Universidad Politécnica Salesiana – Sede Quito
Carrera de Psicología
Intervención en Crisis
Integrantes:
Andrés Aguilar
Viviana Calderón
Francisco Erazo
David Guerrón
Mayra Romero
Quito, 22 de diciembre de 2014
El Incendio del Supermercado Ycuá Bolaños Asunción - Paraguay (2004)
Para lo que sería este acontecimiento de gran conmocion a nivel de paraguay, los
autores Eduardo Álvarez y Jaime A. Moncada, hacen un recuento de lo acontecido en
ese siniestro lugar, en el mes de agosto de 2004 en que miles de personas se
encontraban atrapadas en un incendio de un supermercado en Asunción – Paraguay.
Ante esto realizan una recopilación de información sobre lo acontecido y lo expresan en
el siguiente esquema.
Ubicación y descripción
El supermercado Ycuá Bolaños, pertenece a una cadena local que incluye otros dos
establecimientos. En lengua guaraní, segundo idioma del país además del castellano,
“ycuá” significa “agua surgente, manantial” y “bolaños” hace referencia al barrio donde
se ubica el primer supermercado de la cadena. La sucursal incendiada se denomina
“botánico” debido a la proximidad del Jardín Botánico de la ciudad de Asunción.
Inaugurado el 7 de diciembre de 2001, el supermercado ocupaba un edificio de dos
plantas, cada una con una superficie cubierta aproximada a los 4.000 m2. La planta
inferior, al nivel de la calle, ofrecía estacionamiento (aparcamiento) cubierto para 163
automóviles. Existía también un sector de estacionamiento al aire libre. La planta
superior, albergaba una gran área de ventas y la plazoleta de comidas, así como la
panadería, la cocina de la plazoleta de comidas, los almacenes y otros sectores de
servicio. Completaban la construcción dos entrepisos (mezanines); el del lado sur del
edificio, contenía las oficinas administrativas, mientras que, el del lado norte, constituía
un sector adicional a la plazoleta de comidas. Entre ambos niveles de la plazoleta de
comidas se alcanzaba una capacidad para 324 personas sentadas.
La estructura del edificio era de hormigón armado, con paredes de mampostería
realizadas con bloques de cemento. El techo presentaba estructura portante mediante
cabriadas de perfilería metálica y, en algunos sectores, vigas reticuladas también
metálicas. Esta estructura no poseía protección que mejorara sus condiciones de
resistencia al fuego. La cubierta del techo estaba constituida por chapas metálicas
acanaladas, bajo la cual se aplicó por aspersión una capa de aislante de espuma de
poliuretano combustible con un espesor entre 25 y 250 mm.
Un cielorraso suspendido (plafond) separaba este techo del área de ventas y de la
plazoleta de comidas. Este cielorraso se ubicaba a una altura de aproximadamente 5,6 m
y estaba formado por placas de aproximadamente 1,2 m x 0,60 m, soportadas por una
estructura metálica liviana sujeta a las cabriadas del techo mediante cables metálicos.
Las placas del cielorraso estaban compuestas por una capa de poliestireno entre dos
capas de yeso.
El edificio poseía una entrada exclusivamente peatonal, ubicada en la esquina de la
intersección de las dos avenidas, Artigas y Santísima Trinidad. Esta entrada
comunicaba, a través de una escalera sin cerramiento, con el nivel del salón de ventas.
Asimismo, desde este nivel, una puerta independiente conducía a la plazoleta de
comidas. Otra escalera permitía alcanzar, desde esta plazoleta de comidas, el entrepiso
donde se encontraban las mesas adicionales.
La mayoría del público solía ingresar por los accesos para vehículos que poseía el
supermercado. Estos accesos eran dos, uno sobre la avenida Santísima Trinidad y el
restante sobre la avenida Artigas. Contiguas a este último acceso, se ubicaban otra
escalera peatonal y una rampa para utilizar con los carritos del supermercado. Tanto la
rampa como la escalera comunicaban el nivel de estacionamiento (aparcamiento) con el
nivel superior correspondiente al área de ventas. Ni la escalera ni la rampa se
encontraban dentro de un cerramiento resistente al fuego.
El ingreso de los vehículos de proveedores se realizaba por una entrada trasera
independiente que daba acceso a las áreas de servicio. El personal poseía una escalera
independiente que comunicaba el nivel de estacionamiento de vehículos (aparcamiento)
con el área de servicio en el nivel superior.
Sistemas contra incendio y equipamiento
El edificio tenía una instalación de gabinetes contra incendio (hidrantes de pared),
presumiblemente alimentada por un sistema de bombeo propio y por una conexión
siamesa para bomberos ubicada sobre la fachada de la avenida Santísima Trinidad.
Aparentemente, la fuente de agua del establecimiento no se encontraba operativa en el
momento del incendio (esto no pudo verificarse fehacientemente).
El edificio estaba protegido mediante un sistema automático de detección y alarma de
incendios. El local de ventas, la plazoleta de comidas y la mayoría de los sectores de
servicio, poseían detectores fotoeléctricos de humo; mientras que, en el área de
estacionamiento de vehículos (aparcamiento) y en los sectores de panadería, confitería y
cocina, los detectores eran termovelocimétricos. El sistema totalizaba 90 detectores
fotoeléctricos de humo, 49 detectores termovelocimétricos, 10 estaciones manuales de
alarma y 10 dispositivos de notificación con alarma sonora y luz estroboscópica,
además de otros tres elementos de alarma sonora. Estos dispositivos estaban agrupados
en 20 zonas de detección convencionales, no interrogadas, y conectados a un panel de
alarmas del tipo contra intrusión. Ninguno de los testigos manifestó haber escuchado la
activación de las alarmas de incendios.
Sólo la cocina industrial que servía a la plazoleta de comidas utilizaba combustible
gaseoso, siendo éste propano-butano almacenado en dos tanques ubicados en el área de
servicios. Estos tanques no se vieron involucrados en el incendio. Una parrilla para
productos cárnicos también se ubicaba en el sector de cocina y utilizaba carbón como
medio combustible. Su chimenea atravesaba el entrepiso de la plazoleta de comidas, el
cielorraso y la cubierta del techo, donde se encontraba un extractor eléctrico. El resto de
los sistemas de calentamiento, entre los que se cuentan los hornos de la panadería,
poseían alimentación eléctrica. El salón de ventas estaba climatizado mediante un
sistema cuyos ductos de aire se ubicaban en el espacio entre el cielorraso y la cubierta
del techo.
El incendio
De acuerdo con los peritos de ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y
Explosivos de Estados Unidos), el fuego se inició dentro de una sección horizontal de la
chimenea de la parrilla ubicada en la zona de la cocina. Esta sección horizontal poseía
una gran acumulación de grasa y ceniza que sirvió como combustible. El incremento de
temperatura debido al fuego debilitó la sujeción metálica de este tramo de la chimenea,
permitiendo que el fuego, hasta entonces confinado en el interior del ducto, saliera del
mismo alcanzando la cubierta superior del techo y avanzando hacia la parte más elevada
debido a la pendiente que el techo presentaba. Esto produjo el encendido del aislamiento
de poliuretano y de las placas del cielorraso.
El incendio que se desarrollaba en el espacio oculto entre el cielorraso y el techo,
continuó avanzando hacia el sur incrementando las llamas y la liberación de gases
calientes. El calor generado comenzó a debilitar la sujeción del cielorraso, y el fuego,
finalmente, atravesó las placas de este cielorraso alrededor de la chimenea de la parrilla
en el entrepiso (mezanine) de la plazoleta de comidas. Subsecuentemente, esto condujo
a la caída de los vidrios en la pared de separación entre la plazoleta de comidas y el
local de ventas. En este momento el fuego es visto por primera vez por los empleados y
los clientes del supermercado.
La importante afluencia de oxígeno lograda al desaparecer el cerramiento vidriado,
provocó que se incendiaran los productos gaseosos de la combustión que había ocurrido
hasta ese momento, generando una bola de fuego en dirección sur-suroeste por encima
del cielorraso suspendido. La caída de nuevas placas del cielorraso, aumentó la cantidad
de oxígeno disponible, incrementando el desarrollo de esta bola de fuego que alcanzó la
pared sur del supermercado. En este punto, la casi totalidad de la mercadería presente en
el local de ventas se encontraba envuelta en llamas.
La onda de presión generada por este proceso hizo que las llamas fueran impulsadas
hacia el nivel inferior del estacionamiento de vehículos (aparcamiento) a través de la
rampa que vinculaba este nivel con el local de ventas. La trayectoria de las llamas quedó
puesta en evidencia por los vehículos afectados por el fuego y aquéllos que sólo
presentaron daños menores. Los mayores efectos observados en el extremo sur del
edificio, se deben a la mayor carga de fuego de los materiales expuestos para la venta en
este sector tales como ropa, textiles y mercaderías similares. Por el contrario, en el lado
norte del salón de ventas, contenía, en su mayoría, productos comestibles.
La propagación del fuego descripta coincide con las declaraciones de las víctimas
supervivientes, las cuales hacen referencia al fuego “que caía desde el techo” y
expresiones similares. Las numerosas explosiones a las que hicieron referencia
numerosos testigos, se explican por los efectos del fuego sobre latas de aerosoles, el
compresor de una cámara frigorífica y otros elementos. (ÁLVAREZ y MONCADA,
2012: ver. digital)
Despliegue de organismos de socorro
Relata su historia Carlos Brítez miembro del cuerpo de bomberos de Paraguay de la
manera siguiente:
“Un compañero bombero de la Segunda Compañía (Trinidad) Juan C. Valiente fue el
primero que llegó al lugar del incendio.
Estando de civil cuando vio la enorme humareda negra que surgió del Ycuá Bolaños,
intento impedir que las puertas se cierren pero el guardia de seguridad del local disparó
con su arma de fuego al aire dos veces para que se alejara. Desde allí los trabajos de
rescate en los primeros minutos no pararon, entre ellos podemos destacar que los
mismos estuvieron a cargos de bomberos voluntarios, policías y civiles para luego ir
acoplándose socorristas y militares.
Por otra parte de acuerdo a testimonios de los Bomberos de Asunción quienes
recibieron la primera denuncia del pedido de auxilio de parte de un oficial de policía
que estaba por el lugar, así fue que siendo las 11:32 hs. AM parte la primera salida
llegando al lugar a las 11:37 hs. AM prácticamente junto con la 2 Cía. de Bomberos y
detrás de los mismos otra unidad de apoyo a las 11:41 hs. AM, no pudiendo creer lo que
estaban viendo, no dudaron en pedir apoyo de todas las unidades posibles de las
ciudades aledañas a Asunción.
Cabe destacar que la primera dotación que llegó de los Bomberos de Asunción ingresó
por la entrada del estacionamiento del local con el objetivo de una búsqueda de posibles
víctimas y la otra unidad con ayuda de policías y civiles pudieron abrir un boquete en la
pared de vidrio que daba lateralmente a la rampa. Este boquete fue el principal acceso
que pudieron tener los bomberos para el rescate ya que la cantidad de humo denso que
salía del estacionamiento impedía el acceso y el rescate de víctimas, por su parte la
mayoría de la segunda dotación quienes trabajaron arduamente por el boquete pudieron
conseguir rescatar a varias personas entre ellos funcionarios del local y niños, así lo
confirmó el conductor de uno de los primeros móviles del lugar BVR Carlos Samaniego
que no dudo en ningún momento en dejar de lado su carro y ser parte del grupo de
rescate.
Este lugar de la rampa fue el sitio en donde más cuerpos estaban apilonados que según
el bombero Eris Cabrera comento que era un verdadero infierno y que inclusive los
bomberos tuvieron que abrirse pasos entre cientos de cuerpos calcinados en busca de
más víctimas con vida.
Intervención de Alfredo Moffatt junto a las familias afectadas.
El incendio acontecido en la ciudad de Asunción - Paraguay en el edifico del
supermercado Ycuá Bolaños, impactó en gran medida al psicólogo social, psicoanalista
y psiquiatra Alfredo Moffatt, y es por ello que con el afán de brindar su experiencia a
nivel de contención a las familias que sufrieron la pérdida de un ser querido en dicho
incendio, realizó esta serie de actividades junto a ellos. Carlos Bazzano y Maglo
Montórfano (2004), realizaron una entrevista a Alfredo Moffatt en relación a dicho
tema, manifestando que:
Vino hacia finales de noviembre como apoyo a los familiares, amigos y víctimas del incendio en el supermercado Ycuá Bolaños para dar una conferencia sobre “Terapia de crisis en emergencias psicosociables”, y dictar un taller sobre “Fortalecimiento de redes solidarias de apoyo y contención a personas afectadas por la tragedia del Ycuá Bolaños”. Su estadía en Asunción se dio más que todo porque es un especialista en terapias de crisis; “pensé que puedo ser útil para aliviar, y además, dar elementos de terapias de emergencia” comentó sobre su participación en estas jornadas intensamente emotivas. Lo escontramos concentrado en su tarea. Alfredo Moffatt es, digamos, como un médico del alma; hace su trabajo especialmente con los sufrientes, con la clase popular, con los oprimidos; tal vez por eso uno de sus libros más conocidos de llama Psicoterapia del Oprimido, que tiene también su ideología política, que tiene que ver con construir, desde las culturas nacionales, para la liberación de toda opresión .
“Me gusta la idea de pasar Navidad con ustedes (*) y los familiares de la tragedia del supermercado. Va a ser una dura toma de conciencia cuando se reúna la familia en la cena de Navidad y falte alguien en esa silla vacía. La idea mía es venir una semana antes y preparar la contención psicológica para eso “ (**), Y al finalizar la entrevista,
prometió volver a Asunción a finales de diciembre para hacer lo que sabe: dar su experiencia de manera desinteresada.“
Dentro de su texto “Terapia de Crisis La emergencia psicológica” (2007) Alfredo
Moffatt menciona la experiencia obtenida y la actividad que se emprendió junto a las
familias afectada:
En noviembre y diciembre yo había sido convocado para trabajar con los familiares y sobrevivientes del incendio de un supermercado de Paraguay, el Ycua Bolaños. Realicé allá, para profesionales involucrados en salud mental, seminarios de terapias de emergencias, de crisis, y utilización de psicodrama, entre otras técnicas, para ayudar a los afectados en la elaboración de esas escenas tan traumáticas, esas vivencias desgarradoras. A pedido de ellos, volví a Paraguay para pasar Navidad con los familiares.
Experiencia e intervención de Alfredo Moffatt en Cromañon
Cromañón, fue una discoteca ubicada en el barrio de Once de Buenos Aires, en la
misma que el 30 de diciembre de 2004 se produjo un fatal incendio durante una
presentación de la banda de rock Callejeros. El incendio comenzó después de que uno
de los asistentes a la presentación de la banda encendiera un elemento de pirotecnia, el
mismo que hizo contacto con una especie de tela de plástico inflamable. Esta tragedia
dejó un saldo de 194 muertos y al menos 1432 heridos. La mayoría de los asistentes no
pudieron evacuar ya que algunas de las salidas estaban cerradas con candados y
alambres, y la salida masiva de las personas dificulto una pronta evacuación, tomando
en cuenta que se había excedido el aforo del local, que era para 1031 personas y en
momento de suceso se encontraban 4500.
De esta forma Moffatt (2007) en su libro Terapia de crisis La emergencia psicológica
nos relata cómo fue su intervención en el suceso. La mayoría de los que murieron o
quedaron afectados y desamparados, son de extracción popular de forma que sólo la
enorme magnitud de lo sucedido los hizo visibles, a ellos y a la clase a la que
pertenecen. Si hubieran sido unos pocos, no hubieran sido noticia. Es así que Moffatt
vuelve a Paraguay para pasar Navidad con los familiares de las victimas del
supermercado, y al día siguiente por la noche sucedió lo de Cromañon, justo a cuatro
cuadras de su hogar. Es así que le dan aviso y se dirige de inmediato al lugar del suceso,
con el equipo EPS (Emergencias Psicosociales), en donde Trabajaron toda la noche,
con todo el equipo.
Moffatt permaneció junto de los treinta primeros cadáveres, por razones vitales en que “era
allí donde se producían las situaciones más dramáticas, ya que, el pariente, al reconocer el
cuerpo de un ser querido, sufre el primer impacto, el shock, con una regresión tan aguda que
presenta características casi psicóticas” (Moffatt, 2007; 104). De forma que era necesario
utilizar la técnica del maternaje.
Para entender el maternaje tomaremos en cuenta el esquema de trabajo:
Hacer algo para que la persona sienta que la contenemos, la protegemos.
(Abrazo)
La catarsis, o sea, la descarga emocional provocada por un abrazo de
contención.
Luego del llanto y la ira aparecerá la verbalización, que es la tercera etapa, la
recuperación del paciente que reeestructura sus coordenadas de realidad.
En el caso de un traumatismo agudo, el abrazo viene de las técnicas psicodramáticas, es
un abrazo especial que se lo llama maternaje. Tomando en cuenta que cuando se
presenta el shock se detiene el tiempo y el espacio
Moffatt no para de trabajar en todo la noche, es así que las labores se extendieron hasta
el 31 de diciembre, sus colegas lo obligaron a tomar un descanso, tomando en cuenta
que venía de Paraguay trabajando con 20 familias. El trabajo era arduo ya que los
seguidores de la banda eran de distintas partes, a diferencia que en Paraguay que era una
comunidad. De forma que el Gobierno de la Ciudad había brindado ayuda psicológica
en los consultorios de los hospitales, pero la imagen del psicólogo clínico es la de
alguien que interroga o médica. De forma que no existía el "psicólogo contenedor" que
les permitiera elaborar el duelo desde, tomando en cuenta su adolescencia y lo grupal.
Moffat (2007) nos menciona que se realizó un Santuario, donde las chompas y los
zapatos de los chicos que murieron, se los ubico con sus fotos, poemas, imágenes
religiosas, dedicatorias y recordatorios de sus amigos y sus familias. Lo muchacho
hacen una vigilia son 20 o 30 incluso algunos que no estuvieron en el enciendo que
cuidan el lugar, y cumplen un papel importante ayudan a los que van, tienen misiones,
tres tareas fundamentales:
cuidar la memoria de los chicos muertos, a través de organizar el Santuario,
enriquecerlo con nuevas fotos, flores, ofrendas, objetos que traen los padres.
exigir justicia y castigo a los responsables de esta tragedia.
contener emocionalmente a los familiares y sobrevivientes que se quiebran al
llegar al Santuario.
Entonces la gran tarea del familiar y también del sobreviviente es realizar el duelo nos
dice Moffat (2007), ya que "el que evita el llanto, después deja de reír”. Si se niega la
muerte, se niega la vida, y si no se elabora la pérdida, el muerto se convierte en un
fantasma. Pero si se supera la muerte esa perdida, el ser querido que se ha ido se
convierte en un recuerdo profundo, que sigue vivo en el corazón, es decir poder
introducir esta perdida en la historia de vida del sujeto y construir el “yo seré” y no
quedarse en el “ yo fui”
De forma que Moffat los que trato de realizar es unir a los padres y trabajar en grupos
para que ese dolor de la perdida circule de padre a padre y, al ser la pena puesta en
palabras, pueda ser elaborado el duelo, y que se continúe con cada uno de los proyectos
de vida.
Crisis Argentina 2001
Dentro de la Crisis vivida en Argentina, que tiene su comienzo mucho antes de la fecha
establecida en el título, podemos encontrar varios factores que se conjugaron para crear
una realidad muy difícil y casi insoportable para la población. Aunque hemos
encontrado algunos factores se ha decidido englobarlos en tres, los cuales se pondrán en
el orden, a criterio personal, en que comenzaron los fallos para la violación de derechos,
desempleo y pobreza de un pueblo que ha sufrido atropello tras atropello.
Como primero se tomara el factor Político. Después de haber pasado una dictadura
militar, Argentina recibe como presidente a Raúl Alfonsín, quien con un
posicionamiento político Radicalista se posiciona incumpliendo sus propuestas
democráticas y poniendo a favor de quienes cometieron crímenes dentro de la dictadura
en libertad, tras haber emitido juicios que no tenían un fin justo frente a tales
atrocidades. Tras saqueos y protestas por dichas acciones, y algunas otras, decide
renunciar 6 meses antes de culminar su mandato.
El siguiente en posicionarse como presidente argentino sería Carlos Ménem, quien fue
gobernador de La Rioja, barrio pobre de Argentina, durante algunos mandatos, quien
pocos días después de haber prometido un cambio atentó contra todo ello. Al
posicionarse Ménem comienzan múltiples atropellos contra los derechos y bienes
personales y del estado. Uno de sus primeros actos como primer mandatario es la
delegación de cargos dentro del gobierno, la corte mantendría el control legislativo y,
junto con ello, las leyes permitirían la privatización de bienes públicos. “Nada de lo que
deba ser estatal permanecerá en manos del estado” (MÉNEM; 1991-1993).
Siguiendo con el mandato y acciones de Ménem, se posiciona De la Rúa como
presidente, el cual continúa con su accionar incrementando los intereses que pagaría el
pueblo.
En medio de todo este operar político Ménem realiza negociaciones directas con
Estados Unidos, en dónde se promueve la globalización introduciendo así gran cantidad
de empresas e industrias extranjeras. En este, al que llamaremos factor económico,
deberemos comenzar por decir que la dictadura militar habría dejado una deuda externa
de alrededor de 54 mil millones de dólares, de los cuales la mitad sería deuda privada.
Al pasar la dictadura, y con el gobierno de Alfonsín, se generan problemas de
desempleo y una promoción sin precedentes de endeudamiento, en donde se ofrecen
prestamos con interés de un 3% que cambia en poco tiempo a cobrar un 16% generando
un desfinanciamiento que congelaría depósitos y cuentas dentro de la banca privada.
Ya con Ménem la economía empeora, con la Privatización se generan miles y miles de
desempleos en toda Argentina, con la globalización cierran fábricas, industrias y
negocios pues la competencia con empresas extranjeras no tiene sentido, todas estas se
han adueñado de bienes estatales adquiriéndolos en precios muy bajos, casi del 1/10 en
algunos casos. Dentro de los recursos perdidos se encuentra el gas, el petróleo y el agua,
así como medios de comunicación, entre otros. Con De la Rúa los intereses subieron y
nada mejoró.
En lo que llamaremos factor social encontramos un pueblo que se ha quedado sin
recursos económicos por todos los flancos. La banca privada ha congelado todo su
dinero, las industrias y empresas gubernamentales ahora son privadas y extranjeras
provocando así una taza sin igual de desempleos, sin mencionar que los demás medios
de trabajo no tienen recursos para competir con la globalización. Encontramos un
pueblo que muere de hambre, de un 10% aumenta a un 80% de desnutrición en niños.
Las muertes por estos factores se contabilizan en alrededor de 35.000 personas por año.
No existe esperanza en que las cosas cambien, sin embargo se realizan revueltas y
manifestaciones que intentan hacer escuchar sus voces.
El 20 de diciembre del 2001 se realizan marchas en varias partes del país, es una lucha
campal entre pueblo y estado la cual culmina con un saldo aproximado de 34 muertos y
la renuncia de De la Rúa.
Antes de empezar con el análisis que hace Moffatt en relación a la crisis que vivió
argentina en el 2001, es de suma importancia para nosotros describir algunos conceptos
de la teoría de este autor, las mismas que nos facilitaran entender del porqué Moffatt
analiza esta crisis de tal manera.
SIN PASADO NO HAY FUTURO, SIN EL OTRO NO ME DIFERENCIO
Alfredo Moffatt basa su terapia de crisis en la filosofía existencialista, la misma que ve
al hombre como un proyecto, un ser arrojado a su futuro, esta manera de pensar la
psique humana nace de la observación de la capacidad del hombre para proyectarse a
futuro, entendiendo el presente como el salto entre lo que fue y lo que será, es el lugar
donde se integra la conservación y el cambio (pasado y futuro). (Moffatt, A. 2007)
No obstante Moffatt nos dice que para que el hombre, o un grupo de personas puedan
proyectarse hacia el futuro es necesario que éstos tengan un pasado, el mismo que será
la base bajo la cual el hombre se proyecte: el ser humano es una historia y esa historia
puede caer, o uno salirse de ella o no entenderla, esto sería enfermar psíquicamente.
Cuando un hombre olvida su historia se encuentra atrapado en el presente, sin posibles
miras hacia el futuro, estancado en el aquí y ahora. Y un hombre sin un proyecto es un
hombre muerto. (Moffatt, A. 2007)
Así también, Moffatt ve al hombre como un ser social, en donde tanto el hombre
depende de la cultura como la cultura depende del hombre. El ser humano convive con
otros y tras esta convivencia se define, pues el grupo es la matriz de la identidad,
mediante el grupo la persona descubre sus singularidades y de esta manera se puede
descubrir: tras las diferencias del otro me defino. (Moffatt, A. 2007)
En un principio la conciencia del hombre es un caos, puesto que se basa en el mundo
imaginario, el mismo que es errático y acrónico, la cultura rescata al hombre de este
caos y le introduce un orden, una estabilidad, a través de la palabra (el mundo
simbólico). Es así que la vida tiene un orden tras la palabra, y mediante este orden es
posible llevar una historia, una narración de la vivencia. (Moffatt, A. 2007)
De esta manera se entiende al hombre como un ser con una historia construida en su
relación con el otro que le permite reconocerse. Estos dos elementos constitutivos del
ser humano se caen en la crisis, dejando al hombre perdido (fuera de la realidad), sólo y
en un presente infinito.
La argentina atrapada en su presente por el olvido de su pasado
“La argentina se fundó mal”, tras la colonización europea en Latinoamérica, argentina
paso a ser el puerto que unía américa con Europa, hasta hoy en día se puede ver que
toda argentina se aglomera en el puerto, definiendo territorialmente lo de adentro, lo
más cercano al puerto. Argentina pasa a creerse un pedazo de Europa, un pedazo en las
américas. Esta falta de identificación con las raíces es, según Moffatt, lo que llevó a la
argentina a la crisis. Los europeos invadieron Latinoamérica violentamente, una
violencia en dos dimensiones: física y psicológica, la primera fue necesaria para
instaurar el miedo y la segunda para instaurar la culpa, estas dos formas de conquista
permitieron desaparecer casi de raíz el pasado pre colonial de argentina. “La argentina
paso a ser la capital de un imperio que jamás existió”, los europeos no los aceptaban
como propios y los latinoamericanos tampoco los reconocían, ¿Quiénes eran los
argentinos?
De esta manera, la argentina, según Moffatt, vive en un presente, sin pasado y por lo
tanto sin futuro, sin embargo este malestar ha venido formándose desde hace mucho
tiempo, primeramente como ya lo expusimos antes, el olvido de las raíce; otros temas
que llevaron a la argentina a sus crisis fueron: la dictadura militar, la cual sembró el
miedo y la desconfianza en las personas, esta dictadura dejo como huella un deterioro
de la autoridad, debido a las grandes impunidades, las mismas que condujeron a los
argentinos a sentirse todo el tiempo amenazados y en peligro, sin que su gobierno los
respalde, todo esto genero una crisis confuncional, la gente no sabía quién era quién,
desconocía hacia donde apuntar y señalar al enemigo, esto a la larga llevo a la argentina
a vivir en un presente infinito debido a lo incierto que se volvió la vida. Del mismo
modo, la impunidad, los cadáveres sin asesinos, los desaparecidos, llevó a que la
argentina, al igual que un individuo, reprima ese pasado tormentoso, dejándola sin un
pasado integrado, sin un resurgir, sino más bien, intentado crear una nueva vida
taponando ese pasado. Otra de las causas de esa temporalidad estática de la argentina es
la caída de la ideología, de los ideales filosóficos de la sociedad, debido a la realidad
falsa, casi onírica desde la cual argentina fue fundada.
Así también, Moffatt nos habla de que en la argentina ya no se habla de oprimidos,
ahora se llaman los “carenciados”, de esta manera ya no existen opresores, debido a un
cambio en la semántica, no obstante eso obscurece la mirada de los habitantes y de los
organismos universales, tras este cambio semántico el pueblo pasa a ser una sigla y se
impide señalar la realidad.
Argentina enferma en postas de una cura revolucionaria.
Alfredo Moffatt se califica como un “pesimista entusiasta”, a mi parecer lo de pesimista
se tacha por ese retorno al pasado tormentoso, del que veníamos hablando y que la
argentina no lo integró, no obstante lo de entusiasta, lo vemos por la manera de pensar
de Moffatt, viendo al hombre como un proyecto arrojado a su futuro, es así que Moffatt,
cree que la argentina se encuentra enferma, pero en postas de una cura revolucionaria,
esta cura ya se vino dando desde los levantamientos activistas de los piqueros, entre
otros, los mismos que demuestran el malestar de una sociedad que empieza a
automatizarse y a autodirigirse, a esta revuelta Moffatt la mira como una intifada, en
relación a los árabes, la misma que como Moffatt lo indica sólo es el comienzo de algo
mucho más grande, una revolución que llevará a la creación de una nueva argentina.
Los protagonistas de este cambio como lo señala Moffatt, serán los jóvenes, los mismos
que el autor los define como la cultura de la revolución, estos jóvenes a diferencia de
sus padres y abuelos, son personas con un deseo de cambio, son más sinceros y más
tolerantes, en donde las emociones vienen a ser rescatadas del hueco en que la anterior
generación las enterró. Del mismo modo Moffatt considera a la gente como un pueblo
sabio, sabio en los saberes del alma, lo cual les enseña a hacer frente a la incertidumbre
y a darle sentido a la vida frente a la muerte, es así que, aunque el autor califique a la
sociedad moderna como individualista, la mira como personas solidarias, con corazones
luchadores como el de las madres de la plaza de mayo.
Este particular modo de ver a la gente, hace que Moffatt vea esa crisis como una
oportunidad de cambio, viendo en el rescate de los orígenes como un medio para llegar
a una nueva argentina, esto pues Moffatt apunta a que sin un pasado, sin un saber de
dónde venimos, no podremos saber hacia dónde vamos.
Pero esta forma de renacer guiada desde el reconocimiento de las raíces conlleva a
cambios estructurales y comportamentales en la sociedad de la argentina, como por
ejemplo el retorno de las actividades barriales, en donde Moffatt ve una gran
herramienta para la autogestión del pueblo.
No obstante, este cambio es casi imposible leerlo hoy en día, ya que el código de la
lectura de una mutación histórica es fabricado después de ocurrido el hecho, como es el
caso de la revolución francesa, entre otras, la crisis actual tienen carácter mutante y los
paradigmas de lectura se modificaran solo tras el paso de la historia, la misma que
interpretara este presente.
Asesinatos en el Puente Pueyrredón
El Puente Pueyrredón, oficialmente Puente Prilidiano Pueyrredón, cruza el Riachuelo,
uniendo la calle Vieytes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Avenida
Presidente Bartolomé Mitre de la Ciudad de Avellaneda, fue el lugar donde se ejecutó el
asesinato de Kosteki y Santillán, también conocido como la masacre de Avellaneda.
Darío Santillán (22 años) y Maximiliano Kosteki (21 años) fueron parte del Movimiento
de Trabajadores Desocupados (MTD) que el 26 de junio se movilizaron al Puente
Pueyrredón, junto a sus compañeras y compañeros del barrio, sus consignas eran:
aumento general del salario, una duplicación de 150 a 300 pesos (50 y 100 dólares,
respectivamente) en el monto de los subsidios para los desocupados, más alimentos para
los comedores populares y solidaridad con la fábrica ceramista Zanón, ante el peligro de
ser desalojada. Con su lucha buscaban cambiar la sociedad, construir un futuro con
justicia, trabajo y dignidad para todos.
La Represión Policial
La reconstrucción de los hechos de la represión policial está basada en el punto de vista
de las columnas piqueteras. Las personas de quienes no se dan los nombres son mujeres
y hombres que estaban en la lucha en el 2002 y continúan hasta hoy en la lucha.
Los relatos y la experiencia política de la represión.
Según cuentan los testigos que se encontraban en el lugar, y tal como lo reproducen los
materiales de prensa, antes del mediodía dos puntos de concentración fueron tomando
forma: la estación de trenes Avellaneda y la plaza Alsina. Cerca de las 11:40hs dos
columnas comenzaron a marchar, desde esos puntos, hacia la subida al Puente
Pueyrredón ubicada en la intersección de las dos avenidas. En el punto de encuentro
entre las dos columnas, al pié de la subida al puente, un cordón de unos diez policías de
la Infantería cerraba el paso y a pocos metros, sobre la vereda, estaban formados dos
grupos policiales más, uno de Marea Azul y otro de Infantes. Estos efectivos se
mantuvieron firmes en una posición que impedía el contacto entre las dos columnas
piqueteras produciendo un efecto “sándwich”. Las cámaras de televisión fueron
elocuentes mostrando cómo miles de piqueteros con sus rostros cubiertos por pañuelos
hacían una “pinza” sobre una decena de policías que, ante la multitud, parecían
indefensos. Una mujer toma de la campera a uno de los policías –más tarde se sabrá que
era el jefe del operativo, el comisario Fanchiotti– a esto sigue un pequeño forcejeo entre
tres o cuatro personas que la separan del oficial y estalla la represión.
Al comenzar el avance policial con un fuego continuo de gases y balas de goma, las dos
columnas piqueteras que avanzaban hacia el Puente Pueyrredón por Mitre y por Pavón
reaccionaron del mismo modo: las mayorías rompieron en “estampida” hacia la
dirección de la que venían, mientras que los grupos de seguridad, tirando algunas
piedras hacia los policías, corrieron para tomar cierta distancia y comenzar a caminar
más lento. Ya a unos cuantos metros arrojaban piedras con sus gomeras facilitando que
puedan “salir” todos los compañeros.
La columna está desordenada, siguen corriendo y retrocediendo en una atmósfera
viciada de gases lacrimógenos. Se repliegan pero también se dispersan. A pocos metros
de carrera, ahora a unos 80mts del avance policial son heridos por el mismo disparo de
perdigones de escopeta al menos otros tres manifestantes.
La ofensiva de la policía comenzó cerca de las 12hs con el avance de la infantería, por
esa misma calle avanzó el Jefe del operativo Fanchiotti con Acosta, su chofer. Los dos,
en repetidas ocasiones, pasaron entre la formación de infantes para disparar con sus
escopetas y luego retroceder, buscando dispensar a los manifestantes. Luego de cada
disparo ellos mismo u otros efectivos levantaban del piso las vainas servidas.
Cuando la corrida pasó la zona de la bajada del puente, los encargados de seguridad
formaron una línea y detuvieron un poco la marcha. A unas tres o cuatro cuadras del
punto en el que empezó la represión, con heridos y cientos de compañeros para cuidar,
era importante mantener la columna, resistir y replegarse en orden “para sacar a todos
los compañeros”.
Podemos ver en estas acciones algo más, junto al objetivo de cuidar y salvar a los
compañeros. Las organizaciones intentaban marcar la calle con una valla de cuerpos y
delimitar un territorio, lejano al corte del Puente Pueyrredón, pero con el mismo
sentido: hacer en la ordenación social un lugar para la afirmación del derecho a una vida
digna.
A la media hora, las columnas siguen retrocediendo hacia la estación de trenes de
Avellaneda mientras la policía avanza con paso tranquilo. El grupo encargado de la
autodefensa, devuelve los cartuchos de gas y lanza piedras. Los disparos con perdigones
de plomo continúan, sin apuntar a nadie, para matar a cualquiera, para quebrar la
resistencia. Algunos caen al piso, entre ellos Maxi, y todos comienzan a retroceder
cargando a los heridos. Numerosos policías efectúan disparos sobre los piqueteros,
algunos con goma, otros con plomo. Muchos manifestantes pasan la estación de trenes y
continúan por la avenida. Sin embargo, a tres cuadras de la estación tienen que
retroceder ante el avance de la policía que desde la dirección que intentaban tomar los
empujaban hacia la zona de la que escapaban arriando la muchedumbre para luego
cercarla. Es aquí cuando todo el grupo huye de la situación dispersándose.
Maxi termina malherido, tirado en el piso, Darío y otro compañero intentan reanimarlo.
Los uniformados entran a la estación a los gritos y disparando. Darío le da una mano a
Maxi y extiende la otra hacia los policías que ingresan al hall de la estación con sus
escopetas, se ve la resistencia ahora reducida a una palma abierta. La mano abierta y la
permanencia junto a un malherido podrían aspirar a ser signos universales para expresar
el concepto de “tregua”. Un efectivo le apunta y le grita “¡rajá de acá!”, cuando Darío
gira e intenta escapar, de espaldas, a menos de un metro, lo fusilan.
La represión policial en unos pocos conceptos.
El funcionamiento estatal policial de ese 26 de junio puede resumirse con los conceptos:
reprimir, arrear y cercar. Estos conceptos locales, extraídos de los relatos, son de
referencia claramente territorial: refieren a una manera de ocupar el espacio.
La disposición del operativo policial no se limitó a evitar la comisión de delitos dentro
de una tarea “preventiva”, sino que se encargó de desarticular las organizaciones
manifestantes y reduciendo estos cuerpos políticos colectivos en cuerpos
individualizados.
Primero reprimir: desmembrar las organizaciones espantando a todos con los disparos
de sus armas (balas de goma, gases y a veces también balas de plomo). Luego arrear:
comienzan a rodear los grupos ya bastante desarticulados que se dispersan, para que
tengan que dirigirse hacia los pocos caminos que quedan abiertos. Así, muchos se
encuentran encerrados entre diversas fuerzas policiales. Especialmente aquellos que
todavía se mantienen en grupos visibles (con algo más de cinco personas). Finalmente
cercar: grupos enteros son reducidos como detenidos sospechosos de todos los daños de
esta refriega policial. Este manejo de las masas termina con la identificación
individualizada de los detenidos que deberán, si el poder judicial así lo dispone, dar
cuenta individualmente de sus actos.
Es también claro en el relato que estas organizaciones políticas al ingresar en el
territorio de la represión policial no tienen ningún derecho, no son interlocutores y por
ello ya no pueden llegar a ningún acuerdo. Con dos muertos y varias decenas de heridos
de bala el operativo continuó sin que ningún efectivo denuncie lo que ocurría ante sus
ojos.
Esta forma de represión policial efectivamente rememora la práctica de una cacería,
donde los caminos se cierran, donde no hay valores en común ni la posibilidad de
establecerlos: allí se enfrentan seres que no comparten un lenguaje.
Moffatt: La muerte y los duelos
Este tema es muy delicado, porque en nuestra cultura occidental es temido y negado. La
muerte es considerada sólo un accidente inesperado que es necesario ocultar. Pero sin
embargo es la que condiciona toda la vida, la creatividad, el arte, todo lo que hace
soportable la circunstancia ineludible de la finitud.
Otro tema ligado a la muerte es el duelo de quien se queda, recordar todas las
circunstancias vividas con aquel que ya no está y reconstruir la historia del ausente. En
adelante, a esa persona la guardaremos en nuestra mente y a esto se llama introyectar al
muerto.
El pasado y el futuro son los dos espacios de lo imaginario. El pasado siempre es
añoranza porque se nos va lo que conocemos. Siempre estamos perdiendo algo y
tenemos que acostumbrarnos a ello y a despedirnos, o sea, a elaborar duelos, no sólo de
las personas, sino de las cosas. Tenemos que aprender esta ceremonia de la despedida,
que es el duelo.
El duelo principal es el de un vínculo y tal vez, el más doloroso, sea el de la pareja, que
es muy difícil porque quedamos reducidos a la mitad, ya que nosotros existimos dentro
del vínculo como una mitad. El vínculo es lo que da sentido a las cosas, por ejemplo, la
casa donde vivíamos con la otra persona, el barrio, la confitería donde íbamos, todo
pierde sentido sin esa persona. En los primeros momentos, el duelo se convierte en
motivo de consulta al pedir ayuda psicológica, la muerte también es un momento agudo
para el que queda vivo. Conceptualmente, hay dos tipos de muerte: la inesperada y la
anunciada.
La muerte anunciada ayuda a la elaboración del duelo, la muerte inesperada deja
pendientes muchos diálogos y explicaciones que no se pudieron resolver y cuantos más
sean éstos, más difícil será el duelo. En este caso, una forma de ayudar en terapia, al que
hace el duelo, es evocar imaginariamente a la otra persona, generar las condiciones para
que pueda dialogar con ese otro que tiene adentro, el que está introyectado en él.
Hay instrumentos para ayudar a hacer eso, como el «ensueño dirigido», donde el
paciente está relajado, con los ojos cerrados, en un lugar muy silencioso y se le induce a
que aparezca la imagen del ser querido desaparecido, entonces comienza un diálogo,
mientras el terapeuta acompaña, ayudando en ese difícil encuentro con el que ya no está,
esto existe en todas las culturas, en todas hay rituales para hablar con los muertos, de
una manera u otra. La elaboración de un duelo es la elaboración de una despedida, ya
que siempre tenemos pendientes cuentas, reproches o perdones que no nos dijimos. Y si
eso no se resuelve, el que murió queda vivo, como «fantasma», porque «está y no está».
Después de la muerte, el que queda, pasa por varias etapas. Primero viene la sorpresa o
el desconcierto y luego la negación. Y esa negación termina recién cuando uno, dentro
de sí, hace el trabajo de duelo, se despide y construye imaginariamente a esa persona
interna.
Los duelos están continuamente presentes en nuestra vida y si aprendemos a perder,
aprendemos a adquirir, despedirse del que sefue y estar preparado para recibir al que
viene.
En una institución psiquiátrica donde trabajé conocí a un paciente cuya madre se había
muerto cuando él tenía cuatro años, su padre se había deprimido y él había quedado en
un duelo congelado, lo cual le había acarreado trastornos de miedo patológico a la
muerte, porque el padre no había podido ayudarlo a llorar. Uno de los instrumentos
valiosos que la naturaleza nos dio es el llanto, que relaja la musculatura y disminuye la
angustia, porque la muerte produce miedo-contracción.Si no se elabora el duelo, es
probable que se produzca una somatización, lo colocamos en un órgano del cuerpo, o
sea que lo depositamos psicológicamente.
Un pueblo que resuelve bien el tema de los duelos es un pueblo más sano, pero para eso
tienen que estar todos juntos. Hay un tema que nos defiende de la muerte, y es el amor,
es lo único que puede enfrentar a la muerte. La muerte y el amor son antagónicos, lo
cual tiene que ver con que yo existo porque otro me mira, y si ya no me mira yo no
existo más. El amor nos hace querer la vida porque nos erotiza el futuro.
Hay que llorar con otro, el duelo es un fenómeno grupal. La vida y la muerte deben
coexistir, porque si no pensamos en la muerte no sabemos que estamos vivos y nadie
está más contento y más vivo que el que alguna vez casi se murió.
Una frase fundamental de Pichón era: «La muerte está tan lejos como grande sea mi
proyecto». Es decir, si yo no tengo una esperanza, un proyecto de vida, estoy muerto.
Con el amor y el trabajo enfrentamos la muerte. Una vez le preguntaron a Freud qué era
la salud y respondió: »Amar y trabajar». Con esas dos piernas, yo puedo recorrer ese
camino tan extraño que es el existir. Pero si me quitan el trabajo, como sucede con la
desocupación actual, yo quedo rengo, y si con eso pierdo la familia, quedo tirado, entro
en depresión y no quiero vivir.
Cuando hago un grupo con desocupados y me dicen «¿Qué hacemos, Alfredo?», yo
digo: «Vayan a pelear, a protestar, a quemar… ¡Armen lío, muchachos!» Y eso les sirve
porque les da un proyecto, aunque sea desde la bronca, porque si se quedan quietos se
deprimen. Mi hijo, que es biólogo, dice que en biología hay una ley fundamental: «todo
organismo que no está en conflicto con su medio, está muerto». O sea que la vida es
conflicto, si peleo estoy vivo.
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Saqueo 2004)”; Cinesur S.A., ADR Productions, Thelma Film AG; se lo puede
encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=0CzS6eHqtnQ