LA TECNOLOGÍA EN LAS GRANDES CIVILIZACIONES
PREHISPÁNICAS
Las civilizaciones prehispánicas, le aportaron a la humanidad elementos culturales que no se pueden desconocer por su trascendencia: sus grandes avances, una estructura socio-económica consolidada, una tecnología imposible de ignorar y su propia existencia.
Los países latinoamericanos, siguiendo la tradición
eurocéntrica, tienen la tendencia a desconocer la riqueza interior de sus pueblos y de su propia
existencia. Esta es una situación que tiene su origen en la colonización, con la cual se dio un
proceso de imposición por parte de los colonizadores, de sus modos de producción de
conocimientos, hasta el punto de invisibilizar o subvalorar la identidad cultural de las grandes
civilizaciones mesoamericanas.
Este escenario se inició con la definición del “otro”, del indio, tomando como patrón de
comparación las formas de ser y hacer de la cultura colonizadora. Ginés de Sepúlveda, el gran
detractor de Fray Bartolomé de las Casas, en su obra «Demócrates Alter», escrita en 1544-
1545,, evidencia esta contraposición: “…con perfecto derecho los españoles imperan sobre
estos bárbaros del Nuevo Mundo e islas adyacentes, los cuales en prudencia, ingenio, virtud y
humanidad son tan inferiores a los españoles como los niños a los adultos y las mujeres a los
varones, habiendo entre ellos tanta diferencia como la que va de gentes fieras y crueles a los
continentes y templados y estoy por decir que de monos a hombres”.1
Según Aníbal Quijano, esta es la tragedia a la que hemos sido conducidos, a sabiendas o no, al
aceptar como nuestra, la imagen que vemos en el espejo eurocéntrico, que nos ha
imposibilitado identificar nuestros verdaderos problemas para resolverlos. Nos hemos
acostumbrado a desconocer nuestra realidad plural y como decía el antropólogo mexicano
Bonfil Batalla, citado por Adolfo Colombres (2004) “Hemos intentado modelos imitativos;
hemos tratado de construir un futuro a partir de la negación de nuestra realidad; hemos
querido modificar y arrasar nuestra realidad como premisa para construir un futuro…”2
En la actualidad, se debate en el escenario mundial, acerca de la necesidad de propiciar el
diálogo de saberes entre civilizaciones, sin que ello implique la negación o la absorción de una
cultura por otra. Esto sólo será posible en la medida en que conozcamos y reconozcamos los
valores intrínsecos de cada pueblo y específicamente en el caso latinoamericano,
identifiquemos todo aquello que nos une y nos hace parte de una misma cultura: nuestra
historia, costumbres, problemáticas, creencias, en fin, nuestro origen común. En tal sentido,
estas líneas son una invitación a conocer y valorar a nuestras grandes civilizaciones
prehispánicas, las cuales algunos historiadores insisten en obviar, referenciando en sus
escritos, casi con carácter de exclusividad, a las civilizaciones antiguas del occidente. Sin
embargo, lo cierto es que le aportaron a la humanidad elementos culturales que no se pueden
desconocer por su trascendencia: sus grandes avances, una estructura socio-económica
consolidada, una tecnología imposible de ignorar y su propia existencia.
INGENIO MAYA
La Cultura maya fue una de las más brillantes culturas mesoamericanas, que cubrió el territorio
sureste de lo que hoy en día conocemos como México y que comprende a los estados de
Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas. Asimismo, la mayor
parte de Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice.
La cultura maya, existió durante miles de años antes de la conquista española, durante la
colonia, después de ésta y persiste aún hoy en día, ya que muchas de sus costumbres
permanecen y se siguen practicando en sus regiones originales.
Los mayas y la astronomía
El pueblo maya era fundamentalmente agrícola; las necesidades propias de esta condición, los
obligó a la observación de los astros o cuerpos celestes que afectaban sus cultivos. Sus
registros, les permitieron calcular con gran
precisión el año solar. Según el Centro
Agronómico Tropical de Investigación y
Enseñanza (CATIE), en el año 2.500 aC, lo
calcularon en 365.24249 días. En el 1000 dC,
en 365.2421954 días. La NASA actualmente lo
calcula en 365.242128 días. Sin embargo, la
gran diferencia entre los cálculos de los Mayas
y la NASA es que ésta utiliza un reloj atómico
para los mismos, mientras que los mayas, lo hacen basados en sus “códices”, que son
documentos pictóricos o de imágenes, fuentes históricas, en las cuales los indígenas
registraban sus logros y avances culturales y científicos, informando acerca de sus creencias
religiosas, sistema socio-económico, historia, cronología, entre otros aspectos.
Los calendarios mayas
De todas las civilizaciones mesoamericanas, la maya fue la que desarrolló los calendarios más
precisos y sofisticados. Su mayor novedad reside en el hecho de que se basan en una cuenta
continua e ininterrumpida de los días (kin), a partir de un cero o día inicial, que ubicaron en el
día 13 de agosto del año 3114 aC, fecha en la cual posiblemente se produjo algún evento
astronómico significativo.
Los sistemas calendáricos de los mayas, trabajaban de
forma coordinada. El calendario Tzolkin, de 260 días, fue
el más utilizado. Este regía los tiempos de su quehacer
agrícola, su ceremonial religioso y costumbres familiares.
Este calendario cuenta el tiempo en ciclos de 13 meses
de veinte días cada uno, atribuyéndoles nombres de
deidades. El calendario de 365 días, Habb, se basaba en
el recorrido anual de la Tierra alrededor de sol. Este
calendario divide el año solar en 18 meses de 20 días
cada uno; los últimos 5 días del año (Uayeb), aunque
eran fechados, no se incluían en los registros cronológicos; se consideraban nefastos y
vacacionales. Este calendario “Habb” era la base del calendario religioso colectivo.
Los mayas fusionaron el sistema Tzolkin con el Habb, en un ciclo superior llamado “Rueda
Calendárica”.
Los mayas creadores del concepto cero.
Los mayas, tenían un sistema de numeración vigesimal y de base cinco. Alrededor del año 36
aC desarrollaron el concepto cero, siglos antes que en el viejo mundo. Hay inscripciones
realizadas por los mayas que los muestran trabajando con sumas de de cientos de millones y
con fechas tan amplias, que para representarlas tenían que utilizar varias líneas.
El juego de pelota en los mayas
A lo largo y ancho del imperio Maya, se desarrolló en sus
grandes ciudades, el juego de pelota, el cual se llevaba a
cabo en canchas que tenían una forma de I mayúscula.
Estas canchas estaban rodeadas por rampas escalonadas
que dirigían a las plataformas ceremoniales o a pelota algunos investigadores, hasta
económico. Simbolizaba la lucha entre las fuerzas opuestas del universo, la lucha entre el bien
y el mal, la luz y la oscuridad. El constante movimiento de la pelota, representaba el
movimiento de los astros en el firmamento y las fuerzas de la creación.
Grandes arquitectos
Según George F. Andrews, existen al menos seis diferentes estilos arquitectónicos definidos
por los mayas: Petén central, Usumacinta, Noroccidental, Río Bec, Puuc, Chenes.
Construían pirámides, templos , palacios de dos plantas con anchos muros, cresterías, falsos
arcos mayas bajos. Las construcciones decoradas con grandes esculturas de estuco y piedra
labrada y máscaras con forma de animal y diseños geométricos
LOS INCAS
El Imperio Inca, ocupaba gran parte del continente sudamericano, frente al océano Pacífico. En
la zona andina. Este pueblo se caracterizaba por sus profundos conocimientos empíricos, que
se transmitieron de generación en generación, sin contar para ello de escritura. Todo el
conocimiento que alcanzaron se transmitió de forma oral y práctica.
El ingenio inca y la construcción de sistemas hidráulicos
A los grandes desafíos que la naturaleza les presentaba, los incas respondieron sin temor y
con gran ingenio. Entre otras áreas, se destacaron por sus innovaciones en materia hidráulica,
tal como lo refiere Charles Ortloff, ingeniero hidráulico de reconocida trayectoria en los
Estados Unidos de Norteamérica, quien destaca los aportes de los incas en tal sentido,
expresando: “…en el Perú antiguo, se escribió un capítulo de la ciencia, relativo al transporte a
grandes distancias, mediante un sofisticado sistema de control de las aguas”. 3
Los incas, crearon andenes que semejaban una
especie de peldaños de escalinatas, separadas por
paredes de piedra, que permitían un mejor
aprovechamiento del agua de lluvia. Este sistema
de terrazas, lo construían en las faldas de
elevaciones de tierra, con lo cual se creaban
nuevas extensiones de cultivo y se evitaban los
deslizamientos de tierra. Además, les permitían
desviar los ríos y crear lagunas a fin de saciar las necesidades de agua de la población e
impulsar su agronomía.
Asimismo, los incas se especializaron en la construcción de puentes colgantes de gran altura –
sobrepasaban los 160 pies-, para cruzar los ríos caudalosos, utilizando para tales fines, fibras
naturales con las cuales fabricaban inmensas sogas que servirían de sostén a los mismos.
Alta cirugía
De acuerdo con los estudios realizados por la antropóloga Valerie Andrushko de la universidad
de Conecticut y el antropólogo John Verano de la Universidad de Tulane, los cirujanos incas,
poseían una técnica de gran sofisticación para practicar trepanaciones de cráneo, con una
elevada tasa de supervivencia (83%).
Durante las intervenciones utilizaban la coca, el tabaco y la cerveza de maíz para reducir el
dolor y bálsamo y plantas con saponina (antiséptico natural), para controlar las infección.
Generalmente las trepanaciones se practicaban a soldados heridos en batalla, pero también a
mujeres, por lo que se piensa que esta técnica pudiera emplearse para tratar la epilepsia y
infecciones craneales.
Los Incas y la información contable.
Los incas desarrollaron un medio para mantener el control de su Imperio. Utilizaron los
“quipus” (del quechua khipu), como sistema nemotécnico de cuerdas de lana y nudos de uno o
varios colores. Los quipus se utilizaban para llevar la contabilidad del imperio: registros
contables, censos, finanzas, cifras militares, entre otras informaciones cruciales para el Estado.
Conservación de alimentos
Como medida para preservarse del hambre por desabastecimiento, que pudiera traer como
consecuencia la desintegración del Imperio, los Incas, desarrollaron diversas tecnologías para
la conservación de las subsistencias, a partir del secado o deshidratación de los productos. La
carne, se secaba al sol, produciendo el charqui, de llama o de venado. Igualmente,
deshidrataban las carnes de aves y también las ranas. El camarón lo secaban por medio de
piedras o arena caliente, obteniendo de esta forma un producto conocido como Anuka.
El pescado seco y salado, era otra fuente importante de alimento. Los moluscos a su vez eran
secados y los utilizaban para preparar una jalea incorruptible que empleaban para la
confección de chupes o sopas. Asimismo, sometían la papa a un complejo proceso de
deshidratación, conservándola por periodos indefinidos de tiempo.
LOS AZTECAS
Los aztecas ocuparon el territorio correspondiente a la América Central (México). La
agricultura, fue la base fundamental de su economía. Desarrollaron importantes ciudades: la
capital era Tenochtitlán y entre otras ciudades importantes, se cuentan Tarascos, Tlexcala,
Mixtecas, Tecetitlán, Xacanachco, Yautepec y Teoticlan.
Conocimientos de Astronomía
Los aztecas desarrollaron grandes conocimientos
de astronomía y precisaron el tiempo que tardaba
la tierra en dar la vuelta al sol. A partir de sus
observaciones determinaron las revoluciones del
sol, de la luna, de Venus y se piensa que hasta de
marte.
Organizaron el universo en constelaciones de
estrellas (diferentes a las existentes hoy en día) y desarrollaron conocimientos de
meteorología que aplicaron a los cultivos.
Crearon un complejo calendario, que no sólo se utilizaba para medir el paso del tiempo, sino
que según los hallazgos del investigador mexicano Tezcatl Iztac, “es un tratado didáctico de un
modelo matemático diferente sobre el manejo del tiempo y sus propiedades cualitativas
espacio temporales”. 4
Este especialista señala que el modelo desarrollado por los aztecas es superior al paradigma
lineal del espacio tridimensional, el cual comprende al tiempo como una función, mientras que
el modelo azteca, es “no lineal, tiene una base geométrica que utiliza proporciones en vez de
medidas cuantificables, con base en las cuales las civilizaciones prehispánicas erigieron sus
templos y ciudades e incluso regularon sus vidas”.5
Las “Chinampas” aztecas: una muestra del ingenio azteca
Los aztecas desarrollaron técnicas muy avanzadas para la
agricultura y aprovechamiento de las tierras. Construyeron
“chinampas”, que eran balsas de grandes dimensiones,
realizadas con junco, en cuya base colocaban capas de
vegetación acuática y barro. Las chinampas conformaban
islotes artificiales en los lagos, fijados al fondo de estos,
con cañas y estacas de sauce o por las raíces de los árboles
que plantaban en sus extremos. Con la aplicación de esta
técnica, los aztecas le ganaban terrenos fértiles al lago, ya que podían absorber el agua a
través del piso poroso que tenían, obteniendo cultivos de maíz, tabaco, ajíes y porotos, entre
otros productos.
Los aztecas y la matemática.
De acuerdo con una investigación realizada por Bárbara Williams, de la Universidad de
Wisconsin-Rock County (USA) y María del Carmen Jorge, de la Universidad Autónoma de
México (UNAM), los aztecas tenían un sistema de cálculo muy parecido al actual, pero
utilizaban su propia forma de aritmética, la cual incluía corazones, manos y flechas, las cuales
representaban fracciones para medir parcelas de tierra. Los aztecas eran contadores eficientes
que registraban aspectos tales como la propiedad de la tierra y las transacciones inmobiliarias.
(1) Zavala, Silvio. La defensa de los derechos del hombre en América Latina. Bélgica: UNESCO.
Pág. 31.
(2) Colombres, Adolfo. América como Civilización Emergente
(3 ) http://educasitios2009.educ.ar/aula61/2009/11/23/ciencia-y-tecnologia-en-el-incario/
(4) (5) http://www.aibr.org/antropologia/boant/noticias/MAR0304.html