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Page 1: El cadiz de abajo

Taite Cortés

■ CÁDIZ. El Cádiz de ahí abajo espardo, a veces verde y casi siempreazul. El Cádiz de ahí abajo es unmundo de contrastes, de viñas, tri-gales, pinares y salinas. El Cádiz deahí abajo en un Cádiz de cine. ElCádiz de ahí abajo es casimás boni-toqueel que sedescubreapie.Épocaderecolección,de trigose-

gado y pacas que se reparten por elpaisaje como un sarpullido rústicoque leha salidoa la tierra. Son reta-les amarillos que se intercalan conlos sembrados verdes ante la vistadel que mira la tierra gaditanadesde las alturas. La avioneta salepor Jédula y se encamina haciaArcos en su rutade lospantanos.El Guadalcacín acapara el frente

con su inmensidad artificial, aun-que también se cuentaArcos con sulago y Bornos con el suyo. Y, alfondo,El Pinsapar.Arcos –blanco, blanquísimo– se

encarama a su cima, repta y se des-perdiga con la árida excepción delamarillento tajo en el horizonte. Elpuente de metal, el de SanMiguel,anda un pocomás allá. Algar y SanJosé del Valle señalan el inicio de laserranía y se asoman a los pies de

unasmontañas que se superponenhasta la sierra de Ronda. Gris, delcolorde lapiedra.Rumbo a la Bahía. A la derecha

comienza a verse la laguna de Me-dina, a la izquierda se dibuja tími-damente la silueta de Gibraltar. YÁfrica más al fondo, el más allá. Sevuelve la vista y se adivina el ser-penteo del Guadalete en su desem-bocadura. Meandros al contraluzde una tarde de verano. Se sobre-vuela Paterna, Medina y ya se ve alfondoChiclanayelmar.Azul.Chiclanasedispersa, sedisemina

por todo el terreno, desde el litoralhasta el interior. Pareceunadeesasplantas que van comiendo terreno,que van haciéndose dueñas de loque le rodea, como garras de león.Pero da paso a una de las imágenesmás hermosas del recorrido: laBahía repeinada en decenas de ki-lómetros por la mano del hombre.Las salinas.Es como si un campesino capri-

choso trazara surcos imposiblescon su arado. Y su salado fruto, aveces dorado por el contraluz, aveces blanco al trasluz y a vecespúrpura, se reparte por este sem-

EXPERIENCIA ÚNICA

“Se desembarca con elregusto de que no haysuficiente memoria para

conservar tantasestampas imborrables”

Hay una provincia distinta que se descubre desde las alturas, una nuevavisión de la tierra llena de matices de la que se puede disfrutar gracias ala iniciativa ‘Volando Cádiz’, promovida por el Real Aeroclub de Jerez, alalcance de todos los que quieran vivir una experiencia única

ocio

● LAS TRES RUTAS

RUTAS PARA DESCUBRIR CÁDIZ

El Real Aeroclub de Jerez, unaentidad conmás de 35 años deexperiencia, ofrece la posibili-dad de hacer tres rutas dentro desu programa ‘VolandoCádiz’, encolaboración conDiputación. Laprimera recorrería la zona de lospantanos: el Guadalcacín, el de

Arcos o el de Bornos, en la que sepuede disfrutar de unasmagnífi-cas vistas de la campiña de Jerezy el inicio de la Sierra. La de ladesembocadura del Guadalqui-vir pasaría por Sanlúcar y Chi-piona y se vería al frente parte deDoñana, que no se puede sobre-

volar. La de la Bahía es la estre-lla. Se recorre El Puerto, San Fer-nando, PuertoReal y Cádiz yofrece lasmejores panorámicas.Todo este servicio se ofrece bajolasmás estrictas condiciones deseguridad, dirigido por unpilotoexperto y tienen el objetivo de fo-

mentar el deporte aéreo y desmi-tificar el aura de elitismoquerodea la práctica de esta activi-dad. Las dos avionetas disponi-bles son unmodelo de gran no-bleza y seguridad, las cessna172. El horario está abierto acualquier día y hora y el precioes de 70 euros (pueden ir hastatres personas). Para reservar:956150080ó 956181423.

el Cádizde ahí abajo

KIKICÁDIZ-CÁDIZ. Desde las alturas se juega a descubrir rincones de la ciudad: La Caleta, la Alameda, el Falla...

Los pantanos, la Bahía o la desembocadura del Guadalquivir

42 l Verano y Ocio l Lunes 28 • Julio 2003 • D I A R I O D E C A D I Z

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