Download - DECÁLOGO PARA LLEGAR A SER UN MAL PROFESOR V.S. DECÁLOGO PARA LLEGAR A SER UN BUEN PROFESOR
DECÁLOGO PARA LLEGAR A SER UN MAL PROFESOR (Guía rápida para limitar la par=cipación de los alumnos
en clase). V.S.
DECÁLOGO PARA LLEGAR A SER UN BUEN PROFESOR (Breve guía para lograr la par=cipación eficiente de los
alumnos en clase).
V.S.
Decálogo para llegar a ser un mal profesor
Guía rápida para limitar la par=cipación de los alumnos en clase
1. U=lice preguntas cerradas con respuestas predeterminadas: No haga preguntas abiertas. ¡cuidado! P u e d e n g e n e r a r r e s p u e s t a s inesperadas. Lo más cómodo para el docente es hacer preguntas que sólo tengan como respuesta sí o no. De otra manera el alumno tendrá que inferir o interpretar los contenidos de una manera diferente a la que piensa el profesor. Con esta primera recomendación, evitaremos es=mular el pensamiento crí=co.
2. Conteste las preguntas lo antes posible. El =empo de espera que u=l iza el profesor para contestar una pregunta de los alumnos es crucial. S i no respondemos las preguntas o las redirigimos antes de que contesten los alumnos, corremos el riesgo de que los alumnos piensen p o r s í m i s m o s y l e s acostumbremos a hacernos perder el =empo con sus reflexiones.
3. Establezca un ambiente inhibidor. Cuidado con la manera de formular las oraciones. Si u=lizamos la primera persona del plural los alumnos pueden sen=rse integrados y robar el protagonismo al profesor. Ejemplo: hoy voy a hablar..., en lugar de hoy vamos a hablar… Puede ocurrir que si propiciamos el diálogo entre alumnos, éstos pueden tomar el poder en la clase y no dejar al profesor exponer todo lo que sabe.
4. Cri=que las aportaciones de los alumnos. Si el profesor le resta importancia a las aportaciones de los alumnos, éstos pueden sen=rse demasiado seguros y hasta llegar a poner en tela de juicio la capacidad del profesor. Si queremos que el alumno sienta amenaza sobre su imagen social o se sienta inseguro no hay más que ponerle en ridículo en cuanto intervenga con una aportación que no sea precisa o del todo correcta.
5. No tome en cuenta la p a r = c i p a c i ó n d e l o s alumnos en la evaluación. A los alumnos de por sí les gu s t a i n t e ra c tua r . S i queremos reducir esto, es importante que tengamos más en cuenta el resultado final obtenido que la ac=tud de par=cipación en clase. Valorar la ac=tud y la par=cipación es demasiado complicado y riesgoso.
6. Tome sus decisiones sin preguntar a los alumnos. Las experiencias previas y la formación del profesor es mucho más cercano a la realidad que lo que piensen los alumnos. El hecho de pedirles a ellos su opinión sobre asuntos re la=vos a l a planeación u organización de la clase, o peor aún, sobre las normas o hábitos de convivencia del grupo, puede hacerles pensar que ellos son los dueños de sus propios actos. El profesor perdería autoridad y poder y les daríamos pie a los estudiantes de desarrollar sus propios intereses y no los intereses del profesor.
7 . Fomente e l t r aba jo i nd i v idua l compe==vo. Si se organizan tareas en un solo grupo, en lugar de grupos reducidos o parejas, conseguiremos que sólo los más aptos par=cipen, aumentando la autoes=ma del profesor. Cuando hagamos una pregunta, los alumnos tendrán una oportunidad de entre 40 y 50 (en grupos de ese número) para par=cipar, lo cual reduce mucho las posibilidades de que los alumnos digan cosas tontas o crea=vas. Por otro lado, un ambiente compe==vo en clase nos ayudará a que los alumnos oculten la información a sus compañeros evitando que hablen y se distraigan entre ellos.
8. No realice debates.
Los debates dan a los alumnos herramientas para reba=r o argumentar sus ideas. Imagina lo peligroso que puede ser esto para un profesor.
Es más interesante que los alumnos acepten todo lo que se les diga sin poner en duda lo que se está diciendo.
9. U=lice únicamente el libro de texto como recurso didác=co. E l l ib ro de texto es una herramienta ideal para conseguir que los alumnos no par=cipen en el aula. Los ejercicios suelen ser cerrados y no permiten la improvisación o el desarrollo crea=vo. Debemos cuidar que los alumnos no se copien unos de otros para evitar que compartan el conocimiento y que enseñen unos a otros, ya que enseñar es el papel del profesor, no del alumno.
10.Evite el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
El uso de herramientas digitales de aprendizaje puede hacer que los alumnos se impliquen en la creación de información y conocimiento, llegando incluso a saber más que el profesor sobre el tema a inves=gar.
Buscar en internet o escribir un blog les da demasiada libertad.
No lo olvide, con estos 10 pasos podemos limitar la par=cipación del alumnado y así conver=rnos en malos profesores… Pero si por el contrario quiere llegar a ser uno de esos seres raros que todavía creen en la mejora de la calidad de la enseñanza y que trabaja para ofrecer a los alumnos lo mejor de sí mismo… Solamente =ene que hacer lo contrario a lo que aparece en esta guía… Usted =ene la decisión…
Decálogo para llegar a ser un buen profesor
Breve guía para lograr la par=cipación eficiente de los alumnos en clase
1. Nunca deje de implicarse y comprometerse con su trabajo. No olvide que la base de una enseñanza eficaz es la implicación y compromiso de usted como docente con sus alumnos, con su escuela y con la sociedad. La inves=gación ha demostrado que los docentes con una ac=tud posi=va hacia las innovaciones, al desarrollo profesional, a la formación permanente, la autoevaluación, son aspectos que influyen de forma importante en el éxito de los estudiantes y sus ac=tudes hacia la escuela. Por ejemplo, si el docente es poco entusiasta sobre el tema estudiado es muy probable que contagie este sen=miento en los estudiantes. Por eso, resultará más sencillo mo=var a los alumnos si el propio maestro disfruta de la enseñanza y de su tema como para transmi=r con entusiasmo.
2. Propicie un buen clima áulico. El clima áulico es un elemento claves que configura una enseñanza eficaz, es dihcil imaginarse un aula de calidad donde no se dé un ambiente ordenado, tranquilo, posi=vo, cálido, tolerante, par=cipa=vo. Algunos de sus componentes son: relaciones efec=vas entre alumnos y entre alumnos y docente; empaja; orden a par=r de reglas consensuadas; ac=tud posi=va hacia el trabajo; condiciones del aula y el mobiliario. Crear un buen clima áulico es trabajo del profesor a través de las reglas que se establecen conjuntamente, el modo en que el profesor interactúa con los estudiantes y la forma en que se configura la geograha áulica.
3. Muestre e impulse altas expecta1vas y autoes1ma en la relación maestro-‐alumno.
Los profesores que consideran que sus alumnos van a aprender determinado tema o van a alcanzar un nivel de estudios lo harán con mayor probabilidad; esto depende en gran medida de la autoes1ma del propio docente. Los docentes con mejores expecta1vas sobre sí mismos también transmiten esas expecta1vas.
Los docentes con altas expecta1vas man1enen una ac1tud de aprecio e interés por el alumno, se preocupan por su desarrollo; están atentos a cualquier signo de capacidad y talento de sus estudiantes; saben intuir los valores latentes de sus alumnos y los sacan a la luz; man1ene una ac1tud que inspira, que ayuda al estudiante a descubrir y u1lizar sus propios recursos, a descubrirse a sí mismo, a buscar y seguir su propio camino; no abruman al estudiante con fabulosas e ilusorias expecta1vas; no propone metas que no estén al alcance del alumnos.
4. Construya una planeación útil. El compromiso del docente, el clima áulico y las altas expectativas se configuran y mediatizan mediante actividades concretas que el docente planea para su desarrollo y evaluación. El trabajo del docente exige un alto grado de creatividad, ya que no hay recetas universalmente aplicables. Por ello, el docente ha de tener un amplio repertorio de estrategias y recursos de enseñanza y aprendizaje previamente establecidas. La planeación para que resulte eficaz debe responder a un propósito claro; orientado al desarrollo de contenidos procedimentales, conceptuales y actitudinales. Considerando que: ♣ Estén relacionados con conocimientos previos y con elementos relevantes para el alumno. ♣ Se alcancen destrezas de carácter superior; por ejemplo, aprender a pensar; aprender a aprender por ellos mismos; aprender a participar; aprender a implicarse en el trabajo. ♣ Es imprescindible que los aspectos relevantes de la planeación del docente sean conocidos por los alumnos antes de comenzar la clase, de tal forma que sepan en todo momento qué se espera de ellos.
5. Diseñe secuencias didác=cas con ac=vidades variadas, par=cipa=vas y ac=vas.
Una planeación ú=l implica el diseño de secuencias didác=cas que consideren: a) realizar ac=vidades variadas, b) donde los estudiantes par=cipen, y c) donde haya una implicación ac=va por su parte.
La estrategia de enseñanza más eficaz se da a par=r de la u=lización de ac=vidades diversas adecuándose al momento, al contenido y al estudiante. Con ello se consigue, una mayor mo=vación de los estudiantes, dado que les presenta constantemente nuevos esjmulos; cuando el docente u=liza diferentes ac=vidades los contenidos se perciben como más interesantes y es=mulantes provocando su natural curiosidad. Igualmente permite que los estudiantes conecten lo aprendido con otros temas y situaciones co=dianas. Esta estrategia es la más equita=va, dado que beneficia, a todos los estudiantes independientemente de sus caracterís=cas, expecta=vas y es=los de aprendizaje.
Cuando el docente ofrece una variedad tal de ac=vidades que aporten a los alumnos diferentes aproximaciones hacia el mismo conocimiento, con diversas orientaciones sobre cómo llevar a cabo su proceso de aprendizaje, permi=endo a los alumnos obtener pautas de acción en dis=ntos contextos y cons=tuyan en sí mismas, ejemplos prác=cos de significado y funcionalidad de aquello sobre lo que se esté trabajando, podemos considerar que se está logrando el desarrollo de competencias.
6. Realice su planeación, implementación y evaluación a par=r de la atención a la diversidad. La atención a la diversidad es un elemento básico que determina una enseñanza y aprendizaje de calidad; ya que busca que la intervención educa=va se ajuste gradualmente a las diferencias individuales en cuanto a valores, expecta=vas personales, es=los de aprendiza je , in tereses , mo=vac iones , capacidades, ritmos de aprendizaje, cultura y conocimientos previos del alumnado. Para ello, hay que par=r de los conocimientos previos de cada alumno y proponer ac=vidades intelectualmente desafiantes para todos los alumnos. De esta forma, todos los alumnos, independientemente de tus caracterís=cas o necesidades permanentes o temporales, han de enfrentarse a tareas es=mulantes, que promuevan todo su potencial.
7. Op=mice el =empo de enseñanza y aprendizaje. Este aspecto que debe par=r de una buena planeación, es una tarea par=cular que parte de la premisa de que un alumno aprenderá́ más en la medida que tenga un mayor =empo lleno de oportunidades para aprender. Las oportunidades para aprender se conciben como el =empo en el que el alumno se encuentra mo=vado y con ac=vidades desafiantes para su aprendizaje; este se da en la medida en que los alumnos =enen la posibilidad de atender a dis=ntos modos de acercamiento de determinados contenidos. La op=mización de dichas oportunidades para aprender depende del ritmo que el aula lleve. Entendiendo por ritmo la can=dad de contenidos que han sido trabajados en clase. Según esta concepción, el profesor que trabaje en menos can=dad de =empo una unidad o bloque temá=co es más eficaz que el que se retrase más sesiones
8. Organice de los espacios áulicos.
Las diversa maneras en que se organiza el aula tiene una importante incidencia sobre el aprendizaje de los estudiantes; sin embargo, hay que tener en cuenta que esta influencia no es directa, sino que está mediada por otros factores, por ejemplo, por la metodología docente. Por ello, cabe considerar ciertos aspectos.
Los grupos heterogéneos son más eficaces para el aprendizaje de los estudiantes, que aquellos en los que se agrupan a los muchachos en función de su capacidades, habilidades o cualquier otro criterio. Los estudiantes con más dificultades aprenden más en grupos heterogéneos, y los de altas capacidades no bajan su aprendizaje.
La estrategia más eficaz es combinar actividades para todo el grupo, trabajo en pequeños grupos y actividades individuales. Cada una de las tres estrategias de organización del aula: a) Trabajar con el grupo completo para aportar información general y realizar actividades generales; b) Organizar pequeños grupos para desarrollar actividades cooperativas; y c) Distribuir trabajo individual en la que cada estudiante hace su tarea sin apoyo de sus compañeros; es eficaz para unas determinadas condiciones; alternando las tres se consigue un desarrollo óptimo de todos los estudiantes, con un mayor y más eficaz logro de competencias.
El establecimiento de reglas y rutinas contribuye eficazmente a crear las condiciones que permiten el aprendizaje de los estudiantes.
9. Utilice adecuadamente los diversos recursos didácticos. Los profesores que consiguen que sus alumnos aprendan más y mejor apoyan su labor docente con el uso de recursos didácticos variados. De esta forma, la uti l ización de materiales manipulativos, de libros y revistas, de libros de texto y del apoyo de recursos tecnológicos, facilita el aprendizaje de los alumnos. La integración de las tecnologías en la didáctica de las diversas asignaturas favorece la interrelación entre el alumno, la información y su uso inteligente al desarrollar habilidades cognitivas, de análisis, síntesis, aplicación y evaluación de la información, además de favorecer la interconexión de ideas y la creación de nuevo conocimiento. La interactividad que conlleva su uso en las tareas favorece la adquisición de un aprendizaje más significativo y profundo, además de permitir la puesta en marcha de actividades en espacios virtuales .
10 . Rea l i c e una eva l uac i ón , s egu im ien to y retroalimentación de forma con=nua. La evaluación, lejos de la simplista consideración califica=va, supone aportar a los alumnos un feedback sobre la evolución de su proceso de aprendizaje. La evaluación es un reconocimiento del adecuado o inadecuado resultado alcanzado que debe estar siempre expresado en términos de esjmulo hacia el trabajo hecho y nunca ha de relacionarse con las capacidades internas del alumno sino con el rendimiento académico logrado por el esfuerzo demostrado. La evaluación permi=rá́ al docente comprobar el nivel de competencia adquirido por los alumnos; por ello, la importancia de las Estrategias de Evaluación (Instrumentos y Técnicas) u=lizadas. Los maestros podrán elegir desde la observación para iden=ficar los niveles de atención y par=cipac ión de los a lumnos, e l cues=onamiento para hacer preguntas a la clase o, las tareas para incidir en la autoevaluación de forma individual, por equipos o grupal, entre otras más.
Este Decálogo no pretende, en ningún caso, conver=rse en pautas de actuación; son sólo algunos insumos necesarios para que a par=r de una reflexión informada se pueda lograr una intervención de calidad. Para lo que si puede servir este decálogo, es como base para la elaboración de un modelo de evaluación del desempeño docente, que contribuya a la mejora de la calidad de la educación.
Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla
es la mejor manera de adaptarse a la realidad.
David Viscott
ELABORÓ: MTRO. ADOLFO NAPOLEÓN FLORES MTZ.
Correo electrónico: [email protected]
http://adolfonapoleonflores.blogspot.mx/
http://supervision09escuelassecundarias.blogspot.mx/
http://impulsoinformativo.net/author/napoleon-fm/
https://www.facebook.com/adolfonapoleon.floresmartinez
https://twitter.com/naponapo2000
https://www.youtube.com/channel/UC7SOCSJ02yHmYNETpryap0Q