domingo 13 de diciembre • 20,15 horas
Jean-Bernard PommierSolistas de la Orquesta de Cadaqués
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 1
www.auditoriozaragoza.com
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 2
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
Jean-Bernard Pommier empieza a estudiar Música y Piano a los 4 años de
edad con la pianista rusa Mina Koslova. Su primer concierto ante el públi-
co lo ofrece a los 7 años, y continúa estudiando piano en el Conservatorio
de París con Yves Nat y Pierre Sancan, así como dirección de orquesta con
Eugène Bigot. En Nueva York trabaja bajo la tutela del pianista norteame-
ricano Eugene Istomin.
Jean-Bernard Pommier
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 3
Su reconocimiento internacional no tarda en relucir y en 1960 gana el Pri-
mer Premio del Concurso Internacional de Músicos Jóvenes de Berlín.
Al año siguiente es galardonado con el premio «Prix de la Guide des Artis-
tes Solistes Français», y en 1962, a los 17 años de edad, se convierte en el
finalista más joven del Concurso Tchaikovski en Moscú, cuando el jurado
dirigido por Emil Gilels lo condecora con el Premio de Honor. Así pone el
inicio a su carrera, que lo lleva a todas las salas de concierto en el mundo.
En la misma época empieza a grabar para EMI.
Diez años más tarde, Jean-Bernard Pommier comienza sus relaciones pro-
fesionales con la Filarmónica de Berlín y Herbert von Karajan. Estas rela-
ciones se extienden hasta la muerte del director. Asimismo, con frecuen-
cia participa en los conciertos de L´Orchestre de Paris (Orquesta de París)
y en el ciclo de conciertos dedicado a Beethoven, dirigido por Daniel Ba-
renboim. Entre las demás orquestas significativas con las que trabaja se
pueden citar las siguientes: Filarmónica de Nueva York, Orquesta Sinfóni-
ca de Chicago, Royal Concertgebouw Orchestra, Orquesta Filarmónica de
Los Ángeles, Orquesta Filarmónica de Viena, Orquesta Filarmónica de Lon-
dres, Orquesta Sinfónica de Londres y Orquesta Filarmónica de Israel; y
entre los directores reconocidos con los que colabora hay que destacar a
Pierre Boulez, Daniel Barenboim, Bernard Haitink, Kurt Masur, Zubin
Mehta, Riccardo Muti, Sir Simon Rattle, Kurt Sanderling o Michael Tilson
Thomas.
Desde el año 1980, Jean-Bernard Pommier goza también de una fama
considerable como director, trabajando con orquestas como la Orquesta
Sinfónica de San Francisco, Orquestra Filarmónica Real, Filarmonía de
Londres, Orquesta de París, Orquesta Filarmónica de Róterdam y Tonhalle
Orquesta de Zúrich. Cada vez, con mayor frecuencia, combina los papeles
de pianista y director con orquestas como la Orquesta Europea de Cáma-
ra, Orquesta de Cámara de Lausana, Orquesta de Cámara Inglesa y Or-
questa de Cámara Escocesa. Sus veinte años de relación estrecha con
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 4
Northern Sinfonia (Orquesta Norteña de Cámara en Inglaterra) culminan
al nombrarlo en 1996 Director Artístico y ofreciendo regularmente con-
ciertos. Además, actúa con frecuencia en los festivales más prestigiosos e
imparte cursos de maestría en Chicago, Londres, Tokio, Lausana y Mel-
bourne.
Jean-Bernard Pommier es un interpretativo activo de música de cámara.
En la interpretación de este género colabora con virtuosos como Isaac
Stern, Itzhak Perlman, Pinchas Zukerman, Christian Ferras, Leonard Rose,
Jean-Pierre Rampal, Maurice Bourgue, Alexander Schneider, Paul Tortelier
y los cuartetos Guarnieri y Vermeer. Asimismo, tiene un gran éxito en sus
recitales solistas en centros culturales como en Londres, París, Chicago,
Berlín, Viena y Ámsterdam.
Desde hace exactamente diez años, Jean-Bernard Pommier es Director Ar-
tístico de Musikè Academias Productions, un grupo internacional que pre-
senta y organiza tantos eventos como academias musicales en los dife-
rentes países de Europa.
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 5
Santiago Juan se gradúa con el Diploma Superiorde Violín con la Más Grande Distinción. Obtiene elPrimer Premio con Gran Distinción del Concurso deViolín en el Conservatorio Superior de Barcelona y elPrimer Premio de la Diputación Provincial y UniónMusical Española en el Concurso Memorial «E. López Chavarri» en la especialidad de Música deCámara, así como en los Concursos de Violín de laONCE y «Germans Claret».
Santiago Juan ha actuado como solista junto a las principales orquestassinfónicas españolas, y ha sido concertino de la Joven Orquesta Nacionalde España y Orquesta Sinfónica del Vallès, así como concertino invitado enla OBC, Orquesta Sinfónica Balear, Filarmonía de Cámara de Barcelona,ORTVE, Orquesta Nacional de España, Orquesta Sinfónica de Bilbao, Or-questa de Cadaqués, Filarmónica de Gran Canaria o Real OrquestaSinfónica de Sevilla. Además, ha participado en diversos festivales demúsica contemporánea como «Ars Música» en Bruselas y «Musiques d’Au-jourd’hui» en Perpiñán, y ha grabado para Harmonia Mundi, ORTVE, RadioNacional de Francia, RAI, Radio Nacional de España y Stradivarius.
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
Santiago Juan PRIMER VIOLÍN
Cristian Benito recibió el Premio de Honor de Fin deCarrera en el Conservatorio de Barcelona y el pre-mio al «Mejor Intérprete de Violín» en el Festival deJóvenes Músicos de Barcelona. Además, ha actua-do como solista en el Auditorio Nacional de Catalu-ña, Palau de la Música Catalana, Teatro Nacional deCataluña o el Auditorio Nacional de Madrid.
Actualmente es miembro de la Orquesta de Cada-qués y Al Ayre Español, así como concertino de la Orquesta de Granollers,y ha grabado para sellos discográficos como Tritó y Naxos. También lo hahecho para Catalunya Radio, RNE o Radio France, y ha sido nominado alPremio Nacional de Música 2008 en música de cámara antigua.
Cristian Benito SEGUNDO VIOLÍN
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 6
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
Nacido en Sevilla, Alejandro Garrido empieza susestudios musicales en ciudad hispalense con elprofesor Fernando España, prosiguiéndolos en elConservatorio Nacional de París bajo la dirección deBruno Pasquier y Christophe Coin, y consiguiendo elPrimer Premio de Viola en 1998. Desde 1999 hasta2001 trabaja en la Hochschule de Fráncfort con laprestigiosa violista Tabea Zimmermann.
Su experiencia con la música de cámara se ha desarrollado en el seno delCuarteto Diotima en París, y ha tocado con músicos como Cristophe Coin,Philippe Entremont, Javier Perianes, Barry Sargent, Gordan Nicolic y Re-naud Capuçon. Paralelamente desarrolla un interés tanto por la música in-terpretada con instrumentos de época y cuerdas de tripa como por lascomposiciones contemporáneas; ambas contribuyen a enriquecer su vi-sión de la música. Estas experiencias le han llevado a colaborar con gru-pos como Ensemble intercontemporain, y llegando a conocer a músicoscomo Claudio Abbado, Bernard Haitink, Pierre Boulez, Sir Neville Marrinery Daniel Harding.
Alejandro Garrido VIOLA
Màrius Díaz estudió con Francesc Solà, Lluís Clarety Radu Aldulescu, prosiguiendo sus estudios enLondres con William Pleeth y posteriormente enBoston con Bernard Greenhouse. Fue miembro dela Joven Orquesta de la Unión Europea, realizandogiras por todo el mundo bajo la batuta de Abbado,Leinsdorf, Mehta, Inbal y Azkenhazy.
Desde 1991 es el solista de la Orquesta Sinfónicade Castilla y León, y a partir de 2002 es catedrático del ConservatorioSuperior de Salamanca. Además, ha sido invitado para liderar las sec-ciones de violoncellos de la OBC, Orquesta Sinfónica de Tenerife, Or-questa Sinfónica de Galicia, Orquesta Ciudad de Granada y OrquestaSinfónica de la República Dominicana.
Màrius Díaz ha realizado giras por EE. UU., sureste de Asia, Japón, Sudáfrica eItalia como principal de la Orquesta de Cadaqués y de la New European Strings.Asimismo, es invitado para formar a jóvenes violoncellistas por la JovenOrquesta Nacional de España, Simón Bolívar de Caracas, Filarmónica deMedellín y Nacional de la República Dominicana.
Màrius Díaz VIOLONCELLO
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 7
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
En un lugar de la Mancha —el Canal; no la región— yace desde hace
decenios, con el mar como tumba, Enrique Granados, autor de dos de
las obras en cartel y coautor, con Isaac Albéniz, de la tercera. Ambos
autores fueron coetáneos, amigos, y fallecieron con pocos años de di-
ferencia —los mismos siete años que separaron su nacimiento—. Y am-
bos compartieron su orientación estilística.
Como en otras naciones, también en España se despertó en la segun-
da mitad del XIX la aspiración a una música nacional, siendo Albéniz,
Granados y Falla sus representantes más destacados. Los tres fueron
alumnos de Felipe Pedrell, el primero que se entregó a investigaciones
sistemáticas sobre la historia de la música popular española. Como
profesor de Estética e Historia de la Música en los Conservatorios de
Madrid y Barcelona, ejerció una influencia decisiva sobre la generación
joven de compositores que le sucedió, y contribuyó en gran parte al de-
sarrollo de una música típicamente española que se distanciaba de la
influencia foránea, en especial de la italiana. Pero no tanto como para
desligarse de toda influencia extranjera. Muy al contrario, lo que podría
denominarse nacionalismo español, mantuvo la relación con la música
extranjera del momento, señaladamente la francesa, produciéndose
una visible interacción entre ambas corrientes. A finales del XIX, mu -
chos músicos españoles estudiaron en París y trabaron amistad con los
franceses, influyéndose mutuamente de manera muy significativa: al-
gunas de las grandes obras francesas del período se tiñeron de colori-
do español, mientras que el impresionismo francés inspiró algunas
obras españolas. Valgan como ejemplos muy conocidos de tal relación
la Suite Iberia de Albéniz, las Noches en los jardines de España de Falla,
Comentarios al programa
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 8
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
la Iberia de Debussy y la Rapsodia española de Ravel. Mucho menos co-
nocidas, las obras que hoy se nos proponen constituyen un buen ejem-
plo de música a la vez española e internacional; de música en que los
acentos del país se amalgaman con visibles influencias alemanas y
francesas.
Enrique Granados Campiña (Lérida 27-7-1867, Canal de la Mancha
24-3-1916), tras estudiar Composición con Pedrell en Barcelona, lo hizo
a partir de 1887 en París con Charles Wilfried de Bériot —también
maes tro de Ravel—, hijo de Charles-Auguste de Bériot, el célebre violi-
nista que había sido el segundo marido de María Malibrán (la historia
de cuya relación se contó en las notas al programa del recital que el
18-2-2008 ofreció en esta sala Cecilia Bartoli). Vuelto a Barcelona en
1889, Granados se hizo rápidamente un nombre como pianista y com-
positor reconocido en todo el mundo. Prescindiendo de detalles sobre
su carrera y saltando el tiempo, cabe subrayar un momento crucial en
su vida: el estreno barcelonés, el 9 de marzo de 1911, de varios de los
números de Goyescas, su cumbre pianística. La colección fue estre-
nada en París el 4 d abril de 1914 con tamaño éxito que Granados fue
nombrado caballero de la Legión de Honor, y la Ópera de París le pro-
puso una ópera sobre Goyescas. Abortado el estreno parisino por el es-
tallido de la Primera Guerra Mundial, la ópera Goyescas se estrenó en
el Met de Nueva York el 28 de enero de 1916, con tal éxito (en espe -
cial el Intermezzo que el autor compuso en menos de veinticuatro ho-
ras para cubrir un cambio de decorado) que Granados tuvo que per-
manecer en el país para dar un concierto en la mismísima Casa Blanca.
En el viaje de regreso a España, el vapor Sussex, donde Granados y su
mujer viajaban, fue alcanzado entre Folkestone y Dieppe por un torpe-
do disparado por un submarino alemán, y se hundió en el Canal. Era el
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 9
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
24 de marzo de 1916, y allí acabó la vida de un gran compositor que a
buen seguro, si hubiera dispuesto de una existencia más larga, habría
evolucionado tanto como sus coetáneos.
Las obras grandes y populares de Granados son poco numerosas: las
Danzas españolas, las Goyescas pianísticas y operísticas, y las Tonadi llas
en estilo antiguo. El resto de su producción, poco extensa, está integra-
do en su mayor parte por obras para piano y obras de cámara. En las
primeras se revelan, junto a los elementos hispanos, influencias del Ro-
manticismo europeo (Chopin, Schumann, Liszt y Grieg), pero también
la de Domenico Scarlatti, veintiséis de cuyas sonatas para clave arregló.
La producción camerística, comprende, amén de algunas obras meno-
res, el trío y el quinteto que hoy escucharemos, un cuarteto para cuer-
das, una serenata para dos violines y piano, y una sonata para violín y
piano, obras todas ellas prácticamente ignoradas hasta hace unos
—muy— pocos años, en que ha empezado un proceso de exhumación
que ha supuesto un mejor conocimiento de la obra más desconocida
del leridano.
El Trío en do mayor para violín, violonchelo y piano opus 50, obra de ju-
ventud escrita en 1894, se inscribe en la línea de los grandes tríos con
piano románticos de Mendelssohn y Brahms. Granados se atiene a la
estructura tradicional cuatripartita y, en línea también con lo que
hacían algunos de sus contemporáneos, elabora una construcción
cíclica citando en el movimiento final fragmentos de los fragmentos
precedentes. Por lo que hace al contenido melódico, Granados se ins -
pira en el folclore español pero sin emplear citas exactas; salvo en un
pasaje del primer movimiento que anota como canción popular. Al se-
gundo movimiento lo llama Scherzetto, denotando tanto el tratarse de
un fragmento de menor envergadura que el scherzo característico típi-
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 10
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
co como el poseer un aire más ligero y bienhumorado, señaladamente
el limpio Trío alla pastorale. Como lo prueban el título Duetto y la con-
ducta cantabile de sus voces, el movimiento lento, en forma lied, es evo-
cación de un un dúo vocal. La obra concluye con un movimiento que
puede verse, según cómo se analice, como cercano tanto a la forma so-
nata como a la forma rondó.
El Quinteto con piano en sol menor opus 49 es obra coetánea del Trío y
fue estrenado en Madrid ya en 1895. Dividido en tres movimientos, el
primero (Allegro) tiene una estructura libre y alejada del principio so-
nata. El tema principal aparece en las cuatro notas iniciales al unísono
y es glosado continuamente a lo largo del movimiento. Un segundo
tema, descendente y ornamentado, completa el material de desarrollo.
El segundo tiempo, Allegretto quasi andantino, tiene únicamente un mo-
tivo (que del primer violín con sordina pasa al piano), y el solo elemen-
to contrastante es un episodio central, en la mayor, que rompe el esta-
tismo anterior y engloba el tema, que reaparecerá en la última parte del
movimiento, que curiosamente no concluye en la tonalidad inicial
pues to que se cierra una breve reincorporación, como coda, del episo-
dio central. Por ello, el tercer y último movimiento empieza con un re
unísono (Largo) de dos compases que desemboca en la tonalidad —sol
menor— de la obra (Molto presto). Si el tema principal, basado en un
motivo de cuatro notas en movimiento contrario, tiene el dinamismo
característico de los movimientos finales, un segundo tema, siempre en
sol menor, surge (Poco meno, con passione) contrastando con aquél
por su aire cantabile. La repetición del primer tema trae consigo el re -
greso del tema principal del primer movimiento, con lo cual se da a la
obra un inesperado carácter cíclico.
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 11
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
Isaac Albéniz Pascual (Camprodón —Gerona— 19-5-1860, Cambo-
les-Bains —Francia— 18-5-1909) fue, durante gran parte de su vida, un
célebre concertista y un viajero al que cabría tildar de aventurero. En
su etapa de madurez, sin embargo, que llega desde su instalación en
París hasta su muerte, abandonó progresivamente su carrera de pia-
nista y se consagró por completo a la composición. Pero también a la
revisión de sus postulados estéticos por creer que sus primeras pro-
ducciones eran en exceso accesibles y simples. En esta etapa, y salvo
alguna rara excepción, renuncia al empleo de la cita popular y trabaja
solo con temas originales, que no toma del folclore pero con los que
logra crear atmósferas y sentimientos casi populares, hasta el punto de
que algunas de sus melodías han llegado después a formar parte del
imaginario popular español. Pero Albéniz también es sensible a los
estímulos musicales parisinos, que incorpora con naturalidad a su per-
sonal lenguaje nacionalista, tales como las vaguedades armónicas im-
presionistas y la espesa polifonía de la Schola Cantorum. Su pianismo
es audaz, violador de reglas académicas, experimental y dificilísimo
para el intérprete. Blanche Selva, la pianista francesa más albeniciana,
decía, medio en broma medio en serio, que «las obras de Albéniz piden
a gritos un piano con dos teclados». Como pueden adivinar, el mayor
producto de la madurez del compositor fue la celebérrima, impor-
tantísima, y dificilísima Suite Iberia, monumento del arte pianístico que
lógicamente ha relegado la mayor parte del catálogo de Albéniz, sin
perjuicio de la real popularidad de algunas piezas de sus otras co -
lecciones pianísticas (Suite española n.º 1, Recuerdos de viaje, España y
Cantos de España).
La Suite Iberia, denominada por el autor Doce impresiones para piano,
fue compuesta entre 1905 y 1908, y publicada en París entre 1906 y
1909. La colección debía tener en principio trece números pero uno de
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 12
ellos, Navarra, quedó excluido por el autor (según confió a Joaquín Ma-
lats, su estilo «tan descaradamente populachero» no convenía a la sui-
te), quien no llegó a concluirla, tarea que llevó a cabo el alumno Déodat
de Séverac, siendo estrenada por la Selva en enero de 1912. Y si se trae
a colación la Navarra es por tratarse de una de tres obras frustradas de
Albéniz: La Vega, Navarra, y Azulejos, hoy en programa. La Vega fue el
primer y único número de lo que habría sido una suite orquestal lla-
mada La Alhambra, que no llegó a redactar, quizás porque el estreno
de la pieza fue recibido con desdén: «Albéniz, compositor español cier-
tamente dotado, pero que comete el error de perderse durante más de
un cuarto de hora en complicaciones armónicas y acordes disonantes
que dieron a los dedos de M. Vianna da Motta —el pianista que la es -
trenó— la ilusión de un gato corriendo sobre el teclado» (Le Monde Mu-
sical, 20 enero de 1899). Navarra fue así excluida de la Suite Iberia y
concluida tras la muerte del autor. El mismo año de ésta, 1909, Albéniz
empezó a componer el preludio a una colección que titularía Azulejos.
Enfermo y retirado en el balneario pirenaico de Camboles-Bains, reci-
bió la visita de su amigo Enrique Granados, con quien sin duda debió
de compartir sus proyectos. Fallecido Albéniz, su colega completaría el
manuscrito original que la viuda le había remitido, y estrenó Azulejos
en su recital en la sala Pleyel el 1 de abril de 1911.
Azulejos es una obra singular en más de un sentido. Por una parte, se
trata de una obra no solo póstuma sino además acabada por un autor
diferente al que la empezó. Por otra, posee unos valores musicales ex -
traordinarios no solo con respecto a la producción de Isaac Albéniz
sino también en el contexto de las nuevas corrientes europeas de prin-
cipios del siglo XX, siendo una pieza que, desviándose claramente de
la estética de las obras albenicianas precedentes, busca una expresión
más íntima y cristalina, distante de la opulencia sonora de la Iberia.
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 13
Azulejos posiblemente no era el final de una trayectoria sino el princi-
pio de una nueva etapa albeniciana; de una fase superadora y renova-
dora; una etapa que quién sabe adónde habría conducido. Si recorda-
mos en este momento a algunos compositores longevos de la época,
que al final de sus días efectuaron un inesperado viraje en su estética
(vienen a la cabeza el Falstaff de Verdi y las últimas piezas pianísticas
de Liszt, casi atonales), no es caprichoso imaginar que, de no haber
muerto con solo cuarenta y nueve años, Albéniz habría evolucionado
de una manera sorprendente.
El Trío y el Quinteto de Granados, obras quizás no visionarias ni decisi-
vas, poseen un verbo melódico y rítmico muy inspirado, siendo incom-
prensible cómo han permanecido un siglo prácticamente desconoci-
das. Por su parte Azulejos, obra que la crítica ha encomiado
recientemente, es indicio de que Iberia no agotó la inventiva de Albéniz.
Bienvenida sea la recuperación de las tres obras.
Antonio Lasierra
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 14
X I I C I C L O D E G R A N D E S S O L I S T A S « P I L A R B A Y O N A » 2 0 0 9
ProgramaP R I M E R A P A R T E
E. GRANADOS
Trío para violín, violoncello y piano en Do, Op. 50 Poco allegro con espressioneScherzetto. Vivace moltoDuetto. Andante con molta espressioneFinale. Allegro molto
Duración aproximada 25 min.
I. ALBÉNIZ / E. GRANADOS
Azulejos (para piano solo)Duración aproximada 10 min.
S E G U N D A P A R T E
E. GRANADOS
Quinteto para dos violines, viola, violoncello y piano en Sol m, Op. 49
AllegroAllegretto quasi andantinoLargo-Molto presto
Duración aproximada 20 min.
JEAN-BERNARD POMMIER piano
SOLISTAS DE LA ORQUESTA DE CADAQUÉSSantiago Juan primer violín
Cristian Benito segundo violínAlejandro Garrido violaMàrius Díaz violoncello
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 15
POMMIER:F. PEREZ 04/12/09 9:58 Página 16