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"Cuando el nio era nio era el tiempo de preguntas como:Por qu yo soy yo y por qu no t?Por qu estoy aqu y por qu no all?Cuando empez el tiempo y dnde termina el espacio?Acaso la vida bajo el sol no es slo un sueo?Lo que veo y oigo y huelo,no es slo la apariencia de un mundo ante el mundo?Existe de verdad el mal y gente que realmente son malos?Cmo puede ser que yo, el que soy,no fuera antes de devenir,y que un da yo, el que yo soy,no sea ms ese que soy?"Peter Handkepoema de la duracin:(peter Handke, 1986)"Hace tiempo que quiero escribir sobre la duracin,pero no un ensayo, ni una escena, ni una historia:la duracin insta a escribir un poema.Quiero preguntarme con un poema,recordar con un poema,afirmar y conservar con un poemalo que es la duracin."Podemos leer como la considera como el ms fugaz de los sentimientos.Y escribe...."la duracin tiene que ver con los aos,con las dcadas, con nuestro tiempo de vida;la duracin, ella es el sentimiento de la vida."Ms adelante expone..."La duracin es la aventura de todos los aos,la aventura de lo cotidiano,pero no de la ociosidad...(...)Quisiera, sin embargo, aproximarmea la esencia de la duracin,poder insinuarla, hacerle justicia,hacerla vibrar,a ella que siempre me da impulso."Handke considera que la duracin nace de un objeto, insignificante en esencia, pero que tiene que ser lo principal para uno, su verdadero amor, y contina escribiendo..."Y debopracticar mi amor,indefectiblemente, durante aos y aos,para que surjan en m los momentos de duracin..."Y a continuacin, transcribo una parte que me emocion especialmente:"El poema de la duracin es un poema de amor.Trata de un flechazoal que siguieron despus muchos flechazos.Y este amorno posee la duracin en ningn acto concreto,ms bien en un antes y un despusdonde, mediante el otro sentido del tiempo que depara el amor,el antes tambin fue despusy el despus tambin fue antes.Ya habamos sido unoantes de unirnos,seguimos unidosdespus de unirnos,y permanecemos as durante aos,cadera con cadera, respiracin con respiracin,uno junto a otro.Tus cabellos castaos se tieron de rojoy se volvieron rubios.Tus cicatrices se multiplicarony se hicieron inencontrables.Tu voz tembl,se hizo firme, susurr, vibr,se convirti en una salmodia,en el nico sonido de la inmensa noche,y se hizo silencio a mi lado.(...)y nuestros cuerpos en lugar de herirse,se unieron sin dificultad en uno slo,mientras que, en la pared de la habitacin,a la luz de las farolas de la calle,se movan las sombras de los arbustos del jardn de Europa,las sombras de los rboles de Amrica,las sombras de los pjaros nocturnos de todas partes."Y remata su poema..."La duracin se producecuando encuentro en el nioque ha dejado de serlo- que es tal vez ya un anciano -los ojos de la niez.La duracin no est en la piedra imperecederade la antigedad,sino en lo temporal,en lo maleable.Lgrimas de la duracin, qu infrecuentes!Lgrimas de felicidad.Inseguros temblores de la duracinque no se dejan solicitar,ni rogar:ahora estis unidosal poema.""Esto es cosa que ocurre en das, esto dura aos":Goethe, mi hroey maestro de la palabra objetiva,una vez ms has acertado:la duracin tiene que ver con los aos,con los decenios, con el tiempo de nuestra vida;la duracin, es el sentimiento de la vida. ()La duracin con tu hijopuede sobrevenircada vez que encerrado en la habitacin durante horas,con un trabajo aparentemente til,escuchas en el silencio el suplemento que te faltapara que todo est en orden:el ruido de la puerta de la casa al abrirse,signo del regreso al hogar,que en ese momento a ti,el ms susceptible a los ruidos de lossusceptiblesa los ruidos,estando debidamente concentrado en tu tarea,te suena como la ms bella meloda.()Extrao tambin el sentimiento de duracina la vista de algunas pequeas cosas,cuanto ms insignificantes ms conmovedoras:aquella cucharaque me ha acompaado en todas las mudanzas,aquella toalla que ha estado colgada en los ms diversos cuartos de bao,la tetera y la silla de enea,arrumbadas aos y aos en el stanoo guardadas en alguna partey ahora, al fin, otra vez en su sitio,ciertamente un sitio distinto de aquel que les corresponde desde siempre,pero sin embargo en el suyo.Y al fin:feliz aquel que tiene sus lugares de duracin;ya no ser, aunque se haya trasladado para siempre a un pas extrao,sin perspectivas de volver a su mundo,nadie a quien han expulsado de su patria. ()Fuente: Poema a la duracin (1986), Ed. Lumen, 1991; Traduccin: Eustaquio Barjau


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