La Escuela Nacional Unificada, un proyecto
educacional del Gobierno de la Unidad
Popular Chile, 1973. Para una crítica de su
discurso ideológico
HUGO CANCINO Y RITA CANCINO
Universidad de Aalborg, Dinamarca
[email protected], [email protected]
Sociedad y Discurso
Número 28:70-93
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
Resumen: En febrero de 1973, el Gobierno de la Unidad Popular (UP) hizo público el denominado “Informe
sobre la Escuela Nacional Unificada”, cuyo punto central fue la transformación profunda de la Escuela y la
Educación para sincronizarla con el proceso de cambios en democracia implementados por el Gobierno
Popular. Este proyecto fue un componente significativo del programa de la Unión Popular. A partir del segundo
semestre de 1972, la coyuntura política nacional e internacional era desfavorable para el Gobierno Popular. La
Iglesia Católica, la derecha y una parte de la oficialidad de las Fuerzas Armadas denunciaron el proyecto
como instrumento para concientizar a los niños y a la Juventud en la ideología marxista-leninista. Cercado por
las fuerzas de oposición, el Gobierno de la UP se abstuvo de presentarlo al parlamento como proyecto de Ley.
Nuestra problemática en la relectura de este documento es la siguiente: ¿En qué medida se inspiró la ENU en los
modelos de Escuela de los países del Socialismo Real, y en definitiva en el discurso marxista-leninista como la
Derecha, La Iglesia y las Fuerzas Armadas lo postularon?
Palabras clave: : Escuela, Unidad Popular, Estado Docente, marxismo-leninismo, ideología
Abstract: In February 1973, the Government of Unidad Popular (UP) issued the so-called "Report on the
Unified National School", whose central point was the profound transformation of the School and the Education
in order to synchronize it with the process of changes in democracy implemented by the Government. This
project was part of the program of Unidad Popular. The national and international political situation had been
unfavorable to the Government since the second half of 1972. The Catholic Church and part of the Armed Forces
characterized the project as a tool meant to raise awareness among children and youth in Marxist-Leninist
ideology. Surrounded by opposition forces both from the Right and the extreme Left of the Socialist Party and
the MIR (the Revolutionary Left Movement), the government of Unidad Popular refrained from presenting the
report to the parliament as a Bill. Our research question in this reading of the document is as follows: To what
extent was the Unified National School inspired by the school models from the countries of Real Socialism, and
ultimately in the Marxist-Leninist discourse as postulated by the Right, the Church and the Armed Forces?
Key words: School, Unidad Popular, teaching State, Marxism-Leninism, ideology.
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71
Introducción
A fines del mes de febrero de 1973, el Gobierno de la Unidad Popular (UP) hizo público el
denominado Informe sobre la Escuela Nacional Unificada (ENU), documento que
concordaba con un punto central del Programa del Gobierno UP sobre la transformación del
sistema educacional para sincronizarlo con el proceso de cambios iniciado (Allende, 1971:32-
34). Sin embargo, la coyuntura política nacional e internacional era a la fecha muy crítica
para el Gobierno. Han transcurrido cuatro décadas de este proceso. La distancia histórica de
los acontecimientos o la altura de los tiempos en el concepto de Ortega y Gasset generan un
cuadro amplio de posibilidades y de perspectivas de análisis de la ENU (Ortega y Gasset,
1963:69-73). Por ello vamos a analizarla desde el horizonte posterior a la Guerra Fría. La
bibliografía sobre la ENU es notoriamente escasa en relación a otras temáticas de la
experiencia de la UP. Tal vez esto se debe a que este fue un episodio menor, aunque
significativo y emblemático, en el contexto del proceso de crisis política, que fue signado por
la radicalización del bloque popular y del bloque de Derecha. El Informe ENU fue un
componente más de este proceso que desde octubre de 1972 conducía hacía la resolución de
la crisis social y política cuyo resultado fue el cruento Golpe Militar del 11 de septiembre de
1973.
En las obras generales de análisis histórico del período, la ENU aparece como
referencias, o notas a pie de página que ilustran el contexto del enfrentamiento social,
político e ideológico. Intentaremos una lectura crítica del Informe ENU, tomando en
consideración la aún escasa bibliografía existente. Un lugar central en este reducido espacio
bibliográfico son los trabajos del profesor Iván Núñez Prieto, Superintendente de Educación
del Gobierno UP, quien tuvo un rol central en la elaboración del Informe ENU (Núñez Prieto:
2003). Podemos mencionar también la tesina de grado del historiador Miguel Ángel
Sepúlveda (2011) y también artículos académicos, entre ellos el artículo de Juan Pablo Vera
Yáñez (2012:73-94). Nuestra problemática en la relectura del Informe ENU es la siguiente:
¿En qué medida fue el discurso marxista leninista como la oposición así lo postuló el
fundamento ideológico; y la fuente de inspiración de la ENU1 el modelo educacional de los
1 La III Internacional Comunista en sus resoluciones del Pleno Del Comité Ejecutivo en 1944 estableció
categóricamente que el “Marxismo-Leninismo” se constituía en la ideología oficial de los partidos comunistas y
obreros. En esta versión canonizada del marxismo, que no estaba sujeta a la discusión, y por lo tanto a la crítica,
se formalizó un discurso canonizado y dogmático, que se clausuraba para siempre con los aportes de Lenin,
sobre el Estado, la Revolución y la dictadura del proletariado. Por cierto que este corpus ideológico fue el
discurso oficial de los partidos comunistas del bloque soviético y de la gran mayoría de los movimientos de
liberación nacional, y el de algunos partidos socialistas en América Latina. Ver: “Theses on Bolchevization of
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países del llamado “socialismo real”2? Para responder a esta problemática central vamos a
analizar el contexto internacional y nacional en la que este proyecto se insertó y en el
contexto histórico-ideológico del mismo. En lo siguiente analizaremos el documento
colocando nuestro foco en las fuentes ideológicas que dan un fundamento al proyecto y
finalmente vamos a presentar muy sumariamente el modelo de Escuela propuesto.
Contexto histórico e ideológico
La ideología marxista-leninista juega un significativo rol en el relato y en el análisis de este
artículo y ello nos demanda aclarar y discutir el concepto de Ideología y las funciones que
ejerce en los procesos sociales y políticos. El concepto de ideología está recargado de
referencias negativas tanto en el discurso marxista-leninista como en la Escuela Positivista.
En el marxismo de Marx y Engels la ideología sería una representación falsa, ilusoria y
opaca de la realidad. En este contexto teórico, la única función que se le asigna es la
legitimación la sociedad de clases, burguesa y capitalista (Marx-Engels, 26-40: 1968). La
ideología seria el sedimento de este orden social. Por el contrario el discurso marxista-
leninista fuese formulado bajo el Stalinismo, como la Ciencia Social por excelencia, y como
tal la única que podía revelar y comprender el mundo real y establecer sus leyes y lógica de
movimiento (Castoriadis, 1990). A partir de esta premisa el marxismo-leninismo sería la
ciencia de la revolución proletaria y de la construcción de una nueva sociedad. En la Escuela
Positivista fundada por August Comte y Durkheim, las Ciencias fueron el fundamento del
saber científico, que disponía de los instrumentos conceptuales para encontrar la verdad
objetiva, y para establecer las leyes que rigen el universo y la sociedad. La ideología fue
concebida como la anti-ciencia o una representación espontánea de la realidad basada en
prejuicios científicos (Larraín, 1979:172-205) En consecuencia, las ideologías no tienen una
función positiva sino negativa. Dentro del discurso de Antonio Gramsci, tal vez el único
marxismo que sobrevive después del colapso del mundo comunista, las ideologías son
“históricamente orgánicas”, y son necesarias, tienen una validez psicológica, organizan a las
masas humanas, forman el terreno en que los hombres se mueven, adquiere conciencia de su
Communists Parties en Jene Degras, The Communist International, 1919-1943, Documentos, tomo I; Frank
Casa London, 1971, pp.188-200. 2 “Socialismo Reales” fue durante la Guerra Fría, la auto denominación de los regimenes de Europa comunista
Oriental, que habían adoptado el modelo soviético de Partido-Estado, carente por consiguientes democracia
representativa, y de pluralismo político e ideológico. Para una discusión ver: Manuel Antonio Garretón,
Socialismo Real y Socialismo posible, Material de Discusión, FLACSO-Programa Chile, No. 126, Santiago de
Chile, 1990, 7 pp.
73
posición y luchan” (Gramsci, 1970: 80). En los discursos ideológicos se articulan y
condensan las emociones, la historia de un pueblo oprimido que lucha por su liberación y las
utopías de un mundo mejor. En el transcurso de mediados del siglo XX diferentes autores,
desde una perspectiva crítica del marxismo canonizado, señalaron que en los movimientos
sociales y políticos, las revoluciones populares fueron los discursos ideológicos, los que
movilizaron a los oprimidos, los interpelaron y les dieron una identidad en el proceso de sus
luchas. Ernesto Laclau desarrolló la idea que las ideologías no sólo son sedimentadotas del
orden social, sino que los oprimidos construyen o adoptan ideologías de lucha y de
resistencia en contra un orden injusto (Laclau, 100-101), El sociólogo sueco Göran Therborn
destacó la significación de las movilizaciones convocadas por un discurso ideológico que se
encarna en los movimientos sociales en la figura de un líder carismático, un símbolo o en una
consigna que convoca a la lucha3. En el presente artículo está implícitamente contenido que el
discurso “marxismo-leninismo” de la izquierda marxista chilena se condensó en una
convocatoria ideológica, en donde las luchas obreras del pasado, los mártires de esa lucha se
articulaban con las del presente: También en este espacio ideológico se agitan los recuerdos
y ejemplos de otras luchas obreras y populares del pasado en Chile, la Rusia revolucionaria
y se insta desde el discurso a seguir esos ejemplos. La ideologización y radicalización de los
actores que la internalizaron impidió a estos una visión critica de la realidad: Chile, un país
conservador y legalista no era ni el escenario de la una revolución insurreccionalista como
Rusia en octubre de 1917 ni el escenario cubano de la lucha guerrillera en un país sin luchas
sociales armadas.
La experiencia de la Unidad Popular o la Vía Chilena al Socialismo se insertó en el
contexto de la Guerra Fría4 Este fue un extenso período dominado por las concepciones
polarizadas del mundo, de la vida y de las relaciones internacionales. El mundo se dividió en
el Bloque Occidental encabezado por los Estados Unidos que se auto- representó como la
encarnación de la democracia y la libertad frente al Bloque Oriental liderado por la Unión
Soviética, con su auto-representación del “Socialismo Real” y de la Democracia Popular. Para
el Bloque Occidental siempre la URSS fue la expresión paradigmática del totalitarismo
3 Una movilización ideológica implica la fusión y condensación de varios discursos ideológicos en una demanda
única de mayor alcance habitualmente en un slogan único: Göran Therborn: The ideology of Power and the
Power og Ideology, Verso Classsic, London , 1999, p.45. 4 Ver al respecto: Hugo Cancino Troncoso: “El Partido Socialista de Chile”, 1945-1970”. Avital Bloch, María
del Rosario Rodríguez (Coordinadoras): La Guerra Fría y las Américas, Universidad de Colima, Centro
Universitario de Investigaciones Sociales-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Instituto de
Investigaciones Históricas, 2013, 116-123.
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comunista. Mientras que para el Bloque Soviético, los Estados Unidos y sus aliados
occidentales, representaba el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo opresor del
Tercer Mundo. A partir del bipolarismo que paso a ser el imaginario de la época, fue difícil
formular un posicionamiento del mundo internacional que rompiera con el antagonismo entre
bloques político-ideológicos y militares.
En este esquema maniqueo del mundo internacional se gestó la Revolución Cubana, y
la Guerra de Guerrillas encabezada por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio en contra
de la dictadura de Batista, que fue desalojado del poder en enero 1959. Esta Revolución
“verde oliva” tuvo un impacto decisivo en la radicalización político-ideológica de la juventud
de la década de los años del 60 a lo largo y a lo ancho de América Latina. El dilema que les
planteó la Revolución Cubana a la Generación Joven de los años 60 fue: Reformismo o la
Revolución Socialista (Debray, 1970:137-184). El reformismo en cualquiera de sus formas,
reformismo burgués o reformismo obrero, fueron rechazados a priori5: Es decir, la única
revolución posible, según los cubanos y sus seguidores, fue la Revolución Socialista, a través
de la vía armada (Debray, 1968).
En las condiciones de Chile, con una larga tradición de democrática representativa y de
fortaleza de las instituciones jurídicas, era difícil imaginarse como posible un proyecto de vía
armada al socialismo6. La influencia de la Revolución Cubana que se extendió a toda
América Latina, inspiró a la juventud a organizarse como Izquierda Revolucionaria, la que fue
formada especialmente por jóvenes radicalizados por la ideología, el ejemplo y la práctica
armada de la Revolución Cubana. Un viejo partido de Izquierda, el Partido Socialista de Chile
(PS), fundado en 1933 entre otros por Salvador Allende y que se definió fundacionalmente
como un partido popular de trabajadores manuales e intelectuales, practicó un marxismo
crítico. Este Partido siempre actuó dentro del marco institucional y no dependió de un centro
político-ideológico extranjero. Hacia fines de los años 60 se incrementó la radicalización de
su dirección y de sus militantes que mostraban una enorme simpatía con la estrategia de la
lucha insurreccional y se fueron acercándose más y más a los posicionamientos cubanos
5 Reformismo obrero , fue la designación que MIR adjudicó a la política, estrategia y su proyecto de respectar
el encuadre institucional del Estado Chileno y no pasar a una estrategia insurreccional. En una estrategia de toma
revolucionaria del poder. Por otra parte su política de alianzas llamada de Liberación en donde incorporaba a la
Democracia Cristiana: ver: Ruy Mauro Marini: El reformismo y la Contrarrevolución (Estudios sobre Chile,
Ediciones ERA, México, 1976, pp.15-29. 6 “Esta tradición republicana y democrática llegó a formar parte de nuestra personalidad, impregnando la
conciencia colectiva de los chilenos. El respeto a los demás, la tolerancia hacia el otro, es uno de los bienes
culturales más significativos con que contamos”, Salvador Allende: “Discurso en el Estadio Nacional, 5 de
noviembre de 1970”, en Salvador Allende: Su pensamiento Político, Quimantú, Santiago de Chile, 1972, p. 25.
75
(Ortega Martínez, 2008:152-154). Esta línea estratégica fue oficializada en 1967. No obstante
el giro previo del PS hacia la Izquierda Revolucionaria y favorable a la lucha armada,el PS
suscribió el programa de la UP y la tesis comunista de conquistar el poder por la vía legal en
las elecciones de 1970 y la mantuvo lado a lado con su estrategia revolucionaria. El PS
suscribió formalmente lo que fue “La Vía Chilena al Socialismo” o La Vía Política7. En su
primer mensaje presidencial Allende destacó que esta vía estaba inédita, y aunque estaba ya
enunciada en los clásicos del marxismo nunca había sido realizada (Allende, 1973: 29-62). La
mayoría relativa de la Unidad Popular, que obtuvo el 36,3% de los sufragios, obligó a la UP
negociar el apoyo del Partido Demócrata Cristiano (PDC) para elegir a Allende como
Presidente en el Congreso Pleno. La Democracia Cristiana (DC) condicionó su apoyo a
Allende a través de un Pacto de Garantías Democráticas, que Allende tuvo que firmar para
ser elegido. El documento fue ratificado por el Congreso Pleno8.
Este pacto tuvo serias consecuencias en los tres años de gobierno de la Unidad
Popular. Allende tuvo que recurrir a los Decretos-Leyes para gobernar y llevar a cabo las
reformas postuladas en el programa. El PDC se fue paulatinamente desplazando hacia la
Derecha haciendo causa común con ésta para obstruir el Gobierno en el parlamento y en las
movilizaciones callejeras junto a la Derecha. En la coyuntura en que el Informe ENU fue
hecho público, las posibilidades de diálogos del Gobierno UP con la DC, habían ya llegado a
un punto muerto. El Partido Comunista, en cambio, trató siempre de buscar un camino de
diálogo a la negociación con la DC con miras a crear una alianza amplia que posibilitara la
aprobación en el parlamento de las reformas programadas (Alexander, 1978:261-263) La
ampliación de la UP, de acuerdo a la tesis del PC implicaba integrar a la DC a la UP, dentro
del contexto de lo que los comunistas denominaban un Frente de Liberación Nacional. Para
los comunistas significaba unir a las fuerzas populares con la burguesía progresista (La DC),
en contra de la Oligarquía dominante (Furci1984: 52-53). Para el PS, la DC era la nueva cara
de la Derecha y como tal no podía ingresar en la UP. Según los socialistas el PC y el PS
eran el eje de la UP y constituía de este modo un Frente de Trabajadores, que unía a los dos
7Véase sobre La Vía Política o institucional al socialismo, la obra de Joan E. Garcés, quien fue consejero
político de Allende: Chile. El camino político hacia el socialismo, Ediciones Ariel, Barcelona, 1972. 8 Para conceder su apoyo la DC exigió a Allende que firmara un documento denominado Estatuto de Garantías
Democráticas. En este documento se le exigía al Presidente de la República mantener su gestión dentro de la
Constitución y las leyes y de no permitir la formación de cuerpos civiles armados paralelos a las FF. AA. El
Estatuto fue aprobado por ambas cámaras, como una reforma constitucional bajo la denominación de Ley No.
17.398: Texto de la Reforma Constitucional de las Garantías Democráticas, Archivo Chile, CEMA, Centro de
Estudios Miguel Enríquez:
http://www.archivochile.com/Poder_Dominante/pod_publi_parl/PDparlamento0001.pdf
76
partidos fundamentales de la clase obrera9. La posición comunista fue rechazada de plano por
la dirección del PS que desde octubre de 1972 lanzó la consigna “Avanzar sin transar”,
consigna que fue apoyada por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)10
. El PS fue
el principal partido del Gobierno, el partido del Presidente Allende, pero paradojalmente, éste
ejerció también a través de su ala revolucionaria, el rol de partido opositor desde la izquierda
junto al MIR, organización influida por la ideología de la Revolución Cubana y su
estrategia de la lucha armada continental11
. ¿Cómo se podría explicar la ambigüedad del PS
con sus ministros y altos funcionarios del Gobierno que aceptaron formalmente la Vía
Institucional al socialismo, mientras que por otro lado, pregonaban un discurso
insurreccionalista?.
El Partido Socialista había iniciado su proceso de radicalización en el Congreso de
Chillán en 1967 (Jobet, 1971:130-131). En este congreso el partido se redefinió como
marxista-leninista y se aprobó mayoritariamente una resolución que estableció que la vía
electoral no era el camino para la toma del poder por la clase trabajadora y en esta
circunstancia la única vía era la vía insurreccional.12
En el Congreso de la Serena en 1971, el
PS, reafirmó la estrategia insurreccional y rechazó la vía electoral para avanzar en la
construcción del socialismo (Jobet, 1971:130-131). El ala izquierda del PS formada por la
corriente mayoritariamente pro-cubana Ejército de Liberación Nacional, conocida como
Elenos junto con sectores trotskistas obtuvo la mayoría en el Comité Central que designó a la
Comisión Política del partido. El senador Carlos Altamirano Herrera fue elegido Secretario
General.
El período anterior al lanzamiento del Informe de la ENU se caracterizó por un
ascenso del proceso de radicalización político-ideológico del bloque social de Derecha y
de la Izquierda del PS y el MIR. La consigna del PS fue “avanzar sin transar” y crear un
poder popular paralelo al Estado y a la institucionalidad vigente (Cancino, 1988: 320-380).
La polarización social y política se fue profundizando más y más. El PDC, a pesar de tener
una ala moderada de Centro Derecha se fue desplazando rápidamente a las posiciones de la
9 Alejandro Chelén. Trayectoria del Socialismo Chileno. Apuntes para una historia crítica del socialismo
chileno. Editorial Astral, Buenos Aires. Pp.164-168. 10
“Al Pueblo no lo para nadie” Avanzar sin transar! , Documentos Suplementos de la Edición No. 179 de Punto
Final, Martes, 13 de marzo, 1973, 26 pp. 11
Sobre el MIR, véase: Cristián Pérez: “Historia del MIR. “Si quieren guerra, Guerra tendrán”, en Estudios
Públicos, No.91, invierno, 2003, Santiago de Chile, pp. 5-44. 12
Tesis política del Congreso de Chillán del PS, Fernando Casanueva Valencia /Manuel Fernández Canque,
El Partido Socialista y la lucha de clase en Chile, Empresa Editorial Quimantú, Santiago de Chile, 1973, pp.
223-225.
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extrema Derecha. Las diferencias dentro de la UP, entre la línea de moderación de Allende y
del Partido Comunista, y la posición rupturista, que fue la línea oficial del Partido Socialista,
se hicieron cada vez más profundas.13
Este fue el escenario social y político del lanzamiento del Informe ENU en febrero de
1973. Cabría preguntarse por qué se hizo público el Informe ENU en una coyuntura tan
crítica para el Gobierno Popular, que fue acosado por ambos lados: la extrema Derecha y la
Democracia Cristiana y por el otro lado, la Izquierda insurreccionalista del PS y el MIR. Nos
parece que la ENU fue usada como una bandera de lucha de los sectores más radicalizados
del PS para contribuir a profundizar el proceso y producir un quiebre institucional, por la vía
insurreccional que abriría el paso para el establecimiento de un Gobierno Revolucionario de
Trabajadores. A partir del segundo semestre de 1972 el bloque opositor de Derecha había
acelerado su curso de movilizaciones sociales en contra el Gobierno Popular, integrando a
estas a los trabajadores del transporte terrestre (camioneros), a los alumnos de los colegios
católicos, a los estudiantes de la Universidad Católica y también a un amplio espectro de
sectores medios profesionales (Cancino, 1988:288-320). A este proceso se agregaban las
respuestas de la izquierda insurreccionalista a la ofensiva reaccionaria con las movilizaciones
de trabajadores y campesinos exigiendo la radicalización de la política de la UP y exigiendo la
creación de un Poder Popular independiente y paralelo al Gobierno Popular. Estas
movilizaciones fueron impulsadas principalmente por el P.S. y el MIR. (Roxborough,
O’Brien; Roddick, 1977: 164-168).
La Génesis y la breve vida del Proyecto ENU.
El PS fue el partido de la UP que tuvo la mayor y directa ingerencia en la elaboración del
proyecto ENU a través de sus altos funcionarios situados en puestos claves en el Ministerio
de Educación Pública. El Superintendente de Educación, el profesor Iván Núñez Prieto, era
en ese entonces un alto miembro del Partido Socialista. Iván Núñez formaba parte de la
mayoría del PS que propiciaba un curso rupturista, es decir insurreccional para la toma del
poder y la construcción de un Estado de los trabajadores. Núñez fue elegido miembro del
Comité Central (CC) del PS en el Congreso de Chillán en 1967 y fue reelegido como
miembro del CC en el Congreso de la Serena en 1971. A su vez el Comité Central lo designó
13
Ver: Tomás Moulián:”La Vía Chilena al Socialismo: Itinerario de la crisis de los discursos estratégicos de la
Unidad Popular”, Julio Pinto Vallejo (Editor): Cuando hicimos historia. La experiencia de la Unidad Popular,
LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2005, pp.50-56.
78
como miembro de la Comisión Política del PS y como Director del Departamento de
Educación Política.14
Iván Núñez tuvo como un colaborador cercano, al profesor socialista
Lautaro Videla Stefoni en la Comisión Técnica que elaboró el Informe ENU.15
Ambos
profesores fueron durante muchos años activos participantes en la vieja tendencia trotskista
del PS, que fue un componente de la mayoría insurreccionalista que controlaba la dirección
del PS desde el Congreso de Chillán del PS. Estos antecedentes son muy importantes para
entender las bases ideológicas del fundamento marxista-leninista del Informe ENU en el
contexto de la estrategia revolucionaria armada del PS16
.
En la comisión técnica de trabajo que elaboró este documento participaron
representantes principalmente del P. C. y del pequeño Partido Radical a cuyas filas pertenecía
el Ministro de Educación, Jorge Tapia Valdés. El Informe ENU estaba ya redactado en
Noviembre de 1972, cuando Jorge Tapia fue nombrado Ministro de Educación. En un
artículo post facto, Tapia Valdés escribió que cuando recibió el texto de la ENU para su
lectura, criticó “su falta de concreción, su fraseología”17
. El proyecto fue enviado de nuevo
para su revisión. Cuando el texto estaba concluido, se desató en el seno de la comisión un
“largo y enconado debate” acerca de la conveniencia de “acelerar” o retardar la discusión
pública de este18
. El ex Ministro Tapia agregó que tanto él como su partido estimaban que
“la forma y oportunidad de presentar el proyecto permitiría a la oposición…desatar una
vigorosa campaña contra el Gobierno”, profecía que se cumplió con creces.19
Agregó que los
representantes del PS y del PC en la comisión no estaban de acuerdo con la postergación
señalando que “la Revolución había que llevarla también en el plano educativo para tomar la
iniciativa frente al enemigo”20
. El Profesor Núñez se mostró también desafiante frente a la
oposición implacable del bloque derechista en caso que la Contraloría General de República
se pronunciara en contra del Informe ENU21
. Han transcurrido más de cuatro décadas del
14
Fernando Murillo Viaña: La crisis del Socialismo Chileno (Dossier):
http://www.blest.eu/doxa/dossier_PS.html 15
Ver: Entrevista con el Profesor Lautaro Videla Stefoni: Archivo Historia Oral: En la entrevista Videla se
refiere a su antigua militancia en el PS y su militancia trotskista y su contribución a la ENU:
http://mundoobrero.cl/historia-oral/historia-oral/ 16
Curiosamente, en la obra central del profesor Núñez sobre la ENU, se pasa casi de largo el análisis del
gravitación real la ideología marxista-leninista en Informe ENU: El autor usa un enorme espacio en el relato de
los antecedentes. 17
Jorge Tapia Valdés: “Sobre la factibilidad y el fracaso de la vía chilena al Socialismo” en: Federico G .Gil,
Ricardo Lagos et al: Chile, 1970-1973 Lecciones de una experiencia, Editorial Tecnos, Madrid 1977,p. 315. 18
Ibíd. p. 375. 19
Ibíd., p. 375. 20
Ibíd. p. 375. 21
“Sabemos que la Contraloría General de la República va a rechazar las prerrogativas de los consejos de
educación; Pero los consejos está ahí y todo dependerá de la presión que ejerzan la clase obrera y el
79
lanzamiento público del Informe ENU, sin embargo, su responsable principal, el ex–
Superintendente de Educación del Gobierno UP, Iván Núñez Prieto, no ha asumido su
responsabilidad como el ideólogo jefe en el Informe ENU. Este texto cuya inoportuna
difusión y su lenguaje marxista-leninista en los fundamentos ideológicos del proyecto se
convirtió en un discurso que ayudó a radicalizar más aún las movilizaciones sociales y
políticas del bloque derechista. En su libro sobre la ENU no hemos encontrado huellas
significativas de autocrítica sino suaves justificaciones sobre “el tiempo de la ideología” en
los años de la UP y que habría sido necesario “un consenso con la oposición” para poder
realizar la ENU22
. De antemano sabemos que un “consenso” con la D. C. para permitir la
rediscusión del Informe ENU estaba excluido por el PS a cuyo sector mayoritario perteneció
Iván Núñez Prieto. En un contexto de crisis social y política que se enmarcaba en la Guerra
Fría, el proyecto ENU pasó a ser un componente álgido de la radicalización social, política e
ideológica del período.
El bloque de Derecha rechazó el Informe ENU en su totalidad como una amenaza para
la libertad de enseñanza y el pluralismo a través del diario El Mercurio23
. El Mercurio fue
fundado en Santiago en 1902 y desde sus inicios fue el vocero de los intereses de la
oligarquía y el enemigo acérrimo de los partidos de Izquierda y del movimiento obrero. La
súbita reacción de la Derecha frente a proyecto de la ENU fue sorprendente porque después
de casi tres años en el Programa de Gobierno de la Unidad Popular estaban ya esbozadas las
reformas educacionales, cuyo centro fue precisamente la ENU24
. El bloque derechista
movilizó a sus bases sociales de apoyo mediante El Movimiento Gremialista, agrupación de
Extrema Derecha dirigido por Jaime Guzmán. A éste se agregaron la Federación de
Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) y alumnos de colegios privados. La FEUC
campesinado al integrarse a ellos. La Escuela Nacional Unificada asegura también canales que
indudablemente representan la extensión de la lucha de clases dentro de la educación”. Declaraciones
públicas de Iván Núñez Prieto, Revista Chile Hoy, No 41, Santiago de Chile, marzo, 28 de 1973.( la cursiva es
nuestra). 22
En su obra principal sobre la ENU, Iván Núñez ocupa un enorme espacio en relatar de los antecedentes
históricos del proyecto, de sus proyecciones tecno-educacionales eludiendo tratar con más profundidad el
componente marxista –leninista del texto y su propia implicación como Jefe ideológico de la Comisión que
redactó el documento. 23
El Mercurio, Santiago de Chile, 7 de abril de 1973. 24
“ Con el objeto de hacer realidad la planificación de la Escuela Única, nacional y democrática, el nuevo
Estado tomará bajo su responsabilidad los establecimientos privados, empezando por aquello planteles que
seccionando al alumnado por razones de clase social, origen nacional o confesión religiosa. Esto se realizará
integrando al sistema educacional el personal y otros medios de la educación privada”. Programa Básico e la
Unidad Popular, Hernán Godoy, Estructura Social de Chile, Editorial Universitaria 1971, Santiago de Chile,
p.578.
80
convocó a la oposición a aunar sus fuerzas para luchar en contra del proyecto ENU25
. La
protesta contra la ENU emergió también en las filas de Oficialidad de la Armada Nacional. En
una reunión informativa celebrada con los Oficiales de la Armada el 7 de abril de 1973 con
el Ministro de Educación Jorge Tapia, estos se mostraron en total desacuerdo con el proyecto
ENU26
. La FEUC declaró el 15 de marzo de 1973, que el Informe ENU “pretendía convertir a
la educación chilena en un instrumento de concientización política al servicio del marxismo”
(FEUC, 1973:13-14). La Asamblea Plenaria del Episcopado declaró el 11 de abril de 1973:
“Nos oponemos al fondo del proyecto por su contenido que no respeta valores humanos y
cristianos fundamentales, sin perjuicio de sus méritos pedagógicos en discusión”27
.
Tenemos que considerar el hecho de que el Cardenal Silva Henríquez había respaldado
las reformas sociales del Gobierno de Allende. Silva Henríquez representaba al sector más
progresista del Episcopado, pero tampoco este sector ocultaba su posición crítica frente al
discurso marxista-leninista de la UP en mayo de 197128
. En sus “Memorias”, el Cardenal
Raúl Silva Henríquez se refiere a una reunión con el Presidente Allende a fines de Marzo de
1973, que él solicitó para formularle las preocupaciones de la Iglesia sobre el proyecto ENU,
especialmente en relación a las limitaciones graves al pluralismo contenidas en el
documento, pero esto no era lo único el Episcopado objetaba. Para la Iglesia, su preocupación
fue el discurso marxista-leninista que impregnaba el documento, en los objetivos de la
Escuela y su función de servir de palanca ideológica para “remodelar” a los niños(as) y
jóvenes para vivir en el socialismo(humanista).
El Presidente Allende le expresó lo siguiente: “yo me comprometo a que éste -el
Informe ENU- será postergado y en definitiva no se promulgará si no tiene un acuerdo más
amplio” (Cavallo, 1991: 242-243). En mayo de 1973, cuando las protestas de la oposición se
expresaban en movilizaciones de sus grupos adictos, principalmente alumnos de los colegios
privados y de la Universidad Católica, el Gobierno se decidió a retirar el Informe ENU que
25
“Ante la gravedad de que esté en marcha el más grave intento por implantar el totalitarismo en Chile, llama a
todos los sectores democráticos del país a construir un gran comando nacional para defender la libertad
educacional y luchar…contra el modelo de la Escuela Nacional Unificada” (FEUC, 1973), citada por Juan
Pablo Yáñez, op. cit., p.87. 26
El Almirante Huerta expresó en la reunión que “el gobierno quería imponer un régimen marxista a través de
la concientización de la juventud mediante la ENU: Carlos Prats González: Memorias. Testimonio de un
soldado, Colección Testimonio, Pehuén Editores, Santiago de Chile, 1985, p.378: El General Carlos Prats,
General en Jefe del Ejército y Ministro de Defensa del Gobierno de Allende fue asesinado por agentes del
dictador Pinochet el 28 de septiembre de 1974 en Buenos Aires, ciudad donde estaba asilado. 27
Declaración de la Asamblea Plenaria del Episcopado sobre la Escuela Nacional Unificada, Punta de Tralca,
Chile: http://documentos.iglesia.cl/conf/doc_pdf.php?mod=documentos_sini&id=137 28
Conferencia Episcopal de Chile: “Evangelio, Política y Socialismo”, Mayo, 1971. Documentos Episcopado,
Chile (1970-1973), Santiago de Chile: Ediciones Mundo, pp.53-68.
81
nunca llegó a ser Proyecto de Ley.29
El retiro del informe ENU disgustó a los sectores
insurrecionalistas del PS y al MIR30
.
El Proyecto ENU. Génesis e ideología
En general en las diferentes aproximaciones sobre el discurso ideológico de la ENU se ha
destacado la presencia de una tradición que se inscribe en el pensamiento educacional chileno
y latinoamericano. Desde la fundación del Estado Nacional en 1833 hasta el Gobierno de la
UP se le asignó al Estado una función rectora en el desarrollo de la educación pública (Loreto
Egaña, 2000: 13-35). Para las élites oligárquicas que fueron las élites del poder en el Estado
Nacional de 1833, la escuela, además de enseñar las primeras letras, fue usada como un
instrumento de construcción de la identidad y del imaginario de la nación. Hacía las dos
últimas décadas del siglo XIX la Iglesia y el Partido Conservador, partido confesional y
vocero de la oligarquía agraria cuestionó la primacía del Estado en la educación, es decir, lo
que se denominó el Estado Docente. Estos grupos de poder les antepusieron a los partidarios
del Estado Docente, la libertad de enseñanza. Con la doctrina de la libertad de enseñanza se
favorecía en la práctica a la enseñanza confesional católica (Cifuentes, 1956: 143-332). El
naciente Partido Radical y la Izquierda Liberal defendieron el Estado Docente, que
garantizaba según estos, una educación científica, libre de la influencia de la Iglesia o de
cualquiera otra filosofía o creencia religiosa (Cancino, 2011: 57-59).
En este contexto se puede mencionar la actividad política e intelectual del filósofo
positivista chilena, Valentín Letelier, quien teorizó el Estado Docente laico y que participó
activamente en el debate de fin de siglo sobre el Estado y la Educación (Pozo Ruiz, 2004: 76-
98). Desde los comienzos del siglo XX, el Estado consolidó su posición dentro de la
educación pública, en la escuela primaria obligatoria, en la enseñanza secundaria y en la
Universidad de Chile financiada por el Estado y abierta a todos los chilenos. Este sistema
convivió lado a lado con la educación privada en todos los niveles, las de origen católico o
de otras confesiones religiosas o de las corporaciones privadas. Dentro del concepto del
Estado Docente laico, se incorporaba la idea de un Estado que no tiene una ideología o una
29
El Presidente Allende se refirió por última vez proyecto ENU en su discurso del primero de Mayo de 1973:
“Palabras del Presidente de la República Compañero Salvador Allende Gossens, Pronunciadas en el acto de
celebración del día del trabajo”, Oficina de Información y Radiodifusión de la Presidencia de la República,
Archivo Salvador Allende, p.7. 30
“El retiro del proyecto de la ENU genera fuertes criticas en los sectores del polo izquierdista. Estos aunque
reconocían la imposibilidad de imponerlo burocráticamente , sin una completa discusión, ven en el retiro, una
imposición del bloque opositor”, Manuel A. Garretón y Tomás Mulián: La Unidad Popular y el conflicto
político en Chile, Ediciones Minga, Santiago de Chile, 1983, p.119.
82
concepción del mundo y de la vida que se impusiera través del sistema educacional. La única
misión de la escuela pública fue la enseñanza pública para todos, basada en métodos
científicos y afirmando los valores ciudadanos de democracia e igualdad (Caicedo Escudero,
2012: pp., 113-144). Sin embargo, el proyecto ENU no respondía a esta tradición libertaria y
democrática, ya que estaba fundado en una concepción de la sociedad, del Estado y en
definitiva de la educación basada en una versión canonizada del marxismo: el marxismo-
leninismo, que a juicio de sus redactores tenía que modelar a las nuevas generaciones.
Desde los comienzos del siglo XX los maestros y educadores chilenos fueron dando
forma a una organización gremial, que además de luchar por sus reivindicaciones
profesionales jugo un rol importante en el proceso de modernización del sistema educacional
chileno. A este respecto, estos organizaron y celebraron periódicamente congresos
pedagógicos que tuvieron un impacto importante en el mejoramiento del sistema escolar
público (Pérez/ Sandoval, 2010:13-45). De estos foros salieron propuestas reformistas que le
fueron planteadas al Poder Público, como la propuesta de una reforma educacional en 1928,
cuyo punto central fue la idea de una Escuela Nueva y activa abierta al mundo real del
trabajo, la producción y a la vida. El dictador Gral. Carlos Ibáñez del Campo que en
principio simpatizó con la propuesta de los maestros la desechó en 1929. No hay duda de
que este proyecto de reforma frustrado es un antecedente remoto del proyecto de la ENU
(Reyes Jedlicki, 1910:40-49). El escritor y pensador peruano, José Carlos Mariátegui, que
conoció el texto de la propuesta la destacó como un ejemplo para América Latina (Mariátegui,
1973:68-79). En el Congreso Nacional de Educación celebrado en febrero de 1971 en
Santiago, que contó con una amplia participación de docentes, se discutieron las bases de
una reforma educacional que abrió el camino para el proyecto de la ENU31
.
Además de la significación de la tradición educacional chilena, se subraya en los
artículos sobre el proyecto ENU la influencia del pensamiento latinoamericano, destacándose
los aportes del pensador José Carlos Mariátegui y de los filósofos brasileños de la
Educación, Paulo Freire y Darcy Riveiro32
. Por otra parte, ha sido destacada la influencia
del planteamiento de la UNESCO de fines de los 60, en su propuesta de una reforma
educacional dirigida a la modernización de la escuela en sus métodos y contenidos para
31
Jorge Magasich: La batalla de la Educación de la UP, Le Monde Diplomatique, Edición chilena, noviembre de
2013: http://www.lemondediplomatique.cl/La-batalla-de-la-educaci... 32
Ver al respeto: Rodrigo de la Cruz, Quinteros M.: La política educativa de la Unidad Popular 1970 a 1973): El
proyecto de la Escuela Nacional Unificada y su relación con el pensamiento de Paulo Freire, José Carlos
Mariátegui y Darcy Riveiro, Universidad de Chile, Santiago, 2008.
83
sintonizarla con las transformaciones sociales, económicas y tecnológicas. A este respecto se
puede mencionar a la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación de la
UNESCO presidida por el profesor Edgar Fauré, que elaboró esas ideas33
. Las influencias del
sistema escolar cubano y de otros de los países del “socialismo real”, considerados en los
años 70 como paradigmas a emular no aparecen mencionadas en los documentos oficiales
de la ENU.
Sin embargo, en la Revista de Educación publicada por el Ministerio de Educación
Pública, aparecieron varios artículos muy elogiosos sobre las experiencias pedagógicas de los
países del “Socialismo Real”, especialmente de la Alemania Oriental, Checoslovaquia y
Cuba34
. Es posible que algún funcionario del Ministerio de Educación Pública viajara a este
país a buscar inspiración para el proyecto chileno. Finalmente, la gran mayoría de los autores
leídos mencionan al pasar la influencia, marxista-leninista y su impronta en el proyecto ENU.
Se sostiene que estas referencias a los enunciados más duros, más canónigos de ese discurso
serían sólo un componente retórico del discurso y nada más. Si nos atenemos a la presencia
en los miembros del grupo redactor, encabezados por el Superintendente, la gran mayoría
eran miembros o dirigentes de partidos marxista-leninistas y consecuentes con este discurso
ideológicos, le confirieron al informe ENU una identidad cerrada en ese universo ideológico.
No nos caben dudas para sostener que fue el discurso marxista-leninista el principio que le
da unidad e identidad al texto final publicado como Informe de la ENU.
La parte estructural, organizativa, su metodología y pedagogía se constituye en otra
dimensión discursiva, que está libre de la ideología de sus autores. Por lo tanto, ese
discurso podría ser aceptado por moros y cristianos. Tal vez, sin esta introducción
doctrinaria marxista- leninista, otra suerte pudiera haber corrido esta iniciativa malograda por
sus propios ideólogos que lograron desplazar a la Iglesia, que favoreció las reformas sociales
de la UP, al campo de la oposición, junto con la Derecha y la Marina. Como escriben los
politólogos chilenos, Garretón y Moulian: “La importancia del conflicto ENU es que el
permite a la Oposición, tocando allí los puntos sensibles de actores claves: Las Fuerzas
Armadas y la Iglesia” arrastrándolos a la Oposición35
. En este contexto y en la composición
33
Ver el Informe de la Comisión Internacional sobre el desarrollo de la Educación, presidida por Edgar Fauré:
Aprender a Ser, La educación del futuro, Alianza/Unesco, Madrid, 1972, 426 pp. 34
Véase los siguientes artículos publicados por la Revista de Educación entre 1970 -1972: Mauricio Fuente: “La
enseñanza industrial en un país socialista: en torno a la formación de trabajadores calificados, 1972; “La
educación especial en la República Democrática Alemana”, Revista de Educación, No. 43-46, Santiago de
Chile, 1972. 35
M.A. Garretón y T. Mulián; op.cit., p. 119.
84
de la Comisión que elaboró el Informe ENU dominado por la Izquierda Insurreccionalista, se
puede colegir este proyecto que estaba subordinado a la estrategia de la “conquista” del poder
para realizar el socialismo. A la ENU se le asigno la misión de modelar a niños y jóvenes
para construir un sistema socialista en el modelo leninista clásico del Partido-Estado
soviético. Las demás influencias y tradiciones mencionadas que se mencionan en el Informe
ocupan una función subordinada en la estructura lógica y temática del documento. En lo sigue
comentaremos las partes de informe ENU que tienen relación con la ideología del
documento.
En la introducción al Informe se señala que la tarea propuesta es construir “Un sistema
nacional para la educación permanente en una sociedad de transición al socialismo” (ENU,
1973: 157). Sobre esta tesis de la transición al socialismo, como objetivo del Gobierno UP,
nunca hubo consenso entre los partidos socialista y comunista. Para los socialistas la sociedad
ya estaba en tránsito al socialismo y en los inicios de un proceso que no podía decidirse en el
parlamento sino por el camino de una insurrección armada para la conquista de los
trabajadores del Estado, de su destrucción para crear uno nuevo, el Estado de los
trabajadores. Para el Presidente Allende y los comunistas el Gobierno UP sólo se iba a crear
condiciones para en un futuro que nunca precisaron, de transitar pacíficamente al socialismo.
Esta tarea sería la “perspectiva estratégica que ilumina la nueva política educacional”,
presuponía según sus autores la construcción de una sociedad socialista humanista”
(ENU:157).
Este proyecto histórico tendría como basamento el desarrollo de “las fuerzas
productivas, en la superación de la dependencia económica, tecnológica y cultural, en el
establecimiento de nuevas relaciones de propiedad. En el texto se introduce la tesis sobre el
condicionamiento del proyecto ENU y su subordinación a un proceso revolucionario que se
orientaba al socialismo. Esta formulación se repite en otro pasaje del texto. También la idea de
una sociedad socialista humanista aparece mencionada en otro lugar del texto. Esta expresión
también fue usada por el Presidente Allende en varios de sus discursos. No se explica en
ninguna parte del Informe ENU qué es lo nuevo en los conceptos de Humanismo y de
socialismo en relación a los discursos ideológicos de los países del “socialismo real”. No nos
parece que se hubiese pensado en un paradigma social demócrata al estilo de Suecia o
Dinamarca. Los autores del informe eran marxista-leninista convencidos y confesos. Para
ellos la socialdemocracia era simplemente un proyecto de reforma del capitalismo para darle
un rostro humano. El único referente socialista de los autores podía ser los auto-llamados
85
“socialismos reales” de Europa del Este. Estos regímenes integrados en el bloque soviético
nunca fueron socialismos ni “reales” ni humanistas. Todos fueron regímenes anti-
humanistas, es decir formas de Estado totalitario controlado y dirigido por el Partido
Comunista, que no reconocían como suyo los Derechos de Hombre y del Ciudadano y donde
existía el pluralismo político e ideológico. Debemos agregar que nunca el PS discutió
interna o públicamente cuál iba a ser el contenido de la “Nueva” sociedad y del Estado que
se deseaba construir en Chile. El debate en Chile se quedó en las estrategias para acceder a la
“sociedad socialista” y el contenido de este proyecto y sus diferencias con los “socialismos
reales”. Por cierto que dentro de un esquema marxista-leninista que profesaban el PC y el
PS, el MIR y otros pequeños partidos marxistas, no había espacio ni voluntad para poner en
tela de juicio el modelo y canon preexistente en Cuba o el Bloque Comunista.
El Informe ENU está pigmentado de expresiones provenientes del canon del discurso
marxista-leninista, como por ejemplo los conceptos fuerzas productivas y nuevas relaciones
de propiedad. No son expresiones retóricas, son conceptos claves del marxismo-leninismo
que fueron mezclados estilísticamente con conceptos tecnocráticos extraídos del documento
de la UNESCO sobre la modernización de la escuela. En el pasaje siguiente se postula que la
“ENU es la única respuesta viable a los requerimientos de una sociedad en tránsito
revolucionario” (ENU:158). El tono del texto en sus prepuestos ideológicos construye un
horizonte que al parecer no estaba destinado para discutirlo en foros más amplios sino los
círculos de los partidos marxistas-leninistas de la UP. Aunque el texto aparentemente se abre
para construir sujetos más amplios que la clase trabajadora, al enunciar que “una tarea
estratégica de la Nación Chilena es conseguir la edificación del Sistema Nacional de
Educación”, la nación no pasa de ser más que una figura retórica del discurso, cuando ésta a
mediados de 1973 estaba escindida en bloques sociales y políticos irreconciliables.
En el texto introductorio del Informe se escribe que la educación es respuesta viable a
los requerimientos de “una sociedad en tránsito revolucionario que forma parte de una
Humanidad que avanza aceleradamente hacia el siglo XXI (ENU: 158). Nuevamente, se
plantea la concepción del tránsito revolucionario como una ruptura drástica y como un
avance acelerado hacía la “nueva sociedad”, que en definitiva sería la Sociedad Socialista
Humanista. A esta forma de sociedad se le confiere la conotación de sociedad “planificada”.
A este respecto en el texto de la ENU se señala que “El Sistema Nacional de
Educación…debe ser una planificación en armónica integración con el planeamiento global
de la sociedad” (ENU:164). La idea del planeamiento global de la sociedad ha sido parte de
86
la concepción totalitaria de la sociedad tanto en los regímenes fascistas como en los países
del Bloque Soviético en donde el Estado fue todo y la sociedad civil inexistente como tal. La
planificación total, es decir totalitaria de la sociedad, no tiene nada que ver con el enunciado
con un supuesto proyecto socialista democrático del desarrollo del país. El discurso social-
demócrata estaba remotamente muy distante de la ideología marxista-leninista del PS que
planteaba una ruptura revolucionaria a través de un enfrentamiento, por supuesto armado, con
el bloque burgués. Los autores del documento intentaron suavizar sus concepciones leninistas
u ocultarlas en parte con léxico social-democrático o del discurso desarrollista tecnocrático.
De esto modo el concepto de transformaciones estructurales, reemplaza a la palabra
Revolución.
Bajo el título “Objetivos Generales del documento” se reitera la tesis sobre la
“inserción de la ENU en el proceso de construcción de la sociedad socialista, democrática y
humanista” (ENU:165). En el punto 4.2.1 de los objetivos específicos se escribe: “La ENU
tenderá formación armónica de la personalidad de los niños y adolescentes y jóvenes
chilenos, a fin de convertirlos en constructores activos de la nueva sociedad” (Informe
ENU:165). Esta frase se podría leer como una hermosa formulación de un sueño utópico de
los autores del texto, que reemplazaron la denominación socialista usada muchas veces en el
Informe con la de nueva sociedad. En una lectura crítica de la frase emerge en el texto la
intención concientizadora marxista-leninista de los autores del texto: La conversión de los
jóvenes en activos constructores. La frase nos sugiere de inmediato una ideologización de la
enseñanza, que transformaría a la escuela en un instrumento al servicio de un proyecto
ideológico, en este caso marxista-leninista. En el punto 4.2.8 del documento se muestra aún
más abiertamente el carácter de la misión de la Escuela: “contribuir al desarrollo armónico de
la personalidad de los jóvenes en los valores del humanismo socialista” (Informe ENU, 166 ).
Fue tal vez muy difícil para Iván Núñez, principal redactor e ideólogo del Informe,
ocultar la intencionalidad verdadera del texto y neutralizar el lenguaje en algunos pasajes.
Por lo demás el lenguaje del texto estaba pigmentado de terminología marxista, como por
ejemplo “contradicciones de clases”, “relaciones de producción”, “humanismo socialista”,
“transición al socialismo”, etc. Se trató de ocultar el sentido profundo del Informe pero fue
al perecer una tarea imposible para el sector mayoritario del PS, a la que los autores del
informe pertenecieron. La ENU estaba concebida (en el informe) como un instrumento al
servicio de un proyecto revolucionario, de la toma del poder a través de la vía insurreccional.
No fue muy difícil para la Derecha, la Iglesia y un sector de las Fuerzas Armadas entender
87
las verdaderas intenciones del Informe. En el texto del Informe ENU se puede percibir un
desfase entre los fundamentos ideológicos, marxista-leninistas y la sección del documento
donde se describen las estructuras del nuevo sistema educacional y el contenido de la
enseñanza de los tres niveles educativos. Esta última sección está textualmente libre de la
fraseología del canon marxista-leninista. Tal vez la historia de la ENU hubiese sido diferente
si sus redactores principales, encabezados por Iván Núñez Prieto, hubiesen elegido un estilo
técnico, librando al texto de esa pesada carga ideológica, militante y marxista-leninista.
Desgraciadamente, el Informe ENU contribuyó a agudizar la crisis social y política, y a
profundizar el antagonismo entre los bloques sociales y políticos. En este camino declive
hacia el golpe de Estado, los discursos y las consignas como “avanzar sin transar” o el
“próximo desfile lo hacemos con fusiles” aceleraron el tránsito hacia la tragedia final (Punto
Final, 1973).
El Modelo de la Escuela Nacional Unificada
En forma muy sumaria vamos a señalar los objetivos de la ENU en su sentido técnico y no
ideológico: a) La democratización del sistema educacional creando igualdad de oportunidades
para todos los niños y jóvenes de Chile; b) Crear condiciones para el pleno desarrollo de las
capacidades y singularidades humanas; c) Constituir un sistema regular y unificado y
vinculado a las necesidades del desarrollo económico y cultural del país; d) Descentralización
administrativa y presupuestaria del sistema educacional; e) Garantizar las mejores
condiciones laborales de los trabajadores del país y como último punto f) Promover la
participación democrática, directa y responsable de toda la comunidad educativa.
Nos parece que estos objetivos ideales del proyecto podían haber sido compartidos por
la gran mayoría de los chilenos que estaban de acuerdo con una modernización y
democratización de las instituciones educacionales, también con una descentralización
administrativa y finalmente con una dignificación del magisterio nacional. La oposición
derechista no leyó aparentemente la dimensión técnica del proyecto ENU, o no le
interesaba hacerlo, y por eso utilizó con eficacia los fundamentos ideológicos del informe para
continuar su agitación sediciosa en contra del Gobierno Popular.
El Sistema de educación chilena se organizaría en dos grandes niveles: La educación
parvularia (0 a 6 años) y la educación general Politécnica (de 6 a 18 años). En la educación
parvularia los niños serían atendidos en las salas cunas y Jardines Infantiles. El contenido de
la educación parvularia sería constituir las bases fundamentales de la formación del infante.
88
En la Educación General y Politécnica, se crearán las condiciones para que los educandos,
los trabajadores de la educación y la comunidad participen en la creación colectiva de los
bienes culturales que necesita la sociedad chilena. Ello implicaba que los educandos
conocerían creando y no sólo utilizando ciencia, sino que contribuirían a producirla. Se
quería conseguir una íntima vinculación, entre la escuela y la vida, la enseñanza y la
producción, la teoría y la práctica asegurando la formación del hombre, el ciudadano y el
productor. Se podría entender en el texto que la educación atendería a los jóvenes entre 6 y 18
años y duraría 12 años. La formación tecnológica no se adquiriría en laboratorios o talleres
de los establecimientos escolares, sino que también en las industrias y servicios de la
comunidad como parte integrante de la docencia.
Conclusiones
La publicación del Informe sobre la ENU contribuyó a agudizar el proceso de
enfrentamiento entre los dos bloques sociales y políticos. El Partido Demócrata Cristiano,
una formación de centro derecha, se fue paulatinamente acercando a las posiciones extremas
del bloque derechista pasando a ser parte del movimiento sedicioso que conducía hacia el
sangriento Golpe Militar de 11 de septiembre y que sus líderes Patricio Aylwin y Eduardo
Frei legitimaron.
El eje central del discurso del informe, no obstante las sutilezas léxicas de sus autores
para ocultarlo, se inscribió en un canon marxista-leninista. El informe rompió con el concepto
del Estado Docente laico chileno, que establecía la neutralidad ideológica del Estado, el cual
no podía identificarse con una Iglesia ni con una ideología determinada. En el documento
ENU se construyó la posición del Estado en un sentido teleológico al asignarle a la Escuela
una misión trascendente: “Formar” a los constructores del Socialismo y del Estado de los
Trabajadores. Este marco ideológico dejó desgraciadamente en penumbra el modelo de
Escuela que sumariamente hemos expuesto con antelación que respondía en gran medida a
las ideas esbozadas por la Comisión de la UNESCO dirigida por Edgar Furé, que
esencialmente apuntaba a la creación una escuela para un mundo en desarrollo, y que fue
formulado como un sistema de educación democrático e integrador de las humanidades, con
las ciencias y las tecnologías modernas.
Nos parece, sin embargo, que haciendo abstracción de su discurso ideológico, el
Informe de la ENU fue un intento fallido de democratizar el acceso a la enseñanza primaria
media y superior para todos los niños y jóvenes de Chile mediante el concepto de una
89
educación nacional, descentralizada, moderna, promoviendo el contacto entre la Escuela y la
realidad y uniendo la teoría con la práctica.
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Nota del autor
Hugo Cancino Troncoso, Catedrático Eméritus, Dr.Phil. et Ph.d. , Departamento de Cultura y
Estudios Globales, Universidad de Aalborg, Dinamarca.
Nota de la autora
Rita Cancino es Doctora en Sociolingüística por la Universidad de Aalborg, Dinamarca.
Actualmente profesora titular del Instituto de Cultura y Estudios Globales (Estudios de
Español y Comunicación Empresarial Internacional) de la misma universidad. Su carrera
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profesional abarca entre otras cosas los cargos de Decana y Vicedecana (2002 - 2009) y los
de directora y vicedirectora del Departamento de Lenguas y Cultura (2010-2012).
Su principal investigación se centra en la política lingüística de España y Latinoamérica.
Otros campos de interés relacionados con este tema son los movimientos indígenas de Latino
América y la enseñanza universitaria en Chile y Latinoamérica en general.
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