Crónicas del bosque. Serie: enredaderas nativas (1).
Coile.
Hace 3 semanas encontré una coguilera, al
interior de Miraflores, localidad
inmediatamente al sur de
Linares, de la cual obtuve 6
vainas maduras que
sabían a pasas al ron,
según Jaime, un
compañero de trabajo.
Luego el 20 de abril viajé
a Vilches altos, en busca
de semillas de una gran
huillipatagua ya maduras, que se
encontraba en una profunda quebrada de
exposición sur, mientras me tomaba un respiro y
la colación, junto a
mi divisé unas
bayas verdes,
pero mi sorpresa fue mayor, al darme
cuenta de que eran los botones florales
de un ejemplar de coile.
Botones florales de coile.
El coile junto al voqui blanco, son los
únicos representantes de la familia
Lardizabalaceae en Chile. Esta familia tiene 9 géneros y 44 especies,
que se distribuyen por Asia oriental y sudoriental y el sudoeste de
América del Sur.
Su nombre científico es Lardizabala biternata
Ruiz et Pav., a través del país es conocido
como coile, coille, cóguil, voqui cóguil,
coguilera, aquiboquil, huipinga, ñupufoqui
entre otros.
La presencia de enredaderas es
transversal en los bosques de Chile,
especialmente en el valdiviano.
Hojas de coile
El coile es endémico de Chile, se distribuye desde Valparaíso hasta la
región de los Ríos, también la encontramos en el archipiélago J.
Fernández.
Es abundante en ambas cordilleras
especialmente en laderas de exposición sur
o bien en lugares húmedos, sus preferidos
son los lugares de semisombra.
Es una liana perenne de
regular tamaño, sus
tallos son grises,
ramificados produce
una gran biomasa,
generalmente cubre los suelos húmedos hasta
encontrar un arbusto u árbol por el cual trepar. Sus
tallos alcanzan respetables 20 cms de diámetro y
los jóvenes tienen zarcillos.
Este ejemplar, fue arrancado por
una máquina al construir un
camino, sus tallos son delgados,
pero tenía un largo de 12 metros, su aparato radical
pequeño, era parte de un denso matorral de 6 mts.
En otoño cobra importancia por sus
sabrosos frutos, que a veces se
encuentran a la venta en las ferias
libres del sur.
Durante mis desplazamientos por la
cordillera de
Nahuelbuta, con
mis compañeros recogíamos su
fruto para comerlo, “no coma mucho porque se va a emborrachar “, comentaban.
El fruto es una baya grande,
granulosa, cilíndrico globosa, de
aproximadamente 5 cm de largo, color
amarillento.
En octubre, en la costa de Trehuaco este
ejemplar muestra sus zarcillos y sus
retoños rojizos.
Sus hojas son de color verde intenso, muy lustrosas en el haz y
más claros por el envés. Son bi o trifoliadas, de lóbulos
desiguales siendo el del medio el más grande, los otros
desiguales con un diente pequeño.
Hojas e inflorescencias con 2 brácteas basales grandes, anchas.
Es una planta dioica, sus flores masculinas
crecen en racimos axilares, las
femeninas son solitarias, ambas de
color púrpura.
Las flores tienen 6 sépalos dispuestos
en 2 verticilos. Pétalos linear-
lanceolados, agudos, de 7 a 8 mm en las
flores masculinas, y de 10 a 16 mm en
las femeninas.
“A la primera sensación de sorpresa, siguió la de admiración, esta enredadera la he visto desde hace más de 40 años, pero sus flores solo las conocía por fotos y ahora tenía a mi lado un racimo de flores masculinas”, las únicas del lugar. Flor del coile de color púrpura con
estambres de color marfil, ejemplar encontrado en quebrada
exposición sur el 20 de abril en
Vilches Altos.
Insecto,
probablemente
un díptero
visitando las
flores del coile.
La solitaria flor femenina.
De regreso a la Puntilla (25 de abril), en una
quebrada cercana al río Achibueno, estando en
un corte de camino, fui a ver las hojas de un
ejemplar de coile y ¡ sorpresa !
flores hembra.
Al contrario de las flores masculinas,
las flores femeninas son solitarias.
Algunas flores, han perdido sus
pétalos, me imagino que ya han sido
polinizadas, muestran un incipiente
fruto.
Los frutos de la coguilera, llamados coile,
cogüil, o chanchitos, son de pulpa
blanca, abundante, dulce y
aromática, de muy buen sabor.
Estos se consumen frescos,
aunque también es posible
elaborar salsas para postres,
dulces y otras muchas
preparaciones de repostería.
Con los
mismos frutos
se hace un licor artesanal que se usa como
aperitivo o bajativo.
Ya hace más de un siglo, el botánico Karl
Reiche, lo recomendó para su cultivo,
como la especie frutal nativa más
importante luego de la araucaria.
Publicado por:
Ricardo Saavedra Rojas.
Mayo 2019.