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Consigna
TP 2 Manifiestos artísticos
Considerando 2 manifiestos artísticos, realizar un escrito que incluya en su análisis lo
siguiente:
• Parte A: Características distintivas, relación producción-‐pensamiento, contexto
histórico, vinculación entre ambos.
• Parte B: Seleccionar una obra que pertenezca a un movimiento artístico o de
diseño diferente a los analizados en la Parte A, y realizar un manifiesto que
represente a la misma.
• Parte C: Elaborar una conclusión que vincule la Parte A y la Parte B. Bibliografía
(normas APA)
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PARTE A
Manifiesto Futurista
Filippo Tommaso Marinetti
1909
Contexto Histórico y características distintivas
El Futurismo trata de un movimiento que surgió en Italia, en 1909, con la publicación en el
diario Le Figaro, del Primer Manifiesto del Futurismo, escrito por Filippo Tommaso
Marinetti, exactamente el 20 de Febrero. Es posible establecer que “Empezó siendo
discurso literario y continuó siendo pintura, escultura, proyecto arquitectónico, música,
diseño, cocina o moda, … y fue también ideología, una ideología que empañó su
trayectoria y que le condujo, caso único en la historia de las vanguardias, a formar su
propio partido político, el Partido Futurista Italiano, con innegables analogías con las
agrupaciones fascistas de la época de Mussolini” (Torrent, 2009, p.27). Lo cual
desencadenó en el concepto de vanguardia no como un mero movimiento artístico, sino
como aquel que se implica en la vida de las personas.
La primer obra artística de dicho movimiento fue precisamente el Manifiesto en cuestión,
en el cual “los futuristas se presentaban como un grupo que huía, para su presentación
pública y puesta en escena, de oscuros libros y catálogos especializados para manifestarse
en la prensa y para lanzarse a la conquista de la gente, de todos aquellos que estuvieran,
como ellos, dispuestos a subvertir el orden tradicional. En la subversión de este orden se
empeñaron con todas sus fuerzas”(Torrent, 2009, p.27). Se caracterizaban por rechazar de
manera directa y frontal el pasado y la tradición, en busca de un arte y forma de vida en
mira al futuro, al anticlasicismo, “que respondiese en sus formas expresivas al espíritu
dinámico de la técnica moderna y de la sociedad masificada de las grandes ciudades”
(ArteEspana, 2005).
Desarrollando con mayor profundidad en las características y cualidades del futurismo, es
posible establecer que tenia ciertas similitudes con el Cubismo, movimiento artístico que
surgió en 1907 con Pablo Picasso como uno de sus mayores exponentes, por ejemplo “el
rechazo por la ilustración trivial, la búsqueda de lo esencial (…) y el intento de introducir
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en la obra figurativa la dimensión del tiempo” (Semantazo, 1978, p.484). Sin embargo, el
Futurismo, buscaba la simultaneidad de la acción, es decir concentrar las distintas fases
del movimiento en una sola imagen, representando un cierto dinamismo.
Consideramos que dicho aspecto esta íntimamente relacionado y, nos atrevemos a
afirmar que, se desprende del contexto histórico en el que se desarrollo el Futurismo, fue
un movimiento inspirado en los cambios desarrollado en Europa tras la Segunda
Revolución Industrial: desarrollos tanto en la industria eléctrica, como la química,
petrolífera y de acero. Fue un periodo caracterizando por las maquinarias, la tecnología y
las innovaciones, se desarrolló el motor de explosión que reemplazo al de vapor, se
invento el telégrafo, apareció la electricidad, generando cambios radicales en el terreno
de la comunicación y, también, del transporte. Creemos que esto mismo es vital para
comprender el movimiento Futurista ya que, como se desarrolló anteriormente, buscaban
representar las fases del movimiento, justamente característico de las maquinarias: “la
esencia del movimiento en las formas, la agresividad, la velocidad, la fuerza, el peligro y la
energía” (Álvarez Esteban,2014), sumado a la deshumanización. Esto mismo se ve
reflejado y expuesto en el Manifiesto Futurista, Marinetti dice “Nosotros afirmamos que la
magnificencia del mundo se ha enriquecido de una nueva belleza: la belleza de la
velocidad” (como se cita en De Micheli, 1998, p. 372). El panorama en aquel momento en
Italia era favorable, tanto la economía como la industria presentaban un gran crecimiento,
las grandes ciudades industriales progresaron notablemente, sin embargo, era todavía
“una nación joven y en proceso de formación. Por más de cuatro décadas (…) Italia se
había proclamado como nación independiente y unificada, pero las bases políticas y
sociales fruto de un proceso de integración nacionalista que había durado casi cuarenta
años, aún estaban por afianzarse en 1909” (Álvarez Esteban, 2014).
Tal como lo expresa su nombre, el futurismo trata de un movimiento que busca romper
con el pasado, con lo antiguo, que mira hacia el futuro, hacia lo nuevo, el mundo
moderno. Por eso mismo, en el manifiesto Filippo exclama: “Nosotros queremos destruir
los museos, las bibliotecas, las academias de toda especie y combatir contra el moralismo,
el feminismo y contra toda vileza oportunista o utilitaria” (como se cita en De Micheli,
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1998, p. 372). No solo consideran a los museos y bibliotecas como cementerios,
dormitorios públicos, que deberían ser ignorados, creen que es un apego al pasado y
deben dejarse de lado, debido a que ellos confían en la originalidad, “La característica
principal del futurismo es la plástica del dinamismo y del movimiento. El efecto de la
dinámica se transmitía en vibrantes composiciones de color que debían producir un
paralelismo multisensorial de espacio, tiempo y sonido” (ArteEspana, 2005); sino que
también se trata de un movimiento machista, estaban en contra del feminismo como se
puede notar en la cita expuesta anteriormente del Manifiesto y en la siguiente:
““Nosotros queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el
patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las que se muere y el
desprecio por la mujer” (como se cita en De Micheli, 1998, p. 372). Mostrando también el
culto por la guerra, por la violencia, el militarismo, el patriotismo, teñido de política, no
solo limitando el manifiesto al arte, sino esparciéndolo en todos los aspectos de la vida,
como se expuso al comienzo.
En resumen, el Futurismo fue un movimiento caracterizado por la maquinaria, la técnica,
el rechazo al pasado y, principalmente la velocidad, el cual finalizó con la Primera Guerra
Mundial, a partir de la cual los futuristas se dispersaron en distintas direcciones. Dichas
cuestiones principales son posibles de observar en las siguientes obras:
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Relación producción-‐pensamiento
Las dos obras expuestas anteriormente son dos ejemplos de pinturas Futuristas, que
reflejan las características del movimiento, expresadas con anterioridad. La primer obra,
de Umberto Boccioni, denominada “Dinamismo de un Ciclista” intenta captar el
dinamismo del movimiento de un ciclista, presentando una secuencia y superposición de
diversos movimientos. Es una relación entre lo que se observa al ver un ciclista en acción y
una obra estática; los Futuristas pensaban a su obra como la velocidad, el movimiento, la
técnica a partir de colores vibrantes. Por otro lado, la segunda obra de Giacomo Balla se
denomina “Muchacha Corriendo en el Balcón”, concentra tal como la anterior y como
toda obra Futurista, el análisis del movimiento, junto con la luz. Toma también el
dinamismo, la “cronología” de una chica corriendo en un balcón, multiplicando las formas
para representar así el movimiento, es decir, la forma en que ellos veían y pensaban el
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movimiento. Es decir, el Futurismo buscaba reflejar en sus obras la forma en que los
artistas pensaban y veían la velocidad y el movimiento, tanto en estos dos ejemplos como
en todas las otras obras del movimiento.
Primer Manifiesto Surrealista
André Betrón
1924
Contexto Histórico y características distintivas
Se conoce al Surrealismo como “uno de los mas extendidos movimientos del arte
contemporáneo y abarca también, además de las artes figurativas, a la literatura y al cine”
(Semantazo, 1978, p.514). El comienzo del mismo data del año 1920, en Paris, Francia, a
partir del Dadaísmo, rechazando su carácter negativo, pero tomando su rebeldía. Al
estallar la Primera Guerra Mundial, se desarrollo una época de cambios, cambios
violentos y repentinos.
De Chirico, un pintor italiano de aquella época, contemporáneo a la guerra, “daba vida en
Ferrara a la llamada pintura metafísica” (Semantazo, 1978, p.514), ésta última refiere a un
genero artístico a partir del cual se representaba una realidad particular que creaba
alusiones a significados indefinidos, se representaban objetos cotidianos en un contexto
distinto al que se solían encontrar habitualmente. Tiempo mas tarde, “De Chirico se
dedico a una temática mas naturalista (…) pero ya había dejado una huella indeleble en el
camino que conduciría al surrealismo” (Semantazo, 1978, p.514).
Es posible establecer, también, que el movimiento que se enlazó de forma más directa
con el Surrealismo fue el Dadaísmo, fundado entre 1916 y 1918, justamente durante la
Primera Guerra Mundial. Los Dadaístas, “Decepcionados de lo que hasta entonces había
propuesto la cultura europea y que la violencia de la guerra había glorificado con sus
absurdos e inmensos desastres, decidieron reaccionar contra todos los valores y contra
todos los programas de los movimientos de vanguardia, que se había mostrado
impotentes con todo su racionalismo” (Semantazo, 1978, p.514). Comenzaron a oponerse
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a todo, tomando su nombre de la expresión francesa que se le da al caballo de madera:
“Dadá”, concluyendo con la redacción en 1918 de un manifiesto dictado por Tzara, quien
afirma que dicha palabra no significa nada, y quien, también, decidió conducir el
movimiento a Paris. “El grupo parisense se destacaba estimulado por otros problemas
que muy pronto, en 1924, desembocarían en el primer manifiesto Surrealista”, al cual mas
tarde se terminó adhiriendo el propio Tzara. “El Dadaísmo insistía demasiado en (…) la
anarquía total, para poder perdurar (…), había puesto en manos de los futuros surrealistas
un elemento precioso: el axioma de rechazar cualquier categoría racional” (Semantazo,
1978, p.515).
Al hablar particularmente del Surrealismo, cabe destacar principalmente su contexto,
debido a que, como en todos los movimientos artísticos, sirve para comprender con
mayor profundidad sus características distintivas. En primer lugar, en cuanto al contexto
social, “Se trata de una sociedad que acaba de salir de una guerra y donde la política del
momento no ha mejorado en absoluto al salir de esta” (Chamorro Benet, 2014, p. 3),
desatando dos actitudes diferenciadas por parte de los ciudadanos, una de ellas se
caracterizaba por el optimismo, mientras que la otra, contrariamente, era pesimista y de
gran incertidumbre. Tal como menciona Paloma Chamorro, los eslabones entre las
distintas clases sociales comenzaron a suavizarse, sumado a que las mujeres comenzaron
a tener mayor participación en el ámbito laboral, tanto en las universidades como en el
voto.
En segundo lugar, en cuanto al contexto económico el crecimiento de la mayoría de las
economías mundiales fue notable. “El mercado de Estados Unidos se encontraba en un
período de crecimiento constante y rápido (…) Asimismo, a partir del año 1924 se
experimentó en Francia también un crecimiento económico. En otros países de Europa
como Gran Bretaña el crecimiento fue más lento a causa de la sobrevaloración de la libra
al volver al patrón oro” (Chamorro Benet, 2014, p. 7). Sin embargo, en Italia, uno de los
países caracterizados por la actitud pesimista, había una gran crisis económica e inflación
de precios, a partir de lo cual se instauró la dictadura de Mussolini, donde la economía
estaba controlada por el Estado. Además “Alemania sufría grandes estragos a causa de las
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indemnizaciones que debía pagar a los países vencedores según se había acordado en el
Pacto de Versalles” (Chamorro Benet, 2014, p. 8).
En tercer lugar, caben destacar los desarrollos científicos del momento, “Estos
descubrimientos implicaron un giro en redondo de la física del momento y una nueva
manera de ver el mundo que hizo despertar muchas preguntas” (Chamorro Benet, 2014,
p. 3). Se abrió lugar a una nueva física cuántica, caracterizada por buscar comprender los
fenómenos físicos que ocurren a nivel atómico” (Chamorro Benet, 2014, p. 11). Además,
junto con la aparición y generalización de la producción en serie, durante el siglo XX, se
dio el surgimiento de una gran cantidad de inventos que revolucionaron el mundo,
instaurando un antes y un después; tales como la radio, en la cual se “empezaron a emitir
regularmente programas de entretenimiento, información y publicidad, convirtiéndose así
en un nuevo medio de comunicación de masas y provocando un fuerte impacto e
influencia en las vidas de la población” (Chamorro Benet, 2014, p. 12). Además, el plástico
se volvió un material de uso cotidiano que permitió la fabricación de diversos objetos.
En cuarto lugar, en el campo de las ciencias sociales, es sumamente importante y vital
para el Surrealismo, el desarrollo del Psicoanálisis y la psicología: “El creador del
psicoanálisis, Sigmund Freud, empezó con el análisis de los trastornos mentales y procedió
a buscar una explicación a estos. Halló la raíz de estos problemas en la sexualidad y
declaró su desarrollo en el ser humano durante la primera infancia” (Chamorro Benet,
2014, p. 12). Es justamente a Freud y a su teoría sobre los sueños a quienes se le dedican
varias palabras en el manifiesto y en base a lo cual se desarrolla el Surrealismo, el cual es
conocido como el movimiento racional e inconsciente, “pretendía reflejar el inconsciente
humano mediante la exploración del mundo de los sueños” (Aguilar, 2013). Luego de un
profundo análisis de los sueños y la realidad, André afirma “Quisiera dormir para
entregarme a los durmientes del mismo modo que me entrego a quienes me leen, con los
ojos abiertos, para dejar de imponer, en esta materia, el ritmo consciente de mi
pensamiento” (como se cita en De Micheli, 1998, p. 321).
A partir de esto, es posible establecer, que el Primer Manifiesto artístico de André Bretón,
guía del surrealismo, afectó el arte intentando generar un cambio en la sociedad
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burguesa, era revolucionario buscaba mostrar y contar lo desconocido, se contraponía con
la sociedad, la obra de arte comenzó a ser un medio a partir del cual surgió aquel
conocimiento desconocido y reprimido, callado, por las costumbres burguesas.
El surrealismo creía en la coexistencia de otra realidad y en el pensamiento libre, tal como
André establece en el Manifiesto: “Creo en la futura armonización de estos dos estados,
aparentemente tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de
realidad absoluta, en una sobrerrealidad o surrealidad, si así se puede llamar” (como se
cita en De Micheli, 1998, p. 323). En este Primer Manifiesto, se protege el automatismo
psíquico y partidario del pensamiento libre de ataduras, presentándose como una
declaración de principios que debían cumplir o creer las personas que querían adherirse al
Surrealismo.
El Surrealismo tuvo dos momentos el primero fue literario y recién en el segundo adopto
el arte y lo visual; por el lado de la literatura, genero una revolución en el lenguaje,
además de que se mostraba la depresión e inquietudes de los intelectuales,
caracterizándose las obras literarias principalmente por su pesimismo.
El Surrealismo buscaba la liberación mental del hombre, quería liberarlo de la las
restricciones tradicionales como la religión, moralidad, familia y patria. “Únicamente la
palabra libertad tiene el poder de exaltarme. Me parece justo y bueno mantener
indefinidamente este viejo fanatismo humano. Sin duda alguna, se basa en mi única
aspiración legítima. Pese a tantas y tantas desgracias como hemos heredado, es preciso
reconocer que se nos ha legado una libertad espiritual suma. A nosotros corresponde
utilizarla sabiamente. Reducir la imaginación a la esclavitud” (como se cita en De Micheli,
1998, p. 314-‐315).
Había dos formas de hacer arte Surrealista una defendía lo abstracto sin nada de
coherencia y sentido, tal como se puede observar en las obras de Joan Miro:
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Mientras que la otra forma buscaba expresar la figuración realista, atraídos hacia los
sueños y el realismo mágico. Representado, por ejemplo, por Salvador Dalí:
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Relación producción-‐pensamiento
En el Primer Manifiesto Surrealista, se define al Surrealismo como “Automatismo psíquico
puro por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro
modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la
intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral” (como
se cita en De Micheli, 1998, p. 334). Definición que coincide y se desprende claramente
del contexto desarrollado, influenciado de sobremanera por el Psicoanálisis de Freud,
donde el inconsciente, sin la razón interviniendo, es el protagonista. Por ese mismo
motivo, es que en el manifiesto se establece también “la actitud realista (…) me parece
hostil a todo género de elevación intelectual y moral” (como se cita en De Micheli, 1998,
p. 316). Dichos aspectos están claramente expuestos y reflejados en todas las obras
surrealistas, cuatro de ellas expuestas anteriormente. No parecieran tener ninguna lógica,
no muestran algo que uno ve habitualmente o sucede en la vida real, no muestran la
realidad concordante con el mundo en el que habitamos día a día . Están repletas de
imaginación, por así decirlo, de libertad, reflejan sueños, reflejan el inconsciente, reflejan
emociones, están sujetas a diversas interpretaciones, lejos de seguir un razonamiento
lógico y racional, son un dictado del pensamiento. Estos aspectos que conforman las
piezas artísticas del Surrealismo, derivan en que, tal como se expresa en el Manifiesta, no
se presenta una necesidad urgente de ser comprendido.
Vinculación de ambos manifiestos artísticos
En primer lugar, cabe destacar que ambos manifiestos se desarrollan durante el mismo
siglo, el siglo XX, con una diferencia de quince años. El futurismo tuvo fin con la Primera
Guerra Mundial, mientras que el Surrealismo justamente surge al finalizar la misma.
Consideramos similar la forma en que el Futurismo al pintar los movimientos, al hacer
obras sobre la dinámica y el movimiento, deforma los objetos o figuras reales,
multiplicándolas y sobreponiéndolas, obteniendo como resultado una pintura que no se
asemeja a un típico objeto o figura de la vida cotidiana, pareciendo, en cierta forma, algo
irreal, algo Surrealista, que no concuerda con el mundo cotidiano, sino que puede proveer
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del inconsciente, aunque en realidad trate de una mirada un tanto más moderna. Sumado
a esto, ambas obras poseen colores vibrantes, como se puede observar en los ejemplos
expuestos. De todas formas, es mas posible encontrar con mayor facilidad diferencias
entre ambos manifiestos: el Futurismo se encontraba a favor del progreso tecnológico, de
las maquinarias, si bien ambos movimientos se vieron atravesados por innovaciones y
descubrimientos tecnológicos que los marcaron, el Surrealismo, se centraba en la
liberación del hombre, en que el hombre se despoje de sus ataduras, sea libre en
pensamiento. Por otro lado, si bien los Futuristas eran machistas y despreciaban a la
mujer y al feminismo, en el Surrealismo, durante su contexto histórico, la mujer comenzó
a tener mayor participación en el ámbito laboral, tanto en las universidades como en el
voto. Finalmente, mientras el Futurismo pinta con una técnica puntillista, el Surrealismo
utiliza planos, plenos, líneas, no desarrolla su obra pincelada por pincelada.
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PARTE B
Hay Harvest At Eragny (Cosecha de heno en Éragny). 1889. Camille Pissarro. Oleo sobre
lienzo, 60 x 73cm. Colección: Fabricación Inmediata.
Movimiento: Impresionismo
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Manifiesto de lo cotidiano
Necesitamos romper con la academia, queremos un rumbo distinto para esta manera
despectiva de llamar a nuestro arte “manchas horribles”. Buscamos libertad para poder
expresar sentimientos, libertad para poder contar lo que deseamos de la manera que
queremos. Libertad para poder seguir nuestras propias reglas. Buscamos poder pintar al
aire libre. Poder expresar los más auténticos valores de la sociedad en las partes
figurativas.
Decidimos dejarnos llevar por las sensaciones, por la fuerza de la sensibilidad,
liberándonos de todos los prejuicios. No seguimos reglas o principios como la academia
dispone, pintamos lo que observamos y se sentimos, reproducimos la realidad frente a
nuestros ojos.
La única belleza es la que nuestros ojos ven y expresamos al pintar, buscamos captar la
vida sencilla, normal, de la mayoría de los ciudadanos, buscamos un arte para todos,
romper con la idea del arte de unos pocos. Nosotros adoptamos y reproducimos los
momentos cotidianos, hogareños, de las calles, de la ciudad, de la naturaleza, los aspectos
más reales de la vida. Queremos captar la incidencia de luz sobre los objetos y sujetos,
desarrollando nuestro arte en los mismos lugares donde sucede, en el aire libre, en
teatros, en clases de baile, rompiendo con la pintura de estudio .
Nosotros creemos en un arte libre, no queremos reflejar la perfección, sino la realidad, la
fidelidad de lo que observamos con lo que reproducimos.
Estamos en contra de el arte académico. Utilizamos colores cálidos y luminosos,
tonalidades brillantes y contrastantes a través de la libertad de pinceladas intuitivas,
sutiles y libres que pueden expresar y captar la esencia, una pincelada rápida que nos
permite captar los colores con mayor fidelidad.
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PARTE C
Para concluir, tal como se definió en clase, un manifiesto es un escrito desarrollado por un
artista, grupo artístico, “Del latín manifestus, un manifiesto es un documento o escrito a
través del cual se hace pública una declaración de propósitos o doctrinas. Los manifiestos
suelen aparecer en el ámbito de la política o del arte” (Definición De (2008-‐2016),
“Definición de manifiesto”). Tal como se desarrolla en DefinicionDe, los manifiestos
artísticos son aquellos que suelen aparecer y desarrollarse al mismo tiempo que las
vanguardias artísticas, justamente expresando y dejando por escrito las bases de cada
movimiento, los artistas suelen utilizarlo como una base para transmitir, promover e
imponer sus ideas junto a todo aquello que proponen y creen relevante y característico
sobre su forma de hacer y considerar al arte.
La principal diferencia entre un manifiesto y otro, tal como se puede notar en los dos
manifiestos analizados en la parte a y en el desarrollado en la parte b, radica en las
características del movimiento que describen. Cada uno de estos manifiestos permiten al
lector comprender las bases de cada corriente, por mas distinta que sea, para lo cual es
fundamental comprender el contexto de aquel entonces.
Creemos que para lograr realizar la parte b del trabajo, fue esencial haber leído y
analizado los manifiestos de la parte a, para así comprender cómo se escribe un
manifiesto y cuales son los temas que desarrolla y sobre los que habla. Es por eso, que al
realizar nuestro manifiesto sobre el impresionismo, principalmente hablamos en primera
persona del plural, como si lo estuviesen escribiendo los impresionistas, tal como pudimos
observar en los que integran la parte a. Además, utilizamos un tono imponente,
desautorizando de alguna forma lo que los impresionistas no consideraban arte y todo
aquello que querían romper.
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Bibliografía:
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Recuperado de:
https://veroaguilar.wordpress.com/2013/06/14/el-‐surrealismo-‐caracteristicas-‐y-‐
principales-‐exponentes/
• Álvarez Esteban, M. (2014): Vanguardias artísticas: el Futurismo. Recuperado de:
http://redhistoria.com/caracteristicas-‐del-‐futurismo/#.Vx1ALSPhDow
• ArteEspana (2005): Futurismo. Arte Futurista. Recuperado de:
http://www.arteespana.com/futurismo.htm
• Chamorro Benet, P. (2014): Contexto Histórico del Surrealismo. Universidad Rey
Juan Carlos. Recuperado de:
https://bellasartesurjc.files.wordpress.com/2014/03/el-‐contexto-‐del-‐
surrealismo.pdf
• De Micheli, M. (1998): Las vanguardias artísticas del siglo XXI. Alianza. Madrid.
• Definición De (2008-‐2015): Definición de Belleza. Recuperado de:
http://definicion.de/manifiesto/#ixzz46sSaR8Yc
• Semantazo, C. (1978): El mundo del arte. Ediciones Grijalbo. Barcelona.
• Torrent, R. (2009): Cien años de Futurismo. Recuperado de:
http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/35760/33847.pdf?sequenc
e=1
• VIzcaino, C. (2012): El Surrealismo: artistas, características, concepto, obras y
principios. Recuperado de: http://www.candelavizcaino.com/2012/10/el-‐
surrealismo-‐artistas-‐caracteristicas_14.html