Download - José enrique rodó
«La civilización de un
pueblo adquiere su
carácter, no de las
manifestaciones de su
prosperidad o de su
grandeza material, sino de
las superiores maneras de
pensar y de sentir que
dentro de ella son posibles»
LUIS FELIPE BARRERA N.
Biografía Nació en Montevideo (1871) y murió
en Palermo (1917).
Fue un gran intelectual y político
uruguayo.
Inteligencia precoz.
Periodista y poeta (1895). Funda la
Revista Nacional de Literatura y
Ciencias Sociales.
Dicta la cátedra de Literatura en la
universidad de la República (1898).
Ingresa a la vida política activa como
miembro del Partido Colorado.
En 1902 se desempeña como
diputado por Montevideo, por tres
períodos.
Escribe «Liberalismo y Jacobinismo» lo
que le genera el distanciamiento de
los líderes de su partido.
José Enrique Rodó
Biografía Sus ensayos, le han dado
reconocimiento por su americanismo
y la crítica a la cultura
norteamericana.
Ariel (1900), Motivos de Proteo, El
mirador de Próspero.
Murió abandonado en un hotel de
Palermo, Sicilia, cuando se
desempeñaba como corresponsal
de la revista argentina Caras y
Caretas.
Sus restos fueron trasladados a
Montevideo en 1920.
El movimiento latinoamericano de la
Reforma Universitaria iniciado en
1918, consideró a Rodó como uno de
los "maestros de la juventud".
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Idea soberana (Idea como
ideal y no como sistema de
pensamiento).
La personalidad soberana
La identidad americana
Rodó no dice cómo son las
cosas; no aborda el «ser» de
las cosas. Nos dice cómo
apreciarlas, cómo
entenderlas, cómo
interpretarlas.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Tampoco prescribe
nociones deontológicas.
No empieza en la filosofía y
tampoco en la ética en el
sentido estricto
Empieza en la Estética.
La estética es su puesto de
vigía. No es una perspectiva
estética general y
desabrida.
Es un cómo estético de la
personalidad humana.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Recorre el camino hacia el
sentir refinado y elaborado:
esto es, el de la dignidad
espiritual.
Su objeto de valoración es
aquello que podría
sinterizarse en la tríada
antropológica bueno-bello-
verdadero, reencarnada en
la conducta y en la lógica
de la persona humana.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Recorre el camino hacia el sentir refinado y
elaborado: esto es, el de la dignidad espiritual.
Su objeto de valoración es aquello que podría
sinterizarse en la tríada antropológica bueno-
bello-verdadero, reencarnada en la conducta y
en la lógica de la persona humana.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Rodó apuesta a la inteligencia; y, en
su concepción, la inteligencia debe
cultivarse y aplicase a la manera
ariélica, es decir, en función de un
trabajo propio que liba en las
culturas ática, latina y cristiana, pero
que se ufana en estampar una
coloración propia. No aquella que
exhuma la sola vocación folclórica
o el paisaje étnico de la América
que escapaba del yugo colonial
desde hacía poco tiempo.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Esta inteligencia se inspira en la conciencia
histórica de la gesta emancipadora, primera y
política, y en la exaltación del trabajo en torno
al cual gira la mancomunidad étnica o, mejor
dicho, el conflicto étnico.
Estos son rasgos del arielismo, reiterémoslo, del
americanismo literario y del americanismo
filosófico. Pero en Rodó no es una doctrina ni
una aspiración delineada concretamente y
acotada en trazos determinados. Cada
individuo, cada colectividad, cada pueblo,
principalmente en tanto expresión de una
cultura, encuentra su versión propia sin
necesidad de ninguna doctrina en especial,
esto es, sin que una profecía indique el camino.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
No hay profecías en Rodó, ni divinas ni adivinas.
Algunos destacados críticos pudieron
inquietarse, sin embargo, del estilo proverbial y
sentencioso, destinado a transmitir una
enseñanza, con la más racional de las
argumentaciones, pero también con parábolas
y a través de la mitología europea.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Debido a estas razones se puede pensar
en el talento filosófico de Rodó, además
de hablar de su genialidad literaria.
Hacia el final de Motivos de Proteo
distingue entre "convicción" y
"conversión". Sólo esta última construye
la verdadera personalidad, sostiene,
concepto complejo éste, relacionado
con múltiples aspectos, incluidos los de
carácter externo, como el de nación,
cultura e ideología
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
La convicción no alcanza a renovar el
espíritu. «Si tu adhesión a una verdad no
pasa del dominio del conocimiento; por
mucho que la veas firme y luminosa, por
mucho que sepas sustentarla con la
dialéctica más limpia y más sutil, y aun
cuando ella traiga implícita la
necesidad de una conducta o un modo
activo de existencia distintos de los que
hasta entonces has llevado, ¿crees, por
ventura, que acatarás esa necesidad;
crees que dejarás de ser el mismo?».
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Las ideas que importan no son las ideas
que se obtienen sino las ideas que se
tienen. Se puede recoger una idea,
adoptarla o dejarla, modificarla o
dejarla como está. Sin embargo, las
ideas que definen nuestra personalidad
son las ideas elaboradas por nosotros
mismos y llevadas a la práctica o a la
conducta a partir de nuestro propio
esfuerzo y de nuestra única experiencia.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Ellas son las que definen la personalidad
humana y la idiosincrasia de un pueblo.
Rodó no se impone la labor de fijar los
rasgos de "nuestra" personalidad sino la
de definir la importancia de conquistar
su conocimiento. De allí que se le haya
llamado, como se dijo anteriormente,
"principio de personalidad", un principio
fundamental en la construcción de la
sociedad.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel
Pero, ¿de dónde nace la capacidad
de tener ideas, de poseerlas arraigadas
hasta hacerse carne? ¿Cómo nace la
"conversión"? Rodó no ha dado recetas,
sólo ha dado lineamientos, de los que
Ariel es el más sensible de los modelos.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel Previene sobre la imitación mecánica de las
culturas nórdicas; sugiere el cultivo de lo
espiritual en oposición al cultivo de lo
práctico y de la sola voluntad (que con
frecuencia es ciega); prefiere la cultura
general en oposición al especialismo; la
construcción frente a la implantación; el
principio de autenticidad frente al snobismo
y al rastacuerismo; el liberalismo, pero
diferente al del siglo XIX, que defendía la
libertad de acción, principalmente en el
plano de la economía. El mensaje de Ariel
exhorta a la independencia de criterio y a la
lucha contra los dogmatismos doctrinarios,
sobre la base de la tolerancia y merced al
relevamiento y crítica de todas las ideas, con
especial atención de las que tienen
dimensión pública.
José Enrique Rodó
Su obra: Ariel Primado de la acción.
«dentro de la diferenciación progresiva de
caracteres, de aptitudes, de méritos, que es
la ineludible consecuencia del progreso en el
desenvolvimiento social, cabe salvar una
razonable participación de todos en ciertas
ideas y sentimientos fundamentales que
mantengan la unidad y el concierto de la
vida, -en ciertos intereses del alma, ante los
cuales la dignidad del ser racional no
consiente la indiferencia de ninguno de
nosotros».
José Enrique Rodó
Bibliografía http://www.chasque.net/frontpage/relacion/
0509/rodo.htm
José Enrique Rodó