Coyuntura económica y desendeudamiento
Informe de coyuntura Nº 18
AGOSTO DE 2014
Informe de Coyuntura Nº 16
ISSN 2314-3975
CIFRA - Centro de Investigación y Formación de la República Argentina Coordinador: Eduardo M. Basualdo Equipo de investigación: Mariano Barrera, Pablo Manzanelli y Paula Belloni Para consultar los adelantos del Informe de Coyuntura Nº 16 (sobre pobreza, indigencia e impuesto a las ganancias) hacer click aquí
Agosto 2014 Publicación Trimestral
CIFRA - Piedras 1065 (C1070AAU), Capital Federal, Argentina
Evolución de la actividad económica
A partir de la devaluación de comienzos del corriente año se percibe una caída de la actividad económica con un ritmo inflacionario elevado pero decreciente en el tiempo (cayó de un pico de 5,4% en febrero a 1,5% mensual en junio). Se recompusieron levemente las reservas internacionales y se registró un saldo comercial positivo (4.770 millones de dólares en el primer semestre según datos del Banco Central) aunque inferior al obtenido en años anteriores. Las abultadas importaciones de energía constituyeron una restricción significativa en este sentido que obedeció a la reducción de la producción interna a pesar del incremento de la producción de YPF. Por su parte, la retención de las exportaciones agropecuarias trajeron aparejadas una no desdeñable pérdida de ingresos al sector debido a la caída significativa de los precios internacionales.
En este contexto, en términos de la economía real la mayor retracción se constató en la producción industrial liderada por la producción automotriz y la construcción. Su correlato en términos de la ocupación se expresaron principalmente en suspensiones y en un todavía leve incremento de la tasa de desempleo (que trepó al 7,5% en el segundo trimestre). El impacto en términos del salario real produjo un descenso del 7,7% en el primer trimestre, período que no contempla los ajustes de esos ingresos por los acuerdos establecidos en las paritarias.
Sobre el desendeudamiento externo
Entre las múltiples transformaciones que se registraron en la economía argentina durante la última década hay dos que adquieren una especial relevancia porque constituyen “políticas de Estado” y su orientación es claramente divergente con la que adoptaron los países centrales a partir de la consolidación del neoliberalismo sustentado en políticas monetaristas: la política previsional y la vinculada al endeudamiento externo generado en las décadas anteriores.
Sin embargo, entre ambas median diferencias que es preciso tener en cuenta debido a la transcendencia que asumen. La política previsional luego de haber incorporado millones de personas que tenían vedado ese derecho -proceso que ciertamente aún continua- se institucionalizó en octubre de 2008 mediante la Ley de movilidad jubilatoria que implicó independizar su ajuste periódico de las decisiones del Poder Ejecutivo.
Coyuntura económica y desendeudamiento
Igualmente relevante y definida fue la política encarada respecto al notablemente elevado endeudamiento externo del sector público. Desde 2003 en adelante se avanzó en un inédito proceso de desendeudamiento que tuvo como hitos fundamentales las renegociaciones con quita de 2005 y 2010 así como la cancelación en efectivo de la deuda con el FMI que permitió recuperar la autonomía en términos de la política económica. Últimamente, esa política se complementó con el acuerdo con el “Club de París” y al mismo tiempo se vio cuestionada por el fallo de los tribunales norteamericanos en el conflicto con los “fondos buitres”.
Sin embargo, más allá de ese conflicto sobre el cual CIFRA y el Área de Economía y Tecnología de la FLACSO plantearon su posición (ver el comunicado de prensa al final de este informe), resulta imprescindible señalar que, a diferencia de lo que ocurre con la política previsional, la relacionada a la deuda externa no avanzó en un acuerdo político que se expresara en términos legislativos, con fuerza de ley.
Resulta indiscutible que avanzamos hacia un recambio presidencial el año entrante y que en el contexto de la crisis mundial iniciada en 2008 las discrepancias entre la política seguida internamente y la consolidación de la hegemonía neoliberal en los países centrales se acentuaron significativamente. Bajo esas circunstancias, desde el punto de vista de CIFRA la institucionalización de una “política de Estado” acerca del endeudamiento externo es de vital importancia siempre que allí se defina el límite máximo que puede alcanzar en el futuro la deuda externa -tanto en términos del PBI como de las reservas internacionales-, así como que establezca que su destino será para la expansión productiva, descartando la posibilidad de que se utilice para gastos corrientes estatales o para hacer posible la valorización financiera de los sectores oligopólicos, como ocurrió entre 1976 y 2001. En caso contrario, el pago de aproximadamente 190 mil millones de dólares que, de acuerdo a las estimaciones oficiales, se pagaron como parte de esta política de desendeudamiento abre la posibilidad de que se ponga en marcha un nuevo ciclo de endeudamiento externo que afecte seriamente las condiciones de vida de los sectores populares y permita la apropiación de una renta extraordinaria parte de los sectores de poder.
Coyuntura económica y desendeudamiento
1. Deuda externa
Legados del neoliberalismo La última dictadura militar impuso un nuevo patrón de
acumulación de capital sostenido en la “valorización financiera”. Desde 1976 hasta 2001 (año que marcó la crisis final de ese modelo), las grandes empresas -incluso las de impronta productiva- tendieron a maximizar sus ganancias a partir de los diferenciales implícitos entre las tasas de interés interna e internacionales (la primera fue sistemáticamente más elevada que las segundas durante el período 1976-2001). La estrategia de acumulación se basó en el endeudamiento externo, la valorización interna (renta financiera) y, finalmente, la fuga de capitales al exterior.
Al respecto, las evidencias disponibles indican que en el período 1976-2001 la deuda externa creció al 11,5% y la fuga de capitales al 12,6% anual acumulativo. Ello en un contexto macroeconómico donde el PIB estuvo prácticamente estancado (crecimiento de solo 1,5% anual entre 1976 y 2001). Por su parte, los intereses de la deuda ascendieron al 15,8% anual acumulativo.
En suma, la experiencia argentina permite constatar que no existe correlación positiva necesaria entre el aumento del endeudamiento y el crecimiento del PIB. Es más, este proceso conllevó una profunda “desindustria-lización” de la economía argentina, un significativo incremento en el grado de concentración y centralización del capital y, entre otros, una aguda regresividad distributiva en detrimento de los sectores populares.
Tasa anual acumulativa de la deuda externa, intereses de la deuda y fuga de capitales en dólares corrientes y del
PIB en pesos constantes, 1976-2001 (porcentajes)
11,5
15,8
12,6
1,5
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
Deuda externa Intereses de ladeuda
Fuga de capitales PBI
Fuente: Elaboración propia en base a Basualdo (2010).
Desendeudamiento externo
Tras el intenso proceso de endeudamiento externo durante la “valorización financiera”, la deuda alcanzó a más de 144 mil millones de dólares en 2001, lo cual representaba el 53,7% del PIB. Se trataba, fundamentalmente, de deuda denominada en moneda extranjera. A tal punto que la deuda en divisas fue de 139,5 mil millones y la moneda local de poco menos de 4,7 millones de dólares en 2001.
En el marco de la cesación de pagos, la megadevaluación de la moneda local, la “pesificación asimétrica” y la aguda contracción del producto bruto la gravitación de la deuda externa trepó al 147,3% del PIB en 2002.
A partir de allí comenzó un proceso de “desendeudamiento”. La renegociación y el canje de la deuda pública en 2005 y 2010 y la cancela-ción del capital adeudado al FMI provocaron, en un contexto de franco crecimiento de la economía, una reducción sistemática del peso de la deuda sobre el producto bruto. La mayor reducción fue en 2005, cuando la gravitación de la deuda se redujo al 71,0% y, posteriormente, si bien a un menor ritmo, la deuda cayó hasta reflejar el 40,7% del PIB en 2013, con una mayor presencia de la deuda denominada en moneda nacional respecto a los registros previos al canje de 2005.
71
.11
2
96
.58
167
.07
3
12
3.3
75
13
9.5
54
12
5.4
73
67
.74
9
62
.15
4
29
.59
9
4.6
68
77
.15
7
34,438,2
44,640,7
44,7
147,3
30,0
53,7
71,0
0
20.000
40.000
60.000
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100.000
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Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio de Economía.
0
20
40
60
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100
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140
160
180Deuda en moneda nacionalDeuda en moneda extranjeraDeuda total como % PIB
Evolución de la deuda pública bruta según moneda nacional o extranjera y porcentaje de la deuda total sobre el PIB, 1993–2013 (millones de dólares y
porcentajes)
Deuda externa en moneda extranjera
En el actual escenario caracterizado por la irrupción de la “restricción externa” (escasez de divisas), resulta de sumo interés la evolución y el dimensionamiento que adquiere el endeudamiento denominado en moneda extranjera. Lo primero que cabe señalar es el significativo descenso al que asistió el peso de la deuda en moneda extranjera sobre el producto bruto. Tal es así que su gravitación se redujo del 118,8% al 25,2% entre 2002 y 2013. Así, la participación de la deuda en 2013 equivale a menos de la mitad del endeudamiento en moneda extranjera sobre el PIB que se registró en 2001, donde había trepado al 51,9%.
Al respecto, un dato para nada menor es que la mayor parte de la deuda en moneda extranjera consiste en créditos intra sector público (su importancia es decisiva después de la reestatización de los fondos jubilatorios en manos de las AFJP). A tal punto que el total de la deuda en divisas correspondiente al sector privado representó apenas el 8,3% del PIB en 2013. Cabe señalar que previo a 2009 casi toda la deuda en moneda extranjera correspondía a tenedores privados.
Aun así, y considerando la abultada reducción de las reservas internacionales en los últimos años y que éstas fueron utilizadas en el pago de diversos compromisos externos, cabe apuntar que el monto de la deuda externa en moneda extranjera más que quintuplicó las reservas internacionales del país en 2013 (410,2%).
31,9
35,2 40
,6
43,7 51
,9
118,
8
106,
0
95,1
36,9
33,4
11,8
9,6
10,3
8,3
25,2
24,5
24,1
26,2
25,9
24,029
,3
12,3
246,0
758,5
1.177,7
410,2
749,0
379,3
0
20
40
60
80
100
120
140
1997
1998
1999
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2006
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2013
Fuente: Elaboración propia en base al Min. de Economía e INDEC.
0
200
400
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1.000
1.200Deuda en monedaextranjera/ PIB
Deuda en monedaextranjera del sectorprivado/ PIB
Deuda en monedaextranjera/ Reservas(eje der.)
Peso de la deuda en moneda extranjera sobre el PIB y las reservas internacionales y deuda en moneda extranjera del sector privado
sobre el PIB, 1997-2013 (porcentajes)
Vencimientos de la deuda en moneda extranjera
En 2014 se registran vencimientos de servicios de la deuda en dólares relativamente bajos. Totalizan 7.225 millones de dólares (3.295 millones en concepto de capital y 3.929 millones de dólares por intereses de la deuda). En 2015, en cambio, habrá mayores vencimientos de la deuda en moneda extranjera, que ascienden a 12.565 millones de dólares.
Por su parte, en 2016 los vencimientos ascienden a 15.195 millones, pero si se descuentan las letras intransferibles al Banco Central tales vencimientos descienden a 5.665 millones. Otro pico de vencimien-tos estará en 2017 (12.6437 millones) y bajará a 7.820 millones en 2018. Posteriormente, a partir de 2019 se registran, en base al perfil actual y sin considerar las letras intransferibles al Banco Central, bajos vencimien-tos de la deuda externa en moneda extranjera. Pero que en varios años (2020-2023) son altos de considerar el total de vencimientos. Todo ello sin contemplar, como es obvio, la deuda con los holdouts.
Tras el importante esfuerzo que implicó (e implica) para el conjunto de la sociedad argentina revertir los profundos legados críticos del neoliberalismo (de hecho, la mayor parte de los vencimientos son de los canjes 2005 y 2010 que renegociaron la deuda defaulteada a principios de 2002) resulta de suma importancia establecer límites explícitos al volumen y la calidad del endeudamiento externo.
Evolución de los vencimientos de la deuda externa pública en moneda extranjera, 2014-2025 (millones de dólares)
7.2
25
12.5
65
5.6
65
12.6
43
7.8
20
4.8
51
3.7
59
3.5
67
3.2
43 4.7
73
4.5
45
9.53
0
6.56
9
9.62
5
7.75
8
9.42
52.9
72
0
2.000
4.000
6.000
8.000
10.000
12.000
14.000
16.000
18.000
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio de Economía
Vencimiento letras intransferibles al BCRAVencimientos excluyendo letra intransferible del BCRA
10.3
28
15.1
95
13.1
93
11.0
00
12.3
97
2. Sector externo
El acotado proceso de reindustrialización de la economía, la crisis energética y la irrupción de la crisis internacional en 2008 son algunos de los elementos que permiten explicar el decreciente saldo comercial del país.
Las bajas tasas de crecimiento de las economías centrales, la desaceleración China, el estancamiento brasilero y la caída de los precios internacionales de los productos primarios impactaron negativamente en las ventas externas. Según datos del BCRA, en el primer semestre de 2014 la contracción de las exportaciones alcanzó el 7,4% interanual, tendencia que se venía manifestando desde 2011 (si se compara con el primer semestre de ese año la caída fue del 6,6%). Asimismo, pese a la política de administración del comercio exterior aplicada desde finales de 2011, el insuficiente desarrollo del entramado industrial y las altas compras de combustibles determinaron que las importaciones desde ese año se expandieran un 6,6%. Así, en el primer semestre de 2014 la caída de las compras externas fue del 7,9% interanual.
En efecto, el saldo comercial en el primer semestre de 2014 fue, según el BCRA, superavitario en 4.770 millones de dólares, es decir, un 4,3% inferior al obtenido en el primer semestre de 2013. Y respecto al primer semestre de 2011 la caída fue del 48,4%.
Reducción del superávit comercial
Evolución de las importaciones, exportaciones y del saldo comercial en base al balance cambiario del Banco
Central, I sem. 2010-I sem. 2014 (millones de dólares)
35.5
83
40.5
87
39.6
16
36.3
15
28.4
87
34.7
97
35.5
86 39.5
54
7.09
6
5.79
1
4.03
0
-3.2
39
31.8
62
38.5
80 41.1
56
38.9
35
36.0
42
21.1
22
29.3
29
30.5
13 33.9
51
31.2
72
10.7
41
9.25
1
10.6
43
4.98
4
4.77
0
-10.000
-5.000
0
5.000
10.000
15.000
20.000
25.000
30.000
35.000
40.000
45.000
I sem
.20
10
II se
m.
2010
I sem
.20
11
II se
m.
2011
I sem
.20
12
II se
m.
2012
I sem
.20
13
II se
m.
2013
I sem
.20
14
Fuente: Elaboración propia en base al BCRA.
Exportaciones Importaciones Saldo comercial
Al desagregar la información del sector externo centrándose en el capítulo energético, se advierte que el saldo comercial tiene un déficit en expansión, aun ante la desaceleración del crecimiento del PIB en 2013 y el estancamiento de 2014 (cuando alcanzó a 3.352 millones de dólares en el primer semestre), lo que manifiesta el problema estructural que atraviesa el sector.
La expansión del déficit en el primer semestre de este año respecto del anterior, se da en el marco de la desaceleración del consumo de naftas (con caídas interanuales en mayo y junio) y del declive en la compra de gasoil en los primeros seis meses del año respecto de 2013, tanto por la contracción de la actividad económica como por el importante auge de los precios de los combustibles que están alcanzando valores equivalentes al spot internacional.
La independencia que adquieren las importaciones energéticas del ciclo económico, responde a la reducción de la producción privada hidrocarburífera (-0,8%) a pesar de que YPF logró revertir la tendencia y en el primer semestre de 2014 aumentó 8,6% la produc-ción de crudo y 10,6% la de gas natural. Se trata específicamente de la reducción de la producción de gas natural que explica el 50% del consumo de la matriz primaria energética. Al respecto, es de señalar que un punto porcentual de caída de la extracción de gas natural equivale a U$S 370 millones de importación de combustibles sustitutos.
Déficit energético
Evolución del saldo comercial energético, I trim. 2010-II trim. 2014 (en millones de dólares)
1.263
907
120
-2.429
-615
-853
-2.499
-157-253
366
-1.585 -1.685
-735
-2.317
-3.000
-2.500
-2.000
-1.500
-1.000
-500
0
500
1.000
1.500
I trim II trim III trim IV trim
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC.
2010 2011 2013 2014
Soja: tropezando con la misma piedra
Un aspecto relevante que incidirá en el nivel de las exportaciones y en el resultado del saldo comercial del país -principal fuente de acumulación de reservas- tiene que ver con la dinámica que adquieran las exportaciones de soja. Desde varios sectores se está señalando que, dadas las expectativas de devaluación en el marco del conflicto con los fondos “buitre”, los exportadores de granos están demorando sus ventas al exterior, esperando obtener una ganancia superior. Se trataría de un escenario -salvando las distancias- similar al del año pasado.
Sin embargo, los exportadores de soja enfrentan el dilema de especular reteniendo el producto -y, así, presionar por una nueva devaluación- arriesgándose a enfrentar una caída significativa en el precio internacional de la soja en un contexto en el que las expectativas de su cotización no son favorables, dada la cosecha récord en Estados Unidos y la desaceleración del consumo de China. Este error ya lo cometieron en 2008 donde sus dirigentes privilegiaron el aspecto político sobre el económico.
Tal es así que el precio de la soja por tonelada cayó a 449 dólares durante los primeros 20 días de agosto. Desde mayo registra sistemáticas caídas, reduciendo su valor 17,8% al bajar de 546 a 449 dólares. Más aún, el 19 de agosto pasado cotizó a 412 dólares. Es decir, que en la actualidad requerirían un tipo de cambio cercano a $11 por dólar para alcanzar la ganancia en pesos que hubieran obtenido si liquidaban sus exportaciones en mayo.
-32,
7
48,4
-13,
6
27,3
-20,
1
-15,
5
256
554
319
445
349
512
420
623
498
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0
100
200
300
400
500
600
700
ene-
07
jul-0
7
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08
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8
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09
jul-0
9
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10
jul-1
0
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11
jul-1
1
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12
jul-1
2
ene-
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jul-1
3
ene-
14
jul-1
4
Fuente: Elaboración propia en base a Ministerio de Economía.
-50
0
50
100
150
200Variación interanual
Precio de la soja
Evolución del precio de la soja por tonelada y variación interanual, ene.2007-ago.2014 (dólares corrientes y porcentaje)
Durante el despliegue de la política de devaluación gradual de la moneda, de los rígidos controles cambiarios y del surgimiento del mercado informal, la pérdida de reservas del Banco Central alcanzó casi 17.500 millones de dólares entre octubre de 2011 y diciembre de 2013. Ello, dado que este organismo tuvo un rol activo en la oferta de divisas y destinó importantes recursos para cumplir los compromisos externos, para el pago de las abultadas importaciones industriales y energéticas y para el significativo drenaje de divisas que implicó la cuenta de turismo (cuyo déficit trepó a 8.708 millones de dólares en 2013).
La fuerte devaluación de enero de 2014 trajo aparejado otra significativa pérdida de reservas, que se amortiguó, primero, con el alza de las tasas de interés y la limitación a la tenencia de dólares y activos dolari-zados de los bancos e, incluso, cambió su tendencia a partir de mayo cuando se procuró recuperar reservas internacionales y se adelantaron pagos de deuda e importaciones de combustibles (a ello se debería agregar el “swap” de monedas acordado con China, que sería deseable extender a otros países).
De resultas de ello, las reservas internacionales -que habían caído a 27 mil millones dé dólares después de la devaluación de enero- se mantuvieron hasta mayo, cuando comenzaron a ascender hasta alcanzar a 28.862 millones de dólares en junio de 2014.
Leve recuperación de las reservas internacionales
Evolución y variación mensual de las reservas, enero 2011-junio 2014 (en millones de dólares y porcentaje)
0,41,2
0,6
-6,2
1,6
52.36548.038
44.273
30.58928.862
-60.000
-40.000
-20.000
0
20.000
40.000
60.000
ene-1
1fe
b-1
1m
ar-
11
abr-
11
may-
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ago-1
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dic
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p-1
3oct
-13
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13
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-13
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4fe
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4m
ar-
14
abr-
14
may-
14
jun-1
4
Fuente: Elaboración propia en base al BCRA.
-9
-6
-3
0
3
6
9
Variación mensual de reservas
Reservas internacionales
Inicio de los controles cambiarios y de la
política de devaluación gradual
Pérdidas de casi 17.500 millones de dólares entre
octubre de 2011 y diciembre de 2013
Política económica
El tipo de cambio nominal tuvo su pico de crecimiento en febrero de 2014, cuando fue un 56,7% superior al del mismo período del año anterior. Posteriormente, la estabilización de la tasa de cambio en niveles cercanos a 8 pesos por dólar tendieron a reducir las variaciones anuales y, en el marco de un elevado proceso inflacionario, el tipo de cambio real tuvo un ligero proceso de apreciación cambiaria. Sin embargo, vale resaltar que todavía no se erosionaron los niveles de competitividad externa derivados de la devaluación de comienzos de año. A tal punto que en junio de 2014 el tipo de cambio real superó en 8,2% al de diciembre de 2013.
Por su parte, la tasa de interés, que había registrado niveles reales negativos durante todo el período en el que estuvo vigente la política de devaluación gradual del tipo de cambio (2011-2013), mostró una elevación pero que, de todos modos, tuvo rendimientos inferiores a los de la tasa de inflación.
En los últimos meses se advierte una tendencia a la reducción de las tasas de interés con el objeto de mitigar el impacto recesivo en el nivel de actividad. Probable-mente, el establecimiento de la tasa de interés real negati-va y la imposición de las restricciones en la plaza cambia-ria induzcan, si no se contemplan alternativas de inversión en pesos, a aumentar los niveles del tipo de cambio en el mercado ilegal y a la fuga de capitales a través del contado con liquidación y el denominado “dólar bolsa”.
10,2
26,6
9,7
2,64,3
6,7
13,8
43,4
56,7
52,4
15,9
9,4
19,9
26,2
23,1
100,0
106,1
94,7
82,9
76,7
69,0
76,5
80,3
76,9
0
10
20
30
40
50
60
ene
-09
abr-
09
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9o
ct-0
9e
ne
-10
abr-
10
jul-1
0o
ct-1
0e
ne
-11
abr-
11
jul-1
1o
ct-1
1e
ne
-12
abr-
12
jul-1
2o
ct-1
2e
ne
-13
abr-
13
jul-1
3o
ct-1
3e
ne
-14
abr-
14
60
70
80
90
100
110
120
Tipo de cambio nominal
Tasa Badlar
Tipo de cambio real con EE.UU. (eje der.)
Tasa de cambio nominal respecto al dólar, tasa de interés Badlar y tipo de cambio real respecto al dólar, enero 2009-junio 2014
(porcentajes e índice enero 2009=100)
Fuente: elaboración propia en base a CIFRA, BCRA y CEI.
Inflación cambiaria y oligopólica
La dinámica de los precios al consumidor, que se había acelerado a fines de 2013 (cuando fluctuó en torno al 2,5-2,7% mensual), experimentó un crecimiento significativo en enero y febrero de 2014, en el marco de la devaluación de la moneda. El IPC-9 provincias indica que la variación mensual de la inflación alcanzó, en esos meses, el 4,9 y 5,4% mensual. A partir de allí se advierte, en cambio, una tendencia a la desaceleración en el nivel de precios. Entre marzo y mayo se ubicó en el 2,5-2,7% mensual, y en junio se profundizó la desaceleración hasta alcanzar el 1,5% mensual.
De este modo, el aumento de los precios domésticos alcanzó el 21,3% en junio de 2014 respecto a diciembre de 2013. Entre los factores explicativos de este fenómeno subyacen, esencialmente, los efectos de la denominada “inflación cambiaria” (en parte, debido al aumento de precios en moneda local de los insumos y bienes importados y, en parte, debido a que dado que la canasta exportadora tiene una fuerte presencia de bienes-salario las modificaciones en el tipo de cambio tienen un impacto directo en los precios al consumidor) y, también, el traslado automático y por encima del promedio de la economía de los formadores de precios, que buscaron apropiarse ganancias extraordinarias derivadas de su posición dominante en un escenario donde el consumo, si bien con tendencia descendente, sigue en un nivel alto capaz de convalidar el aumento de precios (“inflación oligopólica”).
Tasas de variación mensual del IPC-9 provincias, enero 2011-junio 2014
1,5
2,3
1,5
1,9
1,0
2,8
1,6
2,2
1,2
1,9
1,3
2,9
2,5
4,9
5,4
2,7
1,5
2,7
2,5
0
1
2
3
4
5
6
2011
-1
2011
-3
2011
-5
2011
-7
2011
-9
2011
-11
2012
-1
2012
-3
2012
-5
2012
-7
2012
-9
2012
-11
2013
-1
2013
-3
2013
-5
2013
-7
2013
-9
2013
-11
2013
-1*
2013
-3*
2013
-5*
*ProvisorioFuente: Elaboración propia en base a las Direcciones Provinciales de Estadística.
3. La economía real
Estancamiento de la actividad económica
La devaluación de principios de año trajo aparejado una caída en el nivel de actividad económica. El PBI, que había crecido 2,9% en 2013, experimentó contracciones interanuales del 0,2% en el primer trimestre de 2014 y, según la estimación del EMAE, del 0,3% en el segundo trimestre. A los efectos recesivos del proceso devaluatorio y el alza en las tasas de interés en el consumo interno se adicionó una caída relevante de las ventas externas (en especial las que se destinan a Brasil). En este marco, el gasto público desplegó un rol anticíclico.
Por su parte, la actividad fabril registró descensos significativos que se remontan a dos años atrás. Desde el segundo trimestre de 2012 contabilizó 7 trimestres con contracciones de la actividad y solo 2 de crecimiento. En el primer y segundo trimestre de 2014 la industria cayó 3,1% y 3,2% respectivamente. De esta manera contribuyó significativamente al proceso recesivo de la economía doméstica.
A pesar del Procrear y los distintos planes de vivienda, la construcción experimentó caídas del 2,6% y del 2,3% en el primer y segundo trimestre de 2014, revirtiendo el período de crecimiento que había mostrado durante los últimos tres trimestres de 2013.
-3,5
12,1
8,7
8,1
4,6
-1,5
5,5
-0,2
-0,3
-1,3
10,1 10
,6
3,5
-3,1
-3,2
-4,4
11,5
16,2
11,2
3,5
-4,9
6,9
-2,6 -2,3
-10
-5
0
5
10
15
20
I 09
II 09
III 0
9
IV 0
9
I 10
II 10
III 1
0
IV 1
0
I 11
II 11
III 1
1
IV 1
1
I 12
II 12
III 1
2
IV 1
2
I 13
II 13
III 1
3
IV 1
3
I 14
II 14
*
*El segundo trimestre del PBI fue estimado en función de la variación del estimador mensual de actividad económica (EMAE).
Fuente: Elaboración propia en base al INDEC.
PIB (Base 2004)Industria (EMI)Construcción (ISAC)
Variación interanual del Producto Bruto Interno, del estimador mensual industrial y del indicador sintético de la actividad de la
construcción, I trim.09 - II trim.14 (porcentajes)
Heterogeneidades en la actividad industrial
Durante el primer semestre del año la industria manufacturera cayó el 3,2%. Existen distintos factores que incidieron en este comportamiento, entre otros, el estancamiento del consumo interno, la crisis mundial y el estancamiento de la economía brasilera (con la consiguiente caída de la demanda externa), el largo proceso de “reticencia inversora” a la que asistió especialmente la actividad fabril, un menor uso de las capacidades instaladas, etc.
Sin embargo, la dinámica de la actividad reconoce marcadas heterogeneidades en el ritmo de crecimiento de los rubros que integran el tejido manufacturero. Al respecto, cabe apuntar que las actividades en las que se advierten las mayores contracciones fueron la industria automotriz (-20,5%), la de caucho y plástico (-6,3%) y la metalmecánica (-5,8%). La industria papelera, la de minerales no metálicos, y la química experimentaron también, aunque menores, caídas en su actividad.
Los rubros manufactureros que registraron crecimientos de la producción fueron la industria de metales básicos (como el hierro primario, acero crudo y aluminio), la de edición e impresión, textiles y tabaco. Un bajo crecimiento manifestaron la industria alimenticia y la de refinación de petróleo, cuya contribución al promedio sectorial es sumamente relevante dado su peso en el producto industrial.
Variación interanual del Estimador Mensual Industrial según rubro de actividad, I semestre 2014 (porcentajes)
-20,5
-6,3
-5,8
-1,5
-0,5
-0,2
0,8
1,3
3,0
6,5
9,1
2,4
-3,2
-25 -20 -15 -10 -5 0 5 10 15
Automotores
Caucho y plástico
Metalmecánica(exc. automot.)
Total industria
Papel y cartón
Minerales no metálicos
Química
Refinación del petróleo
Alimentos y bebidas
Tabaco
Textiles
Edición e impresión
Metálicas básicas
Fuente: elaboración propia en base al INDEC.
La persistente caída del nivel de actividad industrial que, según el Estimador Mensual de la Industria registró 11 meses de contracción ininterrumpida, fue acompañada por una marcada tendencia a la caída en el grado de utilización de las capacidades instaladas.
Tal como consta en las evidencias disponibles, desde abril de 2010 hay una desaceleración de las tasas de crecimiento de la utilización del stock de capital preexistente en el ámbito fabril, pero es a partir de agosto de 2011 cuando comienza la tendencia a una menor utilización.
Así, la utilización de la capacidad instalada en mayo de 2014 fue la más baja de los últimos años, alcanzando el 70,8%. Ello implica una caída del 3,5% respecto al mismo período del año anterior (cuando el grado de utilización había alcanzado el 73,3% de las capacidad instalada), y una retracción de 9,5% respecto al nivel (78,2%) alcanzado en mayo de 2011. Es más, hay que retrotraerse a mayo de 2004 para advertir niveles de utilización de la capacidad instalada cercanos al registro de mayo de 2014, dado que allí su nivel alcanzó el 68,9% del capital fijo preexistente. Todo ello en un escenario, cabe recalcar, de bajos niveles de inversión en el ámbito industrial.
Utilización de la capacidad instalada
Evolución de la utilización de la capacidad instalada y variación interanual (porcentaje), enero 2010-mayo 2014
10,4
6,4
1,7
-9,4
-6,7
-3,5
82,9
78,5
63,7
70,8
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
ene-
10m
ar-1
0m
ay-1
0ju
l-10
sep-
10N
ov 1
0E
ne 1
1m
ar-1
1m
ay-1
1ju
l-11
sep-
11no
v-11
ene-
12m
ar-1
2m
ay-1
2ju
l-12
sep-
12no
v-12
ene-
13m
ar-1
3m
ay-1
3ju
l-13
sep-
13no
v-13
ene-
14m
ar-1
4m
ay-1
4
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC.
-15
-10
-5
0
5
10
15
Variación interanualUtilización de la capacidad instaladaLineal (Utilización de la capacidad instalada)
Obreros ocupados y horas trabajadas
La caída de la actividad industrial y la menor utilización de la capacidad instalada repercutieron en las horas trabajadas y la cantidad de puestos ocupados. En el segundo trimestre de 2014, las horas trabajadas mostraron una caída interanual del 3,4%, al tiempo que la cantidad de obreros ocupados se redujo en un 2,0%.
Al igual que en otros momentos de
desaceleración de la actividad industrial como en 2009 y 2012, las horas trabajadas se vieron más afectadas que los puestos ocupados. Sin embargo, el impacto en relación con el 2009, cuando se dio una caída de la actividad industrial similar, fue menor. Durante el mismo trimestre de 2009, con una caída de la actividad industrial del 1,3%, las horas trabajadas cayeron 9,0% y los obreros ocupados lo hicieron en 2,9%.
Por otra parte, este efecto combinado de
reducción tanto de las horas ocupadas como de los puestos de trabajo hicieron que no se llegue a afectar la tendencia creciente de la producti-vidad aun cuando hay importantes caídas en la producción. En el primer trimestre de 2014, si bien redujo su ritmo de crecimiento, la productivi-dad tuvo un incremento interanual del 0,6%.
Variación interanual de los obreros ocupados, de las horas trabajadas en la industria y de la
productividad en la industria, I trim 2008-II trim 2014 (en porcentajes)
1,4
-4,4
2,9
0,7
-2,0-1,8
-9,0
3,3
1,6
-3,4
100 106,3111,7
129,1133,1
137,5 138,4
-10
-8
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
I 08
II 08
III 0
8 IVI 0
9II
09III
09 IV
I 10
II 10
III 1
0 IVI 1
1II
11III
11 IV
I 12
II 12
III 1
2 IVI 1
3II
13III
13 IV
I 14
II 14
Fuente: ELaboración propia en base a INDEC.
-15
5
25
45
65
85
105
125
145
Obreros ocupados en la industria
Horas trabajadas en la industria
Productividad
4. Empleo e ingresos
Aumento de la desocupación
Vinculada a la caída del nivel de actividad económica, la evolución del mercado de trabajo en el segundo trimestre de 2014 mostró un incremento de la desocupación y un leve aumento de la subocupación, en un escenario en el que se redujeron las tasas de actividad y empleo.
En relación con el segundo trimestre de 2013 la desocupación aumentó 4,2% interanual y alcanzó al 7,5% de la población activa durante el segundo trimestre de 2014. Por su parte, la tasa de empleo se redujo, en el mismo período, un 3,9% anual y la de actividad lo hizo en un 3,7%, mientras que la subocupación demandante se incrementó en 1,5% anual. Por lo que, en el marco de una caída en la tasa de actividad, el incremento de la tasa de desocupación durante el segundo trimestre de 2014 evidencia una destrucción neta de puestos de trabajo.
En este escenario, la implementación de medidas contracíclicas (tales como el Procrear, el Procreauto, Proemplear, los Repro, el Vivir más Cerca, etc.) constituyen un aliciente necesario para amortiguar los efectos sobre el empleo de la situación económica. Un elemento positivo es que en otros contextos de crisis, como el de 2009, la desocupación trepó a niveles superiores, del orden del 8,8% de la población económicamente activa.
8,8
7,9
7,3
7,2
7,2
7,5
7,5
6,7
5,7
6,7
6,7 6,
8
41,8
42,5
43,2
42,8 43
,1
41,4
45,9
46,1 46
,6
46,2 46
,5
44,8
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
I-20
09
II-20
09
III-2
009
IV-2
009
I-20
10
II-20
10
III-2
010
IV-2
010
I-20
11
II-20
11
III-2
011
IV-2
011
I-20
12
II-20
12
III-2
012
IV-2
012
I-20
13
II-20
13
III-2
013
IV-2
013
I-20
14
II-20
14
4
5
6
7
8
9
10Tasa de desocupación Tasa subocupación demandanteTasa de empleo Tasa de actividad
Evolución de la tasa de actividad, empleo y de desempleo, 1er trim. 2007 - 2do trim. 2014 (porcentajes)
Fuente: elaboración propia en base al INDEC.
Durante el primer trimestre los sectores productores de bienes manifestaron los mayores problemas laborales. La tasa interanual del empleo registrado en este sector experimentó una caída del 1,3% respecto a igual período del año anterior. Por su parte, el sector servicios, si bien desaceleró el ritmo de crecimiento de empleo, la tasa interanual se incrementó en 0,8%.
Dentro de los sectores productores de bienes
el sector primario es el que tuvo la mayor caída de empleo en el primer trimestre del año (-2,7% anual), seguido por la construcción (con ciclos más acentuados), cuya reducción alcanzó el 1,2% respecto al primer trimestre de 2013. La industria manufacturera experimentó una contracción del empleo registrado del 1,0% anual. Se trata, en estos últimos casos, de los sectores más afectados en el nivel de actividad económica.
Cabe remarcar, sin embargo, que el impacto recesivo de la devaluación de enero de 2014 tuvo, durante el primer trimestre del año, impactos inferiores en materia de la destrucción de empleo que los que acontecieron en los críticos años 2009 y 2012.
Empleo sectorial
Tasa interanual de crecimiento del empleo registrado por rama de actividad, I trim 2008–I trim 2014
(porcentajes)
7,8
0,11,6 0,83,7
6,0
-9,0
11,5
-6,1
-1,2
6,7
-2,7
-10
-8
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
I.08
II.08
III.0
8IV
.0I.0
9II.
09III
.09
IV.0
I.10
II.10
III.1
0IV
.1I.1
1II.
11III
.11
IV.1
I.12
II.12
III.1
2IV
.1I.1
3II.
13III
.13
IV.1
I.14
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC.
Sectores productores de serviciosIndustria manufactureraConstrucciónSector primario
Trabajadores no registrados
Uno de los principales aspectos críticos en materia laboral, legado de las regresivas políticas neoliberales, es el de las condiciones de trabajo, y, en especial, el fenómeno difundido del trabajo no registrado en el conjunto de los ocupados asalariados.
En este plano, si bien existió una fuerte mejora
en los primeros años de recuperación de la economía tras la implosión de la convertibilidad -con caídas de 11,4 puntos porcentuales entre el primer trimestre de 2004 e igual período de 2007-, en los últimos años el descenso de este flagelo fue mucho más moderado, con un amesetamiento entre 2011 y 2013 en valores que fluctuaron en torno del 32% de asalariados no registrados.
Este estancamiento en la mejora de este indi-
cador tan sensible en términos de los derechos económicos y sociales de la población (en la medida en que poseen remuneraciones inferiores, no tienen obra social, aportes jubilatorios, ni cobertura en caso de accidentes), evidencia la necesidad de aplicar políticas más activas desde el Estado para poder perforar estos niveles, entre las que se cuenten, no sólo incentivos económicos sino la fiscalización desde el Estado para que se cumpla con la normativa vigente.
Participación de los asalariados no registrados en el empleo asalariado total, I trim 2003-II trim 2014 (en
porcentajes)
48,7
%
47,5
%
44,4
%
41,6
%
37,3
%
36,4
%
34,6
%
34,1
%
32,8
%
32,0
%
32,8
%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
II.03 I.0
4
IV.0
4
III.0
5
II.06 I.0
7
IV.0
7
III.0
8
II.09 I.1
0
IV.1
0
III.1
1
II.12 I.1
3
IV.1
3
Fuente: Elaboración propia en base al INDEC.
% de asalariados no registrados
Salario real de los trabajadores registrados
El análisis de la evolución de los salarios de los trabajadores registrados permite advertir que en los últimos años existió una considerable recomposición de los ingresos reales. El restablecimiento de las paritarias, en el marco de la reducción del “ejército de reserva”, permitió una continua mejora del poder adquisitivo de los trabajadores que están enmarcados en convenios colectivos de trabajo. Así, entre 2007 y 2013 el salario real se expandió el 24,0%.
Indudablemente, esta situación, sumada a las transferencias de ingresos del Estado a los sectores de menores ingresos (a través de los aumentos de la asignación Universal por Hijo o los haberes jubilatorios, entre otros) posibilitó constituir un mercado interno robusto durante estos años que contribuyó significativamente a la expansión del PBI.
Sin embargo, la aceleración del ritmo inflacionario desde mediados de 2013, con mayor intensidad en el último trimestre de ese año y el primero del 2014, impactaron en el salario generando una caída interanual del 1,7% y 7,7% respectivamente. La última caída (la del primer trimestre de 2014) guarda correspondencia con un importante incremento de precios post-devaluación, período que no contempla los ajustes de esos ingresos por los acuerdos establecidos en las paritarias.
Evolución y variación interanual del salario real promedio de los trabajadores registrados del sector privado, I trim
2007- I trim 2014 (en pesos del I trim. 2014)
8,0
-1,3
4,1
2,2
6,67,1
2,3
-7,7
-10
-8
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
10
I.07
III.0
7
I.08
III.0
8
I.09
III.0
9
I.10
III.1
0
I.11
III.1
1
I.12
III.1
2
I.13
III.1
3
I.14
Fuente: Elaboración propia en base a OEDE y CIFRA.
Variación interanual
El poder adquisitivo de la jubilación mínima
Tras la ampliación de la cobertura jubilatoria que alcanzó al 94,6% de las personas en edad de jubilarse, una medida de trascendencia en este sentido fue la sanción, en 2008, de la Ley de Movilidad Jubilatoria, ya que permitió incrementos significativos de los haberes jubilatorios, que no dependen de la discrecionalidad del Poder Ejecutivo.
Así, luego de dos años (2009 y 2010) de relativo estancamiento, en 2011 comenzó un proceso de fuerte expansión de los ingresos jubilatarios, que posibilitó una mejora en términos reales del 24,2% entre 2010 ($2.458) y 2013 ($3.053), mayor al de los trabajadores registrados.
En el primer semestre de 2014 la aceleración de los precios generó una caída del poder de compra de las jubilaciones en torno del 7,4%. Considerando el incremento de septiembre del 17,2% y una inflación proyectada para los próximos meses en torno del 1,5% mensual, en términos reales, el haber jubilatorio descendería el 6,0% en este año.
Un dato para nada desdeñable es que entre el primer semestre de 2001 e igual período de 2014 el haber mínimo prácticamente se duplicó, al crecer el 88%. El haber mínimo actual es, a pesar del impacto de los precios, superior al vigente en 2011.
Haber mínimo jubilatorio en pesos de junio de 2014 y variación interanual, ene-2006-jun-2014
-5,6
7,5
-11,2
-6,4
11,9
4,2
12,3
-10,1
2.826
2.4642.514
2.458
2.696
2.946
3.053
2.200
2.300
2.400
2.500
2.600
2.700
2.800
2.900
3.000
3.100
ene-
08
jul-0
8
ene-
09
jul-0
9
ene-
10
jul-1
0
ene-
11
jul-1
1
ene-
12
jul-1
2
ene-
13
jul-1
3
ene-
14
Fuente: Elaboración propia en base a ANSES y CIFRA
-15
-10
-5
0
5
10
15
Variación interanual
Haber mínimo en pesos constantes
SOBERANIA NACIONAL VS. NEOLIBERALISMO La decisión del gobierno nacional de rechazar la extorsión de los “fondos buitre” y del poder judicial
norteamericano es un hito decisivo para consolidar la soberanía y la viabilidad económica y social de la Nación. Se trata de resguardar lo avanzado en la renegociación y quita de la deuda externa de 2005 y 2010, así como el pago al FMI, que permitieron -junto a la expropiación de la mayoría accionaria de YPF- reafirmar la soberanía nacional y generar las condiciones para tender a mejorar el nivel de vida de los sectores populares en un estado constitucional de derecho.
El neoliberalismo como etapa específica de la dominación y acumulación capitalista introdujo nuevas formas de subordinar a los estados nacionales a la lógica de la expansión insaciable del capital financiero.
Décadas atrás el condicionamiento inicial fue el propio endeudamiento externo no sólo por el pago de intereses notablemente elevados sino porque fue clave para concretar una fuga de capitales inédita que lideraron tanto ellos como sus socios nacionales (los grupos económicos locales). Posteriormente, los denominados “golpes de mercado” -de los cuales las crisis hiperinflacionarias de 1989/1990 constituyen una fiel expresión- estuvieron destinados a apropiarse de las empresas públicas y con ellas garantizar el pago de la deuda externa pública y privada.
Más recientemente, los juicios entablados por las firmas transnacionales -especialmente las de servicios públicos privatizados- ante el CIADI, organismo dependiente del Banco Mundial, fueron posibles por la firma en la década de 1990 de los Tratados Bilaterales de Promoción y Protección de Inversiones Extranjeras (TBI), que en la actualidad deberían ser denunciados. Ahora, el condicionamiento proviene ya no del Banco Mundial sino, nada menos, del sistema judicial norteamericano, supuestamente “técnico y neutral”, que no sólo convalida una extorsión a un país soberano que busca compatibilizar la reestructuración de su deuda externa con el desarrollo económico sino que internacionaliza las propias pugnas de poder dentro del imperio.
Ciertamente no se trata de adoptar posiciones intransigentes, inviables dada las actuales relaciones de fuerza, que le significarían una pesada carga a la sociedad argentina. Se trata de avanzar en la negociación dentro de los límites que impone la necesidad de preservar los intereses de la mayoría de la población no agregando nuevos condicionamientos a la soberanía nacional.
Área de Economía y Tecnología de la FLACSO Sede Argentina y Centro de Investigación y
Formación de la República Argentina (CIFRA) de la CTA.