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UNIVERSIDAD ESTATAL AMAZÓNICA
CARRERA DE INGENIERÍA EN TURISMO
FORMACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE MICROPYMES
NOVENO SEMESTRE
GUIA DEL ESTUDIANTE
LA EMPRESA
Una empresa es una organización dedicada a actividades con fines económicos, para satisfacer las
necesidades de bienes o servicios de los demandantes, a la par de asegurar la continuidad de la estructura
productivo-comercial así como sus necesarias inversiones.
En la práctica, se puede encontrar una variedad de definiciones del término.
DEFINICIONES
De uso común: “Una empresa es un sistema con su entorno definido como la industria en la cual se
materializa una idea, de forma planificada, dando satisfacción a demandas y deseos de clientes, a través de
una actividad comercial".
Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, objetivos, tácticas y políticas de actuación.
Se necesita de una visión previa, y de una formulación y desarrollo estratégico de la empresa.
Se debe partir de una buena definición de la misión, y la planificación posterior está condicionada por dicha
definición.
La Comisión de la Unión Europea sugiere la siguiente definición: «Se considerará empresa toda entidad,
independientemente de su forma jurídica, que ejerza una actividad económica. En particular, se
considerarán empresas las entidades que ejerzan una actividad artesanal u otras actividades a título
individual o familiar, las sociedades de personas, y las asociaciones que ejerzan una actividad económica de
forma regular».
De acuerdo al Derecho internacional: “la empresa es el conjunto de capital, administración y trabajo
dedicados a satisfacer una necesidad en el mercado”
El diccionario legal de EE. UU. define a la empresa como: “an economic organization or activity;
especially: a business organization” (una organización o actividad económica; especialmente una
organización de negocios).4
Otra definición -con un sentido más académico y de uso general entre sociólogos- es: “Grupo social en el
que a través de la administración de sus recursos, del capital y del trabajo, se producen bienes o servicios
tendientes a la satisfacción de las necesidades de una comunidad. Conjunto de actividades humanas
organizadas con el fin de producir bienes o servicios”.
Otra definición seria: que “Una empresa es una organización, institución o industria dedicada a actividades
o persecución de fines económicos o comerciales para satisfacer las necesidades de bienes o servicios de los
demandantes, a la par de asegurar la continuidad de la estructura productivo-comercial así como sus
necesarias inversiones”
PERCEPCIONES DE LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA EMPRESA
Adam Smith se encuentra entre los primeros en
teorizar al respecto. Para él una empresa es la
organización que permite la
"internacionalización" de las formas de
producción: por un lado permite que los factores
de producción (capital, trabajo, recursos) se
encuentren y por el otro permite la división del
trabajo. Aún cuando para Smith la forma "natural"
y eficiente de tal organización era aquella
motivada por el interés privado -por ejemplo: «Es
así que el interés privado y las pasiones de los
individuos los disponen naturalmente a volver sus
posesiones (stock en el original) hacia el empleo
que en el caso ordinario son más ventajosos para
la comunidad» - Smith propone que hay también
una necesidad o área que demanda acción pública:
«De acuerdo al sistema de Libertad Natural, el
Soberano sólo tiene tres deberes que atender,
tercero, la obligación de realizar y conservar
determinadas obras públicas y determinadas
instituciones públicas, cuya realización y
mantenimiento no pueden ser nunca de interés
para un individuo particular o para un pequeño
número de individuos, porque el beneficio de las
mismas no podría nunca reembolsar de su gasto a
ningún individuo particular o a ningún pequeño
grupo de individuos, aunque con frecuencia
reembolsan con mucho exceso a una gran
sociedad» (op. cit p 490 (en inglés) -
estableciendo así las bases de lo que algunos han
llamado la “Teoría de la empresas públicas”.7
El razonamiento de Smith es que es el caso que
hay ciertos bienes y servicios cuya existencia o
provisión implica beneficios que se extienden a la
comunidad entera, incluso a quienes no pagan por
ellos (ver Externalidad positiva en Externalidad).
Esto da origen -en la percepción de Smith- al
problema del polizón, es decir, al problema de
que los individuos de esa sociedad están en la
posición de beneficiarse, contribuyan o no a los
costos. Consecuentemente Smith propone que la
manera apropiada y justa de proveer y financiar
esos bienes y servicios es a través de impuestos y
empresas públicas. (ver op cit)
Bienes y servicios que han sido generalmente
considerados como incluibles en la producción
pública, en adición a los sugeridos por Smith,
como la “defensa” de la sociedad de otras
sociedades, la “protección de los ciudadanos de
injusticia u opresión por otros”, la educación,
algunos caminos y obras públicas (especialmente
faros, y algunas obras de defensa fluvial o
marinas como espigónes; rompeolas, etc), obras
de salud pública (incluyendo alcantarillas, etc),
incluyen: redes o sistemas postales; ferroviarias y
eléctricas, etc, y, en general, las que constituyen
ya sea un monopolio natural o requieren grandes
inversiones (que exceden la capacidad de
cualquier inversionista real) o las que solo
generan ganancia después de un largo periodo,
que excede las expectaciones -o incluso la vida-
de inversionistas potenciales.
Posteriormente, Paul Samuelson retoma esa
percepción de Smith para sugerir que la
maximizacion del beneficio o utilidad social se
puede lograr satisfaciendo la famosa Condición
de Samuelson, lo que ha llevado a algunos a
sugerir una economía mixta. En las palabras de
Joseph E. Stiglitz: «El verdadero debate hoy en
día gira en torno a encontrar el balance correcto
entre el mercado y el gobierno. Ambos son
necesarios. Cada uno puede complementar al otro.
Este balance será diferente dependiendo de la
época y el lugar».
Desde otra perspectiva Max Weber llama nuestra
atención a los aspectos organizacionales de las
empresas. Se ha aducido que Weber sugiere una
similitud entre las empresas modernas y los
sistemas burocráticos: en ambos el ideal es la
racionalización de actividades en aras del
resultado, con atención centrada en la eficiencia y
productividad. En ambas los “productores” no
poseen los medios de producción, medios cuya
propiedad ha sido incrementalmente concentrada
en las manos de una élite directora, etc. Esto se da
contra un telón de fondo en el cual la consecución
de ganancia parece ser el valor supremo, un fin en
sí mismo y no el medio para el mejoramiento de
la vida (ver La ética protestante y el espíritu del
capitalismo).
Sin embargo para Thorstein Veblen -para quien
“el ‘sistema industrial moderno’ es una
concatenación de procesos que tienen mucho del
carácter de un proceso mecánico único,
comprensivo, balanceado”. - las grandes
corporaciones no están primariamente interesadas
en maximizar las ganancias a través de la
producción y venta de productos o servicios. El
objetivo principal de los gerentes corporativos es
maximizar el valor de sus inversiones. Para
Veblen el capital de una empresa incluye no solo
elementos materiales sino también aspectos
intangibles -medido en el buen nombre o
reputación de la empresa.13
Ese análisis parece relevante para explicar la
práctica de muchas grandes empresas modernas -
por ejemplo: Goldman Sachs, Apple, Google14
etc- que no ofrecen o ofrecen solo sumas menores
como dividendos a sus accionistas, descansando
primariamente en el aumento del valor de las
acciones para atraer y mantener inversionistas:
«Sin embargo, al final de la década de los noventa
se promovió desde EEUU que, para las empresas
en bolsa, el criterio primordial para establecer el
bonus debería ser el llamado ‘valor para el
accionista', es decir el incremento del valor de la
acción durante el período en cuestión. Eso
implicaba que la mejora de la acción estaba
directamente relacionada con la gestión de la
compañía de manera que si subía el valor de la
acción era debido a una buena gestión.»
Wilhelm Röpke -junto a otros miembros del
llamado "neoliberalismo alemán" (ver
Ordoliberalismo) quienes denunciaron lo que
percibieron como excesiva matematizacion de la
economía, que llevaría a -en las palabras de
Röpke- «la expulsión del hombre de la
economía»- parece extender esa sugerencia de
Veblen. Para Röpke el objetivo principal de las
empresas es producir valor en su sentido moral:
«Es evidente que la satisfacción -de las
necesidades del hombre- no puede resultar ajena o
indiferente al éxito o fracaso de la productividad
técnica. Sin embargo, hacer de la "producción de
cosas" el fin último de la economía desmerece de
la condición humana de lo económico. Para
Röpke, el problema de fondo ha sido el
encumbramiento de una concepción materialista o
utilitaria de la vida, a lo que no fue ajeno el viejo
liberalismo.».16
Para Röpke el desarrollo de las
empresas (y el desarrollo que las empresas
producen) depende de un telón de fondo
valorico17
y el Estado debe producir un marco
legal que lo promueva, interviniendo si es
necesario a fin de preservar esos valores (ver
Escuela de Friburgo).
Esta posición de Röpke dio origen a un fuerte
debate interno en la Sociedad Mont Pelerin con
los partidarios de la visión de Ludwig von Mises
y Friedrich von Hayek, lo que terminó con la
renuncia de Röpke y algunos otros de los
“neoliberales alemanes”. R. Hartwell, único
historiador de la Sociedad hasta el momento, en el
capítulo denominado “The Hunold Affair” de su
obra, describe así la situación:18
«Existían tres
posibles conflictos en estas aspiraciones:
seguridad versus progreso, igualdad versus
eficiencia, y solidaridad versus individualismo.
Había algunos en la conferencia, como L. Von
Mises, que tomaron una posición libertaria en
todos estos temas... otros como Röpke, creían que
el sistema competitivo sin controles podía destruir
valiosas instituciones humanas. Röpke defendió
fuertemente la intervención agrícola, por ejemplo,
porque quería preservar las pequeñas granjas
familiares como una forma valiosa de vida. El
deseo por seguridad que muchos de los
participantes aceptaban condujeron en algunos
casos a propuestas intervencionistas –sugerencias
de controles agregados, salarios controlados por el
gobierno, y programas de apoyo a la agricultura,
por ejemplo. Estas propuestas, sin embargo, eran
formuladas sin una justificación analítica
adecuada y fueron rechazadas vigorosamente por
otros participantes, que enfatizaban tanto su
inefectividad como su carácter no-liberal.»
Se puede agregar que, como es generalmente
reconocido, la posición de Röpke tuvo mucha
influencia en la concretizacion de la llamada
economía social de mercado, posición que se
benefició mayormente -Alemania fue el mayor
exportador a nivel mundial hasta el 2009- de la
implementación de las posiciones de von Mises y
von Hayek en EUA, países en el cual esas ideas
contribuyeron mayormente a la adopción de
políticas de desregulacion19
20
que condujeron
directamente al proceso de expansión económica
de la segunda mitad del siglo XX conocido como
globalización. Sin embargo se ha alegado que esa
misma desregulación condujo también a un
sistema de corrupción empresarial que terminó
con casos tales como los de Enron, Bernard
Madoff, etc, que a su vez llevaron a la crisis
financiera de 2008
FINALIDADES ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA EMPRESA
Finalidad económica externa, que es la
producción de bienes o servicios para
satisfacer necesidades de la sociedad.
Finalidad económica interna, que es la
obtención de un valor agregado para
remunerar a los integrantes de la
empresa. A unos en forma de utilidades
o dividendos y a otros en forma de
sueldos, salarios y prestaciones. Esta
finalidad incluye la de abrir
oportunidades de inversión para
inversionistas y de empleo para
trabajadores. Se ha discutido mucho si
una de estas dos finalidades está por
encima de la otra. Ambas son
fundamentales, están estrechamente
vinculadas y se debe tratar de alcanzarlas
simultáneamente. La empresa está para
servir a los hombres de afuera (la
sociedad) y a los hombres de adentro
(sus integrantes).
Finalidad social externa, que es
contribuir al pleno desarrollo de la
sociedad, tratando que en su desempeño
económico no solamente no se vulneren
los valores sociales y personales
fundamentales, sino que en lo posible se
promuevan.
Finalidad social interna, que es
contribuir, en el seno de la empresa, al
pleno desarrollo de sus integrantes,
tratando de no vulnerar valores humanos
fundamentales, sino también
promoviéndolos.
La empresa, además de ser una célula económica,
es una célula social. Está formada por personas y
para personas. Está insertada en la sociedad a la
que sirve y no puede permanecer ajena a ella. La
sociedad le proporciona la paz y el orden
garantizados por la ley y el poder público; la
fuerza de trabajo y el mercado de consumidores;
la educación de sus obreros, técnicos y directivos;
los medios de comunicación y la llamada
infraestructura económica. La empresa recibe
mucho de la sociedad y existe entre ambas una
interdependencia inevitable. Por eso no puede
decirse que las finalidades económicas de la
empresa estén por encima de sus finalidades
sociales. Ambas están también indisolublemente
ligadas entre sí y se debe tratar de alcanzar unas,
sin detrimento o aplazamiento de las otras.
Esto es lo que conocemos como responsabilidad
social empresarial, el rol que la empresa tiene
para con la sociedad que va más allá de la mera
producción y comercialización de bienes y
servicios, sino que también implica el asumir
compromisos con los grupos de interés para
solucionar problemas de la sociedad. En el Portal
de RSC de Chile podemos encontrar una
enumeración de los beneficios concretos y
tangibles que significa para la empresa:
Un incremento de la productividad, ya
que el trabajador está a gusto en la
empresa y se le capacita para que lo haga
cada vez mejor;
Mejoramiento de las relaciones con los
trabajadores, el gobierno y con las
comunidades a nivel regional y nacional;
Un mejor manejo en situaciones de
riesgo o de crisis, ya que se cuenta con el
apoyo social necesario;
Sustentabilidad en el tiempo para la
empresa y para la sociedad, dado que RS
fortalece el compromiso de los
trabajadores, mejora su imagen
corporativa y la reputación de la
empresa, entre otros.
Imagen corporativa y reputación:
frecuentemente los consumidores son
llevados hacia marcas y compañías
consideradas por tener una buena
reputación en áreas relacionadas con la
responsabilidad social empresarial.
También importa en su reputación entre
la comunidad empresarial,
incrementando así la habilidad de la
empresa para atraer capital y asociados,
y también con los empleados dentro de la
empresa.
Rentabilidad de sus negocios o
rendimiento financiero: se refiere a la
relación entre prácticas de negocio
socialmente responsables y la actuación
financiera positiva. Se ha demostrado
que las empresas fieles a sus códigos de
ética resultan de un rendimiento de dos a
tres veces superior respecto a aquellas
que no los consideran, de esta forma las
compañías con prácticas socialmente
tipos de empresas según sus ámbitos y su
producción.
Según las relaciones que mantengan con otras
empresas y con los clientes
Empresas aisladas o de lazo cerrado: se trata de un conjunto de empresas que
son independientes del resto del
mercado, por lo que solo dependen de sí
mismas (Este hecho implica que todo el
producto ha sido realizado por ellas
mismas, desde la materia prima hasta el
producto elaborado, sin utilizar ningún
producto semielaborado). En la
actualidad este modelo de empresa es
prácticamente inexistente.
Redes de empresas o empresas de lazo
abierto: Unión temporal de empresas
con unos objetivos comunes, en la que
cada una aporta sus competencias
principales para ayudar a las necesidades
del mercado y mejorar la situación de
competencia. En la actualidad, debido a
la globalización es muy común encontrar
empresas especializadas en un
subproducto concreto que forma parte de
un producto elaborado. De esta forma
también existen empresas especializadas
en comprar y ensamblar las distintas
piezas del producto acabado
Según sector de la actividad.
Las empresas pueden clasificarse, de acuerdo con
la actividad que desarrollen, en:
Empresas del sector primario.
Empresas del sector secundario.
Empresas del sector terciario.
Empresas del sector cuaternario.
Una clasificación alternativa es:
Industriales. La actividad primordial de este tipo
de empresas es la producción de bienes mediante
la transformación de la materia o extracción de
materias primas. Las industrias, a su vez, se
clasifican en:
Extractivas. Cuando se dedican a la explotación
de recursos naturales, ya sea renovables o no
renovables. Ejemplos de este tipo de empresas
son las pesqueras, madereras, mineras, petroleras,
etc.
Manufactureras: Son empresas que transforman la
materia prima en productos terminados, y pueden
ser:
De consumo final. Producen bienes que satisfacen
de manera directa las necesidades del consumidor.
Por ejemplo: prendas de vestir, muebles,
alimentos, aparatos eléctricos, etc.
De producción. Estas satisfacen a las
personas de uso de consumo final. Ejemplo:
maquinaria ligera, productos químicos, etc.
Comerciales. Son intermediarias entre
productor y consumidor; su función primordial es
la compra/venta de productos terminados. Pueden
clasificarse en:
o Mayoristas: Venden a gran
escala o a grandes rasgos.
o Minoristas (detallistas): Venden
al por menor.
o Comisionistas: Venden de lo
que no es suyo, dan a
consignación.
Servicio. Son aquellas que brindan
servicio a la comunidad que a su vez se
clasifican en:
o Transporte
o Turismo
o Instituciones financieras
o Servicios públicos (energía,
agua, comunicaciones)
o Servicios privados (asesoría,
ventas, publicidad, contable,
administrativo)
o Educación
o Finanzas
o Salud
Según la forma juridicial
Atendiendo a la titularidad de la empresa y la
responsabilidad legal de sus propietarios.
Podemos distinguir:
Empresas individuales: si sólo pertenece
a una persona. Esta puede responder
frente a terceros con todos sus bienes, es
decir, con responsabilidad ilimitada, o
sólo hasta el monto del aporte para su
constitución, en el caso de las empresas
individuales de responsabilidad limitada
o EIRL. Es la forma más sencilla de
establecer un negocio y suelen ser
empresas pequeñas o de carácter
familiar.
Empresas societarias o sociedades:
constituidas por varias personas. Dentro
de esta clasificación están: la sociedad
anónima, la sociedad colectiva, la
sociedad comanditaria, la sociedad de
responsabilidad limitada y la sociedad
por acciones simplificada SAS.
Las cooperativas u otras organizaciones
de economía social.
Según su tamaño
No hay unanimidad entre los economistas a la
hora de establecer qué es una empresa grande o
pequeña, puesto que no existe un criterio único
para medir el tamaño de la empresa. Los
principales indicadores son: el volumen de ventas,
el capital propio, número de trabajadores,
beneficios, etc. El más utilizado suele ser según el
número de trabajadores (siempre dependiendo del
tipo de empresa, sea construcción, servicios,
agropecuario, etc). Este criterio delimita la
magnitud de las empresas de la forma mostrada a
continuación:
Microempresa: si posee menos de 10
trabajadores.
Pequeña empresa: si tiene un número
entre 10 y 49 trabajadores.
Mediana empresa: si tiene un número
entre 50 y 250 trabajadores.
Gran empresa: si posee 250 o más
trabajadores.
Según su ámbito de actuación
En función del ámbito geográfico en el que las
empresas realizan su actividad, se pueden
distinguir:
1. Empresas locales: son aquellas
empresas que venden sus
productos o servicios dentro de
una localidad determinada.
2. Empresas nacionales: son
aquellas empresas que actúan
dentro de un solo país.
3. Empresas multinacionales: o
empresas internacionales, son
aquellas que actúan en varios
países.
4. Empresas Transnacionales: las
empresas transnacionales son
las que no solo están
establecidas en su país de
origen, sino que también se
constituyen en otros países, para
realizar sus actividades
mercantiles no sólo de venta y
compra, sino de producción en
los países donde se han
establecido.
Según la cuota de mercado que poseen las
empresas
1. Empresa aspirante: aquélla cuya
estrategia va dirigida a ampliar su cuota
frente al líder y demás empresas
competidoras, y dependiendo de los
objetivos que se plantee, actuará de una
forma u otra en su planificación
estratégica.
2. Empresa especialista: aquélla que
responde a necesidades muy concretas,
dentro de un segmento de mercado,
fácilmente defendible frente a los
competidores y en el que pueda actuar
casi en condiciones de monopolio. Este
segmento debe tener un tamaño lo
suficientemente grande como para que
sea rentable, pero no tanto como para
atraer a las empresas líderes.
3. Empresa líder: aquélla que marca la
pauta en cuanto a precio, innovaciones,
publicidad, etc., siendo normalmente
imitada por el resto de los actuantes en el
mercado.
4. Empresa seguidora: aquélla que no
dispone de una cuota suficientemente
grande como para inquietar a la empresa
líder.
Recursos y transacciones contables de la
empresa
Toda empresa requiere una serie de recursos para
su existencia y consecución de sus fines, estos
recursos pueden ser: Humanos y Materiales. Los
recursos humanos, la empresa los obtiene a través
del proceso de reclutamiento y selección de
personal y los recursos materiales, se obtienen
mediante la aportación del dueño y además
recurriendo a préstamos y créditos que le
conceden otras personas ó entidades comerciales.
Podemos concluir entonces, que los recursos
materiales de la empresa los obtiene a través de
dos fuentes: 1. Fuentes propias-Propietarios:
aportaciones, utilidades 2. Fuentes ajenas-
Acreedores: préstamos, créditos.
Transacciones contables (operaciones
contables)
Todas las empresas de cualquier tipo que sea,
realizan una serie de transacciones u operaciones
que requieren registrarse contablemente.
Una transacción contable puede definirse como
un acontecimiento comercial que produce efectos
financieros sobre los recursos y fuentes de donde
proceden esos recursos y que por lo tanto deben
registrarse en los libros contables como Libro
diario, mayor, balance que reflejen el resultado
del ejercicio. Ejemplo: Compra de un escritorio,
pago de servicios públicos, etc. Las transacciones
u operaciones comerciales. generalmente deben
de estar fundamentadas o apoyadas en
documentos comerciales. Estos documentos
constituyen la fuente de datos para los procesos
contables. Pueden ser recibos, letras de cambio,
pagarés, facturas, notas de crédito, etc. Depende
de la ley comercial de cada país va a variar los
libros contables obligatorios que son exigidos
legalmente para cada tipo de empresa.
El Empresario
Un empresario es aquella persona que, de forma
individual o colectiva, fija los objetivos y toma las
decisiones estratégicas acerca de las metas, los
medios, la administración y el control de las
empresas y asume la responsabilidad tanto
comercial como legal frente a terceros. El
empresario es la persona física, o jurídica, que
con capacidad legal y de un modo profesional
combina capital y trabajo con el objetivo de
producir bienes y/o servicios para ofertarlos en el
mercado a fin de obtener beneficios.
El término generalmente se aplica tanto a las altas
capas de gerencia -los llamados directores
ejecutivos —por ejemplo Steve Jobs y Bill Gates–
como a los miembros del consejo de
administración o junta de directores —por
ejemplo: Sergio Marchionne y Ramón Aboitiz– o
a algunos accionistas (generalmente "accionistas
mayoritarios" o aquellos que poseen múltiples
inversiones —por ejemplo: Warren Buffett y
Ricardo Claro– y, generalmente, a los propietarios
de empresas de cualquier tamaño.
Se puede sugerir que en el rol del empresario se
encuentran tres funciones distintas: la de
propietario, capitalista o financiero; la de gerente
o administrador y la de emprendedor o innovador
que asume riesgos.
Jean-Baptiste Say sugiere en su Traité d'économie
politique de 1803 que "es raro que tales
empresarios sean tan pobres que no posean por
lo menos parte del capital que emplean"; que "él
es el lazo de comunicación entre los diferentes
clases de productores, como entre los productores
y los consumidores. Él dirige el negocio de la
producción y es el centro de muchos encuentros y
relaciones; él hace ganancia de su conocimiento
y de la ignorancia de otros, y de cualquier
ventaja accidental de producción"; que "el mérito
del mercader que logra, a través del buen manejo
hacer que el mismo capital sea suficiente para
expandir un negocio es precisamente análogo al
del ingeniero, que simplifica la maquinaria o la
hace más productiva", y nota al mismo tiempo
que "el empresario esta expuesto a todos los
riesgos, pero en cambio se aprovecha de todo lo
que puede serle favorable".
Concepto de empresario en la economía del
siglo XXI
En la economía actual, el concepto de empresario
aparece íntimamente unido al concepto de
empresa, concebida ésta como realidad
socioeconómica. El empresario personaliza la
actuación de la empresa y es la figura
representativa que, según sus motivaciones,
persigue objetivos coherentes con los fines a
conseguir por la empresa en un intervalo
temporal. En definitiva, el empresario se
constituye como el órgano individual o colectivo
encargado de administrar (establecer los objetivos
empresariales y la toma de decisiones oportunas
para alcanzarlos)
Características del concepto de empresario
Las características del empresario pueden ser
agrupadas en dos:
Los que consideran que la función
económica del empresario se caracteriza
por la asunción del riesgo y por el
prestigio de la empresa, como:
o Piensa en la ejecución de los
trabajos.
o Delega responsabilidades y
controla los resultados.
o Define las estrategias para
solucionar dichos problemas y
se adelanta a ellos.
o Solo está al pendiente de los
cambios que la empresa
presenta.
Los que estiman que la función principal
es la directiva y de control del proceso
económico, como:
o Mide los resultados de la fuerza
de trabajo.
o Se rodea de gente capaz de ver
la profundidad de las
decisiones.
o Ve con buenos ojos el esfuerzo
de la fuerza de trabajo.
o Conoce los números con los que
se relaciona la producción.
Características del concepto de "Hombre de
negocios"
En cambio el término "Hombre de negocios" o
businessman es más amplio y también aplica a los
trabajadores de cuello blanco que generalmente
están asociados a oficinas en grandes empresas o
entidades gubernamentales.
Evolución histórica
Primera etapa
En una primera etapa histórica, que nace con la
Revolución industrial, la noción del empresario
puede ser concebida como la del propietario
administrador: los intereses de la empresa y los
del propietario del capital coinciden
absolutamente.
Esta visión corresponde a la de Adam Smith, para
quien lo natural y eficaz es que los hombres
controlen o manejen directa e individualmente sus
negocios. No es que él no vea diferencias entre la
labor del propietario y la del administrador2 sino
que considera que solo tal control directo de los
propietarios puede producir la maximizacion de
beneficios que los propietarios desean: las labores
de administración solo pueden ser delegadas con
buenos resultados en asuntos o áreas triviales -
solo cuando “todas las operaciones son capaces de
ser reducidas a lo que es llamado una rutina, o a
tal uniformidad de métodos que admitan solo
pequeñas o ninguna variación”.3 - debido, por un
lado, al problema del agente:,4 y, por el otro, a
que Smith rechaza, en principio, toda unión de
intereses -incluso patronales- como contraria al
interés general (en que aumenta precios, reduce
producción y competitividad, etc (ver op. cit)
Así pues el empresario es, según este enfoque, el
individuo que compromete su capacidad en el
funcionamiento de la empresa y, en consecuencia,
afronta el riesgo patrimonial de la actividad. Por
consiguiente, las características del empresario
tradicional o capitalista son la propiedad y el
carácter de tomador de riesgos individual. Esto es
enfatizado por Richard Cantillon, quien postula
que el resultado de toda actividad es incierto,
implica un riesgo, y alguien tiene que asumirlo
con la esperanza de recompensa en el futuro.5 y
por Jean-Baptiste Say, para quien el empresario es
-entre otra cosas- quien “esta expuesto a todos los
riesgos, pero en cambio se aprovecha de todo lo
que puede serle favorable”.6
Segunda etapa
Esta segunda etapa puede ser concebida como la
del empresario profesional. Esos empresarios
existían ya aún en los tiempos de A Smith, pero -
como se ha visto- no eran generalmente
percibidos como eficientes y el sistema no se
había generalizado.
Sin embargo varios factores condujeron a la
creciente extensión del sistema de empresarios
profesionales. Entre esos podemos contar los
avances tecnológicos que permitieron tanto
niveles de producciones cada vez mayores como
una mayor productividad de la mano de obra, lo
que expande los mercados, ya que los
incrementos salariales (tanto en el número de
asalariados como en los salarios mismos -ver
Fordismo) crean un mayor poder de compra y los
grandes volúmenes de producción reducen los
costes.
La consecuencia de este proceso es la aparición
de unidades de producción de mayor dimensión y
consecuentemente la necesidad un mayor
volumen de capital para financiarla. Ante las
dificultades de hacer frente a estas exigencias con
el patrimonio de solo un individuo o un grupo
pequeño de tales individuos, surgen las grandes
sociedades mercantiles en las que varios
propietarios financian conjuntamente la empresa.
Con ellas comienzan a disociarse los roles del
empresario y del capitalista.
Ese proceso se aceleró y llegó a ser ampliamente
reconocida y aceptado con desarrollos en EE. UU.
que tienen que ver tanto con la expansión de la
bolsa de valores como -principalmente- la
expansión de la red de ferrocarriles en ese país:7
dadas las distancias y cantidades de fondos
necesarios para esa expansión, se hizo necesario
emitir grandes cantidades de acciones que se
vendían en esas bolsas de valores, generalmente
situadas a mucha distancia de las obras.
Eso promovió la expansión de un sistema
empresarial no conformado con los propietarios
del capital sino con gerentes profesionales, lo que
impulsó la creación de mecanismos de
supervisión de tales empresarios profesionales,
dando así origen a las formas modernas de
gobierno corporativo, tales como el Consejo de
administración, etc., que eventualmente dieron
origen a un amplio y complejo sistema
burocrático de administración.
En este sistema el capital obtenido es confiado a
un profesional -que puede ser participe del
capital- en base a sus conocimientos respecto a la
toma de decisiones, interpretación del mercado,
tecnologías, etc. Esas altas capas gerenciales
paulatinamente no solo asumen la responsabilidad
sino que toman las decisiones acerca del manejo
de la empresa. Esos nuevos empresarios
profesionales, siendo en teoría empleados de la
empresa, reciben una remuneración salarial. Sin
embargo, la mayor parte de sus ingresos se
perciben en forma de acciones o bonos de
producción.
Lo anterior modifica a su vez la concepción de la
empresa, en la medida que la utilidad con que
define su actuación económica llega a concebirse
de forma diferente, tomando en consideración no
solo la ganancia sino también otros factores. Así,
por ejemplo, para Thorstein Veblen las grandes
corporaciones no están primariamente interesadas
en maximizar ganancias a través de la producción
y venta de productos o servicios. El objetivo
principal de los gerentes corporativos es
maximizar el valor de las inversiones que
controlan. Para Veblen el capital de una empresa
incluye no solo elementos materiales sino también
aspectos intangibles -medido en el buen nombre o
reputación de la empresa.
En terminología financiera más moderna: "Los
requerimientos de información a las compañías
son principalmente de índole económico o
recaudatorio pero, a nadie escapa, que un Balance
de Situación o una Cuenta de Perdidas y
Ganancias, en la mayoría de los casos, no
representa la realidad económica de la empresa
sino una información fiscal paralela, y cuyo
análisis, lejos está de poder determinar si la
compañía está haciendo las cosas de forma
óptima."
Eso dio lugar a empresas que no ofrecen, o solo
ofrecen, sumas menores como dividendos a sus
accionistas, confiando primariamente en el
aumento del valor de las acciones para atraer y
mantener inversionistas: "... se promovió desde
EEUU que, para las empresas en bolsa, el criterio
primordial para establecer el bonus debería ser el
llamado ‘valor para el accionista', es decir el
incremento del valor de la acción durante el
período en cuestión. Eso implicaba que la mejora
de la acción estaba directamente relacionada con
la gestión de la compañía, de manera que si subía
el valor de la acción era debido a una buena
gestión."
El empresario no afronta ahora un riesgo
patrimonial, sino un riesgo profesional, es decir,
arriesga la continuidad en su puesto. Se produce
entonces una importante ruptura en la identidad
de los objetivos empresariales: los accionistas
persiguen la obtención de unos beneficios
presentes o futuros de la inversión, mientras que
el empresario profesional busca una continuidad
que depende tanto de los accionistas como del
crecimiento de la empresa que incremente su
poder y le brinde alternativas de cambio hacia
otros puestos más atractivos en otras empresas.
Esta doble dinámica va a configurar la plasmación
de los objetivos de la empresa empeñada en una
supervivencia dentro de un contexto competitivo
en el que el crecimiento, en un sentido muy
amplio, es una garantía de subsistencia. Las
características predominantes del empresario
actual son las de promotor, innovador y
administrador profesional.
Lo anterior dio origen no solo a una percepción
del creciente aumento de la capacidad ejecutiva
de las capas directivas, sino también a una
concomitante perdida de la capacidad de los
propietarios de tomar decisiones incluso acerca de
la conducción general de las empresas, percepción
que culmino en la propuesta del profesor John
Kenneth Galbraith acerca de la existencia de una
tecnoestructura , que se define como el conjunto
de profesionales y técnicos de altos niveles
empresariales: economistas, ingenieros, abogados,
especialistas en administración, marketing,
finanzas, etc, que realmente dirigen esas grandes
empresas.
Galbraith describe la situación como similar a los
monopolios y oligopolios del mundo neoclásico
pero con modificaciones significantes: las grandes
empresas no pueden ser dirigidas por una sola
persona, sino solo de forma colegiada. Y esa
dirección colegiada paulatinamente desplaza a la
dirección de los propietarios, sean esos
propietarios privados o estatales. La
tecnoestructura sería un monopolio u oligopolio
interno a las empresas, pero que -en la medida
que los gerentes de una empresa a menudo son
miembros de los "Consejos de administración" en
otras- se generaliza y tiene consecuencias a nivel
más general.
En general, la posición jurídica de los accionistas
como propietarios de la empresa se mantiene,
pero aparece el derecho de propiedad restringido -
manteniendo el primitivo poder de los
"propietarios como directores" solo en las
empresas individuales y familiares o en las
pequeñas y medianas sociedades- y en las grandes
empresas el derecho a voto de los accionistas
individuales carece prácticamente de significado
porque la capacidad de decisión estratégica se
concentra en los llamados "Consejos de
Administración" que funcionan como cuerpo
colegiado: “Al evolucionar hacia los sistemas
organizativos empresariales contemporáneos, al
constituirse la organización requerida por la
tecnología y la planificación modernas, y con la
separación del propietario del capital y del control
de la empresa, el empresario ha dejado de existir
como persona individual en la empresa industrial
madura”.
El accionista privado individual, poseyendo la
acción como un título que le da derecho a percibir
unas rentas (dividendos y derechos de
suscripción) y a esperar una ganancia al subir el
precio de su inversión (acciones), se ha
convertido en un simple inversionista. Si los
resultados no son los esperados, la forma de
mostrar su disconformidad no es sometiendo a
crítica la política de la empresa frente a la Junta
General de accionistas (lo que está de antemano
destinado al fracaso), sino vendiendo sus acciones
de la compañía y dirigiéndo su capital hacia otra
inversión.
De acuerdo a lo anterior se puede sugerir que los
propietarios pueden subdividirse en dos grupos:
1. Propietarios permanentes, con dominio y
control financiero y directamente
integrados o muy cercanos al Consejo de
Administración.
2. Propietarios temporales o simples
inversores financieros.
Sin embargo, el poder de la tecnoestructura no es
ilimitado. Sus integrantes mantienen sus
posiciones en tanto que son capaces de generar
los resultados necesarios para satisfacer las partes
interesadas, especialmente en relación a -o en
competición con- otros sectores o grupos
empresariales: 'La optimización continua de todos
los segmentos y recursos de la organización en un
entorno dinámico y hostil, es la clave, no ya para
obtener mayores beneficios en una compañía, sino
de cara a mantener un nivel de competitividad tal,
que asegure su permanencia en el mercado.'
Emprendedor
El término emprendedor, del francés
entrepreneur, es usado para referirse a un
individuo que organiza y opera una o varias
empresas, asumiendo cierto riesgo financiero en
el emprendimiento realizando acciones dificiles./
Fue definido por primera vez por el economista
anglo-francés Richard Cantillon como «la persona
que paga un cierto precio para revender un
producto a un precio incierto, por ende tomando
decisiones acerca de obtención y uso de recursos,
admitiendo consecuentemente el riesgo en el
emprendimiento».
Otros estudiosos han definido este término de
distintas maneras, entre ellas:
1803: Jean-Baptiste Say: Un emprendedor es un
agente económico que une todos los medios de
producción. La tierra de uno, el trabajo de otro y
el capital de un tercero y produce un producto.
Mediante la venta de un producto en el mercado,
paga la renta de la tierra, el salario de sus
empleados, interés en el capital y su provecho es
el remanente. Intercambia recursos económicos
desde un área de baja productividad hacia una
área de alta productividad y alto rendimiento.
1934: Joseph Alois Schumpeter: Los
emprendedores son innovadores que buscan
destruir el estatus-quo de los productos y servicios
existentes para crear nuevos productos y
servicios.
1964: Peter Drucker: Un emprendedor busca el
cambio, responde a él y explota sus
oportunidades. La innovación es una herramienta
específica de un emprendedor, por ende el
emprendedor efectivo convierte una fuente en un
recurso.
1975: Howard Stevenson: El emprendimiento es
la búsqueda de oportunidades independientemente
de los recursos controlados inicialmente.
Etimología y evolución del concepto de emprendimiento
El término emprendedor deriva de la voz
castellana emprender, que proviene del latín,
coger o tomar, aplicándose originalmente -tanto
en España como en otros países- a los que
entonces eran considerados aventureros,
principalmente militares, término que
posteriormente pasó a tener connotaciones
comerciales. La palabra fue definida por primera
vez en el Diccionario de autoridades de 1732,
todavía con esa connotación, como: "La persona
que emprende y se determina a hacer y
ejecutar, con resolución y empeño, alguna
operación considerable y ardua". También se le
describe como "Señor esforzado y emprendedor
de hazañas notables, como su padre".
Ese sentido y evolución está estrechamente
relacionado con el vocablo francés entrepreneur,
que aparece a principios del siglo XVI.
Posteriormente, a principios del siglo XVIII, los
franceses extendieron el significado del término a
los constructores de puentes y caminos y a los
arquitectos.
Así, L'Encyclopédie define el término
entrepreneur como «se dice por lo general del que
se encarga de una obra: se dice un emprendedor
de manufacturas, un emprendedor de
construcciones, un manufacturador, un albañil
contratista».
La traducción de la frase anterior es difícil, dado
que el sentido de las palabras ha cambiado, pero
se ha sugerido que el sentido de la frase francesa -
a diferencia de la hispana- se relaciona con la
persona que obtiene un contrato con otros y está a
cargo de su ejecución, lo que en España se
denominaba en aquellos tiempos "maestros de
obra" -personajes tales como Carlín o Alonso
Rodríguez- o un contratista en su sentido original:
quienes recibían contratos reales -en el sistema de
la Casa de Contratación de Indias- y, en general,
quienes contrataban la producción de algunos
bienes por encargo. El elemento de riesgo no
aparece aún, dado que tales personajes
financiaban sus actividades sobre la existencia de
un contrato con alguna autoridad y sus ingresos
estaban, por lo general, asegurados.
Posteriormente, ese sentido de «entrepreneur» se
generalizó para identificar tomadores de riesgos
económicos.
Jean-Baptiste Say jugó un papel importante en esa
generalización, haciendo en 1803 explícito y
coherente ese nuevo sentido. En su “Traité
d'économie politique”, -traducido extensivamente
y con gran influencia- Say presentó al
“entrepreneur” (en castellano, empresario ) como
el que “dirige una empresa, especialmente un
contratista, actuando como intermediario entre el
capital y el trabajo”. Notó que es raro que tales
empresarios sean tan pobres que no posean
siquiera parte del capital que emplean. Sin
embargo, para él lo importante es que “el
empresario está expuesto a todos los riesgos
mientras que se aprovecha de todo lo que puede
serle favorable”.
Esa concepción perduró hasta comienzos del siglo
XX y se puede resumir como la del propietario
que maneja empresas y asume riesgo. Y -se puede
alegar- aún perdura como el sentido general de la
palabra en países de habla hispana.
No obstante, esto empieza a cambiar con Joseph
Schumpeter, quien sugiere que invenciones e
innovaciones son la clave del crecimiento
económico y quienes implementan ese cambio de
manera práctica son los emprendedores. Para
Schumpeter, la clave de este concepto es la
capacidad de transformar innovaciones desde un
invento a un producto práctico, lo que implica un
alto riesgo económico. En palabras de Eudald
Domènech: “La innovación por la innovación no
sirve para nada. Innovar es crear productos que
hagan la vida más fácil.”
Así, en la concepción moderna, el
entrepreneur/emprendedor pasa de ser
principalmente un tomador de riesgos
económicos, en general, a un innovador. Por
ejemplo, se ha sugerido que Henry Ford llegó a
ser un emprendedor no en 1903, cuando comenzó
a producir automóviles, sino en 1908-9, cuando
comienza a producir el modelo T e introduce la
producción en cadena, resultando ambas
innovaciones en una revolución tanto en la
industria como en la sociedad de Estados Unidos.
En otras palabras, se sugiere que la diferencia
central entre personas del tipo de, por ejemplo,
Bill Gates o Steve Jobs y otros no es que éstos
sean los únicos dispuestos a de tomar riesgos o
capaces de ello, sino que estos personajes -
motivado no necesariamente en forma principal
por la ganancia - son capaces de introducir
innovaciones que modifican profundamente algún
área económica o la sociedad entera.
Posteriormente aparecerán otros que copian o
adoptan esas innovaciones, quienes también
asumen un riesgo, pero no son -según esta
concepción- verdaderos emprendedores, sino más
bien un hombre de negocios, un comerciante o un
empresario.
Ése es el sentido central de la concepción
schumpeteriana acerca del emprendedor: los
entrepreneurs son aquellos capaces de, superando
resistencias, incorporar tales innovaciones a los
procesos del mundo real: “la gran mayoría de los
cambios en las comodidades del consumo han
sido forzados por los productores sobre los
consumidores, los que, más a menudo que no, han
resistido el cambio y han tenido que ser educados
por las elaboradas técnicas psicológicas de la
publicidad”.
Esta visión, del emprendedor como creador de
colores especialmente materiales, o desarrollo
económico, puede ser concebida como un retorno
al espíritu del término hispano primigenio, cuando
se aplicaba a quienes crearon los elementos
físicos básicos -desde catedrales y palacios a
máquinas y sistemas de organización- de la Edad
Moderna. Hay quien, con en ese espíritu, en la
actualidad considera al emprendedor como un
héroe cultural. Según Fernando Giner y Grima, el
emprendimiento no es una moda política, es el
espacio económico creativo que ha generado el
enorme cambio tecnológico que suponen las
tecnologías de la información y el agujero negro
provocado por la falta de crédito a las pymes tras
la crisis financiera de 2008.
Contexto actual y desarrollo
Todo lo anterior ha dado origen a dos posiciones
o percepciones principales. Primero, una posición
que puede ser trazada en torno a Adam Smith y
los clásicos en general, para quienes la innovación
es una cualidad humana que se manifiesta en la
solución de los problemas: dado la existencia de
éstos, alguien los percibirá y encontrará alguna
solución. Algunas de esas posibles soluciones
fallarán o no serán adoptadas, otras adquirirán una
gran difusión y éxito económico. Esta posición
está representada en la actualidad en las
posiciones de la llamada escuela austriaca: “el
emprendedor está alerta ante las oportunidades
que se presentan en el mercado... Allí donde el
emprendedor cree ver un desfase de precios entre
los recursos y sus usos, se vislumbra y se puede
explotar una oportunidad de negocio. En un
entorno de incertidumbre, el emprendedor puede
equivocarse en sus presunciones; si acierta, la
implicación es que ha encontrado un mejor uso
para el recurso hasta entonces infravalorado y el
mercado le premia con beneficios que, como bien
sabemos, tienen una vida efímera. Si falla, ha
malgastado ese recurso y no le queda más que
soportar las pérdidas de su fallida actuación,”
Otros perciben la innovación efectiva como
dependiente de factores previos: “A nuestro
juicio, la innovación es una actitud cultural que se
sustenta en el conocimiento del mundo que
provee la ciencia, y que posibilita por un lado
generar y, por otro, sacarle partido, a las
herramientas conceptuales y tecnológicas de las
que disponemos, identificar problemas, encontrar
las soluciones apropiadas y tener la capacidad de
transferir estas soluciones a otros contextos u
otros problemas. Es decir, podemos crear o
modificar distintas soluciones a fin de ponerlas en
circulación, pero ellas se sustentan en un saber
que ha llegado a su fase creativa como resultado
del aprendizaje acumulado y de la maduración
alcanzada por ese saber “.
En otras palabras: si consideramos que innovar es
adaptar una invención al mercado -”Es el proceso
en el cual, a partir de una idea, invención o
reconocimiento de una necesidad, se desarrolla un
producto, técnica o servicio útil hasta que sea
comercialmente aceptado” - es obvio que alguien
tiene que haber hecho esa invención previamente.
A su vez, en el mundo contemporáneo, esto
depende crecientemente de desarrollos en la
educación y estudios científicos y técnicos.
Así, por ejemplo, Joel Shulman aduce: “Una
investigación de Harvard sostiene que América
Latina tendrá dificultades para avanzar porque no
está generando un número suficiente de nuevas
patentes. En el texto, el autor hace una
comparación entre México y Singapur hace 30
años. En ese tiempo, el país latinoamericano
superaba a Singapur, pero a partir de entonces ha
venido decayendo, mientras que Singapur tomó
una posición muy fuerte frente a otros mercados.
En definitiva, el argumento es que si un país no
desarrolla nuevas patentes, entonces se va a
quedar atrás”.
Sin embargo, y dada la necesidad de generar
riqueza y empleos, en el contexto económico
actual se empieza, en muchos países, a dedicar
esfuerzos en las innovaciones organizativas como
instrumento del desarrollo del potencial creativo
general. Esto lleva a investigar el papel y la
evolución de las pymes en general: por un lado las
microempresas o startup y por otro las empresas
asociativas o de autogestión. Esto también tiene
una dimensión de búsqueda de independencia
económica de las comunidades y desarrollo
humano a través de una economía social que
trascienda la centralización administrativa y
burocratizante de las que las grandes empresas -
tanto estatales como privadas- suelen adolecer. Es
decir, esta visión intenta poner la responsabilidad
y el control del desarrollo en las comunidades
mismas, lo que se espera, produciría soluciones
locales, basadas en conocimientos y recursos
locales a problemas locales.
En algunos casos son las grandes empresas, a
través de sistemas concursales, los que fomentan
la innovación y el emprendimiento, con la idea de
impulsar ideas y start-ups, asesorándolas,
tutorizándolas y presentándolas a foros de
inversores internacionales con el aval de estas
grandes corporaciones.
En La educación de los emprendedores, Arieu
considera que el énfasis que se está dando a la
difusión y el desarrollo del espíritu emprendedor
tiene sus raíces en una multiplicidad de factores
entre los cuales es posible mencionar:
El reconocimiento de un destacado rol de
las pequeñas empresas en la creación de
riqueza y trabajo.
El notable aporte de las nuevas
tecnologías a la generación de nuevos
productos y empresas, con la
consecuente deslocalización espacial de
una importante parte de la actividad
económica.
Una vida laboral caracterizada por ciclos
de trabajo asalariado, empleo por cuenta
propia y desocupación.
La orientación de las teorías económicas
hacia factores humanos (capital humano)
que afectan los procesos de crecimiento
y desarrollo económico, por ejemplo, a
partir de procesos de aprendizaje.
En Finanzas para emprendedores, Florencia Roca
resalta que, a diferencia de inversores en el
mercado de valores, los emprendedores
típicamente concentran en su empresa la mayor
parte de su capital. De tal forma que son
inversores poco diversificados (en términos de la
teoría de Markowitz), que potencialmente podrían
lograr grandes beneficios de reducción de riesgo
simplemente buscando correlaciones negativas
con otras inversiones.
Beneficios del Espíritu Emprendedor - Fomenta el
crecimiento económico - Incrementa la
productividad - Crea tecnologías - Fomenta la
competencia en los mercados - Aumenta la tasa
de PyMES
Emprendedores sociales
También se llama emprendedora a la persona que
emprende por igual la creación de otros tipos de
organizaciones o instituciones no necesariamente
comerciales, como las cívicas, las sociales o las
políticas. Esto es debido a que el acto de
emprender en sí no sólo es característico del
mundo de los negocios o el comercio, sino que es
transversal a la sociedad del siglo XXI.
Un caso "mixto" es el del emprendedor o
emprendimiento social que busca generar
beneficios económicos a la par de tener un
enfoque desarrollado en potenciar el bienestar
humano que trascienda lo económico y beneficie
también a la sociedad en su conjunto.
En política
El agorismo es una forma de anarquismo que
plantea a los emprendedores como la clase social
emergente, el emprendetoriado, dentro de una
economía dinámica, libre de trabas o mercado
libre, en un orden político voluntario o anarquía.
Para esta doctrina política, el auge de los
emprendedores sería propio de una economía red,
de mercado popular y de propietarios radicales.
Cultura emprendedora
La ley española 14/2003, de apoyo a
emprendedores, recoge que es objeto de la misma,
entre otros, la cultura emprendedora.
La cultura emprendedora es el conjunto de
cualidades, conocimientos y habilidades
necesarias que posee una persona, para gestionar
un proyecto concreto o su rumbo profesional. La
cultura emprendedora está ligada a la iniciativa y
acción.El tenerla, ayuda:
por un lado, a saber lanzar nuevos
proyectos propios con autonomía, con
capacidad de asumir riesgo, con
responsabilidad, con intuición, con
capacidad de proyección al exterior y
con capacidad de reaccionar y resolver
los problemas;
por otro lado, a saber llevar a cabo
proyectos de otros con el mismo espíritu
de innovación, responsabilidad y
autonomía.
La falta de educación emprendedora (o educación
en emprendimiento) es una de las causas de que
no exista cultura emprendedora. Por lo que para
promover el espíritu emprendedor, y de esta
manera las actitudes, habilidades y, por lo tanto,
dicha cultura emprendedora, se debe enseñar a
emprender desde la educación primaria, que es lo
que prevé la ley. Nótese que dicha ley es nula en
lo relativo al derecho a la educación al entrar en
conflicto con el artículo 81 de la Constitución
Española.
Se pueden fomentar determinadas competencias
como: la capacidad de resolver problemas, de
analizar, planificar, evaluar y tomar decisiones, de
asumir responsabilidades, de cooperar, de trabajar
en equipo, de comprometerse en nuevos papeles,
de desarrollar la confianza en uno mismo, de
aprender a pensar de modo crítico e
independiente, de ser más creativo e innovador y
con más iniciativa personal, de preparase para
asumir y limitar el riesgo.
¿Cómo debe utilizar las teorías motivacionales un
emprendedor? Un emprendedor al utilizar
distintas herramientas para un camino al éxito
debe de ser importante las motivaciones es por
eso que existen teorías tanto enfocadas en valores,
como en relaciones interpersonales y en conjunto
que ayudan al emprendedor a tener una mejor
vision sobre como actuar y reaccionar ente
diferentes circunstancias que sobre la marcha se le
irán presentando es por eso que el uso adecuado
de estas teorías harán que el emprendedor tenga
una mejor visión sobre lo que hará en un futuro.
Intraemprendedor
Un intraemprendedor o imprendedor es aquel
trabajador con visión empresarial, que invierte
tiempo suficiente a las ideas innovadoras desde el
interior de la propia empresa, a través de procesos
abiertos que las recogen, moldean, mejoran y
canalizan en forma de negocio, beneficiándole a
él mismo y al crecimiento de la propia empresa en
la que presta sus servicios.31
LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA
La pequeña y mediana empresa (conocida
también por el acrónimo PyME, lexicalizado
como pyme, o por la sigla PME)1 es una empresa
con características distintivas, y tiene dimensiones
con ciertos límites ocupacionales y financieros
prefijados por los Estados o regiones. Las pymes
son agentes con lógicas, culturas, intereses y un
espíritu emprendedor específicos. También existe
el término MiPyME (acrónimo de "micro,
pequeña y mediana empresa"), que es una
expansión del término original, en donde se
incluye a la microempresa.
Las pequeñas y medianas empresas son entidades
independientes, con una alta predominancia en el
mercado de comercio, quedando prácticamente
excluidas del mercado industrial por las grandes
inversiones necesarias y por las limitaciones que
impone la legislación en cuanto al volumen de
negocio y de personal, los cuales si son superados
convierten, por ley, a una microempresa en una
pequeña empresa, o una mediana empresa se
convierte automáticamente en una gran empresa.
Por todo ello una pyme nunca podrá superar
ciertas ventas anuales o una determinada cantidad
de personal.
Importancia
Las pequeñas y medianas empresas cumplen un
importante papel en la economía de todos los
países. Los países de la OCDE suelen tener entre
el 70 % y el 90 % de los empleados en este grupo
de empresas.2 Las principales razones de su
existencia son:
Pueden realizar productos
individualizados en contraposición con
las grandes empresas que se enfocan más
a productos más estandarizados.
Sirven de tejido auxiliar a las grandes
empresas. La mayor parte de las grandes
empresas se valen de empresas
subcontratadas menores para realizar
servicios u operaciones que de estar
incluidas en el tejido de la gran
corporación redundaría en un aumento
de coste.
Existen actividades productivas donde es
más apropiado trabajar con empresas
pequeñas, como por ejemplo el caso de
las cooperativas agrícolas.
Ventajas e inconvenientes
El avance tecnológico y el desarrollo de los
medios de comunicación traen consigo ventajas y
oportunidades para la empresa sin embargo
también traen amenazas; una empresa puede
crecer y prosperar con la utilización de los
avances tecnológicos si es que éstos se encuentran
a su alcance, por otro lado puede empequeñecerse
al no tener acceso a las nuevas tecnologías o
medios a los que la competencia si puede. Aunado
a esto la desaparición de las fronteras gracias a la
nueva era global en la que vivimos hace posible
que un competidor lejano sea próximo gracias a la
amplia cobertura de los medios.
Las PyMEs tienen grandes ventajas como su
capacidad de adaptabilidad gracias a su estructura
pequeña, su posibilidad de especializarse en cada
nicho de mercado ofreciendo un tipo de atención
directa y finalmente su capacidad comunicativa.
La mayor ventaja de una PyME es su capacidad
de cambiar rápidamente su estructura productiva
en el caso de variar las necesidades de mercado,
lo cual es mucho más difícil en una gran empresa,
con un importante número de empleados y
grandes sumas de capital invertido. Sin embargo
el acceso a mercados tan específicos o a una
cartera reducida de clientes aumenta el riesgo de
quiebra de estas empresas, por lo que es
importante que estas empresas amplíen su
mercado o sus clientes.
Financiación. Las empresas pequeñas
tienen más dificultad de encontrar
financiación a un coste y plazo
adecuados debido a su mayor riesgo.
Para solucionar esto se recurren a las
SGR y capital riesgo.
Empleo. Son empresas con mucha
rigidez laboral y que tiene dificultades
para encontrar mano de obra
especializada. La formación previa del
empleado es fundamental para éstas.
Tecnología. Debido al pequeño volumen
de beneficios que presentan estas
empresas no pueden dedicar fondos a la
investigación, por lo que tienen que
asociarse con universidades o con otras
empresas.
Acceso a mercados internacionales. El
menor tamaño complica su entrada en
otros mercados. Desde las instituciones
públicas se hacen esfuerzos para formar
a las empresas en las culturas de otros
países.
El análisis de mercado, en él radica:
1. la identificación de oportunidades del
negocio,
2. la identificación del tamaño y
composición del mercado,
3. las perspectivas de crecimiento del
mercado,
4. las características del mercado objetivo,
5. detectar nichos no explorados,
6. la competencia.
7. el diseño o adaptación del producto y/o
servicios para la exportación,
8. los patrones de consumo,
9. los pronósticos de demanda, y las ventas.