Download - Escenarios políticos post-gasolinazo
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
1/8
Oruro, Rama King Nash, leo/tela 40 x 30 cm. Ao 2010
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
2/8
and miosa
E
n el campo poltico intervienen
actores que se mueven de
acuerdo a ciertas reglas y en
determinados escenarios des-plegando estrategias discur-
sivas y utilizando recursos de poder para
alcanzar sus objetivos.
Estos elementos se despliegan en el pro-
ceso poltico y un acontecimiento puede
poner en tensin sus relaciones y modi-
car las pautas de interaccin poltica, ms
an si desata conictos que ponen en
cuestin el orden precedente. El gasoli-
nazo bajo ese trmino englobamos los
hechos en torno a la dictacin y la abro-
gacin del Decreto Supremo 748 es una
sucesin de eventos que han modicado
algunas caractersticas del campo polti-
co, sobre todo en relacin al desempeo
del MAS como partido de gobierno. Esa
palabra sintetiza una percepcin de la opi-
nin pblica que expresa los efectos ne-
gativos del manejo de la economa y ca-
racteriza la decisin gubernamental como
smil a las medidas del neoliberalismo. En
este trabajo se hace hincapi en los efec-
tos de este acontecimiento en el campo
poltico para evaluar sus transformaciones
y las tendencias en las estrategias y en las
interacciones de los actores polticos.
Despus del gasolinazo se ha instala-
do en la opinin pblica y, sobre todo, enel mbito poltico la idea de que se han
transmutado las condiciones del desplie-
gue del proceso de cambio impulsado
por el gobierno del MAS. En este trabajo
se analizan diversas aristas de esa trans-
formacin dejando de lado la suposicin
de que existe una nueva correlacin de
fuerzas polticas puesto que no se ha mo-
dicado la disponibilidad de recursos ins-
titucionales de poder por parte del partido
de gobierno, ni otras organizaciones parti-
distas han incrementado su capacidad de
incidencia en el proceso poltico decisio-
nal. A mi juicio, lo que se ha producido es
un debilitamiento de la fuerza hegemnica
del proyecto del MAS, tanto respecto a su
base popular de apoyo como ante la ciu-dadana en general en tanto cuerpo elec-
toral. Adicionalmente, con similar impor-
tancia, se ha producido un deterioro de la
imagen del presidente con consecuencias
en la estrategia poltica del MAS porque
la reeleccin de Evo Morales en 2014 era
y es la garanta de continuidad del pro-
ceso de cambio. La consecucin de ese
objetivo implica viabilizar legalmente por
interpretacin o por reforma constitucional
parcial la postulacin de Evo Morales a
partir de la fortaleza poltica del MAS y la
popularidad de su liderazgo. Otros cam-
bios concomitantes, relativamente secun-
darios, tienen que ver con la modicacin
de la estrategia discursiva de otros acto-
res polticos relevantes y el retorno de la
calle como escenario informal con inci-
dencia en la toma de decisiones guberna-
mental.
ANTES Y DESPUS
Los efectos polticos del gasolinazo ad-
quieren relevancia si se considera la for-taleza previa del partido de gobierno. Un
ao despus de la reeleccin de Evo Mo-
rales con mayora absoluta y transcurridos
apenas ocho meses de la ntida victoria
electoral del MAS en los comicios depar-
tamentales y municipales, el gobierno en
el momento de su mayor disponibilidad de
poder poltico adopt una medida eco-
nmica que provoc protestas sociales y
el rechazo generalizado de la poblacin
que le obligaron dar marcha atrs en su
decisin. En el transcurso de una semana
disminuy la popularidad del presidente
y el gobierno demostr una indita inca-
pacidad para gestionar una situacin de
crisis limitndose a justicar su cambio de
postura con una apelacin a la retrica de
gobernar obedeciendo al pueblo.
La segunda gestin de Evo Morales haba
empezado con augurios positivos para el
despliegue del proyecto poltico del MAS.
En el primer semestre de 2010, el partido
de gobierno procedi a la implementacin
de la CPE con la aprobacin de las cinco
leyes orgnicas utilizando su mayora en
la Asamblea Legislativa Plurinacional sin
realizar concesiones a sus detractores ni
a sus aliados que cuestionaron algunosaspectos de las leyes. En abril del ao
pasado logr resultados favorables en las
elecciones departamentales y municipa-
les ganando seis de nueve gobernaciones
y ms de tres cuartos de las alcaldas en
disputa estableciendo un escenario favo-
rable para consolidar su proyecto de nue-
vo Estado.
Si en su primera gestin Evo Morales tuvo
que enfrentar un complejo escenario po-
ltico e institucional debido a la existen-
cia de gobierno dividido (la oposicin
Fernando Mayorga
polticos post gasolinazo
En el transcurso de unasemana disminuy la
popularidad del presi-
dente y el gobierno de-
mostr una indita inca-
pacidad para gestionar
una situacin de crisis
limitndose a justifcar
su cambio de postura
con una apelacin a la
retrica de gobernarobedeciendo al pueblo.
5
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
3/8
and miosa
controlaba la cmara alta) y
divisin vertical de poderes
(en algn momento, siete
de nueve prefectos eran de
signo opositor), el ao 2010mostraba un panorama po-
ltico ampliamente favorable
al partido de gobierno por la
concentracin de recursos
de poder institucionales en
sus manos y la ocupacin
del centro del espacio de in-
terdiscursividad poltica para
la implementacin del Esta-
do Plurinacional diseado
en la CPE. Adems, algunos
adversarios que salieron vic-
toriosos en los comicios de
abril fueron suspendidos de
sus cargos de alcalde (Po-
tos y Sucre) y gobernador
(Tarija) o son objeto de im-
pugnacin (La Paz) median-
te procedimientos judiciales
impulsados por el ocialismo.
Y, nalmente, la oposicin
partidista convencional que
no se present de manera
conjunta en las elecciones
subnacionales tiene una
actuacin fragmentada y dis-
persa en el mbito parlamen-
tario.
La fortaleza poltica del go-
bierno era innegable y su
hegemona discursiva se pona de mani-
esto en todos los aspectos del proceso
poltico y legislativo, como en el debate y
la aprobacin de la Ley contra el racismo
y toda forma de discriminacin que puso
en el tapete de discusin temas relativos
a la libertad de expresin, supuestamen-
te amenazada por dicha norma. Los pe-
riodistas y los propietarios de medios de
comunicacin realizaron protestas de di-
versa ndole en defensa de la democra-
cia denunciando tendencias totalitariasen el gobierno, una visin compartida por
la oposicin poltica que conceba al MAS
como una fuerza incontenible con ansias
de someter todas las instituciones a su
control. En las las del ocialismo la con-
centracin de poder el poder total y la
hegemona discursiva del MAS eran perci-
bidos de manera positiva como parte de la
gestacin de un Estado integral donde,
supuestamente, se diluan las fronteras
entre la sociedad civil y el gobierno que
representa los intereses nacionales.
Ambas lecturas contrastaban con la reali-
dad puesto que la conducta electoral de la
poblacin en abril de 2010 haba mostra-
do cierto margen de autonoma de accin
a la hora de orientar su voto por el ocia-
lismo o por alguna alternativa municipal,
sobre todo en las ciudades capitales de
departamento. Asimismo, en el primer tri-
mestre del 2010 se produjeron las prime-
ras protestas de sectores sociales anes
al gobierno, no obstante eran sectoriales
o grupales y estaban focalizadas territo-rialmente, y la celebracin del 1 de mayo
no tuvo la resonancia de aos anteriores
como conmemoracin de la nacionaliza-
cin y, ms bien, fue precedida por una
convocatoria a la primera huelga general
de la COB en cinco aos exigiendo ma-
yores salarios.
Estos antecedentes son necesarios para
mirar los hechos del pasado diciembre
como parte de un proceso y no como un
evento desligado de las condiciones que
explican su acontecer y su impacto polti-
co. No obstante, esos hechos adquirieron
gravedad propia por el carcter de la me-
dida y la amplitud del rechazo
popular. Los efectos polticos
fueron avizorados los das del
conicto por distintas voces
de signo crtico y opositor algobierno: Su discurso se le
vino abajo y toda su incapaci-
dad de manejar la economa
de este pas la traslad al
pueblo (Vctor Hugo Crde-
nas), Es la deslegitimacin
del gobierno, porque esto es
un desencanto nacional (F-
lix Patzy), Puede generarse
una espiral muy grande con
un costo poltico importante
para el gobierno (Samuel
Doria Medina), El Gobierno
perdi credibilidad, al igual
que el presidente Evo Mora-
les (Germn Antelo), es
el inicio de su declinacin
(Jorge Lazarte) un gran
efecto poltico negativo para
el gobierno del MAS (Jimena
Costa), Con esa medida, Evo
ya no gana las elecciones en
Bolivia (Filemn Escbar).
Esas apreciaciones se multi-
plicaron y ahondaron despus
de la abrogacin del DS 748
porque no se mitigaron sus
efectos negativos en la eco-noma popular. La sensacin
de descrdito del gobierno se
conrm con los resultados de varias en-
cuestas que mostraron percepciones ne-
gativas sobre el gobierno y el presidente
en las ciudades del eje troncal y, tambin,
porque sectores populares manifestaron
su descontento debido al alza de precios
en varios productos en la canasta familiar
y en las tarifas de transporte pblico ge-
nerando conictos a diversa escala y en
varias ciudades. La atencin del gobierno
se orient a la solucin de estos proble-
mas tomando acciones en unos casos(importacin de azcar y venta a travs
de EMAPA, con descrdito mayor para el
gobierno) y sin iniciativas en otros casos
(jacin de tarifas de transporte pblico,
trasladada a los gobiernos municipales).
De esta manera, la tarea del gobierno se
desplaz hacia temas de carcter coti-
diano y la poltica dej de ser un campo
de confrontacin de proyectos de pas o
espacio para la construccin de un nuevo
Estado. La fase heroica de la transicin
estatal dio paso a los desafos mundanos
de la gestin pblica y a la satisfaccin de
En armona contigo, Martina Noriega, acr/bayeta 0.76 x 0.51 m.
6
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
4/8
las necesidades cotidianas de la pobla-
cin.
Bajo estos criterios, evaluamos los cam-
bios en el campo poltico y sus diversos
contornos.
CAMBIA TODO CAMBIA?
Es preciso distinguir dos aspectos paraevaluar los efectos del gasolinazo: la
fuerza poltica del gobierno y la imagen
presidencial. Veamos. La fortaleza del go-
bierno radica en el lazo del MAS con las
organizaciones sociales que constituyen
su principal sostn de apoyo electoral y
de movilizacin poltica. La popularidad
de Evo Morales se traduce en capacidad
interpelatoria hacia otros segmentos po-
blacionales, especialmente urbanos, que
permite explicar no solamente su reelec-
cin en primera vuelta sino la sensacin
de certidumbre que proporciona al acae-
cer poltico. En ambos casos, la fuerza desu liderazgo es un factor decisivo como
elemento de cohesin interna de la coali-
cin ocialista y de ampliacin de la legi-
timidad gubernamental hacia la poblacin
en general.
Respecto a la relacin entre el MAS y los
movimientos sociales, el procedimiento
adoptado por el gobierno para la emisin
del DS 748 fue distinto a los utilizados
anteriormente para tomar decisiones im-
portantes porque no realiz una consulta
a las organizaciones agrupadas en CO-
NALCAM el lazo orgnico entre gobierno
y movimientos sociales, ni planic una
accin de respaldo a la medida adoptada.
Este comportamiento debilit la decisin
gubernamental y provoc una disyuncin
respecto a las organizaciones sociales.
Despus de las protestas, y ante el riesgo
de su proliferacin, se realizaron consul-
tas a dos grupos signicativos, cocaleros
y trabajadores mineros, y la respuesta no
fue positiva. Los mineros del sector estatal
desahuciaron una reunin de negociacin
con ministros y anunciaron una marcha
hacia la sede de gobierno. Los dirigentes
cocaleros, en un ampliado de emergencia
realizado en el trpico cochabambino con
la presencia de Evo Morales, aceptaron el
pedido presidencial de apoyar la medida
gubernamental empero no garantizaron el
acatamiento por parte de sus bases. Am-
bas decisiones se produjeron en la tarde
del 31 de diciembre de 2010 y, en la medi-
da que se trataba de sectores que apoyan
incondicionalmente al ofcialismo, el riesgode un incremento de las protestas en los
primeros das de enero era inminente y su
alcance imprevisto. Otros sectores socia-
les, como los indgenas de tierras altas y
los campesinos, manifestaron su rechazo
a la medida a travs de dirigentes de CO-
NAMAQ y CSUTCB denotando el malestar
en las flas de las organizaciones afnes al
gobierno: Pedimos al hermano Evo Mora-
les revertir esta medida, caso contrario va-
mos a tomar medidas de presin, porque
nos han mentido, nos han hecho creer que
la economa del pas est bien (Rafael
Quispe, CONAMAQ). Este (gasolinazo) vaa desestabilizar, va a generar una convul-
sin, nosotros vamos a pedir que se sub-
vencione nuestros productos, o al sector
campesino, para poder equilibrar y no estar
sufriendo por ese incremento en el diesel y
la gasolina (Rodolfo Machaca, CSUTCB).
La decisin de abrogar el decreto en cues-
tin respondi a ese estado de nimo en
las organizaciones populares que apoyan
al ofcialismo porque no solamente estaba
en riesgo la implementacin de la medida
econmica sino la estabilidad poltica por
efecto de las protestas sociales que se en-
flaban en contra del gobierno.
Para evaluar las reacciones en el seno del
ofcialismo es preciso insistir en la caracte-
rizacin de las relaciones entre el partido
de gobierno y los movimientos sociales
como una coalicin inestable y exible,
cuya composicin y accionar depende de
los temas que estn presentes en el cam-
po poltico y en la agenda gubernamental.
Cuando estaba en juego una demanda de
alta agregacin, como la aprobacin de la
nueva CPE, la lucha contra el separatis-
mo o la reeleccin de Evo Morales, esta
Pedimos al hermano Evo Morales revertir esta
medida, caso contrario vamos a tomar medidas
de presin, porque nos han mentido, nos han
hecho creer que la economa del pas est bien(Rafael Quispe, CONAMAQ).
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
5/8
and miosa
coalicin ocialista se ampliaba congre-
gando a una diversidad de organizaciones
sociales (campesinos, indgenas, mujeres
campesinas, colonizadores, cooperativis-
tas mineros, obreros, juntas vecinales,jubilados, entre otros) y sus integrantes
actuaban de manera compacta bajo la
conduccin del gobierno. As aconteci en
la Asamblea Constituyente con el Pacto
de Unidad como referente organizativo,
y en otras coyunturas con CONALCAM
como instancia supra organizacional. No
obstante, una vez que se materializan las
metas o reivindicaciones generales de
carcter poltico pasan a primer plano las
demandas de baja agregacin aquellas
que expresan intereses sectoriales o cor-
porativos y tienen que ver con la gestin
pblica entonces, algunos grupos se ale-
jan de la coalicin y esta pierde capacidad
para actuar de manera ecaz y uniforme;
se reduce a las organizaciones campesi-
nas, aquellas vinculadas orgnicamente
al MAS.
Precisamente, el gasolinazo provoc el
predominio de intereses corporativos y
necesidades concretas de las bases sindi-
cales, como asalariados y consumidores
respecto a la adscripcin incondicional al
proceso de cambio como consigna gene-
ral. En anteriores situaciones se produje-
ron desplazamientos o alejamientos mo-
mentneos de organizaciones sindicaleso indgenas de la coalicin porque el MAS
no canaliz sus pedidos por ejemplo, una
mayor cantidad de circunscripciones espe-
ciales solicitadas por el movimiento ind-
gena, empero eso ni implic la adopcin
de una postura contraria al gobierno. En
el caso del gasolinazo se produjo el re-
chazo generalizado de las organizaciones
sociales excepto por parte de las tres orga-
nizaciones campesinas CSUTCB, coloni-
zadores y las Bartolinas que fueron el
sustento de la formacin del instrumento
poltico y conforman la base permanente
de CONALCAM. Inclusive las organizacio-nes de cocaleros asumieron una postura
ambigua pese a la conminatoria de Evo
Morales que los convoc como vanguar-
dia del proceso de cambio. El resto de las
organizaciones cerraron flas en contra de
la medida, sobresaliendo CONAMAQ, FE-
JUVE y COR de El Alto, y la COB.
Diciembre es la primera coyuntura en la
que CONALCAM no tiene protagonismo
y su fuerza organizativa y movilizadora
se diluye ante la disyuntiva de apoyar o
rechazar una decisin gubernamental.
Es ms, algunos dirigentes de la COB y
CSUTCB plantearon que la vigencia de
este supra organismo haba concluido
con la aprobacin de la CPE pese a que
el gobierno vislumbraba un nuevo rol paraCONALCAM en la implementacin del
Control Social. Otras organizaciones in-
dgenas formularon la necesidad de esta-
blecer un nuevo pacto entre el gobierno
y los movimientos sociales para recon-
ducir el proceso de cambio. En suma, el
resultado fue el menoscabo de la capa-
cidad del MAS para agruparlos bajo una
conduccin centralizada y adscritos a las
polticas gubernamentales.
Con relacin a la imagen de la gura pre-
sidencial, las consecuencias de la medida
tienen que ver con las protestas sociales
que se produjeron con mayor virulencia
en El Alto, La Paz y Cochabamba, plazas
fuertes del MAS en comparacin con otras
circunscripciones, donde surgieron indi-
tos estribillos de condena a Evo Morales
con acusaciones de traicin y sometimien-
to al neoliberalismo. Si bien estos centros
urbanos dieron su voto por la aprobacin
de la nueva CPE y la reeleccin presiden-
cial, en las elecciones municipales de abril
de 2010, el MAS obtuvo votaciones infe-
riores al 40% en esas ciudades, donde el
MSM y UN lograron importante votacin.
Es decir, se trata de un electorado citadi-
no que distingui entre su voto por EvoMorales en diciembre de 2009 y su voto
municipal en abril de 2010, escasamente
favorable al MAS en Cochabamba y El
Alto y de apoyo mayoritario al MSM en La
Paz. Entonces, al momento de evaluar el
impacto del DS 748, la ciudadana volvi a
demostrar su autonoma de accin a partir
de un clculo racional de los efectos del
gasolinazo, es decir, no intervinieron ele-
mentos ideolgicos para denir el compor-
tamiento de la gente respecto a la medida
gubernamental. La creencia de que se tra-
ta de bastiones masistas es errnea por-
que se toma en cuenta la totalidad de lavotacin departamental, cuando las cifras
de comportamiento electoral en las capita-
les muestra una realidad distinta. En todo
caso, la reaccin de los pobladores de El
Alto frente al gasolinazo ilustra de mane-
ra ntida el grado de descontento popular.
Otro elemento importante es que en estas
ciudades actan fuerzas polticas que no
forman parte de la oposicin convencio-
nal, aquella asociada al ex CONALDE y
al movimiento cvico regional de la media
luna. Son organizaciones polticas que
actan como rivales del MAS no sola-
mente como opositores, porque disputan
el centro del campo discursivo ocupado
por el MAS. En primer lugar, el MSM que
controla los recursos de poder de la alcal-da pacea y es la segunda fuerza elec-
toral a nivel nacional, y secundariamente
UN que obtuvo importantes votaciones en
El Alto y Cochabamba. Esto no implica
como denunci el ocialismo que estas
fuerzas polticas orquestaron las protes-
tas, simplemente le proporcionaron cierta
capacidad organizativa y de movilizacin
sobre la base de un descontento generali-
zado respecto al gobierno y al presidente.
En esa medida no resulta casual que los
datos de encuestas realizadas con poste-
rioridad al gasolinazo muestren una fuer-
te cada de la popularidad de Evo Morales
la cifra ms baja en 60 meses al mando
del gobierno con una aprobacin de 36%
y un rechazo de 56% a nivel nacional,
cuando un ao antes esa muestra pobla-
cional apoyaba al presidente en 70% y lo
desaprobaba apenas en 25%. En las ciu-
dades en las que se dieron las protestas
ms graves, los datos muestran que La
Paz desaprueba a Evo Morales con 51%
y Cochabamba con 61% mientras que en
El Alto se mantiene una opinin favorable
pero preocupante de 51%, porque la ten-
dencia dominante es el descenso de la
popularidad del presidente (ver Cuadro 1),una imagen antes inmune a los vaivenes
de la coyuntura poltica (Informe de Opi-
nin Bolivia, enero 2011, Ipsos APOYO).
En suma, el costo poltico del gasolina-
zo tiene doble connotacin para el MAS
porque afecta la consistencia de la base
social de apoyo orgnico al partido de
gobierno y, por primera vez, menoscaba
seriamente la popularidad del presidente.
Por lo tanto, el ocialismo enfrenta desa-
fos que tienen que ver, en el corto pla-
zo, con la recomposicin de la coalicin
de apoyo al partido de gobierno y, en elmediano plazo, con la restitucin de la
conanza en la gura presidencial ante
los ojos del electorado urbano. El primer
desafo tiene carcter perentorio para el
MAS porque es un requisito para encarar
con xito cualquier plan gubernamental,
en cambio, la recuperacin de la imagen
presidencial depende de los rditos de la
ejecucin de polticas pblicas durante los
prximos aos, as como de un giro en su
estilo de conduccin y, particularmente,
en sus relaciones con los adversarios del
gobierno. Por lo pronto, la nueva postura
8
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
6/8
and miosa
adoptada por Evo Morales respecto a la
demanda martima es una apuesta que
tiene connotaciones evidentes sobre este
tema con el riesgo que implica su trata-
miento para la imagen de un presidente.
Bajo estos criterios, es evidente que la
conguracin del campo poltico presenta
ciertas transformaciones, tal vez la ms
importante tiene que ver con la merma de
la capacidad hegemnica del MAS.
PODER O HEGEMONA?
Es preciso advertir que no se ha modica-
do la distribucin de recursos de poder de
carcter institucional, estos siguen con-
centrados en el partido de gobierno, sin
embargo se han puesto de maniesto los
lmites de la capacidad hegemnica del
MAS. Este partido controla la Asamblea
Legislativa Plurinacional y la mayora de
las asambleas departamentales y conce-
jos municipales, sin embargo, los conic-
tos derivados del gasolinazo han tras-
cendido esos mbitos legislativos y se han
trasladado a las calles como escenario de
manifestacin del descontento ciudadano
contra el gobierno. Las semanas poste-
riores a la abrogacin del DS 748, las ca-
lles fueron el espacio de presin, pugna
y enfrentamientos entre usuarios y chofe-
res, entre comerciantes y consumidores,
tambin de negociacin y acuerdo entrejuntas vecinales y transportistas, ante la
parlisis del gobierno cuya autoridad fue
puesta en entredicho.
El cuestionamiento a las decisiones del
gobierno y la conducta de la gente en las
ltimas semanas puso en evidencia un
debilitamiento de la capacidad hegem-
nica del MAS. Para explicar este aserto
es preciso tomar en cuenta que el MAS
inici su segunda gestin gubernamental
dominando el centro del espacio de dis-
cursividad poltica mediante la articulacin
de nacionalismo e indigenismo, ejes dis-cursivos que ordenan el campo poltico.
El nacionalismo se tradujo en el retorno
del Estado como protagonista de la eco-
noma. La nacionalizacin de los hidro-
carburos implic un cambio en la relacin
entre el Estado y las empresas extranjeras
para responder a promesas de bienestar
econmico que se materializaron a travs
de bonos con recursos provenientes del
sector de hidrocarburos. Esa era la cara
redistributiva de la nacionalizacin, empe-
ro su sostenibilidad dependa y depende
de la apuesta gubernamental a la inver-
sin e industrializacin donde los avances
fueron magros porque el sector de hidro-
carburos debi convertirse en el motor
del desarrollo y sostn de la estabilidad
econmica. En esa medida, el gasolina-
zo aparece como una suerte de negacin
de la nacionalizacin la propia palabra es
sinnimo de neoliberalismo y con este
giro en la poltica econmica se ha debili-
tado uno de los ejes del discurso del MAS
que le permiti dominar el campo poltico.La aceptacin de la necesidad de inver-
sin extranjera en mejores condiciones a
las actuales es una muestra de realismo
que busca un punto de equilibrio entre
Estado y mercado, empero es una actitud
que contradice la prdica anti neoliberal
del gobierno. Esta inexin discursiva de-
bilita la hegemona del MAS porque su in-
terpelacin nacionalista ya no es verosmil
para justicar sus decisiones y abre la po-
sibilidad a crticas y cuestionamientos al
gobierno desde posiciones de izquierda,
tanto partidistas como sindicales.
Respecto al indigenismo, la CPE muestra
el carcter irreversible de la inclusin de
las demandas e identidades campesinas
e indgenas pese a que lo plurinacional y
comunitario del nuevo Estado es ms re-
trica que armazn institucional. En esta
fase de transicin post constitucional, la
descolonizacin es un elemento discursi-
vo comn en las leyes y en las polticas
pblicas como una expresin normativa
del indigenismo y adquiere similar im-
portancia que el anti neoliberalismo en el
discurso gubernamental. En este tema, el
MAS no tiene competidores en el campo
poltico y ante el debilitamiento de su ima-
gen antineoliberal, el partido de gobierno
se aferra al argumento de la descoloniza-
cin para cuestionar a sus adversarios y lo
traduce en una supuesta denuncia: quie-
ren sacar del poder a los indios. Adems,este tema refuerza la idea del protagonis-
mo incuestionable de Evo Morales en la
conduccin del proceso de cambio por-
que su presidencia es la constatacin fc-
tica de la descolonizacin.
En otras palabras, ante el debilitamiento
del eje nacionalismo (antineoliberalismo)
el discurso del MAS se apoya en el eje
indigenismo (descolonizacin), no obs-
tante esto conlleva una reduccin de su
radio de interpelacin y, por ende, de su
capacidad hegemnica. Debido a esta si-
tuacin, el gobierno acude a la estrategia
de concertar con los movimientos sociales
cualquier medida relativa a los precios de
los hidrocarburos. Tambin, como sucede
desde el 23 de marzo, enarbola la reivin-
dicacin martima como nuevo elemento
discursivo que refuerza su posicin en el
eje nacionalismo, restituyendo una de-
manda de alta agregacin en el campo
poltico con posibilidades de convocar in-
clusive a detractores y opositores bajo su
conduccin.
Precisamente, la decisin gubernamental
de plantear la demanda martima en tribu-
nales internacionales ante la ausencia deun compromiso formal por parte de Chile
despus de cinco aos de dilogo bilateral,
es un intento de modicar la agenda pol-
tica hasta hace poco centrada en temas
econmicos con fuerte nfasis en cares-
ta, especulacin, tarifas y salarios. Antes
del gasolinazo, la agenda gubernamen-
tal estaba marcada por la implementacin
de la CPE mediante leyes y reglamentos
que denan la labor legislativa y la elabo-
racin de polticas pblicas. Despus del
gasolinazo, la labor gubernamental se
concentr en el enfrentamiento a los efec-
tos de esta medida para paliar el malestaren la poblacin. Su desempeo era con-
fuso porque mostraba cierta parlisis para
enfrentar algunos problemas (por ejem-
plo, en el tema de tarifas del transporte
pblico), un retroceso en sus visiones de
la economa (la importacin de azcar
para combatir la especulacin) y dicul-
tades para convencer a los trabajadores
de su propuesta de incremento salarial.
En estas circunstancias, el tema martimo
aparece como un elemento que tiende a
desplazar la crisis econmica como tema
central en el debate pblico. Adicional-
En esa medida, el
gasolinazo aparece
como una suerte de ne-
gacin de la naciona-lizacin la propia pa-
labra es sinnimo de
neoliberalismo y con
este giro en la poltica
econmica se ha debi-
litado uno de los ejes
del discurso del MAS
que le permiti domi-
nar el campo poltico.
9
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
7/8
and miosa
mente, este asunto tambin le proporcio-
na al MAS una respuesta a la prdida de
popularidad del presidente, un elemento
clave de la estrategia ocialista con miras
a los comicios de 2014, una estrategiacentrada en la reeleccin de Evo Morales
como factor que asegure la continuidad
del proceso de cambio
CAMBIA, ALGO CAMBIA
Despus del gasolinazo no se ha con-
gurado un nuevo escenario poltico por-
que se mantiene la correlacin de fuerzas
en el mbito institucional de la poltica. Lo
que ha cambiado es la fortaleza poltica
y la capacidad hegemnica del partido de
gobierno, empero, tambin se modic el
espacio de la oposicin, en particular de-
bido al lugar que ocupa el MSM desde los
comicios de abril de 2010 previa ruptu-
ra de su acuerdo con el MAS y por su
comportamiento en torno al gasolinazo.
Un comportamiento que tiene que ver con
la disponibilidad de recursos de poder ins-
titucionales que provienen de su control
de la alcalda pacea y de su presencia
en la arena parlamentaria aunque con
una bancada reducida, y una capacidad
organizativa como partido que contrasta
con la debilidad de otras organizaciones
polticas, como UN que no tiene cuadros
polticos o Convergencia Nacional PPB-
CN que carece de liderazgo. Asimismo,este partido tiene posibilidades de desple-
gar una estrategia discursiva de disputa al
MAS porque comparte elementos ideol-
gicos con el partido de gobierno y, merced
al gasolinazo, incursion en el espacio
informal de la calle, una opcin vetada a
la mayora de las organizaciones polticas
y casi una prerrogativa del MAS.
Al respecto, es pertinente establecer una
distincin entre rivales y opositores al
MAS. El MSM y otras fuerzas polticas de
izquierda (como Alianza Social en Potos)
emergieron como rivales del partido degobierno en los comicios municipales de
abril siendo victoriosos en la zona occi-
dental del pas incorporando matices en
un escenario poltico antes dividido, inclu-
sive territorialmente, entre occidente pro
masista y media luna opositora. No son
fuerzas opositoras convencionales porque
actan dentro los parmetros discursivos
del MAS y su crtica se dirige a cuestio-
nar el estilo de conduccin gubernamen-
tal y la orientacin de la reforma estatal
pero sin poner en entredicho el proceso
de cambio. El MSM incide en la perso-
nalizacin de la conduccin de la gestin
gubernamental y critica el liderazgo de
Evo Morales como uniquismo, cuestio-
na el funcionamiento autoritario del MAS
por ausencia de democracia interna y lacooptacin de organizaciones sociales, es
decir, enjuicia el estilo de gobierno, no el
nuevo ordenamiento estatal.
En una posicin intermedia se sita UN
puesto que su accionar no estuvo subor-
dinado al movimiento cvico regional en el
pasado y mantiene una posicin de recha-
zo al MAS, empero, sin posibilidades de
situarse en algunos de los ejes discursivos
dominantes (nacionalismo e indigenismo)
para disputar su hegemona o rivalizar con
otras fuerzas de oposicin. Esta carencia
de perspectiva estratgica le proporciona
cierto margen de accin exible, empero
sus posturas frente a temas de coyuntura
carecen de ecacia porque no dispone de
recursos de poder institucionales, su ban-
cada parlamentaria es irrelevante y care-
ce de capacidad para reclutar o movilizar
a sus seguidores.
Los opositores convencionales siguen
siendo las fuerzas polticas que rechazan
todas las iniciativas y decisiones del MAS
y se amparan en un discurso que apunta a
cuestionar no solamente la legitimidad sino
la calidad democrtica de las acciones gu-
bernamentales. Actan en un eje discursi-vo marcado por la antinomia democracia/
totalitarismo o repblica/Estado Plurinacio-
nal, en un extremo, y la antinomia estatis-
mo/neoliberalismo o centralismo/autono-
ma, en otro extremo. En esta posicin se
sitan las agrupaciones regionales del ex
CONALDE y la coalicin PPB-CN. Algunas
autoridades fueron reelectas, no obstante
los gobernadores no son protagonistas en
la arena poltica nacional, por su parte, la
bancada de PPB-CN tiene un comporta-
miento errtico y sufre divisiones internas.
En la actualidad, el MSM es un rival del
MAS no solo por los elementos menciona-dos es la segunda fuerza poltica nacio-
nal y tiene recursos de poder instituciona-
les y estrategia discursiva sino porque su
confrontacin con el gobierno se extendi
a otros planos de accin, entre ellos el
judicial puesto que existen acusaciones
contra el alcalde Luis Revilla y el ex alcal-
de Juan del Granado. La participacin de
autoridades y militantes del MSM en las
marchas de protesta en las ciudades de
La Paz y El Alto proporcionaron mayor
protagonismo a este partido y provoca-
ron acusaciones ocialistas de organizar
MeconocesII,
Ma
rtinaNoriega,acr/lienzo1.0
0x0.2
5m.
10
-
7/31/2019 Escenarios polticos post-gasolinazo
8/8
and miosa
actos violentos antigubernamentales.
Adems, el MSM marc una posicin dis-
tinta a otros actores polticos al sugerir la
realizacin de un referndum sobre el DS
748. El argumento esgrimido tena el tonoconvencional del discurso de izquierda y
un objetivo adicional de esa propuesta era
poner en evidencia la prdida de populari-
dad del presidente: El MSM quiere que el
Presidente gobierne los prximos cuatro
aos que le queda pero que le consulte
a la gente. Basta de gasolinazos a espal-
das a la gente, basta de decretazos, basta
de atentados en navidad contra la gente.
Presidente convoque a referendo para
ver si se queda el gasolinazo. Adems,
este partido apuntaba a la correccin de
la medida con el argumento de reconducir
el proceso de cambio distorsionado por
el MAS: nuestros dirigentes no cesarn
en su denuncia y oposicin a las polticas
anti populares del Gobierno y el progre-
sivo extravo y traicin del proceso de
cambio y transformaciones (http://www.
eldeber.com.bo/2011/2011-01-06/vernota-
ahora.php?id=110106154603).
La reaccin del MAS fue incluir al MSM
entre las fuerzas de derecha y compa-
rar sus acciones de protesta con las de
la oposicin cvico-regional de la media
luna para debilitar su capacidad interpe-
latoria.
A MANERA DE COLOFN
La fase post gasolinazo muestra ciertos
cambios en el campo poltico porque se
debilit la fortaleza del partido de gobierno
y la imagen presidencial. El MAS enfren-
ta desafos de carcter orgnico porque
tiene que encarar la recomposicin de la
coalicin entre el gobierno y los movimien-
tos sociales, tambin tiene desafos de
carcter discursivo y simblico dirigidos a
recuperar la popularidad del Evo Morales,
un objetivo a mediano plazo que depen-
de de la ecacia de las polticas guberna-mentales, principalmente en la economa.
Para encarar ambas tareas el partido de
gobierno dispone de recursos de poder
institucionales que se mantienen intactos
porque no se han producido mayores mo-
dicaciones al respecto. Lo que se ha de-
bilitado es su capacidad hegemnica y la
credibilidad ciudadana en su discurso, un
discurso disminuido en su faceta naciona-
lista por efecto, precisamente, del gasoli-
nazo que fue percibido como una mues-
tra de incumplimiento de las promesas de
la nacionalizacin de los hidrocarburos.
Una respuesta indirecta a esta situacin
fue la iniciativa presidencial en torno a la
demanda martima porque le permite for-
talecer su conviccin nacionalista y con-
vocar a sus aliados, tambin a sus detrac-tores, e interpelar a la ciudadana con una
demanda de alta agregacin bajo la direc-
triz del gobierno. Una apuesta dirigida a
recuperar la imagen de Evo Morales, cuya
popularidad es un requisito para continuar
la estrategia ocialista de continuidad del
proceso de cambio mediante su reelec-
cin presidencial en los comicios de 2014.
Otro cambio en el campo poltico se ree-
re a la modicacin del espacio opositor,
antes ocupado nicamente por fuerzas
polticas contestatarias al MAS, ancadas
principalmente en lo regional. La oposi-
cin convencional cuestionadora del na-
cionalismo y del indigenismo como ejes
que forman el discurso poltico y el pro-
yecto estatal del MAS perdi fuerza en el
transcurso de 2010, excepto en el caso de
UN que no form parte de la coalicin opo-
sitora liderizada por CONALDE que, en di-
ciembre de 2009, apoy la candidatura de
Reyes Villa. En los comicios de abril de
2010 se produjo la emergencia del MSM
como partido rival del ocialismo despus
de la ruptura de su alianza con el MAS y al
constituirse en la segunda fuerza electoral
a nivel nacional, aunque muy distante del
partido de gobierno.
Este partido se sita en un lugar similar
al MAS porque no rechaza el proceso decambio pero cuestiona el estilo de con-
duccin gubernamental y la orientacin de
las polticas pblicas y de la implementa-
cin de la nueva CPE. Adquiri mayor pro-
tagonismo por su participacin en las pro-
testas contra el gasolinazo merced a que
dispone de ciertos recursos de poder insti-
tucionales y capacidad organizativa como
partido, asimismo, puede desplegar una
estrategia discursiva basada en la crtica
al giro en la visin econmica del gobierno
como un retroceso en la nacionalizacin
del sector de hidrocarburos. Las restantes
fuerzas de la oposicin no han fortalecido
su posicin porque tienen escasos recur-
sos de poder y carecen de estrategia dis-
cursiva y propuesta poltica para disputar
el centro del campo poltico.
Fernando Mayorga
es Director General
del CESU - UMSS
Aprobacin de Evo Morales comoPresidente de la Repblica
total eje troncal
Aprueba Desaprueba No precisa
Cuadro 1
100
90
80
7060
50
40
30
20
10
0
%
E F V A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N D E
5355
46
53 5457 57 5756 56
49 50
60 60
6670
64 62
5552
49
54
48
36
43 43 4341 41 41 40 40
3634 34
29 30
25
39
44 4441
4547 47
56
40 40
4948
4 4 3 3 345
26 6 6 6 65 5 5
7 7 85 54 4 4 4
Base: Total de entrevistados (1.028)
11