele ser confundido con el yungor, que no suele poseer
pabelln diferenciado.
Para los departamentos de Apurmac y Ayacucho se men-
ciona la soqos, sokos, qeqere, qeqereqe, qiqiri, clarn o
pampa corneta, compuesta por un cuerpo de caa y un
pabelln de asta. Para Abancay (departamento de Apur-
mac) se cita el erke o erqe de caa, con pabelln de lata,
calabaza o asta, con una longitud de entre 4 y 6 mts. Por
ltimo, en la provincia de Anta (departamento de Cusco)
se toca la kaari o caari, de saco, maguey o caa, con
pabelln de cuerno vacuno y boquilla de metal o caa.
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5. Yungor
En los Andes centrales y meridionales de Per, en los
departamentos de Junn, Huancavelica, Ayacucho, Apur-
mac y Arequipa, cada 25 de julio se celebra la festividad de
Santiago, fecha del calendario cristiano bajo la que sobre-
vive la adoracin al Tayta Wamani, seor de los cerros y
protector milenario de los rebaos y las cosechas. En el
valle del ro Mantaro (departamento de Junn) la tradicin
se ha rebautizado como Tayta Shanti.
En medio de la msica, las danzas, los juegos y la gastrono-
ma caractersticos de todos los festejos tradicionales andi-
nos, las comunidades campesinas quechua-hablantes de
la zona realizan el marcado de su ganado con hierros o cin-
tas, un ritual que puede tomar varios nombres de acuerdo
a la zona (sealakuy, herranza, marcacin, cintachikuy,
suay, tinyanakuy), no sin antes haber solicitado permiso
a los espritus protectores de la comunidad y haber velado
Imagen 14.
Yungor (Colcabamba, 1958).
[Foto: Tefilo Hinostroza].
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Imagen 15.
Yungor, con tinyas y violn.
[Foto: http://twicsy.com/i/A2racc].
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los elementos que participarn de la ceremonia. Los msi-
cos y cantores suelen llegar la vspera de la celebracin al
lugar de la fiesta, para ser contratados por las distintas
familias. Aunque las modernas bandas de bronces son
bien recibidas, suelen preferirse los conjuntos musicales
tradicionales. En ellos participan mujeres que cantan
coplas en quechua al comps de una pequea tinya (caja
de doble parche de piel de oveja o gato), y varones que
interpretan el violn, la bocina waqraphuku (hecha de
varios cuernos de vaca) y un instrumento infaltable: la
enorme trompeta natural simple denominada yungor, lon-
gor (lonccor, llungur, llunqur) (Bolaos et al., 1978; Kuss,
2004; Olsen y Sheehy, 2007; Sadie y Tyrrell, 2001).
Tradicionalmente, el yungor se elabora con un tallo florfe-
ro de maguey (Agave americana) que se va a buscar a luga-
res considerados "especiales" por alguna razn. Los tallos
se cortan en noche de luna llena, y se eligen aquellos con
yemas rojizas, pues el saber popular les otorga la mejor
calidad sonora.
La longitud ms habitual es "de una braza y un codo", es
decir, alrededor de 2 mts., aunque pueden ser ms largas.
La pieza de madera se abre a lo largo y se ahueca cuidado-
samente, salvo en su extremo proximal. Luego se vuelve a
cerrar y se ata. A 10-20 cms. del extremo cerrado se realiza
un orificio lateral, en el cual se inserta una boquilla de
madera o de asta vacuna, similar a la de la trompeta y que
permite el soplo. En el extremo opuesto no se agrega pabe-
lln de ningn tipo. El instrumento se forra completamen-
te con cintas, con lana o, en los ltimos tiempos, con cable
de colores o tiras plsticas.
En ciertos casos, el yungor tambin se construye a partir
de una pieza gruesa de caa mamaq (una bambuscea sel-
vtica) o con un tronco de saco (Sambucus nigra), rbol
muy apreciado para la construccin de aerfonos por su
mdula blanda. Existen, asimismo, algunos instrumentos
hechos totalmente de hojalata.
El yungor se interpreta de forma lateral, alzando el instru-
mento diagonalmente con la mano izquierda o apoyndo-
lo sobre el antebrazo izquierdo flexionado. Adems de
estar presente en la fiesta de Santiago, tambin acompaa
algunas danzas, como el shacatn, muy popular en el valle
del Mantaro.
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6. Tira tira
El tira tira es una trompeta compuesta originaria del norte
del departamento de Potos (Bolivia), cuya influencia y uso
se han extendido hasta algunas poblaciones del vecino
departamento de Oruro. Se trata de un instrumento utili-
zado sobre todo por comunidades quechua-hablantes (Ca-
vour, 1994).
El cuerpo del tira tira, de unos 3 mts. de largo, consiste en
un tronco de mdula blanda (generalmente de sbaco o
saco, Sambucus nigra) que se ahueca con barras de hie-
rro al rojo o abriendo la madera longitudinalmente y lim-
piando el interior con gubias. Todo el tubo se envuelve con
tiras de cuero crudo o con nervios de cogote de buey, que
al secarse se encogen y aseguran el sellado y la proteccin;
las rajaduras, por su parte, se cubren con mapha (cera de
abeja). El extremo proximal se corta de forma perpendicu-
lar, para crear la embocadura. En el extremo distal, por su
Imagen 16.
Tira tira.
[Foto: Origen no registrado].
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Imagen 17.
Tira tiras en fiesta popular.
[Foto: Origen no registrado].
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parte, se fija el pabelln, elaborado a partir de varios frag-
mentos de cuerno unidos entre s mediante tarugos de
madera y mapha, hasta lograr que adquiera una silueta
espiral.
El instrumento se toca frontalmente, apoyando el pabe-
lln en el suelo. Su forma es similar a la de ciertas bocinas
andinas cortas, llamadas waqras o pututus, de ah que tam-
bin se lo denomine hatun pututu (en quechua, "pututu
grande"). Aparece en los clebres tinkus (encuentros
comunitarios) de Norte Potos, en los Carnavales y en cier-
tas celebraciones mineras. En localidades como Chayanta
(Potos) y Cacachaca (Oruro) puede vrselo combinando
su sonido gutural con el rasgueo de los charangos y las gui-
tarrillas khonkhota.
Segn seala Martnez (2000), los Calcha utilizan el larn,
una trompeta elaborada con un tubo de goma y un pabe-
lln de cuerno. Suele acompaar las canciones femeninas
de siembra.
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7. Wakaranti
El wakaranti es una trompeta natural compuesta emplea-
da por el pueblo Ava (tambin llamado "chiriguano"), un
grupo Guaran de la provincia de Salta (noroeste de Argen-
tina) y el departamento de Santa Cruz (sureste de Bolivia).
Su nombre es un derivado del guaran waka rti o vaka
tat, que significa "cuerno de vaca". Algunas fuentes lo
citan como wakar'hanti (Prez Bugallo, 1993) o incluso
como huacananti (Snchez, 1999).
Se trata de una pieza de caa de Castilla (Arundo donax) u
otra caa, de hasta 2,50 mts., a la que se le perforan los
nudos o tabiques interiores y se le agrega un pabelln de
asta vacuna. Dicho pabelln tambin puede realizarse en
cuero de cola de buey, quizs una copia de la tcnica utili-
zada en las cercanas Tarija (Bolivia) y Jujuy (Argentina); en
ese caso, el instrumento pasa a llamarse wakarae punta o
"cola de vaca". Antiguamente tambin se confeccionaban
Imagen 18.
Wakaranti.
[Iustracin: Prez Bugallo, 1993].
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con cuero de anta o tapir (Tapirus terrestris) e incluso con
cola de kirkincho o armadillo, de acuerdo al padre Bernar-
dino Nino (1912). La embocadura sola ser adornada,
como un rasgo "lujoso", con la corteza de la raz del gem-
b (Philodendron bipinnatifidum), una planta epfita.
El wakaranti se interpreta a travs de una embocadura
lateral mientras se lo mantiene alzado en diagonal. El aer-
fono parece haber sido incorporado tardamente, como
instrumento de alerta, segn Giannecchini (1898/1996);
con fines blicos, durante los combates, segn Corrado y
Comajuncosa (1990); y para convocar a las tareas agrco-
las, durante la siembra del maz. Aunque es cada vez
menos utilizado, en la actualidad se lo emplea para convo-
car la fiesta del Carnaval (arete guasu o "fiesta grande") y
para bailar las clsicas "rondas de Pascua".
En Bolivia se lo suele denominar corneta del Arete o corne-
ta de Izozos (Cavour, 1994); esta ltima denominacin
tiene relacin con los Baados de Izozog o Izozos, en el
departamento de Santa Cruz (Bolivia), en pleno territorio
tradicional del pueblo Ava.
Este tipo de trompeta natural compleja y lateral es muy
abundante entre las sociedades indgenas amaznicas, y
su presencia ha sido documentada entre los grupos que
poblaron el Chaco Boreal, incluyendo algunas parcialida-
des Guaran. De todas formas, los Ava son un pueblo fuer-
temente andinizado, de forma que a su trompeta origina-
ria deben sumarse las influencias llegadas de las vecinas
tierras altas del oeste.
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8. Caa chapaca
La caa es una trompeta natural compuesta, de grandes
dimensiones, que se interpreta en el departamento de Tari-
ja (sur de Bolivia); de all le viene el apelativo de "chapaca",
designacin popular de los tarijeos. No pertenece al
patrimonio cultural de una sociedad originaria en particu-
lar; herencia de poblaciones indgenas hoy desaparecidas,
en la actualidad forma parte del acervo instrumental mes-
tizo de la regin, existiendo claras conexiones con el erque,
corneta o caa de la vecina Argentina (Kuss, 2004).
El cuerpo principal de este aerfono consiste en un solo
tubo de caa de Castilla (caahueca, carrizo o charo, Arun-
do donax) de 3-4 mts. de largo, o varias piezas que permi-
tan alcanzar esa o mayores longitudes y que faciliten el
transporte del instrumento una vez construido. El material
se corta con luna menguante (pues, de acuerdo al saber
popular, la planta tiene menos savia y al secarse no se raja-
Imagen 19.
Caas chapacas.
[Foto: http://img99.imageshack.us/].
-
Imagen 20.
Caas chapacas.
[Foto: Origen no registrado].
-
r) y, una vez perfectamente seco, se procede a eliminar
los nudos o tabiques internos realizando una abertura rec-
tangular sobre los mismos desde el exterior y limpiando el
interior con una cuchilla fina. Terminado el proceso, se
tapan las aberturas con cera de abeja y un parche de chala
de choclo (hoja de la mazorca de maz) o con el mismo
pedacito de caa que se cort antes, asegurado con cinta
aislante (Cavour, 1994).
El cuerpo del instrumento as elaborado se cubre comple-
tamente con caas de mayor dimetro, divididas en 3-4
partes a lo largo, que se sujetan con ligaduras de irwinco
(nervios de cogote de buey). Cualquier posible escape de
aire se cubre con cera negra (cera de abeja mezclada con
carbn para impedir que se derrita).
A diez centmetros del extremo proximal, tapado, se abre
un orificio lateral de forma ovalada y unos 5 cms. de largo,
que oficiar de embocadura para el soplo. Por su parte, en
el extremo distal la caa se rebaja para insertarla en la
cola, k'orincha (curincha) o bocina, un pabelln elaborado
a partir de dos piezas de cuero de cola de buey: un cuerpo
principal y un "gorro" auxiliar. El cuero crudo empleado
para confeccionar tales piezas es estirado y cosido, mol-
deado con ceniza o arena caliente y una horma de madera,
desecado y reforzado. Tambin hay bocinas de hojalata,
confeccionadas con distintas secciones metlicas soldadas
entre s, aunque no son tan comunes.
La embocadura de la caa es lateral, y se toca alzando el
instrumento en diagonal con la mano izquierda mientras la
derecha realiza cierto contrapeso sobre la embocadura.
Los ejecutantes de instrumentos muy largos cuentan con
ayudantes que sostienen el extremo distal apoyndolo en
una horqueta.
El sonido es vibrante y gutural, y los intrpretes suelen dar
mucha importancia a las notas ms graves.
La caa es un instrumento de invierno o periodo seco (des-
de Pascua al Da de Todos los Santos). Est presente, pues,
en buena parte de las celebraciones religiosas y populares
tarijeas (p.e. San Juan, Santiago, San Mateo, Virgen de
Chaguaya). Y es la protagonista absoluta de la fiesta de San
Roque (primer domingo de septiembre), en donde dece-
nas y decenas de caeros entrelazan los instrumentos
sobre sus cabezas, escoltando la danza de cientos de baila-
rines chunchos que sacan en procesin a su santo patrn.
Con ella se interpretan los toques llamados "tonadas de
caa" y se bailan "ruedas de caa" o "brincos de caa".
Como ocurre con otros instrumentos andinos, la tradicin
-
Imagen 21.
Caas chapacas.
[Foto: Fuente desconocida].
Imgenes 22 y 23
Intrpretes de caas chapacas.
[Fotos: Origen no registrado].
-
seala que es "dar de beber" al instrumento, en este caso,
con aloja de man, bebida tradicional en los festivales tari-
jeos.
-
9. Clarn atacameo
En tiempos prehispnicos, el pueblo Atacameo, Atacama
o Lican Antai (Lickan Antay) habit el rea comprendida
entre el ro Loa y el desierto de Atacama hasta Copiap, en
el Norte Chico chileno, as como en las regiones vecinas del
noroeste de Argentina y el suroeste de Bolivia. Hoy, los des-
cendientes de esa sociedad indgena continan viviendo
en esa zona, sobre todo en pueblos de la cuenca del ro Ata-
cama (provincia de El Loa, regin de Antofagasta, Chile),
aunque muy mestizados con la sociedad criolla.
La msica atacamea conservada en la actualidad es prin-
cipalmente de carcter ritual. Sociedad agro-pastoril por
excelencia, sus ritos estn ligados al calendario agrcola,
dividido en una estacin hmeda (entre enero y marzo) y
una estacin seca. Esta divisin queda tambin reflejada
en los instrumentos y ritmos que se interpretan durante
los festejos de cada periodo (MChAP, 2012). Entre los de la
Imagen 24.
Clarn atacameo.
[Foto: E. Civallero].
-
Imagen 25.
Clarin atacameo y sus intrpretes.
[Ilustracin: Claro Valds, 1997].
-
estacin seca se encuentra el clarn. Se trata de una trom-
peta natural simple construida con una pieza de caa de
Castilla (Arundo donax) de 1,5-2 mts. Los nudos se elimi-
nan mediante un hierro candente, y el tubo resultante se
recubre con lana de colores y se adorna con borlas y cintas.
El clarn no posee pabelln de resonancia; del extremo dis-
tal pende una borla de lana enorme y llena de flecos. En su
extremo proximal se ubica la boquilla, una pieza de caa
incrustada en el cuerpo principal, dotada de una emboca-
dura lateral de forma ovoidal. El instrumento se ejecuta
alzndolo en diagonal (Claro Valds, 1997).
El sonido de los clarines atacameos acompaa el reperto-
rio de cantos conocido como "antiguo", sobre todo en dos
de las ceremonias originarias, relacionadas con la fertili-
dad, que han sobrevivido hasta nuestros das: el cauzulor y
el talatur (BNCh, 2013). Ambas estn relacionadas con la
limpieza de los canales de regado, una tarea sumamente
importante para un pueblo agricultor que vive en una de
las reas ms desrticas del planeta. Al soltar el agua por
los canales limpios se aprovecha para pedir la fertilidad de
la tierra, la reproduccin de los rebaos y la abundancia de
lluvias. El cauzulor (o cauzulo) tiene lugar en la localidad de
Caspana durante la segunda mitad de agosto, mientras
que el talatur se celebra en Peine y Socaire entre agosto y
octubre (Claro Valds, op.cit.). La msica de los rituales de
fertilidad suele ser tritnica, adaptndose con facilidad a
las posibilidades sonoras de los clarines.
La msica de los clarines, improvisada repetitivamente
sobre un motivo bsico, pone marco sonoro a un canto
vocal que incluye trminos en kunza, la antigua (y desapa-
recida) lengua de los Atacameo. En Peine, se interpretan
acompaados de chirimorros, chorimoris o chorromones,
manojos de campanillas piramidales de metal (dos
machos de sonido grave y cuatro hembras de sonido agu-
do) atadas a una cinta de cuero, y que se agitan como sona-
jeros. En Ayquina y Toconce, por su parte, el clarn se eje-
cuta junto a los puts, pututus o bocinas de cuerno
(MchAP, op.cit.).
-
10. Corneta, erque o caa
La corneta, erque o caa es una trompeta natural com-
puesta empleada en el noroeste argentino. Se interpreta
en las reas de pre-puna y puna de las provincias de Cata-
marca, Salta y Jujuy (en donde se la conoce como caa); en
la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy (en donde se la llama
corneta o erque) y en algunos pueblos de los Valles Calcha-
ques de Salta (Parejo, 1992).
Guarda una estrecha relacin histrica, morfolgica y esti-
lstica con la caa de Tarija. Y al igual que sta, no forma
parte del patrimonio cultural de una sociedad originaria
determinada, aunque est asociada principalmente a los
festejos del pueblo Kolla, en el que confluyen distintas cul-
turas indgenas que han habitado histricamente la
regin.
Tradicionalmente, se construye a partir de una nica pieza
de caa de Castilla (Arundo donax) de 3-7 mts. de largo, o
Imagen 26.
Erque o corneta.
[Foto: E. Civallero].
-
Imagen 27.
Intrprete de erque o corneta.
[Foto: http://tierradevientos.blogspot.com.es/].
-
de dos o ms piezas que permitan alcanzar una longitud
semejante. El interior del tubo se limpia sin abrirlo; para
ello se realizan orificios cuadrangulares en los nudos, a tra-
vs de los cuales se extrae todo el material del tabique. Las
aberturas se tapan posteriormente pegando de nuevo las
piezas recortadas con cola o cera. Algunos constructores,
sin embargo, prefieren abrir el tubo longitudinalmente y
limpiar los tabiques internos con una gubia, para luego vol-
ver a unir las dos mitades y atarlas con tendones, hilo,
fibras vegetales o lana.
Al cuerpo as realizado se lo suele embutir en una tripa fres-
ca de vaca, que al secarse se contrae y sella todo posible
escape de aire. Con o sin tripa, el tubo se refuerza con un
"encostillado" de listones de caa asegurados con atadu-
ras de tendones o con tiras de goma de las cmaras de las
ruedas de los coches. Finalmente se los cubre cuidadosa-
mente con lana, cintas y borlas de colores.
En el extremo proximal del tubo se agrega una pieza de
caa en la que se abre una embocadura lateral, de forma
ovalada y con la longitud de la falange del pulgar del intr-
prete/constructor (alrededor de 5 cms.). En el extremo
distal se coloca un pabelln, que puede ser de cuerno o
calabaza, o bien, como en Tarija, de cuero de cola de vaca
(Vega, 1946; Aretz, 1975; Prez Bugallo, 1993; Prez de
Arce, 1995).
Una variedad de corneta, ideada por Benjamn Gutirrez,
un msico de la localidad de Iturbe (provincia de Jujuy), se
realiza con un tubo metlico obturado con un corcho en el
extremo proximal y provisto de un pabelln de hojalata en
el distal. Ese pabelln, una verdadera pieza de artesana,
est formado por varias piezas de metal soldadas entre s.
Otra variedad, creada por Anacleto Tintilay en 1968 en
Mina Aguilar (provincia de Jujuy), emplea, como tubo, una
manguera de goma enrollada, a la que se aaden un trozo
de caa como boquilla y un pabelln de asta u hojalata.
Esta variante permite el transporte del instrumento y su
ejecucin dentro de pequeos oratorios familiares u otros
espacios reducidos.
Los luthiers modernos elaboran cornetas "profesionales"
desmontables, con varias piezas de bamb lacadas y pabe-
lln de cuerno. Por su parte, los intrpretes/constructores
populares han optado por un modelo similar, pero en su
construccin emplean caos de distintos materiales pls-
ticos, a los que forran de lana.
Como la mayora de las trompetas andinas, los corneteros
o caeros sostienen en alto el instrumento para tocarlo,
-
Imgenes 28, 29 y 30.
Distintos pabellones de erque o corneta.
[Fotos: Instituto Nacional de Musicologa Carlos Vega].
-
levantando con la mano derecha todo el cuerpo mientras
hacen contrapeso con la mano izquierda. En el caso de
tubos muy largos, es necesaria la presencia de un ayudan-
te, que se encarga de sujetar el extremo distal con una
vara. Su sonido es bronco, y se le suele dar mucha impor-
tancia a las notas ms graves.
Su uso es de carcter ceremonial, en procesiones, misachi-
cos, y danzas de suris, plumudos o samilantes (bailarines
emplumados), a menudo con acompaamiento de bom-
bo. Siguiendo una fuerte y extendida tradicin andina
(que afecta a muchsimos otros instrumentos), la corneta
solo puede utilizarse en un periodo bien definido: entre el
Domingo de Pascua y el Da de Todos los Santos (periodo
seco o invernal). En cualquier otro momento su sonido
sera causa de infortunios, especialmente meteorolgi-
cos: concretamente, heladas y granizos en el periodo llu-
vioso (verano), precisamente cuando estn creciendo los
cultivos.
En zonas vecinas al rea noroeste de Argentina, concreta-
mente en la provincia de Santiago del Estero, el instrumen-
to reciba el nombre de chifle y sola usarse junto con
bombo y violn en las celebraciones de San Esteban Chico
(26 de diciembre, en la localidad de Sumamao), Santa Br-
bara (4 de diciembre, en Manogasta, Suama y Sumamao) y
la Pursima Concepcin (8 de diciembre, en Atamisqui).
Con motivo de las dos primeras, se cubra el tubo con una
funda de tela roja, color de las advocaciones. En Santiago
del Estero ya no eran vlidas las restricciones temporales
andinas. En la actualidad el chifle ha cado en el olvido.
Como curiosidad, debe sealarse que la utilizacin del
vocablo erque (probablemente un derivado del quechua
irqi, "nio") en lugar de corneta se debe a una confusin
surgida a principios de los aos 30' del siglo pasado;
lamentablemente, el proceso de reemplazo parece irre-
versible. Erque es un trmino importado de la vecina Boli-
via, en donde designa una variedad de clarinete idioglti-
co conocido en Argentina como erquencho.
-
11. Trutruka
La trutruca, trutruka, tutuka o xuxuka es una trompeta
natural compuesta de interpretacin "frontal" (en reali-
dad, oblicua) que pertenece al patrimonio cultural del pue-
blo Mapuche (Vega, 1946; Gonzlez Greenhill, 1986; Prez
de Arce, 1986; Prez Bugallo, 1993; Claro Valds, 1997;
Sadie y Tyrrell, 2001; Kuss, 2004; Olsen y Sheehy, 2007;
Prez de Arce, 2007). El territorio de los Mapuche abarca
actualmente desde el ro Bo-Bo hasta la isla de Chilo, en
el sur de Chile, ocupando adems parte de las provincias
de Neuqun, Ro Negro y Chubut, en la vecina Patagonia
argentina.
Tradicionalmente, la trutruka se construye a partir de ringi
o caa colihue (Chusquea culeou), especie que crece ni-
camente en los bosques templados patagnicos. Sus cons-
tructores, llamados trutruqueros, cortan caas de 1,5 a 5
mts. de longitud, y de 2 a 10 cms. de dimetro, y las dejan
Imagen 31.
Trutruka.
[Foto: E. Civallero].
-
Imagen 32.
Trutruka e intrprete.
[Ilustracin: Claro Valds, 1997].
-
secar. Una vez secas, las abren por la mitad mediante un
corte longitudinal y extraen cuidadosamente la mdula
leosa (el colihue, a diferencia de otras caas del gnero
Chusquea, no es naturalmente hueco), limando y alisando
luego todo el interior. Terminado el proceso, el artesano
vuelve a unir ambas mitades, las ata firmemente (con lana,
soga, hilo, fibras vegetales, tiras de tendn o de caucho)
sin encolarlas, y las embute en una tripa fresca de potro;
sta, al secarse, se encoge y asegura el sellado hermtico
del tubo.
En el extremo ms grueso de la caa se coloca un cuerno
de vaca (mta mansun) despuntado; el asta (pulcramente
ahuecada, alisada y, en ocasiones, ornamentada) se sujeta
con fibras vegetales, hilo, tendn o tripa. Tambin puede
usarse un pabelln realizado con varas de mimbre sobre
las cuales se tejen tiras de ocha (Bromelia landbeckii). El
otro extremo del colihue se corta a bisel para crear una
embocadura diagonal, a travs de la cual soplar mientras
el instrumento permanece apoyado en el suelo.
En ocasiones no se agrega pabelln de ningn tipo: se con-
vierte as es una trompeta simple, un simple tubo de caa
cuyos extremos se aseguran con hilo de pitera. En otras
(sobre todo en puntos concretos, como los alrededores
del lago Budi, regin de la Araucana), la trutruka posee
embocadura lateral y el cuerpo se cubre con ocha.
Generalmente se sola llamar trutruka a los ejemplares
ms largos (entre 3 y 6 mts.), usados en contextos religio-
sos, y cornetas o pichi trutrukas (en mapudungu, "trutru-
kas pequeas") a las menores de 3 mts., que cumplan fun-
ciones de convocatoria, alarma y sealizacin.
Una variante antigua de las trutrukas son las denominadas
kll-kll trutrukas, instrumentos elaborados con secciones
de asta vacuna unidas con tendones o tiras de cuero, for-
mando una bocina en forma espiral prcticamente idnti-
ca a los waqraphuku peruanos. Esos instrumentos pueden
verse nicamente en museos o colecciones privadas, y pro-
bablemente tengan relacin directa con sus pares de Per.
Si bien el instrumento elaborado con un tallo de colihue es
considerada la ms autntica y la de mejor sonido, en la
actualidad, muchas trutrukas se elaboran con un largo
tubo de plstico o metal que puede forrarse con tiras de
colihue o de caa de Castilla (Arundo donax) o con lana.
Para los ejemplares ms cortos se aprovechan tambin las
ramas del saco (Sambucus nigra), ahuecadas con un hie-
rro candente. Sin embargo, el modelo ms extendido hoy
es el que utiliza una manguera de plstico de unos 3 mts.,
-
Imagen 33.
Trutrukatufe.
[Foto: Educar Chile].
-
enrollada sobre s misma, asegurada para que mantenga
esa forma, provista de una boquilla de caa y de un pabe-
lln de cuerno (o de botella de plstico cortada), y general-
mente cubierta por completo de lana multicolor. Esta ver-
sin es la ms barata y resistente, la ms sencilla de cons-
truir, y la que permite un traslado ms fcil y seguro.
En contextos tradicionales (sobre todo en el mbito rural),
la trutruka ocupa un lugar preferencial durante el desarro-
llo de las ceremonias Mapuche por excelencia: las rogati-
vas ngillatun (nguillatn, guillatn) y kamaruko (kamari-
kun, camaruco), en las cuales las comunidades Mapuche
agradecen al creador, Ngenechen, por los dones recibidos
durante el ao, y piden prosperidad. La larga y pesada
trompeta de colihue se ubica cerca del altar central (el
rewe), apoyada sobre dos horquetas de palo, con el pabe-
lln apuntando hacia el este. El trutrukatun (en mapudun-
gu, el "acto de tocar la trutruka") tiene lugar en momentos
concretos de la rogativa: p.e. durante la pintura ritual de
los bailarines, la decoracin de las cabalgaduras, las pau-
sas en los discursos del lder de la comunidad, o el sacrifi-
cio ritual de animales. En tiempos antiguos, varios trutru-
katufe (intrpretes de trutruka) participaban en cada ngi-
llatun, alternando sus toques o tocando a la vez. Hoy en
da, cada vez resulta ms difcil conseguir aunque sea uno.
Las cornetas o pichi trutrukas, por su parte, eran usadas
por los werken (mensajeros) para realizar sus anuncios.
Las primeras referencias a las trompetas naturales Mapu-
che aparecen en las crnicas de Alonso de Ercilla, Alonso
de Gngora y F. Nez de Pineda. En el siglo XVIII, Elas
Herckmans recoge el nombre vernculo (tultunca) y en el
XIX lo hacen Andrs Febrs y Bernardo Havestadt en sus
diccionarios (tutuca). Al parecer, se tratara de una deno-
minacin onomatopyica: "[instrumento para] hacer tu-
t". Los cronistas hispanos ya documentaron el uso de tru-
trukas ("trompetas") y otras "bocinas" (kll kll) en manos
de los "araucanos" durante la Guerra de Arauco (1536-
1810). En efecto, adems de emplearse en contextos cere-
moniales/religiosos, las trutrukas se utilizaron para dar
avisos o para realizar convocatorias. En la actualidad sue-
len estar presentes en las manifestaciones de las comuni-
dades Mapuche (rurales y urbanas) que reclaman por sus
derechos, como un verdadero smbolo cultural. Por otro
lado, buena parte de la msica Mapuche moderna (rock,
rap, pop) o de la msica wingka (no-Mapuche) que preten-
de identificarse con lo Mapuche, incluye la trutruka como
rasgo caracterstico.
-
Imgenes 34 y 35.
Intrpretes de trutruka.
[Fotos: Origen no registrado].
Imgenes 36 y 37.
Belarmino Quirquitripay, intrprete de trutruka.
[Fotos: http://adkimvn.wordpress.com/].
-
12. olki
El olki (ngolki, orquin, olkin, lolki) es una trompeta
natural compuesta de interpretacin frontal que, como la
trutruka, pertenece al patrimonio cultural del pueblo
Mapuche (Kuss, 2004; Olsen y Sheehy, 2007; Prez de
Arce, 2007). Los datos etnogrficos parecen indicar que su
interpretacin se limita al rea sur de Chile, sobre todo
(pero no exclusivamente) al territorio Lafkenche, parciali-
dad del pueblo Mapuche que, como su nombre mapudun-
gu indica (lafken, "costa" y che, "gente"), habita las zonas
costeras de las regiones de Bo-Bo, Araucana y Los Ros
(Gonzlez Greenhill, 1986; Prez de Arce, 1986).
Mide entre 0,50 y 1 mt. de longitud (aunque en ocasiones
puede alcanzar los 2 mts.), y un dimetro relativamente
reducido, que oscila entre 0,5 y 3 cms. Se elabora con el
tallo naturalmente hueco del olki, liglolki o tutuco (Se-
necio otites), al cual se agrega un pequeo pabelln de
Imagen 38.
olki.
[Foto: Etniassonidosprecolombinos.files.wordpress.com].
-
cuerno vacuno, o de hojas enrolladas o trenzadas de
ocha (Bromelia landbeckii), planta muy usada por los arte-
sanos locales para artesanas y cestera. Sin embargo, debi-
do a la rpida desaparicin de las plantas de olki (cuyo
hbitat natural est siendo devastado por las modernas
plantaciones de pinos), en este momento tambin se los
construye con caera metlica fina enrollada sobre si
misma y forrada con lanas multicolores. Tambin se han
usado los tallos de otras plantas, igualmente huecos, p.e.
el liq-lolki (Valeriana viriscens) o el cardo troltro, troltrol o
cholchol (Sonchus asper) (Msbach, 1999).
El instrumento suele asumir el nombre de la especie vege-
tal usada en su construccin (olki, lolki, tutuco, palkin,
troltro), aunque tambin ha recibido denominaciones que
hacen referencia a sus funciones musicales (trompetilla,
trompn).
Entre las fuentes en las que el olki aparece citado se
cuenta el testimonio del cacique Mapuche Pascual Coa
Imagen 39.
olki.
[Ilustracin: Schneider, 1993].
-
(Msbach y Coa, 1984), que al describir la flora de su tie-
rra natal deca...
...k lolki, foron lolki meu (liq-troltro k) deumangekefui
feichi lolki ayekawe.
[Y el lolki, de cuyo tallo (y del cardo blanco) se fabricaba
antes una corneta chica, llamada tambin lolki].
Al igual que la trutruka, se trata de un aerfono de uso
exclusivamente masculino. Sin embargo, al contrario que
el resto de trompetas naturales, se lo hace sonar mediante
la aspiracin violenta de aire (un sistema que ha sido cita-
do tambin para una trompeta en Mxico y una bocina de
cuerno entre los Guayak de Paraguay). Si bien el mtodo
usado por el intrprete para hacer vibrar sus labios es dis-
tinto del habitual en el resto de las trompetas, el sistema
de produccin de sonido es a la postre el mismo; a pesar
de ello, an existen discusiones acerca de la clasificacin
del olki.
La boquilla tiene dos cortes oblicuos y una silueta con
forma de V; las dos puntas formadas en ese extremo se
insertan parcialmente en la boca del intrprete, pero no
en posicin central, sino lateral (Schneider, 1993). Se lo
ejecuta en posicin frontal y, dada su reducida talla, su
sonido es agudo y, en cierta forma, chilln.
Se lo utiliza muy poco en la actualidad, aunque son
muchos los Mapuche que lo conocen e incluso saben
tocarlo. Tradicionalmente, sus "toques" estn asociados lo
general al ngillatun, en el que aparece junto a la trutruka.
Se lo usa para anunciar la salida de alguien de su casa para
dirigirse a la rogativa; para acompaar el tregl prrn (en
mapudungu, "danza del tero") y el choike prrn (en mapu-
dungu, "danza del avestruz"); y para determinados
momentos dentro del ngillatun. Los intrpretes (olkitu-
we) ms expertos pueden tocar incluso montando a caba-
llo. Tambin est presente en la ceremonia de curacin
realizada por la machi (machitun) y en su ceremonia de
iniciacin (machiluwn). Tales usos, sin embargo, no son
tan habituales como el que se le da en pequeas celebra-
ciones domsticas.
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[En lnea].
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