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HISTORIA DEL SIGLO XX CTEDRA 2
La Revolucin Cubana
El proceso revolucionario cubano se inici el 10 de octubre de 1868, cuando
Carlos Manuel de Cspedes llam al pueblo a levantarse en armas por dos
reivindicaciones bsicas: la independencia frente al Imperio espaol y la igualdad
de los cubanos mediante la abolicin de la esclavitud.
La lucha que comenz aquel da no sera definitiva. Slo era el principio de
una largo proceso de marchas y contramarchas en la que intervendran varias
generaciones de cubanos decididos a lograr la libertad plena, primero, del
colonialismo espaol y, luego, del neocolonialismo norteamericano.
La Repblica de Cuba es la mayor isla del Caribe con 109.820 km.
Actualmente, est dividida en 14 provincias y 169 municipios, en los cuales
residen alrededor de 11 millones de personas.
Cristbal Coln lleg a Cuba dos semanas despus de haber descubierto
Amrica, creyendo que se haba topado con una nueva ruta de acceso al
continente asitico. Pero los espaoles iniciaran su conquista recin en 1510,
cuando ya haban arrasado con el oro y los indios de Santo Domingo. En busca
de una nueva fuente de metales preciosos, Diego Velsquez encabez una
campaa militar integrada por varios personajes que luego seran famosos por sus
matanzas en otros puntos del Nuevo Mundo. Entre ellos, se encontraban Hernn
Corts, Bernal Daz del Castillo y Pedro de Alvarado. Los espaoles invadieron la
regin oriental de la Isla y, a partir de all, avanzaron hacia distintos territorios.
Pero el oro hallado no fue mucho y pronto se lanzaran en masa sobre otras reas
del continente ms ricas, como Mxico y Per.
Durante la fugaz fiebre del oro cubano, los aborgenes fueron exterminados
en grandes cantidades debido a las duras condiciones de trabajo y a las
enfermedades que traan consigo los europeos. De los 100.000 nativos que tena
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Cuba con anterioridad a la conquista, slo quedaron alrededor de 4.000 hacia
1550, segn indica el registro de las primeras Actas Capitulares.
Con el tiempo, la isla se convirti en un punto estratgico del Nuevo Mundo,
sobre todo la ciudad de La Habana, uno de los puertos militares ms importantes
de la colonia por su excelente ubicacin en el Caribe. Se la consideraba una
fortaleza inexpugnable1 en la que prosperaron el comercio monopolizado por
Espaa, el contrabando, el juego y la prostitucin. A partir del siglo XVII, se
estableci all el primer centro de construcciones navales a gran escala y algunas
fbricas de caones.
La poblacin de aquella poca estaba compuesta por blancos -que
constituan casi el 60 por ciento del total-, negros, mulatos y algunos asiticos. A
diferencia de las colonias inglesas y francesas, Cuba posea una significativa
proporcin de negros y mulatos libres. Segn el primer censo de 1774, de unos 75
mil habitantes de color, ms de 44 mil eran esclavos y alrededor de 30 mil estaban
en libertad (11 mil negros y 19 mil mulatos y mestizos)2. Para tener una referencia,
podemos recurrir al ejemplo de Jamaica, cuya poblacin se compona de unos 15
mil blancos y de unos 148 mil esclavos.
En 1762, en el marco de la Guerra de los Siete Aos (Gran Bretaa,
Francia y Espaa) el poderoso puerto de La Habana cay ante las fuerzas
inglesas. Durante su ocupacin, que dur once meses, los ingleses vislumbraron
grandes perspectivas econmicas en el sector azucarero y se lanzaron a estimular
la industria con la importacin de una gran cantidad de esclavos.
Sin embargo, los plantadores de Jamaica y los banqueros britnicos con
intereses en esa isla comenzaron a presionar al Imperio para que Cuba volviera a
manos espaolas. El gobierno britnico se retir en julio de 1763, cinco meses
despus de firmar la paz con Francia y Espaa. De esta forma, la Metrpoli
recuper el control de Cuba y design como nuevo gobernador al Conde de Ricla,
Ambrosio Villapando.
1 Thomas, Hugh. Cuba: La lucha por la libertad (1762-1970), Tomo I, Barcelona-Mxico, D.F.,
Grijalbo, 1973, p. 17. 2 El censo cubano de 1774 indica una poblacin total de 170.370 habitantes, aunque, por las
imperfecciones de la muestra, el historiador ingls Hugh Thomas calcula que la poblacin habra sido un 10 por ciento mayor.
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3.1. El oro blanco
El azcar era la mercanca agrcola ms codiciada de las Indias
Occidentales desde que Coln haba plantado las primeras caas en Santo
Domingo, durante su segundo viaje. En 1762, Cuba tena cerca de 100 molinos
que generaban una produccin azucarera bastante baja, comparada con la de
otras islas del Caribe: sus exportaciones no haban superado las 500 toneladas
anuales, mientras que Jamaica produca alrededor de 5.000.
La gran importacin de esclavos durante ese ao y la apertura del comercio
propiciada por los ingleses, sent las bases para que la estructura econmica de
Cuba cambiara radicalmente. A partir de entonces, los plantadores comenzaron a
presionar al gobierno espaol para que permitiera el libre trfico de mano de obra
esclava. Las autoridades coloniales cedieron en 1788, estableciendo un periodo
de prueba que se prorrog indefinidamente. Con este proceso, Cuba sell su
dependencia al monocultivo y a los precios del mercado internacional.
El ingenio absorba todo, hombres y tierras. Los obreros del astillero y la fundicin y los
innumerables pequeos artesanos (...) se marchaban a los ingenios; los pequeos
campesinos que cultivaban tabaco en las vegas o frutas en las huertas, vctimas del bestial
arrasamiento de las tierras por los caaverales, se incorporaban tambin a la produccin
de azcar. (...) la jornada de trabajo de los esclavos del azcar se extenda a veinte horas.
Sobre las tierras humeantes se consolidaba el poder de la sacarocracia.3
Entre 1764 y 1769, el azcar de Cuba haba alcanzado un promedio de
2.000 toneladas anuales. Sesenta aos ms tarde, la Isla se posicionara como la
primera productora mundial con 73.000 toneladas, 10.000 ms que Jamaica. En
1836 la produccin jamaiquina caa a 53.000 toneladas, mientras que la cubana
suba a 160.000.
3 Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de Amrica Latina, Buenos Aires, Siglo XXI, 1989, pp.
105-106.
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3.2. La etapa prerrevolucionaria
La influencia del oro blanco fue la gran barrera que demor, durante casi
un siglo, el triunfo en Cuba de las tendencias independentistas que se imponan
en Amrica Latina y el Caribe. Ya desde fines del siglo XVIII, los reyes del azcar,
liderados por el capitn general Luis de las Casas y el plantador criollo Francisco
de Arango, hicieron todo lo posible para impedir que la revolucin esclava de
Santo Domingo (Hait) se trasladara a su territorio.
El conflicto haitiano y la decadencia econmica de Jamaica ofrecieron, por
el contrario, un contexto propicio para expandir la industria azucarera y convertir a
Cuba en el primer productor mundial. A partir de 1792 comenzaron a entrar
nuevos capitales a la isla, se consolid el comercio con los Estados Unidos, se
fundaron nuevos molinos y se importaron ms esclavos. El incremento de mano
de obra fue tal que, segn el censo de ese mismo ao, la poblacin negra y
mulata superaba por primera vez a los blancos (138.742 contra 133.559).
De esta forma, el mantenimiento de la estructura econmica vigente se
convirti en el principal punto de alianza entre los espaoles, que tenan a su
mando las fuerzas represivas de Cuba, y los criollos que controlaban la produccin
de azcar. Esta combinacin de poder fue fundamental para aplastar las revueltas
y conspiraciones que intentaban seguir el ejemplo haitiano. As cay, por ejemplo,
el movimiento liderado en 1795 por el negro libre Nicols Morales, que
demandaba igualdad de derechos para negros y blancos, abolicin de impuestos y
distribucin de tierras a los esclavos.
Aos ms tarde, tambin sera derrotada una conspiracin con mayor
alcance nacional y organizacin, encabezada por Jos Antonio Aponte, un tallador
negro de La Habana.
La estrategia de Aponte para lograr la liberacin de los esclavos se basaba
en el sabotaje sistemtico de la riqueza de la colonia (quema de caaverales y
plantaciones de caf). Aponte fue traicionado y ejecutado el 9 de abril de 1812.
Luego exhibieron su cabeza con el fin de escarmentar a sus semejantes, segn
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se desprende de la orden del capitn general Juan Ruiz de Apodaca, conocido
como el Marqus de Someruelos.
La abolicin inglesa de la esclavitud, en 1807, y las acciones tendientes a
universalizar la medida, agregaron nuevos problemas para los barones del azcar,
sobre todo cuando el gobierno espaol se comprometi con Gran Bretaa, en
1817, a terminar con el trfico en un plazo de tres aos. En ese perodo, las
importaciones de esclavos fueron disminuyendo progresivamente. De un total de
25 mil negros registrados en 1817 se pas a 17 mil en 1820, mientras que en 1821
slo llegaron 6 mil y un ao ms tarde 2.5004.
La prohibicin legal del trfico se promulg recin en 1830, aunque esto no
signific la abolicin inmediata de la esclavitud en Cuba, ni la aplicacin efectiva
de las normas que impedan la importacin de esclavos. En los treinta aos
subsiguientes llegaran alrededor de 400 mil negros como consecuencia del
incumplimiento de las leyes por parte de sucesivas capitanas generales de la isla,
cuyos representantes perciban cuantiosos ingresos con el trfico y los impuestos
sobre el azcar. Pero as como sigui incrementndose el ingreso de esclavos y el
endurecimiento de la represin espaola, tambin se profundiz la inestabilidad
social.
A partir de 1840 se manifestaron nuevas revueltas en varias plantaciones y
molinos azucareros, que desembocaron en la conspiracin de negros libres y
esclavos ms famosa de Cuba: La Escalera5. Las acciones fueron descubiertas
en 1844 por el capitn general Leopoldo ODonell, quien orden arrestos masivos
en toda la isla para desbaratar a los rebeldes. Slo en Matanzas fueron
capturadas 4.000 personas, que luego pasaron por la escalera. En total, 300
negros fueron azotados hasta morir y, alrededor de 80, ejecutados en
fusilamientos sin juicio previo.
Luego de estos hechos se form una comisin en La Habana para tratar la
aplicacin de una nueva ley espaola contra el trfico de esclavos.
Paradjicamente, todos los delegados eran propietarios de plantaciones o
4 Thomas, Hugh. Op. cit., p. 136
5 El nombre de La Escalera alude a una forma de tortura que consista en atar a los sospechosos
a una escalera y azotarlos hasta que confesaran su delito.
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comerciantes que lucraban con la mano de obra esclava, como el marqus
Joaqun Gmez, el Conde de Fernandina, el general Juan OFarrill y el criollo Jos
de Arango.
3.2.1. El anexionismo y el reformismo
A pesar de la alianza entre espaoles y criollos para desconocer las
reglamentaciones que se dictaban desde la Metrpoli, el proceso abolicionista
gener una serie de intrigas y elucubraciones en el seno de la oligarqua
terrateniente, cuyos representantes comenzaron a mirar con simpata a la nueva
potencia norteamericana. En opinin de Hugh Thomas, los plantadores preferan
pasar a la Unin que convertirse en independientes y resignar la esclavitud, la
esencia de su status quo6.
Desde haca un buen tiempo, los gobiernos de Estados Unidos estudiaban
distintas formas de apoderarse de Cuba debido a su ubicacin estratgica en el
Caribe, su puerto privilegiado y las potenciales fuentes de riqueza.
La primera manifestacin en este sentido la expuso el presidente Thomas
Jefferson, quien en 1805 le notific al embajador ingls que, en caso de que su
pas entrara en guerra con Espaa, Estados Unidos intentara comprar la isla para
defender desde all a Luisiana y Florida. La misma advertencia fue hecha tres
aos ms tarde a Someruelos, considerando que Espaa no podra controlar su
colonia frente a los avances de Gran Bretaa.
Al tanto de estas intenciones, en 1822, varios plantadores cubanos enviaron
un delegado a la Casa Blanca para proponer la anexin de su territorio. El
presidente James Monroe recibi al delegado y luego reuni a su gabinete para
discutir la proposicin. El entonces secretario de Estado, John Quincy Adams,
tom las siguientes notas de aquel encuentro:
Mr. Colhoun (secretario de Guerra) desea ardientemente que la Isla se convierta en parte
de los Estados Unidos y dice que Mr. Jefferson lo desea tambin. Hay dos peligros que
6 Thomas, Hugh. Op. cit., p. 142.
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deben evitarse (...) uno, que la Isla caiga en manos de Gran Bretaa; el otro, que sea
revolucionada por los negros. Colhoun afirma que Mr. Jefferson le dijo hace dos aos que
deberamos, a la primera oportunidad, tomar Cuba, aunque fuera a costa de una guerra
con Inglaterra; pero como no estamos preparados (...) piensa que deberamos reaccionar
(respecto de los plantadores) disuadindolos de su actual propsito y animndolos a
adherirse a su conexin con Espaa.7
La propuesta anexionista fue rechazada, pero qued latente el deseo de
apoderarse de Cuba. Adams revel cul sera la estrategia de Estados Unidos
hacia la isla en una carta a su embajador en Espaa, Hugh Nelson, el 28 de abril
de 1823:
Es difcil resistir la conviccin de que la anexin de Cuba a nuestra repblica federal ser
indispensable para la continuacin y la integridad de la Unin misma (...) Hay leyes de
gravitacin poltica, como existen las de gravitacin fsica; y si una manzana separada del
rbol por la tempestad, no puede hacer otra cosa que caer al suelo, Cuba, separada a la
fuerza de su artificial conexin con Espaa, e incapaz de bastarse a s misma, puede
nicamente gravitar hacia la Unin norteamericana, la cual, por la misma ley natural, no
puede arrancarla de su seno.8
La poltica de la fruta madura, enunciada por Adams, se plasm luego en
el sptimo mensaje anual de Monroe al Congreso norteamericano. El texto, que
pas a la historia como la Doctrina Monroe, era una respuesta para enfrentar el
peligro britnico y encarar el dominio de Cuba y otros territorios del continente.
Es decir, estableca formalmente el derecho de Estados Unidos a gobernar el
Caribe9 y, al mismo tiempo, dejaba en claro que entrara en accin cuando las
potencias europeas pusieran en peligro sus intereses en el hemisferio10.
7 dem.
8 Roig de Leuchsenring, Emilio. La guerra libertadora cubana de los treinta aos (1868-1898).
Razn de su victoria, La Habana, Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, 1952, pp. 233-234 9 Chomsky, Noam. Estados canallas: el imperio de la fuerza en los asuntos mundiales, Buenos
Aires, Paids, 2002, pp. 114. 10
Calloni, Stella y Ducrot, Vctor Ego. Recolonizacin o independencia, Buenos Aires, Norma, 2004, p. 116.
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As comenz una etapa en la que Washington se convirti en una especie
de guardin de las colonias que todava posea Espaa en la regin; por lo menos
mientras no pudiera, o no fuera conveniente, apoderarse directamente de esos
territorios.
Tras el fracaso momentneo del anexionismo, un sector de la oligarqua
criolla se embarc en un plan alternativo de reformas para obtener el control
poltico de Cuba. Los objetivos eran disminuir el poder de los capitanes generales
y recibir los beneficios propios de cualquier provincia espaola: representacin en
las Cortes de Cdiz, supresin de las aduanas y abolicin de la esclavitud de
forma gradual y mediante indemnizacin. Sobre esta base se fund el Crculo
Reformista de La Habana, que luego se convirti en el Partido Reformista.
Espaa accedi a escuchar algunas de estas exigencias entre 1866 y 1867,
pero pronto se desentendi de sus propias promesas. El fracaso de las
negociaciones precipit la cada del Partido Reformista y abri un nuevo captulo
en la historia Cuba, caracterizado por la lucha armada.
3.3. La Guerra Libertadora de los Treinta Aos
Cuba comenz su lucha independentista de forma tarda en comparacin
con el resto de las colonias hispanoamericanas, aunque hubo algunos
movimientos separatistas que se consagraron como precedentes de la Guerra de
los Treinta Aos. Fueron, en su mayora, organizaciones de masones que
buscaban llevar adelante una poltica radical y multirracial para conseguir el apoyo
de los hombres de color. Entre 1810 y 1868 se registraron ms de diez intentos
revolucionarios que fueron rpidamente diezmados por las fuerzas represivas de
la Pennsula.
Hacia mediados de la dcada de 1860, la prohibicin del trfico de esclavos
y la introduccin de nuevos molinos para el procesamiento de la caa afectaron a
los pequeos hacendados de la parte oriental de Cuba. En tal situacin, slo un
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selecto grupo de grandes propietarios poda costear los elevados precios de mano
de obra y adelantos tcnicos.
Para los pequeos productores las reformas ya no eran viables. Slo les
quedaba la posibilidad de una rebelin armada que terminara radicalmente con la
esclavitud y con el despotismo espaol que frenaba las transformaciones polticas,
econmicas y sociales necesarias para el desarrollo de la isla.
En la ciudad de Bayamo se inici la organizacin revolucionaria de la
provincia de Oriente, donde comenz a destacarse como lder un abogado de 50
aos que ya haba tenido experiencia armada en Espaa: Carlos Manuel de
Cspedes, considerado el Padre de la Patria.
Segn los planes originales, la sublevacin comenzara en la navidad de
1868, pero el capitn general Francisco Lersundi descubri la conspiracin y la
fecha tuvo que adelantarse. El 10 de octubre, en su ingenio La Damajagua,
Cspedes liber a sus esclavos y luego los sum a un ejrcito de casi 150
hombres:
Ciudadanos, hasta este momento habis sido esclavos mos. Desde ahora, sois tan libres
como yo. Cuba necesita de todos sus hijos para conquistar su independencia. Los que me
quieran seguir que me sigan; los que se quieran quedar que se queden, todos seguirn tan
libres como los dems.11
De esta forma plante Cspedes su postura antiesclavista en el famoso
Grito de Yara, donde se proclam la Repblica en Armas. Aquellas palabras
tuvieron un efecto inmediato sobre las masas marginadas. En pocos das el
ejrcito rebelde de Oriente recibi a unos 12.000 combatientes y logr tomar las
ciudades de Bayamo y Holgun, para luego desplegar sus fuerzas por toda la
provincia. En noviembre se levant el ganadero Ignacio Agramonte en la regin de
Camagey y, por entonces, tambin lo hicieron los patriotas de Las Villas.12
11
Cita reproducida por el actual presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcn de Quesada, en Cuba y su democracia, Buenos Aires, Nuestra Amrica, 2004, p. 24. 12
No sucedi lo mismo en la regin occidental de la Isla, donde se concentraban las mayores riquezas y los hacendados ms poderosos e influyentes. En general, estos hombres buscaban la continuidad de la esclavitud o la implementacin de reformas que les fueran favorables a sus
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En total, los grupos revolucionarios sumaban alrededor de 20.000 hombres,
de los cuales slo una cuarta parte combata con rifles y el resto con machetes o
puales de madera. Para enfrentar a las tropas espaolas, dos veces superiores
en nmero, los conspiradores utilizaron la tctica del sabotaje, evitando el contacto
directo con las fuerzas enemigas. En la lucha se fueron destacando excelentes
combatientes con capacidades de liderazgo como el capitn Antonio Maceo, un
mulato oriundo de Santiago de Cuba, y el dominicano Mximo Gmez.
Pronto, los jefes revolucionarios de las diferentes regiones comprendieron
que sin unin no podran vencer a los espaoles y pudieron ponerse de acuerdo
para convocar a una asamblea constituyente que los agrupara bajo un gobierno
democrtico.
El 10 de abril de 1869, los delegados de Oriente, Camagey y Las Villas se
reunieron en Guimaro con ese propsito. All se nombr a Cspedes como
presidente de la Asamblea Constituyente, mientras que Ignacio Agramonte
encabez la lista de secretarios.
Los trabajos del cuerpo culminaron con la aprobacin de la Constitucin de
la Repblica en Armas, que proclamaba la total libertad de los cubanos y el fin de
la esclavitud. Carlos Manuel de Cspedes fue nombrado presidente de la
Repblica y Manuel de Quesada general en Jefe del Ejrcito Libertador. Se
estableci, adems, la bandera nacional que rige actualmente, creada por Narciso
Lpez en 1851.
La Asamblea se convirti luego en Cmara de Representantes, bajo la
presidencia de Salvador Cisneros Betancourt y con miembros de todas las
regiones, incluida Occidente.
A pesar de todo, pronto resurgieron algunas diferencias en el seno del
movimiento independentista. A slo tres meses de la Asamblea de Guaimaro, la
Cmara de Representantes aprob el Reglamento de Libertos, una figura legal
que obligaba a los antiguos esclavos a seguir trabajando en condiciones de
servidumbre.
intereses. En consecuencia, actuaron como contrarrevolucionarios apoyando la represin espaola o estimulando el anexionismo.
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Cspedes anul la norma el 25 de diciembre de 1870, pero el hecho dej
en descubierto una fuerte contradiccin en las filas libertadoras. Por un lado, se
manifestaba la posicin de Cspedes y de muchos otros patriotas que buscaban la
independencia total y absoluta de Espaa, mientras que del otro, se imponan las
opiniones de Cisneros Betancourt y de varios miembros de la Cmara que
preferan la anexin norteamericana. Cspedes conoca los peligros de optar por
esta ltima opcin y no dej de advertirlo desde los inicios de la lucha:
A lo que aspira (el gobierno de Estados Unidos) deca Cspedes- es a apoderarse de
Cuba sin complicaciones peligrosas para su nacin y entretanto que no salga del dominio
de Espaa, siquiera sea para constituirse en poder independiente; este es el secreto de su
poltica.13
En efecto, Washington despleg cuantiosos esfuerzos para frustrar
cualquier forma de cooperacin desde su territorio con la causa de los
revolucionarios cubanos. A travs de la va diplomtica se neg a reconocer la
beligerancia y, desde la militar, suministr armas y moviliz a su Marina de Guerra
a favor de los espaoles.
La lucha ms sangrienta, prolongada y devastadora de Amrica, como
afirma Ricardo Alarcn de Quesada, dur en total diez aos, sin que los patriotas
pudieran alcanzar el objetivo de liberar a Cuba de la tirana espaola. A lo largo de
esa primera etapa hubo una gran cantidad de rebeldes fusilados, ms de 2.000
huyeron del la isla y muchos otros murieron en combate.
Una de las causas de la frustracin debe ubicarse en las propias diferencias
dentro del movimiento libertador, que tuvieron especial efecto sobre los logros
militares. El 27 de octubre de 1873, cinco meses antes de morir en una
emboscada, Cspedes fue destituido por acuerdo de la Cmara de
Representantes. Betancourt se convirti en el nuevo presidente de la Repblica en
Armas y comenz a restarle apoyo a las campaas militares de Mximo Gmez,
Antonio Maceo y Calixto Garca, cuyos esfuerzos se concentraban en traspasar el
cerco de Occidente. A la actitud de Betancourt se sumaron otros factores, como el
13
Alarcn de Quesada, Ricardo, Op. cit., p. 31.
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desgaste de las fuerzas rebeldes, la falta de municiones y el fortalecimiento de las
tropas espaolas.
Al no poder avanzar sobre el oeste, la Revolucin no logr boicotear la
principal fuente de poder de los contrarrevolucionarios: la produccin azucarera en
el tringulo formado entre Matanzas, Crdenas y Coln. La zafra de 1873, por
ejemplo, registr una produccin de 775.000 toneladas, 26.000 ms que en 1868.
La llamada Guerra de los Diez Aos, la primera etapa de la lucha
independentista, culmina en 1878 con el Pacto de Zanjn, un armisticio propuesto
por el general espaol Arsenio Martnez Campos, que contara con el rechazo de
Antonio Maceo.
En este contexto aparece Jos Mart (1853-1895) apoyando algunas
acciones conspirativas. Durante la Guerra Grande haba sido condenado a seis
aos de prisin por una carta pro independentista, pero gracias a las influencias
de su padre logr ser trasladado a Espaa y luego liberado bajo el compromiso de
no volver a Cuba. All estudi Derecho y se nutri de los tiempos revolucionarios
que viva la Pennsula. Luego se trasladara a Mxico, y, ms tarde, a Guatemala.
Tras la amnista general de 1878, Mart volvi a la isla, aunque es
nuevamente deportado a Espaa por sus actividades revolucionarias. Decide
establecerse en Nueva York y all comienza una intensa actividad periodstica,
adems de liderar a los exiliados cubanos. Su nombre empieza a recorrer cada
rincn de Nuestra Amrica, no slo como revolucionario, sino tambin como
escritor, periodista y hasta diplomtico en Estados Unidos para varios pases del
subcontinente, entre ellos Argentina.
La labor de Mart fue sumamente significativa para el proceso
independentista cubano porque logr unificar y organizar a las fuerzas
revolucionarias en un ncleo poltico que retom el camino emancipador de 1868:
el Partido Revolucionario Cubano, creado a principios de enero de 1892.
En ese organismo se conjugaron nuevos y viejos combatientes al mando de
Mximo Gmez, como general en jefe del Ejrcito Libertador, y de Antonio Maceo
y Calixto Garca, como lugartenientes generales.
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Luego de un plan frustrado para dirigir tres expediciones a Cuba desde
Estados Unidos, se firm un nuevo proyecto de alzamiento que se ejecutara el 24
de febrero de 1895. Un mes despus del estallido revolucionario, Mart y Gmez
lanzaron el Manifiesto de Montecristi, por el cual se prometa una guerra
civilizadora para crear un pueblo libre, en el trabajo abierto a todos.
Las palabras de Mart en su Testamento poltico dan cuenta de que los
patriotas no slo se enfrentaban a los espaoles. Tambin lo hacan contra al
incipiente imperialismo norteamericano, que ya se haba anexado ms de la mitad
del territorio mexicano: Texas, Nuevo Mxico, California, Colorado, Arizona, Utah y
Nevada.
De esta forma lo expresaba algunas horas antes de su muerte:
Estoy todos los das en peligro de dar mi vida por mi pas, y por mi deber -puesto que lo
entiendo y tengo nimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de
Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza ms,
sobre nuestras tierras de Amrica. Cuanto hice hasta hoy, y har, es para eso. (...)Viv en
el monstruo, y le conozco las entraas; y mi honda es la de David.14
Los revolucionarios, provistos en principio de una fuerza irregular de entre 6
mil y 8 mil hombres, se enfrentaban a un ejrcito de 52 mil espaoles y 19 buques
de guerra al mando, nuevamente, del general Martnez Campos.
Desde un principio, la estrategia espaola consisti en evitar que los
rebeldes cruzaran la vieja lnea que separaba el este del oeste, donde se
concentraba las plantaciones ms riquas del pas. Pero a diferencia de la primera
etapa, los libertadores contaban con el apoyo mayoritario de la poblacin.
Mart, el Apstol de la independencia, muere el 19 de mayo de 1895, al
pie de la Sierra Maestra, mientras combata a las tropas del coronel espaol Jos
Ximnez de Sandoval. Pero su legado revolucionario lo mantendra vivo
eternamente.
14
El Testamento poltico es una carta inconclusa de Mart a su amigo mexicano Manuel Mercado, fechada el 18 de mayo de 1895 en el campamento de Dos Ros. Documento obtenido en el sitio web http://www.cubaminrex.cu/josemarti/jmarti_introd.htm
http://www.cubaminrex.cu/josemarti/jmarti_introd.htm
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Cuatro meses despus, los patriotas se reunieron en Jimaguay, provincia
de Camagey, donde proclamaron la Constitucin de la Repblica en Armas.
Tambin organizaron el Consejo de Gobierno, presidido por Slavador Cisneros
Betancourt, y ratificaron los cargos de Mximo Gmez, Antonio Maceo y Toms
Estrada Palma (agente diplomtico en Estados Unidos).
A fines de octubre, Gmez y Maceo lograron cruzar al oeste con una fuerza
de 1.500 hombres. En slo tres meses consolidaron la guerra en todo el pas,
haciendo temblar a los grandes propietarios azucareros, sobre todo a los
norteamericanos, que enviaron delegados ante Estrada Palma. La respuesta del
diplomtico rebelde fue la siguiente: si Estados Unidos reconoca la beligerancia
seran respetadas la propiedades norteamericanas.
El gobierno no reconoci la guerra y los plantadores crearon milicias
contrarrevolucionarias en alianza con los espaoles. Para esa poca, ya haba
varias compaas norteamericanas instaladas en Cuba que se dedicaban a refinar
el azcar. La mayora haba conformado un trust, Amrican Sugar Refining
Company, y luego se estableci Trinidad Sugar Company. Los estadounidenses
llegaron a tener la central azucarera ms grande del mundo en la isla, conocida
como Constancia. De esta forma, las inversiones de ese pas en Cuba sumaban
unos 50 millones de dlares, incluyendo el suministro de agua y el alumbrado de
La Habana. Estados Unidos no slo era el principal cliente para la isla, sino su
principal importador de bienes de consumo.
Lo cierto es que, despus de La Invasin (sobre el oeste), todo el mundo
tuvo conciencia que el poder de Espaa en Cuba estaba herido de muerte.15 Esto
lo supo tempranamente Martnez Campo, que renunci el 16 de enero de 1896, al
no poder contener los avances de Gmez y Maceo cerca de La Habana. Su
sucesor, Valeriano Weyler, reorganiz a las tropas y reuni a la poblacin en
fortines, tratando de aislar a Maceo. Tal fue su obsesin con el Titn de Hierro
que, en noviembre, Weyler sali personalmente hacia Mariel para asesinarlo.
15
Cometario del historiador cubano Benigno Souza, reproducido en Roig de Leuchsenring, Emilio. Op. cit, p. 134.
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Maceo muere en combate un mes despus y en su lugar Mximo Gmez
designa a Calixto Garca, quien logra tomar varios fortines en la provincia de
Oriente, mientras aqul desarrollaba una campaa de desgaste en el centro de la
isla.
En septiembre de 1897, tras dos aos de lucha, se producen otros cambios
en la organizacin rebelde. En la Asamblea de La Yaya, provincia de Camagey,
se designa como nuevo presidente de la Repblica en Armas a Bartolom Mas.
Las fuerzas revolucionarias haban aumentado considerablemente, gracias
a su prestigio nacional e internacional. Contaban con unos 60 mil hombres, de los
cuales la mitad posea algn tipo de arma. Del lado colonial el nmero de
combatientes tambin haba crecido, sobre todo a partir del perodo de Weyler, El
Carnicero, como lo llamaba la prensa norteamericana. Tuvo a su mando la mayor
cantidad de soldados espaoles de toda Amrica: 260 mil hombres, sin contar a
las milicias contrarrevolucionarias.
La superioridad de fuerzas, sin embargo, no le permiti a Weyler acabar
con la guerra irregular de los cubanos, que haban aprendido de los errores del
pasado y se haban hecho militares en la prctica.
Finalmente, Espaa sustituy a Wayler por el general Ramn Blanco, a
quien le toc anunciar a fines de 1897 la autonoma de Cuba por Real Decreto.
Pero autonoma no significaba independencia.
3.4. Intervencin y ocupacin norteamericana
Desde 1868, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos se haban negado
a reconocer la beligerancia cubana porque el hecho hubiera permitido a los
rebeldes acceder al mercado norteamericano de armas y provisiones en las
mismas condiciones que los espaoles. Segn la poltica trazada por Adams y
Monroe desde 1823, la isla deba caer por s sola en el seno de la Unin, por lo
menos mientras los intereses norteamericanos no se vieran afectados.
Durante mucho tiempo, incluso, Washington se inclin a favor de la
Metrpoli porque el mayor peligro para la Doctrina Monroe no era Espaa, sino en
-
Inglaterra. El presidente Grover Cleveland, temiendo que la guerra causara
prdidas a Estados Unidos, lleg a ofrecer su apoyo militar a la Corona,
ofrecimiento que Espaa rechaz (y lament, posteriormente).
El sucesor de Cleveland, William McKinley, haba apoyado a los cubanos
durante su campaa, pero como presidente sigui la lnea de sus antecesores.
Cuando se proclam el Real Decreto de autonoma cubana, McKinley pidi a la
opinin pblica de su pas que le diera una nueva oportunidad al gobierno espaol
para que logre la condicin indispensable de paz justa.
Sin embargo, unos meses despus la situacin cambi radicalmente. A
fines de 1897, el cnsul estadounidense en La Habana, Fitzhugh Lee, inform a su
gobierno que, en el marco de las protestas contra la autonoma, se preparaba una
supuesta conspiracin antinorteamericana, que podra afectar las vidas y las
propiedades de sus conciudadanos en la isla. Como respuesta, McKinley envi al
acorazado Maine en misin de seguridad, con una tripulacin de 350 hombres.
La noche del 15 de febrero de 1898, un fuerte estruendo seguido de varias
explosiones conmocionaron a la ciudad de La Habana. Se trataba del Maine,
cuya proa se haba hundido en el puerto totalmente destruida. En total, murieron
266 tripulantes, entre ellos tres oficiales.
Al da siguiente, el secretario adjunto de la Marina norteamericana,
Theodore Roosevelt, un tenaz partidario de la intervencin, culp a los espaoles
por la voladura y la defini como un acto de sucia traicin. El mismo discurso fue
adoptado por varios peridicos de Estados Unidos, en especial los de William
Randolph Hearst, que volcaron a la opinin pblica de su pas en favor de la
intervencin militar en Cuba.
Se publicaron todo tipo de artculos, testimonios, noticias, cartas de adolescentes y otros
escritos que aumentaban la atmsfera belicista contra Espaa, entre ellos un clebre
trabajo del famoso Buffalo Bill titulado Cmo podra expulsar a Espaa de Cuba con treinta
mil indios bravos.16
16
Pelez, Orfilio. La manipulacin meditica del hundimiento del Maine fue imprescindible para preparar a EEUU para la guerra en 1898. Antecedente del poder meditico?, Rebelin, 17 de marzo de 2003, sitio web:http://www.rebelion.org/
http://www.rebelion.org/
-
Las acusaciones se cruzaron entre Espaa y Estados Unidos, y hasta se
cre una comisin investigadora para resolver el hecho. La responsabilidad del
hundimiento del Maine sigue siendo an un misterio, pero fue el pretexto que le
permiti a Estados Unidos tomar parte activa de la guerra en Cuba, cuando las
fuerzas rebeldes ya haban acabado, practicamente, con los espaoles.
El 11 de abril, McKinley pide al Congreso poderes especiales para intervenir
en la isla, pero sin reconocer la independencia ni la beligerancia de los
libertadores:
Si hiciramos tal reconocimiento, tendramos, en el caso de intervenir en Cuba, que
someter nuestra conducta a la aprobacin o desaprobacin de dicho gobierno; tendramos
que someternos a su direccin, asumiendo el rol de nuevo aliado amistoso.17
El Congreso, por su parte, emite el 19 de abril una resolucin conjunta del
Senado y la Cmara de Representantes en la que reconoce la independencia de
Cuba, pero no las instituciones creadas por los rebeldes. McKinley la aprueba al
da siguiente.
El 10 de mayo, el Consejo de Gobierno de la Repblica en Armas,
archivando el Testamento poltico de Mart, acepta el compromiso de
cooperacin firmado entre Estrada Palma y McKinley para combatir a los
espaoles. A partir de entonces, y durante seis dcadas, el destino de Cuba sera
determinado por Estados Unidos.
En pocos meses las fuerzas aliadas lograron vencer las ltimas resistencias
coloniales, pero fueron los norteamericanos quienes redactaron el pliego de
condiciones para aceptar la rendicin enemiga. Estados Unidos sera una especie
de gua para el establecimiento de un gobierno cubano independiente. Al
mismo tiempo, Espaa deba renunciar a todos sus derechos sobre Puerto Rico y
las islas Guam, cedindolas a la Unin como indemnizacin de guerra. La
Metrpoli acept las condiciones en agosto y el 10 de diciembre firmaron el
Tratado de Paz en Pars.
17
Citado en Roig de Leuchsenring, Emilio. Op. cit, pg. 247.
-
Pero esas no fueron las nicas conquistas. Estados Unidos tambin
consigui ocupar las Filipinas y anexarse la isla de Hawai. Uno de los grandes
beneficiados fue Theodore Roosevelt, quien gracias a su participacin en la guerra
contra Espaa se convirti en gobernador de Nueva York. Aos ms tarde sera el
principal protagonista de lo que Eduardo Galeano llam la amputacin del
territorio colombiano de Panam, para construir y controlar el canal interocenico.
Desde el 1 de enero de 1899, el gobierno militar norteamericano que
ocup Cuba se encargara, en complicidad con Estrada Palma, de desarmar al
Ejrcito Libertador y de disolver su principal organizacin, el Partido
Revolucionario Cubano.
Inmediatamente despus comenz el despojo territorial y econmico, bajo
la proteccin de un ejrcito de 50 mil marines. As planteaba McKinley su visin
sobre el futuro de Cuba ante el Congreso, el 5 de diciembre de 1899:
La nueva Cuba que ha de surgir de las cenizas del pasado, tiene que estar necesariamente
ligada a nosotros por vnculos especiales de intimidad y fuerza (...) Nuestra misin, para
cuyo cumplimiento le declaramos la guerra a Espaa, no se cumple soltando una
comunidad dbilmente organizada (...), cuya riqueza y abundantes recursos naturales
suelen compensarse mediante la deficiencia de su organizacin poltica y las coyunturas
que se repiten para las rivalidades internas, que propenden a minar sus fuerzas y a disipar
sus energas.18
El 25 de julio de 1900, el gobernador norteamericano, general Leonard
Wood, convoc a una asamblea constituyente que debera redactar la Carta
Magna de Cuba e incluir en la misma un acuerdo de futuras relaciones con el
gobierno de Estados Unidos. Pero los constituyentes se negaron a incluir una
clusula propuesta por el secretario de Guerra de McKinley, Elihu Root, por la cual
Estados Unidos conservara el derecho de intervencin para preservar la
independencia de Cuba y de establecer bases navales en el territorio.
18
Roig de Leuchsenring, Emilio. La lucha cubana por la repblica, contra la anexin y la Enmienda Platt (1899-1902), La Habana, Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, 1952, pp. 101-102
-
La negativa cubana durara poco. El senador Orville Platt recogi la
sugerencia de Root y la present ante el Congreso, en donde obtuvo aprobacin
definitiva el 1 de marzo de 1901, con el nombre de Enmienda Platt. Hubo
protestas en las calles de La Habana al da siguiente, pero no lograron conmover
a McKinley que sancion la disposicin parlamentaria durante esa misma jornada.
Luego, Wood le comunic a la Asamblea Constituyente que la Enmienda
deba incluirse sin modificaciones y que, slo de esa forma, Estados Unidos
levantara la ocupacin de la isla. El 25 de mayo, la Asamblea aprob la
Enmienda, aunque con algunas aclaraciones que no aceptaron los
norteamericanos. Volvi a ser tratada el 12 de junio y, sin debate, se aprob por
16 votos contra 11, segn las exigencias del Norte.
A travs de la Enmienda Platt, Estados Unidos se reservaba el derecho de
intervenir en los asuntos de Cuba cuando lo creyera conveniente, de prohibir la
firma de tratados y la obtencin de crditos, y de establecer bases militares en la
isla.
En el terreno econmico, la situacin norteamericana no era menos
ventajosa. Sus inversiones en Cuba superaban los 100 millones de dlares, la
mayor parte concentradas en la industria del tabaco y el azcar. Adems, ya se
haban instalado la United Fruit Company, American Tobacco Company y la
Cuban American Company, que no paraban de acumular capital y de expandirse
sobre suelo cubano.
En mayo de 1902 asume el presidente de la repblica neocolonial, Toms
Estrada Palma, mientras que el Congreso Nacional hace uso de sus facultades
limitadas.
3.4.1. El neocolonialismo
Durante la primera mitad del siglo XX, todos los asuntos internos de Cuba
estuvieron regidos, directa o indirectamente, desde Washington. Ningn gobierno
cubano poda vivir permanentemente sin el reconocimiento diplomtico
norteamericano, afirm el economista estadounidense John Dalton en 1937. Esta
-
situacin era matizada con la idea de que los cubanos tenan una deuda con
Estados Unidos por su independencia.
El dominio sobre la isla no slo estaba asegurado por las disposiciones
jurdicas de la Enmienda Platt. Durante el gobierno de Estada Palma se firm un
tratado comercial de reciprocidad con el vecino del Norte que min las bases de
la vieja economa colonial y afianz la dependencia al monocultivo y a los
productos manufacturados made in USA.
En el fondo, el tratado de reciprocidad aseguraba a los inversores norteamericanos en
Cuba el desenvolvimiento de la industria azucarera que pensaban extender sobre bases de
una rentabilidad asegurada con la venta del producto en los Estados Unidos. A la vez,
permita a los industriales exportadores de los Estados Unidos el dominio total del
incipiente mercado cubano sin posibilidad de competencia. Al mismo tiempo cortaba
drsticamente todo intento cubano de diversificar la industria nacional y la agricultura.19
Las inversiones crecieron rpidamente hasta el punto de llegar a los 1500
millones de dlares en 1929, las ms altas de Estados Unidos a nivel mundial.
Pero esto no significaba prosperidad para la poblacin de isla, ya que ese capital
giraba en torno a la industria azucarera, que concentraba el 30 por ciento del
ingreso nacional.
Las consecuencias de esta estructura se sintieron con fuerza durante la
crisis de la dcada de 1930, cuando hubo una interrupcin momentnea de la
penetracin econmica norteamericana. Se sucedieron huelgas y los conflictos
entre los movimientos populares de obreros y estudiantes, y la oligarqua
terrateniente representada en el dictador Gerardo Machado, quien haba
ascendido al poder en 1925.
Fueron aos turbulentos en los que dominaron los intentos insurreccionales
y la represin estatal. En 1933, cuando la situacin se encaminaba hacia la guerra
civil, el flamante presidente norteamericano, Franklin D. Roosevelt, envi como
embajador a La Habana a uno de sus viejos amigos, Summer Welles, con
19
Rodrguez, Carlos R. Cuba en el trnsito al socialismo, 1959-1963, Mxico D.F., Siglo XXI, 1978, p. 18.
-
instrucciones precisas para establecer negociaciones entre Machado y la
oposicin.
Pero la permanencia del dictador fue insostenible. A mediados de agosto de
ese mismo ao, Machado huy del pas con cinco revlveres, siete maletas de
oro y cinco amigos en pijamas20.
Por esa poca comenz a gravitar en la vida poltica cubana un sargento
taqugrafo, Fulgencio Batista, que se ascendi a s mismo al rango de coronel
luego de la conspiracin de los sargentos de septiembre de 1933. Este
movimiento militar precipit la cada del Carlos Manuel de Cspedes, el presidente
que haba puesto Welles en reemplazo de Machado. De ah a la jefatura del
Ejrcito slo hubo un paso.
Batista se encarg de tejer excelentes relaciones con Estados Unidos y la
oligarqua cubana. Welles lleg a definirlo como la nica persona en Cuba que
representaba la autoridad. A partir de 1934, incluso, lleg a hacerse cargo del
gobierno a travs de un presidente que poda manejar a su antojo, el coronel
Carlos Mendieta.
Ese ao se fijaron las nuevas relaciones comerciales entre Washington y La
Habana, que determinaran la poltica azucarera hasta 1959, totalmente dirigida
hacia Estados Unidos. El acuerdo tambin ataba a Cuba a las mercancas
norteamericanas en forma mucho ms estrecha que antes, terminando as con un
breve perodo de sustitucin de importaciones.
Tambin fue suscripto un tratado complementario por el cual se anulaba la
Enmienda Platt, a excepcin de las clusulas correspondientes a la base naval de
Guantnamo, que seguira siendo arrendada por Estados Unidos a cambio de un
pago anual de 2.000 dlares en oro. En realidad, se trat de una anulacin
aparente porque en la Constitucin cubana de 1934 se contempl el derecho
norteamericano de intervenir militarmente.
En 1940 se proclama una nueva Carta Magna que inclua importantes
reivindicaciones populares, como la lucha del Estado contra el desempleo y el
20
Thomas, Hugh. Cuba: La lucha por la libertad (1762-1970), Tomo II, Barcelona Mxico DF, Grijalbo, 1973, p. 818.
-
establecimiento de un seguridad social obligatoria, indemnizacin, pensiones,
salario mnimo, jornada laboral de 8 horas y vacaciones.
Poco despus se realizaron elecciones generales y Batista se convirti en
presidente con el apoyo de la Unin Revolucionaria Comunista21. Esta coalicin
gener serios roces entre comunistas y otras tendencias progresistas de Cuba,
divisin que durara alrededor de 20 aos.
A Batista le toc gobernar en plena Segunda Guerra Mundial, situacin
internacional que fue favorable para la economa cubana por la escasez mundial
de azcar. Las zafras fueron en aumento desde 1941 hasta llegar a las cinco
toneladas en 1944, a un valor de 330 millones de dlares. La coyuntura
internacional tambin fue pretexto para afianzar los acuerdos militares con la Casa
Blanca y para ceder el territorio como base de operaciones contra los enemigos
del Eje.
El historiador Hugh Thomas retrata as el fin de ese perodo:
Batista dej el cargo convertido en un hombre con una fortuna que se estimaba en 20
millones de dlares. Adems, haba facilitado que, con Enmienda Platt o sin ella, el
gobierno de Estados Unidos siguiera siendo el verdadero amo de la economa cubana.22
3.5. Hacia el Moncada
En 1951 todos los pronsticos electorales le daban la victoria al Partido
Ortodoxo de Eduardo Chibs, un dirigente opositor que se haba convertido en la
expresin ms firme del momento contra la corrupcin estatal y a favor de las
reformas sociales que reclamaban los sectores ms pobres. En las filas de esta
fuerza partidaria se encontraba el joven abogado Fidel Castro Ruz, quien haba
tenido una intensa vida poltica durante su carrera universitaria.
Sin embargo, a mediados de ese ao Chibs se suicida en el marco de una
polmica con funcionarios del gobierno de Carlos Pro. El ministro de Educacin,
21
As se llamaba el Partido Comunista que, a partir de 1944, se transform en el Partido Socialista Popular. 22
Thomas, Hugh. Op. cit., pp. 956-957.
-
Aurelio Snchez Arango, acus al lder de la ortodoxia de difamador y apstol
de la mentira, desafindolo pblicamente a presentar pruebas que ratificaran sus
denuncias de corrupcin.
Chibs entr en el juego de Snchez Arango, pero slo pudo obtener
pruebas que incriminaban a un socio de aqul, Mario Artesiano. El 5 de agosto,
Chibs se dirigi a los cubanos a travs de la radio CMQ:
Camaradas de la ortodoxia, adelante! Por la libertad econmica, la libertad poltica y la
justicia social. Echemos a los ladrones del gobierno! Pueblo de Cuba, levntate y anda!
Pueblo de Cuba, despierta! Este es un ltimo aldabonazo a tu puerta!23
Estas fueron sus ltimas palabras antes de dispararse un balazo en el
estmago, cuya herida le caus la muerte diez das despus.
El Partido Ortodoxo sigui su carrera electoral, ahora de la mano de
Roberto Agramonte, primo de Chibs, y con el apoyo de los comunistas, que
controlaban un importante sector de la clase obrera. El candidato del Partido
Autntico era Carlos Heva, un vocero de la oligarqua terrateniente local que tena
estrechos vnculos con la Compaa de Ron Bacard. Fulgencio Batista tambin
haba anunciado su candidatura.
Sin embargo, las elecciones no llegaran concretarse. Ante las escasas
posibilidades de triunfo, Batista decide aceptar la propuesta de un grupo de
oficiales de las Fuerzas Armadas y, el 10 de marzo de 1952, lidera un golpe de
Estado que lo coloca nuevamente en el poder. En su mensaje ante la poblacin,
Batista asegur que acabara con el rgimen de sangre y corrupcin que ha
destituido instituciones y que llamara a elecciones en el plazo de un ao, pero no
cumpli ninguna de sus promesas. La dictadura que se implant aquel da no slo
sera ms corrupta que cualquier otro gobierno anterior, sino tambin el rgimen
ms criminal: alrededor de 20.000 cubanos moriran a lo largo de la tirana
batistiana.
Desde un primer momento, Fidel Castro se opuso al golpe e hizo todo lo
que estuvo a su alcance para restaurar el rgimen constitucional. El mismo 10 de
23
dem, p. 998.
-
marzo ayud a repartir armas entre los estudiantes y unos das despus distribuy
un texto que llamaba a la movilizacin contra la dictadura. Tambin, como
abogado, le envi a Batista una carta condenatoria e interpuso una querella ante
el Tribunal de Garantas Constitucionales, reclamando que se tomaran acciones
inmediatas por crmenes contra la Constitucin.
Recordando aquella etapa en una entrevista con Frei Betto, Castro relata
que su prioridad en ese momento era liquidar el golpe de Estado de Batista, para
lo cual comenz a organizar a un grupo de compaeros de la Juventud Ortodoxa.
Primero trato de crear un pequeo peridico tirado en mimegrafo, y algunas estaciones de
radio clandestinas contina Castro- (...); despus s nos volvimos verdaderos
conspiradores, y empezamos a organizar los primeros ncleos para lo que suponamos la
lucha unida de todos los partidos y de todas las fuerzas. (...) Me volv un cuadro
profesional. Ese movimiento empieza teniendo un cuadro profesional que soy yo, uno solo.
A decir verdad tuvimos un cuadro profesional hasta el Moncada, uno solo, y en los ltimos
das Abel (Santamara); dos cuadros en el ltimo mes. Nosotros organizamos ese
movimiento en 14 meses. Alcanzamos a tener 1.200 hombres. Uno por uno habl con
ellos, organic cada clula, cada grupo, los 1.200!24
El plan de aquel movimiento era atacar simultneamente dos cuarteles con
el fin de conseguir armas y encender la mecha de un levantamiento general contra
Batista. Los dos cuarteles eran el Moncada, en Santiago de Cuba, y el Carlos
Manuel de Cspedes, en Bayamo. Para el primero se haban dispuesto 134
hombres, incluido Fidel, mientras que para el segundo unos 30. El plan del
Moncada contemplaba la toma del Palacio de Justicia, a cargo de Ral Castro, y
del hospital civil de la ciudad, en manos de Abel Santamara.
Ambos grupos contaran con el factor sorpresa y con un da de ataque que
les era favorable. Se eligi el amanecer del 26 de julio de 1953 porque los
cuarteles estaran repletos de oficiales cansados por los festejos del carnaval de
Santiago, previsto para el 25.
Las operaciones del Palacio de Justicia y del Hospital tuvieron xito, pero
en el Moncada se perdi el factor sorpresa y se dio la voz de alarma antes de que
24
Betto, Frei. Fidel y la religin, La Habana, SI-MAR, 1994, p. 155.
-
los rebeldes pudieran controlar el cuartel. Fidel trat de reagrupar a sus hombres
sin xito, y termin por dar la orden de retirada al verse enfrentado, en clara
desventaja, contra una fuerza de 1.000 hombres bien armados. El ataque de
Bayamo corri la misma suerte.
Un pequeo grupo que haba escapado con Fidel y otro que fue a su
encuentro decidieron continuar la lucha y se replegaron en la Sierra Maestra, en
las proximidades de Santiago. Pero varios factores estuvieron en contra en aquella
oportunidad: el desconocimiento del terreno, la inexperiencia militar y la mala
comunicacin con los otros combatientes.
Las informaciones que salan del gobierno hablaban de insurrectos
excelentemente entrenados que haban asesinado a sangre fra a varios pacientes
del hospital civil. Tambin se deca que alrededor de 70 rebeldes haban cado en
los enfrentamientos con las tropas oficiales. Todos estos comunicados falsos
crearon un fuerte estado de confusin en la poblacin de Santiago y el odio de los
soldados.
Lo cierto es que, de los 160 jvenes que finalmente participaron en los
ataques, nueve murieron en la lucha, otros lograron escapar y ms de la mitad
fueron capturados durante los das 26 y 27 de julio. De estos ltimos, 70 fueron
torturados y luego fusilados, entre ellos Abel Santamara. Las bajas del Ejrcito se
contabilizaron en 3 oficiales y 16 soldados.
Por su parte, Fidel Castro cay el 1 de agosto, mientras descansaba en
una choza de la Sierra.
Antes de que despertramos cuenta Fidel-, lleg una patrulla de soldados, penetra en el
boho y nos despierta con los fusiles sobre el pecho (...) Ocurre entonces una casualidad
increble. Haba un teniente negro llamado Sarra (...), el teniente interviene y dice: No
disparen, no disparen, presiona a los soldados, y mientras deca esto, en voz ms baja
repeta: No disparen, las ideas no se matan, las ideas no se matan. (...) Cuando hemos
caminado unos pasos, yo, que he visto la actitud de aquel hombre, del teniente, lo llamo y
le digo: He visto el comportamiento suyo y no lo quiero engaar, yo soy Fidel Castro. Me
dice l: No se lo diga a nadie, no se lo diga a nadie.25
25
dem, pp. 167-169.
-
No sera la ltima vez que ese teniente salvara la vida de Fidel Castro.
Antes de llegar a Santiago de Cuba, Sarra recibe la orden de llevar a los
prisioneros al cuartel ms cercano, pero aqul desobedece y los pone a
disposicin de la Justicia civil.
Pronto los cubanos comenzaron a enterarse de las torturas y los asesinatos
perpetrados por Batista. Primero fue un rumor que circul de boca en boca y,
finalmente, el 2 de agosto, la revista Bohemia public una gran cantidad de fotos
que probaban que los rebeldes no haban muerto en combate.
En octubre los 20 sobrevivientes del Moncada fueron juzgados y
condenados a largas penas de prisin en la Isla de Pinos26. Fidel Castro
aprovech el proceso para pronunciar su famoso alegato de autodefensa, La
historia me absolver, en el que revel los crmenes de Batista y fundament el
derecho de rebelin contra cualquier forma de tirana. El ltimo prrafo del alegato
deca:
S que la crcel ser dura como no lo ha sido nunca para nadie, preada de amenazas, de
ruin y cobarde ensaamiento, pero no la temo, como no temo la furia de tirano miserable
que arranc la vida a setenta hermanos mos. Condenadme, no importa, la historia me
absolver.27
3.6. El Movimiento 26 de Julio
El alegato fue impreso y distribuido clandestinamente como parte de una
campaa nacional por la amnista de los prisioneros del Moncada. El nombre de
Fidel Castro empez a circular por cada rincn de la isla, mientras en la crcel de
la Isla de Pinos se trazaban las primeras bases de un movimiento civil o
revolucionario que aspirara a conquistar el poder.
Por su parte, Batista se senta consolidado en su puesto, a pesar de los
problemas econmicos que comenzaban florecer a causa del descenso del precio
26
Actualmente es la Isla de la Juventud. 27
Castro, Fidel. La historia me absolver, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1985, p. 191.
-
internacional del azcar. Ratific su amistad con Estados Unidos en pocas de
Guerra Fra, dando muestras de convicciones y medidas anticomunistas, y se
lanz en busca de la legalizacin de su rgimen. As anunci elecciones para el 1
de noviembre de 1954 en la que participara como principal candidato.
Batista gan sin opositores en una eleccin que cont con menos del 50 por
ciento del electorado. Poco despus de asumir, en febrero de 1955, recibi la
visita del entonces vicepresidente norteamericano, Richard Nixon, y luego se
reuni con el jefe de la CIA, Allen Dulles.
Con estos vnculos consolidados, Batista decidi ceder a los reclamos
sociales y declar en abril la amnista de los presos del Moncada. El 15 de mayo,
Fidel Castro, su hermano Ral y el resto de los sobrevivientes quedaron en
libertad.
Unos meses despus Castro decide viajar a Mxico para organizar la
Revolucin, pero antes dejara formado el Movimiento 26 de Julio (M26J). En su
Mensaje al Congreso de Militantes Ortodoxos, del 16 de agosto de 1955, explica la
naturaleza de la organizacin:
El Movimiento Revolucionario 26 de Julio no constituye una tendencia dentro del Partido:
es el aparato revolucionario del chibasismo, enraizado en su tarea de llevarlo a la prctica.
Y luego, en marzo de 1956, dira:
(...) es la Ortodoxia sin una Direccin de terratenientes al estilo de Fico Fernndez Casas,
sin latifundistas azucareros, al estilo de Gerardo Vzquez; sin especuladores de bolsa, sin
magnates de la industria y el comercio, sin abogados de grandes intereses, sin caciques
provinciales, sin politiqueros de ninguna ndole; lo mejor de la Ortodoxia est librando junto
a nosotros esta hermosa lucha, y a Eduardo Chibs le brindaremos el nico homenaje
digno de su vida y su holocausto: la libertad de su pueblo, que no podrn ofrecerle jams
los que no han hecho otra cosa que derramar lgrimas de cocodrilo sobre su tumba.28
En las filas del M26J haba algunos ex moncadistas, pero la mayora de sus
militantes eran nuevos partidarios que ocuparan puestos claves en la Revolucin.
28
Castro, Fidel. (2003, julio-diciembre) El Movimiento 26 de Julio, Revista de la Biblioteca Nacional Jos Mart, Ao 94, No. 3-4.
-
En esta primera camada se ubican, entre otros, Frank Pas, Enrique Oltuski,
Armando Hart y Carlos Franqui, encargados de consolidar el movimiento en Cuba.
Mientras tanto, durante su exilio en Mxico, Fidel Castro reclut algunos
instructores con experiencia revolucionaria, como Alberto Bayo, ex republicano de
la guerra civil espaola, y comenzaron los entrenamientos militares en septiembre
de 1955.
Unos meses despus, en ese mismo pas, se produce el primer contacto
entre Fidel y Ernesto Che Guevara en la casa de la exiliada cubana Mara
Antonia Gonzlez. El Che vena de un largo peregrinaje por Amrica Latina que le
haba permitido vivir las duras injusticias del continente. En Guatemala, antes del
derrocamiento de Jacobo Arbenz en manos de la CIA, conoci al moncadista
Antonio Nico Gmez y, a travs de ste, a Fidel.
El 24 de junio de 1956, Castro, el Che y otros 22 revolucionarios fueron
descubiertos por la polica mexicana y arrestados durante un mes por conspirar
contra otro pas. El tiempo se les acababa; era preciso pasar ahora a la fase final.
Los ltimos entrenamientos se realizaron en la casa de otra exiliada, Teresa
Casuso. Castro, por su parte, se encarg de conseguir un medio de transporte que
los llevara a Oriente, la misma provincia donde Mart haba comenzado a luchar 60
aos antes. Compr un yate, el Granma.
3.7. La guerra revolucionaria
Con la polica mexicana pisndoles los talones, los revolucionarios le
pusieron fecha a la expedicin libertadora. Saldran de Tuxpan el 25 de noviembre
de 1956, en coordinacin con Frank Pas, a quien se le haba encargado organizar
un levantamiento en Santiago de Cuba para apoyar el desembarco.
El Granma zarp con 82 hombres a bordo, de los cuales 20 eran ex
combatientes de los ataques del 53. Entre los nuevos cuadros estaban Camilo
Cienfuegos y el Che, adems de otros tres extranjeros: un italiano, un mexicano y
un dominicano. Al frente, como comandante, se ubicaba Fidel, seguido en la lnea
-
jerrquica por Ral Castro, Juan Almeida y Jos Smith, a cargo de unos 20
hombres cada uno.
Pas pudo dirigir con xito el estallido en Santiago con unos 300 hombres
que atacaron la jefatura de polica, el edificio de la aduana y las oficinas del
puerto. Por su parte, otro grupo de hombres se lanz sincronizadamente sobre la
crcel de Boniato para liberar a unos cuantos presos polticos. El alzamiento se
prolong durante dos das, a partir del 30 de noviembre, con el apoyo de una
huelga general de 24 horas.
Pero el Granma no lleg a tiempo y la accin conjunta termin siendo un
fracaso. Fidel desembarc recin el 2 de diciembre en un lugar que no se ajustaba
a lo planeado. En vez de llegar a Niquero, terminaron en Playa de lo Colorados, un
punto poco propicio para el desembarco por las desventajas del terreno.
De todas formas, los expedicionarios tomaron las armas y municiones que
pudieron y comenzaron a avanzar hacia la Sierra Maestra, la zona ms salvaje de
la isla. Mientras tanto, el gobierno intentaba desmoralizar a los seguidores de Fidel
con informaciones falsas acerca de su desembarco y posterior muerte en combate
con las tropas del Ejrcito.
El 5 de diciembre, sin embargo, los rebeldes protagonizaran un segundo
contratiempo, luego de ser traicionados por la persona que los guiaba a la Sierra.
Las fuerzas de Batista los sorprendieron en un caaveral de Alegra del Pino y,
luego del ataque, qued un pequeo nmero de revolucionarios dispersos. En esa
oportunidad murieron alrededor de 24 hombres y muchos otros cayeron como
prisioneros.
Fidel haba quedado por un lado con dos hombres, Universo Snchez y
Faustino Prez. Ral pudo reunirse con tres compaeros y Camilo, en otra parte,
se encontr con dos. El Che haba sido herido y se encontraba al mando de cuatro
combatientes. Ms tarde, la columna de Guevara intercept a la de Calixto
Morales, que iba acompaado de cuatro hombres.
Castro fue el primero en llegar a la Sierra Maestra, ayudado por el hijo de
un campesino que se uni al grupo (Guillermo Garca). Un camionero fidelista,
Cerscencio Prez, ayud a reunir a los expedicionarios que quedaban y as fueron
-
reagrupndose las columnas de Ral, Almeida, Guevara y Camilo. Cuando
finalmente se encontraron con Fidel, el grupo sumaba, en total, 12 combatientes.
Con la ayuda de Prez y la incorporacin de nuevos hombres, las fuerzas
rebeldes comenzaron la etapa de reorganizacin. Fidel envi a uno de sus
cuadros a La Habana para que restableciera los contactos con la guerrilla urbana
del M26J y consiguiera armas.
Por su parte, Batista increment la represin en cada rincn de la isla,
logrando conmocionar a la opinin pblica de su pas. Entonces, las torturas y los
fusilamientos extrajudiciales se hicieron cada vez ms frecuentes, sobre todo a
partir de la suspensin de las garantas constitucionales, el 15 de enero de 1957.
En medio de esta situacin, los rebeldes de la Sierra se prepararon para
ejecutar su primera accin. A fines de ese mes, el MJ26 tom sin ninguna baja el
cuartel de La Plata, victoria que le permiti a Fidel desmentir las versiones del
gobierno que lo daban por muerto. All, los rebeldes tambin aumentaron su
arsenal y liberaron a los campesinos que se encontraban prisioneros.
Se sucedieron algunos combates importantes a lo largo de 1957, tanto en la
Sierra como en las ciudades. As se produjo el ataque del cuartel El Uvero, en
mayo, seguido de sabotajes y huelgas que causaron enormes prdidas
econmicas a Batista.
Los arrestos y las torturas tambin desencadenaron profundas
contradicciones entre la oficialidad de la Marina. Un sector de estos militares se
amotin en la base naval de Cienfuegos, con intenciones de derrocar al gobierno.
El alzamiento fracas, pero dej una profunda grieta en las Fuerzas Armadas. Los
prisioneros padecieron torturas, fusilamiento y muchos heridos fueron enterrados
con vida, segn denunci entonces el secretario general de la Asociacin Mdica
Mundial, doctor Luis Bauer.
A esa altura, Fidel Castro haba logrado llamar la atencin de la prensa
norteamericana. Quines eran aquellos jvenes que se atrevan a desafiar a
Batista y a reclamar soberana poltica e independencia econmica? Quin era
Castro? El New York Time envi a uno de sus periodistas para averiguarlo.
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De esta forma, Hebert Matthews logr una entrevista en las montaas con
el lder revolucionario, el 17 de febrero de 1957.
La personalidad de este hombre escribi Matthews el 24 de febrero- es arrolladora. Una
persona educada, un fantico consagrado, un hombre de ideales, valiente y con nobles
dotes de mando (...), daba la impresin de ser invencible.29
El prestigio internacional de los rebeldes se amalgamaba con la cada vez
mayor simpata de la clase media cubana. Mientras tanto, entre los campesinos y
el M26J ya haba empezado un proceso de confianza y aprendizaje mutuo que fue
el primer paso hacia la Reforma Agraria. Batista trat, sin xito, de contrarrestar
este avance revolucionario, ordenando evacuaciones masivas de campesinos en
la Sierra, con el objetivo de dejarlos aislados. Pero, en realidad, no hizo ms que
ampliar el campo de accin de la guerrilla.
Los acontecimientos de 1958 seran decisivos para dirigir la lucha hacia el
triunfo revolucionario. El 21 de febrero, Fidel Castro firma el primer decreto de la
Sierra, declarando territorio liberado a una parte de la provincia de Oriente. All, el
M26J contaba con un peridico para tareas de propaganda, Cubano Libre, y a
los pocos das comenz a emitir Radio Rebelde.
En marzo, Fidel Castro crea otras dos columnas guerrilleras, comandadas
por Ral Castro y Juan Almeida, para abrir nuevos frentes de combate en la
provincia30. Al mismo tiempo, la Direccin Nacional del M26J emite un manifiesto
llamando a la huelga general revolucionaria para el 9 de abril, la cual sera
apoyada con las armas.
Sin embargo, la accin no fue respaldada por la Central de Trabajadores de
Cuba (CTC), cuyos dirigentes apoyaban al gobierno, ni por los gremios que
controlaban los comunistas, y la huelga se convirti en un trgico fracaso. En la
Habana hubo casi 100 muertos y en Santiago alrededor de 30.
Luego de este revs, Fidel Castro y el Partido Comunista comienzan a limar
viejas asperezas y, por fin, se produce un acercamiento formal de ambas fuerzas.
29
Thomas, Hugh. Op. cit., p. 1181 30
Estas dos columnas se sumaron a las seis existentes hasta el momento. Al frente de cada una de ellas estaban Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, Cerscencio Prez, el Che Guevara, entre otros.
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Tambin empiezan negociaciones con los partidos de la oposicin, reunidos en la
llamada Resistencia Cvica.
Mientras tanto, Batista, aprovechando el fracaso de la huelga general,
decidi lanzar, la Operacin Verano, su nica gran ofensiva sobre la Sierra
Maestra. Se trataba de una accin que movilizara a 17 batallones, un total de
10.000 hombres, con apoyo areo, naval y de la Guardia Rural. El objetivo sera
aislar a Castro y reducir su campo de operaciones para luego derrotarlo en un
asalto final.
Pero esa fue slo la intencin, porque los rebeldes consiguieron muy pronto
dominar la lucha a pesar de la desventaja numrica de fuerzas. No slo se movan
ms rpido y eficazmente que las tropas de Batista, sino que tambin
aprovecharon cada error del enemigo. En uno de los combates Fidel se apoder
del equipo de radio de un batalln, junto con las claves del lenguaje cifrado que
utilizaba el Ejrcito, sin que ste lo advirtiera durante un mes. Los rebeldes
contaron, de esta forma, con las posiciones exactas del enemigo.
Despus de varios combates, que se desarrollaron a lo largo de dos meses,
las columnas del M26J lograron provocar la retirada de las tropas batistianas.
Inmediatamente, se planearon tres nuevas operaciones para llevar la guerrilla al
otro extremo de Cuba. Fidel se encargara de rodear a Santiago de Cuba, el Che
tomara el control del centro de la isla para cortar las comunicaciones y Camilo ira
al este. Guevara y Cienfuegos partieron juntos. Castro, por su parte, continu las
negociaciones con la Resistencia Cvica y los comunistas.
El 20 de noviembre, con el objetivo de Santiago, Fidel dirige la batalla de
Guisa, donde se enfrenta a 5.000 soldados de Batista con tan slo 200 rebeldes.
Poco despus se uni la columna de Ral, con consecuencias demoledoras para
el enemigo. Por su parte, el Che y Camilo iban tomando cada pueblo que se
cruzaba en su paso.
Las trasnacionales norteamericanas ya no apostaba por la continuidad de
Batista, pero tampoco queran un gobierno con Castro a la cabeza. El gerente de
la petrolera Esso, G.W. Potes, deca que las declaraciones del M26J le hacan
acordar a las de Arbenz, mientras que Kennet Redmond, presidente de la United
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Fruit, exiga ayuda de Washington para que le aseguraran la cosecha de azcar
de Oriente.
Para mediados de diciembre la ciudad de Santiago de Cuba estaba
rodeada. Cienfuegos lanz el 22 de diciembre, con xito, un ataque a gran escala
sobre Yaguajay, al norte de la provincia de Las Villas. Mientras tanto, el Che tena
prcticamente controlado todo el centro de la isla: logr ocupar Sancti Spiritus y
Remedios, dejando aislada a la capital de Las Villas, Santa Clara, que cay el 1
de enero de 1959.
Fulgencio Batista huy del pas ese mismo da, a las 3 de la madrugada,
luego de entregarle el poder al general Eulogio Cantillo. El dictador parti hacia la
Repblica Dominicana con otras 40 personas y alrededor de 400 millones de
dlares.
3.8. El gobierno revolucionario
Horas despus de la huida de Batista, Fidel Castro toma la ciudad de
Santiago y por la noche pronuncia un discurso ante una enorme multitud. Camilo y
el Che parten hacia La Habana, donde al da siguiente se haran cargo de los
cuarteles generales de las Fuerzas Armadas, La Cabaa y el Campamento
Columbia. Luego de detener a Cantillo, Cienfuegos se dirige a Santiago para
acompaar a Fidel en su trayecto hasta La Habana.
El 5 de enero, el jurista Manuel Urrutia y el doctor Mir Cardona, miembros
de la Resistencia Cvica, asumieron como presidente y primer ministro,
respectivamente. Cuando lleg Fidel a la capital cubana, el da 8, una nueva
multitud festej con eufrica alegra su entrada a la ciudad y se reuni para
escucharlo.
Hugh Thomas explica este optimismo de los cubanos por el concepto
mismo de la Revolucin Cubana:
Aunque a los extraos les pareciera que el concepto de la revolucin era inmaduro o
absurdo, evidentemente era autctono, no como el de democracia o constitucin: era un
concepto que enlazaba a la Cuba de 1959 con la de 1868, abarcando la lucha de los
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esclavos por la libertad, de los criollos contra los espaoles, de los cubanos contra Estados
Unidos.31
Si bien el gobierno Washington haba seguido los ltimos pasos de Castro
con desconfianza, todava crea que los cambios del nuevo gobierno seran
superficiales y que los Estados Unidos seguiran ejerciendo el dominio tradicional
sobre la poltica y la economa cubana. Los intereses norteamericanos en la isla
eran enormes. No slo controlaban el sector azucarero con ms de 1.200.000
hectreas de tierra bajo su propiedad, sino que tambin monopolizaban el sector
de los servicios pblicos, el abastecimiento de combustible y parte de la banca.
Las primeras medidas revolucionarias estuvieron dirigidas a disolver las
Fuerzas Armadas, que ahora se haban convertido en el Ejrcito Rebelde al
mando de Camilo Cienfuegos32, y arrestar a todos los criminales de la dictadura
batistiana para someterlos a juicio. Los tribunales procesaron a cientos de
asesinos y torturadores, muchos de los cuales fueron fusilados. Aunque algunos
de los ms importantes ya se haban refugiado en Florida, entre ellos el jefe del
Servicio de Inteligencia Militar (SIM), Rolando Masferrer, quien luego intentara
asesinar a Fidel Castro, y el ex jefe de Polica, Esteban Ventura.
Las primeras crticas norteamericanas contra la Revolucin fueron por estos
Consejos de Guerra. La tensin aument pronto ente ambos pases, al conocerse
que cuatro miembros de la embajada norteamericana haban trabajado con el SIM
y que el FBI haba sido uno de sus principales asesores.
Otras medidas urgentes estuvieron dirigidas a terminar con la corrupcin
estatal, partidaria y sindical; a combatir los altos ndices de desempleo, la miseria
y el hambre; y a poner fin al juego, la droga y la prostitucin.
Pero, particularmente, un par de acciones irritaron a la oligarqua
terrateniente y a los norteamericanos en esos primeros meses: la intervencin de
empresas de servicios pblicos y la Ley de Reforma Agraria del 17 de mayo, que
elimin el latifundio, estableciendo un reparto equitativo de la tierra. Estados
31
Thomas, Hugh. Cuba: La lucha por la libertad (1762-1970), Tomo III, Barcelona Mxico DF, Ediciones Grijalbo, 1973, p. 1356. 32
Camilo muri poco despus en un accidente areo.
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Unidos se comunic rpidamente con el gobierno cubano y pidi indemnizacin
inmediata. La respuesta fue un rechazo a las condiciones norteamericanas:
tendran que aceptar bonos con un 4,5% de inters.
Mientras tanto, en el campo poltico se produjeron algunos cambios. En
febrero haba renunciado Mir Cardona y Fidel Castro se hizo cargo de su puesto.
Meses ms tarde, se produciran diferencias con Urrutia y Castro someti su
continuidad como Primer Ministro a la decisin popular. Mientras explicaba su
renuncia por televisin, una multitud se congreg frente al Palacio Presidencial y
comenz a exigir la dimisin no de Fidel, sino de Urrutia. Este ltimo dej su cargo
luego de reunirse con el Consejo de Ministros y en su reemplazo asumi Osvaldo
Dortics, un abogado de 40 aos que desde el 10 de enero se haba encargado
de la revisin de las leyes.
Hacia fines del 59 comenzaron a surgir los primeros brotes
contrarrevolucionarios, organizados por latifundistas y ex miembros de las fuerzas
batistianas provenientes de Florida y la Repblica Dominicana. Tambin se
registraron varios sabotajes contra la economa del pas y atentados terroristas
contra autoridades oficiales, en especial dirigidos a Fidel Castro. Algunos de estos
hechos estaban vinculados a los servicios secretos norteamericanos, aunque
pronto la CIA pasara a tener el control exclusivo de las operaciones contra La
Habana.
La respuesta del gobierno para combatir la avanzada contrarrevolucionaria
y terrorista fue la organizacin del pueblo armado, para lo cual se crearon las
Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) y luego los Comits de Defensa de la
Revolucin (CDR). All se incorporaron miles de hombres y mujeres, mayores de
14 aos, que estaban dispuestos a dar su vida por la Revolucin.
Entre 1959 y 1965, casi 300 organizaciones anticastristas operaron en la
isla, la mayora con apoyo logstico y financiero de Washington, ocasionando
cuantiosas prdidas humanas y econmicas
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3.9. La defensa de la Revolucin
El 17 de diciembre de 1959, Fidel Castro traz un grave panorama para
1960. Dijo que ese ao los cubanos tendran que defender la Revolucin con las
armas porque se haba puesto en marcha una enorme campaa contra Cuba. Los
hechos posteriores confirmaron su pronstico.
Las hostilidades norteamericanas se profundizaron a mediados de 1960,
cuando el gobierno de Dwight Eisenhower present un proyecto en el Congreso
para reducir o eliminar la cuota azucarera de la isla. Cuba respondi que por cada
quita del cupo se expropiara un molino norteamericano.
El 6 de julio, finalmente, Washington redujo la cuota en ms de 850 mil
toneladas. Como contrapartida, Cuba anunci la nacionalizacin de varias
empresas de servicios pblicos, las refineras y los molinos azucareros, proceso
que continuara a lo largo del ao.
La Unin Sovitica, con la cual la isla haba reanudado relaciones
diplomticas, se ofreci a comprar el azcar rechazado por Estados Unidos y, al
mismo, tiempo aument los envos de petrleo hacia Cuba. A partir de entonces,
Washington inici una verdadera guerra econmica que involucraba tambin a
terceros pases. Por presiones de la Standard Oil Co., el Senado norteamericano
orden que la suspensin de crditos de seguridad a todos aquellas naciones que
ayudaran econmica o militarmente a Cuba.
La posibilidad de que Estados Unidos pasara de la agresin econmica a la
militar no resultaba descabellada. Incluso, circularon algunas versiones
periodsticas al respecto. Ante la situacin, Nikita Kruschev asegur que los
cohetes rusos podan defender a la isla si fuera necesario. La Casa Blanca llev
su repudio y una propuesta a la Organizacin de Estados Americanos (OEA) para
que sus miembros condenaran a Cuba por poner en peligro al hemisferio.
En su Declaracin de San Jos de Costa Rica de agosto, la OEA conden
toda intervencin en Amrica por parte de un Estado ajeno a la regin y estableci
que los Estados totalitarios son incompatibles con el sistema continental. Se
trataba de claras referencias a la URSS y a Cuba sin nombrarlas.
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Unos das despus, el 2 de septiembre, Cuba da a conocer una
contradeclaracin, conocida como la Primera Declaracin de La Habana. La
misma dice:
PRIMERO: Condena en todos sus trminos la denominada Declaracin de San Jos de
Costa Rica, documento dictado por el imperialismo norteamericano y atentatorio a la
autodeterminacin nacional, la soberana y la dignidad de los pueblos hermanos del
Continente.
(...)
CUARTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba declara que la ayuda
espontneamente ofrecida por la Unin Sovitica a Cuba, en caso de que nuestro pas
fuera atacado por fuerzas militares imperialistas, no podr ser considerada, jams, como
un acto de intromisin, sino que constituye un evidente acto de solidaridad, y que esa
ayuda, brindada a Cuba ante un inminente ataque del Pentgono yanqui, honra tanto al
gobierno de la Unin Sovitica que la ofrece, como deshonra al gobierno de los Estados
Unidos, sus cobardes y criminales agresiones contra Cuba.
POR TANTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba declara ante Amrica y
el mundo que acepta y agradece el apoyo de los cohetes de la Unin Sovitica, si su
territorio fuere invadido por fuerzas militares de los Estados Unidos.33
En efecto, el peligro de un ataque dirigido por Estados Unidos era real.
Mientras los candidatos presidenciales norteamericanos debatan sobre Cuba
describindola como un cncer intolerable (Richard Nixon, 18/10/1960), o
prometan reforzar a los cubanos que luchan por la libertad desde Miami (John F.
Kennedy, 20/10/1960), la CIA entrenaba a mercenarios en Guatemala para invadir
la isla.
Basndose en archivos desclasificados de la administracin Eisenhower,
Noam Chomsky afirma que la decisin formal de reconquistar Cuba estaba
tomada secretamente desde marzo de 1960. Esos documentos tambin detallan
que la accin deba hacerse de tal manera que no involucrara a Estados Unidos,
para no generar resistencias en Amrica Latina.34
33
Primera y Segunda Declaracin de La Habana, Buenos Aires, Nuestra Amrica, 2003, pp. 23- 25 34
Chomsky, Noam. Op. Cit. p. 116
-
Eisenhower haba invertido unos 13 millones de dlares iniciales en una
operacin guerrillera contrarrevolucionaria que desembarcara en la isla para
organizar fuerzas y atacar desde las montaas de Escambray. Pero luego cambi
el plan por un ataque convencional, similar al que derroc a Jacobo Arbenz. Sera
una invasin con proteccin area, tanques y artillera, apoyada por los
oprimidos de Cuba. Los hombres que eran entrenados en Guatemala, con
conocimiento del gobierno de ese pas, haban sido reclutados en Miami a cambio
de 400 dlares mensuales, ms adicionales por mujer e hijos.
El presidente electo de Estados Unidos, John F Kennedy, conoci el
proyecto dos meses antes de asumir. El informante fue el jefe de la CIA, Allan
Dulles, quien recibi luz verde del nuevo mandatario para continuar el plan.
Eisenhower rompi relaciones diplomticas con Cuba el 3 de enero de
1961. Dos semanas ms tarde asumi Kennedy y a los pocos das tuvo su primera
reunin para coordinar la invasin. El desembarco sera en la Baha de los
Cochinos en Playa Girn. Por su parte, los anticastristas de Miami designaron al
ex primer ministro, Mir Cardona, como presidente provisional del gobierno que se
establecera tras el derrocamiento de Castro.
Los mercenarios, la CIA, Kennedy, los batistianos... todos estaban listos
para iniciar el ataque. El 14 de abril, la Brigada 2506 parti desde Nicaragua con
destino a Cuba, con la bendicin de Luis Somoza, que les encarg unos cuantos
pelos de la barba de Castro como trofeo.
En Cuba, las fuerzas revolucionarias se preparaban para recibir un ataque,
aunque lo esperaban por Oriente.
El da 15, a la maana, ocho aviones B-26 con insignias falsas de las
Fuerzas Armadas Revolucionaria (FAR) despegaron de Nicaragua y
bombardearon varios aeropuertos de la isla. El ataque cre un gran estado de
pnico y dej un saldo de 7 muertos y 44 heridos.
Otros dos B-26, con las mismas caractersticas, aterrizaron en Florida. Los
pilotos le contaron a la prensa norteamericana que eran desertores que haban
bombardeado los puestos militares de Castro y que luego se haban dado a la
fuga. La noticia recorri rpidamente el mundo, tal como lo haba planeado la CIA.
-
Haba, sin embargo, pequeas contradicciones que slo se advirtieron en Cuba y
que tardaron bastante ms en ser difundidas: los B-26 atacantes estaban
cargados con balas estadounidenses y sus morros eran de diferente color a los de
los aviones cubanos.
Dos das ms tarde comenz a desembarcar la brigada mercenaria. Al
enterarse, Fidel Castro dirigi personalmente la defensa de Playa Girn. Los
cazas cubanos lograron hundir un barco que transportaba al 5 batalln de la
Brigada 2506, el Huston, y otro que llevaban provisiones, el Ro Escondido. Los
mercenarios que alcanzaron la playa muy pronto se vieron rodeados, pero ya era
demasiado tarde para escapar. Los buques norteamericanos que los escoltaban
en alta mar emprendieron la retirada luego de ser acosados por los aviones de las
FAR. En las 72 horas que dur el combate, las fuerzas revolucionarias, que
tuvieron alrededor de 100 bajas, capturaron a 1.180 invasores.
Los interrogatorios y los juicios a los prisioneros fueron pblicos y
totalmente televisados. Algunos de los acusados explicaron que los haba movido
un sentido de ideal para luchar contra el comunismo y liberar a Cuba. Otros
expresaron un fuerte rencor contra Estados Unidos por abandonarlos. Uno de los
prisioneros que entrevist el propio Fidel Castro se mostr desengaado:
En Miami hay un montn de cubanos que estn deseando venir a Cuba y no saben aqu lo
que hay. De verdad creen que aqu vienen a luchar para rescatar al pueblo, que a nosotros
nos iban a esperar como libertadores.35
3.10. La Revolucin Socialista
Fidel Castro declar el carcter socialista y democrtico de la Revolucin
Cubana el 16 de abril de 1961, en el funeral de las vctimas de los bombardeos.
Durante su discurso por los actos del Da del Trabajador agregara:
A los que nos hablan de la Constitucin del 40, nosotros les decimos que ya la
Constitucin del 40 es demasiado anticuada y demasiado vieja para nosotros (...) Nosotros
35