INNOVAR PATAGONIA Julio 2017
Tomo como base e idea general al trabajo ya realizado por LEANDRO LLARÍA Y ARIEL
LLARÍA. DERECHOS RESERVADOS.
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Me lleva a considerar y tomar como propuesta personal, este trabajo realizado por los arriba
mencionados, Señores LLARIA, debido a que ese proyecto nacional reúne la visión estratégica
que favorece a nuestra inmensa región Patagónica, como la de integrarse en forma definitiva y
nacional mediante una “RED FERROVIARIA” que transite de sur a norte, o a la inversa, en
forma longitudinal y equidistante entre la cordillera y el mar, es decir transitando por el
centro de las provincias de Rio Negro, Chubut y Santa Cruz.
Agrego que esta idea/proyecto, al que me sumo, fue pensado, proyectado técnicamente y
dado a conocer oportunamente, está enmarcado en el ámbito de grandes obras fundacionales
que requiere nuestro país, que quedan para la posteridad y que solo pueden ser llevadas a
cabo por gobiernos ejecutores libres despojados de toda arbitrariedad, cuyo interés personal
no sea otro que el bienestar general. Esta es una de ellas. Su transcendencia puede definir las
próximas centurias.
Desde Comodoro Rivadavia participo de esta somera visión para el crecimiento de la Región
Patagónica, donde soy lugareño por opción, inmigrante desde el norte de nuestro país, y que
resido aquí desde un lejano diciembre de 1968, cuando mis padres me “trajeron” siguiendo la
ruta laboral del petróleo, por lo que mi aserción nativa me involucra a velar por las generacio-
nes futuras, dado que las raíces culturales permanecerán inexorablemente arraigadas en este
páramo. Demás está decir que este “comodorense” desea fervientemente que esta región sea
parte de una nueva Argentina de integración, desarrollo y que fundamentalmente sea el lugar
del futuro, y para que ello llegue, hay que empezar a HACER lo más pronto posible.
El definir un trazado ferroviario mediterráneo implica dejar de lado cuestiones de tipo
“convencional”, es decir, no decidir su trazado en función de los intereses, quizás legítimos
algunos, de los grandes centros urbanos o, por meras razones de mercado. Habida cuenta que
ante la existencia de las vías férreas actuales que corren en forma transversal, de este a oeste,
con esta propuesta se lograría el objetivo final de integración total de nuestro territorio. En
consecuencia, es factible expresar que el trazado, ejecución y puesta en marcha de una línea
ferrocarrilera que sea establecida y recorra específicamente por el centro mediterráneo, en
forma equidistante entre la cordillera y el mar por las provincias de Rio Negro, Chubut y Santa
Cruz, le daría a estas inmensidades territoriales el impulso necesario para su desarrollo
autónomo posterior.
Entre las múltiples razones para fundamentar esta propuesta, la principal creo, es la razón
Geopolítica, pero es la Historia, la ciencia que nos revela los distintos procesos o fundamentos
como los Migratorios, Económicos, y de Densidad Demográfica y quizás algún otro como el
Turístico, que lo justifican plenamente. Reflexiono que la Argentina TODA le debe otorgar su
anexión final reivindicando su postergado desarrollo, materializando así una visión geopolítica
nacional.
Mi ciudad, Comodoro Rivadavia, fué fundada el 23 de febrero de 1901, se encuentra situada a
los 45º 52’ de latitud S y 67º 29’ de longitud O; y edificada al pie de la falda Sur Sudoeste del
Cerro Chenque, y formaba parte en ese entonces del Territorio Nacional Chubut y su primer
gobernador, coronel Luis Fontana, resuelve –entre sus primeras medidas- explorar el vasto
territorio, hasta entonces desconocido en su mayor extensión. Siendo la principal motivación
de asentamiento en este lugar, la creación y/o construcción de un puerto, desde donde
puedan operar las distintas embarcaciones (buques) para el traslado, -desde y hacia el “resto
del mundo”-, todo tipo de mercancías y herramientas para el desarrollo de la vida cotidiana, e
igualmente como medio de transporte de pasajeros. Y con la llegada también del telégrafo en
marzo de ese año, lograron que ese incipiente poblado se transforme prácticamente en el
principal asentamiento humano de la región. Estas dos anexiones de ese esbozo de ciudad,
crearon las condiciones para empezar a “vivir”. Lo único que no había entonces (y no hay
solución definitiva hasta la fecha) era la provisión de agua. Pero con estos dos enlaces
esenciales para la época, permiten la llegada de equipos para horadar la tierra en búsqueda
del vital elemento. Claro., en lugar del agua se encontró petróleo, otro vital líquido.
Ésta muy pequeña síntesis “demuestra” que hay realizaciones a lo largo del tiempo, ya sea de
emprendedores individuales y/o del Estado fundamentalmente, que lograron verdaderos hitos
revolucionarios en la historia, cuyas realizaciones quedan para la posteridad, como creo hoy
debiera ser el tendido ferroviario.
Han pasado 116 años desde aquellos momentos, y el proceso secular es inapelable y trasla-
dable a toda la Patagonia. La necesidad de conectarse con el resto del país, sigue siendo una
premisa de vital importancia. Lógicamente en el transcurrir de la centuria, ha avanzado la
“conexión”, ya sea material, mediante rutas terrestres y aéreas, tanto como las
comunicaciones satelitales “invisibles”.
En la actualidad la realidad antes detallada, es insuficiente, en cuanto a integración. Hoy la vía
marítima, prácticamente es inexistente. La unión terrestre depende casi únicamente del esta-
do en que se encuentre la Ruta Nacional nº 3 por vía costera, y si tomamos la vía cordillerana,
disponemos de la Ruta Nacional nº 40 que en muchos tramos aún está inconclusa en cuanto a
su total pavimentación. En estas rutas que unen el territorio patagónico con el norte del país
en forma paralela adyacentes una por el mar y la otra por la costa, están distanciadas entre sí,
por alrededor de 300km. Queda la vía aérea, y lógicamente es apta, sólo que es insuficiente en
cuanto a capacidad de transporte y cantidad de frecuencias, pero que tampoco no unen todas
las ciudades, ni tampoco se cuentan con aeropuertos diseminados en forma geoestratégicas o
regionales.
Más recientemente, pocos días atrás (fin de marzo y principio de abril’17) nuestra región so-
portó fenómenos meteorológicos extraordinarios, las enormes lluvias superaron todo pro-
nóstico y registro estadístico alguno, en cuanto a cantidad de agua caída en pocas horas.
Consecuencias deplorables a montones! Pero debe destacarse un hecho notable -que sucedió
en el único nexo existente por tierra en cientos de kilómetros a la redonda-, esto es en Ruta
Nacional nº 3 a una distancia de 80km aproximadamente al norte de Comodoro Rivadavia. El
torrente de agua que bajó desde la meseta en cantidad y velocidad superior a lo “habitual” se
llevó un trozo de la mencionada ruta. La misma quedó totalmente cercenada como si nunca
hubiera existido una ruta continua. El desplazamiento de un tramo fué tan brutal que virtual-
mente quedó una separación de unos 10/15 mt de longitud. Como resultado de esto, los auto-
movilistas debieron dar una vuelta de 800 km aproximadamente para circunvalar este dete-
rioro ocasionado por la naturaleza. No existe camino alguno alternativo para unir rápidamente
nuestra región y toda la Patagonia. Ver fotografía
Desde el punto de vista Geopolítico, el ocupar espacios territoriales debería ser considerado
política de estado, por lo tanto conlleva una imperiosa necesidad de atención. Es sabido que
los territorios se ocupan por derecho o de hecho. No pocas veces con guerras mediante. Países
tales como China, India y otros; en muy pocos años “deberán” dar respuesta a la presión
Demográfica.
Un ejemplo de ocupación territorial con sentido geopolítico al que me refiero, está visiblemen-
te plasmado en nuestro país vecino de Chile. Se verifica allí que sus principales ciudades, desde
la Región I al norte, hasta la Región XII al sur, se encuentran situadas en forma mediterránea y
no en la extensísima costa, a pesar de ser un País, cuya superficie es longitudinal y absoluta-
mente estrecha en comparación con nuestro territorio.
Vale decir entonces que una red ferroviaria es una clara opción a dicha ocupación. Estamos en
2017 pero es como si pocas cosas han transcurrido desde aquel momento en que uno de los
principales argentinos que pensó estratégicamente a nuestro país: Juan Bautista Alberdi, quien
en 1879 (París) en su Libro BASES plasmó para la posteridad el axioma: “gobernar es poblar”.
Han pasado 139 años y es como que lo haya escrito poco tiempo atrás. En dicho libro expresó:
“El secreto de poblar reside en el arte de distribuir la población en el país. Gobernar es poblar
muy bien; pero poblar es una ciencia, y esta ciencia no es otra cosa que la economía política,
que considera la población como instrumento de riqueza y elemento de prosperidad. La parte
principal del arte de poblar es el arte de distribuir la población. A veces, aumentarla demasiado
es lo contrario de poblar; es disminuir y arruinar la población del país. La forma más fecunda y
útil en que la riqueza extranjera puede introducirse y aclimatarse en un país nuevo, es la de una
inmigración de población inteligente y trabajadora, sin la cual los metales ricos se quedarán
siglos y siglos en las entrañas de la tierra; y la tierra, con todas sus ventajas de clima, irrigación,
temperatura, ríos, montañas, llanuras, plantas y animales útiles, se quedará siglos y siglos tan
pobre como el Chaco, como Mojas, como Lipes, como Patagonia”.
Un país nuevo o con visión posmoderna es el que yo quiero vivir y que sólo los grandes líderes
pueden llevar a cabo. Me refiero a un País con planificación, desarrollo estratégico y funda-
mentalmente geopolítico, y asentado en nuestra Patagonia. Alberdi asoció a la inmigración con
la población extranjera. Esta región de Comodoro Rivadavia es fundamentalmente ese resul-
tado, fruto de inmigrantes. Que desde sus inicios y debido a heroicos emprendedores y explo-
radores forjaron culturalmente identidad propia. Con estos inmigrantes que en conjunto con la
explotación minera que buscando agua encontraron petróleo. Dieron origen a una promete-
dora región. Que con la multiplicación de puertos y el transporte naval se generaron innúme-
rables asentamientos de las principales ciudades patagónicas sobre la costa. Pero hoy, ya avan-
zado el siglo XXI, continúa siendo cuna de inmigrantes, ya pocos extranjeros, pero si muchos
provenientes de provincias norteñas. El tiempo a ha pasado y acaece un nuevo desafío: el de-
sarrollo del centro mediterráneo de la Patagonia.
Dicho desarrollo del centro de la Patagonia es un objetivo prominente hoy, expresado en un
sentido absolutamente geopolítico. Es prudente también decir que entre una de las mayores
problemáticas de la humanidad en el futuro mediato es dar respuesta a la creciente presión
demográfica (lugar para vivir y evitar el hacinamiento). Como nuestro País no tiene esa
problemática, sino todo lo contrario, ya que contamos con enormes extensiones territoriales
sin la presencia de nosotros, los ciudadanos argentinos, implica que estaríamos ante una gran
lejanía de esa situación. Pero lo que ahora es así, es dable suponer que “esta realidad” no
podrá ser sostenida en el tiempo. Países tales como India o China sufren en la actualidad la
problemática de esa expansión demográfica, aun a pesar de contar con normas legales de
control humano de la natalidad. Este último país China, recién abrió sus fronteras hacia el
resto del planeta, hace muy pocos años; y hoy, sus ciudadanos ya están asentados en una gran
cantidad de países (el nuestro no es la excepción). Por lo que no es anacrónico pensar que ésta
zona sea de interés extranjero en ocuparlo.
Recurriendo a la disponibilidad de los datos estadísticos del Censo 2010 Argentina y a modo
de comparación acerca de la Densidad de Población hab/km2, establece que Chubut es 2.3
(509108 habitantes), Santa Cruz 1.1 (273964 habitantes) y Rio Negro 3.1 (638645 habitantes).
Esto implica que la totalidad de estas tres provincias patagónicas en conjunto, no llegan a su-
perar a una sola provincia tomada como ejemplo a la mediterránea Provincia de Tucumán es
64.3 (1448188 habitantes). Esto demuestra el desbalance existente entre una sola Provincia
del Norte respecto a la región Patagónica toda.
Este desbalance, continuando con la comparación e información precedente y procedente
igualmente del INDEC y “trasladarse” 47 años atrás, es decir el Censo 1970 indica que Chubut
contaba con 189920 habitantes, Santa Cruz 84457 habitantes, Río Negro 262622 habitantes y
Tucumán 765962 habitantes. Esto corrobora que esa tendencia viene de larga data y que en
forma natural, ya sea por crecimiento o por nuevas corrientes migratorias será muy difícil su
reversión sin la intervención del Estado mediante la realización de obras de gran envergadura
como la propuesta.
Desde el punto de vista Económico se valúan como externalidades positivas, no sólo el asen-
tamiento poblacional, el que está plenamente demostrado que así sucede con sólo observar
un mapa y comprobar fecha de fundación de la ingente cantidad de pueblos y/o ciudades ge-
neradas a la vera de los rieles que partieron desde Buenos Aires durante el siglo pasado hacia
el oeste. Ese mismo fenómeno podría producirse en el centro de Chubut, ya que en estos
extensísimos territorios cuentan en su entraña una riqueza natural minera incalculable, sus-
ceptibles de ser explotadas o algunos ya en explotación, ya sean de minerales metálicos y no
metálicos. En sus Departamentos de Gastre y Paso de Indios está comprobada geofísicamente
la existencia de petróleo. En Gastre también está la explotación de uranio. Y entre Gastre y el
Departamento Telsen se encuentran los yacimientos de arcilla bentonítica, muy requerida para
el desarrollo en la explotación de petróleo no convencional como el de “vaca muerta” de la
Provincia de Neuquén. Muchos de estos emprendimientos, hoy tienen el gran inconveniente
de la casi imposibilidad del transporte debido a falta de rutas y distancias enormes hacia los
centros de abastecimientos y/o producción y a la escasa conectividad con otros medios de
traslado.
Así también el tren como transporte de pasajeros, en este recorrido implicaría una nueva mo-
dalidad y a la vez sería muy apto para la explotación Turística, el recorrido debiera transitar
por el Departamento Sarmiento que es muy apto para el denominado turismo de aventura. En
las adyacencias de la ciudad de nombre homónimo existe un importante y milenario “bosque
petrificado” denominado Desiderio Torres, rodeado por dos imponentes lagos (Colhue Huapi y
Muster) y el recorrido del río Senguerr que hace más aún “necesario” quedarse en este lugar
donde se pueden desarrollar múltiples actividades relacionadas con el agua y sus distintas
facetas de excursiones. Si continuamos con el proyecto y yendo hacia el sur, ya en territorio
santacruceño, nos encontraremos con la también milenaria Reserva Natural Cuevas de las
Manos. En fin, hay una multiplicidad de posibilidades y de gran cantidad de acciones nuevas a
incentivar en función de esta red ferroviaria propuesta. Diría que el recupero de la inversión
inicial no tardaría mucho tiempo en resolverse.
A modo de conclusión, si en el siglo pasado, tanto en Santa Cruz como en Chubut existieron
distintos tramos de redes ferroviarias que unían pueblos entre sí, pero no conexos en forma
integral. Este proyecto apunta a esa unificación. Quizás algunos tramos existentes aún situados
en recónditas geografías puedan reutilizarse y cobrar vida. Estos tramos Puerto Deseado-Las
Heras (Santa Cruz) o el vigente “La Trochita” (Esquel – Chubut) puedan integrarse.
El otro tramo férreo Comodoro Rivadavia – Sarmiento (Chubut) totalmente extinto hoy, junto
al mencionado santacruceño fueron verdaderos motores de trabajo y transporte para la
producción local, como así también de pasajeros, hoy esa impronta debe revivirse.
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Pablo José Bustamante
DNI 14075217
Kaiquen 1988 – Comodoro Rivadavia – Chubut
Tel 2974237349
IMÁGENES DE ESE PASADO
PJB – Julio de 2017