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ConversatorioConcepción Política del Ciclo Bicentenario de la IndependenciaUna reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente8 de mayo de 2009
Transcripción de textosAmparo PinzónFlor Román Haydee Moreno
Edición y corrección de textosEva MorenoCoro OrtizLuis PérezErnesto Silva
Diseño y Diagramación:Pui Diseños
ÍNDICE
Presentación
CARMEN BOHÓRQUEZEmancipación Política, económica y cultural 200 años después
PEDRO CALZADILLAHistoria para la liberación de los pueblos
SAÚL RIVASEl Proceso Independentista y las luchas de las clases populares
PEDRO SASSONEPalabras finales
INTERVENCIONES
Carlos Mata
Mario Sanoja
Nirva Camacho
Andreina Bravo
Iraida Vargas
Alexander Torres
Rosa Trujillo
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Pág.
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Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente �
PrEsENtaCIóN
La Dirección General de Investigación y Desarrollo Legislativo de la asamblea Nacional, a través de la Dirección de Investigación y
asesoría Histórica, ha iniciado una serie de jornadas de trabajo con el objetivo de refle xionar acerca del sentido político de la celebración
de los Bicentenarios de las Independencias de la república Bolivariana de Venezuela y de los países de américa Latina y el Caribe, a la luz
del proceso histórico actual. siendo esta actividad una de las maneras de integrar a la asamblea Nacional al esfuerzo que se está haciendo
desde todos los niveles del Estado venezolano para devolver a estos acontecimientos su condición de referentes fundamentales de
nuestro devenir como pueblo.
Cuando estábamos pensando el programa se nos presentaron algunos dilemas: ¿sobre qué bases lo organizábamos? ¿Cuál era el
norte de la organización de un programa del Ciclo Bicentenario de la Independencia? Pensamos entonces en la idea de hacer un
conversatorio sobre la visión política del Ciclo Bicentenario, en el entendido que existe una dialéctica entre el pasado, el presente y
el futuro. ¿Cómo ir a la historia y cómo proyectar hacia el futuro la construcción de nuestro socialismo? ¿Cómo unir al debate sobre
la construcción del socialismo la premisa de ruptura como paso importante para la transformación creadora? ¿Cómo releer la historia
desde una propuesta revolucionaria?
Con esta iniciativa buscamos perfilar estas premisas orientadoras para que luego se proyecten en líneas programáticas que den densidad
política a la propuesta, porque la discusión ideológica no es una discusión de abstracción. La ideología es referencia frente a la realidad
concreta en constante transformación, una realidad que viene de un pasado histórico, que tiene una conciencia histórica determinada
y que está bañada de una visión de futuro.
De aquí que el 8 de mayo de 2009 realizáramos en el salón simón rodríguez de la asamblea Nacional de la república Bolivariana
de Venezuela el Conversatorio Visión Política del Ciclo Bicentenario de la Independencia: una reflexión del presente a la luz de la historia,
una reflexión del pasado a la luz del presente, evento que contó con las intervenciones en calidad de ponentes de Carmen Bohórquez,
Pedro Calzadilla y saúl rivas rivas. Intervinieron como invitados los profesores Iraida Vargas, Mario sanoja y alexander torres; además
contamos con las valiosas opiniones del público asistente.
Carmen Bohórquez, viceministra de la Cultura Para el Desarrollo Humano e integrante de la Comisión Presidencial para la
Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de la república Bolivariana de Venezuela, concentró su exposición en lo referido
a la oportunidad que actualmente se nos presenta para reconsiderar nuestros procesos de Independencia, del carácter revolucionario
rescatado en ellos por parte de países como Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Bohórquez nos recuerda que los sucesos que se dan
a partir de abril de 1810 son en gran medida consecuencia de los movimientos rebeldes de los siglos anteriores, que la Independencia
planteada en el siglo XIX tiene su expresión actual en un momento en que los pueblos están luchando por emanciparse de las nuevas
expresiones de las fuerzas imperiales. Carmen nos hace presente la necesidad de hacernos de un nuevo lenguaje que exprese nuevos
referentes; de la importancia de entender que la defensa de la patria y el patriotismo bien entendidos son imprescindibles para lograr
nuestra independencia definitiva como pueblo.
El profesor Pedro Calzadilla, viceministro Para el Fomento de la Economía Cultural y Presidente del Centro Nacional de Historia, se
refirió al proceso democratizador de la memoria que vivimos hoy; nos habló de la necesidad de hacer de la celebración del Bicentenario
de nuestra Independencia una fiesta ante todo popular, en la cual la participación del pueblo es su característica principal. recordó que
el Bicentenario ya está llamando a todos los sectores, de aquí que se hace imperativo copar lo mejor posible todos los escenarios, que
la confrontación de ideas va necesariamente más allá del ámbito meramente académico. El tema central de su exposición se refirió a
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia�
los llamamos nudos ideológicos sobre los cuales se ha construido la versión historiográfica que ha soportado la conciencia colectiva
de los venezolanos desde el siglo XIX: seis aspectos o temas que la historiografía tradicional venezolana ha impuesto y que se expresan
sobre todo en términos de dominación cultural, en su capacidad desmovilizadora del pueblo. De aquí que el escenario de lucha sea
esencialmente en las escuelas y en los medios de comunicación: es necesario devolver al pueblo venezolano su papel principal en
cuanto constructor de nuestra nacionalidad, que se reconozca en su propio proceso histórico, que es necesario devolver a la historia su
carácter de presente, su condición popular.
El profesor saúl rivas, representante del Ministerio del Poder Popular para la Educación, concentró su exposición en la
consideración del necesario desmontaje de los aparatos ideológicos de dominación que han gravitado sobre nuestros pueblos, de aquí
la necesidad de reconocernos en la multiplicidad del sujeto histórico de Nuestra américa como vía para desmontar la idea de mestizaje
único. se trata de reconocer no sólo la característica multilineal de los procesos históricos, sino también del conocimiento, en cuanto
a que las concepciones homogenizadoras son en su esencia excluyentes, y que en la historia de occidente se han manifestado, entre
otros aspectos, en el colonialismo, imperialismo y en el eurocentrismo. Nos recuerda que la construcción del socialismo del siglo XXI
pasa por reconocer la condición multicultural y pluriétnica de nuestros pueblos, que pasa por reconocer las diferencias de esta idea con
respecto a los socialismos desarrollados en otros contextos geográficos e históricos.
sirva la presente publicación como contribución de quienes pensamos que la Independencia de nuestros pueblos está en plena
construcción, que los procesos independentistas del siglo XIX son esencialmente los mismos que estamos librando en la actualidad,
otorgando así sentido de presente a nuestra historia, concebida como instrumento para la transformación creadora, inclusiva, como
un medio de socialización del conocimiento para la acción revolucionaria y como herramienta fundamental para el desarrollo de una
educación para la liberación.
Lic. Pedro SassoneDirector General de Investigación
y Desarrollo Legislativo de la Asamblea Nacional
Emancipación Política, económica y cultural 200 años después
Carmen Bohórquez
Evidentemente, son otras las condiciones históricas y otras la formas de lucha adoptada; también ha variado el grado de conciencia social
y es mucha la experiencia que los pueblos han logrado acumular en términos de supervivencia, por lo que no nos cabe duda
que así como Miranda y Bolívar supieron vislumbrar el camino a seguir, el pueblo que dejaron sembrado de ideas de patria también sabe hoy
que la hora de la América Latina ha llegado, y que ese sueño de libertad y unidad ha comenzado a materializarse.”
“
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia�
Carmen Bohórquez
Doctora en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos por la Universidad de la sorbona, Francia.
Viceministra de la Cultura Para el Desarrollo Humano.
Profesora Emérita de la Universidad del Zulia.
actualmente integra la Comisión Presidencial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia
de la república Bolivariana de Venezuela.
Coordinadora de la Oficina de red de Intelectuales y artistas en defensa de la Humanidad del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente �
CarMEN BOHórQUEZEmancipación Política, económica y cultural 200 años después
Contemporaneidad de nuestros procesos de IndependenciaMuy buenos días a todos ustedes, gracias por la invitación y celebro mucho que se esté abriendo este espacio de debate sobre el
Bicentenario.
Creo que todos estamos obligados a multiplicar este tipo de iniciativa porque lo que queremos, lo que debemos hacer no es estar
celebrando hechos como eventos que ocurrieron en algún lugar de nuestra historia, como si esos eventos no tuvieran nada que ver con
nosotros, porque la ocasión es no solamente propicia, sino que es una obligación ética y política que nosotros entendamos este Ciclo
Bicentenario que se está iniciando como un proceso de construcción de nuestra Independencia.
En 1806 incluso, y traje esta frasecita como para abrirlo, dice Miranda en una carta que él escribe a Cochrane:
“Jamás he creído que pueda construirse nada sólido ni estable en un país, si no se alcanza antes la independencia absoluta. Nosotros no podemos pensar en que tenemos ya patria, en que ya tenemos una sociedad justa, en que los problemas seculares están o ya casi resueltos o en vías de solución, si no trabajamos al mismo tiempo por lograr que este país sea absolutamente independiente de cualquier intento de dominación por parte de cualquier imperio sobre el planeta”.
Desde la Comisión Presidencial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, estamos convencidos
de que ésta debe ser la visión con la cual tenemos que trabajar y desde la cual esperamos que se vayan articulando los múltiples esfuerzos,
las múltiples iniciativas que sabemos que, por todo el país, se están dando en relación con el Bicentenario.
Hace muy poco celebramos el 19 de abril del 2009, otro aniversario del 19 de abril de 1810, ocasión que dio inicio a esto que está muy bien
llamado Ciclo Bicentenario de la Independencia.
Quizá en otros países, y lo hemos palpado personalmente, donde no se están dando estos procesos de transformación social, no
hablan de ciclos, no hablan de revolución e Independencia, sino simplemente de conmemoración de los 200 años de la Independencia.
En esos países se considera que la Independencia ya se alcanzó, es esa Independencia de hace 200 años que llevó a que las elites criollas
oligárquicas asumieran directamente el poder y esas elites son las que, según ellos, tienen que seguir gobernando. Por eso uno nota
la diferencia entre la conmemoración, tal como se plantea en esos países conservadores, donde las fuerzas de la derecha privan y por
lo visto van a seguir privando por mucho tiempo. No vamos a decir nombres pero ustedes ya saben a quiénes en américa Latina nos
estamos refiriendo.
La visión desde la cual estamos abordando la conmemoración de los bicentenarios en países como Bolivia, como Venezuela, como
Ecuador, como Nicaragua, que estamos empeñados en transformar radicalmente esta sociedad, porque sabemos que no responde a la de
un país que debe ser independiente de verdad.
El Ciclo Bicentenario debiera, con honor a la justicia, haber sido planteado desde mucho antes del inicio de este ciclo, quizá en 1997
con el Bicentenario de la Conspiración de Gual y España. Debimos haber hecho una gran celebración en el 2004 con el Bicentenario de
la Independencia de Haití, que es la primera república de la américa meridional, incluyendo allí al Caribe, que se hace independiente, y
además con la significación que tuvo el que fuese una república negra independiente.
Lamentablemente dejamos esa oportunidad casi en el olvido y eso es algo que debemos reparar. también pudimos poner ésta al
inicio del Ciclo Bicentenario en el 2006 con el Bicentenario de la Expedición Libertadora de Miranda, que bastante se hizo en ese momento,
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia�
pero faltó como ligarlo más a este ciclo en el que estamos entrando ahora. Bueno, concedamos que esos dos intentos, tanto el de Gual y
España como el de Miranda, no tuvieron continuidad política inmediata como sí lo tuvo el 19 de abril de 1810, entonces vamos a hacer esa
concesión el próximo año, el 19 de abril del 2010, cuando estemos entonces conmemorando esa decisión de blancos criollos, junto con
algunos pardos, de deponer a la máxima autoridad española de la provincia, al Capitán General Vicente de Emparan y constituir una Junta
de Gobierno autónoma, que si bien en ese momento jura lealtad al rey Fernando VII que estaba prisionero de Napoleón, comienza a tomar
de inmediato un conjunto de medidas políticas y económicas que a las claras indicaban que sería muy difícil, en caso de que ese imperio
superara la crisis, que su rey Fernando VII recuperara el trono. aun así, ya los pasos que se estaban dando en Venezuela ya determinaban
que iba a ser casi imposible que se volviera atrás. De hecho, a pesar de que estos criollos que conforman esa Junta son muchos de esta elite
conservadora, se incorporan, cosa no pensada antes, gente como José Félix ribas, como el mismo Juan Germán roscio, en nombre de los
pardos y de la población en general, lo que va a hacer que esa Junta comience a radicalizarse y a tratar de buscar hacer algo más amplio que
una simple Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII.
De aquí que el mencionado cuerpo comienza a enviar, ustedes lo saben, “embajadores”, vamos a llamarlos así, a otras provincias
de américa para instarlas a que sigan el ejemplo de Caracas, y sobre todo manda emisarios al resto de las provincias de Venezuela
para que envíen diputados a Caracas y formar un Congreso que va a ser un Congreso Constituyente para decidir la nueva forma de
Gobierno que en Venezuela habría de darse.
De tal manera que, ya se ve, que si bien no se habla de Independencia, los pasos que se dan y el espíritu que anima a muchos de
sus integrantes ya permite ver que va a hacer que los acontecimientos se precipiten, y esa Junta de Gobierno autónoma va a constituir
el primer ejercicio exitoso de libertad que ensayan los venezolanos.
Esto no debe hacernos olvidar que ese momento de decisión política, que esa radicalización se hizo posible gracias a los intentos
de rebelión anteriores, sobre todo los que estallaron en el último cuarto del siglo XVIII. sabemos que a este movimiento se va a incorporar
Miranda, en diciembre de 1810, después de 40 años de exilio, y que la presencia de Miranda junto a Bolívar en la sociedad Patriótica va
a acelerar la radicalización del movimiento, y Venezuela se va a convertir en la primera provincia de la américa hispana en declararse
república independiente.
ahora, resulta altamente simbólico que la conmemoración del Bicentenario de esa Independencia, ocurra en momentos en que en
américa Latina se están levantando con fuerza millones de brazos decididos a romper también las cadenas de otro imperio, que al igual
que la anterior monarquía española, intenta sujetar el destino de nuestros pueblos a la consecución de sus objetivos e intereses.
ambos momentos, el del Bicentenario y el de los actuales movimientos de liberación, pudieran entonces estar marcando el inicio y
el fin de un largo proceso de liberación, a través del cual américa Latina ha ido cincelando su identidad y ensayando formas de resistencia
que hoy parecen fructificar en una definitiva voluntad de autodeterminación.
resulta igualmente relevante que, durante este prolongado proceso, el nombre y las ideas de Bolívar no sólo se hayan mantenido
como referente histórico, sino más que eso como elemento movilizador de las múltiples luchas que, a lo largo y ancho de la américa
Meridional, han representado pasos de avance hacia la superación definitiva de toda relación de dominación. tal presencia histórica viene
a ser la reafirmación de que las causas que llevaron a Bolívar a comprometer su vida y sus esfuerzos para liberar a la américa del yugo
que le impedía desarrollar su propias potencialidades, siguen en gran medida presentes y, en consecuencia, nos siguen interpelando y
demandando una respuesta y un compromiso efectivo.
Evidentemente, son otras las condiciones históricas y otras la formas de lucha adoptada; también ha variado el grado de conciencia
social y es mucha la experiencia que los pueblos han logrado acumular en términos de supervivencia, por lo que no nos cabe duda que
así como Miranda y Bolívar supieron vislumbrar el camino a seguir, el pueblo que dejaron sembrado de ideas de patria también sabe hoy
que la hora de la américa Latina ha llegado, y que ese sueño de libertad y unidad ha comenzado a materializarse.
sin embargo, sería un grave error creer que ese camino está ya definido y resuelto y que no tenemos otra cosa que hacer que
transitarlo sin más, pues si bien es cierto que es en este continente donde se están dando los cambios más profundos de transformación
social y quizá las experiencias más genuinas, más auténticas de esos cambios, también es cierto que esos mismos hechos, que esos
mismos procesos revolucionarios que están en estos momentos desarrollándose, han hecho recrudecer las amenazas y las seculares
intervenciones directas del imperio estadounidense en nuestros procesos.
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente �
Estas intervenciones en américa Latina no son ajenas a las intervenciones que ese mismo imperio lleva a cabo en el resto del
mundo, como bien lo sabemos todos; como igual sabemos que en contraparte a esas intervenciones cada vez más frecuentes, más
agresivas, más violentas están también despertando por todo el planeta vastos movimientos de denuncia y de resistencia ante esos
atropellos, así como de solidaridad con las luchas de esos pueblos que están construyendo alternativas. Estamos convencidos de que
el éxito de la amenaza del proyecto planetario que adelanta los Estados Unidos, depende en gran medida de lo que nosotros logremos
construir desde nuestros países, desde nuestro continente, no sólo en términos de resistencia cultural, sino sobretodo en términos de
proyectos emancipatorios.
La conmemoración de los bicentenarios se nos presenta como una extraordinaria ocasión que, como bien lo recoge el lema de
este conversatorio, debe servir para hacer una reflexión sobre el presente a la luz de la historia y una reflexión sobre el pasado a la luz del
presente, pues es claro que se trata de situaciones similares que pueden esclarecerse mutuamente, con el agravante, sin embargo, de que
el actual Imperio ha aprendido a usar un arma de manipulación de conciencia más efectiva que la obligada evangelización de entonces.
Entenderán que me refiero a los medios de comunicación y a su casi total control por parte de los intereses más oscuros de poder. Contra
ello también los pueblos han aprendido a crear y a multiplicar, por ejemplo, esas mismas redes de solidaridad en defensa de su derecho a
decidir su propio destino; redes que por otra parte se requiere que hoy se hagan más planetarias que nunca, pues esa amenaza a la que
nos enfrentamos es la amenaza global, radical, voraz e inminente que se ha presentado en el momento, en la historia de la humanidad.
El lenguaje como instrumento de dominación
Pero hay más, y permítanme señalar esto también. Como en todo proceso político de dominación, es sumamente importante
que tengamos en cuenta que entre las estrategias fundamentales de realización de esos intereses del Imperio, está la imposición de un
neolenguaje, es decir, la definición unilateral de los términos y categorías desde los cuales las naciones y pueblos del resto del planeta,
estamos ahora obligados a interpretar el mundo si queremos ser considerados pueblos civilizados y, por tanto, merecedores de una cierta
consideración, por parte de ese nuevo representante de Dios sobre la tierra. No hablar ese lenguaje que el Imperio pretende imponer
significa, para los pueblos y los Estados irreverentes, ser incluidos en una famosa lista del mal o ser calificados de Estados forajidos y,
por tanto, como en las películas vaqueras, el autoproclamado sheriff del mundo se siente obligado a aplicar la ley para proteger a los
ciudadanos decentes, y no se crean que la sonrisita de Obama lo hace menos sheriff que su predecesor.
Este nuevo lenguaje por el que se expresa la ideología del Imperio actual -el neoliberalismo- se estructura, como todos sabemos, a
partir de una lógica no centrada en la persona humana, sino en el mercado y, desde ese horizonte de sentido, ha generado un proceso de
resignificación de los conceptos, valores, principios, desde los que se pretende modelar el Estado y la sociedad actual. Entre esos conceptos
y valores resignificados está fundamentalmente el concepto de Democracia y, a partir de ese concepto, los otros que les están asociados,
como el concepto de Justicia, de Libertad, de soberanía, de Estado-Nación, de Ciudadanía y hasta de Derechos Humanos. Bajo esa nueva
ortodoxia estos conceptos, en lugar de referir a los valores fundamentales sobre los cuales debe construirse y garantizarse las condiciones de
existencia y reproducción de la vida humana, son reinterpretados en función de mejor garantizar las condiciones de reproducción del capital.
Cuando hablan de libertad, ellos están pensando en libertad de empresa; cuando hablan de seguridad, están pensando en seguridad jurídica
para los capitales. El bien común lo interpretan como sumatorio de beneficios privados; la propiedad individual la ponen por encima del
interés público; el derecho de asociación civil por encima de las leyes del Estado. Hasta la verdad ha sido transformada en mercancía, como lo
podemos comprobar cada día en las empresas de comunicación, para quienes si decir la verdad o publicar una verdad no ofrece ganancias
o contraviene los intereses imperiales, es natural ocultarla o tergiversarla sin el menor prurito para construir las realidades que ese Imperio o
que sus propios intereses particulares de poder, requieren para lograr sus objetivos.
todo esto ha terminado por reducir tanto al individuo en el ejercicio de su subjetividad como a las propias culturas, a ser simplemente
elementos funcionales de las leyes del mercado con el consecuente menoscabo de su dignidad intrínseca. Concomitantemente, toda
otra interpretación de cualquiera de estos conceptos hechos desde otro horizonte de significación, es considerado una afrenta al nuevo
orden y debe ser combatida y erradicada por todos los medios posibles y sin mayor demora, lo que nos revela, además, la esencialidad
de la guerra en el cumplimiento de los objetivos del proyecto de dominación neoliberal.
Este problema de la construcción de realidades mediáticas, pone sobre el tapete un problema del cual sólo aquí vamos a hacer una
ligera referencia, que es el del lenguaje como instrumento de dominación. Es claro que todo lenguaje cumple una función preformativa.
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Cuando nombramos no sólo señalamos las cosas, también transmitimos sentido y todo sentido responde a un sistema de comprensiones
y valoraciones a una determinada concepción del mundo; concepción que es siempre producto de nuestras circunstancias personales
y sociales. De modo que es un hecho que con el lenguaje construimos mundos. Por lo tanto, quien controla lo significante del lenguaje,
controla también los mundos en los que creemos o queremos habitar. si tenemos esto presente, vamos a comprender entonces el
propósito de todas esas listas calificadoras de comportamientos políticamente correctos, con las que todos los años los Estados Unidos
decreta cuáles países deben ser considerados en el mundo países buenos y cuáles países malos. Ejemplo reciente: la semana pasada se
publica la lista de los países que violan los Derechos Humanos. Eso está hecho desde su particular interpretación de lo que son Derechos
Humanos. Esto no está muy lejos de esas otras listas que hace más de 200 años calificaba o dividía a los pueblos entre civilizados o
bárbaros o cristianos y paganos, sintiéndose los imperios de entonces con todo el derecho a liquidar a los segundos por cualquier medio
que fuera. sí, se trata de la misma práctica de dominación imperial y la misma justificación para aniquilar a todos aquellos que se oponen
a sus designios imperiales.
Hoy nos quieren encasillar, por ejemplo, entre el par demócratas y populistas. ¿Quiénes son demócratas, los que mantienen la paz
que sirve a los intereses del poder económico? Ustedes lo oyen cuando habla un vocero de la elite venezolana. Es decir, fíjense cómo
ellos recuerdan siempre cómo éramos antes, que todos vivíamos en paz sin conflictos; para ellos la paz es cero conflicto de clase, todos
viviendo juntos como hermanos pero eso sí, cada quien en su lugar sin pretender otra cosa. ¿Y quién es populista, a quiénes califican
de populistas? a los que trabajan para que la Democracia sea lo que etimológicamente significa, es decir, gobierno del pueblo, aquella
en la que el pueblo no sólo participe ocasionalmente, que es la Democracia que a ellos les gusta, en la que el pueblo va solamente a
votar, sino una Democracia en la que el pueblo sea verdadero protagonista. Es evidente que una Democracia de este tipo, participativa
y protagónica, se opone de manera radical a ese concepto neoliberal y elitesco de Democracia, en la que lo esencial es simplemente lo
formal o lo procedimental, lo que sirve para revestir de legitimidad a ese régimen político.
Entonces, desde ese significante de Democracia, pretender construir un nuevo espacio de realización humana como está tratando
de hacer Venezuela, Bolivia y Ecuador. Un espacio donde los Derechos Humanos básicos de libertad y de justicia, se conviertan en
ejercicio real y efectivo para todos y todas las ciudadanas y no sólo para unos pocos, merece, por supuesto, de su parte todos los epítetos
menos el de Democracia. aquí se acusa a este Gobierno de dictadura. ¿Qué quieren decir ellos con Dictadura? “No me dejas hacer
lo que yo siempre había venido haciendo; es totalitario, porque me ha quitado todos los espacios de poder que antes usufructuaba
a mi antojo”. Y es tal la fuerza de ese lenguaje multiplicado y repetido incesantemente dentro de nuestras mentes por los medios de
comunicación, que muchos han quedado atrapados en el mundo que ese lenguaje construye. Por ello, se impone que comencemos a
traducir nosotros también esos términos desde los significantes de la realidad que estamos construyendo ahora, para que así podamos
mostrar al emperador no sólo desnudo, sino también en toda su perversidad.
En esta deconstrucción y reversión del lenguaje, puede ser bastante esclarecedor indagar cómo hace 200 años Miranda, Bolívar
y todos estos pensadores y constructores de la emancipación, comenzaron a hacerse preguntas sobre los significados de los términos
español y americano. Fueron los que lograron pensarse a sí mismos como americanos, los que iniciaron la revolución de Independencia
contra España.
Historia e Identidad: pilares fundamentales de la dignidad de los pueblos
Quiero también advertir aquí otra cosa de suma importancia, y perdonen que me extienda unos minutos más. Los lenguajes
conllevan sentidos que pueden ser revolucionarios o pueden ser conservadores. La historia de toda guerra de Independencia va a
dar lugar siempre a por lo menos dos relatos: el de los vencedores y el de los vencidos.
Esos relatos se incorporan a la conciencia colectiva de los pueblos implicados y forman parte constitutiva de la identidad de
dichos pueblos. La identidad de todo pueblo dice mucho de su historia y ese pueblo se sentirá más o menos digno, en la medida
en que se perciba a sí mismo constructor de su propio destino y orgulloso de los logros obtenidos en su devenir histórico. Por tanto,
ningún pueblo puede pretender hipotecar la dignidad de otro pueblo, y esto lo saben muy bien aquellas potencias que históricamente
han pretendido hacer desaparecer esa dignidad, por lo que debemos estar preparados también para que, desde esos antiguos centros
de poder, comiencen a emitirse discursos dirigidos o bien a satirizar la importancia que le podamos dar a los bicentenarios o, peor
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 11
aún, a tratar de quitarle a nuestros procesos de Independencia toda su carga revolucionaria y su originalidad e intentar subsumirlo,
por el contrario, dentro de otros procesos que fueran contemporáneos a él, como para que sigamos pensando, como intentaron
hacérnoslos creer durante tres siglos de colonización, que nosotros no estamos capacitados y nunca lo hemos estado para hacer nada
por nosotros mismos y que necesitamos siempre de alguien que nos indique por dónde y hacia dónde caminar.
No hace falta decir que me estoy refiriendo a España, a algunos grupos de poder de España y a algunas instancias del Gobierno
español que andan en una campaña para conculcar el sentido de nuestro Bicentenario y construir la tesis o tratar de imponer la
tesis de que lo que hubo en aquel momento fue una única revolución de Independencia bicontinental; una revolución que ellos
llaman “ibérica”. No existieron libertadores, no hubo Guerra de Independencia; incluso, a los tres siglos de la colonización lo llaman:
“ordenamiento anterior” que fue sustituido por otro ordenamiento y van también a acusarnos, y ustedes van a ver cómo eso se va
a intensificar en la medida que entremos de lleno al Ciclo Bicentenario. Nos van a acusar de patrioteros y de andar con un discurso
trasnochado porque estamos hablando de una gesta que ocurrió hace 200 años.
aquí ya hubo alguien, no vamos a decir quién, pero ya muchos saben quién fue, que se atrevió a decir que puesto que Bolívar
había muerto hace casi dos siglos, sus ideas no tenían nada que ver con nuestro presente. Este es un discurso que emana desde los
centros de poder internacionales y que algunos intelectuales, puestos al servicio de la continuidad de ese mundo de inequidades,
han querido imponer como una manera de despojar a los pueblos de las pocas armas de resistencia con las que cuentan como son
la conciencia de su dignidad esencial, el amor a la tierra de sus ancestros y la defensa de los valores y costumbres que les permiten
ser y existir como otro, como comunidad esencial de vida, como sujeto de derechos y como realización plena de una posibilidad
humana.
todo esto queda encerrado en la noción de Patria y en la acción del patriotismo, términos que sin caer en chauvinismo
merecen hoy una seria revalorización. Cuando defendemos la Patria, cuando hablamos de Patria, cuando decimos Patria, socialismo o
Muerte, estamos hablando, estamos oponiéndonos a todo intento de sometimiento. Cuando decimos Patria defendemos todo eso y
defendemos el derecho de todos los demás pueblos a defender, también, su particular manera de ser en el mundo sin imposiciones,
sin sujeciones, sin negaciones de ningún tipo por parte de otro pueblo; o más bien por parte de grupos de poder que pretenden, en
nombre de una supuesta defensa de la Libertad y de la Democracia, arrogarse ellos la representación del mundo.
De tal manera que, acusar a un pueblo de patriotismo trasnochado o a sus gobernantes de populistas radicales, no significa
otra cosa que la pretensión de despojar a ese pueblo de sus raíces, de los enclaves de su dignidad, de los referentes sobre los que
se asienta su proyecto histórico de realización humana para mejor manipularlos, mejor moldearlos y para mejor incorporarlos a sus
propios designios e intereses. Eso se llama colonización y es un designio sin tiempo. Lo fue en 1492, cuando Colón inició el proceso
de despojo de tierra, riqueza y valores de los pueblos originarios en nuestra américa y lo sigue siendo hoy cuando Estados Unidos
bombardea a Irak para poder apoderarse de su petróleo y para imponer su modelo de democracia.
ante esto siempre veremos, sin embargo, resurgir la defensa de la patria y el sentimiento de patriotismo, si no ¿de qué otra
manera se explican los movimientos de resistencia iraquíes que no han permitido que los Estados Unidos, con todos estos años de
bombardeos inclementes, de destrucción de los valores, del patrimonio mismo de Irak, no hayan podido con toda su superioridad
militar someter a ese pueblo?
Esto lo entendieron muy bien nuestros libertadores cuando se hicieron conscientes de que la tierra en la que habían nacido, tenía
derecho a un proyecto histórico propio, y todo esto lo defendemos cuando pensamos y defendemos la patria; cuando defendemos a esta
Venezuela que no es sino la manera genérica de llamarnos y de defender nuestra diferencia cultural, es decir, defendemos lo que somos.
Pero también, al igual que lo sintieron Miranda y Bolívar, siendo que para nosotros la Patria es américa, tenemos también que defender
y que luchar con igual fuerza por la integración definitiva de nuestros pueblos. Por lo tanto, no es posible dejar la historia atrás para sólo
mirar el futuro como pretenden algunos. Ya lo dijo el Presidente Evo Morales en la cumbre en trinidad:
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia12
“Olvidar el pasado sería un grave error. Hay que corregir ciertamente, pero también resarcir y entender que las relaciones se construyen a partir del reconocimiento de las diferencias y el respeto a la autodeterminación de los pueblos. Estamos aquí, hemos llegado aquí, porque recordamos de donde venimos y sabemos, y eso es lo que determina hacia dónde queremos ir, que para un latinoamericano de verdad el objetivo primordial de la conmemoración de los Bicentenarios de la Independencia no puede entonces ser otro que el de afirmar nuestra Soberanía y nuestra autodeterminación, así como contribuir a consolidar en la conciencia colectiva y en la realidad la unidad de nuestra América. Cualquier otro objetivo o propósito constituiría una traición a nuestros pueblos”.
Por eso, compatriotas -con esto termino- el momento presente nos está exigiendo un serio ejercicio de reflexión sobre lo que vamos
a hacer con esta oportunidad que nos está brindando la historia de conmemorar el Bicentenario del inicio del proceso de Independencia,
en momentos en que, por primera vez en estos 200 años, se da la conjunción de la voluntad política de nuestros líderes, la fuerza y
determinación consciente de los pueblos y formas auténticas y soberanas de integración de nuestras naciones, que nos permitirán lograr
la culminación y consolidación definitiva de esa Independencia.
No podemos, por tanto, hacer tabula rasa del pasado, porque nuestro futuro depende precisamente de la revalorización crítica de
ese pasado, más en un momento como éste; ya lo recogió el Presidente (Chávez) en una de sus acostumbradas líneas, cuando dice:
“La historia de nuestros pueblos la escriben ahora aquellos que tenían prohibido redactar la historia. La historia no la cuentan ya los antiguos vencedores”.
al tiempo que nos recordaba en esa columna que él publica periódicamente, algo que establecía uno de los documentos emanados
de esa Junta suprema que se constituyó el 19 de abril, dice:
“Venezuela se ha puesto en el número de las naciones libres y se apresura a noticiar este acontecimiento a sus vecinos, para que si las disposiciones del Nuevo Mundo están acordes con las suyas, le presten auxilio en la grande y harto difícil carrera que ha emprendido”.
En el mismo documento se habla de elevar la américa a la voluntad política que tan de derecho le pertenece. De allí que esta
revolución, por mandato histórico, no puede ser otra cosa que pueblo organizado en el intento de completar la obra emprendida 200
años atrás por Francisco de Miranda, por simón Bolívar, por antonio José de sucre y por muchos más, cuyo objetivo fundamental es el
de hacer de Venezuela una nación libre, soberana, independiente de todo poder imperial, hermanada con el resto de las naciones que
conforman la américa Latina y en la que sus ciudadanos, cualquiera que sean sus determinaciones culturales, el color de su piel o su
condición económica, tengan garantizados por igual sus derechos esenciales y participen activamente en la determinación y construcción
de su destino colectivo. Memoria y compromiso con ese pasado de dignidad política son las claves de la dignidad y de la vida futura.
termino con una frase de Miranda que me gusta repetir mucho, que es: “Entre eso y la esclavitud no hay medio, y el deliberar
sería una infamia”.
Muchísimas gracias.
Historia para la liberación de los pueblos
Pedro Calzadilla
Yo me atrevo a decir que nosotros hemos avanzado en lo que se puede llamar la democratización de la memoria nacional. La revolución logró poner en el centro
de nuestra vida colectiva, de nuestros asuntos, a la Historia. Lo ha hecho el Presidente Chávez y lo ha hecho todo el proceso que ha insistido siempre en la recuperación
selectiva de algunos episodios, personajes y hechos colectivos que abundan y que contribuyen a la formación de acciones e ideas que apuntan hacia
una democratización profunda.”
“
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia1�
Pedro Calzadilla
Doctor en Historia.
Viceministro Para el Fomento de la Economía Cultural
Presidente de la Fundación Centro Nacional de Historia, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Profesor de Historia de américa de la Universidad Central de Venezuela.
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 15
PEDrO CaLZaDILLa
Historia para la liberación de los pueblos
Bueno, gracias. Yo creo que estamos aquí entre gente vinculada con este tema y con este problema que nos convoca hoy a
muchas Instituciones del Estado venezolano que están aquí representadas. Instituciones que desarrollan actividades de investigación, de
divulgación histórica, de protección del patrimonio y de la documentación en los órganos del Estado.
Por eso, es muy buena esta iniciativa y muy buena porque lo que nos toca por delante es copar de la mejor manera y con la mejor
orientación todo un espacio de reflexión y debate en los medios de comunicación, en las publicaciones, en los foros académicos, que va
ser cada día más exigente y más intenso.
Y recuperando un poco las iniciativas de coordinación de la red de instituciones de historia que existen en Caracas, es muy saludable
esta iniciativa con la asamblea Nacional a través de la Dirección de Investigación y asesoría Histórica y el Centro Nacional de Historia,
organismo creado hace un poco más de un año por el Ministerio de la Cultura, justamente destinado a la reflexión, investigación, difusión
y formación en el terreno de la Historia.
Decía esto porque creo que un evento de este tipo -y un poco lo decía Carmen también- debe generar acciones concretas. Del
debate debemos ir generando ideas para el accionar, porque así como nosotros estamos interesados en este tema, hay otros que con
muchos recursos del extranjero también están interesados en este tema y van a copar los espacios que tienen en algo que va a ser una
confrontación ideológica muy fuerte. Ya lo comenzó a ser, ya hay dos maneras de entender el problema que se está decidiendo no sólo
en el escenario local, sino en los escenarios internacionales. Ya en las conferencias, Carmen ha ido, ha asistido a algunos de esos eventos;
hay las posiciones encontradas en relación a los enfoques historiográficos, pero también las posiciones políticas que se asumen en
relación a los asuntos del mundo actual. Entonces, no deben tomarnos por sorpresa.
Yo voy a plantear algunas ideas que ya hemos repetido en otros sitios, pero que estamos insistiendo en todos los foros como
propuesta de como abordar el problema.
Uno de los abordajes que nosotros debemos dar a esta conmemoración, a este momento conmemorativo y aprovechando por
supuesto esta ocasión que va a ser, como bien lo dijo Carmen, “una explosión” o algo así, donde va a haber un espacio institucional,
un espacio mediático y un espacio académico mayor de lo que tradicionalmente tienen los temas de historia y tiene la reflexión
sobre estos asuntos; y va a haber también, por supuesto, muchos más recursos para avanzar en una tarea fundamental, como es la
reinterpretación y la revisión de nuestra historia.
Yo traigo aquí la propuesta de un grupo de ideas que nosotros hemos identificado y que llamamos nudos ideológicos, sobre los
cuales se ha soportado la dominación historiográfica; la versión historiográfica que ha soportado la conciencia colectiva de los venezolanos
desde el siglo XIX y que se expresa sobre todo en una dominación cultural, en una dominación de las ideas, de las mentalidades.
Por lo tanto, estamos convencidos que la batalla es en el terreno de las ideas y no entre académicos, la cuestión está en la
posibilidad de incidir en la representación colectiva de las mayorías del pueblo venezolano que, lamentablemente, y eso fue la
garantía de la dominación pasada, hizo suya una representación y una interpretación del pasado que era una interpretación y una
representación creada y constituida a partir de los intereses de la clase dominante y, en tanto verdad, funcionó como mecanismo de
dominación.
Cuando nosotros hablamos de historia, hablamos simplemente del presente; nada más lejano de la historia que el tiempo
pasado, es tiempo presente y, por lo tanto es campo neurálgico de la sociedad. Una de las ideas que ha predominado es ver la Historia
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia1�
como algo muerto. La estatua, el museo viejo y antiguo, muerto, donde hay objetos que no dicen nada del presente. Esa es justamente
la versión que busca la neutralización de las conciencias, la Historia aborrecida por todos nosotros en las escuelas, justamente la
Historia que no dice nada de nosotros y, por supuesto, la Historia como base, como esencia de la dominación ideológica. La Historia
es el elemento central de la legitimación, de la dominación de un sector sobre otro y es la clave del gran logro de la clase dominante
del siglo XIX.
Por eso, sin duda, hay un enfoque que nosotros deberíamos cubrir, es entender que se trata de una batalla en el terreno de las
ideas, en el terreno ideológico y que es necesario llevar esa batalla a todos los espacios posibles, espacios que permitan incidir de la
manera más contundente en la mayoría del pueblo venezolano.
Estamos hablando de dos espacios fundamentales, el primero de ellos son las escuelas. Lamentablemente, nuestros niños siguen
estudiando una Historia que no es exactamente liberadora de conciencia, sino una Historia para la opresión. El otro espacio viene a
ser los medios de comunicación. Nosotros los universitarios, los profesionales, debemos desde las academias, perder los pruritos en
relación a los medios de comunicación que son un espacio de confrontación fundamental.
Yo me atrevo a decir que nosotros hemos avanzado en lo que se puede llamar la democratización de la memoria nacional. La
revolución logró poner en el centro de nuestra vida colectiva, de nuestros asuntos, a la Historia. Lo ha hecho el Presidente Chávez y lo
ha hecho todo el proceso que ha insistido siempre en la recuperación selectiva de algunos episodios, personajes y hechos colectivos
que abundan y que contribuyen a la formación de acciones e ideas que apuntan hacia una democratización profunda. son acciones,
desde acciones oficiales hasta acciones populares, que son signos y símbolos de una aspiración, de una representación histórica
diferente. Estoy pensando desde la incorporación simbólica de Guaicaipuro al Panteón Nacional, que hace un reconocimiento a
una realidad, a un capítulo de nuestra historia, a una parte de nuestra población, dándole un espacio en el lugar donde reposan los
Próceres de la patria. Hablo de acciones como, por ejemplo, la modificación del sentido de la interpretación del día de la resistencia
Indígena, el 12 de octubre de 1492.
ahora, una propuesta todavía por fortalecer, es una interpretación nueva que deja atrás el horror de aquellas calificaciones como
“Día de la raza” o “Día del Descubrimiento de américa”. Para dar más ejemplos, la revalorización y reconsideración del período de Cipriano
Castro, del personaje Cipriano Castro y su actitud firme y antiimperialista en los inicios del siglo XX, cuando las potencias europeas
agredieron a Venezuela y bloquearon sus costas.
sin embargo, eso no es suficiente. La tarea del Presidente tenemos que acompañarla, en todas sus intervenciones está permanentemente
suscitando ideas de transformación de la interpretación. aquello cuando el Presidente dijo “África, la Madre Patria”, cambiaba la perspectiva y
provocaba una idea que nos deja a nosotros para el desarrollo de ella. España fue la Madre Patria, pero África, bajo ese concepto, también lo
es, y así como eso, muchas ideas necesarias a desarrollar y profundizar.
Los seis nudos ideológicos de la Historiografía venezolana
Por mi parte, voy a proponer seis ideas que están sugeridas en los debates y en los documentos que estamos generando en el
Centro Nacional de Historia, en las propuestas de desarrollo de la exposición del Museo Nacional de Historia, que es también un órgano
adscrito al Centro Nacional de Historia y que invitamos a su debate, discusión y a su reflexión. Nosotros lo llamamos nudos ideológicos;
para nosotros seis espacios o seis ejes sobre los cuales la dominación ideológica se ha soportado en el terreno de la Historia y de la
memoria. Para nosotros, esos son elementos que han acompañado desde el siglo XIX y durante el siglo XX a los venezolanos y han
incidido, actualmente de manera todavía fundamental, en nuestra idea de nosotros mismos.
Muchas de esas ideas son las que explican la autoestima golpeada del venezolano, que contribuye a explicar cómo llegamos
a 1998 con un pueblo desmoralizado colectivamente, percibido como un pueblo lleno de valores y de condiciones negativas. Cuando
uno revisa algunas de estas ideas comienza a imaginarse lo profundo que fue el efecto, el daño cultural que produjeron estas ideas que
sintonizan dentro de nuestra representación.
La invitación es a considerar estos seis puntos que voy a enunciar de la manera más cruda. La intención es ver cómo han
funcionado y mostrar en que consisten las operaciones ideológicas que envuelven a cada uno de estos nudos para, desnudándolos,
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 1�
provocar su liberación dotándolos de una nueva verdad. Nosotros hablamos de liberar la Historia para que la Historia pueda ser liberadora
de los pueblos.
La preterización de lo indígena para su invisibilización
El primer tema tiene que ver con lo indo originario y el encubrimiento. Nosotros hablamos de una idea, perdonen la palabra un
poco rebuscada, pero da cuenta de lo que queremos decir; este primer nudo es la preterización de lo indígena para su invisibilización.
Los indígenas han sido colocados -así están en la mayoría de nuestros libros de Historia, así están en la mayoría de las ideas que
se han voceado en los medios de comunicación y en todos los espacios de difusión- como un antecedente remotísimo. Cuando
se incorporan, consideran o estudian, aparecen historiográficamente confinados a un antecedente remoto, sin participación en el
resto del proceso histórico que transcurre a partir de 1498, o con una participación limitada a algunas condiciones y, por supuesto,
desaparecidos en el tiempo actual. Esto representa un mecanismo de invisibilización eficiente; su objetivo ha sido volver antigua una
realidad que es presente para, justamente, invisibilizarlos en el tiempo actual.
La desvalorización histórica del esclavo
El segundo tema tiene que ver con la esclavitud, con la desvalorización histórica del esclavo a partir de la sinonimia negro-esclavo
y su confinamiento en la figuración en nuestra historia casi exclusivamente como mano de obra en las haciendas, en las áreas de trabajo,
nunca como un elemento que configura y construye la nación, de presencia e impacto limitado.
La naturalización de las desigualdades sociales
Un tercer nudo ideológico, supremamente importante y fundamental para comprender el tiempo actual, es lo que llamamos
nosotros “el igualitarismo”. La naturalización de las desigualdades sociales y la ideología de la exclusión social, se corresponden a la
construcción del mito de la Venezuela que configura una especie de paraíso racial donde no hay contradicciones, donde el mestizaje es
una categoría completamente idealizada y puesta al servicio de la dominación. así, como somos un pueblo mestizo, somos un pueblo
que no tiene diferencia, por lo tanto no hay racismo o si lo hay es muy poco, no tiene peso. Justamente, se ha dado una operación de
ocultamiento de una poderosísima realidad que nos acompaña cotidianamente, que se ha expresado en tensiones y conflictos sociales
por razones de raza o condición étnica, por razones sociales e, incluso, por razones geográficas.
La Independencia como construcción de unos pocos
El cuarto nudo ideológico tiene que ver con la Independencia y hemos seleccionado algunos temas que tratan de recoger todo
el período histórico, el largo proceso histórico de nuestra construcción colectiva. allí, nosotros hablamos de la invisibilización de la
gesta civil y popular en la epopeya militar de la Independencia. La representación que construimos de la Independencia confina el
proceso a un hecho militar y lo confina a la acción de unos grandes próceres y pone de lado nada más y nada menos que a la mayoría
del pueblo venezolano que se la jugó completa en esa gesta. La recuperación de eso, de todos los sectores que participan allí: mujeres,
negros, indígenas, pardos, mestizos, que no son simplemente quienes alimentan las tropas, sino que son quienes dirigen también los
procesos emancipadores en las regiones, en las localidades, quienes se ponen al frente de muchísimas de las cosas que se están diciendo
y haciendo en ese momento. Cuando la Independencia es asumida como un hecho lejano y distante, en el cual sólo unos hombres
valerosos tuvieron participación decisiva (yo estoy orgulloso de ese proceso pero no me identifico con el, porque yo no tengo un abuelo,
ni un antecesor que haya tenido nada que ver con eso, porque eso lo hicieron grandes hombres y todos militares), se produce un
distanciamiento del hecho histórico, un alejamiento que provoca, al final, un extrañamiento del fenómeno.
Entonces, sin duda, es necesario revisar ese fundamento porque éste termina operando como un elemento que si bien considera
que la Independencia es nuestra gran hazaña colectiva, es el hecho fundacional de nuestra Nación, con todo el horror que significó su
desarrollo, según el concepto del signo anónimo, de supresión de diversidades, de homogenización, etc. a pesar de todo eso, como bien
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia1�
dice la profesora Carmen Bohórquez, la idea de Nación, de Patria y el patriotismo son, hoy en día, una garantía de la defensa de la nación,
una garantía de la continuidad política e histórica de este proceso.
La satanización del petróleo
El quinto nudo ideológico está referido al petróleo, está referido al tema fundamental de la satanización del petróleo como
herramienta para desmoralizar al pueblo venezolano. La leyenda negra del petróleo ha abundado sobre eso; muchos han hablado de este
asunto, sin embargo, hoy en día tiene una relevancia política fundamental, sobre todo porque a partir del paro petrolero descubrimos
que no sabíamos nada de petróleo, y resulta que nuestra vida depende de ello. se creó la idea de que el asunto del petróleo era un
asunto para extranjeros, eran otros los que sabían de ese tema y por lo tanto debíamos dárselo y dejar que ellos lo manejaran y a partir
de allí se provoca un desconocimiento abrumador. No hay, creo yo, un pueblo que desconozca tanto de la materia de la cual vive como
el venezolano.
El pueblo tiene, culturalmente, una relación con el petróleo, con el café, los venezolanos no tenemos una distancia insalvable
con respecto a estos temas. Es necesario recuperar la parte positiva, la parte formadora, la parte creadora que tiene esa actividad que nos
es fundamental y que tiene necesariamente que expresar en nuestra memoria colectiva otros rasgos que no son, exactamente, la idea de
que todo se echó a perder cuando llegó el petróleo, en el entendido de que antes vivíamos en una especie de estado paradisíaco, que
producíamos de la tierra solamente y entonces éramos felices y todo se dañó a partir del petróleo.
El doble culto a Bolívar
El sexto y último nudo ideológico tiene que ver con El Libertador, mito fundador venezolano, médula de nuestra representación
colectiva. Hace falta esclarecer la diferencia entre el culto popular y el culto de elite. La utilización de la imagen de Bolívar para el control
social. a pesar de que hoy Bolívar está acompañando el proceso de liberación del pueblo venezolano, nuevamente, hace falta entender
y comprender cuáles fueron los mecanismos que permitieron que durante casi 200 años, Bolívar hubiera sido convertido por la elite, en
un mecanismo de dominación y de control social.
El doble culto a Bolívar, el culto popular y el culto de elite permanecieron marchando en paralelo, en algunos momentos
llegaron a rozarse o a tocarse, pero efectivamente el uno predominó hasta hoy, hasta ahora. Y justamente el otro, el popular, es el que está
operando en el proceso de liberación.
Bueno son algunas ideas para el debate, nosotros tenemos algo escrito, ya estamos poniendo algunos papeles a circular, son
temas y deben surgir otros.
alguien hablaba, creo que Carmen Bohórquez, sobre la idea de Democracia. El concepto de Democracia que se instala como
único modelo, ese podría ser otro tema de debate que pudiera abrirse.
En síntesis, nosotros debemos responsabilizarnos. Los que estamos aquí tenemos todos presencia, capacidad de decidir,
incidencia, capacidad de incidir en la opinión, en las instituciones. Nosotros debemos protegernos de no hacer el Bicentenario que
hubiera hecho la IV república. No podemos repetir la fiesta faraónica, la fiesta oficial, la ceremonia sosa; nosotros tenemos que convertir
esta fiesta en un momento de avanzar en la liberación de la consciencia del pueblo, y de permitir que esa consciencia nos conduzca y
nos garantice que esta segunda Independencia no la vamos a fallar.
Muchas Gracias.
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 1�
Palabras del Lic. Pedro Sassone:
De verdad que las palabras de Pedro nos ubican exactamente en el debate. Creo que, junto con los dos expositores anteriores
nos da el hilo conductor del debate de la visión política de la celebración del Bicentenario, nos coloca en la batalla de las ideas.
se trata justamente de esa lucha de las ideas, de las ideas que se contraponen en dos conceptos que Pedro no utiliza, pero tienen
que ver con eso: el concepto de ruptura y el concepto de reproducción, que están alrededor de los seis nudos ideológicos fundamentales
que Pedro indica. Igualmente, una parte importante de la exposición de Pedro es la necesaria visión que debemos tener en términos de
la acción. Es necesario ir a la batalla de las ideas, a través del accionar no sólo en el ámbito estrictamente académico, sino en el accionar
en todos los ámbitos de la vida nacional. Quiero decir con esto que este diálogo que hoy estamos desarrollando, es necesario repetirlo en
la calle, incluyendo a otras instituciones para ir como uniendo el mapa.
El proceso independentista y las luchas de las clases populares
Saúl Rivas Rivas
La declaración de independencia de todos los pueblos de Indoamérica y del Caribe han sido en gran parte invalidadas, diciendo que no habían sido
sino guerra civil, (…) precisamente para impedir la conexión de esas primeras independencias con una segunda independencia que nos lleve
a una sociedad socialista, una sociedad diferente y alternativa al Capitalismo. ”
“
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 21
Saúl Rivas
antropólogo.
Coordinador del Proyecto Libre Intercultural Guaicaipuro, Dirección Intercultural del Ministerio del Poder Popular para la Educación.
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia22
saÚL rIVas
El Proceso Independentista y las luchas de las clases populares
En primer lugar, felicito esta iniciativa de los compatriotas de la asamblea Nacional y felicito ese sentido ampliamente convergente
de los ponentes que me han antecedido. Creo que el curso de mi exposición también va a tener mucho de convergente, en cuanto a ver
cómo vamos a enfrentar precisamente, no sólo estos nudos ideológicos, porque esos nudos ideológicos que señalaba Pedro, se inscriben
en una matriz muy bien articulada de la denominación occidental.
Nosotros lo hemos venido percibiendo y lo hemos venido discutiendo con los pueblos indígenas y afrodescendientes en diferentes
talleres. Hay un cronista de Caracas, Enrique Bernardo Núñez, un cronista de derecha, él no era marxista. tenía, incluso, alguna influencia
positivista pero, sin embargo, tenía una concepción bastante dialéctica de la historia. Yo siempre repito esto en muchos foros, talleres
y conferencias en los que participo, porque es verdaderamente una visión panorámica de la historia a lo cual nos estamos acercando.
Decía Bernardo Núñez, que la conquista no termina en el siglo XVI, que la colonia no termina en el siglo XVIII, que la Independencia no
termina en el siglo XIX; sino que la conquista prosigue hasta hoy, la colonia continúa y también la Independencia sigue planteada hoy.
Creo que esto es muy importante recogerlo y, de la misma manera, retomando el planteamiento holístico de los diferentes ponentes que
me han antecedido, yo diría que lo precolombino es lo post colombino al mismo tiempo. Y decía Bernardo Núñez, que pareciera que
todo nuestro pasado se hace presente. Incluso, antonio Malavé Mata en su libro sobre el antidesarrollo de Venezuela, hace una cita de
esa frase de Enrique Bernardo Núñez y, precisamente, a nosotros nos parece fundamental dentro de este marco llamar la atención sobre
el desarrollo de un cuerpo de doctrina sobre los proyectos de dominación en Indoamérica y el Caribe.
sobre esto Pedro trigo, del Centro Gumilla, en una oportunidad quiso hacer un intento pero se lo tragó el discurso único del
mestizaje, es decir, se lo tragó el prototipo del revolucionario integral que sería un supuesto mestizo segundo, precisamente en un
momento en que Luis Herrera Campíns estaba en el poder y estaba hablando de un segundo mestizaje, siguiendo un poco esa trayectoria
filosófica de José Manuel Briceño Guerrero en su discurso sobre el espíritu americano. Briceño Guerrero se tiene que encontrar con tres
minotauros que pelean y no saben por qué pelean. El mantuano, el europeo segundo y el supuesto salvaje, que lo sigue llamando salvaje
precisamente para designar con ese nombre peyorativo lo que yo llamaría el discurso de los pueblos, comenzando por el discurso de la
resistencia indígena. tiene que encontrar tres minotauros que no se entienden, que se sabotean recíprocamente, precisamente porque
ese discurso de los pueblos ha sido durante quinientos años sometido a una camisa de fuerza, a una supuesta cultura única mestiza y si
no desmontamos esa cultura única mestiza -cuya cumbre es la ideología de la raza cósmica de Vasconcelos que se nos ha querido vender
como una concepción original de nuestra américa para enfrentar lo anglosajón- nosotros no vamos a poder construir con nuestros
pueblos un proceso de integración y mucho menos vamos a poder tener identidad y libertad de pensamiento para afrontar ese gran
reto histórico, por una razón muy sencilla, porque hay un sujeto múltiple del proceso histórico y ese sujeto múltiple lo vamos a encontrar
hasta cuando revisemos hoy, someramente, el nuevo mapa político de Indoamérica y del Caribe. Uno va a Bolivia y encuentra montado
en el poder a un indígena, por primera vez en quinientos años, Evo Morales. Pasa un poco más atrás, está un teólogo de la liberación;
pasa por Brasil -un poco moderado- el compatriota Lula; pasa por Venezuela, un militar que resume lo cívico-militar y que de paso en una
de sus últimas visitas a Brasil, llego a declarar -me refiero a Hugo Chávez Frías- “yo me siento más indoamericano y afroamericano que
hispanoamericano, iberoamericano o latinoamericano”.
Bueno, para la ideología dominante esa concepción es excluyente, pero para nosotros hay una interpretación vivencial del proceso
de construcción endógeno de una interculturalidad ecuménica que no puede comenzar por los sectores privilegiados.
aquí llegó un momento en que Fedecámaras declaró que ojalá tuviera un trato tan preferencial, tan respetuoso como el que tenían
los pueblos indígenas en el proceso bolivariano. si Martín Luther King, va a construir en los Estados Unidos el proceso de respeto a los
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 2�
Derechos Civiles, no puede comenzar en los Estados Unidos por las cuatro nacionalidades de primera clase, por los descendientes de
ingleses, por los descendientes de alemanes, por los descendientes de noruegos, por los descendientes de escandinavos que eran las
cuatro nacionalidades de primera. No estoy inventando nada, esto lo vio arnold toynbee antes de morir y lo dejó escrito.
Y diríamos ahora que también el sionismo político europeo, que controla precisamente todo el poder mediático, como lo ha
denunciado hasta el mismo Chomsky que tiene un origen judío, porque una cosa es el origen judío de un pueblo y otra cosa es el
sionismo político europeo y el Estado de Israel. Entonces, no solamente nosotros, y por eso es la importancia de desmontar los proyectos
históricos de la dominación, no nos vamos a encontrar sólo con clases privilegiadas; nos vamos a encontrar también con nacionalidades
privilegiadas y a pesar de su esquema neo-evolucionista, esto lo vio Darcy ribeiro y lo denunció en su tiempo. Pero así como pasó por
alto esa frase luminosa de Chávez en Brasil, de que él se siente más indoamericano y afroamericano que lo demás, bueno, así pasó por
alto ciertas denuncias de Darcy ribeiro en su tiempo, cuando vio que dentro de lo que él llamo esas configuraciones histórico culturales
americanas, había no solamente clases, sino nacionalidades privilegiadas sobre el nativo.
En ese momento, el discurso era para denunciar sólo la xenofobia, pero no nos dábamos cuenta que en muchos países -incluido
Venezuela- la xenofobia y el malinchismo eran caras distintas de una misma moneda y que aquí el malinchismo, la adoración del
extranjero y el auto rechazo de todos los nativos, siempre fue mayor que la xenofobia y los dos responden a la misma enfermedad del
colonialismo que nosotros queremos desterrar. Porque si para algo debe servir -en mi opinión- la profundización en un debate serio
de estos 200 años de nuestras Independencias -en plural- tiene que ser para desterrar cualquier rasgo de discurso único, venga de
donde venga, sea cual sea su procedencia filosófica, ideológica, política, agnóstica o atea, del tipo que sea. Cualquier fundamentalismo
es enemigo de este proceso y no es casual que la derecha fascista trate de imbesibilizar, a través de los medios, a la gente, mientras
que simón rodríguez, precisamente desde su tiempo, se planteaba exactamente todo lo contrario.
Entonces, es importante en este marco también orientarnos por lo que pudiéramos llamar las grandes brújulas rectoras del
proceso histórico, específicamente venezolano y americano, como brújulas para un socialismo del siglo XXI. Insisto en lo del socialismo
del siglo XXI, porque hay gente que a veces se pregunta, bueno, ¿y por qué es del siglo XXI el socialismo? Bueno, simple y llanamente
porque está históricamente contextualizado, no es el del siglo XIX ni es el del siglo XX, porque es un socialismo que está dispuesto a
aprender tanto de los aciertos como de los errores de los socialismos del pasado y del presente, de otras experiencias socialistas.
Entonces, todas esas líneas de los primeros poblamientos indígenas de este continente, desde alaska hasta tierra del Fuego,
cada uno de estos poblamientos tiene una serie de líneas rectoras, donde los arqueólogos como Mario sanoja e Iraida Vargas y los
etnohistoriadores, pueden precisamente ahondar y ver la solidez de esos pueblos y de esas culturas. Estamos hablando de 30.000 a
40.000 años, según la arqueología, aproximadamente por allí va el asunto.
De la misma manera, hay una serie de líneas rectoras que no se generan del lado de las Independencias propiamente, como el caso
de la fundación de la Capitanía General de Venezuela en 1777, pero que le sirven posteriormente de referentes al Estado Nacional, a pesar
de que nace ligado a los procesos coloniales. sin embargo, la resistencia de los pueblos aprende a valerse y a instrumentar un Estado que
nació para una función de clase; buscar su transformación revolucionaria en el período de transición hacia el socialismo para construir los
mecanismos de justicia y de equidad, que permitan la inclusión. Dentro de estas grandes líneas rectoras están nuestras Independencias.
La declaración de Independencia de todos los pueblos de Indoamérica y del Caribe han sido en gran parte invalidadas, diciendo
que no habían sido sino guerra civil, Enrique alí González Ordosgoitti a veces ha dicho: “no, esto no fue una Guerra de Independencia, esto
fue una simple guerra civil”, precisamente para impedir la conexión de esas primeras Independencias con una segunda Independencia
que nos lleve a una sociedad socialista, una sociedad diferente y alternativa al Capitalismo.
Y por supuesto en las épocas de crisis, la profundización en las líneas rectoras de nuestro proceso histórico es fundamental, porque
si algo llegaron a observar algunos historiadores nuestros, fue que nuestro continente en la segunda Guerra Mundial, por ejemplo, carecía
de líneas rectoras especificas. Entonces, como no teníamos líneas rectoras, no teníamos iniciativa propia frente a las grandes potencias
y, ¿qué paso?, nos alinearon en la unidad de las américas contra el Fascismo. No era que no tuviéramos que combatir el Fascismo,
pero nuestra prioridad en ese momento no era el Fascismo; era una segunda Independencia nuestra. Incluso era el mejor camino de
descoyuntar el Fascismo, porque ya hemos visto que las potencias capitalistas que derrotaron el Fascismo, construyeron nuevas formas
de Fascismo. Incluso, hubo hasta una degeneración stalinista por allí.
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia2�
ahora, estas líneas rectoras de nuestro proceso histórico son fundamentales. Fíjate, la democracia representativa de la IV república,
en los 40 años, sólo produjo una línea de envergadura que fue la OPEP y fue más obra de Pérez alfonso y otros más que del propio Pacto
de Punto Fijo. Más bien, se convirtieron los creadores de la OPEP en herejes para el Pacto de Punto Fijo y, sin embargo, esa línea estaba
siendo desmontada por la IV república.
Lo primero que hace Chávez cuando toma el poder es precisamente tratar de reconstruir la OPEP, precisamente para evitar que el
petróleo se convirtiera en una leyenda negra, pero también para tratar de convertir el petróleo en arma de paz. Pero, al mismo tiempo,
todavía estamos atrapados en la petroadicción como sociedad consumista y esa sería la otra cara de la medalla de esa leyenda negra a
la que tú te refieres.
El Socialismo como constructor de Independencia
En líneas generales, hay unos materiales escritos que hemos dejado, pero en primer lugar queremos decir que en esta coyuntura de
los 200 años de la Independencia, estamos precisamente en una crisis del capitalismo y en la coyuntura de una segunda Independencia.
tenemos que profundizar los procesos que se están adelantando en américa Latina, los procesos hacia el socialismo, porque si no nos
valemos de la crisis para avanzar en estos procesos, entonces la crisis va a avanzar sobre los cadáveres de todos nosotros.
En estos 500 años de dominación occidental, y esto hay que decirlo, no han bastado las denominaciones eurocéntricas de
Hispanoamérica, Iberoamérica, Latinoamérica o de américa seca, o de tercer Mundo y de otros equivalentes para dejar de ser puesta en
duda nuestra humanidad, nuestra existencia histórica y cultural por parte de las grandes potencias y de las elites dominantes. Incluso
las elites dominantes nativas terminan aceptando padrastros y madrastras para amparar su propia minoría de edad. Es increíble que una
vez fue Godofredo González, representando al Parlamento nuestro y manejando una visión unilineal de la historia y de las sociedades,
manejando esa historia de la denominación a la que ustedes se referían, dijo en el Parlamento de Europa textualmente: “Nosotros tenemos
mil quinientos años de atraso con relación a la civilización occidental”. sí, todavía en muchos textos de historia leemos: “¿en qué fase o
período de la cultura estaban los indígenas en el momento de la llegada de los europeos a américa?”, “¿en qué fase o período de la cultura
estaban los africanos que fueron secuestrados como esclavizados a américa?” Es decir, son falsas preguntas de la historia, porque ¿cómo
podemos pretender que pueblos que son contemporáneos estén en la edad de piedra o en la edad del bronce? Eso forma parte de toda
esa historia manipulada y manipuladora.
Por tanto, no es sólo conveniente, no es sólo necesario acceder a una visión multilineal de la historia y las sociedades, es necesario
también acceder a una visión multilineal del conocimiento. ¿Por qué? Porque si no aceptamos la multilinealidad del conocimiento,
no estaremos en capacidad de ver cuál es el aporte de los diferentes pueblos no occidentales al mundo actual; nos quedaríamos,
precisamente, entrabados en un esquema de explicación unilineal de la historia y de las sociedades.
Una visión multilineal del conocimiento presupone que no existe la ciencia, sino las ciencias en plural, y que no todo comienza
en Grecia y roma y en lo judeocristiano, y que no es verdad que lo que no pasa por lo greco-romano y lo judeocristiano pertenece a la
irracionalidad. Esto es tan delicado que el racismo europeo y el colonialismo europeo -no sólo norteamericano- había procesado a las
civilizaciones chinas como una civilización irracional, y unos investigadores se pusieron a estudiar la estructura interna del idioma chino
y llegaron a la conclusión de que allí estaba mejor expresada la lógica aristotélica que la formulación del propio discurso filosófico de
aristóteles. Entonces, ¿quién se copió de quién? Nos han metido y nos siguen metiendo en nuestras universidades la idea de que hay un
solo modelo de ciencia, la idea que hay un solo modelo de cultura, la idea de que hay un solo modelo de religión. Incluso, el monoteísmo
no es occidental; nace en África y, aparte de eso, muchas de esas religiones indígenas de convivencia tienen un sentido mucho más
concreto, mucho más articulado y mucho más horizontal de la unidad y diversidad del universo, que muchas de esas fragmentarias
religiones occidentales de hoy. Y no existe el arte, existen las artes, entonces, esa división entre arte y artesanía, las Bellas artes, esa es una
visión que data desde el renacimiento para acá. antes del renacimiento, todo lo que era la música, la pintura, la arquitectura, formaban
parte de la artesanía; pero ahora, los pueblos tienen artesanía, folklore y sólo las civilizaciones europeas tienen sus Bellas artes, de allí sus
museos de Bellas artes y cuando tú hablas de Bellas artes es porque hay artes feas.
Por supuesto, también, así como planteamos la necesidad de ver la diversidad en las ciencias, también en las tecnologías
y en las tecnologías de convivencias, porque de otra manera no vamos a estar en condiciones de romper con esa visión unilineal y
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 25
unilateral del progreso humano hegemonizado por un occidente cada vez mas racista y cada vez más colonialista, que trata de negar
todo por distintas vías.
Fíjense, viene a colación aquí, y con esto quiero ir finalizando, el regaño del rey de España a Chávez, que alguna gente lo ha
banalizado. Bueno, está bien, lo banalizó la derecha, pero hay gente de izquierda que también ha banalizado eso y han presentado a
Chávez casi como si Chávez se enguayuca para discutir con el rey de España, o sea para enfrentar el “cállate” del rey de España. Y resulta
que el complemento de ese “cállate” lo da Zapatero. ¿Qué dice Zapatero?: “Mira, es que hasta Marx era europeo”. En dos platos ustedes
no han aportado nada, indios y negros de allá de ese Continente.
Ese es el discurso, esa es la síntesis del asunto. sin embargo, recientemente aparece un libro de Monte Ávila Editores, de un
camarada, que se llama El Estado Posible. Bueno, a pesar de que este señor tiene una dificultad para acceder a la diversidad cultural,
también banaliza esa postura de Chávez en relación al “cállate” del rey de España. así como muchos trataron de banalizar el “mira clérigo
cállate”, como le dijo el Papa a Ernesto Cardenal en Nicaragua.
Bueno, en síntesis, un socialismo del siglo XXI, en sociedades que son multiétnicas y pluriculturales y de vocación intercultural,
porque aquí en la revolución Bolivariana (hasta ahora) se ha asumido lo de la Democracia Participativa, un poco lo de protagónico,
bueno no mucho como decía aristóbulo en estos días, pero lo de multiétnico y pluricultural, eso sigue siendo un tabú, eso sigue
siendo parte del curriculum oculto de nuestras Constituciones nacionales. Y hay investigadores que tienen el atrevimiento de escribir
hoy sobre Bolivia, como si allí no existieran indios y yo le hice un monitoreo cuando estaban los nazi-croatas de santa Cruz agrediendo
indígenas en las calles de Bolivia. ¿Y que decían los nazi-croatas de santa Cruz?: “no, aquí no hay indios, aquí todos son mestizos”, ah,
pero ¿qué dijo desde acá, desde el otro lado, desde la misma izquierda nuestra, otro personaje que no lo voy a nombrar? Dijo: “no, es
que hasta los nazi-croatas son mestizos”.
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PEDrO sassONE
Palabras Finales
Por los cuatro puntos cardinales de Bolivia, invisibilizados hoy por la ideología mestiza, por la derecha y por la izquierda también.
Entonces, son abusos y arbitrariedades históricas y culturales y arbitrariedades humanas que hoy no estamos dispuestos a callar. Los
pueblos indígenas y los pueblos afroamericanos tienen hoy voz propia y, otra cuestión que queremos decir, es que precisamente por esa
traba de la ideología mestiza, que bastante me costó una vez discutir este asunto con el doctor acosta saignes, porque todos de una o
de otra manera somos producto de esa ideología mestiza.
Lo siguiente, si tú eres alguien que se mezcló con otro que no es indígena, entonces, ya no eres indio, ya eres un mestizo. Quiero
recordar que dentro de esta ideología racista, no estoy hablando del pasado solamente, la Funai del Brasil le sacaba la sangre a los
indígenas para ver que porcentaje india tenían y saber si las tierras les pertenecían o no. El Diccionario de la real academia Española,
a pesar de que, desde el Consejo Mundial de Pueblos Indígenas y desde la V Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas, hicimos una
denuncia de esto, todavía define indio como aquel descendiente de los primeros americanos, hoy sin mezcla de otra raza, y aparte de eso
lo presentan como imbécil, como tracalero y como bestia de carga.
Por eso es que la iniciativa de los 200 años de nuestra Independencia no puede irse de la mano de nuestros pueblos, ni siquiera
disfrazado bajo una supuesta amplitud de lo hispanoamericano o lo iberoamericano, o de lo latinoamericano o de lo americano a secas, para
reproducir un panamericanismo que nos lleve a la Doctrina Monroe. Fíjense que la misma Doctrina Monroe no solamente tiene un contenido
imperialista y de clase, también tiene un contenido étnico, un contenido paneuropeo. No es solamente américa para los americanos, sino
que, detrás de eso, ¿por qué le pusieron tantas trabas a Francisco de Miranda para que contribuyera al proceso de nuestra Independencia?
Lo dejaron con los crespos hechos los franceses, lo dejaron con los crespos hechos los ingleses y después los propios norteamericanos. Eso
no es casual, así como tampoco es casual que los 200 años de Independencia de los Estados Unidos pasaron como desapercibidos, claro que
tenían que pasar desapercibidos ¿por qué? Porque el concepto de imperio es la negación de la Nación. ¿Qué Independencia es la que van a
celebrar ellos? simple y llanamente, y eso no lo digo yo lo dice un hombre de derecha como Germán arciniegas, para quien Independencia
es contrario a imperio, imperio es anexión y la Independencia es un aporte de américa al mundo, al mundo europeo, porque esa era una
palabra y un contenido para ellos desconocido, desconocido para cualquier idea imperial.
Finalmente, quisiera decir lo siguiente: tenemos que articular la plena vigencia y reorientación de nuestras primeras Independencias
nacionales con la profundización de la segunda Independencia frente a Estados Unidos y a Europa.
Es necesario articular la vigencia de los pueblos indígenas y poblaciones afrodescendientes, sin los cuales no habrá Independencia
real y concreta con la vigencia del Estado nacional, con la integridad político territorial y con la vigencia de la Nación venezolana en el
contexto de los procesos de integración indoamericana y caribeña.
Es imperante el desmontaje del eurocentrismo, del hispanocentrismo, de las teorías unilineales del atraso y del progreso y de
los proyectos históricos de la dominación en Indoamérica y el Caribe. Es inaceptable que nos sigan presentando a España como alfa y
omega de nuestra existencia histórica; el cuento de los pueblos nuevos que los fundamentó mucho Darcy ribeiro, pero que al borde de
la muerte se retractó de esa concepción.
Ya nos lo había dicho robert Coulthard y después lo ratificó con su libro adolfo Colombres, cuando se refiere a américa como
civilización emergente. En definitiva, debemos enmarcarnos en la construcción de un mundo multipolar que permita el encuentro de
pueblos y naciones en un nuevo orden planetario bajo la construcción del socialismo del siglo XXI.
Frente a cualquier reduccionismo geopolítico, tengamos presente la dimensión heterogénea de la vida y la política, y de esta
manera reconocernos como sujeto múltiple. Martí advirtió, hace bastante tiempo, que américa no caminará sin el indio. Camilo torres
hizo una advertencia a los cristianos de que la presencia de los cristianos era importante para una revolución. La presencia de los
afrodescendientes en el continente es un elemento también fundamental; lo mismo que la lucha por el equilibrio de género por parte de
las mujeres también es esencial para un proceso de liberación y, por supuesto, el marxismo crítico es irremplazable.
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 2�
El que quiera acabar con el marxismo que acabe con la lucha de clases; el que quiera acabar con la lucha de clases que acabe con
las clases sociales. De la misma manera, el que quiera acabar con la indignidad, bueno, que acabe con la exclusión y la discriminación
étnica; y el que quiera acabar con el feminismo, que acabe con el patriarcalismo, que tiene nada más y nada menos que cinco mil años
de montado.
termino diciendo que, en mi opinión, en este continente no habrá revolución sin el concurso de todas estas fuerzas, de todos estos
factores políticos y sociales que hemos venido señalando, y el nuevo mapa político de Indoamérica y del Caribe nos esta dando la pauta.
Muchas gracias.
Bueno, con la intervención del profesor saúl rivas se termina de completar un cuadro, de verdad, muy interesante. De hecho,
nosotros vamos a hacer lo posible por sistematizar el material y colocarlo en una publicación
Con las intervenciones de los cuatro profesores dejamos abierto el derecho de palabra. recordemos que idea es aportar dentro de
este mapa que queremos construir, dentro de la visión política del Ciclo Bicentenario.
Queda abierto el derecho de palabra.
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INtErVENCIONEs
Carlos Mata
Buenos días a todos, mi nombre es Carlos Mata, estudio en el Pedagógico de Caracas, Educación y Geografía Histórica. De todo lo
que ustedes hablaban, quisiera recordarles algo importante que Miguel acosta saignes señalaba: que la comprensión de la categoría
histórica es el pueblo, esto es la conducción a la creación del museo folklórico, entonces, la categoría histórica es la que nos lleva a la
comprensión del pueblo y quiero citar también, como manera de vincular a simón Bolívar, que decía que moral y luces son los pilares de
una república, o un ser sin estudio es un ser incompleto.
Hace poco se estaba hablando sobre la reforma del curriculum bolivariano, y creo que a este tiempo deberíamos tener mas voluntad
en lo que sería la reforma del curriculum bolivariano, porque si es la educación lo que fomenta la creación de ideas de una persona, creo
que este gobierno particularmente, debería profundizar en lo que sería la educación venezolana, porque lo que es la educación en la
actualidad tiene muchas fallas. Mucha gente lo sabe, de que en historia se enseñan fechas pero no se enseña procesos, no se enseña lo
que significó el 19 de abril, el 5 de julio, entonces, de qué nos sirve estudiar fechas, si al final no nos sirve para nada cuando llegamos a la
universidad. Creo que es importante a la altura de esta fecha, reformar completamente lo que sería el curriculum bolivariano.
Gracias.
Mario Sanoja
Buenas tardes, aparte de agradecer la invitación que nos han hecho para este acto, considero que hay un elemento muy
importante que ya lo han desarrollado los compañeros que me antecedieron y que es fundamental: tratar de desarrollar de manera
explícita un nuevo concepto de la Historia de Venezuela.
Cuando digo concepto, es en el sentido de dar la idea de que el proceso histórico que nos lleva a la Independencia en el siglo
XIX, no fue algo que comenzó en las 24 horas del 19 de abril de 1810, sino que desde el mismo memento en que España comienza a
conquistar y a colonizar a américa y en particular a Venezuela, se inicia de hecho un proceso de Independencia, porque los imperios
no reproducen su propia naturaleza. España no reprodujo en Venezuela el imperio español, reprodujo una realidad histórica distinta y
eso se demuestra en los siglos posteriores. Como apunta Iraida Vargas, eso se expresa en toda la cantidad de insurrecciones, procesos
que forman prácticamente una revolución que se va gestando hasta llegar al siglo XIX, que se concreta ya con el 19 de abril y el 5 de
julio. Pero esos procesos no se detienen allí, porque como hemos apuntando, la Independencia que se obtiene en el siglo XIX es una
Independencia parcial, pero toda la Historia de Venezuela en el siglo XIX hasta llegar al siglo XX y XXI ha sido una historia de carácter
revolucionario de distinta naturaleza y de distintas duraciones en su expresión material, hemos estado siempre en un proceso de
transformación.
Creo que es muy importante -para independizar, también, el bicentenario de la historia tradicional, que es la historia de las
instituciones coloniales o en todo caso la historia de la España imperial en américa- que tenemos que hacer una historia que refleje
nuestro propio ser, una historia que nos muestre como pueblos que desde el mismo siglo XVI y hasta antes, hay una lucha que
culmina fundamentalmente en distintos niveles de Independencia; de manera que es importante que esto se oponga al concepto de
la historia oficial.
Por otra parte y aquí termino, es muy importante promover la publicación de trabajos, no solamente de libros, sino de trabajos
más breves que permitan una amplia difusión de esta concepción de la historia, de esta idea de la historia. Quiero informar que en
Monte Ávila se esta creando una colección que se llama [inaudible] que es precisamente para eso, para publicar ensayos breves,
trabajos cortos que tienen como objetivo ser distribuidos sobre todo en los Consejos Comunales o a la mayoría de la población que,
posiblemente, no va a leer un libro, ojalá fuese así. Pero si puede tener a su alcance trabajos breves que lo introduzcan a esa diversidad
de conocimiento que supone o que debe suponer la creación de esta Comisión del Bicentenario y su funcionamiento.
Gracias.
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente 2�
Lic. Pedro Sassone: Gracias al Profesor Mario sanoja. sigue abierto el debate.
Nirva CamachoActivista del Movimiento Afro venezolano, La red de organizaciones afrovenezolanas y el cumbe de mujeres afrovenezolanas.
Quiero celebrar la idea de este conversatorio y la valoración que se le ha dado en el reconocimiento de lo que es la población
indígena y afrodescendiente en casi todos los expositores. Me parece bien valioso que el doctor Pedro haya destacado esa situación del
igualitarismo racial, lo que hemos llamado la trampa del mestizaje en Venezuela. Valoro ese reconocimiento que se está haciendo, porque
de allí debemos partir para que realmente ese bicentenario sea celebrado con todos los elementos que nos llevaron a esa Independencia.
si no tenemos conciencia de eso, si no se incorporan todos los sectores, como bien lo resaltaba saúl, va a ser difícil que conquistemos esta
Independencia por la que estamos luchando hoy si no se incluyen todos los sectores.
Quiero hacer ese reconocimiento, es importante que para todos los conversatorios y todo este proceso que se esta iniciando a
partir de esta comisión, puedan hacerse, creo que uno de los ponentes lo dijo, de llevarlo a la escuela, de llevarlo a los medios y que pueda
toda la comunidad incorporarse, porque realmente si no tenemos la memoria histórica, es muy difícil que nosotros sepamos hacia donde
vamos y contra quien nos toca luchar ahorita para lograr la verdadera Independencia.
Gracias.
Andreina Bravo
Quería plantear que tanto el Centro Nacional de Historia, como la asamblea Nacional se habrán conjugado en promover como dijo
la doctora Carmen Bohórquez, un proyecto emancipador y no solamente un proyecto de resistencia cultural. Este proyecto emancipador
como dijo la compañera que habló anteriormente, tiene que ver con lo que se está haciendo desde el Centro Nacional de Historia, que
es esa democratización de la memoria histórica y tratar lo mas posible de dirigirnos hacia las comunidades organizadas, con grupos que
formemos desde el Centro Nacional de Historia, que formemos desde la asamblea Nacional, de personas que tengan estudios sobre los
procesos emancipadores para sentar bases dentro de esas comunidades organizadas, que no sean esporádicas, que no sean solamente
para el momento de la Independencia, sino que estén permanentemente informadas acerca de la memoria histórica y como es nuestro
futuro en relación a un proyecto emancipador.
Eso es todo.
Iraida Vargas
Buenas tardes, hola, todos y todas.
Me gustó mucho la intervención de los cuatro, pero particularmente, y quizás porque coincidimos en cosas que hemos publicado,
con la que presentó Pedro Calzadilla y que refleja la del equipo. Creo que eso es lo que hay que hacer. Incluso, aumentaría un par más
de nudos ideológicos, porque obviamente no basta con invisibilizar a los invisibilizados, tenemos cientos de años, desde que surgió la
condición colonial, tenemos cientos de años con las mujeres ocultas, con los afrodescendientes ocultos y los indios ocultos. No basta. Lo
que quiero decir con esto es que no basta con uno de ellos por importante que sea, tiene que ser visto de manera más integral y después,
hay algo que resaltaba la persona que me antecedió en el uso de la palabra, y es que no podemos seguir actuando, los historiadores
y las historiadoras de manera espasmódica. Cuando hay la celebración de la gesta mirandina, entonces aparecemos en la televisión o
aparecen algunos o algunas en la televisión, o aparecen algunos escritos sobre Miranda. Cuando el 19 de abril, entonces el 19 de abril.
tiene que haber algo más orgánico y el único que lo puede realizar es el Estado. El Estado, a través de una cosa que se llama
Ministerio de Educación, sea superior o sea de Enseñanza Básica, donde toda esta porquería con la que socializan a nuestros hijos, yo
tengo nietos, óiganlo, nietos. Iraida Vargas, que tengo 45 años haciendo arqueología e historia en este país, tengo nietos que todavía me
hablan que los indígenas eran esto, que eran lo otro, o que a los negros les hicieron esto o a los negros le hicieron lo otro, y todo eso es
mentira. todavía ese niño de 7 años esta siendo socializado tal como fui socializada yo hace 60 años atrás. No saquen la cuenta.
ConcepciónPolíticadelCicloBicentenario dela Independencia�0
Mientras no resolvamos ese problema, mientras la socialización de los niños y niñas no sea algo orgánico, donde nos quiten de la
cabeza de que Negro Primero llegó sangrando y se le ofreció a Bolívar, sino que el 70% de los combatientes era afrodescendientes, señores,
porque la población para ese momento era mayoritariamente afrodescendiente; de que el ejército de los llaneros de Páez, de que los lanceros
de Páez eran unos combatientes maravillosos y no se dice que fueron recolectados de indios Guayanos, indios Cuibas, de indios Pumé y
mezclados con Canarios, con indios Caribe y que esos lanceros eran eso. Mientras no se diga, seguiremos creyendo que Páez era excepcional
y que los llaneros son sanguinarios, porque están caldeados ante el horror de lo que es vivir en el llano, porque son unos espartanos, etc.
Eso es un cuento, por favor, necesitamos otro relato ideológico para liberarnos, como decía Pedro Calzadilla. todo lo que Pedro dijo
yo lo suscribo. Eso no lo podemos hacer nada mas yendo a un Consejo Comunal y llevándole unos folletitos ni dándole charlas; eso tiene
que ser desde que tú abres los ojos al mundo que te echen el cuento.
Miren, los gringos desde que abren los ojos al mundo les dicen, nosotros somos un pueblo excepcional, se lo demuestran y lo
hacen, nosotros tenemos todos los derechos; nuestro modo de vivir, es el modo de vivir. Eso lo reciben desde que nacen, junto con la
teta que están chupando. Nosotros necesitamos hacer lo mismo aquí, para que la gesta bolivariana y la Independencia, la verdadera
Independencia no siga siendo una zanahoria delante de un burro, que nosotros vamos persiguiendo y nunca encontramos, porque los
que estamos luchando, no por conseguir esa zanahoria, sino por verdaderamente liberarnos, somos una minoría de convencidos.
todos aquí estamos convencidos de estas ideas, pero aquí nosotros no tenemos manera de acceder a la gran mayoría desde que
nacen hasta que llegan a ser adultos y por eso hay los Carrera Damas, y por eso hay los vende patria, porque fueron socializados y les
dieron todas las armas para continuar traicionando a nuestro pueblo.
De manera, que yo creo que los nudos ideológicos deben ser identificados e incluso incrementados, para que se pueda actuar
sobre ellos, que se debe crear una campaña muy agresiva a nivel de medios de comunicación y todo lo demás, pero que también
debemos convertirnos en un ejército de vanguardia que vaya ante el Ministerio de Educación y le diga: “no nos calamos más que se diga
que el país se inició con la resistencia indígena en 1498, no es verdad”.
La resistencia indígena existe desde que existen los indios en este país y en este territorio desde hace quince mil años. Por lo tanto,
la resistencia indígena es connatural a todo proceso de dominación.
La dominación que surge con la condición colonial es de un tipo, pero antes había otra y eso hay que explicarlo, porque la
combatividad no es un derecho divino, eso se gana en la vida cotidiana, y eso es lo que caracteriza y ha caracterizado este pueblo. Igual
que la combatividad de las mujeres y la invisibilización es producto de que tenemos a Ministros y Ministerios de Educación que nos han
ocultados nuestra historia.
No sigamos arando en el mar, trabajemos en los puntos nodales y, de esa manera, pudiéramos de verdad lograr ayudar a la
consecución de nuestra verdadera Independencia. Pongámonos todos como un ejército a denunciar todo esto que ha sido señalado por
Pedro particularmente, pero también por los otros ponentes el día de hoy.
Gracias.
Alexander TorresCentro Nacional de Historia.
De igual manera, suscribirme a los planteamientos anteriores, agradecer la invitación, y felicitar y aplaudir este tipo de gestión.
Yo sumaría algunos elementos a los ya esgrimidos, sobre todo por mi preocupación por los que considero uno de los puntos
fundamentales que hay que empezar a desmontar que es el problema historiográfico. No debemos circunscribirnos a la idea que lo
historiográfico es solamente la producción de libros. Ya los exponentes lo dijeron: la enseñanza, la siempre intencional enseñanza de
la historia, las efemérides, los medios de comunicación y todo el aparataje muy blindado de que se valen los grupos hegemónicos y
dominantes que han inoculado en el imaginario colectivo ciertos traumas y ciertos tabúes que todavía no hemos superado y eso se pone
sobre relieve en el Ciclo del Bicentenario de las Independencias.
Yo quisiera señalar algunos elementos para la reflexión: lo primero es que casi todos los libros de historia y casi todos los
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente �1
discursos de las efemérides están permeados por una dualidad y en esa dualidad un punto de vista ha sido predominante sobre el otro.
todavía en universidades un libro necesario, un libro citado y recitado sigue siendo un libro que hoy está cumpliendo, en este año está
cumpliendo 90 años, Cesarismo Democrático. todavía hay profesores que siguen diciendo que la Guerra de la Independencia fue una
guerra civil y muchos que afirman tajantemente este adefesio, este dislate, esconden que hay supuestos, que hay filosofías subyacentes
que comienzan a invisibilizar a los sectores populares, que comienzan a decir que en los sectores populares nunca la Independencia
fue bien vista; comienzan a decir que estos sectores la desaprobaron, que la guerra de la Independencia no fue una guerra popular y se
basan en algunos criterios de verdad como el documento del año 1814 de Bolívar, cuando dice que fueron nuestros hermanos y no los
españoles los que derramaron nuestra sangre, o de rafael Urdaneta. Pero, en el fondo lo que están diciendo es que el sector popular es
conservador, es perezoso, que está constituido por una horda de animales que no tienen capacidad de redimirse y que si algún día hacen
algo es bajo la égida del adalid de la patria, del héroe que, y en este caso era el patriciado criollo, acapara y monopoliza el momento
áureo de la Independencia. Una visión que se opuso a esa, que también está cumpliendo ahora 70 años, es un libro que se llama
Hacia la Democracia, que reivindica la idea de que la guerra de la Independencia no es una guerra civil, sino una guerra internacional,
básicamente, entre los intereses mercantiles de la metrópoli y el afán independentista, entre otros, de la nobleza criolla. Y que comienza
a decir que el hombre no es presa de los designios del medio y que la flaca voluntad humana sí se puede imponer, porque el hombre es
conciencia y es constructor y es demiurgo de su propia historia.
Entonces, reivindicar la visión de que la Independencia es inconclusa es en gran medida decir que el hombre hace su historia, y es
defenestrar esa visión positivista y neopositivista que todavía sigue permeando el sistema escolar y los demás procesos de socialización.
Otra idea que quisiera compartir también, que lo vamos a ver en estas dualidades, es esa visión que se impuso en los años setenta
bajo la égida de John Linch por un lado, y la otra que ha sabido calar mucho en el ánimo de algunos historiadores, tal es el caso de
Francois Xavier Guerra. se trata de esa dualidad de que la Independencia es un movimiento endógeno, que es procurado por las fuerzas
internas; visión que se ubica frente a la concepción muy perniciosa, y es la que están defendiendo algunos elementos de la élite, de que
la Independencia es una mentalidad importada. Que gracias al deterioro de lo que ellos llaman verdad, la monarquía española que nunca
califican de absolutista ni de antiguo régimen, sino que el mismo deterioro externo fue lo que casi a regañadientes, casi a empujones, hizo
que las élites acá se apresuraran a declarar la Independencia o mejor dicho la autonomía. Ese correlato nos dice que no hubo colonia, sino
que hubo una estructura provincial y que Venezuela, o lo que después va a ser Venezuela, desde el principio no era apetecido porque no
tenía los dividendos que tenían los altos imperios, los incas, etcétera. Esa es otra cosa que hay que empezar a defenestrar, esa visión de
que la Independencia es un movimiento importado y que no partió desde las fuerzas internas de las sociedades organizadas.
Y un tercer elemento que quisiera sumar, porque considero que la Independencia genera gran complejidad, empezando que hay
que revisar el término Independencia, porque aquí se ha hablado de Independencia. ¿Es Independencia emancipación? ¿La Independencia
es un proceso meramente político? ¿Podemos hablar de la Independencia? ¿No es una contradicción que hablemos de que el ciclo de
la Independencia arranca hoy y estamos diciendo que desde la llegada misma del conquistador hay un espíritu de Independencia?, ¿no
es una contradicción lo que decía don Enrique Bernardo Núñez, el 24 de junio de 1948, en Juicio e Historia de Venezuela, cuando decía
que la Independencia, la conquista, la colonización son indetenibles? revisar esos términos, hasta qué punto somos Independencia o
decir seguimos en la Independencia.
Conmemoramos un hecho en el marco de la Independencia, pero estamos conscientes que la Independencia es mucho más
compleja que el rompimiento con España y es tanto así que mañana se conmemora uno de los movimientos más importantes, llamado
la insurrección de José Leonardo Chirinos en las adyacencias de Coro en 1795, José Caridad González, Coco Frío y otros más. Pero todavía
nosotros, inclusive inconscientemente, seguimos hablando de movimiento preindependentista y fíjense ustedes que es interesante,
porque decir que es un movimiento preindependentista es en gran medida también negar que esas gestas, que no son liderados por la
nobleza criolla, que no son aprobadas por las facciones dominantes, porque no representan los intereses del mantuanaje que después
sí va a liderar la Independencia, y después sí va a conminar a los sectores excluidos a que se sumen, y después los va a traicionar como
todos sabemos.
Hasta qué punto un movimiento socio-reivindicativo, que no tiene organicidad ideológica, que no tiene la aprobación de los
sectores pudientes, que no está circunscrita a la racionalidad del dominante como es la revolución Francesa, porque si hubo o no
hubo influencia, eso está en discusión, pues porqué no ser un movimiento independentista, si le damos la calidad de un movimiento
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independentista a estas facciones, a estos grupos. ¿No estamos reivindicando a los sin voz en la tierra? Entonces, eso es también para
la reflexión y esto es parte de la discusión que tenemos en el seno del Centro Nacional de Historia y porque por eso pensamos que
en los números 10 y 11 de la revista Memorias de Venezuela, en el ciclo de la Independencia metemos a José Leonardo Chirinos y no
decimos tampoco movimiento conspirador de Gual y España, porque la expresión conspiración es despectiva, es peyorativa y también
es exógena, es eurocéntrica, quienes conspiran, los que quieren luchar por la libertad, son per se malignos, son conspiradores, entonces,
hasta ese punto, y las expediciones de Francisco de Miranda.
Entonces, esto es una discusión y vean ustedes cómo el problema de Independencia está atravesado por los nudos ideológicos,
por los problemas historiográficos y por los problemas de la enseñanza de la historia, que no es tan sencillo desmontar pero que ya nos
indica de que allí tenemos veta para investigar, para divulgar, para publicar y para confrontar.
Muchas gracias.
Rosa TrujilloComisión Permanente de Pueblos Indígenas de la Asamblea Nacional.
a nombre de la diputada Nohelí Pocaterra, les damos las gracias por esta invitación.
Bueno, me pareció bien interesante todas las reflexiones, sobre todo que sale otra vez el tema de la diversidad cultural que implica
todo lo que es la diversidad en general y la interculturalidad y el pensar la revolución y el socialismo desde ese ángulo.Es lo que me
parece más interesante, porque al pensarla desde un solo punto de vista ideológico me parecerá siempre excluyente y, por lo tanto, quizá
pudiéramos caer otra vez en el error de repetir viejos esquemas de otros países que sabemos que trajeron consecuencias que no fueron
tan buenas. Pienso que la historia en estos 200 años tiene que hacerse más cotidiana para que sea la historia del pueblo, que el pueblo
se pueda apropiar de ella, no puede ser la historia de los historiadores y de los libros, este, tan supra intelectual, tan alejada de la gente,
que bueno, a uno le da hasta miedo acercarse a alguien que sea un historiador, porque uno piensa que sabe tanto que quizá uno no lo
va a poder entender, luego que la concepción del tiempo no puede seguir siendo una concepción del tiempo lineal, cero, uno, dos, tres,
cuatro, sino que tiene que ser una concepción circular desde mi punto de vista, como la mayoría de los pueblos indígenas conciben el
tiempo, si los sucesos vuelven a repetirse quizá de distintas formas, pero agarran la figura de un círculo, igual que el pensamiento. Y se
tiene que hacer cotidiano en la medida en que refleje también al individuo, no solamente a un colectivo que a veces parece que está en
la mente y en la racionalidad de nosotros, pero que no existe como tal porque no se puede unificar, no se puede globalizar al individuo,
entonces el individuo tiene que tener espacio también el individuo y lo colectivo, las dos cosas tienen que ser un diálogo común.
Entonces pienso que en este tema de los 200 años, bueno, el tema de la cotidianidad, de la interculturalidad, de la resistencia, para mí
la resistencia es clave en todo eso, porque uno para vivir en este país, desde que se levanta tiene que estar en resistencia, en resistencia
con todo tipo de sucesos; desde que se levanta hasta que se monta en el autobús, hasta que llega otra vez a su casa en la noche, es un
proceso de resistencia el que hay que hacer, incluso dentro de los espacios públicos para poder hacer entender que, incluso, aquellas
nuevas leyes existen y hay que hacerlas respetar. Pero, como no hay un proceso de formación, el Estado no ha asumido un proceso de
formación real de cara a la nueva ciudadanía, al ejercicio de la nueva ciudadanía, entonces eso es una sobrevivencia casi, bueno, a un nivel
de cansancio de cada ciudadano para hacer su actividad cotidiana que se vuelve casi imposible narrar. Entonces bueno, desde mi punto
de vista esos tres temas, el tema de la resistencia para mí es básico, y el tema de la cotidianidad y del tiempo en la historia. La historia
no puede seguir siendo ese discurso tan elitesco y tan a veces casi imposible de entender, donde bueno, uno no tiene casi espacio
de memoria para grabar tantas cifras y tantos números y tantos sucesos y luego sentir que la vida de uno no entra allí en esa historia,
porque uno no pertenece exactamente a esas cifras y a esos números o uno no ha hecho una acción tan espectacular como para ser
nombrado por los historiadores, por lo tanto, esa historia de la vida cotidiana de los pueblos y de las personas tiene que estar presente
constantemente en todas estas reflexiones y en ese nuevo currículum que se quiere presentar. Para finalizar, yo pienso que tanto en los
espacios públicos colectivos y en el proceso de pensar el socialismo y la revolución hay tres aspectos que deben estar presentes y que
deben tener congruencia: el pensamiento, la palabra y la acción. sí, eso en un individuo es fundamental, que sus palabras reflejen su
pensamiento y su pensamiento reflejen su conducta y sus acciones, pienso que en un colectivo y en un proceso también tiene que tratar
de que eso sea cada vez más cercano, porque a veces la palabra va por un lado, el pensamiento va por otro y resulta que las acciones van
Una reflexión del presente a la luz de la historia, una reflexión del pasado a la luz del presente ��
por otro y entonces es muy difícil, llega un momento que se produce un estado de confusión muy grande en el propio ciudadano, en el
propio individuo que quiera hacerse partícipe del proceso revolucionario porque de repente dice, oye me gustó lo que dijeron, pero lo
que hicieron me pareció contrario a lo que se dijo y lo que se pensó me pareció que no tenía nada que ver con ninguna de las dos cosas.
Entonces, uno en un ejercicio de libertad que creo que debe estar presente siempre, para mí hay dos cosas fundamentales que deben
estar presentes siempre y por encima de eso para mí no hay nada, es la libertad y el amor, si eso no está presente en la construcción de
la nueva ciudadanía y del proceso revolucionario y del nuevo socialismo del siglo XXI del XXII y de todos los socialismos que se piensen,
pienso que nada de eso será un acto de revolución verdadero y, por lo tanto, reivindico siempre la libertad que tiene cada persona, cada
ser humano de expresar sus opiniones, sean éstas cuales sean. E incluso, si son contradictorias y disidentes con el proceso revolucionario
mismo. Es todo, gracias.