Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 1
UNIDAD 6
DOCUMENTO 6
El superhéroe ante el espejo (retórico)
1. Una primera aproximación al género
Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que las investigaciones académicas sobre el
universo de los superhéroes son un asunto del siglo XXI. Y eso significa que, a pesar de que en
los últimos quince años han comenzado a publicarse multitud de estudios, libros y artículos
sobre este tema, todavía nos encontramos frente a un campo de investigación prácticamente
inexplorado. En consecuencia, resulta complicado intentar fijar un marco definitivo con los
rasgos, características, historia e implicaciones de este fenómeno cultural, entre otras cosas,
porque el universo superheroico continúa vivo, en permanente crecimiento y evolución.
No obstante, entendemos que puede resultar de alguna utilidad ensayar una primera definición
de lo que significa el término “superhéroe”, así que ahí va nuestra propuesta: denominaremos
“superhéroe” a un tipo determinado de personaje de ficción. Habitualmente muestra unas
motivaciones altruistas y comunitarias. Tiene superpoderes, a los que ha llegado por muy
diferentes caminos, como el uso de unas tecnología de vanguardia o la posesión de unas
habilidades físicas, mentales o místicas muy desarrolladas... Su identidad como superhéroe se
representa a través de un nombre específico –“codename”- y un vestuario icónico, en donde
normalmente se expresan su biografía, carácter, poderes u origen. Resulta perfectamente
distinguible de otros personajes de géneros parecidos –la fantasía, la ficción científica, la novela
detectivesca- por el énfasis con el que subrayan estos rasgos específicos. Además, a menudo,
el superhéroe posee una doble vida, siendo su identidad ordinaria un secreto muy bien
guardado.
Esta definición, con la que nos remontamos a los orígenes del género proviene, en buena
medida, de una sentencia que dictó un tribunal norteamericano en 1940, ante la demanda
presentada por DC Comics contra Fox Comics, por el supuesto plagio que los autores del comic
titulado Wonder-Man habían cometido sobre los cómics de Superman. En dicha sentencia, que
dio la razón a DC Comics y supuso la cancelación de Wonder-Man, los jueces argumentaron
que:
Los atributos y aventuras de Superman y Wonder-man son muy similares. En ocasiones,
ambos ocultan su fuerza bajo una ropa ordinaria pero, cuando se despojan de ella,
muestran un bizarro, brillante y ceñido traje acrobático. La única diferencia real entre ellos
es que Superman lleva un uniforme azul y Wonder-man uno rojo.
Ambos se denominan a sí mismos “campeones de los oprimidos”. Ambos pueden ser
contemplados corriendo hacia una luna llena "en la noche", y ambos poseen la capacidad
de destrozar una pistola entre sus poderosas manos. Ambos son invulnerables a las
balas.
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 2
Superman puede saltar desde un edificio de veinte pisos, y Wonder-man puede
desplazarse por la ciudad brincando de edificio en edificio. Los dos están dotados de
fuerza suficiente como para abrir una puerta de acero y los dos son descritos como “el
hombre más fuerte del mundo”. Ambos luchan contra "el mal y la injusticia".
A pesar de la inocencia con la que, vista con los ojos de hoy, esta sentencia puede estar
redactada, realmente supone el primer documento escrito que intenta una definición del
superhéroe como un personaje diferenciado de otros personajes de ficción, y en ella
encontraremos el “núcleo duro” de la caracterización del género.
2. Una misión que cumplir
En efecto, la sentencia se refiere a los superhéroes como unos "campeones de los oprimidos"
que combaten "el mal y la injusticia". Esto nos conduce al corazón mismo de la misión del
superhéroe, una misión que debe ser pro-social y altruista, lo que significa que, en su lucha
contra el mal, un superhéroe debe ajustarse a las costumbres existentes y profesadas por la
mayoría de la sociedad, y no puede perseguir con sus actos un beneficio propio o personal. Esta
convención de la misión es esencial para el género de superhéroes, dado que para alcanzar la
consideración de superhéroe, no se puede actuar de otra manera como no sea, exclusivamente
para ayudar a los demás en momentos de necesidad. Cuando hablamos de misión, no debemos
olvidar de que este rasgo no caracteriza en exclusiva de este género. Ciertamente, la misión de
Superman consiste en ser un "campeón de los oprimidos... Ha jurado dedicar su existencia a
ayudar a los necesitados", es decir, "a beneficiar a la humanidad". Pero su forma de actuar no
difiere en sustancia de la de tantos otros héroes de las “pulp fictions”, las novelas de quiosco o
de los folletines del siglo XIX que precedieron a su aparición. No obstante, sin esta misión, un
superhéroe sería simplemente un individuo extraordinariamente útil en determinados momentos
una crisis, o incluso alguien que se gana personalmente la vida usando sus poderes, como si
fuera un acróbata o un artista de circo, o, por supuesto, un supervillano, el cual acostumbra a
perseguir sus intereses a costa de los intereses de otros..., cualquier cosa menos un superhéroe.
2. Superpoderes
Los superpoderes son otro de los elementos más identificables del género de superhéroes. La
sentencia anteriormente citada señalaba que Superman y Wonder-Man poseían una "fuerza y
velocidad milagrosas" y, además, eran "totalmente invulnerables a las balas”. Cita ejemplos de
cada uno de ellos aplastando armas con sus manos, abriendo puertas de acero, deteniendo
balas o saltando por los edificios de ciudades modernas. Igualmente indica que cada uno de
ellos es denominado como el "hombre más fuerte del mundo". Estas habilidades designan los
poderes de los héroes -o superpoderes, para enfatizar la exageración inherente al género- y
muestran la primera gran diferencia real entre Superman y sus predecesores. Porque ya desde
la portada del primer número de Action Comics, Superman nos enseña su super-fuerza, su
super-velocidad, su super-salto y su invulnerabilidad. Obviamente, con el tiempo, los poderes de
los superhéroes irán mucho más allá en la exageración de estos atributos y alcanzarán una
enorme complejidad.
3. La identidad
La construcción de la identidad del superhéroe se elabora a partir de dos elementos básicos: su
nombre de superhéroe –en adelante, codename- y su disfraz. La identidad secreta del
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 3
superhéroe es una consecuencia lógica de estos dos elementos. Y, en tanto rasgo, la cuestión
de la identidad diferencia claramente al superhéroe de otros caracteres heroicos que lo
antecedieron. Personajes populares a principios del siglo XX como la Pimpinela Escarlata o el
Zorro, por ejemplo, también se construyeron sobre esos rasgos identitarios –la personalidad
heroica, la doble identidad- que más tarde se convertirían en marca de los superhéroes. Sin
embargo, ni la imagen ni el nombre de estos caracteres ponen de manifiesto la naturaleza
interior ni la biografía de su alter ego. El personaje de la Pimpinela Escarlata, por ejemplo, no
tiene nada que ver con “una pequeña farola al lado de la carretera”, que es a lo que realmente
significan las palabras “pimpinela escarlata”; tampoco el personaje del Zorro se parece al animal
homónimo, excepto quizás en su capacidad de escapar de sus perseguidores. La conexión entre
el personaje y su nombre no suponen una cuestión de primer orden en las aventuras de estos
héroes. Y sin embargo, van a resultar fundamentales en el surgimiento de los primeros
superhéroes. Las identidades de Superman y Batman están construidas sobre una base
semántica. Superman significa “super hombre”, es decir, alguien que pretende representar lo
mejor que la humanidad puede esperar de sí; el codename refuerza esta naturaleza íntima del
personaje. El nombre de Batman, por su parte, está inspirado en el encuentro de Bruce Wayne
con un bandada de murciélagos mientras buscaba un disfraz capaz llenar de terror el corazón de
los criminales a los que se enfrenta; su codename – “hombre murciélago”- encarna por ello un
rasgo de su biografía.
3. El disfraz
Otra diferencia entre Superman o Batman y los personajes de otros géneros cercanos al de los
superhéroes, -como la Sombra o Doc Savage- reside en el otro elemento identitario que
caracteriza al superhéroe: el disfraz. Aunque Superman no fue el primer héroe disfrazado, su
traje se desmarca clara y sorprendentemente de los anteriores héroes de las “pulp fictions” o los
folletines. El traje de un héroe “pulp” no simboliza la identidad del personaje. El sombrero
desnudo, el manto negro y la bufanda roja de la Sombra, por ejemplo, o la máscara y los
colmillos de la Araña, ocultan sus rostros pero no proclaman sus identidades. El traje de
Superman, por el contrario, sí lo hace, sobre todo a través de su "S" enmarcada como si fuese
un símbolo heráldico. De igual modo, el traje de Batman lo proclama como un hombre-
murciélago, al igual que las mallas de Spider-Man lo identifican como un hombre-araña.
Estas vestimentas son representaciones icónicas de la identidad del superhéroe. La iconicidad
del traje de superhéroe sigue la teoría de Scott McCloud de "amplificación por simplificación". En
Cómo se hace un cómic, McCloud argumenta que, en el cómic, las imágenes pueden variar sus
niveles de abstracción, desde las fotografías completamente realistas hasta las caricaturas casi
abstractas. Pasar del realismo a la abstracción en las imágenes es un proceso de simplificación
"centrado en detalles específicos" que "subraya en una imagen su significado esencial". Este
proceso amplifica el significado de la imagen al enfocar la atención más en la idea que
representada que sobre la imagen misma. En ese sentido, el diseño del traje de superhéroe
elimina los detalles específicos de la apariencia ordinaria de un personaje, remarcando, sobre
todo, una idea simplificada que se representa en los colores y en el diseño del disfraz. La “S” de
Superman enfatiza especialmente el codename del personaje y resulta en sí misma una
declaración directa de esa identidad. Igualmente, el color juega un papel importante en la
iconicidad del traje de superhéroe. En su capítulo sobre el color, McCloud muestra la forma en
que los colores brillantes y primarios de los cómics de superhéroes deben su carácter
emblemático a su simplicidad. En referencia directa a los disfraces, McCloud indica que "debido
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 4
a que los colores del disfraz siguieron siendo exactamente iguales, viñeta tras viñeta, llegan a
simbolizar a los personajes en la mente del lector". El hecho de que los colores predominantes
sean los cuatro colores planos clásicos, también contribuye a remarcar la silueta del personaje,
reforzando su simplicidad y su naturaleza icónica.
Así pues, todo parece indicar que este uso de la vestimenta icónica sirvió para diferenciar el
superhéroe de los tipos de héroes anteriores a su aparición, y ayudó a establecer el género. Y
esta diferencia resulta inmediatamente evidente ya desde la portada de primer número de Acción
Comics , con un Superman dibujado con colores primarios sosteniendo un coche sobre su
cabeza y rompiéndolo en un terraplén. La "ridiculez" de esta escena de portada preocupó tanto
al editor Harry Donenfeld, que prohibió que Superman apareciera en la portada de los siguientes
números de Action Comics, aunque lo devolvió más adelante a la primera plana cuando
comprobó que el aumento de ventas de la revista se debía, expresamente, a la presencia de
Superman en la misma. Las portadas anteriores a este regreso de Superman muestran escenas
de intensa acción, pero ninguna coincide con la calidad de la del primer número. Los personajes
que aparecen en estas portadas se ajustaban a las convenciones de los géneros de aventuras
existentes con anterioridad, pero ninguno presentó un resultado tan sorprendente y particular
como lo hizo aquella en la que apareció Superman. Ciertamente, los cómics de ciencia-ficción
precedentes, o los de aventuras “pulp”, mostraban con frecuencia escenas de acción
extravagantes, así que la “ridiculez” de la portada del Acción Comics nº 1 que impactó tanto a
Donenfeld tuvo que representar necesariamente algo diferente. Lo más probable es que fuese el
traje de Superman junto con la exhibición de sus superpoderes en un contexto contemporáneo y
urbano lo que marcara esa diferencia.
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 5
Se podría pensar, por lo demás, que el disfraz es algo tan fundamental en la construcción de un
superhéroe, que aparece, incluso, cuando no lo tiene. Recordemos el caso de Hulk. Nuestro
gigante verde carece de disfraz, pero resulta evidente que su propio cuerpo cumple esta función.
Sus creadores eran plenamente conscientes de ello. Como cuenta Stan Lee, "siempre he sabido
que los fans de superhéroes adoran que sus héroes y villanos usen disfraces. No tengo idea de
por qué, pero parece ser algo obligatorio en el género. Bueno, pues llamadme poco imaginativo,
pero en su día no había forma de que pudiera encontrar una razón para que nuestro más nuevo
monstruo [Hulk] se vistiera con un disfraz. Sin embargo, los lectores esperaban algo colorido
sobre él. Fue entonces cuando se me vino la siguiente idea a la cabeza: en vez de un traje
colorido, le daría una piel colorida. Así que me decidí a colorear su piel de gris, el cual me
pareció un tono bastante espeluznante”.
4. Las convenciones del género
Podríamos afirmar, entonces, que estos tres elementos –la existencia de una misión que cumplir,
la posesión de superpoderes y unos rasgos identitarios definidos constituyen la base del género
de superhéroes. Pero, al igual que con otros géneros, pueden existir personajes concretos que
no cumplan plenamente con estos tres elementos, al igual que pueden existir héroes de otros
géneros que muestren algún grado de asimilación de estos tres rasgos sin que por ello puedan
ser incluidos dentro de la categoría de superhéroes.
Parece que esta aparente indeterminación se encuentra en el origen mismo de la naturaleza del
género. En el género de los superhéroes ocurre algo parecido a lo que el filósofo Ludwig
Wittgenstein escribía sobre el juego: "si observamos a los juegos en su conjunto, -decía
Wittgenstein.- no veremos siempre un elemento común a todos ellos, sino más bien una serie de
similitudes, de relaciones superpuestas y entrecruzadas: a veces estas similitudes son
generales, en otras ocasiones son de detalle [...]. No puedo pensar en una expresión mejor para
caracterizar estos conjuntos de similitudes y relaciones que la de semejanzas familiares”. Con el
género de los superhéroes ocurre algo análogo. Las similitudes entre los diferentes personajes,
historias y diseños del género son, casi siempre, semánticas, abstractas y temáticas, y provienen
de la constelación de convenciones que típicamente están presentes en la oferta que el género
ha ido desplegando a lo largo del tiempo. De este modo, si un personaje se ajusta básicamente
a la tríada de misión-poder-identidad, incluso aunque posea otros rasgos igualmente
significativos, pero no puede colocarse fácilmente en otro género debido a la preponderancia de
estas convenciones superheroicas, el personaje será considerado un superhéroe.
Pero también puede ocurrir al revés, que un superhéroe no cumpla con todas estas
características básicas. Tomemos de nuevo el ejemplo de Hulk. De él se podría afirmar que se
trata de un superhéroe sin una misión. A veces parece absolutamente antisocial, y
frecuentemente se encuentra en conflicto con el Ejército de los Estados Unidos, que en la Edad
de Plata de la historia de los comics de superhéroes –años sesenta- todavía no representaba
una entidad corrupta o maligna, sino uno de los ejes del bienestar de la ciudadanía. Stan Lee
cuenta que, para su creación, se inspiró en el monstruo de Frankenstein: “Hulk nunca quería
lastimar a nadie realmente; en el fondo, lo que buscaba era su propia y tortuosa manera de
defenderse, o de llegar a un acuerdo con aquellos que intentaban destruirlo”. Hulk constituye la
apuesta de Stan Lee y Jack Kirby por convertir "un monstruo en un héroe". Las aventuras de
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 6
este Goliath de piel verde no surgen de sus intentos de luchar contra el crimen o de sus deseos
de mejorar el mundo. Actúa, en principio, para auto-preservarse pero, inadvertidamente, siempre
acaba haciendo el bien. Funciona, de hecho, como un superhéroe aunque no tenga la misión o
la motivación para hacerlo. Sus historias, sin embargo, están impregnadas de las convenciones
del género: la aparición de supervillanos; el uso tecnologías fantásticas; la estupidez de las
autoridades; la inclusión en equipos de superhéroes como Los Vengadores... Todas estas
circunstancias mantienen a Hulk dentro del género de superhéroes.
Otro ejemplo puede ser el de Batman. En relación con la posesión de superpoderes, Batman fue
originalmente diseñado como un superhéroe sin superpoderes. Sin embargo, la claridad de su
misión –la venganza contra los criminales, y la nitidez de su identidad -representada por su
codename y su disfraz- lo identifican como un superhéroe. Aunque no tiene poderes claramente
"superiores", su fuerza física y sus habilidades mentales le permiten luchar contra el crimen junto
a sus hermanos más poderosos. Y al igual que Hulk, Batman vive en un mundo pletórico de
convenciones del género: supervillanos, autoridades ambiguas, compañeros que le ayudan,
superequipos, etc.
Por su parte, los Cuatro Fantásticos pueden ilustrarnos sobre cómo los elementos propios de la
convención de la identidad pueden estar ausentes y, sin embargo, los personajes seguir
funcionando como superhéroes. En el primer número de Los Cuatro Fantásticos, rasgos como
los superpoderes o la misión altruista aparecían con claridad. Después de que su nave espacial
se expusiera a los rayos cósmicos, cada uno de ellos adquirió un superpoder. Ben Grimm, el
piloto de la nave, enunció la misión del grupo: "Tenemos que usar estos poderes para ayudar a
la humanidad, ¿verdad?". Los héroes juntaron entonces sus manos y proclamaron sus
superidentidades: Mr. Fantástico, la Chica Invisible, la Antorcha Humana y la Cosa. Estos
codenames se ajustan a los poderes que recibieron y expresan la personalidad de cada uno de
ellos. Sin embargo, convenciones como la identidad secreta o el disfraz están ausentes en este
debut de los Cuatro Fantásticos. Stan Lee afirma que pretendía acabar con estos aspectos de
los superhéroes: “estaba totalmente decidido a lanzar una serie de superhéroes que no
poseyeran una identidad secreta. Era capaz de reconocer que si yo mismo jamás podría
mantener en secreto un superpoder, en el caso de que lo tuviera, -soy demasiado entusiasta-,
entonces, ¿por qué nuestros amigos ficticios habrían de ser diferentes? Aceptando esta premisa,
fue algo natural el decidir renunciar al uso de disfraces. Si nuestros héroes vivían en el mundo
real, debíamos dejarlos vestir como personas reales”. La identidad secreta es una convención
típica, pero no necesaria, para el género. Es evidente que tiene una gran importancia para el
mismo, como muestra su presencia constante en el universo superheroico. Pero Lee y Kirby
estaban tratando de ser inventivos y por lo tanto optaron por ignorar este aspecto del género. El
primer número de Los Cuatro Fantásticos es claramente un cómic de superhéroes, y es así sin
uniformes.
Sin embargo, y muy significativamente, aunque los Cuatro Fantásticos al principio vestían ropa
ordinaria, rápidamente adquirieron sus disfraces distintivos. En la portada del número 3 de la
serie se anuncia: "en este gran número de coleccionista, verás por primera vez el fantástico
“FantastiCar, los nuevos trajes fantásticos de los Cuatro Fantásticos y otras sorprendentes
sorpresas". Stan Lee nos cuenta lo que pasó: “recibimos muchos correos de fans. Los niños
decían que amaban a los Cuatro Fantásticos. Sabíamos que teníamos un producto ganador y
que estábamos en el buen camino. Pero, casi todas las cartas decían: creemos que es el mejor
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 7
cómic, estamos dispuestos a comprarlo siempre. Pero si no los vestís con trajes coloridos,
entonces no compraremos el siguiente número...”
4. Los Supervillanos y sus clases
Pero, ¿qué pasa con el supervillano? ¿Podríamos igualmente intentar caracterizarlo? ¿Cuál
sería la definición del supervillano? ¿Qué le impulsa y motiva?
Se trata de una colección de buenas preguntas, pero antes de intentar contestarlas, quizás
convendría precisar una tipología de los supervillanos que nos permita distinguir sus semejanzas
y, a la vez, sus peculiaridades. Según Peter Coogan, en el universo superheroico podemos
encontrar cinco tipos básicos de supervillanos: el monstruo, el comandante enemigo, el científico
loco, el cerebro criminal y el superhéroe que “ha sucumbido a su lado oscuro”. Estos tipos no
conforman compartimentos estancos, sino que un mismo supervillano, a la vez, puede
pertenecer a varias de estas categorías. El enemigo de Spider-Man, el Lagarto, es, al mismo
tiempo, un monstruo y un científico loco. El Dr. Muerte, regente de Latveria y genio científico, es
también un comandante enemigo. Sin embargo, la mayoría de los supervillanos encajan muy
bien en una de estas categorías. Y así como un héroe representa las virtudes y los valores de
una determinada sociedad, un villano representa la inversión de esos valores. Y más allá de eso,
posee un poder específico e intransferible: es un personaje activo, es decir, tiene la capacidad
de transformar sus antivalores en actos y, en consecuencia, detener las actividades normales de
una sociedad y obligar a un héroe –reactivamente- a levantarse para defenderla.
a) El monstruo
El tipo más antiguo de supervillano es el monstruo. La “monstruosidad” del monstruo estriba en
que representa una inversión de la misma naturaleza humana, y por eso suele aparecer con la
forma como algún tipo de bestia -un hombre lobo o reptil gigante son ejemplos de monstruos.
Cuando un monstruo tiene forma humana, entonces es que resulta monstruoso moralmente, es
decir, no tiene un sentido moral del bien ni del mal: le falta el alma. Así, los vampiros y la criatura
de Frankenstein son monstruos porque carecen de la chispa divina -el alma- que separa al
hombre de las bestias. Un asesino en serie, que es un ser humano, también podría ser
catalogado como un monstruo, al carecer de compasión y sentido de la humanidad.
Un supervillano típico que podría entrar dentro de esta categoría es el Lagarto. Se trata del Dr.
Curtis Connors, un cirujano que perdió un brazo en la Segunda Guerra Mundial. A través de sus
investigaciones, logra sintetizar un suero extraído de un reptil que duplica sus habilidades
rejuvenecedoras en un intento de regenerar su brazo. Tiene éxito -su brazo vuelve a crecer- pero
la naturaleza reptilesca de su suero se apodera de él y acaba adquiriendo las características
físicas de una piel dura y verde , una larga y fuerte cola y una acentuada antipatía hacia la
humanidad. Planea usar su suero en otros lagartos, cocodrilos y caimanes y crear un ejército de
lagartos -el hecho de que mencione a "otros lagartos" ya es indicativo de que el Dr. Curtis
Connors ha abandonado la raza humana para convertirse en otra cosa.
b) El Comandante Enemigo
Un Comandante Enemigo, por su lado, dispone de los recursos de un estado a su servicio y
está en una posición de autoridad legal dentro de esa sociedad. Podría ser un rey, un tirano, un
dictador u otro gobernante absoluto; o tal vez el verdadero poder que existe detrás del trono... El
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 8
Satanás de John Milton de El Paraíso Perdido podría pasar por el modelo del que sure este
supervillano. Él gobierna el reino del Infierno, manda innumerables demonios, y se mantiene en
absoluta oposición a la voluntad del Cielo y de Dios.
Darth Vader es un excelente ejemplo de Comandante Enemigo. Él no es el emperador, pero
manda las fuerzas del emperador y tiene el peso y los recursos del Imperio detrás de él, además
de su propio poder Jedi. Vader es un héroe del Imperio. Luke Skywalker y los rebeldes, sin
embargo, violan la virtud primaria del Imperio, la obediencia al Emperador, pero encarnan los
valores de la autosuficiencia, el individualismo y la democracia que se supone habitan en el
núcleo mitológico de la cultura estadounidense.
En el universo superheroico, los dos principales Comandantes Enemigos son el Dr. Muerte y
Cráneo Rojo. El Dr. Muerte dispone de los recursos del reino ficticio de Latveria y, en tanto
gobernante posee inmunidad diplomática. Puede perpetrar sus maquinaciones dentro del
imperio de la ley, lo cual es fundamental para una cultura democrática. Pero Muerte se revela
significativamente como un mandatario perverso porque, aunque Latveria no está en guerra
contra los Estados Unidos, Muerte es un tirano totalitario que reprime los anhelos libertarios de
su pueblo. Cráneo Rojo, por su parte, representa el ejemplo más puro del Comandante Enemigo
en los cómics de superhéroes. Encarna los valores de la Alemania nazi durante la Segunda
Guerra Mundial, y allí es temido incluso por el mismo Hitler. Comanda los recursos científicos y
militares del Tercer Reich y participa activamente en el intento de derrotar y subyugar a América
y a sus aliados. Racista, genocida y totalitaria, la ideología nazi contrasta con el credo americano
de defensa de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. El Capitán América encarna ese
credo, por lo que las batallas entre él y Cráneo Rojo simbolizaban las batallas reales que se
producían entre las fuerzas estadounidenses y las alemanas.
c) El Científico Loco
Un precedente clásico de este personaje lo encontramos el Dr. Víctor Frankenstein. Y no es
casual que Mary Shelley subtitula su novela El moderno Prometeo, ya que es en Prometeo
donde la idea occidental de la búsqueda excesiva del conocimiento encuentra una encarnación
mítica. Los Científicos Locos suelen caracterizarse por el comportamiento obsesivo y el empleo
de métodos extremadamente peligrosos o poco ortodoxos. A menudo, están motivados por un
deseo de venganza, relacionado con desaires reales o imaginarios de los que han sido objeto.
Lex Luthor es el supervillano de esta clase más representativo pero, dentro de los comics DC,
Ultra-Humanidad también resulta digno de mención, ya que se trata del primer supervillano
verdadero contra el que se enfrentó Superman. Dicho sea de paso, la calvicie de Luthor
recuerda la de Ultra-Humanidad y de alguna manera los vincula.
d) El Genio Criminal
Este personaje pertenece a otros géneros, aparte del superheroico, y es todo un clásico entre los
caracteres supervillanos. Citaremos la descripción que hace el detective Nick Carter del Doctor
Quatz, aunque no pertenezca al mundo del cómic, porque se adapta perfectamente al perfil de
este personaje, y nos recuerda poderosamente a Kingpin y otros maestros del crimen de
nuestros comics: “Intelectualmente, es el hombre más notable que haya conocido. Su
inteligencia es más profunda que la cualquier otra persona. Está versado en todas las ramas de
la ciencia. Creo que habla fluidamente todos los idiomas que merece la pena conocer -muchos
más que yo, que domino doce. Físicamente, es de una gran fortaleza. Sus modales son
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 9
perfectos. Se siente como en casa en medio de cualquier entorno, con cualquier traje, bajo toda
circunstancia. Siempre ha parecido saberlo todo y estar listo para hacer uso de cualquier medio
cuando llegue la ocasión. Carece totalmente dos cualidades que son comunes en el resto de los
humanos: moralidad y conciencia. Este hombre no reconoce ninguna responsabilidad moral, ni
tiene conciencia alguna. La compasión, en cualquier forma, es un término sin sentido para él. No
tiene consideración por nada ni por nadie. La única ley que reconoce es la ley del poder, del
logro, del éxito en lo que se compromete a hacer. Adora la belleza en sí misma, pero la puede
destruir con la misma displicencia con la que arrancaría una hoja de hierba del suelo”.
e) El reverso del superhéroe (o superhéroe oscuro)
El supervillano con superpoderes, o superhéroe oscuro es un personaje específico del género de
superhéroes. Posee superpoderes, codename y disfraz. El Joker y Catwoman son
probablemente los mejores primeros ejemplos de esta clase de superhéroes “inversos” porque
suponen una respuesta directa al superhéroe, y un procedimiento deliberado de las editoriales
de expandir el género del superhéroes, ya desde sus inicios. Lo que hace que hace a este
supervillano diferente de otros tipos de supervillano es que, en un momento dado, puede
convertirse a su vez en superhéroe.
La casa Marvel cuenta con numerosos supervillanos que acaban convirtiéndose en buenos
chicos –Ojo de Halcón, la Viuda Negra, Quicksilver, la Bruja Escarlata... Esta capacidad para
pasar de villano a héroe puede remontarse a Namor –cuando todavía se llamaba Sub-mariner-
que debutó como un amargo enemigo del mundo de la superficie. Otros villanos reformados de
Marvel suelen ser villanos renuentes, engañados o forzados a hacer el mal, por lo que sus
procesos de reforma son plausibles. Ojo de Halcón entra en el mundo del crimen forzado por su
mentor, el Espadachín. Más tarde, lucha contra Iron Man para ayudar a su amante, la agente
soviética Natasha Romanov, la Viuda Negra. Tras la supuesta muerte de esta, se une a los
Vengadores. Su estatus de villano anterior es un dispositivo de trama muy útil, ya que permite
contrastar su ambigüedad moral con el líder del grupo, el Capitán América.
Hemos mencionado a la Viuda Negra, así que no estará de más recordar que se vio obligada a
convertirse en espía tras la amenaza del gobierno soviético de destruir la aldea donde vivía y la
detención y encarcelamiento de su marido. Logra entrar en SHIELD como agente doble. Sin
embargo, también ella acaba dando la espalda al mal cuando tras la muerte del superagente
soviético Estrella Roja, el cual resultó ser su marido. Más tarde descubrió que éste había sido
una parte activa del engaño que los soviéticos habían urdido contra ella para convertirla en
espía.
f) Otros subtipos de villanos
Además de los enumerados con anterioridad, podríamos señalar otros cuatro subtipos de
supervillanos que podemos encontrar en el universo superheroico. Se trata del alienígena, el
dios del mal, la femme fatale y el super-secuaz. Cada uno de estos subtipos, sin embargo, suele
combinarse con los cinco tipos básicos de supervillanos. Los alienígenas pueden ser monstruos,
científicos locos, cerebros criminales, comandantes enemigos o supervillanos ambiguos, como
Super Skrull o el Capitán Kree Mar-Vell. Loki es un dios maligno, pero a veces lucha contra el
crimen en la Tierra, ayudando a su hermano Thor. Thanos, Darkseid y Dormammu son todos
ellos dioses malvados, pero también y comandantes enemigos: cada uno de ellos gobierna sus
propio mundo, dirige poderosos ejércitos y amenaza con invadir a la Tierra. Galactus y el Anti-
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 10
Monitor, por su parte, son dioses malvados, pero también podemos considerarlos monstruos:
representan fuerzas destructivas, es decir, la destrucción forma parte de su propia forma de
existencia. Dado que la femme fatale requiere cierto grado de atracción sexual, no puede ser un
monstruo físicamente repulsivo, y rara vez es una científica loca, La Viuda Negra era una femme
fatale hasta que desertó de la Unión Soviética para convertirse en una superheroina americana.
Los Super-secuaces son aquellos subordinados que han adquirido “mejoras”, superpoderes o
habilidades superiores y, por lo tanto, pueden ser calificados como supervillanos. Pero en tanto
subordinados a un jefe o entidad superior carecen de la manía y el impulso típicos que
caracterizan al verdadero supervillano.
5. El supervillano ante el espejo.
Visto lo anterior, quizás podamos definir al supervillano como el reverso negativo del superhéroe,
con quien comparte, sin embargo, muchos de sus rasgos esenciales. La tríada primaria de
convenciones con la que lo definíamos -misión, superpoderes e identidad- nos servirá de punto
de partida desde donde estudiar al supervillano, por más que estos rasgos se apliquen de una
manera diferente a como ocurría con el superhéroe.
a) La misión
El supervillano posee una misión egoísta y antisocial. Está en la búsqueda de algo -normalmente
riqueza o poder, a menudo también fama- que sirva a sus propios intereses, aunque estos
intereses choquen contra los valores de la sociedad en la que vive. Es posible, incluso, que
estos intereses estén despojados de malicia. La capacidad destructiva de un monstruo, por
ejemplo, nace de su propia naturaleza: un hombre lobo es impulsado por su naturaleza bestial a
matar; un vampiro necesita sangre para mantenerse vivos. Los comandantes enemigos, por su
lado, están ideológicamente motivados para conquistar las naciones y sociedades con las que
están en guerra. La misión del científico loco se encuentra en su deseo de perseguir avanzar en
la búsqueda del conocimiento más allá de cualquier punto de seguridad o moral. Los genios del
crimen criminales están motivados por la codicia y la lujuria del poder. La misión del superhéroe
inverso proviene de cualquier defecto o trauma personal que tuviera el personaje antes de ganar
sus poderes. Este defecto es lo que le impide transformarse en un superhéroe desde el principio.
b) El supervillano como artista
Los sueños y aspiraciones de los supervillanos suelen ir mucho más lejos de los de los vulgares
delincuentes. En muchos casos, el supervillano se considera un artista cuya forma de expresión
es el delito. En la película Batman, de Tim Burton, el Joker, interpretado por Jack Nicholson,
confiesa a la reportero gráfica Vicki Vale la visión que tiene de sí mismo: “Déjame compartir mis
pensamientos contigo, cariño. Estaba en el baño un día cuando me di cuenta de que estaba
destinado a la grandeza. La gente común siempre está preocupada por las personas por las
apariencias. Esto es atractivo, eso no lo es. Bueno, yo ya he superado todo eso. Lo que otras
personas solo son capaces de soñar, yo lo hago. Hago arte... hasta que alguien muere. ¿Ves?
Ji ji ji. Soy el primer artista homicida en pleno funcionamiento del mundo”.
El Joker concibe sus crímenes como una forma de arte. Cuando su banda invade el museo de
arte de Gotham y destroza las obras maestras que están allí expuestas, el Joker añade su firma
a las pinturas destruidas. Esta destrucción, a su juicio, es un acto creativo y artístico, tanto como
los asesinatos que comete. Su misión consiste en transforma la vida infeliz de la gente normal en
una muerte perfecta y eternamente sonriente.
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 11
c) La herida
Esta grandiosa autopercepción que el supervillano tiene de sí mismo nace en ocasiones de una
herida o trauma que el personaje experimentó tiempo atrás y de la que nunca llegó a
recuperarse. Se considera una víctima de la maldad de otros, o de las circunstancias. Es por ello
por lo que desarrolla un complejo de superioridad el cual, a menudo, no es más que un
mecanismo de defensa con el que el supervillano compensa el sentimiento de inferioridad y de
inadaptación surgido de los malos tratos recibidos cuando era más joven, en la infancia. Pero
también ocurre que, con frecuencia, los supervillanos manifiestan algún tipo de defecto físico o
social y sólo son superiores en sus capacidades mentales. De alguna manera, como dirían los
psicólogos, están enamorados de la historia de su herida, y por tanto son incapaces de superar
lo que les sucedió en el pasado y dirigir sus energías hacia la curación o la redención.
Cráneo Rojo es paradigmático al respecto- Como huérfano, se crio solo y pobre, abandonado al
mal del mundo. Se convirtió en un ladrón para evitar que muchachos mayores que él le
maltrataran. Idolatra a Hitler porque el Führer posee todo aquello de lo que él carece: "¡Él es el
poder y yo no soy nada! ", dice. Se siente un inútil y es ese sentimiento el que le proporciona la
fuerza necesaria para encarar os grandes crímenes que lo convierten en un supervillano y lo
elevan por encima de la criminalidad ordinaria.
En el caso de Victor von Doom, su apetito por el conocimiento lo llevan a un accidente que le
deforma completamente el rostro. Tan horrible se ve a sí mismo que decide ocultarse tras una
máscara de hierro y declarar la guerra al mundo. Pero su herida se remonta más allá, a los
tiempos de su infancia, cuando su padre fue perseguido por no haber sanado a la esposa
moribunda de un barón. Su padre muere tratando de escapar de las tropas del barón y Doom
jura sobre el lecho de muerte de su padre, "Ellos asesinaron a mi madre cuando yo era sólo un
bebé! ¡Y ahora han matado a mi padre! ¡Pagarán por eso! ¡Toda la humanidad pagará! ".
En la novela gráfica de Alan Moore y Brian Bolland, La broma asesina, se nos cuenta el origen
del Joker. Años atrás, había sido un joven actor fracasado que sufrió una tragedia horrenda
cuando su esposa y su bebé murieron en un incendio causado por un calentador de biberones
en mal estado. Tras una breve carrera criminal, logra escapar de Batman hundiéndose en un
contender de residuos químicos y nadando a través de tuberías de drenaje, de la que emerge
con la piel blanca y el cabello verde. Es entonces cuando adquiere la identidad del Joker y
consuma su locura. Sostiene que en un mundo psicótico en el que mueren inocentes sin motivo,
"frente al hecho ineludible de que la existencia humana es algo aleatorio e inútil", la única
respuesta razonable es la locura. Un día malo podría volver loco a cualquiera, por lo que no
existen diferencias entre él y cualquier otro. En última instancia, esa línea argumental lo exculpa
de sus acciones criminales. Acusa a Batman de estar igual de loco que él, aunque se niegue a
admitirlo, y pretende que comparta con él su nihilismo.
La herida de algunos supervillanos no es personal: sienten que la clase de seres a quienes
representan han sido heridos de alguna manera, o que son maltratados u oprimidos, y actúan en
consecuencia. Su misión –la herida de los suyos- los lleva a implicarse en una suerte de
transformación social. Otro enemigo de Batman, Ra's Al-Ghul, busca una revisión radical del
orden gobernante. Más allá de luchar contra al imperialismo occidental, intenta derrocar al
supremacía de la especie humana en el mundo, para conseguir un equilibrio ambiental perfecto,
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 12
reduciendo el tamaño de la humanidad a unos límites sostenible, que, por supuesto, gobernará.
Ra’s Al-Ghul se explica: "Me han llamado criminal y genio... y yo no soy ni uno ni otro! ¡Soy un
artista! Tengo una visión de una tierra tan limpia y pura como una montaña barrida por la nieve
... o un desierto". A lo largo de las décadas, desde su debut en 1971, la visión artística de Al-
Ghul del mundo ha evolucionado hasta convertirse en la expresión de una herida, la sensación
de que la humanidad se ha convertido en una plaga parasitaria que necesita ser eliminada de la
Madre Tierra.
d) Superpoderes
Los supervillanos son, por definición, más poderosos que las autoridades ordinarias. Poseen la
astucia, el genio, los recursos o las habilidades extraordinarias suficientes como para que los
agentes ordinarios del orden social se sientan impotentes para detenerlos o, al menos los sitúe
en clara desventaja. Esta superioridad procede de varias fuentes. Suelen tener tienen acceso a
una tecnología de ciencia-ficción que es muy superior a la disponible por el resto de la sociedad.
La segunda fuente de su poder proviene de una gran riqueza, una riqueza que se puede utilizar
para reclutar y dotar a un ejército privado o para formar un equipo de especialistas altamente
capacitados y eficaces en la delincuencia. Esta riqueza también puede extraerse de los recursos
de un poder o estado extranjero -sus fuerzas armadas, la burocracia gubernamental, los
recursos agrícolas, el poder industrial de un reino, nación o imperio.
La tercera fuente de poder de un supervillano puede residir en su carisma. Gracias a él, es
capaz de atraer a masas de gente común para sus maquinaciones o conseguir una lealtad
extraordinaria de aquellos que les sirven.
La última fuente de poder de que disponen son sus extraordinarias capacidades físicas,
mentales o místicas. Sus superpoderes son la fuerza, la invulnerabilidad, la telepatía, la
velocidad o cualquiera de los poderes que un superhéroe pueda haber recibido. El superpoder
es un elemento central en la definición de un supervillano. Si un individuo malvado solamente
dispone de la fuerza, el ingenio u otros recursos igualmente disponibles para los seres humanos
normales, no son más que meros delincuentes. Pero si un villano trasciende esas habilidades y
tiene dominio de tantos recursos que incluso los principales gobiernos mundiales están en
inferioridad de condiciones cuando tratan de detenerlo, entonces es un supervillano, sobre todo
cuando estos recursos se corresponden con una visión que va más allá de la simple avaricia y
expresa un gran proyecto a realizar, que puede ser socialmente transformador, pero será
impuesto a una población poco dispuesta a aceptarlo, sobre todo si implica si asesinatos en
masa o un número inaceptable de muertes. En cualquier caso, una misión específica y la
presencia de superpoderes son los dos elementos definitorios básicos de cualquier de la
supervillano.
e) La Identidad
Al contrario de lo que ocurre con el superhéroe, la identidad es el elemento más débil en la
definición del supervillano. Se trata de un aspecto necesario en aquello supervillanos ambiguos
que podrían convertirse superhéroes más adelante, ya que también usan disfraz y poseen
codenames. Por lo demás, y a diferencia de los superhéroes, los supervillanos no suelen
mantener una identidad secreta, aunque obviamente posean una identidad ordinaria. Lo que
ocurre es que a menudo renuncian a sus vidas normales, decidiendo vivir exclusivamente dentro
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 13
de la esfera superheroica. Abandonan que los ata a la existencia mundana y cortan de una vida
normal. De este modo, así como la identidad secreta ayuda al superhéroe a mantener lazos con
la sociedad a la que protege, el abandono del villano de la identidad ordinaria aumenta su
egoísmo y desconexión con una de la sociedad a la que, por tanto, puede manipular o atacar a
su antojo.
Los supervillanos acostumbran a darse nombres grandiosos para afirmar su superioridad, pero
también puede estar motivado en otras causas. El nombre del Capitán Col, por ejemplo, surge
de su deseo de afirmar su autoridad, pero a través de él también pretende llamar la atención del
The Flash. En una versión reciente de su origen, Lenny Snart afirma: "Yo estaba más que feliz
de cambiar mi nombre real por algo un poco... dramático, supongo. Algo que, suponía, atraería
la atención del Flash. Siempre me encantó el frío. Agregué la parte 'capitán' para darme una
ilusión de autoridad .”
6. Las relaciones entre los superhéroes y los supervillanos.
A estas alturas del documento, parece evidente que las figuras del superhéroe y el supervillano
son isomórficas y mutuamente dependientes. Para finalizar, sin embargo, quisiéramos poner de
relieve un último aspecto de la relación entre ambas figuras. Se trata una cuestión narrativa, que
tiene que ver, sobre todo, con la forma en que las relaciones entre supervillano y superhéroe se
plasman en las historias que protagonizan.
Y desde un punto de vista narrativo, hay que decir que los villanos son proactivos y los héroes
son reactivos: las maquinaciones del villano dirigen la trama, son el motor de la narración. El
héroe reacciona ante la amenaza del villano, y esta amenaza justifica su uso de la violencia. No
obstante, desde el punto de vista del género, el villano es reactivo: los supervillanos son creados
por sus autores como una reacción a la capacidad del héroe para derrotar a los criminales
comunes, y así aumentar la tensión narrativa. Esta idea de la inflación del villano se plantea en
Batman Begins, la película de Christopher Nolan basada en Batman: The Dark Knight Returns,
escrita por Frank Miller. Al final de Batman Begins, Batman se encuentra con el teniente James
Gordon en la terraza de la jefatura de policía. Gordon expresa la preocupación ante el hecho de
de que la existencia de Batman, aunque útil en la lucha contra Ra’s Al-Ghul y el Espantapájaros,
estimule a los criminales a aumentar sus ataques. Batman responde: "Hemos devuelto la paz a
Gotham ." y Gordon replica, "¿Pero no ves la escalada? Nosotros comenzamos llevando armas
semiautomáticas, pero los criminales las compran automáticas. Nosotros empezamos a usar
Kevlar, y ellos compran blindaje masivo. Tú llevas máscara y te dedicas a saltar por los tejados.
Observa ahora a este tipo: robo a mano armada, doble asesinato. Tiene un gusto por lo teatral
semejante al tuyo; ha dejado su tarjeta de visita ", y le muestra a Batman una carta con la figura
del Joker. La idea implícita es que, en la próxima escalada, los gangsters ordinarios y padrinos
de la mafia serán sustituidos a supercriminales enmascarados y teatrales que llevarán al crimen
a horribles nuevas cotas. La presencia del Joker, implícita –todavía ni siquiera ha sido
nombrado-, respondiendo a la aparición de Batman en Gotham City, parece dar la razón a
Gordon.
En Batman: The Dark Knight Returns, el Dr. Bartholmew Wolper, un psicólogo que ha estado
tratando a Harvey Dent, propone una teoría para explicar esta escalada. Afirma que Dos Caras
no es realmente culpable de sus crímenes, "El patrón de comportamiento de Batman,
psicótico/subliminal/ psico-erótico, es como una red. Los neuróticos débiles y egoístas, como
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 14
Harvey, son atraídos por este tipo de patrones. Podríamos decir que Batman es quien realmente
comete los crímenes usando a sus llamados “villanos” como ejecutores narcisistas". Wolper
continúa describiendo la psique pública como una vasta membrana. Cuando Batman actúa,
golpea esa membrana a través de los medios de comunicación que informan sobre sus
actividades. La membrana devuelve el golpe creando una suerte de "doppleangers ideológicos"
como Dos Caras, que responden "a la matriz de la auto-desilusión patológica procedente de
Batman. Batman es, en este contexto, ... una enfermedad social ". En forma deliberada, Frank
Miller presenta a Wolper y a su discurso como una figura ridícula, digna de desprecio; un elitista
liberal, incapaz de ver fuera de su torre de marfil los efectos que los criminales tienen en la
sociedad y el hecho, basado en el sentido común, de que los criminales son los responsables de
sus propios crímenes.
Sin embargo, al mismo tiempo, Miller socava esa sensación de ridículo mostrando que, en
realidad, el Dr Wolper tiene razón: son los criminales quienes reaccionan ante la presencia de
Batman en vez de que Batman sea quien reaccione ante la actividad delictiva de los criminales.
En Batman: The Dark Knight Returns, el Joker ha estado en un estado catatónico desde que
Batman se retiró. En el manicomico de Arkham se sienta frente a un televisor, en el que Lana
Lang –la novia de Clark Kent en Smallville y un tertuliano liberal discuten sobre el valor y el
efecto de los actos de Batman. El Joker emerge lentamente de su catatonia y sonríe.
El regreso a la conciencia del Joker es una demostración perfecta de la validez del análisis de
Wolper sobre el efecto de Batman en la psique pública. El Joker es un “doppleganger ideológico,
débil y egoísta” que reacciona ante la ilusión patológica generada por Batman de que la
actuación de los superhéroes es una respuesta efectiva ante el crimen.
Narrativamente, sin embargo, el superhéroe es reactivo, y esta reactividad está en la base del
código moral de los superhéroes. Este código del superhéroe revela una faceta esencial de su
misión. La finalidad de un superhéroe no es otra que la de conseguir el mayor bien para la
humanidad, para la sociedad en la que vive, Pero el superhéroe persigue este objetivo a través
de una interpretación propia, personal, del derecho y la ley, y ejerce su superpoder en apoyo de
esa interpretación. Los superhéroes están dispuestos y son capaces de violar los derechos
civiles y legales de otros ciudadanos en nombre de ese código. Esta disposición y habilidad
derivan de un principio central del código del superhéroe: la posesión de superpotencias o
habilidades extraordinarias suponen una cualificación suficiente para llevar a cabo una
interpretación individualizada de la justicia. En pocas palabras, la máscara -símbolo de la
autoridad del superhéroe- le confiere el derecho que normalmente sólo se concede, y sólo
parcialmente, a la insignia -símbolo de la autoridad policial. Todos los superhéroes asumen que
sus poderes les dan el derecho de tomarse la justicia por su mano y actuar fuera de la ley, un
derecho que la policía no tiene. El axioma de Stan Lee, "un gran poder conlleva una gran
responsabilidad", justifica este principio central del código de superhéroes. Pero esta
responsabilidad opera dentro del contexto de una criminalidad endémica, casi imposible de
erradicar. Los delincuentes cometen crímenes que no pueden ser detenidos solamente por las
autoridades ordinarias. Gracias a sus superpoderes, el superhéroe puede oponerse a esta
amenaza que agobia al conjunto de la sociedad y, por lo tanto, es responsabilidad suya
reaccionar ante esa amenaza y utilizar sus grandes poderes para combatir el crimen. La única
excepción a este código consiste en matar. El asesinato se considera generalmente como una
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 15
línea que los superhéroes no deben cruzar porque los asemejarían demasiado a los criminales
contra los que luchan.
De hecho, cuando el superhéroe intenta ser proactivo, corre el riesgo de convertirse en un
villano, como ocurre con Ozymandias en Watchmen. Ozymandias se da cuenta de que los
EE.UU. y la Unión Soviética se dirigen hacia una confrontación nuclear y para evitarlo monta la
farsa de una supuesta incursión extraterrestre para dar a las superpotencias un enemigo común
contra el que unir sus fuerzas. Su plan funciona, y parece que una catástrofe nuclear se evita,
pero al coste de las millones de muertes que el falso extraterrestre –el propio Ozymandias-
provoca para dotar de verosimilitud a su farsa. Ozymandias comienza el relato como un
superhéroe, pero la termina transformado en el mayor asesino de masas de la historia, en su
intento proactivo de salvar al mundo. Desde un punto de vista narrativo, pues, resulta evidente
que para el autor de comics la creación de personajes proactivo sea algo problemático; la
mayoría caerá en la trampa en la caen casi todos los superhombres: afrontar el riesgo de
convertirse en gobernantes, salvadores o destructores, transformándose en el camino en
auténticos villanos.
El tema de la proactividad lo encontramos en el centro mismo de la serie de televisión Smallville.
Clark Kent aprende una y otra vez que los atajos morales no funcionan. Él ve Jonathan y Martha
Kent firmar un trato con Lionel Luthor para adoptar oficialmente Clark, pero al precio de traer
LuthorCorp a Smallville. Clark utiliza sus habilidades para convertirse en un héroe del fútbol,
pero aprende que ganar partidos de fútbol usando ventajistamente sus superpoderes es
moralmente corrosivo. Lex Luthor, por el contrario, siempre toma atajos morales, ya sea
participando en programa de armas navales que mata a los peces, o pagando a las mujeres que
abandona con pendientes de diamantes enviados por mensajería... a lo largo de toda la serie se
irá desliza por la pendiente resbaladiza que lo conducirá a convertirse en un supervillano. Estas
lecciones enseñan a Clark a contenerse a sí mismo, y sólo esta autocontención podría mantener
a un héroe en un estado pasivo-reactivo, podrá impedir que un héroe se convierta en un tirano.
Así pues, podemos establecer que en universo superheroico, la proactividad parece conducir al
superhéroe a un callejón sin salida Por citar un último ejemplo, Miracleman, de Alan Moore,
decide en un momento dado de su historia que no puede dejar que la humanidad siga su camino
a sí misma, por lo que se hace cargo de la gobernanza del planeta, junto con Miraclewoman y el
resto de la Familia Milagro. La historia modifica el género: comienza siendo un cómic del género
del superhéroe y se transforma en una meditación en los devenires inciertos de las utopías, que
Neil Gaiman retoma más adelante en direcciones muy interesantes. Pero la serie original se
aleja de los superhéroes, dado que en una utopía los superhéroes gobiernan en lugar de luchar
contra el crimen y por lo tanto no son realmente superhéroes. En definitiva, el superhéroe tiene
que ser reactivo para operar eficazmente dentro del género, al menos en términos de narrativas
en serie abiertas. Las novelas gráficas individuales pueden proponer la proactividad del
superhéroe, pero al precio de causar un cambio en la estrategia narrativa que las aleja de la
fórmula de superhéroes, haciendo un uso del mismo como metáfora, siguiendo las líneas de la
ficción literaria. Por el contrario, el supervillano debe permanecer proactivo para crear estado de
amenaza que permita reaccionar el superhéroe.
(Este documento se ha compuesto a modo de collage a partir de las siguientes fuentes: BELL, J.L.: Judge Hand in the Land of Superheroes,
Ies Monte i es 2017-18 Literatura Uni ersal
Unidad 6 16
http://ozandends.blogspot.com.es/2009/05/judge-hand-in-land-of-superheroes.html, 2009; BENTON, Mike: Superhero Comics of the Golden Age: The Illustrated History, Dallas, Taylor Publishing, 1992; COOGAN, Peter: Superhero: The secret origen of a genre. Austin, Monkeybrain Books, 2006; KANE, Bob y ANDRAE, Tom: Batman and Me, Forrestville, Eclipse Books, 1989; LEE, Stan: Origins of Marvel Comics, Nueva York,Simon and Shuster,1974; LEE, Stan y MAIR Georg: Excelsior! The Amazing Life of Stan Lee, Nueva York, Fireside, 2002; McCLOUD, Scott: Cómo se hace un cómic, Barcelona, Ediciones B, 1995; MILLER, Frank: Batman: el regreso del caballero oscuro, Barcelona, Norma, 2017; MOORE, Alan y BOLLAND, Brian: La broma asesina, Barcelona, Norma, 2016; SIEGEL, Jerry y SHUSTER, Joe: Action Comics, 1, junio de 1938; WITTGENSTEIN, Ludwig: Investigaciones filosóficas, Barcelona, Crítica, 2008; CAMPBELL, Joseph: El héroe de las mil caras, México, Fondo de Cultura Económica, 2012)