El Agua en Canarias Textos y gráficos extracto del libro “Guía del Agua en la Macaronesia Europea”, ISBN: 978-84-690-6404-7
Reedición y actualización realizada en el marco del proyecto ISLHáGUA.
El agua en Canarias
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Publicación coordinada y dirigida por: Instituto Tecnológico de Canarias, S.A. (ITC)
Departamento de Agua – División de Investigación y Desarrollo Tecnológico
Textos:
Baltasar Peñate, Gilberto Martel, Luisa Vera, Miguel Márquez, José Gutiérrez (ITC) Enrique Moreno, Gustavo del Castillo (Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria)
Isabel Farrujia (Consejo Insular de Aguas de Tenerife)
Textos y gráficos extracto del libro “Guía del Agua en la Macaronesia Europea”, ISBN: 978-84-690-6404-7
El agua en Canarias
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Indice 1 EL CICLO HIDROLÓGICO ......................................................4
1.1 Introducción .............................................................................4
1.2 El ciclo hidrológico en Canarias ............................................5
2 USOS DEL AGUA Y TENDENCIAS.....................................10
3 LOS RECURSOS HÍDRICOS ..................................................14
3.1 Introduccion ...........................................................................14
3.2 Los recursos hídricos en Canarias .......................................14
4 REFLEXIONES ANTE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA ................................................................................................20
4.1 Introducción ...........................................................................20
4.2 La calidad media de las masas de agua interiores y principales problemas asociados. .................................................22
4.3 Particularidades de los sistemas de suministro de agua en Canarias. .........................................................................................24
4.4 Aspectos significativos que influyen en el coste del agua servida en Canarias ........................................................................26
5 Bibliografia..................................................................................29
El agua en Canarias
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1 EL CICLO HIDROLÓGICO
1.1 Introducción El concepto de ciclo hidrológico hace referencia al continuo movimiento
o transferencia de las masas de agua entre los océanos, atmósfera y
litosfera-biosfera, provocado principalmente por la energía solar y la
gravedad. A lo largo del ciclo, el agua pasa por diferentes procesos:
• Evaporación: la radiación solar que incide sobre las superficies
líquidas (lagos, mares y océanos) provoca la formación de vapor de
agua, que asciende a las capas altas de la atmósfera, se enfría y se
condensa formando nubes.
• Precipitación: cuando las partículas de agua que forman las nubes
alcanzan un determinado tamaño (0,1 mm) dan lugar a gotas que
caen por gravedad en forma de lluvia, granizo o nieve.
• Retención: una parte del agua de precipitación se evapora en su
caída y otra parte es retenida por la vegetación, edificios, etc., y
luego se evapora. Del agua que llega al terreno, una parte queda
retenida en superficies líquidas (charcas, lagos, embalses), volviendo
una parte de nuevo a la atmósfera en forma de vapor.
• Escorrentía superficial: otra parte del agua circula por la superficie
en forma de cursos de agua que pueden originar arroyos y/o ríos,
que desembocan en lagos o en el mar.
• Infiltración: una parte del agua de precipitación y de la que circula
por la superficie penetra en la superficie del terreno a través de los
poros y fisuras del suelo o las rocas, rellenando de agua el medio
poroso.
• Evapotranspiración: en casi todas las formaciones geológicas existe
una parte superficial cuyos poros no están saturados en agua, que se
denomina “zona no saturada”, y una parte inferior saturada en agua,
y denominada “zona saturada”. Una buena parte del agua infiltrada
nunca llega a la zona saturada sino que es interceptada en la zona no
El agua en Canarias
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saturada. En la zona no saturada una parte de esta agua se evapora
y vuelve a la atmósfera en forma de vapor, y otra parte se consume
en la “transpiración” de las plantas. Los fenómenos de evaporación y
transpiración en la zona no saturada son difíciles de separar, y es por
ello por lo que se utiliza el término “evapotranspiración” para
englobar ambos fenómenos.
• Escorrentía subterránea: el agua que alcanza la zona saturada por
percolación se considera la recarga de agua subterránea. Ésta puede
volver a la atmósfera por evapotranspiración cuando el nivel saturado
está cerca de la superficie del terreno. Por otro lado, se puede
producir la descarga de agua subterránea, rezumando directamente
en los cauces, a través de manantiales, o directamente en el mar u
otras grandes superficies de agua, cerrándose así el ciclo hidrológico.
Las disponibilidades hídricas de una región están influenciadas por
factores como el clima, la orografía del terreno e incluso el factor humano.
En el caso de Canarias, las disponibilidades hídricas varían entre islas. A lo
largo de este documento se da una visión general del ciclo hidrológico y su
contribución a los recursos hídricos de Canarias.
1.2 El ciclo hidrológico en Canarias
El Archipiélago de Canarias está constituido por 7 islas mayores y 6
islas o islotes de reducida dimensión. La superficie total del archipiélago es
de 7 492 km2, siendo la isla habitada más pequeña, la Graciosa (29 km2) y
la de mayor extensión, Tenerife (2 034 km2), seguida de Fuerteventura (1
655 Km2) y Gran Canaria (1 560 Km2). Sólo dos islas (Tenerife y La Palma)
superan los 2 000 metros de altitud, correspondiendo la mayor elevación al
Teide con 3 718 m, siendo éste el pico más elevado de España.
El agua en Canarias
Imagen satélite de Canarias. (Fotografía de la NASA)
Las Islas Canarias tienen actualmente una población de unos
2.126.769 habitantes (Instituto Canario de Estadística, 2011), siendo las
más pobladas Tenerife (908.555 habitantes), Gran Canaria (850.391
habitantes) y Lanzarote (142.517 habitantes). La isla menos poblada es el
Hierro con 10 995 habitantes.
Las islas Canarias, en su porción subaérea, están conformadas por un
apilamiento de coladas de lava y piroclastos, con algunas intercalaciones de
depósitos sedimentarios. Todo el conjunto está atravesado por una red de
diques (antiguos conductos de ascenso del magma) de densidad variable
de unas zonas a otras.
En cuanto a la edad geológica de las islas, la más antigua es
Fuerteventura con 20,5 millones de años, seguida de Lanzarote y Gran
Canaria con 15,5 y 14,5 millones de años, respectivamente. De las islas
mayores, la más joven es El Hierro con 0,8 millones de años.
Por lo general, la estructura geológica de las islas suele responder al
El agua en Canarias
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siguiente modelo: en la base, el denominado Complejo Basal, que no aflora
en todas las islas y que representa el estadio de crecimiento submarino.
Sobre este complejo se apila un grueso paquete de materiales volcánicos
diversos, nombrados genéricamente como Basaltos Antiguos, aunque su
edad varía de unas islas a otras. Finalmente, se disponen las Formaciones
Superiores, más recientes, de composición más variable y de menor
potencia, en comparación con las anteriores.
El comportamiento hidrogeológico de esta secuencia es
extremadamente variable, en función, no sólo, de su composición y
estructura original, sino también de su edad y grado de fracturación. Así,
podemos encontrar desde lavas escoriáceas recientes, con una
permeabilidad muy alta, hasta formaciones prácticamente impermeables
(Ej: Complejos Basales, mortalones en los valles de deslizamiento -debris
avalanches-, etc.). Todo ello condiciona que el acuífero sea
extremadamente heterogéneo y anisótropo1.
El modelo conceptual del flujo en las islas es sencillo. El sistema recibe
agua por infiltración de lluvia y retorno de riegos y la pierde por salida
subterránea al mar y extracción por pozos y galerías. El déficit, caso de que
lo haya, se cubre por captura de agua de reservas y el consiguiente
descenso de niveles.
El esquema de flujo en el acuífero es más complejo y está
condicionado, fundamentalmente, por la configuración geoestructural del
subsuelo.
El clima de Canarias, aparte de por su posición geográfica (subtropical
oceánica), está condicionado por una serie de factores, según la altitud y
orientación, como son la compleja orografía, los vientos alisios y su
estratificación en capas, la proximidad al continente africano, frente al
Sáhara, y la corriente fría de Canarias. Todo ello se traduce en general, en
temperaturas suaves y estables y en la existencia de numerosos
1 Anisotropía: Propiedad general según la cual determinadas propiedades físicas de una sustancia o materia varían según la dirección en que son examinadas.
El agua en Canarias
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microclimas.
Las precipitaciones en Canarias son irregulares, aunque más intensas
en los meses de invierno. Las islas más cercanas al continente africano,
como Lanzarote y Fuerteventura, que no superan los 850 m de altitud, y en
general las áreas costeras y las medianías orientadas al sur, soportan un
clima mucho más árido con unas precipitaciones medias normalmente
inferiores a los 150 mm. En las islas más occidentales, especialmente en las
de mayor altura y, fundamentalmente en sus vertientes orientadas al norte,
la precipitación media anual puede superar los 700 mm. Para el caso de
Tenerife y Gran Canaria, las islas más pobladas del archipiélago, la
pluviometría media anual es de 425 y 300 mm, respectivamente. Destaca la
isla de La Palma por ser la de mayor pluviometría anual con 740 mm.
La evapotranspiración también condiciona fuertemente las
disponibilidades hídricas de las islas, hasta el punto de alcanzar el 90% de
las precipitaciones en islas como Lanzarote y Fuerteventura. Por término
medio, la evapotranspiración del archipiélago se situa en el 70% de las
precipitaciones medias anuales, lo que coincide con los datos de las islas
centrales (Tenerife 70% y Gran Canaria, 65%).
Dada la escasa cuantía e intensidad de las precipitaciones y la elevada
permeabilidad de la cobertura, la escorrentía superficial sólo es significativa
en islas como La Gomera y Gran Canaria, siendo en esta última donde se
obtiene el mayor valor medio, con 75 Hm3/año. En el caso de Tenerife, la
escorrentía superficial es de 20 Hm3/año y en Lanzarote, el caso más
extremo, 3,5 Hm3/año.
Las tasas de recarga acuífera, estimadas en porcentaje respecto a las
precipitaciones descontando la evapotranspiración, escorrentía superficial y
descarga subterránea al mar, varían entre el 0,1% de Lanzarote hasta el
18,3% de Tenerife. Mientras, Gran Canaria es un ejemplo de situación
intermedia con un 10,1% de tasa de recarga acuífera.
El agua en Canarias
Gráfico 1 Balance hidrológico de Canarias, en Hm3/año
(Fuente: Análisis de los recursos disponibles en el año 2000, Dirección General de Aguas del
Gobierno de Canarias)
El agua en Canarias
2 USOS DEL AGUA Y TENDENCIAS
En Canarias, los principales usos a los que se destina el agua son:
abastecimiento urbano, sector agropecuario, sector turístico y, en menor
medida, sector industrial.
Hay que destacar que la demanda de agua, de cada uno de los
sectores potencialmente co nsumidores, puede variar de una isla a otra,
Dependiendo de factores culturales, tecnológicos e incluso climatológicos, la
dotación necesaria para obtener el mismo resultado puede variar
considerablemente.
Por otro lado, es importante no olvidar que las tendencias, en cuanto a
los usos del agua, experimentan una evolución temporal. Así, el desarrollo
económico y tecnológico experimentado desde hace algunas décadas, ha
provocado el declive del sector agrícola en algunas zonas a favor del sector
industrial o turístico.
En las Islas Canarias, el crecimiento
demográfico y el desarrollo de cada uno de
los sectores económicos han condicionado el
uso del agua a lo largo de los años. Cada
una de las islas posee unas características
y/o singularidades propias, que ha dado
lugar a que los sectores económicos se
hayan desarrollado de forma diferente en
cada una ellas.
La agricultura era, hasta hace unos
años, la principal actividad económica del
archipiélago. El relieve accidentado o aridez
de algunas zonas, ha provocado que la tierra
de cultivo ocupe sólo un 10% de la
El agua en Canarias
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superficie de las islas. Hay poca actividad ganadera extensiva debido,
principalmente, a la escasez de pastos.
En la actualidad el sector terciario, fundamentalmente el turismo y las
actividades ligadas a él, generan más del 70% de la riqueza regional. El
turismo ha experimentado una fuerte expansión a partir de los años 60 que
ha supuesto la revitalización de las poblaciones costeras y la creación de
grandes complejos. Las islas de mayor actividad turística son Gran Canaria,
Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura.
En cuanto a la actividad industrial, ésta se centra fundamentalmente
en el sector agroalimentario. La instalación industrial más grande de la
región es la planta de refinado de petróleos ubicada en la isla de Tenerife.
Básicamente, el agua en Canarias se destina principalmente a los usos
agrícola, doméstico, turístico e industrial. En la tabla siguiente se muestran
las demandas de agua por sectores en cada una de las islas en el año 2004,
según datos de la Dirección General de Aguas (DGA) del Gobierno de
Canarias.
Tabla 1 Demandas de agua por sectores en Canarias en 2004 (hm3/año) Urbano Turístico Recreativo Industrial Agrícola Total
Lanzarote 4,86 6,66 1,10 12,6
Fuerteventura 4,23 2,30 1,10 0,37 1,20 9,2
Gran Canaria 44,11 10,65 4,56 7,61 86,70 152,1
Tenerife 55,78 19,17 3,49 5,23 90,64 174,3
La Gomera 1,14 0,34 0,60 0,07 4,62 6,7
La Palma 4,08 0,00 0,00 0,68 63,24 68
El Hierro 0,62 0,03 0,00 0,03 2,03 2,7
CANARIAS 118,10 35,93 10,31 14,39 249,52 428,3
Fuente: DGA, Inalsa
El agua en Canarias
Gráfico 2 Distribución de la demanda de agua por islas, según el uso (DGA e Inalsa, 2004)
(Nota: En el caso de Lanzarote, los usos turístico, recreativo e industrial se han
considerado de forma conjunta)
Como se puede observar la tendencia en cada una de las islas es
diferente. Así, por ejemplo, en las islas más orientales, Lanzarote y
Fuerteventura, los usos urbanos y turístico son los que más agua
consumen, mientras que en las islas occidentales, como La Palma y La
Gomera, el uso agrícola es predominante.
En las islas de Gran Canaria y Tenerife, debido a la disminución de
superficie cultivada y los esfuerzos por mejorar las redes de riego, el
consumo de agua para la agricultura se ha estabilizado entre el 50-60% de
los recursos disponibles. Estos valores muestran que el sector, poco a poco,
pierde peso frente a la demanda de carácter urbano.
En la Tabla siguiente, se muestran las estimaciones de la demanda de
agua por sectores en el año 2015.
El agua en Canarias
Tabla 2 Estimación de las demandas de agua por sectores en Canarias en 2015 (Hm3/año) Urbano Turístico Recreativo Industrial Agrícola Total
Lanzarote 15,16 7,41 1,48 0,70 1,20 25,95
Fuerteventura 10,42 5,55 2,70 0,66 0,97 20,30
Gran Canaria 66,93 16,74 11,87 8,28 63,30 167,12
Tenerife 89,30 30,96 9,53 8,66 91,10 229,55
La Gomera 1,41 0,46 1,47 0,07 4,50 7,91
La Palma 7,26 2,63 0,00 0,38 62,80 73,07
El Hierro 0,90 0,07 0,00 0,08 2,20 3,25
Fuente: Dirección General de Aguas
Gráfico 3 Estimación de la demanda de agua por islas en 2015, según el uso (DGA, 2004)
0,0
20,0
40,0
60,0
80,0
100,0
Estimación Demanda de Agua en Canarias (2015)
Agrícola
Industrial
Recreativo
Turístico
Urbano
El agua en Canarias
3 LOS RECURSOS HÍDRICOS
3.1 Introduccion Una de las características más relevantes en canarias, es la
importancia que los recursos hídricos subterráneos han tenido a lo largo de
toda su historia. Gran parte del abastecimiento se ha realizado a partir de
aguas subterráneas captadas mediantes nacientes, galerías, pozos o
sondeos. Los recursos superfic iales representan un porcentaje menor.
Por otro lado, la escasez de recursos en islas como Lanzarote,
Fuerteventura o y el incremento de la demanda por encima de las
disponibilidades hídricas naturales en islas como Gran Canaria o Tenerife,
han obligado a buscar recursos alternativos como la desalación de agua de
mar o la reutilización de aguas depuradas.
A mediados del s. XIX, ante la escasez de recursos hídricos
superficiales y dado que las aguas proporcionadas por los nacientes y
salideros naturales no eran suficientes para satisfacer una demanda
creciente en todas las islas, fundamentalmente en Tenerife, La Palma y
Gran Canaria, se comenzó a perforar el subsuelo en busca del agua
almacenada en el acuífero durante miles de años. En unas islas mediante
pozos, en otras, mediante galerías y pozos.
3.2 Los recursos hídricos en Canarias
A principios del presente siglo, el 66%
de los recursos hídricos totales disponibles
en el archipiélago (496 Hm3/año) lo
constituyen las aguas subterráneas para uso
directo. La distribución de recursos
subterráneos entre islas, por sus
características geológicas, orográficas y
climáticas es muy irregular, dándose la
paradoja de que, por ejemplo, Lanzarote,
prácticamente, no dispone de recursos
subterráneos, mientras en La Palma
El agua en Canarias
15
representan el 95% de los recursos totales de la isla. Por otra parte,
aquellas aguas subterráneas, que por su elevado contenido en sales,
requieren la aplicación de procesos de desalinización para hacerlas aptas
para el consumo humano o el riego, representan el 7% de los recursos
hídricos disponibles, concentrados en Gran Canaria, Fuerteventura y
Tenerife, según los Planes Hidrológicos Insulares (2000).
Sirva de ejemplo el caso de la isla de Tenerife, donde la perforación
de galerías se concentró, inicialmente, en aquellos puntos en donde era más
clara la evidencia de agua subterránea. Es decir, en las áreas donde ya
existían manantiales naturales. Hasta el presente se han perforado más de
1.000 galerías, de las que, algo menos de la mitad, tienen
aprovechamiento, el resto, están secas. Las primeras galerías que se
perforaron interceptaban el acuífero con algunos centenares de metros
perforados, pero el descenso y el abatimiento gradual de la superficie
freática a lo largo de los años, consecuencia de una extracción que supera
la recarga, ha motivado que, en la actualidad, las galerías productivas
superen, de media, los 3 km de longitud. Se llega a alcanz ar, en ocasiones,
el doble; y muchas de las galerías inicialmente productivas se hayan ido
secando. En lo que respecta a los pozos tinerfeños, estos se han
desarrollado fundamentalmente en los últimos cincuenta años, coincidiendo
con el declive de los alumbramientos en las galerías. En la isla hay
emboquillados unos 400, siendo la profundidad media de los pozos en
explotación superior a los 300 m.
La máxima productividad de aguas subterráneas en Tenerife se
alcanzó a finales de la década de los sesenta (221 hm3). Las aguas
subterráneas, aportadas por pozos y galerías, aún representan el 87 % de
los recursos (2 004). El resto proceden de la producción industrial.
En el caso de Gran Canaria, existen más de 1.700 captaciones de
aguas subterráneas operativas, suponiendo el 32,3 % de los recursos
(2006).
El agua en Canarias
Las fuentes de origen superficial son muy escasas y de menor
relevancia en el conjunto del Archipiélago, representando el 5% del total de
los recursos, concentrados en La Gomera, Fuerteventura y Gran Canaria,
principalmente. El aprovechamiento de estas aguas superficiales ha
implicado la construcción de
infraestructuras como presas o
embalses, pues los lagos y
embalses naturales, no son
habituales en las islas, dada la
variabilidad del estrato geológico
muy permeable en algunos
casos, la abrupta orografía de
algunas islas, la pequeña
dimensión de sus cuencas y la
gran cantidad de sedimentos que arrastran las aguas de escorrentía.
La producción industrial de agua mediante la desalación de agua de
mar y de media-baja salinidad (aguas salobres por intrusión marina o por
actividad volcánica) es una actividad consolidada, con más de 40 años de
aprendizaje. En concreto, Canarias, con más de 600.000 m³/día de
capacidad instalada (casi el 30 % a nivel nacional y el 2% mundial), se
sitúa como referente internacional en
cuanto al número y abanico de procesos
de desalación instalados en la escasa
superficie disponible. Esta actividad se
concentra básicamente en las islas de
Lanzarote, Gran Canaria, Fuerteventura
y Tenerife, donde la insuficiente
disponibilidad para hacer frente a la
demanda, ha obligado a la búsqueda de
alternativas. En dichas islas, la
depuración de aguas para la posterior reutilización en el regadío, es cada
vez más habitual.
El agua en Canarias
Gráfico 4 Recursos de agua disponibles en Canarias .
Fuente: Plan Hidrológico de Canarias, 2000
En el archipiélago en general, la desalación de
aguas ha adquirido gran importancia en el suministro
hidráulico, representando el 19% del total de agua
disponible. Particularmente en las islas orientales, el
desarrollo turístico ha impulsado la instalación de
desaladoras de agua de mar, a pesar de los costes
económicos asociados (básicamente el de demanda
de energía). Por otra parte, la alta eficiencia del
proceso de ósmosis inversa y los sistemas de
recuperación energética han promovido la
implementación de esta tecnología en casi todas las
islas. Tal es el caso que en las islas de Lanzarote y
Fuerteventura las aguas de mar desaladas
representan aproximadamente el 90% de los
recursos.
El agua en Canarias
Gráfico 5 Estimación del volumen de agua mar desalada en el año 2006 en Canarias.
Fuente: FCCA, 2006
La reutilización planificada del agua depurada en Canarias comenzó a
finales del siglo XX. Desde entonces se han desarrollado varias instalaciones
de reutilización de agua depurada en las islas de Tenerife, Gran Canaria,
Fuerteventura y Lanzarote. El agua depurada se reutiliza casi totalmente en
riego, tanto agrícola como de campos de golf, parques y jardines. En el año
2000 el volumen total de agua depurada reutilizada ascendía a 22 hm³/año,
de los cuales un 80% se producían en las islas de Tenerife y Gran Canaria.
Desde entonces, el crecimiento experimentado por la reutilización del agua
depurada ha sido poco significativo en Gran Canaria y Tenerife, mientras
que en Lanzarote y Fuerteventura esta práctica ha mostrado un crecimiento
importante.
El agua en Canarias
Gráfico 6 Evolución del volumen de agua reutilizada en Canarias (2000 -2005).
Fuente: Proyecto Aquamac II
El agua en Canarias
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4 REFLEXIONES ANTE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
4.1 Introducción
El 23 de octubre del año 2 000 se aprobó de forma definitiva la
Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, en la que se
establece un Marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de
aguas.
Mediante esta Directiva, la Unión Europea organiza la gestión de las
aguas superficiales, continentales, de transición, aguas costeras y
subterráneas, con el fin de prevenir y reducir su contaminación, fomentar
su uso sostenible, proteger el medio acuático, mejorar la situación de los
ecosistemas, así como paliar los efectos de las inundaciones y de las
sequías.
La Directiva Marco del Agua (DMA) plantea, en una primera fase, que
se especifiquen una serie de demarcaciones hidrográficas a las que realizar
un análisis de sus características, un estudio de la incidencia de la actividad
humana sobre las aguas, un análisis económico del uso de las mismas y un
registro de las zonas que necesiten una protección especial. Posteriormente
deben definirse planes de gestión que incorporen medidas para prevenir el
deterioro, proteger, mejorar y restaurar el estado de las masas de agua
superficiales y subterráneas, así como garantizar un equilibrio entre su
captación y su renovación;
A su vez, la DMA también emplaza a que la política de tarificación
incite a los consumidores a utilizar los recursos de forma eficaz y que los
diferentes sectores económicos contribuyan a la recuperación de los costes
de los servicios relacionados con el uso del agua, incluidos los costes
medioambientales y de recursos.
Todo este proceso debe contemplar la participación, junto con las
autoridades competentes, de las ONGs, los interlocutores sociales y
El agua en Canarias
21
económicos, los consumidores, las universidades y otros expertos.
La aplicación de la DMA en Canarias, no está exenta de dificultades.
En territorios tan ais lados del continente, fragmentados, con una
biodiversidad diferenciada y complejos desde el punto de vista geológico,
como son las islas de origen volcánico, no es inmediata la especificación de
las cuencas y demarcaciones hidrográficas y la correcta defin ición de las
masas de agua. Las especificidades organizativas, la imposibilidad de aplicar
economías de escala, los fenómenos naturales de contaminación propios de
la actividad volcánica, la aridez de algunas islas que plantean como una
necesidad irrevocable la producción industrial de agua, con la consecuente
dependencia energética, suponen escollos añadidos para la recuperación de
costes sin que el consumidor isleño se vea excesivamente penalizado.
La promulgación de la Ley territorial 12/1990, de 26 de julio, de
Aguas (L.A.C.), subordina todas las aguas al interés general en el marco del
respeto al medio ambiente de las islas. Además, crea los Consejos Insulares
de Aguas como entidades de Derecho Público con personalidad jurídica
propia y plena autonomía funcional, que asumen, en régimen de
descentralización y participación, la dirección, ordenación, planificación y
gestión unitaria de las aguas en los términos descritos en la Ley, cuya
justificación principal se encuentra en la propia norma:
"Siendo el agua, además, un recurso unitario y constituyendo cada
isla una cuenca hidrográfica, con notorias diferencias entre unas y otras, se
ha querido establecer una Administración insular, especial y participada por
todos los sectores, públicos y privados, que intervengan en su ordenación,
aprovechamiento, uso y gestión. De ahí la creación de los Consejos
Insulares de Aguas, organismos autónomos adscritos a los Cabildos,
funcionalmente independientes en la adopción de las principales decisiones
relativas a los sistemas hidráulicos insulares (…)" (preámbulo, párrafo
cuarto, L.A.C.).
A la Dirección General de Aguas de la Consejería de Infraestructuras,
Transporte y Vivienda del Gobierno de Canarias le corresponden las
El agua en Canarias
22
competencias que se señalan a continuación en materia de obras y recursos
hidráulicos:
• Asistencia técnica a los Consejos Insulares.
• Impulso a la investigación y desarrollo tecnológico.
• Elaboración de los programas de obras de interés regional.
• Elaboración del Plan Hidrológico de Canarias.
• Homologación de aparatos de medición y control a utilizar en
perforaciones para aprovechamiento de aguas subterráneas.
• Fomentar la instalación de plantas desaladoras y depuradoras y mejorar
la tecnología mediante subvenciones.
La Directiva Marco del Agua fue traspuesta a la legislación española
en diciembre de 2003 como modificación de la Ley de Aguas. Desde esa
fecha la Dirección General de Aguas de la Consejería de Infraestructuras,
Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, ha venido promoviendo
del cumplimiento de los plazos impuestos a través de la elaboración de los
trabajos derivados de las exigencias de la Directiva, con el apoyo de los
Consejos Insulares de Aguas.
No obstante, la planificación hidrológica siempre ha correspondido a
las cuencas hidrográficas, que en Canarias coinciden con cada una de las
islas, pero ésta condición no es suficiente para designar las autoridades
competentes en el nuevo paradigma del agua, ya que tras la entrada en
vigor de la Directiva Marco del Agua, coinciden organismos de ámbito
insular para las aguas continentales con otros de ámbito regional para las
aguas costeras, por lo que la definición de autoridades competentes y por
tanto la definición de los Consejos Insulares de Agua requiere de una
legislación específica.
4.2 La calidad media de las masas de agua interiores y principales problemas asociados.
La necesidad que el desarrollo económico ha tenido de un volumen
creciente de aguas subterráneas, en las islas donde este tipo de suministro
ha sido posible, ha hecho que haya empeorado su calidad. El desarrollo de
El agua en Canarias
23
la agricultura de exportación, plátano y tomate principalmente, ha requerido
volúmenes crecientes de agua subterránea, provocando por un lado la
intrusión marina en varias zonas de la costa y, por otro, el uso de aguas con
mayor tiempo de residencia en el acuífero. A su vez, el uso del agua en el
abastecimiento urbano con la consiguiente producción de agua residual y
los retornos de riego en la agricultura han provocando que no sólo sea la
obtención del agua lo que haya provocado el empeoramiento de su calidad
sino también su uso.
En Canarias, en total, se han definido 32 masas de aguas
subterráneas. Según el análisis preliminar del riesgo de incumplir los
objetivos medioambientales, elaborado por la Dirección General de Aguas
del Gobierno de Canarias, se ha evaluado que la totalidad de las aguas
subterráneas están en riesgo por contaminación de origen antropogénico 2,
ya sea seguro o en estudio.
En riesgo seguro por contaminación de fuentes difusas hay 8
masas de agua, siendo la principal fuente de contaminación el sector
agrícola de exportación. En segundo término estarían las actividades
ganaderas y la actividad humana relacionada con la edificación diseminada
con dificultad para acceder a las redes de saneamiento.
Por extracción de agua tienen riesgo seguro 15 masas de agua, a las
que se añaden 8 masas de agua subterránea con riesgo por intrusión salina.
En el caso de la isla de Gran Canaria, por ejemplo, históricamente las
aguas subterráneas han presentado una tendencia a tener una mayor
salinidad conforme se van aproximando a la costa, debido al flujo radial y a
los diferentes usos y ocupaciones del suelo en esa dirección, y
fundamentalmente al desarrollo de la producción de agua a través de
desaladoras de agua salobre situadas normalmente muy cerca de la costa.
Por tanto el principal problema en cuanto a la calidad de las aguas
2 Mención aparte merecen las consecuencias de la contaminación natural provocada por la actividad volcánica que se produce en algunas islas, como es el caso de galerías del Norte de Tenerife
El agua en Canarias
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subterráneas, en esta isla, es la elevada salinidad en ciertos puntos
localizados principalmente en la costa de la zona Norte y Este, por la
extracción de aguas salobres en pozos costeros.
La red de control para el estado y la evolución de las aguas
subterráneas establecida durante el año 2007 en las islas de Tenerife y
Gran Canaria permite conocer la calidad de las aguas subterráneas con el
tiempo, ya que cada vez que se considere oportuno, se pueden realizar
campañas que permitan conocer su estado.
4.3 Particularidades de los sistemas de suministro de agua en Canarias.
Una de las características del régimen tradicional de aprovechamiento
de aguas de las Islas Canarias es que más del 85% de los recursos hídricos
totales tienen el carácter de privados.
La captación, asignación, distribución y utilización del agua
subterránea se ha venido realizando casi en su totalidad por la iniciativa
privada ateniéndose al marco jurídico tradicional canario. En este contexto,
la Administración Pública se ha limitado a ser el árbitro de conflictos entre
particulares y a velar por el cumplimiento de la legalidad vigente.
Con este sistema tradicional, y hasta la entrada en vigor de la Ley
12/1990, de Aguas, que ha venido a introducir cambios en los nuevos
alumbramientos, el agua era propiedad de aquel que la extraía, pudiendo
utilizarla para sus propios usos, o bien ofertarla a potenciales usuarios de la
misma en función de sus necesidades.
Esta forma de asignación del recurso agua ha estado caracterizada
por la atomización de la producción y de la toma de decisiones; pero,
también, ha supuesto un uso bastante eficiente del mismo, incentivando la
inversión en el sector y, al mismo tiempo, la aplicación del agua a los usos
más rentables.
El agua en Canarias
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Las raíces históricas de esta situación vienen del poblamiento de las
islas que después de la conquista se realizó con el reparto de las tierras y
de las aguas superficiales para su riego. Las Heredades de Agua se
constituyeron para ese reparto y prácticamente hasta principios del siglo
pasado eran los únicos agentes en la distribución de las aguas. La Ley de
Aguas de 1924 consagró el carácter público de las aguas superficiales pero
no el de las aguas subterráneas, y es precisamente a partir de esa época
cuando la demanda de agua provocada por el desarrollo de la agricultura no
es satisfecha por el agua existente y se tiene que recurrir a las aguas
subterráneas, en las islas donde esto es posible. Aparecen así las
Comunidades de Aguas, que uniendo los capitales de sus participes hacen
posible la apertura de numerosos pozos y galerías que llenan la geografía
de las islas más montañosas. Con las Comunidades de Agua comienzan los
conflictos entre ellas y las Heredades porque como es obvio el descenso del
nivel freático por la sustracción del agua subterránea hace secar las fuentes
que nutrían los cauces de las aguas superficiales. El disponer de agua
subterránea mediante los inversores de las Comunidades hace que aparezca
el mercado del agua que para obtener la mayor rentabilidad a la inversión
crea una red de conducciones que transporta el agua desde las zonas altas
hasta las costas donde están los cultivos de exportación. Pero no sólo existe
el mercado del agua, sino que en paralelo se crea el mercado de las
acciones de las Comunidades. Todo ello provoca que se vaya satisfaciendo
la creciente demanda pero a su vez generando conflictos no sólo con las
Heredades sino ya las Comunidades entre sí.
Esta situación de conflictos va generando legislación: Ley de Aguas
de 1866, Ley de Aguas de 1879, Modificaciones sucesivas de la Ley, 1926,
Ley de 1956, etc. hasta culminar en 1985 con La Ley de Aguas donde se
declaran públicas las aguas subterráneas en todo el Estado. La competencia
exclusiva de la Comunidad Autónoma Canaria en materia de aguas hace
que después de sucesivas propuestas en 1990 se promulgue la Ley
12/1990, de Aguas donde se recoge el carácter público de las aguas
subterráneas pero con un régimen transitorio de cincuenta años para los
titulares de aprovechamientos privados.
El agua en Canarias
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En 1964 se instala en Lanzarote la primera desaladora de agua de
mar de Europa para posibilitar el desarrollo turístico. Ya en 1968 se
construye la primera desaladora de agua de mar para el abastecimiento de
la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, ya que la captación de agua
subterránea no es capaz de abastecer la demanda en esta la isla, llegando a
generarse conflictos incluso por el uso del agua en el turismo al que se ve
como depredador de recursos.
Hoy día el 99% de la demanda de islas como Lanzarote, sin tener en
cuenta la reutilización de aguas depuradas, es satisfecho por agua desalada
de mar. Esta tasa alcanza el 73% en Fuerteventura, el 52% en Gran
Canaria y el 9 % en Tenerife. La inmensa mayoría de estos caudales están
generados en instalaciones de titularidad pública. La demanda agraria y de
espacios verdes poco a poco va incrementando el uso de agua regenerada
después de la depuración de las aguas residuales, también en manos del
sector público. Aún así, sigue existiendo el mercado del agua, en islas como
Tenerife, Gran Canaria o La Palma, complementado con la inversión pública
dirigida al abastecimiento urbano y a la reutilización de las aguas
regeneradas.
4.4 Aspectos significativos que influyen en el coste del agua servida en Canarias
Atendiendo al origen del agua es evidente que el metro cúbico tiene
diferentes costes, pero además, no es sólo la obtención lo que fija el precio,
sino que lo hace la escasez o la abundancia, y más aún porque cada isla no
constituye un sistema homogéneo ya que el movimiento del agua está
condicionado por la disponibilidad de conducciones.
Por otra parte, la gestión del agua en Canarias requiere cada vez de más
recursos energéticos para acciones como la captación de aguas de pozos y
la realización de sondeos, el transporte y la distribución hasta los puntos de
consumo, así como para su tratamiento en los sistemas de depuración
intensivos. Por otro lado, el deterioro de la calidad de los recursos
El agua en Canarias
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subterráneos, ya sea por contaminación inducida o natural, y la necesidad
de reutilización de las aguas depuradas en algunas comarcas, requieren la
introducción de tecnologías de tratamiento y de depuración avanzada para
posibilitar su aprovechamiento. Todo este proceso puede llegar a suponer
unos costes energéticos y económicos muy importantes.
Por ejemplo, en el caso de la captación de aguas subterráneas mediante
pozos o sondeos, que en media tienen más de 300 metros de profundidad,
descontando la amortización de las obras realizadas, y según la eficiencia
de las bombas usada, el coste de la energía es superior al 75% del coste
total (CIAGC, 2008).
A medida que los recursos naturales acusan las consecuencias de la
sobreexplotación ocasionada por el incremento de las demandas de agua y
estos se extienden a zonas cada vez más amplias y con menos recursos
naturales, se hace necesario introducir tecnologías para la desalación de
agua de mar. Por tanto, el coste energético constituye una parte
fundamental en la determinación del coste total del metro cúbico tanto en el
agua subterránea como en la desalada. Para la desalación descontando la
amortización de la inversión, la energía representa más del 80% del coste
total. Para una planta desaladora de construcción reciente con membranas
de última generación y que cuente con recuperadores de cámaras
isobáricas, un consumo eléctrico de entre 2,5 y 3,0 kWh/m³ producido está
considerado dentro de los consumos energéticos esperados3. El coste final
dependerá del origen de la energía y en su caso de la tarifa aplicada.
En Canarias el regadío supone 57% del agua total consumida en la
Comunidad Autónoma de Canarias y, según su origen e islas, puede tener
diferentes costes. Se estima que el 75% de la superficie en regadío
consume aguas de origen subterráneo, el 15% aguas superficiales y el 10%
restante aguas desaladas o depuradas. El abastecimiento urbano se
satisface en un 46 % con agua desalada y el resto con aguas subterráneas
principalmente. 3 Se considera esta estimación sólo el proceso de desalación y no consumos auxiliares y otros bombeos.
El agua en Canarias
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Los costes medios estimados del agua de regadío varían desde los 0,17
€/m3 de la isla de La Palma, aguas subterráneas integradas en el mercado
del agua de la isla, hasta los 1,89 €/m3 en Lanzarote, agua desalada o
depurada suministrada por el sistema público. Tenerife ofrece un coste
medio de unos 0,7 €/m3, mientras en Gran Canaria oscila el precio de venta
de agua subterránea entre 0,36 € y 0,58 €/m3.
Los costes medios de explotación del servicio de abastecimiento urbano se
reflejan en la tabla siguiente:
Tabla 3 Costes medios de explotación del servicio de abastecimiento urbano (2007) en la Comunidad Autónoma de Canarias
Isla Costes de explotación (€/m3)
Gran Canaria 1,76
Fuerteventura 1,75
Lanzarote 2,24
Tenerife 1,10
La Palma 0,70
La Gomera 0,81
El Hierro 0,92
Fuente: Memoria de análisis económico y recuperación de costes
según Directiva Marco del Agua, 2007 del Dirección General de Aguas del
Gobierno de Canarias
El agua en Canarias
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5 Bibliografia
• Delgado, S., Rodríguez -Gómez, L., Vera, L., Díaz, F., Rodríguez, J.,
Álvarez, M., Martel, G. (2008). La reutilización del agua depurada en
Canarias. ¿Expansión o estancamiento?. Anuario del Instituto de
Estudios Canarios. L-LI [2006-2007], Volumen II, pp. 819-827.
• Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias (2004).
Informe sobre los artículos 5 y 6 de la Directiva Marco del Agua.
• Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias (2006).
Informe de Anális is Económico y Recuperación de Costes según
Directiva Marco del Agua.
• Documento de Trabajo del Plan Hidrológico de Canarias (2000)
[Documento disponible en la sección “El Agua en Canarias.
Estadísticas y datos de Canarias” de http://www.fcca.es].
• Gobierno de Canarias y Cabildo de Gran Canaria (1999). Plan
Hidrológico de Gran Canaria (Decreto 82/199, 6 de mayo).
• Gobierno de Canarias y Cabildo de Tenerife (1996). Plan Hidrológico
de Tenerife. (Decreto 319/1996, 23 de diciembre).
• Naturaleza de las islas Canarias: Ecología y Conservación. Dirección y
Coordinación: José María Fernández Palacios - José L. Martín Esquivel
Edit. Publicaciones Turquesa. I.S.B.N.: 84-95-412-18-7.
• Programa de Iniciativa Comunitaria Interreg III B 2000-2006, Azores-
Madeira-Canarias.
• Web del Centro Canario del Agua: http://www.fcca.es/
• Web del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria:
http://www.aguasgrancanaria.com/
• Web del Consejo Insular de Aguas de Tenerife:
http://www.aguastenerife.org/
El agua en Canarias
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• Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo 2000/60/CE, de 23
de Octubre de 2000.
• Ley 12/1990, de 26 de julio, de Aguas de Canarias.