EL COLEGIO DE MICHACÁN, A.C.
Donde se juntan las aguas:Los paisajes de la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués de
mediados del siglo XIX al XX
Tesis que para optar el grado de doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios Rurales
PRESENTA:
Diana Elizabeth Sánchez Andrade
Director: Esteban Barragán López
Zamora, Michoacán, México Septiembre de 2009.
Dice la leyenda que el cerro de Tancítaro era un apuesto caballero que cortejaba al cerro de Paracho que era una
dama muy hermosa, y el cerro de Tancítaro se convertía, pues, en un caballero, en un apuesto joven que quería tener, este, de alguna forma quería tener noviazgo con el cerro de
Paracho y le rogaba, porque el cerro de Paracho que era una dama muy hermosa no lo aceptaba muy bien y él insistía,
insistía y venía a cerro de Paracho a ver, a ver a la dama y venía en su caballo y que la dama de Paracho no lo aceptaba y el cerro de Tancítaro le decía, le decía: -- Mira, este, yo te quiero mucho y a cambio si tu me correspondes yo te voy a
dar mucho agua, yo tengo muchísima agua, yo produzco muchísima agua, y no vas a sufrir por el agua, si te juntas
conmigo, yo te voy a dar abundancia en agua, y el cerro de Paracho convertido en dama, seguía rechazándolo y tanto lo
rechazaba que en un aspecto de grande rechazo hizo un gesto de torcer, voltear para un lado, como en señal de
rechazo y le dice que no y voltea la cara, y por eso podemos ver que el cerro de Paracho, que le llaman también el cerro
del Águila, tiene una forma como de cabeza que está girando, pero la leyenda dice, que es precisamente porque
rechazaba al cerro de Tancítaro. Entonces el cerro de Tancítaro, ya cansado, ya este caballero, ya cansado y
convencido de que no iba poder tener noviazgo con el cerro de Paracho, con esa dama, le dice: -- bueno, entonces tú te lo
pierdes, yo he visto en Uruapan una dama muy bonita, y en cambio, ella si me acepta y me voy a ir con ella y le voy a
regalar toda el agua que yo tengo, porque ella si me acepta y como tú no me aceptas, tú vas a sufrir, no vas a tener agua. Guillermo Raúl Toral Mediano, comunidad indígena de
Caltzontzin.
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Pag. ÍNDICE
8 AGRADECIMIENTOS
10 INTRODUCCIÓN GENERAL12 El objeto de estudio15 Campos de observación15 DELIMITACIÓN TEMPORAL Y ESPACIAL16 La temporalidad17 Delimitación espacial17 MARCO TEÓRICO-CONCPTUAL27 Estructura de la obra29 Fuentes32 Capítulo I
Los paisajes hidrológicos e hidráulicos de la microcuenca del río Cupatitzio- Marqués
33 INTRODUCCIÓN34 LOS PAISAJES HIDROLÓGICOS E HIDRÁULICOS39 LA TIERRA FRÍA44 Recursos hidrológicos en el municipio de Nuevo Parangaricutiro48 Sistema de riego de la comunidad de San Juan Nuevo55 Agua subterránea55 Unidad de riego Los Conejos y su problemática61 Las empacadoras66 TIERRA TEMPLADA76 Sistema Llanos de Uruapan79 TIERRA CALIENTE81 Unidad de riego Cupatitzio-Cajones86 Asociación de usuarios de riego de Lombardía A.C, módulo 188 Asociación de usuarios de riego Trinidad Pérez Navarro A.C, módulo 290 Asociación de usuarios de riego Benito Juárez A.C., Módulo 391 Empacadoras en la Tierra Caliente95 Síntesis97 Capítulo II
El bosque, la tierra y el agua y en la microcuenca de río Cupatitzio-Marqués: desde mediados del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX, el caso de las haciendas, comunidades y ranchos.
98 INTRODUCCIÓN100 EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y SU INFLUENCIA EN LOS CAMBIOS EN LAS
LEGISLACIONES: LA TIERRA Y EL AGUA, 1856-1910 89104 La nacionalización de los recursos acuíferos106 LA TIERRA FRÍA Y SUS BOSQUES108 La desamortización de las tierras comunales111 La titulación de los predios121 La lucha por el manejo del bosque123 LA TIERRA TEMPLADA
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131 La nacionalización de los recursos acuíferos en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués: la fragmentación
136 Los diferentes usos del agua del río Cupatitzio-Marqués a principios del siglo XX138 a) Abasto doméstico142 b) Uso agrícola: el café149 c) Uso industrial: generación de energía eléctrica154 LA TIERRA CALIENTE: La familia Cusi160 Caminos y veredas163 Canal Charapendo166 La transformación de los paisajes y la organización del trabajo en la hacienda de
Lombardía176 Rancho Santa Casilda178 El reparto agrario183 Síntesis184 Capítulo III
El reparto agrario cardenista y las comisiones del Tepalcatepec y del Balsas en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués
185 INTRODUCCIÓN187 LAS COMISIONES DEL TEPALCATEPEC Y DEL BALSAS188 LA TIERRA FRÍA188 La recuperación de las tierras por parte de la comunidad y la devastación de su bosque194 La tierra, el agua y las redes se poder: las propiedades dentro del predio comunal196 El caso Julián Bárcenas197 La recuperación de La Perita199 El caso de la familia Batista Villaurrutia201 LA TIERRA TEMPLADA201 El reparto agrario en el municipio de Uruapan202 El crecimiento urbanístico en Uruapan203 El abasto urbano en los años treinta205 La comisión del Tepalcatepec y Balsas en la Tierra Templada209 Zona Noroeste211 Zona Oriente212 Zona sureste213 Obstrucción de barrancas naturales214 Saneamiento del agua215 El aguacate y los bosques217 Agua subterránea220 LA TIERRA CALIENTE220 La generación de energía eléctrica y las obras de riego
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225 El reparto agrario en Tierra Caliente y la formación de relaciones de poder230 Después de la expropiación234 Las hortalizas y el robo de tierras237 Las asociaciones agrícolas y las empacadoras239 Las obras de riego realizadas por personal de la CTy CB, la insuficiencia de agua, y el
cambio en el patrón de cultivos en la Tierra Caliente240 a) El incremento de las tierras de labor y de riego242 b)El arrendamiento de tierras e introducción de nuevos cultivos242 El algodón246 El melón247 Cultivos perenes248 Síntesis249 CONCLUSIONES261 REFERENCIAS261 Archivos263 Bibliografía271 Entrevistas272 Hemerográficas273 Internet
INDICE DE ILUSTRACIONES36 Ilustración 1. Ubicación de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués38 Ilustración 2. Microcuenca del río Cupatitzio-Marqués47 Ilustración 3. Localidades del municipio de Nuevo San Juan Parangaricutiro82 Ilustración 4. Unidad de riego Cupatitzio-Cajones129 Ilustración 5. Plano de la ciudad de Uruapan140 Ilustración 6. Plano explicativo de las tomas de agua del río Cupatitzio-Marqués, (zona de
transición) 1904.162 Ilustración 7. Antigua hacienda de La Zanja (Lombardía) 1893165 Ilustración 8. Plano del canal de Charapendo
INDICE DE CUADROS45 Cuadro 1. Manantiales de la comunidad de San Juan Nvo.5 0 Cuadro 2. Agrosistemas de riego de la comunidad de San Juan Nuevo55 Cuadro 3. Pozos profundos de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués58 Cuadro 4. Unidad de riego para el desarrollo rural Los Conejos64 Cuadro 5. Empacadoras de Aguacate, Durazno y otros frutales
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74 Cuadro 6. Inventario de descargas de aguas residuales en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués92 Cuadro 7. Empacadoras de frutales en Tierra Caliente
115 Cuadro 8. Predios de la familia Equihua119 Cuadro 9. Predios comunales en manos de propietarios privados207 Cuadro 10. Población urbana e incremento de hectáreas en la mancha urbana225 Cuadro 11. Sifones localizados a lo largo de los canales Cupatitzio y Cajones-Marqués234 Cuadro 12. Ex-presidentes municipales de Gabriel Zamora 1955-2007235 Cuadro 13. Ex-comisariados del Ejido de Gabriel Zamora
INDICE DE FOTOGRAFIAS52 Foto 1. Antiguos abrevaderos hechos a base de pinos huecos, San Juan Nvo.
52 Foto 2. Los depósitos hechos a base de cemento sustituyeron a los pinos huecos para contener el agua, San Juan Nvo.
52 Foto 3. Nuevo sistema de distribución de agua consistente en olla de agua y mangueras, Olla de Copícuaro, San Juan Nvo.
53 Foto 4. Abastecimiento de agua procedente del manantial la Hortensia a la Olla Copícuaro, San Juan Nvo
53 Foto 5. Los comuneros se abastecen del vital líquido por medio de mangueras de media pulgada.
53 Foto 6. Una vez que el agua es distribuida a cada parcela los comuneros la contienen en botes y van regando cada árbol.
54 Foto 7. Debajo de la espesa vegetación se localiza el nacimiento del manantial El Corcobí.
54 Foto 8. Tubos de fierro que conducen el agua de manantial con medidas de 4”, 6” y 8.”62 Foto 9. Agua procedente del manantial La Perita para el riego de la huerta La Hierba
62 Foto 10. Como parte de las normas de higiene de la Ley de Inocuidad se encuentra el colocar botes de basura dentro de la huerta
63 Foto 11. Baños dentro de la huerta La Hierba para los jornaleros63 Foto 12. Caminos pavimentados dentro de la huerta La Hierba.69 Foto 13. Manantial La Rodilla del Diablo, nacimiento del río Cupatitzio-Marqués, Parque
Nacional en Uruapan70 Foto 14. Infraestructura hidráulica de la CAPASU dentro del Parque Nacional, Uruapan.70 Foto 15. Tubería de CAPASU que conduce agua potable a los habitantes de la ciudad de
Uruapan.71 Foto 16. Asentamiento irregular a un costado de las aguas del río Cupatitzio-Marqués173 Foto 17. Parte frontal de la hacienda de Lombardía y cerro de Las Cruces, 1914.173 Foto 18. Calle Real frente al casco de la hacienda el día de raya 1914.175 Foto 19. Asoleaderos de arroz, Hacienda de Lombardía, 1914.175 Foto 20. Recua de mulas, Calle Real ubicada frente al casco de la hacienda, 1914.177 Foto 21: Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Lombardía, 1914.
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177 Foto 22. Barranca Honda,.
ÍNDICE DE FIGURAS138 Figura 1. Nacionalización de ríos, arroyos y manantiales de la microcuenca del
Cupatitzio-Marqués171 Figura 2. Representación de los Paisajes de la hacienda de la Zanja al momento de su
compra por los Cusi, 1893171 Figura 3. Modelo que ilustra el cambio perpetrado en los paisajes en la hacienda de
Lombardia organizada en potreros223 Figura 4. Las obras hidroeléctricas y sistemas de riego en la microcuenca del Cupatitzio-
Marqués
Abreviaturas de instituciones
AHA Archivo Histórico del Agua
AHGPEM Archivo Histórico General del Poder Ejecutivo de Michoacán
AHRANM Archivo Histórico del Registro Agrario de Michoacán
APAU Archivo de la Procuraduría Agraria de Uruapan
AGNM Archivo General de Notarias de Morelia
CAPASU Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Uruapan
CB Comisión del Balsas
CNA Comisión Nacional del Agua
CNI Comisión Nacional de Irrigación
CT Comisión del Tepalcatepec
RPPU Registro Público de la Propiedad de Uruapan
SF Secretaría de Fomento
SRH Secretaría de Recursos Hidráulicos
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AGRADECIMIENTOS
Al transcurrir de los años se van incrementando las personas e instituciones que han
colaborado para la existencia de la versión final de este trabajo. En primer lugar agradezco
la ayuda financiera que mediante una beca de cinco años me otorgó el Consejo Nacional
para la Ciencia y Tecnología, primero para realizar la maestría y después para continuar
con la fase doctoral, cuyo producto es la presente investigación.
Al doctor Esteban Barragán le agradezco la guía y el buen ánimo en la revisión del
presente, así como por la información que me proporcionó sobre el proyecto
Sustentabilidad Patrimonial en la cuenca del río Tepalcatepec, el cual me fue de utilidad
para el desarrollo de una parte muy significativa de esta investigación. Muy en deuda estoy
con la doctora Virginia Thiébaut quien leyó de manera minuciosa cada capítulo de este
texto, haciéndome puntuales aportaciones. Al doctor Juan Ortiz de igual manera agradezco
los comentarios para mejorar este documento.
El doctor Alejandro Toledo dirigió el proyecto de investigación en sus albores y fue
quien me sugirió a la microcuenca del Cupatitzio-Marqués para realizarlo, por lo cual estoy
muy agradecida.
Durante el trabajo de campo se estrecharon lazos con personas que han rebasado lo
meramente profesional para convertirse en amigos. En San Juan Parangaricutiro, se
agradece profundamente a Miguel Aguilar y Celia Mincítar, quienes me facilitaron la
revisión de sus bibliotecas personales, así como el recorrido por los distintos parajes del
territorio comunal. También les agradezco su tiempo y el hospedaje que me facilitaron. Mi
gratitud hacia el regidor de Ecología del municipio de San Juan Parangaricutiro, Alejandro
Hernández por la confianza en las entrevistas, reuniones y recorridos por el municipio de
Nuevo Parangaricutiro.
En la ciudad de Uruapan la ayuda que me proporcionó el ingeniero Raymundo
Moral, quien laboró en la Comisión del Tepalcatepec y del Balsas desde sus inicios hasta su
término, fue fundamental ya que me proporcionó las memoras que publicaban
periódicamente el personal de estas dos instituciones. En esta misma ciudad, a Ernesto
Ceballos técnico de la Comisión de Alcantarillado y Saneamiento del Agua de Uruapan,
quien me proporcionó datos referentes a los recursos hídricos de este municipio y por la
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cartografía. Con la profesora Marciana Pérez estoy en deuda por el hospedaje y compañía
que me proporcionó.
En la Tierra Caliente, mucho tengo que agradecer al señor Leonardo Magaña de y la
señora Lidia de Lombardía, quienes fueron mis guías durante mi estancia en estos lugares y
a quienes admiro profundamente. En Nueva Italia, de igual manera agradezco a la señora
Rafaela y Blanca Vieyra por el techo y su compañía durante mi estancia en esta agradable
tierra.
Durante la fase escolarizada el apoyo moral de José Luís Chávez fue de suma
importancia para no desfallecer en este tedioso periodo. De igual manera agradezco a
Ramona, Víctor Téllez, Rigoberto Sandoval y José Luis Rangel, quienes fueron mi familia
durante mi estancia en Zamora.
Muy en deuda estoy con mis dos grandes amigos, a Edgar Alejandre por los
contactos para encontrar hospedajes en San Juan, Uruapan y Zamora. A Jesica Méndez por
su gran ayuda en la trascripción de entrevistas, escaneo e inserción de imágenes para este
trabajo y por todo su apoyo moral.
Agradezco al personal del Colegio de Michoacán por la ayuda incondicional que
directa e indirectamente ayudaron para el término del presente trabajo, a Lupita Guillén por
todos los favores que de muy buen ánimo me proporcionó y a Marco Antonio Hernández
Andrade por la elaboración de la cartografía contenida en esta investigación.
A Luis Ramírez ( |) y José L. Seefoó, coordinadores del Centro de Estudios Rurales
por el apoyo en la gestión de recursos para el trabajo de campo y para la asistencia de
congresos.
Finalmente agradezco A mis padres Raúl y Ofelia, a mis hermanos Raúl y José Luis
por todo su apoyo moral y económico en el proceso de titulación. Mi mayor deuda es para
con Aranza, mi hija, por las ausencias para la realización de este trabajo.
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INTRODUCCIONLa Sierra que rodea a Uruapan se caracteriza por su abundancia de agua emanada de los
numerosos manantiales esparcidos por toda la cuidad, entre los que destaca La Rodilla del
Diablo, nacimiento del río Cupatitzio-Marqués.
De hecho el significado del nombre de este río procede de la voz purhépecha Cupat
(juntar), titz (agua), y, o (lugar) que significa lugar donde se juntan las aguas,1 2 y que hace
perfecta alusión a lo que en otros términos es una microcuenca: el área geográfica de la cual
los escurrimientos de agua (manantiales, arroyos, ríos) confluyen a un mismo punto que
puede ser en un río mayor o bien en el mar.
El lugar elegido para desarrollar esta investigación comprende la microcuenca de
este río. El tema trata de cómo a partir del uso intensivo y diversificado que se le ha dado al
agua del río Cupatitzio-Marqués, desde mediados del siglo XIX y a lo largo del siglo XX,
ha contribuido a la transformación de los paisajes en la microcuenca a estudiar, al deterioro
medio-ambiental y al proceso de formación de relaciones de poder de los diferentes grupos
sociales presentes a lo largo de las tres zonas bioclimáticas de esta área geográfica.
Se estudiarán tanto las manipulaciones del flujo de agua como el espacio donde los
usuarios, a partir de él, van transformando los paisajes por medio de diferentes actividades;
de manera paralela se busca entender cómo esas transformaciones son reflejo de los
cambios en las relaciones de poder en diversos momentos históricos, siempre vinculadas al
contexto regional, nacional y mundial.
Se considera la variable hidrológica como un elemento clave para entender el
desarrollo de estas transformaciones que en ocasiones también han contribuido al deterioro
de este recurso y de los paisajes que forman parte de la microcuenca, ya que es a partir de
su aprovechamiento -en la industria, la agricultura, en el uso doméstico y en la generación
de energía, entre otros- y del cambio en el uso de este vital líquido como se ha
desencadenado este proceso.
Es por los anterior que a los largo de los capítulos se seguirá el desarrollo, los
cambios y continuidades en la infraestructura hidráulica presente en la microcuenca desde
1 Celia Mincitar, San Juan Nuevo Parangaricutiro, Mich., 9/11/05.2 El Cupatitzio es tributario del río Tepalcatepec, un par de kilómetros antes de juntarse con este último el Cupatitzio se le conoce como El Marqués, de ahí que a lo largo de este trabajo le nombremos Cupatitzio- Marqués aludiendo a la unidad hidrológica que forma esta corriente de principio a fin.
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mediados del siglo XIX y todo el siglo XX. Ya que esta tecnología va de la mano con los
cambios paisajísticos que nos interesa estudiar.
Al abordar el estudio del agua, debe entenderse como parte de un proceso más
complejo en el que los aprovechamientos hidráulicos no son un fin en sí mismos, sino parte
de un arreglo social donde intervienen formas de producción, relaciones de propiedad y de
organización política en un momento histórico determinado (Aboites 1994, en Valladares
2003).
El área geográfica y social donde se desarrolló la investigación se localiza en la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués, perteneciente a la subcuenca del río Tepalcatepec o
río Grande en el estado de Michoacán, ambas localizadas en la parte oeste de la gran
cuenca del Balsas. La delimitación se debe a que uno de los propósitos del trabajo fue la
reconstrucción de las relaciones entre los diversos tipos de usuarios de una unidad
ecológica vertebrada por una corriente de agua, la del Cupatitzio-Marqués.
El enfoque bajo el cual se abordó la investigación fue el de microcuenca que
permite abordar el problema de una manera integral, a través del análisis de las partes
componentes de ésta (alta, media y baja), para ver las conexiones sociales y las
consecuencias ecológicas en el área geográfica que se articulan a lo largo del flujo de agua
de este río. Por otra parte, la integralidad también hace referencia al análisis conjunto de
factores biológicos, físicos y sociales en la investigación.
En la visión de microcuenca los factores biológicos, físicos y sociales son
analizados conjuntamente para entender de mejor manera las transformaciones de los
paisajes y por otro lado, los problemas de deterioro ambiental que enfrenta la microcuenca
del Cupatitzio-Marqués, situación que se agrava ante la falta de planeación a mediano y
largo plazo y de una coordinación entre aquellas instituciones que están involucradas en su
desarrollo y conservación.
Habría que aclarar que no se puede hablar de escasez de agua en una área con gran
disponibilidad de este vital líquido,3 más bien me referiré a un problema de administración
del recurso, relacionado con varias causas que competen a la organización social de los
3 La parte noroeste de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués está enmarcada en la región del Tancítaro, ubicada en las confluencias de los municipios de Nuevo Parangaricutiro, Tancítaro, Peribán, Los Reyes y Uruapan. En la región hay una gran oferta de agua que está por arriba de los 27 millones de metros cúbicos de agua superficial, lo cual representa una gran disponibilidad (Fuentes 2003).
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diferentes usuarios ubicados en las tres zonas de la microcuenca; como puede ser la
ubicación estratégica de algunas tierras, con respecto al agua o la adquisición de tecnología,
por parte de grupos de empresarios que cuentan con mayor maniobra política en las
relaciones formales e informales de poder para desviar el flujo del agua en beneficio de sus
cultivos o el papel que juegan las hidroeléctricas en la retención temporal del líquido,
misma que afecta a los ejidatarios de la zona baja.
Con ello quiero plantear que por medio de la lectura de los paisajes en la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués se pueden ver no sólo los cambios perpetrados a
través del tiempo en la cobertura vegetal, sino además los roles y relaciones definidos a
partir de elementos paisajísticos como son las presas, los linderos, las carreteras o los
espacios públicos; por ejemplo, la posición de una parcela en referencia a las tomas de agua
más cercana a la fuente derivadora, marca una diferencia en el aprovechamiento del
recurso, pero también nos habla de la posición del ejidatario dentro de las relaciones de
poder evidenciadas al momento del reparto de la tierra; o bien, cada elemento paisajístico
en ocasiones es la expresión de formas de organización y de relaciones de poder anteriores
inmersas en el presente, que cumplen funciones distintas, como se verá a lo largo del
escrito.
En este caso se enfatizará en aquellos elementos paisajísticos relacionados con los
aprovechamientos hidráulicos enfocados a las actividades agropecuarias y en menor medida
industriales.
El objeto de estudio
En este trabajo se aborda la problemática de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués de una
manera integral, a partir de las transformaciones de los paisajes, las que se interpretan como
producto del cambio en las relaciones de poder en dos momentos históricos que han sido
fundamentales para entender por un lado, las relaciones entre los distintos grupos
socioculturales involucrados en la dinámica de esta área y, por otro, cómo las acciones de
estos grupos, al actuar en su beneficio, han contribuido al deterioro medio-ambiental de la
microcuenca en cuestión, estos son: el cambio en la propiedad de la tierra (de comunal a
privada) y la introducción de nuevas tecnologías desarrolladas para diversos usos del agua
por parte de familias locales y extranjeras desde finales del siglo XIX; del cambio legal en
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la tenencia de la tierra (del latifundio al ejido) como consecuencia de la Reforma Agraria a
partir de los años treinta y, concomitante a ello, el plan de acción llevado a cabo por las
comisiones del Balsas y Tepalcatepec (1947-71); así como la tendencia a la privatización
del agua y la tierra a partir de las reformas a la constitución realizadas en la década de los
noventa del siglo pasado, todo ello plasmado en los paisajes de la microcuenca del
Cupatitzio-Marqués en los últimos 150 años.
Estos factores antropogénicos han transformado los paisajes y en ocasiones han
contribuido al deterioro ecológico del área, especialmente a partir del uso del agua del
Cupatitzio-Marqués. Los problemas subyacentes a los factores señalados son básicamente
dos: la falta de disponibilidad del recurso y su mala calidad presente en la mayor parte del
cauce del río.
A partir de estas dos consecuencias tanto ejidatarios como propietarios privados de
la Tierra Fría, la Tierra Templada y de la Tierra Caliente han armado una serie de
estrategias formales e informales de poder, para acceder a este recurso. Tales estrategias
parten de ocupar puestos políticos a partir de los cuales han tejido relaciones con
funcionarios de diversas instituciones municipales, estatales y federales encargadas de
controlar y aprovechar el agua (Comisión Nacional del Agua, Comisión de Agua Potable,
Alcantarillado y Saneamiento de Uruapan, Comisión Federal de Electricidad, etcétera), en
beneficio propio.
Al colocar en el centro del análisis a la variable hidrológica, en la presente
investigación, se ha decidido delimitar espacialmente a tres municipios con la idea de
ilustrar diferentes problemáticas localizadas en cada uno de los tres pisos ecológicos que
componen una microcuenca asociadas con el deterioro ambiental y la formación de
relaciones de poder a lo largo de la microcuenca.
En la Tierra Fría se ha elegido al municipio de Nuevo Parangaricutiro, para situar
los problemas relacionados con el cambio de uso de suelo de forestal a frutícola, lo cual se
liga con la falta de recarga en los acuíferos y sus efectos en el decremento de agua de los
manantiales que brotan en la Tierra Templada o zona de escurrimiento, así como para
descubrir sujetos y nexos que ayuden a mostrar la interacción de grupos socioculturales.
Concomitante al punto anterior también estudiaremos otro de los efectos que
negativos que ocurre cuando hay un cambio en este tipo de uso de suelo, el cual además de
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romper con el ciclo de absorción para la recarga de acuíferos, la poco agua existente se
extrae para el riego de huertas. Es por ello que estudiaremos dos sistemas de riego que
alimentan a estas plantaciones y que es una causante más de la disminución del agua que
nace en la Tierra Templada y de la que llega a la Tierra Caliente.
Otra razón más que se suma a la elección del municipio de Nuevo Parangaricutiro
se debe a que dentro de esta demarcación política se localiza el nacimiento del arroyo Los
Conejos, uno de los principales afluentes del Cupatitzio-Marqués sobre su margen
izquierda. Será a través de su estudio que podremos ilustrar el deterioro de este cuerpo de
agua a unos metros de su nacimiento y los problemas que subyacen a éste, los que afectan a
comuneros y ejidatarios de la zona alta y media.
En la zona de escurrimiento denominada Tierra Templada se seleccionó al
municipio de Uruapan donde yace la ciudad más importante dentro de la microcuenca en
cuestión. Al ser una urbe donde la problemática ambiental se complejiza debido a la
diversidad de actividades en el uso del agua, es por ello que la atención se enfocó a la
infraestructura hidráulica asociada con el uso doméstico y al uso industrial asociado a la
energía eléctrica en un periodo de tiempo determinado.
La elección de los usos doméstico e industrial se debió al hecho de que ambos
representan las principales razones por las que a ejidatarios de la Tierra Caliente les llega
agua contaminada y de manera intermitente. Y es que a partir de los años cincuenta se ha
presentado un crecimiento poblacional en la ciudad convirtiéndola en esas fechas en la
tercera más poblada del estado. Ello representa una de las consecuencias más importantes
para que en la Tierra Caliente exista una menor disponibilidad de agua para riego desde
esas fechas.
Por último, en la Tierra Caliente o zona de soporte, analizaremos las consecuencias
que conlleva el hecho de que tres plantas hidroeléctricas se encuentren antes de un sistema
de riego que por las características climáticas de la zona es indispensable la distribución del
agua de manera continua.
Dentro de la Tierra Caliente cabe aclarar que si bien se harán generalizaciones sobre
la zona, la atención se enfocará al municipio de Gabriel Zamora, como el lugar donde se
estudian de manera particular los factores transformadores de los paisajes -propuestos en
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la introducción del trabajo- y la formación de las relaciones de poder ante la falta del vital
líquido.
Esta particularidad hidráulica a lo largo del cauce de este río, determina, en gran
medida, la cantidad y calidad del agua destinada para los usuarios -ejidatarios, industriales,
amas de casa, entre otros-, de la parte baja, quienes son los que sufren las consecuencias de
las acciones ejercidas en los dos pisos de arriba, por lo que nos enfocaremos a lo largo del
trabajo en este zona de la microcuenca, sobre todo en lo referente a las relaciones de poder
que se entretejen para allegarse este recuso.
De ahí la importancia de tratar a este sistema de una manera interconectada y
dependiente entre sí, porque lo acontecido en una de las tres zonas repercutirá en las
restantes.
Campos de observación
De esta manera, partimos del análisis de tres campos o niveles de acercamiento al objeto de
estudio: el primero en referencia a la conformación y cambio en la propiedad y tenencia de
la tierra; el segundo relacionado con el uso diversificado e intensivo del agua con énfasis en
la infraestructura hidráulica; y el último, relativo al tipo de organización social y de
relaciones de poder dentro del área de estudio.
La estrategia metodológica consistirá en el análisis conjunto de estos campos de
acercamiento en diferentes momentos históricos, a lo largo del cauce del río (parte alta,
media y baja); aunque cabe aclarar que cada uno de los niveles no incidirá de manera igual
en los tres cortes temporales que se propondrán en las transformaciones de los paisajes, por
lo que en ocasiones alguno de ellos tendrá menos peso en determinado corte histórico, pero
por otro lado la balanza se inclinará en alguno de los dos campos restantes que bien pueden
ser factores preliminares en estas transformaciones.
A lo largo de la investigación han surgido varias interrogantes que fueron guiando
el desarrollo del escrito: ¿Cuáles han sido los principales aprovechamientos hidráulicos
durante los últimos 150 años de las aguas del Cupatitzio-Marqués, que han contribuido a la
transformación del paisaje y a su vez han desencadenado problemas medio-ambientales y
sociales que hoy enfrentan los diversos usuarios de este río? ¿Qué cambios y que
continuidades se han presentado a lo largo de estos años en esta infraestructura hidráulica?
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¿Qué papel han jugado los diversos grupos socioculturales en la mala distribución del
agua? ¿Cuáles han sido las formas de organización social relacionadas a ciertos cambios en
el uso de suelo? ¿Qué políticas locales y extralocales han favorecido ciertos cambios en el
uso del suelo, del agua y del bosque? ¿Cómo se han conformado las relaciones de poder y
cómo se han plasmado sus intereses en los paisajes de la microcuenca? ¿Qué tipo de
relaciones (ecológicas, tecnológicas, sociales, económicas y políticas) se han tejido entre
los diferentes grupos socioculturales presentes en el área de estudio? Con base a las
respuestas de estas preguntas fue que se desarrolló el cuerpo del trabajo.
DELIMITACION TEMPORAL Y ESPACIAL
La temporalidadPara tratar de responder a estas interrogantes presentamos un análisis bajo la perspectiva de
microcuenca, en un periodo de 150 años, con varios cortes temporales que han sido
parteaguas en las transformaciones de los paisajes. Cabe aclarar que cada etapa variará de
acuerdo a la zona alta, media y baja de la microcuenca y además es posible que al hacer un
análisis conjunto de los tres campos en cada corte, habrá uno que incida de forma diferida
en el transcurso del tiempo, dependiendo de la zona geográfica que se trate. Estos cortes
proporcionaron el mayor número de indicadores que históricamente se han presentado en
las tres zonas de la microcuenca y fueron de gran ayuda para sustentar algunas
aseveraciones y realizar la investigación.
Los factores propuestos que, con base en la investigación hasta aquí realizada, han
contribuido a la transformación de los paisajes, al desequilibrio medio-ambiental del río
Cupatitzio-Marqués y a la formación de relaciones de poder entre los diferentes grupos
socioculturales presentes en el área de estudio son: 1) El cambio en la propiedad de la tierra
a partir de la Ley Lerdo y la nacionalización de los recursos acuíferos desde mediados del
siglo XIX; factores que fueron alicientes en la introducción de tecnología hidráulica, es
decir de un cambio cultural, una adaptación al medio ambiente; 2) El reparto de la tierra y
el agua a partir de la Reforma Agraria a finales de los treinta del siglo XX y la puesta en
marcha de la Comisión del Tepalcatepec y del Balsas a finales de los cuarenta hasta los
años setenta de ese siglo y; 3) Las consecuencias ambientales que los dos anteriores
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factores han derivado hasta nuestros días a lo largo de toda la microcuenca y que
finalmente son el resultado de los paisajes hidrológicos que se nos presentan en la
actualidad.
Los periodos antes enunciados implican que se pueden encontrar ciertas tendencias
generales en el área a tratar durante el último siglo, y así visualizar a la microcuenca del
Cupatitzio-Marqués como un sistema sociocultural donde participan diversas clases de
segmentos o subgrupos socioculturales e instituciones que están en mutua relación
funcional entre sí y con conjuntos mayores (nacional y mundial) (Steward 1992, 209).
Cada periodo será abordado de acuerdo al análisis conjunto de los tres campos de
observación antes citados, aunque en ocasiones habrá un campo que explique los cambios
en el paisaje, mientras los otros jugarán un papel secundario o nulo en este aspecto, pero
que sin embargo serán de gran utilidad para comprender las políticas públicas que son un
preámbulo para el cambio en las relaciones sociales y de manera posterior en los paisajes.
Delimitación espacialEl río Cupatitzio-Marqués es uno de los afluentes (microcuenca) del río Tepalcatepec
(subcuenca) ubicado en la cuenca hidrológica del Balsas, la más importante de la vertiente
del Pacífico mexicano (Toledo 2002a, 39), desde el punto de vista ecológico. El área
geográfica que enmarca a este río comprende tres zonas hidrológicas o pisos ecológicos
diferenciados por su altitud, clima, vegetación y topografía. La primera zona es
denominada como de absorción o Tierra Fría, la zona de escurrimiento también nombrada
Tierra Templada y la zona de soporte mejor conocida como la Tierra Caliente.
En síntesis, la delimitación espacial para la investigación comprende tres zonas o
pisos altitudinales que aproximadamente corresponden a los límites de tres municipios; el
primero es Nuevo Parangaricutiro en la parte alta, la mayor parte del municipio de Uruapan
en la media y Gabriel Zamora (sin olvidar Múgica y la parte sur de Parácuaro) que
conforma la Tierra Caliente en este estudio, todos en el estado de Michoacán. La variedad
climática va del clima frío al cálido, en un trayecto de poco menos de 75 kilómetros
aproximadamente, que inicia desde los 2,500 msnm, en la Tierra fría, continúa en la Tierra
Templada con 1,700 msnm, donde inicia una abrupta bajada hasta llegar a los 300 msnm en
la Tierra Caliente.
17
MARCO TEORICO-CONCEPTUAL
La región de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués ha sido estudiada por varios autores
que destacan diversas problemáticas surgidas ya sea en su zona de absorción (Espín 1986;
CFE 1971), en la zona de escurrimiento (Durán 1987; Palomares 1989 y Moreno 1995) o
bien en su zona de amortiguamiento (Pérez 2002). A excepción de algunos análisis
generales desde la perspectiva de cuenca hidrológica (Toledo 2002a) y subcuenca (Aguirre
1952; Barkin y King 1970), poco se ha estudiado a esta área geográfica desde una visión
general, donde se analicen factores sociales, políticos y ecológicos interrelacionados
espacialmente, y menos aún se ha atendido el análisis histórico de los procesos sociales.
Una parte de estos estudios al ser parciales también han fragmentado el
conocimiento sobre la microcuenca y con ello las problemáticas y sus posibles soluciones.
El trabajo de Espín (1986) integra en una unidad regional los tres pisos ecológicos
de la microcuenca, el problema radica en que para ello el autor sólo toma en cuenta la
relación entre, lo que él llama, el piso ecológico 1 (Tierra Fría o sierra Purhépecha) y el
análisis del resto de la región (Tierra Templada y la Tierra Caliente) la posterga para
trabajos posteriores. Es decir, se posesiona en la parte alta y media, —donde destaca la
articulación económica y política relacionada con la explotación y control de recursos
escasos y estratégicos (el bosque) en el núcleo del poder regional—, y deja a un nivel
secundario la Tierra Caliente.
Por su parte, las investigaciones de Moreno (1995), Palomares (1989) y Durán
(1987), a pesar de desarrollar su estado de la cuestión sobre la importancia del estudio de
cuenca, al final delimitan su trabajo a la zona de escurrimiento, demeritando mucho su
análisis. En general estos ensayos se enfocan en la hidrología de esta zona, destacando la
reducción del gasto de los manantiales de Uruapan y la relación que existe con la
deforestación de la sierra Purhépecha, por la explotación irracional de madera, y por la
reconversión de cultivos en el piso intermedio.
El estudio de Pérez (2002) examina el desarrollo del riego en el sistema Cupatitzio-
Cajones, desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Si bien inicia con el
análisis del sistema de riego construido por Dante Cusi e hijos —el cual resulta crucial para
entender los problemas en torno al manejo del agua presentado luego de la puesta en vigor
de la Reforma Agraria en la zona a partir de 1938, momento en que el agua y el sistema de
18
conducción resultan insuficientes—, por otro lado, el análisis de la autora queda incompleto
al ignorar que la unidad Cupatitzio-Cajones, construida por personal de las comisiones del
Tepalcatepec y del Balsas, se encuentra conectada con varios sistemas hidráulicos presentes
en la zona de absorción y de escurrimiento como el URDERAL de los Conejos, el sistema
Llanos de Uruapan, la planta de tratamiento Santa Bárbara y tres hidroeléctrica.
También ignora ciertos factores coyunturales como son el crecimiento de Uruapan y
el auge en el cultivo del aguacate, que determinaron la distribución del agua.
Ante la ausencia de un análisis integral, la presente investigación propone retomar la
metodología del enfoque de microcuenca, que es entendida como un sistema complejo,
dinámico y abierto, cuyos componentes naturales y culturales se encuentran estrechamente
interconectados. Estos componentes pueden ser físicos (agua, suelos), biológicos (flora,
fauna) y humanos (socioeconómicos y culturales); el equilibrio de cada uno y el de la
microcuenca entera depende de estas relaciones (Toledo, et al., 2002b).
A lo largo de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués la utilización del agua para
diferentes fines han transformado los paisajes que ahora muestran una degradación del
suelo, del agua y la cubierta vegetal. El cambio de uso de suelo, perpetrado en la zona de
absorción y en la de escurrimiento por la deforestación y el subsiguiente cambio a frutales
de aguacate, son los factores que más han contribuido a este proceso de deterioro
ambiental.
Por otro lado, al ser el agua el elemento unificador de una microcuenca, se toma
como referencia para entender la subsistencia humana y la funcionalidad de los sistemas
productivos primarios —agricultura, ganadería, silvicultura— dado que son dependientes
de ella y entre sí. Entre el suelo, la cubierta vegetal y el agua hay una relación simbiótica
donde si los primeros sufren pérdida y degradación, el agua por su parte lo hace de escasez
y contaminación (Villanueva 2000, 52).
Ello da pauta para entender que en la medida que hay un cambio en el uso del suelo
también lo hay en el agua (y viceversa), como ha sucedido en la zona alta de la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués donde el cambio de uso de suelo de silvícola a
agrícola y luego urbano ha acarreado consecuencias considerables en la disponibilidad y
calidad del agua en la zona baja.
19
En este mismo sentido, como el agua en la microcuenca es un producto del suelo y del
bosque, en consecuencia, la manera como se maneja éste, tendrá influencia sobre las
corrientes de agua; así se explica que la creciente deforestación ocurrida en la sierra
Purhépecha y el crecimiento urbanístico de Uruapan, entre otros factores, hayan
contribuido a la merma y contaminación del agua de los manantiales que nacen en la zona
de escurrimiento.
De esta manera el carácter integral de microcuenca la ubica como una estrategia
adecuada mediante la cual se lleva a cabo la superación de la tendencia dominante en los
proyectos aislados (Villanueva 2000, 81).
Me gustaría ahondar más sobre lo que tanto Toledo como Villanueva entienden por
integral; este último lo entiende en un sentido metodológico al contemplar el análisis de los
tres pisos ecológicos que hay en una microcuenca, para así superar niveles constreñidos en
lo local. Por su parte, Toledo (et. al; 2002b) además de llevar a cabo un análisis de las tres
partes de la cuenca del Balsas, también describe una acepción más de este concepto en un
sentido más holístico, en la medida que analiza componentes tan heterogéneos como son lo
físico, lo biológico y lo social, de manera interrelacionada. Así, ambas propuestas, más que
divergentes, son complementarias.
Si bien los estudios con una perspectiva de cuenca y/o microcuenca tienen
relevancia porque en ellos se incluyen las relaciones que existen en sus zonas y demás
componentes, para los fines de esta investigación es menester complementarlo bajo el
planteamiento teórico del evolucionismo multilineal y su método, la ecología cultural, que
en términos muy generales estudia “la adaptación de las diferentes culturas a su medio
ambiente” (Boehm 2005, 73-74).
Dos de los autores insertos en esta propuesta son los antropólogos Steward y Wolf,
quienes desarrollan de manera puntual las interrelaciones (sociales, ecológicas, económicas
y políticas) que pueda haber en un espacio delimitado con criterios geográficos, así como
por las relaciones sociales que subyacen en él, y que son las que en gran medida modifican
a los paisajes.
Bajo la perspectiva de Steward se retoman conceptos como área cultural,
integración sociocultural y el análisis de la estructura social en relación a los segmentos
verticales (unidades locales), horizontales (ocupaciones especializadas que transcienden la
20
localidad), las instituciones y núcleo cultural. Esta propuesta será complementada con el
análisis de las conexiones mundiales y el concepto de poder de Wolf.
Para Steward una cuenca puede ser un área definida como una unidad territorial, en
donde su organización puede ser lo suficientemente precisada como para elegirla como el
marco de referencia donde una serie de fenómenos están en interacción. La diferenciación
cultural entre las sociedades participantes en determinada área a lo largo del tiempo es un
aspecto importante para analizar sus rasgos culturales que van a incidir de manera distinta
en los paisajes. Así en cada periodo histórico cada grupo sociocultural ha transformado los
paisajes de acuerdo a una actividad productiva, una organización social del trabajo y
tecnología específica, por lo tanto, la manera en que cada uno se relaciona con la naturaleza
es distinta, de ahí la diversidad de formas paisajísticas y sus transformaciones en el tiempo.
Estos diversos tipos de sociedad constituyen sistemas o conjuntos socioculturales y
“un sistema sociocultural es una unidad en la cual los segmentos sociales e instituciones
tienen una interrelación e interdependencia funcional en grado significativo” (Steward
1992, 194). Con ello tenemos un valor que se agrega al análisis, como son las instituciones
y sus políticas públicas que de igual manera transforman las formas paisajísticas. A lo largo
del trabajo hemos visto cómo han variado las diferentes políticas de instituciones
encargadas de controlar el agua, como la Secretaría de Fomento (SF), la Comisión Nacional
de Irrigación (CNI), la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH) y la Comisión Nacional
del Agua (CNA); cada una de estas instituciones ha tejido diferentes relaciones con
latifundistas, ejidatarios, empresarios y pequeños propietarios.
Cada grupo sociocultural presente en las tres zonas de la microcuenca se ha hecho
más complejo en sus relaciones conforme se van interrelacionando más con la nación u
otros organismos supranacionales. Así tanto los segmentos o grupos socioculturales como
las instituciones deben ser definidos en relación con su dependencia funcional de
estructuras más amplias, sea nacional o mundial; lo que necesariamente nos lleva a plantear
un análisis diacrónico de los cambios en los elementos culturales (organizativos y
tecnológicos) partícipes en la transformación de los paisajes y que no son más que la suma
de aspectos físicos u organizativos del pasado inmersos en el presente, tanto cualitativa
como cuantitativamente más complejos (ibidem, 200-2001).
21
La estructura social de cada sistema sociocultural, entonces, consiste en tres clases de
partes: 1) Las unidades locales como comunidades, vecindarios, grupos domésticos, entre
otros, que constituyen la división vertical del conjunto mayor, 2) Las ocupaciones
especializadas, como las clases, castas, razas y otras subsociedades, cuya extensión
trasciende la localidad, a las que el autor llama divisiones socioculturales horizontales 3)
Las instituciones formales, que constituyen el sistema nervioso que recorre la totalidad de
la sociedad manteniéndola unida y afectándola en todos sus puntos (ibidem, 200-2001).
Las divisiones verticales y horizontales deben ser analizadas en relación con la
sociedad mayor, es decir, en relación con las instituciones nacionales. De ahí que gran parte
del contenido del presente trabajo se refiera al trabajo que antaño realizaron en la zona
instituciones como las Comisiones del Tepalcatepec y la del Balsas, Banco Ejidal, CNA (y
sus antecesoras) entre otras, las que junto a sus políticas aplicadas han logrado introducir
nuevas formas de organización social y tecnológica, que han modificado los paisajes
profundamente desde hace más de 100 años y de manera vertiginosa en el último medio
siglo.
A través de los discursos de estas instituciones podemos ver una ideologización
perpetrada por el gobierno central o de entidades supranacionales (Banco Mundial, Banco
Interamericano de Desarrollo, entre otros) que directa o indirectamente son las que dictan
los lineamientos en las formas tecnológicas y organizativas que más tarde veremos
plasmados en los paisajes. Y es que precisamente más que atender al origen y/o difusión de
la tecnología, la ecología cultural ve de manera conjunta la interacción de ésta, con los
recursos naturales y el trabajo; es decir, lo que Steward llamó núcleo cultural, dentro del
cual se genera el cambio cultural de los diferentes grupos socioculturales.
Si bien Steward analiza por medio del concepto de niveles de integración
sociocultural, cómo las comunidades se han integrado al plano regional, nacional y
mundial, y de esta manera analiza el cambio sociocultural, sin embargo, el último nivel fue
poco desarrollado por el autor, en la práctica argumentaba a favor del reconocimiento de
una tendencia hacia la creciente interdependencia entre los habitantes del campo y la ciudad
en casi todas las regiones del mundo (Hewitt 1988, 110), mas no explica cómo las
localidades se integran al plano mundial.
22
Entonces Steward no desarrolla en su trabajo de Puerto Rico las fuerzas externas que han
producido el cambio cultural en los grupos locales y regionales de esa nación, sólo se limita
a mencionar a los segmentos horizontales y las instituciones nacionales que influyen en el
cambio cultural, y, otro aspecto muy importante que igualmente ignora, es el avance del
capitalismo como fuerza extrema que va trastocando a las regiones de una manera desigual.
Considero que Erick Wolf en su obra Europa y la gente sin historia ha desarrollado
un análisis más puntual de estas interrelaciones que él llama conexiones mundiales. La
tesis central de su obra “es que el mundo de la humanidad constituye un total de procesos
múltiples interconectados y que los empeños por descomponer en sus pares a esta totalidad,
que luego no pueden rearmarla, falsean la realidad” (Wolf 1987, 15). Para Wolf es
importante estudiar a las relaciones sociales dentro del contexto de la nación-Estado, que a
su vez debe ser entendida como un nexo de relaciones económicas, políticas e ideológicas
conectadas con otros nexos (ibidem, 22).
De esta manera el área cultural de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués cobra
sentido como un área en la que coexisten grupos socioculturales en conexión recíproca con
otras regiones y naciones, no de manera aislada, desde fechas muy remotas, por lo menos
desde finales del siglo XVI con la llegada de los españoles al área, momento desde el cual
se inserta como proveedora de materias primas como caña, cacao y añil a la estructura
central (España).
Un papel fundamental para la conexión de lo local con lo regional y lo nacional
sería lo que Steward llama ocupaciones especializadas cuya extensión trasciende la
localidad; que complementado con Wolf serían la participación de Brokers que fungen
como mediadores en las diversas zonas bioclimáticas, en la región, la nación y con otros
Estado-naciones (Boehm, 2005).
Otro concepto que se debe definir es el paisaje o los paisajes, que han sido
desarrollados por varias disciplinas como la geografía, la arquitectura, la antropología, por
mencionar algunas, pero que sin embargo, al revisar las diferentes propuestas, fue necesario
seguir una línea de discusión en la cual se discierna entre el predominio de lo social sobre
lo físico y natural, para de esta manera retomar el concepto que mejor convenga al análisis
de la presente investigación, pero sin excluir los aportes teóricos y sobre todo
metodológicos de otras disciplinas.
23
En geografía la importancia de este concepto es tal, que desde principios del siglo XX fue
definida por Schluter, geógrafo alemán, “como la ciencia del paisaje.” Cuarenta años
después este concepto será redefinido bajo la lupa de distintas denominaciones como la
geografía del paisaje o análisis geográfico del paisaje y sus dos líneas de investigación
científica como son la escuela regional y la escuela ecológica.
Un cambio radical en la manera de entender y abordar este concepto ocurrió en la
década de los sesenta, propiciado en los principios del neopositivismo analítico en la nueva
geografía, el cual deja a un lado la observación directa que debe realizarse en el análisis del
paisaje y en oposición toma en consideración funciones, flujos y fuerzas inaccesibles a la
observación in situ. Pero este enfoque abstracto, cuantitativo y locacional centrado en el
espacio, al ser un factor de reducción y fragmentación de la disciplina, dio pauta para que
en geografía se considerara nuevamente a lo observable en la superficie de la Tierra, “es
decir a la esfera del paisaje y del territorio” (García 2002, 85- 88).
A partir de la aparición y difusión de la teoría general de los sistemas, inicia un
replanteamiento en términos sistémicos del concepto de paisaje, en cuyo contexto están las
consecuencias de las amenazas de la contaminación y la degradación ambiental de los años
setenta. Bajo este enfoque es que se ha sustentado el desarrollo de las modernas propuestas
metodológicas del análisis integrado de paisajes, éstas “se caracterizan por tener un
entendimiento de éste a la vez fisionómico y estructural, por enfocar su análisis desde
principios que integran lo ecológico y lo sistémico y por dar importancia fundamental a la
escala espacio-temporal” (ibidem, 89).
Siguiendo al iniciador del análisis sistémico del paisaje -Bertrand-, los geógrafos
franceses Bazzana y Humbert proponen un análisis global del paisaje, donde se le aborde no
como una forma fija, al quererlo definir a partir de una lectura directa, que es uno de los
dogmas de la geografía tradicional, ya que esta imagen no puede revelar las fuerzas, los
flujos de otras partes, sobre todo porque el paisaje es la terminación de un largo proceso
histórico, es el último estado provisional de toda una larga serie de sistemas funcionales que
se han sucedido dejando inevitablemente las trazas múltiples en los sistemas anteriores. El
paisaje es siempre un compromiso entre un deseo de cambio y la fuerza de las costumbres,
entre la presión de una evolución económica o técnica y la resistencia de estructuras fijas
(Bazzana et al., 1983, 31; traducción propia).
24
Pero si bien ambos autores reconocen la importancia de la observación directa del paisaje,
bien podemos complementarla con la mirada etnográfica con profundidad teórica y la
lectura cartográfica de la zona, técnicas que por separado complementa la información que
las demás dejan inconclusas.
Estos mismos autores también destacan el carácter histórico del paisaje, el cual no
podrá estudiarse sin el análisis diacrónico puesto que éste comporta formas recientes y
formas antiguas heredadas de un sistema anterior, como se verá a lo largo de la reseña de las
transformaciones de los paisajes presentada a lo largo de toda la investigación, donde por
ejemplo se tiene a la organización social del trabajo de rancho inmersa en la estructura de la
hacienda. U otros elementos fósiles visibles físicamente en el paisaje, como la
infraestructura hidráulica heredada de los Cusi a los ejidatarios, la cual sigue influenciando
el funcionamiento del conjunto hidráulico por su misma inercia (ibidem, 32).
Otra definición de paisaje es la propuesta por el arquitecto Jackson (1984) quien lo
define como una composición de espacios hechos por el hombre sobre la tierra, de ahí de
no confundirlo con los espacios naturales, ya que el paisaje no es un rasgo natural del
desarrollo, sino un sistema hecho por el hombre de espacios sobre-impuestos en la
superficie de la tierra, funcionando y envolviéndola no de acuerdo con las leyes naturales
sino en función de servir a una comunidad. Es un espacio deliberadamente creado para
acelerar o retrasar los procesos de la naturaleza.
El autor no adjetiva al paisaje en natural, cultural o social, ni lo retoma como
sinónimo de naturaleza o entorno natural. Jakson contiene todas estas acepciones en un
término, el paisaje político definido a partir de los elementos como son las murallas,
fronteras, carreteras, monumentos y espacios públicos, que existen para asegurar un orden,
establecer relaciones sociales y definir roles. De esta manera el paisaje es una expresión de
las decisiones de los grupos sociales y culturales dibujada por éstos sobre las geoformas y
procesos naturales.
Se puede agregar que el paisaje de la región del río Cupatitzio-Marqués no es más
que la síntesis histórica de una diferenciación reflejo de las cambiantes relaciones de poder
de los grupos sociocultures presentes en éste, que junto con el gobierno y otras instancias
del orden mundial lo han construido sobre sus geoformas y procesos naturales que les
25
dieron origen. Es un paisaje no estático sino dinámico de acuerdo a las articulaciones
establecidas en determinados periodos.
Otro concepto a ser tomado en cuenta para entender la dinámica de la microcuenca
es el de poder, que entendido a partir de la propuesta de Wolf no es una fuerza unitaria e
independiente o una máquina que aumenta la capacidad al acumular y generar más poderes,
“es mejor no entenderlo como una fuerza antropomórfica ni como una máquina gigante,
sino como un aspecto de todas las relaciones entre personas” (Wolf 2001, 19).
Para el autor el poder debe concebirse en términos correlativos, que permite
considerarlo como un aspecto de muchos tipos de relaciones, de ahí que distinga cuatro
maneras donde el poder se entreteje en las relaciones sociales: individual, interaccional,
organizacional y estructural. Para Wolf esta última es la más importante, ya que articula a
las demás modalidades.
El autor distingue el poder en términos materiales e ideológicos; el poder estructural
establece los términos en los que el trabajo es distribuido en un mundo material, pero
también el poder se localiza imbuido por significados ideológicos que se exteriorizan a
través de la comunicación. Es por ello que a Wolf le interesaba discernir las consecuencias
del poder en los significados y la organización social, para lo cual vincula la cultura y el
poder, dentro de una conexión que no entendiera a las representaciones mentales como
autónomas de procesos materiales e históricos. El poder debe definirse de manera
relacional, ya que opera en distintos niveles y campos.
Esta definición de poder complementa la propuesta de Steward, en el análisis que se
sugiere entre las instituciones con los distintos segmentos de la sociedad (ejidatarios,
empresario, etcétera), ya que los grupos de poder presentes en el área, como empresarios
tanto de Uruapan como de la Tierra Caliente, no sólo han monopolizado las acciones de
apoyo a sus productos, también monopolizan las ideas y los sistemas, como hemos visto
por medio de su participación como funcionarios públicos desde donde formulan proyectos
sociales y políticos encaminados a acrecentar sus relaciones comerciales a nivel nacional e
internacional. Para Wolf hay que ver cómo opera el poder en estos contextos, hay que ver
cómo las luchas de poder ofrecen oportunidades a un conjunto de participantes y se les
niega a otros (ibidem, 23-24).
26
Un último concepto que se relaciona directamente con el poder, es el Estado, al cual se le
ha tratado en la literatura de las ciencias sociales y humanistas, como un ente separado de la
sociedad. De hecho si retomamos los enfoques clásicos como el Leviatán de Thomas
Hobbes (1988) para entender al estado, se conceptualiza como una estructura soberana, que
se encuentra no sólo separado de la sociedad, sino además muy por encima de los
individuos.
Esta separación tiene fines prácticos como bien lo demuestra Mitchell a quien le
interesa examinar el minucioso proceso a través del cual la incierta y todavía poderosa
distinción entre Estado y sociedad es producida. Es así como este sociólogo propone la
noción de efecto estructura para explicar esta separación que debe ser vista en dos
dimensiones. Este efecto de dos dimensiones se entiende de manera más clara visto como
un orden binario que contribuye a construir un mundo en donde por un lado, están los
individuos y sus actividades, y por el otro aparece una estructura inerte que de algún modo
está aparte de los individuos.
Esta visión se reproduce en todas las instituciones, las que a pesar de ser creaciones
humanas parecen estar estructuradas para que funcionen independientemente de los
individuos. Aquí habría que preguntarse cuál es el fin que se quiere lograr con este efecto
estructural, es decir, con esta separación donde el Estado aparece como el espacio donde
está confinada la política, ya que como se ha visto en el transcurso del documento, en
variadas ocasiones las políticas públicas están encaminadas a satisfacer los intereses de
ciertos grupos de poder cuyos miembros muchas veces forman parte de alguna institución
gubernamental.
La idea anterior me gustaría complementarla retomando a tres autores, Gedhill,
Abrams y nuevamente a Mitchell, cada uno de ellos habla, respectivamente de autonomía,
máscaras y separación que ocultan relaciones de poder e intereses.
Comenzaré con el primer autor quien retoma a Abéles, para quien la autonomía de
lo político en las sociedades modernas es una ilusión, ya que en realidad el poder descansa
en las prácticas sociales cotidianas, que constituyen la forma concreta adaptada por las
relaciones de los gobernantes y los gobernados (Gedhill 2000, 44). Mientras que Abrams
centra al Estado no como una realidad que se manifiesta detrás de la máscara de la práctica
política, sino que es la máscara que previene que veamos las prácticas políticas (Abrams
27
1988, 81). El mismo autor agrega que el ver al Estado como ente actuante, administrador de
las relaciones de poder, contribuye a que ciertos grupos de poder se valgan de esta noción
de Estado para ocultar sus intenciones de dominación y producir una sociedad donde estén
organizadas a su favor las relaciones políticas. Como se verá a lo largo del trabajo son
los industriales madereros, los administradores forestales, los dueños de fraccionamientos y
los empresarios aguacateros, quienes se han valido de la supresión de vedas forestales
(entre otras acciones) para favorecer sus intereses; los primeros para permitirles el corte
“legal” de madera, y los dos últimos grupos para desmontar cerros y poblarlos con casas o
de aguacates, aún en áreas protegidas. Y es que con mayor regularidad estas políticas
responderán cada vez más a una lógica de mercado, donde el Estado provee las condiciones
necesarias para el desarrollo de intereses de unos cuantos.
Mitchell (1990) por su parte, argumenta que los límites del Estado (o sistema
político) y la sociedad nunca marcan un límite exterior real, más bien una línea dibujada
internamente, dentro de una red de mecanismos institucionales a través de los cuales un
cierto orden social y político es mantenido para que diversas instituciones
(gubernamentales o privadas) logren sus objetivos tanto en el plano nacional como ciertos
objetivos políticos en el exterior.
En síntesis, todo aquello que las nociones de autonomía, límite y separación
enmascaran, es un sin fin de intereses, como mantener un orden o el ocultamiento de las
prácticas sociales cotidianas tanto de gobernados como de gobernantes; es decir este tipo de
dualidad persigue tanto intereses como formas de separación existen en acontecimientos,
instituciones o cualquier hecho humano que conlleve algún tipo de relación social.
Estructura de la obra
La estructura del trabajo está dividida en tres capítulos establecidos así a partir de los
factores de transformación de los paisajes en la microcuenca, que a lo largo de la historia se
han suscitado y que con anterioridad ya mencionamos. A su vez cada capítulo se encuentra
estructurado a partir de las tres partes componentes de la microcuenca: zona de absorción o
Tierra Fría, la zona de escurrimiento o Tierra Templada y la zona de soporte o Tierra
Caliente, que se repiten en cada capítulo, ya que con ello se pretende dar un seguimiento en
la transformación de los paisajes a lo largo de éstas y en diferentes momentos históricos.
28
Por otro lado, cada capítulo, además de su contenido argumentativo de la tesis, cuenta con
una introducción en la cual se especifica el objetivo del capítulo, una descripción general
del contenido de éste, así como el tipo de fuentes utilizadas para su redacción. De igual
manera cada uno cuenta con una conclusión.
El primer capítulo lleva por título “Los paisajes hidrológicos e hidráulicos de la
microcuenca del río Cupatitzio-Marqué,” en el cual se describe el mosaico de paisajes que
constituyen esta microcuenca la que se estudiará a lo largo de la presente investigación. Se
enfatiza en la infraestructura hidráulica interconectada a lo largo del espacio estudiado
(principal criterio de delimitación territorial), ya que es a partir de ella que abordamos la
problemática medio-ambiental; la que a su vez también evidencia a los diferentes grupos
socioculturales y la infraestructura asociada a cada uno de ellos que corre desde la Tierra
Fría hasta la Tierra Caliente.
El siguiente capítulo lo hemos nombrado “El bosque, la tierra y el agua en la
microcuenca de río Cupatitzio-Marqués: desde mediados del siglo XIX hasta los años
treinta del siglo del XX, el caso de las haciendas, comunidades y ranchos,” apartado en el
que el interés recae en conocer cómo los diferentes grupos sociales aprovechaban estos tres
recursos en un periodo histórico donde el capitalismo demandaba materias primas para
cumplir con las expectativas progresistas de la industrialización promovida alrededor del
mundo.
El último capítulo lleva por título “El reparto agrario cardenista y las comisiones del
Tepalcatepec y del Balsas en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués”. En él analizaremos
un periodo en el cual inicia de manera más evidente el deterioro ambiental en la
microcuenca debido al uso intensivo que se le dio al bosque, a la tierra y a el agua, a partir
del reparto ejecutado por el gobierno federal para un nuevo grupo sociocultural, los
ejidatarios; y la infraestructura hidráulica que el personal de diferentes instancias
gubernamentales congregadas en las Comisiones construyera exprofesso para éstos actores
como medida coadyuvante del bienestar social (riego) prometido por los gobiernos
posrevolucionarios.
Con esta estructura capitular pretendemos dar un panorama amplio en tiempo y
espacio de lo sucedido en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués en los últimos 150 años
y, así, argumentar nuestra tesis.
29
Fuentes
Con el fin de volver inteligible el objeto de estudio se ideó una estrategia metodológica
para el desarrollo de cada campo de observación, basada en dos fuentes principales: la
historiografía —en el sentido del conjunto de documentos escritos: de archivo, fuentes
hemerográficas y bibliográficas—, y la etnografía, con sus respectivas técnicas como son
las entrevistas (enfocadas y estructuradas), historias de vida, recorridos en campo, la
observación participativa y la cartografía (mapas y planos).
Los archivos consultados fueron: Archivo Histórico del Agua (AHA), Archivo
Histórico General del Poder Ejecutivo de Michoacán (AHGPEM), Archivo General de
Notarias de Morelia (AGNM), el Registro Público de la Propiedad de Uruapan (RPPU),
Archivo Histórico del Registro Agrario Nacional de Morelia (AHRANM) y el Archivo de
la Procuraduría Agraria de Uruapan (APAU). La información que nos proporcionaron los
documentos encontrados en estas instituciones estuvo relacionada básicamente con la
tenencia de la tierra, la infraestructura hidráulica y las concesiones dadas a los usuarios a lo
largo de los últimos 150 años. Datos que tuvieron que ser complementados con ensayos
relacionados con la microcuenca.
Por otro lado, para ir reconstruyendo las relaciones de poder se tuvo que realizar la
complementación de fuentes de archivo, con etnográficas y bibliográficas, sobre todo las de
la parte histórica contenidas en el capítulo 2.
Las fuentes hemerográficas básicamente fueron de diarios de circulación regional en
donde se informa sobre la introducción de la infraestructura hidráulica en la ciudad de
Uruapan, noticias relacionadas con la comercialización del aguacate, así como de sucesos
relevantes relacionados con la vida política de algún municipio perteneciente a la
microcuenca. También se consultaron algunos diarios de mediados del siglo XX que
informan sobre el fraccionamiento de las tierras ejidales en Uruapan.
De igual importancia fueron las entrevistas estructuradas y abiertas que realicé sobre
todo a ejidatarios y comuneros que vivieron acontecimientos como la erupción del Parícutin
y el posterior traslado de la población de San Juan Parangaricutiro al valle de Los Conejos
o aquellos ex-trabajadores de la hacienda de Lombardía que conocen toda la historia
agraria de sus ejidos.
30
Cabe mencionar que se omitieron los nombres reales de los entrevistados por razones de
seguridad, salvo algunos casos en los que su identidad no perjudica lo afirmado. De igual
manera también se cambiaron los nombres de las empresas, huertas y otros predios.
La cartografía tanto histórica como actual ha servido para ver los cambios en los
paisajes relacionados con el cambio en la tenencia de la tierra, ya que donde fueron
extensas haciendas, dibujadas en planos o croquis, ahora conforman una cuadrícula de
ejidos visibles en la cartografía actual.
Entre la bibliografía consultada sobre el área de estudio hay algunas variantes como
los relatos de viajeros realizados en los siglo XIX y XX por la Marquesa Calderón de la
Barca, Matías Romero, y Carl Lumholtz. Otra tipo de publicaciones son las compilaciones
de leyes como La Legislación Mexicana de Manuel Dublán y José López Lozano y las
Noticias Hidrográficas de Michoacán de 1886 para el caso de la nacionalización de las
aguas.
31
Capítulo ILos paisajes hidrológicos e hidráulicos de
la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués
INTRODUCCION
El capítulo pretende ser una síntesis descriptiva de los paisajes hidrológicos que conforman la
microcuenca del río Cupatitzio-Marqués. Con ello se delimita y justifica el área geográfica sobre
la cual se realiza la presente investigación. La delimitación espacial consistirá en describir todas
aquellas corrientes o cuerpos de agua, llámense manantiales, arroyos o ríos que tienen un cauce
común, el río Cupatitzio-Marqués.
También se ahondará en uno de los objetivos principales de esta investigación; explicar la
problemática social y ecológica presente a lo largo de los tres pisos altitudinales de la
microcuenca en la actualidad.
Es así como se verá la manera en que cada grupo sociocultural utiliza el agua y la
tecnología hidráulica, para así dilucidar en qué medida han contribuido al deterioro de este
sistema hidrológico. Concomitante están las estrategias formales e informales a las que cada actor
o grupo sociocultural recurre para allegarse este recurso cada vez más escaso, para lo cual hacen
uso de relaciones que establecen con usuarios de otros pisos o autoridades gubernamentales.
Este último punto se desarrollará con mayor detalle en la zona de soporte o Tierra
Caliente de la microcuenca en cuestión, ya que es aquí donde al escasear al agua los usuarios han
establecido estos vínculos para hacerse del vital líquido.
De ahí la tarea de analizar estas relaciones en los tres pisos, así como los acontecimientos
y actores que hayan interactuado con sus vecinos de otros pisos y que permitan la articulación
interregional y extra-regional a nivel nacional y mundial.
La estrategia metodológica se basó en fuentes historiográficas como aquella literatura
dedicada específicamente a la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, la cual fue complementada,
en menor medida, con información encontrada en el AHA, en el AHGPEM y en el APAU, así
como aquellos acontecimientos registrados en la prensa local que documentan la inversión en
infraestructura hidráulica enfocada al saneamiento del agua.
Las fuentes etnográficas fueron posibles gracias a las técnicas de entrevistas enfocadas,
estructuradas y semi-estructuradas realizadas en campo a diversos actores que de alguna manera
estuvieran involucrados en el proceso de transformación de los paisajes de esta microcuenca
(Véase las referencias al final de este trabajo), ya fueran comuneros, silvicultores, pequeños
33
propietarios dedicados al cultivo del aguacate, jefes de operación en el manejo del agua,
ingenieros encargados del manejo de hidroeléctricas y ejidatarios, quienes proporcionaron
información sobre sus sectores productivos o campos de acción.
De igual manera los recorridos en campo, la observación participativa y la cartografía
(mapas y planos), fueron fundamentales para delimitar el área geográfica de la microcuenca y
conocer la problemática de cada sociedad presente en los tres pisos altitudinales.
LOS PAISAJES HIDROLOGICOS E HIDRAULICOS
Cabría preguntarse por qué centrarnos en el agua para investigar las transformaciones en los
paisajes que conforman la microcuenca del Cupatitzio-Marqués; de acuerdo con Barragán el
movimiento del agua es el factor ecológico principal de vinculación entre los paisajes de una
cuenca hidrológica (Barragán 2007b, 2).
Estos flujos o movimientos del agua son los que nos guiarán en el sistema hidrológico
completo de la microcuenca en cuestión, ellos son: 1) Las aguas superficiales controladas por
pendientes y la permeabilidad del suelo; 2) Las aguas subterráneas que se controlan por las
características hidráulicas de la estructura geológica y; 3) Las aguas atmosféricas que
intercambian agua con la estructura hidrológica y están reguladas por el ambiente climático
(Winter 2001, 335 en Barragán 2007b, 2).
Sin embargo, a lo largo del trabajo nos avocaremos en los dos primeros movimientos por
estar más vinculados con realidades sociales más aprensibles, sin que por ello ignoremos que un
ambiente climático sea la consecuencia directa o indirecta de la acción humana.
Entonces un paisaje hidrológico puede describirse en función de tres aspectos: por su
forma superficial del terreno, por las propiedades hidráulicas de la estructura geológica y por el
ambiente climático.
De esta manera, la microcuenca del Cupatitzio-Marqués aunque dividida en tres pisos
bioclimáticos tiene una conectividad hidrológica gracias a su capacidad de transferir materia,
energía y/o organismos entre los elementos del ciclo hidrológico (Pringle 2001, 981 en Barragán
2007b, 2). Si traspolamos este mismo razonamiento al aspecto social veremos que cuando estos
34
elementos son distribuidos de manera desigual no sólo perjudican a los usuarios de alguno de los
pisos ecológicos, sino también son partícipes de una acumulación de energía aprovechada —que
incluso se puede generar en un piso ecológico sin que sus usuarios se vean beneficiados de esta
bonanza — por unos cuantos que son los que dominan las relaciones de poder.
El área que conforma a la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués se caracteriza por su
heterogeneidad social y ecológica, a partir de estas diferencias y, para un análisis más detallado,
se dividió en tres zonas hidrológicas o pisos ecológicos diferenciados por su altitud, clima,
vegetación y topografía.
De acuerdo con el Instituto de Geografía de la UNAM (Unidad Académica Morelia) la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués ocupa 13 municipios, ya sea una porción de ellos o en su
totalidad (Véase Ilustración 1).
De norte a sur la primera zona en localizarse es la zona de absorción, comprende los
siguientes municipios: la parte noroeste de Nuevo Parangaricutiro, una pequeña porción de
Paracho y la zona norte de Uruapan. Es decir, es aquí donde se genera de manera subterránea el
agua que nacerá en la zona de escurrimiento, lo cual dependerá en gran medida de la cubierta
forestal presente (Barragán 2007b, 120).
Esta agua brotará más adelante en la denominada Tierra Templada o zona de
escurrimiento por medio de manantiales, arroyos y ríos a lo largo del municipio de centro y sur
de Uruapan que es donde nace el Cupatitzio-Marqués; la mayor parte de Tingambato a excepción
de su parte noreste, Ziracuaretiro, toda la parte norte de Taretan, Salvador Escalante en su lado
poniente, una porción de Nuevo Urecho, la zona norte de Ario de Rosales y la parte noreste de
Gabriel Zamora, donde inicia la zona transitoria de la zona de escurrimiento y de soporte.
En la Tierra Caliente la microcuenca abarca los municipios de la parte sur de Traretan, la
totalidad de Gabriel Zamora, la parte noroeste de Nuevo Urecho, noreste de Parácuaro, el ala
este de Gabriel Zamora y la noroeste de la Huacana.
A lo largo de estos municipios hay una riqueza hídrica; entre los arroyos más importantes,
en cuanto a su gasto, encontramos al de Los Conejos ubicado en el municipio de Nuevo
Parangaricutiro; el arroyo Santa Bárbara que nace hacia la parte este de la ciudad de Uruapan, a
un costado de la comunidad indígena de Calzonci. Ambos se unen al Cupatitzio-Marqués en la
35
Ilustración 1
36
zona de transición localizada entre la Tierra Templada y la Caliente, contribuyendo con su
caudal a la formación de la cascada Tzaráracua (Véase Ilustración 2).
Un río tributario del Cupatitzio-Marqués es el Cajones, se localiza sobre Tierra
Caliente justo en los límites de lo que con anterioridad eran las haciendas de Lombardía y
Nueva Italia, hoy municipios de Gabriel Zamora y Francisco J. Múgica, respectivamente. A
partir de la contribución de este río es que al Cupatitzio se le nombra El Marqués, razón por
la cual en el presente estudio le llamamos Cupatitzio-Marqués a manera de no fragmentar
este corriente (Véase Ilustración 2).
Este río Cajones se conforma con los aportes de tres grandes ramales: el río
Tahuejo, otro conformado por cuatro manantiales y el río Acúmbaro. El primero se localiza
al costado oriente sobre territorio de los municipios de Ziracuaretiro y Taretan, el cual a su
vez lo conforman tres ramales más, el primero es el manantial Canintzio; el siguiente son
una serie de manantiales1 2 y por último el río Acúmbaro. Estos tres aportes se juntan en la
presa Cajones y es a partir de aquí que a esta corriente de agua se le conoce como Tahuejo,
cuya desembocadura será en el Cajones (Véase Ilustración 2).
El segundo ramal, también tributario del Cajones, lo conforman dos corrientes de
agua más, el manantial Jujucato que corre por el municipio de Salvador Escalante y otro
más que es el río Tomendán; ambos se juntan poco antes de llegar al río Cajones.
El último ramal está constituido por el río Casilda o Tepenahua que nace en Ario de
Rosales y pasa por Nuevo Urecho.
Estos tres grandes ramales que se acaban de describir se unen y forman el río
Cajones, el que finalmente desemboca en el Cupatitzio-Marqués en los límites municipales
de Gabriel Zamora, Múgica y la Huacana.
A continuación describiremos la situación actual en la que se encuentran las tres
zonas bioclimaticas, en términos ambientales, así como los grupos socioculturales presentes
en la microcuenca y su problemática
1 Manantial La Alberca (Uruapan) que a su paso recibe las contribuciones del río San Ángel y del ojo de agua Los Dolores, también conocido como Ziraspen y Chumbichu (todos localizados en el municipio de Ziracuaretiro); este caudal se unirá con otra corriente conformada por el manantial Canintzio (Ziracuaretiro), el ojo de agua Cuato y las Cruces (Tingambato), y el río Ziracuaretiro (Ziracuaretiro). Toda esta agua se unirá en la presa Cajones con el río Cajones, después de esta represa a este río se le nombra Tahuejo. AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, fojas 380-386.2 Para una lectura más detallada de este apartado, en el capítulo segundo se localiza la Figura 1, donde se representan de manera gráfica estas corrientes de agua.
37
Tlustración 2
Fuente: Elaboración propia. Ejecución: Marco Antonio Hernández Andrade.
38
LA TIERRA FRIA
Los paisajes de la Tierra Fría que describiremos a continuación se ubican al extremo
suroeste de la sierra Purhépecha en el municipio de Nuevo Parangaricutiro caracterizado
por su cubierta forestal, por los pedregales y arena resultado de la actividad volcánica que
hace más de 65 años sepultara a una porción del territorio de la comunidad indígena de San
Juan Nuevo.3 4
A una altura de 1,880 msnm, se accede a éste a través de la carretera que une a
Uruapan, Jicalán, Jucutacato, San Juan Nuevo hasta llegar a Tancítaro y que suma un total
de 57 km en su recorrido.
Para el año 2000 el municipio contaba con 15,280 habitantes (Plan de Desarrollo
2004, 9) de los cuales cerca del 80% se condensaba en esta área, mientras que el 20%
restante lo hacía en distintas localidades.
Hacia la zona occidental 2,021 ha de los terrenos de San Juan forman parte del
Parque Nacional Pico de Tancítaro (Velásquez 2003, 45), región que se distingue por la
coexistencia entre comunidades indígenas y poblaciones mestizas (en el municipio hay más
de 40 localidades); ambos grupos comparten los recursos que proporciona el Tancítaro,
aunque con sus propias formas de organización y apropiación del paisaje (Garibay en
Fuentes 2003, 97), lo cual ha acarreado diversos conflictos, en su mayor parte agrarios, así
como por la extracción de madera y agua.
La topografía de esta porción septentrional es la más accidentada, con pendientes
que fluctúan entre 5% y 80%; los cerros dentro del perímetro comunal que presentan
mayor altitud son: La Laguna con 3,200 msnm, Prieto con 3,100 msnm, Pario 2,910 msnm,
San Nicolás 2,900 msnm y Cutzato 2,810 msnm (Velásquez 2003, 46).
La importancia de estos cerros, en cuanto al agua se refiere, es que sus cimas
funcionan como vectores que distribuyen el agua de lluvia a una u otra microcuenca,
mientras que las laderas tienen importancia hidrológica debido a que poseen alto grado de
3 Este municipio colinda por todo su lado norte y en parte de su extremidad oriente con el municipio de Uruapan, hacia su lado occidente con Tancítaro y sólo una pequeña franja meridional lo hace con Parácuaro.4 El 78% del territorio municipal de Nuevo Parangaricutiro le pertenece a la comunidad indígena de San Juan. Éste mantiene colindancia al norte con Angahuan y Zacan, al sur con Tancítaro y el municipio de Nuevo Parangaricutiro, al este con el ejido de la Quinta y al oeste con San Salvador Conbutzio, mejor conocido como Parícutin.
39
inclinación, lo que facilita el escurrimiento del agua y su concentración en los cauces del
agua (Fuentes 2003, 99).
Agregaremos al comentario anterior, que de los escurrimientos efectuados de
manera natural a partir de estos cerros y del estado en que se encuentre la cubierta forestal
que los cubren, dependerán los escurrimientos de tres microcuencas hidrológicas: del río
Cupatitzio-Marqués, del río Tepalcatepec bajo y del río Itzícuaro (Velásquez 2003, 46-47),
cuyas zonas de absorción de cada una yace sobre territorio comunal.
En términos geológicos se trata de una región de recién origen volcánico que abarca
una extensión aproximada de 190 km,^ con presencia de basaltos y andesitas. La superficie
comunal sepultada por la lava volcánica que arrojó este volcán por varios años fue de 1,684
ha (9.3%), sobre las cuales quedaron sepultados el pueblo, a excepción del altar principal
de la parroquia, y una parte de los paisajes dedicados a la siembra y otros más con vocación
ganadera.
Debido a que una parte de los paisajes de la comunidad fueron invadidos por lava y
ceniza volcánica, sobre las tierras comunales de San Juan encontramos el relieve de montes
y montañas más jóvenes de la región. La importancia de este sistema reside en la existencia
de lavas basálticas recientes que permiten la infiltración de agua a los mantos acuíferos, lo
cual contribuye a la captación del agua para la alimentación de los manantiales (Fuentes
2003, 64) presentes en la comunidad.
Sobre las rocas volcánicas o malpaíses han nacido en las últimas décadas pinos que
lucen su verdor gracias a la humedad que se guarda en la zona por la presencia de arena
volcánica que retiene la humedad. Debido a este último factor, sobre el costado noroeste
encontramos sobre áreas con presencia de arena volcánica huertas frutales de temporal con
altos rendimientos por hectárea sobre las tierras comunales. Dichas huertas, que hasta hace
unos años pertenecían a propietarios privados, han sido recuperadas por los comuneros,
entre ellas se encuentran: Huirambosta con 60-00-00 ha de aguacate, Huimban con 21-15
78 ha y Tintzi con 39-74-65 ha, ambas con árboles de durazno.
A pesar de la presencia de la lava y arena, al paso del tiempo los comuneros han
sabido sacar provecho a esta superficie que en los años subsiguientes a la erupción poco se
aprovechaba. Esta parte del territorio, que lleva el apelativo de “viejo” es hoy un atractivo
turístico gracias a los programas que el personal de la Empresa Forestal (de la que se
40
hablará más adelante) ha propuesto a través de su departamento de Ecoturismo, los cuales
consisten en recorridos por las ruinas de San Juan Viejo y al cono volcánico del Parícutin.
Por otra parte, la población originaria del viejo San Juan y los descendientes de
éstos continúan visitando esta área, ya sea como paseo al antiguo altar del Señor de los
Milagros o en forma de peregrinaciones en la semana mayor donde se recrea el Vía Crusis
que representan en capillas localizadas a lo largo de la zona del malpaís.
En colindancia con el pedregal de San Juan, hacia el costado oriente, y sobre toda la
parte septentrional, se localiza la riqueza forestal de la comunidad indígena de San Juan, la
cual cuenta con una de las mayores extensiones arboladas en toda la Sierra Purehépecha.
La totalidad de la superficie comunal suma 18,138 ha, de ellas 10,464 ha son de
bosque aprovechable; 578 ha son superficies arboladas protegidas ya que tienen influencia
en manantiales; 1,100 ha más se habían reforestado, el resto está distribuido en actividades
agropecuarias y otras más cubiertas por lava volcánica (Aprovechamiento Integral 1996, 7).
La vegetación más común consiste en bosques de coniferas de pino con el 77%,
12% son encinares, el oyamel representa el 6% y otras especies hojosas con un 5%.
También se presentan asociación de pino-encino en diferentes proporciones, así como
asociaciones de hojosas5 (Aprovechamiento integral 1996, 14).
Las causales principales de la disminución del bosque en los últimos 150 años han
sido la extracción de pinos para la producción de tejamanil y para madera en rollo, mismos
que dejaron una porción de los paisajes de San Juan descubiertos y de manera posterior
fueron cubiertos por huertas de aguacate.
Concomitante a lo anterior, un hecho que marcó una acelerada demanda de madera
ocurrió a partir de la segunda mitad del siglo pasado con el auge de cultivos de hortalizas y
frutales a lo largo de toda la microcuenca del Cupatitzio-Marqués. En la Tierra Fría y en la
Templada los productores de aguacates y duraznos incrementaron las hectáreas del cultivo;
por su parte en la Tierra Caliente, con la puesta en marcha de la Comisión del Tepalcatepec
y del Balsas hubo una diversificación de cultivos que demandaron madera para la
5 Las principales especies de pinos son Pinus pseudostrobus, P. m ichoacana, P. montezumae, P. Leiophyla, P. douglasiana. Entre los encinares se localizan Quercus candicans, Q. laurina, Q. rugosa, Q. obtusata. De oyamel la A bies religiosa y de las hojosas encontram os A gnus arguta, Betuna sp. y Cletra mexicana (Aprovechamiento integral 1996, 14).
41
confección de cajas para el transporte de frutales, sobre todo en las primeras décadas (ahora
sustituidas por cajas de plástico o cartón).
La situación antes descrita ha contribuido a la disminución de los bosques de San
Juan, y de toda la sierra Purhépecha.6 7 8
Sin embargo, en los últimos 46 años el cambio de uso de suelo de forestal a frutícola
ha sido la principal acción que ha devastado, de manera más expedita, a los bosques de San
Juan.
De manera particular los bosques de pinos se asocian con suelos andosoles (73% de
la superficie comunal es de este tipo), aptos para destinarse a la explotación frutícola,
debido a que son ligeros y con alta capacidad de retención de agua y nutrientes; ello ha
contribuido a la sustitución de pinos por cultivos de maíz, trigo y fríjol pero sobre todo por
huertas de aguacate que yacen sobre lomeríos, montes y pies de montes.
El gradiente altitudinal para el desarrollo de un árbol de aguacate abarca cotas tan
amplias que van de los 1,500 hasta los 2,400 metros sobre el nivel del mar (msnm), lo que
provocó que las huertas se extendieran a la sierra Purhépecha y en la zona de escurrimiento,
que comprende los municipios de Nuevo Parangaricutiro y Uruapan en nuestra área de
estudio.
Los bosques del municipio de Nuevo Parangaricutiro han estado sometidos a una
intensa presión de uso de suelo por ser lugares propicios para la agricultura yn
específicamente para el cultivo de aguacate (Fuentes 2003, 100).
De acuerdo al último censo agrícola de este frutal, en el primer municipio se cuentao
con 4,695.50 ha (COMA, 2006) la mayoría localizados en predios privados. Sin embargo
6 Para ahondar de manera más detallada en este aspecto consultar el estudio realizado por Jaime Espin tituladoTierra fría , Tierra de conflictos (1986).7 De acuerdo con Fuentes (2003) la dinámica de degradación depende de la utilización que cada grupo social haga de los recursos del Parque Nacional de Tancítaro y por las condiciones del relieve imperantes. En las laderas que miran al oriente se ejerce una menor presión hacia el Parque, que en las laderas suroeste, oeste y noroeste del Pico del Tancítaro, debido a la presencia de comunidades indígenas como San Juan, cuya actividad forestal está muy controlada. Mientras en otras laderas donde existen ejidos y pequeñas propiedades hay una orientación a cultivar principalmente frutales, lo que significa una mayor presión sobre el Parque Nacional (Fuentes 2003, 121).8 Pero esta especie de “plaga” del “Oro verde” no se limita al municipio de Nuevo Parangaricutiro, se extiende a 21 municipios más del estado. Entre los éstos se encuentran algunos pertenecientes a la microcuenca del Cupatitzio-Marqués y que cuentan con las mayores cifras de hectáreas cultivadas en Michoacán, como son: Uruapan en primer lugar con 9,540.25 ha, le sigue Tacámbaro con 8,168.94 ha, Ario de Rosales con 7,970.64 ha, Salvador Escalante con 5,633.69 ha, Tingambato 2,455.58 ha, Ziracuretiro 1,443.85 ha y Turicato 1,021.65 ha.
42
esta cifra podría aumentar de acuerdo a los datos proporcionadas por personal de la Junta
de Sanidad Vegetal del municipio de Nuevo Parangaricutiro, quienes estimaron un total de
6,611 ha cultivadas de aguacate hacia finales de 2005.
De esta cifra 5,087 ha corresponden a la pequeña propiedad; 265 ha a la comunidad
de San Juan9 y el resto a los cinco ejidos con que cuenta este municipio: La Quinta con 277;
Zacándaro con 228 ha; San Juan con 250 ha, San Francisco Uruapan con 167 ha y Arandín
con 337 ha cultivadas.10
En la actualidad Tancítaro es el mayor productor de aguacate en Michoacán, incluso
ha superado a Uruapan que era quien ocupaba este lugar, y que junto con Nuevo
Parangaricutiro fueron los primeros donde se inició el cultivo el aguacate Hass en
Michoacán.
A partir de estas cifras podemos entender la enorme presión y demanda que han
ejercido los productores de este frutal a lo largo de los últimos 48 años sobre las tierras de
cultivos de subsistencia, los bosques y sobre el agua de esta parte del estado, principal área
de absorción (cerro del Tancítaro) en la cuenca del Tepalcatepec.
Sin embargo “mucha de la superficie sembrada con el frutal ha sido a costa de la
deforestación completa de las áreas” (Aprovechamiento Integral 1996, 15-16). Por otro
lado, este mismo hecho ha derivado en un cambio en la tenencia de la tierra de comunal a
privada, lo que ha acarreado conflictos legales por la tierra.
Con respecto al agua que demanda este frutal se tiene que de acuerdo con la
Asociación Agrícola Local de Productores de Aguacate de Uruapan (AALPAU), cada árbol
de aguacate mayor a 36 meses requiere al menos 200 litros semanales de agua si es regado
con manguera y 60 litros si el sistema es por goteo. En árboles de menor edad la cantidad
oscila entre 50 y 21 litros respectivamente. Cada hectárea de aguacate tiene en promedio
alrededor de 142 árboles. Si suponemos que toda la superficie de aguacate se regara, la
demanda anual de agua por hectárea de aguacate, con base en datos promedio, sería de 18,
524,979 m al año (Fuentes 2003, 118).
9 En un estudio realizado por la Empresa Forestal de San Juan en el año de 1996 reportaba una cifra de 1,700 ha de aguacate en la superficie comunal, de ser cierta esta cifra el total de hectáreas para el municipio se incrementaría a 8,046 ha. Incluso podría aumentar aún más ya que esta cifra es del año de 1996, ya que la superficie plantada ha ido en aumento (Aprovechamiento Integral 1996, 15-16).10 Beatriz Uribe, Sanidad Vegetal del municipio de Nuevo Parangaricutiro, San Juan Nuevo, 15-11-05.
43
Lo importante a destacar aquí es que esta agua ahora es absorbida para el riego del aguacate
desde altitudes de 2,400 a los 1,500 msnm, que abarcan las zonas de absorción y de
escurrimiento, lo que trae como consecuencia una disminución en los municipios ubicados
en la Tierra Caliente Michoacana. Allí, por las características de la zona, es indispensable el
riego para todos los cultivos de aquella región agrícola que fue desarrollada como tal a
mediados del siglo XX gracias a los aprovechamientos de los ríos tributarios que nacen en
la Tierra Templada y desembocan en el río Tepalcatepec.
La deforestación y el subsiguiente cambio de uso de suelo y agua han traído como
consecuencia la disminución del caudal de agua en cada uno de los manantiales esparcidos
en la zona de escurrimiento y de absorción de la microcuenca a tratar; ya que como
mencionamos con anterioridad de la cubierta forestal dependerán los escurrimientos de
agua.
Recursos hidrológicos en el municipio de Nuevo Parangaricutiro
Gran parte del éxito de la proliferación del cultivo de este frutal se debe a la disponibilidad
del agua con la que cuenta la comunidad de San Juan. Gracias a este sistema hidrológico se
ha incrementado la producción por hectárea plantada de aguacate, así como el sistema
hidráulico que se ha desarrollado para la demanda que requiere cada árbol.
En los escurrimientos de este sistema montañoso de San Juan se localizan 50
manantiales, 45 de carácter permanente y los restantes intermitentes. El aforo de los
manantiales oscila de 0.25 a 48 litros por segundo (lps), sumando en total 100 lps; que
otorgan a las tierras comunales un potencial agrícola significativo (Aprovechamiento
integral 1996, 13). A continuación se enuncian los principales manantiales con su aforo
(Véase Cuadro 1).
Los manantiales con gastos o volúmenes de agua mayores son la evidencia de
coberturas vegetales densas y relieves montañosos con altas tasas de infiltración, por lo
regular responden a sistemas muy grandes de captación de agua y su presencia se debe al
contacto litológico entre una roca superior permeable y otra inferior impermeable afectada
por condiciones estructurales de la geología local (Fuentes 2003, 109).
44
Manantiales de la comunidad de San Juan Nuevo Cuadro 1
Nombre del manantial Lts1. Yarimicuaro .2502. La Chuparrosa .3633. Los Chorros 1.8344. Las Canoas .3555. Las Palmas .3336. El Corcibí 48.5387. El Corcibí II 8.0948. El Talayote 1.3009. Rancho Nuevo 1.53810. La Hortensia 8.33311. Las Papas 0.87012. La Ortiga 1.11113. Los Monos .27114. Agua Chiquita II 0.24215. El Fresno 3.13416. Los Riscos 1.41617. Los Amoles 0.03718. Agua Rosada 0.57119. Zirahaspan 0.05820. La Cantera Sin agua21. Vicentigo Sin agua22. El Tepetate 0.01023. Los Chapiles 3.33324. Irihigimo 0.08325. Ahuantzan 0.03426. Cutzato 0.25027. Pantzigo 0.33328. La Alberca 0.11129. Agua Chiquita 0.03230. Tumbiscatillo 0.02931. Percu 0.00432. El Rosario 0.06233. Agua de Pascuala Sin aguaFuente: Empresa Forestal de la CISJN.
Los primeros aprovechamientos de estos escurrimientos de forma intensiva fueron a partir
de la década de los años sesenta del siglo XX, época en la que se introducen las primeras
especies de aguacates mejorados y de durazno en terrenos de propietarios privados. Sin
embargo, el cultivo de este último no alcanzó el éxito de la variedad Hass que fue la que
mejor recibimiento tuvo entre los consumidores.
1 A estos manantiales cuyos datos nos los proporcionaron personal de la Empresa Forestal, se suman otros con gastos menores: El Destiladero, La Atascosa, La Escondida, Troncón de Ocote, La Cuchilla, El Puerto, La Rana, El Tlacuache, Agua Nueva, El Hospital, Agua del Gato, Agua Blanca, El Pitayo, Los Chapiles, El Aguacatillo, El Nopal, El Payito, Irighimo y Tumbiscatillo (Velásquez, e t al., 47). Los gastos en litros por segundo no los mencionan los autores, creemos que esta omisión se debe a que algunos de estos manantiales son intermitentes, es decir, sólo fluyen en la época de lluvias.
45
Con el auge de este frutal, la mayoría de los habitantes de los ranchos mestizos también
establecieron sus huertas sobre tierras municipales. Sin embargo, en los últimos 10 años
cada vez más comuneros de San Juan también han invertido en él.
Estas comunidades serranas yacen esparcidas hacia ambos lados de la carretera San
Juan-Tancítaro. Hacia el costado sur del municipio se localizan la mayoría de los ranchos
con población mestiza y cuya tenencia de la tierra es privada, bajo estás características
tenemos, partiendo de poniente a oriente: El Durazno Canoa Alta, las Mesas, El Fresno, El
Calvario, El Hospital, El Diezmo, Los Lobos, Nuevo Vergel, Los Lobos y la Ciénega.
Todos estos ranchos se localizan muy cerca de la carretera San Juan-Tancítaro (Véase
Ilustración 3).
Más hacia el sur y alejados de esta carretera están otros ranchos cuyo acceso es por
brecha, entre ellos: Las Barrancas El Ahuánito, El Llano, El Coruco, Las Amapolas, Santa
Catarina, Zacándaro, Rancho Viejo, Los Arroyos, La Bueyera y El Pinavete.
En la parte norte del municipio y separados por la carretera San Juan-Tancítaro se
hallan ranchos que pertenecen a territorio comunal: La Arena, Tisicazo, San Nicolás, El12Tejamanill, El Corcobí, Agua Chiquita, y La Alberca (Véase Ilustración 3).
Los ranchos de la porción noreste y sureste yacen sobre territorio de la microcuenca
del Cupatitzio-Marqués. De hecho, en la Ilustración 3 podemos apreciar las corrientes de
agua intermitente que ilustran a la perfección la dirección de los escurrimientos; del lado
izquierdo se ven aquellos que se dirigen hacia la microcuenca aledaña (Tancítaro) y del
lado derecho los escurrimientos que desembocarán en la del río Cupatitzio-Marqués.
La tenencia de la tierra es tanto comunal como privada. Dentro del municipio de
Nuevo Parangaricutiro tenemos: La Alberca, Hoya El Durazno, El Rosario, La Sota y
Milpillas.
Por su extensión destaca este último rancho, bastión mestizo que cuenta con una de
las mayores poblaciones. Entre esta población y el rancho El Mudo, se encuentra una de las 2
2 Cabe mencionar que esta porción del territorio municipal no forma parte del área que abarca la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, sin embargo, creimos que era importante describir estas localidades por la presencia de huertas de aguacate que no sólo afectan al área que estamos estudiando, sino a toda la región hidrológica del Tancítaro que es la mayor zona de absorción de la subcuenca del Tepalcatepec.
46
Ilustración 3
Fuente: Elaboración propia. Ejecución: Marco Antonio Hernández Andrade
47
huertas de mayor antigüedad del municipio que pertenece a los descendientes de una
familia de inmigrantes franceses, quienes llegaron a Uruapan a finales del siglo XIX.
Al pasar la población de San Juan, hacia los costados de la carretera San Juan-
Uruapan se hallan los ranchos cuyas extensiones se localizan las huertas mejor tecnificadas
y cuyos propietarios también son empresarios entre ellas tenemos: El Rincón de Uruapan,
San Marcos, La Hierbabuena y Tanaxuri. Todas ellas sobre territorio del municipio de
Uruapan (Véase Ilustración 3).
La presencia de las huertas de aguacate dentro del área comunal y en los ranchos
aledaños hasta el año 2006 continuaba creciendo gracias a las ganancias que genera este
frutal que cuenta con gran demanda nacional e internacional, por lo que se prevé se
incremente su cultivo y con ello disminuyan los bosques de pinos, ya que de acuerdo a
nuestros recorridos por territorio comunal la constante fue encontrar huertas recientes con
extensiones de media a tres hectáreas que eran plantadas a costa del suelo forestal.
Sistema de riego de la comunidad de San Juan Nuevo
Como ya se mencionó en los últimos 10 años cada vez más comuneros de San Juan han
invertido en este frutal. En esta conversión el personal administrativo de la Empresa
Forestal jugó un papel importante ya que a mediados de la década de los noventa con la
finalidad de diversificar sus actividades productivas y dejar de presionar a sus bosques para
obtener los principales ingresos económicos, el personal que labora en ella buscó
alternativas para dar un manejo eficiente a otros recursos naturales como el agua.
Y es que desde 20 años atrás el manantial el Corcobí, que cuenta con uno de los
mayores gastos de agua, era aprovechando por propietarios privados, por lo que los líderes
de la comunidad, —los mismos que una década atrás habían puesto en marcha la Empresa
Forestal—, decidieron recuperar otro de los cuantiosos recursos naturales con los que se
contaba en abundancia, el agua.
Según testimonio de uno de estos líderes 'cuando la comunidad tuvo la fuerza,
entonces quiso utilizar el agua, desde el 89-90 en adelante.' 314
3 Esta familia también es socia de una empacadora que exporta aguacate hacia los Estado Unidos, Francia y Japón. Sus inversiones no se han limitado sólo a este piso altitudinal, durante el auge del algodón contaban con una descascaradora ubicada en Apatzingán, por lo que han contribuido a la articulación en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués y en el orden internacional.
48
La alternativa fue el aprovechamiento de los principales manantiales de la comunidad a
partir de un sistema de captación y distribución de agua para destinarse a áreas con
potencial agrícola, que se desarrollarían a partir de este momento y aquellas ya presentes en
el territorio comunal y municipal. El sistema lo maneja el personal de la empresa Huertas
bajo el Programa Agropecuario.14 15
El personal de este departamento, a mediados de los años noventa solicitó el apoyo
del programa federal Solidaridad para conseguir recursos para la construcción de cuatro
ollas de agua con capacidad de 11 mil m de agua cada una. En el año 2001 se instalaron
ocho ollas de menores dimensiones con la solicitud que hicieran al programa de Fomento
Agrícola.16 A estas ollas llega agua procedente de las cuatro ollas con dimensiones
mayores.
Estas ollas están cubiertas con hule butilo que va sobre una excavación en forma de
pirámide invertida cuyas dimensiones y profundidad varían. La elección de estos
contenedores se debió a que los suelos comunales son permeables lo que imposibilita
construir presas de almacenamiento (Aprovechamiento integral 1996, 21-22).
Las ollas se encuentran distribuidas sobre la superficie agrícola de la comunidad y
fueron colocadas en las partes más altas para de esta manera lograr una mejor distribución
del líquido sin necesidad de utilizar energía eléctrica. Las cuatro ollas constituyen cuatro
agrosistemas con los siguientes nombres: Olla del Tepetate, Copícuaro, Tumbiscatillo y
San Juan Viejo.
Las ocho ollas restantes cuentan con capacidades diferentes: Los Amoles con
capacidad de 379 m , Las Barajas con 348 m , el Rosario con 298 m , La Pascuaza I y II
con 324 y 291 m , la ollita de Zirimicuaro con 328 m , Lomas de Percu con 451 m y la olla
del Tejamanil con una capacidad de 1,500 m.
14 Juan Mendoza Urbina, San Juan Nuevo Parangaricutiro 17/11/05. Juan Mendoza formó parte del grupo de comuneros que se organizaron para crear la Empresa Forestal en 1983.15 Éste es un proyecto hidráulico, frutícola, ganadero y de productos orgánicos, cuyo objetivo es el aprovechamiento de los recursos hidrológicos para impulsar las actividades frutícolas y agropecuarias de la comunidad. Las actividades del personal que colabora en él se extienden al mantenimiento, manejo, distribución y control administrativo a los diferentes sistemas de almacenamiento del agua. Información proporcionada por el personal de la empresa Huertas de la Comunidad Indígena de Nuevo San Juan Parangaricutiro , San Juan Nuevo 17-11-06.
Información proporcionada por el técnico Jesús Anguiano, SAGARPA, San Juan Parangaricutiro, 23-nov-05.
49
Cada olla cuenta con sus propias líneas de conducción de material de PVC, que bien
distribuyen el agua de las ollas mayores a otras de menores dimensiones y de ahí a los
diferentes predios (Véase cuadro 2).
Agrosistemas de riego de la comunidad de San Juan Nuevo Cuadro 2Agrosistemas Manantial proveedor Líneas de conducción1. Olla del Tepetate Joya Ancha/ 41 lps Joya Ancha-Tepetate/6 km2. Olla de Copícuaro La Hortensia 10 lps Copícuaro-Zirícuaro/4.6 km
Copícuaro-Rosario/ 3 km Copícuaro-Pinaloza/ 3 km Pascuaza-Rosario/1 km Zurúcuaro-Lomas de Percu/ 3 km Joya Ancha-Tepetate/ 6km
3. Olla de Tumbiscatillo La Hortensia 10 lp Zurúcuaro-Lomas de Percu/3 km4. Olla de San Juan Viejo Pozo profundo Pozo de San Juan V-Olla de agua/2.8 km
Tikuiro-Huimban 1 kmOlla Icharin Tipakua/2.8 kmOlla de San Juan V- Tzintzicátaro/5 kmOlla de San Juan V-Pukazico/5kmRancho-Llano Grande/800 mtsRancho Llano Gde-La Isla/900 mts
Fuente: Empresa Huertas.
Para el agrosistema I denominado Olla del Tepetate el agua que se aprovecha procede del
manantial Joya Ancha (ubicado sobre los 3,130 msnm), tiene un gasto de 41 lps y se
localiza en la parte sur, abarca una superficie de 1,500 ha con una altitud variable de 2,800
a 3,000 msnm. Sirve para abastecer sistemas de riego por aspersión como pastizales y
cultivos, así como abrevaderos para el mantenimiento de ganado (Aprovechamiento
integral 1996, 25).
El agrosistema II, Copícuaro, se abastece del ojo de agua La Hortencia (2,500
msnm), con un gasto de 10 lps; se localiza en la parte central del territorio comunal y
abarca una superficie con alturas variables que van desde los 2,200 a 2,500 msnm. Cabe
mencionar que este manantial queda fuera del área que abarca la microcuenca. Sin
embargo el agua procedente de éste se conduce 18 km hasta Copícuaro que ya es territorio
de nuestra área de estudio. La tubería que se utilizó es de PVC de 4” con válvulas
expulsoras de aire cada 300 metros de distancia. Dentro de las 250 ha que abarca este
sistema se encuentran forrajes de pasto y avena, así como huertas de aguacate
(Aprovechamiento integral 1996, 27 y 37).
50
El tercer agrosistema nombrado Tumbiscatillo también conocido como Zurúcuaro se
abastece con el mismo manantial que el sistema anterior para lo cual se requirió de 5 km de
tubería de 2” hasta la olla con válvulas cada 300 metros. Se localiza en la parte oeste de la
comunidad en un rango altitudinal de 2,200 a 2,400 msnm. El lugar donde se localiza este
sistema tiene las condiciones climáticas más adversas ya que la sequía es más severa y el
manejo de cultivos y ganado se dificulta. Una vez que sale el agua de la olla, se transporta a
20 km de distancia, abasteciendo alrededor de 200 ha para fines igualmente agropecuarios
(Aprovechamiento integral 1996, 27 y 39).
El último agrosistema denominado Olla de San Juan Viejo se localiza en la parte
más hacia el norte del territorio comunal, en la zona cubierta por lava y arena volcánica. El
agua que alimenta a este sistema procede de un pozo profundo ubicado un par de
kilómetros hacia el suroeste y se utiliza para regar en la plantación de los nuevos arbolitos
de aguacate y en los primeros meses que es cuando requieren agua constante.
De acuerdo a la información que se nos proporcionó en el departamento de Huertas
comunales, con la instalación de este sistema de riego se abastece de agua a 276 tomas
(algunas de ellas suministran a dos tomas) que benefician a más de 300 familias
posesionarias. Sin embargo, en nuestros recorridos de campo pudimos percatarnos que en el
manantial El Corcobí y El Nopal hay innumerables tubos de fierro y PVC con 4”, 6” y 8”
de diámetro que se desprenden de estos manantiales.
La extracción de agua del Corcobí (que cuenta con un gasto de 48 lps), comenzó
desde principios de la década de los setenta cuando un grupo integrado por ingenieros
egresados de la Universidad Autónoma de Chapingo y empresarios, negociaron con
algunos de los “principales” de San Juan, quienes les dieron acceso al agua a cambio de que
ellos pudieran disfrutar de este recurso en el lugar que les conviniera.
A partir de esta década llegarían otros empresarios entre los que destaca Julián
Bárcenas, sin lugar a dudas uno de los grandes articuladores de la microcuenca del
Cupatitzio-Marqués, como veremos en capítulos posteriores. Se rumora que es el mayor
agricultor de este frutal a lo largo de la mayoría de los 22 municipios productores de
aguacate en el estado, con aproximadamente 6,000 ha de su propiedad.
51
Foto 1. Antiguos abrevaderos hechos a base de pinos huecos, San Juan Nvo.
Foto 2. Los depósitos hechos a base de cemento sustituyeron a los pinos huecos
para contener el agua, San Juan Nvo.
Foto 3. Nuevo sistema de distribución de agua Olla de Copícuaro, San Juan Nvo.
52
Foto 4. Abastecimiento de agua procedente del manantial la Hortensia a la Olla Copícuaro, San Juan Nvo.
Foto 5. Los comuneros se abastecen del vital líquido por medio de mangueras de media pulgada.
Foto 6. Una vez que el agua es distribuida en cada parcela, los comuneros la contienen en botes y van regando cada árbol.
53
Foto 7. Debajo de la espesa vegetación se localiza el nacimiento del manantial El Corcobí.
Foto 8. Tubos de fierro que conducen el agua del manantial con medidas de 4”, 6” y 8.”
Una familia que también aprovecha el agua comunal es la López-López de Uruapan,
quienes en su predio Las Tumbas, con una extensión de 130 ha de aguacate —predio
reclamado por comuneros de San Juan—, cuentan para su riego a partir de una red de 6”
desde el manantial El Nopal hasta su huerta.17
Al ver que sus recursos naturales eran aprovechados a lo largo del último medio
siglo por personas externas, los comuneros de San Juan han luchado por recuperar sus
7 Información tomada a partir de la entrevista realizada al comunero Ángel Aguirre quien es parte del Consejo comunal y quien en la década de los noventa fuera presidente municipal de Nuevo Parangaricutiro, San Juan Parangaricutiro 14/11/05.
54
recursos (sus predios comunales, el bosque y el agua) y manejarlos de manera “sustentable”
por medio de la Empresa Forestal que desde 1983 poseen.
Si bien la lucha por el agua tuvo su primer triunfo en 2005 —cuando se recupero la
huerta La Perita donde este recurso jugó un papel importante en la negociación—, cuando
lograron cobrarle al principal productor de aguacate de Michoacán Julián Bárcenas $5 por
m^/seg., dicha lucha apenas inicia, seguramente continuará por años como ha ocurrido con
aquellas emprendidas por sus tierras y el manejo de sus bosques.
Agua subterránea
La anterior circunstancia, directa o de manera indirecta, ha contribuido a que el acceso al
agua de los manantiales se restrinja para el riego de aguacates. La solución más pronta que
han encontrado los productores con mayores recursos es hacer uso del agua subterránea, la
cual se extrae a través de la perforación de pozos profundos, factor que se suma a la cadena
de inconvenientes que contribuyen a la merma del agua del río Cupatitzio-Marqués.
Hacia finales de 2007 sólo en el municipio de Uruapan había un total de 171 pozos
registrados ante la CNA, de ellos 131 se destinaban para el uso agrícola (Véase cuadro 3).
Pozos profundos de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués Cuadro 3
Municipios
USOS
Agrícola
Público
urbano Industrial Servicios Pecuario MúltiplesAcuacultur
aElectricida
dOtro
sTomates
NuevoParangaricutiro 131 23 1 3 1 9 3 0 0 171
Uruapan 306 45 24 65 31 28 5 3 7 514
Gabriel Zamora 2 27 1 3 0 1 0 0 0 34
Múgica 32 20 1 1 5 1 1 0 0 61
Paracuaro 109 62 1 1 2 4 0 0 0 179
Total general: 580 177 28 73 39 43 9 3 7 959Fuente: CNA
Unidad de riego para el desarrollo rural los Conejos y su problemáticaEl siguiente sistema de riego que encontramos a lo largo de los paisajes de la microcuenca
del Cupatitzio-Marqués es la unidad de riego para el desarrollo rural (URDERAL) de Los
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Conejos. Su toma principal de agua procede del arroyo que le da nombre a este sistema.
Hoy día por resolución presidencial este arroyo está concesionado al ejido de San Francisco
Uruapan, cuyos ejidatarios, por disposición oficial y no de manera voluntaria, permiten el
suministro de agua potable a la población de San Juan Nuevo.
Al río Los Conejos lo conforman cuatro manantiales; el primero de ellos es el que
nombran El Anillo que nace en la colonia Lázaro Cárdenas, perteneciente al ejido San
Francisco Uruapan, y desemboca a unos 200 metros en el río Los Conejos. En un radio de
50 metros a la redonda hay otros tres nacimientos de agua; uno de ellos denominado El
Papalote, se encuentra debajo de la Planta de Bombeo donde sale un tubo de fierro de 8” de
agua potable hacia la localidad de Tzindio. A menos de 10 metros hay otro pequeño
manantial donde mujeres de la colonia Lázaro Cárdenas lavan su ropa.
Toda esta agua llega a un gran estanque de agua llamado La Laguna que es donde
propiamente nace el arroyo Los Conejos. Allí se localiza otro manantial y se ubica otra
planta de bombeo para suministrar a las 4,089 tomas repartidas en cinco barrios que
conforman la traza urbana de San Juan, Tzindio y Parícutin.
El problema asociado a esta corriente de agua se debe a la inexistencia de drenaje
que recoja todos los desechos de las casas aledañas al arroyo, ya que a lo largo de 1.2 km,
éstas junto con el rastro municipal, localizado al final del poblado, descargan al arroyo un18total de 80 lps; agua que no recibía ningún tipo de tratamiento hasta diciembre de 2005,
por lo que los ejidatarios de San Francisco Uruapan querían entubar el arroyo para que no
8 Durante nuestro primer recorrido de campo llevado a cabo en los meses de noviembre y la primer quincena de diciembre de 2005, las autoridades municipales gestionaban recursos para la construcción de un colector de drenaje que se planeaba construir sobre la margen izquierda al arroyo Los Conejos, el cual tendría una longitud de 1.2 km de recorrido mediante el cual se podrían captar los 80 lps de residuos de la población asentada en la cabecera y el rastro municipal. El costo del colector era de un millón de pesos, el cual ya se había aprobado, sin embargo para la segunda temporada de campo, llevada a cabo en octubre de 2006, no se había realizado la construcción de dicho colector. La razón aparente fue que al pretenderse construir esta obra sobre la margen izquierda del río, se tenía que demandar los correspondientes cinco metros por derecho de vía, donde actualmente se sitúan los solares de cerca de 100 casas; debido al gasto tan alto de indemnización por casa, sólo se logró derrumbar dos; además de que la población se negó a desalojar el área.Pero como en casi todo problema subyace un trasfondo político, el cual se debió a las malas relaciones existentes entre las autoridades municipales, -quienes forman parte de las filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y viven en los ranchos mestizos del municipio-, y los indígenas habitantes de la cabecera municipal en su mayoría priístas. Este antagonismo provocó que estos últimos se negaran a cualquier propuesta venida de las autoridades municipales. A finales del mes de octubre de 2006 éstos últimos llegaron a un acuerdo con los ejidatarios de San Francisco Uruapan quienes aceptaron que se construyera el colector sobre la margen derecha, es decir sobre sus terrenos. El plazo que les había puesto como límite la CNA para la construcción del colector era hasta diciembre de 2006.
56
contaminara el agua y pretendían dejar sin suministro a la población de la cabecera
municipal y a la localidad de Tzindio y Paricutín.19 20
Los ejidatarios de San Francisco Uruapan utilizan el agua de esta corriente para el
riego de huertas de aguacate que yacen en la parte sur de la comunidad. Estas huertas se
encuentran certificadas para exportar su producto hacia los Estados Unidos, y otros países,
por lo que las exigencias en cuanto a calidad del agua son muy estrictas, de ahí la presión
de éstos sobre las autoridades municipales de Nuevo Parangaricutiro para entubar el agua y
así no recibir los desechos de la población.
Una vez librada la traza urbana de San Juan se localiza el primer canal de los 10 que
conforman la Unidad de Riego Los Conejos (URDERAL número 087), en el punto20conocido como la Angostura, unos metros antes de llegar al rastro municipal.
Este sistema hidrológico fue constituido legalmente el 17 de febrero de 1987, se
localiza en los municipios de Nuevo Parangaricutiro y Uruapan; lo comprenden los ejidos
de San Juan, San Francisco Uruapan, Jucutacato, así como pequeñas propiedades. La
Unidad de riego consiste en varias derivadoras y equipos de bombeo para el riego agrícola
que en un principio era de 2,000 ha, cifra que ha aumentado a 2,823.02 ha en 28 años, en
beneficio de más de 400 usuarios que disponían de un gasto de 700 lps. Este incremento
repercute en el escurrimiento final del arroyo Los Conejos hacia el Cupatitzio-Marqués y
con ello a los usuarios agua abajo ya sea de la Tierra Templada o de la Tierra Caliente. A
continuación enlistamos los canales y sus gastos (Véase cuadro 4).
La mayoría de los usuarios son propietarios privados y en menor medida ejidatarios
a quienes les corresponden los canales La Fundición, La Mogotera, La Mesa de Caripan y
una parte de Tzindio margen izquierda y Tzindio margen derecha.
El agua que se deriva a estos canales procede de dos fuentes, del arroyo Los
Conejos y de los manantiales Arandín I y II. Una vez tomada el agua de estas emanaciones
se conduce por canales y en aquellos terrenos accidentados existen equipos de bombeo para
subirla a los predios donde se va a irrigar; algunos usuarios cuentan con depósitos de
concreto u ollas de agua.
19 Información proporcionada por el regidor de ecología Alejandro Hernández Ferrera, San Juan Nuevo, 1611-73.20 Este URDERAL corre desde la zona de absorción hasta la zona de escurrimiento de Uruapan, por motivos de continuidad en la descripción de los paisajes hemos decidido incluirlo en la descripción que corresponde a la zona de absorción.
57
El primero de estos canales lo encontramos en el punto denominado la Angostura, el cual
lleva el nombre de Tzindio margen derecha, ya que se localiza hacia ese costado del arroyo
Los Conejos y la carretera San Juan-Uruapan, riega parcelas del ejido San Francisco
Uruapan. Unos metros más arriba, pero sobre el costado izquierdo del arroyo y la carretera
está la boca-toma del canal Tzindio margen izquierda que riega primero predios del ejido
San Juan y después de propietarios privados.
Unidad de riego para el desarrollo rural Los Conejos Cuadro 4Canal Hectáreas de riego Gasto ocupado cultivos regadosJucatacato 195 ha 200 lps Jitomate, calabaza,
rábano y cilantroOcotillan 32-80 ha 20 lps AguacateLa Virgen 60-89 ha 40 lps AguacateMesa de Caripan 149.33 36 lps AguacateMatanguaran 1 200 ha 100 lps AguacateMatanguaran 356 ha 100 lps AguacateLa Fundición 600 ha 220 lps AguacateTzindio margen derecha
389ha 16 lps Aguacate
La Mogotera 24 ha 71 lps AguacateFuente: Distrito de Desarrollo Rural 087.
Sobre el costado izquierdo del arroyo y derecho de la carretera se desprende el tercer canal
denominado La Fundición que cuenta con cuatro vertientes, tres de sus tomas se localizan
sobre el costado izquierdo del cuerpo de agua; las primeras dos derivan el líquido a dos
predios privados; mientras el tercero conduce el agua a la parte noroeste de esta sección que
corresponde al ejido de San Francisco Uruapan. El cuarto canal con una longitud mayor
que los anteriores destina el vital líquido a numerosos predios del ejido San Francisco
Uruapan hasta finalizar con dos propiedades privadas que cuentan con las mayores
dimensiones (más de 700 ha) de este sistema de riego.
Esta sección de La Fundición cuenta con un camino pavimentado que cruza una
buena parte de las parcelas, al finalizar la última huerta se desprende otro que de igual
manera recorre otras huertas para comunicarlas a la carretera a Uruapan. En total en la
sección se riega más de 70 predios ejidales y cinco propiedades de grandes dimensiones.
Siguiendo la carretera rumbo a Uruapan, a unos cuantos kilómetros encontramos
sobre la margen izquierda el canal la Hacienda que cuenta con una primer vertiente que
riega la huerta Tanaxuri con 300 ha y otro canal más que se desprende adelante para regar
58
dos propiedades privadas del cual se deriva agua por otro conducto que riega sólo una parte
de las parcelas del ejido San Francisco Uruapan del costado sur, las que no alcanzaron a ser
regadas por el canal La Fundición, son alrededor de 20 huertas.
El canal Mesa de Caripan se desprende unos metros arriba del de la Hacienda, sólo
que sobre la margen derecha de la carretera y del arroyo. Riega cerca de 15 huertas de
propiedad privada. Después de algunos kilómetros, sobre la margen izquierda del río y
derecha de la carretera, se desprende el canal La Virgen con dos vertientes, la primera se
dirige a una docena de predios privados aledaños a la carretera por su parte derecha. De
este mismo canal se desprende otro, antes de pasar por debajo de la carretera, se utiliza para
el riego de aproximadamente 20 predios privados.
Los tres canales restantes como lo son el canal Ocotillal y Matanguaran I y II se
localizan sobre la margen derecha del río y la carretera, mientras que el de Jucutacato yace
sobre el costado izquierdo del río. Todos riegan 23, 35 y 36 predios privados
respectivamente. Del canal Jucutacato se desprenden seis canales para el riego de poco
menos de 100 predios privados de pequeñas dimensiones.
Cada canal cuentan con una cobertura de concreto, algunos con un avances
variables de un 80, 60, 40 o 20%. El único canal que carece casi en su totalidad de
recubrimiento es el de Jucutacato, con apenas 20 metros, en comparación con Matanguarán
I que con una longitud de 14 km de cobertura, sólo le falta un kilómetro por cubrir. El
dinero para invertir en la conservación de la estructura hidráulica proviene en su mayoría de
los mismos usuarios y del apoyo del gobierno del estado que ha cooperado con el cemento.
La desigualdad en cuanto a la conservación de estos dos canales -a pesar que en
ambos los usuarios son pequeños propietarios- no es más que el reflejo, en gran medida, de
las ganancias generadas por los tipos de cultivos presentes en cada uno. En general toda
esta área se destina al cultivo del aguacate, excepto en Jucutacato donde se riegan cultivos
cíclicos como el cilantro, jitomate, calabazas y rábanos21 que se destinan al mercado local,
restándoles recursos para invertir en la conservación de su canal.
1 De acuerdo a las muestras tomadas personal de la CNA y tomando como base la Ley de Inocuidad, se ha informado al personal del Distrito de Desarrollo Rural de Uruapan que las aguas del arroyo Los Conejo por su alto contenido de contaminación no son aptas para el riego de cultivos cíclicos como el jitomate, calabaza, rábanos, cilantro, ya que por su tipo de raíz tiene una capacidad de absorber cierto algunas bacterias y almacenarlas en el fruto.
59
Pero aún entre los canales pertenecientes a propietarios privados que cultivan aguacate
encontramos diferencias, por ejemplo en Matanguaran I y Matanguaran II los usuarios de
cada canal disponen por separado de 100 lps, la diferencia es que en este último se riegan
356 ha y en el primero 200 ha, es decir 156 ha menos que en el primero. La diferencia
radica en el sistema de riego. En Maranguaran II todos los usuarios cuentan con sistemas de
microaspersión para lo cual establecieron tomas granjas bien definidas, con tubos de salida
de ciertos diámetros y llaves tipo grow que controlan el gasto del agua; mientras que en
Matanguaran I el riego es por manguera que requiere más agua
Sin embargo nosotros encontramos que si bien el sistema por microaspersión trae
beneficios en primer instancia, tiene el inconveniente de que el agua debe ir lo
suficientemente limpia, para no tapar los filtros (de paso y principal) con los que debe
contar para cierto número de hectáreas, incrementando los costos. Debido a que el agua de
Los Conejos cuenta con los desechos antes descritos y el agua de los manantiales corre con
residuos naturales (tierra, varas, entre otros), por lo que se ha tenido que proceder a la
perforación de pozos de donde se extrae agua sin tantas partículas que puedan tapar las
mangueras enterradas, así como a cada microaspersor.
Son varias las ventajas que aprecia el agricultor con este sistema de riego; el ahorro
del agua, la aplicación del fertilizante por éste mismo y también el ahorro de mano
trabajadora. Este último punto sólo representa ganancia para el propietario y una desventaja
para la economía regional, ya que cada día disminuye la demanda de trabajo del sector
jornalero.
Entre las huertas que se riegan dentro del URDERAL Los Conejos encontramos
aquellas localizadas por toda el área que corre aledaño a la carretera que comunica a
Uruapan con San Juan y que fueron las primeras que se plantaron hace más de 40 años, no
sólo a nivel local sino estatal. La primera de ellas fue El Rincón de Uruapan, perteneciente
al señor Gabriel Renero (D.F) y Salvador Elvira (Uruapan), quienes fueron los
introductores de la variedad mejorada de aguacate Hass. Para poder lograr establecerla se
derribaron varias hectáreas de gruesos pinos localizados a los costados de la entonces
brecha que comunicaba a Uruapan con San Juan.
Después de 15 años, la sociedad formada por Renero y Elvira se dividió, el primero
se quedó con El Rincón de Uruapan y el segundo con la huerta San Marcos. La primera de
60
estas propiedades se vendió a Julián Bárcenas, mientras que Elvira continuó con su huerta,
cuyos descendientes la siguen manejando, junto con la denominada Los Aguacates.
Tal vez la huerta de mayor extensión sea Tanaxuri con sus 300 ha, la cual abarca
ambos extremos de la carretera San Juan-Uruapan. Otra más es La Hierba que cuenta con
una de las mejores infraestructuras tal como lo demandan la Ley de Inocuidad, ya que el
agua le llega del manantial La Perita, además de contar con baños, comedor, cominos
pavimentados, entre otras cosas. Otras huertas más son Las Amapolas, Mesa de Tavera y
La Joya (Véase fotos 9, 10, 11 y 12).
La mayoría de estos huertos están certificados para exportar un fruto libre de plagas
con la supervisión de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA), el Comité Estatal de Sanidad Vegetal y la Junta Local de
Sanidad Vegetal.
Las empacadorasComo la mayoría de las huertas localizadas dentro del municipio de Nuevo Parangaricutiro
y Uruapan están certificadas para exportar, una buena parte de esta producción se manda a
las empacadoras que son los ejes que conectan a la microcuenca con el exterior.
A estas industrias, que yacen a lo largo de todo el transecto de la carretera Uruapan-
San Juan, también llega la mayoría de las cosechas de las huertas de otros municipios que
están certificados para la exportación del aguacate como Ario de Rosales, Periban de
Ramos, entre otros (Véase cuadro 5).
Los primeros destinos donde se comenzó a exporta el aguacate fueron Francia,
Japón, Canadá y algunos países de Centroamérica. Una vez que el departamento de
Agricultura de los Estados Unidos permitió la introducción del frutal en 1997 a 19 estados
de su territorio, en temporada de cuatro meses, el destino de la producción se orientó hacia
ese país. En el 2004 hubo otra apertura para la entrada del frutal a la gran mayoría de los
estados de aquel país y a lo largo de 12 meses (excepto California, Florida y Hawai).
Finalmente en febrero de 2007 se puede exportar todo el año y a todos los estados de aquel
país.
61
Foto 9. Agua procedente del manantial La Perita para el riego de la huerta La Hierba.
Foto 10. Como parte de las normas de higiene de la Ley de Inocuidad se encuentra el colocar botes
de basura dentro de la huerta.
Foto 11. Baños dentro de la huerta La Hierba para los jornaleros.
62
Foto 12. Caminos pavimentados dentro de la huerta La Hierba.
Entre las ventajas para exportar al vecino país se tiene el ahorro en la transportación por la
distancia, lo que incrementa la ganancia; ya que por ejemplo la mercancía se manda en
contenedores vía terrestre y llegan en 24 horas a su destino; mientras que a Japón se manda
al puerto de Lázaro Cárdenas y de ahí dilata 14 días en llegar al país receptor, lo que
reducía la ganancia e incrementaba el tiempo de pago.
En la apertura al mercado estadounidense los productores, dueños de las huertas con
mayor extensión y con la más reciente tecnología en riego, como las antes mencionadas,
jugaron papel fundamental.
Los empacadores Ricardo Javier Vega López y Jorge Fernández Barragán, formaron en la
temporada 1997-98 la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de
Aguacate de Michoacán (APEAM), organismo que representa a la industria mexicana del
aguacate, a través de la cual se logró la exportación del fruto a los Estados Unidos
(APEAM 2004, 2), ya que había prohibición de la entrada del fruto por contener en su
hueso el gusano barrenador como lo argumentaba el Departamento de Agricultura del
vecino país.
En un principio estuvo integrada por 61 productores y cinco empacadores, hoy día cuenta
con 2,282 productores y 26 empacadores certificados. Los productores que integran esta
asociación exportaron, para el periodo 2003-2004, alrededor de 42 mil 600 toneladas, cifra
que se incrementa año con año.
63
El mismo Julián Bárcenas es integrante de esta asociación, quien también ha logrado la
articulación de la microcuenca en el plano mundial, con la industrialización del aguacate
que logró gracias a una guacamolera.
Empacadoras de Aguacate, Durazno y otros frutales Cuadro 5
Empacadoras de aguacate y durazno
Procedencia de la producción Destino a donde se envía la producción (país y/o estado)
Cosmo Avocados (2005) Nvo. Parangaricutiro, Uruapan, Periban, Tancítaro, etc.
MacAllen, Nueva Cork y Chicago.
Global FrutAvocali (2000) Varios municipios Houston, Texas, McAllen, D.F. y MonterreyAvoperla S.A. de C.V. (1997)
Nvo. Parangaricutiro, Uruapan, Ario, Peribán y los demás municipios certificados.
En 1997 se exportaba a Francia, Alemania, España e Inglaterra, Holanda, Canadá, Japón, Guatemala, El Salvador y Costa Rica y mercado nacional. A partir de 1999 se ingreso al mercado estadounidense al cual es al único que se destina la producción: Chicago, Denver, Nueva Cork y Texas.
Agrifrut S.A DE C.V Exporta aguacate, Guayaba de Tierra Templada y mango de Tierra Caliente.
Varios municipios Chile (2003). En Estados Unidos en Dallas, Texas, Chicago, Baltimore, Seatle, Masachusts, Filadelfia, McAllen y Atlanta
Empacadora San Rafael (1990) y
Nuevo Parangaricutiro, Uruapan, Tancítaro, Los Reyes y Ario, Nvo. Zirostro y Peribán.
a Estados Unidos en los estados de Chicago, Texas y Nueva Yersey. Canadá, Francia y Japón. En el país se envía al estado de Hidalgo y Sonora.
Guacamolera San Anastasio (1995)
Nvo. Parangaricutiro, Uruapan, Tancítaro, Los Reyes y Ario, Nvo. Zirostro y Peribán.
El 98% se manda a los Estados Unidos. Otro país es Japón.
Empacadora de durazno de la comunidad indígena de San Juan Parang.
Nvo. Parangaricutiro
Fuente: Gerencias de cada empacadora, diciembre de 2005.
Tanto las empacadoras como las guacamoleras son elementos articuladores de la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués con el resto del país y con varios puntos alrededor del
mundo.
Además de estas empacadoras, en el poblado de San Juan Nuevo hay 20 negocios
encargados de comprar aguacates por kilo, los cuales se comercializan en la ciudad de
Uruapan y Guadalajara.
Existen otras empacadoras localizadas principalmente en el municipio de Uruapan
como Misión, West Park de México S.A de C.V., Avocado Export Company S.A de C.V.,
Gertrudis, Calavo de México, Fresh Directions, Vifrut, Purepecha, Del Monte y Aguamich.
En otros municipios se localizan Nexpan S.P.R de R.L. en Peribán; Mevi, Empacadora San
64
José y Agroexport en Tancítaro; Coliman Grupo en Santa Clara del Cobre y La Viña en
Tacámbaro. Todas asociadas a APEAM.
Ante la apertura mercantil a los Estados Unidos en 1997 y la promesa del pago en
dólares a los productores, la región aguacatera y en específico la del Cupatitzio-Marqués,
ha experimentado uno de los más rápidos incrementos en el número de hectáreas cultivadas
con este frutal.
El aguacate si bien ha abierto nuevas fuentes de trabajo y con ello ha activado la
economía local, por otro lado el impacto ambiental que causa la deforestación ante el
cambio de uso de suelo, por un lado, y el aumento en el consumo y contaminación del agua
para su riego, por el otro, son factores que representan una amenaza para los usuarios de los
siguientes dos pisos ecológicos como se verá más adelante.
Por otro lado, el cambio de cultivos de maíz, trigo y frijol por aguacate ha definido a
la Tierra Fría y a la Tierra Templada como una zona monocultora y cada vez más
dependiente de un solo mercado, el estadounidense.
En la Tierra Templada la disminución en los litros por segundo que emanan de los
manantiales van en detrimento año con año, y la consecuencia directa de este hecho se
refleja en la Tierra Caliente donde el cambio de patrón de cultivos en los últimos 50 años,
ante la falta de agua ha empobrecido a los ejidatarios de esta zona por el bajo costo de la
producción.
TIERRA TEMPLADA
Lo que toca analizar en la Tierra Templada es la demanda de agua y la contaminación de
ésta a partir del incremento en la población de la ciudad de Uruapan. Factores que se suman
a la disminución de litros por segundo que llegan a la unidad hidrológica que yace sobre la
Tierra Caliente.
A lo largo del municipio de Uruapan emana el agua que de manera subterránea fue
descendiendo por entre el basalto poroso de la zona de absorción, es decir la Sierra
Purhépecha, hasta llegar a la Tierra Templada. Uruapan se caracteriza por la abundancia de
este recurso gracias a sus numerosos manantiales y al arroyo Santa Bárbara.
65
Hacia el noroeste de la Tierra Templada se localizan los manantiales empleados para el uso
doméstico. Se ubican en su mayor parte en las mediaciones o dentro del Parque Nacional
Barrancas del Cupatitzio, también conocido como Parque Nacional Eduardo Ruiz
(decretado como tal el 2 de noviembre de 1938). Éstos son: El Pescadito, la Hierbabuena,
Rayitos, Revelero I y II, Gandarillas I y II, La Alberca, Delicias y Huanita, de los que se
dispone de un gasto de 1220 lps para cubrir la demanda y cuyo potencial suma un total de
5,660 lps. 22
Además dentro del municipio de Uruapan se contabilizan otros manantiales que a
partir de ellos se formaron unidades de riego debido a su gran gasto de litros por segundo,
éstos son: arroyo Santa Bárbara, Jaramillo, La Alberca (también utilizado para el uso
doméstico), Llanos de Uruapan, San Pedro, La Cofradía, Macho Muerto, El Vainillo, El
Cangrejo, Cario, Purengue, La Loma, Jicalán, Agua Fría, Camarín, Zipacha y El Venado.
Su gasto total es de 2,397 lps (Moreno 1995, 71).
Dentro del Parque son diversos los usos que se le dan al agua; el turístico, el
acuícola, así como para abastecer a los hogares de Uruapan, ya que es aquí de donde se
desprende gran parte de la infraestructura hidráulica destinada al uso doméstico; para el
riego de parques y jardines de la ciudad y para huertas de aguacate.
El principal atractivo turístico dentro del Parque son las hermosas cascadas que
forman los manantiales a lo largo de su recorrido de 1.2 km que constituyen el área
recreativa de éste. Según el registro de visitantes de la administración de este centro, se
tiene una afluencia turística de más de 300 mil personas por año.
Por otro lado, existe un criadero de trucha arcoiris compuesto de 23 estanques para los
diferentes tamaños de los peces, mismo que fue ideado y construido por personal de la
Comisión del Tepalcatepec a finales de la década de los cuarenta.
Hacia las afueras del Parque, sobre la calzada La Quinta, se localiza una toma de
agua que surte a las pipas para el riego de parques y jardines de la ciudad. A unos metros se
encuentra otra toma en la que se abastecen a otras pipas que distribuyen el agua potable a
los hogares de Uruapan, Lombardía y Nueva Italia. Este servicio comenzó por lo menos
desde los años setenta cuando el agua del Cupatitzio-Marqués, que se conducía por los
22 Información obtenida en la subdirección Técnica de CAPASU a través del ingeniero Carlos Pérez Ángeles subdirector técnico de esta institución, 26/10/04.
66
canales y era utilizada para el consumo humano, comenzó a llegar con muchos residuos,
por lo cual les fue imposible abastecerse de ella a las familias de ejidatarios.
Dentro del Parque se localizan instalaciones de la Comisión de Agua Potable,
Alcantarillado y Saneamiento de Uruapan (CAPASU) órgano encargado de administrar el
agua que se consume en los hogares de la ciudad (Véase Foto 14 y 15). Comenzaremos por
describir esta infraestructura.
Dentro del extremo derecho del Parque se localiza el Sistema de Bombeo El
Pescadito (localizado en esta misma área a una elevación de 1,661 msnm); el agua que se
extrae para este sistema se toma del manantial del mismo nombre que cuenta 2,400 lps, de
los cuales se utilizan 350 lps para abastecer por gravedad a 115,763 personas. El sistema
consta de tres bombas, utilizadas para enviar el agua a diferentes puntos para lo cual
trabajan las 24 horas del día.
La primera de ellas se denomina Los Pinos con potencia de 200 caballos de fuerza
para administrar el agua, a través de un tubo de hierro de 18” a un tanque donde se clora de
37 a 44 milímetros por minuto; de aquí se administra por bombeo a fraccionamientos como
El Mirador, colonia La Charanda, al norte de la Ciudad.
La siguiente bomba lleva por nombre Rodilla del Diablo, conduce el agua en un
tubo de la misma mediada que el anterior a un depósito, de ahí baja por gravedad al barrio
de San Pedro, así como a otra área del centro.
La última bomba, Rubén Jaramillo, manda el líquido a un depósito donde se clora con
pastillas de iclorito de calcio y de ahí, por gravedad, se destina a la colonia con este mismo
nombre localizada hacia el extremo noreoeste del Parque. El área donde se distribuye el
agua de este manantial, la abarca 609 hectáreas, que básicamente se desarrollaron en los
últimos 30 años, a excepción del barrio de San Pedro de origen colonial.
Si seguimos el caudal del agua, sobre el extremo derecho del río Cupatitzio-
Marqués y en los límites meridionales del Parque, se localiza, sobre los 1,651 msnm, el
manantial Gandarillas II con un gasto de 850 lps, de los cuales se aprovechan 380 lps que
abastecen a 126,772 habitantes. El nacimiento de éste se encuentra rodeado de * 24
3 La información que se expone referente a este manantial fue proporcionada por el señor Alfonso Saucedo Pacheco, Operador de Bombeo del Sistema El Pescadito, manejado por CAPASU, Uruapan, 19/10/06.24 Información a partir de la entrevista realizada al señor Lorenzo Espinosa Barrón, Operador de mantenimiento de CAPASU, Uruapan, 19/10/06.
67
asentamientos irregulares que se localizan dentro del Parque Nacional. Sus aguas se
conducen por gravedad en dos tubos, uno de 12” y el otro de 4.”
En el recorrido pudimos percatarnos que parte de esta agua la usan para el riego de
sus huertas la señora Sonia Bárcenas y un señor de apellido Guerra. Esta última huerta
colinda con el Parque Nacional del lado oeste, de ahí la facilidad para extraer el líquido del
ojo de agua. El señor Guerra ha tomado agua por años del manantial sin una autorización
aparente de administraciones pasadas del Parque, hasta hace aproximadamente un año se
alambró este lindero para evitar más tomas clandestinas. Se ignora si pagan alguna cuota
estos propietarios por el agua que consumen.
Dentro de esta misma área se clora el agua por medio de un tinaco a través del cual
se van administrando tres gotas de cloro por segundo.
El manantial Gandarillas I con un gasto de 120 lps de los que se aprovechan 100
lps para abastecer a 33,361 personas que viven en la parte meridional de la ciudad, nace a
unos 100 metros del anterior, a una elevación de 1,632 msnm. El agua se conducía por un
tubo de 14,” hoy día se cambió por otro de 24,” ya que no daba abasto a la zona oriente de
la ciudad que ha reportado en los últimos años el mayor crecimiento poblacional. De este
mismo nacimiento sale otro tubo con capacidad de 18” destinado a la zona sur de Uruapan,
hacia las colonias Magdalena, Los Ángeles y Zumpimito, rumbo a la carretera que conduce
a la Tierra Caliente.
Los manantiales Gandarillas I y II, abastecen la mayor área de la ciudad con un total de
1,991 ha. A escasos dos metros de este manantial se localiza otro ojo de agua de donde se
desprende un tubo de 12,” aunque ignoramos con exactitud el lugar a donde se conduce el
líquido, creemos que se dirige alguna de las huertas mencionadas.
El manantial La Hierbabuena de igual forma se localiza dentro del Parque Nacional.
Tiene un gasto potencial de 2,000 lps de los que sólo se aprovechan 190 lps, para 83,366
personas que viven en un área de 229 ha localizadas en la parte noreoeste y suroeste de la
ciudad. 25
25 Información facilitada por el señor Toribio Carranza Navarrete Operador de mantenimiento de CAPASU, Uruapan 19/10/06.
68
De los manantiales Revelero I y II, con 80 y 60 Ips, se utilizan sus aguas en su totalidad
para abastecer a un total de 26,869 y 20,017 personas respectivamente que viven en un área
de 433 ha de la zona centro y noroeste.
Un manantial más, manejado por CAPASU para el abasto público urbano lleva por nombre
Huanita con gasto de 50 lps de los que se aprovechan 15 lps para beneficio de 5,004
personas. Yace sobre la cota de los 1,635 msnm, se ubicado en la calle del mismo nombre
en la colonia Tamacua, hacia la zona central de la traza urbana. Sobre ésta sólo yace una
tapa de alcantarilla que anuncia la palabra Ayuntamiento.
Un último nacimiento de agua manejado por esta institución es el denominado
Puente de Jicalán con una potencia de 50 lps de los que se aprovechan 15 lps para 5,004
personan que habitan un área de 443 ha. Se ubica debajo del puente del mismo nombre, al
costado izquierdo del río Cupatitzio-Marqués. En este lugar también hay una bomba para
mandar el agua a diferentes colonias.
Otro manantial ocupado para el consumo humano es Riyitos con un gasto de 50 lps
de los que se ocupan 30 lps, en un total de 54 ha. Se localiza hacia el oriente del Parque
Nacional, este manantial se maneja de manera compartida a través de un comité de vecinos
y por CAPASU. El comité de vecinos se autodenomina Sistema de Agua Potable La
Quinta, para 126 usuarios. Ahí hay un sistema de bombeo a través del cual se conduce el
agua 10 metros arriba a un depósito concentrador y de ahí por gravedad a la colonia La
Quinta. Además CAPASU abastece a 10,008 personas.
, I •'
Foto 13. Manantial La Rodilla del Diablo, nacimiento del río Cnpatitzio-Marqnés, Parque Nacional en Uruapan.
69
Foto 14. Infraestructura hidráulica de la CAPASU dentro del Parque Nacional, Uruapan.
Foto 15. Tubería de CAPASU que conduce agua potable a los habitantes de la ciudad de Uruapan.
Foto 16. Asentamiento irregular a un costado de las aguas del río Cupatitzio-Marqués.
70
Estos nacimientos de agua han presentado una disminución en su gasto año con año y se
han contaminado debido a que la población se ha extendido hasta el área “protegida” del
Parque Nacional, dentro del cual hay dos colonias con una población de 4,232 habitantes,
mientras en la zona aledaña hay 11 más (Véase Foto 16). Entre los asentamientos
irregulares de la parte alta se localizan las colonias: la 26 de octubre, la Rubén Jaramillo y
Plan de Ayala, cuya conformación y crecimiento inicia a partir de 1969.26 Todos estos
asentamientos afectan al río y a los nueve manantiales ubicados dentro y fuera del Parque.
Esta presencia de asentamientos irregulares en la parte alta de la ciudad y su
carencia de drenaje sanitario, provocan la infiltración al subsuelo de volúmenes
significativos de agua residual cuya consecuencia directa es la presencia de agentes
contaminantes en los manantiales ubicados en el Parque Nacional.
Entre las bacterias encontradas en un análisis bacteriológico realizado por la
SEDUE desde la década de los ochenta, se encuentra la Staphylococcus aureaus,
Escherichia coli y Bacillus difteroides, algunas de estas bacterias provienen de materia
fecal, con seguridad proveniente de estas viviendas antes mencionadas (Moreno 1995, 91
92).
De hecho, a lo largo del cauce del río Cupatitzio-Marqués corren paralelos asentamientos
que descargan sus desechos sobre éste o bien en sus márgenes, por lo que en menos de siete
kilómetros de su nacimiento hasta las afueras de la ciudad se contamina el río.
Otra causal de contaminación es la mala ubicación del rastro municipal —que se
encuentra al costado izquierdo de la calzada Paseo de la Revolución que es aquella que
conduce hacia las carreteras que van hacia Tierra Caliente y la Costa—. Cada año expulsa
23,600 m /seg. cuyo receptor es el arroyo Santa Bárbara, tributario del Cupatitzio-Marqués
en su parte intermedia.
Para dar solución a este problema —que por cierto ya había generado la erogación,
por parte del ayuntamiento de 200 millones de pesos ante la CNA—, se incorporó el rastro
a un proyecto donde se planea establecer una planta tratadora en las inmediaciones de
Zumpimito y así sanear los desechos antes de ser incorporados al río Cupatitzio-Marqués. * 27
6 A causa de estos asentamientos humanos en mayo de 1983, por vez primera la Rodilla del Diablo se azolvó, a tal grado de generar una mínima cantidad de agua, http:www.ine.gob.mx, Recuperado el 14/10/2004.27 La Opinión de Michoacán, 31/05/05.
71
Por su parte, el Basurero municipal se ubica a la altura de la cascada Tzaráracua, sobre la
margen izquierda de la carretera rumbo a Apatzingán. El agravante se presenta por las
cantidades de agua que escurre de la misma basura y del agua que viene de las barrancas en
la época de lluvias, ello provoca que todo este material se deposite en la parte alta de la
presa Cupatitzio. Los contaminantes, los olores y el escurrimiento de líquidos lixiviados
contribuyen a la contaminación de los mantos freáticos.
Dentro de la red hidráulica de la microcuenca el río Cupatitzio-Marqués es el mayor
receptor de descargas de aguas residuales con 29,712,527 m al año (Moreno 1995, 89).
En la actualidad la red de drenaje sanitario cuenta con 950 km con diferentes
diámetros que dan servicio a más de 300 mil habitantes, de los que 150 mil carecen de
este servicio. Aunado a ello parte de este drenaje es obsoleto, sobre todo aquel que se ubica
en el área central que data de por lo menos 60 años, lo que indica que su vida útil ha
llegado a su fin. El mal estado del drenaje, a su vez, agrava las inundaciones en las calles
de la ciudad en la época de lluvias y con ello la contaminación de los mantos freáticos y
corrientes subterráneas.
Además de las descargas del uso doméstico hay que sumarle las industriales que aún
son más agresivas. Son 55 las industrias que descargan sus desechos en el Cupatitzio-
Marqués sin contar con el correspondiente tratamiento. Sólo la Industria Papelera
Mexicana, INPAMEX, tiene este servicio pero resulta insuficiente para el volumen total de
sus desechos.
Entre las más importantes en cuanto al volumen descargado al río Cupatitzio-
Marqués son la Fábrica de Hilados y Tejidos de San Pedro y Bebidas Purificadas del
Cupatitzio S.A que anualmente vierten 13,468,000 m y 115,830 m, respectivamente.
Otros arroyos y manantiales son los que reciben los residuos de otras industrias,
fraccionamientos, el rastro municipal y diversos comercios como se puede apreciar en el
cuadro 6 donde se enlistan los responsables de las descargas, el volúmenes de estás
anualmente y el cuerpo de agua que se ve afectado, agua contaminada que tarde o
temprano irá a desembocar en el Cupatitzio-Marqués (Véase cuadro 6). 28 29 30
28 La cifra de 300 mil habitantes es el cálculo que hacia el personal de CAPASU hasta octubre de 2007.29 La Opinión de Michoacán, Uruapan, 2/07/06.30 El personal encargado del departamento de Operación Técnica del Sistema de Alcantarillado y Saneamiento de Uruapan, CAPASU, mencionó el número de industrias, pero se negó dar los nombres de ellas.
72
Si se suman los residuos que se descargan a los diversos cuerpos de agua de la red
hidráulica de la Tierra Templada da un total de 31,820,300 m /seg. de agua contaminada al
año.
No con forme a ello, habría que sumarle a esta contaminación la disminución en los
gastos de los principales manantiales registrados en periodos de 8 a 14 años que van desde
un 19% hasta un 47% menos (Moreno 1995, 94).
Las consecuencias de lo descrito con anterioridad se evidencian aguas abajo, es
decir, en la Tierra Caliente, con la disminución y contaminación en el agua que más tarde
se usará para el riego agrícola y el abasto doméstico en los municipios de Gabriel Zamora,
Francisco J. Múgica y una parte de Parácuro.
Por otro lado, se cuenta con una planta de tratamiento para el saneamiento del agua
de uso doméstico. El problema relacionado con ella es que no hay la infraestructura
suficiente para captar el agua de aquellas zonas con mayor crecimiento como hacia el
oriente. En la actualidad sólo se trata un 35% y la planta trabaja a la mitad de su capacidad
por falta de colectores que conduzcan el líquido a ella. Unicamente hay dos colectores que
la alimentan, el Santa Bárbara y el San Francisco, y un tercero en construcción, Valle Verde
que captará el agua residual de la zona oriente, con lo cual se aumentará el porcentaje de. 31tratamiento.
Desde mediados del 2005 se anunció la construcción de colectores y subcolectores
con la respectiva instalación de por lo meno tres plantas más que garanticen el saneamiento
de la totalidad de las aguas residuales. Se planea establecer una de ellas en Zumpimito (sur
de la ciudad), otra en Tamacua (oeste) y la tercera en la región de Jucutacato (suroeste),32planeada su conclusión para el 2007.
El saneamiento que realiza la Planta Santa Bárbara es de uso doméstico e industrial,
a pesar de que su facultad se limita sólo a desechos provenientes de los hogares y no es apta
para tratar los contaminantes que recibe de aquél sector. * 32
1 La Voz de Michoacán, 19/04/05.32 La Opinión de Michoacán, Uruapan, 4/07/05.Estas acciones llevadas a cabo por personal de la CAPASU se harán con la finalidad de adherirse al decreto de condonación de multa por orden de los 160 millones de pesos que la Comisión Nacional del Agua (CNA) emite por no sanear la totalidad de aguas residuales, para lo cual la administración municipal tendrá que erogar un total de 300 millones de pesos para la construcción, La Voz de Michoacán, 19/04/06.
73
Inventario de descargas de aguas residuales en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués
Cuadro 6Responsable Vol. Descargado m / o Tipo de agua resida Cuerpo receptorIndustria Papelera Mexicana S.A de C.V. 999,600 industrial arroyo Santa BárbaraIndustrial y Comercial Resinera S.A. 62,568 industrial drem innominadoCetis núm. 27 4,770 servicios SubsueloAeropuerto I. López Rayón 7,821 servicios manantial El PáramoConjunto habitacional Tabachines 56,764 municipal manantial El PáramoConalep 670 servicios SubsueloBalneario Juntas del Cupatitzio 15,766 servicios río Cupatitzio-MarquésDestilador Uruapan S.A. de C.V. 5,000 industrial manantial RiyitosColonia Ampliación Revolución 197,731 municipal arroyo Santa BárbaraCompañía de Teléfonos y Bienes raíces S.A. 1,530 servicios SubsueloChocolatera Uruapan S.A de C.V. 1,500 industrial arroyo La MoraAero Servicio Bárcenas 540 servicios arroyo El PáramoProductos Cárnicos El Güero 260 industrial río CupatitzioMotel Parícutin 1,876 servicios Manantial RiyitosColchones Exclusivos S.A. 345 servicios SubsueloServicio América 90 servicios arroyo TarechoCurtidora Innominada 100 industrial manantial RiyitosPemex Mencia de Ventas 14,400 industrial manantial del PuenteRefrescos Aga del Cupatitzio S.A de C.V. 16,680 industrial arroyo innominadoFábrica de Hilados y Tejidos San Pedro 13,468.000 industrial río Cupatitzio-MarquésEdificio Cerda Loza 547 servicios manantial El ReveleroHielo Cupatitzio 912 servicios canal San PedroClínica Hospital T-2 IMSS 29,969 servicios arroyo innominadoFraccionamiento Villa Uruapan 68,935 municipal canal innominadoClub de Raqueta Olimpia 6,200 servicios Canal innominadoGasolinera y Restaurante Uruapan 841 servicios arroyo El PáramoMotel Los Pinos 730 servicios SubsueloFabrica de Embutidos innominada 228 industria arroyo TarechoMotel Las Cabañas 946 servicios Barranca del MuertoAntifibras .S.A 4,589 servicios Manantial La MoraHielo Hernández S.A. 745,405 industrial Río Cupatizio-MarquésFerrocarriles Nacionales de México 8,938 servicios Canal innominadoRectificaciones Dávalos 90 servicios Manantial El ReveleroBalneario Villa Paraíso 3,000 servicios Arroyo Santa CatarinaFraccionamiento Süviano Crabajal 385,433 municipal SubsueloCondominio Irekua Campestre 34,112 municipal Canal innominadoEmpacadora de Aguacates San Lorenzo 4,563 Industrial arroyo JicalánEmpacadora de Aguacate Alejandrina S.A. 5,700 Industrial arroyo JicalánConjunto Habitacional Solidaridad 80.500 municipal dren innominadoRastro Municipal 23,600 industrial Arroyo Santa BárbaraSismu S.A de C.V. 181 servicios SubsueloGranja Porcícola Zumpimito 210 agropecuario Arroyo ZumpimitoAuto Baño Juárez 1,800 servicios arroyo TarechoTenería Innominadora 960 industrial manantial RiyitosAutotransportes Galena 310 servicios Barranca La BolitaMotel Pie de la Sierra 2,520 servicios SubsueloBalneario Cholinde 9,750 servicios Arroyo innominadoBaños Cupatitzio 3,600 Servicios Río Cupatitzio-MarquésFraccionamiento Trabajadores Agricultura 45,607 municipal arroyo La TijeraGranja Porcícola San Antonio 1,296 agropecuaria Arroyo innominadoTelas Uruapan S.A. 366 servicios río Cupatitzio-MarquésHilados y Tejidos La Providencia 15,363,300 industrial Río Cupatitzio-MarquésTotal 31,820,300
Fuente: Garfias 1994 en Moreno 1995, 90.
74
Como ya se mencionó en páginas anteriores la demanda de agua para la población es de
1,220 Ips que es cubierta en su totalidad, ya que cuenta con 5,660 Ips.
A pesar de este remanente de agua la CAPASU ha tenido que satisfacer la demanda
a través de la perforación de 27 pozos profundos para la distribución del líquido en
viviendas asentadas en predios irregulares, debido a dos problemáticas: lo accidentado del
terreno del extremo septentrional, donde se ubica una barranca profunda que dificulta la
distribución del agua, y la falta de infraestructura hidráulica, con lo cual se contribuye así al
desecamiento de los mantos acuíferos en la zona de escurrimiento de la microacuenca del
Cupatitzio-Marqués.
Este incremento de la población y de los asentamientos irregulares, se presentó a
partir de la puesta en marcha de la Comisión del Tepalcatepec en 1947 (siendo Uruapan el
centro operativo) y, como segunda causa, el arribo de trabajadores foráneos, provenientes
en su mayor parte de la sierra Purhépecha y de toda Tierra Caliente, ante el auge del
aguacate a partir de la década de los sesenta.
Para 1988 el número de asentamientos con carácter de irregular se calculaba entre
100 y 150, con una superficie de 639.44 ha33 (Mora, 1992, 19 y 38), lo que ha afectado de
manera directa la disponibilidad y calidad del agua del río Cupatitzio-Marqués y de los
manantiales que lo alimentan.
Pero el momento que marcó un cambio paisajístico importante se presentó en la década de
los ochenta, cuando quedaron varios ejidos sepultados por zonas residenciales ubicadas en
la parte suroeste y suroriental de la ciudad.34
Entonces el paisaje consistente en cultivos fue cambiado por una plancha de
concreto y casas y con ello el uso del agua pasó de agrícola a doméstico, que si bien ya no
demandó tanta agua, si afectó al único sistema hidráulico que había entonces, el Sistema
Llanos de Uruapan, convirtiéndolo en drenaje cuyos desechos irían a parar directamente a
las aguas del río Cupatitzio-Marqués.
3 A últimas fechas hay un proyecto para regularizar a 126 asentamientos irregulares por parte de la Secretaría Estatal de Urbanismo y Medio Ambiente (La Opinión de Michoacán, 6/07/05).34 Entre estas colonias están: La Magdalena, Huertas del Cupatitzio, Abraham González, Infonavit Aguacates, Constituyentes, San José Obrero, una parte de Ampliación Revolución, por mencionar algunas.
75
Sistema Llanos de UruapanDurante el mandato presidencial del General Lázaro Cárdenas, inició la construcción del
sistema Llanos de Uruapan. La culminación y entrega a los usuarios fue en 1941, durante el
sexenio de Manuel Ávila Camacho. El fin de esta obra era el riego de cerca de 2,200 ha en35los ejidos que de 1939 a 1941 se repartieron en el municipio.
El problema del sistema inicia cuando su infraestructura quedó sepultada debajo de
los fraccionamientos con lo cual se dejó de operar el canal del Padre y grandes extensiones
de la infraestructura en los otros dos canales secundarios, El Cerrito y Santa Rosa, cuya
problemática se expondrá a continuación.
Gran parte de este sistema regaba ejidos que ahora son parte del espacio urbano
donde ahora se encuentran colonias como: La Magdalena, Huertas del Cupatitzio, Abraham
González, Infonavit Aguacates, Constituyentes, Aeropuerto, San José Obrero y una parte de
Ampliación Revolución.
El sistema de riego cuenta con tres canales secundarios, dos en servicio y uno en
desuso para el riego agrícola. El primero es el Cerrito, que todavía se encuentra en
funciones, su derivación se localiza sobre la calle de Cuba, una cuadra antes de llegar al
paseo Lázaro Cárdenas, a un costado de la avenida Latinoamericana. Prosigue de manera
subterránea, pasa por colonias como Huertas del Cupatitzio, Los Ángeles, Infonavit
Aguacates y Patria para salir a flote hasta el cerro de La Zapata, que en su parte sur cuenta
con huertas que son regadas por este canal secundario.
El segundo es el canal Santa Rosa que recibe agua del canal principal hasta el punto
conocido como Puente Blanco, a la altura de la avenida Latinoamericana, de ahí se deriva
al canal secundario de Santa Rosa, que riega gran parte de Santos Obrero, y con
anterioridad conducía agua a los ejidos que ahora ocupa el Aeropuerto; hoy día pasa por
debajo de una pista aérea a través de un sifón y sale al otro lado de ésta, para proseguir su
camino por el libramiento y se dirige a un costado de la entrada de MAPECO. Después
prosigue hasta llegar al lugar del cual toma su nombre: Santa Rosa donde irrigaba los
predios ahí establecidos. Pasando estas tierras daba vuelta para entrar al ejido de
Zumpimito, ahí se terminaba su recorrido en el lugar llamado Quirindavara. Gran parte de
5 Algunos de estos ejidos son: La Basilia (que se repartió en 1939), Toreo el Bajo y Alto (1940), Zirapóndiro (1940), El Sabino (1939), San Marcos y anexos (1940), Charangueran (1939), La Quinta (1941), San Francisco Uruapan (1939), Barrio de San Francisco Uruapan (1941). Historial Agrario del municipio de Uruapan, APAU.
76
las tierras que irrigaba han quedado sepultadas. En la actualidad son pocos los terrenos de
riego que se benefician con el agua de ese canal.
Hay un tercer canal denominado El Padre, en desuso, inicia en el lugar conocido
como punto muerto; regaba gran parte de lo que fue el ejido del Toreo el Alto y Toreo Bajo
y lo que ahora es el Paseo Lázaro Cárdenas, avenida Latinoamérica hasta Ampliación
Revolución. Estos fraccionamientos vinieron a sustituir a los antiguas tierras de riego de
Uruapan.
Este mismo canal también pasaba por el Colorín, para doblar y proseguir de manera
subterránea por la calzada La Fuente que la cruzaba hasta el arroyo dominado El Páramo y
después regar huertas ubicadas en todo el terreno que se encuentra sobre la calzada, hasta
llegar al libramiento. De ahí se dirige por la calzada de la Fuente, a 20 o 30 metros a mano
derecha, atraviesa todo lo que viene siendo el libramiento y sale al otro lado. Regaba los
lugares conocidos como Sol Naciente, Constituyentes, entre otros.
El área que regaba esta infraestructura fue fraccionada a partir de 1982, cuando gran parte
del canal principal fue entubado casi en su mayoría como consecuencia de la creciente
urbanización de tierras ejidales; y se ha mantenido para agricultores que habitan cerca del
canal y aprovechan un volumen aproximado de 700 lps.
De este sistema de riego se encarga el personal del Distrito de Desarrollo Rural 087
de Uruapan. Cuenta con agua a partir del mes de enero y al inicio de temporada de lluvias
cierran compuertas para no dejar correr el agua del Cupatitzio-Marqués. En esta temporada
es cuando se abren los desalinadores por donde se conduce el agua bronca hacia el río. De
esta manera el canal funciona como canal de riego la mitad del año y la otra como canal
pluvial, por estar inmerso dentro del área urbana.
Si al sistema Llanos de Uruapan no se le diera mantenimiento de la manera antes
descrita tendría problemas de desfogue de agua que no sólo inundaría la ciudad, sino
además, por la pendiente, llevaría a su paso lo que encontrara, sobre todo en las colonias
construidas hacia la parte baja del canal.
Años atrás el sistema Llanos de Uruapan conducía agua para los ejidos de San
Matías Uruapan, Toreo el Alto y Bajo, Zumpimito, junto con su pequeña propiedad y
Tejerías, hoy día sólo una parte de estos tres últimos se continúan regando junto con San
Francisco Uruapan. Los cultivos son aguacate, avena para forrajes y maíz.
77
Otro inconveniente relacionado con la invasión de las tierras de cultivo es el provocado por
los asentamientos irregulares ubicados a la orilla del canal, debido a que conectan sus agua
negras en el baso de esta fuente de agua para riego, contaminándola casi en un 100%.
Debido a que el sistema Llanos de Uruapan quedó inmerso dentro de la ciudad, los
canaleros que laboran en el Distrito de Desarrollo Rural 087 tienen la tarea de eliminar
diariamente la basura que se acumula a lo largo del sistema de drenes que está sobre el
sistema, para dejar libre tránsito al agua.
Hacia el costado sur del municipio de Uruapan y la parte norte de Gabriel Zamora
inicia la zona de transición, justo al término de los cada vez más escasos bosques de pinos,
donde aparece una sábana tapizada de pasto y vegetación típica de la selva baja caducifolia,
caracterizada por su follaje en época de lluvias y por su ausencia en la época de estiaje. Es
un lugar de profundas barrancas labradas por los ríos, entre ellos el Cupatitzio-Marqués, y
el roce del aire fresco que desciende de la sierra Purehépecha.
El descenso de altura de esta zona fue aprovechado primero para los sifones que la
familia Italia Cusi construyera a principios del siglo XX para generar energía y para el
desarrollo de una región agrícola; y de manera posterior, en los años cuarenta con el inicio
de la construcción de presas hidroeléctricas por parte del gobierno federal. Esta depresión
que inició en la zona de transición en la cota de los 1500 mnsm, descenderá hasta los 300
msnm en la Tierra Caliente; situada entre dos grandes cadenas montañosas: la sierra
Purhépecha, al norte, y la Sierra Madre del Sur.
En esta bajada súbita las aguas del Cupatitzio-Marqués logran eliminar sólo algunas
partículas contaminantes gracias al golpeteo que oxigena al agua, sin embargo es difícil que
se deshagan los residuos tan contaminantes como los generados por la Papelera INPAMEX,
el basurero y el rastro del municipio.
LA TIERRA CALIENTE
Si seguimos el cauce del Cupatitzio-Marqués en la zona de transición y hasta la Tierra
Caliente, a su paso va enriqueciendo su caudal gracias al río Cajones, que recibe el refuerzo
de los manantiales de Tanuejo y Tarétan y el río Tierras Coloradas, el cual se alimenta con
78
las aguas del Tomendán y las que bajan al Tipítaro (Aguirre 1950, 40). A partir de esta
confluencia se nombra al río Cupatitzio, El Marqués. (Véase Ilustración 2)
Las primeras obras para generación de energía y de infraestructura hidráulica en esta
porción de Tierra Caliente fueron ideadas y construida hace poco más de 100 años por la
familia Cusi, inmigrantes italianos, cuyos integrantes transformaron los paisajes de los
áridos llanos de Tamácuaro y Antúnez, en verdes campos de cultivo de arroz.
Hacia el año de 1938 le expropiaron a la familia Cusi sus dos haciendas, la
Lombardía y la Nueva Italia, que juntas sumaban 61,558 ha. Con este acto se favoreció a
2,066 ejidatarios, 691 en Lombardía y 1,375 en Nueva Italia. Años más tarde, con el
programa creado por la Comisión del Tepalcatepec, se amplió el sistema de riego creado
por esta familia y así surgió la unidad de riego Cupatitzio-Cajones.
Sin embargo, el desarrollo de una parte de la región del Teapalcatepec, la del río
Cupatitzio-Marqués se vio minimizado debido a la construcción de dos plantas
hidroeléctricas: Cupatitzio y Cóbano. Y es que a pesar de que el mayor presupuesto se
destinó a las obras de riego, el problema radicó en que en la práctica la generación de
energía sería a partir de aquí el principal uso productivo del agua superficial en la cuenca
del río Balsas (Toledo, 2003, 75), por lo que la disponibilidad de agua para la zona baja
dependió de la demanda de este recurso para la electricidad, con lo cual el vital líquido no
fluyó de manera constante imposibilitando el riego continuo requerido para ciertos cultivos
—entre ellos el arroz, principal cultivo desarrollado desde principios del siglo XX en esta
microcuenca— y sin que la energía producida beneficiara del todo a la población de la
parte baja de la microcuenca, dado que se distribuye a otras latitudes.
De manera posterior esta idea se extenderá a toda la cuenca del río Balsas, donde de
igual manera el principal uso productivo del agua superficial sería para la generación de
energía eléctrica (Toledo 2003, 75).
Y es que al focalizar la atención en este rubro los directivos de la Comisión del
Tepalcatepec pretendían establecer nuevos centros de producción en regiones que por su
potencial en recursos naturales debieran aprovecharse y lograr elevar el nivel de vida y
bienestar social de sus habitantes, ello se lograría con la tan anhelada industrialización de
estas áreas productivas que requeriría electricidad para llevarla a cabo. Sin embargo, ésta se
79
logró de manera intermitente en ciertos periodos, como en la década de los años cincuenta
con el auge del algodón y las despepitadotas ubicadas principalmente en Apatzingán.
Entre las consecuencias que encontramos asociadas a que la electricidad sea la
prioridad en el uso del agua, está la demora en la entrega de ésta a los tres módulos de riego
de la zona baja que afecta a las huertas de más de tres millares de ejidatarios.
Una de estas consecuencias inicia cuando el personal de la Comisión Federal de
Electricidad36 (CFE) tiene que generar un excedente de electricidad en las horas
denominadas pico, que van de 6:00 a 9:00 a.m. y de 18:30 a 21:00 horas; tiempo en el que
la turbina de cada planta requiere más agua. Es por ello que horas antes se retiene gran
cantidad de agua en las presas para que esté disponible en estas horas.
Una vez que utilizada el agua en la central hidroeléctrica del Cóbano, se expulsa
todo este caudal que suman volúmenes que pueden alcanzar hasta 22 metros por segundo
que salen de manera rápida, lo que provoca inundaciones en las tierras ubicadas en el
módulo 2.
Confrontando esta información con los usuarios del módulo 2 de Nueva Italia,
negaron que esta agua les afectara; más bien se quejaron de la retención de ésta durante
horas, hasta todo un día, por lo que no les llega de manera continua para el riego de sus
cultivos.
El problema en apariencia llegó a su fin por medio de un acuerdo establecido por personal
del departamento de Medición de la CFE y autoridades de los tres módulos de riego, donde
los primeros se comprometieron a no generar electricidad en horas pico, sino de manera
constante. Sin embargo hasta febrero de 2007 se continuó presentando la misma situación,
por lo que los ejidatarios en repetidas ocasiones han tomado las instalaciones de la central
hidroeléctrica del Cóbano como medida de presión.
Podemos agregar que el personal de esta institución tiene una visión fragmentada de
la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués, ya que sólo toman en cuenta la zona de
absorción y la de escurrimiento, y dejan al olvido la parte baja. Para los fines que persigue
la CFE sólo le interesa la parte que comprende la generación de energía a través de sus tres
plantas.
6 La información sobre esta problemática está basada en una entrevista y un cuestionario destinado al ingeniero Eloy Camarillo Tabares del departamento de Hidrometría de la Subgerencia Regional de Generación Hidroeléctrica Balsas-Santiago, Uruapan, 7/10/04.
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Una vez que se utilizó el agua para generar electricidad, personal de la CFE entrega al de la
CNA ésta para administrarla hacia los módulos de riego dentro del sistema Cupatitzio-
Cajones que a continuación describiremos.
Unidad de riego Cupatitzio-Cajones
Esta unidad forma parte del Distrito de Riego 097 de Apatzingán, rector de 12 módulos que
abarcan los municipios de Gabriel Zamora, Francisco J. Múgica, Páracuaro, La Huacana,
Teplacatepec, Buenavista, Apatzingan y Aguililla.
El sistema Cupatitzio-Cajones es la primera unidad de este gran distrito, abastece
por gravedad gracias a cuatro presas derivadoras: Charapendo, Jicalán, Abrevadero, Atutus,
y Cobano. Cuenta con escurrimiento medio y un volumen anual derivable de 568,530 mm ,
de los que se aprovechan 469,592 mm. Este sistema comprende en su totalidad los tres
primeros municipios antes mencionados y sólo tres ejidos de Páracuaro, ubicados en la
parte sur de éste (Véase Ilustración 4).
Podríamos determinar que el inicio de este sistema hidráulico se encuentra a partir
de la presa de almacenamiento Cupatitzio, prosigue hasta la presa derivadora Charapendo
de donde se desprende, sobre la margen derecha, el canal que lleva el mismo nombre de
esta última construido por la familia Cusi y que hoy está en desuso.
Sobre el río Cupatitzio, la siguiente presa derivadora es la denominada Jicalán a
partir de la cual inicia el canal Cupatitzio que cuenta con una capacidad de 17 m^/seg. Casi
de inmediato se localiza el túnel número 1 por donde sale el agua y prosigue por canal hasta
llegar al sifón del Nopal y de ahí dirigirse hasta el puente-sifón de Barranca Honda. De ahí
sale el agua y se encuentra con el túnel número 2 a la altura del poblado de la Gallina. A
partir de este túnel se bifurca la dirección del agua: 14 m^/seg proseguirán por el canal del
Cóbano hacia la hidroeléctrica con el mismo nombre y los 3 m^/seg restantes se dirigen
hacia el módulo uno 1 de Lombardía por el canal conocido como Atutu. Con esta agua se
va a regar sólo una porción de las tierras este módulo.
81
Tlustración 4
Fuente: Elaboración propia. Ejecución: Marco Antonio Hernández Andrade.
82
A lo largo del trayecto del canal del Cóbano encontramos diferentes manifestaciones de
infraestructura hidráulica que van sorteando la complicada topografía del área; en primer
lugar encontramos al sifón Salvador, luego al túnel número 3, el sifón Las Palmas y la presa
derivadora El Cóbano donde se junta el caudal de agua que proviene de la hidroeléctrica y
del arroyo Atutu para dirigirse al Túnel Cóbano-Tamácuaro y regar el resto de las tierras
del módulo dos por medio del canal denominado Marqués (con una capacidad de 20
m /seg).
Esta agua que conduce el canal Marqués proviene de la hidroeléctrica El Cobano
(14 m^/seg) a la cual se le suman los torrentes del rio Tanuejo y Cajones con un total de 20
^/seg que se distribuyen por medio de este canal a nueve canales transversales
pertenecientes al módulo 1. Cabe aclarar que la mayor parte de esta agua se destina también
a los módulos dos y tres del sistema Cupatitzio-Cajones y es aqui donde se originan los
robos de agua destinados hacia estos dos sistemas, ya que ésta forzosamente tiene que
recorrer los canales del primer módulo.
Al final del módulo 1 sobre el canal Marqués se localiza el sifón del mismo nombre
que libra una pequeña barranca la cual desde la Colonia servia como limite entre las
haciendas de La Zanja y El Capire que más tarde se convertirían en Lombardia y Nueva
Italia.
Después del sifón del Marqués prosigue el canal Alto Coróndiro que es el que
administra el vital liquido al módulo 2 de Nueva Italia. Este sistema, a diferencia del
anterior cuenta con otro canal denominado Antúnez que corre paralelo al primero que
mencionamos, pero sobre la parte intermedia del módulo. Ambos canales cuentan con
canales transversales para poder regar las extensas tierras de los 5 ejidos pertenecientes al
municipio de Francisco J. Múgica (Véase Ilustración 4).
Los dos grandes canales Alto Coróndiro y Antúnez también administran el agua al
módulo 3. En los limites del módulo 2 con el 3 se localiza la presa derivadora Alto
Coróndiro donde se junta el agua que proviene del arroyo El Ceñidor gracias al cual se
engrosa el caudal con procedencia de Nueva Italia. Esta misma corriente actúa como limite
entre ambos módulos. Mientras que el limite de este sistema lo determina de manera
natural el rio Cancita.
83
El sistema Cupatitzio-Cajones abastece tres módulos de riego con sus respectivas
asociaciones, el primero de ellos es la Asociación de Usuarios de Riego de Lombardía
A.C, el módulo 2 J. Trinidad Pérez Navarro y el 3 Benito Juárez; el primero se transfirió
en el año de 1994 y los dos últimos en 1995, con la idea de que los usuarios se
constituyeran en una asociación civil para poder administrar, operar y conservar la
infraestructura hidroagrícola del mismo.
De manera oficial se contabilizaron 3,493 usuarios en los tres módulos de riego
distribuidos en 14 núcleos ejidales que suman 18,758.73 ha que cuentan con título de
concesión otorgado en el momento de la transferencia, pero en realidad la cifra asciende a
un aproximado de 30,000 ha, el incremento se debe a que los comisionados tanto de la
CNI y sus sucesoras, -la SARH y la CNA-, extendieron permisos de manera extraoficial
para la apertura de nuevas hectáreas de riego.
Este incremento ha acarreado problemas que se han dejado sentir de manera más
acentuada en la última década, ya que el personal de la CNA distribuye el agua para cada
año agrícola en función de la superficie con derecho a riego que los ejidatarios tengan
registrados en el padrón de usuarios del distrito, al tomar como base esta cifra “oficial” la
dotación es insuficiente, por lo que la actualización del censo existente es una tarea urgente
para conocer la superficie de hectáreas que actualmente se riegan, ya que los gerentes de
los módulos no cuentan con una cifra real sólo aproximados.
La ampliación en el número de hectáreas con agua tal vez sea la problemática más
apremiante que enfrenta el sistema, ya que en cada año agrícola la demanda del vital
líquido crece, mientras que la dotación de los volúmenes es la misma o en ocasiones es
menor. Para frenar esta apertura las autoridades de la Asociación Benito Juárez han hecho
un acuerdo con el ingeniero Cristóbal Jaime Vázquez de la CNA para extender permisos de
siembra y así llevar el control de las hectáreas de riego.
Los pozos profundos existentes en los tres módulos, cuya agua subterráneas se
utiliza para el riego, se clasifican --según consta en el Instructivo de Operación, 37 38
37 Este módulo se fragmentó por problemas de administrativos en octubre de 2003, momento en el que nace el módulo de Riego número 1 de Lombardía, ambos tienen el mismo presidente y tesorero, la diferencia radica en que el secretario administrativo del segundo módulo también tiene la función del gerente, es decir, aquella persona que dirige a los canaleros y controla los riegos diarios que demandan los usuarios.38 La información antes referida se obtuvo a través de la gerencia de cada módulo de riego, cuyas autoridades coincidieron en esta cifra.
84
Conservación y Administración para los módulos—, en pozos que operan en plan colectivo
y los que se utilizan para el riego directo. Los primeros los manejan grupos de 10 a 15
personas que se rolan el bombeo de agua según sus requerimientos, la mayoría se encuentra
en los ejidos correspondientes al módulo 3, y los segundos se aprovechas de manera
individual, localizados en los módulos 2 y 3.
No se puede afirmar que en esta unidad de riego haya perforaciones desmedidas,
sobre todo si lo comparamos los totales con los existentes en el municipio de Uruapan que
cuenta con 306 pozos, sólo para el uso agrícola. Para el caso aquí analizado las cifras
oficiales arrojan un total de 143 pozos profundos dentro de tres municipios que comprende
el sistema Cupatitzio-Cajones. El municipio de Parácuaro es quien cuenta con el mayor
número con 109 pozos (Véase cuadro 3, página 54).
Al respecto el personal de la CNA y de la CFE a últimas fechas han conjuntado
esfuerzos para controlar la perforación de pozos. Con anterioridad cuando un ejidatario
solicitaba el suministro de electricidad para la extracción de agua, no requería presentar el
título de concesión expedida por la CNA, hoy día es el primer requisito y son varios los
trámites para que éste se pueda otorgar.39
Cada módulo cuenta con un Consejo Directivo y uno de Vigilancia, el primero lo
conforman el presidente, un secretario, un tesorero y un vocal, el segundo por un
comisariado, un vocal y un gerente, ambos directivos cuentan con sus respectivos
suplentes. Las autoridades se eligen por medio de representantes de cada núcleo ejidal que
defienden los intereses de los miembros de cada ejido, una vez reunidos hacen una votación
interna de donde salen las autoridades de los dos consejos, por lo que es factible que cada
ejido cuente con una autoridad dentro del módulo que le corresponda.
La duración de los cargos es de tres años con derecho a reelección, no pueden
permanecer en un tercer periodo consecutivo, como lo marca el artículo 22, fracción sexta
9 En el último año personal de la CNA pide varios requisitos para la concesión, primero requiere un sondeo geofísico elaborado por personal de esta institución o de una empresa avalada por esta misma. Una vez aprobado el estudio se prosigue con la perforación del pozo, después la aforación que deberá ser supervisada por personal de la Comisión, para determinar y fijar la extracción por año. Por último, se solicita el equipamiento de la CFE, es decir, la conexión a la red eléctrica, momento donde se determinar la clasificación de la tarifa, que para el caso sería con clave 9N, en la cual especifica un mayor kilowatage y contempla el subsidio que se hace para la agricultura en el horario nocturno de 12:00 p.m a 8: 00 a.m, con un costo por kilowatt hora de 015, mientras que para el horario diurno es de 030. Después de realizados los cuatro requerimientos anteriores se otorga la concesión. Con anterioridad el dueño de la parcela primero perforaba el pozo y años después lo daba de alta ante la CNA.
85
del Acta Constitutiva de la Asociación Civil. Pero en los hechos se presentó un caso donde
un miembro del Consejo Directivo ha participado en cargos directivos y de vigilancia, con
lo cual ha permanecido desde la transferencia del módulo hasta ahora, es decir, 13 años.
Asociación de usuarios de riego Lombardía A.C, módulo 1El primer módulo de riego del sistema Cupatitzio-Cajones es el de Lombardía, se transfirió
a los usuarios el 22 de abril de 1994.40 Cuenta con una superficie regable de 4,984.23 ha,
con título de concesión; con el paso del tiempo esta cifra ha aumentado a cerca de 8,000
ha,41 con ello cerca de 3,000 usuarios no cuentan con título. El número total de usuarios que
se beneficia es de 1,404. Riega a los seis núcleos agrarios que conforman el municipio de
Gabriel Zamora: El Capire de Lombardía, Charapendo, Gabriel Zamora, Santa Casilda,
Tequecarán y El Huaco.
Cuenta con tres canales principales: el canal Cajones, el Atútu y el canal de la
Acequia Chica y la Acequia Grande.
De los tres módulos que riega el sistema Cupatitzio-Cajones, el de Lombardía
presenta menos problemas para el abastecimiento de agua para la agricultura, por dos
razones, primero por ser el primero en recibir parte de su dotación dentro del sistema y,
segundo, por su posición geográfica.
Sobre este último punto está el hecho de contar con ríos o arroyos de menor
importancia que circundan la zona como son El Cóbano, que pasa al poniente de la
localidad de Charapendo; El Platanillo, afluente del río Cupatitzio-Marqués, el cual se
localiza al norte de la localidad Barranca Honda y los arroyos San Salvador y La Cirandilla
que van por la zona oriente de la cabecera municipal. Esta posición ha permitido que cuente
con sólo dos pozos profundos y sea el único módulo donde se siembre arroz, cultivo que
requiere humedad constante y por lo tanto el mayor número de riegos dentro del patrón de
cultivos.
Los tres principales cultivos del año agrícola 2004-2005 son el mango, el arroz y el
pepino, cuyas superficies cosechadas son 2,100 ha, 1,400 ha y 570 ha, respectivamente.
Otros cultivos son el fríjol, maíz, hortalizas, toronja y pastos. Cabe destacar que tanto el
0 Información proporcionada en el departamento de Operación, Distrito de Riego 097 Lázaro Cárdenas, Apatzingán 16-11-05.41 Datos proporcionados por la gerencia del módulo 1, Lombardía 22-11-04.
86
arroz como el pepino son los cultivos que mayor necesidad de agua demandan, ya que el
primero necesita de 15 riegos de 24 horas en una superficie de 4.5 ha, que son las que se
cultivan por productor en el módulo; mientras que el pepino se lleva de 6 a 8 riegos en un
periodo de 45 días.
El costo de riego para las hortalizas es de $300 por hectárea y ciclo vegetativo,
mientras que para los cultivos básicos es de $120 por hectárea.
Para el último año agrícola el Distrito de Riego 097 Lázaro Cárdenas asignó al
módulo un volumen bruto de 101,330.93 mm de los cuales se aprovecharon 81,262.1542mm . La disminución se debe a las pérdidas que se suscitan desde el punto de control
hasta sus tres canales principales y los laterales, estos últimos no cuentan con revestimiento
por lo que se infiltra el agua, se calcula que sólo el 20% de los canales cuenten con
revestimiento. Ello provoca que los núcleos que están más próximos a los canales de red
mayor o puntos de control —a partir de los cuales los representantes de la CNA entregan el
líquido al módulo— se vean beneficiados y aquellos más lejanos sufran la falta de
suministro oportuno. Los núcleos que están en esta posición privilegiada son Tequecarán y
Charapendo, mientras que la primera ampliación de Gabriel Zamora tiene una distribución
deficiente. Ello en cuanto a problemas técnicos.
La problemática social que enfrentan tanto el consejo directivo y de vigilancia, así
como los usuarios, es la fragmentación del módulo en dos secciones desde octubre de 2003,
momento en el que aparece el módulo de Riego número 1 de Lombardía, ambos con el
mismo presidente y tesorero, Arturo Santa María y Ruperto Méndez, los que cambian son
el secretario administrativo suplente y el gerente. Esta fragmentación sucedió porque el
entonces gerente no entregaba informes anuales a los usuarios de los ingresos y egresos,
todo se registraba en números rojos, justificación para no realizar obras de mantenimiento
del sistema.
A partir de la fragmentación cada presidente de módulo administra tres ejidos,
quedaron Gabriel Zamora, Charapendo y El Capire en la Asociación de Usuarios de Riego
Lombardía A.C; Santa Casilda, Tequecarán y El Huaco pertenecen al Módulo de riego
número 1 de Lombardía. En la última temporada de trabajo de campo que se realizó en la 42
42 Información tomada del Anexo 3, Relación de cultivos por emprender, departamento de Operación, Distrito de Riego 097 Lázaro Cárdenas, Apatzingán.
87
región en febrero de 2007, sólo los usuarios del ejido de Tequecarán continuaban en este
módulo.
La Asociación de Usuarios de Riego de Lombardía A.C. es la única de las tres que
pudo invertir en gastos de mantenimiento de los canales en lo que fue el año de 2004, se
han abierto levantes y desasolvado acequias; por otro lado estaban en proceso de
adquisición de una retroexcavadora con un costo de 58 mil dólares en donde el gobierno
federal aportaría el 50%, el gobierno del estado 25% y el módulo el otro 25%. Este es el
único módulo que destina el 50% de sus cuotas al mantenimiento, que fue de 500 mil pesos
para el presente año, el 16% a la administración y el 34% a la operación.
Asociación de usuarios de riego Trinidad Pérez Navarro A.C. módulo 2
El módulo 2 del sistema Cupatitzio-Cajones se transfirió el 13 de diciembre de 1995. Son
8,554 ha que cuenta con título de concesión, más 4,500 ha que carecen de permiso, con lo
que sumarían casi 13 mil ha que benefician a un total de 1,511 usuarios de los ejidos de
Nueva Italia, Huerta de Gambara, El Letrero, El Capire de Nueva Italia y El Ceñidor, todos
ellos enmarcados en el municipio de Francisco J. Múgica.
En 1955, cuando las tierras se reparten a los ejidatarios de forma individual se
dotan 10 ha, seis de ellas de riego efectivo, por lo que el incremento de hectáreas de riego
se ha dado precisamente en aquellas tierras que no contaban con agua y que estaban
aledañas a las que sí lo tenían.
El módulo cuenta con 245 km de canales que corresponden a la red menor, de los
cuales aproximadamente el 20% están revestidos. Los canales principales son el Pará,
Primer lateral santo Domingo, las Casitas y el Guayabo. De éstos 57.83 km son de
concreto.43 Los caminos suman 241 kilómetros, la mayoría sin pavimentar.
El patrón de cultivos en los ejidos de Francisco J. Múgica ha cambiado a lo largo de
sus 65 años de vida. Del arroz se pasó al algodón y al sorgo escobero, para luego cambiar al
melón y rematar con mango, limones y toronjas. Es decir, ha habido una tendencia a los
cultivos perenes que requieren menos agua y por cuyo costo en el mercado es más bajo. 3
3 Anexo no. 2 Inventario de la infraestructura en Relación de anexos del título de concesión, módulo 2, Asociación de usuarios de riego J. Trinidad Pérez Navarro, A.C., Distrito de Riego 097 Lázaro Cárdenas, CNA, 1995.
88
El mango y el limón han sido los principales cultivos proyectados para el año agrícola
2004-2005, el primero con 3,580 ha, el segundo con 3,050 ha, maíz con 200 ha, pepino con
160 ha y hortalizas con 150 ha cosechadas. En este módulo se dejo de sembrar el arroz
definitivamente desde mediados de la década de los ochenta cuando comenzó a escasear el
agua.
Para los cultivos perenes (mango, limón, nanche, pastos) se paga $230 anuales por
hectárea. Los cultivos cíclicos, como el frijol, contemplan dos temporadas primavera
verano y otoño-invierno, el pago es de $140 por seis meses. Por las hortalizas (pepinos,
jitomate, calabacitas) se cobran a $350 por hectárea cada seis meses. Los cereales (maíz,
sorgo forrajero y sorgo para grano) a $100 por hectárea.
Para el último año agrícola personal de la CNA le asignó a este módulo la cantidad
de 18,2031.98 mm , aprovechando sólo 15,1187.16 mm debido a infiltraciones, así como a
derrames ocasionados por canales reventados dada la falta de limpieza de maleza, ya que en
los últimos años no se ha destinado cantidad alguna para el área de mantenimiento.
La problemática técnica más apremiante es la falta de limpieza por parte de los
usuarios a los canales que circundan su parcela, además la administración del módulo no ha
invertido el 50% de sus entradas al área de conservación ya que sólo la mitad de los
usuarios paga su cuota de riego.
Por otro lado, se rumora que el consejo directivo vende el agua al módulo 3, ya que
sus usuarios cuentan con la posibilidad de pagarla, puesto que sus cultivos son más
redituables por tratarse de frutales y por el hecho de que algunos cuentan con solvencia
económica por estar involucrados en la siembra de cultivos no lícitos, de acuerdo con la
versión de varios ejidatarios. De ahí se desprende el hecho de que algunos ejidatarios no
querían que las autoridades del módulo se reeligieran.
Por otro lado, algunos de estos servidores de los módulos 1 y 2 han pretendido usar
como trampolín político su participación en éstos, para postularse como candidatos a la
presidencia municipal, con poco éxito ya que en las elecciones internas de sus partidos no
salieron electos como candidatos, lo cual desde el punto de vista de sus opositores se debió
al antecedente del mal manejo en la administración de los módulos.
89
Asociación de usuarios de riego Benito Juárez A.C., módulo 3El módulo 3 fue transferido el 12 de agosto de 1995, beneficiando a 878 usuarios de los
ejidos de Antúnez, Buenos Aires y Los Pozos. Las hectáreas de riego con título suman
5,131 y alrededor de 3,400 más no cuentan con este permiso, en total el número asciende a
casi 8,500 ha.
Por su posición última dentro del sistema podría pensarse que los usuarios del
módulo padecen de insuficiencia de agua, ya que antes de llegar a ellos tiene que pasar por
los dos módulos anteriores donde, de acuerdo a la versión de varios ejidatarios y las mismas
autoridades del módulo, se roban el agua.
Es por ello que a pesar de ser el último módulo del sistema Cupatitzio-Cajones los
usuarios ha podido solventar la demanda de agua por medio de 59 pozos registrados por la
gerencia del módulo, que al parecer pueden ser más ya que la CNA tiene registrados para el
municipio de Parácuaro 47 de uso agrícola, de los cuales 41 son para el ejido de Antúnez,
tres para Buenos Aires y tres para Los Pozos. Este municipio por ser zona de manantiales
en su parte norte, no requiere de pozos, por lo que posiblemente la mayoría pertenezca al
módulo 3, el cual se localiza en la parte sur del municipio.
De los 47 pozos, 14 aparecen registrados por grupos de trabajo, por lo que los 33
restantes pudieran ser manejados de manera individual. Los grupos de trabajo los
conforman de 10 a 15 ejidatarios que se organizan para la perforación y para la compra de
la bomba de extracción. Los usuarios se rolan el bombeo del agua cada 35 horas por
persona o bien de acuerdo a los intereses del grupo.
Otro problema se encuentra en la inseguridad que priva entre los ejidos ya que
según comentan algunos ejidatarios, hay una fuerte presencia de narcotraficantes, que son
los que compran a autoridades para que les doten de agua o bien tienen la capacidad para la
perforación de pozos.
En los últimos años no se ha invertido en el área de mantenimiento ya que sólo el 68
% de sus miembros pagan su cuota, al respecto se estableció una cuota adicional de $200
por ejidatario para destinarla a este tipo de gastos, pero no tuvo éxito.
El módulo 3 se compone de tres canales principales, el canal Buenos Aires, El
Pando y Bajo Antúnez. Gran parte de sus canales laterales y sublaterales no cuentan con
revestimiento.
90
Los principales cultivos son el limón con 1,327 ha seguido del plátano con 1,069 ha,
mango con 721 ha, papaya con 557 ha, toronja con 518 ha, maíz con 347 has, y pepino con
169 ha.
Con anterioridad los cobros eran según el cultivo, a partir de septiembre de 2004 la
tarifa es de $200 por riego de 24 horas independientemente de las hectáreas regadas.
La CNA dotó para el último año agrícola con 91,793.87 mm y se aprovecharon
69,863.80 mm, las pérdidas básicamente son por infiltraciones ya que la mayoría de los
canales no están revestidos.
Empacadoras en la Tierra CalienteLos ejes articuladores de esta zona bioclimática se presentan en forma de empaques
exportadores hacia varios puntos del planeta con cultivos como el mango, pepinos y en
menor medida la toronja (Véase Cuadro 7).
Las variedades de mango cultivadas son Heidi, Ataulfo, Tony, Romi y Kent, siendo
la primera variedad la más extendida en Tierra Caliente. Sin embargo los precios son muy
bajos por tanto la mayoría de lo productores se encuentran en la disyuntiva de sustituir el
frutal por otros más rentables como la papaya, el chico zapote, el carambolo, o más reciente
una especie de yuca utilizada para productos industrializados.
Otra opción ha sido la que se tomó en 2006 cuando varios ejidatarios decidieron
derribar los árboles de mango variedad Heidi y plantar la Ataulfo, ya que este último tiene
un periodo más largo de maduración una vez cortado, lo que incrementa las posibilidades
de comercialización.
A diferencia del aguacate, este frutal cuenta con pocos apoyos por parte de SAGARPA e
INIFAP y carece de una organización donde se vean representados los intereses de los
productores. Y es que mientras en la parte alta de la microcuenca el aguacate ha
permanecido cerca de 45 años en el gusto del consumidor nacional e internacional, en
Tierra Caliente, en este mismo lapso, los ejidatarios han cultivado un sin fin de productos
que van del maíz a una variedad de frutales, cuyos precios en el mercado se han mantenido
bajos por varias décadas, de hecho después de la etapa monocultora, que culminó con el
melón (antes fue el arroz y el algodón), sus cultivos han sido poco rentables.
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Empacadoras de frutales en Tierra Caliente Cuadro 7
Empacadorasmango
Procedencia de la producción
Producción Destinos a donde se envía la producción (país y/o estado)
Agroexportadora Jorge ElíMunicipio de Fco. J. Múgica
Región de Tierra Caliente, Guerrero, Nayarit y Chiapas
Estados Unidos y Japón. Al mercado nacional le venden a jugos del Valle
Agroexportadora El Huaco S.A de C.V Municipio de Gabriel Zamora, km 8.3
El 80 % procede de Gabriel Zamora, 10% de Múgica y 10% de Guerrero.
Estados Unidos, Canadá, Francia y Japón
Empacadora El Colibrí S.P.R de C.V.Carretera Gabriel Zamora- Nuevo Urecho, km 20
Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit y Sinaloa
2,254,080 cajas a Estados Unidos, en cajas de 4.5 kg. A Canadá 40 mil cajas Mercado nacional 10-15 traileres
Estados Unidos, Canadá y Japón. En el país a los estados de Zacatecas, Zamora,Tijuana, Sonora, y Durango,
Empacadora el HuacoEl Letrero, Gabriel Zamora
Michoacán y Guerrero
Imillón de cajas de 4.5 kg Estados Unidos
Megaempacadora de frutas S.A de C.V
Michoacán, Guerrero, Nayarit y Sinaloa
Mercadonacional
Fuentes: Gerencias de cada empacadora, Febrero de 2006.
Este último hecho significó el fin de asociaciones de productores, por lo que esta falta de
organización ha frenado el ingreso de sus cultivos a mercados internacionales. La
excepción es el mango, más del 90% se comercializa en los Estados Unidos, mientras que
en otras naciones es muy baja su venta.
La principal fuente de comercialización de este frutal es por medio de estas empacadoras
que compran el producto de manera directa en las huertas de los ejidatarios y, en menor
medida, éstos pueden ir a ofrecer su producción al empaque.
4 Como así informara Feliciano Romero Miranda, presidente del Consejo Estatal de productores de Mango en Michoacán, La Opinión de M ichoacán, 23/08/05.
92
Gran parte de estas empacadoras pertenecen a familias de ejidatarios de Gabriel
Zamora y Múgica. Mayoritariamente la producción se dirige hacia los Estados Unidos y en
menor medida hacia Canadá y Japón.
Si bien es cierto que en el caso del mango los países importadores no solicitan
tantos requerimientos como en el aguacate sucede, en las empacadoras se debe contar con
plantas hidrotérmicas en las que introducen en agua con hipoclorito de sodio a la fruta por
espacio de 70 a 90 minutos. Este procedimiento se hace para matar la larva de la mosca
propia de la fruta. De ahí la fruta se conduce a un área de enfriamiento en agua a
temperatura ambiente. Se concluye en el área de cuarentenado donde pasa de 8 a 12 horas.
El país más exigente en este sentido es Japón.
La mayoría de estas empacadoras pertenecen a hombres o familias locales. La
primera empacadora que se enlista en el cuadro 6 es propiedad del señor Artemio Casas que
vive en Nueva Italia, cuenta con 11 años de existencia y es la que más número de cajas
exporta, alcanzando en los años de buena cosecha los 4 millones de cajas de 4.5 kg.
La empacadora El Colibrí es una empresa familiar de los Armendáriz del poblado Cajones,
en el ejido de Santa Casilda. Se fundó en 1997, su producción es más baja que la anterior
con 2,254,080 cajas exportadas a los Estados Unidos. A Japón se destinaron sólo 10 cajas
de 6 kg y a Canadá 4 mil cajas.
La Megaempacadora de frutas S.A. de C.V. la fundó el señor Inocencio Montes en
1995, su producción se destina al mercado nacional. Para el procesamiento del hidrotérmico
utiliza agua del canal de riego principal de Múgica con el consentimiento de las autoridades
de la CNA, lo cual debería estar prohibido ya que merma el caudal de agua que se dirige al
resto de las tierras del módulo 2 y 3.
En este sentido las demás plantas cuentan con pozos profundos para abastecer los
requerimientos que demanda el sistema hidrotérmico.
El primer caso de una empacadora fundada y manejada por un grupo de ejidatarios
es la denominada El Huaco, que desde 1995 exporta mango preferentemente del ejido El
Letrero y en menor medida de otros puntos. La encargada de proporcionar información
sobre el empaque negó una explicación a la forma organizativa de ésta con el argumento de
que la negativa era por seguridad de los socios.
93
En el último recorrido de campo que hicimos estaban por inaugurarse dos empaques
donde serán los mismos productores quienes los administren. Uno de ellos se formó con el
apoyo del gobierno en la compra de una empacadora que pertenecía al del señor Julián
Barcenas desde 1999. Este empresario cuenta con huertas de aguacate en la Tierra Fría, y es
dueño de un empaque de aguacate y una guacamolera localizados en Uruapan el cual ya
mencionamos con anterioridad.
En el empaque se trabajaba con Toronja, pero no funcionó debido a la ausencia de
una administración certera. A pesar de que Julián Barcenas ya contaba con la experiencia
de administrar un empaque de capital estadounidense cuando el melón estaba en pleno
auge. Fue gracias a esta época de bonanza cuando decidió invertir en el aguacate y así ser
uno de los productores, empacadores e industriales más importantes del país en este frutal.
Con lo cual se sitúa como el gran articulador de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués.
94
Síntesis
La microcuenca del Cupatitzio-Marqués ha estado en continua expansión y cambio a
través de los últimos 150 años. Dos hechos fundamentales definieron su campo físico: hacia
el norte el traslado de la población de San Juan Parangaricutiro por la erupción del
Parícutin, en mayo de 1944 al valle de Los Conejos, hecho que vinculó aún más a esta
población con la ciudad de Uruapan. Este lugar fue elegido por los comuneros por su
abundancia en agua, ahí se localizaba el nacimiento que da nombre a este valle.
Por otro lado tenemos que hacia su frontera sur el territorio de la microcuenca
quedaría consolidada a partir del desarrollo de la hacienda Lombardía, cuando se construyó
un puente-sifón que unió la zona de transición con la zona de soporte, caracterizada por
enormes barrancas que impedían el paso directo de personas y mercancías, por lo que los
arrieros tenían que dar la vuelta por Parácuro para bajar hacia la Tierra Caliente. Con este
puente quedó mejor comunicada la Tierra Caliente con Uruapan.
La posterior compra y desarrollo de la hacienda de Nueva Italia, vino a extender los
límites del área de estudio, la cual con el paso del tiempo se pobló de trabajadores oriundos
de varias partes del estado que iban en busca de un mejor salario hacia la Tierra Caliente.
Los vínculos que mantiene la microcuenca con el exterior se han extendido
básicamente a través del comercio de cultivos como el café, el arroz, el melón, el algodón,
el aguacate, el pepino, el mango, entre los más, mismos que han rebasado las fronteras
nacionales para cruzar hacia otros horizontes.
En este proceso de construcción de la microcuenca las instituciones
gubernamentales y privadas jugaron un papel importantísimo en su desarrollo. Entre ellas
destacan las comisiones del Tepalcatepec y del Balsas, un programa con el cual se
95
pretendió conjuntar los esfuerzos de varias instituciones en los ámbitos estatales y
nacionales, y cuya acción se diseño para actuar de manera integral a través del manejo de
cuenca.
Hoy día, en un contexto de libre mercado y de una menor intervención por parte del
gobierno, son las empacadoras de frutas y la Empresa Forestal de San Juan las que tienden
estos vínculos comerciales con el exterior, por lo que la población asentada dentro de la
microcuenca, así como los recursos naturales dependen cada vez más del mercado
internacional y sus enormes demandas en cuanto a los estándares de higiene y
sustentabilidad, que muchas veces lo que hacen es exigir normas más estrictas en la calidad
del riego que deterioran aún más el medio ambiente como por ejemplo, al requerirse agua
más limpia y al no haberla, ésta tiene que ser extraída de pozos profundos que no hacen
más que desecar las corrientes subterráneas.
96
Capítulo IIEl bosque, la tierra y el agua en la
microcuenca de río Cupatitzio- Marqués: desde mediados del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo
XX, el caso de las haciendas, comunidades y ranchos
INTRODUCCION
Una vez descrita el área que conforma la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués en la
actualidad, a continuación analizaremos lo sucedido en ella a partir de la Desamortización
de bienes eclesiásticos y comunales, y la nacionalización de los recursos acuíferos iniciada
desde 1888; ello como parte de una revisión histórico-antropológica en la cual pretendemos
rastrear los factores y momentos que fueron coadyuvantes en la transformaciones de los
paisajes, pero que además contribuyeron al deterioro ecológico y a la problemática social
que se traduce en la formación de relaciones de poder que diferentes actores han tejido a los
largo de los últimos 150 años para allegarse este vital recurso.
Los factores antropogénicos que analizaremos en este periodo que nos toca analizar
—con base en la investigación de archivo y campo realizada— que contribuyeron a la
transformación de los paisajes, al inicio del desequilibrio ecológico y a la formación de
relaciones de poder desde mediados del siglo XIX en el área del río Cupatitzio-Marqués
son: a) El cambio en la propiedad de la tierra de comunal a privada a partir de la
desamortización, lo que en cierto sentido propició b) El desplazamiento de los viejos
actores y su inclusión a nuevas relaciones de producción y la introducción y/o
consolidación de grupos socioculturales que se beneficiaron de la privatización de la tierra
y la nacionalización de los recursos acuíferos, que fueron aprovechados para el riego y la
generación de fuerza motriz y eléctrica gracias a los cuales lograron establecer sólidas
relaciones de poder a lo largo y ancho del área de estudio.
El trabajo esta estructurado en tres partes fundamentales como son la Tierra
Templada, la Tierra Fría y la Tierra Caliente, con lo que se busca un análisis integral de la
microcuenca, no sólo en su aspecto físico y biológico. Además se busca ahondar en las
relaciones de poder que se entretejen en alguno de estos pisos ecológicos y aquellos
establecidos entre las diversas sociedades rurales y urbanas presentes en toda esta área.
En este sentido, la interconexión que exista entre estos tres pisos de la microcuenca
se basará fundamentalmente en el recurso agua, el cual es un producto del suelo y el
bosque, y en consecuencia la manera como se manejen estos dos recursos, tendrá influencia
sobre su caudal, así se explica que la deforestación ocurrida en la sierra Purhépecha desde
finales del siglo XIX y la demanda de agua para el riego de cultivos comerciales en la
98
Tierra Templada como el café entre otros factores, sean el inicio de la posterior merma del
agua y del desequilibrio ecológico que hasta la fecha continua.
En cada uno de los pisos ecológicos se analizarán los usos que se le daban al agua: en la
Tierra Fría se estudia la privatización de la tierra comunal a privada y la forma como
contribuyó a la explotación del bosque, para en el siguiente capítulo poder entender la
manera como repercutió la tala inmoderada en la zona de manantiales presentes en la zona
de escurrimiento o Tierra Templada. En esta última se analizará la relación existente entre
el cultivo del café y la destrucción de la propiedad pertenecientes a las corporaciones
civiles y religiosas y a los usos del agua en los sectores agrícola, industrial y doméstico. Así
como el proceso de privatización de los recursos acuíferos por el cual pasaron los usuarios
que hacían uso del río Cupatitzio-Marqués en el último cuarto del siglo XIX.
Por último, en la Tierra Caliente o de soporte se ahondará en la transformación
suscitada en los paisajes a partir de la introducción de la infraestructura hidráulica dedicada
al riego del Llano de Tamácuaro y la producción de energía eléctrica realizada por la
familia italiana de los Cusi.
En cuanto a las fuentes, el escrito se conformó con la información recabada en cinco
archivos: Archivo Histórico del Agua (AHA), Archivo Histórico General del Poder
Ejecutivo de Michoacán (AHGPEM), Archivo General de Notarias de Morelia (AGNM),
Archivo Histórico de la Procuraduría Agraria de Michoacán en Morelia y el Registro
Público de la Propiedad de Uruapan (RPPU).
La información obtenida en el AHA fue indispensable para la redacción de este
capítulo —sin omitir la importancia de los demás archivos— sobre todo lo referente a la
Tierra Templada y la Tierra Caliente, ya que arrojó datos sobre las concesiones y la
infraestructura hidráulica construida en estos dos pisos ecológicos de la microcuenca, así
como la cartografía donde se asentó ésta y que además nos proporcionaron información
sobre el relieve, la hidrografía, la propiedad de la tierra, la población y cultivos existentes
en el área a que se refieren.
Otro tipo de fuente fueron los relatos de viajeros que desde la tercera década del
siglo XIX realizaron para nuestra área de estudio la Marquesa Calderón de la Braca, Matías
Romero y Carl Lumholtz. Útiles para saber sobre la geografía del lugar y los principales
cultivos existentes en aquella época.
99
Sin lugar a dudas las Memorias de un colono (1955) escritas por Ezio Cusi, descendiente
directo de Dante Cusi, fue una guía indiscutible para desarrollar la parte del capítulo
referente a la transformación de los paisajes en la Tierra Caliente desde principios del siglo
XX. Sin embargo, al ser escrita con el fin de hacer un reclamo por las propiedades
expropiadas por el gobierno de Lázaro Cárdenas, justifica toda acción ejercida por su
familia a lo largo de cuatro décadas, sin ejercer crítica alguna sobre éstas. Por otro lado, hay
que destacar la omisión de datos con el fin de exaltar el papel que jugó su familia en el
crecimiento poblacional en la zona y en el desarrollo de la agricultura de riego, que aunque
escasas pero existían. Sin embargo este libro es lectura obligada para aquel que quiera
conocer el desarrollo de la Tierra Caliente de finales del siglo XIX y las tres primeras
décadas del XX.
En este mismo rubro se encuentran las memorias escritas por el señor Maximiliano
Ribera, quien personalmente nos la proporcionó con el fin de entender un poco de la
historia política de Lombardía.
Entre las fuentes etnográficas destacan la entrevista abierta realizadas a comuneros
de San Juan Parangaricutiro, habitantes de los barrios de Uruapan y a los antiguos
trabajadores de las hacienda de Lombardía y Nueva Italia con el fin de tejer el complejo
sistema de relaciones de poder en la microcuenca.
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y SU INFLUENCIA EN LOS CAMBIOS EN LAS LEGISLACIONES: LA TIERRA Y EL AGUA, 1824-1910
Al surgir el México independiente, se necesitaba redactar una Constitución donde se diera
un trato igualitario a todos los ciudadanos que conformaban el enorme mosaico que era este
país. Fue entonces que se abolió el derecho indiano y con ello la protección tutelar del
estado Español para con los pueblos indios. La Carta Magna, donde quedarían asentados
todos estos cambios, fue la Constitución de 1824 que otorgó facultad jurídica para que los
congresos estatales regularan el uso, tenencia y propiedad de la tierra en el país. Se legisló a
favor de la división y el reparto individual de la tierra entre los propios indios, prohibiendo
que los predios fueran enajenados hasta transcurridos cuatro años (Velasco 1993, 1).
El sustento ideológico que impulsó estos cambios fue el liberalismo. Los mexicanos
seguidores de esta filosofía consideraban que la agricultura era una fuente generadora de
100
riqueza, la que pensaban desarrollar a partir de la división de las tierras comunales y
eclesiásticas en tierras individuales y así generar el sentimiento de propiedad (Velasco
1993, 5).
En el estado de Michoacano se dictaron una serie de reglamentos que ordenaban la
división de la tierras comunales, sin que por ello se excluyera la existencia de la comunidad
y, al igual que en la legislación nacional, se prohibió vender e hipotecar la tierra antes de
cuatro años de recibirla en propiedad (Velasco 1993, 4).
Bajo esta lógica se promulgó la ley del 18 de enero de 1827 a partir de la cual las
comunidades campesinas vieron afectadas sus propiedades tanto rurales como urbanas. Esta
ley disponía que las tierras comunales debieran repartirse de forma individual entre los
descendientes de las familias, a lo que los miembros de las comunidades se negaron ya que
en el reglamento de dicha ley excluía del reparto las tierras en conflicto y las que tenían
arrendadas, lo que bien podía constituir un despojo.
De manera posterior el 13 de diciembre de 1851 se decretó otra ley que pretendía
hacer efectivo el fraccionamiento de las tierras de comunidad. Poco tiempo después la
disposición se impugnó ante las protestas de varios comuneros (Sánchez Díaz 1988, 4).
Sin embargo, poco a poco en la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués, sobre todo
en la Tierra Templada, comenzó este proceso de desamortización, cuya punta de lanza fue
la introducción del cultivo del café, el que desde mediados del siglo XIX demando tierras
con riego procedente de este río.
En un contexto mundial la política económica de los países más industrializados en
el siglo XIX como Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania, se dirigió en la
exportación de capitales, y la concentración de materias primas necesarias para el
desarrollo de su industria (Gutiérrez 1989, 139).
De ahí la demanda a los países menos desarrollados de cultivos comerciales como el
algodón, arroz, café, cacao, añil, azúcar, entre otros, que siempre o casi siempre requerían
de riego. En este contexto México sería un país agro-exportador, pese a los esfuerzos
realizados por parte de los gobiernos liberales para lograr la industrialización del país como
veremos en este capítulo.
Para la realización de estos fines se necesitaba un campo abierto para alentar la
inversión de los grandes terratenientes nacionales, pero sobre todo de aquellos extranjeros
101
que serían incitados por medio de varias promesas de exenciones de impuestos para que
invirtieran en el país.
Fue entonces cuando el impulso liberal dictaría una nueva ley que sin lugar a dudas
vendría a consolidar, a nivel nacional, la tan ansiada división del territorio comunal y que
sería el soporte de estas exigencias para logar la integración del país en el plano mundial,
gracias a los cultivos que como el café lograron colocarse en el gusto europeo y
estadounidense.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX se promulgaron una serie de leyes con
este mismo sustento ideológico durante los gobiernos de Juárez, Lerdo de Tejada y Díaz.
Entre las principales encontramos: la Ley de Desamortización de Bienes de Manos Muertas
mejor conocida como Ley Lerdo, decretada el 25 de junio de 1856 y las circulares del 9 de
octubre y 11 de noviembre que se desprenden de aquella, mediante las cuales se pretendía
poner en circulación la propiedad eclesiástica y la comunal; la Ley sobre Colonización y
Compañías Deslindadoras del 15 de diciembre de 1883 y la Ley de Baldíos del 26 de
marzo de 1894.
El móvil principal era repartir la propiedad de las congregaciones civiles y
religiosas, con lo cual se buscaba consolidar los intereses privados de una naciente
burguesía que estaba al servicio de las demandas del capitalismo en su fase imperialista.
Estas y otras leyes fueron la punta de lanza en el fortalecimiento de la propiedad
privada y el fraccionamiento tanto territorial como social de las congregaciones existentes
en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués.
De acuerdo con Molina al inicio fueron los criollos quienes se aprovecharon de
dichas leyes ya que por diferentes actividades lograron reunir capitales de relativa
consideración y por medio del recurso de la denuncia pudieron adquirir fincas que antes no
estaban en circulación como los bienes de la iglesia (Molina 1979, 75). Es decir, ellos
contaban con los recursos para escriturar las propiedades y seguir abonando los pagos
relativos a la renta.
Y es que de acuerdo con estas leyes y decretos todo aquel que pretendía adjudicarse
un predio legalmente tenía, por un lado, que seguir pagando el valor correspondiente a la
102
renta establecida1 2 y constar la propiedad por escritura pública como lo establecía el artículo
27 de esta Ley. Esta condición que por un lado posibilitaba la posesión para los mestizos,
por otro lado limitaba la adquisición de los predios a las mayorías, entre ellos los indígenas.
Pero la circular del 9 de octubre de 1856 fue la que en realidad propiciaría la
división de la propiedad rústica por encaminarse al fortalecimiento de la burguesía. Esta
circular suprimió la alcabala y la necesidad de otorgamiento de escritura de adjudicación,
pues para considerarlos dueños y propietarios de lo comprado les bastaría el título que les
daba la autoridad política, en papel marcado con el sello de su oficina, protocolizando en el
archivo de la misma los documentos que se expidan, siempre y cuando la propiedad no
excediera el costo de $200.
Para evitar que se cometieran abusos hacia los indígenas y “labradores
menesterosos” la circular estipulaba que sólo las adjudicaciones o remates se podían
verificar en el caso de que los arrendatarios renunciaran a su derecho, lo cual se debía
constar en las escrituras otorgadas a favor de las otras personas. Sin embargo, en el caso
particular de San Juan Parangaricutiro la mayoría de los denunciantes de tierras fueron
mestizos procedentes de varios puntos del país quienes incluso antes de 1856 ya poseían las
mejores tierras.
En este sentido, dos decretos fueron fundamentales; el emitido el 9 de diciembre de
1868 que facultaba al gobernador para promover el reparto de las tierras comunales; y una
circular de 1877 donde se informaba que las comunidades conformadas a la manera jurídica
española dejaban de existir y sólo serían consideradas como reuniones de individuos que
poseen intereses comunes (Gutiérrez 1989, 146).
Al inicio del último tercio del siglo XIX las tierras comunales en Michoacán estaban
asentadas en dos de los 15 distritos en el estado. Pátzcuaro y Uruapan congregaban a la
mayoría de las comunidades, cada uno tenía 36, es decir 45.12% de un total de 164
existentes en todo Michoacán (Sánchez Díaz 1989, 232).
En este contexto las tierras comunales asentadas en la zona de escurrimiento
(ciudad de Uruapan) fueron las que más sufrieron pérdidas en su extensión de toda la
1 Calculada como rédito al 6% anual especificado en el artículo 1° de esta Ley. Toda mención hecha sobre los artículos de esta Ley fueron tomados de La Legislación Mexicana de Manuel Dublán y José María Lozano, 2004, Tomo VIII, p. 198-201.2 AHGPEM, Hijuelas, Morelia, Libro 21, 1872, foja 63.
103
microcuenca del río Cupatitzio-Marqués. En su zona de absorción, en la comunidad de San
Juan los comuneros lucharon con ahínco para no perder sus predios mayoritariamente de
uso forestal. Mientras que en la zona de soporte prevaleció desde la Colonia la propiedad
privada, las dos enormes haciendas de La Zanja y de Capirio abarcaban más de 60 mil ha
juntas.
La nacionalización de los recursos acuiferos
Quisiéramos señalar la fragmentación que sufriera la microcuenca del río Cupatitzio-
Marqués a partir de la promulgación de la Ley de sobre vias generales de comunicación de
1888, año que marcó el inicio del proceso de la nacionalización de las aguas nacionales.
Antes de entrar de lleno en el tema, quisiéramos desarrollar una arista poco
estudiada de la nacionalización de las aguas del país, la cual ahondara en la génesis a partir
del cual surge la fragmentación en el manejo de una microcuenca —en este caso la del río
Cupatitzio-Marqués—; que en la “centralización” o “reglamentación” de los recursos
acuíferos.
De ahí que entendamos el término nacionalización como un proceso de
fragmentación de una cuenca, subcuenca o microcuenca, al quedar sus afluentes bajo
diferentes ingerencias en un mismo momento (municipal, estatal o federal), lo que ha
contribuido a su deterioro ecológico.
Concomitante a lo anterior, también quisiéramos señalar que en la transición de
jurisdicción de un cuerpo o corriente de agua intervienen, además del personal
gubernamental, los usuarios junto con las relaciones de poder entretejidas con anterioridad,
a través de las cuales nos permiten saber de aquellos espacios donde el gobierno federal
tuvo poca participación sea por las relaciones de poder legitimadas o por una actuación
tardía de éste; con lo cual se pretende disipar la idea de su injerencia totalizadora cuyas
decisiones emanan de arriba hacia abajo sin que intervengan otros actores sociales. Ello en
cuanto al área que nos toca estudiar.
La nacionalización de los recursos acuíferos del estado de Michoacán comenzó en el
porfirismo cuando se establecieron las bases políticas y se dieron los primeros pasos para
que el gobierno federal se adjudicara la propiedad y mantuviera el control de los recursos
acuíferos del país. En el periodo que nos toca estudiar se redactaron las siguientes leyes: la
104
Ley del 5 de junio sobre vías generales de comunicación de 1888, la Ley del 6 de junio de
1894, la del 20 de junio de 1908 y la Ley sobre aprovechamientos de aguas de jurisdicción
federal del 13 de diciembre de 1910.
En la última de estas leyes el gobierno federal emitió la primera ley sobre
aprovechamiento de aguas de jurisdicción federal y el reglamento respectivo, estableciendo
las bases definitivas de la jurisdicción del estado en materia de aguas para que los
particulares pudieran tener acceso a ellas.
Por último, con la redacción del artículo 27 de la Constitución de 1917, al ser el
complemento y perfeccionamiento de lo dispuesto en la ley del 13 de diciembre de 1910, se
concluyó la nacionalización política y administrativa de este recurso por parte del gobierno
federal (Sánchez Rodríguez 1994, 34), en cuanto a materia legislativa se refiere.
El gobierno federal intentó hacer una distribución de las aguas públicas con la Ley
de 1888, entre los poderes que representaban la soberanía nacional, es decir, por la
federación, los estados y los municipios. Eran vías generales aquellos lagos y ríos
navegables y flotantes y aquellos que sirvieran de límites al territorio nacional o a los
estados. Quedaban a cargo del ejecutivo federal la vigilancia de estas vías de comunicación
y las facultades de reglamentar su uso público y privado.
En este sentido en el estado de Michoacán se habían declarado en el año de la
declaratoria de esa Ley cuatro ríos y dos lagos de jurisdicción federal: Balsas, Coahuayana,
Lerma, Los Plátanos y Pátzcuaro y Zirahuén (Noticias 2002 [1886], 101-103).
Con la Ley del 6 de junio de 1894, se autorizaba al ejecutivo para que hiciera
concesiones para aprovechar las aguas de jurisdicción federal;3 4 en este sentido tuvo
ingerencia en estos seis cuerpos de agua localizados en el estado de Michoacán. El
gobierno del estado y en menor grado el federal, comenzaron a tener mayor injerencia en
este sentido, desplazando poco a poco a las autoridades municipales en la toma de
dediciones para este efecto, como lo evidencian las concesiones expedidas por ambas
instancias con fechas posteriores al año de 1894.
Como parte de esta lógica, el 10 de junio de 1895 el gobierno del estado de Michoacán
giró una circular a las prefecturas de los distritos, donde prohibía a los ayuntamientos hacer
3 También eran vías generales las carreteras nacionales, ferrocarriles, los mares territoriales, los esteros y lagunas de las playas, los canales construidos por la federación con recursos de la nación (Herrera, 1994 132).4 La Legislación Mexicana de Manuel Dublán y José María Lozano, 2004, XXIV, p.180.
105
concesiones de agua de los ríos (Sánchez Rodríguez 1993, 29). Sin embargo el gobierno
estatal continuó extendiendo concesiones de ríos, lagos, manantiales y demás cuerpos de
agua los que en su mayoría continuaban bajo su vigilancia.
Bajo estas circunstancias, encontramos en el Archivo Histórico del Agua una serie de
peticiones y confirmación de derechos de aguas, que no hacen más que reflejar el estado de
confusión de los usuarios. Entre éstas destacan un número considerable de ocursos donde se
externa la duda de saber sí el río Cupatitzio-Marqués y varios de sus afluentes, estaban bajo
jurisdicción federal o estatal.
El 23 de abril de 1895 el río Cupatitzio-Marqués fue declarado de jurisdicción
federal según consta en un oficio que mandó por el personal de la secretaría de Fomento, es
decir, 21 años después de la redacción de la primera ley en 1888. Esta declaración surgió a
partir de la petición de un particular y no por la iniciativa de esta Secretaría.
LA TIERRA FRIA Y SUS BOSQUES
Desde el año de 1868 la microcuenca del río Cupatitzio-Marqués abarcaba la parte noroeste
del territorio del distrito de Uruapan y hacia el sur los distritos de Apatzingán y Ario,5
conteniendo una diversidad paisajística y étnica que iba desde el verde nebuloso de la
Sierra poblada por purhépechas y rancheros; el clima templado de la Tierra Templada
poblada por citadinos; hasta las estepas secas y áridas de la Tierras Caliente del dominio de
hacendados y rancheros.
Hacia el noroeste de la ciudad de Uruapan, se encontraba San Juan Parangaricutiro,
municipalidad del distrito de Uruapan que además congregaba a las tenencias de
Angahuán, Corupo, Sicuicho, Zacán, Zirosto y Parícutin (Velasco 2006 [1895], 164).
La vía de acceso de Uruapan a San Juan era por el Camino Real que iba de esta
ciudad a Los Reyes, el cual pasaba por San Juan que era paso obligado por ser un balcón
natural que comunicaba hacia la Tierra Caliente michoacana. A esta comunidad llegaban
los arrieros donde cada domingo se formaba un comercio que congregaba productos
5 En este año el Michoacán estaba dividido en 15 distritos. Uruapan congregaba además de su municipalidad las de Tarétan, Paracho, Nahnátzen y Cherán. El segundo contenía cuatro municipalidades: Apatzingán, Tancítaro, Parácuaro y Amatlán, mientras que Ario, contenía además la de Urecho y La Huacana (Velasco 2006 [1895], 56-57),
106
tropicales procedentes de la costa y la Tierra Caliente y aquellos de zonas aledañas: de San
Francisco Peribán se llevaba caña de castilla y camotes, de Zacán productos de palma, de
Angahuan trabajos de madera, de Santa Ana Zirosto cobijas y duraznos y de Parícutin
mercaban agua miel, tamales y peras (Plá 1981, 66).
La comunidad de San Juan contaba con 21,106-43-61 ha, la mayoría tapizadas de
bosques que eran aprovechados para la elaboración de tejamanil que anualmente ascendía a
unas 15 mil vigas; otra actividad de importancia era el cultivo de maíz, además de una gran
variedad de frutas entre las que mejor cosecha se obtenía estaban las peras bergamotas con
una producción anual de 30 cargas (Catálogo 2002 [1892], 42 y 112). Además su población
ofrecía sus famosas colchas de lana tan características del lugar que a esta localidad se le
conocía como San Juan de las Colchas.
En cuanto a los bosques y tierras de labor durante el siglo XIX eran aprovechados
tanto por los indígenas del lugar como por gente del exterior que habían llegado atraídos
por los recursos, el comercio que congregaba y por la oportunidad de acceder a algún
puesto político en el ayuntamiento, ya que San Juan era cabecera municipal (Espín sf).
San Juan fue el receptor de mestizos venidos de otros puntos del país, en un
principio se dedicaron al comercio y poco a poco pudieron acceder a los bosques y tierras
de labor ante la emergencia de los indígenas por una mala cosecha o algún préstamo en
efectivo, donde las tierras eran la garantía de pago y en caso de no efectuarse las posesiones
pasaban a la propiedad de los comerciantes.
De hecho para el siglo XIX buena parte de las tierras comunales estaban arrendadas
a particulares que las dedicaban a actividades agropecuarias cuyas rentas eran controladas
por los ayuntamientos, otras, reconocían considerables capitales a favor de varias cofradías.
Además muchas propiedades privadas que se habían extendido sobre tierras de comunidad,
ya provocaban reclamos de los comuneros ante las autoridades locales (Sánchez Díaz 1989,
4-5).
De manera posterior hubo intentos por parte del gobierno del estado por
desamortizar las tierras de las corporaciones a partir de las leyes de 1827 y 1851, pero sobre
todo con las Leyes de Reforma, la fragmentación comunal fue inminente.
107
La desamortización de las tierras comunalesLa Ley del 25 de junio de 1856 fue decretada por el entonces presidente sustituto Ignacio
Comonfort, quien consideraba que uno de los principales obstáculos para lograr la
prosperidad de la Nación era la libre circulación de una gran parte de la propiedad raíz, la
cual la concentraban las corporaciones6 tanto civiles como eclesiásticas.7 Entre las primeras
estaban los bienes que compartían pro-indiviso las comunidades indígenas.
Debido a las dudas y diferentes interpretaciones en cuanto a las denuncias y
adjudicaciones especificadas en la Ley del 25 de junio, meses después se redactaron dos
circulares más, la del 9 de octubre y 11 de noviembre de 1956.
Estas circulares fueron las que despejaron las dudas del prefecto de Uruapan Jesús
Rodríguez, quien en 1872 manifestará por escrito al personal de la secretaría de
Gobernación del estado de Michoacán:
Ayer y hoy han sido presentados a esta Prefectura multitud de ocursos
denunciando y pidiendo adjudicación de diversos terrenos y fincas rústicas
pertenecientes a las comunidades indígenas del Distrito con arreglo a la
ley del 25 de junio de 1856.8
De acuerdo a lo expresado por el prefecto había varias dudas por parte de los denunciantes
en saber cuáles tierras eran las que se podían denunciar, si las que se usufructuaban, es
decir que se ocupan en alguna actividad en específico por un parcionero o arrendatario, o
bien las que no estaban “ocupadas” pero que igualmente pertenecen a la comunidad. La
pregunta aquí es cuál de éstas se pueden denunciar y quién puede denunciarla, si los
mismos usufructuarios o en otros casos los que arriendan éstas y cuyas rentas aplican a sus
necesidades comunes.
6 De acuerdo al artículo 3° de esta Ley, entre las corporaciones se tenían a las comunidades religiosas de hombres y mujeres, cofradías, archicofradías, congregaciones, hermandades, parroquias, ayuntamientos, colegios y en general todo establecimiento o fundación que tenga el carácter de duración perpetua o indefinida.7 Retomado de la introducción a la ley del 25 de junio de 1856 por el entonces presidente Ignacio Comonfort, (La Legislación Mexicana 2004, Tomo VIII, p. 198).8 AHGPEM, Hijuelas, Morella, libro 21, 1872, foja 63.
108
En el comunicado mandado por el secretario del gobierno del estado Luís González
Gutiérrez estas dudas se resolverían con las circulares del 9 de octubre y 11 de noviembre
de 1856.
Al parecer en la década de los cincuenta y sesenta del siglo XIX no hubo en San
Juan adjudicaciones que se pudieran verificar ante el prefecto porque no presentaban los
denunciantes la renuncia expresa del arrendatario en la escritura que se otorgaba a favor de
la otra persona, requisito especificado en la circular del 9 de octubre. Con ello se evitarían
las ventas o apropiaciones sin el consentimiento del comunero.
Durante el transcurso que va desde la redacción de esta Ley hasta finalizar la década
de los años sesenta no procedieron legalmente algunas adjudicaciones que hombres como
Gonzalo Chávez9 o integrantes de la familia Guerrero10 pretendieron hacer sobre las tierras
localizadas en el territorio de San Juan. Fue en la década siguiente cuando comenzó a
fragmentarse, ante el allanamiento de la propiedad privada. ¿Pero realmente fue a
consecuencia de la presión que ejercía el gobierno del estado, para que se llegara a la
determinación de titular los primeros predios o fueron otras las circunstancias que obligaron
a esta decisión?
En el caso de San Juan la mayoría de los comuneros no querían escriturar sus tierras
que ocupaban por derecho de antigüedad y lo mismo sucedía en otras localidades de la
sierra Purhépecha quienes de igual manera vivían una situación similar que orilló a que 16
9 Este señor promovió ante la autoridad la adjudicación de los montes de Parangaricutiro en 1895 (AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 18, 1855, foja 15). Dicha denuncia fue conocida por los parcioneros de San Juan por la publicación que se hiciera de ésta en el Periódico Oficial del estado, en donde por sugerencia del gobernador del estado Luís Valdés ésta se estableció como baldío y no como adjudicación (AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 18, 1895, foja 18). Sería hasta el noviembre de 1902, cuando en sesión en el pueblo de Parangaricutiro, se comunicó la Resolución del Presidente de la República, entonces Porfirio Díaz, declarando improcedente el denuncio que hizo Gonzalo Chávez de las tierras de ese pueblo y que sólo procedía el reparto de los bienes entre los parcioneros AHGPEM, HIJUELAS, Morelia, Libro 21, 1905, foja s.n.10 Este grupo cuyos integrantes se autodenominaba como indígenas de Parangaricutiro, acudieron a la Prefectura de Uruapan para solicitar la ejecución de las leyes y disposiciones vigentes relativas al reparto de los bienes de la comunidad, ante la oposición, el desorden y las irregularidades que según ellos estaban llevando a cabo los viejos del común al administran los bienes (AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 18, 1869, foja 7). La respuesta que obtuvieron fue que no era de la competencia de esa Prefectura la resolución de su petición. Por lo mismo el prefecto de Uruapan canalizó el escrito de este grupo al gobierno del estado para que fuera éste el que determinara lo conveniente, con la advertencia de que con antelación los comuneros de San Juan se habían comprometido a realizar por sí solos el reparto de sus bienes (AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 18, 1869, foja 9). Finalmente no procedió dicho denuncio.
109
apoderados11 se unieran y organizaran para ir a defender sus tierras en la ciudad de M orelia
donde dirigieron una carta al gobierno del estado en la cual expresaban su deseo de
continuar en com unidad, ya que no les era fácil prescindir en un m om ento dado de los
hábitos y costum bres de m uchos años y que de acuerdo a lo que habían visto en otras
com unidades, cuyos bienes se habían repartido, les decía que el reparto de sus tierras sería
la ruina de sus pequeñas propiedades y los dejaría en la triste condición de extraños de sus
posesiones, sujetos a com prar lo que antes disfrutaban com o dueños.12 13 Y nada m ás real que
esta reflexión que nos ofrecen estos com uneros ya que la desam ortización no era m ás que
una com pra a plazo, gravada por un im puesto de transm isión (M olina 1979, 76).
La estrategia que convinieron estos representantes para postergar esta
fragm entación de su tierra fue la solicitud de un plazo de dos años para verificar el reparto
de sus terrenos de una m anera provechosa, ya que tenían dificultades que im pedían llevarlo
a cabo.
Entre las razones propuestas estaba prim ero conocer y determ inar aquellos terrenos
de las com unidades que pudieran dividirse, ya que la m ayoría estaban en litigio ya fuera
con los propietarios colindantes o con otras com unidades; y aún los que no se encontraran
en este caso no tenían sus lím ites bien determ inados por no estar reconocidos o porque con
el paso de los años se había confundido.
El segundo argum ento expuesto fue que com o los litigios, los am ojonam ientos y el
reparto dem andaban gastos, todas las com unidades deseaban proporcionarse por algún otro
m edio que no fuera la venta de terrenos — solución propuesta por el gobierno del estado— ,
los recursos para proceder al reparto.
C abe destacar que para pedir esta prórroga se tuvieron que hacer a un lado las
diferencias que existían entre com unidades por cuestiones de linderos, fue así com o se
logró obtener un tiem po considerable que por las circunstancias de la zona m uy
seguram ente se podía prolongar de m anera indefinida, ya que los pleitos por linderos entre13localidades procedían desde la Colonia.
1 Las comunidades fueron Zacán, Zirosto, Paracho, Cherán, Nahuatzen, Tancítaro, Peribán, Parícuti, Pamatácuaro, Angahuan, Charapan, Corupo, Sevina, Parangaricutiro y Tingüindin, AGHPEM, Hijuelas, Uruapan, libro 18, 1869, fojas 40-44.12 a Gh PEM, Hijuelas, Uruapan, libro 18, 1869, fojas 40-44.13 En cuanto a las querellas por linderos podemos mencionar entre los más antiguos los que tenían San Juan con Parícutin, que se remontan por lo menos desde 1767 (de acuerdo a registros de la comunidad de San Juan
110
Pero las presiones para lograr la fragmentación de la propiedad comunal de San Juan
también provenían de gente que antaño se había asentado en el pueblo, que para estas
épocas era cabecera municipal, condición que la hacía muy atractiva ya que se podía
acceder a puestos políticos que una vez instalados en ellos podrían beneficiarse con mayor
facilidad de las denuncias de adjudicación de tierras comunales.
Es así como desde las primeras décadas del siglo XIX encontramos en San Juan una
marcada división entre los propios comuneros y una heterogénea composición social
dentro de ella, cuyos grupos tenían intereses diferentes.
La titulación de los prediosRetomando las investigaciones de Moheno (1985), Bofil (2005) y nuestro trabajo en varios
archivos michoacanos, es que proponemos cuatro grupos beneficiarios de la privatización
que directa o de manera indirecta se desprenden a partir de la desamortización:14
a) De acuerdo a la versión que han manejando las diferentes autoridades de la
comunidad de San Juan desde 1905, así como a los dos autores antes citados, la génesis de
la privatización inicia con un primer grupo hacia el último cuarto del siglo XIX, cuando
como consecuencia de la primera de las Leyes arriba citadas y sus circulares, los
parcioneros acordaron escriturar diversas extensiones de tierras afectables por la ley a
nombre de los hermanos Rafael y Miguel Equihua.
Sin embargo, de acuerdo a la revisión realizada para la redacción del presente
escrito en el AGNM y el RPPU, se han encontrado algunas variantes que complementan la
versión de Moheno y Bofia, quienes omiten datos debido a que se basaron en el archivo de
la comunidad, a partir de las actas en defensa de las tierras, es decir información que fue
retomada de los archivos estatales, pero sólo aquella que convine para los juicios de
restitución y donde se omite información muy significativa.
De acuerdo con estos autores, los comuneros acordaron con Miguel Equihua
escriturar a nombre de este último el predio comunal denominado rancho El Tejamanil (con
Parangaricutiro). Los miembros de esta última comunidad disputaban casi al finalizar la primera década del XX un terreno cuya extensión oscilaba en 400 ha.14 Para la redacción de este apartado referente a la privatización de tierras comunales nos hemos basado en la obra de Moheno (1985, 108-113, 116, 128-131) y de Bofil (2005, 186-194), así como los documentos que contienen los juicios de restitución de bienes comunales del RPPU Y DEL AGNM.
111
una extensión de 2,423 ha), obteniendo el título de dominio pleno en un acta asentada el día
16 de junio de 1872 ante el prefecto de la ciudad de Uruapan.
De manera extraoficial, esta adjudicación fue hecha sólo con el efecto de que fuese
considerado como propiedad particular para evitar las invasiones que desde hace años venía
perpetrando la comunidad de San Salvador Combutzio mejor conocida como Parícutin.
Lo que los dos autores antes referidos no mencionan es que los comuneros al no contar
con el dinero suficiente para el pago de los servicios prestados por Miguel Equihua por
defender sus tierras, acordaron cederle un terreno cultivable dentro del predio El Tejamanil.
De acuerdo con la revisión que se hizo en el RPPU donde se encontró el título
redactado en 1872, efectivamente se especifica dicha sesión con un valor de $50, aunque se
omite el número de hectáreas.15
En dicho documento Miguel Equihua solicitó el título de dominio del predio El
Tejamanil, para lo cual presentó dos certificados donde especificaba que él era indígena de
San Juan16 y que desde tiempo inmemorial estaba en posesión de cuatro solares urbanos
(valorados cada uno en $15, $12, $12, $20) y un terreno en el rancho Tejamanil (valorado
en $50) que como veremos días antes le habían cedido los comuneros.
Y es que si registraba este predio a un bajo costo podía adjudicarse el predio basándose
en la circular del 9 de octubre de 1856, en la cual se especifica que la autoridad política
podía otorgar un título en papel marcado con el sello de su oficina protocolizándose en el
archivo de la misma los documentos que se expedían, siempre y cuando la propiedad no
excediera el costo de $200. De esta manera Miguel Equihua declaró que el valor de los
cinco predios era de $99, cantidad comprendida en la circular para otorgar título.
Además, de acuerdo con esta acta, el interesado presentó un certificado donde se
especificaba la sesión del predio del Tejamanil a éste, lo cual en cierta manera cubría el
segundo requisito que solicitaba esta circular para expedir el título, consistente en presentar
’ RPPU, Tomo I, Registro 147, foja 399.6 De acuerdo con nuestras indagatorias hemos podido dilucidar que tanto Pedro y Miguel eran hermanos,
mientras que Carlos Equihua también era pariente de éstos. Al parecer no eren indígenas, o al menos no de San Juan, vivían en Uruapan donde este último era un abogado, quien también defendió la propiedad rústica de San Juan ante Gonzalo Chávez, caso que llevaría varios años en resolverse y por el cual los comuneros quedaría endeudados.
112
ante las autoridades la renuncia de los arrendatarios a su derecho, lo cual se debía constar17en las escrituras otorgadas a favor de las otras personas.
Si bien es cierto que las Leyes de Reforma fueron una amenaza a la organización y
estructura del territorio comunal, sin embargo también representaron la posibilidad para que
las comunidades no perdieran parte de sus predios y menguar así, aunque sea de manera
momentánea, los conflictos por linderos que tenían con otras localidades, en especial con
Parícutin.
Lo que no previeron los comuneros con esta acción fue que con ello estaban
acelerando la privatización del territorio comunal ya que a la muerte de Miguel Equihua sus
descendientes Espiridión y Margarita en base a una acta judicial de intestado se dividieron
las tierras del Tejamanil, con la cual pudieron los notarios de Uruapan, de manera posterior,
escriturar las ventas que hacían éstos de diferentes fracciones del predio El Tejamanil a sus
medieros, personas de Uruapan y a contados miembros de la comunidad que así lo
solicitaron.
Por esta razón el representante del pueblo Luis Cuara en 1905 hizo gestiones
legales para recuperar de la sucesión del señor Equihua el título el cual se le había quedado
por espacio de 23 años.17 18 19
De acuerdo con el registro encontrado en el AGNM con fecha de 1905, esta
reivindicación se logró en los términos que indicaba una acta inserta (no especifica si en el
acta de 1872 o en la que presentaron en ese momento), es decir, cediendo a la sucesión de
Miguel Equihua 28-53-00 ha de terreno cultivable ubicado en el casco del rancho del
Tejamanil, para así retribuir los servicios que el mismo señor Equihua prestó a favor de la
comunidad de San Juan en defensa de sus tierras.
Pero como podemos ver en el cuadro 8, Miguel Equihua se apropió de un solar en el
pueblo de San Juan desde 1863, antes que el Tejamanil, aunque este fue registrado ante el
Registro Público de la Propiedad hasta 1915, muy seguramente por sus descendientes.
17 AHGPEM, Hijuelas, Libro 21, Morelia, 1872, foja 63.18 AGNM, Libro Uruapan , 1905, Registro 55, fojas 385 a la 388.19 Un año antes el mismo Luis Cuara pedia los títulos (no especifica de qué predio) y documentos relativos a la propiedad de los terrenos de tierras comunales a Benjamín Equihua albacea de Carlos Equihua otro de los abogados defensores de la comunidad ante el mestizo Gonzalo Chávez. En este caso Benjamín Equihua se negaba a entregar dichos títulos. El ocurso está dirigido al gobierno del estado. AGHPEM, Hihuelas, Uruapan, 1904, libro 23, foja 168)
113
A partir de esta reivindicación del Tejamanil se desprenden la posterior compra-venta de
terrenos que durante todo el siglo XX y lo que va del presente siglo están en litigio entre la
comunidad y los pequeños propietarios. Ellas abarcan en la actualidad las fracciones
corresponden a Las Mesas, Agua Blanca, Las Amapolas y El Manzanillo, entre otras más.
Sobre este caso nos gustaría agregar dos consecuencia que traería consigo la
desamortización en la tenencia de la tierra en San Juan; la primera es que ante la
oportunidad de beneficiarse de esta Ley de manera individual, los indígenas de San Juan se
valieron de las Leyes de Reforma y en particular de la circular del nueve de octubre, para
escritura y defenderse de manera colectiva de sus vecinos, ya que estaba en juego el
territorio donde la comunidad reproducía su estructura y organización.
Sin embargo, de acuerdo con Moheno (1985) no se percataron de que al momento de
escriturar este predio a nombre de Miguel Equihua y cederle una parte a éste como pago a
sus servicios, estaban acelerando la privatización de sus predios y fragmentando así el
territorio comunal.
Una consecuencia más de la desamortización efectuada en la Tierra Fría de la microcuenca
del Cupatitzio-Marqués, es su modificación física ya que a partir de la fragmentación del
predio El Tejamanil y su posterior venta, se circundaron los predios “privados,” como se
especifica en el registro formulado para la recuperación del acta de adjudicación donde se
obligó a la sucesión Equihua —integrada por Espiridión y Margarita Equihua y la viuda de
aquél Martina Gallegos—, a circundar el predio con cerca y vallado.
Se puede comentar que a partir de la titulación de este predio en 1872, coexistían de
manera oficial dos sistemas en la organización social del espacio del territorio comunal,
uno que pugnaba por el aprovechamiento de manera individual donde la propiedad tenía
que ir acompañada por el sustento legal, en contraposición del otro donde el usufructo se
heredaba de generación en generación sin necesidad de avalarlo ningún papel.
b) El segundo grupo que proponemos se presenta en la última década decimonónica,
lo conforman Pedro Rodríguez, Vicente Contreras, Porfirio Aguilar, Braulio Campoverde,
Juan Rodríguez, Lucio Antolino, José Oseguera y José Roque, quienes en sus escritos
dirigidos a las autoridades se identifican como vecinos del lugar.
0 Estas tierras corresponden en la actualidad a huertas de aguacate altamente tecnificadas (riego por goteo o aspersión) y certificadas para que su producto se exporte, propiedad de empresarios de la ciudad de Uruapan, como así lo atestiguan los documentos encontrados en los archivos de la Procuraduría Agraria.
114
Predios de la familia Equihua
Propietario Nomb:re del predio A ’ño de ^^^^^a c ió n A ^ o de reg-is^o ante el R R PMiguel Equihua terreno en el El Tejamanil, Parang. 1872 1914
solar, Parang. 1888 1915solar, Parang. 1863 1915terreno en El Hospital, Jucutacato 1874 1915terreno en Joya de los Magueyes 1874 1915terreno en Agua Blanca, Jucutacato 1874 1915terreno de Las Amapolas en Parang. 1873 1915terreno en Las Amapolas, Parang. 1874 1915terreno en Las Amapolas, Parang. 1874 1915terreno en Las Amapolas en Parang. 1874 1915terreno en Agua Blanca, Parang 1874 1915terreno en Agua Blanca, Parang. 1875 1915terreno en El Hospital, Jucutacato 1874 1915terreno en Las Amapolas, Parang. 1874 1915terreno en Las Amapolas, Parang. 1890 1915terreno en Las Amapolas, Parang. 1915terreno en rancho Los Lobos 1885 1915terreno en T epamal y La Coyotera, Jucutacato 1873 1915terreno en Mistisimacuaro, Jucutacato 1874 1915terreno en Las Amapolas, Jucutacato 1874 1915
Espiridión Equihua solar con trojes en Parang. 1906 1908terreno en llano Cuarao, Parang. 1905 1908terreno La Piedra del sol, Parang. 1906 1908terreno Peritán, Parnag. 1905 1908terreno Cruz de Ramos, Parang. 1906 1908terreno La Cantera 1906 1908terreno en Llano Grande 1906 1908terreno El Rosario 1907 1908solar en el barrio La Asunción, Uruapan 1909 1910solar barrio de San Francisco, Uruapan 1910 1910solar en el barrio de San Francisco, Uruapan 1910 1910terreno Teruco 1911 1911Terreno enTeruco 1911 1911Acciones y derechos reales sobre terreno La Lagunita 1911 1911Acciones y derechos reales sobre rancho El Tejamanil 1911 1911Acciones y derechos reales sobre terrenos La Atascosa 1911 1911Terreno Cerrito de Los Amoles 1911 1912finca en el pueblo de Parang, un terreno en Arutácuaro, Los Magueyes, Tenandácuaro. Los Lobos, Parang. Otro terreno en Parícutin, otro en Calvario.
1915 1915
solar 1915 1915terreno en San Juan Parangaricutiro 1913 19164 solares 1917 1917terreno 1916 1918huerta 1918 1920terreno en Agua Rajada, Jucutacato 1919 1920varias fracciones del rancho el T ejamanil 1930 1931
Margarita Equihua Solar en calle nacional, Parang 1910 19107 terrenos 1915 1919Terreno El Pajarito, El Llanito, El Izitán, El lyamamil, Fracciones de los terrenos: Las Amapolas, Agua Blanca, El Manzanillo, El Hospital, Ojo de Agua del Puerco, Ojo de Agua del Gato, Tamazunal, Loma de la Coyotera.
1915 1930
2 fincas 1930 1930Fuente: RPPU, Catálogo de Ventas.
115
Cuadro 8
El grupo que analizaremos a continuación estaba integrado por varias cabezas de familia
que actuaban en representación de su grupo consanguíneo El modo de proceder para
hacerse de las tierras se lograría cuando cada integrante se adjudicara una porción de tierra
de uso común, pero como eran adjudicaciones que no estaban avaladas por los propietarios
para su venta, ya que no contenían la firma del arrendatario en las escrituras tal como lo
especificaba la circular del 9 de octubre de 1856, por lo cual durante varios años no
pudieron inscribirlas en el catastro para poder hacer las declaraciones correspondientes y
tener un comprobante que avalará su pertenencia, ante la imposibilidad de tramitar las
escrituras.
Sin embargo, tiempo después ello no fue impedimento para que se inscribieran los
predios en el catastro como se puede comprobar cuando años más tarde, al no encontrar
respuesta ante el prefecto de Uruapan, estos hombres hicieran la petición a la Tesorería del
estado para que el administrador de rentas no les pidiera la manifestación de sus bienes21como requisito para el cobro del predial.
Al pasar de unos meses personal del gobierno del estado comunicó al administrador
de rentas de Uruapan, que los bienes raíces de estos hombres se inscribieran en el catastro
debido a que las tierras a las que se refería este grupo eran aquellas que poseían cada uno
fuera del común del pueblo, por lo cual la tesorería ordenaba al administrador hacer las22declaraciones correspondientes.
Lo que hicieron estos parcioneros fue aprovecharse del derecho de ocupación que
tenían sobre los terrenos comunales y que sin embargo no eran de su propiedad. Estas
tierras fueron las que inscribieron en el catastro con el argumento de que les pertenecían.
En este caso hay varios puntos a destacar, en primer lugar se quería equiparar al
territorio comunal, seguramente, al existente en los ayuntamientos con el argumento de que
ya no existían las comunidades como tales. Los ayuntamientos se componían del fundo
legal o terrenos para la población, terrenos de repartimiento y ejidos y los terrenos
denominados de propios con los que contaba el ayuntamiento, para cubrir sus gastos con las
rentas que percibía de ellos; a diferencia del territorio comunal donde la propiedad jurídica
AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, libro 18, 1892, foja 11. ' AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, libro 18, 1892, foja 13.
116
21
de todos los terrenos eran comunales, además de gobernarse por sí solos en cuanto a la
distribución y uso de sus terrenos (Molina 1975, 77).
Para justificar el reconocimiento de estas tierras se nota una discordancia entre la
práctica de la ley por parte de autoridades municipales y las de orden estatal, al parecer una
de las razones por la cual se llegó a la determinación de inscribir dichas tierras en el
catastro fue la entrada de contribuciones a las arcas de la tesorería del estado, sin tomar en
cuenta que con esta decisión se justificaba, sin apego a la ley, la comprobación de la
propiedad de los terrenos comunales de San Juan y que años más tarde serán tomados como
historial para corroborar la posesión ante la demanda de restitución por parte de los
comuneros, suscitada varias décadas después.
Fue así como sin escrituras o título alguno expedido por la autoridad política, este
grupo logró inscribir terrenos comunales en el catastro y justificar su posesión y
escriturarlos 10, 20 o 30 años después.
c) El tercer grupo de pequeñas propiedades lo integran predios escriturados por otras
familias fuertes de San Juan en las primeras dos décadas del siglo XX, como son los
Anguiano, los Ortiz, los Úrsulo, los Cuara, los Murillo.
Las escrituras de la primer familia tienen su origen en juicios sucesorios por
intestados o procesos de enajenaciones ilícitas que promovieron Victoriano y Hermenegildo
Anguiano, sobre predios comunales como cerro de Tizne, Pantzingo, Guaririo, Taquíciro,
Pario, Loma de Gutiérrez y otros más, que tenían vocación forestal, los que para 1900
cobraron importancia cuando la extracción de resina fue una alternativa ante las sucesivas
pérdidas de las cosechas de maíz presentadas e los años de 1887, 1888 y 1891 (Moheno
1975, 111).
De acuerdo a la revisión que hicimos en el Archivo del Registro Agrario con sede
en Morelia (RAM), encontramos que varios de estos predios aún pertenecen a los
descendientes de estas familias, los que a su vez emparentaron unos con otros, por lo que la
posesión de la tierra continuó entre éstas por lo menos hasta la década de los noventa, lo
que habla de la continuidad en la posesión de la tierra en unas cuantas manos (Véase cuadro
9).
Otro de los hombres fuertes de San Juan que comenzó a acaparar tierras
preferentemente agrícolas, fue Rafael Ortiz Solorio, proveniente del Estado de México
117
llegó a San Juan en 1838 donde inició como comerciante. Allí se casó con la señora María
Isabel Úrsulo, hija de otra familia mestiza oriunda de Zacán quienes también se hicieron de
tierras en la comunidad.
Con el tiempo este hombre se benefició ante las crisis agrícolas que azotaron a la zona
a finales de la década de los ochenta del siglo XIX, cuando un buen número de parcioneros
se vieron en la emergencia de venderle sus tierras comunales ante la necesidad de dinero y
de solicitarle trabajo como peones en las que en otra hora fueran sus usufructuarios
(Moheno, 1985, 111).
A partir de 1915 las tierras denominadas El Capulín comenzaron a figurar en el catastro
y sería hasta 1971 que una porción de este gran predio se escrituró, es decir 55 años
después.
Fue así como los miembros de estas dos familias se hicieron de los mejores predios
de bosques, fincas urbanas y las tierras de cultivo que se encontraban contiguas al antiguo
pueblo de San Juan Pangaricutiro; mientras que las comunales estaban más alejadas de la
población y frecuentemente en las laderas, más expuestas a las heladas, por lo que no se
podían destinar al cultivo del trigo, sólo al maíz.
A lo largo de varias décadas los Ortiz lograron apropiarse de las tierras de labor del
llano de Huirambosta (con aproximadamente 100 ha), a su deceso sus descendientes por
acta judicial de intestado lograron heredar la posesión del predio como comuneros, pero no
como propietarios privados.
Otro de los predios fue El Capulín con una extensión de 184-10-50 ha. El registro
más antiguo en el catastro de éste es de 1915. Con el paso de los años se fragmentó en seis
partes casi iguales por venta o herencia a los descendientes de la unión Ortiz-Úrsulo,
quienes las escrituraron en diferentes fechas; Juan, Samuel, José de Jesús, David y Rafael
lo hicieron en 1971, excepto Alfonso que lo hizo en 1984 (Véase cuadro 9).
d) El último grupo se refiere a apropiaciones efectuadas después de 1930 que se
fundamentan en variaciones catastrales, certificados de la Receptoría de rentas, diligencias
de información ad-perpetuam, testamentos, ventas simuladas, prescripciones y en
certificado de los representantes comunales de San Juan.
118
Predios comunales en manos de propietarios privados
N o m b r e d e l N o m b r e d e l N ú m e r o d e h a s H is t o r ia E s c r it u r a s U s op o s e s io n a r io p r e d io c a ta s t r a l
1. Juan Ortiz Úrsulo El Capulín 23-01-31 has 1915 28/01/71 No especificado2. Alfonso Ortiz Úrsulo
El Capulín 20-97-61 has 1915 24/06/85 No especificado
3.Samuel Ortiz Úrsulo
El Capulín 23-01-31 has 1915 17/03/21 No especificado
4. José de Jesús Ortiz El Capulín 23-01-31 has 1915 Cuenta con Extracción de resina por parte de la resinera deÚrsulo escrituras, pero Jorge Treviño Álvarez S. de R.L de C.V.
no proporciona lafecha.
5. Rafael Ortiz El Capulín 20-97-61 has 1915 No especifica Extracción de resina por parte de la resinera deÚrsulo este dato Jorge Treviño Álvarez S. de R.L de C.V.6. Cleotilde Juritzicuaro 22-66-00 has 1917 14/04/73 No especificadoVelásquez Anguiano Tazaman 32-37-50 has7.Miguel Equihua Juritzícuaro 61-48-33 has 1920 17/02/75 No especificadoLópez Tuchaporo 39-00-00 has 1920
Meyas 9-75-00 has 19208. Otilia Ruiz Joya de 7-75-45 has 1923 10/04/89 Extracción de resina por parte de la resinera deCampoverde Durazno Jorge Treviño Álvarez S. de R.L de C.V.9.Modesta Guerrero El Rosario No especificado 1924 08/10/74 Extracción de resina por parte de la resinera deLópez 39-40-00 has Jorge Treviño Álvarez S. de R.L de C.V.
Huanastacun 24-50-00 has 1924 08/10/74 Extracción de resina por parte de la propietariaLa Mina 1934 08/10/74
No especificada
10. Federico Y Tomás Martínez
Cerro Chico 11-74-10 has 1923 11/07/75 No especificadoRamírez
11. Jesús Oseguera Taquitziro 19-82-50 has 1918 Cuenta con Extracción de resina por parte de la resinera deAguilar escrituras, pero Jorge Treviño Álvarez S. de R.L de C.V. (contrato
no proporciona la de arrendamiento).fecha.
12. Francisco La Canoa Alta 21-97-22 has 1921 Cuenta conCarvajal Fuentes escrituras, pero No especifico
Potreritos no proporciona la5-48-86 has 1921 fecha.
30/10/8813. María Guadalupe Curupicho 23-63-63 has 1917 Cuenta con No especificode Murillo escrituras, pero
no proporciona lafecha.
14. María Guadalupe Montiel Torres
El Tejamanil No especificado 1924 24/09/74 Cultivo de maíz
15.Marcelina Torres Contreras
Las Yacatas 03-00-00 has 1915 14/06/73 Aguacate *16. Silviano Gómez Las Amapolas 70-70-93 has 1915 Cuenta con Aguacate*Torres escrituras, pero
no proporciona lafecha.
17. Lucas Murillo 30-20-00 has 1918 Cuenta con Maíz y extracción de resinaGutiérrez escrituras, pero
no proporciona lafecha.
18. Jorge Uribe Mejía La Canoa Alta 20-25-00 has 1926 No especifica Explotación de maderaEl Tejocote 17-43-52 has No este dato
Maíz y resinaespecificado
19.Antonio Uribe Canoa Alta 20-25-00 has 1926 No especifica Maíz y resinaMejía este dato20. Ciriaco Murillo La Joya del 02-05-43 has 1921 Cuenta con Extracción de resinaChávez Tejocote escrituras, pero
no proporciona laLa Joya del Durazno
11-46-00 has 1923 fecha. Extracción de resina y agricultura
21. Rafael Sánchez Joya de Gariba 36-87-77 has 1925 No especifica MaízMartínez
El Tepemaleste dato
Aguacate*13-50-93 has 1930 7/07/79
Fuente: Archivo Histórico de la Procuraduría Agraria, Morelia Doctos referentes a San Juan Nuevo, Mich.*El uso del aguacate se refiere a la época actual, sin embargo creemos que en la fecha que se adquirió el uso era forestal (resina), el que cambio a partir de la década de los años sesenta, momento en el que desmontan pinos para sustituirlos por este frutal.
119
Cuadro 9
Esta situación fue encubierta por funcionarios públicos como los notarios de Uruapan y
Zamora y los receptores de rentas, quienes movidos por la ambición de lograr mayores
porcentajes en sus entradas personales, convencieron a los comuneros a inscribir
catastralmente las posesiones que tenían como miembros de la comunidad. Como veremos
más adelante este tipo de tierras particulares van a ser recuperadas por la comunidad gracias
a un procedimiento llamado “convenio conciliatorio interno.”
Una parte de estos predios cuenta con escrituras fechadas a partir de la década de los
sesentas, presentadas en la oficina recaudadora de rentas de San Juan Nuevo
Parangaricutiro.
Entre los documentos encontrados se evidencia otra manera de apropiaciones de la
tierra por parte de estas familias, ya que al momento de la compra de la propiedad aparecía
una determinada cantidad de hectáreas, pero con el paso del tiempo se extendieron sus
linderos; al respecto destaca el caso de los hermanos José y Guadalupe Martínez Quezada,
esta última tenía en posesión el predio La Coyotera y sus cuatro anexos como son Mesa de
Pollo, El Mancebo, Las Mesas y El Desmonte del Aire, con una extensión de 7 ha como
consta en las escrituras que presentó con fecha el 17 de noviembre de 1960. Después de
hacer las mediciones correspondientes se señala que en realidad eran 54-03-30 ha, es decir
a lo largo de 32 años a este predio se le anexaron cerca de 47 ha.
Caben dos posibilidades en la ampliación de hectáreas de estos predios. La primera
fue a expensas del territorio de uso común ya que no se encontró ningún reclamo de algún
comunero, o bien que algunos indígenas con derecho de usufructo de esas porciones las
dieran como prenda en pago de algún préstamo que esta familia les extendiera.
De igual manera su hermano José Martínez Quezada declaraba poseer un predio del
mismo nombre al de su hermana (posiblemente sea fruto de una herencia), en cuyas
escrituras se especificaban sólo 12-50-00 ha, pero las mediciones arrojaron el dato de 39
58-82 ha.
Analizados los cuatro grupos anteriores podemos comentar que para el caso de San
Juan los mestizos procedentes de otros lugares fueron los que mayormente se beneficiaron 3
3 En 1950 San Juan se eleva a la categoría de municipio, con lo cual ya contaba con un Receptor de rentas, La Palabra, año 1, núm.45, 27/08/50.
120
de las leyes de desamortización de 1856 con la ayuda de las autoridades. Con lo cual el
fortalecimiento de la clase media pretendida por el liberalismo se cumplió.
Sin embargo, también encontramos que una porción minoritaria de indígenas del
lugar también lo haría por medio de inscribir catastralmente las posesiones que tenían como
miembros de la comunidad ya fuera por propia convicción o por verse orillados ante los
receptores de rentas motivados por lograr mayores ganancias por el número de registros.
De esta manera desde tempranas fechas del siglo XIX San Juan ya se caracterizaba
por la heterogeneidad en su composición cultural, y en el último cuarto de este siglo
existían dos tenencias de la tierra: la comunal y la privada. Esta última con el permiso
expreso de los indígenas a partir de la titulación de una porción del gran predio del
Tejamanil a nombre de Miguel Equihua.
La lucha por el manejo del bosqueUna vez analizado el tema de la tenencia de la tierra en San Juan durante el siglo XIX,
ahora toca abordar la situación por la que atravesaban los bosques a partir de la titulación o
posesión de los predios antes citados con vocación forestal.
Cabe mencionar que la mayoría de los litigios de tierras se refieren a predios con
vocación forestal los que cobraron importancia a principios del siglo XX por la extracción
de resina y la continuación de la extracción de madera para la elaboración y venta de tablas
de tejamanil, actividades muy socorridas por aquellos años por los parcioneros de San Juan
y, como ya hemos visto, por personas que arribaron al pueblo a lo largo del XIX.
La creciente sobre-explotación de los bosques por estos últimos actores orilló a que
en el año de 1904 el representante de la comunidad propusiera ante el titular de la
Prefectura del distrito de Uruapan y ante el gobierno del estado, la autorización para la
explotación de los montes pertenecientes a la comunidad de San Juan para la elaboración de
tablas de tejamanil, de acuerdo a ocho puntos que hiciera con base a los acuerdos hechos
por los indígenas que representaba, mismas que fueron aprobadas por ambas instancias.
De acuerdo con el representante, se proponían esas bases para poner coto a los
abusos cometidos por personas extrañas a la comunidad y, por otro lado, favorecer a los
parcioneros. A grades rasgos mencionaremos los puntos más importantes de éstas. Sobre el
corte referían que sólo podría efectuarse en los montes designados por el representante,
121
siendo que la gente “extraña” a la com unidad tendría que pagar $1 por derecho de
explotación por cada árbol que derribara. Tam bién pretendían controlar el corte de árboles
por m edio de boletas expedidas por el representante, el que adem ás no debía de exceder la
cantidad de un árbol por cada explotador a lo largo de un m es.24 25
A dem ás de los m estizos asentados en la com unidad, por estas fechas m adereros de
Uruapan, extraían de los bosques de San Juan cierta cantidad de árboles en un determ inado
periodo: Pedro Inart con 9 mil pinos, el español Juan N arvarte con 1,200 pinos y el señor25José Farias y Torres con 2 mil pinos, es decir 10 mil 400 pinos.
B ajo estas circunstancias se encontraba el bosque de San Juan cuando llegó en 1907
Santiago Slade, m ejor conocido com o “el gringo” , para sobre-explotar los bosques de toda
la sierra Purhépecha, para lo cual fundó com o filial a la C om pañía N acional de M aderas
S.A., asociación in tegrada él y por otros dos norteam ericanos.
Entre 1907 y 1908 firm aron contratos de arrendam iento de terrenos de bosques de
15 com unidades para explotar entre 200 mil y 259 mil hectáreas de bosque de pino, encino
y oyam el (M oheno 1985, 119 y 122). Entre dichos contratos estaba el de San Juan.
En el contrato26 se daba am plias facultades a Slade para que hiciera en los m ontes
cuanto estim ara conveniente para su m ejor explotación: construir cam inos de fierro,27 abrir
cam inos carreteros, de herradura o de pie, construir cercas, abrir vallados, instalar
m áquinas, construir corrales, etcétera. Por lo que los paisajes de toda la Tierra Fría se
vieron grandem ente trastocados. A cam bio el gobierno no le exigió alguna retribución u
obligación por el inm inente deterioro que causaría la extracción de esa enorm e cantidad de
pinos.
El arrendam iento sería por 30 años con posibilidad de am pliarse a 20 años más,
tiem po que la com pañía pagarían $215 m il, entregando en el m om ento del contrato $8 mil y
el m onto restante se pagarían en anualidades de $6 mil 900.
24 AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 23, 1904, fojas 161-162.25 AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 23, 1908, foja 15.26 La información del apartado se retomó del l contrato celebrado por Santiago Slade y el representante de la comunidad Luis Cuara. AHGPEM, Hijuelas, Uruapan, Libro 23, 1908, foja 15-17.27 Entre las medidas que utilizó este hombre para agilizar el desmonte fue hacer aserraderos desmontables los cuales se podían mover con facilidad de un paraje a otro. En Parangaricutiro se ubicaba en el paraje denominado Camiro. Otra medida que instauró en fue la construcción de una vía férrea para sacar el corte más rápido y sin tantas dificultades.
122
En cuanto a los posibles problemas que pudiera haber con propietarios privados que
explotaban el bosque, la compañía se comprometía a no ocupar esta propiedades pero sólo
si la acreditaran en debida forma. De igual manera la compañía respetaría los contratos
vigentes que con anterioridad se habían extendido a los señores Pedro Indart, Juan Narvarte
y José Farias y Torres.
El problema radicaba en que por aquellas épocas existía un acceso restringido a las
tierras comunales y a la explotación del bosque debido al cambio de tenencia de la tierra de
comunal a privada que desde mediados del siglo XIX se venía realizado como resultado de
las Leyes de Reforma.
En la búsqueda de solución y como manera de protesta algunos de los comuneros de
San Juan quemaron en 1909 más de la mitad de las casas o trojes del pueblo. Sin embargo
con estas protestas poco se logró ya que tendrían que pasar 10 años para que Slade se
retirara de los bosques (Moheno 1985, 123) de la sierra purhépecha, donde si no extrajo
todo lo que se tenía pactado sí logró una buena tajada. Sin embargo, los mestizos asentados
continuaron sobre-explotando el bosque.
De esta manera, la privatización de las tierras de San Juan está directamente
relacionada con la pérdida de control del recurso forestal por parte de los comuneros y con
la sobre-explotación del bosque. Lo que empeoró la situación fueron las concesiones a
extranjeros que a nivel nacional otorgó el gobierno de Porfirio Díaz y que se acrecentaron a
principios de siglo, una vez que la paz porflriana trajo el “progreso.”
LA TIERRA TEMPLADA
Para el año de 1897 sólo la ciudad de Uruapan contaba con una población de 16,034
habitantes distribuidos en 9 barrios que ocupaban 188.98 ha, de acuerdo con la traza
urbana colonial realizada por su fundador el fraile Juan de San Miguel (Mora 1992, 17-12).
Era una de las 16 poblaciones más importantes de Michoacán, considerada así por el
número de habitantes y ser sede de una de las jurisdicciones políticas distritales (Sánchez
Díaz 1994, 92), que congregaba indígenas dedicados al cultivo de frutales y a familias
mestizas propietarias de agroindustrias destinadas a la transformación de piloncillo en
aguardiente, del cacao en chocolate y del algodón en textiles (Zepeda 1991, 169).
123
La ciudad de Uruapan del Progreso —nombre asignado el 28 de septiembre de 1858
tomando en consideración los servicios prestados por su población a la causa liberal
(Sánchez Díaz 1991, XVIII)—, al ser cabecera de distrito contaba con un prefecto o jefe
político, designado por el gobernador del estado que servía de enlace entre este último y las
autoridades municipales, además de decidir sobre cuestiones políticas y administrativas de
los demás municipios y tenencias, lo que lo sobreponía sobre las poblaciones sujetas.
En el último tercio del siglo XIX las principales ciudades michoacanas mejoraron su
aspecto y sus servicios, gracias al incremento de los ingresos fiscales28 29 que permitió
recaudar mayores recursos que se invirtieron en ellas (Sánchez Díaz 1991, XVI).
Entre las mejoras hechas a la ciudad de Uruapan se puede mencionar la restauración
de los portales de la plaza central; el establecimiento de un hospital en 1890, la conclusión
de la Plaza de los Mártires en 1893; desde mayo de 1896 el alumbrado público empezó a
funcionar gracias a la planta que se instaló a la altura del Salto de la Camela; la
inauguración del ferrocarril en 1899 y del tranvía urbano que entró en operaciones un años
después. En 1901, la compra de la tubería de barro por parte del gobernador Aristeo
Mercado agilizó la construcción de tan importante servicio que concluyó en 1902 y la
construcción del puente Benito Juárez que por aquella época era considerado como el mejor
de la entidad (Guzmán, 1991, 177-179).
Bajo estas ventajas llegaron emigrantes extranjeros a Uruapan a finales del siglo
XIX, en un contexto iniciado desde mediados de ese mismo siglo, en el que como producto
de los proyectos liberales creados durante los regímenes de Juárez, Lerdo y Díaz, se
expidieron leyes de colonización para atraer a europeos (González 2001, 34) y comenzar
28 Bajo el gobierno del licenciado Pudenciano Dorantes se creo el Registro Público de la Propiedad a partir del cual se tuvo mayor conocimiento de las fincas urbanas y rurales, lo que posibilitó el reajuste del valor catastral y se incrementaron los ingresos fiscales del erario público. El ingreso reportado para el año fiscal 1885-1886 fue de $950 mil, cinco años más aumentó a 1 millón 40 mil pesos (Valadés en Sánchez Díaz 1991, XIV).29 Como parte de estas leyes que fueron un incentivo para que extranjeros llegaran al país, encontramos referentes a la tenencia de la tierra, la del 15 de diciembre de 1883 con el título de Decreto sobre Colonización y Compañías deslindadoras, en la cual se encomendaba a empresas particulares, nacionales o extranjeras, llamadas deslindadotas, a localizar, medir y dar un avalúo de tales terrenos para luego ser fraccionados, vendidos o donados gratuitamente. Como compensación las compañías podían conservar un tercio de estas tierras o del valor de las mismas. Otra de estas leyes fue la del 25 de marzo de 1894 bajo título Ley sobre ocupación y Enajenación de Terrenos Baldíos en los Estados Unidos M exicanos, que a diferencia de la anterior suprimía las restricciones en relación a los límites de las fincas que las compañías podían vender (Glantz 1974, 30-31).
124
así una nueva repoblación en la microcuenca, sobre todo en la Tierra Templada y la Tierra
Caliente.
Entre las razones que facilitaron su arribo a la microcuenca del río Cupatitzio-
Marqués tal vez se encuentren descripciones de viajeros que exploraron esta área como la
Marquesa Calderón de la Barca, Matías Romero, Carl Lumholtz, Adolfo Dollero y
Thomas Philip Terry.* 31 32 33 34
El arribo de estos extranjeros se debió, en algunos casos, a redes sociales ya
establecidas con anterioridad; lo cierto es que a la ciudad de Uruapan llegó más de medio
centenar de ellos hacia finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del XX;
provenientes de España llegaron los Inart, los Yanci, Navarrete, Noriega, Echeverri,
Muniain, Goñi, Martín, de la Concha, Sabater, Munin, Ifarraguerri, Haces, Llanderal,
Cuevas, Rodríguez, Sicilia, Araño, Pujol, Díaz, Fernández, Diez, Pastor y Septién; de
origen ingles los Heatley y Davis; los alemanes Andresen, Wolf y Vollarth; los Beaurain y
Ryentiens provenientes de Bélgica; los franceses Camino, Olivier, Jaubert, Turón, Vernier,
Coutolenc, Caire, Peraldí, Provenzal; los italianos Cusi, Brioschi, Armella, Ponti,
Ghibellini, Anguissola, Sizzo, Leveroni, Dadda, Dóddoli, Borri, Volpi, Collabella, Departa,
Alberici, Ragazzi, Robbioni, Bianchi, Massini, Nenchí, Tangocci; los estadounidenses
Slade, Gibson, Kershaw, Wadley, Beach, Brooks, Winters, Neil, Welch, Decaí, y los siro-
libaneses Zater, Cansen, Fajer, Chalita, Hagg o Miguel (Paredes en Miranda 1979, 228).
Algunos de ellos llegaron para invertir en la industria, como los Signoret que
compraron la fábrica La Providencia; otros se asociaron con sus paisanos ya establecidos
0 La Marquesa recorrió Uruapan a finales de 1839, del 30 de noviembre a la mañana del 3 de diciembre (Francés 1995, 213-222). El apellido Calderón de la Barca era de su marido, diplomático español llamado Ángel Calderón de la Barca quien representaba a su país en los Estados Unidos en donde contrajo matrimonio con Frances. Una vez casados trasladaron a su esposo a nuestro país para representar al gobierno monárquico de España. Los viajes que la Marquesa realizara junto con su familia los registró en cartas que mandaba a sus familiares radicados en Boston y que más tarde formaría con ellas un libro titulado La vida en M éxico durante una residencia de dos años en ese p a ís (Sánchez Díaz 1995, 173).31 Este diplomático mexicano visitó el distrito de Uruapan en el años de 1877 del cual describió manera minuciosa la producción, inversiones y la estructura hidráulica asociada al cultivo del café en éste y otros lugares del Michoacán.32 De origen noruego visitó la ciudad entre los años de 1895-1896; como legado de su visita al país escribió sus memorias que fueron publicadas bajo el título El M éxico desconocido, Cinco años de exploración entre las tribus de la Sierra M adre Occidental; en la tierra caliente de Tepic y Jalisco, y entre los tarascos de M ichoacán 1970.33 Adolfo Dorello, italiano, le interesaba recabar información con el único fin de informar sobre las oportunidades que ofrecía el país a los inversionistas y negociantes europeos (Boehm 1995, 320).34 Este viajero norteamericano llegó antes del estallido de la Revolución de 1910, pretendía obtener información para promover la afición turística entre sus compatriotas (Boehm 1995, 320).
125
como Dante Cusi y Luis Brioschi; y algunos más eran representantes o apoderados como el
inglés Heatley. Para algunos de estos extranjeros Uruapan fue su centro de operación,
mientras que sus intereses se encontraban ya fuera en la parte noroeste, con la explotación
del bosque de la Sierra (resina y tejamanil) o en el distrito de Apatzingán localizado en la
parte sur de nuestra área de estudio.
En cuanto a lo geográfico, Uruapan, al ser puerta de entrada a la sierra Purhépecha y
de la Tierra Caliente, sus habitantes se beneficiaron de los productos naturales provenientes
de los tres pisos bioclímáticos. En la ciudad se realizaba la mayoría de las transacciones
madereras provenientes de la Sierra; y se comercializaban azúcar, piloncillo, aguardiente,
cacao, café, de la Tierra Templada; así como el añil, frutas tropicales y las cosechas
arroceras y algodoneras provenientes de toda la Tierra Caliente.
De hecho cuando el viajero noruego Carl Lumholtz visitó esta ciudad mencionó que
podría llamársele la capital de la Tierra Caliente de Michoacán porque sostenía un
importante comercio con esta zona; eran los domingos cuando sobre sus calles se
desplegaba el comercio de indios venidos de varios puntos lejanos y cercanos para ofrecer o
comprar productos (Lumholtz 1970,429-430).
A finales del siglo XIX era una ciudad bien comunicada ya que convergían varios
caminos, con la capital moreliana estaba entrelazada a través de la carretera que pasaba por35Pátzcuaro y desembocaba en el Bajío.
El camino del occidente que llegaba a Los Reyes pasaba San Juan Pangaricutiro. La
brecha de Parácuaro era la que comunicaba a Uruapan con Apatzingán. (Miranda 1999,
247-248). Además existían dos caminos más que comunicaban Uruapan con la Tierra
Caliente, el primero llegaba a Taretan y el segundo hacia el Marqués.
En cuanto a sus recursos naturales destacaban dos por su abundancia, el agua y el
bosque. A lo largo de la traza urbana y áreas aledañas nacían innumerables nacimientos de
agua. Debido a esta riqueza hídrica, desde la fundación de Uruapan como centro colonial
5 El camino de Morella a Uruapan era de 15 leguas y pasaba por diferentes haciendas, ranchos y pueblos sobre el camino: hacienda de La Huerta, hacienda de Coincho, rancho de la Eurapilla, pueblo de Santiago, rancho de la Puerta de Atole, pueblo de Tiripitío, rancho de los Pastores, pueblo de Huiramba, rancho de la Venta, rancho Pinito, rancho de la Puerta de la Cadena, Pátzcuaro, pueblo de Ajuno, San Juan Tumbio, rancho de La Escondida, Ziracuaretiro, hacienda de Zirimícuaro, hacienda de Santa Catarina hasta llegar a Uruapan (Miranda 1999, 247). Esta última hacienda era de las más grandes localizada hacia el oriente de la ciudad de Uruapan, allí sembraba caña de azúcar Feliciano Vidales un prominente terrateniente de Taretan.
126
3 6por el fraile Juan de San Miguel en el siglo XVI y hasta bien entrado el XIX, cada barrio
contaba con su propio molino de trigo, movido por la fuerza del agua del río Cupatitzio-
Marqués; algunos de éstos desaparecieron en el transcurso del siglo XX con la introducción
de la energía eléctrica o se convirtieron en molinos de nixtamal (Ochoa 1942, 19).
De hecho en el paisaje vislumbrado a través de un mapa de la ciudad a finales del
siglo XIX, se dibuja una red hidráulica que pasaba por la mayor parte de la retícula urbana
para regar las innumerables huertas caseras, así como aquellas de alta productividad que
alcanzaban una mayor extensión, como la huerta Pomoca ubicaba en toda la manzana 19
del cuartel segundo (Véase Ilustración 5) por la cual pasaba dos torrentes de agua, el
primero era un canal por donde fluían 200 lps para mover un mortero y el segundo al
parecer era el agua de algún manantial proveniente de la zona noroeste.
Otra huerta era La Quinta (hoy Parque Nacional Barrancas del Cupatitzio) ubicada
en el cuartel tercero cuyos propietarios fueron diferentes miembros de la familia Ruiz. El
gobernador Aristeo Mercado también contaba con la huerta Santiago en el barrio de San
Juan Evangelista, localizada en el cuartel segundo en la manzana 28 que se regaba con los
manantiales de Chupácuaro contiguos al río Cupatitzio-Marqués.
Otro recurso abundante eran los bosques, sólo el distrito de Uruapan contaba con
cerca de 1,057, 000,000 metros cuadrados (Velasco, 2006 [1895], 167), en su parte norte y
noreste.
Todos estos recursos estratégicos fueron aprovechados y en el mayor de los casos
sobre-aprovechados por los comerciantes, terratenientes e industriales más prominentes que
vivían en el distrito de Uruapan. También hemos encontrado que la mayoría de estos
actores se alternaban varios puestos del ayuntamiento y la prefectura, desde donde cuidaban
los intereses propios así como de otros empresarios, agricultores y comerciantes allegados
de ellos. Fue así como este grupo se fue complejizando conforme se relacionó con el
gobierno estatal y federal.
En el transcurso de esos años en la cabeza del ayuntamiento figuraron nombres
como el de Silvano Martínez quien fuera hijo político la señora García Anaya, primera
esposa de Aristeo Mercado, Francisco Carmolinga, el médico Félix Ortiz; entre los
6 El fraile Juan de San Miguel dividió la ciudad en nueve barrios: San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Miguel, Santiago, San Pedro, San Francisco, La Santísima Trinidad, La Magdalena y los Reyes. Este último hoy desaparecido (Ochoa 1942, 19).
127
regidores estuvieron Ramón Farias, Juan Martínez León, Espiridión Coria, Silvano
Hurtado, Jesús Martínez, Florencio Martínez y Carlos Alcocer (Guzmán 1991, 186 y
Miranda 1979, 248). En el ámbito político este grupo sociocultural mantuvo una estrecha
relación con el régimen de Aristeo Mercado que duró cerca 20 años, periodo en el que
apoyaron sin reserva alguna las acciones del mandatario y viceversa.
De manera segura, este tipo de puestos fueron fundamentales para beneficiarse de la
política de Díaz, encaminada al reforzamiento de la propiedad privada sobre la
perteneciente a las corporaciones, o bien para el aprovechamiento de recursos como el
agua. Desde el último tercio del siglo XIX se acrecentaron los predios privados que yacían
sobre la traza urbana de la ciudad de Uruapan o sobre las márgenes del río Cupatitzio-
Marqués.
Un ejemplo de ello lo ilustra el predio conformado por varios centenares de hectáreas
denominado La Quinta adquirido por el señor Teodoro Ruiz, padre de Eduardo Ruiz,
cuando fungía como escribano del ayuntamiento de Uruapan. Para esta finca se reconocía el
valor de $2,400 a favor de una cofradía y se puso a subasta pública, medio por el cual la
adquiriría. La Quinta era famosa porque dentro de ella se encontraba el nacimiento del río37Cupatitzio-Marqués, de la cual adquirió una parte.
En cuanto al agua, el señor Eduardo Ruiz tenía una toma con un gasto de dos a tres lps,
que al parecer no tenía concesión bajo ninguna instancia; ésta llevaba el líquido a un
terreno llamado El Pedregal. Para 1910, ya había muerto este señor aunque el agua se
seguía utilizando en regadío de los pocos cafetales que había todavía en la zona, y en
plantas forrajeras en las cuales se ocupaba toda el agua, sin devolver nada al cauce del río.
Caso que ilustra las ventajas con que contaban los servidores del ayuntamiento. Este señor
fue procurador general de la República hacia fines del siglo XIX.
Espiridión Coria fue uno de los más grandes cafeticultores y regidor de la ciudad en
1884, quien dejó varias posesiones que eran administrados por la señora Francisca Campos
de Acha, quien disponía del agua para regar los terrenos del rancho de San Francisco, por
concesión que el ayuntamiento otorgara entre los años de 1875-1876.
AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 265, Expediente, 6,372, 3 de junio de 1891, foja 4.' AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 434, Expediente, 7,789, 24 de mayo de 1907, foja 1.
128
Ilustración 5
Fuente: Guzmán, 1991.
129
Pero la familia que logró acumular más propiedades fueron los Hurtado: Wenceslao,
Silvano y Josefina que bajo la razón social de Hurtado y Compañía (era una fábrica de
hilados y tejidos de la cual se hablará más adelante) registraron 74 propiedades que iban
desde casas, huertas, solares, fracciones de solar, solares con casa, terrenos, casas con local,39un rancho y una fábrica de aguardiente.
El dominio territorial de una parte de la Tierra Caliente se lograría cuando Silvano
Hurtado estableció vínculo matrimonial con Rosa Treviño, hija de Antonio Treviño vecino
de Uruapan, ya que a ésta le pertenecía la hacienda de Los Bancos.
Esta hacienda tenía una extensión al momento de la compra de 10,045.36 ha, misma
que fue creciendo cuando el señor Treviño compró varios ranchos (Sánchez Díaz 1988,
124-128). De esta manera se amplió su radio de acción al invertir en la producción del arroz
y caña, productos predominantes en la zona de transición entre la Tierra Templada y la
Tierra Caliente.
La posición estratégica que mantenían estos hombres con respecto al agua y la tierra se
logró gracias a la política de destrucción de la propiedad comunal, mencionada al principio
del capítulo. La población purhépecha asentada sobre la traza urbana de Uruapan contaba
con anterioridad con estos recursos aún antes de su refundación por el fraile San Miguel en
el siglo XVI. Este punto es importante de destacar ya que la traza se fundó con un centro
español, rodeado de población indígena asentada en los nueve barrios, que se nucleaban
alrededor del contingente español o criollo (Espín, s.f., 19).
Si bien no sabemos con exactitud cuando ocurrió esta fragmentación, si se sabe que
desde fines del siglo XVIII se tiene noticias de que la población criolla o “gente de razón”
sumaban la mayoría en los barrios aledaños al río Cupatitzio-Marqués; el barrio de
Santiago concentraba 548 habitantes no indígenas en detrimento de 186 que si lo eran, lo
mismo sucedía con el barrio de San Juan Evangelista y San Pedro, juntos sumaban 379
habitantes españoles o criollos y sólo 174 indios (Miranda, 1999, 165).
En la segunda mitad del siglo XVIII la compra-venta de la propiedad comunal en todos
los barrios era una práctica común, aún antes de la Ley Lerdo, que afectó en forma 39
39 Información tomada a partir del catálogo de Ventas del Registro Público de la Propiedad de Uruapan (RPPU)
130
profunda a los parcioneros de los barrios de Uruapan, ya que lo que hizo fue legalizar las
compras realizadas a lo largo de la Colonia y del siglo en curso.
La nacionalización de los recursos acuíferos en la microcuenca del río Cupatitzio- Marqués: la fragmentaciónAntes de la nacionalización de los recursos acuíferos los aprovechamientos de agua se
hacían con arreglo a las leyes de indias, en las que el agua era parte del real patrimonio
adquirible40 por merced o por denuncia, como de igual manera se hacía con los terrenos. El
dominio de las tierras y del agua reconocía un mismo origen y estaba sujeta a una
legislación común (Herrera 1994, 130-131).
Una vez obtenida la independencia del país y hasta principios del siglo XX se
encuentran reglamentos avalados o promovidos por las autoridades, políticas ya fuera por el
gobierno de los estados o de los ayuntamientos, o de carácter privado (Palerm 2004, 1).
A partir del México independiente, las aguas se dividían en comunes, públicas y
privadas.41 Las aguas públicas, de interés en el presente estudio, estaban bajo el dominio de
la autoridad pública, podían ser poseídas por particulares a título de propiedad privada, por
haber sido expedidas por merced, composición, concesión o reconocimiento de los
derechos primordiales privados de los reyes de España (Molina 1979, 184).
Las concesiones de agua las otorgaba el ayuntamiento de las cabezas distritales, en
este caso el trámite se hacía en Uruapan, como lo señalan algunos documentos encontrados
que tratan al respecto. Entre ellos destaca el del señor Espiridión Coria, quien en septiembre
de 1885, solicitó al ayuntamiento de Uruapan agua para el riego de los terrenos de su
rancho Matanguarán que serían regados a partir del arroyo de Santa Bárbara, uno de los
afluentes del río Cupatitzio-Marqués de su margen izquierda.
0 Habría que mencionar que el territorio conquistado era propiedad de la Corona española y no de la nación española (Herrera 1994, 129).41 Entre las aguas comunes se consideraban aquellas de imposible apropiación total o definitiva como las contenidas en el mar y las de las lluvias; las públicas son las de los mares territoriales, las de abasto de poblaciones y las navegables, por último las privadas se consideraban aquellas que por cualquier título de derecho civil estaban bajo el dominio de particulares (Molina 1979, 182-183).
131
Los requisitos para otorgar agua eran relativamente sencillos, sólo se le pidió una
descripción de las obras que realizará, material, medidas y extensión, de manera general. La42confirmación se otorgó dos meses después por parte del ayuntamiento de Uruapan.
Estas concesiones básicamente se especificaban en las escrituras públicas en caso de
tratarse de un predio o bien en el caso de los barrios se especificaban en los títulos
primordiales concedidas por la Corona.
Con la llegada de extranjeros a la cuidad de Uruapan, la cual ya mencionamos
párrafos arriba, inició la nacionalización del Cupatitzio-Marqués y con ello el manejo
fragmentado de la microcuenca. Concomitante a ello está el caso del español Eduardo
Noriega* 43 quien pretendía usar el agua de este río para generar energía eléctrica.44 En 1903
extendió su petición al ministro de Fomento para que procediera la declaración federal de
este río, que continuaba bajo control del ejecutivo del estado.
El interés porque se declarara de jurisdicción federal al Cupatitzio y consiguientemente
el Marqués, se debía a que Eduardo Noriega iba a invertir varios millones de pesos, lo cual
a su juicio requería más que la garantía que pudieran prestarle las autoridades locales y una
seguridad mayor que la variable legislación de un estado.
Para este efecto en 1903 el señor Noriega encargó a un ingeniero de su confianza,
Tomás Ruiz de Velasco, un argumento decisivo para que procediera la declaratoria del río
como federal: ¿El Cupatitzio influye de algún modo en el gasto de un río declarado de
jurisdicción federal? Ante esta pregunta tan pertinaz fue que el personal de la secretaría de
Fomento inició las investigaciones para darle respuesta y declarar esta corriente, con
argumentos válidos, como federal.
En un principio el Cupatitzio-Marqués fue declarado como de jurisdicción del estado
Michoacano. El trámite para la declaratoria como federal duró cerca de seis años, en los
cuales se acumuló una gran cantidad de ocursos dirigidos y contestados, primero por el
personal de la secretaría de Fomento quienes tenían que pedir información al personal de la
AHA, Aprovechamientos superficiales, caja 763, expediente 11,037, s.f., foja 22.43 La sociedad denominada Eduardo y Alfredo Noriega junto con el señor Carranza fueron quienes realizaron las obras de desecación e irrigación de la Ciénega de Zacapu; el fin era almacenar las aguas de los manantiales de este lugar (1,800 lps) y aprovecharlas en el riego de los terrenos de las haciendas de Tareácuri y Cantabria, AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 4,629, expediente 61,682, 28 de enero de 1911, fojas 10 y 22.44 Datos tomados de varias fojas de AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 4548, Expediente 60,367, que corren a partir del 2 de diciembre de 1903 al 5 de abril de 1907.
132
secretaría de Comunicaciones y Obras públicas sobre esta corriente de agua, los que a su
vez solicitaban información al gobernador de Michoacán, Aristeo Mercado.
Hasta septiembre de 1905, casi dos años después, el entonces gobernador del estado no
había resuelto nada al respecto. Es posible que haya sentido amenazados sus intereses
personales y de varios de sus allegados que controlaban las concesiones de aguas para el
riego de sus huertas desde sus puestos en el ayuntamiento. Muy posiblemente esta fue la
causa de la demora y la falta de una respuesta rauda por parte del gobernador para con el
personal de la secretaría de Comunicaciones.
Sería hasta el 19 de febrero de 1906 cuando el personal de la secretaría de
Comunicaciones y Obras Públicas mandó un oficio al secretario de Fomento para
informarle que el río del Marqués era de jurisdicción federal, debiendo extenderse dicha
jurisdicción al río Cupatitzio, por la influencia que su gasto ejerce en el régimen del
Marqués, por lo cual no había inconveniente por parte del personal de esa institución para
que se aprovecharan las aguas de ambas corrientes.
Una vez que se nacionalizó el río y siguiendo ahora los lineamientos de la jurisdicción
federal, se procedió a informar al señor Noriega que con el fin de continuar tramitando
debidamente su petición, era necesario aclarar los litros por segundo que requería.
A partir de este caso podemos comentar que de manera recurrente nos encontramos con
una idea fragmentada de la zona de influencia de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués.
En primer lugar se dividió a éste en dos, siendo que el Marqués es la continuación del
Cupatitzio en la Tierra Caliente.
Por otro lado, con la declaración del río como federal se contempló sólo el
escurrimiento principal, ignorando en este mismo piso ecológico sus dos afluentes
principales, el arroyo Los Conejos y el arroyo Santa Bárbara (todavía bajo jurisdicción
estatal), situados a la margen izquierda y derecha, respectivamente, ambos convergentes en
el Cupatitzio-Marqués a la altura de la cascada Tzaráracua. Otro afluente que se suma a las
omisiones fue el de La Parota ubicado en la Tierra Caliente. Todos ellos sin excepción
continuaron bajo el control municipal.
133
Sería hasta la segunda década del siglo XX que las dos primeras corrientes se declararían
como nacionales, por la influencia tan significativa para el Cupatitzio-Marqués, aportándole
ambas más de 1,300 lps.45
En esta visión fragmentada influyó de manera decisiva la Ley de vías generales de
comunicación de 1888, en donde lo importante a considerar de un río era su condición de
navegable o que sirviera de límite a la República o a dos o más estados, ignorando así a sus
afluentes y la ingerencia que ejercían en el caudal de un río de mayor envergadura. Bajo
este parámetro pocos fueron los ríos nacionalizados en los primeros 15 años de su
promulgación.
Si desde un principio se hubiera seguido el parámetro propuesto por el señor Noriega -
-la influencia del gasto que ejerce una corriente menor sobre una mayor—, para determinar
la nacionalización de un río (junto con sus afluentes), se hubiera evitado la fragmentación
en la visión de los recursos acuíferos y en el manejo dado a éstos. Por otro lado, hubiera
sido más expedita y menos confusa la nacionalización de los recursos acuíferos. De manera
oficial el río Cupatitzio-Marqués se nacionalizó en enero de 1909.
Después de nacionalizado el Cupatitzio-Marqués, las concesiones otorgadas tanto por el
ayuntamiento de Uruapan como por el gobierno del estado no se vieron afectadas, Aristeo
Mercado defendió éstas citando la fracción B del artículo segundo de la Ley general del 5
de junio de 1888.46 47 En él se establecía que serían respetados y confirmados los derechos de
particulares respecto de las servidumbres, usos y aprovechamientos constituidos en su favor
sobre los ríos, lagos y canales, siempre que tales derechos estuvieran apoyados en títulos47legítimos o en prescripción civil por más de 10 años.
En cuanto a nuestra área de estudio se refiere, el Cupatitzio-Marqués no fue el único río
federalizado a partir de la petición de un particular, con el arroyo Santa Bárbara, tributario
de aquél en su margen derecha, ocurrió una situación similar.
En 1923 el señor Eulalio M. Ortega requería en concesión las aguas del arroyo Santa
Bárbara para aprovechamiento en irrigación y fuerza motriz, para lo cual mandó a la
De acuerdo a algunos aforos encontrados en registros que emitieran particulares o ingenieros de la secretaria de Fomento para el otorgamiento de concesiones, se ha encontrado que el rio Santa Bárbara contaba con 800 lps y el Cupatitzio con 589 lps, en los albores del siglo XX.46 AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja, 3,874, Expediente 53,551, Marzo de 1906, foja 20.47 Legislación Mexicana de Manuel Dublán y José María Lozano, 2004, Tomo XIX, p. 153.
134
secretaría de Fomento un oficio donde preguntaba si dichas aguas eran de jurisdicción48federal o estatal.
Para saber esta información la secretaría de Fomento mandó a preguntar al
gobernador del estado este dato, quien a su vez envió otra carta al presidente municipal de
Uruapan para pedirle una serie de datos encaminados a conocer las características de la
corriente. El 7 de octubre de 1924 se declaran las aguas, el cauce y riberas del arroyo Santa
Bárbara o Santa Catarina (como también se le conoce) de propiedad nacional.
Este caso y otros que se verán más adelante, nos muestra de manera más detallada
sobre el proceso de nacionalización de los recursos acuíferos.
Fue en los años posteriores, a partir de las concesiones otorgadas para la industria
preferentemente eléctrica —facultad otorgada sólo a la secretaría de Fomento para estas
fechas— que en el transcurso de la primera década del siglo XX muchos de los ríos
michoacanos se nacionalizaran; se agregaron a la lista 46 ríos más, llegando a sumar 52 al
final del decenio.
El estudio de estas concesiones nos informó que en el proceso de nacionalización de
los recursos acuíferos intervinieron los propios usuarios, el gobierno estatal y el federal.
Las aguas del arroyo Los Conejos fueron declaradas de propiedad nacional el día 24 de
abril de 1921 habiéndose publicado la declaración relativa en el Diario Oficial de la
Federación, correspondiente al día 9 de abril del mismo año.49
Además de los arroyos Los Conejos y Santa Bárbara habría que agregar otros
cuerpos de agua localizados dentro de la misma microcuenca que fueron declarados de
propiedad nacional; en la zona de escurrimiento se encuentran: los arroyos Los Rayitos
nacionalizado el 7 de mayo de 1919 y El Revelero el 10 de noviembre de 1923 y los
manantiales La Hierbabuena el 10 de octubre de 1931, el Gandarillas el 24 de julio de 1917
y el Tamacua el 29 de agosto de 1924.50
En la figura 1 se muestra de manera gráfica el principio y el fin de este proceso que
comenzó en 1909 y culminó hasta 1973, con la nacionalización de uno de los principales
arroyos como lo es La Joyita. En esta misma figura se muestran los principales manantiales
y arroyos tributarios del río Cupatitzio-Marqués.
' AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja, 1759, Expediente 26,136, Agosto 16 de 1923, foja 3.’ AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja, 764, Expediente 1,1063, 1928, foja 117.' AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 23 de octubre de 1974, fojas 381-384.
135
Es así como la nacionalización de todos los cuerpos de agua de la microcuenca del
Cupatitzio-Marqués, fue un proceso que dilató 64 años en culminarse, y donde los usuarios
también participaron, como ya se mencionó en el caso del señor Noriega para con el río
Cupatitzio-Marqués, quien declaró sentir más confianza invertir en un río regido por leyes
nacionales y no por las cambiantes leyes de un estado.
De esta manera, el caso particular de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués en
cierta manera contradice a aquellos trabajos donde se le dan preeminencia a la figura del
estado en la nacionalización de los recursos acuíferos. Lo que sí es cierto es que a éste lo
que le interesaba eran los jugosos ingresos que generaban los impuestos al uso del agua con
fines industriales y de agricultura a gran escala, mientras que la pequeña agricultura y el
uso doméstico prácticamente continuaron bajo la administración municipal o en su defecto
en la estatal.
Los diferentes usos del agua del río Cupatitzio-Marqués a principios del siglo XX: abasto doméstico, agricultura e industriaCon la posible declaración del río Cupatitzio-Marqués como federal, personal de la
secretaría de Fomento solicitó, en 1907, al gobernador de Michoacán información de los
nombres y las direcciones de las personas que hacían uso de las aguas de este río.
En contestación a dicha solicitud el propio Aristeo Mercado mandó la lista de los usuarios y
los diferentes usos que se le daba a esta corriente. Fue entonces cuando inició un proceso de
confirmación de concesiones que con anterioridad habían sido otorgadas desde la Colonia,
bajo el nombre de merced, por los ayuntamientos, y por el gobierno del estado como
concesiones hasta fines del siglo XIX.
Gracias a la información generada a partir de las confirmaciones de las concesiones
es como podemos conocer la lista de los usuarios, la ubicación de las tomas y a cuánto
ascendía su gasto.
En la ilustración número 6 se presentan de manera gráfica 17 tomas de agua, así como
los usos de éstas. Las tomas marcadas con los números 2 y 7 corresponden a los barrios de
San Pedro y San Juan Evangelista respectivamente, que además de administrar el líquido a
las casas, también las tomas eran utilizadas los grandes propietarios de la huertas más
productivas de la ciudad.
136
Nacionalización de ríos, arroyos y manantiales de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués Figura 1
URUAPAN
20
Arroyo Los Conejos
RÍO CAJONES
Lombardía
RÍO EL MARQUÉS
Nueva Italia
Nacionalización de ríos1. Río Cupatitzio (1909)2. Río Los Conejos (1921)3. Río Santa Bárbara (1924)4. San Antonio Cutzato (1940)5. La Perita (1962)6. La Joyita (1973)7. El Revelero (1923)8. La Alberca (1966)9. La Hierbabuena (1931)10. La Gandarilla (1917)11. Arroyo Riyitos (1919)12. La Beneficiencia (1963)13. Tamacua (1924)14. Ojo de Agua Los Dolores, Ziraspen y Chumbichu (1938)15. Manantial Canintzio (1929)16. Ojo de Agua Cuto y Las Cruces (1929)17. Río Ziracuaretiro (1920)18. Río Chumbichu (1938)19. Río El Guayabo (1932)20. Manantial Jujucato, El Chupadero y La Cruz (1938)
Fuente: AHA, Aprovechamientos Superficiales.
137
45
Por otro, lado la toma de la fábrica de San Pedro marcada con el número 6 se utilizaba para
el lavado de las telas y para generar fuerza motriz en un principio, ya que con el paso de los
años y gracias a los avances tecnológicos, se transformó en energía eléctrica para el
consumo interno de la fábrica, así como para la población de la ciudad.
También existían tomas utilizadas expresamente para el uso industrial como
aquellas marcadas con los números 11, 13 y 14; la primera era una fábrica de hielo, la
segunda era una empacadora de carne de capital inglés y la tercera fue la hicieron como
parte de un proyecto de Dante Cusi y Eduardo Noriega para la generación de energía
eléctrica, el cual jamás concluyeron.
Las tomas 16 y 17 eran utilizadas por la familia Cusi para actividades agrícolas,
ganaderas, industriales, recreativas y domésticas que realizaban en su hacienda la
Lombardía, ubicada al inicio de la Caliente a los 600 msnm.
La toma 18, también se dirigía hacia la Tierra Caliente en las minas de cobre que
también yacían en territorio de esta hacienda y que fueran concesionadas por la familia
Cusi a dos socios norteamericanos quienes las trabajaron por unos años.
51a) Uso doméstico5
El entubamiento de agua potable para el uso doméstico se concluyó en 1901 gracias a la
cooperación que hizo el gobernador del estado Aristeo Mercado consistente en una tubería
de barro vitrificado, la cual se transportó por ferrocarril hasta Uruapan con grandes ventajas
para el ayuntamiento que a pesar de recabar fondos, gracias a varias actividades, no había
podido concluir tan importante obra (Guzmán 1991, 179).
Las concesiones de agua para uso doméstico estaban gravadas con una contribución
módica que a principios de la primera década del siglo XX era uno de los mejores recursos
con que contaba la hacienda municipal. Este servicio lo monopolizó el ayuntamiento y
cuando alguien pedía la concesión se le denegaba aún después de 1909, cuando las aguas
del Cupatitzio-Marqués ya habían sido declaradas de jurisdicción federal, lo que evidencia * 52
1 El documento y mapa que se tomó como base para la redacción de los próximos apartados referentes a los usos doméstico, agrícola e industrial fue: AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 17 de mayo de 1907, fojas 9-13 y 72; los documentos complementarios se citan en su momento.52 AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 4,596, Expediente 60,319, 26 de febrero de 1913, fojas 19-20.
138
el control que seguía ejerciendo el gobierno local en la administración del agua para el uso
doméstico.
De acuerdo a las evidencias, creemos que este servicio de agua entubada se
destinaba principalmente para el núcleo central de la ciudad donde vivían los criollos,
mestizos y extranjeros. Para el abasto doméstico de los barrios, que para estas fechas de
igual manera eran habitados por los actores antes citados y por purhépechas, se abastecían
del agua que corría por las acequias destinadas para el riego.
Una vez nacionalizado el río, las confirmaciones de las concesiones
correspondientes a los barrios de la ciudad fueron los casos más dramáticos ya que no
tenían título que demostrara sus derechos para hacer uso de las aguas del Cupatitzio-
Marqués, éstos se basaban en prescripción antiquísima desde la fundación del asentamiento
en la Colonia.
Por ello después de varios avisos mandados por personal de la secretaría de
Fomento donde solicitaban la confirmación de derechos de uso de las aguas del Cupatitzio-
Marqués, el gobernador del estado Aristeo Mercado remitió dos informes ad-perpetuam,
para que suplieran la falta de títulos, rendidas ante el juzgado de primera instancia de ese
distrito y protocolizadas por el notario José Uribe, sobre el uso y aprovechamiento que53hacían los vecinos de estos dos barrios.
De acuerdo con este informe, se sabía que en la época de la Colonia las tomas se
hacían a medida que se formaban o crecía la extensión de los barrios. Era entonces cuando
se abrían zanjas para llevar el agua con la que se regaban las cementeras de los solares y
atender a los usos domésticos de los pobladores. Los vecinos de San Pedro y San Juan
Evangelista tomaban el agua del citado río en cantidad de 600 y 1,000 lps, respectivamente.54 54
AHA, Aprovechamientos superficiales, caja 1533, expediente 21215, 16 de enero de 1912, foja 14.54 Desafortunadamente como las informaciones fueron rendidas ante el Juzgado de Primera Instancia y no ante el Juez de Distrito, no las tomaron como válidas, debiendo comprobar cada uno de los interesados ser dueño de sus respectivos predios. Tardaría una considerable cantidad de años para que esta Secretaría dejara de pedir dichas confirmaciones. AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,533, Expediente 21,215, 6 de octubre de 1910, foja 22.
139
PLANO EXPLICATIVO DE LAS TOMAS DE AGUA DEL RÍO CUPATITZIO-MARQUÉS EN 1904 (ZONA DE TRANSICIÓN)Ilustración 6
140
Ambos barrios contaban con su canal que se desprendían del río Cupatitzio-Marqués. En la
medida que los canales avanzaban por la traza urbana se iban desprendiendo pequeñas
acequias ya fuera por debajo o a un costado de las casas o huertas que había a su paso, otras
más se localizaban pegadas a las banquetas.
La toma del barrio de San Pedro marcada con el número 2 en la Ilustración 6,
después de pasar por pequeñas propiedades, sus últimos derrames llegaban hasta solares del
barrio de San Juan Evangelista,55 ambos barrios colindaban uno con otro al estar ubicados
sobre la margen izquierda del río. Sin embargo el barrio de San Juan contaba además con
su propia toma marcada con el número 7.
Los vecinos del barrio de Santiago también tomaban agua del río Cupatitzio-
Marqués (toma 5), mientras que los restantes barrios se satisfacían de los innumerables
manantiales dispuestos en toda la traza urbana de Uruapan.
El agua de estas acequias se utilizó durante los siglos XVI e inicios del XVII, para
diversos usos por los primeros habitantes de los barrios que eran predominantemente
indígenas. Durante los siguientes dos siglos los comerciantes más prominentes comenzaron
a comprar tierras comunales aledañas al río Cupatitzio-Marqués y utilizar el agua
únicamente con fines agrícolas dentro de sus predios.
En este proceso el cultivo del café fue un gran aliciente a partir del cual se tuvo que
aumentar el caudal del agua y las acequias para satisfacer a los usos domésticos e
industriales; tal como ocurrió en el barrio de San Juan Evangelista cuando en 1892 el
ayuntamiento le otorgó al gobernador Aristeo Mercado aumentar la acequia y así el caudal
destinado para los vecinos de este barrio y para hacer más extensa la acequia para
aumentar el riego de las huertas más extensas y productivas entre los que destacaban los de
Mercado e Ignacio Valencia.56
Es preciso hacer notar que al inicio de las tomas de los barrios de San Pedro (Véase
ilustración 6 toma marcada con el número 3), y San Juan Evangelista (toma 7) se
localizaban los predios de los hombres principales de cada barrio, los que por cierto para
estas fechas eran todos mestizos.
5 6' AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,533, Expediente 21,215, 16 de enero de 1912, foja 34.
AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 17 de mayo de 1907, foja 11.
141
Entre los principales del primer barrio estaban los señores Ignacio Valencia, Lauro Treviño,
Wenceslao Hurtado, entre otros. Uno de los principales del barrio de San Juan Evangelista
era el mismo gobernador del estado Aristeo Mercado, Manuel Campos, Jesús Rodríguez,
nuevamente Ignacio Valencia y otros más. Todos estos señores principales, se mencionarán
en la siguiente sección concerniente al café; ya que eran los cafeticultores más prominentes
y que poseían un buen número de predios rurales y urbanos como se verá a continuación.
b) Uso agrícola: El café
Hacia finales de la tercera década del siglo XIX, en la zona aledaña a la ciudad de Uruapan
se contaba con una variedad de productos como azúcar, granos, maíz, minerales, maderas,
algodón y moreras para seda que un francés de apellido Guenout se ocupó de plantar para
propagar el gusano de seda (Frances 1995, 231).
Poco tiempo después se sumaría a estos productos uno más, el café, su cultivo se
extendió con éxito a partir de la cuarta década del siglo decimonónico en las numerosas
huertas de frutales ya existentes en el distrito. Tal fue el éxito de este grano que demandó
más tierras de cultivo, expansión que se dio a costa de tierras de barrios indígenas de la
ciudad, por lo que uno de los efectos de su propagación fue la destrucción de la propiedad
comunal.
Una de las versiones sobre la introducción del café en el estado de Michoacán es la
emitida por el señor Eduardo Ruiz, según la cual el general Michelena, Ministro
Plenipotenciario de México en Inglaterra, hizo un viaje en 1824 a Moka de donde trajo unas
matas de café que mandó a plantar en al hacienda de La Parota, debajo de Taretan, donde se
reprodujeron a tal grado de convertirse en maleza. Por la belleza de los arbustos se
diseminó el cultivo de éstos en algunas poblaciones de donde enviaron cafetos para adorno
de patios y huertas (Ruiz 1940, 31).57
Con estos mismos fines en 1828 Manuel Farias —uno de los comerciantes más
portentosos de la ciudad— fue el primeo que lo llevó a Uruapan y lo plantó en su huerta
situada en la segunda calle de Santiago, al poco tiempo hizo lo mismo en su casa, situada
7 Otra versión parecida es la proporcionada por el señor Matías Romero quien atribuye este hecho al hijo del mismo general, quien a su regreso de la misión diplomática que desempeño en Londres trajo semilla del café de Moka que sembró en su hacienda de La Parota, en el distrito de Ario en el año de 1828 (Romero, 1999, 22).
142
en el Portal del Norte. Pero al parecer el primero que lo cultivó con fines productivos, al
menos a mayor escala, fue Miguel Treviño, en su huerta contigua al puente de San Pedro.
Este señor propagó el cultivo del café regalando lotes de almácigas e instruyendo en el
trasplante y cuidado de la huerta (Ruiz, 1940, 31-32).
A pesar de que la semilla del café procedente de la hacienda La Parota se
transplantó a huertas de Tacámbaro, Taretan, Los Reyes, y Uruapan, en este último lugar
fue donde mejor prosperó por tres razones fundamentales observadas por el entonces
diplomático Matías Romero.
La primera se debe a su posición geográfica, por estar la ciudad de Uruapan
protegida por la cordillera de San Juan Parangaricutiro y Paracho, que le proporcionaba un
clima fresco sin llegar a las heladas y la protegía de los vientos provenientes del norte y el
oeste. La segunda ventaja era la abundancia de agua proporcionada por el río Cupatitzio-
Marqués y la favorable colocación de las acequias que corrían por las huertas caseras, que
además se beneficiaban por la protección que les ofrecen las paredes de las casas, cercas,
árboles grandes (como el del aguacate y otros frutales) e incluso platanales que los
protegían de las fuerzas de las corrientes y del sol (naciente y poniente), también los cafetos
recibían todos los abonos de la gente y los animales que allí habitaban, lo que permitía un
desarrollo extraordinario del arbusto (Romero 1999, 33 y 39).
Aunado a ello habría que agregar una ventaja más, la ciudad contaba con una
población familiarizada con el manejo de diferentes árboles frutales, que se mantenía tal
vez incluso antes de la llegada de los españoles al lugar.
Dos estímulos importantes hicieron que se propagara con entusiasmo los
decorativos arbustos de los cafetos: en 1863 se trasladó a Uruapan la capital del Estado con
motivo de la toma de Morelia por los invasores franceses, con lo cual se incrementó el
consumo del café, poco conocido para estas fechas, y con ello la demanda y el precio del
grano. Otro estímulo importante fue el premio otorgado al café de Uruapan por su calidad
en la exposición de Filadelfia en 1876, lo que alentó a los agricultores de la ciudad
(Romero 1999, 35).
En 1877 se calculaban cerca de 50 mil matas de café, 10 mil se ubicaban en la
municipalidad y el resto en varios puntos del distrito.
143
Estas características hicieron que U ruapan llegara a ser el principal productor de este grano
en M ichoacán, para el año de 1897 contó con una producción de 230 mil kilogram os,
seguido m uy por debajo de Tacám baro con 32 mil y Z itácuaro con 14,107 kilogram os
(Figueroa 1899, 343).
E n algunos casos el café fue acicate para la adquisición de las m ejores huertas con
una m ejor ubicación con respecto al agua, factor determ inante para la prosperidad del
cultivo, en este caso las aledañas al río C upatitzio-M arqués y a los arroyos de Los Conejos
y Santa Bárbara, am bos tributarios de aquél. En la m ayoría de las huertas caseras no era
necesario invertir en dem asía para allegarse del vital líquido, ya que sus dueños sólo
desviaban el agua corriente de las acequias que correspondían a cada barrio. M ientras que
en aquellas huertas que no contaban con esta ubicación estratégica, tuvieron que dotarse de
agua por m edio de una infraestructura hidráulica que podía consistir en acueductos, zanjas
o canales.58
El cultivo del café destaca por ju g ar un papel im portante en la integración de la
m icrocuenca del Cupatitzio-M arqués a los planos nacional y m undial a través de su
exportación, que se lograría gracias al abogado y político m exicano M atías R om ero59 quien
fungió com o articulador gracias a la visita que hiciera a los distritos cafetaleros de
Coalcom án, U ruapan, A rio y Tacám baro en 1877, donde m ostró su interés por conocer el
desarrollo del cultivo, el que m ás tarde prom ovió para la exportación del grano a los
Estados Unidos.
G racias a este v isitador podem os conocer los nom bres de los principales
terratenientes y productores de café en la ciudad, con quienes seguram ente negoció para la
com pra de su producto que sería m andado a aquél país. E llos contaban con las huertas m ás
productivas por su disposición con respecto al agua y la infraestructura que se construyó e x
p r o f e s o para el riego de este cultivo.
8 De acuerdo con la descripción de Romero sobre el cultivo del café en el distrito de Uruapan, el árbol del cafeto necesitaba de riego a diferencia del producido en el sureste del país, por lo que el agua era un factor imprescindible ya que el terreno de casi toda la región cafetalera de Michoacán contaba con suelos denominados chararanda que en algunos lugares se mezclaba con el tupure, suelo amarillento superior al primero, por esta razón al ser estos suelos secos, la abundancia de agua permitía que se extendiera el terreno utilizable para el café (Romero 1999, 22).59 Matías Romero fue un abogado oaxaqueño que trabajó durante las presidencias de Benito Juárez y Porfirio Díaz, varias veces fue secretario de Hacienda y embajador en Estados Unidos, tiempo en el que realizó actividades para gestionar exportaciones agrícolas de café mexicano a ese país (Romero 1999, 22).
144
Espiridión Coria construyó un acueducto notable por el caudal de agua conducida y por las
dificultades que venció para regar un predio situado fuera de la población donde se
proponía sembrar 50 mil matas y regarlas con aguas del Cupatitzio-Marqués60 (Romero
1999, 34-35). Este predio se ubicaba en Jicalán, y lo rentaba al terrateniente Ignacio G. del
Valle y Villagrán, quien para constituirlo como tal compró a los parcioneros varios predios
con los cuales conformó el terreno del rancho Matanguarán con una extensión de más de
200 ha.
Años después este rancho este rancho se rentó a partir de 1891 a los italianos Dante
Cusi y Luis Brioschi a quienes el ayuntamiento les concedió permiso de uso.61 Dante Cusi
contaba para 1898 con una huerta de cafetos en el barrio de San Pedro donde utilizaba las
aguas del Cupatitzio-Marqués para su riego.
El entonces Juez de Letras de Uruapan Eduardo Ruiz,62 63 -que años más tarde fue
Procurador General de la República en la presidencia de Porfirio Díaz-, era dueño de la
finca La Quinta. Este señor era el único que contaba para el año de 1888 con una
despulpadora con la cual obtenía un grano más limpio conocido como café lavado (Guzmán
1991, 180).
La Quinta había pertenecido a su padre el escribano Toribio Ruiz desde el año de
1869, diez años luego de su muerte pasó a manos de su hijo Eduardo.63
0 Es posible que el predio a que se refiere Matías Romero sea el rancho Matanguarán que rentaba al señor Ignacio G. del Valle y Villagrán en el último cuarto del siglo XIX, tiempo en el que solicitó una concesión de agua al ayuntamiento la cual se ratificó el 21 de noviembre de 1885. Ésta consistía en hacer una zaca de bueyes de agua, que tomaría un poco abajo del puente del río de Jucutacato, con previa licencia otorgada por lo dueños de los terrenos por donde pasaba el acueducto.Señala que el cauce del acueducto será de 3 varas de ancho y una de profundidad en su menor altura y la extensión necesaria en donde así lo exija el terreno, fueron de piedra y mezcla, los materiales que usó para las construcciones de la cortina en la vía pública, a fin de que éstas proporcionarán toda la comodidad y seguridad al tráfico y a los dueños de los terrenos por donde pasaría el acueducto referido. AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 763, Expediente 11,037 21, de noviembre de 1885, foja 22.61 AHA, Asentamientos superficiales, Caja 763, Expediente 11,037, 2 de agosto de 1928, foja 2.62 Eduardo Ruiz, historiador y abogado egresado del Colegio de San Nicolás. Fue Juez de Letras de Uruapan y Diputado Federal durante la administración del presidente Lerdo. En 1892 se le designó Procurador Federal de la Nación y en 1900 Ministro de la Suprema Corte de Justicia cargo que desempeñó hasta su muerte en 1902. Escribió H istoria de la guerra de Intervención en M ichoacán en 1896, dos volúmenes de la obra titulada M ichoacán, paisajes, tradiciones y leyendas en 1891 y Bibliografía del c . M elchor Ocampo en 1882 (Diccionario Porrúa 1986, 2526-2527).63 Según escritura pública otorgada en la ciudad de Uruapan el 9 de julio de 1879, ante escribano público Vicente de la Peña AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 265, Expediente 6,372, 22 de enero de 1913, fojas 15 y 16.
145
Este predio tenía una casa, una huerta y un molino, además de ubicarse a un costado del
Cupatitzio-Marqués y contar, dentro de su perímetro, con los manantiales denominados la
Hierbabuena con un gasto aproximado de 1,000 lps para dar movimiento al molino de La
Quinta, (propiedad del dueño de la huerta anexa y de Eduardo Ruiz), por medio del agua
que entraba por tres conductos: el primero estaba entre el molino y la calle o camino
publico, otro tomado directamente del cárcamo y el último por la acequia que estaba
inmediatamente debajo de dicho cárcamo.64
La toma para esta finca se localiza con el número 3 de la ilustración 6. Otra de sus
fincas era la denominada El Pedregal donde regaba cafetales y plantas forrajeras, la toma de
este terreno se ubica en esta misma ilustración con el número 2, ambas tomas inician justo
en el nacimiento del Cupatitzio-Marqués.
Aristeo Mercado, varias veces gobernador de Michoacán, fue otro de los más
exitosos agricultores de este grano y quien le daría una proyección internacional al ganar en
1900 un premio de primera clase consistente en una medalla de oro en la Exposición
universal de París. Un hecho relevante a destacar es que su huerta denominada Santiago se
localizaba a un costado del río Cupatitzio-Marqués, además en la última década del siglo
XIX el ayuntamiento le había otorgado permiso para construir una nueva acequia que
engrosaría el caudal de agua destinada al barrio de San Juan, que por entonces sólo era
suministrado por los manantiales denominados Chupácuaro sobre la margen izquierda del
río65 como puede verse en la ilustración 6 en la toma marcada con el número 7.
También los agricultores de café y de otros productos expandieron sus ambiciones
hacia el noroeste del distrito de Uruapan en las tenencias de Jucutacato y Jicalán donde los
indígenas vendieron varias de sus parcelas, ya fuera por voluntad o por hostigamiento, a
compradores preferentemente vecinos de Uruapan.
Francisco Farias fue el primer productor que salió del perímetro de la ciudad a
realizar un plantío de cerca de 20 mil matas, sembradas en varias huertas situadas entre
Uruapan y Jicalán (Sánchez Díaz 2002, 46). Para principios del siglo XX comercializaba
cereales y arroz, mientras que Ramón Farias, hermano del primero, poseía una de las
4 En septiembre de 1895, Eduardo Ruiz le transfirió a su hija Josefina Ruiz de Equihua esta propiedad y sus manantiales que se denominan La Hierbabuena. AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 4,596, Expediente 60,319, 17 de abril de 1911, fojas 2 y 5.65 AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,533, Expediente 21,215, 16 de enero de 1912, foja 34.
146
huertas m ás notables del distrito y tam bién com ercializaba café, am bos en el portal Rafael
Carrillo en el centro de la ciudad de Uruapan.
En 1840 M anuel Farias plantó en sus huertas entre 300 a 400 m atas de café que
fueron tom adas de la Zanja, situada en el plan de U recho, contigua a la de la Farota
(Rom ero 1999 63, 35), de las que sólo se logaron 80. M ás tarde se tom arían de estas
m ism as sem illa para plantaciones de los alrededores de ciudad U ruapan y hacia su lado
noroeste en los pueblos vecinos de Jicalán y Jucutacato (Sánchez D íaz 2002, 46-47), donde
las huertas se regaban con aguas del arrollo Los Conejos.
Otros terratenientes fueron: Lucas B arragán con su rancho A randín (que en 1888
perteneciera a Fedro Inart), Fedro Chapina con el rancho La H ierbabuena, el rancho de La
Fundición de Inocencia D ebernandi y el rancho Tzindio de Francisco Farias. Entre los
ranchos m ás grandes estaba el rancho Tanaxhuri propiedad de los herederos de Ignacio
V alencia con 455-14-10 ha de las cuales 35 eran de riego.
Francisco C arm olinga para 1901 era un prom inente com erciante y agricultor que
poseía una huerta en Tarecho, otra en Jucutacato y cinco m ás, ubicadas la m ayoría de ellas
en el barrio de San Fedro.
A dem ás de estos grandes propietarios de las fincas m ás productivas, se encontraban
las pequeñas huertas de los vecinos de los diferentes barrios con pocos cafetos pero que
engrosaban la cifra total del distrito.
Otros propietarios cuyas nom bres de fincas ignoram os son T ranquilino M endoza y
herederos de Félix M artínez, H erederos de José M aría Torres y José M agaña, los herederos
de Lucas R om án y de Estaban Legorreta, las propiedades de Sebastián y Juan M agaña y
Cristóbal Treviño Leyva, la m ayoría vecinos de Uruapan.
La producción destinada al exterior de la m icrocuenca era transportada en m ulas de
U ruapan a Fátzcuaro. D esde 1886 se inauguró el ferrocarril que com unicaba a esta ú ltim a
localidad con M orelia y de ahí hasta la capital del país. Q uedarían unidas por vías férreas
las ciudades de Fátzcuaro con U ruapan en 1899 cuando el ferrocarril arribó a esta ú ltim a
ciudad alentando tam bién el creciente com ercio que desde la Colonia existía con la Tierra
Caliente con productos com o el añil y el arroz66 (G utiérrez 1989, 151).
6 Otros tramos que se concluyeron en el Estado por estos años fueron el de Yurécuaro-La Piedad en 1888, en 1897 Maravatio-Zitácuaro, el tramos de Yurécuaro-Zamora en 1899 y Yurécuaro-Los Reyes en 1902 (Gutiérrez 1989, 151).
147
Hacia finales del siglo XIX las plagas llamadas el verde y el pulgón destrozaron los
cultivos de las huertas, ello aunado a la baja en el precio del café que se presentó en 1897,
contribuyeron a la merma en la producción del grano.
Sin embargo, la fama del aromático café de Uruapan seguía traspasando fronteras,
cuando en 1901 el negociante del Le Havre, F. Badoreau, solicitó a Aristeo Mercado una
remesa para ofrecerlo en el viejo continente.
Pero a pesar de que el distrito de Uruapan era el primer productor en el estado con
un promedio de 300 mil kilogramos, el rendimiento a nivel nacional era del orden de 21 mil
91 toneladas (Guzmán 1991, 181). El café de Uruapan poco pudo competir con aquellos
producidos en Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Colima y Guerrero, sobre todo con los
procedentes de Córdoba, Orizaba y Coatepec, que eran muy preciados en aquella época
(Florescano 1983, 142).
La fiebre del grano finalizaría en la primera década del siglo, sin embargo para estas
fechas se había incrementado la población en la ciudad y el valor de los terrenos, como lo
comentó en 1877 Matías Romero:
Apenas hace 12 años (1852) esa pintoresca ciudad estaba en un estado de
verdadera decadencia, su población era de 4,000 a 5,000 habitantes; la pobreza
de sus moradores era general y el valor de los terrenos bajo. La fanega de
sembradura, situada dentro de la población y en los lugares más apetecidos y
con riego, valía 100 pesos. Merced al incremento del cultivo del café^ su
población se calcula ahora de 10,000 a 12,000 habitantes^Los terrenos se
venden ahora a 1,000 pesos fanega. En una palabra, en cosa de 12 años, la
población se ha duplicado y el valor de la propiedad se ha duplicado (Romero
1999, 40).
Otro de los factores que contribuyó al crecimiento de la población fue la llegada del
ferrocarril que atrajo sobre todo a hombres del medio rural en busca de trabajo.
148
Con el descalabro sufrido por las plagas y las bajas de los precios del café, los frutales y
platanales continuaron proporcionando jugosas entradas a los dueños de estás. El aguacate
era de los que contaba con más demanda. En la última década decimonónica Ramón Farias
era el máximo cultivador de café (Miranda 1999, 258).
Manuel Campos a finales del siglo XIX exportó 40 millares de chayotes (Miranda
1999, 258), para estas fechas le estaban haciendo un nueva toma seguramente para expandir
su producción (toma 12 de la Ilustración 6).
Pasados los años algunos de los grandes productores del siglo antepasado desaparecen de la
escena política pero sus sucesores continuaron, algunos con ciertas trabas ya que pronto
estallaría el movimiento revolucionario de 1910 y con ello parte de los privilegios que por
dos décadas disfrutaron.
c) Usos industriales: generación de energía eléctrica
La prosperidad de la ciudad continuó entrado el siglo de la “modernidad” y los viajeros
seguían llegando a Uruapan del “Progreso.”
A Uruapan se tenía planeado convertirla en un centro industrial dispuesto sobre las
riberas del río Cupatitzio-Marqués que se convertirían en “una cadena de fábricas de
diferentes clases” gracias a las ventajas que proporcionaba estar situada sobre la vega de un
río, característica de la cual carecían otras ciudades Michoacanas. A pesar de esta enorme
ventaja no se logró concretar estos planes (Uribe en Guzmán 1991, 185).
Para 1910 tres eran las fábricas que ocupaban energía eléctrica y figuraban entre las
más productivas del estado: las fábricas de hilados y tejidos La Providencia y San Pedro, y
la Empacadora Nacional de Carnes.
Sin embargo, la fábrica de San Pedro contaba con un remanente de electricidad que
aprovechaba para su venta. Ésta junto con la Planta de Luz, se encargaban de suministrar
energía a los habitantes de Uruapan.
En proceso de construcción estaba una planta que los hermanos españoles Eduardo
y Alfredo Noriega y Dante Cusi iniciaron en 1904, pero jamás concluyeron. Dentro de la
ilustración 6 estas tomas de las industrias se ubican con los números 10, 6, 13, 9 y 14,
respectivamente.
149
Como consecuencia del cambio de jurisdicción del Cupatitzio-Marqués de estatal a federal,
la secretaría de Fomento se enfrentó a un sin número de omisiones y negativas por parte de
los usuarios en el cobro generado por concesión, sobre todo con aquellos industriales
dedicados a generar energía eléctrica quienes de manera recurrente se negaban a pagar la
totalidad de los impuestos argumentando, casi siempre, que no se empleaba toda el agua
mencionada en el título.
Este argumento se extendió sobre todo durante la revolución de 1910, cuando
algunas fábricas redujeron su producción o algunas otras tuvieron que cerrar cierto periodo
por los perjuicios sufridos.
Otra estrategia utilizada para que se les cobrase una menor cantidad de impuestos, era
cambiando el uso que se le daba a la energía, ya que existía ciertas exenciones para el uso
industrial como una medida para incentivar a los industriales.
Tal fue el caso de la sociedad Hurtado y Compañía, conformada por los dueños de
la fábrica de Hilados y Tejidos de San Pedro, que como ya mencionamos producían energía
eléctrica para la producción de su fábrica y un remanente que vendían para los habitantes
de la ciudad.
En 1921, los dueños de esta fábrica pedían la exoneración de $356.65 de impuestos
generados en el último semestre que produjo una turbina de 310 caballos, debido a su
clausura desde agosto de 1917, hasta noviembre de 1919, además de que no se contaba con
algodón para el trabajo de los telares. Para saber si este argumento era verídico el personal
de la secretaría de Fomento pidió al Juez primero de letras de Uruapan una inspección
ocular en el sitio.
A pesar de que el Juez informó la suspensión de actividades de la fábrica, la
secretaría de Fomentó determinó, en febrero de 1921, que no se les eximía del impuesto en
vista de que las circunstancias por las que había atravesado el país ya habían desaparecido
por la pacificación de la República y en tanto que las vías de comunicación ya estaban al
corriente para que estos señores pudieran proveerse de las materias primas para poner en
movimiento dicha fábrica.67
Pero Hurtado y Compañía insistían, en su correspondencia que no se les cobrara
dichos impuestos, ya que a dos meses de haber reanudado actividades, debido a los
AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5,525, febrero de 1921, foja 43.
150
perjuicios que sufrieron por la revolución, la maquinaria había quedado en muy mal estado,
los vidrios rotos en su totalidad y sólo una cuarta parte de los telares fueron puestos en
movimiento por el mal estado en que quedaron.68
Como resultado de la inspección que realizara el Juez de Uruapan, arrojó que la
energía también la destinan para la venta, por lo cual se reconsideraron las calificaciones
que tenían formuladas dichos señores que era sólo industrial y no comercial. A partir de
esto se fijó la cuota de $928.35 al año.
Ante la negativa de Hurtado y Compañía por el pago del impuesto de energía eléctrica
industrial y comercial, personal de la secretaría de Hacienda ordenó al de la secretaría de
Fomento la clausura de las obras de derivación respectivas.69
Hurtado y Compañía respondieron que era inválida la declaración de que toda la
energía desarrollada por la planta hidroeléctrica de San Pedro, que ha formado parte de la
fábrica de Hilados y tejidos desde su instalación, era para la venta ya que en su mayor parte
había sido para mover su propia industria establecida, y que si aparecía para la venta era
únicamente para efectos de su administración privada, y se había hecho así para convenir a
sus intereses. Por eso pedían que para la calificación del impuesto de aguas se aplicara la
tarifa referente a la industria.
Para contar con datos más exactos, la secretaría de Fomento solicitó información a
la secretaria de Industria y Comercio sobre la cantidad de energía que destinaba Hurtado y
Compañía para la venta ya sea para alumbrado, calefacción, movimiento de molinos, y la
que consumían para su propia fábrica.
De acuerdo con una inspección reglamentaria que con anterioridad había realizado
el personal de la secretaría de Comercio, ésta arrojó los resultados siguientes:
La planta contaba con tres turbinas, la primera tenía una potencia de 310 caballos,
que trabajaba 15 horas, destinada para la fábrica San Pedro. La segunda turbina trabajaba
11 horas, de las cuales 2.75 horas se utilizaban en la industria propia y 8. 25 horas se
destinaban para la venta de energía para alumbrado, calefacción, entre otros usos. La
tercera y última trabajaba de las 18 horas a las 7 de la mañana, es decir 13 horas cuya
energía generada se destinaba exclusivamente a la venta.
' AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5,525, 28 de julio de 1921. foja 59.’ AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5,525, 10 de junio de 1932 foja 88-89.
151
Con estas cifras se tenía un total de 34.25 horas destinadas a la venta y 17.74 para la
producción interna de la fábrica. Se generaba un total de 922 caballos de fuerza, por lo que70en resumidas cuentas tenían que pagar 4,872 pesos por los años de 1927 a 1932.
Con los datos emitidos por dicha Secretaría quedaría evidenciado que bajo la razón
social de Hurtado y Compañía se generaba energía eléctrica para la venta al exterior de su
fábrica, cuya cuota era mayor, ya que para el uso industrial tenía varias exenciones.
Con este caso se evidencia que a partir de la nacionalización de los bienes acuíferos,
terminarían algunos privilegios con los que con anterioridad contaba este grupo
sociocultural, como la exención de impuestos para uso comercial o un pago menos estricto
en el cobro generado a partir de las concesiones.
Además de la fábrica San Pedro, estaba el servicio del alumbrado público que desde
1896, prestaban los concesionarios Manuel y Atenógenes Álvarez y Narciso Sandoval
quienes instalaron 150 lámparas distribuidas en plazas, calles céntricas y edificios públicos.
El ayuntamiento libró a los empresarios de cinco años de contribuciones, prorrogables a 10
años (Guzmán 1991, 178), mismas que no fueron demandadas debido a que antes de este
lapso, hubo un cambio de concesión ya que la empresa Planta de Luz de la señora Josefina
Farias de Ponti vendría a sustituirlos.
En 1905 la señora de Ponti mejoraría el servicio del alumbrado mediante 24
lámparas de arco con instalación de líneas de circuito independiente para que en caso de
algún desperfecto se evitara un apagón completo, además contarían con 150 lámparas de71luz incandescente.
En este mismos año el gobierno del estado le había otorgado en concesión 2,300
lps, mismos que fueron ampliados a 2,500 lps, la toma de agua estaba situada en el Salto de
la Camela con una altura de 19.37 metros, que generaba una potencia de 399.66 caballos, . 72teóricos.
En las dos décadas siguientes la Planta San Juan y la Planta San Pedro, seguirían trabajando
con el mismo gasto de agua. Para el primer año de la década de los treinta la señora Ponti
' AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5525, 3 de marzo de 1933 fojas 93, 112- 113. AGNM, Libro Uruapan del año de 1905, 18 de julio de 1905, foja 113.
' AHA, Aprovechamientos superficiales, caja 230, expediente 5,525, 17 de octubre de 1934, fojas 122-123.
152
71
traspasaría sus derechos a la Compañía Hidroeléctrica de Los Reyes S.A y dos años73después se adjudicó en remate judicial la Planta San Pedro.
Por último, estaba el proyecto que los hermanos españoles Eduardo y Alfredo
Noriega junto con el italiano Dante Cusi habían celebrado en 1904 con el gobierno de
Michoacán para la generación de energía eléctrica, en el cual se comprometían a distribuirla
a distintos puntos dentro del estado de Michoacán o de otros aledaños. Este proyecto que
pretendía ser muy ambicioso —a partir del cual inició el cambio de jurisdicción del río, a
petición de Eduardo Noriega—, demandaba la cantidad de 10,739 lps para un canal y
13,190 lps para un segundo hasta completar un volumen anual de 415,959,840 metros
cúbicos.74
Sin embargo, aunque sí se construyeron los canales en un lapso de 32 años, la obra
terminada jamás se inauguró. Todo este proyecto lo retomaría el gobierno federal a partir
de la actuación de la Comisión del Tepalcatepec en la década de los cuarenta.
A partir de lo antes expuesto podemos decir con seguridad que el agua fue un
recurso estratégico a partir del cual estos hombres consolidaron su posición como los
mejores agricultores e industriales que acapararon los mejores predios del municipio y de
las tenencias aledañas de Jicalán y Jucutacato, y de varios distritos circundantes de la Tierra
Caliente, gracias a las ganancias que obtuvieron del café y el azúcar pero sobre todo por su
participación en la esfera política y el vínculo tan estrecho que establecieron con el
gobernador del estado.
En la industria, la familia Hurtado con su fábrica San Pedro lograron sobrevivir con
éxito gracias a que diversificaron su producción textil y por las ganancias generadas por la
venta de energía eléctrica. Además de figurar entre los agricultores con mayor número de
huertas, lo que sin lugar a dudas los ubicó entre los mayores productores de este grano.
También sus inversiones comprendían la Tierra Caliente.
Así, las ambiciones de estos hombres abarcaban no sólo el enorme distrito de
Uruapan y sus tenencias, lugares donde yacían los nacimientos y escurrimientos del río
Cupatitzio-Marqués y sus manantiales, y los arroyos de Santa Bárbara y Los Conejos. De
AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 230, Expediente 5,525, 17 de octubre de 1934, fojas 121 y 123.74 A H A , A p r o v e c h a m i e n t o s s u p e r f i c i a l e s , C a j a 2 3 0 , E x p e d i e n t e 5 , 5 2 5 , j u l i o d e 1 9 2 7 , f o j a 8 4 .
153
igual manera los bosques de la sierra Purhépecha también serían presa de la explotación y
en la Tierra Caliente los grandes predios ganaderos y arroceros.
Apellidos como Treviño, Hurtado, Farias, y Cusi figuran entre los propietarios de
las haciendas de mayor extensión en la Tierra Caliente. Las dos primera familias se asocian
con la finca denominada Los Bancos, Rosa Treviño, hija de General Manuel Treviño
heredó este inmueble después de fallecido su padre, después se casó con Silvano Hurtado.
Los Treviño eran dueños de Tequecarán y los Cusi eran dueños de Matanguarán,
Zumpimito, Los Pinos, Palma Cuata, Lombardía y Nueva Italia, es decir sus predios
iniciaban de manera continua desde la Tierra Templada y culminaban en la Tierra Caliente.
Así comerciantes y agricultores dominaron la Tierra Templada y la Tierra Caliente de la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués. Hacia la zona de absorción la extracción de pinos se
llevó a cabo sin involucrar la tenencia de la tierra y poco se pudo dominar en cuanto a
posesiones de tierra se refiere, por ser comunales, sólo la hacienda de los Conejos, último
reducto de la Tierra Fría, le pertenecía a Manuel Campos.
LA TIERRA CALIENTE: Los Cusi
La participación más notable de los extranjeros llegados a la microcuenca fue sin lugar a
dudas la del italiano Dante Cusi y familia cuyas extensiones abarcaron la Tierra Templada
y la Tierra Caliente, fue en esta última donde convirtió “llanos secos en vergeles,” hecho
que marcó el primer gran momento en la transformación de los paisajes a partir del uso
diversificado del agua en estas dos zonas de la microcuenca.
A su llegada, trabajó de manera conjunta con un grupo de italianos en la hacienda de
La Huerta -localizada entre el pueblo de Parácuaro y Apatzingán, al oeste de la subcuenca
del Tepalcatepec- donde cultivaban añil (colorante de origen natural). En 1886 toma en
arrendamiento junto con Luis Brioschi el rancho Úspero, también en la Tierra Caliente, por
una renta anual de 1,500 pesos (Sánchez Díaz 1991, 133), perteneciente al general Manuel
5 Dante Cusi Castoldi nació en 1848 en la ciudad de Brescia, al norte de Italia. Una vez casado decidió embarcar en 1894 junto con su esposa y sus tres hijos, Eugenio, Ezio y Claudia, al contienen americano, primero llegaron a los Estados Unidos donde Dante no obtuvo los resultados esperados en el cultivo de algodón y arroz, por lo que aceptó la oferta extendida por un amigo de Milán migrado a México, quien trabajaba junto con otros italianos en el cultivo del añil y arroz (Cusi 1955, 13-15).
154
Treviño vecino de Uruapan, con 4 mil ha regadas con agua proveniente de los manantiales
de Parácuaro (Cusi 1955, 24-28).
Para el logro de la primera cosecha ambos, socios pusieron manos a la obra para
acondicionar los terrenos de cultivo ya que los pocos canales de riego habían sido invadidos
por la maleza, por lo que desmontaron el terreno, cercaron las tierras de cultivo,
desarrollaron nuevos canales y acondicionaron el pequeño casco del rancho para habitarlo.
Para quitarle la gruesa piel que cubre al arroz, alquilaron un mortero denominado El
Cangrejo, distante 20 kilómetros de Úspero, movido con las aguas de los manantiales de
Parácuaro que después iban a regar las tierras del citado rancho (Cusi 1955, 28 y 24).
En pocos años los negocios de la familia en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués
prosperaron, la producción del arroz así como su precio, se había incrementado gracias a la
llegada del ferrocarril a Uruapan en 1899, ya que significó abrir nuevos mercados al centro
y resto del país donde había mayor demanda y un pago más justo. Con estos logros, ambos
socios alquilaron tierras de ranchos aledaños con derecho a riego que, junto con las
anteriores, sumaban 8 mil ha de tierra irrigada donde cultivaron arroz y añil. Tal fue la
ayuda de este transporte que años más tarde comentaría Ezio Cusi que de no llegar el
ferrocarril hubiera sido estéril el aumento de las cosechas76 (Cusi 1955, 27-28).
La demanda de brazos para trabajar en este rancho en las temporadas de abril y
octubre fue cubierta con hombres traídos de Uruapan, Apatzingán, Los Reyes, así como de
la región de Chapala: Chavinda, Jaripo y Guaracha.
Tiempo después, Dante Cusi liquidó su sociedad con Brioschi, pero continuó con la
siembra de arroz en el rancho de Úspero e invirtió en cabezas de ganado que poco a poco
sumaron 1,000 ejemplares (Cusi 1955, 90).
Ya de manera independiente, compró el rancho de Matanguarán, la posibilidad de
compra de esta propiedad se concretó una vez que el negocio de la familia había prosperado
y que ambos hijos habían concluido sus estudios de comercio en Italia, así como una fugaz
participación, con éxito, en una fábrica de camisetas que habían instalado en la ciudad de
México (Cusi 1955, 41-42).
6 Antes de llegado el ferrocarril, Dante Cusi mandaba el arroz que producía en el rancho Úspero, por medio de mulas y burros. Posteriormente mandó pedir a los Estados Unidos 12carros grandes marca Studebaker, cada uno eran tirado por doce mulas desde Uruapan hacia Pátzcuaro (Cusi 1955, 37).
155
Antes de la compra de esta propiedad, Dante Cusi estudió la posibilidad de introducir riego
con la ayuda de un ingeniero. El paisaje consistía en tierras de temporal por lo que por lo
que según Ezio Cusi, hijo de éste, por primera vez Dante experimentó su primer sistema77hidráulico.
Este canal tenía una extensión de 12 km aproximadamente que permitía conducir el
agua desde el arroyo de Jucutacato para regar una plantación de 100 mil plantas de café
adquiridas en Uruapan y de vástagos de plátanos que debían de servirle de sombra (Cusi
1955, 47), que por entonces constituían los principales cultivos en la zona de escurrimiento.
Lo reseco del clima y las tierras agotadas por el continuo cultivo del maíz no fueron los
adecuados para los cafetos, a pesar de que para mejorar la calidad de éstas compró un
desintegrador de manufactura inglesa para triturar huesos, y así producir fertilizante. Dicha
máquina funcionaba con una turbina hidráulica moderna. A pesar de estos esfuerzos los
cafetos perecieron poco a poco y fueron los plátanos los que les retribuyeron ganancias
durante años (Cusi 1955, 44). Tiempo después, esta agua también servía para el riego de
cañaverales que vinieron a suplir a los cafetos.
Al finalizar el siglo XIX, además de la producción de arroz -que sin duda fue el
cultivo que mayores ganancias les generó-, y del añil, en la Tierra Caliente; la familia
también había invertido en otros como maíz, diversos frutales y cañaverales en la Tierra
Templada. También lo hicieron con la cría de ganado mayor.
Gran parte de estas ganancias se invirtieron en varios predios ubicados dentro del
área que abarca la microcuenca del Cupatitzio-Marqués como los ranchos de Zumpimito,
Jaramillo, Píndaro y Los Pinos, Palma Cuata, una casa y despacho en Uruapan, así como
Matanguarán, en cuanto a la Tierra Templada se refiere. Mientras que Úspero y el mortero
El Cangrejo, denominado tiempo después La Perla, eran arrendados por la familia en Tierra
Caliente.
Hacia la parte meridional del rancho Matanguarán se encontraba la hacienda la
Zanja, la cual ambicionaron por años la familia Cusi. Fue entonces cuando Dante Cusi les
propuso a sus hijos Eugenio y Ezio comprarla con la condición de que se comprometieran a
7 De acuerdo a los documentos que encontramos en el AHA referente al cultivo del café, este canal que menciona Ezio Cusi en sus M em orias de un colono (1955), al parecer fue el señor Espiridión Coria quien lo construyó desde 1885 cuando rentaba esta finca al terrateniente G. del Valle y Villagrán, como ya lo mencionamos en el apartado Usos agrícolas de este mismo capitulo.
156
no contraer matrimonio en cinco años (Cusi 1955, 62) y así enfocar toda su atención en el
desarrollo de esta propiedad.
Al igual que lo hiciera con el rancho Matanguarán el señor Cusi, esta vez secundado
por sus dos hijos, antes de adquirir y negociar por la finca, estudio la posibilidad de irrigar
sus tierras. En este recorrido llegaron a la conclusión de que el agua debía tomarse del río
Cupatitzio-Marqués, justo antes de que se encerrara en una barranca, (Cusi 1955, 63).
El patriarca de los Cusi en 1904 compró la hacienda La Zanja a través de la
operación ejecutada con Carlos Félix, gerente de la Sociedad Félix Backhausen y
Compañía, quien representaba los intereses de los dueños de la finca. El precio fue de 140
mil pesos con una extensión de 28 mil ha (Sánchez Díaz, 1998, 140-141), que llamó
Lombardía.
La compra de esta haciendas y el dotarla de riego fue el inicio de una serie de
transformaciones en los paisajes que se sucederían a lo largo de casi cuatro décadas, sobre
todo en la parte baja de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, ya que involucraron tanto a
la tierra como al agua y un cambio en la organización social del trabajo.
De acuerdo con el testimonio de Ezio Cusi en Memorias de un colono (1955),
cuando su padre adquirió la Zanja “no había habitantes,” sólo menciona algunos ranchos
dispersos, habitados por familias apartadas unas de otras (Cusi 1955, 67 y 64). Tal vez la
dispersión del hábitat característica de las sociedades serranas haya inspirado al autor para
enunciar en su libro la inexistencia de presencia humana.
De hecho, en el mismo libro se enuncian en páginas posteriores una docena de
ranchos: Charapendo, La Gallina, Tamácua, el Jagüey, Ayala, Capire, La Cocina, Palo
Alto, Las Minas, Camacho, Cuatas, Sifón, Guaco, Salada, Santa Casilda, Cajones, Iguanas
y otros. A excepción del rancho Sifón creemos que, de acuerdo a los recorridos de campo y
entrevistas realizados en esta zona, los demás son asentamientos establecidos antes de la
compra de la hacienda (Cusi, 1955, 90). Básicamente el patrón de asentamiento se había
distribuido conforme a las fuentes de abastecimiento de agua, Jagüeyes o manantiales.
8 La dispersión del hábitat característica de las sociedades rancheras, así como los pocos habitantes que en cada uno se encuentran, obedece a un sistema de explotación extensivo de la unidad de producción (rancho) que no permite la construcción de importantes núcleos de población (Barragán 1990, 36). Las memorias escritas por Ezio Cusi son el reflejo de una época en la cual había que justificar la colonización de tierras por parte de extranjeros en regiones supuestamente deshabitadas e inactivas en cuanto a actividades agrícolas se refiere.
157
Qué otras evidencias encontramos para contradecir la idea que el área que ocupaba la
hacienda la Zanja estaba despoblada. En primer lugar revisamos los censos de población de79esta zona, a principios de siglo se contabilizaban 200 personas.
Por otro lado está el trabajo que realizamos en el Archivo Histórico del Agua, entre
los documentos encontrados existe un mapa referente a la hacienda de La Zanja que data80del año de 1890 (Véase Ilustración 7), es decir antes de ser adquirida por los Cusi.
Este mapa es una fuente importantísima para conocer los diferentes paisajes que
conformaban el área ocupada por la hacienda de La Zanja y los usos que se le daban a las
aguas anteriores a los realizados por la familia Cusi.
En él se enuncian otros ranchos que partiendo del norte a sur son los siguientes: el
Agujito, El Agujo, El Caulote, las Iguanas, Tanque de los Palos, Paso de Leoncitos, La
Zanja, Corral de Tierra, La Ayala, El Conejo, La Lima, El Terrero y La Salada.
Estas personas que ocupaban porciones dentro de la finca realizaban labores
agrícolas y ganaderas. Algunos hombres, cabezas de familia, arrendaban tierras cercanas
hacia la parte oriental de la hacienda durante el último tercio del siglo XIX. Uno de estos
casos fue el señor Ángel Martínez, de 68 años de edad, quien fue arrendatario en la
hacienda La Zanja cerca de 30 años. De igual manera estaba el señor Víctor Duarte, quien
arrendó una pequeña porción de esta finca por las mismas fechas. El agua, según testimonio
de estos dos hombres, se aprovechaba a través de las tomas: Mangarosilla y Las Iguanas,81circundantes a lo largo del río Santa Casilda o Parota.
La toma denominada Las Iguanas la podemos apreciar en el costado derecho de la
Ilustración 8, donde se describe en idioma inglés la entrada superior de un canal que se
desprende después de que el río La Parota y el arroyo Las Trojes juntan sus caudales. * 80 81
www.inegi.gob.mx.80 Este mapa es una especie de palimpsesto ya que contiene datos en dos idiomas: español e inglés. Al parecer, el idioma que en un principio se utilizó fue el inglés, ya que el titulo del mapa asi viene escrito, asi como los principales recursos naturales con que contaba la hacienda. De manera posterior este mapa fue reutilizado tres años más tarde, en 1893, con el fin de describir de una manera muy sencilla las obras para poder irrigar el Llano de Tamácuaro, ya que en la parte noroccidental del plano se desprende del río Cupatitzio-Marqués un canal que pasa por Barranca Honda hasta llegar a dicho Llano. Al parecer a esta información corresponde a la descripción localizada en la parte inferior izquierda, la cual viene en español y se dirigía al personal de la Secretaría de Fomento para solicitar cierta cantidad de agua. Por las fechas tan tempranas de 1890 y 1893 se podría pensar que los anteriores dueños de la finca fueron los primeros que idearon la irrigación de este Llano sin éxito, o bien cabe la posibilidad que fue el primero que utilizó la familia Cusi, en años posteriores, para describir las primeras obras que emprenderían en la hacienda de Lombardía.81 AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 1,614, expediente, 23,153, 1908, fojas. 8-9.
158
Este antiguo canal de irrigación, como es enunciado en el mapa, al parecer regaba tierras
dedicadas al cultivo del maíz localizadas sobre la vega del río Farota o Santa Casilda y
concluía a la altura del camino que iba rumbo a Taretan.
Un segundo canal nacía a la altura del paraje Rosario y a cierta altura se ramificaba,
una parte recorría por un extremo hacia una zona de cultivos hasta llegar nuevamente al río
Farota-Santa Casilda y los dos entraban a esta misma zona por su parte central y de ahí
cada uno corría por ambos lados. De acuerdo con la ilustración 7 este segundo canal lo
enuncian como una nueva zona de irrigación, el nombre de este paraje era Buena Vista.
Al parecer estos sistemas hidráulicos son los que documenta Ezio Cusi en sus
memorias, ya que por lo menos desde 1800 se hacían aprovechamientos hidráulicos del río
Farota-Santa Casilda, vinculados a cultivos comerciales. Describe que estos dos canales
estaban hechos de roca dura y terminaban en una arquería de bloques de cantera de 150
metros de largo y 10 de alto (Cusi 1955, 65).
Se cultivaban unas 600 hectáreas de caña de azúcar en la vega de este río. A esta
zona se le conocía como rancho Santa Casilda, fracción de la hacienda La Zanja que por
entonces perteneciente a una comunidad religiosa con sede en Fátzcuaro.
En la Ilustración 7 existe un tercer canal que nacía entre dos cerros y concluye en
una zona de riego ubicado en la parte noroeste, a la altura del rancho Charapendo, sobre la
zona de transición de la Tierra Fría con la Tierra Caliente, que al igual que la porción
noreste, Santa Casilda, eran las partes más húmedas de esta hacienda. Con seguridad esta
toma es la que documenta Ezio Cusi para el riego de pocas hectáreas de caña de azúcar,
esta agua provenía de una barranca cercana (Cusi 1955, 63).
Además estos rancheros tenían un trapiche de madera para la manufactura de
piloncillos, consistente en dos rodillos de madera movidos por una yunta de bueyes, así
como un horno de pequeñas dimensiones para cocer las mieles (Cusi 1955, 63).
El agua del río Farota-Santa Casilda hacia finales del siglo XIX y principios del XX
también era utilizada por los dueños de la Zanja, a la altura del rancho Santa Casilda, para
saciar la sed de 1,000 cabezas de ganado.
En la figura 2 se representan los paisajes de esta hacienda en cuyo territorio se
ocupaba preferentemente para la ganadería extensiva por los dueños de la hacienda y por
las familias que habitaban en los ranchos, quienes contaban con unas cuantas cabezas de
159
ganado. Estos últimos para la manutención de sus cabezas aprovechaban los pastos
postrados sobre la planicie y aguas en tiempos de lluvia, para ello tenían que pagar por
derechos de pastos cierta cantidad por cada animal a los administradores de esta propiedad.
Al término de la temporada regresaban a sus lugares de procedencia (Cusi 1995, 64).
Las flechas intermitentes representan una movilidad temporal hacia ciertas zonas de
la hacienda como los jagüeyes donde se llevaba al ganado en la temporada de lluvias o
bien, hacia las zonas de cultivo de temporal; mientras que las flechas continuas ilustran las
rutas cotidianas establecidas durante todo el año que podían ser entre ranchos o de éstos
hacia algunas zonas donde llevaban a sus rebaños a pastar con regularidad o tomar agua,
como en la parte oriente donde se localizaba el río Santa Casilda-La Parota.
Caminos y veredas
Sobre las barrancas y la extensa planicie formada por el llano de Tamácuaro se dibujaban
las marcas sobre el paisaje con el trajín diario de estos habitantes, las veredas estaban
reservadas para las personas, éstas unen entre sí diferentes puntos de las propiedades como
caseríos, potreros, fuentes de aguas y ranchos vecinos. Los caminos de herradura que
comunican a un rancho con los restantes —pueden ser familias extensas esparcidas en estas
unidades familiares— y a los ranchos con los potreros (Barragán, et al., 1994, 68).
Sobre estos últimos caminos la Ilustración 8 nos permite conocer sus rutas. En
primer lugar encontramos bordeando la parte norte de la hacienda el camino que iba de
Uruapan hacia Taretan, marcado con el número 1 circundante al río Cupatitzio-Marqués del
que se alejaba a la altura del rancho Charapendo y seguia por una planicie hasta encontrarse
con Barranca Honda y de ahí proseguir hasta el rancho El Agujito e ir bordeando la zona de
barrancas que forman una especie de muralla para acceder a la zona boscosa que conduce
rumbo a Taretan.
La ruta marcada con el número 2 comunicaba la Tierra Templada con la Tierra
Caliente, partía de Uruapan, pasaba por Jicalán, Jucutacato, Matanguarán bajaba por
profundas barrancas hasta llegar al rancho Charapendo y después de pasar la Barranca de la
160
Honda se bifurcaba; el camino de la margen derecha se dirigía hacia El Marqués, es decir
hacia el sur, y el de la izquierda hacia el sureste en Ario de Rosales.
El camino de la margen derecha, ruta 2, creemos que era un camino Real que
iniciaba en Uruapan e iba hacia El Marqués, ya que en la actualidad a la calle contigua al
casco de la hacienda de Lombardía le llaman la calle Real. Este camino pasaba a una
costado de los ranchos El Caulote, La Gallina y Las Pilas. Cabe mencionar que este mismo
camino a la altura del rancho La Gallina se desprendía un tipo atajo rumbo al rancho Atutu
y al final desembocaba en la ruta marcada con el número 3, es decir aquel que se dirigía
rumbo a Ario de Rosales. También sobre esta misma ruta 2, pero a la altura del rancho Las
Pilas existía otro atajo que lo juntaba nuevamente con la ruta Uruapan-Ario (Véase
ilustración 7).
El camino de la margen izquierda, es decir, la ruta 3 iba de Barranca Honda hacia El
Marqués comunicaba de manera directa hacia Ario de Rosales sin pasar por algún rancho a
lo largo del Llano de Tamácuaro (Véase ilustración 7).
El camino que unía la parte suroriental con la noroccidental era la ruta 4: El
Marqués-Taretan. Este camino en su andar se juntaba hacia la parte intermedia del Llano de
Tamácuaro con la ruta 3, con lo cual se podía ir ya fuera hacia Uruapan o Ario.
La última ruta marcada con el número 5 y que titulamos El Marqués-Ario, cuenta
con tres bifurcaciones. Cruza la Barranca de Las Pilastras y recorre un enorme peñasco que
contiene unas minas de cobre, la primera desviación está en el rancho Las Cuertas, ubicado
sobre y justo al término de esta enorme formación rocosa.
Este camino se dirige hacia el rancho La Salada, pasa por el arroyo con el mismo
nombre, luego por el rancho El Pando y bordea la barranca de Las Cuatas y se junta con los
otros dos caminos en los que deriva la ruta 5, es decir, hacia el camino que va a Ario y
metros después hacia el que va rumbo a Taretan.
Estos caminos no hacen más que reflejar la gran movilidad que existía en esta finca
hacia finales del siglo XIX por lo habitantes de los numerosos ranchos esparcidos a lo largo
de poco más de 28 mil ha con las que contaba.
8 2
2 La ruta de este camino nos fue proporcionada por el señor Miguel Mendoza, que al parecer era un camino Real, Parácuaro 08/03/06.
161
ANTIGUA HACIENDA DE LA ZANJA (LOMBARDÍA), 1893.Ilustración 7
162
Como hemos descrito, cuando la familia Cusi se hizo propietaria de esta hacienda el uso del
suelo era mayoritariamente ganadero con algunas porciones de agricultura de riego. Para la
transformación de los paisajes de esta porción de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués
fue necesario realizar grandes obras de irrigación para aprovechar ese extenso territorio
cuyo uso pasó de ganadero a agrícola-ganadero
Canal Charapendo
Una vez en posesión de la hacienda, Eugenio Cusi el hijo mayor de Dante, realizó la
mayoría de las obras de ingeniería y los estudios de nivelación en Lombardía (Cusi 1955,
52), acompañado de algunos ingenieros se trasladaron a la hacienda con el fin de establecer
las obras hidráulicas que fueron los artífices del nuevo paisaje: boca-tomas, presas de
derivación, compuertas, puentes, sifones y una extensa red de canales secundarios y
transversales.
Para transformar los paisajes de esta hacienda se requirió la construcción de un canal en la
zona de barrancas que condujera el agua hacia el llano de Tamácuaro que conformaba gran
parte del territorio de la hacienda de Lombardía (Véase Ilustración 8).
Desde antes de ser adquirida la finca los Cusi determinaron la toma de agua que
alimentaría al canal, se dieron a la tarea de localizar el terreno sobe el cual se construiría el
cuerpo de ésta (Véase parte norte de la ilustración 8).
El canal Charapendo, como se le nombró, debía su nombre al rancho que existía en
este lugar, se extendía sobre la margen derecha del río a lo largo de 25.8 kilómetros de
longitud y comprendía en su camino un sifón y tres túneles.
Este canal, por las características del terreno, se hizo labrando la barranca en forma
de balcón, es decir sobre la roca maciza. El régimen del agua al penetrar en el canal se hizo
por medio de una compuerta de hierro, con medidas de 3 metros de ancho por 1.25 metros
al inicio y subía a 2.50 metros arriba del nivel normal del agua del río, con el objeto de no
permitir la entrada de las crecientes en el canal. Su base era de forma rectangular, tenía
diferentes anchuras a lo largo del curso que se idearon de esta manera por las circunstancias
especiales del terreno (diversidad de pendientes).
' AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 1620, Expediente 23,281, 10 de octubre de 1908, foja 5.
163
Unos kilómetros adelante el agua pasaría por el primer túnel y proseguiría sobre la margen
derecha del río Cupatitzio-Marqués, que por la irregularidad del terreno, Cusi y compañía
tuvieron que idear el paso del canal por la Barranca Honda o de La Tinaja, como también se
le conocía. Un sifón de tubos de hierro fue la solución. La tubería tenía 91.5 centímetros de
diámetro, con una longitud de 150 metros, cuya capacidad era de 4 m. Los tubos se
trajeron de los Estados Unidos (Cusi 1955, 64-65).
Una vez el agua fuera del sifón, este canal correría por cielo abierto hasta llegar al
segundo túnel y más adelante al tercer y último para después juntarse con el arroyo
Charapendo.
Antes de dar término a las obras, ya se estaba trabajando en la hechura de los
canales que regarían el llano de Tamácuaro. El sistema de trabajo ideado por la familia Cusi
se planeó de tal manera que no se detenía la obra en ningún momento, es decir, se trabajara
de manera paralela en diferentes actividades, ya que mientras se confeccionaba el canal
sobre la roca de la barranca, ya venían en camino los tubos para el sifón y de esta manera
estuvieran listos para cuando los solicitaran; y mientras trabajaban en el sifón, otros se
encargaban del trazo de los canales.
Para irrigar este Llano, que medía de norte a sur 15 kilómetros, se hicieron canales
dispuestos al lado de tiras o fajas de tierra cuya medida oscilaba entre 1 kilómetro o 1 U
kilómetros de ancho al comienzo, que a medida que avanzaban se reducía a sólo 500
metros. Se hacía de esta manera porque conforme circulaba el agua se iba consumiendo por
filtraciones y evaporación, por ello se reducía la tira ya que el riego era menor (Cusi 1955,
91).
Los canales adyacentes a dichas tiras se abrían para que por ellos corriera el agua
que se distribuía en todo el trayecto, y cada 400 metros se hacían canales transversales o
levantes para recoger el líquido y distribuirlo debidamente. En Lombardía había 6 fajas,
cada una era de 200 ha que sumaban un total de 12 mil ha abiertas al cultivo y canalizadas
(Cusi 1955 91 y 163).
164
Ilustración 8
165
El sistema que implantaron los Cusi era de agricultura extensiva gracias a las enormes
extensiones de tierra y la disponibilidad de agua, sin embargo sólo se cultivaba una parte de
las tierras para que no se agotaran. Es decir, después de que se cultivaba en alguna de estas
fajas de tierra, al ciclo siguiente se dejaba descansar y se desmontaban las tierras que
estaban en descanso.
Del canal de Charapendo se desprendía otro que llegaría hasta el punto más alto del
casco de la hacienda ubicada aproximadamente a 650 msnm, el agua caería entubada para
luego ser aprovechada como fuerza motriz para el molino y para generar electricidad.
La concesión otorgada en 1904 por el gobierno de Michoacán, fijaba la cantidad de
3,000 lps como máximo del canal de Charapendo y la mitad del agua del río para la
hacienda de Lombardía, aproximadamente 4,000 lps. Esta concesión se otorgó por medio
de un contrato por el gobernador Aristeo Mercado, ya que por estas fechas el Cupatitzio-
Marqués aún pertenecía a la jurisdicción estatal.
La transformación de los paisajes y la organización del trabajo en la hacienda de
Lombardía
Uno de los primeros obstáculos a los que se enfrentó la familia Cusi fue la falta de personal
especializado para trabajar en las obras hidráulicas. Ya que por ejemplo para hacer el canal
Charapendo, fue necesario contratar barreteros y mineros provenientes del Oro y
Tlalpujahua para perforar la roca maciza para la construcción del canal (Cusi 1955, 63).
Para instalar el sifón que cruzaba la barranca que separa el rancho Charapendo con
el resto de la hacienda de Lombardía, llevaron de la capital remachadores para que soldaran
los tubos (Cusi 1955, 63). Y para la construcción del canal se buscaron hombres que
habitaban en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués; al comienzo de las obras la mayoría
de la gente que trabajaba procedía de la Tierra Fría y la servidumbre (Cusi 1955, 252) que
laboraba en el rústico casco de la hacienda era de Uruapan.
Tiempo después llegaron 300 presos de la prisión de Morelia, los que meses
después quedaron libres, algunos continuaron en el trabajo de la hacienda junto con sus
familias (Cusi 1955, 68). Ellos junto con algunos habitantes de la zona entraron como
peones que trabajaban a destajo en “actividades como el desmonte, limpia de terrenos,
AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 1620, Expediente 23,281, 10 de octubre de 1908, foja 7.
166
canales nuevos, limpia de canales, cercas de alambre para defender las sementeras de los
ganados, corte de postes para cercados, siembra, escarda de arroz, manejo de las trilladoras,
y cosechas de arroz (Cusi 1955, 103).
Concluidas las obras de irrigación la mayoría del personal especializado regresó a
su lugar de origen o donde los habían contratado, ya que poco les resultaba atractivo
quedarse a trabajar como peones.
Fue entonces cuando se echó mano de la población existente en los ranchos
ubicados en su mayor parte en las laderas (Véase Ilustración 7). Para que esto sucediera se
realizó una reorganización social del trabajo ya que los rancheros estaban acostumbrados a
trabajar dentro del núcleo familiar. Sin embargo cuando les “convidaron” trabajar en la
hacienda la gran mayoría aceptó debido a que se requería de hombres que supieran laborar
la tierra y tuvieran pleno dominio del oficio ganadero.
Tal fue el caso del papá del señor Maximiliano Rivera, quien vivía en el rancho El Jagüey,
una vez que la familia Cusi compró la hacienda de la Zanja, le ofrecieron trabajar en ella
como tablero, como se le llamaba a quien regaba la tierra. Entre sus actividades estaba el
controlar toda el agua del potrero de arroz que se le había designado y estar al pendiente de
que se repartieran de manera adecuada el agua por canales y acequias; además él junto con
los demás trabajadores tenían que limpiar y sembrar la tierra del potrero que les
correspondía.85
Otro caso fue el del padre del señor Leonardo Magaña, quien vivía en el rancho La
Gallina. Gracias a sus habilidades como jinete el mismo Dante Cusi le propuso que fuera su
caporal.86
Se encuentran las anteriores formas de organizar el trabajo, inmersas en el nuevo
modelo organizacional. Por un lado, se retoma la experiencia de los rancheros en el manejo
del ganado y por el otro, este sistema pasó a un segundo plano al convertirse en una
actividad secundaria en el nuevo sistema hidro-agrícola.
En el trabajo realizado en la hacienda también se incluyó a los hijos de los peones en las
temporadas de plagas: de langostas, ratas y esclavillo. Para combatir la primera de estas
85 Información obtenida a partir de la entrevista realizada al ingeniero Maximiliano Rivera, 80 años, ejidatario de Gabriel Zamora, Lombardía 11/11/05.86 Información obtenida a partir de la entrevista realizada al señor Leonardo Magaña de 82 años, Lombardía, 28/11/05.
167
plagas ocupaban a los niños para matar a los “chochos” que era como le llamaban a la
langosta, por esta labor les pagaban cincuenta centavos el día. Otro trabajo fue el
denominado “de esclavillo,” que consistía en arrancar una hierba que nacía dentro del arroz87y los niños eran los encargados de quitarla.
Los empleados que trabajaban en el casco de la hacienda se conformaron, en su
mayoría por extranjeros, principalmente italianos, españoles y un francés. Había un
ingeniero, un doctor, otros más trabajaban como mayordomos, despenseros, cajeros,
pesadores que recibían las semillas del campo y despachaba los bultos de arroz a Uruapan,
almacenistas, el encargado de la tienda y sus dos ayudantes, el mecánico, los rayadores y
tomadores de tiempo. (Cusi 1955, 98).
La administración de la hacienda en los primeros años estaba en manos de la
familia, así que mientras el señor Cusi estaba al frente de Lombardía, Eugenio lo hacia en
Úspero y Ezio en Matanguarán. Tiempo después se apoyaban en administradores generales,
la mayoría de ellos fueron italianos y en menor medida de españoles: Salvador Fontiberos y
Francisco Dadda, Pablo Doddoli, Francisco Armella, Alejandro Robbioni, Guido Sizzo y
Sebastián Rodríguez entre otros, algunos de ellos fueron tanto de Lombardía como de la
próxima finca que años mas tarde adquirirían: Nueva Italia (Cusi 1955, 126, 150, 212 y
218).
En Lombardía había un administrador general de ganado que residía en la hacienda
el cual tenía la obligación de visitar diariamente a cuatro caporales y varios vaqueros
esparcidos a lo largo de la hacienda, para en la tarde rendir informes al administrador
general (Cusi 1955, 134).
Con estas manos y la desviación del flujo del agua del Cupatitzio-Marqués a través
de las obras hidráulicas ya realizadas, trajeron a Lombardía cambios radicales en los
paisajes, paso de un llano seco a recuadros multicolores.
En la Figura 3 se representa la nueva configuración de los paisajes en la hacienda, la
cual se dividió en extensos potreros cercados con postes de madera y alambres de tres hilos
de púas (Cusi 1955, 133 y 163), los había de arroz, de ganado, de zacate Pará, de huertas y
cultivos de temporal. (Véase Figura 3).
Maximiliano Rivera, Lombardía 11/11/05.
168
Algunas de estas cuadrillas se ubicaron donde existían ranchos, por lo que su número de
habitantes se multiplicó. En otros casos, se instalaron nuevas cuadrillas en lugares
estratégicos para la producción cuyas casas eran de cal y canto y tejamanil.
El arroz abarcaba la mayor extensión del llano de Tamácuaro, al ser la principal
actividad. La siembra se dividía en potreros de 100 a 150 ha. Por su extensión e
importancia técnica y económica, le seguían los potreros donde se resguardaba al ganado,
parte indispensable en el sistema de voleo implementado por la familia Cusi.
Los animales se conducían a los potreros de arroz donde se metía de 1,500 a 2,000
cabezas de ganado una vez que la planta alcanzara unos 50 centímetros de altura, se les
hacia caminar en la siembra por dos o tres días, aquí el ganado se comía las matas de arroz
y a su paso batía la tierra matando a las hierbas malas y beneficiando a la planta. A los
pocos días volvía a surgir el arroz con más fuerza, “como cuando se poda una planta”. Con
este procedimiento se economizan los barbechos y limpias a mano que eran caros y dañan
la salud del trabajador por permanecer en el campo inundado con agua (Cusi 1955, 92).
Luego estaban los potreros de zacate pará (forraje para ganado) distribuidos en varias
partes del predio, de esta manera se aseguraba pastos en la época de secas y fue como se
introdujo una ganadería más especializada que tuviera espacios reservados, los potreros,
para no interferir en la ahora principal actividad, la agricultura.
El pie de ganado se conformó desde el momento en que la familia Cusi adquirió la
hacienda, cuando también compraron alrededor de 1,000 cabezas ubicadas en el rancho
Santa Casilda donde abundaba el agua todo el año gracias al río La Parota. Tiempo después
la familia llevó 3,000 mil ejemplares más que tenían en el predio llamado Úspero, que
sumadas con las 1,000 existentes en el lugar, alcanzaron las 4,000 cabezas de ganado que se
fueron multiplicando hasta que 34 años después había 8,000 cabezas de ganado y 3,000
más propiedad de los trabajadores de la hacienda (Cusi 1955, 90).
Dentro de esta diversificación de actividades no podían faltar las huertas, que desde
el primer año de adquirida la finca y apenas llegado el canal de agua, se plantaron más de
1,000 árboles de mango manila traídos de Córdova, Veracruz y otros más de mameyes,
naranjos, toronjas, mandarinas y plátanos (Cusi 1955, 114).
Otros recuadros los ocupaban los cultivos de temporal como chile, ajonjolí, frijol y maíz,
productos destinados para los trabajadores de la hacienda (Cusi 1955, 113).
169
Este cambio en los paisajes también significó una mayor movilidad a lo largo de todo el
territorio que ocupaba la hacienda y que se representa por medio de flechas en la figura 3.
Las flechas continuas son más constantes que en la anterior figura, ya que había un mayor
uso y control de todo el territorio como producto de la diversificación de actividades.
Por otro lado, el administrador general de la hacienda hacia continuas visitas a los
caporales y vaqueros encargados del ganado alrededor de toda la hacienda. En esta ruta que
ejemplificamos en la figura 3 (flecha continua), pasaba por otros potreros de arroz, ganado
opará, además de visitar algunos ranchos.
Por otro lado, en época de siembra los peones salían de sus ranchos para dirigirse a
los potreros de ganado y de ahí conducir a los animales a los potreros de arroz para la
escarda. Otras rutas menos constantes o que se hacán sólo en temporadas eran las que iban
a las siembras de maíz y ajonjolí o las huertas, ejemplificadas con las flechas intermitentes.
También había contacto con personal de la hacienda cuando los peones iban a cobrar su
raya los días sábado de cada mes.
Como ya hemos mencionado, había poco más de una docena de ranchos, los cuales
vieron a incrementar su extensión gracias al éxito de las primeras cosechas. El agua del
Cupatitzio-Marqués desde el principio fue otra fuente de abastecimiento tanto para beber
como para los quehaceres domésticos de los peones de la hacienda, ya que los canales
corrían muy cercanos a las chozas.
El casco de la hacienda se ubicaba de manera estratégica al costado del cerro
denominado de Las Cruces con el fin de que el agua conducida por un canal, que se
desprendía del de Charapendo, siguiera por la ladera del cerro y después cayera por una
tubería desde una altura de 150 metros hacia las turbinas que producían energía eléctrica.
La ubicación de este cerro de Las Cruces atrás de la hacienda puede verse en la foto
número 17.
170
Representación de los paisajes de la hacienda la Zanja al momento de su compra por los Cusi, 1893. Figura 2
Cultivos de temporal (arrendamiento) .
Modelo que ilustra el cambio perpetrado en los paisajes de la hacienda de Lombardia organizada porpotreros en 1904
Figura 3
Ü-LLLI Arroz ICuadrillas
Ganado l~— 1 Pará
Hacienda
Huertas TZZ Cultivos de temporal
171
Una de estas turbinas tenía la potencia de 150 caballos de fuerza, utilizada para mover la
maquinaria del molino de arroz; una segunda con 25 caballos para poner en funcionamiento
el dínamo que daba luz a todo el casco (la casa de los patrones y empleados) e iluminara la
calle adyacente a la hacienda donde se encontraba una de las cuadrillas donde habitaban los
peones. La iluminación se hacia por medio de lámparas como se ilustra en la parte superior
izquierda de la foto 18, la cual yace dispuestas sobre la construcción principal del casco de
la hacienda.
De igual manera se necesitó otra turbina para mover la maquinaria del taller
mecánico y de carpintería (que movía una sierra circular, una cepilladora,
amarchambradora, taladros y otras sierras menores y máquinas más), la fábrica de hielo, la
de gaseosas, la soldadura, las secadoras para arroz, la desgranadora de maíz y el molino de
nixtamal (Cusi 1955, 88).
La introducción de esta nueva tecnología traía aparejada la de una nueva clase
trabajadora especializada capaz de manejar la maquinaria: mecánicos, carpinteros, herreros,
soldadores, electricistas, entre otros.
Todos estos talleres se encontraban distribuidos en la parte trasera del edificio
principal de la hacienda. En la parte frontal de este edificio (partiendo de norte a sur) se
encontraba las habitaciones de los trabajadores de confianza, el baño, la cocina y una
sección adyacente a la casa principal la ocupaban las oficinas de la administración de la
hacienda (Véase foto 17).
Proseguía la entrada, que dividía el edificio principal con las ventanillas donde los
trabajadores los días sábados iban a recibir su jornal de acuerdo a lo que habían trabajado
en la semana. Existía otra caja en el rancho Santa Casilda, en la parte oriental de la
hacienda, donde había rayadores que se establecían de manera temporal durante las
cosechas de limón en oficinas contiguas para pagarles a los trabajadores y no se tuvieran
que desplazar hasta el casco de la hacienda. En Lombardía existían tres huertas para este
frutal: La Laguna, El Huaco y La Zanja.
8 La descripción que se hace del casco de la hacienda se basó en la entrevista que realizamos al señor Leonardo Magaña, Lombardía, 25/01/07.
172
Foto 17. Pare frontal de la hacienda de Lombardía y cerro de Las Cruces, 1914
Foto 18. Calle Real frente al casco de la hacienda el día de raya 1914
Dentro del casco de la hacienda, a mano derecha se encontraban dos asoleaderos (Véase
foto 19) a los que muy temprano se llevaba el arroz de los potreros para que se secaran
aquí. Éstos sólo se ocupaban en la segunda cosecha que era de octubre a diciembre, cuando
el arroz salía verde por las lloviznas y se llevaba allí para que se secara unas cuantas horas.
Una vez el arroz seco se pasaba de los asoleaderos al molino para ser maquilado y
de ahí se distribuía según sus calidades en tres trojes. Estas últimas junto con el molino se
encontraban en la margen izquierda de la entrada.
En la primer troje, pegada al molino, se colocaba el polvo de arroz que no eran más
que los residuos de este cereal cuando se descascaraba; en la segunda el arroz quebrado y
173
por último el arroz denominado granillo, de grano entero y de mejor calidad. Si se observa
la foto marcada con el número 19, está fue sacada desde arriba de estas tres trojes, como
puede verse los asoleaderos quedaban justo enfrente de éstas.
Al salir de la troje número 1, estaba la turbina que movía el molino de arroz la cual
trabajaba las 24 horas del día y al salir de éste se localizaba el cuarto de la granza para la
nueva siembra. Transversal a esta sección estaban los talleres de herrería, carpintería y el de
máquinas, rodeando los asoleaderos. Atrás de ellos se encontraban tres enormes bodegas o
galeras donde finalmente yacía el arroz ya listo para ser llevado por los arrieros en mulas
hasta Uruapan. Estas galeras con techo de dos aguas se aprecian en la fotografía 19 al fondo
del lado derecho.
Al casco de la hacienda llegaba un ferrocarril de vía angosta consistente en 20
furgones y plataformas jalados por una locomotora alemana marca Bogel, que la familia
Cusi había comprado para transportar la producción del arroz. La vía corría 12 kilómetros
desde el casco de la hacienda hasta el paso del Marqués, límite meridional de la finca. Sólo
era de circulación interna en la hacienda. Su construcción se debió por las dificultades de
transportar la creciente producción de arroz del campo al caso de la hacienda (Cusi 1955,
157).
Esta vía recorría gran parte del casco de la hacienda; entraba a los asoleaderos y
proseguía unos 30 metros, aproximadamente, hasta las galeras o bodegas.
Una vez que la producción de arroz estaba encostalada en las bodegas, se transportaba en
atajos de mulas hasta Uruapan donde por tren se mandaba a Pátzcuaro y años después a
Morelia, una vez que las vías estuvieron listas.
Cabe hacer mención que el transporte más utilizado en esta época eran las mulas y
burros manejadas por los arrieros. La familia Cusi contaba con seis atajos de mulas de su
propiedad y además existían otros tantos particulares que contrataban para dar abasto a la
demanda. Cada atajo tenía entre 35 o 40 mulas y cada una de éstas cargaba dos costales,
mientras que los burros sólo uno. Cada saco pesaba 80 kilos. En los atajos de mulas se
ponía a una yegua que era la madre de alguna de las mulas, que llevaba un cencerro en el
pescuezo y al sonido de éste todas las mulas la seguían (Véase foto 20).
174
Foto 19: Asoleaderos de arroz, hacienda de Lombardía, 1914.
Foto 20. Recua de mulas en la calle Real, ubicada frente al casco de Lombardía, 1914
175
El señor Miguel Mendoza de Parácuro quien fuera arriero en la época de las haciendas
llevaba arroz y ajonjolí que los peones de Lombardía le daban a vender a escondidas de los
patrones, ya que ellos los podían conseguir a precios económicos en la tienda que había en
la hacienda y él vendía estas mercancías en Uruapan. Dentro de esta ruta que iniciaba en los
llanos de Antúnez hasta Uruapan pasaba por piloncillo a Charapendo, donde había un89trapiche, como ya habíamos mencionado.
Por otra parte, los hacendados también emplearon personal para atender la
panadería, carnicería, una curtidora de pieles, una matanza con expendio de carnes de
puerco, res y carnero; una tienda al frente siempre de españoles, en la cual los peones
pudieran adquirir a precios razonables los productos básicos (Cusi 1955, 89) como arroz,
maíz, manteca, harina, frijol, telas, entre otros. Además, había otros comerciantes
establecidos de manera particular que la familia Cusi dejaba establecer sin restricciones.90
A un costado de la hacienda, Teresa Armella, esposa de Dante Cusi, mandó
construir una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús (Véase foto 21).
Entre las diversiones que había para los trabajadores estaba el cine mudo instalado
por la familia Cusi, que se proyectaba en una de las paredes de las enormes bodegas donde
se almacenaba el arroz en bulto. En la foto número 19 pueden verse estas bodegas hacia el
fondo. Entre las películas se encontraban las de Tarzán, que se podían disfrutar con un pago
previo de 10 centavos.
Rancho Santa Casilda
En la parte oriental de la hacienda se encontraba el rancho Santa Casilda donde después de
algunos años de la compra de la hacienda, emprendieron su rescate; readaptaron el antiguo
y rústico sistema de riego consistente en los deteriorados canales con más de un siglo de
vida para sembrar arroz, maíz, chile, huertas de frutales y potreros de pará para la engorda
del ganado. El agua procedía del río Santa Casilda.
En este predio coexistían dos sistemas de riego diferenciados por su antigüedad,
uno en el norte de esta finca delineado 100 años atrás y otro que representaba la tan
anhelada modernidad en el entrante siglo XX. La función fue la misma; el riego, el cambio
Miguel Mendoza, Parácuaro, 8/03/06.’ Leonardo Magaña, 82 años, Lombardía 25/01/05.
176
se presentó en la organización y los diferentes fines productivos que tenían los religiosos y
la familia Cusi.
Foto 21: Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Lombardía, 1914.
Foto 22. Barranca Honda.
Cabría comentar que las obras realizadas en la hacienda de Lombardía fueron producto de
la iniciativa individual —en este caso de la familia Cusi— de una elite terrateniente con
esporádicas intervenciones de la autoridad federal.
Sin embargo, el trabajo realizado por esta familia en el ramo de ingeniería
hidráulica se vio empañado por los sucesos históricos que se presentaron luego de que
comenzara el movimiento armado de 1910. Por estas tierras llegarían personajes como Inés
Chávez quien reclamaba a la familia Cusi dinero; en otras ocasiones la demanda era en
especie.
Para 1912 los efectos del movimiento armado se dejaron sentir de manera directa
sobre las obras de irrigación, que se suspendieron ya que era materialmente imposible
177
conseguir pólvora y dinamita para su ejecución, por tal motivo la familia Cusi pidió varias
prórrogas al personal de la secretaría de Fomento para concluir el trabajo en el tiempo
establecido por esta institución.91
En 1914 tanto en Lombardia como en Nueva Italia se suspendieron las obras de
irrigación ya que ambas fincas fueron ocupadas por rebeldes, tiempo en el cual algunos
túneles y maquinaria sufrieron destrucciones. Fue hasta el año de 1918 cuando fuerzas92armadas del gobierno del estado resguardaron ambos predios.
El reparto agrario
La política de dotación de tierras que había tomado forma a partir del régimen de Alvaro
Obregón (1921-1924), se realizó de manera muy lenta durante los gobiernos
posrevolucionarios que le siguieron: Plutarco Elias Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz
Rubio y Abelardo L. Rodríguez.
En Michoacán fue de los contados estados de la República donde hubo un reparto
más significativo gracias al apoyo del entonces gobernador Lázaro Cárdenas (1928-1932),
quien impulsó la repartición de tierras mediante la creación de la Confederación
Revolucionaria Michoacana del Trabajo (CRMDT) en el año de 1929. Durante su gobierno
dotó a 181 poblados con 141,663 ha distribuidas entre 15,753 ejidatarios (Guerra 1999,17
138).
Una vez presidente del país Lázaro Cárdenas (1934-40) también aceleró a nivel nacional
dicho reparto, la parcelación de los latifundios no había tenido precedente alguno. En el
norte del país (B. California, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora
y Tamaulipas), se repartió el 53.88% de una superficie total de 5,263,696 ha (Aboites 1991,
21).
Hacia el costado más hacia el sur del país, en la zona henequenera de Yucatán hasta
antes de 1935 las grandes fincas habían evitado la aplicación de la reforma agraria gracias a
la creación de las “zonas ejidales” que no eran más que tierras improductivas que se
repartían a la población campesina (Velasco 1975, 33). * 92
AHA, Aprovechamientos Superficiales, Expediente 12,612, Caja 879, 25 de junio de 1912, foja 132.92 AHA, Aprovechamientos Superficiales, Expediente 12,612, Caja 879, 25 de noviembre de 1919, foja 234 y de noviembre de 1919, foja 237.
178
En este mismo año los peones demandaron la ejecución de resoluciones presidenciales que
permitían la entrega de henequenales, la incautación de las máquinas para el desfibre y
transporte de esta fibra al ferrocarril, así como el pago de salarios mínimos, entre otras. En
1937 se lograron estas demandas, sin embargo por dejar en poder de los hacendados la
maquinaria se propicio el fracaso del ejido henequnero (Velasco 1975, 33).
A pesar de ello, al finalizar su mandato las haciendas dotadas con mejor tecnología
hidráulica en Michoacán como Buenavista, Guaracha, Lombardía y Nueva Italia, no habían
sido afectadas gracias a los amparos que sus dueños había gestionado en instancias
federales (Guerra 1999,155).
Sin embargo, los elementos humanos procedentes de la CRMDT93 se iban
extendiendo poco a poco por el territorio michoacano. Como parte de esta estrategia
estaban las misiones culturales a través de las cuales brigadas de profesionistas realizaban
múltiples tareas educativas, así como proporcionar asesoría en los trámites legales para
obtener dotación de tierras (Cortés 1995, 75).
En 1930 llegó a Lombardía un grupo de miembros de estas misiones con el fin de
inspeccionar a las escuelas rurales que los Cusi habían fundado en 1920 en las dos
haciendas. Estos maestros, de acuerdo con Ezio Cusi, eran de filiación comunista (Cusi
1955,233-234).
Como era común en esa época, al poco tiempo de llegar tales misiones se inició un
movimiento de carácter sindical cuya demanda última consistía en mejoras en los salarios
de los trabajadores (Glantz 1974, 95).
En un primer momento se llegó a un acuerdo con la administración de la hacienda,
lográndose con ello un contrato colectivo de trabajo. El sindicato estaba obligado a emplear
a todo aquél que lo solicitara. Con esta promesa, habían llegado a ambas haciendas
familiares, amigos y todo aquél que buscaba trabajo mejor remunerado.
Si bien la actuación de los maestros a través de las misiones culturales fueron
elementos importantes para entender la aparición de las organizaciones agrarias en
Michoacán, no se debe de olvidar el impulso organizativo procedente del mismo
campesinado (Guerra 1999, 148). El cual describiremos a continuación.
3 Debido a la escasez de obreros en Michoacán, el objetivo central de la CRMDT fue el de organizar a las masas rurales. Fue gracias al magisterio que se fortaleció el sindicalismo agrarista (Guerra 1999, 148).
179
En una de estas oleadas de gente que llegaba a la hacienda, vino Faustino Gómez, quien
fuera iniciador de la lucha por la tierra hacia finales de los años veinte y principios de la
siguiente década. El había llegado procedente de un puerto de la costa michoacana, airoso
de un conato de asesinato perpetrado en el mar donde intentaron ahogarlo.
Llegó a Lombardía donde comenzó a trabajar como peón. Como Faustino tenía la
gran ventaja que representaba en esa época saber leer y escribir, de inmediato entró en el
equipo de los que levantaban la cosecha con la máquina en los campos de arroz. Allí sus
obligaciones eran estar al pendiente de la cosecha recolectada en los campos y que el
rayador pesara bien los bultos de arroz, ya que de esto dependía el pago o porcentaje
destinado a lo peones. Faustino era quien defendía el peso justo de cada bulto.
Al poco tiempo de su llagada, convocó a unas juntas que se realizaban a unos
metros de la hacienda, debajo de un árbol de tabachines, donde colgaron un fierro que
fungía como campana para convocar a las juntas. Además, otros hombres invitaban casa
por casa a quien deseara asistir a las reuniones.
En base al recuerdo de los entrevistados, Faustino tenía facilidad de palabra y
pensamiento el cual estaba impregnado de ideas zapatistas ya que entre sus frases más
recurrentes estaba “camaradas la tierra es de quien la trabaja.” En cada junta los asistentes
tenían que cooperar con 10 centavos como cuota para la lucha. Poco a poco fue convocando
a más peones, que si bien en un principio no estaban de acuerdo con estas ideas debido al
gran cariño y respeto que les tenían a sus patrones, poco a poco fueron convencidos de sus
derechos para recibir la tierra que por ley les correspondía.94
Además de Faustino, en Lombardía destacaron otros peones que se convirtieron en
líderes como Francisco Anguiano, Locadio Velásquez, Jesús Rivera, Gabino Saavedra y
Juan Corrales. Estos últimos dos personajes junto con Faustino a la cabeza formaron una
comisión con el fin de ir a la presidencia de la República y hacer una petición de tierras.
Esta comisión fue suspendida por la familia Cusi, de acuerdo a la versión del señor
Leandro Morones y de Saulo Méndez. Según cuentan que una vez que llegó la comisión a
la estación del tren de Uruapan, se paró un auto último modelo y uno de sus pasajeros les
4 De acuerdo a las entrevistas y pláticas que de manera informal se entabló con los ejidatarios, hombres y mujeres, la época de la hacienda la recuerdan con nostalgia, sus argumentos son que en esos años no les faltaba nada, siempre había trabajo. Por otro lado, siempre expresan su gratitud a la familia Cusi quienes son considerados como buenos patrones.
180
preguntó “de dónde vienen ustedes” y ellos contestaron que de Lombardía, el pasajero les
dijo: “súbanse que el patrón quiere hablar con ustedes”. A partir de ese momento sus
seguidores jamás los volvieron a ver y según esta misma versión se cree que los
amenazaron y les dieron dinero para que no regresaran a la hacienda.95
Luego de este penoso incidente, llegaría Gabriel Zamora, que lo habían corrido de
La Ibérica. De ocupación panadero se ocupaba de vender su producto por las calles anexas
a la hacienda. Una vez que se metió a la lucha por la tierra, trabajadores administrativos de
la hacienda mandaron derribar el horno donde cocía el pan, construyó otro y se lo volvieron
a tumbar.
Los peones, comerciantes y todo aquél que hiciera promoción al reparto de la tierra
en la hacienda de Lombardía, se enfrentó a una administración muy contundente para
reprimir este tipo de acciones.
Como pronto comenzarían las campañas para elegir diputaciones, en ellas Gabriel
Zamora se propuso como diputado suplente y aprovechando que fungía como líder agrario,
hizo unas listas que contenían los nombres y huellas de sus seguidores, ya que la mayoría
no sabía leer, les hizo creer que las destinaría para pedir tierra directamente a la Presidencia
del país. Camino a Uruapan, antes de entrar al rancho Charapendo, en la barranca del
Gacho, lo emboscaron y mataron. Nunca se supo quien fue el autor de dicho asesinato.
Para este tiempo había una división entre los peones que estaban a favor y los que estaban
en contra de un posible reparto de tierra. Estos últimos básicamente eran trabajadores de
confianza de la hacienda y algunos peones que estaban agradecidos con los patrones.
Ante los sucesos acaecidos, que no hicieron más que retrazar el reparto de tierras, se
optó por realizar dos huelgas, una de ella la encabezaron Locadio Velásquez y Jesús Rivera
en la tabla de siembra de arroz conocida como del Marqués, el fin era adquirir mejores
precios en el corte del arroz. Ésta se inició al momento de la cosecha, cuando el cereal se
debe de cortar para producir grano de buena calidad.
Después de horas de negociación la familia Cusi cedió ante las demandas sociales
del sindicato. Entre éstas estaba la construcción de más escuelas. En total se construyeron
12 en ambas haciendas. El patrón tenía la obligación de hacer cada escuela que debía tener
una habitación con cocina y corral para el maestro (Cusi 1955, 233-234).
’ Leandro Morones, 83 años, Lombardía, 28/11/2006 y Saulo Méndez, Lombardía, 30/01/07.
181
Luego de la muerte de Gabriel Zamora secundó la lucha Francisco Anguiano, quien
después de las huelgas encabezó la comisión para pedir tierra al presidente Lázaro
Cárdenas, donde también fueron los líderes de Nueva Italia. Y con ellos finalmente se logró
el ejido colectivo en el año de 1938.
De acuerdo con la versión de Ezio Cusi, él junto con su familia en un lapso de 35
años de arduo trabajo dotó a las haciendas de 14 lps de agua, con más de 8 mil hectáreas de
riego (4 mil de irrigadas y las demás de irrigables), con lo que se producían 10 millones de
kilos de arroz, 25 mil árboles de limones que producían más de 100 mil cajas al año, 10 mil
árboles de otros frutales como cocos y mangos, 100 mil kilos de cascalote y 20 mil cabezas
de ganado vacuno con cruza de cebú y una población de 10 mil habitantes96 (Cusi 1992,
307).
En este momento histórico la zona de Tierra Caliente quedó interrelacionada a nivel
estatal por los vínculos que la familia Cusi mantenía con los gobernadores del estado de
Michoacán para de esta manera facilitar su acceso al agua. Por otro lado, lograron
posesionarse en el mercado internacional por medio de la exportación de algunos de sus
productos a los Estados Unidos, interconectando así esta porción de la Tierra Caliente en un
plano extranacional.
Con este cambio tecnológico y en la organización del trabajo, inició la mayor
transformación de los paisajes a partir de los usos del agua sin precedentes en la
microcuenca del Cupatitzio-Marqués. Además los usos del agua se diversificaron: para el
riego, la generación de fuerza motriz y la transformación de energía eléctrica.
Hasta lo ahora expuesto podemos comentar que en esta interacción en las relaciones
de poder a lo largo de los tres pisos ecológicos, pocos fueron los actores que lograron
mantener un control vertical de la microcuenca, el que más destaca al respecto fue Dante
Cusi quien con su dinamismo fue el máximo transformador de los paisajes en la Tierra
Caliente y quien también logró una actuación significativa en la Tierra Templada gracias a
la diversificación en sus cultivos, con lo cual logró incrustar a la microcuenca en un plano
regional, nacional y mundial con su producción arrocera, con el añil y con su esencia de
limón, entre otros más productos.
6 Esta producción se refiere al momento en que a Ezio Cusi, hijo de Dante, les fueron expropiadas las dos haciendas en 1938, para estas fechas ya había muerto su padre Dante y su hermano mayor Eugenio.
182
Síntesis
La parte medular de este capítulo versó en las consecuencias que trajo consigo la Ley Lerdo
y la Ley de nacionalización de los recursos acuíferos, factores que transformaron los
paisajes de manera notoria. La primera de estas leyes reafirmaron la propiedad de la tierra
privada en la mayor parte del territorio de la microcuenca, y donde además se construyó la
mayor parte de la infraestructura hidráulica asociada a cultivos comerciales como el café.
En cuanto a la Ley de nacionalización de las aguas se refiere esta coadyuvó al
control de este recurso por el ejecutivo federal, sólo que fue en un proceso que duró varias
décadas. A partir de ésta el personal de la secretaría de Fomento se aseguró el aporte de las
concesiones, pero sólo aquellas en el ramo de la industria y la agricultura a gran escala, ya
que las de uso doméstico que eran las de más bajo contribución siguieron bajo el control
municipal.
Además transcurrirían 64 años para que el Cupatitzio-Marqués y sus principales
afluentes se nacionalizaran. Entonces la nacionalización fue un proceso en el cual inició la
fragmentación en el manejo de la microcuenca ya que mientras el río fue declarado de
jurisdicción federal sus afluentes en determinado momento siguieron bajo el control estatal
y cada vez menos del municipal
Desafortunadamente la nacionalización del río junto con sus afluentes significó la
fragmentación en el manejo de la microcuenca y con ello su paulatino deterioro.
183
Capítulo IIIEl reparto agrario cardenista y las
comisiones del Tepalcatepec y del Balsas en la microcuenca del Cupatitzio-
Marqués
INTRODUCCION
El capítulo precedente trató de cómo a partir de la desamortización de los bienes comunales (con
las leyes estatales de 1827 y 1851 y las nacionales a partir de 1856) y de la nacionalización de los
recursos acuíferos (a partir de 1888 y las subsiguientes leyes en este rubro), trajeron consigo la
fragmentación del territorio de la comunidad de San Juan, la concentración de la tierra y el
control de las concesiones de aguas en unas cuantas manos, principalmente en la Tierra
Templada. Ambos factores fueron coadyuvantes para el cambio tecnológico introducido desde
mediados del siglo XIX por diferentes familias nacionales como extranjeras, el cual transformó
los paisajes de toda la microcuenca, sobre todo de la Tierra Caliente con el arribo de la familia de
italianos Cusi.
En este último capítulo toca el turno de presentar lo que para nosotros sería el segundo
momento o suceso significativo en la transformación de los paisajes, ocurrido a partir de dos
hechos fundamentales como lo fueron el reparto agrario cardenista el cual se inició en 1937 en
toda el área de la microcuenca a tratar, y la puesta en marcha del programa de desarrollo para la
cuenca del Tepalcatepec a través de la creación de la Comisión del Tepalcatepec (CT) en 1947 y
su sucesora la Comisión del Balsas en 1961 (CB). Estos programas vinieron a actuar como un
complemento del bienestar social prometido en el discurso oficial de los diferentes presidentes
posteriores a la revolución mexicana de 1910.
Veremos como a partir de la actuación del la CT se inició un aprovechamiento más
intensivo de tres recursos fundamentales: el bosque, la tierra y el agua, así como un rápido
deterioro ecológico en toda la microcuenca y la formación de nuevas relaciones de poder ante la
interacción de la naciente clase de ejidatarios, propietarios privados y comuneros.
Estos efectos ocurridos a partir de las Comisiones se tratarán hasta nuestros días, para
entender la problemática social y ecológica en la que se encuentra este sistema hidrológico.
En la Tierra Fría nos avocaremos a estudiar como es que los bienes de la comunidad de
San Juan Parangaricutiro se vieron afectados por la erupción del volcán Parícutin (1943), suceso
que los obligó a su traslado al valle de Los Conejos, ubicado en la microcuenca del Cupatitzio-
Marqués, con lo que incrementaron la extensión de su territorio y sus bienes acuíferos.
Por otro lado, este mismo suceso natural representó una oportunidad para los nacientes
inversionistas que demandaban tierras húmedas aptas para la nueva variedad de aguacate
185
denominada Hass que pensaban introducir. A partir de aquí arribaría con gran fuerza este frutal
en toda la Tierra Fría y así se incrementarían las querellas por las tierras comunales, donde el
recurso agua ha sido un móvil importante para la recuperación de sus tierras.
En la Tierra Templada, el reparto agrario en Uruapan se realizó entre finales de 1930 y
principios de los cuarenta, momento en el que se fragmentaron las tierras de varias haciendas
para conformar más de una docena de ejidos. Veremos como la instalación de la burocracia de la
CT, así como por los efectos del boom aguacatero, conllevaron el crecimiento poblacional y
urbanístico de Uruapan que sobrepasó la media nacional.
Un último punto a tratar será el del reparto de las haciendas de Lombardía y Nueva Italia,
así como la ampliación en la capacidad del sistema hidráulico por parte del personal de la CT,
para dotar de agua a los nuevos ejidos conformados a partir de ambas haciendas.
Veremos cómo al fragmentase en tres secciones el sistema existente en estas haciendas,
trajo consigo una mala distribución del agua que derivó en un cambio en el patrón de cultivos que
no hicieron más que empobrecer a los ejidatarios de la Tierra Caliente y minimizar el desarrollo
regional que se esperaba.
Las fuentes históricas utilizadas en esta ocasión versaron en memorias realizadas por
personal de la CT y la CB, donde se informaba sobre los avances logrados en determinados
periodos en rubros como riego, comunicaciones, salud, educación, entre otros.
Los historiales agrarios de cada ejido fueron una fuente importante para conocer las
acciones agrarias llevadas a acabo a lo largo de estas décadas, en este sentido el Archivo de la
Procuraduría Agraria con representación en Uruapan nos fueron de gran utilidad. Mientras que
para la comunidad de San Juan la ratificación de bienes comunales de 1991, sirvió para conocer
la historia de sus tierras.
Sin lugar a dudas la etnografía y sus técnicas jugaron un papel fundamental para la
redacción del capítulo, ya que así se pudo conocer a los hombres cuyas decisiones directa o
indirectamente contribuyeron a la transformación de los paisajes, es decir, los presidentes
municipales.
Las entrevistas abiertas a comuneros que vivieron el traslado del San Juan “viejo” al
“nuevo” a partir del volcán Parícutin, nos permitieron conocer los cambios que sufrió este
pueblo.
186
LAS COMISIONES DEL TEPALCATEPEC Y DEL BALSAS
El programa llevado a cabo a partir de las comisiones del Tepalcatepec y del Balsas en materia de
riego fue coadyuvante para que se cumpliera el compromiso social de la revolución de 1910,
enfocado al naciente grupo de ejidatarios que recién habían obtenido su porción de tierra en la
Tierra Caliente y, en menor medida, en la Tierra Templada. Este programa sería el complemento
que los beneficiaría para alcanzar el bienestar y desarrollo prometido.
Este momento marcaría una nueva transformación paisajística y el inicio de la presión y
de una rápida degradación de los recursos en esta microcuenca.
Meses antes de creada la CT, en la toma de posesión de la presidencia del país, el Lic.
Miguel Alemán, anunció que con objeto de llevar a cabo un gran programa de obras de irrigación
y del aprovechamiento del agua para fines múltiples, se creaba la Secretaría de Recursos
Hidráulicos (SRH), que vendría a ampliar las facultades de su antecesora la Comisión Nacional
de Irrigación (CNI), en el momento en que se canalizaban trabajos que antaño realizaban otras
secretarías relacionadas con el agua (Orive 1970, 93).
En esta misma lógica, pero con el fin de orientar el trabajo de varías dependencias
gubernamentales -Banco ejidal y de Secretarías de Agricultura, Comunicaciones y Educación,
entre otras- se creó la CT por decreto presidencial en mayo de 1947 (y hasta 1960) y de manera
posterior la CB que vendría a ampliar el campo geográfico de acción de la primera a partir de
1961. Entre sus objetivos estaba el desarrollo integrado de la cuenca del río Tepalcatepec, donde
el Cupatitzio-Marqués es uno de los afluentes de éste.
Para ello tendría todas las facilidades para la planeación, proposición y construcción de
trabajos para irrigación y para el desarrollo de las fuentes de energía, ingeniería sanitaria,
establecimiento de comunicaciones, incluyendo carreteras, ferrocarriles, telégrafos, teléfonos,
planteles educativos desde pre-escolar hasta universidades y para la expansión de centros de
población. De igual manera tendría autoridad en los asuntos industriales, agrícolas, de crédito y
de colonización y podría intervenir en asuntos agrarios (Barkin y King 1970, 109).
Con el plan de acción llevado a cabo por ambas Comisiones no sólo surgieron nuevas
formas de relación del hombre con la naturaleza, también se intensificó el aprovechamiento de
sus recursos, entre ellos el agua. Hubo cambios cuantitativos en la población y la mancha urbana,
en la extracción de recursos y en la agricultura en los tres pisos de la microcuenca, cuyas
187
consecuencias incrementaron y cambiaron los usos tanto del agua como del suelo. También hubo
una reconfiguración de las relaciones de poder, sobre todo con la creación de ejidos en toda la
microcuenca.
Este programa tuvo objetivos y acciones distintas a lo largo de los tres pisos bioclimáticos
de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, siendo la Tierra Fría donde menores fondos se
invirtieron en todos los rubros (infraestructura carretera, hidráulica, educación, salud, entre otros)
en comparación con las dos zonas restantes.
Cabe agregar que sin la copiosa intervención del General Lázaro Cárdenas como vocal
ejecutivo primero de la CT y luego de su sucesora la CB hasta octubre de 1970, año en que
fallece, los resultados no hubieran sido los mismos ya que el conocimiento que tenía de la zona y
en especial de la Tierra Caliente, databa desde la época de la Revolución Mexicana, cuando en
1913 se enfiló en la lucha armada en contra de la dictadura de Victoriano Huerta (Ortiz 2005, 7).
LA TIERRA FRIA
La recuperación de las tierras por parte de la comunidad y la devastación de su bosque
La erupción del Parícutin trajo como consecuencias la destrucción del pueblo de San Juan, parte
de los bosques y de las tierras de labor de los comuneros.
La lava y arena volcánicas se extendieron sobre áreas boscosas que quedaron calcinadas,
las cuales de manera posterior fueron aprovechadas a través de permisos que las autoridades
forestales extendieron para la limpia y saneamiento de los bosques afectados. Sin embargo estos
permisos fueron transgredidos al incursionar en zonas de arbolado no afectadas por la erupción.
Entre los dueños o encargados de aserraderos que afectaron los bosques de San Juan se
cuenta a Dóddoli, Roberto Cerda, Luis Méndez y su socio Cayetano Murillo.1
También dos compañías madereras nacionales incursionaron en los bosques territorio de San Juan: la Corbv Industrial de Oaxaca y la Forestal Veracruzana. A las dos se les extendieron contratos de aprovechamientos por autoridades forestales, y los representantes negociaron directamente con los titulares de los predios privados, que además propiciaron la introducción de las compañías en montes comunales aledaños a estos predios (Bofil 2005, 71).
188
Por otro lado, entre los parajes que quedaron devastados estaban Jaritzícuaro, El Charco, Camiro,
Zirashpan, Cerro Prieto, José Gabriel Gómez, Pantzingo y cerro Cutzato (Comisión de
Silvicultura de la CINSP, 1986 en Bofil 2005, 70-71). Este territorio continuó como propiedad
comunal, aunque inhabilitado por varios años.
Este suceso de la naturaleza vino a rematar el despojo de tierras comunales al dejar a la
población de San Juan carentes de una parte considerable de sus tierras de cultivo, y de manera
posterior por el descuido de éstas ante la emergencia de generar alternativas para satisfacer sus
necesidades más importantes luego del traslado de la población 33 km a la parte sur del territorio
comunal, en un valle intermontano donde yacía la hacienda de Los Conejos.
El General Lázaro Cárdenas les ofreció a los habitantes de San Juan la alternativa de
elegir algún lugar que les convenciera fuera ejido o comunidad. Algunos de los lugares
propuestos fueron San Ángel Surimicato, Paracho, Cherán y el rancho San Nicolás, este último
localizado dentro del territorio comunal que era el más habitado después del pueblo, al que no
eligieron por sólo contar con una noria.
Los Principales de la comunidad eligieron el valle de Los Conejos por la existencia de un
caudaloso arroyo que da nombre a este lugar, ya que cuando la gente iba a comerciar a Uruapan
pasaban por este sitio y veían la abundancia de agua, ya que en San Juan viejo sufrían de escasez
y sólo había algunos destiladeros donde lavaban la ropa.
El nuevo asentamiento se conformó a partir de dos expropiaciones. La primera fue a partir
la hacienda de Los Conejos que pertenecía al señor Jesús Magaña vecino de Uruapan, a quien le
respetaron de la actual plaza hacia abajo, pero tiempo después la viuda de éste terminó cediendo
su parte a los comuneros. La otra mitad de la plaza hacia arriba, el gobierno la expropio al ejido
de San Francisco Uruapan. De acuerdo con el testimonio del señor Samuel Ruiz Anguiano el
General había dicho que de la laguna (localizada hacia el norte, a un kilómetro de la plaza del
pueblo) que da nacimiento al río Los Conejos, hacia abajo les pertenecía, sin embargo cuando los
ejidatarios de San Francisco hicieron sus planos catastrales este cuerpo de agua lo incluyeron
como de su propiedad. 2 3
2 Testimonio de Samuel Ruiz Anguiano, quien al momento de la erupción contaba con 17 años, en la actualidad tiene 78 años, San Juan Nuevo Parangaricutiro, 14/11/06.3 Samuel Ruiz Anguiano, San Juan Nuevo Parangaricutiro, 14/11/06.
189
El gobierno dotó a los comuneros de San Juan con 170 ha, de las que se usaron 67.5 ha para
fincar el nuevo pueblo; las 112.5 ha que restaban estuvieron en disputa con el ejido de San
Francisco Uruapan hasta que la corte falló a favor de San Juan en 1964 (Moheno, 1985, 170).
Con la erupción del volcán y el involuntario traslado de los indígenas de San Juan hacia el
sureste se consolidaría el área que conforma la microcuenca a tratar, no sólo por el movimiento
que significó el traslado de la población asentada sobre terrenos de la microcuenca aledaña del
Tancítaro a la del Cupatitzio-Marqués, sino además por vínculos políticos, al pasar a ser tenencia
de Uruapan, y tener mayor contacto con esta ciudad.
A este lugar llegaron los comuneros de San Juan con sólo algunas pertenencias, sus tierras
de cultivo estaban ocupadas por la lava, el ganado lo tuvieron que rematar o bien moría por la
ingesta de ceniza (Moheno 1985, 169), mientras una parte del bosque estaba devastado. Fue
entonces cuando por medio del programa “bracero” un considerable número de comuneros
salieron contratados rumbo a los Estados Unidos con el único objetivo de obtener dinero para
mantener a su familia.
Estas circunstancias provocaron que las tierras de cultivo y con vocación forestal de la
parte norte de la comunidad, fueran de cierta forma olvidadas ante otras emergencias más
apremiantes como la construcción de las nuevas viviendas. También este aparente olvido se debió
a que la erupción de dicho volcán terminó hasta 1952, tiempo en que poco se pudo visitar esta
porción del territorio.
Finalmente al menos 30% de los terrenos, están cubiertos con espesores variables de
ceniza volcánica, en función de la cercanía del volcán y la topografía del terreno; y 1,684 ha
(9.3%) están cubiertas por las lavas del volcán Parcutín (Velásquez, et al., 46). Los paisajes
cambiaron radicalmente de tonos verdes, propios de los bosques, a pedregales obscuros.
Esta aparente lejanía con la parte norte de su territorio provocó que muchos de los
problemas por linderos que había entre San Juan y las comunidades vecinas, Angahuan, Santa
Ana Zirosto, San Salvador Conbutzio y Zacán, se incrementara.4
En cuanto a su lindero sur los comuneros pronto comenzaron a interactuar con nuevos
actores con quienes colindaban sus tierras, como ejidatarios y propietarios privados.
4 El presente escrito sólo contempla los conflictos agrarios intracomunitarios, será en otro momento cuando se traten los pleitos por linderos con sus comunidades vecinas que se remontan siglos atrás y que han costado numerosas vidas.
190
Fue en las décadas de los sesenta y setenta cuando incursionaron al territorio de San Juan
empresarios que deseaban hacer plantaciones del aguacate, el territorio comunal contaba con una
serie de ventajas que lo hacían muy atractivo para ello, como por ejemplo contar con un número
considerable de manantiales a lo largo y ancho de su territorio —ya descritos en el primer
capítulo—, entre los que destaca el Corcobí, La Hortensia y El Nopal.
Por otro lado, pasado el tiempo se supo que la ceniza de volcán ayudaba a la retención de
humedad por lo cual los árboles plantados no requerían riego y daban buenos rendimientos.
Sin embargo ni la lava, ni la ceniza, ni mucho menos la inmigración y todas las demás
adversidades lograron que los comuneros de San Juan se olvidaran de promover la restitución de
sus tierras de manera oficial.
Creemos que fueron cinco los factores involucrados que influyeron para que miembros de
la comunidad iniciaran primero, la restitución de sus bienes comunales y, de manera posterior, la
reapropiación de sus tierras ahora en manos de particulares, utilizadas para la explotación del
bosque (madera o resina), para el cultivo de trigo y maíz o en huertas de aguacate, a continuación
se mencionan a grandes rasgos cada uno de estos factores.
1) Un primer factor que detonó en los comuneros de San Juan solicitar la instauración del
expediente de confirmación y titulación de sus tierras comunales, el 27 de noviembre de 1949,
fue la Ley de Restitución de Bienes Comunales de 1931.
2) Luego de 40 años de vacío legislativo a favor de las comunidades indígenas, vendría la
promulgación de la Ley Federal de Reforma Agraria en 1971, la cual reconoce a la comunidad
agraria como una institución jurídica, que detenta tierras, aguas y bosques. Estas dos leyes serían
dos alicientes para la recuperación de las tierras comunales de San Juan (Vázquez 1992, Espín
1986 en Bofil 2005, 176).
3) Pero sin lugar a dudas lo que marcaría un parteaguas en este proceso, se presentó a
partir de la segunda mitad de la década de los años setenta del siglo XX, con la creación de
empresas forestales como lo fuera la Unión de Ejidos y Comunidades Indígenas Forestales de la
Meseta Tarasca “Luís Echeverría Álvarez” (UECIFOMET). Esta unión nace por iniciativa del
gobierno del estado y del entonces subsecretario Forestal, el Ing. Cuauhtemoc Cárdenas, con lo
cual se buscaba promover un sector forestal comunitario en el cual se involucrara a los núcleos
191
agrarios en procesos de reapropiación comunitaria de sus propios recursos, entre ellos los
bosques y la tierra.5
4) Esta unión fue el precedente inmediato de la empresa denominada Aprovechamientos
Forestales de la Comunidad Indígena de Nuevo San Juan Parangaricutiro, (en adelante la
llamaremos Empresa Forestal), que en 1983 surgiría en San Juan Nuevo y que ha sido el órgano a
través del cual la comunidad ha podido captar recursos de instituciones federales, estatales y
municipales, que directa o indirectamente han servido para financiar el mayor número de juicios
de restitución de tierras.
5) Este esfuerzo culminará con el decreto de una nueva Ley Forestal en 1986, de carácter
campesinista y medio ambientalista, que otorga pleno control de los bosques al campesinado
organizado.
De acuerdo con Bofil, es a partir del surgimiento de la Empresa Forestal que hubo un
desplazamiento del conflicto de la lucha por la tierra, el cual se produce hacia el interior de la
comunidad, dejando a un lado los pleitos por linderos con comunidades vecinas. Ahora el
objetivo es recuperar 133 predios privados que quedaron fuera del territorio por la vía legal
(Bofil, 2002a, 169).
Primero, esta lucha iniciará por obtener el reconocimiento y titulación definitiva de sus
tierras comunales, la cual se logró por Resolución Presidencial el 22 de noviembre de 1991, con
una superficie de 14,068-30-78 ha, determinando una superficie total comprendida dentro del
perímetro comunal de 18,138-32-81 ha. Dentro del poligonal comunal, además están enclavados
133 predios que corresponden a una superficie de 4,072-02-08 ha,6 que son aquellas compras,
“enajenaciones” y “apropiaciones” que la comunidad perdiera a lo largo del siglo XIX y
principios del siglo XX.
Pero como se mencionó en el capítulo precedente, algunos de estos predios pertenecían a
comuneros que en cierta forma fueron inducidos por los recaudadores de rentas a escriturar sus
tierras comunales como propiedades privadas. Es por ello que después de la Resolución hubo
5 Este tipo de empresas sociales forestales surgen desde mediados de los setenta en diferentes estados de la República, en un esfuerzo por expulsar a empresas concesionarias y contratistas de los bosques comunales, revertir la situación de rentismo e iniciar procesos de reapropiación productiva por parte del sector campesino (Bofil, 2005).6 Información proporcionada por el señor Basilio Velásquez, encargado de la capacitación en la Empresa Forestal, 29/11/05.
192
negociaciones con estos propietarios-comuneros, en donde se les proponía que si cambiaban lan
tenencia de sus predios privados a comunales, podían incorporarse como comuneros.
Muchos aceptaron, lo que dio como resultado la incorporación por medio de convenios
conciliatorios internos de 331-08-76 ha (correspondientes a 20 predios); los convenios
conciliatorios ante el Tribunal Unitario Agrario abarcaban 500-16-23 ha (15 predios). Por
sentencia a favor de la comunidad se recuperaron 440-85-26 ha (13 predios) y quedaban
pendiente por sentencia 267-25-73 ha (5 predios). Los expedientes de 452-51-43 ha (11 predios)
estaban en revisión en el Tribunal Superior Agrario. Los juicios de amparo ante el tribunal
colegiado correspondían a una superficie de 739-67-82 ha (15 predios). Por último los 37 predios
pendientes por demanda sumaban un total de 1,375-15-02 ha (Bofil, 2002a, 202-203).
Como resultado de estas acciones la comunidad había logrado incorporar hasta el año
2000 cerca de 1,300 ha, por lo que ya tenía en posesión 15,340 ha y para diciembre de 2005
sumaban 2,400 ha recuperadas.
A casi dos años antes de dictaminada la Resolución presidencial, el 29 de enero de 1990,
los descendientes de las familias Ortiz, Úrsulo, Equihua, Mincitar y Campoverde, que antaño se
apropiaron por la vía “legal” de una parte del territorio comunal, presentaron, ante el delegado
agrario en el estado Gral. Brigadier Jorge Oscar de la Fuente Rodríguez, pruebas con el objeto de
acreditar sus pequeñas propiedades, este expediente cuenta con más de 20 casos en los cuales los
propietarios presentan el nombre y extensión del predio, las escrituras, la fecha de catastro que
hace constar como propiedad privada a estos predios, a partir del pago de impuestos, que fueran
adquiridos en las primeras dos décadas del siglo XX (Véase cuadro 9 del capítulo 2).
Tiempo después de la Resolución de 1991 se formó la Asociación Municipal de la
Pequeña Propiedad de Nuevo San Juan, precedida por Pascual Minzitar Aguilar, uno de los
pequeños propietarios descendientes de los primeros compradores de tierras comunales. Este
hombre solicitó el 20 de enero de 1993, la autorización de permisos forestales en 133 predios, la
cual le fue denegada. Por estas fechas ya había una apropiación del recurso forestal cuyo medio
principal era la Empresa Forestal de la comunidad. 7
7 A partir de la fundación de la Empresa Forestal ser comunero es “ser dueño de una enorme Empresa Forestal,” significa una conciencia política en la cual se asumen como dueños legítimos del recurso forestal y que como tales pueden ocupar un lugar en la estructura política, local y regional. Además de poder beneficiarse de créditos o préstamos que la empresa otorga a éstos (Bofil 2002b, 144 y 146).
193
Los primeros en retirárseles los predios fueron precisamente miembros de las familias Murillo,
Oseguera, Sánchez Mora, Velázquez y Mincítar, apellidos que corresponden a las familias fuertes
del viejo San Juan. Para el año 2000 otros propietarios como los Martínez Ángeles, Caballero,
Cuara, Ortiz, Soto, Campoverde, Equihua, Contreras, Ventura, Gutiérrez, Roque, Guerrero y
Anguiano, habían perdido o estaban en proceso de perder sus predios, sin derechos a
indemnización (Bofil, 2002a, 203-204).
Las restituciones solicitadas por los comuneros de San Juan han presentado cambios
importantes a lo largo de los 25 años, en un primer momento su objetivo fue recuperar las tierras
de aquellos comuneros que habían escriturado sus tierras comunales en privadas, por la supuesta
presión de los jueces de rentas; de manera posterior siguieron con las titulaciones que habían
realizado los descendientes de las familias fuertes de San Juan Viejo; y muy recientemente están
apostando, con éxito, por terrenos donde yacen huertas de aguacate pertenecientes a los
empresarios agrícolas procedentes de Uruapan.
A continuación mencionaremos dos de estos casos que se han llevado con éxito en la
actualidad por parte de los comuneros de San Juan y que en el proceso de restitución presentan
irregularidades. Los propietarios son: Julián Bárcenas y la familia Batista Villaurrutia.
La tierra, el agua y las redes de poder: las propiedades privadas dentro del predio comunal En este apartado quisiéramos destacar el caso de restitución de tierras y la recuperación en la
administración del agua para fines agrícolas que comuneros de San Juan han logrado a últimas
fechas.
Para noviembre de 2005 la pequeña propiedad dentro del municipio de Nuevoo
Parangaricutiro estaba conformada por 10,514 ha. Sólo una parte de ésta (133 propiedades con
distintas dimensiones) se localiza dentro del poligonal comunal de San Juan, que gracias a la
insistencia de la comunidad por recuperar sus predios, se había logrado la incorporación de 2,400
ha para diciembre de 2005 de las más de 4,000 ha con que contaban los propietarios privados.
Uno de los primeros grupos que compró tierras comunales para establecer una huerta de
aguacates a principios de la década de los setentas estaba integrado por Natalio Rodríguez y 8
8 Datos proporcionados por la presidenta de la Junta de Sanidad Vegetal del municipio de Nuevo Parangaricutiro, Beatriz Uribe el 15/11/2005.
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Rogelio Melgar, dos ingenieros egresados de la Universidad Autónoma de Chapingo, y por Mau
González y Gerardo Trueba Milmo, ambos empresarios. Este grupo formó una sociedad a partir
de la cual compraron un terreno de 300 ha a un señor de apellido Urbina quien fuera vecino de un
rancho mestizo ubicado dentro del municipio de Nuevo Parangaricutiro.
Este predio, el cual forma parte de la tierra reclamada por comuneros de San Juan, se
localiza dentro del paraje de Agua Blanca que está metros abajo del manantial El Corcibí, el que
cuenta con el mayor gasto de agua de todos los nacimientos pertenecientes a la comunidad con,
60 lps. En el lugar plantaron una huerta de aguacates de variedad mejorada Hass a la cual
nombraron El Manzano, para ello tuvieron que devastar parte del bosque de pinos existente, así
como potreros agrícolas y ganaderos.
La justificación para esta acción procedería de los dos ingenieros miembros de esta
sociedad quienes —por cierto laboraban en una institución forestal— se basaron en la Ley
Forestal vigente que especificaba que aquellos terrenos forestales con pendientes menores de
45% eran susceptibles de cambiar su uso de suelo, en este caso de forestal a agrícola.
Una vez en posesión de la tierra y justificado el cambio de uso de suelo sólo les faltaba el
agua para poder regar la huerta, la que sería tomada de El Corcobí.
Para obtener el agua de este manantial y poder pasar las tuberías de 6” a 8” por tierras
comunales, la sociedad de empresarios negoció con algunos principales de la comunidad de San
Juan a quienes les prometieron llevarles un tubo con agua que recorrería una extensión de más de
15 km desde este manantial hasta llegar a sus predios en los parajes de Rancho Nuevo y Las
Barrancas (ubicados hacia el suroeste del municipio). Los comuneros que accedieron a esta
petición no tuvieron problemas en justificar la presencia de este tubo ante la comunidad ya que
tenían “peso en el consejo comunal.”9 A cambio de ello esta asociación obtendría agua de manera
gratuita por décadas.
Este grupo de poder negoció con el grupo comunal con mayor maniobra en la toma de
decisiones como resulta ser en Consejo Comunal, que es quien decide realmente sobre la
comunidad.
De esta manera dejaron aprovechar el agua sólo si se les beneficiaba a ellos. Uno de estos
comuneros decidió instalar una paletería que actualmente surte a otras más dentro de la cabecera
Juan Mendoza Urbina, San Juan Nuevo Parangaricutiro, 17-11-05.
195
municipal y otras localidades, con lo que ha logrado posicionarse como un comunero próspero
económicamente, mientras que sus demás compañeros con el tiempo utilizaron el agua en el riego
de árboles de aguacates, con lo cual fueron los primeros indígenas en San Juan en invertir en este
cultivo.
Con el paso de los años la asociación de aguacateros se fragmentó y se crearon tres
huertas con las mismas dimensiones denominadas El Manzano I y II y La Perita. Estas huertas
luego de pertenecer a distintos dueños entre los que se encontraba quien fuera gobernador del
estado a finales de la década de los ochenta, Calixto Ramírez Bravo titular de la huerta
denominada El Manzano I, quien luego de cumplir sus funciones como públicas vendió esta
propiedad a los comuneros de San Juan. Las otras dos partes, es decir, El Manzano II aún le
pertenecen a la familia Roldán, mientras que los Meneses le vendieron La Perita a Julián
Bárcenas.
El caso Julián BárcenasJulián Bárcenas oriundo de un rancho aledaño a San Juan, es pionero en éste y otros cultivos. A
principios de los años setenta llegó a invertir en esta zona y en la Tierra Templada, ya que él con
anterioridad fue representante de una empresa norteamericana dedicada a la exportación de
melón, a través de la cual refaccionaba a ejidatarios del municipio de Gabriel Zamora y Zaragoza
(hoy Francisco J. Múgica) y en otras partes de Tierra Caliente, pero en especial en El Huaco
(Gabriel Zamora), lugar donde se daba el melón de mejor calidad en toda la Tierra Caliente
Michoacana. Gracias a esta participación formó su cuantioso capital y antes del declive de este
cultivo, en la primera mitad de la década de los ochenta, ya había invertido en huertas de
aguacate.
Además de La Perita con una extensión de 33 ha, compró varias huertas que en el
transcurso de los años ha conservado y otras más vendido, entre ellas se encuentran: El Tazón
con 280 ha y Santa Inés con 70 ha, dentro del municipio de Nuevo Parangaricutiro y en el de
Uruapan dos predios más: La Huerta y la Hierba, ambas con una extensión de más de 300 ha. 10
0 Según versiones extraoficiales este empresario tiene huertas en todos los municipios del estado donde se cultiva el aguacate que sumadas alcanzarían cerca de las 6,000 ha.
196
Durante los primeros años de llegado a tierras de San Juan estableció relaciones de compadrazgo
con uno de los principales líderes de la comunidad, quien fue partícipe en la creación de la
Empresa Comunal.
En el aspecto político, Julián Bárcenas intervino en la vida política de Uruapan como candidato a
la presidencia municipal a finales de los ochentas, tiempo de inestabilidad política desde hacia
algunos años atrás, fenómeno observable debido a que la mayoría de los alcaldes electos no
pudieron concluir sus respectivos periodos de gestión. Este personaje participó en las elecciones
de 1989 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero fueron anuladas por las intensas
movilizaciones de los seguidores de su contrincante del Partido de la Revolución Democrática
(PRD) (Zepeda 2004, 17-18).
Pero sus relaciones políticas se extienden más allá de cualquier partido, ya que de acuerdo
con versiones extraoficiales, ha contribuido económicamente en campañas políticas del Partido
Acción Nacional (PAN), PRI y PRD.11 Gracias a esta capacidad para tejer alianzas con distintos
actores políticos se ha posicionado en el lugar prominente donde se encuentra.
La recuperación de La PeritaEl predio La Perita se desprende de una misma escritura a nombre de Miguel Equihua en 1872, el
cual ya se mencionó en el segundo capítulo. Su recuperación por parte de los comuneros de San
Juan es el que más ha interesado ganar por ser Julián Bárcenas, un personaje con un peso político
y económico a nivel regional y estatal.
Este caso involucra la tierra, el agua y la organización comunitaria, de hecho este juicio
se ganó gracias a las negociaciones y presiones que hicieron los comuneros, cuando le
condicionaron el agua de sus manantiales a cambio de que negociara con ellos para poder
recuperar este predio.
La huerta La Perita se localiza en el sur de las tierras comunales de San Juan, donde está
la mayoría de la pequeña propiedad y donde se localizan la mayoría de las huertas certificadas
para exportación que cuentan con riego por goteo o aspersión, así como por ser una zona donde
se introdujeron las primeras huertas de aguacate Hass a nivel estatal.
Manuel Ávila, Uruapan 01/11/ 2005.
197
11
La restitución del predio se logró gracias a las acciones que los comuneros propusieron en el
Consejo Comunal para ejercer presión sobre este empresario y de esta manera cediera el predio
La Perita.
La estrategia que utilizó este empresario para no perder sus huertas fue hacer uso de sus relación
de compadrazgo que mantenía con Juan Mendoza Urbina, miembro del Consejo Comunal, sin12embargo éste hombre le advirtió que no podía porque primero estaba su comunidad.
Por otro lado, los comuneros acordaron en asamblea cortar el tubo que conduce el agua
desde el manantial El Nopal, de propiedad comunal, a otra de sus huertas nombrada el Tazón.
Otra medida para forzar al empresario fue impedirle el paso para sacar la producción de esta
misma huerta, ya que tenía que pasar forzosamente por territorio comunal; la estrategia de los
comuneros fue borrar la brecha y colocar árboles y postes para impedir el paso.
El suceso que fue preponderante para que esta querella llegara a su fin se presentó pocos
días después cuando en septiembre de 2005, el entonces gobernador del estado Lázaro Cárdenas
Batel fue a inaugurar una empacadora de aguacate en el municipio de Nuevo Parangaricutiro, lo
cual aprovecharon los comuneros para realizar una manifestación pacífica, por medio de mantas
donde pedían la restitución de la huerta La Perita; al ver esto el gobernador se detuvo para
platicar con comuneros prometiéndoles una reunión privada con hora y fecha establecida, donde
estuvieran presentes él, representantes de la comunidad y Julián Bárcenas. La reunión tuvo como
sede la ciudad de Morelia.
Una vez sin agua, ni camino para sacar la producción de aguacate, que por esas fechas
estaba en plena cosecha, Julián Barcenas tuvo que ceder el predio a la comunidad y sólo así
podría disponer de agua para su huerta El Tazón de 240 ha.
En esta reunión se llegó a la determinación de que el predio le pertenecía a los comuneros
de San Juan, pero tendrían que pagar una indemnización de 12 millones de pesos por lo invertido
en la huerta.
Este dinero provino de cuatro partes: 25% lo aportó el gobierno del estado, otro 25% el
gobierno federal, 25% más se logro gracias a la contribución efectuada por la Comisión Nacional
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDPI), y el restante corrió por parte de la
comunidad.
Juan Mendoza Urbina, San Juan Nuevo, 17/11/04.
198
Cabe aclarar que este conflicto agrario estaba contemplado dentro del programa focos rojos que
manejaba CNDPI; a pesar de que éste sólo contempla querellas entre comunidades indígenas. En
el caso del predio La Perita por tratarse de un conflicto entre un empresario y una comunidad no
entraba dentro es éste, sin embargo, según rumores Julián Bárcenas recibió la indemnización sin
ser indígena debido a la estrecha relación que existe entre él y la familia Cárdenas (del Río,
Solórzano y Batel). De esta manera, gracias a su capital político logró la indemnización por el
monto invertido en la huerta.
13El caso de la familia Batista Villaurrutia
Otra restitución de tierras que es causa de orgullo entre los comuneros de San Juan se refiere al
predio nombrado Huirambosta, perteneciente a la familia Batista Villaurrutia. Este predio se
localiza al norte del territorio comunal de San Juan, son tierras cubiertas de ceniza del Parícutin,
que resultaron aptas para el cultivo de aguacate debido a que el peso de la arena ayuda a la
retención de humedad, por lo que el riego no tiene que ser abundante, sólo es necesario en los
primeros años de vida de un árbol.* 14
Los hermanos Juan Camilo y Artemio Batista Villaurrutia procedentes de Uruapan
contaban con una huerta de 70 ha15 de aguacate certificada para la exportación. Este predio tiene
sus orígenes en las tierras que los Anguiano, Caballero y Equihua escrituraron a su nombre a
finales del XIX (Véase capítulo II). Con el paso de los años, el predio pasó por varios
propietarios hasta que lo compró la Familia Batista Villaurrutia, quienes lo nombraron El Agave.
Perteneció a ellos por espacio de 20 a 25 años, lograda su certificación para que su producto se
exportara a Canadá, Japón y, a partir del 2002, hacia los Estado Unidos.
3 Para la redacción de este caso nos basamos en diferentes pláticas informales con algunos comuneros de San Juan, a parir de las cuales retomamos lo más relevante para su reconstrucción, aunque cabe aclarar que la principal guía para entender este juicio provino de la entrevista que realizara a Manuel Ávila, San Juan Parangaricutiro, 01-12-2005.14 Dicho predio cuenta con una pila de 20^10^1.10 mts. de profundidad que equivale a 220 m, el agua proviene de un manantial de Sta. Ana Zirosto, comunidad que accedió para que gente de San Juan tomara de ella. Otra pila mide 5x8x1.5 mts de profundidad que equivale a una contención de 46 m . A partir de estas pilas que están esparcidas por toda la huerta se deriva el líquido por medio de mangueras de 1 1/5. ”15 El predio cuenta con 70 has, de las cuales 60 son de aguacate y 15 de monte, en su parte occidental colinda con la comunidad de Santa Ana Zirosto.
199
Para recuperar esta huerta, los comuneros de Nuevo San Juan promovieron ante el Tribunal
Unitario Agrario del distrito 17, la restitución del predio denominado El Agave. Ante la
disyuntiva de perder sus predios, ambos hermanos se vieron en la tarea de sobornar a las
autoridades de la comunidad vecina de Zacán.
El argumento que utilizaron los hermanos Batista Villaurrutia para justificar el despojo de
este predio, se refirió a que según en los Títulos Primordiales de Zacán con fecha de 1522,
(reconocidos hasta 1996 ante el Registro Agrario Nacional, momento en el que quedaron sin
reconocerse 5,000 ha entre ellas pretendían que fuera Huirambosta), donde se menciona que sólo
se colinda con Santa Ana Zirosto y no con San Juan.16 Como los argumentos no fueron lo
suficientemente válidos este juicio se resolvió, en la sesión celebrada el 23 de mayo de 2002, por
unanimidad de votos de los Magistrados a favor de comunidad de San Juan.
Tres meses después los Batista Villaurrutia perdieron este predio pero con derecho a
indemnización, la cantidad fijada fue de 7 millones de pesos, que al igual que en el caso anterior
se pagaron con la contribución de las cuatro instancias ya mencionadas.
En este caso, la indemnización se logró debido a que Artemio Batista Villaurrutia funge
como funcionario dentro de la secretaría de Gobierno del estado, ya que dicha familia tampoco es
indígena.
Estos dos casos ejemplifican el inicio de la restitución de tierras comunales en manos de
los empresarios agrícolas más fuertes a nivel nacional en la producción de aguacate, y es que la
comunidad ha ido de menos a más en los juicios restitutorios, primero apostó por recuperar de
manera pacífica los predios privados en manos de comuneros, después de las familias fuertes del
San Juan viejo y a últimas fechas con los empresarios.
Cabe mencionar que estos empresarios de Uruapan fueron los que a lo largo de los
últimos 45 años instalaron las empacadoras y un par de guacamoleras, localizadas sobre la
carretera Uruapan-San Juan Nuevo. Además fueron quienes gestionaron ante las autoridades
estatales para la pavimentación de esta carretera, ya que requerían sacar su producto (de las
huertas o de las empacadoras) de manera pronta. Estos empresarios no sólo fueron configurando
el área de la microcuenca, sino además la insertaron en un plano global. Entre estas empacadoras
están Avoperla, Global Frut, Empacadora de Aguacates San Lorenzo, Agrifrut, Avocali y
’ APAU, Expediente de la comunidad indígena de San Juan, Legajo II.
2 0 0
Avocados Mexicanos. Todas exportan cerca del 90% para los Estados Unidos y el resto para
Canadá, Francia y Japón.
LA TIERRA TEMPLADA
Los problemas en esta zona se complejizan debido a que es donde las aguas del río Cupatitzio-
Marqués cuentan con el mayor número de usos por localizarse la cuidad de Uruapan, la segunda
en importancia en el estado, cuyo crecimiento poblacional ha sido de los más dinámicos a nivel
estatal y nacional; ser el segundo municipio productor de aguacate a nivel estatal y ser la
población que mayormente se ha visto beneficiada de la energía hidroeléctrica que se produce en
la Tierra Caliente y que tanto les afecta a los habitantes de este piso como ya vimos en el
capítulo uno. Precisamente se tratarán de abordar estas tres problemáticas a continuación.
El reparto agrario en el municipio de UruapanPoco antes del reparto agrario surgió en 1938 la propuesta del gobernador de Michoacán,
Gildardo Magaña, a iniciativa del presidente del país Lázaro Cárdenas, de proteger la pequeña
propiedad. Fue entonces que los dueños de las haciendas de la Tierra Templada aprovecharon
esta propuesta y decidieron fraccionarlas como una estrategia para librarse del reparto (Mendoza
2002, 67). Es por ello que en la Tierra Templada siguió predominando la propiedad privada. A
continuación se enuncian los predios que corresponden a las fincas que contaban con mayor
extensión en esta zona:
Ignacia Ceja viuda de Farias había vendido la hacienda de Los Conejos y sus anexos
Sindio y Las Trojes a Jesús Magaña, quien repartió esa extensión a Esther, Jorge y
María Magaña. La hacienda de San Marcos, que fuera propiedad de Feliciano
Vidales, se había vendido y dividido en tres partes entre los señores Silviano Béjar,
Gaspar Centeno y Cresenciano Armas. Por su parte, la hacienda de Tanaxhuri había
sido dividida por Victoriana Álvarez entre sus hijos Ignacio, María Elena y Alfredo
Valencia Álvarez (DOF, 7 de noviembre de 1939 en Mendoza 2002, 67).
201
Gracias a esta iniciativa, continuó predominando la propiedad particular en la Tierra Templada,
ya que de las 394,043.9 ha, 371 007.8 pertenecían a 664 particulares, mientras 16,957.8 ha se
repartieron entre 1,242 ejidatarios (Miranda 1979, 242), por lo que desde estas fechas va a existir
una marcada diferenciación en la tenencia de la tierra a lo largo de las tres zonas bioclimáticas de
la microcuenca del Cupatitzio-Marqués: la Tierra Templada es la única donde predomina la
propiedad privada ya que en la Tierra Fría yace la comunidad de San Juan y la Tierra Caliente el
ejido.
De las tierras que se repartieron entre 1939 a 1956 se formaron los ejidos de La Basilia
(1939), Zumpimito (1939), Tiamba (1939), Toreo Bajo y Alto (1939), Zirapondiro (1939), Santa
Catarina o Tejerías (1939), El Sabino (1940), Zirapóndiro, (1940), El Sabino (1940), San Marcos
y anexos (1956), Charangueran (1940), Jucutacato (1939), La Quinta (1941) y San Francisco
Uruapan (1939).* 18 19
Además estaban las comunidades que esperaban la Ratificación de Bienes Comunales
como el barrio de San Francisco Uruapan, San Pedro, San Miguel, San Juan Evangelista y San
Francisco Jicalán, proceso que llegó a su fin en la mayoría de los casos hasta la década de los
ochenta, a excepción del primero que la obtuvo en 1941. 19
El crecimiento urbanístico en UruapanEn cuanto al crecimiento de la población y la traza urbana en Uruapan durante las primeras
cuatro décadas del siglo XX, fue moderado ya que de 1897 a 1934 la población pasó de 16,034 a
18,161 habitantes; mientras que la superficie ocupada en el primer año era de 188.98 ha, la cual
fue incrementándose 1.89 ha por año, hasta sumar 258.93 ha (Zepeda 2004, 17-12).
7 Previa a esta acción, entre 1936 a 1938, por disposición del Departamento Agrario, mandó una brigada de ingenieros para llevar a cabo trabajos de planificación de la región. Como resultado de estos trabajos se midieron, como presuntas fincas de afectación agraria las haciendas de Tanaxhuri, Tzindio, Las Trojes, Los Conejos, Zapio, San Marcos, Tanuejo, Santa Catarina y el predio Las Carras. Sin embargo, como ya se mencionó, se lograron fragmentar para librarse del reparto. Además se practicaron las diligencias censales en siete barrios y una colonia de Uruapan, obteniéndose un total de 653 individuos capacitados para recibir parcela ejidal (Mendoza 2002, 247-248).18 Información redactada con base en el Historial Agrario del municipio de Uruapan, Procuraduría Agraria de Uruapan y complementada con el texto de Miranda (1979, 242). Cabe aclarar que los años citados en cada ejido pueden corresponder a la fecha de ejecución o con la fecha de publicación en el DOF, la cual puede variar algunos días y en el menor de los casos en un par de años, entre una acción agraria y otra.19 Basado a partir del Historial Agrario del municipio de Uruapan, Procuraduría Agraria de Uruapan.
2 0 2
El primer acontecimiento asociado con el incremento en la población y en la traza urbana dentro
del municipio y por lo tanto de la microcuenca, se va a presentar a partir de 1943, año en el que
nace el volcán Parícutin y la población de San Salvador Conbutzio se traslada a la hacienda de
Santa Catarina, ubicada dentro del costado este del municipio de Uruapan. Más tarde en los
límites noroccidentales, en la antigua hacienda de Los Conejos se instaló a la población de San
Juan Parangaricutiro.
Este suceso de la naturaleza vendría a vincular de manera más estrecha a San Juan con
Uruapan no sólo por su cercanía, 15 kilómetros aproximadamente, también porque dejó de ser
cabecera municipal para pasar a ser tenencia de aquél por cerca de una década.
La reubicación de estas dos poblaciones en estos lugares no fue mera casualidad, ya que
ambas están ubicadas en zonas donde hay manantiales, en el caso de San Juan existe el arroyo
de Los Conejos y en San Salvador Conbutzio está contiguo a la presa Santa Bárbara. A partir de
esta migración va existir una presión sobre estos escurrimientos que tendrán una merma en su
paso por Tierra Caliente, lo que como veremos, junto con otros factores, traerá grandes cambios
en el patrón de cultivos y surgirán nuevas estrategias políticas entre los ejidatarios de esta zona
por allegarse el agua.
El abasto urbano en los años treintaEn cuanto al agua podemos mencionar que en la ciudad de Uruapan, la forma de su distribución
hasta antes de 1930 consistía en un sistema de acequias de tierra las cuales abarcaban toda la
ciudad, ya fuera por debajo o por los costados de las casas; quien quisiera tomar agua para el
riego de huertas caseras sólo colocaba diques para conducirla a éstas. Pero este sistema con el
paso de los años comenzó a deteriorar las casas por la humedad y la fuerza del agua, por lo que
fue eliminado.20
Pese al bajo incremento de la población presentado a lo largo de las tres primeras décadas
se necesitó de una mayor distribución de agua; entre 1929-30 la familia Mora, propietarios de los
baños El Progreso, con autorización de las autoridades del Ayuntamiento hicieron una toma en el
manantial La Quinta ubicado en la parte norte de la calle Independencia. En este lugar se instaló
0 Testimonio de los hermanos Agustín Benítez Berber de 77 años y José Benítez Berber de 67 años quienes viven en el barrio de Santiago, Uruapan, 20/10/06.
203
un depósito del cual se distribuía el agua por medio de tubería a las tomas de bomberos que
existían en cada esquina, así como hidrantes públicos y algunas tomas domiciliarias cuyos dueños21tuvieron el dinero para cubrir el gasto de instalación.
Años después hubo una ampliación a esta obra, los hermanos Benítez Beber del barrio de
Santiago y algunos miembros de la familia Espinosa de la zona centro, coinciden al mencionar
sobre la introducción de un tubo al manantial de la Hierbabuena para alimentar a toda la ciudad.
Este manantial se localiza a un costado del río Cupatitzio-Marqués y de ahí se
transportaba el agua por canal hasta el depósito, que con anterioridad se había construido en la
calle Independencia, localizada de manera estratégica en las afueras de La Quinta (hoy conocida
por Parque Nacional), es decir, en la zona con mayor elevación en la ciudad, gracias a lo cual se
podía distribuir el agua por gravedad a varios puntos. La obra hidráulica consistió en una caja de23concreto de la cual partía un tubo de fierro que llevaba el agua al depósito.
Otro de los manantiales que se aprovechaban para el abasto urbano era el denominado
Riyitos, el que abastecía al Hospital Civil y otro que nacía a la entrada de la población por la
carretera procedente de la ciudad de México, cuyas aguas se utilizaban para el servicio del
ferrocarril (Justino 1953, 4).
Estas tomas se hicieron sin la autorización de la secretaría de Fomento, cuyo personal del
departamento de Aguas se encargaba de gestionar permisos de ríos federalizados como el
Cupatitzio-Marqués. Fue el ingeniero Fernando Foglio, quien con el objeto de ver los trabajos
que se habían realizado, en relación con la reglamentación de esta corriente, encontró que la
tramitación de los expedientes de riego y uso doméstico estaban suspendidas desde hacia algunos24años y sólo los aprovechamientos de fuerza motriz se encontraban bien legalizados.
Este mismo ingeniero entre 1937 y 1938 mandó citatorios a la tenencia de Jicalán y a los25 26 27barrios de la ciudad de Uruapan como San Juan, San Juan Evangelista, San Miguel, y San * 22 23 24 25 26
1 Ingeniero Raymundo del Moral, Uruapan, 20/10/06. El señor Mora laboró como ingeniero en la Comisión del Tepalcatepec y del Balsas, en la Dirección de Urbanismo y Obras de 1947 a 1970.22 La familia Espinosa, es conocida por la elaboración del café don Cele que desde el siglo XIX elaboran. El testimonio fue proporcionado por Francisco Espinosa Camacho de 84 años y su sobrino Francisco Espinosa Ortiz de 60 años. Uruapan, 30/10/06.23 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 2,189, Expediente 32,540, foja 6, 12 de febrero de 1938.24 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 2,189, Expediente 32,540, foja 6. 1 de marzo de 1938.25 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 1,935, Expediente 29,123, foja 2, 6 de julio de 1937.26 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 2,433, Expediente 34,232, foja 2, 22 de junio de 1938.
2 0 4
Pedro, mismos que debían de demostrar la confirmación de derechos de uso de agua doméstico
en un plazo de 30 a 60 días, ya que la secretaría de Fomento sólo reconocía como “buenos” los
títulos expedidos por el ejecutivo de la Unión.
En caso de no contar con dicho permiso debían solicitar una concesión de derechos sí se
había usado el agua en un lapso que no sobrepasara los cinco años, y sólo en el caso de
rebasarlos, con respecto a la fecha que marca el citatorio, podían solicitar confirmación de
derechos. Después de un año de mandados estos recordatorios no obtuvo respuesta de parte de
los ciudadanos, ni del Ayuntamiento.
En cuanto al sistema de alcantarillado, a principios de la década de los cincuenta
únicamente existía en la parte central de la población (Justiniano 1953, 4).
Cabe mencionar que este control por parte del gobierno federal se enfocaba más a lo usos
industriales y de agricultura a gran escala de los cuales se percibían mayores ingresos, y no en los
domésticos, que como ya vimos seguían bajo el control municipal, después de casi dos décadas
de nacionalizada esta corriente.
2 8
Las comisiones del Tepalcatepec y Balsas en la Tierra TempladaEl siguiente suceso significativo que vendría a sumarse al crecimiento demográfico y la
subsiguiente expansión de la mancha urbana, fue sin lugar a dudas la puesta en marcha de la CT,
creada por decreto el 1 de mayo de 1947, que desde su creación tuvo una gran incidencia en el
crecimiento de estos dos indicadores.
La ciudad de Uruapan, ubicada al finalizar la sierra purhépecha se convirtió en el centro
rector de decisiones, al albergar a la burocracia que trabajaría en la Comisión. Mientras que la
mano de obra para la construcción de las obras de riego del sistema Cupatitzio-Cajones, procedió
de la población de la Sierra. Por su parte, la Tierra Caliente fue la receptora de estos nuevos
actores y mejoras.
A partir de la puesta en práctica de este plan de desarrollo, la ciudad de Uruapan se
modernizó: se ampliaron calles y plazas, reconstruyeron nuevas avenidas, se construyeron 27 28 29
27 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 2,433, expediente 34,230, foja 2, 22 de junio de 1938.28 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 1,913, expediente 28,791, foja 2, 2 de febrero de1938.29 AHA, Aprovechamientos Superficiales, caja 2,433, expediente 34,231, foja 3, 26 de febrero de 1938.
205
hospitales, hoteles y barrios residenciales y arreglaron el Parque Nacional. En el plano educativo
se erigieron secundarias, preparatorias y la facultad de Agrobiología de la Universidad
Michoacana (Miranda, 1979, 249). Todo lo indispensable para albergar a la burocracia de la CT.
Después de 1950, se observa un incremento de la población, a partir de esta fecha y hasta
1990 se multiplica por seis, pasa de 31,420 habitantes a 187,623 para 1990, con tazas de
crecimiento anual que varían de 3.7 hasta 5.8%, presentándose el mayor incremento en la década
de 1970 (Mora 1992, 2).
Ante este crecimiento vale preguntarse sobre ¿Cuáles han sido los principales factores
asociados con el crecimiento poblacional y urbanístico, suscitados en la zona de escurrimiento,
que han contribuido al deterioro del agua y con ello han afectado directamente al consumo del
vital líquido para usos en la agricultura y el uso doméstico de la parte baja?
Concomitante a lo anterior, el crecimiento demográfico trajo consigo un incremento en el
asentamiento urbanístico y con ello el cambio de uso de suelo y del agua que pasaron de agrícola
a doméstico. Hasta la década de los cincuenta la ciudad había mantenido un crecimiento lento del
orden de 66% con respecto a la mancha urbana de los últimos años del siglo XIX. A partir de
1966 el espacio urbano crece 100% alcanzando 586 ha, una década después vuelve a duplicarse
hasta sumar 1,087 ha y para 1990 se multiplica por tres, llegando a las 3,056 ha (Hernández 1990,
456).
Con la llegada de trabajadores foráneos provenientes en su mayoría de la Sierra, en un
principio, y de toda Tierra Caliente, se incrementan los asentamientos irregulares.
Partiremos de la relación que existe entre el crecimiento poblacional con respecto al
urbanístico, el cual se expandió en gran medida hacia la zona noroeste a costa del Parque
Nacional (que contenía áreas protegidas, bajo la tutela de instancias federales); y hacia el oriente,
sobre tierras ejidales que se habían repartido en la primera mitad del siglo XX, con lo cual se
afectó el sistema de riego Llanos de Uruapan ya descrito en el capítulo 1.
En el cuadro 10 se refleja la relación entre el incremento en la población y del área urbana
a través de poco más de un siglo. Llama la atención el incremento que se presentó de 1966 a
1977, periodo en el que se suman 109,712 habitantes más y se incrementan 1,734.13 ha.
2 0 6
Población urbana e incremento en hectáreas de la mancha urbanaCuadro 10
Año Número de habitantes Número de Hectáreas^^
1897 16,034 188.98
1934 18,161 258.93
1966 65,229 583
1977 174,941 2237.13
2000 30,000 4,000
Fuente: Zepeda (2004 17-10 a la 17-12).
Así se tiene que hubo un crecimiento de más de 3,500 ha entre 1934 a 2000, muchas de ellas a
costa de los ejidos. Entre los más afectados podemos mencionar los ubicados en la zona oriente
como San Francisco Uruapan, Zumpimito, Toreo el Bajo y Alto que desde mediados de los años
70 se han transformado de unidades productivas a zonas habitacionales tanto de carácter popular
como residencial (Zepada 1992, 108).
En estos años se reporta en la prensa local la existencia de 54 fraccionamientos, de los
cuales sólo seis cumplían con los requisitos mínimos de urbanización, una década después esta
cifra crece a más de 100 asentamientos irregulares (Zepeda 1992, 107-108).
Entre los fraccionadores podemos mencionar a antiguos terratenientes como Rubén
Farias, miembro perteneciente de una familia de comerciantes y cafetaleros más prósperos del
Uruapan de finales del XIX y principios del siglo XX, como ya se mencionó en el capítulo dos.
Otro caso de familias cuyas fortunas se generaron en las primeras décadas del siglo XX
fueron los hermanos Navarro dedicados a la industria de la madera. Ellos poseían terrenos
ubicados en el antiguo campo deportivo. Para vender a mejor precio los lotes, negociaron con el
fontanero de la ciudad y con un funcionario de la administración municipal, para que de la
cañería principal se desprendiera un tubo de dos pulgadas para abastecer de agua a sus terrenos. * 3131
0 Cabe aclarar que en el artículo de Zepeda (2004), hay contradicciones en el número de hectáreas para los años de 1966, 1977 y 2000, ya que en diferentes páginas maneja cifras diferentes (ver página 17-15), aquí decidimos tomar las cifras de menor valor.31 La Palabra, Uruapan, Mich; 30/10/1949.
2 0 7
Sin embargo como las autoridades municipales tuvieron conocimiento de estos hechos denegaron
el permiso.
Otro apellido que figura es Méndez, familia que logró su fortuna gracias al comercio. La
señora Angelina Méndez de Sepúlveda era el nombre de la titular de los terrenos denominados
Gandarillas y El Pinal, fraccionados entre 1985 y 1986 ubicados en la zona noroeste. Creemos
que existe algún tipo de parentesco entre el dueño del terreno que fuera fraccionado en la década
de los sesenta para conformar la colonia Riyitos hacia el noroeste, de apellido Sepúlveda y esta
señora, al parecer eran esposos.
Además entre los fraccionadores “mayores” se encontraban Arturo Apan, Aureliano
Aguirre y Carlos Barragán, quienes fueran alcaldes del municipio de Uruapan (Zepada 1992,
108).
Otros más eran empresarios dedicados al aguacate como el señor Elvira quien fuera el
primer introductor de distintas variedades del frutal mejorado en el área del Cupatitzio-Marqués,
(este punto ya se trató en primer capítulo, en el apartado dedicado a la Tierra Fría).
Algunos de estos fraccionamientos fueron dotados de infraestructura durante la
intervención de la CT (1947-1960), tiempo en el cual se logró suministrar de agua potable a
110,000 habitantes ubicados en 42 poblaciones de toda la subcuenca del Tepalcatepec
(Buenrostro en Calderón 2001, 251). De manera posterior, la ampliación de este servicio
continuó bajo la coordinación de la CB, por conducto de un programa que inició desde mediados
de los años cincuenta denominado “Abastecimiento de agua potable en el medio rural.” Dicho
programa logró beneficiar a 40,832 habitantes en la ciudad de Uruapan y en Apatzingán a 10, 88432habitantes en tan sólo tres años, entre 1953 a 57.
Para la primera mitad de la década de los cincuenta se tenía planeado utilizar el manantial
de nombre Carretera con un gasto de 44 lps, el cual se ubicaba en las inmediaciones de la
carretera México-Morelia; cerca de éste estaba el Revelero con un gasto de 91 lps; el manantial
Rodilla del Diablo con 200 lps y uno de los manantiales dentro de la zona de Riyitos con 60 lps
(Justiniano 1953, 25).
AHGPEM, Aguas y bosques, caja 9, foja 11, 1958.De acuerdo a varios expedientes revisados en este archivo, este programa duró por lo menos de mediados de las décadas de los cincuenta a fines de los setenta.
2 0 8
Esta agua estaba proyectada para el crecimiento poblacional generado en las zonas noreste y
noroeste, que fueron en un principio las de mayor crecimiento.
A continuación se mencionan las principales colonias que nacieron en estos años hacia el
noroeste, sureste y la zona oriental de la ciudad.
NoroesteEl fraccionamiento Riyitos fue de los primeros asentamientos fundados en la parte noroeste de la
ciudad, su dueño de apellido Sepúlveda vendió lotes de 10x30. El permiso de dividir y vender
esta porción de tierra se logró a condición que se urbanizara; es decir que el dueño proporcionara33los servicios como el agua potable, luz eléctrica, banquetas, drenaje y alumbrado público.
Ante la apremiante búsqueda de un lugar dónde vivir, la población con menores recursos
recién llegada a Uruapan buscó, ya fuera por invasión o compra de lotes, o bien por negociación,
asentarse en un primer momento en la parte noroeste y oriente de la ciudad.
El costado noroeste de la ciudad presentó un crecimiento acelerado ya que estos terrenos a
pesar de lo agreste de su topografía conformado por malpaíses, pero abundante en agua, formaba
parte del Parque Nacional Barrancas del Cupatitzio” de dominio público federal a partir del
decreto presidencial del 19 de septiembre de 1938 (publicado en el DOF el 2 de noviembre de
1938).
Esta zona estaba muy propensa a la invasión debido al descuido y falta de presupuesto de
la instancia encargada de ellas, que era el Departamento Forestal, de Caza y Pesca. Con el paso
del tiempo de una superficie total de 970,881 m, se ocuparon 898,052,39 m por asentamientos
irregulares, los cuales conforman las colonias 28 de octubre y Plan de Ayala, además de 11
colonias aledañas.* 34
Otras colonias que se asentaron sobre la parte noroeste de la ciudad, y algunas de ellas
dentro o sobre los límites del Parque Nacional, son: la David Franco, mejor conocida como
Ampliación Rubén Jaramillo, y la 2 de mayo, así como el conjunto residencial El Mirador.
3 La información referente a la colonia Ramón Parias y Riyitos fueron proporcionados por el ingeniero Raymundo de la Mora, Uruapan, 20/10/06.34 www.conanp.gob.mx/anp/pn
2 0 9
El primer asentamiento con carácter de irregular localizado sobre el costado noroeste fue la
colonia 28 de octubre, creada por un grupo de filiación comunista el 29 de octubre de 1961, este
asentamiento lograría obtener los servicios sólo de agua potable y electrificado hasta el año de
1984, es decir 23 años después, lo que nos da una idea del difícil acceso a estos recursos, pero
también de la contaminación generada por su población al carecer de drenaje y acumularse todos
estos líquidos lixiviados en los mantos acuíferos de la zona de manantiales o por desecharlos
directamente al río Cupatitzio-Marqués.
Otro asentamiento irregular presente en esta porción de la ciudad es el Plan de Ayala,
situado al noroeste de la colonia 28 de octubre. Su fundación data de finales de 1974 y principios
de 1975. Con una extensión aproximada de 12 ha, 850 solicitantes fueron reubicados en este
lugar como solución para evitar que invadieran un predio destinado para un campo experimental
de la Facultad de Agrobiología ubicado al oriente de la ciudad. Este predio obtuvo la
electrificación en 1983, un año más tarde que el agua potable, y en 1987 fue regularizado ante las
autoridades municipales (Zepeda 1992, 153-154).
La colonia David Franco Rodríguez conocida como la Rubén Jaramillo, por tratarse de
una ampliación de ésta, se fundó entre el 12 y el 14 de diciembre de 1979 en un espacio de 60 ha
propiedad del señor Ramón Suárez, Octavio Reyes y Eladio Castillo, que en un principio
albergaba a cerca de 1,000 familias. Era un asentamiento irregular que por su ubicación cercana a
los manantiales del Parque Nacional, en el año de 1987 las autoridades municipales pretendieron
reubicarlo por contaminar los mantos que dan origen al río Cupatitzio-Marqués, acción que
libraron gracias al estudio que la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) hizo al
respecto y demostró que el asentamiento en nada afectaba a los mantos. Por esta razón para la
década de los ochenta no habían obtenido el agua potable, ya que las autoridades municipales
argumentan que sin regularización no habría agua (Zepeda 1992, 167-170).
El último asentamiento en esta zona fue el fraccionamiento residencial El Mirador creado
por empresarios locales a mediados de los años setenta, con una superficie de 100 ha, el cual
desde un principio contó con todos los servicios (Zepeda 1992).
Otras dos colonias que en la siguiente década se van a asentar en esta zona y que forman
parte de lo que Zepeda llama “la última oleada de expansión urbana sobre la zona poniente”
(2004, 17-9), son las colonias el Pinal y Gandarillas.
2 1 0
Además de estos ocho asentamientos, en esta misma zona existen 18 colonias más que han
crecido junto con los barrios tradicionales (hasta el año 2003). A continuación se enlistan: 22 de
octubre, Ampliación La Quinta, Barrio de San Pedro, David Franco Rodríguez, El Calvario, El
Paricu, El Pinal, Jorhentpiri, La Quinta, La Tuna, Los Pinos, Lomas del Rosario, Manantiales de
Uruapan, Niños Héroes, Valle de San Pedro, El Capulín, San Juan Evangelista y San Pedro El
Alto.
De los 24 colonias hasta ahora mencionadas sólo tres carecían de agua potable: 22 de
octubre, el Calvario y Paricuti. De drenaje ocho no contaban con este servicio: 2 de mayo,
Ampliación Rubén Jaramillo, El Calvario, E Pinal, Lomas del Rosario, Valle de San Pedro, San
Juan Evangelista y San Pedro el Alto. Mientras que otro tanto sólo contaba con el 50% de drenaje
en sus lotes, como en las colonias barrio de San Pedro, Paricu (50%) y La Tuna. El resto, es
decir 14 colonias ya cuentan con el servicio.
El hecho de que ocho colonias no cuenten con drenaje y tres más con sólo el 50% del
servicio en el total de sus predios, es una cifra que revela el estado de deterioro de esta porción de
la ciudad, lo cual incide de forma directa sobre el río Cupatitzio-Marqués al sobrecargar los
mantos y/o verter estos desperdicios directamente sobre él sin antes ser tratados.
Desde los años treinta del siglo XX la retícula urbana se extendió hacia la zona oriente, a través
de la colonias populares como la Ramón Farias, Morelos, Calvillo y Villaseñor-Calvillo. La zona
contaba con la ventaja de poseer terrenos ejidales planos, que por su condición de temporal eran
poco productivos y aún aquellos que sí contaban con riego se terminaron fraccionando en la
década de los ochenta ante la demanda de vivienda (Zepeda 1992, 100-101).
Sobre la primera colonia se sabe que el dueño de este predio, Ramón Farias, inició su
formación en 1921. Desde un principio, la colonia contó con pavimentación, drenaje y tomas
para el agua.36
; La Palabra, 24/ 10/50.’ Referencia tomada del testimonio del ingeniero Raymundo de la Mora, Uruapan, 30/11/06.
211
A principios de la década de los setenta entre el viejo y nuevo aeropuerto, hacia la parte centro
oriental, se lotificó la colonia Mora, mientras que la colonia Revolución crecería a mediados de
esta misma década.
También por estos años aparecen tres colonias la Plan de Ayala hacia el noroeste, la Palito
Verde hacia el oeste y la 12 de noviembre se configuró al reubicar a un grupo de alrededor de 800
personas en demanda de vivienda.
El ejido de Toreo el Alto vio disminuido su territorio a partir de la década de los ochenta
cuando por vía de la negociación nacieron las colonias 1° de mayo (1983-84), 7 de mayo (1984),
Francisco Villa (1983), Carrillo Puerto (1983) y Enrique Ramírez (1983).
Entre 1980 y 1985 la demanda de terrenos para vivienda crece a tal grado que se junta con
poblados como Zumpimito, Lázaro Cárdenas, Guadalupe Victoria y la comunidad indígena de
Calzonci.
En cuanto a los fraccionamientos de la zona central de la traza urbana y parte del oriente
encontramos Don Vasco, Los Ángeles, San José Obrero, Purhépechas, que por su carácter más
exclusivo se ubicaban en la periferia de esta zona (Zapeda 1992, 95), hoy día forman parte del
área centro-sur de la traza urbana.
surestePero el momento que marcó un parteaguas en el cambio del uso de suelo y del agua, fue a partir
de la década de los ochenta, cuando varios ejidos quedan sepultados por zonas residenciales
ubicadas en la parte suroeste de la ciudad. Este cambio de uso de suelo conllevó un cambio en
el uso del agua de agrícola a doméstico, que si bien ya no demandó tanta agua, si afectó a la
infraestructura hidráulica del Sistema Llanos de Uruapan, (Véase capítulo 1), convirtiéndolo en
drenaje que va a parar directamente a las aguas del río Cupatitzio-Marqués.
Para 1988, el número de asentamientos irregulares se calculaba entre 100 y 150 con una
superficie de 639.44 ha (Mora 1992, 19 y 38), que afectaron de manera directa la disponibilidad 37 38
37 Estas colonias son: La Magdalena, Huertas del Cupatitzio, Abraham González, Infonavit Aguacates, Constituyentes, Aeropuerto, San José Obrero y parte de la Ampliación Revolución.38 A últimas fechas hay un proyecto para regularizar a 126 asentamientos irregulares por parte de la Secretaría Estatal de Urbanismo y Medio Ambiente (La Opinión de Michoacán, 6/07/05).
2 1 2
y calidad del agua del río Cupatitzio-M arqués y de los m anantiales que lo alim entan. La principal
razón se debió a la carencia de drenaje39 en las viviendas y la subsiguiente descarga de sus
desechos sobre barrancas naturales o directam ente sobre el río; lo que provoca contam inación en
el agua que m ás tarde se usará en el riego agrícola y para el abasto dom éstico en los m unicipios
de Gabriel Zam ora, Francisco J. M úgica y una parte de Parácuro en la zona baja.
Con el crecim iento antes expuesto, v ino la subsiguiente dem anda de agua y suelo para la
población y el aprovecham iento m ás intensivo de estos recursos, que se sum an a las causas de la
fuerte dism inución de los volúm enes del líquido por el aprovecham iento y entubam iento de
m anantiales ubicados en la parte noroeste de la ciudad.
Obstrucción de barrancas naturales
El crecim iento en la m ancha urbana ha m inim izado las descargas de agua pluvial y de algunos
afluentes que con anterioridad corrían por canales naturales hasta llegar al C upatitzio-M arqués,
ello con la construcción de casas que im piden el paso del agua com o sucede a la altura del
paraje Zum pim ito, en donde por una barranca corría agua procedente del arroyo Santa Bárbara
lo cual ya no es posible.
Tam bién la aportación del agua pluvial que se hacía a través de las barrancas, hoy
obstruidas, es otra causal de dism inución del volum en de agua del río, para lo cual se necesita
conservar estas form aciones para que todos los escurrim ientos corran sin ningún problem a y
tengan los espacios necesarios para llegar al río.
La contam inación de las barrancas es la ú ltim a causal que tratarem os en este apartado. La
cual se suma al deterioro del agua, com o ocurre por la falta de planeación en la ubicación del
rastro y el tiradero m unicipal. Este ú ltim o se ubica a la altura de la cascada Tzaráracua, sobre la
m argen izquierda de la carretera que va a A patzingán. La agravante se presenta por las cantidades
9 Actualmente la red de drenaje sanitario cuenta con 690 mil metros lineales de tubería con diferentes diámetros, que dan servicio a 70% de los habitantes, por lo que los desechos de 30% de la población van a dar directamente al Cupatitzio-Marqués. Información obtenida a partir de la página web de CAPASU, htpp: www. capasu.gob.mx Recuperado el 15/10/2004.El sistema de drenaje presenta desperfectos sobre todo en la temporada de lluvias cuando se presentan hundimientos de piso a causa del mal estado del sistema de drenaje que data de al menos 60 años, lo que indica que rebasó su ciclo de vida útil, por lo que en los años venideros la problemática de las descargas domésticas representará un riesgo para los habitantes de esta ciudad.
213
de agua que se deposita de la misma basura y del agua procedente de las barrancas, ello provoca
que todo este material se deposite en la parte alta de la presa Cupatitzio y contamine el agua.
Saneamiento del aguaEl agua proveniente de los hogares e industrias de Uruapan no es saneada en su totalidad en la
Planta de Tratamiento Santa Bárbara, ubicada al oriente de la ciudad, ya que sólo trata 35% de las
aguas residuales, pues sólo cuenta con dos colectores: Santa Bárbara y San Francisco. Sin
embargo se espera que durante 2007 se concrete la ampliación de uno más llamado Valle Verde
para aumentar el porcentaje de captación de líquido.
Está previsto incrementar los volúmenes de agua saneada a partir de la construcción de dos
colectores y subcolectores junto con la instalación de al menos tres plantas más que garanticen el
saneamiento del 100% de las descargas. La primera planta se establecería en Zumpimito, al sur
de Uruapan; otra en la zona de la Tamacua y la última en la región de Jucutacato, de realizarse se
tiene planeado terminarlas en 2007.40
Aunado a esta carencia de infraestructura, el agua que sanea esta planta proviene de los
hogares pero también de las industrias, a pesar de estar facultada sólo para los desechos
domésticos y no ser apta para tratar aguas de uso industrial tan contaminantes como las
provenientes de la papelera, que a pesar de contar con su propia planta de tratamiento resulta
insuficiente.
A pesar de todos estos esfuerzos de nada ha servido para el beneficio de los usuarios
ubicados aguas abajo. Y es que a partir de la instalación de la Planta de Tratamiento Santa
Bárbara esta agua ya saneada es desviada al ejido El Sabino perteneciente al municipio de
Uruapan y donde se presume ser utilizada en el riego de huertas de aguacate y otros frutales. El
aproximado de litros por segundo es de 720, con lo cual se podría regar en promedio 1,000
hectáreas en la zona baja.
El crecimiento poblacional y la ausencia de drenaje exprofeso para el uso urbano en
Uruapan ha afectado directamente a la población localizada en la zona baja, donde de igual
manera ha habido un incremento de la población y la demanda del vital líquido para su consumo,
4 0 La Opinión de Michoacán, 4/07/05.
2 1 4
que al n o p oder recurrir a las aguas del C u patitzio-M arqués, co m o antaño se hacia , se c o m en zó la
perforación de pozos profundos en esta zona. 41
El aguacate y los bosquesMención aparte recibe la proliferación del cultivo del aguacate que expresa la conversión de la
cobertura vegetal de bosques de pinos a huertas en los paisajes de la zona de absorción y de
escurrimiento. Este cultivo también es un importante capítulo para entender el crecimiento
demográfico y económico de la ciudad. También es dinamizador de las relaciones de los
habitantes de la microcuenca, ya que con la introducción de variedades mejoradas —Hass,
Fuerte, Bacon, Wurtz, Rincón, Azteca, Reed—, se logró un amplio mercado nacional e
internacional.
El incremento de la producción trajo consigo mayor demanda de trabajo que en ocasiones
fue lograda por trabajadores foráneos (tanto de la Tierra Caliente como de la Tierra Fría) ya que
en un principio por cada hectárea se empleaban dos personas, para 1973 se consideró que había
200,000 árboles plantados y para 1980 se calculaba en un millón (Miranda 1979, 248).* 42
Además, grandes inversionistas de Tierra Caliente se trasladaron a esta parte como
consecuencia del fin de cultivos rentables como el melón en la década de los ochenta.
Hoy en día el Distrito de desarrollo rural 087, al cual corresponde Uruapan, cuenta con 57
Urderales (Unidades de riego para el desarrollo rural), de ellos 29 abastecen de agua superficial a
10,326 ha, 78% de la superficie es para el cultivo del aguacate (Moreno 1995, 72).
A partir de los setentas hay un vuelco en la vida económica y social de Uruapan. Este
cultivo cambio los paisajes, lo que antes fueron bosques de pino y encino y terrenos dedicados al
maíz y trigo, se transformaron con árboles de aguacates (Bárcenas 2002, 34-35).
1 La perforación de pozos profundos inició en Nueva Italia a partir de la década de los sesenta, con el pozo denominado El Panteón.41 Hoy día cuenta con tres pozos profundos más para el abastecimiento de agua potable que proveen a 17 colonias en esta ciudad. Además dentro del municipio hay 17 pozos más para el uso público-urbano. Para Gabriel Zamora existen 27 pozos distribuidos en las localidades comprendidas en esta demarcación.42 Miranda considerara que el aumento de la población es fiel reflejo del proceso acelerado que ha vivido la ciudad en los últimos años, entre los factores que enuncia están: la entrada en funciones de la Comisión del Tepalcatepec, el cultivo del aguacate, el turismo y el auge industrial (Miranda, 1979, 249-252).
215
Para el logro de esta desmedida tala del bosque, fue necesario el establecimiento de vínculos
políticos entre productores y funcionarios para que el gobierno del estado renovara, en 1973, la
veda forestal presente desde 1951 en Uruapan (Espín en Mendoza 2002, 140).
La tendencia indica que ahora son los productores quienes en su doble rol productor-
funcionario, han logrado de manera directa aprovecharse de su posición para beneficio propio y
de su gremio. Un ejemplo de ello se tiene a últimas fechas con el anterior secretario de Gobierno
del estado de Michoacán, quien en años pasados fuera presidente de la Comisión del Aguacate,
hoy Asociación de Productores y Exportadores de Aguacate Michoacano (APEAM), grupo que
logró la apertura para este fruto junto con Sanidad Vegetal y sus juntas locales, a los Estados
Unidos.
Es así como estos grupos socioculturales consolidan sus relaciones de poder a nivel
regional, estatal, federal y mundial a tal grado que el ex-presidente de la República Mexicana,
Vicente Fox Quezada, junto con el Secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, hayan invitado a
participar en sus visitas internacionales de trabajo a productores de APEAM, para que se proyecte
su producto a todo el mundo. Uno de los países visitados fue China que en junio de 2006 se
autorizó la introducción de aguacate michoacano a ese país.
De todos los frutales presentes en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, el aguacate es
el que se exporta a más países. A nueve años de la entrada en vigor del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), el Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos de Norteamérica (USDA, siglas en inglés), publicó el 21 de mayo de 2004 la propuesta de
regla para permitir el ingreso de aguacate Hass de México a los 50 estados de aquel país, durante
todo el año.
A partir del 31 de enero de 2007 esta fruta ya puede ser comercializada en todo el año y
en la mayor parte del territorio de EEUU, restando la entrada a California, Florida y Hawai, que
entrarán en dos años más, ya que hasta el 2001 sólo se podía introducir a 19 estados, con un
periodo de exportación de cuatro a seis meses. En este logro ha sido determinante la participación
de la APEAM, la asociación más importante dedicada a este cultivo en el país.
En la actualidad esta asociación se conforma por nueve productores y nueve empacadores
quienes representan a más de 2,000 productores y a 23 empacadores exportadores que cuentan
con certificados por el Departamento de Agricultura de aquel país y por la SAGARPA. Con ello
2 1 6
la derrama económica directa para el estado de Michoacán fue de 90,000,000 de dólares contra
60,000,000 dólares de la temporada anterior (APEAM, 2005, 20).
Los primeros municipios que aprobó el Departamento de agricultura de los Estados
Unidos en 1997 para exportar aguacate michoacano fueron: Uruapan, Tancítaro, Peribán y
Salvador Escalante. Actualmente se han sumado Ario de Rosales, Nuevo Parangaricutiro y
Taretán, lo que nos da una idea del enorme impacto que este cultivo causa en la Tierra Fría, ya
que día con día la demanda se incrementa y la extensión de huertas se extiende por los escasos
bosques que aún sobreviven. Con lo cual la demanda de agua para este cultivo irá en aumento, en
detrimento del agua destinada para la zona de riego de Tierra Caliente.
Por otro lado, el apoyo para este cultivo también se incrementará, ya que se consiguieron
para el 2006 la cantidad de 2,000,000 de dólares en apoyos del gobierno para promoción y
aseguramiento de calidad, que representan un 185% de aumento con respecto a años anteriores.
Además la tendencia al otorgamiento de crédito está orientado a tierras que cuentan con alta
tecnología y/o riego (riego presurizado, por goteo, etcétera) lo que pone en desventaja a los
ejidatarios de Tierra Caliente, que no cuentan con este tipo de créditos por no tener este esta
tecnología.
Con la creciente exportación y el crecimiento en la demanda nacional, tal vez incrementen
la alta taza de deforestación de los bosques de Uruapan. En menos de cuarenta años el cultivo de
aguacate alcanzó 16,588 ha con una producción de 146,426 toneladas para el año agrícola 2003 43
aproximadamente cada año crece de entre 100 a 150 ha, sólo en el municipio de Uruapan.44
Agua subterráneaLa perforación de pozos profundos vinculados con el cultivo del aguacate se suma a la cadena de
inconvenientes que contribuyen a la merma del agua en el río Cupatitzio-Marqués. Desde el
periodo presidencial del General Manuel Ávila Camacho, y bajo la supervisión de la CNI, se
destinó el 10% de su presupuesto total para la perforación de pozos profundos, política que
continuo en aumento una vez puesta en marcha la CT en 1947.
’ Fuente: Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pesquera, SAGARPA, 20/11/2004. ' En el año 2001 la superficie cultivada fue de 16,417 has, para 2002 y 2003 de16,588 ha.
2 1 7
Fue en el sexenio de Lic. Miguel Alemán Valdés, cuando se dio más importancia a la política de
perforación de pozos para riego, ya que se pretendía modernizar la agricultura del país. Como la
Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH) no contaba con recursos crediticios como la Secretaría
de Agricultura y Ganadería, ésta desarrolló un programa más amplio en materia de perforación de
pozos para riego que la primera, sin embargo, ésta última se limitó a un número más reducido de
perforaciones que “fueran para el beneficio auténtico de campesinos, fundamentalmente
ejidatarios” (Orive 1970, 99-100).
Tal vez esta duplicación en la acción de perforar pozos por parte de estas dos secretarías
dio como resultado la falta de coordinación y de control en este rubro, que se incrementaron
rápidamente como lo demuestra la prohibición de esta práctica por el ingeniero Adolfo Orive
entonces presidente de la CT y secretario de Recursos Hidráulicos, quien mandara un
comunicado al gobernador del estado de Michoacán, el licenciado José M. Mendoza Pardo, para
limitar a los dueños de tierras apropiarse de las aguas subterráneas. Como según lo disponía la
reforma al artículo 5° del Art. 27 constitucional del 15 de enero de 1945 y la Ley Reglamentaria
de dicho párrafo expedida el 30 de diciembre de 1947.45
Esta acción se extendió para proteger los requerimientos de agua necesaria para la presa
hidroeléctrica de Zumpimito, fuera superficial o subterránea.
Hasta noviembre de 2004 había un total de 494 pozos registrados ante la CNA en el
municipio de Uruapan, de ellos 396 se destinaban para el uso agrícola.
Lo anterior lleva a plantear al cultivo del aguacate como principal factor que ha
contribuido al deterioro y mala distribución del recurso agua, -a partir de la segunda mitad del
siglo XX-; al cambio de uso del suelo y por consiguiente del agua en la zona de escurrimiento,
provocado por el crecimiento demográfico y urbanístico de la ciudad de Uruapan; además de que
contribuye a la perforación de pozos profundos en la Tierra Caliente, debido a la creciente
contaminación del agua que baja de la Tierra Templada.
El programa de desarrollo regional impulsado por la CT y su sucesora CB, significó una
conexión entre los diferentes grupos socioculturales presentes a lo largo del cauce del Cupatitzio-
Marqués con la estructura nacional, de hecho con estos programas por subcuencas se pretendía el
desarrollo de regiones poco vinculadas con el resto del país.
’ AHGPEM, Fondo Gobernación, serie Aguas y Bosques, 11/02/1949, Expediente. 2, Caja 6.
2 1 8
Es así como participaron instituciones de índole tan diverso como de la educación, el sector
salud, en el crédito, el agua y la tierra, que pusieron en marcha programas en beneficio de las
mayorías; por lo que podemos decir que es en este periodo cuando se tejieron relaciones
ecológicas, económicas y políticas en toda esta área con el exterior, o más en específico, con
cada uno de los grupos socioculturales presentes.
Fue el momento en el cual inicia la participación de grupos antes ausentes y a su vez una
diferenciación entre éstos. La participación inminente de hrokers y de inversionistas de cultivos
comerciales es una evidencia tangible de ello. Al respecto el antropólogo Stewart escribe que
estos individuos participan en varios niveles de integración, cuya función es la de articular
regionalmente los dominios del capital para mover a la fuerza de trabajo en aras de extraer y
transformar los recursos (Steward 1992, 40).
Con la introducción de cultivos mejorados como el aguacate los productores de este frutal
se han ubicado como el segmento mejor articulado tanto regional, nacional y mundial.
A partir de aquí se extendió una relación entre los empresarios de Uruapan, la Tierra
Caliente y la sierra Purhépecha; como ejemplo hay varios personajes que lograron cierto capital
con cultivos comerciales como lo fueron el algodón y el melón durante los años sesenta y
ochenta, respectivamente, en la zona baja que además fueron los que lograron establecer vínculos
con instituciones como el Banco Nacional Rural (BANRURAL) y la Comisión nacional de
fruticultura (CONAFRUT). Una vez iniciado el boom aguacatero tuvieron la oportunidad
económica y política de comprar tierras en el municipio de Uruapan y municipios aledaños,
beneficiándose de esta coyuntura.
Por otra parte están los vínculos entre los industriales madereros y administradores
forestales, —estos últimos solaparon a los primeros en la tala clandestina de pinos— que de igual
manera tuvieron la oportunidad de comprar tierras que ellos mismos talaron con anterioridad y en
las que intervinieron en el próspero negocio del “Oro verde”. Una de estas empresas es la hoy
extinta Compañía Hermanos Dóddoli, que devastó grandes áreas del cerro Tancítaro.46
De esta manera no sólo hay una conexión de las consecuencias ecológicas a lo largo de
los tres pisos del área de estudio, sino también con estos grupos que han impulsado programas y
apoyos financieros a su favor.
’ La Opinión de Michoacán, 25/08/05.
2 1 9
LA TIERRA CALIENTE
La generación de energía eléctrica y las obras de riego
Las obras más importantes que hiciera el personal de la CT y de su sucesora la CB en la
subcuenca del Tepalcatepec, estaban justo en el curso del río Cupatitzio-Marqués (SRH), que
comprendían la ampliación del sistema de riego que antaño construyera la familia Cusi, así como
aquellas destinadas para la generación de energía eléctrica a través de dos plantas: Cupatitzio,
entonces llamada Salta Escondido, y la del Cóbano.
Hacia finales del siglo XIX y en las primeras tres décadas del siglo XX, la generación de
electricidad se produjo en la Tierra Templada, como ya lo expusimos en el capítulo anterior. Sin
embargo con el programa de las Comisiones su producción se desplazó hacia la Tierra Caliente
cuya topografía tenía las condiciones idóneas para el desarrollo de esta fuente de energía.
El río Cupatitzio-Marqués por el importante gasto permanente que producen sus
manantiales —de 15 a 17 m / seg. en época de estiaje—, así como por la fuerte pendiente de su
cauce —que en 30 kilómetros de recorrido baja 1,200 metros—, ofrecía posibilidades
hidroeléctricas de las más importantes de la República (SARH, 1950).
En su recorrido por este sistema en primer lugar se encuentra la estación hidrométrica
Cupatitzio (Véase figura 4). A esta altura corre un canal de conducción paralelo al río que
también lleva agua de esta misma corriente. Esta agua es conducida hacia la central hidroeléctrica
Zumpimito, donde antes de entrar se le suma una parte del caudal de agua del arroyo Santa
Bárbara.
Esta central se localiza en el perímetro sur de la ciudad de Uruapan. Fue la primera que
entró en operación el primero de octubre de 1944, cuenta con una capacidad de 6,400 kw con
dos unidades de 800 kw y dos de 2,400 kw. Para la generación de energía eléctrica utiliza el agua
de los ríos Cupatitzio-Marqués y Santa Bárbara. Necesita de 12.2 m para el funcionamiento de
las turbinas en las hora pico, dos unidades de 1.5 m y dos unidades más de 4.6 m durante un
periodo de tres a cuatro horas, el restante tiempo se trabaja con menor gasto de agua.
Una vez que sale el agua de esta planta, corre de manera natural por su cauce para llegar a
la estación hidrométrica la Tzaráracua, a esta altura el arroyo Los Conejos ya se unió al
2 2 0
Cupatitzio-Marqués engrosando su caudal que más adelante formará la cascada Tzaráracua
(Véase figura 4).
El siguiente punto es la presa Cupatitzio localizada al pie de la cascada Tzaráracua, en
donde se deriva el agua hacia dos vertientes, la primera sobre su caudal natural y la otra a un
canal de conducción; después el agua destinada a la central hidroeléctrica Cupatitzio pasa por tres
túneles con diferentes longitudes: el primero con 700m, el segundo con 680 m y el tercero con
700 m. Al final de éstos el agua llega hasta el tanque de regulación Tinaja Verde, de allí, por
medio de tubería a presión, se manda a la central hidroeléctrica Cupatitzio.
En orden de aparición la hidroeléctrica Cupatitzio es la primera planta, aunque fue la
última que entró en operación el 14 de agosto de 1962. Se localiza al costado izquierdo de la
carretera libre hacia Apatzingán, a una distancia de cuatro kilómetros del poblado de Charapendo,
municipio de Gabriel Zamora. Cuenta con una capacidad instalada de 72,450 kw, repartidos en
dos unidades de 36,225 kw cada una. Para generar electricidad necesita de 20 m en las horas
pico (dos unidades de 10 m cada una). Las turbinas trabajan las 24 horas, con menor volumen
por la mañana para que se logren llenar la presa Cupatitzio.
Una vez fuera el agua de la presa Cupatitzio, el contenido del líquido se conduce por canal
a la presa Jicalán. La presa Jicalán se localiza en la confluencia del río Cupatitzio-Marqués con la
barranca del Jicalán Viejo, cuenta con un sistema de compuertas radiales que le darán una
capacidad de 150 mil m con un cimacio vertedor de 40 m de longitud a una elevación de 479
metros y una altura máxima de 19 m, calculada para dar salida a las avenidas del río Cupatitzio-
Marqués estimadas en 220 m^/seg (SRH, 1950).
De esta presa parte el canal Cupatitzio con una longitud de 17 km y 17 m^/seg de
capacidad. A lo largo de todo este trayecto y por lo accidentado del terreno se construyo un túnel,
un sifón y un puente-sifón que a continuación se describirán:
Primero se encuentra el túnel número cuatro (con una longitud de 390 m y 4.40 m de
diámetro), para luego recorrer el sifón del Nopal (150 m) integrado por una tubería de acero, el
que se comunica con el puente-sifón de Barranca Honda -integrado por tres tramos, el primero es
un tubo de concreto (59.63 m de longitud y 3 m de diámetro); el segundo lo integra una tubería
de acero (con 171.50 m y 2.13 de diámetro) que descansará sobre un la plantilla del puente de un
221
Las obras hidroeléctricas y sistemas de riego en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués
Figura 4
2 2 2
tramo de la carretera Uruapan- Apatzingán y el tercero es un túnel (con tres metros de diámetro
con dos ramas: una horizontal de 63.50 m y otra vertical de 13.14 m,)- que a su salida, el agua va
hacia el túnel número cinco (731m), cuyo final desemboca al arroyo Atutu.
De este túnel, el agua se dirige por canal al poblado La Gallina donde está la estación de
aforo y derivadora denominada Atutus, localizada en el municipio de Gabriel Zamora. Ésta
consta de seis compuertas desarenadoras que sirven para desasolvar y dar la cantidad exacta
Es en este punto donde personal de la CFE distribuye el agua por medio de un canal
lateral denominado La Tinajita -con un gasto de 2 m^/seg. en época de lluvias y 3 m /seg. en
temporada de estiaje-, hacia las tierras ejidales de Lombardía, mientras el agua que se destina al
Cóbano -14 m^/seg - pasa por seis tanques, cada uno cuenta con una escala a través de la cual
miden el agua y derivan la cantidad exacta para la hidroeléctrica, los que van por el canal de
conducción denominado el Cóbano que cuenta con un revestimiento total.
A lo largo de este canal de 18 km están el sifón San Salvador y otro llamado La Palma
hasta llegar al túnel seis, con longitud aproximada de 1,200 m (SRH 1950), hasta llegar al cerro
Coronado donde se construyeron dos tanques reguladores conocidos como Tanques Coronados.
Cabe hacer un paréntesis para explicar que a lo largo de los 18 km de los que consta el
canal El Cóbano, nos encontramos con algunas irregularidades a lo largo de él, como por ejemplo
la presencia de más de una veintena de casas en uno de los costados del canal, área federal que
corresponde al derecho de vía. Por otro lado, están dos o tres tomas clandestinas que se dirigen a
huertas de mango.
Los dueños de dichas tomas disponen del agua de los desfogues que hay a lo largo del
canal, para logar su objetivo abren un par de centímetros las boca-tomas y compuertas dejando
que fluya el agua, será más abajo cuando conduzcan el agua hacia las huertas, ya sea por
manguera o canales de tierra de menos de 20 centímetros de ancho. A lo largo de todo el canal
hay abrevaderos donde el ganado mayor toma agua.
Una vez que el agua llega a Tanques Coronados se distribuye en dos tanques que yacen en
lo alto de una montaña y de ahí por tubería de presión, es decir, por dos grandes tubos, de
diámetros de aproximadamente 50 pulgadas, bajan toda la altura de la montaña para llegar con
gran velocidad y presión a la central hidroeléctrica El Cóbano.
223
La central el Cóbano es la última por la que el agua de Cupatitzio-Marqués se utiliza en la
generación de energía eléctrica. Ésta entró en operación el 25 de abril de 1955, se abastece
únicamente con agua de este río y tienen una capacidad instalada de 52,020 kw con dos unidades
de 26,010 kw cada una.
Una vez que fue aprovechada la fuerza del agua en energía, se verterán éstas aguas en la
barranca del Cóbano, donde a su caída se construyó una presa reguladora (100,000 m ) la cual
marca el cambio en el uso de agua de hidroeléctrico al agrícola. Se distribuye una porción hacia
el módulo uno -para el riego de los ejidos que faltaban de regar en la parte sur de Gabriel
Zamora- y a los módulos dos y tres que corresponden a los ejidos de Francisco J. Múgica y de la
parte sureste de Parácuaro.
De la presa reguladora se desprende el túnel siete (2,520 m y sección mixta de 3.50 m de
diámetro), que conducirá las aguas al canal principal Cajones-Marqués, este canal cruza la
barranca de Tamácuaro.
El segundo canal principal es el Cajones-Marqués que beneficia a las tierras de los Llanos
de Lombardía, Ibérica, Huaco, Nueva Italia y Antúnez. Su longitud es de 79 km; 47 hasta llegar
al río Marqués y 32 k de éste lugar al río Cancita. Éste inicia en la margen derecha del río
Cajones, cuya presa derivadora tiene un cimacio de mampostería de 10 m de altura y 80 m de
longitud.
En este primer tramo el canal Cajones-Marqués que va de la presa Cajones a la barranca
de Tamácuaro tiene una capacidad de 6 m /seg. y sólo conduce las aguas del río Cajones, pasada
ésta se le unirá el agua del río Cupatitzio-Marqués que viene del túnel número7. (Véase esquema
4). De este puno en adelante su capacidad es de 20 m /seg. Antes de llegara al sifón del Marqués
pasa por otros más, así como por diversos túneles que se describirán a continuación.
Después de la presa derivadora de Cajones, en el kilómetro cinco, el agua entra al túnel
número uno que mide 749 metros con una tubería de 3.30 m de diámetro, con capacidad de 6 m.
Cinco kilómetros adelante se localiza el segundo túnel con 930 m de longitud, con las mismas
características que el anterior. El último túnel antes de llegar al sifón del Cóbano se localiza en el
kilómetro 14, con 290 m de longitud e iguales condiciones que los túneles 1 y 2.
2 2 4
De aquí en adelante pasará por el sifón del Cóbano, Ayala, Capire y el del Marqués (Véase
cuadro de sifones a partir del número 3), que fueron construidos por lo accidentado del terreno,
de hecho sus nombres de cada uno derivan del nombre de las barrancas que atraviesan.
Sifones localizados a lo largo de los canales Cupatitzio y Cajones-Marqués Cuadro 11
Nombre del sifón Localización Longitud Diámetro Capacidad1. Sifón del nopal Kilómetro 10 del
canal Cupatitzio142. 80 m 2.45 m 20 m^/seg
2. Puente sifón Barranca Honda
Entre el kilómetro 10 al 15 del canal Cupattizio
348 m 2.31 20 m^/seg
3. Sifón del Cóbano Kilómetro 25 del canal Cajones- Marqués
278 m 1.88 m 6 m^/seg
4. Sifón Ayala Kilómetro 27 del canal Cajones- Marqués
147 m 1.80 m 6 m^/seg
5. Sifón del Capire Kilómetro 36 del canal Cajones- Marqués
192 m Dos tuberías gemelas de acero 2.12 m
20 m^/seg
6. Sifón del Marqués Kilómetro 47 del canal Cajones- Marqués
419.20 m cada una
Cuatro tuberías gemelas, 2 con 1 m construidas por la familia Cusi y otras 2 con 1.45 m
18 m^/seg
Fuente: SRH, 1950.
El reparto agrario en Tierra Caliente y la formación de relaciones de poderEn la Tierra Caliente se van a repartir a finales de 1938 las haciendas de Lombardia con una
superficie de 29,312.50 ha y Nueva Italia con 32,136.50 ha. Acto que favoreció a 2,066
ejidatarios (691 en Lombardia y 1,375 en Nueva Italia) quienes trabajaron de manera colectiva
durante los primeros años. Los beneficiados con esta dotación se encontraban distribuidos en los
núcleos de población existentes en la superficie de las haciendas, estos fueron: Miguel Rincón,
Santa Casilda, El Capire de Lombardia y Charapendo. En el segundo predio encontrábase Nueva
Italia, El Letrero, Gámbara, El Capire de Nueva Italia y El Ceñidor. Gran parte de estos
poblados fueron ranchos que se expandieron conforme se requería mano de obra para el arroz.
En colindancia a estos predios, sobre su margen oeste, se hallaban los Llanos de Antúnez,
aquí también se repartieron grandes extensiones de tierra entre 1937 a 1943. Se formaron seis
7 Los datos fueron tomados del documento Resolución integral del Problem a Agrario en Lom bardía y N ueva Italia, elaborado por el Departamento Agrario, 1938.
225
poblados: el Tlacuiche, Santa Rita, El Junco, Úspero y Los Pozos que sumaron 6, 908.42 ha, con48benefició a 159 capacitados.
Respecto a los poblados formados a partir de los Llanos de Antúnez (Sta. Rita, El
Tlacuiche, El Junco y La Tuna), los beneficiados tuvieron que esperar a la conclusión de las
obras que ampliarían el sistema de riego iniciado por los Cusi y que posteriormente cambiaría el
nombre de Cupatitzio-Cajones, a partir de la puesta en marcha del programa de ampliación de los
sistemas de riego impulsado por la CT y continuada por la CB.
En esta primera fase del reparto, el total de tierras entregadas, en lo que fueran las
haciendas de Lombardía y Nueva Italia fue de 68,357.42 ha. La superficie efectiva de riego en un
principio fue de 4,000 ha, de las cuales 1,500 ha correspondían a la primera propiedad y 2,500 ha
para la segunda, la cual resultó insuficiente para los ejidatarios beneficiados.
La nueva organización social que corrió a cargo del Banco Nacional de Crédito Ejidal,
consistió en formar cooperativas de producción llamadas colectivas a fin de continuar con este
sistema de explotación a gran escala y evitar la disminución de la producción (Glantz 1974, 99).
Así surgieron los ejidos colectivos de Lombardía y el de Nueva Italia.
De acuerdo con Glantz se continuó con el sistema de trabajo que había funcionando en las
haciendas y siguieron haciéndose los mismos cultivos con igual cuadro de labores. El cambio
significativo fue detonado por la sustitución en el personal administrativo (administrador general
y los administradores de ganado). El resto de los trabajadores continuó ocupando, en la mayoría
de los casos, los mismos puestos. Incluso el sistema de pagos continúo igual, sólo que en lugar de
llamarse jornal, se llamó pago de tiempo o anticipo (Glantz 1974, 110).
Luego de algunos años, estos grupos se redujeron a 10 miembros. Los créditos eran
gestionados por los líderes de cada grupo y su asignación dependía de las habilidades de cada
líder. Pero como sólo 15% de los ejidatarios podían disponer de crédito, la competencia entre
grupos se hizo feroz. El crédito se tradujo en mejoras económicas y de esta manera sobresalieron
ciertos grupos con respecto a otros.
Para este mismo año, en lo que fueran las tierras de los Llanos de Antúnez, hubo una
ampliación del número de hectáreas y la creación del ejido La Tuna. De esta manera el total de
’ Información elaborada a partir del D O F del lunes 20 de octubre de 1956.
2 2 6
hectáreas para los cinco ejidos de Parácuaro sumaban, junto con las ampliaciones, un total de
18,113.037 ha, es decir se repartieron 12,874. 23 ha más para un aproximado de 214 capacitados.
También se les asignó tierras con riego, la extensión variaban según el ejido: en Santa
Rita se repartieron 10 ha de riego, en La Tuna y Úspero fueron 20 y 4 ha de riego,. 49respectivamente.
Con esta organización los grupos trabajaron bien por unos años hasta que la apatía de
algunos de los miembros, influyó en la decisión de solicitar la parcelación del ejido en 1956
(Glantz 1974, 141-143), en Nueva Italia, mientras que para Lombardía fue un año antes.
Si bien se continuó con el mismo sistema y orden hidráulico establecido por los
hacendados en cuanto a dotación del agua para el principal cultivo, el arroz, sin embargo hubo un
cambio en el tipo de relaciones formales e informales de poder, que de acuerdo a sus intereses
fueron modificando este sistema hidráulico, por medio de robos y sobornos o bien ocupando
puestos claves dentro de las instituciones encargadas de la administración del agua.
En cuanto a la organización interna de la hacienda, había trabajadores especializados
como los vaqueros, tablajeros, molineros, mecánicos, empleados en el molino de arroz y en la
fábrica de aceite, rayadores y tableros que no podían ser sustituidos.
Fueron precisamente algunos de ellos, por su posición más cercana al personal
administrativo del Banco Ejidal, y un mayor conocimiento en la organización de la producción,
quienes desempeñaron puestos claves en el ejido colectivo y años después se beneficiaron en el
reparto individual de la tierra de mediados de 1955, con las mejores tierras y puestos políticos.
Con ello comenzaron cambios dentro de la estructura interna del colectivo a través del cual se
pretendía brindar igualdad en oportunidades, sin embargo desde el principio existió una
diferenciación entre los ejidatarios.
Es así como encontramos que la anterior organización social del trabajo de las haciendas
-no sólo en el sistema de riego establecido por los Cusi en los paisajes de Tierra Caliente-, se
retomó con muy pocos cambios, lo cual en cierta medida limitó y determinó el manejo del ejido
colectivo en unas cuantas manos, en los trabajadores especializados.
Como hemos indicado en la introducción de este trabajo, uno de los objetivos perseguidos
en esta investigación es desarrollar el tema de las relaciones de poder generadas a partir de la
Tomado del Diario O ficial de la Federación con fecha el lunes 29 de octubre de 1956.
2 2 7
apropiación y la mala distribución del agua en la Tierra Caliente, es decir, conocer todas las
acciones que cierto sector de ejidatarios, hicieron para obtener de manera oportuna el vital
líquido o bien las mejores tierras que contarán con riego efectivo y así, no sólo obtener mayores
rendimientos, sino también la oportunidad de diversificar su producción con cultivos rentables y
de exportación como el pepino y el melón.
La estrategia a seguir para la Tierra Caliente fue la de identificar a ciertos actores que
contaran con las mejores tierras o bien de una u otra forma se hicieran llegar el vital líquido
indispensable en ciertos cultivos.
Fue entonces que a base de entrevistas a diferentes ejidatarios siempre salían a relucir
ciertos nombres que figuraban tanto como presidentes municipales, como encargados de tenencia
o, posteriormente, comisariados, mismos que directa o indirectamente contaban con una
participación en las direcciones de los empaques de fruta.
A continuación presentamos la historia del un grupo de hombres que figuran en la vida
política del municipio de Gabriel Zamora desde hace más de medio siglo y cuyas historias están
entrelazadas.
Una figura que destaca por demás es la de Saulo Méndez -que sin el ánimo de centrar la
redacción de este apartado en este actor-, es sin lugar a dudas el ejidatario con mayor incidencia
en la vida política del municipio desde sus inicios, además de ser de los ejidatarios que estuvo
presente en el reparto de 1938.
Saulo Méndez llegó procedente de un municipio costeño del estado ante la promesa de un
sueldo mayor al que pagaban en otras haciendas. Arribó a Lombardía en los primeros años de la
década de los treinta, donde un conocido lo esperaba.
En el momento en el que llegó había cierta inestabilidad política ya que hacia un año
habían matado al líder agrario Gabriel Zamora. También por estos años ya se había formado el
sindicato cuyos miembros pugnaban por el reparto agrario de las haciendas de la familia Cusi y
este hombre era uno de los principales promotores.50
Cuando llegó a Lombardía, un conocido le dio una carta de recomendación para que lo
admitieran en el sindicato y sin ser hijo de ejidatario, Saulo Méndez fue ocupando varios puestos
menores en la hacienda. Primero fue de peón y siempre contó con trabajo a pesar de que en
Testimonio tomado de la entrevista realizada al ejidatario Leandro Magaña, 83 años, Lombardía, 28-02-06.
2 2 8
aquella época había una saturación de trabajadores en la hacienda, debido a que el sindicato tenía
la obligación de proporcionárselo a todo aquel que lo pidiera.
El encargado de apuntar a los trabajadores para repartirles los destajos era un secretario
del trabajo del sindicato con quien llevaba buena relación, ya que siempre lo contemplaba para
las jornadas semanales.
A pesar del escaso trabajo logró obtener el puesto de tabartalero de la hacienda donde
además de hacer monturas a los vaqueros y arrieros, así como arreglar los aparejos a las mulas y
burros, se daba el tiempo para hacer y regalar a los peones un par de huaraches, látigos,
contrareatas, o lo que le pidieran.
Con esta acción, reconoce el mismo Saulo Méndez, se fue haciendo “de mucha gente”
que lo apoyó cuando inició su participación en la vida política de Lombardía, la cual inició
cuando al asistir a una asamblea para elegir al personal del sindicato, los trabajadores lo
propusieron, junto con Francisco Ramos, para el puesto de agente de compras del ejido con sede
en Uruapan. La votación a su favor fue de más de 300, mientras que su contrincante contó con
alrededor de 50 votos. Esta ciudad ya la conocía bien porque con anterioridad había trabajado en
el correo, tiempo en el que aprendió a leer y escribir, requisitos para poder acceder al puesto de
agente de compras.
Fue por estos años cuando se involucró más de lleno a la política gracias a que Aureliano
Aguirre Ávila, creador de la línea de camiones Galeana, le propuso postularse como regidor de
Lombardía, cargo en el cual debía de estar presente en Uruapan, el que ganó a su contrincante
panista Everardo Meza también de Lombardía.
Otro de estos actores que igualmente destacó y también se que posesionó en la esfera
política desde el ejido colectivo fue José Ayala, quien naciera en Lombardía y trabajara como
rayador de la hacienda, gracias a que había cursado algunos años la instrucción primaria en
Uruapan sabía escribir y contar, requisitos indispensables para el puesto. Por estos años este
personaje conoció a Juan Villareal, futuro padre del un gobernador del estado,51 y quien lo
apoyaría para llegar a la presidencia del municipio de Gabriel Zamora hacia finales de los años
ochenta.
Leandro Magaña, 83 años, Lombardía, 28/11/2006.
2 2 9
51
El trabajo de rayador consistía en anotar las jornadas realizadas por cada trabajador en el campo,
llevar esta cuenta y pagarle a la gente cada ocho días, labor que realizó un par de años.
El sábado por la tarde era el día de raya, cuando se pagaba nueve centavos y se daban
unos vales con los cuales se podía comprar a precios reducidos arroz, maíz, carne, pan, leche y
otros productos básicos. Pero José Ayala, de acuerdo con las indicaciones de su mamá, ayudaba
a los peones más necesitados con una porción más de lo indicado. Después en las juntas
organizadas por el sindicato, de igual manera regalaba un par de pesos a quien más lo necesitara,
acción con la cual se fue haciendo de adeptos que más tarde lo apoyaron como secretario del
ejido y posteriormente como presidente municipal.
Después de la expropiaciónTanto Saulo Méndez como José Ayala, gracias a la experiencia que habían adquirido en sus
respectivos puestos en la hacienda; a los nexos que establecieron fuera de ésta y el ganarse la
simpatía de varios peones durante la administración del sindicato; lograron con ello hacerse de
una clientela política que aprovecharían años después para posicionarse en puestos claves dentro
de la administración del ejido colectivo después de la expropiación en 1938.
Al primero de nuestros personajes le dieron un camión para acarrear granza (arroz recién
cortado) del campo a la hacienda, en el cual trabajó algunos años. Mientras que el segundo corrió
con menor suerte ya que fue liquidado y se puso a trabajar su tierra por algunos años; hasta que
en 1944 hubo una subdivisión ejidal, a partir de la cual se formaron los ejidos con respecto a los
núcleos de población que anteriormente se mencionaron.
Se continuó trabajando de manera colectiva para cada ejido hasta 1952, cuando se impuso
el sistema de trabajo en sectores. Éstos eran grupos de crédito integrados por 70 a 100 individuos
con un jefe, nombrado bajo la influencia del Banco Ejidal (Glantz, 1974). Dos de estos jefes
fueron Saúl Méndez y José Ayala con lo cual lograron, gracias a su experiencia y facilidad de
palabra, ser tableros encargados de manejar, cada uno, a un grupo de trabajo cuyo número
2 Susana Glantz menciona tres factores que impulsaron a los beneficiados de los poblados anexos a separarse de Nueva Italia. El primero tiene que ver con la lejanía entre el lugar de trabajo y el de habitación, el segundo es porque se pensó en una mejor organización del trabajo a partir de la repartición de las actividades entre los socios de cada uno de los ejidos y por último fue la mayor participación política de los habitantes del poblado de Nueva Italia (Glantz 1974, 126). Lo mismo sucedió para Lombardía que esa el poblado más grande.
2 3 0
variaba de 36, 50, 60, 100 o 112 miembros. Con este cargo se hacían automáticamente
responsables de una tabla, es decir, una superficie de tierra de labor destinada al arroz que
alcanzaban dimensiones de hasta 50 ha.
Una tabla de estas dimensiones podía ser manejada por máximo dos grupos. Las tablas no
sólo eran diferentes por sus dimensiones, también variaba la calidad de la tierra, así como su
rendimiento y con ello había mejores ganancias para sus miembros, por lo que para hacer una
repartición más equitativa el personal del Banco Ejidal, dispuso que se sortearan éstas.
Pero la realidad fue otra ya que las mejores tablas de antemano ya estaban repartidas y en
el sorteo las fichas estaban marcadas. En este contubernio José Ayala contaba con la
participación del entonces comisariado ejidal Evelio Téllez (1942-44) quien le designaba la tabla
de Agua Nueva que por aquella época destacaba por sus buenos rendimientos. Además como
ya había sido rayador conocía a la mayoría de los peones y así conformó un grupo que obtenía
los mejores rendimientos.54
En tanto, a Saulo Méndez se le presentó la oportunidad de manejar una tabla con 36
ejidatarios. Después de trabajar un tiempo, se percató que el grupo cuatro (de un total de seis)
comandado por Margarito Moreno, era quien manejaba toda la administración. Ante lo cual
habló con el jefe de zona, con quien llevaba muy buena relación, para proponerle que hiciera un
sorteo para formar dos consejos que administraran tres grupos cada quien, lo que de inmediato
aceptó.
Ese mismo día, también se llevó acabo la elección para jefe de tenencia, Saulo Méndez
salió elegido con 300 votos; con lo cual obtuvo el control de tres tablas y también logró la
jefatura de tenencia en el trienio de 1953-1956.
Una vez concluida su actuación como jefe de tenencia (durante el cual se llevó a cabo el
reparto individual de la tierra en 1955), las elecciones para nombrar al segundo presidente
municipal estaban en puerta, ya que en este año se había declarado a Lombardía y sus anexos
como municipio de Gabriel Zamora.
El nuevo presidente municipal para el ciclo 1957-59 fue Saulo Méndez, quien para este
momento ya había logrado consolidarse en la vida política del ejido, gracias a la clientela política
’ Leandro Magaña, 83 años, Lombardia., 28/11/2006.' Testimonio de José Ayala, 91 años, Uruapan, 31/01/07.
231
que había logrado con el manejo de las tablas de arroz y como jefe de tenencia de la tierra, y
fuera de él había logrado relacionarse de forma favorable con el gobernador del estado.
Esta vez su mayor apoyo para ser presidente municipal provino del mismo gobernador
del estado David Franco Rodríguez de fracción priísta:
Y resulta que hice una lista de cinco, se la di al diputado y que se la lleva al
gobernador, ya le dijo a él -Dile a Saulo que se ponga él, quite a uno y se ponga
a él-, así es que^ya quiteña Miguel Araujo, uno que ya murió también, ese
quería que yo fuera presidente, pues no, ya lo quité a él y yo fui presidente. 55
Tiempo después se realizaron las elecciones donde participaron candidatos de otros partidos,
pero de ante mano ya estaba elegido Saulo como representante del PRI, partido al que siempre ha
estado vinculado.
En el periodo del ejido colectivo (1938-44) y de la subdivisión ejidal (1944), ciertos
grupos de ejidatarios lograron disponer de las mejores parcelas, la continuación del crédito y con
ello la consolidación de relaciones de poder a través de su participación en la vida política en su
ejido y en el ayuntamiento.
José Ayala también figuró dentro de los cargos públicos como comisariado del ejido de
Gabriel Zamora en la década de los sesenta por cinco años consecutivos (cuando el periodo era
de dos), y sería hasta dos décadas después cuando se lanzaría como presidente del ayuntamiento
con muchas dificultades desde su candidatura ya que para entonces figuraba el PRD en la escena
política nacional.
Luego de una campaña turbulenta debido al asesinato de su contrincante, tuvo que
enfrentarse a los seguidores del PRD quienes tomaron la presidencia por espacio de un año como
protesta de la muerte de su compañero.
Para lograr dar término a su periodo dentro del ayuntamiento de Gabriel Zamora por el
rechazo hacia su gestión, contó siempre con el apoyo del padre del entonces gobernador del
’ Testimonio tomado de la entrevista realizada a Saulo Méndez el día 29/01/07 en Lombardia.
2 3 2
estado -que como ya mencionamos se conocieron cuando cursaban la instrucción primaria en
Uruapan-.
Otro actor que durante su gestión en el ayuntamiento (1978-80) contó con el apoyo del
gobernador del estado Manuel Ríos, a quien había conocido en su adolescencia mientras
estudiaba en Zamora la secundaria, a partir de entonces se establecería una larga amistad. Cabe
mencionar que durante su gestión también fungió como Comisariado de bienes ejidales.
En el cuadro 12 tratamos de evidenciar los vínculos de amistad, parentesco y
compadrazgo que han existido entre los presidentes del municipio de Gabriel Zamora y de éstos
con los comisariados del ejido, así como la repetición de actores entre uno y otro puesto, como
fue el caso de Saulo Méndez, Lucrecio Angulo, Joaquín Fuentes, Manuel Ríos y Salvador Ríos,
estos dos últimos hermanos. Algunos de ellos fueron secretarios o jefes de vigilancia cuando sus
amigos o compadres eran comisariados.
A Saulo lo unía una gran amistad con varios ex-presidentes municipales como Joaquín
Fuentes, Salvador Ríos y Santiago Castillo (Véase en el cuadro 12 los nombres en negrillas).
Elecciones en las que influyó para que salieran vencedores.
Todos estos actores junto con Lorenzo Estrada (comisariado en 1973-76), son quienes han
dominado la vida política del municipio por más de 50 años. Y aunque en la última década no
figuren en la lista de comisariados o presidentes, ello no significa que no hayan intervenido en el
proceso de selección de los candidatos, sobre todo en lo que concierne al ejido.
Sin embargo, la ingerencia de estos hombres se ha visto mermada por periodos; en 1969
71 y 1981-82 ganó la presidencia municipal un candidato del mismo partido oficial, Salvador
Santa Cruz Rosas procedente del ejido El Huaco y con quien Saulo Méndez mantuvo una
relación de confrontación. Mientras que en las últimas tres elecciones las han conquistado
candidatos del PRD.
Hoy día, las cabezas de los comisaridos aún continúan monopolizadas por este grupo
cuyos representantes han sido todos de fracción priísta (como se puede ver en el cuadro 13), los
que además se suceden entre familiares como los Ríos Castro y donde el padre e hijo han
ocupado este puesto (véase cuadro 13 y 14)
La importancia de controlar el ejido, incluso por encima de la presidencia se debe a que de
esta manera han podido sacar provecho de los programas gubernamentales de ayuda al campo y
233
han negociado con las empresas transnacionales que arriendan las mejores tierras en cuanto a
calidad de la tierra y acceso a riego. En el apartado que sigue se describen las acciones que este
grupo de poder ha realizado para disponer de las mejores tierras de sus ejidos.
Las hortalizas y el robo de tierrasEl hecho de tener ingerencia en el nombramiento tanto de presidentes municipales como de
comisariados fue coadyuvante para que durante años Saulo Méndez, junto con su grupo, robaran
las tierras preferentemente de mujeres de viudas, de avanzada edad o jóvenes que habían
heredado tierras que estuvieran mejor ubicadas conforme a las tomas de agua y la cercanía de la
carretera, así como por su alta productividad.
El inicio de los despojos podemos ubicarlo a partir de la década de los sesenta cuando se
presentó la oportunidad de sembrar pepinos ante la oferta de un norteamericano de nombre Will
Wallas, y de melones con la compañía Griffin and Brand, cuya mejor aliciente para los ejidatarios
fue el pago en efectivo y, en un comienzo, en dólares para ambos cultivos
Ex-presidentes municipales de Gabriel Zamora 1955-2007 Cuadro 12
Nombre Partido
Ejido al que pertenece
Manuel Cárdenas Rangel 1955-56 PRI Gabriel ZamoraSaulo Méndez Serrano 1957-59 PRI Gabriel ZamoraSalvador Ríos Castro 1960-61 PRI Gabriel ZamoraSantiago Castillo Suárez 1962 PRI Gabriel ZamoraRamiro Alonso Estrada 1963 PRI Gabriel ZamoraIgnacio Velásquez Pedraza 1966-68 PRI Gabriel ZamoraSalvador Santacruz Rosas 1969-71 PRI El CapireJosé Marmolejo Méndez 1972-74 PRI Gabriel ZamoraJoaquín Fuentes Domínguez 1975-77 PRI Gabriel ZamoraManuel Ríos Castro 1978-80 PRI Gabriel ZamoraSalvador Santacruz Rosas 1981-82 PRI CapireRafael Flores Martínez 1983 PRI Gabriel ZamoraJustino Pedraza A. 1984-86 PRI El HuacoJosé Ayala Gómez 1987-89 PRI Gabriel ZamoraTeófilo Camacho Díaz 1990-92 PRD Gabriel ZamoraLuis Arcila Suárez 1993-95 PRI El HuacoJ. Jesús Borjas Infante 1996-98 PRI CasildaJosé Francisco Santacruz Estrada 19992001
PRD Gabriel Zamora
Refugio Villanueva Mora 2002-04 PRD Gabriel ZamoraRodolfo Santacruz Parra 2005-07 PRD Gabriel ZamoraFuente: elaboración propia.
2 3 4
Ex-comisariados del ejido Gabriel Zamora Cuadro 13
Nombre PartidoBaldomero Olmos 1938-40 PRIJosé Rico 1941-42 PRIEverardo Meza 1942-44 PRIFelipe Mendoza 1944-46 PRIJosé Mendoza 1946-48 PRIJosé Rico 1948-50 PRIGregorio Pedraza 1950-52 PRIVicente Guillén 1952-53 PRISaulo Méndez Serrano 1954-55 PRIEverardo Meza 1960 PRIAnastasio Solís 1960-61 PRIJosé Ayala Gómez 1961-66 PRINicolás Madrigal Colin 1966-69 PRISaulo Mendez Serrano 1970-73 PRILeocadio Esquivel Mora 1973-76 PRIManuel Ríos Castro 1976-79 PRISalvador Ríos Castro 1979-85 PRIAlfonso Yáñez Zavala 1985-88 PRIJosé Álvarez Virrueta 1988-1991 PRISalvador Rodríguez 1991-93 PRITeófilo Segura Lara 1993-1996 PRIJuan M. González 1996-1999 PRIJoaquín Fuentes Domínguez 1999-2003 PRIJ. Santos Ríos Castro 2003-2006 PRI
Fuente: elaboración propia.
Fue entonces cuando Saulo comenzó a amenazar y a quitarle sus tierras a estas mujeres, y
también a hombres enfermos o de avanzada edad.
Entre ellas destaca la señora Leida Margarita56 quien contaba con tierras bien ubicadas, la
mitad de éstas, es decir 4.5 ha, cerca del canal grande denominado Cupatitzio-Cajones y la otra
mitad se encontraba en el ejido El Huaco.
El problema que tuvo la señora Leida se suscito en la primer porción de tierras,
localizadas en el ejido de Gabriel Zamora, en ese entonces Lorenzo Estrada estaba como
Comisariado (1973-76), mientras que Saulo Méndez fungía como jefe de vigilancia en el ejido.
Fue este último quien vendió las tierras de la señora Leida al entonces jefe de zona del Banco
Ejidal de nombre Santos Sánchez.
Ante esta usurpación la señora Leida, entonces casada y con 10 hijos, peleó no sólo por
sus tierras, cuyos derechos se los había cedido un hermano emigrado a los Estados Unidos; su
lucha se extendió en la defensa de las tierras de sus compañeros Camila Trejo, Candelaria Tejeda,
6 El caso del robo de tierras que a continuación se presenta se basa en el testimonio proporcionado por la señora Leida Margarita, Lombardía, 2/03/06.
235
Penélope Mercado, Clotilde Aguilar, Susana Álvarez, Eunice Morales, Rogelio Zamudio,
Elizabeth Fernández, Amalia Salcedo, Ponciano Fuerte, Jacobo Guizar, entre otros.
Aconsejada por el personal de la Comisión Nacional Campesina (CNC) la señora Leida se
dirigió directamente al Registro Agrario Nacional de la ciudad de México, al departamento de
Procuración y Quejas, cuyo encargado de apellido Avilés Saucedo la mandó al mismo
departamento pero de Morelia, de allí le mandaron a un licenciado a Lombardía, pero poco hizo
al respecto. Entonces comenzó su peregrinar por nueve años hacia Morelia y la ciudad de
México, así coma las constantes amenazas e intentos de asesinatos a ella y sus compañeros.
Entre estos actos se encuentra el envenenamiento por ingesta de comida que sufrió la
señora Leida y una de sus compañeras; ambas se encontraban en la ciudad de México
gestionando su caso, acompañadas de miembros de la CNC. Por la tarde, llegó un representante
del ejido de Lombardía, -desconocemos su identidad-, y los invitó a comer a una marisquería.
Todos comieron diferentes platillos excepto la señora Leida y su compañera a quienes sin ordenar
les sirvieron un caldo y al percatarse de esta diferencia, aquella le advirtió a esta última que no se
lo comiera, pero hizo caso omiso; a los pocos minutos la mujer presentaba un vómito que sólo
pudo ser suspendido con asistencia médica en el hospital más cercano.
Otro caso le sucedió al señor Ponciano Fuerte envenenado en Lombardía por la ingesta de
tamales, quien también se logró salvar ante la oportuna intervención médica.
Otra acción ejercida en contra de de estas ejidatarias lo encontramos con una viuda de
nombre Antonia Salcedo de 80 años, a quien le introdujeron un paquete de marihuana en su casa
y la encarcelaron en Uruapan, no en Lombardía donde le correspondía, con la intensión de que no
se enteraran sus demás compañeras de su encierro. Al saber de su aprensión, éstas pagaron la
fianza. Finalmente recuperó sus tierras. Se rumora que fue Saulo Méndez quien mandó poner esta
hierba, ya que él vendió estas tierras a Santos Sánchez que era jefe de zona del Banco Ejidal, pero
una vez que su periodo terminó se las quitó y las volvió a vender al señor Anastasio Pineda.
Sin embargo hubo otros casos en los cuales jamás recuperaron sus tierras, como sucedió
con Candelaria Teja y Eunice Morales.
Después de nueve largos años, un día la señora Leida Margarita se localizaba en la ciudad
de México y ante la desesperación de no ser atendida entró por la fuerza a la oficina de Avilés
2 3 6
Saucedo, quien finalmente dio la orden del Departamento Agrario para que hubiera Asamblea y
se trataran estas querellas.
Lo complicado de estos casos, era que los implicados eran quienes presidían en el
Comisariado o en la presidencia municipal, sin embargo la orden que llegó tenía carácter de
urgente por lo que no hubo más remedio que convocarla. El día de la Asamblea Saulo Méndez
prohibió la entrada a la señora Leida, quien pudo entrar gracias a una carta poder que le había
mandado su hermano de los Estados Unidos, donde le cedía sus derechos sobre la tierra lo cual se
puso a votación en la Asamblea y se decidió que era válida esta sucesión, de esta manera fue
aceptada como ejidataria.
Como sus tierras ya estaban listas para sembrar pepino, ya que el que usufructuaba éstas
iba a sembrar esta hortaliza, la señora Leida, además, tuvo que pagar el monto invertido a Evelio
Téllez. Este señor había acompañado a Saulo en su vida política de desde los inicios del ejido
colectivo. Este personaje fue el tercer comisariado ejidal (1942-44) y el antagonista de Saulo
Méndez en la elección del cargo de jefe de compras en Uruapan.
Este tipo de abusos terminó gracias a la capacidad de maniobra de la señora Leida, quien
en todo momento estuvo dispuesta a luchar por su tierra y la de sus compañeros. Cabe mencionar
que a lo largo de los cerca de 10 años que duró este proceso anduvo armada con pistola, debido a
las amenazas y actos cometidos en contra suya.
Las asociaciones agrícolas y las empacadorasEstos hombres además de controlar la presidencia y el comisariado, también lo hacían con las
presidencias de las asociaciones y empaques de melón y/o algodón existentes en décadas pasadas.
Ante la oportunidad de mayores ganancias, ya que el melón y el peino eran pagados en
dólares, Saulo y sus allegados necesitaban invertir en éstos, lo único que faltaba era tierra donde
sembrar ya que ellos mismos eran los que extendían los permisos de siembra cuyo número estaba
controlado por el Banco Ejidal.
El cultivo del melón fue introducido en la década de los cincuenta. A los ejidatarios del
municipio de Gabriel Zamora se le presentó la oportunidad de sembrar esta hortaliza por medio
de representantes de compañías norteamericanas que refaccionaban a los ejidatarios que recién
2 3 7
les habían entregado sus tierras y algunas de ellas no estaban aún habilitadas para la siembra. Fue
entonces cuando llegó, como representante de una compañía norteamericana, Julián Bárcenas —
uno de los principales articuladores de la microacuenca— quien se enfocó principalmente al
ejido El Huaco, donde se daban los mejores melones. Pero también alcanzó a refaccionar en el
ejido de Gabriel Zamora.
De hecho Julián Bárcenas antes de que se dejara de producir melón de manera masiva por
la presencia de plagas, le propuso a Saulo Méndez invertir en el aguacate que ya por aquella
época empezaba su auge. Le ofreció 20 hectáreas para que sembrara aguacate en una huerta en
Charangueran, pero Saulo no aceptó.
Después llegaron cinco compañías más a la región de Tierra Caliente, entre ellas Brand
cuyo representante se llamaba Daniel Ramírez Gutiérrez, cada empaque contaba con una
asociación; en el caso de Brand le correspondía la Asociación Agrícola de Gabriel Zamora, que
representaba los intereses de los socios, en su mayoría ejidatarios, a acepción de 50 cultivadores
que venían de diferentes partes del país a invertir en la hortaliza.
Saulo Méndez fue presidente de la empacadora, según sus palabras, cerca de 30 años y
después de cumplir los primeros cuatro años como presidente, lo nombraron presidente de la
Asociación Agrícola de Gabriel Zamora, donde duró 12 años. Con lo cual controlaba la
asociación y el empaque, interviniendo en todo el proceso productivo del melón.
El hecho de que durara todo este tiempo al frente de ambas instituciones se debió según
sus palabras, a que antes de que entrara él como presidente del empaque, la mesa directiva
conformada por un presidente, un secretario y otros tres más que presidían la asociación, se
repartían todas las comisiones que la compañía norteamericana daba por cada caja exportada que
era de un dólar, mientras para el mercado nacional daban uno o dos pesos, entonces Saulo hizo lo
siguiente:
Este dinero ahora se repartía a todos los socios que eran 300, los cuales cerca de 50 no
eran ejidatarios, provenían de diferentes partes de la República Mexicana. Muchos de ellos
arrendaban las tierras.
Una ventaja de sembrar melón se debía a que su ciclo reproductivo era relativamente
corto, ya que desde diciembre se comenzaba a preparar la tierra y en marzo y abril se daba la
mejor cosecha. El resto del año se podía seguir sembrando maíz o arroz.
2 3 8
Otra razón más por la que permaneció tantos años al frente de la empacadora se debe a la
relación que Saulo Méndez mantenía con el dueño de la compañía Brand con sede en Mc Allen,
Texas a donde, junto con uno de sus hijos asistía a su casa para pasar unos días.
Estas relaciones tanto verticales como horizontales que este actor tuvo la capacidad de
extender, fueron fundamentales para que haya sobrevivido en la vida política de Lombardía por
más de 50 años.
Las obras de riego realizadas por personal de la CTy CB, la insuficiencia de agua y el cambio en el patrón de cultivos en la Tierra CalienteEn la zona baja este programa representó un impacto visual en los paisajes de toda la región del
Tepalcatepec, a partir de la creación del Distrito de Riego para Tierra Caliente, dividido en 12
unidades que abarcaban una extensión de 95,900 ha. Para estas fechas ya existían en la zona
sistemas menores de riego que sumaban 14, 208 ha con riego efectivo.
La entrada en operación de CT, va representar un cambio significativo en los paisajes de
toda la subcuenca del Tepalcatepec, ya que se tenía previsto irrigar más de 60 mil ha, es decir
casi las dos terceras partes de la tierra de labor, y más si se toma en cuenta que la mayor parte de
la tierra en esta zona eran haciendas preferentemente ganaderas, con sus excepciones como
Lombardía y Nueva Italia.
Las primeras obras de la CT tuvieron prioridad en zonas donde no hubiera riego, en este
sentido la ahora unidad Cupatitzio-Cajones —como se le nombró a partir de la CT a las tierras
que antes pertenecían a las haciendas de Lombardía y Nueve Italia— por contar con el mayor
número de hectáreas irrigadas e irrigables permaneció operando de la misma forma.
La parcelación del ejido colectivo en 1955 en lo que fuera la hacienda de Lombardía y la
entrega de una parte de las obras de riego, representaron cambios importantes en el paisaje de la
zona baja de la microcuenca, en el momento en que se reparte la tierra y el agua de manera 57 58
57 En los Reyes donde se aprovechaban 5,400 ha cuyas obras fueron hechas por cañeros con cooperación del gobierno federal y del estado. En Taretan se regaban ya 3,408 ha y en Ario de Rosales 1,400. Y por supuesto las de los Cusi que sumaban 4,000 ha de riego, aunque tenían abiertas al cultivo entre 10 mil y 12 mil ha en las que tampoco participó la CT.58 Crt. con Reyes (1961), para este autor el total de hectáreas en riego para esas fechas era de 13, 208 ha, es decir 1,000 ha menos, al parecer sólo contabiliza 3,000 ha de las 4,000 ha de riego que existían en Lombardía y Nueva Italia. Véase Ezio Cusi (1955) y Resolución (1938) en donde queda asentado que al momento de expropiación de las dos haciendas, este número era 4 mil ha con riego y 8,511 ha de irrigables.
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individual a los ejidatarios que conformaban los grupos de labor mencionados en el apartado
anterior.
Después del reparto individual, surgió una insuficiencia de agua que no permitió seguir
sembrando arroz en el ejido de Nueva Italia y anexos, mientras que en Gabriel Zamora y sus
cinco ejidos, sólo se aminoró. Lo anterior lleva a plantear que fue hasta el reparto individual de
las parcelas cuando dio inicio la falta de disponibilidad del agua, que no fue subsanada ni aún con
las obras de ampliación realizadas por personal de la CT, entregadas casi dos décadas después en
la unidad de riego Cupatitzio-Cajones.
Resulta paradójico pensar que a pesar de la puesta en marcha de las obras de riego
realizadas por el personal de las Comisiones, continuara la insuficiencia de agua. Los indicadores
que pueden hacer sostener esta afirmación y que también ilustran las transformaciones en los
paisajes ocurrida por esos años en la zona baja del área a tratar fueron; el incremento de la tierra
de labor y de riego; el arrendamiento de tierras e introducción de nuevos cultivos y la instalación
de tres plantas hidroeléctricas (cuya limitante ya mencionamos el principio del capítulo). A
continuación se describen las dos primeras causas:
a) Incremento de las tierras de labor y de riego. El primer indicador sobre la falta de
disponibilidad de agua, surge ya que no se consideró que anualmente en las dos haciendas sólo se
cultivaba una parte de los terrenos susceptibles de riego, ya que ambas contaban con 4,000 ha de
riego efectivo y 8,511 ha más de tierras irrigables, con una red de canales no aprovechable por
falta de agua y porque los Cusi dejaban descansar la tierra dos años para que recobrara su
fertilidad59 (Resolución 1938, s.p).
Cuando se hace el reparto se toman en cuenta todas estas hectáreas susceptibles de riego,
por lo que ya no alcanzó el agua para el arroz cuyo sistema es por inundación60 y las obras de la
CT fueron aplazadas en esta zona durante varios años por contar con el mayor número de
hectáreas en funcionamiento dentro de la región del Tepalcatepec. Fue hasta 1961, es decir,
después de 23 años, cuando se entregaron las nuevas obras (de 1938 a 1961).
9 Esta advertencia queda descrita en la Resolución integral que se hizo en 1938, sin embargo se olvida 12 años después, cuando se inician las obras de mejoramiento y ampliación de las tierras de riego de la unidad Cupatitzio- Cajones.60 El cultivo de arroz practicado en estas fincas consistía en mantener una lámina de agua de un centímetro en cada una de las diversas tablas sembradas con este cereal, lo que equivale a un gasto de tres litros por segundo y por hectárea (Resolución, 1938).
2 4 0
Para 1961 con los trabajos logrados por personal de la CT, había para la unidad Cupatitzio-
Cajones una superficie irrigada de 20 mil ha61 (SRH 1961, s.p). A pesar de este incremento en la
capacidad de conducción, el agua siguió sin alcanzar.
Con base en los logros de la CT, el gobierno de la República creo la Comisión del Balsas
(CB) en noviembre de 1960 (Cárdenas en Calderón 2001, 260). El principal fin sería el
aprovechamiento de los recursos naturales de la región que se extendía a lo largo de 112,320 km
en varios estados del centro-occidente del país. En Michoacán se ampliaría a un total de 55
municipios62 incluidos la sierra purhépecha, la depresión de Tierra Caliente y la Costa-sierra.
Para ampliar la infraestructura de riego construida por los Cusi fue necesario incrementar
la capacidad de conducción en los volúmenes de agua, para lo cual el personal de la CT revistió
los canales hechos cuando esta familia italiana fue dueña, además se construyeron varias presas y
se incrementó la capacidad de la tubería, con ello la disponibilidad del agua pasó de 7.20 m a 20
m (Reyes 1961, 23). Pero estas obras tardaron 23 años en concretarse, momento en el cual la
demanda de agua era mayor por la apertura indiscriminada de tierra para cultivos más rentables
como el algodón, el llamado “Oro Blanco”.
A pesar de la ampliación del sistema de riego Cupatitzio-Cajones, la distribución del agua
no fue suficiente, ya que no se tomó en cuenta que el paisaje comporta, además de formas
recientes, formas antiguas heredadas de un sistema anterior, pero integradas a un sistema actual
como formas vivientes.
El sistema hidráulico construido por los Cusi representa un ejemplo claro de lo anterior,
éste se ideó para funcionar en las dos haciendas; al fragmentarse en tres módulos se respeto la
misma traza, pero ahora inmerso en un sistema colectivo y años más tarde individualizado con el
reparto individual de la tierra; la forma fue la misma, pero el manejo, la organización del trabajo
y los intereses de cada ejidatario fueron distintos. Estos elementos fósiles pueden influenciar el
funcionamiento del conjunto por su inercia (Bazzana et al., 1983, 32, traducción propia).
1 Esta cifra parece ser que es incorrecta, ya que actualmente son poco más de 18 mil ha de riego que cuentan con titulo de concesión, las que se han incrementado a casi 30 mil; 12 mil se abrieron en el transcurso de los años de manera clandestina, por lo que no cuentan con título de concesión.62 Se incluyó la mitad del estado de México, los estados de Morelos en su totalidad, una porción de Tlaxcala y la montaña Oaxaqueña y sur de Jalisco (Calderón 2001, 261).
241
Queda claro que el sistema de los Cusi ha llegado a determinar el funcionamiento de este
conjunto de una manera limitativa, ya que no alcanzó el agua para la apertura de más hectáreas
dedicadas al cultivo del arroz.
b) El arrendamiento de tierras e introducción de nuevos cultivos. Con la apertura
indiscriminada de tierras se perdió la racionalidad y el control que los Cusi habían impuesto para
el riego, ello a partir del inicio del arrendamiento de tierras a actores externos que introdujeron
nuevos cultivos; circunstancia iniciada por la insuficiencia de financiamiento por parte del Banco
Ejidal para la habilitación de las parcelas.63
El algodón
En los años cincuenta un inversionista del estado de Colima decidió en unión con un grupo de
agricultores, obtener un crédito para aumentar la superficie cultivada de algodón en Tierra
Caliente, para lo cual se obtuvo un crédito con la Compañía Algodonera de Oriente, S. A.,
institución fundada por un grupo de industriales de Puebla. Parte de esta inversión se canalizó en
los ejidos de Antúnez, Nueva Italia y Gámbara —los dos últimos pertenecientes al entonces
municipio de Zaragoza (actual Fco. J. Múgica)—, en Michoacán (Barbosa 1972, 46). Esta vez el
financiamiento procedía de capital privado y no únicamente del Banco Ejidal como se otorgó en
un principio.
De manera posterior, un grupo de agricultores provenientes de Los Reyes, La Laguna y
Tecomán introdujeron la siembra del algodón en el municipio de Zaragoza.
La extensión* 64 en toda la región de Tierra Caliente, para el ciclo agrícola de 1949-50 era
de 12 ha de algodón, 10 años después, 1959-60, se incrementó a 4,099 ha cultivadas, de las
3 La opción más pronta a dicha situación fue el arrendamiento de tierras a sujetos del exterior a cambio de despedregar, cercar las tierras, desmontar y acondicionarlas para el riego, el gasto aproximado por hectárea era de $1,930 (Reyes, 1961, 31). Según Barkin y King el costo por hectárea de tierra irrigable era de aproximadamente $2,550 para la región del Tepalcatepec, mientras en el resto del país era de $5,230 a precios de 1960. La diferenciade precio radicaba en las favorables características físicas de la zona (Barkin et al., 1970, 133).64El algodón adquirió importancia a partir de 1939 cuando la producción aumento 13 veces y el consumo interno se duplicó. La notable expansión de este cultivo se debió en buena mediada a la política de apoyo a los precios sostenida por los Estados Unidos de Norteamérica, que era el principal comprador e inversionista en este renglón (Glantz 1974, 165). Para 1964 la producción de algodón mexicano llegó a ocupar el segundo lugar en el mundo (Palerm en Glantz 1974, 164).
2 4 2
cuales el 36.5% (1,500 ha) le correspondían a Zaragoza, lo que significó ser el primer productor
en superficie cosechada en toda Tierra Caliente, sólo seguido de Buenavista con 1,302 ha
(Barkin 1965, 40 y 44).
El arrendamiento de tierras se debió principalmente a dos causas: que el gobierno federal,
a través del Banco Ejidal no contaba con el suficiente numerario para refaccionar a la agricultura
de la región y, por el otro, estaba el hecho de que las obras de habilitación de los terrenos de
siembra emprendidas por la comisión del Balsas y su antecesora, estaban inconclusas; las
parcelas tenían que despedregarse, encercar, desmontar y acondicionarlas para el riego. Entonces
el gran damero presente en la época de las haciendas ahora se dividió en pequeños recuadros de
10 ha, que pasaron del verde del arroz a un blanco moteado propio del algodonero.
Después de cuatro años (1956-60) de arreglos convencionales, entre arrendador y
arrendatario, intervino el personal del Departamento Agrario para posibilitar esta acción en
términos legales. La primera solución jurídica legal que permitiera sembrar en terrenos ejidales
fue el Convenio en Asociación en Participación65 que sorpresivamente duraría sólo dos años,
cuando el jefe del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización declarara como nula estos
contratos. Fue en 1963 cuando la Asociación de Productores de Algodón del Valle de
Apatzingán, presentó un nuevo contrato que permitiera la continuación del arrendamiento
titulado Contrato de Apertura de Crédito y Avío, aprobada por el Departamento Agrario en
noviembre de 1963.66
En 1960 alrededor de 5,000 ha de terreno laborable estaban totalmente empedradas en
Zaragoza, tres años después de arrendarlas disminuyeron a 2,944 has. El arrendamiento de tierras
ejidales fue tal que para el año de 1966, 52.2 % (es decir 6,721 ha) de los ejidatarios rentaba a
otros su parcela (Barbosa 1972, 47, 50 y 53).
Si bien es cierto que el algodón requería menos agua, por otro lado, con su introducción se
incrementó la tierra sembrada, ya que los ejidatarios ocupaban una parte de la tierra y la sobrante
65 Esta figura jurídica disfrazaba el arrendamiento de tierras ejidales en la forma de un contrato que beneficiaba al ejidatario con la habilitación de la tierra (Reyes 1961, 37).66 Este contrato sólo cambiaría en términos cuantitativos al anterior, el pago de una renta mayor al ejidatario de $350 fijados con anterioridad a $700 por cada hectárea alquilada. Otra de las supuestas ventajas era que los ejidatarios se beneficiarían con la capacitación al estar en contacto con técnicas asociadas a nuevas semillas (Reyes 1961, 51).
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la rentaban. Básicamente los arrendamientos se dieron en las hectáreas de riego, por lo que los
“beneficiarios del desarrollo” fueron actores exógenos.
Pero tarde o temprano la producción del algodón sucumbió con la introducción a nivel
mundial, de nuevos productos de origen industrial como las fibras sintéticas, lo cual limitó su
demanda. Las plagas fueron otro factor decisivo en su desaparición en toda la Tierra Caliente
Michoacana, que al no contar con una estación fría imposibilitaba la muerte de las plagas, dando
como consecuencia un mayor uso de insecticidas y así la resistencia de la plaga y la necesidad de
aplicar más químicos, lo que eleva el costo de producción.
Como en los ejidos de Gabriel Zamora (Santa Casilda, Miguel del Rincón, El Capire de
Lombardía y Charapendo) presentaban circunstancias favorables se continuó cultivando arroz.
Este sistema contaba con más abastecimiento de agua para la agricultura, por dos razones; porque
era el primer módulo en recibir sus 3.5 m correspondientes en aquellas épocas y de manera más
o menos constante ya que el agua procedía directamente de la planta Zumpimito y no era retenida
en la segunda planta, El Cóbano. En segundo lugar, está el hecho de contar con un extra del vital
líquido por su posición geográfica.67
Para finales de los años sesenta los ejidatarios de Gabriel Zamora proseguían la siembra
de arroz con la semilla denominada Colima que difícilmente alcanzaba seis toneladas por
hectárea. Fue en 1968 cuando el ingeniero Maximiliano Rivera del ejido de Gabriel Zamora —
recién egresado de la Facultad de Agrobiología “Benito Juárez” con cede en Uruapan—,
introdujo un cambio tecnológico a partir de la siembra de la variedad mejorada Milagro Filipino,
como parte de un proyecto dirigido por el Instituto Nacional de Investigaciones.
Este grano de arroz tenía la virtud de rendir nueve toneladas por hectárea, es decir, tres
toneladas más.68 Tiempo después se extendió por todo el distrito de Apatzingán y de manera
posterior al estado de Colima y al sureste mexicano. El cambio cultural a partir de la
introducción de este cultivo se dio a partir de la sustitución de la técnica del voleo e inundación
67 Sobre este último punto está el hecho de contar con ríos o arroyos de menor importancia que circundan la zona como son El Cóbano, que pasa al poniente de la localidad de Charapendo; El Platanillo, afluente del río Cupatitzio, el cual se localiza al norte de la localidad Barranca Honda y los arroyos San Salvador y La Cirandilla que van por la zona oriente de la cabecera municipal. Esta posición ha permitido que cuente con un sólo pozo profundo y el único módulo donde se continúa sembrando arroz con excelentes rendimientos, como veremos más adelante.68 Información obtenida a partir de la entrevista realizada al ingeniero Maximiliano Rivera, el día 20 de noviembre de 2004.
2 4 4
al trasplante de la planta, por lo que se ahorraba agua, además de prescindir del ganado dentro
del ciclo de cultivo del arroz. También la utilización de fertilizantes y otros insumos crearon
nuevas dependencias con la estructura central.
La producción de arroz continuó en este municipio de manera regular, para la década de
los ochenta contaba con 60% de la superficie en los dos ciclos, Parácuaro, con 31%; y otros, con
el 9% (Andrés et al., 1994, 406). Para el ciclo 2002 la superficie del cultivo de este cereal ha
disminuido a 700 hectáreas en detrimento de los frutales introducidos en décadas anteriores. Pero
la condición de estar ubicado al principio del sistema Cupatitzio-Cajones contribuye de manera
decisiva a que en Gabriel Zamora se continúe como el primer municipio productor de arroz de la
zona baja y Parácuaro en segundo, ubicado en el nacimiento de los manantiales del mismo
nombre.
Tanto la ubicación geográfica como la introducción de la semilla mejorada Milagro
Filipino, ayudaron en la continuación del cultivo del arroz en el municipio de Gabriel Zamora.
Pero tanto el algodón como el arroz eran monocultivos que impedían implantar la
diversificación de la producción agropecuaria que desde finales de la década de los años
cincuenta se pretendía desarrollar a nivel nacional. El personal encargado de este proyecto
procedía de la Comisión Nacional del Maíz, sus tres fines de esta institución eran: 1) La
diversificación de las actividades agropecuarias; 2) Supresión racional de monocultivos; y c)
Mayor ocupación del campesino/ejidatario en su predio, con tendencias a su mejoramiento y
conservación (Comisión Nacional del Maíz 1959, 1-2).
Esta diversificación se lograría con la eliminación de actividades monocultoras, ya se
tratara del maíz, algodón o la extensa variedad de productos tropicales. A partir de este momento
tanto la superficie del algodón, como el arroz fue disminuyendo en toda la Tierra Caliente de
Michoacán, para dar paso a otros cultivos que si bien ya eran sembrados con anterioridad, no se
les había dado la importancia, uno de éstos era el melón.
El hecho que dio impulso a la diversificación de los cultivos se presentaría una década
después, una vez que Estados Unidos, el mayor productor de alimentos del mundo, se fue
especializando cada vez más en la producción del trigo y maíz, aumentando su dependencia de la
importación de productos, en especial de los frutales y hortalizas. A partir de las décadas de los
245
setentas y en especial en los ochenta hubo una reestructuración en la producción agrícola de
Tierra Caliente, en la cual predominarán los cultivos frutales.
El melón
Este cultivo fue introducido poco antes del algodón. Para 1955 en el estado ocupaba 1,949 ha
que se incrementaron a casi el doble un año después, cuya superficie fue de 4,541 ha. Pero el
incremento más notorio fue en el ciclo1960-1961 cuando ascendió de 5,395 a 7,660 has (Plan
Lerma, 1969). Entre los principales y casi únicos municipios productores se encontraba en 1966,
en primer lugar Parácuaro con 1,155 ha cosechadas, seguido de Apatzingán con 1,100, la
Huacana con 450 ha, Zaragoza con 416 ha y Gabriel Zamora con 310 ha; de un total estatal de
4,097 ha.
Para principios de los ochenta Michoacán era el primer productor de melón, llegando a
aportar el 50% de la producción nacional (Banco de Crédito Rural 1982, 2). Para el ciclo 1982-83
la superficie programada fue de 5,260 ha. Pero el sobregiro de la superficie sembrada no
programada -entre un 20 a un 30%-, influyó en la comercialización de la producción en forma
desfavorable a los productores por el abaratamiento de su fruta (Banco de Crédito Rural 1982, 2).
Aunado a lo anterior las plagas y enfermedades como la mosca blanca, doradilla,
cenicilla, mirador y la fungocis, consumieron a principios de la década de los ochenta en el
Distrito de Riego 97 de Apatzingán, 2,287 ha con siniestro parcial y 516 ha en su totalidad. Ello
fue consecuencia de una deficiente asistencia técnica, de una concentración de insecticidas que
incrementaron la resistencia de las plagas y enfermedades, el alto nivel de humedad que crea las
condiciones para el desarrollo de enfermedades fungosas y por último, a que 60% de la superficie
sembrada de melón haya desembocado nuevamente en monocultivo (Banco de Crédito Rural
1982, 12-13).
En cuanto a la relación que existía entre este cultivo con el exterior tenemos que al
exportarse, la demanda y los precios de esta hortaliza estuvieron sujetos a la oferta y demanda del
mercado estadounidense, más de 60% era absorbido por este país. Este tipo de conexiones crean
dependencias con mercados externos, por lo que el futuro económico del ejidatario depende de
las fluctuaciones en el mercado internacional, lo cual en cierta forma lo hace más vulnerable.
2 4 6
El ciclo otoño-invierno de 1987 marcó el inició de la crisis de este cultivo, ya que de 10,000 ha
sembradas, dos años después descendieron a 3,000 ha. El cultivo se ha desplazado a otras
regiones productoras e incluso a otros estados, principalmente por fuertes problemas
fitosanitarios, bajos rendimientos y deficiente calidad de la fruta (Andrés 1994, 287).
De esta manera se tiene que este segmento sociocultural representado por los ejidatarios
se va volviendo más complejo en la medida en que se integra al mercado estadounidense por
medio de cultivos de exportación como el algodón y el melón, y de esta manera se va creando
una mayor dependencia económica a un sistema sociocultural mayor.
Cultivos perenes
En los primeros años de la década de los setenta encontramos en toda la región de Tierra
Caliente, el incremento e introducción de cultivos como la papaya, el mango, el limón y las
plantaciones a gran escala del plátano.
El limón fue introducido en esta parte de la microcuenca por la familia Cusi, a principios
de siglo XX, cuya producción alcanzó 25 mil árboles de limones que producían más de 100 mil
cajas al año. Su aprovechamiento fue en fresco. En 24 años el cultivo casi ha triplicado su
superficie, pasó de 12,390 ha a 34,649 ha en el 2003.
A nivel estatal la superficie sembrada de estos frutales presenta un incremento notable en
la mayoría de los casos, una excepción es el plátano que ha disminuido: en 1980 había un total de
5,378 ha sembradas, una década después 7,536 ha y para el 2003 se registraron 4,122, es decir va
a la baja. El mango ha incrementado notoriamente su superficie; en 1980 se registraban 6,862 ha
y en el ciclo 2003 fue de 23,515 ha. Por último, la papaya ha pasado de 762 ha en 1980 a 1,558
en 2003.
2 4 7
Síntesis
Aunque en primer instancia pudiera parecer que los ejidatarios de la Tierra Caliente fueron los
principales beneficiarios del programa de desarrollo llevado a cabo por las comisiones del
Tepalcatepec y del Balsas debido a que el mayor monto invertido se canalizó mayoritariamente a
esta zona, en los hechos esto tiene poco de cierto ya que al revisar los beneficios posteriores,
vimos que los propietarios privados que habitan en la Tierra Templada fueron los más
beneficiados, debido a las mejoras a la ciudad; los servicios con que se dotó a la población; como
el servicio de las tres plantas hidroeléctricas que fueron mejor aprovechadas en la incipiente
industria y para el riego por medio de pozos profundos para las huertas de aguacates que
necesitan energía para la extracción del agua subterránea.
Sin embargo el programa representó un impacto paisajístico con la planeación de nuevas
carreteras, la ampliación y construcción de sistemas de riego (presas, puentes, sifones, entre
otras) escuelas, clínicas, centros de mejora para el ganado y la agricultura, entre otras
instituciones; además de que se formaron ciudades medias como Nueva Italia donde sólo había
ranchos que congregaban a unas pocas familias con recursos básicos para sobrevivir.
Después del reparto de las haciendas de Lombardía y Nueva Italia el personal de las
Comisiones amplió la capacidad del sistema hidráulico realizado por la familia Cusi siguiendo en
la mayor parte la misma traza que la anterior, lo que en cierta medida limitó al nuevo sistema ya
que el anterior fue ideado para manejarse en estos dos grandes latifundios con un mismo dueño y
no para ser aprovechado de forma individual.
Por otro lado, se pudo ver que la actuación del programa ejecutado por las Comisiones
fue desigual en su actuar ya que la zona menos favorecida fue la Tierra Fría, donde sólo se
avanzó un tramo de la carretera Uruapan-Tancítaro y la brecha Uruapan-San Juan.
Dejando a un lado el sesgo de desgracia, con la erupción del Parícutin el territorio de San
Juan se expandió hacia el sur y años más tarde hubo una revalorización y recuperación de sus
bosques que trabajarían a partir del aserradero comunal. Esta revalorización se extiende a otros
recursos como las tierras comunales que estaban en posesión de propietarios privados. Lo mismo
sucede con el agua que en los últimos años también han recuperado su control a través de las
aguas de los manantiales que le pertenecen a la comunidad.
2 4 8
CONCLUSIONES
En el presente trabajo hemos expuesto de manera sincrónica las transformaciones que han
sufrido los paisajes de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, a lo largo de 150 años. Sin
embargo, para la conclusión se decidió presentar una estructura distinta determinada por los
tres pisos bioclimáticos que componen una microcuenca: la Tierra Fría, la Tierra Templada
y la Tierra Caliente.
Expuesto de esta manera se da razón del devenir de los tres recursos que hay que
tomar en cuenta para el análisis de esta área geográfica: el bosque, la tierra y el agua, ya
que es a partir de su aprovechamiento o sobre-aprovechamiento, que han ocurrido estas
transformaciones paisajísticas. Por otro lado, al presentar esta estructura se presentará de
manera más clara otro de los objetivos de este trabajo; el deterioro medio-ambiental sufrido
por la microcuenca del Cupatitzio-Marqués.
Tierra Fría
En la Tierra Fría el recurso que cobró el papel protagónico fue el forestal, conocer el
devenir de éste involucró a los dos recursos restantes, es decir, la tierra y el agua.
Los cambios en la tenencia de la tierra que han ocurrido en poco más de 150 años
en la comunidad de San Juan, han ido de la mano con la deforestación y el subsiguiente
cambio de uso de suelo a frutícola. A su vez estos cambios han provocado alteraciones en
los niveles del agua subterránea que se genera en la zona de absorción de la microcuenca
del Cupatitzio-Marqués.
La historia de estos cambios se contextualiza en un periodo donde el liberalismo fue
el sustento ideológico que puso en circulación la tierra de las corporaciones civiles y
eclesiásticas. Fue a partir de las leyes estatales de 1827 y 1851, que se pugnaría por la
división de estas tierras, mientras que la Ley Lerdo vino a consolidar este proceso cuyos
efectos más inmediatos fueron la intromisión de la propiedad privada en las tierras
comunales de la Tierra Fría, tanto boscosa como agrícola.
¿Cuál fue el efecto de estas Leyes en los paisajes forestales de este piso altitudinal?
Aquí, la búsqueda sistemática en los archivos nos ayudaron al armado de un complicado
rompecabezas cuyas piezas se encontraban esparcidas en el Archivo de la Procuraduría
Agraria con sede en Uruapan, en el Registro Agrario (con varias sedes), El Archivo General
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de Notarías de Morelia y en el Archivo Histórico General del Poder Ejecutivo de
Michoacán.
Las entrevistas realizadas a miembros de la comunidad nos ayudaron a conocer las
continuidades y consecuencias, que hasta nuestros días prosiguen los conflictos generados a
partir de la promulgación de dichas Leyes.
A partir de esta información pudimos conocer las formas como se logró el cambio
en la tenencia de la tierra de comunal a privada a partir de la promulgación de las Leyes
antes aludidas y que directa o indirectamente han afectado la cubierta forestal, a partir del
cambio de tenencia de la tierra de en la zona de recarga, estas fueron.
a) Cesiones voluntarias por parte de la comunidad por pago de abogados; b) actas
judiciales de intestados; c) adjudicaciones; d) transferencia o venta voluntaria de predio
ante las crisis agrícolas del siglo del último tercio del siglo XIX; y e) formas múltiples que
se presentaron a partir de 1930 (variaciones catastrales, certificados de la receptoria de
rentas, diligencias de información ad- perpetuam, testamentos, ventas simuladas y
prescripciones).
Las acciones legales a través de las cuales se produjo el cambio de la tenencia
comunal a privada fueron en su mayoría logradas aplicando las Leyes de Reforma de una
manera abyecta.
Como ejemplo tenemos la circular del 9 de octubre de 1856, la cual especificaba
que las adjudicaciones que presentaran los denunciantes ante el prefecto debían tener la
renuncia expresa del arrendatario en la escritura otorgada a favor de la otra persona. A
excepción del caso de Miguel Equihua —donde sí hubo una sesión por parte de los
comuneros como pago de sus servicios como abogado—, no se encontró otro caso similar
en la revisión que se realizó en los archivos consultados.
Años más tarde el recurso forestal recibiría otro golpe bajo (sin estar involucrada la
tenencia de la tierra) a partir de los permisos que el gobierno federal había extendido, con el
fin de reorganizar este recurso, a madereros asentados en Uruapan a quienes permitió la
extracción de pinos y encinos, en periodos de 10, 20 y hasta 30 años, ello durante la
primera década del siglo XX. Entre estos hombres destacan Pedro Inart que podía extraer 9
mil pinos, Juan Narvarte con 1,200 pinos, José Farías y Torres con 2 mil pinos y Santiago
Slade.
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Los Inart, Narvarte, Farias junto con apellidos como Coria, Hurtado, Martínez y Ruiz y
Teviño formaron un grupo en el cual encontramos sus nombres entre los funcionarios del
ayuntamiento de Uruapan, así como entre los hombres que controlaban el comercio, la
agricultura y poseían las más envidiables haciendas de esta fértil zona.
Entre las haciendas que les pertenecían estaban aquellas que se conformaron a partir de la
propiedad comunal con las Leyes de Reforma, dispuestas en Uruapan y en la zona
transitoria entre la Tierra Fría y la Templada.
Y un puñado más de ellos los encontramos entre los funcionarios que laboraban en
el gobierno local como el Espiridión Coria; en el estatal con el propio gobernador Aristeo
Mercado, o nacional con Eduardo Ruiz, miembro del gabinete de Porfirio Díaz. Con lo cual
la línea que separa al Estado con la sociedad se vuelve poco visible y donde los intereses
personal y de grupo prevalecen.
No obstante, el control de los bosques continuó en manos ajenas a la comunidad ya
que había una gran demanda de resina para usos industriales. Poco pudieron hacer los
habitantes de San Juan ante esta extracción indiscriminada que se llevaba a cabo en sus
bosques.
Un chispazo de esperanza surgió una vez promulgada la Ley de Restitución de
Bienes Comunales de 1931, a partir de la cual se presentó la oportunidad de solicitar el
expediente de restitución y confirmación de sus bienes. Sería hasta 1949 cuando los
representantes de la comunidad solicitaron ésta, sin embargo tardaron algunas décadas en
obtener resultados a su favor.
A finales de la década de los cuarenta entró en función el programa regional de la
Comisión del Tepalcatepec que abarcaba a la microcuenca del Cupatitzio-Marqués. Sin
embargo, los proyectos dirigidos a esta área se redujeron en materia de perforación de
pozos profundos para el abasto público-urbano y la construcción de caminos de tercería en
la ruta Uruapan-San Juan-Tancítaro. Ello a pesar de la advertencia hecha por Aguirre
Beltrán sobre la zona: la inminente pobreza de los habitantes de la “Mesta Tarasca.”
Sin embargo, una acción muy acertada que emprenderían los comuneros, para
revertir los efectos a la baja del recurso forestal y de la intromisión de la propiedad privada
a terrenos comunales, se presentó con la creación de la Empresa Forestal. A finales de los
años setenta del siglo pasado, con la experiencia de haber formado parte de la Unión de
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Ejidos y Comunidades Indígenas Forestales de la Meseta Tarasca “Luis Echeverría
Álvarez”, los comuneros de San Juan crearon su propia empresa. Concomitante a lo
anterior, el decreto de la nueva Ley Forestal de 1986 otorgó pleno control de este recurso
al campesinado organizado.
El mayor logro de la creación de esta empresa ha sido la paulatina recuperación del control
forestal por parte de los comuneros y donde la tierra y el agua han estado involucradas
también.
Un gran porcentaje de las ganancias generadas por esta asociación, se han destinado
al gasto que conlleva recuperar legalmente aquellas tierras que antaño fueran “vendidas” a
partir de las Leyes de Reforma. La recuperación de poco más de 4,000 ha va por muy buen
camino, ya que más de la mitad ya forman parte del territorio comunal.
En un primer momento, los predios con cubierta forestal fueron el principal objetivo
en esta recuperación. Estos predios continuaron con su cubierta forestal gracias a la
obtención de resina que por aquellos años tenía gran demanda para los usos industriales.
Otros más, sobre todo los ya deforestados, fueron utilizados como experimento para
una nueva variedad provenientes del estado de California del vecino país, el aguacate Hass.
El cual en pocos años se extendió por esta zona ecológica con un éxito inusitado. Hoy día
los predios donde se instalaron huertas que surgieron a partir de este experimento, lograron
su certificación para poder exportar, así como el mejor acceso a las aguas provenientes de
los manantiales de la comunidad. Éstas son el foco de interés por parte de la Empresa
Forestal. Y es que cuando se recupera una huerta de estas características también se hace
con el agua que procede de los manantiales comunales y con ello su control.
Con la introducción del aguacate vendría aparejado la extracción de la riqueza
hídrica de la zona de absorción de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués. Un número
considerable de los más de 50 manantiales localizados sobre territorio comunal de San
Juan, comenzaron a ser utilizados para el riego de los árboles de aguacate. De igual manera
el agua subterránea corrió la misma suerte para llegar a aquellos terrenos accidentados
donde el riego rodado no llegaba.
En las negociaciones que se han hecho para recuperar estas huertas, el agua ha
jugado un papel fundamental, como sucedió en el caso de La Perita, donde el anterior
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dueño cedió ésta a cambio del acceso al agua para el riego de otra de sus huertas de mayor
extensión.
Hoy día, los comuneros están cada vez más interesados en recuperar estas tierras,
que aquellos predios con cubierta forestal. De continuar esta tendencia, los paisajes de la
Tierra Templada continuarán en constante cambio.
Los mismos comuneros han extraído los pinos de sus tierras para plantar aguacates, cambio
promovido por la misma Empresa Forestal. Con lo cual el personal que labora en ésta tiene
la enorme tarea de crear un nuevo discurso que justifique un manejo sustentable del bosque
y del agua sin que se vean afectados por el cambio inminente del uso de suelo de forestal a
frutícola.
La Tierra Templada
En la Tierra Templada, nos orientamos a aquellas transformaciones paisajísticas asociadas
al suministro del agua y la generación de energía eléctrica para los habitantes de la ciudad
de Uruapan.
Si bien el recurso agua cobra un papel crucial en el análisis de esta zona de la
microcuenca —donde brota el agua que proviene de manera subterránea de la zona de
absorción—, de manera recurrente, la tierra como el bosque están involucrados en su
análisis.
En un primer momento, la información que encontramos en el AHA fue
fundamental para el desarrollo de este apartado, donde a partir de las concesiones de agua
extendidas por las diversas instituciones encargadas de este rubro, nos proporcionaron datos
relacionados con las transformaciones ocurridas en los paisajes de esta la Tierra Templada
relacionados con la infraestructura hidráulica.
Fue a partir de la nacionalización de las aguas nacionales, luego de redactada la Ley
de 1888 y las posteriores leyes (que perfeccionaron este proceso), que se generó cientos de
fojas para ratificar las concesiones de agua que con anterioridad se habían otorgado durante
la Colonia o por los gobiernos estatales del México independiente.
En este proceso, se vislumbró en un inicio a un Estado poco enterado de los recursos
acuíferos existentes en el estado de Michoacán (y en general a nivel nacional). Su interés
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radicaba en las concesiones de uso industrial y sólo las agrícolas orientadas a grandes
extensiones. Poco le interesó cobrar impuestos en el rubro doméstico, así como a pequeños
agricultores.
Fue en esta misma época, cuando las leyes de colonización, producto del proyecto
liberal de Porfirio Díaz, dieron resultados a partir de la llegada a Uruapan de más de medio
centenar se extranjeros quienes invirtieron en la industria y la agricultura. De hecho,
muchas de las nuevas concesiones se otorgaron a ellos y la gran mayoría de las fábricas
dispuestas a lo largo del cause del Cupatitzio-Marqués les pertenecían.
Con estas oportunidades que otorgaba el gobierno a los inversionistas fue cuando el enorme
torrente de agua existente en la Tierra Templada se potencializó, para por medio de su
fuerza generar, primero energía motriz y años después energía eléctrica.
Las fábricas de San Pedro y La Providencia fueron testigos de este proceso de
trasformación de energía. Fue la primera de éstas que alcanzó una producción energética
mayor a la que requerían sus telares y sus dueños pudieron vender este remanente a los
habitantes de la ciudad.
A lo largo de la nacionalización de los recursos acuíferos encontramos que en él
participaron los mismos usuarios, quienes en el caso particular del río Cupatitzio-Marqués
y el arroyo Santa Bárbara, fueron ellos quienes pidieron el cambio de jurisdicción de estatal
al federal, ya que de acuerdo con las palabras de un usuario, le resultaba más seguro que se
cambiara la jurisdicción de este río, ya que le daban mayor confianza las leyes nacionales
que las cambiantes estatales.
Si bien la nacionalización fue un cambio administrativo donde el control de las
concesiones de agua pasó del municipal y/o estatal al federal, éste se realizó de manera
lenta. En el caso de todos los afluentes que forman parte de la microcuenca del Cupatitzio-
Marqués inició en 1909 y finalizó en 1973, es decir 64 años después.
Entonces podemos decir que la nacionalización fue un largo proceso que significó
un parteaguas en el manejo del recurso acuífero, ya que por un lado al manejarse las
diferentes corrientes de agua de la microcuenca por diferentes instancias, coadyuvó al
deterioro de ésta. Las políticas y proyectos que cada institución tenía para con los diferentes
cuerpos de agua tributarios del río Cupatitzio-Marqués, siempre fueron por separado y los
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efectos que causó, otorgar o no determinada concesión, en el bienestar del resto de la
microcuenca simplemente no fueron vislumbrados.
Sería hasta la CT y la CB cuando se puso en práctica el manejo integral por cuenca.
El desarrollo de la región del Tepalcatepec incluía a la microcuenca del Cupatitzio-
Marqués, donde precisamente se instaló el centro de operación. La ciudad de Uruapan fue
la elegida para albergar al personal administrativo de dicho proyecto.
De entre los numerosos efectos que causó este programa en la Tierra Templada, nos
avocamos al crecimiento poblacional en la ciudad y por ende en la mancha urbana.
Entonces el enorme caudal del agua que emanaba a través de los numerosos
manantiales en la zona de escurrimiento, paulatinamente se fueron entubando para ser
utilizados para el abasto doméstico y para los frutales tan característicos de esta zona.
Los paisajes urbanos crecieron primero sobre tierras ejidales con poca calidad productiva y
después sobre aquellas con alta productividad, ya que fue más redituable lotificar estos
terrenos ante la oferta de los fraccionadores.
Los efectos negativos de este crecimiento también abarcaron al sistema hidráulico
construido en la ciudad en la década de los cuarenta. Gran parte del sistema Llanos de
Uruapan, que fuera construido como un complemento del reparto agrario, a los pocos años
de su construcción quedó en desuso para los ejidatarios y se convirtió en drenaje de las
nuevas colonias y fraccionamientos residenciales.
Fue entonces cuando la ciudad de Uruapan se llenó de tubos azules y cobrizos de 20
a 30 pulgadas, que conducían el agua para las nuevas colonias. Algunos de estos tubos
corrían al ras del pavimento o de manera subterránea, por debajo de avenidas, calles y
viviendas.
Otro factor concomitante al crecimiento poblacional y urbano se presentó en la
década de los sesenta con la llegada a esta zona del aguacate Hass, que demandó manos
trabajadores que llegaron primero de la sierra Purhépecha y luego de la Tierra Caliente.
Este cultivo vino a tapizar los cerros, laderas y los pies de montes. De manera paulatina, los
bosques de pinos y encinos, tan característicos de Uruapan, fueron desapareciendo
conforme se convertían en huertas de aguacate.
Las huellas sobre los paisajes que traería este cultivo en relación al agua, se hicieron
visibles por las unidades de riego que se construyeron para alimentar a las huertas. Uno de
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ellos fue el de Los Conejos que surcó las tierras que corren de San Juan a Uruapan con sus
canales.
En esta misma área, se instalaron empacadoras nacionales y trasnacionales para la
exportación de este frutal proveniente de la sierra Purhépecha.
Estas huertas ocuparon gran parte del agua que antes nacía en la Tierra Templada y
se desplazaba de manera natural hacia la Tierra Caliente. La que con el paso de los años
mermo su caudal hacia esa zona debido a la demanda que ahora existía en la ciudad y en las
huertas frutícolas de Uruapan.
Entre las causas de la disminución en el caudal del agua del río Cupatitzio-Marqués
a la altura de la Tierra Caliente —de 17 m por segundo, que se presentaban en 1951, a 12
m por segundo, que son los que se han registrado en años recientes—, se debe a la tala
inmoderada del recurso forestal; al hecho de que a lo largo de estos 150 años se han
entubado 10 manantiales para abastecer el consumo público urbano de la ciudad de
Uruapan; así como la perforación de pozos para este mismo fin y la agricultura.
Causas que en su mayoría se han presentado en la Tierra Templada que ha
presentado el mayor desarrollo económico de las tres zonas de la microcuenca y el cual se
ha dado a costa del que se planeó en la siguiente zona, en la Tierra Caliente.
El desarrollo de Uruapan por su potencial en el recurso hídrico, se orientó hacia el
aspecto industrial desde finales del XIX, sin embargo el sector que mejor se ha desarrollado
ha sido el agrícola, por lo que la competencia por el agua para el riego en este mismo rubro,
con las restantes zonas se ha exacerbado.
La disminución del agua y la consecuente mala calidad de esta por la falta de
drenaje, así como su deficiente tratamiento, son los que en cierta medida han definido el
desarrollo de la Tierra Caliente. Con lo cual hoy día cabe plantearse un desarrollo urbano,
con todo lo que implica, donde se vislumbren los efectos que pudiera causar éste en
aquellas zonas donde se desbordan los desechos y donde se evidencian los errores de los
programas gubernamentales, la práctica abyecta de las leyes, las soluciones inmediatas que
toman los funcionarios para salir del paso, así como los excesos y miserias de éstos en la
política local, estatal y nacional.
Tierra Caliente
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Los paisajes localizados entre la Tierra Templada y la Tierra Caliente cambian de manera
radical en un transecto de 30 kilómetros, donde el río Cupatitzio-Marqués se esconde en
una especie de laberinto que forman las barrancas.
Esta característica atrajo el interés de más de dos inversionistas en el ramo
agroindustrial. Varias fueron las peticiones que hicieron para aprovechar el torrente del
agua como fuerza motriz desde finales del siglo XIX.
Fue hasta 1907 cuando a los hermanos Alfredo y Eduardo Noriega y Dante Cusi se
les otorgaría dicha concesión para la construcción de una planta hidroeléctrica que por más
de dos décadas se estuvo construyendo pero jamás se finalizó.
Pero los intereses del italiano Dante Cusi habían llegado hasta la zona más cálida de
la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, en los mismos Llanos de Antúnez. En este enorme
valle colindante con el de Tamácuaro, existían dos enormes latifundios que desde tiempos
de la Colonia se orientaron a la ganadería extensiva y sólo en una pequeña porción del ala
nororiente, se desarrolló la agricultura de riego gracias al trabajo de unos frailes que
construyeron un sistema hidráulico para sus huertas de frutales a partir del río Santa
Casilda.
La familia Cusi logró un cambio importante en los paisajes de la Tierra Caliente a
partir del cultivo del arroz. A partir de la creación de un sistema hidráulico sin precedentes
en esta porción del país. Los llanos secos fueron hidratados a partir de un sistema de tablas
de siembra que llegaban a alcanzar cientos de metros, sitiados por canales principales y
laterales por los cuales se distribuía el agua.
El vital líquido era traído de una distancia de más de 10 km, a través de un canal que
se labró sobre la piedra maciza que forman las barrancas; el canal de Charapendo iba hacia
la hacienda de Lombardía. Pasaba por un par de túneles y por el puente-sifón que esta
familia construyó en la Barranca Honda, a partir del cual se facilitó el flujo de personas y
mercancías a lo largo de toda la microcuenca.
En esta vinculación han tenido un papel preponderante los articuladores que son los
que finalmente crean las conexiones entre los tres pisos bioclimáticos y hacia el exterior.
En este tenor tenemos a la familia Cusi quienes, en sus respectivos momentos, han logrado
que las mercancías fluyan a través de los tres pisos y que además han controlado el proceso
producido de sus cultivos, llegando a la industrialización.
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Gracias al gran esfuerzo que realizara Cárdenas, primero como gobernador y luego como
presidente, en materia agraria, las dos haciendas de los Cusi fueron repartidas hacia finales
de 1938 a cerca de 3,000 ejidatarios para formar dos ejidos colectivos y cuyo sistema de
riego sería ampliado con las acciones emprendidas por personal de las comisiones del
Tepalcatepec y Balsas.
En cuanto a materia de riego se refiere, este programa fue coadyuvante en el reparto
individual de la tierra, el cual sería el complemento que beneficiaría a los ejidatarios para
alcanzar el desarrollo planeado.
Desde 1947 a 1961 dilató esta ampliación en el sistema de riego lo que provocó que
más de la mitad de los ejidatarios se vieran en la necesidad de arrendar sus tierras a
agricultores a gran escala procedentes de otros puntos del estado y del país. Por este hecho
se permitió la entrada de compañías privadas en busca de tierras fértiles y con riego para la
introducción de nuevos cultivos como el algodón. A cambio de ello habilitarían las parcelas
que estaban en este estado por falta de presupuesto. La incapacidad del Banco Ejidal para
refaccionar a la agricultura de la región terminó por definir esta situación.
Sin embargo, entre las prioridades del programa que realizara el personal de las Comisiones
en la subcuenca del Tepalcatepec, la generación de energía eléctrica fue prioridad. La
construcción de dos plantas hidroeléctricas: Cupatitzio y El Cóbano en la Tierra Caliente,
tuvo repercusiones en el desarrollo buscado en esta área.
El primer efecto por la retensión del agua para generar electricidad, se evidenció en
la diversificación en el patrón de cultivos. El agua al no fluir de manera constante,
imposibilitó el riego continuo requerido para el arroz, principal cultivo en estas tierras. De
este cereal se cambió a algodón, melón, sandía, hasta culminar con cultivos perenes, lo que
contribuyó al empobrecimiento del ejidatario.
Al paso de los años este cambio en el patrón de cultivos tuvo una consecuencia más,
la apertura de casi el doble de hectáreas en los tres módulos de riego del sistema de riego
Cupatitzio-Cajones; pasó de 18,758.73 ha, con título a casi 30 mil ha, es decir, cerca de 12
mil ha se han abierto al cultivo de manera irregular. El aumento se dio ante la necesidad de
aumentar la producción de los nuevos cultivos perenes que si bien requieren menos agua, el
precio en el mercado es mucho menor, sobre todo si se compara con las hortalizas que están
bastante bien cotizadas en el mercado nacional e internacional.
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A partir de este momento la generación de energía sería el principal uso del agua superficial
en toda la cuenca del río Balsas, por lo que su utilización para el riego compite con poca
ventaja con la demanda de agua para la electricidad.
Al término de la actuación de la CB, en la década de los setenta, el manejo por
cuenca se terminó tanto en la teoría como en la práctica. Algunas instituciones que
participaron en el programa quedaron al frente de porciones de la microcuenca del
Cupatitzio-Marqués, lo que conllevó una diferenciación en políticas, intereses y hasta
diferentes propuestas de delimitación geográfica (regionalización), lo que ocasionó que el
campo de maniobra quedara limitado y sin conjuntar acciones a lo largo de la cuenca.
Cuando se pide que se expliquen las razones por las cuales los ejidos colectivos de
Lombardía y Nueva Italia no funcionaron, así como el posterior desarrollo trunco de la
Tierra Caliente a partir del reparto individual de la tierra, poco se habla de la cadena de
razones que se han generado en la Tierra Fría y en la Tierra Caliente. Estas razones sólo se
limitan al área a tratar sin vislumbrar la deforestación en la Tierra Fría y el subsiguiente
cambio de uso de suelo a frutícola que también afecta a la siguiente zona; al crecimiento
poblacional de Uruapan que ha generado la contaminación y disminución del agua; y la
generación de energía que tanto afecta a los ejidatarios de la zona de soporte, entre las más
importantes. Finalmente estos acontecimientos son las que han labrado el destino de los
ejidatarios de la Tierra Caliente, quienes fueran el principal objetivo del programa
propuesto por el personal de las Comisiones.
Aunado a ello, encontramos grupos de actores que han tejido relaciones poder en
uno o más pisos ecológicos y que son los que han dominado la política desde la fundación
del ejido colectivo en 1948, en lo que fue la hacienda de Lombardía, hoy Gabriel Zamora y
quienes han velado sólo por sus intereses de grupo.
Algunos de estos actores han figurado en la vida política de manera directa como
presidentes municipales en varias ocasiones, comisariados ejidales, secretarios o vocales, o
de manera indirecta son los que aprueban o desaprueban, a su conveniencia, la elección de
los aspirantes a estos puestos por medio de las presidencias en sus partidos políticos
respectivos.
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Por si fuera poco, también los encontramos como presidentes de la mesa directiva de las
antiguas cooperativas y/o empacadoras que existían en esta zona en décadas pasadas,
ejerciendo control en la esfera económica y comercial del área.
Es así como a lo largo del trabajo hemos analizado las trasformaciones realizadas
sobre los diversos paisajes de la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, por la acción del
hombre en los últimos 150 años, siendo los hilos conductores tres recursos fundamentales,
el bosque, la tierra y el agua, pero sobre todo éste último ya que al seguir su camino desde
lo más alto en la Tierra Fría hasta lo más bajo en la Tierra Caliente, hemos conocido los
usos que se le da a esta agua; también nos permitió analizar la dinámica de los diversos
usuarios y las problemáticas ambientales y sociales a partir de las cuales se han tejido
relaciones de poder para allegarse el tan preciado líquido. Todo este proceso ha provocado
un creciente deterioro ambiental, mismo que requiere atención inmediata bajo el enfoque
integral de microcuenca.
2 6 0
REFERENCIAS
Archivos
Capítulo IAHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, fojas 380-386
Archivo Histórico del Agua (AHA)
Capítulo IIAHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 763, Expediente 11,037 21, de noviembre de 1885, foja 22.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 265, Expediente 6,372, 3 de junio de 1891, foja 4. AHA, Aprovechamientos superficiales, 1890.AHA, Aprovechamientos superficiales, Expediente 60,367, Caja 4,548, fojas que corren a partir del 2 de diciembre de 1903 al 5 de abril de 1907.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 433, Expediente 7,789, 7 de julio de 1905, foja 130. AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja, 3874, Expediente 5,355, 1de Marzo de 1906, foja 20.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 17 de mayo de 1907, fojas 9-13 y 72.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 17 de mayo de 1907, foja 76.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 17 de mayo de 1907, foja 11.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 24 de mayo de 1907, foja 1. AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,614, Expediente 23,153, 1908, fojas 8 y 9.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,20, Expediente 23,281, 5 de octubre de 1908, foja 7.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,533, Expediente 21,215, 6 de octubre de 1910, foja 22.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 4,629, Expediente 61,682, 28 de enero de 1911, fojas 10 y 22.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 4,596, Expediente 60,319, 17 de abril de 1911, fojas 2 y 5.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 1,533, Expediente 21,215, 16 de enero de 1912, foja 14, 34 y 134.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 879, Expediente 12,612, 25 de junio de 1912, foja 132.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 265, Expediente 6,372, 22 de enero de 1913, fojas 15 y 16.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 4596, Expediente 60,319, 26 de febrero de 1913, fojas 19-20.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 879, Expediente 12,612, 25 de noviembre de 1919, foja 23 y 22 de noviembre de 1919, foja 237.
261
AHA. Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5525, febrero de 1921, foja 43. AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5,525, 28 de julio de 1921, foja 59. AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja, 1,759, Expediente 26,136, Agosto 16 de 1923, foja 3.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 230, Expediente 5525, julio de 1927, foja 84.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja, 764, Expediente 1,1063, 1928, foja 117.AHA, Asentamientos superficiales, Caja 763, Expediente 11,037, 2 de agosto de 1928, foja 2 y 22.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5525, 10 de junio de 1932 foja 8889.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 230, Expediente 5525, 3 de marzo de 1933 fojas 93, 112 113.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 230, Expediente 5525, 17 de octubre de 1934, fojas 121, 122-123.AHA, Aprovechamientos superficiales, Caja 434, Expediente 7,789, 23 de octubre de 1974, fojas 381-384.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Expediente 7,789, s.a., fojas 380-386.
Capítulo III
AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 1,935, Expediente 29,123, foja 2, 6 de julio de1937.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 1,913, Expediente 28,791, foja 2, 2 de febrero de1938.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 2,189, Expediente 32,540, foja 6, 12 de febrero de1938.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 2,433, Expediente 34,231, foja 3, 26 de febrero de 1938.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 2,189, Expediente 32,540, foja 6, 1 de marzo de 1938.AHA, Aprovechamientos Superficiales, Caja 2,433, Expediente 34,232, foja 2, 22 de junio de 1938.
Archivo Histórico General del Poder Ejecutivo de Michoacán (AHGPEM)
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Archivo General de Notarías de Morelia (AGNM)
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Archivo de la Procuraduría Agraria de Uruapan
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Capítulo IIIAPAU, Historial Agrario de la comunidad indígena de San Juan, Legajo II
Registro Público de la Propiedad de Uruapan (RPPU)
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Entrevistas
Alfonso Saucedo Pacheco, Operador de Bombeo del Sistema El Pescadito, Uruapan.
Agustín Benítez Berber de 77 años, habitante del barrio de Santiago, Uruapan.
Beatriz Uribe, Sanidad Vegetal del Municipio de Nuevo Parangaricutiro, Mich.
Carlos Pérez Ángeles. Subdirector Técnico de la Comisión de Agua de CAPASU, Uruapan.
Celia Minciatar, San Juan Nuevo Parangaricutiro, Mich.
Ing. Eloy Camarillo Tabares, Departamento de Hidrometría de la subdelegación regional de generación hidroeléctrica Balsas-Santiago, Uruapan.
Ernesto Ceballos, Biólogo, CAPASU, Uruapan.
Francisco Calderón Chapa, Ingeniero, Jefe de Unidad Cuatro caminos de CNA, Cuatro Caminos, Francisco J. Múgica.
Francisco Espinosa Camacho de 84 años, Uruapan.
Francisco Espinosa Ortiz de 60 años, Uruapan.
Francisco Javier Hernández Farias, Regidor de Salubridad, Presidencia Municipal de Lombardía, Gabriel Zamora.
Guillermo Raúl Toral Mediano, comunidad indígena de Caltzontzin.
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Ignacio Cáceres, encargado del Orden del rancho Arandín y Presidente del canal de riego del URDERAL de Los Conejos, Nuevo Parangaricutiro.
Isaías Luna Villanueva, Gerente del Módulo de Riego uno de Lombardía, Gabriel Zamora.
Javier Gómez Padilla, Secretario del Módulo de Riego uno de Lombardía, Gabriel Zamora.
Jorge Aceves, Ingeniero, encargado del mantenimiento de los canales del Distrito de Desarrollo Rural 087 de Uruapan y del Sistema de Riego Llanos de Uruapan.
José Benítez Berber, de 67 años, habitante del barrio de Santiago, Uruapan.
José Mario Miranda Ramírez. Ingeniero. Encargado de la gerencia del Módulo tres Benito Juárez. Antúnez municipio de Parácuaro.
José Luís Mora Guerrrero, Biólogo, Responsable de la Administración del Patronato del Parque Nacional “Barrancas del Cupatitzio”, Uruapan.
Juan Carlos Ángel Arellano. Regidor titular de la Comisión de Ecología, Uruapan.
Juan Mendoza Urbina, San Juan Nuevo Parangaricutiro.
Leandro Magaña, Ejidatario de Lombardía, 82 años.
Leida Margarita, Ejidataria de Lombardía, Lombardía.
Lorenzo Espinosa Barrón. Operador de mantenimiento de CAPASU, Uruapan.
Manuel Ávila, Uruapan.
Maximiliano Rivera, Ejidatario de Lombardía, 80 años.
Miguel Mendoza, Ejidatario de Parácuaro.
Raymundo Moral, 83 años. Ingeniero de la Comisión del Tepalcatepec y del Balsas, en la dirección de Urbanismo y Obras de 1947 a 1970, Uruapan.
Samuel Ruiz Anguinano, 78 años, San Juan Parangaricutiro.
Saulo Méndez, Ejidatario de Lombardía, 89 años, Lombardía.
Toribio Carranza Navarrete. Operador de mantenimiento de CAPASU, Uruapan.
Hemerográficas
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Capítulo 1La Opinión de Michoacán, 19/04/05.La Opinión de Michoacán, 31/05/05.La Opinión de Michoacán, 4/07/05.La Voz de Michoacán, 19/04/05.La Opinión de Michoacán, 23/08/05.
Capítulo 2
Capítulo 3La Palabra, Uruapan, Mich., 30/10/49.La Palabra, Uruapan, Mich., 24/10/50.La Opinión de Michoacán, Mich., 6/07/05. La Opinión de Michoacán, Mich., 4/07/05. La Opinión de Michoacán, Mich., 25/08/05.
Capítulo IILa Palabra, año 1, núm. 45, 27/08/50.
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