EL ALMA ENTRE DOCTRINA MILITAR y EVANGELIO
Por: Comisión Intereclesial de Justicia y Paz Junio de 2012
Tres documentos recientes de las fuerzas militares dan cuenta de una doctrina
dirigida a capturar el alma de la población, se trata de un “Texto Especial” del
año 2002; del “Manual de instrucción” de 2010 y de una “Cartilla de Trabajo”
editada entre 2006 y 2010 por las fuerzas militares de Colombia, en las que
instruyen al estamento castrense, sobre la implementación de la Doctrina de la
Acción Integral como una fase determinante de la guerra. En ellos presentan
acciones orientadas a conquistar el “alma y el corazón” de la población, sobre
la base de que el nuevo campo de batalla a conquistar es la conciencia de las
personas, su corporalidad, en lo que llaman “las guerras intangibles”.
La doctrina militar siempre ha contemplado la necesidad de incidir en la voluntad
de combatientes y no combatientes. En la actual fase de la guerra interna
sofistican mecanismos, con el objetivo de avanzar en el control de la
corporalidad, adornado con un discursos de protección a los derechos humanos.
Orientan acciones en diversas fases de su guerra: política, jurídica, mediática, de
masas, de estratagemas, psicológica, de organizaciones, atacan principios
universales como el de la distinción entre lo civil y lo militar, el derecho a la
libre expresión, al de defender los derechos humanos, a la oposición política,
pretendiendo el control social de la población en el unanimismo de intereses a los
que sirve lo militar.
Expresiones de este intento de controlar la mente y el corazón de las personas
abundan en el gobiernos de Álvaro Uribe y en lo que va del gobierno del presidente
Santos: Redes de informantes, de cooperantes, constitución de Centros de
Coordinación de la Acción Integral CCAI donde desde las fuerzas militares se
orienta la intervención del Estado en comunidades vulnerables, disposición de
militares en las carreteras saludando mecánicamente los vehículos que se movilizan,
campañas en publicitarias en los aeropuertos, terminales de transporte terrestre,
distribución de números de celular a las comunidades para que se comuniquen de
manera directa con los militares, campañas de desprestigio y procesos de
judicialización contra comunidades que afirman su condición de población civil en
medio de la confrontación armada, campañas de desprestigio y procesos de
judicialización contra defensores de derechos humanos que acompañan comunidades y
que adelantan procesos internos y en instancias internacionales contra militares
implicados en violaciones a los derechos humanos, intentos de seducción de
comunidades mediante el discurso de que los militares de ahora son distintos a
aquellos que actuaron con paramilitares en años anteriores.
Lo paramilitar, en Colombia, como parte de la estrategia de Estado, posibilitado
por las acciones y omisiones de la policía y el Ejercito, hace parte de esta
estrategia de seducción para el control de los territorios y el desarrollo de obras
de infraestructura agropecuaria y vial en regiones como el Curvaradó, Jiguamiandó y
Cacarica. Al incentivo de cultivos de palma, plátano de exportación, de la
ganadería extensiva, se suma la promoción paramilitar y el consentimiento militar
del cultivo y procesamiento de coca en estos territorios. La conquista del corazón
y la mente de la población tienen métodos perversamente concretos: la invitación a
jóvenes y adultos al consumo de alcohol y cocaina, la exhibición de grandes
cantidades de dinero, el ingreso a los territorios de mujeres prostituidas.
La preservación de la conciencia, del alma y el corazón de las mujeres y hombres
es esencial a la tradición cristiana tal como la recogen los evangelios. Es la que
se inspira en el reinado de Dios para aquí y ahora y se expresa en la practica del
Jesús histórico de la comida para todas y todos, que se afirma en la verdad, la
justicia, solidaridad, fraternidad, libertad. Es aquello a defender, mas que la
misma vida física, al cuerpo biológico, “quien ama su vida la perderá pero quien la pierde para mí la encontrará”, pues si ella pasa del dominio del sujeto, al
dominio de quien las manipula en favor de sus pretensiones, la vida humana misma
está perdida, la dignidad desaparece. Mas grave que la muerte física es la muerte
del alma: “no teman a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma. Teman mas bien al que puede matar el alma y el cuerpo”.
Queremos entonces dar una mirada a los aspectos que consideramos relevantes, que
hieren la dignidad de mujeres y hombres y son parte de la instrucción militar del
ejercito de Colombia, apoyado en doctrina militar internacional, consignado en un
manual, un texto especial y una cartilla de trabajo, relacionados con la
conquista de la mente y el corazón de las personas y, en un siguiente paso dar
una mirada al significado que para el Evangelio tiene la muerte del alma, como
expresión de la muerte de la dignidad, de la humanidad, de las mujeres y los
hombres. Creemos que la instrucción militar orientada a la seducción de hombres y
mujeres en pos de la captura de su conciencia es de las afrentas mas profundas que
puede darse a los postulados consignados en los evangelios tal como lo conocemos
hoy.
Primero
Texto especial. Acción Integral como concepto de estrategia integral e integrada
del Ejército, primera edición, 2002 imprenta del Ejercito.
Desde la presentación de este “texto especial”, hecha por el General Jorge
Enrique Mora Rangel, Comandante de las Fuerzas Militares, el Ejercito habla del
concepto de guerra política como distinto al de acción integral, entendiendo el
primero como “aquellas acciones no declaradas, subterráneas e intangibles, que van pervirtiendo y corroyendo la institucionalidad en la vida democrática y en los estamentos sociales, hasta ser debilitados, infiltrados y debilitados” (pg 13).
En el documento, la institución castrense llama al conjunto de la institución a
emprender “guerra política” antes que el pueblo se convierta en el Ejército
del enemigo. Teniendo en cuenta que la confrontación armada en Colombia lleva
cerca de 50 años, la derrota del “enemigo” va más allá de lo militar y tienen
cono fin estratégico recuperar la credibilidad de las fuerzas militares, ganar la
legitimidad. Para alcanzar ese objetivo es necesario adelantar acciones contra
todas y todos aquellos que se empeñan en desprestigiar a las fuerzas militares,
es decir, quienes denuncian las acciones violatorias de los Derechos Humanos y la
complicidad por acción y omisión de las fuerzas militares. Esta actuación de la
guerra política amplía el espectro de los enemigos objetivo de la guerra
política, pasa de la guerrilla, a todos a aquellos que los militares consideran
sus partidarios, sujetos que quedan perfectamente ilustrados en este “texto especial”.
Cita a un oficial de alta graduación, para convencer a las fuerzas militares de
iniciar cuanto antes la guerra política, quien invocaba a la divinidad,
inspiradora de sus hazañas militares, de la siguiente manera: “solo le pido a Dios que cuando nos decidamos a aplicar la guerra política no sea demasiado tarde y para entonces la narco-subversión no haya convertido al pueblo en su Ejercito y nosotros seamos un Ejercito sin pueblo (Teniente Coronel Omar Hipólito Marcucci López, Pg 13).
Al avanzar en la caracterización de la naturaleza de la guerra política, hace uso
de esta cita anónima “hay guerras en las que no se necesita recurrir a la violencia para alcanzar la victoria. La guerra política es de este tipo de guerra”. Acude, además, a Von Clausewitz como teórico de la guerra moderna,
para afirmar que la guerra tiene orígenes políticos, que se trata de someter al
contrario a la voluntad del ganador y que la acción militar, por ser integral,
debe combinar la guerra psicológica y política con la militar. Cita también a
Mao Tse-tug para sustentar que la guerra es política y ha de contar con las masas
para alcanzar el éxito militar (Cfr pg. 15).
La guerra política, dicen, no es una guerra declarada, es una guerra letal que
no da aviso, va penetrando poco a poco en los estamentos sociales de las
democracias. Esta guerra para alcanzar sus fines emplea medios intangibles,
enmascarados, oscuros. La conducción de la guerra política requiere de un
esfuerzo del 70 % en el campo político y de un 30 % en el campo militar. Esta
comprensión de la Guerra política y del tipo de esfuerzo que se requiere para
librarla, vuelve a ubicar sus objetivos en un espectro de posibilidades
indeterminadas, que tiende a convertir toda oposición al régimen, considerado
como democrático, como el enemigo contra el que hay que emplear el 70 % de los
esfuerzos del total que requiere la guerra (Cfr pg 17).
Acuña la expresión “subversión desarmada” para referirse, ahora, a toda
organización, medios de información, organizaciones sociales que no han callado
los desmanes de la fuerza pública. A estas organizaciones se les responsabiliza
de generar “desconcierto, desinformación”. Señala que el trabajo de la
“subversión desarmada” ha hecho mucho más daño a la institucionalidad que las
“bandas de forajidos” (Pg 17).
La guerra política debe estar estrechamente articulada a la guerra militar, pero
tiene sus diferencias que destaca en 4 puntos: 1) no está restringida por el
espacio, 2) puede empezar y terminar en cualquier momento, 3) no existen
condiciones de edad, sexo, ni capacidad física para librarla, 4) en su mayor
parte es intangible (Cfr Pg 19).
Al avanzar en el concepto, cita a los “futurólogos estadounidenses” Alvin y
Heidi Toffler quienes afirman que “'también muchos tratadistas definen la guerra política como el empleo máximo de la guerra integral con el propósito de minar la voluntad de lucha del adversario'”. Y, fuera de la cita, comenta que
“tales definiciones fortalecen la concepción de que ésta es de gran aplicación a la situación actual” (de Colombia) (Pg 20).
Señala que la guerra política contiene 6 tipos de guerra “según el modelo chino nacionalista” que son: la guerra ideológica o guerra de ideas; guerra de
inteligencia; guerra psicológica; guerra de organizaciones; guerra de
estratagemas y guerra de masas. Para aplicarlo a la realidad Colombiana, las
fuerzas militares aportan dos tipos de guerra más a esta construcción del
pensamiento bélico, al estar desatendidas dos áreas de la guerra a la que se
enfrentan cotidianamente: la jurídica e informática o ciberguerra (Cfr pg 21).
Dato importante para comprender las prácticas que consecuencia han venido
adelantando desde la definición de esta doctrina de las Fuerzas Militares, en
particular con los “enemigos” de las comunidades que hacen afirmación no
violenta de sus derechos a la vida y a los territorios, a las organizaciones de
Derechos Humanos, periodistas independientes, políticos de oposición. Son
conocidas, por ejemplo, las órdenes emitidas por la dirección de inteligencia
del extinto DAS, de emprender esta “guerra cibernética” con la constitución de
páginas web, la redacción de artículos de opinión para adelantar sus campañas de
desprestigio.
La guerra de ideas es definida como la fuente de la guerra política. Acude de
nuevo a Clausewits para ahondar en el objetivo de controlar mente y corazón de
las personas, lo inmaterial e intangible pero que determina las motivaciones, los
principios, los criterios, el ejercicio de la voluntad. Es lo que se quiere
controlar, lo que se quiere someter, el botín pretendido: la captura,
manipulación y sometimiento de los sentimientos y pensamientos de las personas.
“... en la guerra la actividad nunca es dirigida únicamente contra la materia; es dirigida siempre, al mismo tiempo, contra la fuerza mental y moral que da vida a esa materia, y es posible separar una de otra”' (Pg 23). (Negrillas fuera de texto).
Afirma que el terrorismo quiere incidir ideológicamente en las masas infundiendo
odio “contra todo lo que representa autoridad, tradición, democracia y Dios”
(Pg 24). Su autoridad, su tradición, su concepción de democracia y su Dios, son
maleables a su voluntad, para el control de los territorios y de las
voluntades de sus habitantes, distinto al de Jesús de Nazaret, de la tradición
judeocristiana que apuesta, claramente, por otros valores ligados a la justicia
distributiva, que le son antagónicos.
En la aplicación de esta “guerra” en Colombia, los militares afirman aquí, como
en los otros documentos analizados en este trabajo, que su objetivo no son los
combatientes sino todos aquellos que califica como sus paladines que se
encuentran en: “reuniones del partido, congresos, cátedras universitarias, foros y simposios a nivel nacional e internacional... donde atacan insaciablemente, al estamento militar, con tendenciosas acusaciones fabricadas con el único fin de desprestigiar y desmoralizar a la fuerza militar legitima” .(Pg. 24) Esta
ideología, continúa afirmando, tiene acogida en zonas rurales alejadas, zonas
urbanas pobres y en sectores juveniles con el “desgastado discurso de la equidad y la igualdad” (Ibid). Estos valores, entonces, salen de la
concepción de democracia del Ejército y pasan a ser objetivos a perseguir.
Luego de analizar la guerra de inteligencia, aborda la guerra psicológica que
define como aquella destinada “ a conquistar las mentes y los corazones de los hombres, hace énfasis en los aspectos “invisibles” o “internos” (Negrillas fuera de texto) , tales como la actitud del enemigo, afecto, emoción, motivación, las creencias, la moral, el estado psicológico de los militares y características, la personalidad del comandante, y el estado de ánimo de la población civil en el área de batalla y fuera de ella” (Pg. 29). El objetivo es
la psicología tanto de los militares como de la población civil. La propaganda
es considerada como técnica psicológica para influir las mentes, emociones y
actitudes. De nuevo, para el control de la voluntad de sus objetivos militares,
en la aplicación a Colombia de esta guerra, habla de la subversión como
responsable de las denuncias al Ejercito por sus implicaciones en violaciones a
los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario: “ están encaminando sus esfuerzos políticos a socavar el fuero militar”, (Pg. 31) tema por demás de gran vigencia por la insistencia del ejecutivo revivirla como figura de
impunidad de los crímenes cometidos por los militares que pretenden sean
considerados actos del servicio y de conocimiento, inicialmente, del tribunales
militares.
Al describir las amenazas contenidas en la “guerra de organizaciones”, habla de
las organizaciones de derechos humanos como “organismos de fachada: estos sirven para disfrazar frentes guerrilleros en varias regiones que hacen gala de objetivos nobles y altruistas”. Ubica como papeles importantes de los
“organismos de fachada” “el de hacer seguimiento a la fuerza pública en todas sus actividades, transmitiendo sus quejas como denuncias ante los Organismos no gubernamentales nacionales, con eco en las entidades internacionales y la posterior condena del Estado colombiano como violador de los derechos humanos, cuando la mayor parte de estas denuncias son calumnias o falsas imputaciones”
(Pg 39) (Negrillas fuera de texto).
En el aparte “guerra de estratagemas” define esta estrategia como el
conjunto de actuaciones entendidas tendientes a hacer incurrir en engaño al
enemigo. Presenta las iniciativas de paz y el trabajo de los defensores/as de
derechos humanos como “estratagemas” de la subversión. Enumeramos solo las
exigencias más obvias y permanentes de las organizaciones de Derechos Humanos que
son calificadas, en momentos en que se redacta este “Texto Especial”, como
parte de la actuación de las guerrillas : “1) solicitud de nombramiento de un Comisionado de la Organización de Naciones Unidas, para el manejo de la problemática de los desplazados”, 2) informes tendenciosos sobre la situación de Derechos Humanos en Colombia dirigidos a la Unión Europea y al Departamento de Estado de los Estados Unidos”. (Negrillas fuera de texto Pg. 44)
En otro aparte, define la “guerra jurídica” como parte de la guerra de
estratagemas. Las acciones jurídicas que emprenden los organismos de derechos
humanos contra militares implicados en graves violaciones a los Derechos Humanos,
son entendidas como engaño, y nuevamente, como actuación de la subversión
desarmada. Tienen como objetivo, dice, “fabricar pruebas para 'empapelar' a miembros de la Fuerza Pública, valiéndose de testigos y situaciones falsas que incomodan moral y jurídicamente la institución. La subversión se vale de esta
herramienta para colocar fuera de acción a oficiales, suboficiales y soldados que los han enfrentado valerosamente en defensa de la democracia y la soberanía”.
(Pg 46).
Continúa el documento oficial afirmando que “es así como estas ordas criminales autodenominadas 'guerrilleros' sustentadas en la falacia y la calumnia, fabrican pruebas, difunden denuncias y acusaciones que lógicamente generan procesos penales y disciplinarios contra militares y policías que han enfrentado con patriotismo y bizarría el embate de los violentos. Es aquí donde cobra importancia la figura maquiavélica de la subversión desarmada, aquella a la que no se le ha entregado la atención del caso y por ello, esta confrontación ha ido avanzando a pasos agigantados. Se debe, en forma urgente encaminar acciones de guerra política con todos sus componentes, para neutralizar y contrarrestar el accionar delictivo de estos organismos de fachada... Mientras esto sucede los organismos defensores de los Derechos Humanos y sus cabildeos, aumentan por doquier, señalando con el dedo acusador a todos aquellos que se opongan a las pretensiones de la subversión, sin que nadie, ni el Estado fiscalice o controle sus nocivas actividades”. (Negrilla fuera de texto) (Pg 47)
Como estrategia de esta “guerra jurídica” uno de los proyectos más ambiciosos
de recuperación de la memoria histórica de violaciones a derechos humanos en
Colombia, que aglutinó gran cantidad de reconocidas organizaciones de derechos
humanos del país, conocido como el Proyecto Nunca Mas, que tuvo como cede la
Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, que dicho sea de paso, fue
allanada por la Fiscalía el 13 de mayo de 1998 por orden de la Brigada 13 del
Ejercito comandada por el General Rito Alejo del Río Rojas, centrando las
pesquisas en las oficinas que depositaban los archivos físicos y digitales del
proyecto.
Afirma el texto en el aparte “Tácticas de la guerra jurídica” que la
subversión pretende: “b) desarrollar las tres fases del proyecto 'Nunca Más', hasta llegar a la creación de la 'Comisión de la Verdad', en una primera etapa, para luego solicitar al Tribunal Penal Internacional adhoc que ejecute el juzgamiento a militares colombianos por supuestos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad como la desaparición forzada, la tortura, la ejecución extrajudicial y el genocidio(...) g) reforma al Código Penal Militar y erradicación del fuero militar” (Negrillas fuera de texto) (Pgs 47-48).
Avanzando en el desglose de lo que consideran guerra política, el Texto hace una
descripción de “siete pasos de la penetración de la subversión en Colombia”,
llama la atención que en uno de ellos habla de “el estamento sacerdotal”,
refiriéndose expresamente a los sectores de la iglesia que están comprometidos
con las causas de los empobrecidos: “se aprecia algún sector minoritario de
sacerdotes separados de la iglesia católica que aún le hacen el juego a la teoría (sic) de la liberación, en contraste con las voces mayoritarias del estamento sacerdotal, que ve el peligro con claridad meridiana, lo denuncia y tienen valentía de proclamarlo, demostrando un gran respeto y apego a las jerarquías legitimas”. (Pg. 74). De hecho, el reestructurado DAS tomó cartas en este
asunto y ordenó seguir a todo un grupo de hombres y mujeres de iglesia, entre
ellos el teólogo Juan José Tamayo, el obispo mexicano Samuel Ruiz (fallecido), el
obispo estadounidense Tomas Gombleton, el teólogo Jesuita Javier Ruiz Arana
(fallecido), el obispo Pedro Casaldáliga, entre otros, que tomaron la decisión
de enviar una carta al entonces presidente Álvaro Uribe respaldando, a las
comunidades de Jiguamiandó, Curbaradó, Cacarica, San José de Apartadó y Dabeiba,
asediadas con amenazas y actuaciones paramilitares. (Cfr
http://justiciaypazcolombia.com/Cristianos-seguidos-por-el-DAS obtenida el 9 de
febrero de 2012 12:16 p.m.)
Presentan, igualmente, 15 requerimientos, asumidos por organizaciones de la
sociedad civil como parte de la estrategia de la guerrilla. Nombramos solo
algunos de ellos: “1) un gobierno de coalición, es decir un gobierno pluripartidista, 10) prohibición del servicio militar obligatorio y su sustitución por un servicio social o ecológico, 12) Acabar con el fuero militar y reforma sustancial al Código de Justicia Penal Militar, 13) vender la idea de la necesidad de una reforma militar al Ejercito Nacional, 14) Humanización y regulación del conflicto armado, 15) redefinición de la misión constitucional del Ejercito en un país en Paz” (Cfr pgs 79-80).
Luego de definir conceptos, de identificar al “enemigo”, el texto, de manera
detallada, elabora el plan ofensivo para cada una de las llamadas
“guerras”. Para ello -dice- “la institución militar está desarrollando la acción integral con el fin de neutralizar y erradicar la guerra política de la subversión y sus nefastas consecuencias” (pg 89).
Vuelve a hablar de la acción política integral como una “'guerra integral'” que pretende “minar la voluntad de lucha del enemigo mediante el máximo empleo de la propaganda y otras acciones de orden político, socioeconómico, religioso, cultural y militar”. El responsable de esta estrategia debe ser el gobierno
colombiano (Pg 90). Nótese que se plantea como una guerra en la que lo espiritual
juega un papel central.
Los pasos a seguir son los mismos que ya habíamos reseñado como los tipos de
“guerra”. En este aparte les llama acciones ideológicas o de ideas, de
inteligencia, psicológica, de organizaciones, de estratagemas -acción jurídica y
acción informática o ciberguerra, de masas (cfr pg 90).
La “acción ideológica o de ideas” es definida como la “campaña metódica y de carácter ideológico que busca contrarrestar y neutralizar el proselitismo político marxista-leninista de las organizaciones narcoterroristas … debe exaltar el nacionalismo, los valores y principios ético morales, la familia, la raza, la religión, el patriotismo y sobre todo nuestro sistema de libertades democráticas. La acción ideológica debe estar encaminada a dos frentes principales: las propias tropas y la población civil” (Pg 91)
Llama al fortalecimiento espiritual, definiendo la milicia como una religión en
la que a las tropas se les debe imprimir el verdadero fervor mediante la
convicción religiosa de que el triunfo final, como si fuera el cielo, es dejar un
país liberado del flagelo de las organizaciones narcoterroristas. Habla también
del “apoyo nacional” como objetivo a alcanzar “mediante una campaña de concientización nacional, debe buscarse el apoyo de la comunidad a los objetivos militares, particularmente en los momentos difíciles” (Pgs 91-92).
La “acción de inteligencia” se sale, nuevamente, del campo militar para
ocuparse del campo espiritual, ideológico, del pensamiento. Por eso se entiende
que los organismos nacionales de inteligencia se ocupen de manera obsesiva de
los seguimientos a sus “objetivos” y de adelantar las llamadas acciones
ofensivas contra todas y todos aquellos a quienes consideran amenaza al
establecimiento, calificándolos como guerrilla desarmada. En Colombia un ejemplo
evidente de esta obsesión, que parece orientada desde este “texto especial” de
las fuerzas militares, son, de nuevo, los seguimientos que se efectuaban desde
el reestructurado DAS (Departamento Administrativo de Seguridad). El texto
militar dice que “la acción de inteligencia no solo se encuentra en la fuerza tangible de la guerra (inteligencia militar), sino hace énfasis en aquellos aspectos intangibles o invisibles, que integran el poder de combate espiritual del enemigo. La acción de inteligencia combina la lucha mental y material” (Pg 93). Las publicaciones, conferencias, rituales, mensajes electrónicos, programas
radiales, de televisión, producción artística son mirados con sospecha cuando de
mostrar la realidad se ocupan, por eso el seguimiento es intenso, como se ve en
el caso DAS.
En la “acción psicológica” tienen un papel preponderante la propaganda como
“técnica psicológica” definida como “el empleo planeado de cualquier forma de comunicación previamente diseñada con el propósito de influir las mentes, actitudes y emociones de un grupo determinado, en el logro de objetivos particulares o generales” (Pg 95) (Negrillas fuera de texto). De nuevo los
planes apuntan a la voluntad de los grupos objetivo y a la modificación, mediante
la técnica de la propaganda, de la conducta de las personas, de la población
civil para “ganar su apoyo fortaleciendo así el esfuerzo de la guerra militar” (Pg 95).
En la “acción de estratagemas” como táctica para inducir a error a quienes
consideran enemigos, mediante el engaño, llama la atención el especial interés
que deposita a las acciones jurídicas y mediáticas ofensivas contra la
población “objetivo”. Las consideran tarea fundamental a desarrollar mediante
el uso de las mismas “estratagemas” del “enemigo”, entendiendo por este, otra
vez, toda organización que adelanta acciones de defensa jurídica a favor de los
derechos humanos y difunden públicamente mediante internet denuncias,
constancias, comunicados, acciones urgentes divulgando violaciones a los
derechos humanos en la que están involucrados militares.
La “acción Jurídica”, ordenan desarrollarla, desde tres escenarios: el
legislativo, para que de manera legal se blinden las operaciones militares; el
legal ofensivo para que se “adelanten investigaciones exhaustivas y objetivas, respecto de las organizaciones de fachada de la subversión” (Negrilla fuera de texto) y la jurídica defensiva y de protección especial a militares implicados
en investigaciones (Cfr 104). Abundan ejemplos de defensoras y defensores de
derechos humanos, líderes sociales, dirigentes sindicales, miembros de
comunidades involucrados, por falsos testigos, preparados desde las unidades
militares y de policía implicados en procesos judiciales que no soportan un
examen riguroso de las circunstancias de modo, tiempo y lugar, que se apartan de
la sana crítica, del derecho a un debido proceso; de los intentos legislativos
por revivir el fuero penal militar; y del modo como militares investigados y
aún condenados, gozan de los privilegios de la complicidad de cuerpo.
Toda acción jurídica que implica militares es calificada en este “texto
especial” como parte de la guerra jurídica del enemigo que “ha causado efectos desmoralizantes entre los miembros de la institución. El militar no siente el respaldo jurídico para enfrentar los ataques que de esta índole emplea la subversión” (Pg 104). En consecuencia, todo militar procesado por violaciones a los derechos humanos, es objeto de protección especial por parte de la
institución y se requiere, por tanto, que “los comandantes de unidades tácticas deben organizar equipos de abogados para defender a las personas involucradas en la guerra jurídica” buscando el apoyo del área jurídica de las universidades.
Orienta este “texto especial” a los comandantes de las unidades para que estén
pendientes de la situación económica de los militares procesados, para determinar
quienes tienen medio sueldo pues “resulta imperdonables que estos y sus familias pasen necesidades”.
Insiste en adelantar “acciones jurídicas” contra las personas y organizaciones
que denuncian a los militares como mecanismo para contrarrestar la acción legal
“denunciar penalmente a los acusadores y sus acusaciones tendenciosas contra la
institución” (Pg (105).
En consecuencia, la violación de derechos humanos se convierte en necesaria
para el eficaz combate de la subversión armada y desarmada, y el violador a su
vez, se constituye en sujeto de privilegios en cuanto a la atención económica y
jurídica se refiere, dentro de la institución castrense. Aunque la “Acción Integral” en el discurso afirma estar fundamentada en la garantía de los
Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, a la hora de afrontar
los casos de violaciones imputables a los miembros de la institución militar, los
califica como parte de la estrategia jurídica de la subversión y rodea al
violador de todas las garantías jurídicas y económicas que lo exalta como un
autentico héroe que debe ser especialmente protegido a riesgo de que se afecte la
moral de combate de las tropas.
En lo referente a la “acción informática o ciberguerra”, coincide, también, lo
ordenado en este “texto especial” con lo ordenado en las acciones ofensivas
ilegales del reestructurado DAS, en lo referente a la creación de páginas web
con el fin de “sensibilizar a la opinión pública nacional e internacional, mediante la utilización de herramienta tecnológicas entre las cuales se encuentra la red mundial de comunicaciones internet” y así “contrarrestar la propaganda en hojas web y proselitismo político-terrorista de las organizaciones narcoterroristas” (Pg 105).
En la “acción de organizaciones” plantea la creación de asociaciones de
“oficiales y suboficiales retirados... oficiales de reserva, club de amigos del batallón, asociaciones juveniles del batallón, asociaciones estudiantiles y universitarias, organizaciones de familiares de cuadros y soldados, mujeres y chicas de acero, pollitos de acero, colegios militares, círculos de amigos del Ejercito” (Pg 108).
Parte de esta táctica es la de acceder a los medios de información. Para este fin
“el comandante debe hacerse amigo de los directores y periodistas de los medios de comunicación, pues solo así puede obtenerse el apoyo de estos y alcanzar la cobertura divulgativa que la institución necesita” (Pg 109).
Dando un paso más, con el fin de contrarrestar lo que llaman la “guerra de organizaciones”, coincidiendo con los planes ya conocidos del DAS, plantean la
constitución de organizaciones no gubernamentales “que puedan trabajar de forma independiente y se encarguen de divulgar los actos que comete la subversión...”
(Ibid)
Las “acciones de masas”, por su parte, pretenden conquistar la población civil
en función de la guerra militar. Entre las líneas de acción se plantea
“movilizar a la población civil en apoyo de las operaciones militares. Las guerras las ganan los pueblos de la mano con el ejercito” (Pg 111) De nuevo el
pregonado respeto al Derecho Internacional Humanitario, de otros textos
contemporáneos del ejercito, en lo que al principio de distinción entre lo
militar y civil se refiere, no deja de ser discurso decorativo y encubridor. En
esa dirección, de modo expreso, pretende “ganar el apoyo de la población civil neutral y la que habita en las áreas objetivo” (pg 111).
Finalmente insiste el documento en la necesidad de proteger la acción militar
del control que sobre ella ejercen las entidades encargadas de proteger los
derechos humanos, “es urgente crear las condiciones propicias para la aplicación de una estrategia militar, mediante las cuales (sic) las Fuerzas Militares dispongan de suficiente libertad de acción y de mayores medios” (Pg
115), es decir, de su patente de corso.
Reglamento de operaciones y maniobras de combate irregular de las Fuerzas
Militares de Colombia EJC 3-10-1, 2a edición de 2010
En el reglamento se destacan las siguientes afirmaciones relacionadas con el tema
de nuestro interés:
“La operación psicológica es la acción planeada y dirigida para la utilización de un conjunto de elementos tales como propaganda, medios de comunicación y otras formas de acción sicológica... con el propósito de influir en la voluntad, actitud y comportamiento de miembros de las fuerzas hostiles, población civil y de las propias tropas, con el fin de lograr la victoria final. Las operaciones sicológicas se desarrollan antes, durante y después de las operaciones militares precisando que es importante articular y coordinar la acción integral del Estado en su conjunto. La batalla por la mente y los corazones de los hombres ha llegado a convertirse en factor determinante para el logro de objetivos militares, estratégicos e institucionales. (Negrillas fuera de texto) (Pg 43)
Estas operaciones se adelantan desde “Las Unidades de Operaciones Sicológicas” y
pretenden “lograr el apoyo incondicional de la población civil”. Como “ámbitos de aplicación” ubican los sectores urbano y rural, buscando en lo urbano el
uso de la población civil como “factor de éxito” y en lo rural que la “poca”
población civil que hace parte de estas áreas se beneficie de las “operaciones de la acción integral” como oferta atractiva. (Pg 43-44)
Las operaciones psicológicas obedecen a un plan, a una apuesta deliberada de
incidir en la conciencia de los objetivos de la llamada “Acción Psicológica” que
consiste en el “uso planeado de la propaganda y otras acciones de tipo militar, económico, social e ideológico conducidas y ejecutadas a nivel táctico para crear en la población civil, en las propias tropas y el enemigo, las actitudes y comportamientos necesarios para la consolidación del sistema democrático”. Llama
la atención que se ordena “la racionalización del contenido ideológico de la propaganda”, de acuerdo con las necesidades, calculo que pretende contrarrestar a
“las organizaciones al margen de la ley” (Pg. 44), dentro de las que se incluyen no solo a los combatientes como veremos más adelante.
Las operaciones sicológicas, que tienen como objetivo las tropas enemigas, las
propias tropas y a la población civil, privilegian la intervención sobre la
población que no está involucrada de manera directa en la confrontación y que
“se constituye en uno de los principales blancos para las operaciones sicológicas, ya que quien logre su apoyo obtendrá significativos resultados en el cumplimiento de la misión”. (Pg. 45).
El reglamento establece, además, técnicas para la “cooperación civil y militar”,
comprendidas dentro de las acciones sicológicas. Privilegian las “jornadas de cooperación civil y militar” dentro de las que relacionan la alfabetización, a
población vulnerable, mantenimiento de lugares de servicio público, entre otras.
Incluyen, también, las “obras de cooperación civil y militar” como construcción
de carreteras, colegios, entre otras y establecen la necesidad de intervenir en
los “proyectos en desarrollo” que vienen siendo adelantados por la misma
comunidad o por el gobierno (Cfr. Pg. 46).
En el aparte “actividades de inteligencia de combate”, hablan de los informantes y cooperantes como parte de los “recursos humanos y material disponibles para la búsqueda de información”. Se ordena al comandante de área, crear su propia red de informantes. De otra parte, la red de cooperantes depende del batallón que
organiza los sistemas de información dentro de los que incluyen “autoridades públicas, personalidades y población civil en general, comerciantes, industriales, hacendados, administradores de fincas, trabajadores, vendedores ambulantes, etc.”
(Pg. 66). En lo rural y urbano, estas redes deben tener en cuenta el “secreto, lugar para contactos (conocido sólo por el agente de control), continuidad de los informantes, pago de informaciones, actualización de documentos (Archivo, carta, hoja de trabajo), otras fuentes de información, lista de miembros de organizaciones enemigas, heridos y muertos, documentos y material incautado”. (Pg. 66).
El engaño, la perfidia, son exaltados en este instructivo como medios legítimos de
guerra, bajo la expresión “maniobras de estratagemas militares”, definidas como “ardid de guerra, engaño o astucia. Es cubrir con un velo el verdadero fin que se pretende. Se utilizan para ello, y con frecuencia, los medios de
comunicación”. (Pg. 88)
La determinación de enemigo declarado como objetivo de estas operaciones, va mucho
más allá de los combatientes del bando enemigo. El reglamento determina, de modo
expreso, que no se trata solo de los combatientes sino de todos aquellos que, en
apariencia, aparecen como afines, ideológicamente, a los enemigos: “En este tipo de acción, por su misma naturaleza intervienen, no el enemigo raso, sino también intelectuales de diferentes profesiones que han idealizado a los equipos violentos, y cuya misión es utilizar a la masa, aprovechando su ignorancia y explotando los sentimientos de la misma” (Pg. 88). En el lenguaje de consideración y estima a la
población civil que abunda en el cuerpo doctrinario de la Acción Integral, para
alcanzar su adhesión, se califica aquí como masa manejable, voluble, fácilmente
manipulable, “ignorante”.
Campañas mediáticas, de desprestigio, a través de medios masivos de información:
páginas web; panfletos amenazantes; comunicados falsos atribuidos a organizaciones
de derechos humanos; comunicados distorsionando la verdad firmados por
organizaciones ficticias para tal fin, y que fueron practica recurrente de la
inteligencia del reestructurado DAS, principal centro de inteligencia, adscrito a
la Presidencia de la República, parece que se recomiendan también en este
reglamento, pues se trata de: Intimidar “causar miedo, asustar, dominar al
enemigo y hacer vacilar su voluntad” y de difamar :Disminuir el prestigio y el crédito del enemigo, debilitando sus mandos y su prestigio” (Pg. 88).
En consecuencia, como recursos de engaño e inteligencia dentro de esta sección de
estratagemas, hablan de las “medidas de engaño sicológicas” en las que ordena
presentar “ante los medios de comunicación las reales violaciones de los Derechos Fundamentales e infracciones al Derecho Internacional Humanitario cometidas por los violentos y denúncienlos sistemáticamente ante las autoridades locales. Fomente la discordia entre grupos enemigos por medio de propaganda, en la cual se incite a la pugna por áreas u otros objetivos de interés en su área. Orientar campañas de operaciones sicológicas especialmente dirigidas a los problemas más sentidos de la comunidad, para que estos vean nuestro compromiso y solidaridad con ellos.” (Pg.
91)
Entre los contenidos de la propaganda “enemiga” a rebatir, instruye sobre lo que
considera neurálgico de la realidad nacional como la reforma agraria, la labor de
intelectuales críticos al gobierno y al conjunto del establecimiento. Ordena, el
reglamento, estar “atento a la emisión de propaganda enemiga para que oportunamente ejecute la contra propaganda más adecuada, explotando al máximo cualquier vulnerabilidad del enemigo” (Pg. 91)... “Eduque a su región sobre la realidad económica del país, asesórese por especialistas, no deje espacio para que el enemigo siga engañando con promesas tales como “reformas agrarias”, a los
obreros con “trabajos en control” y a los comerciantes con “beneficios para empresarios”. No son más que intrigas de las que hacen uso frecuentemente para lograr su desestabilización” Pg. 92.
Instrucciones Generales Sobre la Doctrina de la Acción Integral, Fuerzas
Militares de Colombia, Comando General, cartilla de trabajo, sin fecha (Editada
entre 2006 y 2010).
El documento es presentado por el General Freddy Padilla de León quien fuera
Comandante General de las Fuerzas Militares entre agosto de 2006 y agosto de
2010. En la introducción, el alto mando, hace una síntesis de la doctrina de la
Acción Integral como estrategia de guerra. Afirma que “las fuerzas militares de Colombia son ejemplo de estas estrategias de Acción Integral, como modelo de acercamiento hacia la población civil y retorno de la institucionalidad, en guerras contra insurgentes como las libradas en Irak y Afganistán” (Pg. 4).
El carácter internacional de esta estrategia tiene que ver con la exportación de
de estas operaciones en el marco de los llamados acuerdos de cooperación con el
gobierno de los Estados Unidos y tiene como objeto la eliminación de la
frontera entre lo civil y lo militar. En el caso de Colombia una de las
poblaciones objeto es la indígena y todos los grupos de población que
consideran población vulnerable. Esta doctrina, dice el militar, “permitirá ganar con legalidad, justicia y equidad los 'corazones y las mentes', de la población civil colombiana” (Pg. 5) (Negrillas fuera de texto).
El militar hace un llamado a todos los miembros de las fuerza militares a
utilizar la Doctrina de la Acción Integral “como una herramienta tan poderosa como la maniobra militar, para ganar la guerra y conquistar la paz” (Pg. 5).
Como antecedentes históricos cita, igual que en los otros documentos analizados,
a Karl Von Clausewitz para hacer énfasis en la guerra como “construcción social” que obliga a tener en cuenta factores sociales, morales y psicológicos
articulados en las operaciones militares, de modo que se garanticen los objetivos
de derrotar al enemigo. Cita también al general británico Sir Rupert Smith para
indicar que las guerras modernas tienen hoy fines no materiales sino
inmateriales, “la finalidad ahora es modificar las intenciones, ejercer un efecto disuasivo” (Pg. 6) (Negrillas fuera de texto)
Al dar cuenta de antecedentes históricos en Colombia muestra como hitos el plan
Laso, el Plan Perla y el Plan Andes, que en el marco de la guerra fría “ enfatizaron los objetivos estratégicos no militares que daban énfasis a un tratamiento social e integral del conflicto, distinto a la visión eminentemente
militar que se llevaba hasta el momento” (Pg. 6). Señala como avances la
estrategia política y militar de Álvaro Uribe conocida como la “Política de Defensa y Seguridad Democrática” donde “la seguridad no es principalmente coerción: es la presencia permanente y efectiva de la autoridad democrática en el territorio, producto de un esfuerzo colectivo de toda la sociedad. (Política de Defensa y Seguridad Democrática, Pagina 14, Ministerio de Defensa 2003)” Resalta que el concepto ha sido dinamizado por Álvaro Uribe al articular lo
civil con lo militar buscando la “recuperación efectiva del territorio mediante 'imperio de la ley'” (Pg. 7).
La Acción Integral es presentada como factor decisivo en el control de
territorios, para lo cual se apela a una nueva cita ahora del general británico
Gerald Templer quien afirma que “'el tiroteo es solamente el 25 por ciento del problema y el otro 75 por ciento consiste en poner al pueblo de nuestro lado'”
(Pg. 9) (Negrilla fuera de texto), de modo que la “desinformación, las falsas sindicaciones y el desprestigio del Estado” se contrarresten y logren ganar ' los corazones y la mentes' de la población civil del país'” (Pg. 10).
Insiste de nuevo en la inmaterialidad de la guerra, pues la finalidad de la
Acción Integral es ganar la “voluntad de la población (Pg. 10) (…) es una 'guerra de legitimidades' cuyo teatro de operaciones es el 'terreno humano' y no el geográfico donde el respaldo pleno de la población civil es el factor determinante de la victoria” (pg. 10). En pie de página cita nuevamente a Templer como estratega de la “'emergencia malaya”' quien señala que no se
trata de desplegar tropas en la selva sino de ganar mente y corazón de la
población para lo cual es necesario comprender la cultura local y soporta,
también la Acción Integral en el tipo de intervención adelantado por el ejercito
de los Estados Unidos en la ocupación de Irak y Afganistán, como también en la
estrategia del comando 2016 del Comando Sur de los Estados Unidos (Cfr notas 10 y
11 Pg. 10).
La “guerra política de la subversión” es uno de los principales objetivos de
ataque y es definida por esta cartilla como “las acciones comunicativas, psicológicas y propagandísticas realizadas por los grupos armados ilegales y sus organizaciones afines, destinadas a minar y menoscabar la legitimidad del Estado, con amplios efectos políticos e inclusive jurídicos, ello se realiza por medio de la manipulación de la información y la tergiversación de esta” (Pg. 11
nota 11) Negrillas fuera de texto.
Como el “Texto Especial”, la cartilla señala las acciones jurídicas y de
incidencia adelantadas por organismos independientes al Estado para mostrar
violaciones a derechos humanos como estrategia guerrillera y el ejercicio del
derecho a la búsqueda de justicia como parte de las acciones de la subversión.
Pero a su vez ordena a los comandantes que se conviertan en “lideres integrales, no solo en el aspecto militar con sus tropas sino guías y orientadores de la comunidad a la que sirven en su área de responsabilidad” (Pg. 13), con el fin de conquistar a la población civil. La Doctrina de la Acción
Integral ataca, entonces, a las organizaciones que se comprometen con el
acompañamiento a las comunidades en la afirmación de sus derechos y pretenden
sustituirlas por militares para el sostenimiento del status quo.
La línea que separa lo civil de lo militar quiere ser borrada por esta doctrina,
tal como lo reconocen en las líneas estratégicas, al pretender ganar la
legitimidad perdida por las fuerzas militares: “es entonces el punto de encuentro entre lo militar y lo civil”, afirma y en este encuentro se ocupan
especialmente de la población más vulnerable que enmarcan dentro de la categoría
“asuntos indígenas”. (Cfr Pg. 16)
La nombrada “Acción Integral General” cuenta con grupos especiales para su
implementación como el de “Operaciones Psicológicas” (Geos) con un estricto
control de indicadores de impacto por parte de quienes intervienen, tanto antes
como después de operaciones militares especiales, y se apoya, también en las
“emisoras institucionales” que según las fuerzas militares, poseen la más grande
red nacional de emisoras de este género. Cuenta además con equipos para la
producción masiva de impresos, equipos de producción y difusión de mensajes
institucionales (Cfr Pg. 16).
Las “Operaciones de información” son entonces determinantes en esta doctrina y
pretenden afectar el extenso margen de lo que califican las fuerzas militares como
subversivo y se esfuerzan en la producción de mensajes para incidir en las
percepciones dentro del campo de lo político-comunicativo: “estas operaciones deben ir dirigidas a desarticular el espíritu de lucha del 'enemigo', así como lograr su 'confusión' a través de la instrumentalización de la información contraria y la defensa de información propia)”. En este aparte hace un larga cita de Clausewitz sobre la psicología de las mayorías y la necesidad de incidir espiritualmente en ella: 'los elementos morales y psicológicos son trascendentales en la guerra. Estos constituyen el espíritu que permea la guerra como un todo y logra establecer, rápidamente, una afinidad con la voluntad que mueve y guía la fuerza de las masas'”. Quebrantar ese espíritu, afirma la cartilla “es el paso decisivo para la victoria, y poseer información suficiente para lograrlo se constituye en un objetivo fundamental de las FF.MM.” (Pg. 17)
Estas afirmaciones vuelven a conectar la instrucción militar con las practicas
conocidas como interceptaciones y seguimientos ilegales que ha protagonizado el DAS
recientemente y que han tenido como fin la consecución de información para sabotear
las investigaciones sobre vínculos de paramilitares con políticos, perseguir a
defensores de derechos humanos mediante campañas mediáticas de desprestigio,
deslegitimar a las víctimas que reivindican su derechos a la vida y al territorios,
entre otros.
Las “Operaciones de Información” se basan entonces en una comprensión de la guerra en la que toda información que lesiona intereses del establecimiento es
considerada como enemiga y objeto, por tanto, de ataque mediático, pues la guerra
“ supera el espacio físico y se ubica en el cognitivo, donde la información se convierte en el arma por excelencia”, por tanto “es primordial utilizarlas como método ofensivo buscando encuadrar el entorno al servicio de los interese propios, no hacerlo se constituiría en un error craso dentro de la estrategia misma de las FF.MM.” (Ibid).
Estas operaciones en la práctica se adelantan a través de la “guerra electrónica (GE), Operaciones de Red Digitales (OPERD), Operaciones Psicológicas, Decepción Militar (DM) y Operaciones de Seguridad (OPSEG)” que tienen la finalidad de
“influenciar, interrumpir o neutralizar el proceso de toma de decisiones del enemigo y proteger el proceso de decisión propio”. La cartilla ordena la
articulación de estas operaciones para alcanzar los objetivos estratégicos que se
han planteado. (Cfr Pg. 18).
Existen unos blancos prioritarios sobre los que se trabajan para ponerlos del
lado del estamento militar, para ganarse su voluntad, para conquistar su mente y
corazón para ponerlos a su servicio. Los llama “población vulnerable”,
refiriéndose a comunidades afrodescendientes, mestizas e indígenas. Ilustra el modo
de operación frente a este “objetivo”, la constitución de una entidad especial
llamada “sección de asuntos indígenas” que “determina la ubicación de los 86 pueblos indígenas existentes a nivel nacional, número de territorios indígenas (resguardos) por jurisdicciones de las Unidades Operativas Mayores, Fuerzas Navales y Comandos Aéreos de Combate; principales organizaciones regionales, zonales y locales que las rigen; igualmente se da un énfasis a la identificación de la legislación indígena vigente que brinda herramientas de protección y garantiza el cumplimiento de los derechos de estos pueblos ancestrales” (Pg. 22).
Ordena que se determinen, por parte de los comandantes de unidades, los canales
de comunicación, inicialmente, con los principales líderes para concebir acuerdos,
dar a conocer la misión y visión institucionales: “es de vital importancia mantener estos canales, dando a conocer a los líderes y gobernadores indígenas la misión y visión de la Institución Militar, los principios y valores que nos rigen”. El modo como se ha planeado el acercamiento a los indígenas es a través de
los mismos indígenas militares: “será vital el empleo de miembros de las comunidades indígenas que a su vez hacen parte de las Fuerzas Militares como 'vasos comunicantes' de esta relación”. Quien se encarga de la comunicación es el
oficial de Acción Integral de la unidad; es el “enlace de Asuntos Indígenas, encargado entre otras funciones de contar con un archivo actualizado de las respectivas comunidades de su jurisdicción, mantener una base de datos de los lideres y gobernadores; coordinar el desarrollo de reuniones y mesas de trabajo; divulgar en todos los niveles los métodos de comportamiento de las tropas en áreas de resguardo, teniendo como base los antecedentes de hechos ocurridos”. (Ibid).
Vale nuevamente anotar aquí, que un objetivo evidente de las operaciones ilegales
del DAS muy poco destacado por los medios masivos de información, fueron las
comunidades indígenas de casi todo el territorio nacional. Se registraron
reuniones preparatorias de movilizaciones; acciones de recuperación de tierras;
congresos; las direcciones de habitación de sus líderes; las sedes de las oficinas;
a los mismos líderes se les ha levantado un álbum fotográfico en las AZ de este
organismo de inteligencia adscrito a la presidencia de la república. Este mismo
objetivo, la población indígena, de la Doctrina de la Acción Integral, es el mismo
objetivo de las operaciones encubiertas del organismo de inteligencia
reestructurado recientemente. Solo que el Das se ocupó de la persecución de las
comunidades que resisten y las fuerzas militares de la cooptación. Las dos
levantaron con rigor sus bases de datos, se desconocen si compartieron en las
sesiones de la “Junta de Inteligencia Conjunta” sus pesquisas, sobre todo
cuando la razón por la que se conforma la entidad es evitar “ la duplicidad de esfuerzos” (Cfr http://www.ejercito.mil.co/index.php?idcategoria=79440 obtnida
020112 8:10 a.m.)
A sí mismo la “Cartilla de Trabajo” de las Fuerzas Militares, vuelve a la
cooperación civil - militar para acceder a la población a través de las obras
establecidas en los planes de desarrollo de los municipios, en particular
“servicios médicos básicos y especializados, asesorías, donaciones y otros servicios técnicos”, en alianza con organismos del Estado, empresas privadas y
organizaciones no gubernamentales. Afirma de manera categórica que “las Fuerzas Militares son uno de los principales facilitadores en la labor de reconstrucción del 'tejido social' en Colombia”(pg. 23), obviando la probada responsabilidad en
crímenes de lesa humanidad, la doctrina que promueve el odio, de la opinión, contra
quienes se han comprometido con la transformación de las injusticias sociales a
quienes señala. Esta tarea esencial de reconstrucción del tejido social se
convierte en una nueva forma de revictimización. De la muerte física de los seres
queridos, se pretende pasar a la muerte del alma de los sobrevivientes, mediantes
estrategias de seducción; control psicológico, cognitivo, de las percepciones en la
manipulación de la información; del uso de lo religioso y sus agentes.
Acude además a la figura de los “Profesionales oficiales de Reserva (POR) constituido mediante el reclutamiento de profesionales que dependen del comandante
de la Brigada, para garantizar trabajo permanente en la localidad de interés e
implementar los objetivos trazados por la unidad militar para la recuperación
social del territorio. El “Profesional de Reserva”, quien fue militar activo en
su momento, es un habitante de la localidad y resuelve el problema de la movilidad
de la tropa (cfr Pg. 23). No aclara la cartilla si su presencia será encubierta,
tampoco si desempeña o no labores de inteligencia.
La cartilla desarrolla, además, la estrategia llamada Acción Integral Resolutiva
para el control social de los territorios recuperados militarmente, cuenta para
ellos con los Centros de Coordinación de la Acción Integral (CCAI) coordinado por
la Agencia Presidencial para la Acción Social (Cfr pg. 25). Concibe el
“desarrollo” necesariamente ligado a lo militar. Esta política, asumida por el
actual gobierno a en el capitulo V del Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014,
nombrada como “Plan Nacional de Consolidación Territorial”, continúa siendo
aplicada en diversas regiones del territorio nacional, en lo que respecta a la
promoción de “proyectos movilizadores” que pretenden, afirma la “Cartilla de Trabajo” por ejemplo, “la estructuración de un modelo de economía campesina licita y sostenible, en el marco de una cultura de la convivencia” (Pg. 28) .
La estrategia que se extiende al ámbito internacional es denominada “Acción Integral Internacional” busca fortalecer la legitimidad de las fuerzas armadas de
Colombia “desvirtuando así la campaña de desinformación en los ámbitos político, diplomático y jurídico adelantada por los grupos armados ilegales, especialmente los de las FARC y del ELN en el exterior”. Para alcanzar este objetivo, “el Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia tiene absolutamente claro dentro del plano del Derecho Internacional, dónde se encuentra ubicada la amenaza narcoterrorista y qué legislación le es aplicable....”. Pretende así
“contrarrestar el uso de la desinformación como instrumento de guerra” (Pg. 29).
Abundan los ejemplos en este trabajo, de las personas y organizaciones que
encarnan la amenaza terrorista a nivel internacional y, una vez más, es inevitable
establecer la relación con las ordenes emitidas por parte de diversos directores de
inteligencia del reestructurado DAS para el seguimiento de defensores de derechos
humanos; miembros de organizaciones sociales; del movimiento de víctimas de
Crímenes de Estado; periodistas que adelantaban actividades de incidencia y
cabildeo en el Sistema de Naciones Unidas; gobiernos de Europa y Norte América; la
academia; organizaciones sociales; de iglesias; organizaciones sindicales entre
otras. También abundan los ejemplos de personalidades y organizaciones
internacionales comprometidas con los derechos humanos en Colombia que fueron
objeto, de seguimientos ilegales en sus países y en el nuestro.
El objetivo de esta acción ilegal coincidía con el de la “Acción Integral
Internacional” de las Fuerzas Militares. Un ejemplo ilustra la similitud. En uno
de los informes reservados de la subdirección de Operaciones, de la Dirección
General de Inteligencia del reestructurado DAS, al parecer de 2005, titulado
“Análisis sobre participación de ONG'S en la visita del presidente Álvaro Uribe Vélez a Europa” en el aparte “escenarios proyecciones” anota: “miembros de grupos de izquierda pretenderán salir del país en representación de ONG'S con el fin de buscar apoyo por parte de la comunidad internacional, así como mayor internacionalización de grupos insurgentes además de llevar a cabo posibles negocios ilícitos como narcotráfico”.
Las Conclusiones que presenta la cartilla, recogen de manera clara las pretensiones
de la Doctrina de la Acción Integral expuesta tanto en el “Manual” como en el
“Texto Especial”. “La misión y el objetivo -señala- están claros y apuntan, básicamente, a que el Estado se gane para si los 'corazones y las mentes' de los colombianos... esta labor es fundamental para lograr consolidar el bienestar colectivo de los colombianos y la neutralización del discurso disfrazados de los Grupos Armados Ilegales” (Pg. 30). De un lado el desprestigio, la judicialización,
la persecución de toda expresión social, comunitaria que apunte a la construcción
de la justicia distributiva y restitutiva y que denuncie los desmanes del Estado
para el mantenimiento de lo establecido y la conquista, mediante métodos
repugnantes, de la voluntad de la población, en favor del unanimismo, de la
consolidación de una sociedad en la que la oposición no tenga cabida, en la que la
democracia sea posible
Segundo
El Evangelio ante la muerte del alma pretendida por la doctrina
militar
La sociedad que nos impone la doctrina de la Acción Integral es la levantada sobre
las ruinas de quienes han pretendido transformarla y todos aquellos que son
identificados como oposición a la sociedad injusta, a quienes se les señala como
de terroristas, subversivos, cómplices, idiotas útiles. Al creer que la guerra
militar está siendo ganada en Colombia, el establecimiento militar apunta al
control social de los territorios como posibilidad de consumación de la victoria
total, pasando de los territorios físicos, a los cuerpos de las mujeres y hombres,
pretendiendo conquistar sus corazones y sus mentes, para el proyecto de sociedad
al que sirve lo militar y que es llamado en los últimos diez años en Colombia,
“seguridad democrática” y “prosperidad democrática”.
Desde la perspectiva evangélica, una serie de antivalores, se pueden deducir de
los documentos militares analizados, con los que se pretenden saturar la mente y
los corazones de la población, en lo que llaman las “operaciones de acción
ideológica”: “debe exaltar el nacionalismo, los valores y principios ético morales, la familia, la raza, la religión, el patriotismo y sobre todo nuestro sistema de libertades democráticas. La acción ideológica debe estar encaminada a dos frentes principales: las propias tropas y la población civil” (Pg 91 ya citada en la primera parte).
La “Democracia” es entendida como los certámenes electorales y está cimentada
en los monopolios y en los oligopolios que entran a competir en el mercado global
entregando, sobre todo, los territorios, que ofrecen ventajas comparativas
favorables en el mercado global, convirtiéndolos en una mercancía más,
prescindiendo de sus habitantes indígenas, mestizos y afrodescendientes.
En doctrina militar:
La “autoridad” debe ser acatada sin cuestionamientos, independientemente que su
obrar sea recto,
La “tradición” es entendida como la transmisión de los valores que soportan el
establecimiento;
El “dios”, su dios, distinto al del Antiguo y Nuevo Testamento, como soporte
de la legitimidad a instituciones injustas, que bendice la institución militar que
cuenta con clérigos a su servicio, que agrede a mujeres y hombres de iglesia que
optan por la defensa de los derechos de los empobrecidos;
La religión como la católico romana, de privilegios fiscales y soporte de la
institucionalidad vigente; que cubre con un manto sagrado los despojos, el
crecimiento económico desigual, la militarización de la vida a costo de de la
desigualdad. Los/las católicos/as que se compromenten con la justicia son
calificados/as, perseguidos/as y en muchos casos asesinados /as o
desparecidos/as.
La raza, retrotrayendo la sociedad a la época de las clasificaciones coloniales
basadas en los distintos grados de mezclas de sangres que sustentaba un sistema de
castas excluyentes;
La familia, fundamentada en el matrimonio católico monógamo, indisoluble,
heterosexual y pródigo;
La “Institucionalidad” como lo establecido, inmutable, no susceptible de ser
cuestionado, el estatus quo que debe ser mantenido y que favorese a pocos;
El “patriotismo” es el culto a la bandera, a al himno, a las instituciones más
allá de los contenidos que para el bienestar de las mayorías aporten;
El “fuero militar” se promueve como privilegio de los militares implicados en
delitos, para ser juzgados por los mismos militares con el propósito de garantizar
la impunidad evitando que la exigencia de respeto a los derechos humanos ponga
límites a métodos criminales de persecución de sus objetivos.
El Alma a preservar
La propuesta del Reinado de Dios que encarnó Jesús de Nazaret plantea valores que
van en contra vía de los expuestos en la doctrina militar. La mente y el corazón
son las metáforas con las que se quieren abarcar, el alma es parte de la
condición humana portadora de esos valores a preservar. Por eso es chocante a
esta tradición evangélica la pretensión militar de conquistar el alma, la mente, el
corazón de las mujeres y los hombres, como chocante fue, en Jesús, la proclamación
del emperador de Roma como dios, la imposición de la pax romana como expresión del reinado de ese dios, a lo que contrapone su particular captación de la divinidad y
del mundo como si esa divinidad la gobernara, práctica que al final le provocó la
muerte violenta.
Augusto y demás emperadores, dioses y pax en los que no creyó Jesús
En su libro Jesús: Vida de un Campesino Judío, Dominic Crossan1 haciendo uso de
documentos cercanos a la época de Jesús, reconstruye los contextos históricos
dentro de los que hace su anuncio.
La omnipresencia del imperio Romano es visto por el autor, como el factor
determinante de la vida religiosa, social, política, económica de la época. La
iconografía, los monumentos se encontraban a la vista de todos, exaltando la
divinidad del emperador, de la guerra como fuente de paz. La infraestructura
portuaria, la arquitectura urbana, daban cuenta en las ciudades de Palestina de la
presencia del imperio, que contaba con el servicio incondicional de las
autoridades locales, dentro de la teocracia característica de la época.
La cita que hace Crossan del decreto que ordena el cambio de calendario, escrito
en mármol y expuesto en todos los templos de Roma y de Augusto existentes en Asia,
nos permite ver las dimensiones de la contradicción entre el reino de Roma y del
reino de Dios anunciado por Jesús:
“Puesto que la providencia... ha ornado nuestra edad con la presencia del dios supremo, Augusto, … y en su libertad nos ha concedido, a nosotros y a cuantos están por venir, [un salvador] que ha hecho cesar la guerra y va a imponer un orden [pacífico] sobre todas las cosas... habida cuenta de que el nacimiento de nuestro Dios ha marcado el comienzo de la Buena Nueva para todo el mundo por causa suya … en consecuencia... los griegos de Asia han decretado que el año nuevo comience en todas las ciudades el 23 de septiembre... y el primer mes sea... reverenciado como mes de César, comenzando el 23 de septiembre, día del nacimiento de César.”2
El reino de Augusto fue el resultado de una campaña militar sin precedentes en la
historia, sobre las ruinas de civilizaciones enteras. Las conquistas, recitadas
por sus poetas, conocían como único límite el océano, para luego de alcanzarlas
proclamar que “las crueles puertas de la guerra se cerrarán con hierro y con recios cerrojos”3 La pax romana representada en el monumento del Ara Pacis en Roma, es la tierra conquistada por el varón guerrero. Supuso la guerra en otro
sitio distinto a Italia y Roma para garantizar la paz de las puertas de hacia
dentro.
Ilustra con fuente cercana a los acontecimientos las dimensiones de esta paz
derivada del control de territorios, de la imposición de su mundo axiológico. Entre
los años 77 y 84 d.c., se escribe un texto citado por Crossan, en el que el
gobernador de Britania hacia una descripción de la Roma:
1 Crossan D, Jesús: vida de un campesino judío, Critica, Grupo Grijalbo-Modori, Barcelona 1994. 2 Opcit pp 67 3 Virgilio, Eneida, escrito entre 29 y 19 a.c., citado por Crossan Opit pp 67.
“Saqueadores del mundo, cuando les faltan tierras para sus sistemático pillaje, dirigen sus ojos escrutadores al mar. Si el enemigo es rico, se muestran codiciosos; si es pobre, despóticos; ni el Oriente ni el Occidente han conseguido saciarlos, son los únicos que codician con igual ansia las riquezas y la pobreza. A robar, asesinar y asaltar llaman con falso nombre imperio, y paz al sembrar la desolación”4
Es la paz de la victoria de Occidente sobre Oriente, la de la tranquilidad del
centro y la zozobra de la periferia. La violencia del imperio de entonces, como los
de hoy, la de países como Colombia es tranquilidad para quienes la dirigen y es
llamada “ley”, “orden”, “democracia”, “religión”, “familia”
'institución”, 'libertad'”, “raza”.
Un reino de dignas/os e indignados/as
Alma y corazón, en lenguaje metafórico lo entendemos como el modo como se quiere
señalar esa parte de nuestra condición humana, de nuestra corporalidad, donde se
desarrollan los valores más profundos, las aspiraciones fundamentales, los
pensamientos más arraigados, la voluntad que orienta nuestras prácticas, los
lugares en los que habitan nuestros miedos y la fuerza para afrontarlos.
La palabra hebrea que se suele traducir, de manera inexacta como alma es
“Nefesch”. En realidad significa, la persona misma, la necesidad de alimentarse,
la sangre de sus venas, el mismo ser. La palabra griega que se traduce de la misma
manera es psy-kje y que se refiere a la personalidad consciente, al centro de las emociones, a los deseos, sentimientos y afectos.5 Algunas versiones de la Biblia
la traducen como vida.
En el contexto de la dominación del imperio romano que impuso su mundo de valores,
su moneda, su dios -cesar, su justicia, su lugar en el templo de Jerusalén, su
comercio, su iconografía, surge para los seguidores de Jesús la conciencia de estar
a contra corriente. Destacan los evangelios la necesidad del grupo de seguidores de
fortalecer sus convicciones y sus prácticas en consonancia con las de Jesús. En
períodos de persecución, donde la vida biológica estaba en grave riesgo, aparece la
lectura de textos como este:
4 Tacito Agricola XXX-XXXI; cf. Stuart, pp. 18-19, citado por Crossan Opcit, pp77 5 Cfr El Lexicon in Veteris Testamenti Libros (de Koehler y Baumgartner, Leiden, 1958, pág. 627) y
Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, revisión de H. Jones, Oxford, 1968, págs. 2026, 2027;
New Greek and English Lexicon, de Donnegan, 1836, pág. 1404., citado por
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070430093024AAk5u0v
“No les tengan miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz y lo que digo al oído, proclamenlo desde los terrados... Y no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma, teman mas bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna” (Negrilla
fuera de texto) (Mat 10, 28).
La Gehenna era el basurero de Jerusalén en donde arrojaban lo que consideraban,
en la época, como basura y lo prendían con azufre. Estaba ubicado cerca de la
muralla sur de la antigua ciudad, era fuente de malos olores y pestes, por eso lo
del azufre para evitar su expansión. Esta es una metáfora de la vida sin dignidad,
de la humanidad que se arruina.
También Marcos habla de la vida que se pierde, y lo pone en boca de Jesús. Aquella
que se vacía, a pesar de que se posea prestigio, poder y funcione la biología, que
carece de dignidad o, en sentido Evangélico, que se orienta por ídolos como el
emperador Cesar. Aquella que no afronta el miedo, que cede a las pretensiones del
poder como dominación, que se alía con él así sea por sobrevivencia:
“Por que quien quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mi y por el Evangelio, la salvará. ¿Pues de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? (Marcos 8, 36).
Esta lógica, que contradice la del imperio Romano, también la de la teocracia de
Israel condicionada por ese imperio y que opera como contra corriente, tiene unos
contenidos precisos y desafiantes para quienes se animan a adoptarlos. Para el
Evangelio son los contenidos del Reino de Dios, opuestos al reino de Roma, en
opciones muy específicas que queremos resaltar enseguida a partir de algunos textos
del Nuevo Testamento.
“Quien no se hace como niño no entrará en el reino de los cielos” (Mt 18,1)
niñas y niños que en la época eran despreciados, abandonados en los caminos
para ver quien se animaba a recogerlos, es decir los humildes, sencillos,
despreciados.
“Hijos míos, !Cuán difícil es entrar en el reino de los cielos! Es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios” (Mc 10, 23...). La acumulación niega la posibilidad buscar la
justicia. La dificultad de quien pone el sentido de la vida en la
acumulación personal, a abrirse solidariamente a los otros y provocar
relaciones justas.
-“No amontonen tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbe que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonen más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbe que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mt 6, 19-21). Como razón de la existencia se considera la riqueza y a ella se entrega el corazón,
como a todo absoluto que niega la liberad de las hijas e hijos Dios.
“bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia porque de ellos es el reino de los cielos” (Mt 5,10). El trabajo por la justicia distributiva y retributiva, al modo del Antiguo Testamento, hasta afectar los cimientos de
la misma sociedad, lo que genera persecución.
“Saben que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Que no sea así entre ustedes”. (Mt 20,
25-26), de nuevo ante el poder como dominación, en el momento materializado
en el imperio romano y en la teocracia local.
“ Permanezcan en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario... en la ciudad en que entren y los reciban, coman lo que les pongan” (Lc 10, 7-8). Este texto es una expresión del
elemento, para Crossan, más emblemático del Reino de Dios predicado por
Jesús y que denomina la comensalía abierta, la cual expresa el igualitarismo
radical proclamado, expresión micro de una sociedad que funciona, como si
fuera gobernada por Dios. La o el miembro de la comunidad de Jesús comparte
la propuesta y recibe, en cambio, su sustento en comida y dormida, un lugar
en la mesa y una casa.6
“Llegaron a Jerusalén y, entrando en el templo, se puso a expulsar a los que allí vendían y compraban, y derribo las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas; no permitía que nadie transportase objeto alguno por el templo, y los enseñaba y decía: ¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todas las gentes. Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones” (Mc 11, 15-19).
Este relato está ubicado justo antes de la decisión del imperio Romano, por
petición de la teocracia local, de aprehender y posteriormente ejecutar la pena de
muerte contra Jesús. Crossan señala que la acción de Jesús en el templo, no buscaba
purificarlo, como habitualmente se interpreta, pues no se adelantaba ninguna
actividad impura. Se estaban adelantando en el lugar, las actividades fiscales,
sacrificiales y litúrgicas que le eran propias.
6 Cfr Crossan D., Op cit, pp 393-397.
Lo que aconteció, según Crossan, en un hecho que muy probablemente se remonta al
Jesús histórico. Fue un acto de destrucción simbólica deliberada del templo,
impidiendo por un momento las actividades en el centro religioso. Su actuación
se debió, posiblemente, a que las actividades realizadas en el templo contrariaron
profundamente su experiencia de Dios, la cual motivaba su predicación itinerante,
su cercanía con los excluidos, su convicción de que todas y todos somos iguales.
La organización del templo en estratos contradecía, el igualitarismo radical que
hacía parte de su vida y de la de sus seguidores más cercanos. De ahí que en una
descarga de indignación saboteara las ventas y comparar, el cambio de moneda, el
trasporte de objetos.
Jesús, entonces, al encontrarse con la injusticia del templo, en la única
oportunidad que como campesino pudo visitar Jerusalén, estallaría en indignación y
procedería a su destrucción simbólica. Este hecho en un contexto de pascua, en una
ciudad custodiada por los soldados romanos de Pilato, es de suponer que estos
soldados actuaron de manera inmediata y lo detuvieron para mantener el orden y
posteriormente decidiendo, posteriormente, su ejecución.7
De manera similar, en la historia, se han dado las acciones de dignificación y de
ese modo también han ocurrido las acciones del poder militar, religioso y político
para conjurarlas de manera ejemplar.
Parábolas de un Reino a contra corriente de la institucionalidad impuesta
La forma muestra, también, el fondo. De parte de los estudiosos de la cristología,
hay un consenso generalizado en que el modo privilegiado como Jesús que hizo su
anuncio del reino de Dios, fue a través de las parábolas.
Queremos referirnos solo a dos de ellas que son inmensamente ilustrativas de un
mensaje que mostraba el Reino de Dios como un signo evidente de contradicción en
medio de la institucionalidad que el poder religioso, político y militar imponían
en su entorno y que contrariaban la percepción de Dios de la que era portador.
“Decía pues: ¿a que asemejaremos el reino de Dios o de dónde tomaremos parábola? Es semejante al grano de mostaza, que cuando se siembra en la tierra es la más pequeña de todas las semillas de la tierra; pero sembrado crece y se hace mas grande que todas las hortalizas, y echa ramas tan grandes, que a su sombra pueden abrigarse las aves del cielo” (Mc 4,30-32 = Mat 13, 31-32) .
7 Cfr Ibid pp 415-416
Como lo muestra Crossan8 se ha interpretado esta parábola, comparando al reino con
una pequeña semilla de mostaza que fue capaz crecer hasta el punto de dar abrigo
a los pájaros. Sin embargo los conocimientos agrícolas y de la vida campesina
muestran claramente que es otro el sentido de la misma. La “mostaza es una planta que suele crecer donde no debe, que tiende a criarse de forma totalmente incontrolada, y que suele atraer a los pájaros a los campos de cultivo, donde precisamente no son nunca bien recibidos. Pues bien, a eso es a lo que se parecería, según Jesús, el Reino... a un arbusto de sabor picante con una peligrosa capacidad de propagación. Algo, en definitiva, deseable únicamente en pequeñas dosis, o, cuando menos, de forma controlada … en caso de que se pueda controlar”9 El reino de Dios, entonces es como una planta, casi una maleza, que puede arruinar
la actividad agrícola al propagarse y poner en riesgo el cultivo.
Otra parábola que reta al establecimiento, es la del fermento que hace alusión
a la lavadura, a la mujer y al acto de ocultar una cosa:
“ De nuevo dijo [Jesús]: ¿a qué compararé el reino de Dios? Es semejante al fermento que una mujer toma y hecha [oculta] en tres medidas de harina hasta que fermenta toda” (Lc 13, 20-21 = Mt 13-33).
En la época de Jesús y en el mundo antiguo, la levadura era signo de corrupción
por producirse vía descomposición. “En Israel se equiparaba el fermento con la cotidianidad no sagrada, y el pan ácimo [sin levadura] con lo santo, lo sagrado, el banquete”10 Así mismo, según el mismo autor, “la mujer en cuanto estructura simbólica se asociaba a lo inmundo, lo religiosamente impuro” y , para completar,
la idea del ocultamiento para referirse a la mezcla de la harina con el fermento.
Tenemos entonces al reino del Padre que se parece una mujer que oculta la
levadura en la masa de pan y es así como lo hace crecer, con sabor, diferente al
pan sagrado, al pan ácimo, compartido ritualmente por los puros, es decir, por los
hombres. Sin duda un ejemplo tremendamente chocante a la sociedad patriarcal y
excluyente de la época.
Del alma impuesta por lo militar a la frágil propuesta del Evangelio.
Antoine de Saint- Exupéri en el Principito hace un extraordinaria presentación
de los frágiles valores que dan sentido a la existencia de las mujeres y los
hombres, aquellos que son susceptibles de ser rotos, aquello que no se ve que se
contrapone a los valores de las mujeres y hombres de negocio, a las vanidosas y
8 Cfr Ibid pg 325 9 Ibid, pg 327 10 Scott B, Hear Then the Parable: A Commentary on the Parables of Jesus, Fortess Presss,
Mineápolis, 1989, citado por Crossan op cit pg 329.
vanidosos, a quienes se ocupan, como finalidad de su existencia, a acumular, a
mantener su poder.
Para el Principio lo bello, lo valioso, lo que da sentido a la existencia, por lo
general es difícil de ver, pero está ahí, en el corazón, en la mente, en el alma,
dando razones para seguir andando a pesar de las adversidades. Como su única flor
viviendo en alguno de los millares de estrellas, que hacía contemplar con fervor
esas constelaciones lejanas. Como el desierto, amado, porque no se ve nada, no se
oye nada “ y sin embargo algo resplandece en el silencio... lo que embellece es invisible... lo que me emociona tanto en este principito dormido es su fidelidad por una flor, es la imagen de una rosa que resplandece en él, como la llama de una lámpara, aún cuando duerme... es necesario proteger a las lámparas; un golpe de viento puede apagarlas”11
Los valores, también se contraponen están en pugna, se encarnan en mujeres y
hombres concretas, en instituciones que los promueven, sostienen, reproducen.
Tienen sus antagónicos: los anti-valores. Estos, desde la perspectiva de los
evangelios, llevan a las mujeres y a los hombres a perder su vida, a desmoronar el
sentido de la existencia.
Los antivalores que sostiene el establecimiento y soporta la doctrina militar,
señalados al inicio de esta segunda parte se contraponen con los valores
proclamados por Jesús y sus seguidores más cercanos, tal como lo recogemos de los
evangelios. Estos últimos, como los que dan sentido a la vida del Principito
son tesoros llevados en frágiles recipientes de barro, soportados, solo en la
fuerza de Dios, para el que cree, al decir de Pablo de Tarso.
Los otros, como los sostenidos por la doctrina militar, los que quieren saturar el
alma y el corazón de mujeres y hombres cuentan con todos los recursos de que
dispone el poder de dominación para aniquilar los sueños, las esperanzas, los
anhelos de una sociedad donde la vida de todas y todos sea posible, la muerte del
alma, que vienen después de la destrucción de las corporalidades de cientos de
hombres y mujeres que dijeron no a la imposición de la injusticia, de la
esclavitud, de lo establecido.
Lo militar viene a la conquista de los restos de conciencia que quedan acuñados en
la solidad de los resistentes y las resistentes. Quizás los muertos siguen siendo
tan peligrosos, que se debe saturar de otros contenidos los corazones de sus
familiares y amigos, para que esos sueños no vuelvan a ser soñados. Se requiere
que toda la institucionalidad del poder, aún parte de la religiosa que le
favorece, celebre los funerales de la conciencia evangélica encarnada en los
11 De Saint-Exupery, El Principito, Emecé Editores, S.A, 1951, pp 89-92
corazones de la gente, bendiciendo armas, celebrando operaciones militares de
exterminio, posando con las fuerzas militares, celebrando misas en casas de
paramilitares, erigiendo altares seudocristianos en las casa de los victimarios.
Sin embargo, la lógica del reino es otra, son otros los valores que promueve,
que quieren sembrarse en la mente y el corazón de mujeres.
Pretende proteger el alma del vaciamiento de los valores que dan sentido a la vida,
mas allá de lo puramente biológico. Invita mantenerse dignas y dignos, a no
dejarse comprar por las prebendas del poder; a hacerse como niñas y niños, en la
sencillez de los pequeños, en la perspectiva de los/las ignorados; en el
reconocimiento de la humanidad de los despreciados, a estar del lado de las y los
excluidos.
Llama a renunciar a la riqueza que genera desigualdad y a trabajar por la justicia
distributiva. Previene sobre la seducción de los bienes con valor de cambio, por
encima del valor de uso que para la vida tienen las cosas. Invita a sostenerse en
la búsqueda de la justicia a pesar de la persecución, a despreciar al poder como
causa de la dominación de la vida humana y natural, distinta a la humana.
Convoca a la construcción de una sociedad que funciones como si Dios, semejante a
una madre y aun padre justos, gobernara, como si el planeta fuera una gran casa
dirigida por una madre y un padre orientados por la equidad.
Motiva a la indignación, hasta el punto de destruir, desde lo cotidiano, los
cimientos mismos de la institucionalidad injusta, a nadar contra la corriente del
poder, a ser como la semilla de mostaza que se expande por los uniformes cultivos,
cuestionando, interrogando, chocando, generando conflicto. A ser como la mujer,
excluida, que toma la levadura, impura, y la esconde en la masa y la hace crecer,
la fermenta, le da sabor y vitalidad.
A entregar la vida a pedazos cada día y ser coherente a riesgo de perder la misma
vida, pues el contenido de las motivaciones, creencias, que plantea el Evangelio,
contrarían los que pretende imponer el poder de dominación, la doctrina militar,
en este caso, con sus llamadas guerras psicológica, jurídica, política, de
estratagemas, ciberguerra, guerra de masas. Institucionalidades, como la militar,
pretenden justo socavar esos valores, tal como en su tiempo lo hiciera el imperio
romano.
Nos encontramos, entones con posiciones que son irreconciliables y que dado el
poder ejercido por lo militar, fácilmente termina con señalamientos asesinatos,
desapariciones, torturas, judicializaciones a aquellas y aquellos que apuestan por
la justicia y la paz, cuando se resistan a la muerte del corazón, a la muerte del