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La corrupcin, un mal que tiene profundas races
PASADO Y PRESENTE
PEDIDOS DE RECTIFICACIN POR
PUBLICACIONES ANTERIORES
12 DE AGOSTO, 2015
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El devenir de las sociedades se produce
con avances y retrocesos, en bonanzas y
crisis, en la construccin de identidades
o tambin en su prdida, en cuyo caso,
corren el riesgo de desaparecer o
convertirse en colonias de aquellas que
logran articular procesos exitosos,
alcanzando desde luego satisfacciones
mater ia les , t icas , es t t icas y
espirituales.
Exitosas o no, lo cierto es que toda
sociedad tiene su historia. El caso es
que nuestro querido Ecuador recorre ya
192 aos, pasando por una fugaz y
primigenia integracin conocida como
Gran Colombia, con el nombre de
Distrito del Sur, luego y a partir de su
separacin regional, toma el nombre de
Ecuador.
De todo se ha vivido, desde pocas
de bonanza econmica y estabilidad
econmica, a pocas de crisis social,
todas ellas, articuladas desde luego con
lo que pasa con la coyuntura exterior,
que es directamente proporcional con
los factores internos, que lo determinan
o influyen de forma directa. Graficando
de manera didctica, los mercados
externos siempre fueron decisivos para
las condiciones buenas o malas del pas.
El investigador social, aporta con la
descripcin objetiva de las causas que
provocan los acontecimientos y sus
lgicas consecuencias. El tema que
todava no se resuelve es el tema del
desarrollo, que provoca una pregunta
obligada: Por qu unos pases logran
alcanzar el desarrollo y bienestar de sus
gentes, y por qu otros, continan
siendo dependientes y pobres? Hay
criterios que sostienen que la riqueza o
bienestar de unas, se traduce por la
pobreza de otras, consecuencia de
formas injustas e inequitativas de
relacionamiento econmico, lo general
de esta regla es que la mayora son
pobres. Lo mismo sucede en el caso de
las personas. Menos de 100 individuos
en el mundo, tiene acumulado el poder
econmico, que supera a la mitad de las
familias existentes en el planeta. Esta
desigualdad supra asimtrica, se
evidencia entre pases ricos y pobres.
Los imperios en los ltimos 500 aos,
logran alcanzar su anhelado desarrollo
basado en el saqueo indiscriminado de
los recursos naturales, el intercambio
desigual, la inestabilidad poltica, que
inclusive es provocada hasta nuestros
d a s , e sp iando a lo s pa se s y
ciudadanos.
El pasado y el presente, son parte de
un todo histrico de los pases, y en
general, de toda sociedad, lo que se hizo
o dejo de hacer, es consecuencia en el
presente; si los aciertos fueron ms, el
desarrollo de esas sociedades se ver
reflejada en las forma de vivir de sus
integrantes, con bienestar, satisfechas
sus necesidades bsicas, necesarias para
el buen vivir. Si los gobernantes fueron
visionarios para sentar las bases de un
pas con capacidad de determinacin,
sin ataduras, ni arreando la bandera de la
soberana, es probable que esa sociedad
alcance el bienestar del buen vivir.
En el pasado, el anhelo de las gentes
y de los pases fue alcanzar el
desarrollo, sustentado en el bienestar
material o econmico, que es lo mismo;
en cambio, ahora, el desarrollo material
no es considerado como un objetivo a
seguir, porque el bienestar econmico o
el vivir cmodo, no garantiza la calidad
de vida.
En el presente, en cambio, cada vez
cobra mayor importancia el enfoque de
vida que es conocido como el buen
vivir, que nada tiene que ver con el vivir
bien, que como se ha sealado, est
relacionado ms bien con la comodidad
material. En este sentido bien vale
abstraer algunas declaraciones del
reconocido presidente uruguayo, Jos
Mjica, o Pepe Mujica. Seala al
respecto: Yo no soy pobre, pobre son
los que creen que yo soy pobre. Tengo
pocas cosas, es cierto, las mnimas, solo
para poder ser ricoMe llaman el
Presidente ms pobre, pero no me siento
pobre. Pobres son las personas que solo
trabajan para mantener un estilo de vida,
ostentoso, y que siempre quieren ganar
ms.
Entonces, es claro que para alcanzar
e l b u e n v i v i r , d e b e m o s
desprogramarnos y repensar con
nuestros propios valores y sentires, sin
estereotipos extranjeros, ni indicadores
que fomentan el consumismo, sin
importar el costo econmico y
ambiental. Creo que la definicin del
buen vivir est ms cercano a la
sabidura de nuestras abuelas y abuelos
que conocan el secreto de la vida sana,
l a m e d i c i n a n a t u r a l y s i n
contaminacin.
Entre el pasado y el presente, hay
una decisin individual en cada ser
humano, la parte colectiva, ciertamente
lo hacen los gobiernos con sus
integrantes, llmense ciudadanos,
pueblos, etnias, o culturas. Lo
individual, en todo caso, en sumatoria
final, inclina la balanza por el estilo o
modo de vida que queremos.
Henry Clay
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Marcelo Hernndez es Corazn de Amrica.
Epicuro
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All por la dcada de los ochenta, cuando
el Licenciado Gustavo Pereira y su her-
mano Hctor estudiaban en Quito, suce-
di esta ancdota. Mejor dicho, los arriba men-
cionados hicieron que esta ancdota se repitiera
muchas veces en su etapa universitaria, porque
cuando llegaban por vacaciones a su Huaca que-
rido y si llegaban cuando la noche empezaba, les
gustaba ir a molestar a su abuelo que, como toda
persona mayor de ese tiempo, rezaba el rosario
antes de dormir.
Les hago saber que esta ancdota la cont el
mismsimo Gustavo Pereira, una noche en que
disfrutbamos de una velada entre amigos. En
ese tiempo Gustavo era profesor del colegio Jos
Julin Andrade y esa noche relat esta ancdota
cmo slo l sabe hacerlo, con esa manera nica
que l tiene para contar las cosas: voz potente, cla-
ra, bonachona y con un acento autnticamente
pastuso, que no lo perdi nunca a pesar de sus
estudios y del largo tiempo que estuvo fuera de su
pueblo. A m personalmente me gusta que con-
serve nuestro dialecto en estado puro, eso le pone
sabor a cualquier conversacin.
Volvamos a la ancdota.
Cierto da, siendo casi las ocho de la noche
una Pullman Carchi se estacion a la orilla dere-
cha de la panamericana frente a la ciudad de
Huaca, para dejar a unos cuantos pasajeros que
venan desde la capital; entre ellos estaba
Gustavo Pereira y su hermano Hctor. La noche
estaba fra, caa una llovizna fina que les sacudi
el cuerpo y el alma; la neblina cobijaba todo el
paraje y con su manto brumoso opacaba la luz
amarillenta de los postes dndole un aspecto
siniestro a la ciudad; pero el calor de la emocin
de estar nuevamente en su tierra contrarrestaba
cualquier desventaja del clima; as que estiraron
las piernas para aflojar el cuerpo, cogieron sus
maletas y comenzaron a subir por la calle de tie-
rra que lleva al centro de Huaca.
- Gracias Purita por traernos sanos y salvos
dijo el Gustavo con mucha devocin.
- Ms de ocho horas de viaje y qu cami-
no Dios mo coment el Hctor, soltando un
largo resoplido de cansancio.
- De qu te quejs, lo bueno es que ya esta-
mos aqu! replic el Gustavo.
- Entonces Qu vivan las vacaciones herma-
no! grit el Hctor emocionado.
Recorrieron las calles de su Huaca querido,
saludando a todos pero sin detenerse con nadie,
porque queran llegar rpido a la casa para salu-
dar a su mam; pero sobre todo, queran alcanzar
al abuelo rezando el rosario, para molestarlo y
jalarse risa como ya lo haban hecho tantas veces.
Slo pensar en lo que iban hacer, la risa les
comenz a subir desde la barriga, hormiguendo-
les la garganta con la fuerza de mil insectos; as
que redoblaron la veloci-
dad de sus pasos, camina-
ron como si los alcanzara
el diablo y despus de un
ratico vieron la casa donde
ellos vivan y que era de su
a b u e l o m a t e r n o d o n
Alfredo Ruiz.
C u a n d o l l e g a r o n ,
abrieron despacito la puer-
ta de calle y antes de diri-
girse a saludar a su madre,
se dirigieron sigilosamen-
te, como dos ladrones, al
aposento del abuelo. Esta-
ba despierto! Entre las ren-
dijas de su puerta se esca-
paban resplandecientes
haces de luz.
- Esper, esper caba-
llo, voy a ver si el abuelo
est rezando! dijo el Gustavo en voz baja, dete-
nindolo al Hctor por la chompa.
Se acerc despacito, asentaba sus pies como
si el piso estuviera lleno de huevos, hasta que
lleg al cuarto del abuelo; puso la oreja izquierda
sobre la madera de la puerta y escuch la voz
grave del abuelo rezando montonamente un Ave
Mara; luego mir entre las rendijas y lo vio arro-
dillado en el piso, sobre un viejo rodapis, apoya-
do sus codos en el borde de la cama y con un rosa-
rio entre sus manos; la expresin de su rostro
denotaba una profunda concentracin en su
encuentro con Dios. Gustavo sinti una rfaga de
ternura por su abuelo pero luego lo regres a ver
al Hctor y con la mano le hizo seas para que se
acercara.
El Hctor lleg junto a su hermano sin hacer
ruido; ahora los dos miraban por entre las rendi-
jas al abuelo rezando, muy concentrado en su soli-
tario rito nocturno. Con la mirada se pusieron de
acuerdo en lo que iban hacer; el Hctor con seas
hizo entender que fuera su hermano el que inicia-
ra el acto; Gustavo respir profundo y con una
moneda que sac del bolsillo, dio tres golpes
fuertes en la puerta.
- Quin es! grito el abuelo sin levantar-
se y frunciendo el ceo por la abrupta interrup-
cin de los golpes.
- Somos noso-
tros abuelito! Dijo
el Gustavo a secas,
sobreentendiendo
que los reconocera.
- Cules noso-
tros! pregunt el
abue lo cas i con
rabia.
- S o m o s e l
G u s t a v o y e l
Hctor, abuelito
dijo el Hctor para
identificarse mejor.
- Ahhh! - susu-
rr el abuelo dndo-
se cuenta de quines
eran. De inmediato
don Alfredo pre-
g u n t c o n v o z
potente - Y qu
quieren? -
- No sabe dnde est mamita? pregun-
t el Gustavo con tono conciliador para que el
abuelo no se enoje ms.
- En su cuarto ha de estar! - respondi el
abuelo lleno de rabia.
- No, no est. De all venimos y no est. - afir-
m el Hctor con esa voz dulzona que ponen los
nios malcriados al pedir perdn.
- Entonces, yo que s! - dijo el abuelo a
punto de estallar; pero en seguida acot ms cal-
mado - Esperen, esperen! Se ha de haber ido
donde la ta -
- Ah ya! Gracias. Entonces nos vamos abue-
lito manifest resignado el Gustavo.
- Ya mijitos! manifest el abuelo dulce-
mente.
- chenos la bendicin, pap Alfredo! dije-
ron los dos en coro.
- Que Dios me los bendiga mijitos les con-
test el abuelo con mucha ternura.
Pero ellos en vez de irse, se quedaron vindo-
lo por las rendijas. Don Alfredo segua arrodilla-
do en el piso apoyando los codos en el borde la
cama, mientras que con sus dedos restreg ner-
viosamente las perlas del rosario; regres a ver
a un lado y a otro como si no supiera qu hacer;
luego enderez su cuerpo con la fuerza de sus
rodillas, junt sus dos manos con devocin y
alzando la vista al cielo le pidi ayuda a Dios.
Esper un rato y como al parecer esa ayuda no lle-
g, se frot una y otra vez la cabeza con sus
manos y cuando la impotencia se apoder de su
espritu, se levant lentamente apoyando sus
puos sobre la cama; ya parado absorbi con fuer-
za todo el aire que poda entrar en sus pulmones,
ech su cabeza hacia atrs y en un gesto profundo
de rebelda contra el olvido y su mala memoria, el
abuelo Alfredo se agarr la cabeza con furia y
alzando su rostro al cielo lanz este grito profun-
do:
- LA VALIENTE PUCTA, EN QU
MISTERIO ME QUED!
Al escuchar tremenda blasfemia en la boca
santa del abuelo, los dos hermanos salieron
corriendo despacito, quiero decir a toda prisa
pero sin hacer ruido, sosteniendo con dificultad
la risa que les suba por las entraas; cruzaron
volando el patio de la casa y entraron al cuarto de
ellos y, sin cerrar la puerta siquiera, se lanzaron a
la cama para soltar esas carcajadas que ya les
dola en la barriga.
Su madre al escucharlos sali corriendo de su
cuarto y los moli a palos con la escoba, mientras
los requinte dicindoles lo primero que deben
hacer ustedes al llegar, es venir a saludarme y no
correr a molestar al abuelo, pero el Gustavo y el
Hctor, an rindose, por encima de la hablada y
los palazos se levantaron y la abrazaron a su
madre. Ella al sentirlos los acarici con el alma y
con escoba incluida los estrech entre sus brazos
y con esa voz de meloda buena que Dios le dio,
les dijo con amor y dulzura, como lo haca siem-
pre: Bienvenidos a casa hijos mos! Pero por
favor ya no molesten ms al abuelo.
Con el lanzamiento del proyecto A Guitarra Limpia, surge nece-
saria, una respuesta al activismo cultural en el cantn Montfar y
la provincia del Carchi
Grupo Acuarela, en la reapertura del Centro Cultural Pasto.
Jean-Jacques Rousseau
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Antes de comprar, sercirese si el producto es transgnico
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Conversando con La Borrega NegraPor: Luis Jcome
Centro de Faenamiento del cantn Montfar.
La matriz que ponemos a consideracin de la ciudadana, busca facili-
tar la comprensin de los elementos esenciales, tanto en los tiempos
como en las normativas legales vigentes. Como aclaracin necesaria,
su cumplimiento tiene que ver con la aplicacin metodolgica y pro-
cedimental, de manera que se puedan cumplir y conseguir los propsi-
tos de la participacin ciudadana.
En los dilogos abiertos por el gobierno nacional, queda claro
para la ciudadana- que la participacin ciudadana ha sido mal inter-
pretada, por lo que no se est ejerciendo los derechos sealados en la
Constitucin vigente. Al abordar lo que est pasando en territorio, en
el tema de los Gobiernos Autnomos Descentralizados, no estn con-
tribuyendo a los propsitos de un Estado democrtico para el buen
vivir (Objetivo 12 del Plan Nacional del Buen Vivir), que no es otra
cosa que abrir espacios de gobernabilidad con la participacin real y
no formal de la ciudadana, alejada de amarres, corrupcin en sus dis-
tintas modalidades, que son viejas prcticas politiqueras, ahora prac-
ticada con membretes y acciones mucho ms afinadas que antes, cono
se ha indicado en los referidos dilogos. Con la descripcin de la
matriz o cuadro, las instancias definidas buscan los siguientes objeti-
vos:
Elaboracin de Presupuestos: como un elemento que permita a
la ciudadana conocer los montos de ingresos y egresos. La ciudadana
debe conocer y demandar conocimientos de los montos de ingresos
propios, y aquellos que el gobierno central transfiere por concepto de
leyes vigentes. Lo que va a invertirse, en sueldos de sus autoridades y
de que fuente se tomarn, los proyectos denominados de inters pro-
vincial, cantonal, o de emergencia. Este ejercicio permitir empatar
con los proyectos sealados en los Planes de Ordenamiento Territo-
rial, y no fuera de l, como se ha comprobado, de manera que el anli-
sis y aprobacin de los presupuestos, sean consecuencia de autnticos
procesos participativos, y no simplemente de carcter informativo,
como se realiza en la actualidad.
En los dilogos abiertos por el gobierno nacional, queda claro
para la ciudadana- que la participacin ciudadana ha
sido mal interpretada, por lo que no se est ejerciendo los
derechos sealados en la Constitucin.
Ejecucin presupuestaria: que comprende la ejecucin de presu-
puestos, comprometidos en obras y proyectos. Realizado un segui-
miento en la etapa de ejecucin, se ha podido comprobar revisando
actas de las sesiones de los GADs y los compromisos con la ciudada-
na y las autoridades, pues realizan las reformas correspondientes sin
considerar las decisiones de la ciudadana, en el mejor de los casos son
informados y justificadas en las rendiciones de cuentas que tampoco
satisfacen normativas de indicadores o metas.
Clausura, cierre, presupuestos y rendicin de cuentas: conse-
cuencia obvia y lgica de un proceso anual de presupuestos en teora
consensuados, previo anlisis con la ciudadana, que deberan ser eje-
cutados apegados a normas vigentes, situacin que igualmente es preo-
cupacin de la ciudadana y evidenciado en las mesas de trabajo.
Control social: un derecho ciudadano que debe ser fortalecido de
manera que sea un ejercicio democrtico que contribuya de forma
directa en contra de la corrupcin.
Si el ciudadano no reclama y ejerce sus derechos, los gobernantes
tendrn va libre para seguir con el viejo modelo de hacer las cosas con-
forme a su visin e intereses.
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Se prosigui el trmite por la va ordinaria, tal
como lo establece el Cdigo de Procedimiento
Civil, el proceso sigui su curso durante los aos
2012, 2013 e inclusive durante el ao 2014. El 4 de
noviembre del 2014, el seor Juez Quinto de lo
Civil del Carchi, dicta sentencia aceptando la
demanda y requiriendo a los demandados herede-
ros Vaca Jimnez concurran a la Notara Pblica,
para que firmen la escritura definitiva de compra-
venta del inmueble, materia de la declaratoria de
utilidad pblica. Elevada a consulta la Sentencia
de Primera Instancia, el 23 de marzo del 2015 la
Sala nica Multicompetente de la Corte
Provincial de Justicia del Carchi, (No LA CORTE
SUPREMA DEL CARCHI, como se escribe en el
medio impreso, sta NO EXISTE.
La Corte Suprema de Justicia fue el mximo tribu-
nal de la funcin judicial en Ecuador, hasta el
2008; tena competencia sobre todo el territorio
nacional y actuaba como corte de casacin; su
sede se encontraba en la ciudad de Quito; a partir
de la entrada en vigencia de la Constitucin de
2008, fue reemplazada por Corte Nacional de
Justicia) bajo el argumento que dentro del proceso
no se ha demostrado que habindose declarado de
utilidad pblica el inmueble a expropiarse se
hubiere dado el trmite administrativo tal como lo
prev el Cdigo Civil.
Por otro lado, existiendo el convenio entre las par-
tes, no se ha hecho constar trmino o plazo peren-
torio para que las partes cumplan con las condicio-
nes establecidas en tal virtud, de conformidad con
lo que dispone el Art. 337 del Cdigo de
Procedimiento Civil, revoca la sentencia subida en
grado y se desecha la demanda de consignacin.
Una vez remitido el proceso al juzgado de origen,
junto con la Ejecutoria de la Sala nica
Multicompetente de la Corte Provincial de Justicia
del Carchi. El 14 de abril del 2015, por parte de los
Representantes legales del GAD Municipal de
Montfar, se solicita la devolucin del dinero con-
signado en el Juzgado. Esta peticin es atendida 6
de mayo del 2015.
Luego del consenso con los propietarios del
inmueble, el 21 de mayo del 2015, se cancela en
efectivo el valor del inmueble y en la Notara
Primera del Cantn Montfar se suscribe la
Escritura Pblica de Compraventa y posterior-
mente se procede a la inscripcin en el Registro de
la Propiedad del Cantn Montfar, es decir, a la
fecha de publicacin de la tercera edicin de la
"Borrega Negra", ya se efectiviz la transferencia
de dominio del inmueble en favor de la
Municipalidad.
Art. 23 Derecho a la rectificacin:
Ley Orgnica de Comunicacin y
art. 24, Derecho a la Rplica, de la
misma Ley.
Como es de conocimiento Pblico, el
Centro de Faenamiento de la ciudad
de San Gabriel, se lo apertur en
septiembre del 2014, luego de haber
procedido a la remodelacin y
adecuacin de las instalaciones que
tenan alrededor de treinta y cinco
aos; la ejecucin de las obras se las
realiz en base a las directrices dadas
por AGROCALIDAD. Jaime Larrea,
Fiscalizador del GAD Municipal de
Montfar, hace notar el desacierto,
refirindose al texto que se public
das atrs "El organismo competente
adscrito al MAGAP, volvi a clausu-
rarlo..." "puras mentiras", ya que
AGROCALIDAD, por solicitud del
GAD Municipal aprob el cierre
temporal, que por razones tcnicas y
de seguridad se requiri a la
Contratista, se intervenga en la
totalidad del piso. En cuanto a
"despilfarrar los dineros del pueblo",
"puras mentiras", pues la nueva
intervencin en el Centro de
Faenamiento es a cuenta y riesgo de
la Contratista, sin que el Municipio
tenga que invertir recursos adiciona-
les.
Dr. Juan Acosta
ALCALDE DEL GAD MUNICIPAL DE
MONTUFAR
Presente.-
De mi consideracin:
En atencin al oficio N GADMM-A-2015 -
556- Of. de fecha San Gabriel, 26 de junio del
2015 del cual en lo principal se solicita una
certificacin en la que conste que el centro de
faenamiento no fue clausurado si no que el
cierre obedece a trabajos que se los deba
realizar segn observaciones emitidas por
Agrocalidad.
CERTIFICO
Que mediante oficio N GADMM-JR-2015-
O05*0f. de fecha San Gabriel, 29 de Abril del
2015, dirigido a mi persona en calidad de
Director Distrital Tipo B Agrocalidad Carchi,
por parte del Dr. Amilcar Rivera Jefe de Rastro
del GAD Municipal de Montufar, pone en mi
conocimiento que el Centro de Faenamiento
se encuentra en proceso de reconstruccin del
piso de la nave de faenamiento, dicha
actividad se desarrollar a partir del 27 de abril
hasta el 30 de junio del presente ao. Por tal
motivo las actividades de faenamiento las
realizarn en las instalaciones del Camal de
GAD Municipal del Cantn Espejo. Siendo
as que el Centro de Faenamiento del GAD
Municipal del Cantn Montufar no ha
recibido clausura alguna por parte de la
Direccin Distrital de Agrocalidad Carchi.
Es todo cuanto puedo informar en honor a la
verdad, pudiendo el peticionario hacer uso del
presente como l tenga a bien.
Atentamente,
Hernn lvarez Araujo
D I R E C T O R D I S T R I TA L T I P O B
AGROCALIDAD - CARCHI
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TECHNO OUTLET
Segundo local:
Olmedo y Bolvar
San Gabriel es Patrimonio Cultural por sus casas republicanas. Si es as, por qu se permiti el derrocamiento de una de las mismas?
La lucha contra el delito no debe basarse simplemente
en la represin sino en un proceso formativo.
Annimo