En el Santuario de Jasna Góra de Czestochowa, en Polonia, se pueden admirar 18 cuadros del pintor polaco Jerzy Duda Gracz. Muestran las 15 estaciones
tradicionales del viacrucis y 3 más. Este es el fruto que el pintor ofrece a la Virgen de Jasna Góra, Madre de la
Iglesia y Reina de Polonia, en agradecimiento por recobrar la salud y sobre todo como ofrenda
a Jesucristo por ese encuentro de salvación. Sus cuadros nos pueden ayudar en nuestro
encuentro personal con Jesucristo y a meditar el vía crucis.
I Estación Jesús es condenado
Vemos a Cristo de pie y atado ante Pilato, pero sin que aparezca Pilato,
ya que el pintor no le incluyó en el cuadro.
El motivo es que el juicio a Jesucristo se repite permanentemente, pero quienes le
condenan en la actualidad son otros.
Vemos a un juez ciego y la palangana para lavarse las manos de la sangre del
cordero. Los micrófonos representan a los medios de comunicación, muchos de los cuales se dedican a difundir mentiras sobre la
figura de Cristo y la religión, tratando de ridiculizar a
Cristo y a los cristianos en programas basura.
Muchos políticos también juzgan y desprestigian la religión católica, con
mentiras para engañar al pueblo y a la justicia. Pretenden ser
dioses y dictar leyes sobre lo que es, a su juicio, bueno
y malo. Promueven leyes abortistas para "dar
más derechos" a la mujer, cuando en realidad
lo que quieren es quitarse de encima a los niños no nacidos, por creer ellos que
son un estorbo.
En definitiva, Cristo es condenado a muerte de múltiples maneras.
II Estación Jesús carga con la cruz
Todo un Dios hecho hombre, Cristo, carga con su cruz
y se dirige al Gólgota para ser crucificado para salvarnos de nuestros pecados.
Con esta expresión máxima de amor y humildad, Cristo se convierte en la
esperanza de todos los enfermos de cuerpo y de
alma, representados en el cuadro con sus muletas.
¿Ofrecemos a Dios nuestro dolor y sufrimiento como enfermos?
¿Aprovechamos las cruces que el Señor nos envía para ofrecerlas por nuestros
hermanos?
¿En quién tenemos puestas nuestras esperanzas?
III Estación Jesús cae por primera vez
Los obispos representados en el cuadro muestran caras de desánimo y sorpresa,
porque ven la supuesta debilidad de quien todo lo puede, cayendo a tierra
por el enorme peso de la cruz.
Se preguntan por qué no se levanta y se libra de esa humillación.
Se preguntan por qué no se revela contra la maldad de este mundo y acaba con los
hombres malos.
Sin embargo, Cristo ama a todos los hombres,
sean como sean, y les da la oportunidad de cambiar.
Quiere que todos se salven y gocen con él de la vida eterna. Por el amor que nos
tiene, sufre por nuestros pecados.
¿Vamos a seguir defraudándole y haciéndole sufrir por nuestros pecados?
IV Estación Jesús encuentra a su Madre
El pintor nos muestra a Cristo encontrándose
con su Madre, representada en un cuadro de la Virgen de Jasna Góra
(la Virgen de Czestochowa).
Vemos también cuadros de otras Vírgenes de santuarios marianos de múltiples países del mundo, dándonos a entender que allá donde esté la Virgen María, en cualquiera
de sus advocaciones, nos espera para conducir a todos sus hijos
por el camino de la salvación hacia Cristo.
Vemos a una madre joven con su bebé y otras jóvenes que algún día serán
madres, así como a unas madres apenadas que han
perdido a sus hijos y que están rezando delante de
las cruces donde están enterrados.
Estas madres han experimentado en su propia carne lo que Simeón le profetizó a
María: "una espada de dolor atravesará tu alma" y son las que
mejor comprenden el inmenso dolor experimentado
por la Virgen María al ver a su Hijo humillado, camino del Calvario.
La maternidad participa de esta forma del Misterio Divino.
V Estación Jesús es ayudado por el Cirineo
La persona que ayuda a Cristo a llevar la Cruz
es el propio Jerzy Duda Gracz, autorretratado.
De esta forma señala la misericordia de Dios
hacia su persona: "Él me sacó de mi vida sensual, de mi liviandad, de mis errores.
En la enfermedad, Dios me mostró el camino
del bien y la verdad. He visto que la fuente de la felicidad está en el amor y
en la ayuda a los otros".
El pintor, a través de sus originales estaciones
del vía crucis, que decoran la Capilla de la Virgen Negra de Jasna Gora
en el Santuario de Czestochowa, nos ayuda
a todos nosotros a reflexionar.
De esta forma ayuda también a Cristo y nos invita a que seamos nosotros
quienes también ayudemos a cargar con la Cruz.
¿Vamos también nosotros a ayudar a Cristo?
La Madre Teresa de Calcuta es la Verónica de nuestros días.
Y otras religiosas que pasan su vida al lado del enfermo también.
Es todo aquel que dedica su vida ayudando al otro, como las enfermeras
representadas en el cuadro, como cualquiera de nosotros que comparte
un plato de comida con el necesitado.
Vemos el rostro de Cristo en las sábanas tendidas del fondo, dándonos a entender
que Cristo nos acompaña en el sufrimiento,
en nuestras enfermedades, en nuestras angustias, haciéndolas más llevaderas.
VI EstaciónVerónica limpia el rostro de
Jesús
El cuadro representa el Domingo de Ramos.
Vemos a multitud de personas que "miran
hacia otro lado", es decir, están inmersos en la preparación de las fiestas de
Pascua, en las tradiciones, costumbres, pensando
en qué van a hacer durante los días libres.
Todo esto centra nuestra atención y olvidamos temporalmente la cruz de Cristo, como si ya estuviera muerto y
enterrado.
Sólo pensamos en nosotros mismos y en nuestras cosas. Cristo continua en
soledad su camino.
Vemos en el cuadro que sólo el perrito, criatura dotada de gran sensibilidad
gracias a Dios Padre, reconoce a Jesús vivo, se solidariza con él
y le tiende su pata.
VII Estación Jesús cae por segunda vez
VIII Estación Jesús encuentra a algunas
mujeres
Vemos en el cuadro a un grupo de personas que buscan consuelo y que nos
representan a todos:
Una madre ocupada y preocupada por el futuro
de sus hijos, una religiosa en su monasterio,
la propia esposa del pintor, niños y mayores, etc.
La prostituta que aparece en el suelo no es consolada por nadie,
ya que sólo es tratada como un objeto.
Sólo Jesús puede consolarla, pues experimenta
el desprecio humano y va a ser crucificado.
En definitiva, seamos como seamos, todos necesitamos ser consolados, ser comprendidos y ser amados.
Al fondo, vemos unos confesonarios con una luz verde que nos indica
que Dios nos espera del mismo modo que el padre del hijo pródigo.
Cristo parece que está agonizando y al borde del último suspiro.
¿Qué cosas le causan, en nuestros días, tanto sufrimiento?
El sufrimiento de los niños inocentes; los innumerables abortos provocados; los niños obligados a ir a la guerra, la denigrante prostitución infantil;
los chicos atormentados y masacrados en los hornos crematorios de Auschwitz;
los niños desnudos de cariño, no deseados, maltratados... los de la calle,
sin hogar; los que viven sin amor en hogares
destrozados.
Este es el sufrimiento que derriba a Cristo al suelo hasta agonizar.
¡Qué sufrimiento tan terrible le causa nuestra actitud despiadada!
IX Estación Jesús cae por tercera vez
X Estación Jesús es despojado de su ropa
En el centro, en primer plano, vemos a Cristo desnudo.
La escena del fondo representa el día de Corpus Christi.
Esta fiesta se prepara con mucha dedicación, limpiando y adornando las calles y los balcones por donde va a
pasar el Santísimo.
Se preparan los ramos de flores, se estrenan vestidos, se introducen los
pétalos de rosa en cestas para posteriormente
lanzarlos al paso del Santísimo, quien debe de
encontrar todo bien adornado y preparado para que nos dé
su bendición. Todo esto está muy bien, pero... ¿preparamos así de bien nuestra alma para recibir dignamente al Señor?
Nos olvidamos de que Cristo está despojado
de todo y que nos acompaña en nuestro caminar todos los días, no sólo el día de
Corpus Christi.
XI Estación Jesús es clavado en la Cruz
Vemos a Cristo tumbándose sobre su propia Cruz, mirándonos fijamente,
dándonos a entender que, sin que nadie le obligue, quiere morir libremente para
cargar con nuestros pecados y hacernos felices a todos nosotros para siempre.
En segundo plano vemos a los polacos que fueron perseguidos, asesinados, torturados
o martirizados a lo largo del siglo XX. El pintor les
homenajea a través de varios símbolos del viacrucis que sufrió Polonia. El vagón simboliza a
todas las víctimas que fueron martirizadas en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. El automóvil nos recuerda el martirio del Padre Popieluszko.
Vemos a San Maximiliano Kolbe, en la parte izquierda, vestido de
presidiario, que ofreció su vida a cambio de la de un prisionero en el campo de concentración
de Auschwitz.
En la parte derecha, vemos al Cardenal Primado
de Polonia Stefan Wyszynski, encarcelado durante años por las autoridades
comunistas de Polonia.
A través del sufrimiento y la muerte de estos justos, junto a Cristo, se salva a la humanidad.
Si ofrecemos nuestros sufrimientos y adversidades diarias a Jesús, en unión con lo que Él sufrió, también nosotros estaremos ayudando al mundo.
XII Estación Jesús entrega su Espíritu al Padre
A los pies de Cristo crucificado se encontraba su Madre, la Virgen María, así como Juan, su amado discípulo.
En el cuadro vemos el icono de la Virgen Negra
de Czestochowa, del Santuario de Jasna Gora.
Vemos también a su discípulo amado, Juan Pablo.
Otros Santos polacos acompañan a Jesús en la Cruz. Entre ellos destacan San
Estanislao de Kostka, San Maximiliano Kolbe,
Santa Faustina Kowalska, San Casimiro (Rey de Polonia), Santa Eduvigis, San
Andrés Bobola, San Alberto Chmielowski ,
San Honorato, etc.
El fondo del cuadro está repleto de cruces,
que simbolizan las cruces del pueblo de Dios,
es decir, las nuestras.
Cristo sabe el tamaño de nuestras cruces
y nos acompaña a cada uno de nosotros.
El icono de la Virgen Negra de Czestochowa,
del Santuario de Jasna Gora, abraza a su hijo Jesús, que ya está
muerto.
La Virgen nos mira frontalmente, diciéndonos...
"¡Mirad lo que habéis hecho con Él".
La bandera polaca cuelga de la Cruz. "¡Mirad lo que han hecho
con este pueblo polaco sus enemigos!"
Tanto a la izquierda como a la derecha podemos distinguir varios héroes
nacionales, que sacrificaron sus vidas para que el
pueblo fuera libre e independiente.
Hicieron por su nación lo que Jesucristo por el pueblo de Dios.
Cristo quiere que todos nos salvemos y que los países estén todos unidos
bajo el signo salvífico y universal de la Cruz.
XIII Estación Jesús es bajado de la cruz
En el cuadro, Cristo es sepultado en el campo de concentración de
Auschwitz.
La pila de cruces que vemos representan a los cientos de miles de personas
martirizadas y asesinadas durante la II guerra mundial.
Vemos también un conjunto de libros que empiezan a tapar parcialmente el cuerpo
de Cristo.
El pintor representa de esta forma las ideologías
que destruyen a la humanidad: el comunismo,
el nazismo, el imperialismo, y muchos otros más
que atentan contra la dignidad humana.
Todos los que se esmeran en intentar hacer desaparecer a Dios de la faz de la Tierra,
están destruyendo a la propia humanidad.
XIV Estación Jesús es puesto en el sepulcro
Pero no lo lograrán, pues Dios es invencible.
«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado»
(Lc 24,5-6).
Aparecen miles de personas en el cuadro, pero únicamente el rostro de Cristo
es el que se ve con claridad. Él es quien nos guía.
Por medio de su victoria sobre la muerte, nos abre las puertas de la vida.
Nosotros, como pueblo de Dios, le pedimos que podamos resucitar un día a la vida
eterna en su glorioso reino.
XV Estación La resurrección de Cristo
XVI Estación Tomás
Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano:
Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe». (Jn 20,27)
Muchas personas sólo creen en lo que se puede tocar, en lo que está científicamente
probado.
Algunas de ellas, cuando se ven afectadas de graves enfermedades, desgracias o
muertes repentinas de personas cercanas, se acuerdan de
Jesús, le piden ayuda y creen en él.
La torre de Babel representada en el cuadro simboliza la mezcla de
mentalidades de las personas: los que creen en Jesús sin verle, los que no creen en nada, los que niegan la existencia de
Dios, los que tienen otras creencias, los que creen "a su manera", los que tergiversan la
historia sagrada, etc.
Sólo al final de los tiempos, cuando esta Torre de Babel de las mentalidades se desplome, creeremos en Jesús sin necesidad de introducir nuestro dedo en su
costado.
XVII Estación Galilea
Vemos a Jesús con un pan en su mano derecha, dando instrucciones a Pedro.
Ese pan es el "Pan de Vida" con el que ha de alimentarse la humanidad.
Cristo ha dado indicaciones a Pedro, a sus Apóstoles y a todos los sucesores de
Pedro durante más de 2000 años y les ha confiado el rumbo de la Iglesia.
Al fondo vemos a miles de sacerdotes, quienes tienen la misión de alimentarnos
con el Pan de Vida.
"Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo
del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el
último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.” (Jn 6,53-56)
XVIII Estación La ascensión de Cristo
Cristo finaliza su estancia en la tierra ascendiendo al Cielo.
Todo un Dios se hizo hombre para salvarnos de nuestros pecados a través de una muerte horrorosa.
Resucitó de entre los muertos y ahora se eleva hacia el Cielo,
para guiarnos a la Casa del Padre.
En la parte inferior derecha, vemos el Santuario
de Jasna Góra de Czestochowa, que permanece en la Tierra para servir
de puerta de embarque hacia el Cielo para el
pueblo.
“Y mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.” (Lc 24, 51)
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