¡JUÉGATELA
POR TODOS! <
CATEQUESIS
PARA ANIMAR LA MEGAMISIÓN
TEMA 4
CENTROS DE REINSERCIÓN
REALIDAD QUE NOS INTERPELA
COMO CRISTIANOS
QUÉ ES LA MEGAMISIÓN
El Papa Francisco ha convocado a todos los fieles a realizar un mes
misionero extraordinario en octubre próximo.
En respuesta a la convocatoria del Santo Padre, el Cardenal Carlos Aguiar
Retes, llama a toda la Arquidiócesis de México a realizar una Megamisión en
la Ciudad.
De esta manera se quiere reavivar la conciencia misionera de todos los
agentes, y a través de ella se pretende llegar a los ambientes socioculturales
de la Ciudad, donde la acción de Dios se torna muy necesaria.
Esta misión nos ayudará a detonar un proceso de constante acercamiento,
presencia, escucha y testimonio misericordioso en cinco ambientes
prioritarios, visitaremos a personas:
con alguna discapacidad,
que viven en situaciones de pobreza,
privadas de libertad,
enfermas,
así como a las comunidades y zonas de nuestra urbe que sufren algún
daño ecológico.
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El logo está conformado por varios elementos:
Círculo: significa unidad; tiene espacios abiertos, porque queremos invitar a la
sociedad a ser parte de esta unidad.
Color amarillo. Simboliza la luz que Dios nos da para lograr la misión encomendada.
Una barca (al centro del círculo): Recuerda a Jesús, invitándonos a “remar mar
adentro”, salir de nuestra comodidad para acercarnos a nuestros hermanos más
vulnerables.
Rosa de los vientos: Es el elemento más fuerte, significa que nuestra caminar tiene un
objetivo claro que nos guía como brújula. Es de color azul, como el mar, representa las
dificultades que viven muchos de nuestros hermanos, a quienes estamos llamados a
acompañar.
La Rosa cuenta con un Norte, Sur, Este, Oeste, tal como la Ciudad; refiere a nuestra
área de acción; caminaremos por todas las direcciones, pero siempre encontraremos
nuestro rumbo.
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HOJA DE RUTA
DE LA MEGAMISIÓN
El domingo 29 de septiembre, a las 12:00 horas, en la Basílica de
Guadalupe habrá una Misa presidida por el Cardenal Aguiar
para poner el proyecto misionero en manos de nuestra madre
María de Guadalupe.
El sábado 19 de octubre, de las 18:00 a las 20:00 hrs, Rosario
misionero y eucaristía (pedir por los misioneros), en el Templo
Expiatorio Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe).
El 20 de octubre, en todas las parroquias se llevará a cabo el
Domingo Mundial de las Misiones (Domund).
72 horas de Misión: El viernes 25 de octubre, se invita a realizar acciones de manera
personal, familiar, en comunidad...
El sábado 26, los voluntarios inscritos que tomaron la
capacitación, misionarán en organizaciones e instituciones
registradas.
El domingo 27 de octubre, culmen de la Megamisión, cerraremos
con un Rally y la celebración de la Santa Misa en Catedral (12
horas).
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CATEQUESIS
PARA ANIMAR LA MEGAMISIÓN EN LAS PARROQUIAS
Con la alegría del Señor Resucitado, ponemos en sus manos este instrumento de reflexión que
prepara la Megamisión de nuestra Arquidiócesis.
Anima la participación activa en cada parroquia para unirnos como Iglesia, decididos de
impregnar todas las acciones y estructuras eclesiales con el espíritu de sinodalidad misionera.
Las catequesis parten de la experiencia de las personas, esperanzas y temores como forma
de entender la comunidad humana, cuyo centro es su relación con Dios, con los otros y con
los bienes comunes del planeta.
En conjunto, son un aporte para que los fieles de nuestra Arquidiócesis sean capaces de
construir, desde la conciencia de bautizados, una cultura del encuentro y docilidad al Espíritu
Santo, para sumarse al desafío de ir a espacios, físicos y virtuales, donde están quienes
necesitan ser escuchados, acogidos, aliviados en sus necesidades.
Nuestro Arzobispo, afirma:
También hoy la Iglesia sigue necesitando hombres y mujeres que, en virtud de su
bautismo, respondan generosamente a la llamada a salir de su propia casa, su
propia familia, su propia patria, su propia lengua, su propia Iglesia local. Ellos son
enviados a las gentes en el mundo que aún no está transfigurado por los
sacramentos de Jesucristo y de su santa Iglesia. Dejemos que el espíritu misionero
lleve el mensaje de la misericordia de Dios a tantas almas, que anhelan sentirlo
cercano y que vivifique nuestra fe al dar testimonio de nuestro propio encuentro
con Dios Padre (Cardenal Carlos Aguiar Retes, 2019).
PROPÓSITO
Sensibilizar a los fieles sobre la importancia de vivir y compartir la espiritualidad y caridad
evangélica, que se traduzca en acciones de acompañamiento en diferentes ambientes:
la discapacidad, la pobreza, los hospitales, la ecología y las cárceles; y reflexionar sobre
los aspectos que los integran para definir un plan de acción y participar como voluntarios.
Convocar en la parroquia, a las familias para compartir en la modalidad de taller, la
información contenida en cada una de las catequesis, reflexionar y articularla a sus
experiencias, de tal modo, que los animen a realizar acciones concretas.
Elegir uno o dos de los ambientes prioritarios y realizar un plan de acción para los tres días
señalados (25, 26 y 27 de octubre) que exprese actitud de “salida”, al que pueda darse
seguimiento después de la Megamisión.
Reconocer nuestro compromiso misionero de fe en Jesucristo, fe recibida como don en el
Bautismo, de ser enviados a predicar el Amor que transforma al mundo desde dentro.
Proponemos que este material sea utilizado por los sacerdotes y sus equipos de pastoral,
para animar a las familias de sus parroquias y a todas las personas a participar en la
Megamisión en la Arquidiócesis.
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ORACIÓN
POR LA MEGAMISIÓN
Padre amoroso, que en tu Hijo Jesucristo
nos muestras tu rostro lleno de misericordia,
movidos por el Espíritu Santo, te pedimos:
Danos un corazón generoso
para poder compartir la riqueza de los dones
que Tú nos has dado gratuitamente
con los más pobres y vulnerables.
Concédenos la gracia de ser
como el buen Samaritano y
visitarte en los enfermos
con un corazón humilde y caritativo.
Infúndenos el deseo de acompañar
a nuestros hermanos con discapacidad,
déjanos ver tu rostro en cada uno
y acogerlos en tu nombre.
Permítenos llevar la Buena Nueva
a nuestros hermanos que están privados
de su libertad,
para que te conozcan y por tu gracia,
florezca en ellos la esperanza
a la Vida Nueva y Eterna.
Que la sabiduría de tu Espíritu
nos enseñe a cuidar y proteger la naturaleza,
este planeta que has puesto en nuestras manos.
Te lo pedimos por intercesión
de la Santísima Virgen de Guadalupe,
Madre nuestra.
Amén
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CATEQUESIS INFANTIL
EN FAMILIA
EN LA RUTA DE LA MEGAMISIÓN DE LA SERIE INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA CON NIÑOS
Programa para desarrollar las catequesis infantiles, siguiendo el orden de la reflexión sobre
los ambientes prioritarios de la Megamisión.
A estas sesiones de catequesis se sugiere invitar a la familia del catequizando para que
todos estén en la misma ruta y vayan despertando el interés por misionar en algún ambiente
específico en la comunidad parroquial.
Se le sugiere a las catequistas de la Catequesis regular, que adapten sus sesiones de
catequesis de acuerdo a la siguiente propuesta, utilizando los temas que se les indican, de
tal modo que, las familias y los niños de la catequesis, se animen a participar en las acciones
misioneras de las 72 horas propuestas.
1 Septiembre 7 En el camino de la Megamisión, sensibilización
(Sesión 12, libro 4)
2 Septiembre 14 Ambiente: Personas con discapacidad
(Descargable en la página web de la Arquidiócesis)
3 Septiembre 21 Ambiente: Pobreza (Sesión 10, libro 1)
4 Septiembre 28 Ambiente: Centros de reinserción – valor de la libertad
(Sesión 16, libro 4)
5 Octubre 5 Ambiente: Ecología (sesión 1, libro1)
6 Octubre 12 Ambiente: Hospitales (Sesión 11, libro 1)
7 Octubre 19 Envío misionero (Celebración p.175, libro 2)
8 Octubre 26 Misionamos en nuestra comunidad (Guía libro 4, p. 79)
Todas las sesiones estarán tomadas de los manuales, tanto de las guías para el catequista,
como de los libros para el niño, de la Serie de iniciación a la vida cristiana de niños de
nuestra Arquidiócesis.
Se requiere creatividad de parte del catequista para adaptar los temas y poderlos
compartir con las familias, si es necesario pueden hacer uso de otros recursos y apoyos para
reforzar la vivencia de los contenidos.
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CATEQUESIS PARA ADULTOS
PARA REFLEXIONAR EN LOS GRUPOS Y EN GENERAL CON LOS FIELES INTERESADOS EN LA MEGAMISIÓN
Las siguientes catequesis están preparadas para el público en general, sobre todo jóvenes y
adultos. Se pide a los párrocos que promuevan este material entre sus grupos de
apostolado y movimientos, para que ellos, una vez estudiados los temas, sean quienes los
compartan en grupos a modo de talleres o charlas informales, motivando la participación
de los fieles en las acciones de la Megamisión.
METODOLOGÍA PARA LAS SESIONES ETAPAS ACTIVIDAD FACILITADOR PARTICIPANTES TIEMPO
1 Inicio: saludo y oración Saluda y guía la sesión Saludan y oran 2 minutos
2 Título y objetivo de la
sesión Lee en voz alta Escuchan 2 minutos
3 Experiencia: preguntas Hace las preguntas y
anima al diálogo
Responden y
comentan 10 minutos
4 Ver: lectura del
apartado sobre la
realidad
Guía la lectura
participativa
Leen en voz alta un
párrafo por persona,
se hacen algunos
comentarios
10 minutos
5 Juzgar: lectura de
aquello que nos permita
orientar la reflexión
hacia la acción
Pide a un participante
vaya haciendo la
lectura y se motiva la
participación de
algunos comentarios
Escuchan y hacen
algunos comentarios 10 minutos
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Actuar: se motiva sobre
los compromisos que
pueden asumir en la
Megamisión, ya sean
de manera individual,
grupal o en alguna
organización
Motiva la lectura
personal en silencio y
comentarios breves
Leen y comentan 10 minutos
7 Nos comprometemos:
preguntas para la
concreción de la
participación activa
Anima a los
participantes a
comprometerse en
acciones concretas
Sugieren acciones y
seguimiento 10 minutos
8 Oración y despedida Guía la oración Oran en grupo 3 minutos
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4 CENTROS DE REINSERCIÓN
REALIDAD QUE NOS INTERPELA COMO CRISTIANOS
Preocúpense de los presos,
como si ustedes estuvieran prisioneros con ellos
(Heb 13, 3)
Objetivo
Reflexionar en el llamado que Jesús nos hace de acompañar a personas en
situación de cárcel, para participar con la Iglesia en visitas, momentos de
oración, escucha y compañía y así fortalezcan la esperanza de la libertad y la
justicia, y sientan el amor de Dios.
Experiencia
¿Cerca de ti, tu familia, amigos, o conocidos hay alguna persona que sufre por haber
perdido la libertad? Expresa ¿cómo se sienten?
¿Cómo descubres en tu vida la necesidad de acercarte a quienes están privados de su
libertad?
¿Cómo valoras y agradeces el don de la libertad?
VER La situación en las prisiones de México
Al cierre del 20171 se reportó la existencia en la Ciudad de México, de 13 centros
penitenciarios y seis centros de internamiento. Para el total de nuestro país se reportó una
población de 181,999 personas privadas de la libertad; el 95.4 %, son adultos y el 4.6%
adolescentes. Cerca del cinco por ciento de los encarcelados son mujeres.
Los hombres y mujeres en prisión viven situaciones de verdadero infierno: corrupción, crimen,
degradación, autogobierno, prostitución, abusos, pobreza, desempleo, violencia,
autoritarismo, violación a los derechos humanos, venta de drogas; explotación de mano de
obra, insalubridad, poca o nula capacitación laboral, falta de talleres técnicos, de estudios
académicos, carencia de atención espiritual y moral; internos abandonados, apáticos;
familias que viven dentro de los penales, venta de espacios...
1 INEGI, Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y sistemas Penitenciarios estatales, 2018
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En nuestro país, la CNDH ha denunciado constantemente que los Centros de Reinserción
Social enfrentan problemas por el estado de sus instalaciones, sobrepoblación,
hacinamiento, tortura… A este respecto, los Obispos en México expresan:
Enfrentamos la crisis del sistema penitenciario que no re-socializa ni readapta a
los internos y en muchos casos promueve la organización criminal… en lugar de
servir a la readaptación social se convierten en verdaderas universidades del
crimen dada la indiscriminada convivencia de los reos de alta peligrosidad con
la multitud de detenidos por delitos famélicos2.
JUZGAR La atención a las personas privadas de su libertad
Jesús proclama su misión de anunciar la libertad a los cautivos y oprimidos (cf. Lc 4, 18-19).
Así, manifiesta el amor de Dios por quienes viven en las prisiones. La atención a los presos es
parte de las obras del Reino, “Porque… estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me
visitaron; en la cárcel, y fueron a verme” (Mt 25,35-36).
En todas las épocas, la Iglesia se ha ocupado de la atención a los hermanos privados de su
libertad. Juan XXIII, en su visita a una cárcel, dijo a los presos: “todos los que estamos aquí,
somos iguales ante el Señor, pues el Señor nos considera a todos hijos suyos”.
Las personas privadas de libertad necesitan ser amados porque son hijos de Dios;
independientemente de si son o no culpables.
Los cristianos hemos de anunciar la Buena Nueva a quienes están en la cárcel para que en
su vida, se haga visible el reino de Dios que es justicia, paz, amor, verdad y libertad. Hay que
trabajar para que se respeten sus derechos humanos y, con la gracia de los sacramentos y
la Palabra de Dios, se reinserten a la sociedad manteniendo la esperanza de la verdadera
libertad en Cristo. Para los inocentes hemos de ser luz que ilumine su esperanza y la clave
para interpretar su vida como historia de salvación3.
2 Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna. Exhortación Pastoral del Episcopado Mexicano (CEM)
2010, n. 53. 3 Arquidiócesis Primada de México, Manual 16. Pastoral social, PPC, México 2011.
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ACTUAR La misericordia divina nos mueve a transformar el sistema penitenciario
Para esta reflexión retomamos un fragmento del mensaje del Papa Francisco a los presos en
su visita a México:4
La misericordia divina nos recuerda que las cárceles son un síntoma de cómo estamos en la
sociedad, son un síntoma en muchos casos de silencios, de omisiones que han provocado
una cultura del descarte... de una cultura que ha dejado de apostar por la vida; de una
sociedad que… ha ido abandonando a sus hijos.
La misericordia nos recuerda que la reinserción no comienza acá en estas paredes…
comienza ‘afuera’, en las calles de la ciudad. La reinserción o rehabilitación ‒como le
llamen‒ comienza creando un sistema que podríamos llamarlo de salud social, es decir, una
sociedad que busque no enfermar contaminando las relaciones en el barrio, en las
escuelas, en las plazas, en las calles, en los hogares, en todo el espectro social. Un sistema
de salud social que procure generar una cultura que actúe y busque prevenir aquellas
situaciones, aquellos caminos que terminan lastimando y deteriorando el tejido social.
… El problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando, sino que es un
llamado a intervenir afrontando las causas estructurales y culturales de la inseguridad, que
afectan a todo el entramado social.
La preocupación de Jesús por atender a los hambrientos, a los sedientos, a los sin techo o a
los presos era para expresar las entrañas de la misericordia del Padre, que se vuelve un
imperativo moral para toda sociedad que desea tener las condiciones necesarias para una
mejor convivencia. En la capacidad que tenga una sociedad de incluir a sus pobres, a sus
enfermos o a sus presos está la posibilidad de que ellos puedan sanar sus heridas y ser
constructores de una buena convivencia.
La reinserción social comienza insertando a todos nuestros hijos en las escuelas, y a sus
familias en trabajos dignos, generando espacios públicos de esparcimiento y recreación,
habilitando instancias de participación ciudadana, servicios sanitarios, acceso a los servicios
básicos...
Ustedes sufren el dolor de la caída, y ojalá que todos nosotros suframos el dolor de las
caídas escondidas y tapadas, sienten el arrepentimiento de sus actos y sé que, en tantos
casos, entre grandes limitaciones, buscan rehacer esa vida desde la soledad. Han conocido
la fuerza del dolor y del pecado, no se olviden que también tienen a su alcance la fuerza
de la resurrección, la fuerza de la misericordia divina que hace nuevas todas las cosas.
Ahora les puede tocar la parte más dura, más difícil, pero que posiblemente sea la que más
fruto genere, luchen desde acá adentro por revertir las situaciones que generan más
exclusión. Hablen con los suyos, cuenten su experiencia, ayuden a frenar el círculo de la
violencia y la exclusión.
4 Papa Francisco, Mensaje a las personas recluidas en el centro de Readaptación social Cerezo No. 3,
Ciudad Juárez, 17, febrero, 2016.
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Quien ha sufrido el dolor al máximo, y… ‘experimentó el infierno’, puede volverse un profeta
en la sociedad. Trabajen para que esta sociedad que usa y tira a la gente no siga
cobrándose víctimas.
…Hermanos, siempre me pregunto al entrar en una cárcel ¿por qué ellos y no yo? Y es un
misterio de la misericordia divina… hoy la estamos celebrando todos mirando hacia
adelante en esperanza.
Quisiera también alentar al personal que trabaja en este Centro u otros similares: a los
dirigentes, a los agentes de la Policía Penitenciaria, a todos los que realizan cualquier tipo
de asistencia en este Centro. Y agradezco el esfuerzo de los capellanes, las personas
consagradas y los laicos que se dedican a mantener viva la esperanza del Evangelio de la
Misericordia en este reclusorio; los pastores, todos aquellos que se acercan a darles la
palabra de Dios.
Todos ustedes, no se olviden, pueden ser signos de la entrañas del Padre. Nos necesitamos
unos a otros, nos decía nuestra hermana recién recordando la carta a los Hebreos,
siéntanse encarcelados con ellos.
Retos en el acompañamiento a personas en los centros de reclusión
Frente a la situación anterior, los retos del acompañamiento a las personas privadas de
su libertad son diversos:
La atención subsidiaria de las condiciones materiales y psicológicas de las
personas.
Trabajar para solucionar la sobrepoblación.
Proponer y realizar proyectos adecuados para una verdadera rehabilitación; sin
un programa de trabajo serio y progresivo es difícil superar vicios y estructuras
injustas.
Dialogar con las autoridades para la colaboración con las entidades católicas.
Establecer instrumentos jurídicos o convenios entre la Iglesia y las autoridades.
Incrementar el número de agentes de Pastoral penitenciaria, propiciar su
formación permanente y la evaluación del trabajo pastoral.
Promover planes de libertad anticipada de jóvenes mujeres y varones.
Diseñar programas que incluyan procesos de escucha, la evangelización de las
personas privadas de su libertad y sus familias; incluidas la catequesis,
celebración litúrgica y promoción humana.
Sensibilizar a la sociedad acerca de la problemática en los centros
penitenciarios.
Diseñar y ejecutar proyectos de preparación para personas liberadas (su
reinserción a la familia y a la sociedad).
Apoyar la reinserción laboral.
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COMPROMETERNOS ¿Qué podemos hacer como grupo, movimiento o parroquia por las personas privadas de su
libertad?
¿Qué acciones y formación se necesita para incursionar en los centros penitenciarios?
¿Qué acciones realizaremos en esta Megamisión 2019?
¿De qué manera podrías colaborar en este ambiente con acciones permanentes?
ORAR Señor, que eres fiel a la alianza y al amor con los que te aman y cumplen
tus mandamientos. Nosotros hemos sido injustos y nos hemos apartado de
Ti perdiendo la libertad de los hijos de Dios. Escucha las plegarias que tu
pueblo te presenta, por todos nuestros hermanos privados de libertad.
Señor, imploramos tu presencia en todos los lugares donde haya personas
privadas de la libertad. Mitiga las penas, el desamparo, la desesperanza y
la ausencia de los seres queridos. Infunde en su espíritu valor, consuelo y
esperanza para que su dolor se cambie en gozo. Ilumínalos y fortalécelos
con tu palabra, convencidos de que la verdad nos hace libres.
Señor, que sepamos compartir los anhelos y esperanzas, las tristezas y
desilusiones de quienes se ven limitados en su libertad; que aprendamos a
conquistar la libertad de nuestro espíritu, que luchemos contra toda clase
de opresión y que nunca limitemos de manera indebida la libertad de
nuestro prójimo.
Y que junto al dolor de cada uno de los privados de libertad, esté siempre
María, la Madre de Jesús, para acompañarlos en todas las penas, para
animarlos con su mirada maternal.
Amén.
Oremos viviendo el amor y la misericordia de Dios,
Centro de Comunicaciones, Columbia (2006) No 3
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