Download - cuento tomas
Una carta para un carteroEsta es la historia de Toms el cartero:
Toms era cartero, igual que lo haba sido su pap, su abuelo y su
bisabuelo y quiz tambin el pap de su bisabuelo.
Todos los das reparta un montn de cartas, una bolsa llena!
Las personas lo esperaban impacientes y cuando lo vean llegar, le
preguntaban:
-Toms, hay algo para m?
Y cuando reciban buenas noticias, hasta lo convidaban con
caramelos.
Pero a Toms le gustaba llevarle las cartas a doa Eulalia. Su casa
quedaba al final del recorrido, entonces, las suyas eran las ltimas
que reparta.
Doa Eulalia era una anciana afectuosa que le peda que se las leyera
porque no vea bien.
Y a Toms le encantaba hacerlo porque se las enviaba un nieto, que
era capitn de un barco y siempre estaba dando la vuelta al mundo.
Era tan lindo leerlas...
Toms se imaginaba que era l quien viva todas esas aventuras y soaba
con pases lejanos. Pero lo que Toms realmente deseaba, no era
viajar, sino recibir una carta; aunque fuese una sola, pero con su
nombre en el sobre, nunca, en toda su vida, haba recibido una!
Pero, cmo hacer, si todos sus amigos y parientes vivan cerca?
Cada da se lo vea ms abatido y preocupado y la gente comenz a
asustarse cuando lo vea llegar con esa cara triste. Todos le
preguntaban alarmados:
-Qu pasa, Toms? Trae malas noticias?
Y como a nadie le gustaba recibir a un cartero con cara triste y,
adems, queran mucho a Toms,preguntaron y preguntaran hasta
enterarse de qu era lo que lo afliga tanto y luego
comentaron:
-Qu barbaridad! Vio? Nunca recibi una sola carta... pobre Toms! con
razn estaba tan triste.
Y por fin alguien dijo:
-Y por qu no le escribimos nosotros?
Era una gran idea y a todos les gust. Entonces escribieron a Toms
las cosas que nunca le haban dicho antes; es decir, cunto lo
apreciaban, cmo les gustaba verlo llegar, y le daban las gracias
por todo eso.
Al da siguiente, cuando Toms fue al correo a buscar la
correspondencia para repartir, encontr que su cartera estaba ms
llena y pesada que de costumbre y; gran sorpresa!!! su nombre y
direccin estaba en casi todos los sobres.
S, eran para l; por fin su sueo se haba hecho realidad.
Estaba tan contento y emocionado, que se puso a leerlas todas. Una
por una. Y a contestarlas todas y... leyndolas y contestndolas, se
le hizo tan tarde que cuando termin de hacer el reparto ya era de
noche. Pero nadie se enoj y otra vez volvi a ser un cartero alegre
y feliz.