Donde había dicho decía, diría después Diego
Nieves Arribas Esteras
Università degli Studi dell’Insubria
Hace tiempo que venimos interesándonos por cuestiones fraseológicas y en esta
ocasión, por ser el metalenguaje el nudo que liga los estudios aquí presentados, nuestro
trabajo esbozará una serie de reflexiones sobre las relaciones entre los siguientes tipos
de discurso: metalingüístico, repetido, referido y reproducido centrándonos en un tipo
de unidades fraseológicas que podríamos denominar ‘doblemente metalingüísticas’ pues
lo son en dos sentidos: por tener como núcleo ‘palabras del decir’ y por ser su función
principal hablar del lenguaje mismo, estructurar el discurso, orientar los intercambios
concretos y/o, en definitiva, organizar la conversación regulándola y dando implícita o
explícitamente indicaciones pragmáticas de lo que se pretende realizar a nivel locutivo,
elocutivo y los efectos perlocutivos que algunos actos de habla pueden conllevar.
Se ha hecho una, a nuestro juicio, muy feliz comparación entre textos y lugares
(no tanto paisajes naturales como entramados urbanos o recorridos)1: todo texto es un
espacio semiótico y en él, como si de una ciudad se tratara, hay elementos para orientar
al transeúnte, son de diversa índole (suprasegmentales, sintácticos, léxicos, estilísticos,
extralingüísticos, kinésicos, etc.); un barrio o una plaza por ejemplo toleran un cierto
nivel de entropía, de desorden relativo, pero un buen urbanista sabe crear un edificio
capaz de ‘dialogar intertextualmente’ con los de su entorno. Los conectores y
marcadores discursivos desempeñan una función parecida a la de las señales de
circulación (información conceptual, pero sobre todo procesual o procedimental,
computacional e interactiva, esto es, pensada para guiar la trayectoria interpretativa del
oyente o lector y la compositiva del enunciador) más que a la contenida, pongamos por
caso, en un cartel que anunciara un restaurante (información referencial). Entendemos
que es obligatorio circular en un sentido u otro al ver una flecha que reconocemos como
signo codificado de esa manera y análogamente, al escuchar (o leer) las palabras mejor
dicho o el conector sin embargo comprendemos en pocos milisegundos que está por
hacerse, respectivamente, una reestructuración y una contraargumentación de lo
enunciado.
Nos parece especialmente claro dicho símil por pertenecer al grupo metafórico
‘el texto es una urdimbre espacial’, que es extremadamente productivo2: tenemos
multitud de expresiones fraseológicas referentes al hablar que parecen querer
recordarnos que estamos moviéndonos, paseando, ‘recorriendo un espacio’ (Por ahí le
anda; Por ahí va la cosa; ¡Ahí queda eso!; Vuelve al tema; No te vayas por las ramas;
1 Véase por ejemplo el epígrafe “qué es un texto, o cristalización versus urbanismo”, en el estudio
preliminar de Sebastián Bonilla a la edición española (1997: 8-32) de Introducción a la lingüística del
texto (De Beaugrande y Dressler, 1981). Según Bonilla, la metáfora del urbanismo es mejor que la del
‘texto como mineral cristalizado’, pues esta última subraya un fenómeno natural y la primera un proceso
intencionado, a la mayoría de los enunciadores interesa sobremanera que se perciba su intención. 2 Concordamos con Carmen Bobes (2004: 14) en que la metáforas no literarias sino lingüísticas o del
habla cotidiana, una vez codificadas constituyen un proceso que genera nueva acepciones en los términos convirtiéndose así en una fuente de creación léxica.
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Mira tú por dónde; A eso voy; ¿Dónde quieres ir a parar?; Todo se andará), tejiendo
una trama (Perder el hilo; Atar cabos, Enhebrar frases) y otras metáforas (Lakoff y
Johnson, 1980). Los estudios de lingüística textual han elaborado repertorios,
explicaciones y clasificaciones cada vez más exhaustivas de conectores y marcadores
textuales (la bibliografía es amplísima3) pero quizá son menos los que se han
aventurado a hacer lo propio incluyendo unidades fraseologías más marcadamente
idiosincrásicas, es decir, fórmulas que, además del rasgo de fijación y de tener
funciones procesuales, presentan carácter idiomático entendiendo por tal la ausencia de
composicionalidad semántica (Arribas 2003, 2006, 2007).
Analizaremos algunos de ellos y esbozaremos un apéndice contrastivo (por
fuerza incompleto) entre las lenguas española e italiana por dar una idea de la dificultad
que puede entrañar encontrar equivalentes en este tipo de unidades. Dejaremos fuera de
este trabajo una gran cantidad de unidades que pueden eventualmente desarrollar una
función textual o metalingüística aun no siendo específicamente la suya sino habiéndola
adquirido igual podría hacerlo cualquier enfatizador:
- Eso es una tontería ‘de agárrate y no te menees’ / ‘de padre y muy señor mío’ /
‘como la copa de un pino’…)
o disminuirlo:
- ¡Pues vaya una declaración ‘ de tres al cuarto’ / ‘de pacotilla’…)
así como en principio cualquier palabra, sintagma o frase podría usarse
metalingüísticamente:
- No me vas a comparar un ‘te quiero’ con un ‘te aprecio’ o un ‘te estimo’
- No me molestó aquel ‘déjame en paz’ tanto como su consabido ‘no tienes ni idea’ - ‘La nieve es blanca’ es un enunciado, pero “el enunciado ‘la nieve es blanca’ es
verdadero” es una proposición de un metalenguaje4.
Unidades que suelen usarse con fines discursivos y secuencias conectivas
psicosociales que funcionan como claves interpretativas pueden serlo fórmulas casi de
todo tipo5: desde los gambits de Keller (Keller y Warner, 1989), que han sido traducidos
al español por gambitos6 (Gallardo Paúls, 1993) aunque no sea uno de los términos más
corrientes, hasta colocaciones lexicalizadas de las que solemos servirnos para comentar
lo enunciado (Craso error; Mal asunto), frases hechas (Menos da una piedra; Por algo
se empieza), frases famosas lexicalizadas (Más se perdió en Cuba y volvieron cantando;
Entre bobos anda el juego7) o verdaderas paremias: Dime de qué presumes y te diré de
3 Véase Loureda et alii, La investigación sobre marcadores del discurso en español, Medir, Arco Libros
(en prensa). 4 Ejemplo de José Martínez de Sousa (2004: 397). Véase sobre todo: Castillo Peña, Carmen, 2006 en
Casado Velarde, Manuel, Ramón González Ruiz y Oscar Loureda Lamas (eds.), Lo metalingüístico en
español, Francfort, Meter Lang. 5 A veces ni siquiera son fórmulas, pueden constar de una sola palabra (¡Acabáramos!; Ecco!). 6 En la parte final de este artículo hay una selección de gambitos. 7 Frase hecha o cita famosa tomada del título de una obra de Francisco de Rojas que nos sirve para expresarle a nuestro interlocutor que las personas de quienes se está hablando nos parecen estúpidas
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qué careces; Arrieritos ‘semos’ y en el camino nos encontraremos8.
La nota en común de todas las unidades mencionadas sería la posibilidad de ser
usadas con funciones prevalentemente discursivas, fáticas, de regulación conversacional
(como los marcadores discursivos) y por estar constituidas por alguna unidad autónima
o elemento metalingüístico propiamente dicho, por ejemplo palabras diacríticas (o casi)
que provienen de otras fórmulas más o menos obsoletas, onomatopeyas que imitan el
hablar, nombres de letras, elementos de la interacción, de la escritura, a órganos de la
fonación, etc. o por referirse al hablar mismo, a la potencia perlocutiva de nuestras
palabras o a la actitud, la intención y al modo de decir en sus múltiples variedades:
narrar, describir, convencer, exagerar, mentir, etc.:
Se armó la de ‘Dios es Cristo9’
Allí hubo mucho ‘bla, bla, bla’ Aquello fue el ‘acabóse’
No me pongas ‘peros’
Por ‘hache’ o por ‘be’ Me lo dijo ‘con toda su boca’ / ‘con la boca chica’ / ‘por lo bajinis’ / ‘medio en
broma medio en serio
Y así ‘burla burlando’ / ‘entre bromas y veras’ pasaron la tarde sin darse ni cuenta
Se le ‘llena la boca’ cuando habla de eso
No concedieron ni ‘el beneficio de la duda’
Es un novato y no sabe nada pero tú ‘concédele beligerancia’ Habla ‘por boca de ganso’
También hay unidades que explicitan lo que ‘se hace’ concretamente con el acto
de habla en el discurso:
No digas eso que te estás ‘metiendo en un jardín’ y vas a ‘meter la pata’
Esa es una declaración de intenciones muy justa pero que no pasa de ser ‘un
brindis al sol’ Siempre está ‘contando batallitas’
Se podría objetar que expresiones como dime de qué presumes y te diré de qué
careces no tienen por qué referirse a discurso alguno, pero lo cierto es que como no solo
se puede ‘presumir’ con gestos o acciones sino que una de sus acepciones es hacerlo
con palabras, usamos muy a menudo la expresión para comentar un enunciado. Desde
hace unos años se está estudiando con mucho esmero tanto la fraseología en general
como las secuencias estrictamente composicionales y discursivas. En el ámbito de la
lingüística textual también se ha profundizado en el análisis de marcadores y conectores
con gran exhaustividad. Pero habría quizá una zona gris entre los elementos
prototípicamente procesuales, como sin embargo y los elementos prototípicamente
idiosincrásicos, como ya empieza Cristo a padecer10
. Hay unidades pluriverbales de
8 Esta última sería una fórmula psicosocial paremiológica que usamos como amenaza cuando
escuchamos, captamos o referimos un comportamiento ajeno que nos parece incorrecto. 9 “¡Dios es Cristo!” sería una exclamación referente a una antigua diatriba sobre la Santísima Trinidad
usada de forma autónima o metalingüística y que ha dado origen a la expresión ya lexicalizada. 10 Expresión a nuestro modo de ver metalingüística pues suele ser usada para criticar el enunciado
anterior o el referente de los que se acaba de decir: - Ha dicho el jefe que nos hemos pasado - ¡Vaya por Dios, ya empieza cristo a padecer!
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variado tipo cuyas funciones pragmáticas y comunicativas que planifican el discurso, la
construcción y organización de la interacción, procesan y dosifican la carga informativa,
rectifican, reformulan (como los conectores: dicho de otro modo; en otras palabras…).
Muchas de ellas tienen un deíctico –frecuentemente un adverbio de lugar y/o un
demostrativo11
- pues su función es topicalizar lo apenas enunciado (Ahí está el busilis;
Ahí le duele; Esa es la madre del cordero). Por ejemplo una unidad como dicho sea de
paso advierte que se va a -o que se acaba de- hacer una observación secundaria pero
pertinente, como aprovechando la ocasión. Una secuencia como eso se lo cuentas a tu
abuela prevé al interlocutor de la propia actitud de incredulidad y su idiomaticiad es
mayor que el marcador mejor dicho pues de la suma de sus partes es menos fácil
obtener el contenido semántico total. Si me apuras tendría valor de adición en aquellos
casos en los que pudiera equivaler al marcador discursivo ‘incluso’. Sin añadir ni quitar
una coma expresaría el deseo del hablante de hacer creer a su interlocutor que está
reproduciendo un discurso muy al pie de la letra. En todas ellas estamos usando piezas
léxicas cuyo referente no es extradiscursivo sino que se refieren al hablar mismo y lo
estructuran, su función puede ser transoracional (como los conectores), textual
(cohesionar y dar coherencia al todo) y/o pragmática (explicitar la intencionalidad,
recuperar elementos relevantes, implicaturas, etc.)
Unidades fraseológicas discursivas por su función
Un estudio importante sobre la fraseología en torno al verbo ‘decir’ es el de Cristina
Fernández Bernárdez (2002). Nosotros, sin pretender ser exhaustivos, como funciones
discursivas recurrentes de las unidades fraseológicas que no llegan a estar en los
repertorios al uso de marcadores y conectores discursivos podríamos señalar que:
- esconden, velan, descubren o enfatizan responsabilidades e intenciones
comunicativas:
o Como dijo aquél / el poeta / un castizo
o Como se suele decir
- describen el decir:
o Hablando en plata
o Miente más que habla / que parpadea
- lo descalifican o enumeran referencias no específicas:
o Que si patatín y patatán12
o Ya empezamos con que si la abuela fuma
- introducen cambios de nivel, de registro:
o Hablando en plata o Hablando mal y pronto
- pueden servir para introducir un ejemplo: o Y como muestra baste un botón
11 Frecuentísimos en marcadores: con todo y con eso; eso es; esto es; tanto es así… 12 Sobre este y otros marcadores coloquiales de enumeración, véase: Loureda Lamas, Oscar, 2002, “Polifonía y enumeración en el español coloquial” en Oralia, 5 (2002), 133-152.
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- o la conclusión de nuestro discurso:
o En resumidas cuentas y por no cansarte
- o marcar un tránsito:
o El caso es que
- explicitar la intención:
o Por usar un eufemismo
o Por decirlo suavemente
- o la actividad:
o Borrón y cuenta nueva
- para autorizar un cambio de turno:
o ¿O no?;
o ¿A que sí / no…?
- o apropiarse de él13
:
o Permítame discrepar o Sí / bueno, pero
- para introducir el deseo de concluir la conversación:
o Ha sido un placer hablar con usted
- para pedir aclaraciones sobre un determinado comportamiento:
o ¿Te parece bonito?
- reprobarlo:
o ¡Te parecerá bonito!
- rechazar, reprobar o exigir explicaciones sobre la actitud del interlocutor:
o Pero a ti ¿qué bicho te ha picado?
- para desaconsejar una determinada intervención o acción:
o Déjalo estar, no lo remuevas que después huele
- valorar, desaprobar, comentar un silencio o una ausencia de respuesta:
o Quien calla otorga14
- esconder una orden o disfrazarla de cortesía: o Tenga la bondad
15
- para preparar hacer comprender a los interlocutores que no les concedemos credibilidad:
13 Esta función la cumplen también pausa y silencios como explica, entre otros, Beatriz Gallardo Paúls. 14 Esto es así muchas veces pero no siempre es verdad. Según Davidson (1979) después de una invitación
o propuesta, el silencio puede ser índice de respuesta prioritaria (dispreferred) porque la invitación será
rechazada. Las intervenciones no prioritarias tienden a una maximalización de los huecos entre
intervenciones (Levinson, 1983). 15 O ser simplemente cortés, la diferencia entre dos enunciados, uno atenuado y otro neutro en muchas ocasiones solo las obtenemos del tono, contexto, expresión del rostro y demás implicaturas.
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o Te conozco bacalao aunque vengas difraza’o (es decir, disfrazado)
o Ya te veo, besugo, que tienes el ojo claro
o Anda, que te veo venir
- para advertir al interlocutor de un cambio de actitud:
o Bromas aparte / Ahora ya fuera de bromas / Ahora en serio
o A mí no me vengas con ésas o ¡Toma ya! / ¡Ahí queda eso!
- resignarse: o Menos da una piedra
o Algo es algo
- aceptar, expresar acuerdo total: o ¡Y que lo digas!
o ¡Sí, señor, así se habla!
- acuerdo parcial:
o Por ahí le anda / Cerca le anda
- desacuerdo:
o ¡Para nada!
- o para rechazar lo dicho marcando actitudes diversas, desde las más neutras hasta las más enfáticas:
o ¿En qué cabeza cabe?
o ¡Anda ya! / ¡Vamos, anda! o ¡Apaga y vámonos!
o ¡Lo dijo Blas, punto final!
- o incluso descalificadoras, agresivas, insultantes:
o ¡Tus muertos! / ¡Tu abuela! / ¡Tu tía la gorda!
o ¡Y un jamón!
- y vulgares:
o ¡Y una eme!
o ¡Y una polla como una olla!
- amenazar:
o Tú te vas a acordar
- dar ánimos:
o Venga / vamos / ánimo
o ¡A por ellos! / ¡Duro con él! o ¿Quién dijo miedo?
- para asegurarnos un control fático de la comunicación más o menos agresivamente:
o ¿Me sigues? / ¿me entiendes? / ¿Comprendes?
o ¿Ves tú? /¿Te enteras?
o ¡Que no te enteras, Contreras!
- para marcar cortesía, responder a una precedente fórmula social:
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o Y usted que lo vea
o Que sea para bien y por muchos años
o Que aproveche
- o descortesía:
o ¡Anda y que te den / te zurzan / te ondulen16
(y otras variantes)
- señalar relaciones sociales, de poder, de jerarquía:
o El gusto es mío
o Póngame a los pies de su señora
- para matizar, relativizar o diluir la propia seguridad sobre lo dicho:
o Que yo me acuerde / Si mal no recuerdo
o No quisiera estar equivocándome
- suavizar una refutación:
o Dicho sea sin ánimo de ofender
- para ironizar, por ejemplo para dar a entender a alguien que exagera con el
tono autoritario: o Sí, buana / bwana
o ¡Arrr, a sus órdenes mi primero!
- para incitar a una determinada acción, verbal o no: o Calladito estás más guapo / ¡Chitón!
o ¡Al agua, patos!
o ¡Y no se hable más!
- para describir comportamientos verbales:
o Me quitó la palabra de la boca
- para abrir, hacer progresar, detener o cerrar una determinada tipología textual:
o Adivina, adivinaza
o Érase una vez / érase que se era o Y colorín colorado, este cuento se ha acabado / Y fueron felices y comieron
perdices
- pueden incluso tener una función no solo perlocutiva:
o ¡Manos arriba!
o ¡La bolsa o la vida!)
- sino totémica, como por ejemplo podría ser la de conjurar la mala suerte:
o ¡Lagarto, lagarto!
o ¡No mientes la bicha! o No seas gafe / cenizo / pájaro de mal agüero
- desear fortuna: o ¡Suerte! / (en ámbito teatral: ¡Mucha mierda!
17)
16 Durante el periodo de la II Repùblica, debido a la presencia de tres mujeres en las Cortes y a la
intertextualidad creada por un famoso chotis, se usaba la variante, hoy desusada: ¡anda y que te ondulen
con la ‘permanent’ y te desondule la Victoria Kent! 17 Por la cantidad de excrementos que presumiblemente habría fuera, alrededor de los coches de caballos,
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… y en definitiva, para muchos fines pragmáticos diversos (Corpas: 1986).
Unidades fraseológicas compuestas por ‘palabras del decir’
Hay, por otra parte, muchísimas unidades fraseológicas en las que lo metalingüístico no
está tanto en su función como en sus elementos pues están constituidas por piezas
léxicas autónimas o que proceden de palabras con las que describimos la lengua, de
palabras con las que hablamos del lenguaje mismo,
- de verba dicendi:
Ya te digo
Diga lo que diga Te lo digo como lo siento
- o de verbos epistémicos, de percepción: Como lo oyes
- locuciones temporales:
En menos que se dice En menos que se tarda en decirlo
- fórmulas que tienen dentro otras fórmulas, pre-textos, clichés u otros discursos lexicalizados:
Entre dimes y diretes
Hasta decir basta
En un santiamén / En un decir amén / Jesús El qué dirán
De tente mientras cobro18
- o de categorías gramaticales, palabras gramaticales, no léxicas:
Que es gerundio
Por activa y por pasiva / Por activa, por pasiva y por perifrástica! En un verbo
Por un sí o por un no
- interjecciones: Más vale un olé que un ay
(Ser) de aúpa
- números, numerales, ordinales:
Hablar con segundas
En un dos por tres Decir cuatro cosas / cuatro frescas
Ni a la de tres
Como dos y dos son cuatro / como dos y tres son cinco
en el caso de que la obra tuviera éxito. 18 Con esta locución aludimos a algo tan mal hecho que resiste en pie mientras el eventual responsable
cobra el servicio y apenas se va, cae: El electricista ese me hizo una chapuza de tente mientras cobro que se estropeó a los dos días.
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(Decir al alguien) cuántas son cinco
(Darle a alguien) Lo mismo ocho que ochenta
(Seguir) En sus trece Cien por cien / ciento por ciento
- signos de puntuación, latines y latinajos, tipos de texto, de actos de habla,
tipos de textos, subcódigos o lenguajes de especialidad (la matemática, la música, etc.), del ámbito de la escritura, del alfabeto, del textos religiosos o
pseudo-religiosos, bíblicos, rituales:
Entre paréntesis Sin faltar una jota / sin faltar una coma
Amén de
De bóbilis bóbilis19
Perder el oremus Para más inri
Como el padrenuestro
A cuento de qué Capítulo aparte
A título de
De fábula / De mentirijillas Palabra de honor
A la letra / la pie de la letra / letra por letra
Con todas las letras / con todas sus letras
(Ser) letra muerta Saber como el abecé / no saber ni un abecé / no saber las cuatro letras
Por hache o por be
Llámalo equis / llámalo hache Erre que erre
No saber ni jota
No saber hacer la ‘o’ con un canuto Be por be / ce por be
Sin decir ni chus ni mus / Sin decir esta boca es mía;
Poner los puntos sobre las íes
A renglón seguido Entre líneas
Andar hecho un etcétera
A grandes rasgos ¡Cruz y raya (para toda la vida)!
¡Y punto!
- palabras que vienen de otras lenguas: A posteriori
Avant la lettre
- incluso inventadas:
Por arte de birlibirloque
Ni tuye ni mulle
- de discursos sobre la forma de hablar:
A voz en grito / A grito pelado
19 Esta expresión quiere decir ‘de balde, sin esfuerzo’; tal vez por corrupción del latín (de vobis, vobis).
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- de onomatopeyas:
En un tris / un plis-plás / un pis-pás;
Al buen tun tun; Ni pío / ni mu
Hacer tilín / que si patatín (y) patatán
- del propio decir o sobre el idioma mismo y aquí la lista se hace numerosísima y cada unidad tiene un valor específico, aunque puedan agruparse (Aznárez,
2000):
A mí qué me cuentas / dices A quién se lo vas a contar / A mí me lo vas a contar / Dímelo a mí
¿Me lo dices o me lo cuentas?
Ya me dirás / ya me contarás
A mí que no me digan Es un decir / es un suponer
Como quien dice /Como si dijéramos
Como aquel que dice Como dijo aquel / Como dijo el otro / Como dijo un castizo
Como se dice vulgarmente / Como se suele decir
Dicho en otras palabras A decir verdad
Dicho con el debido respeto / sin ánimo de ofender
No sé cómo decirte / Cómo te lo diría yo
Por así decirlo / Por decirlo de alguna manera Como su propio nombre indica
Como te lo digo (yo) / (Así) como lo oyes
Como te lo cuento / te lo estoy contando Como / Lo mismo te digo una cosa, te digo la otra
Con decirte que
Ni que decir tiene Decir por decir / hablar por hablar / hablar por no callar
Hablar por boca de ganso
No hablamos el mismo idioma / Habla en chino / ¡Háblame en
cristiano! Hablando en plata
¡Ni hablar! / ¡Ni hablar del peluquín!
Mira quién fue a hablar / Quién habló que la casa honró / Habló el buey y dijo mu
Eso se lo dirás a todas
¡Di que sí! / ¡Di que no!
¡Bien dicho! / ¡Así se habla! Es el cuento de nunca acabar
Jurar (y perjurar) en hebreo
- A veces no se trata de verbos dicendi propiamente dichos sino de verbos
epistémicos con los que solemos ‘decir’: Conforme a su (mi, tu…) buen saber y entender
A mi (buen) entender
A fe mía
A ver si me entiendes Bien entendido
No te lo crees ni tú
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¡Cómo lo sabe!
¿Sabes qué?
Ni por pienso
No se nos escapa que los pacientes lectores que hayan llegado hasta aquí estarán
preguntándose si no podrían tales expresiones considerarse simplemente una parte de
los ‘conectores’ o de los ‘marcadores’ del discurso con los que comparten el rasgo de la
fijación (aunque en aquéllos sea mucho más evidente), ya que el otro rasgo definitorio,
el de la idiomaticidad, parece escurridizo y poco nítido. Para responder a esta cuestión
debemos analizar la relación entre el discurso repetido y el reproducido.
Discurso repetido: pre-textos cliché y pre-textos ocasionales
Recordemos brevísimamente qué es el discurso repetido. Observamos que en
muchísimas de estas unidades hay un componente metafórico muy potente. En otras
ocasiones hemos razonado sobre la importancia de tal característica en muchísimos de
estos elementos lexicalizados y sobre la utilidad de los mismos (Arribas, 2003, 2006,
2007). Rememorando a Humboldt y Croce a través de Eugenio Coseriu repetiremos
que:
no solo se aprende, simplemente, un idioma; se aprende a ser creativo en ese
idioma, es decir, a superar lo materialmente aprendido. Uno domina efectivamente
un idioma cuando está en condiciones de crear algo nuevo, de decir o entender algo
nunca dicho antes. También entender es creativo. (Coseriu, 1991: 76)
Para comunicar plenamente con los demás es importantísimo tener un dominio
sólido de lo que podríamos llamar “competencia metafórica”: tenemos metáforas
lexicalizadas en los cimientos de la mayor parte de los patrones léxicos combinatorios
fijos, construimos nuestros discursos libremente pero salpicándolos constantemente de
clichés, pinceladas de humorismo, fórmulas automatizadas a veces de forma
inconsciente, otras voluntariamente.
Dice Aristóteles:
También los proverbios son metáforas que van de especie en especie; por
ejemplo, si alguien lleva a otro a su casa con las esperanza de conseguir un bien y
luego recibe daño, se dice ‘como el de Cárpatos a la liebre’, pues al uno y al otro
les ocurrió lo expresado (Retórica, 1413ª 15)
Hay en cualquier discurso una enorme cantidad de bloques prefabricados cuya
definición y límites dista de quedar libre de controversia ya que, como ha sido
demostrado, se trata de unidades que no son lexemas ni sintagmas libres, sino sintagmas
fijos con comportamiento de lexemas. De esta forma, muchas de las combinaciones más
o menos fijas pueden, a su vez, emplearse como componentes de combinaciones libres
más extensas, tal como sucede con los marcadores discursivos, ello quiere decir, por lo
tanto, que las unidades de discurso repetido son también elementos de la técnica del
discurso. Este fenómeno no es exclusivo de la fraseología lexicalizada, también en la
gramaticalización de algunos marcadores discursivos ha habido frecuentemente una
previa lexicalización metafórica, Mar Garrachana nos lo muestra con diferentes
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ejemplos como el caso de sin embargo donde se habría lexicalizado la primitiva
expresión ‘sin impedimento’, es decir, que antiguamente ‘sin embargo’ quería decir
literalmente ‘sin obstáculo, sin impedimento’ (Garrachana, 1999: 166), sema que se
deja intuir sin problemas en el significado actual del sustantivo:
Declararon un ‘embargo’ a ese país
No le produjo ‘embargo’ alguno la situación
y deja de percibirse a gramaticalización completada:
Quiere, ‘sin embargo’ no puede
La relación entre discurso repetido (compuesto por pre-textos) y discurso reproducido,
citación o transposición de textos o discursos de otras personas es muy significativa. El
discurso repetido es aquel que está constituido por elementos que se repiten
diacrónicamente, es decir, por pre-textos, siendo éstos todos los textos cuya existencia
previa permite el re-uso (literal o referencial) por parte de los hablantes. Siguiendo a
Vigara (1992: 86) incluimos pues bajo tal denominación tanto las diferentes unidades de
“discurso repetido” (Coseriu, 1977) o formalmente fijado (lexicalizadas), como esas
otras más variables e imprevisibles que pueden funcionar de hecho como referencia en
un momento dado de la conversación. Podemos, así, distinguir entre dos tipos distintos
de pre-textos:
a) El pre-texto cliché, constituido por todas esas expresiones fijas, memorizadas,
que brotan de una sola vez en la mente del hablante y son interpretadas en
bloque por su interlocutor. Son equivalentes a oraciones, partes de la oración o
incluso textos completos (siempre breves), se memorizan en bloque y tienen
sentido unitario, que precisan puntual y contextualmente en el momento de ser
actualizadas, pero está siempre semánticamente “orientado”. Funcionan, pues,
como “trozos de discurso ya hecho”, “introducidos como tales en nuevos
discursos” (Coseriu, 1977: 113 y 118), que el hablante puede extender
analógicamente o por contraste a muchas situaciones distintas.
b) El que podemos llamar, en oposición, pre-texto ocasional, que nace
imprevisiblemente, al hilo de la conversión momentánea de ciertas expresiones
libres en asunto-referencia de la conversación, y obligan a emisor y receptor a un
esfuerzo individual de creación e interpretación (respectivamente) adaptadas a la
situación comunicativa. Podemos encontrarlo, por ejemplo, en ciertos juegos
verbales por asociación semántica o fónica: locuciones, giros, modismos,
idiotismos, redundancias y tópicos-cliché (persona humana; sobran las
presentaciones), retruécanos (¿Cómo que cómo como? pues como como como) y
trabalenguas, ciertos chistes muy breves que no permiten grandes variaciones
formales (Esto van dos en una moto, y se cae el del medio porque tenía la puerta
abierta20
, metáforas, metonimias, hipérboles y/o comparaciones fosilizadas,
paremias (refranes, proverbios, máximas, sentencias, chascarrillos...), citas
literales:
—¿Nunca te has llegado a cabrear en una cola, del instituto o de cualquier
20 Ejemplos de Vigara Tauste.
Donde había dicho decía, diría después Diego 77
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cosa?
—No... Yo qué sé... 'Resignación, hermanos...', ¡qué se le va a hacer!
Son elementos de la intertextualidad que compartimos, muestra de la gran
variedad de recursos y fenómenos que permiten el uso “repetido” de las
unidades fosilizadas en la interacción verbal.
Discurso referido y discurso reproducido
Retomemos ahora las definiciones y clasificaciones más aceptadas de discurso referido
y de discurso reproducido con una serie de ejemplos. La posibilidad de reproducir un
discurso en un universal lingüístico (Coulmas, 1986) y puede realizarse de muchísimas
formas en una gradación que puede ir desde la mención de un suceso de habla sin
especificación de lo dicho (1) hasta el monólogo interior, en primera persona por
ejemplo (5), pasando por la descripción general de los discursos realizados (2); el
resumen del contenido de un discurso con mayor o menor fidelidad (3) o la cita literal
de las palabras ajenas (4). Podemos tener también citas encubiertas, ecos (si en una
conversación una persona pronunciara, tal vez impostando la voz de cierta forma,
palabras que la comunidad asocia a determinados personajes famosos sus interlocutores
no tendrán dificultad en reconocer los ecos por la intertextualidad en la que estamos
inmersos.
1. He estado charlando / discutiendo / conversando con Ana. 2. Le pidió el número de teléfono / Le preguntó la dirección / Le reprochó su actitud /
Lo felicitó.
3. Me dijo que lo perdonara, que me quería mucho, que yo era lo que más le
importaba en el mundo, etcétera, etcétera . 4. Me dijo muy satisfecha: “lo he conseguido”.
5. Menos mal que me pidió perdón, y de una forma bastante sincera, creo yo, porque,
en el fondo, estaba agobiado por lo que había hecho, seguro, vamos, lo conozco como si lo hubiera parido.
Revisemos ahora las diferencias entre discurso reproducido y discurso referido.
El discurso referido tan sólo describe una acción realizada verbalmente (gritó), mientras
que el discurso reproducido reproduce una situación de enunciación (gritó que me
marchara). Reproducir es siempre referir pero no al contrario.
Elegimos la tipología propuesta por Concepción Maldonado (1999: 3549-95)
cuyos ejemplo reproducimos:
Discurso directo (DD):
1. Le dije: “Te lo agradezco” y me contestó: “No tienes por qué”.
Discurso indirecto (DI):
2. Le dije que se lo agradecía y me contestó que no tenía por qué.
Discurso indirecto Libre (DIL):
3. Nerviosa se dijo: “¿Dónde habré puesto la carta?” La había dejado
allí encima, estaba segura. Quizá él la había descubierto y había leído lo que allí estaba escrito. ¡Con lo comprometedoras que eran aquellas palabras…! ¿Qué iba a
78 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
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hacer ahora?
Discurso directo libre o discurso directo sin marco explícito (DDL): 4. Estuvimos discutiendo hasta las tantas. Yo: “Me apetece el blanco”. Y
ella: “Pues a mí, el negro”. Y yo: “¿Pero por qué?”. Y ella: “Pues por incordiar, ¿por
qué va a ser?”
5. Estuvimos discutiendo hasta las tantas:
- Me apetece el blanco - Pues a mí el negro
- ¿Pero por qué?
- Pues por incordiar ¿por qué va a ser?
Discurso pseudo-directo (resumen con citas):
6. La actriz declaró que “la película será un éxito”
Discurso indirecto mimético (DDM):
7. Estupefacta exclamó que ay, que madre, que qué alegría
Oratio quasi oblicua (OQO):
8. Se convocaría la huelga
Relación entre discurso repetido y discurso reproducido vs. Referido
La transposición del discurso repetido (pre-textos: refranes, frases hechas, fórmulas y
otras unidades pluriverbales) dentro del discurso reproducido (DI) es gramaticalmente
posible pero sólo resulta apropiada cuando dichos enunciados o pre-textos no
experimentan ningún cambio formal al ser traspuestos de la cita directa a la cita
indirecta. Dicho en otras palabras: la literalidad de la cita directa del discurso repetido
debe conservarse íntegra en la cita indirecta de discurso reproducido, fenómeno sólo
posible si el hablante posee la suficiente competencia (también metafórica y
fraseológica) como para poder interpreta de forma transparente el discurso reproducido.
En caso contrario, el hablante que los reproduce no habrá captado su carácter de
mensajes literales y, al citarlos en DI, viola el principio pragmático que exige respetar
siempre la forma de estos:
9. Ana: Sí, claro, claro que ya no funciona, si no la cuidabais, después os
quejaréis, pero…
Pepe: Pero entre todos la mataron y ella sola se murió
a. Pepe dijo: “Entre todos la mataron y ella sola se murió” b. *Pepe dijo que entre todos la mataron y ella sola se había muerto
(sólo a. es posible)
10. Elsa: - No nos han incluido como autores
Alba: - Y eso que hemos hecho casi todo el libro
E: - Ya, es por ahorrar
A: - Ahí, ahí le duele *Elsa dijo que no las habían incluido como autoras del libro, entonces Alba
Donde había dicho decía, diría después Diego 79
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replicó que ‘y eso que’ lo habían hecho ellas casi todo, a lo que Elsa apuntó que sería
por ahorrar y Aurora contestó que ‘allí, allí le dolía’
11. – Primero estuvo de acuerdo pero luego, ya se sabe, donde dije digo
digo Diego y se echó para atrás
a. *Dijo que alguien estuvo en un primer momento de acuerdo
pero que, ya se sabía, donde había dicho decía diría después Diego y se había echado para atrás
12. E: - Estás celosa…
A: - Mira, déjame en paz, anda, no me, no me… que te, que te21
* Elsa le insinuó a Alba que estaba celosa y entonces Alba replicó que ‘mirara’, que la dejara en paz y que ‘no le, no le, que le, que le’
El escollo que la fraseología muy idiosincrásica puede ser para un aprendiente
extranjero es menor o no lo presenta la mayor parte de los marcadores discursivos ya
que los reconoce con mayor facilidad, sería extraño que un estudiante de L2 hiciera una
operación del tipo que ejemplificamos en 17b:
13. – Me cuidan bien, con todo y con eso, no puedo quedarme.
*Dijo que lo cuidaban bien, que ‘con todo y con aquello’, no podía quedarse
Esto es así porque una oración que incluya un enunciado de discurso repetido en
la cita directa no reproduce el significado de este –sólo lo nombra–, con lo que la
expresión citada se convierte en un ‘nombre’ que significa la expresión en cuestión. En
la cita se usa la lengua; en la expresión metalingüística se menciona, en ambas
desaparece la función referencial del lenguaje, pero por diversos motivos: en el
metalenguaje porque nombrar una expresión lingüística supone no hacer referencia a
nada que no sea la propia expresión; en la cita directa, en cambio, porque, si bien las
palabras se usan, no son realmente del hablante que las reproduce sino mera imitación
del uso que otro hizo de ellas. Es importante notar el valor comunicativo del discurso
directo que está no tanto en que el hablante logre hacerlo de modo realmente mimético,
literal o histriónico, sino en que el receptor lo reconozca como tal y capte esa
‘intención’ de literalidad, es decir, el hablante reproduce fielmente porque en ello radica
la razón de ser de la cita, pensemos en el caso de traducciones, dictados y todos aquellos
mensajes en los que al hablante le importa tanto o más el significante que el significado,
veámoslo en el ejemplo de Maldonado (1999: 3568) siguiente:
En inglés no se dice: ‘tengo hambre’. Se dice siempre: ‘estoy hambriento’
??En inglés la oración ‘tengo hambre’ es incorrecta.
En cualquier caso, también hay que decir que muchos gambitos y otras fórmulas
estarían en una zona gris o fronteriza entre lo libre y lo fijo (Perdona que te / os / les
interrumpa; Excuso decirte/le/os/les…), desde que se formuló la teoría de los prototipos
21 Esta expresión (escuchada por nosotros a un salamantino) para que pueda entenderse necesita ser dicha
con los tonemas adecuados (ascendentes hasta la mirad de la frase y descendentes al final) que serían
similares a los que empleamos al amenazar con frases del tipo: No me calientes, no me calientes…; Tú me estás buscando… y me vas a encontrar.
80 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
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parece que cuesta menos admitir que no hay categorización sin elementos prototípicos y
elementos periféricos. Marta Higueras siguiendo los criterios de Gloria Corpas (1996:
14-30) ha esquematizado en su monografía sobre la didáctica de las colocaciones en
ELE (Higueras, 2006: 54 y 66-69) una gradación desde lo prototípico a lo periférico de
diversas unidades fraseológicas (fundamentalmente compuestos léxicos, compuestos
sintagmáticos, colocaciones, locuciones, expresiones institucionalizadas e idiomáticas).
Cuando se trata de gambitos, exquisitamente discursivos, es más difícil que puedan
adaptarse sobre todo si están compuestos de deícticos y verbos en tiempos que
normalmente (fuera de la fórmula) van ligados a una acción (no así el gerundio, el
infinitivo, muchos usos del imperfecto), en cambio, a medida que dejan de hablar del
propio discurso y se van haciendo referenciales puede ser más simple una adaptación.
a. Pepe: ¿Mañana lo preparas tú?
b. Ana: ¡Sí, hombre, claro, sólo me faltaba! Anda, quita, te conozco bacalao
aunque vengas disfraza’o i. *Pepe le preguntó a Ana que si al día siguiente lo preparaba ella y ésta
contestó que sólo le faltaba, que se quitara, que lo conocía aunque
hubiese ido disfraza’o
14. Pero ¿vosotros habéis perdido el oremus?
a. Preguntó que si habíamos perdido el oremus
15. Pasamos la tarde entre bromas y veras
a. Dijo que habían pasado la tarde entre bromas y veras
16. ¡Corta el rollo!
a. Me dijo que cortara el rollo
17. La palabra ‘mesa’ tiene dos sílabas a. Dijo que la palabra ‘mesa’ tenía dos sílabas
La teoría autonímica (o metalingüística) del discurso directo
Frege (1982: 40-45) definió el DD como un tipo de metalenguaje. Para Josette Rey-
Devobe (1978: 210-50), esta característica podría aplicarse también al discurso referido
(DI). Analicemos estos ejemplos y veremos cómo:
16. Dijo: “muchas cosas” (uso citativo)
22
17. Dijo ‘muchas cosas’ (uso metalingüístico).
En DD la sustitución pronominal se efectúa siempre con el representante neutro,
fenómeno común al DD y al metalenguaje y que nos sirve para distinguir a los usos
citativos y metalingüísticos del uso referencial. Observémoslo mediante las siguientes
pruebas para los ejemplos 16 y 17:
a. ‘Muchas cosas’ es plural (no sería posible: *son plurales)
b. *Las dijo / lo dijo
22 Por ejemplo en un contexto del tipo: No dijo “muchas costas”, lo que dijo fue “muchas cosas”.
Donde había dicho decía, diría después Diego 81
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18. Dijo muchas cosas (uso referencial)23
En cambio, con 18: a. Las dijo /*lo dijo b. Muchas cosas fueron las que allí se dijeron, entre otras que…
Volviendo a nuestro gambitos:
19. Podrías haberme llamado, ‘digo yo’.
a. * Dijo que podías habarlo llamado, que ‘decía él’
20. Edipo dijo que mamá era hermosa.
(Esta frase sólo podría ser dicha por la hermana de alguien que se llame Edipo, pues la
extensión de la palabra mamá implica que sea dicha por las personas de quien alguien es
madre24
).
A veces, el hablante elimina parte del discurso original en el citado para
obligar así a su interlocutor a rescatar las implicaturas contextuales no explicitadas en la
cita y resultar así su enunciado de mayor carga informativa25
.
21. Me aseguró que nunca.
22. Preguntaron que desde dónde. 23. Opinó que una birria
Según la teoría de la transparencia y la opacidad (Quine, 1969), contextos
referencialmente opacos son aquellos en los que no es posible sustituir dos términos
correferenciales sin cambiar el valor de verdad. Todas las construcciones opacas tienen
una interpretación de dicto. Toda cita directa es un contexto opaco. Contextos
transparentes, en cambio, son aquellos en que dos expresiones distintas que se refieren
a una misma entidad son intercambiables, sin que por ello se altere el valor de verdad
del enunciado en su totalidad. A los contextos que pueden interpretarse de modo
transparente les suele corresponder una interpretación de re. Toda cita indirecta es un
contexto transparente.
Existen expresiones cuyo referente sólo puede determinarse a partir de
coordenadas ego-hic-nunc. Para poder atribuir un referente a un elemento deíctico es
necesario conocer algunos elementos de la situación de enunciación en que fue emitido:
el hablante y el oyente (deixis personal), el lugar (deixis espacial) y el tiempo (deixis
temporal). El fenómeno de la transparencia afecta a todos aquellos aspectos del
enunciado de la cita indirecta que representan actos verbales que corresponden al
23 Por ejemplo: No fueron pocas ni banales las cosas que dijo sobre ese tema, en realidad dijo muchas
cosas. 24 Otros nombres de parentesco autónimo o que funcionan como nombres propios y, por tanto, sin
necesidad del posesivo, son: papá, yaya, tata. 25 Según la teoría de la Relevancia (Sperber & Wilson) requerir un cierto esfuerzo de procesamiento
puede aumentar el grado de informatividad, el ejemplo típico es el de las instrucciones de la tripulación
sobre qué hacer en caso de accidente aéreo, que nadie escucha (a menos que se tenga miedo o se sea un fatalista) por predecibles y archiconocidas.
82 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
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hablante de la situación de enunciación reproductora y no al hablante de la situación de
enunciación reproducida. La transposición de enunciados a discurso indirecto está
estrechamente relacionada con el fenómeno de la literalidad del mensaje. Así por
ejemplo, la transposición a discurso indirecto de las interrogaciones retóricas
(enunciados que, bajo forma interrogativa, encierran una aserción) conlleva la
eliminación de elementos suprasegmentales significativos, en consecuencia, esas
construcciones pierden el valor figurado o retórico y conservan sólo el significado
literal.
24. ¿A que me queda mejor el pelo así?
a. *Le preguntó que si le quedaba mejor el pelo de aquella manera
(¿fue eso lo que ‘realmente hizo’ con su acto de habla?)
b. Buscó, a través de una pregunta retórica, el consenso del interlocutor sobre su nuevo corte de pelo
c. *Le preguntó que si le parecía que le quedaba mejor el pelo de
aquella manera (¿?) d. Le pregunto si estaba de acuerdo en que estaba mejor de
aquella manera
25. ¿¡Cómo quieres que haga eso!? a. Le dijo: “¿cómo quieres que haga es?”
b. *Le preguntó que cómo quería que hiciera aquello
(¿fue preguntar eso lo que realmente hizo el primer hablante o más bien protestó por no parecerle bien tener que hacer algo? sólo conociendo el
contexto original podríamos saberlo).
c. Le dijo que cómo pretendía que hiciera una cosa que por
alguna razón incomodaba al hablante.
En un mismo acto lingüístico podemos tener una cita de re y otra de dicto:
26. Ha venido Pepe y ha preguntado si vas a ir a cenar a su casa. ha dicho
exactamente: ¿va a venir Ana a cenar a casa?
Presuposiciones, implicaturas y usos figurados son, entre otros, algunos de los
fenómenos pragmáticos que definen el valor de uso de un enunciado lingüístico. Captar
esa intención del hablante original es imposible cuando el mensaje se reproduce en
discurso directo, puesto que el hablante se compromete a respetar la forma original y
ninguno de esos valores es formalmente reconocible, su valor depende del contexto
lingüístico.
Encontramos un fenómeno parecido en la reproducción en discurso indirecto de
refranes, frases hechas, gambitos y otras fórmulas lingüísticas. Dicha transposición es
gramaticalmente posible pero solo resulta apropiada cuando estos enunciados no
experimentan ningún cambio formal al pasar de cita directa a indirecta. En caso
contrario el hablante no habrá captado su carácter de mensajes literales y al citarlos en
discurso indirecto violará el principio pragmático que exige respetar la forma literal de
los mismos. La literalidad de gran parte del discurso repetido en la cita directa debe
conservarse en la cita indirecta. Esto sólo es posible si el hablante interpreta de forma
transparente el discurso reproducido.
Cuando el hablante reproduce en discurso directo las palabras de otro individuo,
Donde había dicho decía, diría después Diego 83
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este se convierte en sujeto de la expresión introductora. En la cita directa, dado su
carácter de contexto opaco, el contenido es siempre responsabilidad del hablante de la
situación de enunciación original. En la cita indirecta, en cambio, el contenido puede
presentar ambigüedad entre una lectura opaca o transparente según las expresiones que
en él aparezcan sean interpretadas por el oyente como responsabilidad del hablante de la
situación de enunciación reproducida o del hablante de la situación de enunciación
reproductora. Dicha responsabilidad, en la transparencia deíctica, depende del punto de
anclado; en las transparencias elocutiva y atributiva, en cambio, se asocian con el
hablante.
Conclusiones
Hemos tratado de justificar la existencia de un grupo de unidades fraseológicas de
límites colindantes con la esfera de los conectores y marcadores discursivos pero con
mayor grado de idiomaticidad. Las hemos caracterizado como ‘doblemente
metalingüísticas’ por su función y su composición y hemos querido proponer una serie
de pautas definitorias basadas en la relación existente las unidades de discurso repetido
y metalingüístico cuando entran a formar parte de un discurso referido y cómo varía su
comportamiento en contextos opacos y transparentes según si al hablante le sea posible
interpretar dichas expresiones como responsabilidad del enunciador de la cita
reproducida o como responsabilidad del ‘enunciador primitivo’. El objetivo último de
todo ello sería prever las dificultades didácticas de un estudiante extranjero de ELE.
Concluiremos este trabajo con un forzosamente incompleto apunte contrastivo entre las
lenguas italiana y española esbozando una serie de ejemplos que puedan ilustrar la
mayor o menor dificultad en la traducibilidad de algunas de estas unidades. Queda para
un estudio posterior detallado analizar esta cuestión menos someramente.
En la selección de gambitos españoles que a continuación se presentan se ha
intentado buscar un elemento que pudiera presentarse en italiano en situaciones
psicosociales similares, por ello hay indicaciones pragmáticas a la derecha sobre el uso
de cada uno. Gambitos, conectores y marcadores discursivos parecen querer desafiar la
concepción saussuriana de que el signo lingüístico posee un significante y un
significado: un conector relaciona cognitivamente al menos dos elementos informativos
(ya sean textuales y/o contextuales) por lo tanto no sería una buena estrategia
investigativa analizarlos aisladamente de su entorno y de sus condiciones de uso, es
necesario trabajar siempre sobre el corpus. En algunos casos la casilla del elemento
italiano está vacía, la posibles traducciones que hemos encontrado en diccionarios nos
parecen insuficientemente equivalente (por ejemplo por ser de diferente registro), quizá
el lector encuentre equivalentes más certeros.
84 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
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Apéndice de gambitos:
Español
Italiano
Valor pragmático:
Mira quién fue a
hablar
Mira quién habla
¡Quién habló que la
casa honró!
Senti chi parla!
VDD (Variedad diamésica y
diafásica): conversación informal
USO: expresión que se usa para
criticar a alguien que a su vez está haciendo una crítica al interlocutor
o a otras personas por un defecto
que él mismo tiene
¡Apaga y vámonos!
(detto con ironia):
Siamo a posto!
Stiamo freschi!
Andiamo bene!
VDD: oral o escrita informal, espec.
conversación informal
USO: expresión que se emplea al
conocer que una cosa toca a su
término o al oír algo absurdo,
disparatado, escandaloso
¡Así se habla! ¡Bien dicho!
¡Eso es!
¡Di / Diga que sí!
Ben detto!
Ecco!
VDD: oral, conversación
USO: expresión que se usa para
manifestar acuerdo total con lo que
acaba de decir el interlocutor,
congratulándose por ello
A eso voy
A eso iba
Ci stavo arrivando
Proprio così
VDD: conversación
USO: expresión con la que la
persona que habla indica su
intención de tratar lo que la otra le
presenta como olvidado
A lo que (te) iba
Per tornare /
arrivare al punto
Arrivando al punto
VDD: conversación
USO: expresión con la que el
hablante indica su intención de
volver a la idea central de su
emisión tras haberse distraído o
haber abierto un paréntesis
Donde había dicho decía, diría después Diego 85
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Para que te enteres
Para que lo sepas
Che ti sia ben
chiaro
(Affinché) ti sia ben
chiaro
VDD: conversación informal
USO: expresión con intención
admonitoria que se usa para
advertir al interlocutor que debe
tener en cuenta (‘tomar nota’) lo
que el hablante dice
Dicho sea de paso
…, sia pur detto, …
VDD: oral y escrita, formal e informal
USO: advierte que se acaba de hacer,
se hace o se va a hacer una
observación secundaria aprovechando
la ocasión, una observación al margen.
¿Sabes lo que te
digo?
Sai una cosa?
Sai cosa ti dico?
VDD: conversación informal
USO: expresión que introduce la
información que se darà a continuación
pensando que, de laguna manera, va a
sorprender al interlocutor
¡Vamos, digo yo!
Para mí [que]…
Penso io
Per me
VDD: conversación informal
USO: indica que introduce una opinión
subjetiva
De mí para ti
Tra noi due
Tra te e me
Che resti tra noi
Inter nos
VDD: conversación informal
USO: suele utilizarse para introducir un
secreto, equivale a ‘confidencialmente’
¿Te ha comido la
lengua el gato?
Ti hanno tagliato
la lingua?
VDD: oral, conversación
USO: invita a hablar a un interlocutor
que guarda silencio
¡Dímelo a mí!
¡A mí me lo vas a
decir!
¡Si lo sabré yo!
A chi lo dici!
VDD: oral, conversación informal
USO: se expresa de forma enfática que
el emisor sabe muy bien de qué se trata
o conoce muy bien el asunto o
problema mencionado
86 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
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Lo que usted diga
Lo que usted mande
Come dice Lei
Come vuole Lei
VDD: oralidad formal jerarquizada
USO: se emplea para mostrar
aceptación de una orden. Puede tener
un tono jocoso o irónico (sobre todo si
se tutea, con matiz polémico)
¡Vamos, anda!
Ma va!
Ma dai!
Macché!
VDD: oral, conversación informal
USO: negación enfática y enérgica. Se
rechaza lo que acaba de decir el interlocutor
¡Estaríamos buenos!
¡Estaría bueno!
Staremmo freschi!
VDD: oral, conversación informal
USO: negación enfática e irónica con
la que se rechaza lo que acaba de decir
el interlocutor y se anuncia que no se
tolerará algo.
¡Qué ______ ni qué
niño muerto!
¡Qué _____ ni qué
narices! ¡Qué _____ ni qué
ocho cuartos!
Ma che ____ e
_____ ¡
Ma che _____!
VDD: oral, conversación informal
USO: expresión enfática para marcar
incredulidad y desacuerdo
Cuéntaselo a tu
abuela / tía (la
gorda)
A otro perro con ese
hueso
Dalla da bere a
un altro!
Valla a
raccontare a un
altro!
VDD: oral, conversación informal
USO: expresión para replicar a quien
propone algo inaceptable, engañoso o
claramente falso
¡Tararí que te vi!
Neanche per sogno!
VDD: oral, conversación informal
USO: negación enfática e irónica con
la que se expresa incredulidad, rechazo,
desconfianza
Bueno está lo bueno
(frecuentemente con
tono enfadado)
¡Hasta ahí
podríamos llegar!
Ora non
esageriamo!
Quando è troppo
è troppo!
Ora basta!
Ne ho
(abbiamo…) già abbastanza!
Questo è troppo!
VDD: oral, conversación formal e
informal
USO: exclamación de protesta ante
algo que se considera un abuso o ante
la excesiva insistencia en algo
Donde había dicho decía, diría después Diego 87
Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),
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¿Y tú (él, ella…) qué
sabes?
E che ne sai tu?
(che ne sa lui,
lei…)
VDD: oral, conversación informal
USO: expresión para reprochar a
alguien que habla sin fundamento
¡A mí, plin!
Y a mí ¿qué? / ¿Y
qué?
Non me ne può
fregare di meno
VDD: oral, conversación informal
USO: fórmula para expresar
insolidaridad, total desdén, indiferencia
¡Allá tú!
¡Allá él! ¡Allá se las arregle /
componga / gobierne
/ vea!
¡Allá películas!
¡Allá cuidados!
Vedi tu! /
arrangiati!
Veda lui! / si
arrangi lui!
Questo è spañ
tuo/suo
VDD: oral, conversación informal
USO: fórmula para expresar
insolidaridad, total desdén, indiferencia
ante los problemas de alguien que
tendrá que solucionarlos sin la ayuda
del emisor
Con su pan se lo
coma
Meglio per lui!
Buon per lui!
(con tono di
seccatura)
VDD: oral, conversación informal.
USO: fórmula para expresar
insolidaridad e indicar indiferencia ante
la noticia de qua a alguien le ha sucedido algo generalmente bueno o
ante cualquier cosa pueda sucederle a
esa persona
Palabra de honor
Te doy mi palabra
Ti (le, vi…) do la
mia parola
VDD: oralidad y escritura, registro más
bien informal
USO: Fórmula de promesa
¡Te vas a acordar /
enterar!
¡ya te acordarás!
¡Me las pagarás! Ya ajustaremos
cuentas
Nos veremos las
caras
Arrieritos somos (y
variantes)
Questa me la lego
al dito!
La pagherai!
VDD: oral, conversación informal
Fórmula comitiva de amenaza
88 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),
a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.
¡Al grano!
Andiamo al
dunque!
VDD: oral, conversación informal
Fórmula psico-social directiva para
instar al interlocutor a centrarse en lo
esencial y dejar de dar rodeos
¿En qué quedamos?
VDD: oral, conversación informal.
Fórmula psico-social directiva con la
que se invita a alguien a aclarar una
contradicción o a poner término a una
indecisión
(Pues) tú dirás /
Usted dirá
Dimmi tutto
Mi dica
VDD: oral, conversación formal o
informal.
Fórmula psico-social de apertura con la
que se invita a hablar al interlocutor
Corta el rollo
Sta’ un po’ zitto
Taglia
VDD: oral, conversación informal
Fórmula psico-social con la que el
emisor pide al interlocutor que termine
con una conversación aburrida o asunto fastidioso, que se calle…
¿(Pero) (se puede
saber) qué mosca le
(te, os…) ha picado?
Ma che ti (le,
vi…) prende?
VDD: oral, conversación informal
Fórmula psico-social para expresar
asombro ante un cierto
comportamiento del receptor o de la
persona a quien se refiere el
interlocutor
Ni que decir tiene (que)…
Non bisogna insistere sul fatto
che…
VDD: oralidad formal e informal
Fórmula de aseveración cuya fuerza
ilocucionaria está presente en la propia
denominación (afirmar); el hablante
emplea este tipo de fórmulas para
reforzar la sinceridad de sus propias
afirmaciones
Que me aspen si
(no)…
Que venga Dios y lo
vea
Che io sia
maledetto se (non
è vero che…) Che mi venga un
colpo se (non…)
VDD: oralidad informal
Fórmula de aseveración con la que el hablante expresa enfado ante la
incredulidad del interlocutor o para
afirmar que es cierto lo que él dice y el
interlocutor niega
Donde había dicho decía, diría después Diego 89
Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),
a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.
Lo dicho…
Restiamo
d’accordo così
VDD: oralidad formal e informal
Fórmula psico-social de aseveración en
la que se refuerza que hay que
mantener lo que se ha dicho
anteriormente
Lo que yo le / te diga
Se / te lo digo yo
Dai / Dia retta a
me
VDD: oralidad formal e informal.
Fórmula psico-social de aseveración
para subrayar enfáticamente que lo que
dice el emisor es cierto aunque pueda
parece extraño
No te digo más
No le digo más
Ti dico solo
questo
Non (ti) dico altro
Dico solo che…
VDD: oralidad más informal que
formal
Fórmula psico-social de aseveración
exclamativa para subrayar
enfáticamente que lo que dice el emisor
es cierto aunque pueda parece extraño,
presenta carácter ponderativo.
Como oyes
Lo que oyes
Como lo oyes
Como (lo) oye (usted)
Como lo está usted
oyendo
(y otras variantes)
Proprio così, hai
sentito bene
VDD: oralidad formal e informal
Fórmula psico-social de aseveración
para subrayar enfáticamente la
autenticidad de lo dicho aun sabiendo
que al interlocutor le parecerá raro
A decir verdad
A dire il vero
VDD: oralidad formal e informal
Fórmula psico-social de aseveración
para matizar, equivaldría a ‘en realidad’, ‘la verdad es que…’
Parece mentira
Non ho parole
Non mi sembra
vero
VDD: oralidad informal
Fórmula psico-social emocional,
frecuentemente exclamativa y enfática,
con la que el hablante expresa su
incredulidad, escándalo, sorpresa.
90 NIEVES ARRIBAS ESTERAS
Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),
a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.
Mira tú por dónde
Guarda caso
Guarda un po’
VDD: oralidad informal
Fórmula psico-social emocional que se
intercala entre dos frase para expresar
que la segunda es una consecuencia
inesperada, significativa, causal o
curiosa de la primera
¿Pero has visto?
Ma hai visto?
Ma ti rendi conto?
VDD: oralidad informal
Fórmula psico-social emocional, exclamativa y enfática, con la que el
hablante expresa sorpresa y enfado.
Lo que son las
cosas…
VDD: oralidad informal
Fórmula pscio-social emocional para
expresar asombro, sorpresa, a veces admiración
¡Habráse visto (cosa
igual) (semejante + ______ )
Non si è mai vista
una cosa simile!
VDD: oralidad informal
Fórmula psico-social emocional para
expresar fastidio, disgusto, enfado,
sorpresa, etc. ante lo dicho o hecho por
otra persona
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Donde había dicho decía, diría después Diego 91
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