“Una respuesta a la necesidad de humanizar la asistencia sanitaria en el Hospital Base Valdivia:
Implementación de una Unidad de Acompañamiento Espiritual”
Tutor: Marcela Salazar
16 de abril del 2012, Valdivia, Chile
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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA
UNIVERSIDAD FINIS TERRAE
Caso práctico presentado por María José Puga Yung para la obtención del Diploma de Humanización en Salud
Porque cada enfermedad está asociada
A todo misterio del hombre
Y el cuerpo pertenece
A una maravillosa y compleja realidad
De persona que piensa y amaJuan Arias,
Oración del médico1
Introducción:
La atención en salud en nuestro país es foco de muchas críticas y a pesar
de los buenos indicadores y el progreso sanitario alcanzado en los últimos años la
insatisfacción de los usuarios es notoria. Es probable que la deshumanización de
la atención contribuya a éste descontento. El buscar ámbitos para humanizar los
cuidados prestados por el hospital, podría ayudar a restaurar la dignidad del que
enfermo y de la mano, mejorar la percepción que se tiene de la atención
recibida. La asistencia espiritual podría ser una de las áreas a mejorar ya que
involucra los matices más trascendentes del ser humano.
Desarrollo:
Los usuarios del sistema público de salud chileno manifiestan una
insatisfacción creciente y notoria hacia la asistencia sanitaria que reciben; esto se
refleja en las distintas evaluaciones aplicadas por entidades públicas (Donoso,
2009)2, encuestas de opinión y notas de prensa. En el Hospital Base Valdivia, de
hecho los reclamos registrados en la OIRS (Oficina de Información, Reclamos y
Sugerencias) aumentaron en un 16% entre el año 2009 al 2010 (Hospital Base
1Alvear, J. y Magliozzi, P. Vademécum del servidor del enfermo. 1ra edición. Editorial Maval. Santiago (Chile), 2008.2Donoso, N.; Díaz, M. y Peralta, J. Medición nacional de satisfacción usuaria en la red pública de salud de chile. Aplicación 2009. Editado por: Departamento de Participación Social y Trato al Usuario Subsecretaría de Redes Asistenciales. Ministerio Salud. Santiago (Chile), 2009.
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Valdivia, Cuenta Pública, 2011)3 y todo indica que la cifra sigue creciendo. Lo
anterior, a pesar de que en los últimos 10 años se han vivido grandes progresos
en ámbitos de calidad y oportunidad de la atención en salud; además de un
aumento sustantivo en el gasto público en salud con la consecuente mejoría en
acceso a procedimientos diagnósticos, diversos tratamientos, cirugías, fármacos
e infraestructura.
Más aún la planificación orientada a la satisfacción de los usuarios está
dirigida esencialmente a corregir y mejorar exclusivamente los aspectos técnicos
y de recursos, tanto a nivel nacional (Ministerio de Salud, 2011)4, como local
(Hospital Base Valdivia, 2012)5. Estas estrategias buscan la satisfacción del
público optimizando áreas como la disminución de listas y tiempos de espera,
mejoría de infraestructura y equipamiento, etc.
Todo lo anterior es, posiblemente, consecuencia del momento histórico
que vivimos y la cultura exitista predominante, que privilegia el éxito económico
(y el consumo como medio para lograrlo), la juventud, la belleza física y la
ausencia de enfermedad; colocando en un sitial preponderante los diversos
medios y técnicas para conseguir estos objetivos. Los hospitales son entonces
lugares para mejorar enfermedades y pero no enfermos; y el mejor hospital es el
que tiene los más modernos adelantos técnicos, los más recientes fármacos
descubiertos, los especialistas más famosos. Lugares en donde se “combate”
contra diversas entidades nosológicas pero que se olvidan de las personas que
las sufren. Desaparece la experiencia o vivencia de la enfermedad y el significado
individual y social de ésta (Rubio, 2012)6. Los enfermos se encuentran aislados,
incomprendidos en el significado profundo de la crisis vital que experimentan, y
3 HOSPITAL BASE VALDIVIA. Unidad Desarrollo Institucional. Cuenta Pública año 2011. http://www.hbvaldivia.cl/web/index.php?option=com_content&view=article&id=35&Itemid=244 MINISTERIO DE SALUD. Subsecretarías de Salud Pública y Redes Asistenciales. Estrategia Nacional de Salud 2011-2020. Objetivo estratégico Nº 8.5 HOSPITAL BASE VALDIVIA. Unidad Desarrollo Institucional. Plan Estratégico Hospital Base Valdivia 2011-2013. www.hb valdivia .cl/web/archivos/ plan - estrategico /2011-2013.pdf 6 ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES SANITARIOS CRISTIANOS. Rubio, J. Realidad y diversidad del enfermar humano: Lo que ve y lo que no ve el ojo clínico http://www.sanitarioscristianos.com/img/humanizacion/enfermarhumano.pdf
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como seres humanos se sublevan ante el hecho de ser reducidos a anónimos
objetos de estudio (Flecha, 2012)7. Y por supuesto esto produce insatisfacción,
descontento que explica “los malos resultados en las encuestas”, que tanto
gustan hoy en día.
La persona al enfermar no sólo está afectada en su biología (centro del
enfrentamiento actual) si no en todas las dimensiones que componen su
humanidad: las emociones, su mundo espiritual, su entorno familiar y las
relaciones sociales que le son significativas. (Comisión Episcopal Pastoral, España,
1987)8. El descuido de los aspectos valóricos y emotivos de la persona enferma
contribuye a cosificarla y deshumanizarla, restándole protagonismo en la
recuperación de su salud. (Documento Final Congreso Iglesia y Salud, España,
1994)9
Entonces el desafío para los que quieren entregar una atención en salud
integral crece, y el sanitario no sólo debe estar al tanto de la última publicación
científica o asistir a todos los Congresos de su especialidad; si no también estar
atento al complejo e impalpable mundo de los sentimientos y lo espiritual; como
lo sintetiza Rubio (2012)10 “…la enfermedad, realidad del enfermar humano, único y
diverso, es compleja y difícil de abarcar … es en ese lugar remoto donde el paciente vive
la radicalidad más íntima de su enfermedad, su orilla más personal y humana en la que
habitan el sentido y la lucha y donde permanecen vivos su identidad y su esperanza…
Incluso con los más poderosos recursos de la técnica actual resulta problemático para
todos, enfermos y profesionales sanitarios, familia y sociedad, cruzar por el río de la
enfermedad aunque ese río no sea otro que el propio río de la vida de cada enfermo, su
mismo caudal con idéntico destino.”7 ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES SANITARIOS CRISTIANOS. Flecha, J. Humanización del dolor en el cuidado de la salud: acogida y compasión. http://www.sanitarioscristianos.com/img/humanizacion/humanizaciondeldolor.pdf8Comisión Episcopal de Pastoral. La Asistencia Religiosa en el hospital. Orientaciones pastorales. Imprime Orinoco Artes Gráficas, S.A. Madrid (España), 1987.9ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES SANITARIOS CRISTIANOS. Secretaria General del Congreso Iglesia y Salud. Documento Final Congreso Iglesia y Salud. Madrid (España), 1994. http://www.sanitarioscristianos.com/img/pastoral/documentofinal.pdf10 ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES SANITARIOS CRISTIANOS. Rubio, J. Realidad y diversidad del enfermar humano: Lo que ve y lo que no ve el ojo clínico http://www.sanitarioscristianos.com/img/humanizacion/enfermarhumano.pdf
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En esta época donde preside el consumo y la técnica, más que nunca los seres
humanos necesitan satisfacer sus necesidades espirituales, para ganar esperanza
y consuelo, encontrar trascendencia y sentido. Y esto es especialmente válido
para los que padecen diversas (y cada día más frecuentes) condiciones que
afectan su estado de salud, tales como enfermedades crónicas (Oates, 200411;
Greenstreet, 200612); cáncer (Doyle, 2003)13, patologías de salud mental (Taha,
2011)14 y enfermedades terminales (The Catholic Bishops’ Conference, 2010)15,
(Petrillo, 2012)16. Y particularmente para los enfermos que están en los extremos
de la vida: población pediátrica (Elkins, 2004)17 y geriátrica (Rodriguez, 2012)18.
Así los pacientes internados en distintos servicios clínicos de un establecimiento
asistencial, ya sea en maternidad, cuidados intensivos, sala de medicina,
oncología, etc., no deberían ser considerados solamente desde un enfoque
asistencial clínico, si no también desde una perspectiva de amor al prójimo
(Varas, 2011)19.
Las personas enfermas hospitalizadas, entonces, se van a beneficiar de
que se consideren aquellos aspectos de su vida relacionados con las experiencias
que trascienden los fenómenos sensoriales (dimensión espiritual según la OMS,
11 Greenstreet, W. From spirituality to coping strategy: mailing sense of chronic illness. British Journal of Nursing, 2006; 15 (17): 938-42.12 Oates, L. Providing spiritual care in end-stage cardiac failure. International Journal of Palliative Nursing, 2004; 10 (10): 485-90.13 Doyle, D.; Hanks, G. y MacDonald, N. Oxford Textbook of Palliative Medicine. 2da edición. Oxford University Press. Nueva York (Estados Unidos), 2003.14 Taha, N.; Florenzano, R. y Sieverson, C. et al. La espiritualidad y religiosidad como factor protector en mujeres depresivas con riesgo suicida: Consenso de Expertos. Revista Chilena de Neuro-Psiquiatria 2011; 49 (4): 347-60. 15 The Catholic Bishops’ Conference of England & Wales. A Practical Guide to the Spiritual Care of the Dying Person. 1ra edición. Editado por Incorporated Catholic Truth Society, Londres (Inglaterra), 2010.16 ARS MÉDICA. Petrillo, F. Acompañamiento espiritual a los portadores del virus VIH y enfermos terminales de sida. Ars Médica 2(2). http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/ArsMedica2/11_Petrillo.html17 Elkins, M. y Cavendish, R. Developing a Plan for Pediatric Spiritual Care. Holistic Nursing Practice 2004; 18(4): 179-84.18ARS MÉDICA Rodríguez, A. Hacia una gerontología más humana. Ars Médica 8(8). http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/ArsMedica8/IndiceArsMedica8.html19 Varas, J. Atención Hospitalaria y derecho de asistencia espiritual. Revista Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brouse. 2011; 6(3): 205-8.
5
citado por Palma, 201020). La asistencia espiritual es uno de los elementos que
dignifica y reposiciona en el centro al ser humano en estados de minusvalía en la
salud, rescatando su dimensión trascendente y su capacidad de
autodeterminarse, permitiéndole recuperar el protagonismo perdido en la
recuperación, rehabilitación o alivio de su salud.
El Ministerio de Salud en Chile, en concordancia con el enfoque de salud
integral y el nuevo modelo de atención implementado a partir de la Reforma del
sector, emitió en el año 2008 el reglamento que regula la Asistencia Religiosa en
los Recintos Hospitalarios (MINSAL, 2008)21; y que además propicia la creación de
Unidades de Acompañamiento Espiritual en los hospitales, normando el
funcionamiento de estas. En ese contexto y como respuesta a las necesidades de
los enfermos hospitalizados enunciadas anteriormente; la creación de una
Unidad de Acompañamiento Espiritual, institucionalizada dentro del Hospital
Base Valdivia contribuirá a sistematizar y coordinar las actividades destinadas a
la asistencia espiritual de los usuarios del establecimiento.
Ahora bien, la creación de tal Unidad, requiere recursos humanos, físicos
y financieros para su implementación y funcionamiento, y esto entraña
dificultades de gestión administrativas y financieras.
Dentro del marco de la Reforma de Salud y la ejecución de la Ley de
Autoridad Sanitaria se considera que los hospitales sean autogestionados a partir
del año 2010. Lamentablemente el Hospital Base Valdivia no cumplió los
requisitos técnicos ni financieros para ser autogestionado el año 2011. Por este
motivo el marco presupuestario para el año 2012 está extremadamente ajustado
ya que se necesita disminuir en forma considerable el grado de deuda
hospitalaria para acreditar. Esto significa producir (gastar) lo que está financiado
exclusivamente. La asistencia espiritual no está considerado dentro los montos
20 Palma, A.; Taboada, P. y Nervi, F. Medicina Paliativa y Cuidados Continuos. 1ra edición. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago (Chile), 2010.21 Ministerio de Salud Chile. Reglamento Sobre Asistencia Religiosa En Recintos Hospitalarios.. Nº 94 de 2007. Publicado en el Diario Oficial de 17/09/2008.
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traspasados al Hospital: no cae dentro de las prestaciones GES (Garantías
Explícitas en Salud), prestaciones no GES valoradas, PPI (Programa de
Prestaciones Institucionales), ni reducción de listas de espera; No cuenta con un
código de FONASA que sea valorado y por lo tanto financiado. Por lo tanto los
gastos que ésta genere no serán recuperados por el hospital y en el contexto
actual la subdirección administrativa no está en buen pie para autorizar un gasto
extra que no será re-embolsado a través de los mecanismos de financiamiento
existentes.
Por otro lado la brecha de recursos humanos del hospital se acrecienta en
la medida que aumenta la complejidad y numero de prestaciones garantizadas.
El Reglamento exige que el encargado de la Unidad de Acompañamiento
Espiritual sea un funcionario del hospital, cargo que no existe actualmente y que
difícilmente puede ser traspasado. Además el Reglamento considera la
asignación de un espacio físico definido, situación que dada la actual
infraestructura de nuestro recinto hospitalario es muy difícil de conseguir; más
aún con el aumento de maquinaria administrativa que ha traído consigo la
Reforma de Salud (Unidades de: Gestión del Cuidado, Gestión de camas, Gestión
de listas de espera, Auditoría de Registros clínicos, Control de Gestión, Desarrollo
Institucional, Unidad de Calidad, etc.) que se ha apoderado de los todos espacios
físicos (no clínicos )disponibles.
Dado el escenario actual pareciera que por lo menos en un futuro
próximo el Hospital Base Valdivia no podrá contar con una Unidad de
Acompañamiento Espiritual tal como lo regula el reglamento respectivo.
Sin embargo diversos estudios revelan que gran parte de los cuidados
espirituales de los enfermos son brindados por agentes distintos de los ministros
de culto y capellanes. Así en EE.UU. los familiares y amigos entregan un 41% de
los cuidados espirituales requeridos y el personal de salud un 29%, a diferencia
de los agentes de culto que sólo alcanzan un 17% (Hanson et al, 2008)22. Por otro 22 Hanson, L. et al. Providers and Types of Spiritual Care during Serious Illness. Journal of Palliative Medicine, 2008; 11, (6): 907-14.
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lado un estudio realizado en Inglaterra a capellanes de distintas instituciones de
salud concluye que en cuanto a sus necesidades espirituales los pacientes tienen
un amplio rango de requerimientos no-religiosos que incluyen alguien que “los
escuche” y alguien que “esté ahí”, labor que cumple principalmente el personal
de enfermería en más de un 90%. (Wright, 2001)23. Finalmente un estudio
cualitativo demostró que la espiritualidad del médico (de cuidados paliativos) y la
práctica de la espiritualidad están unidos inextricablemente y cuando el mundo
espiritual de médico es amplio, lo encamina a ejercer una atención más
compasiva y holística. (Seccareccia y Brown, 2009)24.
Es por eso que recogemos lo que dice Jonas citado por Pulchaski (2011)25
“La vida es esencialmente relaciones; y relación como tal implica trascendencia,
un ir más allá de sí mismo por parte de aquello involucrado en la relación”. Los
humanos somos intrínsecamente espirituales, ya que toda persona está en
relación consigo misma, con otras personas, la naturaleza y lo significativo o
sagrado. Entonces todo ser humano que esté en la privilegiada posición de
encontrarse al lado de un enfermo que sufre puede establecer una relación de
ayuda tal como al describe Bermejo y Petrillo, (2006)26. Así es posible
implementar un modelo de de cuidados espirituales del paciente hospitalizado
(Pulchaski, Ferrell y Virani, 2011)25, que no sólo considere al capellán y/o agente
pastoral, si no también a líderes religiosos de la comunidad, directores
espirituales, terapeutas pastorales, voluntarios, familiares, amigos y al mismo
personal clínico: médicos, enfermeras, técnicos de enfermería trabajadores
sociales, terapeutas físicos, terapeutas ocupacionales y otros. (Figura 1). El
modelo se basa en unos cuidados espirituales “generales” (entregados por
23 Wright, M. Chaplaincy in hospice and hospital: findings from a survey in England and Wales. Palliative Medicine 2001; 15: 229–4224 Seccareccia, D. y Brown, J. Impact of spirituality on palliative care physicians: personally and professionally. Journal of Palliative Medicine, 2009 (9): 805-925 Puchalski, C.; Ferrell, B. y Virani, R. et col. La mejora de la calidad de los cuidados espirituales como una dimensión de los cuidados paliativos: El informe de la Conferencia de Consenso. Medicina Paliativa 2011; 18(1):55−7826 Bermejo, J. y Petrillo, J. Aspectos Espirituales en los Cuidados Paliativos. 1ra edición. Editorial Antártica Quebecor. Santiago 2006 (Chile)
8
personal sanitario, familiares, voluntarios, etc.) y los cuidados “especializados”
entregados por capellanes o agentes pastorales.
Es rescatable el listado de intervenciones espirituales que enumera el “El
Informe de la Conferencia de Consenso del Cuidado Espiritual en Cuidados
Paliativos”, tales como la presencia compasiva; la escucha reflexiva; relajación
progresiva; ejercicios de respiración; masajes; yoga; llevar un diario, etc.
(Pulchaski, Ferrell y Virani, 2011)27. Por otro lado no se debe olvidar que habrá
enfermos en los que sus necesidades espirituales se complican y cambian;
necesitando el acompañamiento de un experto, en especial cuando se necesiten
intervenciones necesarias para dar significado y sentido o el requerimiento de
rituales y prácticas espirituales. En estos casos se requerirá un capellán o agente
pastoral que sea capaz de tener sintonía con la historia personal del paciente,
sea sensible, abierto y flexible; sea prudente y discreto, sea capaz aceptar el
rechazo sin sentirse ofendido, pueda trabajar en equipo y estar disponible con
prontitud (Gomez, 1999)28.
Dada la situación actual de escasez de recursos en nuestro hospital
instaurar un modelo de cuidados espirituales “generales” parece más realista, sin
quitar la asistencia espiritual especializada esporádica con la que se cuenta
actualmente, aunque esta no esté sistematizada, coordinada e institucionalizada
en una Unidad de Acompañamiento Espiritual.
Probablemente muchos de los que conforman el sistema hospitalario son
sensibles a estas necesidades espirituales de los enfermos internados y pueden
ofrecer apoyo en este ámbito como parte integral de los cuidados, basado en los
principios de la comunicación efectiva (y afectiva). (Guía de Práctica Clínica sobre
Cuidados Paliativos, España, 2008).29
27 Puchalski, C.; Ferrell, B. y Virani, R. et col. La mejora de la calidad de los cuidados espirituales como una dimensión de los cuidados paliativos: El informe de la Conferencia de Consenso. Medicina Paliativa 2011; 18(1):55−7828 Gómez, M. Medicina Paliativa en La Cultura Latina. 1ra edición. Aran Ediciones, Madrid (España), 1999.29 Ministerio de Sanidad y Consumo. Guías de Práctica Clínica en el SNS. Guía de Práctica Clínica sobre Cuidados Paliativos. 1ra edición. Edita Servicio Central de Publicaciones del Gobierno
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Conclusión
Surge la necesidad de una atención en salud más humana, no sólo como
requerimiento ético, si no como forma de satisfacer plenamente las necesidades
y dignidad de las personas vulnerables (enfermas), mejorando su satisfacción con
la atención en salud.
El suponer al paciente como una persona completa, considerando quién
es no sólo en su biología y en su cuerpo enfermo si no también quién es en sus
sentimientos, el medio en que vive y quién es en el sentido trascendente y
espiritual, permite ayudarlo en su totalidad y darle espacio a él mismo para que
pueda ser su sanador.
La implementación de una Unidad de Acompañamiento Espiritual en el
Hospital Base Valdivia es la respuesta a la creciente necesidad de una atención
en salud más integral, digna y satisfactoria para los usuarios de este
establecimiento. Lamentablemente la creación de una Unidad de este tipo pasa
por la asignación de recursos (humanos y físicos) de los que el Hospital no
dispone por el momento.
La aplicación de un modelo integral de asistencia espiritual a los enfermos
del establecimiento que considere a todos los integrantes de equipo de salud
como agentes de apoyo “generales” y en una segunda etapa capellanes o
agentes pastorales “especializados”, pudiera ser la respuesta a esta carencia
(momentánea) de una instancia institucional de Acompañamiento Espiritual.
Surge el desafío de sensibilizar a todo el personal del Hospital Base
Valdivia, familiares, amigos y comunidad en general para busquen en su interior
el sentido, la generosidad, y el amor necesarios para asistir a los enfermos a
nuestro cuidado.
Vasco. Vitoria-Gasteiz (España), 2008.
10
El llamado es entonces a rescatar, como dice la oración:”a la maravillosa
y compleja realidad de persona que piensa y ama”, que está en todos nosotros y
que tiene el deber (y derecho) humano de acompañar espiritualmente al que
sufre.
Bibliografía
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Anexos:
FIGURA 1
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