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HORA DE JUEGO
El juego es una actividad cognoscitiva y social; a través de la actividad lúdica los niños
tienen la oportunidad de desempeñar diferentes roles y manejar emociones complejas y
conflictivas al representar situaciones cotidianas que ellos viven.
Permite la socialización, aprenden a usar el mundo, a moverse en él, a inferirlo en sus
múltiples interrelaciones, a compartir. El juego es una conducta y comienza en la primera relación
del niño, con su madre o persona sustituta y continúa a través de su desarrollo en las relaciones
con otro. El juego también permite el placer, nuestro psiquismo busca constantemente disminuir
al máximo el displacer ya que genera tensión, por tanto, éste permitiría de una forma natural y
económica liberar aquella tensión con experiencias físicas y emocionales. Por otro lado, permite la
descarga de impulsos agresivos a través de diversos tipos de juegos, tales como de policía, luchas,
entre otros, siendo en los varones más expuesta la agresividad en comparación a las niñas que es
más elaborada y en el caso de niños pequeños, ésta se verá reflejada en romper, tirar, hacer caer
objetos al suelo, ensuciarse con placer, entre otras.
En todos los niños es posible encontrar el juego, aún cuando varía de una cultura y
sociedad a otra, principalmente con un carácter lúdico, aunque otras veces es posible que sea
utilizado en forma educativa, y tanto padres como maestros tienen diversas estrategias para
enseñarle a los niños jugando. Sin embargo, el juego puede también ser una herramienta de
diagnóstico, la cual, sumada a los antecedentes de la entrevista y a otras pruebas, puede aportar a
realizar el diagnóstico clínico. Ya que el juego es el medio natural para el niño, en donde puede
expresarse libremente, sin necesidad de reprimir aquellas emociones y estados internos por una
presión externa.
El juego se utiliza como una técnica proyectiva, por tanto es posible argumentar que el
infante mediante el juego dejará ver su mundo interno, expresando sin tapujos una realidad que
posiblemente a simple vista no podemos ver. Así los juguetes y juegos se trasforman en el espacio
para conocer el mundo del niño, permitirle a él mismo que lo descubra y a la vez ofrecerle una
oportunidad para abrirse a la ayuda.
Fundamentos Históricos
Históricamente la terapia de juego se desarrolló desde un fundamento psicoanalítico
como un mecanismo de proyección, permitiendo así en el niño el desplazamiento de su mundo
interno hacia el externo, por medio del juego y de este modo poder lograr un puente entre su
fantasía y realidad, ya que desde muy pequeño logra la capacidad de simbolizar la situación que
está cursando.
En 1909 Freud utiliza el juego en niños como un mecanismo para tratar de aliviar la fobia
en un paciente. Sin embargo, no es hasta 1919 que el juego se comienza a utilizar en la terapia
infantil por Hug-Hellmuth.
Ana Freud en 1928 comienza a utilizar el juego como una alianza terapéutica, para
establecer un mejor vínculo con su paciente. Por su parte Melanie Klein lo utiliza como sustituto
de la verbalización ya que el juego se considera como el medio natural en donde el niño se
desenvuelve.
En 1930 se desarrolló una estrategia de terapia de juego la que se denominó terapia
estructurada y permanece hasta hoy, con una base psicoanalítica, orientada hacia los objetivos.
Solomon en 1938 desarrolló una técnica llamada “Terapia del juego activa” que utilizó en
niños impulsivos. A través de la interacción con el terapeuta, el niño aprende a redirigir la energía
usada en la impulsividad hacia conductas más aceptadas socialmente orientadas en el juego.
Carl Rogers en 1959 desarrolló el enfoque centrado en el cliente en la terapia para
adultos, lo cual fue llevado a la terapia de juego por Virginia Axline en 1947. Esta terapia de juego
centrada en el cliente tiene como objetivo resolver el desequilibrio que existe entre el niño y su
ambiente para así poder facilitar su crecimiento natural. Esta terapia es la que actualmente se
utiliza como hora de juego diagnóstica, la cual se tratará a fondo a continuación.
Terapia de Juego
La terapia de juego se utiliza como un medio de autoexpresión, en donde el niño en un
entorno natural tiene la oportunidad pera expresarse libremente.
A la base de esto se postula que en todo individuo existe una fuerza hacia la madurez, la
independencia y autodirección; lo que podría denominarse autorrealización. Sin embargo, este
necesita espacio y aceptación total para ser él mismo. Las experiencias y el constante desarrollo
van reorganizando e integrando los sucesos vividos, configurando así la personalidad.
La manera particular de reaccionar en diversas circunstancias y de forma bastante
diferente está regida en todo momento por la tendencia del individuo para llegar a la
autorrealización, cuando este impulso se bloquea por presiones externas da como resultado la
aparición de resistencia y frustración.
De este mismo modo ocurre con los niños, así es posible explicar aquellas conductas
adaptadas y desadaptadas. Cuando el individuo desarrolla confianza en sí mismo y exterioriza
completamente su autoconcepto expresándolo en alguna conducta para alcanzar así su
autorrealización, se puede hablar de conducta adaptada, sin embargo cuando no es capaz de
dirigir su acción directamente, de canalizar su autoconcepto la conducta es desadaptada.
Los niños están en constante formación de su autoconcepto, por lo tanto es posible que
aquellas conductas desadaptadas sean el resultado de que el niño no pueda expresar su Yo en
forma abierta y espontánea.
En la terapia de juego el niño tiene un espacio, similar a su medio natural, de
autoexpresión en donde tiene la oportunidad de actuar, y por tanto expresar abiertamente todos
aquellos sentimientos reprimidos que por diversas razones no se permite, o su entorno no le
permite expresar, tales como frustración, inseguridad, agresión, temor, perplejidad y confusión.
A través del juego el niño tiene la posibilidad de poder actuar de forma libre sus
sentimientos y así enfrentarse a ellos, aprendiendo a controlarlos o a rechazarlos.
La terapia de juego es un lugar de crecimiento para el niño, donde él es la persona más
importante, se controla a sí mismo y la situación, sin criticas, regaños ni obligaciones, por tanto
puede enfrentarse a sí mismo, sus fantasías y sus miedos; el niño se convierte por lo tanto en un
individuo con derechos propios y se le trata con dignidad y respeto, puede amar u odiar y siempre
será aceptado y sin limitantes en su actuar. La terapia es un mundo de completa aceptación y
permiso al niño para ser él mismo.
El niño se presenta ante este reto ejerciendo su poder interno sin bloqueo de fuerzas
externas y por tanto puede expresarse abiertamente y la resistencia desaparece.
Por lo tanto es posible entender la “hora del juego” como una ayuda para que el niño
pueda expresarse sin restricciones y por tanto tener una mejor comprensión de lo que le sucede
en su interior al permitirle que surja su verdadero Yo
Características de la hora de juego
1. Esta se puede utilizar como técnica de evaluación, de diagnóstico en el trabajo psicológico
con niños y niñas desde los dos años y medio a tres años hasta los 11 o 12 años, pero ello
depende básicamente de la edad interna que tenga el niño, básicamente porque implica usar
el juego como una técnica y abordarlo desde una teoría psicológica. Se recomienda emplearla
dentro de las primeras sesiones de un proceso de psicodiagnóstico, porque la actividad lúdica
produce menos ansiedad en el niño.
2. También permite apreciar el grado de desarrollo del niño de acuerdo con su edad evolutiva,
diagnosticar su conflictiva y ayudarle en la elaboración de la misma.
3. Para realizar la hora de juego se debe distinguir:
- Cómo se aplica la técnica de juego
- Items a considerar para la interpretación de la entrevista de juego
- Hipótesis diagnostica obtenida y su corroboración.
Tipos de hora de juego
Hora de juego diagnóstica: se refiere a un proceso que tiene comienzo, desarrollo y fin en sí
misma, opera como una unidad y se debe interpretar como tal.
Hora de juego terapéutica: es una intervención activa del psicólogo con respecto al juego del
niño, por lo que van surgiendo aspectos nuevos y modificados.
En el desarrollo del juego es importante saber como juega el niño y en que condiciones
pueden hacer, por eso podemos tomar en cuenta los distintos momentos que pueden
diferenciarse:
De inventario: donde el niño empieza a clasificar según criterio el contenido de la caja, si es que
los materiales se los presentamos así, manipulándolos, probando los distintos funcionamientos, o
bien por medio de la mirada haciendo una inspección de los objetos y del lugar para luego, en
cualquiera de las tres opciones mencionadas, comenzar a actuar.
Postración del juego: comienza a desplegase la hipótesis elegida. El niño comienza a establecer
una organización simbólica, a través de tanteos eligiendo los personajes, el argumento, adecuado
de materiales.
Rol del terapeuta en la hora de juego
El terapeuta se enfrenta al niño principalmente por medio de conductas verbales,
mediante las cuales responde empáticamente poniéndose al nivel del niño y reflejando tanto sus
pensamientos, acciones y sentimientos. Es importante que el niño se sienta aceptado,
comprendido y en ningún caso rechazado, el terapeuta puede hacer preguntas y comentarios sin
inducir las respuestas del niño, ni dirigir su actuación, sino dejar que se muestre como él desee. La
comunicación psicoterapéutica con el niño debe estar a tono con su nivel de desarrollo afectivo y
cognoscitivo.
Axline establece ocho principios básicos que pueden servir como guía al terapeuta,
siempre teniendo claro que no son una manera restrictiva y estructurada de establecer el proceso.
l. El terapeuta debe desarrollar una relación interna y amigable con el niño.
2. El terapeuta debe aceptar al niño tal como es.
3. El terapeuta debe crear un sentimiento de permisividad en donde el niño se sienta
libre para expresarse por completo.
4. El terapeuta debe estar alerta a reconocer los sentimientos que el niño expresa.
5. El terapeuta debe ofrecer gran respeto por la habilidad del niño para solucionar
sus problemas. Teniendo en cuenta que es decisión del niño realizar los cambios.
6. El terapeuta no debe intentar dirigir acciones, más bien es el niño que guía el
camino seguido por el terapeuta.
7. El terapeuta no debe cambiar el ritmo de la terapia.
8. El terapeuta establece solo aquellas limitaciones necesarias para hacerle ver al
niño sus responsabilidades y mantener la terapia en el mundo real.
El Psicólogo juega un papel pasivo, en tanto funciona como observador, y activo
manteniendo una actitud atenta y abierta en relación al juego del niño. También asume un papel
participativo, en la medida que realiza preguntas acerca del juego del niño. Aquí el psicólogo
puede realizar con el niño un juego directivo, donde se guía al niño para que juegue, dependiendo
del tipo de hora de juego a realizar.
La sala y los materiales para una hora de juego
En la Hora de Juego, el terapeuta debe mantener su atención en toda conducta y
verbalizaciones expresada por el niño, mientras él utiliza los juguetes. Se debe tener en cuenta
que los juguetes deben cumplir el propósito de pesquisar ciertos problemas que guarda el niño en
su mundo interno.
La habitación debe estar adecuada especialmente para la terapia de juego, en un
ambiente cálido donde el niño pueda sentirse cómodo.
Algunos criterios para seleccionar juguetes a ser utilizados en la terapia son los siguientes:
a) Evitar juguetes que se usen solo de una manera, incluyendo aquellos que se puedan
construir y generar mayor movimiento
b) Elegir juguetes que promuevan aquellos sentimientos mas complejos de tratar, vale
decir, agresión y dependencia; sacos para golpear, navajas de goma, pistolas, soldados,
carros armados, mamaderas, utensilios de cocina, agua y recipientes.
c) Utilizar juguetes en donde pueda existir interacción de dos personas, proporcionando
así la oportunidad de incluir o no al terapeuta en el proceso de juego.
Los juguetes más utilizados en la hora de juego diagnóstica, principalmente propuestos
por Axline, son los siguientes:
• Familia de muñecas
• Una casita y algunos muebles
• Crayolas, plasticina, tijeras
• Suficiente papel para dibujar
• Animales
• Soldados, carritos, indios y vaqueros
• Aviones y barcos
• Muñecos bebé de trapo y biberones
• Títeres que representen una familia
• Teléfonos (dos)
• Policías, médicos, equipos médicos
• Algunos materiales para construcción como “Legos”, cubos de diferentes tamaños.
• Si es posible una caja de arena para colocar soldados, barro, carritos y animales.
• Libros de cuentos e historietas, ya que algunos niños prefieren la lectura y hacer historias
con material de sus propias vidas.
• Pistolas, arcos y flechas, tiros al blanco; en algunos casos en que se presenta mucha
agresividad, puesto que desencadenan proyecciones del psiquismo en donde pueden
verse contenidos de dominio, agresión y rabia.
• Elementos que representen el bien y el mal, vale decir, brujas, hadas, princesas, con el fin
de que el niño pueda desarrollar el concepto de bien y mal, e integrarlo en sus juegos.
Es importante destacar que algunos autores incluyen algunos materiales de juego para
niños mayores, ya que estos pueden sentirse incómodos e incluso humillados ante ciertos
juguetes. Las herramientas a utilizar deben estimular a los niños a expresar sus necesidades
reprimidas de alimentación, regresión y dependencia, entre estos juguetes se pueden incluir
miniaturas de boliche y básquetbol, sacos para golpear, madejas de hilo, materiales para dibujo y
máscaras. Además es recomendable que se empleen juguetes que permitan un juego de fantasía
más maduro, donde puedan incluirse equipos médicos, material de oficina, etc.
En el proceso de juego se debe enfatizar la expresión y libre imaginación del niño para que
pueda proyectar como ve el mundo y de que manera se contacta con él, se debe tener paciencia y
darle tiempo para que verbalice sus fantasías y las expresiones de sus emociones, teniendo
siempre en cuenta que la relación terapéutica debe estar acorde con su nivel de desarrollo a nivel
afectivo y cognitivo.
Consigna
Para delimitar una consigna hay que tener en cuenta ciertos aspectos que deben ir
explicitados, para una mejor comprensión de parte del niño y así evitar confusiones en la práctica
de la hora de juego. Es así como podemos señalar las siguientes características a explicar:
Debe tener un lenguaje claro y ser breve:
Este dependerá mucho de la edad de los pacientes y de las características de este.
Deben definirse claramente los roles:
El rol del psicólogo en una hora de juego, es eminentemente pasivo y contemplativo del
juego a realizar por el niño, el que podrá jugar con los juguetes que desee durante la sesión. Para
este rol de observador del psicólogo hay ciertas excepciones en donde es necesaria su
intervención, como son las siguientes:
- Cuando el niño requiere de nuestra participación (que muchas veces puede ser activa,
como sería la representación del algún rol o papel).
- Cuando existe la necesidad de hacer un señalamiento (hacer mención a aspectos
disociados de la conducta manifiesta del niño): cuando hay bloqueos, rechazo o inhibición,
cuando hay que poner límites (cuando el niño rompe el encuadre establecido).
Debe aclararse la limitación de espacio y tiempo:
El tiempo en la hora de juego variaría entre unos 40 a 50 minutos, esto dependerá de las
características del niño y de la sesión en particular.
El espacio se espera que no haya una gran cantidad de muebles y que no sea muy
pequeño para así facilitar el movimiento del niño, además se esperaría en una condición ideal, que
las paredes y piso sean lavables para que así el psicólogo no se preocupe por éstos y pueda poner
mayor atención en la producción del niño.
Debe informarse acerca del material a utilizar:
Darle a conocer al niño que, jugará con los juguetes que podremos sobre la mesa o con los
que se encuentran en la caja (sin un orden previamente establecido). Estos juguetes deben estar
en buen estado y ser de buena calidad, además no deben implicar peligro para el niño y para el
psicólogo. También debemos saber acerca de los juguetes, que existen ciertos criterios para
clasificarlos. Es así como tenemos a Erickson como representante de las cajas de juguetes que
utilizan material estructurado (teléfono, muñecos, pistolas) y por otro lado tenemos a Bick como
representante del material inestructurado (maderas, hilo, plasticina).
Debe informarse acerca de los objetivos a perseguir:
El niño debe saber que nosotros lo observaremos para así poder comprender su
problemática y poder ayudarlo. Con esto se disminuye la ansiedad que puede producir una
situación nueva y las fantasías que pueda tener.
Es importante tener en cuenta en la consigna la edad del paciente para así acomodar la
manera de formularla de manera que estos puntos antes nombrados queden claros.
Una propuesta de consigna sería la siguiente:
“Los juguetes que están sobre la mesa puedes utilizarlos como desees, observaré tu
juego para poder conocerte y comprender lo que te está pasando, para luego poder ayudarte.
Esto lo vamos a hacer en unos 40 a 50 minutos en este lugar”.
PUNTOS A CONSIDERAR EN EL PROCESO DE JUEGO
- Las defensas del niño.
- La capacidad para tolerar la frustración.
- El nivel de desarrollo del súper yo.
- Sus fantasías y emociones.
- Sus inquietudes y temores.
- Sus habilidades especiales y dificultades.
- Comportamiento en general.
- Niveles de dependencia – independencia.
- Niveles de agresividad.
- Rivalidad fraterna, cómo hace frente a la competencia.
- Niveles de Ansiedad.
- Situación o problema en que se encuentra el niño.
Al momento de interpretar el juego, se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos.
1. Su representación en el espacio.
2. La situación traumática en que se involucra.
3. El cómo y porqué se presenta en el proceso.
4. Función que cumple su conducta y emociones expresadas en el juego.
ANÁLISIS DE INDICADORES EN LA HORA DE JUEGO
No existe una estandarización de la hora de juego, sino que hay una guía de pautas que
nos dan un criterio sistemático y coherente orientar el análisis.
El análisis de la hora de juego permite hacer al psicólogo a través de la información
recogida del juego del niño, una conceptualización del principal conflicto o problema emocional
actual del niño, considerando el contexto de las experiencias cotidianas del niño.
Elección de juguetes y juego. Aproximación a los juguetes, la que puede ser:
1) De observación a distancia; es donde no hay participación activa por parte del niño.
2) Dependiente; a la espera de indicaciones del entrevistador.
3) Evitativa; de aproximación lenta o a distancia.
4) Dubitativa; el niño toma y deja los juguetes.
5) De irrupción brusca sobre los materiales.
6) De irrupción caótica e impulsiva.
7) De acercamiento, previo al tiempo de reacción para estructurar el campo y luego
desarrollar una actividad.
Tipo de juguete:
1) Ver que juguete tomó primero.
2) Luego situar el tipo de juguete con la etapa o momento evolutivo.
3) Finalmente ver qué tipo de conflicto trata de vehiculizar el niño a través del juguete (de
tipo escolar, modalidad de vínculo, agresivo, etc.).
Tipo de juego:
1) Principio, desarrollo, fin de la historia o fantasía expresada en el juego.
2) Coherencia del juego; si la historia sigue un secuencia lógica.
3) Correspondencia con el estado evolutivo.
4) Uso del lenguaje y si este es atingente con la edad y el juego que desarrolla.
Es importante tener en cuenta, al ver los indicadores la etapa del desarrollo que está
atravesando el niño y por lo tanto las características y cualidades de cada una de estas, por
ejemplo, el lenguaje.
Modalidad de juego. Forma en la que el yo pone de manifiesto la función simbólica. Plasticidad
1. La misma fantasía o defensa a través de distintos mediatizadores; se identifica con una sola
defensa con variedad de recursos.
2. Varias fantasías con varios mediatizadores; Se ve en el juego una gama de situaciones a
través de distintas áreas de conflicto. EI psicólogo ve una amplia muestra de su espectro
emocional, una manifestación integrada, y una secuencia fluida en el juego que realiza el
niño.
3. Pocos elementos que cumplen diversas funciones, aquí un mismo objeto cambia de función
vehiculizando diversas fantasías de manera adaptativa.
Estas modalidades no son excluyentes y pueden darse en un mismo paciente a lo largo de
la hora de juego.
Rigidez
Se adhiere a ciertos mediatizadores en forma exclusiva y predominante para expresar la
misma fantasía.
Esta modalidad se utiliza frente a ansiedades muy primitivas para evitar la confusión. Su
propósito es controlar la identificación proyectiva.
La rigidez se observa en los juguetes, secuencias, verbalizaciones, y gestos,
diferenciándose de la estereotipia o perseveración en que la rigidez posee un propósito o
finalidad.
Estereotipia y perseveración.
En esta modalidad se repite una y otra vez la conducta y no hay fines comunicacionales
(repetido y sin sentido)
Personificación
Se refiere a la capacidad de asumir y adjudicar roles de manera dramática. Esta etapa
posibilita la elaboración de situaciones traumáticas, el aprendizaje de roles sociales, la compresión
del rol del otro y el ajuste de su conducta en función de ello, favoreciendo el proceso de
socialización e individuación del niño. Dependiendo de la edad del niño la personificación adquiere
características diferentes, en niños pequeños se manifiesta en la realización inmediata de sus
deseos, en niños de edad preescolar y escolar dramatizan roles definidos socialmente, los púberes
tienden a inhibir esta capacidad, ya que, pueden actuar sus fantasías y en la adolescencia aparece
nuevamente como un medio de expresión.
El psicólogo debe atender a si el niño dramatiza o no (cantidad de dramatizaciones), para
luego hacer un análisis de contenido de la personificación que permitirá establecer cierto grado de
equilibrio entre el niño y su medio.
Motricidad
Adecuación de la motricidad del niño con respecto a la etapa evolutiva en la que se
encuentra. La motricidad permite el dominio de los objetos en el medio externo y la posibilidad de
satisfacer necesidades de autonomía relativa.
Para cada etapa del desarrollo existen pautas esperables que corresponden al desarrollo
neurológico y a factores psicológicos y ambientales.
El psicólogo debe observar:
- Disfuncionalidad motriz
Presencia de dificultades en el manejo de algún miembro del cuerpo durante el
movimiento en la actividad motriz.
- Comunicación gestual y postural.
Coherencia o incoherencia entre lo que el niño da a conocer con su expresión facial, gestos
movimiento, postura corporal.
- Desplazamiento geográfico
Movilización del niño por toda la sala o se limita a ocupar un solo lugar al jugar.
- Posibilidad de encaje
Al jugar con algún juguete más pequeño como cubos para armar algo, colocarle la ropa a
un muñeco.
- Presión y manejo
Ejercer fuerza y utilizar o servirse de algún movimiento o miembro del cuerpo para jugar.
- Alternancia de los miembros
Variar los movimientos de los distintos miembros del cuerpo.
- Lateralidad. Preferencia derecha o izquierda en la utilización de las manos
y los pies.
- Movimientos voluntarios e involuntarios.
Movimiento que el niño realiza por su propia voluntad, ósea que determina hacer o no
hacer algo, e involuntario que escapan al control de su voluntad.
- Movimientos bizarros
Movimientos extraños, generalmente presente en niños psicóticos.
- Ritmo del movimiento
Durante toda la hora de juego, si mantiene el mismo ritmo o si lo modifica.
- Cantidad de movimientos: hiper o hipoquinesis
Presencia de muchos o escasez de movimientos en el niño.
- Ductilidad
Flexibilidad o plasticidad del niño en sus movimientos corporales.
- Manipulación de los juguetes
Operar o jugar por medio de las manos con juguetes de distintos tamaños y formas.
Creatividad
Dentro de este punto, se une y además se debe hacer una relación entre los diversos
elementos ya sean nuevos o distintos, para así lograr encontrar y descubrir aquella organización
de forma satisfactoria, la cual es producto de un adecuado equilibrio entre el mundo externo y el
niño.
En este punto el psicólogo acogerá la producción del niño como un acto que provoca
sorpresa en él o bien de descubrimiento o de lo contrario obedecería a una descarga del niño
hacia su medio.
Tolerancia a la Frustración
El tolerar la frustración va en relación con los principios de placer y de realidad, es decir, el
niño tiende a la descarga y gratificación inmediata de los deseos, entonces el papel que juega la
realidad en él, es que regula la gratificación por medio de las funciones del “yo”. Todo lo señalado
se puede detectar por medio de la “hora de juego” en donde las limitaciones que éste propone,
entrega información acerca de quien en el hogar del niño es el que pone los límites, el término de
las tareas y cómo se enfrenta a las dificultades que la actividad se propone.
Otro punto importante es en qué lugar es que el niño ubica la fuente de frustración, es
decir, si proviene del mundo interno, o bien si se encuentra dentro del mundo externo, así como
también la reacción frente a ella, como por ejemplo, encontrar elementos sustitutivos, lo cual
hace referencia a una buena adaptación o, por otro lado, desorganizarse, es decir, ponerse a
llorar, lo cual correspondería a una actitud negativista.
Capacidad Simbólica
Por medio del juego, podemos llegar hasta aquellas expresiones de la capacidad simbólica
del niño y cómo es que éste tiene acceso a las fantasías inconscientes. Todo esto es logrado por
medio de objetos, los cuales se encuentran alejados al conflicto en sí, siendo aquí su rol, el de ser
mediadores para poder expresar su fantasía.
Es necesario tener en cuenta que los juegos y símbolos utilizados variarán en función del
contexto y de las edades, y por ende, del estadio de desarrollo en el que se encuentre el niño, por
tanto hay que evaluar:
- Riqueza Expresiva: Esta corresponde a la búsqueda que el niño comienza con respecto a su
entorno para ver y encontrar aquello que le permitirá llevar a cabo su fantasía de forma
adecuada y sus conflictos.
- Capacidad intelectual: A través de la hora de juego, el niño demuestra por medio de
los símbolos si se encuentra acorde con su edad evolutiva en relación al uso,
discriminación y manejo de la realidad.
- Calidad del Conflicto: Este punto hace referencia a los aspectos del contenido de la
capacidad simbólica, permitiéndonos según cuáles sean éstos, la comprensión del
estadio psicosexual en el que se encuentra éste. Por otro lado, la intensidad del
conflicto es variable y es índice que se puede ver por medio de cuan reiterado se
encuentra en la fantasía o bien por como es expresado éste.
Adecuación de la realidad
Posibilidad del niño para desprenderse de la madre y de poder actuar de forma acorde a
su edad cronológica, demostrando poseer la capacidad de comprender y aceptar una consigna,
reflejándonos la real capacidad que tiene para adaptarse y aceptar los límites que esto conlleva,
como la aceptación de su rol y el del otro, así como también la aceptación del espacio temporal
que éste implica, siendo importante tener en cuenta que el no poder adecuarse a la realidad
significará un déficit en la discriminación del yo- no yo.
Alteraciones del Juego
Existen diversas formas de manifestarse las alteraciones del juego siendo posible denotar
tres tipos:
- Ausencia de juego
- Repetición idéntica y sistemática de un mismo juego
- Permanencia en una etapa lúdica, cuando lo obvio o lógico sería estar ya en otra
etapa.
Las alteraciones que podríamos encontrar denotarían la presencia de un trastorno
emocional los cuales pueden ser leves o bien, graves. Por lo general, los niños que se encuentran
perturbados emocionalmente, tienden a juegos regresivos, es decir, a una etapa anterior en donde
indican en qué etapa estuvieron los conflictos, de esta forma, la conducta puede encontrarse
polarizada o extrema, activa o retraída, o bien otros no son capaces de participar en el juego.
En niños que han sufrido perturbaciones en la no satisfacción de sus necesidades básicas,
como las de protección, seguridad y dependencia, tendrán menos energía emocional para el
proceso terapéutico.
Como ejemplo de perturbaciones encontramos:
– Psicótico: Falta de adecuación a la realidad, en la elección de juguetes y juegos responde a una
intencionalidad de estructuración psicótica, existe actuación directa de las fantasías, el juego es
estereotipado, perseverante y rígido junto a movimientos o gestos bizarros con cambios bruscos
fuera de contexto, en la creatividad es una producción original teniendo personajes crueles,
terroríficos y omnipotente, predomina el principio del placer.
– Neurótico: Reconocimiento parcial de la realidad, la elección de juguetes y de juegos depende
del área conflictiva, en su capacidad simbólica hay compulsión a la repetición, en modalidad de
juego hay alternancia en función de las defensas predominantes, su motricidad es variable,
creatividad disminuida, los personajes son más cercanos a la realidad con una fijeza en la
adjudicación de roles y posee un bajo umbral a la frustración o bien sobreadaptación.
- Normal: Presenta una buena capacidad de adaptación, 1a elección de juguetes y de juego
va en función de necesidades e intereses propios de la edad, posibilidad de expresión de las
fantasías a través de la actividad simbólica con mayor riqueza, la modalidad del juego es rica,
fluida y plástica, su motricidad es adecuada, posee buena creatividad en función de su libertad
interna, existe la posibilidad de intercambiar roles y posee capacidad de tolerar, con modificación
de la realidad sin sometimiento.
Conclusiones
Es posible concluir que el juego es altamente interactivo y proyectivo que brinda al niño
experimentar y practicar nuevas conductas para dar a conocer sus necesidades y preocupaciones
de su psiquismo. Además, es un medio que le permite expresar libremente sus sentimientos, y al
mismo tiempo proporciona una salida de estas emociones reprimidas ayudándolo a canalizarlas
mejor y aprendiendo a controlarlos, de tal manera que la hora de juego es un espacio en que
además del autoconocimiento, se promueve el autocontrol, distinguiendo siempre lo interno de lo
externo, la fantasía de la realidad.
Una hora de juego nos permite entender la situación problema del niño y utilizarla como
una herramienta complementaria, mediante la observación, entendimiento, integración y por
último la comunicación del significado del juego del niño para un proceso psicodiagnóstico con el
fin de promover un mejor entendimiento del conflicto que conlleve en conjunto con otras
herramientas a una resolución más adaptativa.
Caso Práctico
A continuación se presenta el extracto de un caso en donde a través, de la hora de juego
se pueden establecer hipótesis diagnosticas en una terapia.
DATOS PERSONALES
Nombre: Emilia
Edad: 7años
Motivo de consulta: la maestra de la casa hogar informa sobre “inmadurez”, berrinches y llantos
con facilidad.
Antecedentes relevantes:
Emilia vive actualmente en una casa hogar desde hace cuatro meses. Emilia es hija única,
cuando tenía cinco años el padre hizo abandono del hogar. La madre de Emilia nuevamente
contrajo matrimonio y el padrastro no deseaba vivir con la niña, por lo que fue llevada a vivir al
hogar, en donde no es visitada por su familia.
- Emilia se dirige al baúl de juguetes y toma plasticina.
- Emilia: Hagamos algo
- Terapeuta: Deseas hacer algo de plasticina
- Emilia: Dije “hagamos”. Ud. También haga algo.
- Terapeuta: ¿qué deseas que haga?
- Emilia: (Frunciendo el ceño y rascando su cabeza): Deseo que haga un gato. Lo esconde
detrás de una grana roca.
- Terapeuta: (empezando a hacer la roca y el gato de plasticina): Te agrada ordenarme.
- Emilia: Ud. haga lo que le digo. (Ambos hacen figuras de plasticina). Ahora empieza la
pelea. (El terapeuta acerca el gato hacia el conejo de Emilia. La niña de inmediato hace
saltar el conejo sobre el gato y lo desbarata). Listo este el final del viejo gato. Haga otro.
- Terapeuta: (haciendo otro gato) Arruinaste mi primer gato y ahora quieres que haga otro.
- Emilia: Sí. (de nuevo el gato del terapeuta se enfrenta al mismo destino). Haga otro y esta
vez haga que su gato salte sobre mi conejo. (Así lo hace el terapeuta, pero en el momento
preciso el conejo de Emilia le arranca la cabeza al gato y pellizca los restos entre los dedos
del terapeuta)
- Terapeuta: Te agrada ensañarte con mi gato.
- Emilia: Claro que sí. Me gusta pelear.
- Terapeuta: También te gusta pegar.
- Emilia: Así es y también me gusta ganar las peleas. Ahora haga una víbora.
- Terapeuta: Deseas que yo haga una víbora (así lo hace. Emilia también hace otra. Se
inclina y alcanza la víbora del terapeuta y la compara con la suya, después, en forma
deliberada, hace su villa más grande que la del terapeuta). Quieres que tu vibora seas más
grande que la mía.
- Emilia: Sí. Y va a derribar la cabeza de su víbora de un solo golpe. Listo, esconda su víbora
tras esa roca. La mía está escondida aquí. (Emilia tiene a su víbora protegida entre una
enorme pila de rocas)
- Terapeuta: quieres que tu víbora esté bien protegida.
- Emilia: En esta ocasión voy a permitir que su víbora mate a la mía. (Las víboras son
acercadas una a la otra, pero en el momento en que la víbora del terapeuta está a punto
de atacar a la víbora de Emilia, ella deja caer una bola de plasticina sobre ella, para luego
aplastarle con su mano. Ríe jubilosamente.)
- Terapeuta: Te gusta poder burlarme y hacerme creer lo que dices.
- Emilia: Claro. Ahora vea si puede burlarme, haga el intento haber si puede.
- Terapeuta: Tú deseas que yo vea si puedo burlarte.
- Emilia: Sí, trate de hacerlo.
- Terapeuta: Tú no crees que yo pueda.
- Emilia: No. Yo no creo que pueda, pero inténtelo. (El terapeuta y Emilia juegan con las
víboras y la del terapeuta arranca la cabeza de la villa de Emilia. La niña se retira
bruscamente de la mesa y le grita) ¡Mire lo que hizo! ¡Mire lo que le hizo a mi víbora!
- Terapeuta: Tu me dijiste que intentara burlarte y luego cuado lo hice no te agradó.
- Emilia: No, no me agrada. Ahora cure a mi víbora.
- Terapeuta: Deseas que coloque la cabeza en su sitio ya que fui yo quien la arranqué.
- Emilia: Deseo que haga lo que digo.
- Terapeuta: Te agrada darme órdenes.
- Emilia: (Riendo de repente): Esto es divertido. En realidad no me importan esas feas
víboras sólo estoy jugando. (Aguarda hasta que el terapeuta ha arreglado su víbora y luego
la desarma. Posteriormente se acerca al baúl y toma los soldados comenzando así otra
batalla)
- Terapeuta: Estas teniendo una batalla.
- Emilia: Guarde silencio (Mira constantemente al terapeuta de reojo y se nota complacida
cuando este permanece en silencio)
- Terapeuta: Deseas que guarde silencio.
- Emilia: ¿Puedo regresar de nuevo?
- Terapeuta: Sí, si tú lo desees.
- Emilia: Sólo estoy jugando con Ud. dijo que podía jugar en la forma que deseara.
- Terapeuta: Sí, eso dije y sostengo.
- Emilia: ¿También puedo decir lo que yo quiera?
- Terapeuta: Sí
- Emilia: ¿Puedo maldecir aquí si lo deseo?
- Terapeuta: Si eso deseas.
- Emilia: (Riendo con hilaridad): ¿Cuándo puedo venir de nuevo, todos los días?
- Terapeuta: Puedes venir cada miércoles a esta misma hora.
- Emilia: Ud. es un adulto y puedo decirle lo que quiero.
- Terapeuta: Piensas que es divertido decirle lo que desees a un adulto.
- Emilia: Sí (Sonríe) ¡Cállese Sra. X! ¡Cállese Sra. X! (el nombre de su profesora en el hogar.)
¡Cierre su horrible y enorme boca Sr. M! (Director del hogar)
- Terapeuta: Te agradaría decirle a tu profesora que se callara. Y decirle al Sr. M que cierre
su horrible y enorme boca.
- Emilia: Sí, eso quisiera pero ¡No me atrevería!
- Terapeuta: Te agradaría decírselo pero no te atreverías
- Emilia: Sabe una cosa quiero beber de la mamadera.
- Terapeuta: Ahí está sobre el estante. Bebe de ella si lo deseas.
- Emilia: Sabe una cosa quiero arrástrame por el piso y beber de la botella.
- Terapeuta: Deseas actuar como un bebé, bueno adelante. (Emilia medita) No sabes si
hacerlo. (Emilia toma la botella y cierra los ojos mientras bebe de la mamadera, luego se
acuesta en el piso y succiona el chupón con los ojos cerrados)
- Emilia: Soy un bebé.
- Terapeuta: Te agrada ser un pequeño bebé.
- Emilia: Mmmm (Permanece acostada en el piso bebiendo el resto de la hora)
Observaciones
Es posible notar que Emilia, en esta primera sesión expresa sus sentimientos contra la
autoridad demasiado opresiva de la casa hogar. Escoge un objeto de plástico que puede
manipular fácilmente y controlarlo. Utiliza al terapeuta introduciéndolo en el juego como símbolo
de la autoridad que ejercían los adultos y de este modo poder expresar aquellos sentimientos que
no se atrevía a exteriorizar realmente.
Emilia no estaba segura respecto a la permisividad y aceptación con la que podía contar.
Esto se detecta por medio de su declaración en la que menciona que “solo estaba jugando”, y
más adelante después de preguntar si puede maldecir indaga si se le permitirá volver de nuevo.
Hacia el final de la sesión Emilia parece acercarse a su problema cuando le dice al director
que cierre “su horrible y enorme boca”. La respuesta y verbalización del terapeuta parecen ser
demasiado pesada para Emilia y retrocede para refugiarse en su mundo infantil seguro. Aquí es
posible observar como la niña fluctúa desde un polo dominante y dictatorial hasta convertirse en
un indefenso bebé. Lo que puede llevarnos a concluir que un comportamiento inmaduro podría
ser la defensa de Emilia ante un mundo demasiado pesado para ella.