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"DESORDEN FORESTAL EN TODO EL ESTADO": CAÑEDO ALMAZÁN
Sólo unos cuantos se benefician, dijo Por Juan Lizárraga T.
NOROESTE-Mazatlán, 20 de octubre de1980.
El candidato del PRI al gobierno del Estado, Antonio Toledo Corro, se sintió
apenado cuando los campesinos de Surutato, municipio de Badiraguato, le
plantearon que el aserradero estaba cerrado desde hace tres años por la carencia
de vínculos entre su anterior administración y los ejidatarios. Creía que el
aserradero era un emporio (NOROESTE, 8 de octubre).
Es lamentable la situación de los hombres del campo en Surutato, pero...
Hay desorden forestal a nivel estatal, no existe vigilancia. Impera la tala
inmoderada de árboles de diferentes calidades, el "coyotaje" y la explotación del
campesino-
Federico Cañedo Almazán, gerente de la Cámara Nacional de la Industria
de la Transformación, es quien así se expresa, y continua:
No es novedad. El problema se conoce desde hace años. Se ha atacado
por los cauces legales, con buenos resultados, pero no se ha podido terminar con
el "coyotaje".
¿En qué consiste el "coyotaje" y cuáles son sus perjuicios?
En que muchos taladores, respondió, ajenos al ejido o a la comunidad
forestal, cortan los árboles sin la respectiva guía. Hay ocasiones en que lo hacen
de común acuerdo con el ejidatario-comunero, quien al final de cuentas es el
perjudicado, porque le compran los árboles entre 3 y 4 pesos el metro cúbico en
pie y su precio en el mercado es entre 12 y 14 pesos.
(Lo anterior da una idea de la explotación de que son objeto los
campesinos, pero no menos serio es que con estas prácticas se provocan fugas
de impuestos y lo que es más importante, se causa un daño ecológico irreversible
porque no se renuevan los árboles talados.
Al preguntarle sobre lo que se puede hacer para remediar esta situación,
Cañedo Almazán dijo que "en nuestra opinión, debe haber un orden forestal a
través de un organismo donde conjuntamente participen la Secretaría de
Agricultura y Recursos Humanos, el gobierno del Estado, los municipios, la
iniciativa privada y los ejidatarios comuneros que participan en la transformación
de la madera, quienes serían los beneficiados directos. Así, habría control en la
tala, una reforestación ordenada y se dejaría una derrama económica en cada
región. De pasada, se terminaría con el "coyotaje".
(Cañedo Almazán, en defensa de sus representados, no teme agarrar al
toro por los cuernos).
¿A quién beneficia el actual desorden forestal?, se le inquirió, y la respuesta
fue muy clara: "A muy pocos. En el caso específico de Concordia, son siete
personas a quienes ya tenemos bien detectadas".
¿Se opondrían esta personas a medidas que tiendan a regular esta
situación?
Dijo que es muy posible que estas personas se opongan a medidas que
tiendan a regular la actividad. No ha habido enfrentamientos con ellos, ni
amenazas, las cuales no se descartan, aclaró, pero sí se han hecho una labor de
bloqueo. En estos momentos nos preocupa que la problemática no se la hayamos
podido plantear a Toledo Corro, precisamente porque hemos sido bloqueados.
Esta es la situación de la industria forestal en Sinaloa, planteada por el
gerente de la CANACINTRA-Mazatlán, quien para terminar, señaló que sólo así
se explica el estado de la industria mueblera en Concordia.
"Si se han superado las crisis —dijo— ha sido por estoicismo empresarial.