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El signo de los tres:Dupin, Holmes, Peirce

U. Ecoy T A. Sebeok(eds.).Barcelona,Lumen, 1989, 332 págs.(Traducciónde E. Busquets)

¡ABDUCCIÓN, QUERIDO WATSON!

«Acercade lascosasinvisibles,acercade lascosasmortales,los diosestienenconocimientoclaro; peroparaloshombessólo existelaposi-bilidad de juzgara partir designos.»

Alcmeón de Crotona

A partirde signas(o síntomas,indicios,huellas,vestigios,improntaso trazas)escomoinvestigael cazado;eímédico,elhistoriador,el filólogo y el detective.Es lo quepermiteunirlos nombresdeDupin (creadopor Poe, quienparamuchosinaugurala «detectivestory»), a CharlesSandersPeirce(pa-dre de la semiótica,«el másinventivo y el másuniversaldelos pensadoresatneticanosss,segúnpalabrasdeRoznanJa-kobson)y a 5. Holmes.

El pitagórico Alcmeón deCrotona,autor del exergo, eramédico,como ConanDoyle.que se inspiró directamenteenel Dat JosephBelí deEdimburgo—deexcepcionalhabilidaden el - artedel diagnóstico—paracrear su personaje,comoFreud,quienensuMoisés deMiguelAngelcita a un ruso,IvánLermolieff (en verdad,GiovanniMorelii), cuyométodo,dicedesdeelcomienzodel ensayo,seencuentraemparentadacanla técnicadel psicoanálisismédico.El italianoMorelli, licen-ciadoenMedicina,erahistoriadordelartey autordeuna me-todologíadela atribuciónqueconsistíaenexaminarlos deta-lles másdifusosy menosinfluenciadosparlascaracterísticasde la escuelaa la queun pintor detenninadopertenecía:loslóbulos de las orejas, lasuñas,la forma de los dedos,de lasmanosy de los pies. HaciendoasíMorelli descubrióunaVenusdel Giorgioneque hastaentonceshablasido conside-radaunacopia deTiziano.

Hay, pues,en efecto,unaconexiónentrela utilización delos síntomasporFreud,de los indicios enel casodeSherlockHolmesy de los signospictóricosporpartedeMorelli. Todosellos formaríanpartedelo queel historiadorCarloGinzburghadadoenllamar «modeloconjetural».Enun texto, «Espías.Raícesdeun paradigmaindiciario»—queenlaversiónespa-ñola aparececomo«Morelli, Freudy SherlockHolmes:indi-ciosy métodocientífico,>,uno delos oncecapítulosdeesteli-bro quecomentamosy queya habíaaparecidoenel «renden>compiladoporArgani,Crisis de la razón, y enel, másreciente,libro del propio autor,Mitos, emblemas,/nd/cios—, Ginzburgexponeun modeloepistemológicoque ensus mismaspala-bras surgió silenciosamenteen el siglo XIX enel ámbito delas cienciassocialesy que no ha recibido la atenciónquemerece.Se trata,ya lo hemosdicho, del «modeloconjetural»o en la inevitableterminologíakhuniana,«paradigmaindi-ciaría,>.Desdelamedicinahipocráticaqueclasificósusméto-dosmedianteelanálisisdelconceptocentraldesemeJan(sin-toma)a laantiguafisiognómicaárabebasadoen la [¡raseLtér-

mino venidodela filosofía sufí quesignificaba la capacidadde pasarde lo conocidoa lo ignoto medianteinferenciaabasede indicios, pistas... DesdeH. Walpole, cuyopersonajeSerend/pdio pie al conceptode «serendipity»,con el que sedesignaa los descubrimientosafortunadosy sorprendentesrealizadosgraciasal azary a la sagacidad.o ZadigdeVoltaire(«vi en la arenalashuellasdeun animal,y fácilmentededujeque eranlasdeun perito..-ss)hastaPoey Gaboriau...,Ginz-burg,enun excelentey eruditotrabajo, va rastreandolapre-senciadeun saberbasadoen la inferenciaa travésdecientosde nombres,entrelos que no podíafaltar Charles SandersPeirce,

Peirce,del queseadviertequesedebepronunciarPers (losfrancesesdicen Petas), si bien no se licenció en Medicina.constaque se apropióde la estupendabibliotecade un mé-dico,su tío Charles.Sebeok,queaméndecompiladorescribedoscapitulasenestelibro, entregadopor iguala la zoasemió-tica (y últimamentea inventarvirtualescódigosparavirtualesextraterrestrescasodeun virtualdesastreplanetario)y alcul-to a la personalidaddePeiree,cuentacómoéstejamásfue almédico en buscade diagnóstico—se bastabaél mismo—,sino enbuscaderecetas.

Peircedistinguió tresformas de inferencia:deducción,in-ducción y abducción.La deducciónpruebaque algo debecomportarsedeuna forma determinada;la inducción,quealgosecomportafácticamenteasi,y la abducción,quepresu-miblementealgosecomportaasí.El ejemploclásicodePeir-ce es el siguiente:

Deducción:Regla:Todaslasjudías de estesacosonblancas.Caso:Estasjudías son deestesaca.Resultado:Estasjudías sonblancas.

inducción:Caso:Estasjudías sonde estesaco.Resultado:Estasjudías son blancas.Regla:Todaslasjudías de estesacosonblancas,

Abducción:Regla:Todaslas judíasdeestesacasonblancas.Resultado:Estasjudíasson blancas.Caso:Estasjudías sonde estesaco.

Dela abducción,tambiéndenominadaporél retroduccióno hipótesis,dacuentaPeircedevarioscasosquea él mismole sucedieron;uno, ampliamenterelatadoenel libro, esel co-nocidacasodePeircecomodetectivedescubriendo«porab-ducción»al ladrónquele robóen el vaporBrístoL quele lle-vaba deBostona Nueva York un reloj de pulseraTiffany;otro esel siguiente:

«Unavez desembarquéenun puertodeunaprovtn-cia turca,y de caminohaciala casaqueiba a visitarme encontrécon un hombrea caballo, rodeadodecuatrojinetesquesosteníanun baldaquínsobresu ca-beza.Comoquieraqueel gobernadorde laprovinciaerael únicopersonajequepodíasuponerquegozabade semejantehonor, inferí que se tratabade él. Estofue unahipótesis.»

No esnecesarioserun conspicuolectordeDoyleparaima-ginarnos a SherlockHolmes razonandode modo análogo:podíamoscolegirentoncesqueesabducción el tipo de pensa-mientoconjeturalqueefectúaeldetectivebritánico,si bienelfamosológico finésJaakoHintikka. autordedascapítulosenestelibro, no sólo nocita a Peirce,sino quese refiere a la ló-gica,,a la deducción<sic.) y a la inferenciaen Holmes.En elprimero de los ensayas,«SherlockHolmesy la lógica mo-derna:haciaunateoríade labúsquedade informacióna tra-

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vésde la formulacióndepreguntas»,defiendela llamadaporHolmes«Cienciadela Deduccióny delAnálisis».Si, comosesabe,a partir del Tracíatusde Wittgensteinlas verdadeslógi-cas son tautológicas,o, lo queeslo mismo,no apartaninfor-mación,el métododeHolmes,abducciónparaPeirce,suponeuna aportacióna la lógica filosófica segúnHintikka. Lo quehaceHolmesen susllamadasdeduccionesno es tanto sacarinferenciasexplícitasdepremisasexplícitas.Con frecuencia,dice Hintilcka, extraede unamasadeinformaciónde fondano asimiladalaspremisasadicionalespertinentespor encimay al margendelas quesehubierananunciadocomotales,delasque puedesacarsela conclusiónaparentementesorpren-dentepor mediode nuestrafamiliar lógicadeductivacomún.Lo importantesonlaspreguntas:unapreguntapuedeserme-jor que otra enel sentidodequelas respuestasa la primeraseránmásinformativasque las respuestasa la segunda.Elprocesodeactivacióndel conocimientotácitoes controladopor laspreguntasque sirvenparahacerefectivaestainforma-cion.

Mediante el estudiode las preguntas,y del modo enquelimitan susrespuestas,escomo Hintikka estudiala «Cienciade la Deducción»holmesianatal como la describeel Dr.Watsonen Estudioen Escarlata.

Umberto Eco,ademásdecompilador,contribuye con untexto, «Cuernos,cascos,zapatos:algunashipótesissobretres

tipos de abducción»,dondesu pasiónpor la taxonomíalepermitedistinguir tipos deabducción(hipocodificadae hi-percodíficada.,,).asícomo hablardemcta-abduccióny rela-cionarel problemadela definiciónen Aristóteles(Analíticossegundos)el tercercapítulodeZad/gdeVoltaire, las teoríasdePeircey las abduccionesdeHolmes.

Enun pasajedesu texto metacomunicala justificacióndeun libro tan aparentementeinconexocomo éste,dondehayaportacionesno comentadasdesemiólogos,psicólogossocia-les,filósofas,etc.:«Losdescubrimientoscientíficos,lasinves-tigacionesmédicasy criminales,lasreconstruccioneshistóri-cas, lasinterpretacionesfilológícasdetextosliterarios(atribu-ción a un autor determinadofundadaen claves estilísticas,Eairguesses sobrefraseso palabrasperdidas)son todoscasosdepensamientoconjetural.

Esaesla razónpor laque,creoyo. el análisisde los proce-dimientos conjeturalesen la investigacióncriminal puedeaflojar una nueva luz sobrelos procedimientosconjeturalesen la ciencia,y la descripciónde los procedimientosconjetu-rales enel campodela Filologíapuedearrojarnueva luz so-bre la diagnosismédica,Y estaesla razónporla que los tra-bajosdel presentelibro, aunquetratendela relaciónPeirce-Poe-ConanDoyle, constituyenuna aportaciónde caráctermásgenerala la epistemología.

JorgeLozano

Stampa, Radioe Propaganda.Gli alleati in Italia(1943-1946)

AlejandroPizarrosoQuintero.Milán, FrancoAngeli, 1989, 313 págs.

Un historiadorespañol,profesorde Historia del Periodis-mo enla FacultaddeCienciasde la InformacióndeMadrid,hapublicadoen Italia un volumensobrela propaganday elcontrol de los mediosde comunicaciónbajo el régimendeocupaciónaliadoenItalia de 1943 a 1946. La obrase publicadentro de la Colección del Centro Studi sul GiornalismoGino Pestelli di Torno, que alcanzacon este volumen suvigésimonúmeroy queofreceun excelentepanoramademo-nografiassobrehistoria de laprensaitalianae internacional,Laobra del profesorPizarrososebasa,sobretodo, en docu-mentaciónoriginal procedentede la SecciónMilitar de losNationalArchivesdeWashington.asícomode otrasarchivasitalianosy tambiénbritánicos.Incluye ademásun apéndicequereproduceunainteresanteseleccióndeestosdocumentos.

Un grupodeperiodistasinglesesy norteamericanos,todosellos muy jóvenesy enuniformemilitar, al ladodeotrosofi-

ciales decarrera,tuvieronpar delantela tareade«imponer»el retomoa lalibertaddeprensaenunpaísocupado.Suséxi-tos y suserroresdejaronunahuellareconocible,hoy todavía,enel mundodela prensay laradio italianas,Enun informeoficial de 22 deagostode1944 podemosleerlo siguiente:«Unexperimentoúnico en la historia del periodismo y quizáúnico en la historia de la guerra,esdecir, la institucióndelalibertaddeexpresióndela palabraimpresaenunapoblacióndeex enemigosqueno habíagozadodetal facultaddurantedasgeneraciones,y la promociónde una prensalibre enunpaísqueeratodavíateatrodeoperaciones.»Estaspalabrassedebena la pluma delan 5. Munro,entoncestenientecoroneldel ejércitobritánicay que,consóloveintiochoañosdeedad,era el máximo responsableejecutivodel PsychologicalWar-fare Hranch (Secciónde Guerra Psicológica)y del AlliedPubiicationsBoard(JuntaAliada de Publicaciones).

Durantela SegundaGuerraMundial, la batallade la pro-paganday de la informacióntuvo unagranrelevancia.La si-maciónse había modificado respectoa la PrimeraGuerraMundial:habíaaparecidaun nuevocanalde propaganda,laradio,y algunospaísesfueronocupadosdurantelargosperio-dos, lo queno sucedióen la mismamedidaenla GranGue-rra. En 1939, mientrasquelaspotenciasdel Eje disponíanyadesólidosaparatosdepropagandaal comienzode lashostili-dades.los aliadoshubierondeimprovisariossobrela marcha.En el casobritánico, la experienciade la Primera GuerraMundial, la experienciacolonialy lasprogramasen lenguaextranjerade la BBC fueronsuficientesparadarvida aun sis-temamínimamenteeficaz.Los americanas,en cambia,par-tían casidecero.Inglesesy norteamencanoscrearondistintosorganismoscivilesparaemprenderestastareasdepropagan-da y, dentro de sus respectivosEjércitos, reclutarona perio-distasconexperienciaquecolaborabanconotros oficialesdecarrera,

En la GranGuerra,la propagandaalemana,rígidamentedirigida parel Ejército, fue un fracaso,sobretodo si la com-paramosa la eficacísimapropagandabritánicadirigida,por


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