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MINISTERIO DE AGRICULTURADIRECCION GENERAL DE AGRICULTURA
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hOJAS DIVULGADORASAÑO XXX
^^ve.^^^^
JULIO 19^6 NUM. 1^t
w, u ^^^;^ _ _ . ^ :^
fl grado de durela de uu trigo por el eKame^ del corte dsus gra^os
Por Ar.^^h^^o IZvIZ ^^^. Ar.c^uTr 1 Ot.T.o,In^,^eniero A^rónomo.
I^a un incdio habi-
tual entre compra^lo-
res , rorrcdores , al-
macenistas y moline-
ros rcrcl^tores ^lc tri-
gu en lris fábric^is cl
^íeterrr^inar, me^]iante
una l^eyueña muestra
df lri^o, unos cuan-
^O5 ^I'íll](lS SO^£UIIl']1-
te. ^ti calidad. _̂ ulc-
diantc ^^>ta, fij^u^lc sti
prccio u su aplic,t-
ción.
^:c^lucacía e n una
man<^ c s a pequcña
g^u, 1^^; rníi, ^^ráctic^^s t^man uno a uno unos cttantos
grnnus _̂^ lu^ ^^a cortan^lu con los ^lirntcs y c^l^scrv<^ndo
el cortc ^•n rl meclii^ ^rano que rrtiene cntre los dedos ;
hrinci^^,tlmente; lue- Fig. i.--CorCag^ranos corriente cn l^rancia.
muestra , ettendií^n-
^lola u rcmoviéndula
c^,n la utra, el prácti-
cu ^^i trigos la exa-
mina ^on 1 a visln,
^, . : _ ^ ^^
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'' + n oeo. * s^w^^é
Estas <hojas^ se remiten gratis a quien las pide al Servicio dePublicaciones Agrícolas de la Dirección General de Agriculturo
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si acaso, ^lespués, los inedios ^;ranos que sc quedan ^n la boca, o u^i cier-
to nútnrr^^ ^le elles, los muelc ^• amasa, dcspojándolos, co^l la saliva que
va tragando, de l^^s pellejos ^^ almidóii, para quedarsc con sólo el ^ittten,
<lue 1>or su elastiridad y su canticlad le^ dirá, mcjor quc nada, dc la calidad
de ar^uel lri^e
El buen práctico, bien con alaunos conocimientos ticnicos, o^;enc:ral-
n^ente sin más yLie los de su práctica, habrá apreciaclo en aqucll^i mues-
tra de triáo una porción de características: la clasc o casta de tr-i^;o ^re-
cio, redondillo, candeal, jeja, etc.) ; si vienc de reaadío o de scrano ; de^
^lué clascs de tierra procede, si de vega, la^lera o ineseta ; si es ^le cultivo
corriente, con abonado, o de rozas ; si aqu^llas son recias, medias o suel-
tas, y aun de quí t^rminos o tierras proce^le, si se trata de un mercado^
local, que a todo csto ha de ayudarle a ver las ^^tras semillas e imgu-
rezas que aco^7^pañan al trigo; apreciar^i Yambién el ^rado de macltuezr
si está bicn grana^l^^ o no cuaj6 bien, si tuvo lluvias antes de ^rar:ar o^
las tuvo clespués, si Ileg^ó a tener roya o abundó cl tizón, y si han tra-
tado o no^ dc quitarle ĉste ; si está trillado en era o a máquina, y, en fin,
si cl vendedor es o no cttidadoso y lo conservó, o no, bien.
Coulo resumen <le su rápida observacií^n habrá calculado su posible
colocacicí^n, o bien habrá deter^uinado la harina probable de aquclla mues-
ira, la cl^^sc de esta harina, fucrte y fina o basta, de media fuerza, floja
o almidonosa, y le habrá fijado, tratándose de ui1 inoli^lero, la pr^^^x>rcióii
en que convendrá mezclarlo con otros trigos para la clase de hai-ina que^
le e^ijan panaderos o consumid^^res.
De estos datos, _ cuál es el más importante : La 1>ru^x^rci^^n ^Ic harina
cs inu^^ iuteresantc ; hcr^^ su ma^^or o m^n^n^ J^r^^porci^"m nc varía corrien-
teinente, en un 3 por zoo, para cada localidad y casta de tribo; eii cam-
bio, sti "fucrza", o sea su proporción en ^luten, aj^aric de que varía co^n
la casta ^lc tri^o, varía tambi^^^1 sensib]ementc con cualquiera de las cir-
cunstancias citadas (.renadío, siYuación }' clase de tierras, sisteina de cul-
tivo, lluvias, madui-c-r., enfermedades y acciclentes, etc.), y es tambi^n, siiz^
dttda, la sustancia entre las que contiene cl trigo, la yuc le da más valor..
Contiene la harina de tri;o muchas stistancias nutritivas : arúcares,
^rasas, aln^idón, proteínas y materias minerales, todas ellas más o menos.
i^tttritivas y necesarias para nuestro organismo ; pero ningunas tan abun-
dantes como el almidón (6o a^o por lool y el glutcn (7 a i7 hor roo),.
que ei^ total lle^an a pesar un 7o a^8 por ioo del peso d^e su harina.
Las proporciones de estos dos elementos se compensan ; pero es eT
gltiten el que aumenta proporcionalm^ente a las buenas condiciones de
las ti^rras, de su situación, de su riqueza }' del cultivo apropiado, y es
también característico de las mcjores castas de tri^^os; los tri^os almi-
^lu^tu<us >^^n In^ ^1^^ lri> z^^nru ^Ic ;il^un^lruil^^; llu^^i.^^. lus ^le l,is tirrr,^s ^li^
rc^a^i^^, ^lc ^^ru^lncri^^m ni^í^ ^^ n^cn^^^ i^,i-ra^l;i. ^^ ^^^n lus tri^us ^lc m^^u0s
^^rilur nutrili^^°^, _^ ^lc nicn^^s t^,tlur cn cl inc^rr;i^l^^.
I^a ^lutcn, ,i^lcn^í"u ^lc ^^^r ^,rr^^,r,rciun,i^l^^ ri l,is I,ucn,t5 iircinisl^uicias
^l^ 1^^ ^^r^^^lucci^',n, c:. a^l^^n^,í<. ^1^^ in<i^^ur ^,il^^r nulriti^^u ^^u^^ rl ^ilniid^^ti:
a^í cr,ni^^ rst^^ r; ^^r^^^^i^, ^lc l^„ ,ilinicntus "aln^i^luii^^.^^>" n 1^^itil^nt„s (j^;t-
-Cnrt,i^r,ui^^; ,i^la^,ta^l^^ al _nin^^ ^lel Ca^,il,ín ilc Al^^ntr.
i;^Lt>, ^u^r^^r y h;irinrt; I,la>>ra;. ^^n ^cncrril i, cl ^lut^•n r^ ^n,ís ^,rn^^i^^ ^ic
las ir^unil^res, }^ t,unl,ií^n sc ^^nrucntran ^tir^trtncias an.íl^^^as cn las cru^
nc^^ _^^ ^^csr,ulus, ,ilini^nt^^; tn^l^^s ^^Ilus niás nutríti^-^,; _^^ n^á^ r,^r^^^.
l;tt^l^iría. Ixir t,intu. ^^u^^ :^ fij:nri la ^^rnl^urri<'m rn ;;lnten ^I^ L^ li^irin^i^lc un tri^u ^^ara yuc sc tu^^i^^r,^ cl ^^rinri^^;il clcinrnt^^ <lc val^^r ^lr <^^ic.
an,ílu^^iniri^tc a r^miu ;^^ ^lctcrn^ina el alcnh^^l rutrc lus r^m^^>^^n^^ntcs ^Icll^in^^. ^r,urt tijar ;u ^alnr.
La ^^r^^^x^rci^",n cn ^lutcri n^^^^^^u^lc triml^ií^n ti utra cnali^la^l csrnc'ial:^^l ^lc yuc sca ^>anifi<^.^l,lc, u nn, L•i liarin^i ;^^sta, ril r^niasarsc, ^Icl^c tcncr^i^^rt.^ cl;islici^larl. ;in la cual nn ^^u^lría hinch;u-sc ^u^r cfccl^^ ^lr lns ;;,i-
-^-
ses quc sc forman bajo la acción de las levaduras, y esa elasticidad es^lebida precisamente al gluten. Se podría tener también en cuenta la ca-
lidad dc este gluten, pucs no es igual de elástico el gluten de unos tri-
gos que el de otros ; pero ello va íntimamente tmido a la casta del trigo,y con clla va clclinido este dato de su valor.
La necesidad de caracterizar nuestros trigos, de valorarlos, es im-
periosa : es absurdo que las dificultades de transporte de todos los si-
glos anteriores se manteng,a.n hoy todavía en nuestro siglo, y así qttc los
trigos ricos en gluten de nuestras zonas meridionales y las de trígos de
fuerza, co:no ^lragón, no puedan ir a mejorar los trigos tlojos, depaupe-
rantes, cíe casi todas nuestras tnesetas centrales, o los aun más altni-
donosos, apenas panificables, de nuestras laderas meridionales pirinaicas,
^o ir a mejorar o sustituir al ccntcno rn comarcas cspañolas quc aun no
^onoccn el pan ^le trigo.
Ln algunas regiones, las fábricas harineras han cuidado ya dc cíe-
7erminar, en sus laboratorios, cl gluten de los trigos de su comarca o
zonas de compras, y conocen aproximadamente su proporción en un
trigo de cualquicr localidad de la misma. Algunas continúan haciendo
^ún estas determinaciones ; pero más bien sobre las harinas de las mez-
^las dc trigos que preparan, para mantener con estos ensayos determi-
nados tipos de harina que les solicita el rnercado.
I^.n todos lus casos existe la nccesidad de un medio rápido, de unosaninutos a lo sumo, para decidir el caso más corricnte de una oferta de
trigo ; tal medio puede scr la determinación del grado de dureza de un
^Yrigo por medio del examen cíel corte o fractura de sus granos.Puede hacerse este examen cortando^, grano a grano, un cierto nú-
rnero de ^ellos, cuantos más mejor, por un medio cualquiera: con los dien-
^es, como corricntemente se hace, cortándolos con una navaja sobrc una
2abla, mediante cortauñas, que dan cortes parecidos a los de los dientes,
^tcétera; todos ellos, y ^especialmente el primero, tienen una ventaja, que
es la de apreciar la resistencia al corte que presenta el grano, resisten-
eia que tambi^n está en relación ron su proporción en gluten ; pero todos
ellos so^i también lentos y apenas se acostumbra a aplicar a unos dicr o
veinte granos, que adcmás pucden ser deliberadatnente escogidos.
Restilta muy práctico usar ]os corfagranos, de empleo corriente en
^1 mercado francés, mediante los cuales, con sólo verter en la cazoleta de
1os mistnos un puñadito de trigo, el quc se coge entre los dedos, y sacu-
•tliéndolo o zarandeándolo ligeramente tu^as cuatro o cinco veces, se co-
locan los granos en los So orificios que lleva aqu ĉ lla en su fondo, y que
no los deja cacr la platina inferior, también ligeramente agujereada; en-
tre ambas quecía un espacio por donde se hace pasar ]a cuchilla, que los
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corta de una vez ; cscurridas las dos láminas superiores, aparcce la pla-
tina inferior mostrando en sus orificios los ^o mediosgranos con su zona.
cle f ractura a la vista.
Ln cl adjunto trabajo presentamos los dos modclos usados: el mo-
delo francés corriente usado para granos blandos y más bien gruesos, y
la modificación que adoptamos en "Laragoza, en ic^32, para el trigo Ca-
talán de monte, más bien entrelargo y duro.Uno y otro modelo se componen de tres piezas principales de forma
análoga; circular en uno de sus extremos, alargándose en forma de man-
go hacia el otro; las tres piezas giran alrededor de un misnto eje o pic-
cecita, constituída por tornillo y tuerca, que a stt vez sirve para suje-
Yarlas.
La parte ancha de la pieza superior es como una pequeria criba, corr
agujeros cilíndri^os, por donde puede pasar cualquier grano; la pieza
inferior es plana, pero con agujeros cónicos, donde apenas cabe meclio
grano ; la pieza media es una hoja plana, también circular, cuyo bordees cortante.
Ln las figuras adjuntas hemos cxpuesto cl cortagranos en las siguien-
tes situaciones: con sus piczas separadas, la i), criba o placa superior to-
talmente perforada ; la a), cuchilla, y la 3), placa inferior, a medio per-
forar, en la fotografía pritnera; con las piezas inferior y superior, una
sobre otra, en disposición de recibir e] grano, y con la pieza media o
cuchilla en situación de entrar a cortar el grano, en la seguncía.
Vertido un puñadito de granos de la muestra, después dc haberla re-
vuelto bien para homogeneizarla, en la criba, con el aparato horizontal,
en la disposición mostrada en la figura segunda, s.e agita suave y lateral-
me^nte aquél, y pronto, con cuatro o cinco oscilaciones, quecían los orifi-
cios de la criba, y los correspondientes inferiores, ocupados ca^la uno por
un grano ; bastará hacer correr entre ambos la cuchilla, mediante su bra-
zo o mango, para que queden cortados aquéllos próximamcnte por su
mitad. Quedar^ín ahora superpuestas las tres piezas, y bastar^t ya sepa-
rar, sin violencia, la superior y la cuchilla, juntas, de la inferior, que
nos presentará, sobre sus orificios cónicos, ]os medios granos cortados,
mostrando las secciones o cortes de éstos.
Fácilmente se aprecian los granos fraracarnente glutinosos por su as-^
pecto reluciente, acaramelado o c6rneo, de los totalmente almidonosos^
<lue aparecen mates, pulverulentos v blanquecinos; pero hay sicmpre urr
cierto número de granos de aspcctus intermedios sobre euya apreciación
conviene establecer algunas reglas. Se observa casi siempre, y más cla-
ramentc en los trigos recios o fuertes, que las secciones d^e esos granos.
intermedios no son homogéneas, sino que tienen tma zona glutinosa }r
-6-
otra almidoriosa ; en tal caso, nosotros los calificaii^os, par;t separarlos,
en s^i^^i^lz^ros y st^ni-ibin^y^^áns, sebún que prcdomiiie la zona rcluciente o la
zona mate.
AI>rcciados así los 5o granos cortados, en ^turos trancainei^te, sei^ai-ciairos ^^ coil predominio cl^l carácter de ]us anteri^>res, se^r^iiblrnri^dos conpredoininio de los caracYeres de los blan^los y^ bl^ara^dos del todo, paraobtencr tm solo número representativo dc la cualidad que tratamos dchjar, lr<istará sumar al número dc los g^ran^^s dicros la mitad de la sumade se^zii^d^aros }' seynibla^ia^dos; estc resultado, multiplirado por 2, nos dará^cl tarri^^ p^^r cicnto de granos llUkOS.
Trat^ándose de tri^os recios o fuertcs, ct^n hredonlinio de granos
DUR^^S, es muy- aplicable. esta fórmula, ^- atm pucde ser siu^plificada,
^si, comu trectienteu^ente sucede, los ilúmei•os de los áranos semi^dic^^os
}- scr^^ibl^a^n,dos srni muy^ análog^os, Pues cntonces basta suu^ar Ios nttnle-
ros de ^,rranos <^uros ^^ scr^iiditiros para tencr el total clc granos DUROS.
Si sr trata ^lc trigos semifuertes o flc^jos, el nttmero ^le ^;ranos duros
^es muy pequcño o no hay ninguno, yr la apreciación en granos DUROS
puede ^^freccr ^x^ca variación, poi- lo que la haceili^s en áranos de corl-
^sistencia media, SI^MTT)UROS y S^MIPLAN]^OS, suman^lo los nítme-
ros de ^stos y- a;rcgando el númcro de granos ^da^ros inulplicado por ^?; cl
resultaclo se multiplica por 2 para referirlo a cien ;ranos.
Para tener la certera de quc se ha operado bien es n^enester compro-
bar la observación, repitiéndola ; nosotros adoptamos el hacer siempre
tr.es determiilaciones que debían resultar coincidentes con un error, como
máxim^, del 3 por ioo, y de no haber concordancia se repetirá una cuar-
ta, o las veces que fuera preciso, hasta obtener tres pruebas coinciden-
tes, desechando las restantes.Supong^amos que en cl eaainen de una mucstra de un trigo fuerte
contam^^s en tres ensayos los siguientes números de granos de cada clase :
lo ^° i°
Granos ditros ... ... ... ... ... ... [:} io i3
Td^em .rerntidurros ... ... ... ... ... zo rq 22
Idem sem^ibl¢n^do.r . ... ... ... ... i.} t4 t2Tdem bknrdos... ... ._ ... ... ... 2 ' 3
que refcri^los a ioo g^ranos, serían :N IÍMF.RU DE (i R J^N OS R P. 5 n M E N
Duros Semiduros Semdoelan- g^andos DUROS BLANDOS
T." 2^ ^}O 2^i .^ ^)2 jí^
a^^ 30 3£^ zR } 63 37
3 ^ z6 44 2.} 6 60 40
Grado ^lc dureza : 62 % de grauos DUROS.
Si se tratara de un tri^^^^ flojo, cu^^os resultados directos so^} :
^^ranoy ^it^^ros ... . .. ... ... ... ... 2 2 I
Idem seneid^cros ... ... ... ... ... 8 9 ^o
]den^ .rei^iibinii^dos... . .. ... ... i2 ii io
Idcm bla^i^dos ... ... ... ... ... ... z8 28 ^q
al^spuĉs cle refcri^los a roo, los po^lremos resumii• así :
N ll M t, R O D 8 O R A N O S R N 5 n M B N
Duros Semiduros y semiblan-dos
Blandos SEMIDUROSYSEMIBLANDOS
gLpNDOS
i.,^ 4 r6 a.I 56 .}8 5G2 ,, 4 r 8 za 56 ^}8 56
^ za ^o ,6 .IG 56
Si^MI l )['I^OS y ti1^:1^1I13LANT)OS.Grado de dureza : 47 hor ioo cle ^rano^
^bserua^io^es relatiuas a I ualor a b o ^ o d e I a magnesiaPor Luis Sñi^:z h>3^NA,^^rz-Cnsn^uECq
I?ntrc ]os elementos que ron caracteres de ina}^or constancia comprue-
>>a el an<tlisis en la composición dc l^os diierentes ve^;etales, cabe ^distin-
;uir aquellos qtie hor su especial fuución y^ por la consid^rable cuantía
en qtie interviencn en la nufrición veg^etal han sido calihcados coino más
indispcnsables-I^otasa, nitrógeno y ácido f.osfórico aqucllos a los quc
lorresponde tina marcada acción bajo el doble aspccto de enmienda y de
abono -cal, nlagnesia ^^ azufre .^^ finalmcnte, cntre los requeridc^s a
míniii^as dosis, aquellos a<^uienes alcanza, más bien, una inlluencia que
^^udiera est^iulai-se cotno estin^ulanie o catalítica->}^ang^aneso, ccrbre, cinc,
níqu^^l, ctc.
No cs ahora ocasión cic insistir sobi-e la favorablc acción y los bucnos
^c^fectos qtic coino abono se pueden ah^ibuir a los fertilizanies capaccs cle
rcintc;;rai- al terreno los cleinentos nutritivos inás indispensables-potasa,
nitróg^eno y áciclo fosfórico-; qucde para otro trabajo ĉuanto se refiere
a la cal, al azufre ^^ a ac^uellos otros en sti ^ispecto ^le a^^entes catalitic^^s ;
resulta, sin embar^o, dc utilidad resumir aqui lo relativo a la magnesia,
asunto ^lel que cles^ie hace. tiempo^ se ocupan prefcrentemente no pocos
a^róncm^os dc rccrmocicla solvei}cia y atttori<lacl.
-^-
Eleniento n^uy difuudido en la naturaleza, en niuchos y^acin^icntos sa-
linos, pi-incih^alinente asociado a la T^oTasa, aPai^cre ^el m<^^nesio com^^
clururo en la carnalita, romo sttliat^^ en ]a ].ainita, y está conteni^lo tan^-
bién bajo esta forina en la 1<ieserita. a^:n cl suelu iunua par^e de no esca-
^as comhinariones, ^- se l^resent^a com^^ cart^onat^^ ^en la ina^;itesia y<lo-
lomía, comu sulfato en la epsomita, romo silicat^^ cn la esteatita, la ser-
pentina, los piró^enos, ]a anfibolita, la biotita, la ^lauconia y cn varios.
otros iuincrales ferroma^nesianc^s. ^
}^.s stini;iinenfe divcrso el contenido total en ma^;nesia (1^7^0) en l^^s
Uisl^o,iciún dc cnsayos de abouado en cajas de vegetacióii.
(Estació^^i E.rperimental de Berlín-I ichterfelde.)
diferentes suelos et^ cultivo. ^?1 nr<"^s elevado c^^rres^>onde, en ^cneral, a
los de origcn volcánico y a los sedimentarios <lc n^iltu•aleza rali•r.a; pucdc
alcanzar alredcdor clc o,6 por ic^ cn los dc limu; }^ ^^ii los ^lc más seña-
lada pobrcza los ligei-os, arenosos, sueltos. iVo ñuarda^i, sin embar;o, cu-
rresponelencia las ciiras relativas a la ina;nesia total con aquellas indica-
^loras dc la que se encuentra en estado can^biable; ello es f^^ciL de com-
prender si se tiene c^i cuenta que, ^lc iáual mancra que 1>ara ]a potasa
sucede, en las reservas magnésicas minerales ^lel tcrreuo predominan, en
general, las combin,ici^nes silicatadas sobre las carbonatadas.
nlcali no reeml^lazable ni aun p^or aquellos de su propio ^niho de cla-
sificación quín^ica, los cnsa^^os cn solncioncs nutritivas han ^lcmostrado
-g-
que es indispensable para la ^^i^la ^-e,ctal, y aun cuando rcquerido en
proporcioncs más ]imita^las qtic cllos, su acci^ín podría compararsc a la
quc corresponde a la potasa, el ,íciclo iosfúrico y la cal (Liebi^, lioussin-
r<tult, ^' ille, Gasl^arin, 5rhreiber, etc.). I^:n su ausencia, el desarrollo nor-
mal nu poclría run^pletar^.c (Javillier, l-anals) y la pro^jucci^'ni se vcría
tan nicrn^acla, ^^uc p^^dría ^l^sccn^lcr ^lc i^^o a i.t (Rauliul.
La pr^xlucci<^u ^lc las difc, cntcs cuscrha; cmpobrccc el tcrrcno por
Lcctárca y° año cn cantida^lcs c^u^ varían cntre 6 y 60 l;iloarain^^s (M ŭntr
^- (_^irard). :Adeniás, en la climinación ^lesi^ual ^lc bascs yur sc realir_a en
la cvoluci^^in paulatina ^lcl tcrrcn^^ p^^r ^lisoluci^Sn y arrastrc, cs la uut^-
nesia en estado rambiable inás f^icilinente aleja^la ytie la potasa ^- la cal
en los 1^<>rizontes superi^^res; pu^lría estiniarsc la p^r^li<ía en ^ a 3^ nti-
ligramos por litro (Way) ; su rcgeneración en la capa labrn-able podría
rcalizarse a e^pcnsas ^lc las pusibles reservas minerales ytic putlieran
eti^tir; una rctroí;radación a la forma no canibiable podría tender a la
acumulación en cl horirontc ^ clc una parte dc aquélla l^^roccclcntc de la
superñcie ^- anteriurn^ente movilizada (l>atissej.
Las necesida^les en niagnesia de los suelos agrícolas son fáciles de
reconocer. Su instiificiencia en ellus se scñala claranicnte por el aspecto
característico de la vegetación : una roloraci<íu amarillogris.ícea en las
hojas, manchas rojizas y aisla^las coucentracioues de materia verde en
el ]imbo foliar fuertemente arrollado hacia el envés (Gchring).
Aun cuando ha podi<lo aer coinprobada la notable distancia que se-
para entre sí las cifras quc representan la magnesia total y aquella bajo
forma cambiable, los procedimientos analítieos cle que por el n^omento se
dispone no pern^iten dcterminar el mínimo inclispensable de la íiltima
para satisfacer las inás in^periosas ncccsidadcs de las plantas (L'atisse)
ni establecer el punto crítico bajo el cual no <lebiera descendcr la reserva
asimilablc cn cl terreno para cvita.r pcrjuicios a la vcgetación. 1?llo cn-
cucntra tinri explicación al t.ener en cuenta el considerable factor de ac-
ción que tiene quc serle atribuído, por lo cual bastaría una proporción
relativamente lirnitada para conseguir hacer patentes sus beneficiosos
elerlos; ^^ esto permite tan^bi^n con^prender c^^^mo, ^lebido a scmeiante
c^uisa, tui ^lcscrn^^i aun n^ínimo, ^^or baj^^ del rita^lo punto crítiro, poclría
ya ^lar lu^ar a scnsibles perjuicius en la vegetación, ^lebi^los al contenido
institiricntc en el icrreno.
Componcnte habitual clc la crniza ^lc las plantas (^acob), cl iiia^ursio
se localir,i prinrihalnientc en lns tcjicl^^s jóvenes, en a^^nell^s cn vías ^le
crecimiento, en l^^s órganos de la repru^lucci^"^n ^^ en las seniillas, y ello
en proporciones cltie guardan c^mstancia relativa con respecto a los clife-
rentes períodos ^lcl creciiniento (I)aucanl; li^a^lo al f(^sioro en los ju^os
- IO -
vegetales, su hresencia ^^n la savia l^odria su^^onersc hajo furma de 1^^s-
r^lto n^at;^nesian^^ ^ l.oe^^^l ; ^^arte int^^rante ^le las uucleopru^cínas, ^lc la
^u^iléctila ^íc fitin^i, int^i^victi^ en la reserva f^^siora^la cle las scmillas, Z^tz-clicnclu a^lopt.u- en las ^Ic rci-ealcs la foriua ^le^ fesÍat^, am^^níacoma^ne-
^iauc^ I l;^^ussin^at^lt^.
I^;n la vitla ^^c^ctal lr corres^wn^le ttna in^porta^itc funci^^m ^hriuux
l^na ins(alacirm m^^^lerna para en.a^^u; de abonailo en recipieutes <le vegetaciGn.
(F,.rlatiúu G.rhrríu^e^rrfo^l d^^ Bc^rlí^n-Lirlaterfc/de.)
^- Jottis); al con^lirionar la iormaci^ín de cl^>rofila I^l^ohlj ^x^^lría ejercer
ttna sensible acci^"^n sobrc la clahuración clc los hi<Irat^>s de cai-bon^^ ; la
fijaci^ín ^le CO, ^lel aire se realizaría, al parccer, ^tirc^ctamente sobrc los
átomos <le n^a^nesi^^, cou climinaciór^ de o^í^eno ti iormacióil consiñuicn-
lc dc azúcares ^- almid^^n ( ^^illstactcr) ; c^n^ respcct^^ a las malcrias alhn-
minoi<]c<is le c<^i-i-espondería tma función semcjante a la del áci^lc^ f^^st^',-
rico (5chncide^^^in^1, Schmicdebei,;;, Gru^bler) ; en^r^ico activaclor clc la
acción cle ]as <liastasas (1^1alpeaux), especialnienYe ^le la sucrasa, de cuy^o
n^iceli^^ i^^rmaría ^^arte ( Canalsl. ^laría ori^cn a la cYtraorclinaria l^^^tcn-
cia ^Ie síntesis en l^s veg^etates (^l'illstacter) ^- sería la causa ^lel activ^>
metalwlismo ^^or sti acción catalílica (Alten) ; estinnilante, a^lemás, <lc la
fcrmcntari^ín láctica (l^inc^tl, ^u ^^ap^l c^n la ^ida vc^^tal alcrinzaría cn
su c^^njunt^^ un ^^al^;r c^m^ic3crablc.
Al n^uclifŭar lri tr^.nsi-nrinaci^ín ^l^l áci^i^i f<^sf^íric^^ en cl sucl^^, clrin^l^>
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]ugar al f<isfat^^ ma^nesiano, aminoraría su inmovili^aci<^n por el hierro y
^cl aluminio ( Rucsslcl•), y al accntual• la s^^lubilización (^^ran^cl) y el
^^provechaulicizto dc los cou^puest<^s fosfatados poco solLibles y- aun del
misul<^ su^^crYosfat^I (Soeclerbauiu), cjercerí^i función hreponderante en
la nuLl-ici^ín vr^cLal fosf^rada, sienclc^, al ^^arcccr, bajo forrua dc fosfat^^
dima^nesian^> más fárilmente clis^^ciahle yue cl cle cal, como sc rcalizaría
su tra^isportc hacia 1rI planta (Loew).
^rumcrosos cnsa^^us han si^í^^ rcaliza^^los para llcgar a^lctcrminar cl
valor efectivo cle la ma^I^esia en a^I-icuitul^a, ^^ ^en ellos ha yuedado de-
mostrado cl doblc aspecto quc lc con-cspondc :
I.° Cumo cuniicnda, cun wla acción scmcjanYe a la ^jc la cal, cuaudo
se utiliza a ^losis ^n^lectllares ^equivalentes.
^.° Cuiuo abono, habiéndose obtcni^lu resulta^l^s mu^^ favorables en
los diferentes cultiv^^s y notables aumentos cle producci^ín, particularn^en-
te inlportantes en tct-renus dc ftterte acidez cainbiable (I^oessler) y menos
sensibles, ^^ aun c^mtracíictorios, en lr^s ^le otra naturaleza. en muchos
casos.
Y es quc la acción de la magncsia sc encucntra adicionada por la
pro^IOrci^ín cle ral que el terreno hucliera confener (Eclatein) ; operando
^^sta a n^anrra ^le antídoto, el crecimicnto vegetal se vería n^odi6cado por
la relació^n cal : ma^nesia, sien^lc^, al 1>^recer, ]a que pudiera cousidera^se
comr^ m^is tavnral^le la pro^x^rción ^le S n^c^léculas de cal por ^ de ma^-
ilesia ^^ la <]r 7 a.} cn la rclación de 1^eso (Loe^^' y hernardini). I?1 efecto
^cle la II^a^;nesia nuardaría t^na c^erta cY^^nc^7rdancia coi^ la cantidad de cal
nccesaria para la s^ILuración en el tcrr^no ; y serí^ estiinable eIi 58,4 p^or
Ioo al sci- in^lispensable einpleal• para cllo 20° de cal, de 3,^ por ioo
cuan^lo se utilizaran de 4o a 70", y únicainente de o,z por too si fttera
precisa una canticla^l mayor (G^ehrin^,r-Wellrmann).
lato señala la razón por ]a cual la nla;;nesia 1>rodtlce sicil^pre efecYos
tiifel-entes si se utiliza antes o deshuís ^lel encalado, pudiendo deducir
t^ue la acción favorable correspolid^ería, parcialmente, a su influencia
coa^o c^>mpensaclur d^ los iones hiclrc>;;cnos ^Leulerinann ).
1?n n^^ pocas circlmstancias ha si^lo igualmente apreciado ttn cierto
^fecto tó^ico ;^- ^^o<lría ser atribuí^lo 1^ieu fuera a su cc^n^entraci^^n en
!a capa laborable míis d.e I/ro.^x^ en me^lio liqtiido-, bien a la forma
^uímica ^lr sIi c<nnbitlación-cl ^lortu^c^ hcrmitc ahrcciar ^•a su to^icidacl
^a la dosis de un milésimo cn Ias soluciones uutritivas (Gedroiz ^-
l^ ranl. ) , hi^n a la carencia u a la ^uarca^la instificiencia ^le cal en e]
suelo (Pernardini).
Para compensar eu buenas r^>ndiciones <le economía su escasez en el
Yerreno, se }1a ^^^ensado en cl empleo ^le conlPucstos magnesianos capa-
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^ces cíe proporcionar, al propio tiempo, algún otro de los elementos f,er-tilizantes de mayor utilidad.
No se presta para ello la dolomita, carbonato doble de magnesia y
cal ; debido a su escasa solubilidad, los efectos son poco sensibles, requi-riendo una aplicación cuantiosa y muy anticipada.
A1 emplear fuertes dosis de cal-magnesiana, la magnesia se carbonata
después de la cal, con formación de hidrocarbonato básico y modifica-
ción del pH del suelo en un marcado sentido de alcalinidad (Intre ySchaw).
Bajo forma de nitrato de magnesia y cal (i5 por ioo de nitrógeno,
io por roo de magnesia soluble y 15 por ioo de cal) sus resultados po-
drían superar a los efectos obtenidos con las combinaciones azoadas si-
milares, estando indicado como abono de cobertera para los cere^ Ics, re-
molacha, patata, lino, ete., salvo en los terrenos descalcificados. Compa-
rado con el de cal, el de cal y magnesia habría producido a la dosis de
23 a 26 kilogramos de magnesia soluble por hectárea, aumentos de ren-
dimiento estimables en 5,7 a 6,8 por roo en la remolacha y de 4,2 por zoaen la patata (Brioux).
Como fosfato de magnesia, su acción sería seinejante a la obtenida
con el superfosfato, si bien los trigos obtenidos con su concurso serían
de mayor peso específico. Bajo forma de fosfato amoníaco magnesiano,comparativamente con una mezcla equivalente de fosfato bicálcico y de
sulfato amónico, superaría a éstos en sus efectos, aumentando la pro-
ducción en 5,4 a 9,6 por ioo en la remolacha.Es, sin embargo, e] sulfato de potasa y magnesia (5o por roo de sul-
fato de potasa y 28 por ioo de sulfato de magnesia) la combinación quí-
rnica más usada por el momento para reintegrar la magnesia a los suelosagrícolas. Esta asociación con la potasa resulta particularmente favo-
rable para determinados cultivos, tales como la patata, y el empleo de talfertilizante es ya habitual en muchas comarcas de Alemania, y particu-
larmente en Holanda. En España los resultados alcanzados con su apli-
cación han sido muy notables para la patata y el arroz. La beneficiosa
influencia se puede igualmente ap^reciar en la calidad de los productoscosechados, favoreciendo la formación de gluten en los cereales y las
condiciones de panificación de las harinas, combati,endo la clorosis pre-
matura de la remolacha, la degeneració^n de la patata, siendo un eficaz
remineralizador de la viña.
Recientemente ha sido lanzado al mercado un nuevo compu.esto mag-
nesiano, procedente ^de la lengbainita, y destinado especialmente al ta-baco y cultivos hortícolas, bajo la denominación de l:alimag. Su compo-
sición sería : 34 por roo de sulfato de potasa, 53 por roo de sulfato de
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magnesia, _^,5 por Ioo de sulfato de cal, ^,G l^or wo de cloruros de potasio
y sodio, i,^ por icx^ dc huntcdad ^- ^,t por ioo dc insolublc. Carcccmos,
sin eiiibarao, de datus sulicicntes para poder hacer una indicación sobre
su eficacia posible.
L:n ]a actualidad se rcalizan cn 1?spaña numerosas experiencias de
abonado n^<t^nesiano, en sus más variadas formas, y sus resultados nos
proporcionarán un btten punto de refcrencia en comparación con los
lnterioru^rnte Ilevados a efecto, permitiendo marcar normas precisas y
ílefinidas con respecto a los efectos a esperar de la fertilización maáue-
siana en los diferentes suelos y cultivos.
ANIMALES UTILES A LA AGRICULTURA
L A L E C H U Z APor Josí: M^cu^r. I?s•ri^.v.a^.
Periío agrícola
Es incrcíble que er. pleno siglo ^\, cuando la humanidad, despuĉs
^le tanLus y tan maravillosos clcscubrimirnlos parece que ha llegado a un
alto rirado de perfección, sigan etistiendo injusticias y prejuicios que
sólo pueden concebirse en los países más salvajes y atrasados.
Una de estas injusticias es la quc en la mayoría de los pucblos se^omete con la inofensiva lechuza, haciendo de clla lugar comúu para todaclase de odios, ira^ ^- rencores, sin que csista una causa real en la quepueda i undarsc tau b^irbaro proceder.
Dc qu^ modo trul distinto obraban l^^s auti^uos habitantes dc la (;rc-
cia, que, no conformes con respetarla, h;icían figurar a la lechuza en sus
cmblemas como sítnbolo de la sabiduría, cl estudio y la meditación. Sí
además dc estas cualidades místicas y de su vida completamcnte inofen-
siva para el honibre, ĉste examinase las costumbres del citado animal, no
tardaría cn convencerse de que se trata de un buen centinela en ]as vi-
viendas rurales v de un eficacísin^o au^iliar de todos los agricultores. Tn-
tonces, lejos de ser herseguida, ocuparía el ]ugar que le corresponde como
amiga del hombre, principalmente del hombre del campo, tan beneficiado
^^or 11 ]cchuza.
Pertcnece al c^rden de las Rahaces y a]a familia de las estríg^idos, di-
ferenciándose dc las demás rapaces nocturnas por tener la cara en ior-
nna acorazonada }' continua la ]ínea de plumas que la limita. Otro carác-
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tcr ^lc ^lifcrcnciari^'in cs <^uc lti uña ^lcl <]c^lo ma}-^^r es ^lcnt^i^la, cn lu^ar
^1^^ lisa cr^m^, cu l^,s deniás.
^tt lr^n<^itu^l cs ^lc >, s, ,^^^ crntí«letr^^s ^^ unos » ccnlimctr^^s de an-rhur;i. l.a^ ^^,ari,, csí^ín cul^icrt^u ^1^ plumas ^^^clos ^^ ^tu <lcrl^^s tcrrninan
cn tiñas f ucrCr^ ^ cncor^,^a^)ris. f^a ^^ico es cui-to, comprinii^l^^ ^- curvo. Los
Cría dc lcchuza de tres scman.^ ĉ .
^ijus, reclon^l^^s y,^r;uirles, r^^n l^t hupila mu^^ ^lilatacla. h:1 +^í^lo, formado^
jx^r ttn op^^rrul„ mcinbranus^^ }^ siu csas J^lnn^as a m^^d^^ ^lc ^^rcjillas quc
^x^sccn ^asi t^^^l^is l^^s der^^ás avcs nocturnas.
La col^^rari^^n ^lc su ^^luni^^jr es en la harte su^^ei-ior ^lcl cucrpo y de
las rilas de tu^ iiar^lu ceiiicient^^ r^^n listas inr^s ^scuras, v en la ^^arte infe-
ri^^r l,i^ nilsina^ li^las, l^cr^, c^>» cl Íuncl^^ m^^, clarn. I..^s ^^lun^a^ clc la ^ai^a
sun n^u}^ íin;iá ^^ ^lr tm rul^^r hlan^^ucrin^^. I.a Icchuz,i n^^ hacc ^^i^lo ni t,im-
^^uc+^ sc al^r^^^^crl^a ^lc l^^s tabrica^l^^s Lx^r ^^(ras avrs; sól^, s^^ liinitri ri ^lc-
j^usil^u In^ l^u^^^^^,s, ca^i c;1^^ricus ^ n^u^^ l^lancos. cn ;^^ttjrrn^ ^lc inur^illas.
t^^rr^•s ^lc i,^lr^ia, c^]iLirir^^ ruinusn, ^^ trunrus ^lc ,írliul, ^^ ^illí mismi^ her-
m,inccc la hcn^l^r;t, c,ilcnt^in^l^^lus <lnrantc lus quincc ^lias yuc <tura la in-
iul^,i^i^'m. I.^^^ irías, m^^^li^^ cul^icrlas Ix^r un ^^clajc flno, hl;uiruzco ^' en-
Lccliura conttín.
in;n-ai^ri^lo, ulrcr^^n uu ^is^^cctu ^x^co a^ra^laUle. I)r stts srnti^lus, l^^s más
^^crlcrt^^s s^in l;i vista }^ cl r^í^lu, 1^^ cjuc, unicl^o a l;is iiicrlcs ;;arras ^^tie
^x>scc. hacc ^lc la lcchtva uua ;;ran caza^l^^ra.
1'^^r la nurh^^ es cu,in^lo desarr„Ila stts activi^l,<<les y- se alimeuta hrin-
ri^>,iln^rnte clc r,it^^nrs en ,^ran ranlida^l, atin^^uc taml^i^n sucle couier ^nti-
sar:uias, ^;or-ri^^ncs, escar^iliajcis ^ lan^^^stas. I)r^^^uís ^le niaslic^i^la la ^^rc-
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sa, lanza por el pico una especie de pelota, tormada p^or huesos, plumas,pelos y, en ^eneral, todos los desperdicios de sus víctilnas.
Cuando está en reposo permanece enco^ida, ^- cualquicr ruido o lapresencia de algún animal la hace estirarse y con las patas fijas se balan-
cea cómicamente, sin apartar sus ojos, desmesuradamente abiertos, del^objeto o animal que la ha sorprendido.
Su vuelo es silencioso y varía de dirección como si fue:e transportada
por cl viellto ; pero si por cualquier Inotivo abandona su alberaue duran-
te el día, vuela con tanta torpeZa que es objeto de burla y persecución por
tod^os los pájaros de los contornos, y si en esta situación de menosprecio
lle^a la noche, se cambian los papcles, vengándose la ver^onzosa lechuza
de todas las injurias y desprecios recibidos.
I:n Italia, que hoy <lía es el país que más prote^e a^estos animales, se
aprovechau de sus servicios no sólo para destruir insectos y ratones en
las huertas ti• jardines, sino para cazar con su ayuda toda clase de aveci-
llas. Para ello, sabiendo que los pajarillos acuden a motarse de Ias 1echll-
zas, colocan una en un árbo] cu, as ramas impreánan de li^a, y en poeo
rato es enorine la cantidad de aqu^llos qtie pueden recoger.
^unquc no temc al hoinbre, se presta poco a la cautividad, hasta el
Punto de Ilc^arse a tot^^ar alimento dentro de la jaula, donde permaneceacurrucada durante el día y mu}^ alborotada en cuanto se pone el sol.
Son tan ridículas como falsas las acciones atribuídas por los supersti-
ciosos a estas aves y que hacen se las considere como de mal agiiero. Di-
cen, por ejemplo, que se bebe el aceite en las lámparas de los altares, y
no saben los que esto afirman que en lugar de bcbcr aceite, ^^ersiguen y
destruyen todas las ratas y ratones qlle hay en las iglesias, y por este
ulotivo es por lo que suele haber lechuzas en los templos. También dicen
que su pro^ilnidad es si^no de muerte o de desgracia, porque algunas
veces oyen sus gritos o siscos en el silencio de la noche los que velan un
cadáver, y no se dan cuenta estos miedosos que también en sus n^oches de
tiesta y albazara la lechuza canta lo mismo, aunque entonees no se per-
ciban los ^ritos del animal, por ser ma}^ores y más estridentes los produ-
cidos en la fiesta.
LAS OBRAS Y REVISTAS REUNTDAS PARA SII TRABA.IO POR EL
SERVICIO DF. PTBLICACIONES AGRICOLAS PUF,DEN SER CONSUL-
TADAS EN EL LOCAi, DET, DSISMO (MINISTF,RIO DE AGRTCULTURA,
PASEO DE ATOCHA, 1 Y 3> TODOS LOS DIAS LABORABLES, DE
DIEZ A UNA.
GRÁFICAS UGUINA.-IVIELÉNDEZ VALDfiS, ^.-MADRID.