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DESCALZOS POR EL MUNDO
Entrevista con Gustavo Pérez
Velázquez Solórzano Rodrigo
Al profesor Miguel Ángel Coss y al
Jefe de Carrera Daniel Cedillo
Son varias las preocupaciones
que me acompañan en estos primeros
días de enero cuando estoy por
encontrarme con el gran mentor de la
cerámica en México, el también
poliglota y asiduo lector Gustavo Pérez.
Puedo nombrar por ejemplo que al
convivir casi de manera unilateral con
Isabel mí persona se siente desgastada y
aliviada, es para mí mente una horrenda
y acertada decisión estar con ella. Lo
cierto es que durante el día me
encuentro reflexionando en la forma y
el contenido de las piezas de Gustavo
Pérez, en los absurdos costos de la vida,
y en mi futuro sentimental. Es que hay
tantas formas de comenzar este año. Por
ejemplo, uno podría ser el jefe de
seguridad de Arizona y declarar en una
rueda de prensa que “EU tiene un
apetito insaciable de drogas”. O
también existe la posibilidad, mejor
dicho la realidad de ser ejecutado con
otras cuarenta y seis personas en Arabia
Saudita un sábado por la tarde. Aunque
para mí en concreto el año iniciaría con
un intercambio de mensajes con
Alejandro Cae de Benos en respuesta al
siguiente texto que le envié.
“Buenas tardes Alejandro, soy Rodrigo
Velázquez Solórzano egresado de la
Coordinación Nacional de Literatura,
poeta y cuentista. Te escribo este breve
mensaje porque quisiera poder
enriquecerme con la sociedad
Norcoreana, es por ello que te escribo,
para preguntarte si existe alguna
posibilidad de realizar una Estancia
Artística que permita el intercambio
cultural entre nuestras dos naciones.
Me gustaría mucho poder conocer
escritores y pintores Norcoreanos. Sin
más que decir por el momento,
agradezco tu tiempo.
Saludos desde México”.
Pero cabe aclarar aquí que estoy
mintiendo. Que primero converse con
Gustavo Pérez para concretar nuestro
encuentro.
“Esto sólo es posible cuando existe un
convenio universitario a nivel formal.
No se puede hacer de forma individual.
Saludos cordiales”.
--Alejando, podrías orientarme
para conseguir textos traducidos al
Español de poetas, cuentistas, o
novelistas Norcoreanos. Soy por mi
formación política simpatizante del
partido único, y me gustaría mucho
tener un aprendizaje real de Ustedes,
tanto en lo literario como en lo político,
en lo económico y lo filosófico.
--Hay muy poco en español, y
casi todo impreso. En: spain@korea-
dpr.info te pueden dar enlaces de
interés.
--Muchas gracias por los
documentos para poder estudiar la
filosofía Juche, y una honesta
felicitación por la exitosa prueba militar
realizada el día de hoy con la bomba de
hidrógeno, y que espero sea para el bien
del proletariado. Estemos en contacto y
ojala algún día se pueda dar un
intercambio literario. Saludos.
Así que mi año inicio con
preocupaciones pero bien. Para mi
agrado recibiría una invitación del
maestro Gustavo Pérez a la galería de
Atotonilco cerca de San Miguel de
Allende en Guanajuato. No obstante
nuestro dialogo inicio en diciembre
--Buenas tardes maestro, me
comunico por este medio con usted
porque considero que es importante
para mi desarrollo literario poder
conocerle, poder entrevistarme con
su persona, enriquecerme con su
perspectiva del arte, de la sociedad y del
individuo. Pienso que sería un grave
error de mi parte no esforzarme por
estrechar su mano. Yo vivo en el Estado
de México, pero sería un gusto poder ir
a visitarle si es que me lo permite. Dos
horas de plática con usted serian para
mí de un gran desarrollo espiritual.
Ojala sea posible este encuentro.
--Rodrigo, Gracias por tu
mensaje. No sé si realmente mi visión
del arte, y de la vida en general, pueda
ser algo que te ayude en tu desarrollo
literario. Pero con mucho gusto te
recibiré en mi taller para una visita-
entrevista. Tenemos que planearlo un
poco en función de nuestras agendas...
la mía no es tan sencilla. Pero con gusto
lo podemos organizar. Algo que se me
ocurre es que antes de venir por aquí,
vayas a ver mi exposición actual en la
Galería Juan Martín en el DF. En todo
caso, estamos en comunicación por
aquí. Un saludo cordial.
--Con mucho gusto iré maestro,
yo lo conocí con su exposición en
Bellas Artes a la cual asistí en varias
ocasiones. Espero esta semana poder ir
a la Galería Juan Martín, estar en
contacto con usted y conocerlo pronto.
Saludos y muchas gracias por la
oportunidad.
--En eso quedamos, Rodrigo, ya
nos pondremos de acuerdo para la visita
aquí a mi taller, que está entre Xalapa y
Coatepec, en Veracruz. Un saludo
cordial.
Un lapso de tiempo considerable
antes del siguiente dialogo.
--Buenos días maestro. Le
escribo para comentarle que he podido
asistir a la galería de Polanco la semana
pasada y que ahora me mantengo en
espera de que me pueda decir una fecha
aproximada para poder platicar con
usted. Saludos.
--Rodrigo, Yo estaré aquí en mi
taller (por Coatepec), pero tengo un
viaje por 6 días del 17 al 23 de
diciembre. Luego estaré por aquí hasta
principio de enero. Dime más o menos
cuándo quieres venir para organizarlo.
Saludos.
--Maestro, podría verlo el Lunes
14 en su taller de Coatepec, ¿es en el
Estado de México verdad?
--Coatepec es en Veracruz, y el
taller está entre la ciudad de Xalapa y
Coatepec. Y como mi salida es la
semana próxima, el lunes 14 voy a estar
muy apurado, quizás mejor sería que
vinieras en enero... ¿podrías?
--Si maestro, para Enero está
bien. Que tenga un agradable fin de año.
Le deseo un buen viaje y espero con
alegría conocerlo. Saludos.
El siguiente mensaje como se
develara muy pronto fue un error mío.
--Cuando Vengas a la casa me
traes mi Protool.
--Hola Rodrigo. Creo que este
mensaje de "me traes el Protool" era
para alguien más... en fin, saludos y
hasta pronto.
--Hola Maestro, disculpe, era
para mi Hermano, Una disculpa. Que
tengo un buen fin de año. PD: disculpe.
De nuevo otro lapso de tiempo
considerable.
--Maestro, que tenga un
excelente inicio de año 2016 con
familiares y amigos. Quedo a la espera
de que me pueda indicar como llegar a
su taller y que dia. Saludos.
--Rodrigo, Enero ya, y te
comento que este fin de semana que
viene, del 8 al 11 estaré ausente. Voy a
mi inauguración en la Galería
Atotonilco, cerca de San Miguel
Allende, una exposición grande, con
piezas importantes. No sé si acaso te
pueda interesar... pero a partir del 12
estaré aquí en el taller de vuelta. Y
entonces podrías venir cuando te quede
bien. Muchos saludos, un muy buen
año.
--Maestro estoy revisando los
viajes para San Miguel, ¿lo podría ver
yo el día nueve en la Galería? o ¿en
dónde seria?
--Sí, en la Galería Atotonilco, la
inauguración será al mediodía. Es un
lugar que vale la pena, exhiben
cerámica de todo el país, artesanía de la
buena que aún queda.
--Maravilloso, Mañana compro
el boleto para salir el fin de semana.
--Muy bien, por allá nos vemos.
--Seria verlo Maestro, claro,
después de que Usted se desocupara.
Me podría decir una hora aproximada.
No sé si ahí tengan una cafetería, o
algún espacio, la verdad es que no
conozco.
--Mira, es una inauguración
larga, y entonces podremos hablar en
algunos momentos. Pero obviamente es
difícil decir de tal a tal hora... porque
como ya sabemos, la gente llega y a
veces es indispensable atender a
alguien. Pero pienso que la oportunidad
es interesante, para ver muy buena
cerámica. (y no hablo de la mía.... sino
de la popular que exponen ahí. Mejor
colección que el MAP, para que te des
una idea. Luego te envío las
indicaciones para llegar, porque es fuera
de San Miguel, unos 5 km. En ese
pueblo tan interesante que es
Atotonilco.
--Muy bien Maestro. Entonces
yo mañana compro el boleto a San
Miguel, me imagino que de ahí ya
puedo llegar fácil a Atotonilco. Espero
en la semana que usted me diga bien la
hora y el lugar. Saludos y gracias por la
oportunidad de aprender de usted.
--Por favor dame un correo
electrónico para enviarte la invitación
de la galería, que tiene todas las
indicaciones para llegar. Saludos.
Ahora bien, una vez instalado en
el hotel más barato que pude encontrar
salí a recorrer las calles de San Miguel
para notar sin esfuerzo que la división
de clase y la división de castas era
férrea y extendida en ese pequeño y
hermoso pueblo de sol llameante, cielo
azul y aire frio. Porque más allá de la
hermosa arquitectura de la catedral
principal que tiene un soberbio color
rosa como el paladar de una ostra de
Mazatlán, junto con sus enarboladas
calles empedradas; la notable
colonización estadounidense me tomó
por sorpresa.
Ya había visto yo la sumisión de
los habitantes oriundos a los extranjeros
en Valle de Bravo y en Cancún, en
Vallarta y en el Distinto Federal, pero la
particularidad con que la observé en
Guanajuato me impresionó ya que se
relaciona con el arte. Déjenme explicar.
Hay una gran cantidad de galerías
instaladas unas muy cerca de las otras
en tan solo unas cuantas calles estrechas
y contiguas. Pero la mayoría de lo que
ahí se vende no posee valor artístico
desde mi perspectiva; bolsos con
ridículos precios, maletas, sillas,
figuras, aretes, licores, estambre,
lámparas etc. Todo exhibido en limpias
y acomodadas repisas sobre paredes
blancas y con etiquetas de absurdo
costo. Ningún poblador nativo en esa
cabecera municipal salvo los grandes
comerciantes podrían adquirir tales
cosas de forma cotidiana. Carteras de
ochocientos dólares, rebosos de cinco
mil pesos, cuadros de poco más de
treinta mil dólares, o propiedades
privadas en cientos de miles de billetes
norteamericanos. Aunque usted lector
piense que exagero no es así, y no solo
caminé por el lado adinerado, también
recorrí las calles mesuradas del pueblo
donde el trabajo artesanal es más
accesible al turista nacional que se
esfuerza por juntar unos cuantos pesos
para lograr recrearse con paisajes
distintos a los que transita día a día en
su arduo peregrinar, pero que aun así
está lejos de ser consumido por la gran
mayoría de sus trabajadores, o mejor
dicho, proletarios. Y es que la mayoría
de las personas que trabajan en San
Miguel no vive ahí. Ni siquiera en
Atotonilco que es un pueblo aún más
pobre, sino en pequeños conjuntos de
mezquinas casas corroídas por la
perpetuada desigualdad social. ¿Qué
cómo lo puedo aseverar? Porque el
camión que aborde a si a Atotonilco me
lo mostró –algo que agradezco--. Este
desgastado transporte que tardo más de
una hora en salir se desvió de la
carretera sobre una calle estrecha de
improvisada dirección y ausente de
concreto, por lo tanto un camino
maltrecho de terracería rumbo a terrenos
secos y aislados, en donde descendió la
gran mayoría de la gente trabajadora
sobre la que se ostentan los nuevos
colonos, ya no de la zona ibérica, sino
de la del norte del continente.
Bueno, ubiquémonos en
Atotonilco una vez estando en alli
caminé con Tere en dirección al
“Cortijo”, pregunté a un campesino del
rumbo por el lugar que buscaba para
recibir la indicación de que al encontrar
un desnivel junto a una insipiente tienda
de aranceles podría ingresar a donde
quería llegar. Así que sería una estrecha
rampa la que nos guiaría por un camino
ordenado y limpio, de saludables
arbustos podados y simétricos, una
propiedad con su pequeño estanque
artificial. Al encontrarnos ahora si
frente a la Galería (pero a un afuera de
ella) alcance a vislumbrar al Maestro
Gustavo Pérez rodeado de tres o cuatro
personas muy cercanas a su edad. Y
los vislumbraría para observar cómo se
retirarían a un edificio contiguo, salvo
uno de ellos que se acercó a no nosotros
para atendernos y decirnos que la
exposición ya había terminado.
Extrañado porque en la invitación que
recibí aparecía impreso muy claro el
número cinco seguido de las
consonantes eme y pe. Intenté comenzar
a explicar nuestra presencia ahí pero
Tere se me adelanto en decir que
éramos invitados ya confirmados del
maestro.
--¿Realizar una entrevista?
¿Vienen de algún medio?
--Lo que paso es que yo soy
poeta, y había acordado con el maestro
platicar con él en la inauguración.
Esas palabras convencieron a
nuestro interlocutor que entendía y
hablaba muy bien el español.
--Permíteme.
Dio media vuelta y fue en busca
del maestro. Uno o dos minutos después
se acercaría Gustavo Pérez hacia
nosotros. Solo que al ver caminar hacia
nosotros al maestro me sentí nervioso e
impresionado por su presencia, y esos
nervios se reflejaron en el momento de
saludarlo. Al estrechar su mano me
quede paralizado de cuerpo y mente
--algo inusitado en mí-- pero él al
vislumbrar este espasmo en mi persona
reaccionó de manera rápida y cordial
para decir.
--Mucho gusto.
--Mucho gusto maestro.
Disculpe que llegue a esta hora yo, creí
que la inauguración era a las cinco de la
tarde.
--¿Te mande la invitación no?
Hay decía “Noo to 5 PM” y eso
significa del medio día a las cinco de la
tarde. ¿Vienen de México verdad?
¿Tienen prisa? ¿Se van hoy o tendrán
todavía un poco de tiempo mañana?
--Podemos venir mañana no hay
ningún problema.
--Entonces podrían llegar un
poco antes, a eso de las once y media,
para platicar con más calma.
--Si maestro. Mañana estamos
aquí a esa hora.
--Es que ahorita tenemos otro
evento, vamos a ocuparnos, pero
mañana nos vemos.
--Si maestro, está bien.
Nos despedimos para
encontrarnos al siguiente día a la hora
acordada.
Ya acentuados en la sala donde
se exponían las exquisitas piezas del
maestro de forma mesurada y ordenada
comenzamos a platicar.
Yo algo preocupado por mi
incipiente conocimiento de la cerámica
intente comenzar la platica lo mejor que
pude.
--Maestro, en la historia de
Mesoamérica la cerámica se desarrolló
en un alto grado durante el periodo
prehispánico. No existe museo alguno
en los estados de la república Mexicana
donde no se exhiban piezas de gran
belleza e aquel periodo. Aunque la
colonia destruyo la gran mayoría de
ellas y relego la cerámica del oficio del
arte, usted con su trabajo ha logrado
recuperar y enaltecer en este momento
de la historia ese exquisito patrimonio
nacional.
--No solo en México, la
cerámica se ha dado en todo el mundo.
--Si maestro, lo que sucede es
que en el caso particular de México se
laceró esa tradición artística durante
centenas de años y aunque se dieron
--y aun se dan-- grandes artesanos
durante la independencia y revolución,
pasando también por la época moderna
y contemporánea, no es hasta que usted
aparece que se reivindica la cerámica al
nivel de obra de arte.
--Puede ser que me tocara jugar
ese papel a mí. Pero vamos a sentarnos
para platicar.
El maestro tomó lugar en una
silla de mimbre individual mientras que
Tere y yo nos colocamos enfrente de él
en una banca de madera rustica y bien
cuidada que nos señaló.
Llevó el maestro su mano
derecha a su sien en claro gesto de
concentración.
--Es un largo trabajo de
aprendizaje, me tocó aprender día a día
como se comporta el barro en tal o cual
situación. Y el poder impulsar este
camino para la cerámica es importante.
No queremos que otros ceramistas se
tarden tanto tiempo como yo, y que
tengan que pasar cuarenta años antes de
alcanzar un buen momento.
--La calidad de su obra maestro
es impresionante. Y dada esta tradición
en México yo le quiero preguntar
maestro ¿cuál ha sido la influencia de la
cerámica prehispánica en su trabajo?
--En específico no sabría decirte
cual ha sido la influencia que ha llegado
hasta a mí y que he colocado en mis
grabados porque no solo ha sido la
Totonaca u Olmeca, también está la
Griega y la Japonesa. Si alguna de mis
piezas se parece en algo a una pieza
prehispánica puede ser. Pero es
imposible precisar que de todo lo que he
aprendido esta en tal o cual lugar. Con
esto quiero decir que no puedo
mencionarte de forma geográfica en esta
línea hay una influencia Maya, o en
estos dos centímetros cuadrados se ve
un toque griego, no, todo se va
acumulando y expresando en su
conjunto y evolución. Y contando
además lo que yo he aportado
--Yo conocí su trabajo maestro
por la exposición que se articuló en el
Palacio Bellas Artes, y a la cual fui en
varias ocasiones.
Una pequeña pausa mía dada por
el sentimiento de haber estado en el
Palacio de Bellas Artes en aquel
momento.
--Para mí fue una revelación. Me
conmovió mucho su obra, y aun me
inquieta, es usted el gran exponente de
nuestro tiempo en el moldeado de la
arcilla. Hay un punto de inflexión antes
y después de usted.
Aquí el maestro notó mi quizá
desmesurada admiración hacia él.
--Platicar desde un pedestal es
algo que no sirve, lo mejor es caminar
ligero, de nada vale creer que uno puede
aseverarlo todo. Lo que pasa es que
tengo más años que ustedes y eso es una
gran ventaja. Y en ese tiempo de más
que tengo he aprendido que uno debe
dominar el oficio, tu que escribes por
ejemplo tienes que elevar de su forma
básica el lenguaje para otorgarle otra
composición, tienes que dominarlo para
engrandecerlo. Yo las letras no las uso
más que para darme a entender de
manera básica, dejar un recado o trazar
una nota.
Interrumpo.
--Maestro, eso es efectivamente
lo que usted ha logrado con el barro
para llevar a cada una de sus piezas a la
denominación de obra de arte. Entiendo
que es imprescindible el dominio de la
técnica. Pero eso no basta para generar
una obra de arte, también se encuentra
la forma y el contenido.
Tres puntos suspensivos porque
en este momento de la plática entraron a
la sala más invitados a los cuales saludó
y atendió el maestro en un fluido inglés
mientras yo esperaba con Tere. Pasaron
un poco rápido sus palabras con ellos y
regresamos a nuestra charla. Solo que
aquí el maestro se tornaría distraído de
mis preguntas a causa claro de los
recién llegados. Lo vería poner atención
al inglés que se pronunciaba mientras
que al mismo tiempo buscaba
concentrarse para respóndeme en
español la siguiente pregunta que le
había hecho.
--Sus grabados en la cerámica
son muy particulares. ¿Qué piensa, que
dilucida, que sentimiento hay cuando lo
realiza; enojo, alegría, tristeza, que tema
hay en ellos?
Mejor respuesta no pude haber
concebido.
--Esta el sentimiento de ese día.
Como me encuentre en ese momento.
Entran dos mujeres a la sala y se
dirigen a Gustavo para saludarlo, una de
ellas lo hace en Francés, a lo cual el
maestro responde el saludo en el mismo
idioma para después preguntarle en un
diáfano galo si no mal entendí su origen
parisino, lo cual no fue acertado del
maestro; de Canadá, de Quebec si no
falseo la realidad fue lo que respondió.
Y para no dejar incompleta la idea de
este párrafo afirmare que la otra mujer
habló ahora en inglés. Así que mientras
el maestro conversaba con un invitado
estadounidense que entró siguiendo a
las dos mujeres de una hermosa tez
blanca yo aproveché para afirmar lo que
Marx ya me había asegurado hace un
par de años, y es que el Arte bajo las
condiciones del capitalismo se llega a
convertir en una mercancía. No porque
el arte no pueda tener un precio ya que
ese posee un costo, sino porque pierde
su carácter histórico y su función social
para convertirse en un objeto de compra
y venta para aquellos que pueden
adquirirlo. Y en vez de satisfacer una
necesidad de auto afirmación social se
convierte en solo un objeto de
decoración casual. No quiero decir con
ello que el maestro Gustavo Pérez es
responsable de esta circunstancia, eso
sería absurdo. Sino que aquel día vi en
la práctica lo que explica Marx. Así que
me limitare a recomendarle querido
lector que lea Filosofía del Arte de
Hipólito Taine, los Manuscritos
Económicos y Filosóficos de Marx, Los
Privilegios de la Vista de Octavio Paz y
los ensayos de Trotsky sobre el arte.
Usted juzgue.
--Retomando maestro…
Y he aquí la clara mente del
maestro, que no es desconocedora de lo
que se ha planteado en el párrafo
anterior.
--Una pregunta más. ¿En
política, como ve al país?
--Muy mal, una desigualdad
dolorosa.
--¿Cree que se vincule la política
y el arte?
Se vinculan, pero ninguna pieza
de mi trabajo puede transformar la
cruda realidad económica, esta
producción no es para ello, lo que si
puede hacer es tranquilizar al hombre,
aliviarlo, hacer que se reconozca en lo
mejor de él mismo.
--Otra pregunta maestro. Uno
cuando se desarrolla no consume en
exclusiva su trabajo. El poeta no solo
lee poemas, el pintor no solo observa o
compra pinturas, el músico no se
enclaustra en el instrumento que toca,
uno se alimenta, se recrea de diferentes
expresiones artísticas que no son en
definitiva la suya ¿de qué otras artes se
alimenta usted maestro?
--Ese es un buen debate. Yo no
tengo la colección de cerámica que
existe en esta galería, ni me interesa
tenerla. Yo principalmente leo y
escucho música, un poco de cine y un
poco de pintura.
--¿Qué es lo que más le gusta
leer, novela, cuento poesía?
--Novela.
Continuaban llegando personas a
la sala así que para no interrumpir
demasiado y porque mi camión ya
estaba a punto de salir de la central de
San Miguel hacia el Distrito Federa nos
despedimos del maestro con la
esperanza de volvernos a encontrar con
él, pero ahora en su taller de Coatepec.
--Maestro muchas gracias por
todo, este encuentro es en verdad para
mí es de una gran recreación espiritual.
Ya de regreso en mi pequeño
cuarto en el violento e inseguro
Ecatepec de Morelos, me respondería y
me preguntaría a mí mismo lo siguiente:
--¿Vale la pena hacer arte bajo
estas condiciones sociales? --Por
supuesto que sí--.
--¿Es más importante el arte que
la revolución socialista? --Desde luego
que no--.
Así que para concluir este texto
escribiré que como sentiría inconcluso
mi dialogo con el Maestro Gustavo
Pérez, le pedí de favor que me
respondiera las siguientes preguntas por
escrito.
Maestro he visto en una fuerte
cantidad de ocasiones obras
conceptuales de ridícula validez,
periódicos viejos y húmedos, tabiques
alineados o dispersos, aparatos
eléctricos como dvd`s, ser exhibidos
en museos como una obra de arte.
¿Cree usted maestro que importe más
la idea que el trabajo de la materia,
considera que una idea por si misma
puede elevar cualquier cosa a una
pieza de arte?
■ Pienso que aún en el arte conceptual
la sola idea no basta. Hace falta
presentarla, articularla, darle forma. Y
es en ese proceso que lo conceptual
necesita lo que todo arte siempre ha
necesitado: claridad, fuerza, sutileza,
sugerencia...
La época difícil maestro, cuando su
trabajo aun no poseía un lugar en las
galerías ¿cómo fue? ¿recuerda algún
momento en su trayectoria en el que
se encontrara cansado de las
adversidades sociales económicas,
recuerda algún evento muy en
específico que lo hiciera dudar de la
cerámica?
■ Todos los años que fueron difíciles
los recuerdo poco. O más bien, no los
recuerdo como insoportables. Supongo
que tuve una especie de confianza
ingenua. Y que todo lo que sucedió a lo
largo de esos muchos años me pareció
necesario. Parte del proceso. Pensando
que si uno quiere dedicar la vida a
exactamente lo que a uno le interesa
hacer, sin concesiones, eso tiene un
precio. Y hay que pagarlo.
En el camino del arte fue supongo,
ganando y perdiendo amistades. ¿A
quien le dolió perder en el camino y
de quien o de quienes se siente alegre
de haber conocido?
■ Es natural tanto encontrar como
perder amigos. Así como los encuentros
son enriquecedores y gratos, los
desencuentros son tristes. Y prefiero no
hablar de ellos.
En sus labores cotidianas que es lo
que más le gusta hacer. ¿Cocinar,
barrer el patio?
■ Disfruto mucho cocinar. Pero
también puedo disfrutar de lavar los
platos, pensando que es de esas
actividades que son fáciles y sobre todo
que dan la satisfacción de poder ser
concluidas de forma rápida. Ver una
cocina limpia es un pequeño placer que
aprecio siempre.