Día de Silencio, Añoranzas, Esperanza y Oraciones.Llevamos flores a los sepulcros. Elevamos al cielo muchas preces.
Visitamos el cementerio. Ciertamente en todos esos gestos y devociones está presente nuestra fe en la Resurrección.
La Liturgia de hoy nos recuerda la "Muerte", no para amedrentarnos, sino para hacernos descubrir el sentido de esta vida y la alegre verdad
sobre la cual está fundamentada nuestra fe: la Resurrección.
La Palabra de Dios de hoy no quiere comunicar miedo ni angustia,
sino la alegría de quien ha recibido de lo alto la luz de la Pascua, que ilumina cada sepultura.
Pensar en la muerte no es una pérdida de tiempo, es una Luz que nos ayuda para tomar decisiones correctas en la vida.
la Esperanza en la Resurrección lleva a rezar por los muertos y ofrecer sacrifícios a Dios, que les concede la vida eterna. (2M 6,3-4.8-9)
* De ahí la bella costumbre de rezar por nuestros muertos. Es el motivo principal de visitar hoy el Cementerio...
En la 1ª Lectura,
San Pabloafirma que
por el Bautismo nos hacemos
criaturas nuevas.
Si morimos con Cristo,
viviremos con Él por la Resurrección.
(Rm 6,3-4.8-9)
En la 2ª Lectura
El Evangelio muestra a Jesús venciendo a la Muerte. (Lc 7,11-17)
- En las calles de Naín, tenemos el encuentro de dos cortejos:
El Señor de la Vida se encuentra con un
representante de la Muerte:
Jesús, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, llega a la puerta de la ciudad en el momento en que de ella va saliendo mucha gente que acompaña a un muerto a su sepulcro.
- El primero de esos cortejos representa a la comunidad cristiana: tiene junto a ella a su Señor, Aquel que lleva a la vida.
El segundo es la imagen de los que aún no han encontrado a Cristo: van al al cementerio y consideran la muerte como una derrota fatal.
- Uno llega, precedido por Jesús, el Resucitado, el vencedor de la muerte
y el otro de la salida, precedido por un cadáver.
- El primero está compuesto por personas serenas, que siguen alegres al Maestro.
En el segundo todos caminan tristes con las cabeza bajas.
* Un hecho interesante:
El grupo de Jesús no se deja abatir por el llanto, por el luto, por la desesperación:
por lo contrario, es el grupo que se deja contagiar por la fuerza de la vida.
El cristiano nunca camina al lugar donde reina inexorablemente la muerte.
Jesús detiene al cortejo de la muerte
El Señor siente compasión de aquella madre, se adelanta y dice: “¡No llores!"
Se aproxima al féretro, lo toca y dice al muerto: “¡Levántate!".
Jesús hacía milagros, cuando alguien se lo pedía.
En Naín, hace el milagro sin que nadie le hiciera esa petición..
Actúa de forma gratuita, no impone condiciones, ni aun siquiera pide fe.
El llanto se transforma en canto de fiesta,
el hijo es entregado a la madre, los dos grupos se unen en un único clamor de alegría,
y todos glorifican al Señor, diciendo:
"Un gran profeta ha surgido entre nosotros:
Dios ha visitado a su pueblo".
* Las multidudes alababan a Dios no por el retorno a la vida del joven, sino porque el Señor hace surgir un profeta, cuya palabra derrota a la muerte.
Entrega del hijo a la madre
La victoria de Jesús no es sólo retrasar la muerte unos cuantos años.El milagro es señal de un prodigio mucho mayor,
que aún hoy se sigue haciendo con cada hermano que muere: “lo entregao resucitado a la madre", a la Comunidad.
Da a la comunidad un hijo resucitado, libre, feliz para siempre.
Los cristianos deben repetir lo que el Maestro dice
a la viuda:
“¡No llores!”Nadie impide las lágrimas
por la pérdida de una persona.
Pero los cristianos anuncian, lo que el
Dios de la vida hace por medio de Jesús:
introduce a las personas en
un mundo nuevo, les da su propria
vida.
¡No temais a los muertos!Muchos tienen miedo de la muerte y de los
muertos... Jesús toca el féretro. No se preocupa de las tradiciones antiguas,
que lo prohibían...
La muerte es un nacimiento,
marca la entrada en el mundo de Dios,
es el inicio de la fiesta en la casa del Padre.
Nada se debe temer de las personas que han muerto; ellas viven con Dios y sólo pueden hacer el bien a los que permanecemos en este mundo.
La MUERTE es el encuentro maravilloso con los amigos y parientes, que fueron antes que nosotros,
y con el mejor de los amigos: DIOS.
P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS 02.11-2010
“Yo soy la
Resurrección y la Vida. El que
cree en mi, aunque haya
muerto, vivirá". (Jn 11,25)
Nuestra vida no termina aquí: Resucitaremos...- Cristo nos garantiza:
Meditada por:
Pe. Antônio Geraldo Dalla Costa CS
MI DOMINGOCon la Palabra de Dios
Hoje:sexta-feira, 21 de abril de 2023
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Ilustración:
Nelso Geraldo FerronattoTraducida por
P.José Luis Uranga, CMF